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LECTORES EN SU SALSA

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Proyecto didáctico
de Ediciones SM Argentina.
Dirección editorial:
Lidia Mazzalomo
Con la colaboración de:
Flavia Zuberman, Marcela Yahdjian
y Verónica Rivas López
Revisión literaria:
Cecilia Pisos
Coordinadora Primer Ciclo: Marcela Codda
Edición: Mariela Schorr
Jefa de Arte: Silvia Lanteri
 
 
 
 
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Corrección: Mayra Ayelén Juanatey
Diseño: Silvia Lanteri
Diagramación: Mariana Valladares
Diseño de Tapa: Sandra García y Mónica Szybut
Ilustración: Cuentos: Luciano Acosta, Sergio De Giorgi, Viví Escrivá, 
 Eugenia Nobati, Sabina Álvarez Schürmann
 Leyendas: Anabella López
 Poesías, coplas y adivinanzas: Juan Carlos Federico
 Taller de escritura: Nicolás Bolasini
 Mi taller: Sergio De Giorgi
 Ilustraciones realistas: Carlos Escudero 
 Ilustración tapa: Pablo Pino
Edición de fotografía: Silvina Piaggio
Fotografía: Ablestock, Archivo SM, Archivo Fotográfico de Télam S.E., Brand X Pictures, Cristiane 
 Mayumi Morinaga, Da2 Strategic Design, Digital Vision, Eric Isselee, Johann Helgason, John 
 Snelgrove, Karel Broz, María Cristina Ramos, Martín Katz, Michael Braun, Richard L. Paul, 
 Thinkstock Images, Víctor Rodríguez
Asistente editorial: Luciana Villegas
Jefe de Producción 
y Preimpresión: Antonio Lockett
Asistente 
de Producción: Florencia Schäfer
Lectores en su salsa 2 / con la colaboración de Flavia Zuberman; Marcela Yahdjian; 
 Verónica Rivas López; coordinado por Marcela Codda; dirigido por Lidia Mazzalomo; 
 edición a cargo de Mariela Schorr. – 1ª ed. - Buenos Aires: SM, 2012.
128 p. ; 27,5 x 20,5 cm. 
ISBN 978-987-573-742-6 
1. Áreas integradas. 2. Educación Primaria. 3. Libros de Texto. I. Zuberman, Flavia, colab. 
II. Yahdjian, Marcela, colab. III. Rivas López, Verónica, colab. IV. Codda, Marcela, coord. V. 
Mazzalomo, Lidia, dir. VI. Schorr, Mariela, ed. 
CDD 372.19
Lectores en su salsa 2
©ediciones sm, 2012
Av. Callao 410, 2° piso 
(C1022AAR) Ciudad de Buenos Aires
ISBN 978-987-573-742-6 
Hecho el depósito que establece la ley 11.723 
Impreso en Argentina / Printed in Argentina
La editorial está a disposición de los poseedores de los 
derechos de eventuales fuentes iconográficas o literarias 
no identificadas.
Primera edición.
Este libro se terminó de imprimir en el mes de diciembre de 2012,
en Gráfica Pinter S.A., Ciudad de Buenos Aires.
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informá-
tico ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier otro medio, ya sea electrónico, 
mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito 
de los titulares del copyright.
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INGREDIENTES (POR CADA PORCIÓN DE ANTOJOS)
 6 textos literarios (cuentos de autor, 
populares, leyendas, poesías, coplas, 
colmos y chistes); 
 2 textos informativos;
 2 talleres de escritura con portadores; 
 fichas de escritura creativa.
 Condimentos: Bornemann, Califa, Cinetto, 
Dedé, Devetach, Drennen, Moreno, Mariño, 
Mateos, Palermo, Ramos, Roldán, Romero 
Yebra, Saavedra, Santin, Schujer, Tosi, 
 Walsh, Wolf.
PREPARACIÓN
Mamá, papá, maestro, está en tus manos,
con el auxilio de esta antología,
hacer lectores en su salsa hoy,
que, bien hechos, duran toda una vida.
Por un lado, se necesitan niños
tiernitos, las orejas en remojo,
con dientes de reír fuerte y con ganas,
llenos de asombro y muy abiertos ojos.
En caldero de amor inoxidable,
y sin medida, hay que verter bien justo,
litros y litros de paciencia y calma,
una pizca de luna, y sol, a gusto.
Para seguir se incorporan los antojos
de lluvia, tierra, fuego y también viento,
algunos colorines colorados,
cuentos sin piel y una lluvia de versos.
Lo que sigue es batir, batir, junto a los niños,
esto es: leer, leer, leer, leer, sin prisa.
Leer a saltos, leer-todo-de-corrido,
con lágrima, con tos y con sonrisa.
Leer de a uno, de a dos, de a mil, de a cuatro,
de atrás para adelante, bocarriba, 
en silencio, a coro, “como puedas”,
queriendo y sin querer, con alegría.
Después de haber batido (perdón, leído) un año entero, 
ya esta salsa a los niños empapó.
Por eso, salen lectores bien gustosos, 
a punto caramelo y alfajor.
Y el que esta “picadita” de lecturas
ya probó, que es una nueva antología,
quiere después “tragarse” platos llenos
de libros revueltos o a baño María.
Para preparar lectores “en su salsa” por Cecilia Pisos
Lo bueno de leer: nadie se empacha; al contrario, 
leer a leer invita: ¡es casi tan tan tan maravilloso 
como comer todos los días papas fritas!
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 La tortuga, de Liliana Cinetto 6
 ¡Aguas arriba!, de Guillermo Saavedra 10
 El nabo, cuento popular ruso 12
 El camino del agua: las modificaciones del paisaje 14
 Una ayudita para la memoria: los índices 16
 La apuesta, de Pilar Mateos 18
 Ronda de chistes, chistes y colmos 20
 Las dudas de la lechuza, de Gustavo Roldán 22
 La vida sin agua: los desiertos 26
 Las reglas son las reglas: los reglamentos 28
 La hormiga costurera, de Ema Wolf 30
 El cuando, de Elsa Bornemann 34
 Nana del barquito, de Ana María Romero Yebra 35
 Cuento redondo (cuadrado), de María Laura Dedé 36
 La vida en el hormiguero: diversidad de seres vivos 38
 ¿De qué me disfrazo?: los catálogos 40
 La Luna y la vaca, de María Elena Walsh 42
 ¡Qué disparate!: coplas 46
 El susto de Gatotás, de Olga Drennen 48
 De la plantación a la biblioteca: la fabricación del papel 50
 ¡Disparates para todo el mundo!: escritura de coplas 52
 Marco con una X los textos que quiero volver a leer.
ANTOJOS SALPICADOS
ANTOJOS DE BARRO
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Biografías: Nuestros autores 102
Mi taller: escritura creativa 107
 La tarea, de Maricel Santin 54
 Las ocupaciones de la princesa, de Carolina Tosi 58
 Una vuelta en globo: los medios de transporte aéreo 62
 Apuntes de viaje: los diarios de viaje 64
 Por qué la Ballena vive en el mar, de Miguel Ángel Palermo 66
 Fórmulas para desear el bien y CANCIÓN DEL QUIENSabe, 
 de Laura Devetach 72
 La furia del viento: los fenómenos atmosféricos 74
 De campamento: los instructivos 76
 Brujas mellizas, de Silvia Schujer 78
 Canción de las viejas historias, de Oche Califa 82
 Setenta balcones y ninguna flor, de Baldomero F. Moreno 85
 Cuando el bosque arde: los incendios forestales 86
 ¿Y vos quién sos...?: las biografías y las autobiografías 88
 Los cuatro increíbles, de Ricardo Mariño 90
 Tres palomas y Casa grillo, de María Cristina Ramos 96
 La furia de la Tierra: los volcanes 98
 ¡Chocolate por la noticia!: las noticias 100
ANTOJOS DE VIENTO
ANTOJOS CHISPEANTES
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ANTOJOS
SALPICADOS
Antojos salpicadosadoosad
¿CÓMO SE IMAGINAN A LA PROTAGONISTA DE ESTE CUENTO? 
¿CUÁL SERÁ SU PROBLEMA? ¿QUÉ AVENTURAS VIVIRÁ? 
H arta estaba la tortuga. Harta y más harta de llegar tarde a todos lados. Harta de llegar todos los días al colegio a la hora de salida, cuando la maestra ya había dado los deberes. Harta 
de llegar a las fiestas de cumpleaños cuando estaban cantando el 
“Que los cumplas feliz…” y apagando las velitas. Harta de llegar a un 
picnic cuando no quedaba ni una miguita (porque además las hormigas 
llegaban antes que ella).
La tortuga
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Fue por ello que le pidió ayuda a la liebre, famosa por ser la más 
veloz del bosque, para que fuera su personaltrainer. Después de 
traducirle esas palabras a la liebre que no sabía un pepino de inglés y 
de explicarle que quería que la entrenara para correr, comenzaron los 
ejercicios. Pero por más que la tortuga hizo flexiones y abdominales, 
tardaba tanto en llegar a las clases que cuando aparecía con sus 
zapatillas deportivas, ya era hora de ponerse las pantuflas y el camisón 
para irse a la cama porque se había hecho de noche.
La liebre decidió cambiar de método.
Nada mejor que la tecnología para estos casos —explicó muy 
seria—. Hay que emplear un medio de transporte moderno.
Y trajo una bicicleta. Pero la tortuga tardaba tanto en pedalear 
que no lograba mantener el equilibrio y ¡PAF! se daba unos porrazos 
fenomenales. Y menos mal que tenía su caparazón, porque si no, le 
hubieran salido unos chichones del tamaño de una montaña.
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Con la patineta le fue bastante mejor, porque no tenía que 
pedalear tan seguido y porque la liebre le había conseguido un 
equipo de skater profesional que la protegía de las caídas mejor 
que su caparazón. Pero la tortuga tardaba tanto en ponerse el 
casco, las rodilleras y los guantes que seguía llegando tarde a 
todos lados.
La liebre descorazonada renunció y se fue corriendo. Ahí 
quedó la tortuga más triste que no sé qué. Decidió volver 
a su casa y empezó a caminar paso a paso, bien despacito, 
muy lentamente. Y menos mal que volvió paso a paso, bien 
despacito, muy lentamente porque si no, no se hubiera 
encontrado por el camino con su vecino el tortugo que hacía 
rato que quería invitarla a pasear, pero había tardado tanto 
en animarse que tenía miedo de llegar demasiado tarde. A la 
tortuga se le pasó enseguida la tristeza, claro, mientras los dos se 
iban caminando paso a paso, bien despacito, muy lentamente, 
porque la velocidad no había sido hecha para ellos. Y a ninguno 
le importaba seguir llegando tarde a todos lados, porque al 
menos ahora llegarían siempre los dos juntos.
Liliana Cinetto
Ilustraciones: Eugenia Nobati
 ¿Qué es lo que más les gustó de este cuento? ¿Por qué?
 ¿Por qué la liebre renunció a seguir entrenando a la tortuga y se fue 
corriendo? 
 ¿Qué cosas tendrán en común el tortugo y la tortuga de este cuento, 
además de la lentitud?
 Imaginen cómo fue el primer encuentro entre la tortuga y el tortugo, 
 y escríbanlo en el cuaderno.
MÁS ACTIVIDADES EN LA PÁGINA 1 DE MI TALLER.
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10 Antojos salpicadosadoosad
¡Aguas arriba!
ANTOJO MOJADO
¿QUIÉN SERÁ EL QUE DICE “¡AGUAS ARRIBA!”? 
¿QUÉ QUERRÁ DECIR CON ESA EXPRESIÓN? 
¿DE QUÉ AGUAS HABLARÁ?
Esta tarde, barracudas,
quiero cantar a una cosa
tan célebre y tan famosa
que la conoces, sin dudas.
Se trata de una sustancia
que en gran parte nos habita.
No es ni grande ni chiquita,
pero tiene su elegancia.
Vive en ríos y en arroyos,
vive en mares y lagunas,
y en esa lluvia oportuna
con que se bañan los pollos.
Vive en la sopa y el mate,
vive en frascos y en botellas, 
en naranjas, en grosellas
y adentro de los tomates.
Agua líquida y discreta
no te vayas a acabar…
no me vayas a faltar
al tirarme a la pileta.
11
 Relean la poesía y subrayen los lugares y las cosas en las que se puede 
encontrar agua. ¿Hay otros lugares en los que puede haber agua que no 
estén nombrados en la poesía?, ¿cuáles?
 Elijan la estrofa que cuenta de forma más clara qué es el agua y 
márquenla con una cruz. ¿Todos eligieron la misma? ¿Por qué? 
 Piensen en lo que más les gusta hacer con el agua y hagan un dibujo en 
el cuaderno.
Guillermo Saavedra, Mi animal imposible, Alfaguara.
Ilustraciones: Juan Carlos Federico
MÁS ACTIVIDADES EN LA PÁGINA 2 DE MI TALLER.
Pajarito resbaloso, 
flor de pétalos mojados, 
aire para los pescados
y alivio de los roñosos.
Golosina del sediento,
tan callada y pensativa, 
vos vivís en mi saliva
y en las lágrimas te siento.
Rayo lacio y transparente
(cuando no te ensucia un tonto),
en tus olas yo me monto
como un gauchito prudente.
Agua fresca y mineral
no te vayas a acabar…
no me vayas a faltar
cuando llegue el Carnaval.
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12 Antojos salpicadosadoosad
El nabo
ANTOJO CON CUCHARÓN
¿SABEN QUÉ ES UN “NABO”? ¿ALGUNA VEZ LO PROBARON? 
¿QUÉ PASARÁ CON EL NABO DE ESTE CUENTO? 
¿QUIÉN SE LO COMERÁ?
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Había una vez un viejo que plantó un nabo chiquitito y le dijo:
—Crece, crece, nabito, ¡crece 
dulce! Crece, crece, nabito, ¡crece 
fuerte!
Y el nabo creció dulce, fuerte 
y grande. ¡Enorme!
Un día, el viejo fue a arrancarlo. Tiró y tiró, pero no pudo arrancarlo.
Entonces llamó a la vieja.
La vieja tiró de la cintura del viejo. El viejo tiró del nabo. Y tiraron 
y tiraron una y otra vez, pero no pudieron arrancarlo. De modo que la 
vieja llamó a la nieta.
La nieta tiró de la vieja, la vieja tiró del viejo, el viejo tiró del nabo. 
Y tiraron y tiraron una y otra vez, pero no pudieron arrancarlo. 
Entonces la vieja llamó al perro.
El perro tiró de la nieta, la nieta tiró de la vieja, la vieja tiró del 
viejo, el viejo tiró del nabo. Y tiraron y tiraron una y otra vez, pero no 
pudieron arrancarlo. Entonces el perro llamó al gato.
El gato tiró del perro, el perro tiró de la nieta, la nieta tiró de la 
vieja, la vieja tiró del viejo, el viejo tiró del nabo. Y tiraron y tiraron 
una y otra vez, pero no pudieron arrancarlo. Entonces el gato llamó al 
ratoncito.
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 ¿Por qué el nabo no salía?
 ¿Entre cuántos tuvieron que tirar para sacar el nabo de la tierra? 
Nómbrenlos a todos.
 Inventen una historia similar a la que leyeron, en la que sea necesario 
pedir ayuda varias veces, para resolver un problema.
El ratoncito tiró del gato, el gato tiró del perro, el perro tiró de la 
nieta, la nieta tiró de la vieja, la vieja tiró del viejo, el viejo tiró del 
nabo. Y tiraron y tiraron, con todas sus fuerzas, hasta que por fin 
(púmbate)… ¡arrancaron el nabo!
¡Y qué maravilla era aquel nabo!
Más tarde, hicieron con él una rica sopa.
Y hubo suficiente para el viejo, para la vieja, para la nieta, para el 
perro, para el gato y para el ratoncito…
¡Y aún sobró un poquito de sopa para la persona que les acaba 
de contar este cuento!
Cuento popular ruso
Ilustraciones: Sabina Álvarez Schürmann 
MÁS ACTIVIDADES EN LA PÁGINA 3 DE MI TALLER.
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14 Antojos salpicadosadoosad
El camino del agua
¿Cómo te imaginás el interior de la Tierra? ¿Qué habrá 
debajo de la corteza terrestre? Leé estas páginas 
y enterate de lo que hay debajo del suelo por el que 
caminamos.
Los espeleólogos estudian las 
cavidades subterráneas de la Tierra. 
Algunos de ellos consideran 
que una gran parte del interior 
de la Tierra está formada por 
cavernas que se comunican entre sí.
En algunos lugares, el 
agua de lluvia atraviesa 
la corteza terrestre e 
ingresa en las cavernas 
subterráneas.
15
La Tierra, el Universo y sus cambios: las geoformas, 
los cenotes, las estalactitas y estalagmitas, las grutas.
Algunos cenotes fueron transformados en balnearios para 
turistas. ¿Les parece bien esto? ¿Por qué? ¿Piensan que las 
personas pueden convivir con la naturaleza sin dañarla?
En algunas cuevas en las 
que se filtra el agua, se 
forman unas piedras finas 
y alargadas, con formas 
muy llamativas. Si las 
piedras cuelgan del techo 
hacia abajo se llaman 
estalactitas. Si se forman 
desde el suelo hacia arriba, 
se llaman estalagmitas.
Los cenotes son cavernas que 
tienen agua en su interior. En 
algunos lugares se usan como 
piletas para refrescarse.
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TALLER DE ESCRITURA
16 Antojossalpicadosadoosad
Sofía nunca se acuerda los números de teléfono, por eso su papá 
le regaló una libreta con todas las letras del abecedario. Se llama 
índice telefónico, y sirve para agendar los teléfonos de amigos, 
familiares y conocidos.
 Observen el índice de Sofía. 
Una ayudita para la memoria
Ana 4501-1927
Astor 4444-3665
Abuela Sara 4612-4483
Ariana 3535-8809
 Si Sofía hubiera querido anotar los nombres en orden alfabético, ¿cómo debería 
haberlos ordenado?
 ¿En la página de qué otra letra hubiera podido agendar Sofía el teléfono de su 
abuela? ¿Por qué?
abe os o de ado
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 En el grado de Ana, hay tres nenes que se llaman Vicente. Ella quiere llamar 
a Vicente Ruíz para invitarlo a jugar. Marquen cuál es su número. ¿Cómo se dan 
cuenta?
El índice telefónico: reconocimiento del portador 
textual, sus usos y su utilidad. 
Vera 3521-9989
Vicente B. 4981-2928
Vicente R. 4916-7263
Vicente K. 4553-6351
Vioeta 3568-7412
 Ordenar las palabras alfabéticamente sirve para encontrar con facilidad lo que 
buscamos. En la siguiente libretita, escriban las palabras que empiezan con B o con 
C, que a ustedes les cuesta escribir o les generan dudas.
 Con varias hojas, pueden armar una libretita con todas las letras del alfabeto y seguir 
escribiendo las palabras que les resultan difíciles. Así, cuando tengan dudas, pueden 
encontrarlas fácilmente en la libretita.
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18 Antojos salpicadosadoosad
La apuesta
ANTOJO CON TRUCO
¿SABEN QUÉ ES UNA APUESTA? LOS PERSONAJES DE ESTE CUENTO 
SON DOS BRUJAS QUE HACEN UNA APUESTA… 
¿QUÉ HABRÁN APOSTADO?
La bruja Mon hizo una apuesta con su amiga Pirula.—Te apuesto a que hago cincuenta juegos de magia.—Te apuesto a que no —dijo la bruja Pirula.
—Te apuesto a que sí —dijo la bruja Mon.
Pero no se apostaron ninguna cosa. 
La bruja Mon se fue por el camino. Estaba de muy buen humor.
—¡Si es facilísimo! —se decía.
Al primer árbol que encontró lo convirtió en piedra.
A la primera piedra que encontró la convirtió en árbol.
Enseguida descubrió una rosa y la convirtió en margarita.
A continuación, descubrió una margarita y la convirtió en rosa.
Después vio a una niña que se estaba cayendo por un barranco, 
y la transformó en un pájaro azul. Eso salvó a la niña. En vez de 
estrellarse contra el suelo, la niña agitó sus alas azules y levantó el 
vuelo, cantando. 
Más tarde la bruja Mon saludó a una viejecita que llevaba en una 
mano una botella de vino, y en la otra, una botella de leche. La bruja 
Mon, con una sonrisa malvada, convirtió el vino en leche, y la leche, 
en vino; y la viejecita ni notó el cambio.
Por allí cerca había un burro. La bruja Mon lo transformó en un 
cordero. Y en un prado, más allá, había un cordero. La bruja Mon lo 
transformó en un burro. 
Al perro negro del cazador lo convirtió en un gato blanco. Al gato 
blanco del cazador lo convirtió en un perro negro.
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 ¿De qué se trató la apuesta que hicieron las brujas? ¿Qué apostaron?
 ¿Por qué Pirula le dijo a la bruja Mon que había perdido la apuesta? 
¿Cómo se lo explicarían a Mon para que lo entienda? 
Luego divisó un pájaro 
azul posado en una rama; 
parecía un poco asustado, 
como si no le gustara ser pájaro. 
La bruja Mon lo convirtió en una 
niña.
Y así siguió hasta que hizo sus 
cincuenta juegos de magia.
Entonces le fue a avisar a su amiga Pirula.
—Ya están —dijo.
—A verlos.
La bruja Pirula miró el camino, y vio 
que todas las cosas estaban igual que de 
costumbre. 
Había árboles y piedras, margaritas 
y rosas, corderos y burros.
Vio a la viejecita que llevaba, como todos los días, su botella de leche 
y su botella de vino. 
Vio a la niña, que volvía a su casa, tan contenta, como todos los días 
a la misma hora.
Y vio al cazador, que se marchaba de caza, como todos los días, con 
su perro negro y su gato blanco.
—Pues no lo entiendo —dijo la bruja Mon.— ¡Si yo lo he cambiado 
todo…!
—Has perdido la apuesta —dijo la bruja Pirula.
Pilar Mateos, La bruja Mon, SM.
Ilustraciones: Viví Escrivá
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20 Antojos salpicadosadoosad
Ronda de chistes
ANTOJO CONTAGIOSO
¿LES GUSTAN LOS CHISTES? ¿PREFIEREN CONTARLOS 
O ESCUCHARLOS? ¿HAY ALGÚN COMPAÑERO DE USTEDES
QUE ESTÉ SIEMPRE CONTANDO CHISTES?
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—Hace un mes sembré zanahorias, 
¿y qué creés que salieron?
—¡Zanahorias! 
—No, salieron conejos y se las comieron.
A dos gatos los persigue un perro y, para que no los vea, 
se esconden. Como el perro sigue cerca dando vueltas, 
uno de los gatos lo imita y grita con voz gruesa: “¡Guauu, 
guauu!”. El perro escucha los ladridos y se va corriendo. 
Entonces, el gato que ladró le dice al otro: 
—¿Te das cuenta de lo importante que es dominar un 
segundo idioma?
Un cartero va a dejar una carta en la casa de una señora y ve un 
cartel que dice: “CUIDADO CON EL PERRO”. 
El cartero mira al perro y sorprendido le pregunta a la señora:
—¿Por qué pone ese cartel, si el perro es
un caniche muy chico? Y la mujer le contesta:
—Porque todo el mundo que entra,
lo pisa. 
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 Elijan el chiste que les causó más gracia. ¿Todos eligieron el mismo? 
¿Por qué será?
 Compartan otros chistes y colmos que conozcan.
 En parejas, inventen colmos para compartir con sus compañeros.
¿Cuál es el colmo de un electricista?
Meterse en el mar y que se lo lleve la corriente.
¿Cuál es el colmo de un astronauta?
Estar siempre en la luna.
¿Cuál es el colmo de un policía?
Tener muchas esposas.
¿Cuál es el colmo de un verdulero?
Que su mujer se llame Elsa Pallo.
MÁS ACTIVIDADES EN LA PÁGINA 4 DE MI TALLER.
Textos populares 
Ilustraciones: Juan Carlos Federico
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22 Antojos salpicadosadoosad
ANTOJO DESCONFIADO
¿DÓNDE SUCEDERÁ ESTA HISTORIA? ¿QUIÉNES SERÁN LOS 
PERSONAJES DE ESTE CUENTO? ¿SERÁN TODOS ANIMALES? 
¿CUÁLES SERÁN LAS DUDAS DE LA LECHUZA?
La lechuza, siempre parada sobre la punta de un poste, decía que no y que no con 
la cabeza.
Nada de lo que estaba pasando 
la convencía. Y menos que 
nada que esos dos bichos con trompa y con colmillos, y que se habían 
escapado de un circo, fueran elefantes.
—¡De dónde habrán sacado esa idea! —le comentaba a la 
vizcacha—. Y lo que no entiendo es por qué esas jirafas se quieren 
hacer pasar por elefantes.
—Algo deben estar ocultando —dijo la vizcacha—. Y no debe ser 
nada bueno.
—Vamos a hablar con ellos. Las palabras son peligrosas, y las palabras 
los van a vender.
Y la lechuza y la vizcacha se fueron a hablar con los elefantes.
—¿Así que ustedes se escaparon de un circo? —dijo la vizcacha—. 
Me imagino cómo los maltratarían.
—Para nada. Nos trataban muy bien —dijo la elefanta.
—Pero seguramente no les daban de comer. Qué feo debe ser que a 
uno lo tengan muerto de hambre —dijo la lechuza.
—Eso nunca —contestó el elefante—. Teníamos toda la comida 
necesaria, y más todavía.
—Pero estoy segura de que les mezquinaban el agua, y eso es peor 
que cuando falta comida.
Las dudas de la lechuza
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—Agua nos sobraba. Siempre teníamos enormes fuentones llenos 
de agua para tomar y para bañarnos.
—Sí, pero debe haber sido un agua turbia y sucia. Como si la 
estuviera viendo. No hay nada más feo que el agua sucia.
—No, nos cambiaban el agua tres veces por día, para que siempre 
estuviese limpia. 
—Ahora voy entendiendo, porque yo soy una lechuza que razona 
mucho; a ustedes no los maltrataban,no les faltaba comida, tenían 
agua en abundancia… En el circo hacían todo eso porque algo 
andaba muy torcido.
—Claro —dijo la vizcacha—, y por eso tuvieron que escaparse.
—No —dijo la elefanta—. No fue por eso.
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24 Antojos salpicadosadoosad
—Ustedes me confunden —dijo la lechuza—. Y yo que tenía las 
ideas tan claras. ¿Entonces por qué se escaparon?
—Para movernos en medio del monte, para caminar bajo las 
estrellas, para bañarnos en un río…
—Y sentir la lluvia y el sol, y probar los pastos uno por uno 
buscando el que más nos gusta, y conocer un montón de otros 
animales para vivir juntos.
—Y porque ese no era nuestro lugar. El lugar de un elefante no es 
el circo, el lugar está bajo el cielo abierto.
—Bueno —dijo la vizcacha—, a mí me convencieron.
Y la lechuza y la vizcacha se fueron despacito. En cuanto se alejaron 
un poco, la lechuza se puso a razonar:
—Ya tengo todo claro, amiga vizcacha, y como siempre, una vez 
más tuve razón: las palabras los vendieron. Ya descubrí por qué 
tuvieron que escapar.
—Cuente, cuente, que yo no entendí nada.
—Muy simple. No hay más que hacer un buen razonamiento. Los 
trataban bien, no les faltaba el agua, no les faltaba comida; entonces 
tenían miedo a otra cosa. Por eso tuvieron que escapar.
—¿A qué le tenían miedo?
—A que descubrieran la mentira.
—¿Mentira? ¿Qué mentira?
—No sé cómo no se da cuenta, amiga vizcacha, porque todo está 
muy claro.
—Sigo viendo todo oscuro.
—Es porque no razona bien. Yo se lo explico. Sabían que la mentira 
tiene patas cortas y que en algún momento alguien los iba 
a descubrir.
—¿Descubrir qué?
—¡Que no son elefantes!
—¿No son elefantes?
—No. Son jirafas que se hicieron pasar por elefantes para engañar 
a los del circo, como ahora nos quieren engañar a nosotros.
25
 ¿Por qué los elefantes se fueron del circo? ¿Qué hubieran hecho ustedes 
en su lugar?
 Hagan de cuenta que son uno de los elefantes y escríbanle una carta 
de despedida a los dueños del circo. 
 ¿Por qué creen que la lechuza insiste en no creerles a los elefantes?
 ¿Qué pensarán los animales del monte cuando escuchan a la lechuza 
y a la vizcacha gritar: “Son jirafas, son jirafas, son jirafas”?
—¡Qué buen razonamiento, amiga lechuza! ¡Claro que son 
jirafas! Y la lechuza y la vizcacha fueron por todo el monte 
repitiendo a los gritos: “Son jirafas, son jirafas, son jirafas”. Todavía 
andan por ahí, y aunque nadie les hace caso, ellas siguen, dale 
que dale, “¡Son jirafas, son jirafas, son jirafas!”, mientras los demás 
bichos pasean por el monte en lomo de elefante.
Gustavo Roldán, La noche del elefante, SM.
Ilustraciones: Luciano Acosta
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26 Antojos salpicadosadoosad
¿Cómo harán las plantas, los animales y las personas para 
vivir en lugares desérticos en los que apenas caen unas 
pocas gotas de lluvia en todo el año? ¿Se lo imaginan? 
La vida sin agua
Los camellos pueden sobrevivir 
en el desierto. Son capaces de 
tomar una gran cantidad de agua 
de una vez y luego no beber por 
más de 10 días. 
Los desiertos son lugares en los 
que llueve muy poco. Sin embargo, 
a pesar de que algunos desiertos 
parecen no tener vida, hay plantas 
y animales que sobreviven a la 
falta de agua. 
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Seres vivos, diversidad y cambios: la adaptación de las plantas 
y los animales a la vida en el desierto.
¿Cómo imaginan la vida de un chico que vive en el desierto? 
¿Qué cosas tendrá en común con la vida cotidiana de 
ustedes? ¿Qué cosas seguro son diferentes?
e en el desierto? 
diana de 
MÁS ACTIVIDADES EN LA PÁGINA 5 DE MI TALLER.
Los tuareg son un pueblo que habita en el 
desierto del Sáhara. No viven en un lugar 
fijo, sino que se trasladan con sus cabras 
y sus camellos por el desierto. Sus ropas los 
aíslan tanto del calor como de las tormentas 
de arena, habituales en el desierto.
Los cactus son las plantas que más se 
ven en el desierto. Tienen unos tallos 
gruesos que se hinchan para reservar 
agua en las temporadas lluviosas y 
conservarla hasta las épocas secas. 
No todo es sequedad en 
el desierto, hay lugares 
llamados oasis en los que se 
puede encontrar algo de agua 
y vegetación. 
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TALLER DE ESCRITURA
28 Antojos salpicadosadoosad
 Conversen entre todos: ¿qué son las reglas de un juego? ¿Para qué sirven? 
¿A veces les cuesta respetarlas?, ¿por qué?
 Lean el reglamento del Tutti-Fruti.
Las reglas son las reglas
Reglamento del Tutti-Fruti
❋ Juegan dos o más participantes. Se necesita lápiz y papel.
❋ Cada participante hace una tabla con seis columnas. 
❋ Los participantes escriben el cabezal de cada columna, por ejemplo, 
 colores, animales, comidas. En la última columna ponen puntos.
❋ Un primer participante dice silenciosamente el abecedario hasta que otro dice 
 “basta”. Entonces el primero nombra la letra en la que lo pararon y todos tienen 
 que completar las columnas con palabras que empiecen con esa letra. Cuando 
 un participante termina de completar las columnas, todos dejan de escribir.
❋ Se leen, columna por columna, las palabras que cada uno escribió: si la palabra se 
 repite con la de otro participante vale 5 puntos; si no es repetida vale 10; y si 
 alguna columna fue completada por un solo participante, ese tiene 20 puntos. 
❋ Se anota el total en la columna puntos.
Se juegan 10 vueltas. Se suman los totales y gana el que más puntos hizo.
 Jueguen al Tutti-Fruti, no se olviden de decidir entre todos, qué nombre va a llevar 
cada columna, por ejemplo: colores, animales, gustos de helado, juegos y juguetes. 
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 Las reglas que siguen corresponden a dos juegos distintos. Léanlas y descubran de 
qué juegos se trata. Elijan un color para cada juego y unan con flechas las reglas que 
le pertenecen a cada uno.
Los reglamentos: sus usos y su utilidad. 
Reconocimiento del tipo textual.
✔ Se usa una mesa con una red en el medio.
✔ Se juega en dos equipos.
✔ Se usa una pelota grande que rebota.
✔ Los jugadores pasan la pelota al otro lado de la mesa, 
 pegándole con la paleta.
✔ La pelota se pasa con las manos y para trasladarse se pica en el piso.
✔ Se juega de a dos.
✔ Hay que embocar la pelota en unos canastos de red altos.
✔ Se usa una pelota y paletas pequeñas.
 Escriban el nombre de los dos juegos. ¿Alguna vez los jugaron?
 Elijan el juego preferido de la mayoría del grado y, en una hoja aparte, escriban las 
reglas entre todos para enseñarles a jugar a los chicos de primero.
esa, 
se pica en el piso.
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ANTOJOS
DE BARRO
Antojos de barro
La hormiga costurera
No cosen a máquina ni a mano sino “a mandíbula”, que es una forma 
un poco bruta de coser. Pero eso no tiene importancia porque nunca 
se dedicaron a la confección de prendas finas —un traje de novia, por 
ejemplo— sino que cosen hojas para hacer el nido.
Como todas las hormigas, trabajan en equipo. 
Entre los muchos oficios de las hormigas —exploradoras, albañiles, guerreras, pavimentadoras, carpinteras, cultivadoras de hongos, etcétera—, hay algunas que cosen.
 ¿CÓMO SERÁ LA VIDA DE UNA HORMIGA COSTURERA? ¿QUÉ COSERÁ? ¿PARA QUIÉNES 
LO HARÁ? ¿CÓMO HARÁ UNA HORMIGA PARA COSER?
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El asunto es así: un grupo de obreras elige dos hojas largas y fuertes 
que estén más o menos próximas entre sí. Se alinean en el borde 
de una de las hojas —hasta cien hormigassi es necesario— y con 
las mandíbulas apresan la otra. Si no llegan fácilmente, forman un 
puente con sus cuerpos hasta que la hormiga de cabecera consigue 
apoderarse de la hoja y acercarla a la otra, borde con borde.
Enseguida aparecen más hormigas con los elementos de costura. 
¿Cuáles son?
Cada una trae entre sus mandíbulas una larva; una larva de 
hormiga, sus crías. Por esa época las larvitas segregan hilos de seda 
para tejer sus capullos; pero las madres han decidido usar la seda para 
otra cosa.
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32 Antojos de barro
Las hormigas aprietan delicadamente a las larvas para que suelten 
la seda, y las van pasando una y otra vez a través de las hojas de 
modo que estas quedan unidas por la hebra segregada. ¡USAN A SUS 
HIJAS COMO AGUJAS DE COSER! Y toda la seda disponible la van a 
emplear en la construcción del nido, por eso las larvas y las ninfas de las 
costureras quedan desnudas.
Cuando acabaron de coser las dos primeras hojas todo a lo largo, 
eligen hojas nuevas, las juntan y siguen trabajando.
Lo hacen bien, con mucha dedicación, sin levantar los ojos de la 
costura hasta que terminan. Después se mudan al nuevo domicilio.
El hormiguero tiene forma de globo, un enorme capullo de hojas 
dividido en infinidad de departamentos confortables con paredes y 
columnitas de seda. Allí se guardan todas. ¡Miles! Cuando notan que 
un intruso amenaza el edificio se corre la voz de alarma y producen un 
estrépito infernal golpeando con sus patitas desde adentro.
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Ema Wolf, ¡Qué animales!, Sudamericana.
Ilustraciones: Eugenia Nobati
Las costureras habitan las regiones tropicales de Asia, África y 
Australia; también las hay en Brasil.
El profesor Zeque anotó en su cuaderno un dato importante: 
en ninguno de esos sitios se las ha visto trabajar con dedal o usar 
anteojos. 
 Busquen en el texto el nombre de los lugares donde viven las hormigas 
costureras y subráyenlos. ¿Qué conocen de esos lugares?
 ¿Qué elementos usan las hormigas costureras para coser?
 Expliquen en forma oral de qué manera cosen las hormigas costureras. 
Ensayen explicándole a un compañero y luego elijan a alguien de sus 
familias para contarle.
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34 Antojos de barro
Cuando sea chica…
—dice una viejita—
¡la gran vuelta al mundo
daré en calesita!
Cuando sea chico…
—afirma un anciano—
¡en redes de hierba
pescaré el verano!
Cuando sea chica…
—dice una jirafa—
¡andaré en patines
dentro de una caja!
Cuando sea grande…
—aseguro yo—
¡haré todo aquello
que hoy me dicen “NO”!
El cuando
ANTOJOS CON RIMA
¿DE QUÉ HABLARÁ EL POEMA DE ESTA PÁGINA? ¿EN QUÉ 
OCASIONES USAN USTEDES LA EXPRESIÓN CUANDO SEA...?
¿SABEN QUÉ SON LAS NANAS? ¿RECUERDAN ALGUNA?
© Elsa Bornemann
c/o Guillermo Schavelzon & Asociados, 
Agencia Literaria www.schavelzon.com
 ¿Les dicen “NO” cuando piden permiso para hacer algunas cosas? 
¿Qué cosas no les dejan hacer los mayores?
 Con un compañero, inventen dos versos nuevos para la última estrofa.
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 Subrayen el verso inicial y el verso final de cada estrofa. ¿Encuentran 
versos repetidos? ¿En qué casos?
 Relean la poesía y rodeen las palabras que tengan que ver con el mar 
y con la playa.
 Ahora, escriban palabras relacionadas con el cielo y armen entre todos 
una pequeña nana de la Luna, usando algunas de esas palabras. 
Más actividades en la página 6 de Mi taller.
Nana del barquito
Barquito de miel 
en mi corazón. 
Le canto a mi niño 
la nana del sol. 
 
La nana del sol 
del viento y del mar. 
Niño pescador 
bañado de sal. 
 
Bañado de sal 
que tira la red 
desde su chiquito 
barquito de miel.
 
 
 Ana María Romero Yebra
 Ilustraciones: Juan Carlos Federico
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36 Antojos de barro
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36 Antojos de barroAnAAnntontojosoj d bs ds de d barroba oro
Cuento redondo (cuadrado)
Hace mucho tiempo (cinco minutos), en un lugar muy lejano (acá en la esquina), cruzó la calle un enano (de veinte metros) pero no vio un gran pozo (de tres centímetros) y ¡plaf!... se cayó.
Su cuerpo entero (la cabeza) se atrancó en el agujerito (un agujero 
negro) mientras el resto del cuerpo quedó bailando al revés.
Una multitud de vecinos (casi tres personas) y con mucho esfuerzo (del 
dedo meñique) intentó destrabarlo. Aunque tardaron bastante (veinte 
segundos), autos no se juntaron (solo unos mil quinientos) porque no 
había mucho tránsito (era una avenida).
Una viejita (de trece años), que tironeaba de uno de los pies del 
enano, logró sacarle un zapato. El zapato voló un poco (hasta la luna) y 
la viejita, con él.
ANTOJO CON FORMA
¿CÓMO SERÁ UN CUENTO REDONDO? ¿Y UNO CUADRADO? 
¿QUÉ PASARÁ EN ESTE CUENTO CON UN TÍTULO 
TAN DISPARATADO?
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Como la luna era enorme (una aceituna), la viejita se perdió. Caminó 
para este lado (medio paso) y caminó para el otro, pero no encontraba 
nunca la manera de volver. Le preocupaba bastante (casi nada) que 
el enano se resfriara por andar medio descalzo, entonces lloró y lloró 
(lágrimas de cocodrilo). Y tan copioso fue el llanto (de tres gotas) que 
hizo un gran pozo en la esquina, hace mucho tiempo, en un lugar muy 
lejano, por donde pasó un enano… y este cuento se acabó.
María Laura Dedé
Ilustraciones: Sergio De Giorgi
Más actividades en la página 7 de Mi taller.
 ¿Qué es lo que pasa todo el tiempo en esta historia?
 ¿Qué les causa más gracia: una luna enorme como una aceituna o una viejita 
de trece años? ¿Por qué?
 ¿Saben qué quiere decir la expresión lágrimas de cocodrilo? Averígüenlo 
y compártanlo con sus compañeros.
 ¿Por qué este cuento se llamará redondo? ¿Y por qué aparecerá entre paréntesis 
la palabra cuadrado? Lean la primera y la última frase del cuento.
Como la luna era enorme (una aceituna), la viejita se perdió. Caminó 
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38 Antojos de barro
El movimiento que se produce en el interior de un hormiguero 
es muy parecido al de una ciudad en un día de mucho trabajo. 
Allí viven miles de hormigas y cada grupo desarrolla una 
tarea. ¿Se animan a hacer una visita guiada?
La vida en el hormiguero
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Cada hormiguero está 
organizado por una hormiga 
reina que funda la colonia, es 
decir, el conjunto de hormigas 
que viven en él.
En un hormiguero pueden 
habitar cientos de miles 
de hormigas. Y, sin 
embargo, cuando dos de 
ellas se encuentran, les 
basta chocar sus antenas 
para saber 
si pertenecen o no 
a la misma población.
El hormiguero es un montículo 
de tierra con pasadizos y 
galerías interiores destinadas 
a almacenar los alimentos. 
¡Puede llegar a tener 
hasta 7 pisos!
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Seres vivos, diversidad, interrelaciones y cambios: 
la vida de las hormigas en el hormiguero.
Las colonias de hormigas 
están muy organizadas; 
cada grupo desarrolla 
distintas tareas. 
Ustedes, ¿qué actividades realizan en equipo? ¿Les gusta hacerlo? 
¿Por qué? Cuando trabajan en equipo, ¿realizan siempre la misma 
actividad o se van turnando con sus compañeros?
Más actividades en la página 8 de Mi taller.
Casi todas las labores son realizadas por las 
hormigas obreras: atienden a la reina, cuidan 
a las larvas, construyen y mantienen limpio 
el hormiguero, consiguen alimentos 
y defienden el nido. 
También hay hormigas que 
se ocupan de proteger a los 
miembros de su colonia. Si se 
encuentran con un grupo enemigo 
que les impide el paso, se inicia 
una lucha que dura hasta que uno 
de los dos grupos se retira.
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TALLER DE ESCRITURA
40 Antojos de barro
 Este es el catálogo de un negocio en el que se alquilan disfraces. 
Obsérvenlo y léanlo con atención.
¿De qué me disfrazo?
¿Para qué les parece que sirve este catálogo?
 ¿Qué información encuentran en él?
 ¿Les parece que las imágenes son importantes? ¿Por qué?
 ¿Vieron alguna vez un catálogo? ¿De qué era?
 Consigan catálogos para mirar y comparar el tipo de información que 
tienen. Entre todos, piensen para qué sirven.
El disfraz 
incluye: 
alas, antenas 
y guantes.
Disfraz completo 
$100
El disfraz 
incluye: 
espada, cofre y 
gorro pirata.
Disfraz completo 
$150
El disfraz 
incluye: 
varita mágica, 
alas y bonete.
Disfraz 
completo $110
ELEGÍ TU DISFRAZ
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 Las imágenes que siguen corresponden a distintos catálogos. Agrúpenlos según 
corresponda.
Los catálogos: lectura, reconocimiento 
y escritura del tipo textual.
 ¿Cuántos catálogos se pueden armar con estas imágenes?
 
 En el cuaderno, completen el catálogo de disfraces de la página anterior. Dibujen 
tres disfraces nuevos y escriban un texto que cuente, en pocas palabras, qué incluye 
cada disfraz.
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La Luna y la vaca
ANTOJO LUNAR
¿QUÉ PODRÁN HACER UNA LUNA Y UNA VACA JUNTAS? 
¿EN QUÉ LUGAR SE HABRÁN ENCONTRADO? 
¿EN QUÉ IDIOMA HABRÁN HABLADO?
Como ustedes saben, la Luna es una señora redonda, monda, oronda y lironda, que está siempre sentada en el cielo.Y también habrán pensado muchas veces: ¿la Luna no se 
aburre allá arriba, tan sentada?
Ahora que los hombres ya van a visitarla, ¿no se le habrá ocurrido 
nunca jugar a las visitas con nosotros?
Podríamos hacerla saltar, botar y rodar como una pelota blanca.
Pues bien, yo les contaré un secreto, pero no lo repitan a nadie:
Hace mucho, mucho tiempo, cuando la Luna era chiquita, bajaba 
a la Tierra todos los lunes.
Sí, venía a jugar y a hacer travesuras.
Y bajaba sin permiso del Sol, que se quedaba allá arriba sentado 
en su trono, muerto de calor, mirándola de reojo muy enojado.
Y la Luna chiquita se divertía mucho aquí en la Tierra.
Jugaba con los gatos, los chicos, las mariposas y las ovejas. Se bañaba 
en los arroyos y rodaba por los toboganes. Se caía de las hamacas 
y botaba por las calesitas.
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Pero un lunes… un lunes le pasó un accidente, pobre Luna, y desde 
entonces no quiso volver más a la Tierra.
Se quedó sentada en el cielo para siempre, redonda, monda, 
oronda y lironda, repitiendo una triste canción que dice: 
No, no, no,
a la Tierra no vuelvo yo,
que una Vaca me lamió
y eso sí que no me gustó, 
no, no, no. 
Y ahora les contaré, en secreto, qué le pasó a la Luna cuando bajó 
a la Tierra hace muchos, muchos años, por última vez.
Resulta que vino rodando por el cielo, como todos los lunes.
Aterrizó en un campito verde lleno de flores y mariposas.
El Sol brillaba muy fuerte, de puro enojado que estaba con la 
escapada de la Luna. Como se había agachado para mirarla mejor, 
hacía mucho calor.
La Luna se bañó en el arroyo para refrescarse y después se sentó en 
el pastito muy tranquila cuando, como todos los lunes, se le acercaron 
sus amigos: chicos, sapos, ovejas, mariposas y grillos.
Se pusieron todos a jugar, y la Luna rodaba de aquí para allá, de allá 
para aquí, riendo en jajajá y riendo en jijijí.
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o} Jugaron a la escondida, a la mancha venenosa, al Martín Pescador… 
Bailaron la rancherita y el pericón, hasta que por fin los chicos tuvieron 
que irse al colegio, las ovejas a almorzar, los grillos a cantar y las 
mariposas a mariposear.
La luna se quedó sola y, como estaba muy cansada de tanto brincar, 
decidió dormir una siestita.
Durmió un rato muy largo. Cuando se despertó, el Sol ya estaba 
resbalando por el horizonte, sin dejar de mirarla de reojo y con las cejas 
arrugadas como si fueran dos ciempiés.
Al despertarse, la Luna sintió algo muy raro en la cabeza. Una cosa 
áspera, caliente y húmeda la acariciaba torpemente.
—¿Pero qué es esto? —gritó la Luna asustada.
Y se encontró con los ojos tontos y vacunos de una Vaca que la 
estaba lamiendo entusiasmada.
La Luna se tocó la cabezota y notó con horror que le faltaba un buen 
pedazo. La Vaca, a todo esto, se relamía.
—¡Pero qué barbaridad! —le dijo la Luna—. ¡Me has estado 
lamiendo durante toda la siesta con esa lengua grandota y de papel de 
lija! ¿No te da vergüenza, Vaca vacuna?
La pobre vaca se disculpó diciendo:
—Tunús rucu gustu u sul, u cumu u mú mu gustu muchu lu sul...
(Las vacas hablan solamente con la U, de modo que esto, traducido 
del vacuno al castellano, quiere decir: “Tenés rico gusto a sal, y como 
a mí me gusta mucho la sal… “). Y la pobre Luna se puso a llorar.
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 ¿Por qué piensan que el Sol se enojaba cuando la Luna bajaba a la Tierra?
 De las cosas que hacía la Luna en la Tierra, a ustedes, ¿cuáles les gustan más?
 ¿Cómo fue el encuentro de la vaca y la Luna?
 Imaginen que un día la Luna no quiso volver al cielo y entonces el Sol decidió 
bajar a buscarla. Escriban las palabras que el Sol le pudo haber dicho para 
convencerla de que volviera.
—¡Ahora sí que el Sol me va a retar, y con toda razón, porque ya no 
soy redonda, monda, oronda y lironda, me falta un pedazo, parezco 
un huevo! —la Luna lloraba frotándose tristemente el pedazo de 
cabeza que le faltaba.
A todo esto, la Vaca se relamía, y como única palabra de consuelo 
y disculpa, decía atentamente:
—Muuuuu.
El Sol se tapó con una nube y desapareció, para no seguir 
presenciando tamaña calamidad.
La Luna, tristísima, se volvió al cielo, donde algunas veces, cuando se 
da vuelta un poquito, ustedes le podrán ver el buen pedazo de Luna 
que le gastó la Vaca con su lengua de lija.
Por eso ahora la Luna prefiere no bajar más a la Tierra, y se queda 
sentada en el cielo todas las noches, repitiendo esa triste canción que dice:
 No, no, no,
 a la Tierra no vuelvo yo,
 que una Vaca me lamió
 y eso sí que no me gustó,
 no, no, no.
 Y a las tres, a las dos y a la una,
 se acabó el cuento de la Luna.
Más actividades en la página 9 de Mi taller.
© Herederos de María Elena Walsh
c/o Guillermo Schavelzon & Asociados, 
Agencia Literaria www.schavelzon.com
Ilustraciones: Sabina Álvarez Schürmann
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46 Antojos de barro
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¡Qué disparate!
ANTOJO LOCO
¿SABEN QUÉ SON LAS COPLAS? ¿Y LOS DISPARATES? 
ESTAS SON ALGUNAS COPLAS DISPARATADAS PARA QUE LEAN 
VARIAS VECES… ¡Y SE DIVIERTAN UN BUEN RATO!
A las orillas de un hombre
estaba sentado un río,
afilando su caballo 
y dando agua a su cuchillo.
Yo he visto un sapo volar,
un zorro con alpargatas
y en el fondo de la mar
un burro asando batatas.
Yo tenía trece amores
y ya me olvidaron doce,
el otro que me quedó
dice que no me conoce.
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 ¿Cuál de las coplas les pareció más disparatada? ¿Por qué?
 Elijan una de las coplas para hacer un dibujo disparatado en el cuaderno.
 A partir de la copla que eligieron y del dibujo que hicieron para ilustrarla, 
inventen una historia que cuente lo que pasó y escríbanla en el cuaderno. 
Lo que cuenten puede ser “loco”, al igual que los versos que leyeron.
Pensando que me dejaste
lloro tanto y tan de veras
que la gente de mi casa
se imagina que hay goteras.
En el medio de un corral, 
está balando una cabra,
y viene el chivo y le dice:
“¿Meee... permite una palabra?”.Cuando llega el carnaval
no almuerzo ni ceno nada;
me mantengo con las coplas,
me duermo con la tonada.
Textos populares
Ilustraciones: Juan Carlos Federico
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48 Antojos de barro
Aquella noche, una luna amarilla brillaba en el cielo. Las estrellas parecían chispas. Gatotás dio un salto y salió por la ventana del comedor. Le gustaba ir de aquí para allá. Le gustaba ver qué 
hacían los vecinos. 
—Los gatos son curiosos —decía su amigo Mateo.
Después, la luna se puso gris. Las estrellas dejaron de brillar. Entonces, 
Gatotás volvió al comedor. Todo era silencio y oscuridad allí. 
De pronto, un sonido extraño lo inquietó. Fue cuando recordó que 
su amigo Mateo también decía que los gatos eran miedosos.
Gatotás no estaba de acuerdo, pero igual prestó atención. Nada, 
ningún ruido. “Me habrá parecido”, pensó.
Al rato, otra vez el “uiii-uiii” que lo había alarmado. Ya no tenía 
dudas. Temblando como una hoja, se metió debajo de uno de los 
sillones y cerró los ojos.
Fue inútil, aquel sonido aumentaba cada vez más. En ese momento, 
decidió ser valiente y salió de su escondite. Después de todo, prefería 
el silencio a ese silbido que parecía perseguirlo.
Ahora sintió que estaba frente a él, Gatotás abrió un ojo y vio algo. 
Ese algo era blanco, tenía ojos enormes y avanzaba hacia él con sus 
patas redondas.
—Los gatos son miedosos —decía Mateo.
No estaba de acuerdo. Él sabía defenderse de los otros gatos, del 
perro enorme de la esquina. Pero ese algo. Ese algo…
—Los gatos son miedosos —decía Mateo.
Entonces, él, Gatotás, ya no tuvo miedo. Dispuesto a todo, saltó con 
El susto de Gatotás
ANTOJO CON MIEDITO
¿QUIÉN SERÁ GATOTÁS? ¿POR QUÉ SE HABRÁ ASUSTADO? 
¿CUÁL FUE EL ÚLTIMO SUSTO QUE TUVIERON USTEDES? 
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 ¿Qué fue lo que inquietó a Gatotás?
 ¿Por qué Gatotás acarició a Mateo para pedirle perdón? Escriban de qué otras 
formas Gatotás podría haberle pedido perdón.
fuerza sobre ese algo blanco que lo perseguía sin dejar de silbar. 
Y fzzz, fzzz, lo rasguñó con toda su alma.
Las patas redondas se detuvieron, el ruido terminó. Otra vez, 
Gatotás corrió debajo del sillón y maulló fuerte, fuerte.
—¿Qué hiciste, Gatotás? —preguntó su amigo que se había 
levantado para ver qué pasaba —rompiste la ambulancia a pilas que 
me regaló el abuelo. Está toda rayada.
¡Era eso! Gatotás entendió y movió la cola. Después, acarició las 
piernas de su amigo con su cabeza como quien pide perdón.
Olga Drennen
Ilustraciones: Sergio De Giorgi
Más actividades en la página 10 de Mi taller.
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50 Antojos de barro
Todos los días, diferentes tipos de papeles y de cartones son 
utilizados en muchísimas actividades que realizan las personas. 
¿Alguna vez se preguntaron de dónde viene ese papel?
De la plantación a la biblioteca
Para fabricar papel, se puede usar madera 
de troncos de árboles, bagazo, que son los 
restos de cañas de azúcar después de que 
fueron exprimidas para elaborar azúcar, o 
papeles reciclados.
Los materiales son transportados a las 
fábricas y allí son usados para elaborar 
distintos tipos de papel. En estas fábricas 
hay maquinaria muy moderna y trabajan 
obreros especializados.
Si bien la industria del 
papel es necesaria, 
suele ocasionar 
problemas
en los lugares en los que 
se instalan las fábricas,
por ejemplo: la 
contaminación del agua
y del aire. 
Un aserradero
en la provincia
de Misiones.
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Las actividades humanas y la organización social: 
las actividades industriales. La producción de papel.
Las actividades humanas y la organización social:
las actividades industriales. La producción de papel.
¿Por qué les parece que no hay que desperdiciar 
papel? Entre todos elaboren una lista con las acciones 
que podrían realizar ustedes y sus familiares para usar 
menos papel.
Las diferentes clases de papel y cartón que 
se elaboran en las fábricas son compradas 
por empresas dedicadas a fabricar otros 
productos, como cuadernos, sobres, libros 
o envases de alimentos.
Para fabricar 
papel reciclado:
Remojar y batir el papel usado 
hasta hacer una pasta.
Colocar la pasta en un recipiente 
con agua y sumergir un tamiz.
Volcar sobre un trapo la pasta 
que quedó en el tamiz.
Prensar y dejar secar durante 
unos días.
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Para disminuir el número de árboles que 
se cortan, las fábricas modernas hacen 
papel con bagazo. También se fabrica 
papel reciclado, a partir de papel ya 
utilizado.
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TALLER DE ESCRITURA
52 Antojos de barro
 Completen estos versos disparatados.
¡Disparates para todo el mundo!
Juan se trepó al arco iris
y se llevó el color rojo
cuando se quiso bajar
Mis lápices de colores
hacen dibujos negros
Mi mamá es muy chiquitita
y mi abuela nació ayer
Una noche sin estrellas,
sin la luna y sin faroles
yo caminé diez mil metros
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Lectura y escritura de coplas y disparates.Lectura y escritura de coplas y disparates.
 Lean estas coplas sobre viajes. Después imaginen que los que viajan son ustedes 
y dibujen el lugar que conocieron.
De viaje
Me gusta mucho viajar
y conocer mil lugares,
montañas para trepar
y, para nadar, los mares.
Cuando camino, voy lejos,
también me gusta parar,
y así, con ojos bien grandes,
el paisaje disfrutar.
 Ahora, con un compañero escriban, con rima, cómo es ese lugar por el que viajaron. 
Pueden usar algunas de las siguientes palabras:
montaña
cabaña 
perro 
cerro
 
río
frío
camino 
molino
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ANTOJOS
DE VIENTO
Antojos de viento
¿QUIÉNES SON LOS PERSONAJES DE ESTA OBRA DE TEATRO? 
¿QUÉ PASARÁ ENTRE ELLOS? ¿CUÁL SERÁ LA TAREA?
La tarea
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 Patricio Mamá
(Habitación infantil. Juguetes por el piso, fotos y posters del espacio 
en las paredes, una cama con forma de cohete. Por la ventana se ve la 
luna. Patricio, de ocho años, está sentado en la cama con pijama y un 
cuaderno en las manos). 
Patricio (escribe y tacha): Había una vez… No. Hace mucho, mucho 
tiempo… No. En un lejano reino… No. 
Mamá (entrando): Bueno, Patito, es hora de apagar la luuuz…
(Patricio esconde el cuaderno bajo las sábanas). ¿Hiciste la tarea?
Patricio: Lo que se puede, lo hice.
Mamá: ¿Cómo lo que se puede?
Patricio: Claro, lo que es posible para un ser humano como yo.
Mamá: Pero lo que te dan en la escuela está pensado para un ser 
humano como vos.
Patricio: No todo… Si le piden a un carnicero que venda pan, está frito. 
Si me piden a mí que haga un cuento… al horno con papas…
Mamá: ¿Te pidieron un cuento?
Patricio: No, es un ejemplo, ponele. Bueno, es hora de apagar la luuuz…
Mamá: Patito, ¿vos tenías que escribir un cuento que no escribiste?
Patricio: Es hora de apagar la luuuz…
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Mamá (busca en la mochila de Patricio): A ver ese cuaderno.
Patricio: Olvidate, ma. No aparece por ningún lado.
Mamá (se impacienta): Patricio, dame tu cuaderno.
Patricio: Mirá, mamá, yo no te iba a decir nada, pero se lo llevó 
un extraterrestre.
Mamá: Ah, ¿sí? ¿Y por dónde entró si la ventana está cerrada?
Patricio: No, es que se tele transporta. Apareció de la nada en el cuarto, 
me pidió el cuaderno y se lo tuve que dar.
Mamá: Ahá, ¿y para qué quería el cuaderno?
Patricio: No, no te puedo decir.
Mamá (se sienta en la cama, confidente): Contame. Yo no le cuento a nadie.
Patricio:Está investigando las tareas del planeta Tierra. Porque parece que 
donde él vive, las maestras mandan unos deberes muy difíciles 
y quiere averiguar cómo es en otros lados…
Mamá: ¿Y vos le contaste cómo es acá?
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56 Antojos de viento
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Patricio: Sí, le dije que acá es igual. Que por ejemplo hoy nos dieron 
una tarea imposible que era escribir un cuento fantástico y nosotros no 
sabemos ni cómo escribir, más o menos. Y cuando estás nervioso se te 
escapan las ideas…
Mamá: Mmmhhh… Entonces el problema que él tiene es que la tarea 
es muy difícil y no se le ocurren ideas…
Patricio: Claro, entonces va a otros planetas a ver cómo lo solucionan los 
otros nenes y se da cuenta de que están todos fritos y, si no, al horno 
con papas.
Mamá: ¿Y a vos cómo te parece que termina? ¿Lo resolverá o no?
Patricio: Me parece que de tanto viajar por los planetas, algo se le va 
a ocurrir. Y aunque sea la noche tarde, por ahí hace la tarea.
Mamá: ¿Necesitará ayuda de la mamá?
Patricio: Me parece que la mamá lo ayuda, quedate tranquila. 
(La mamá le da un beso y camina hacia la puerta de la habitación).
Mamá: ¿Apago la luz?
Patricio: Sí, mami.
(La mamá apaga la luz y se va. A los pocos segundos se prende el 
velador. Patricio agarra el cuaderno que estaba escondido entre las 
sábanas. Se sienta y escribe).
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¿Por qué Patricio dice varias veces “Bueno, es hora de apagar la luuuz…”?
 ¿Dónde escondió Patricio su cuaderno? ¿Cómo se dan cuenta? ¿Por qué esas 
indicaciones del texto aparecerán entre paréntesis?
 ¿Cómo hizo finalmente Patricio para inspirarse y poder hacer la tarea?
¿Les pasó alguna vez algo parecido? ¿Qué tareas les cuestan más? ¿Por qué?
Maricel Santin 
Ilustraciones: Sergio De Giorgi
Patricio: Una vez pasó que a un extraterrestre no le salía la tarea. 
Fue por todos los planetas buscando cómo hacían los otros nenes 
de los mundos y parece que para todos era medio difícil. De tanto 
investigar, descubrió que en la Tierra las mamás charlan con los hijos 
hasta que les sale. Fue a su planeta y le dijo a la mamá que le hable 
un ratito antes de dormir. Su mamá era mágica y conversando con 
ella, se le ocurrió un cuento con principio, nudo y final. Pudo cumplir 
la tarea, pero la noche fue tan larga con el viaje, que mañana en la 
escuela tendrá mucho sueño. 
(Patricio se acuesta y apaga la luz).
MÁS ACTIVIDADES EN LA PÁGINA 12 DE MI TALLER.
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58 Antojos de viento
Solana había sido la princesa más esperada. Era la única hija de los reyes Solo y Ana y también la única sobrina y la única nieta de la familia real. Además, era la única heredera al trono. Por ese 
motivo, en el palacio todos estaban preocupados por su formación: 
querían que fuera una princesa instruida y que supiera de todo un poco. 
La primera en asignarle un par de actividades fue su mamá.
—Mi preciosa Solana, quiero que tomes clases de arpa para que seas 
una gran concertista y también lecciones de baile para que aprendas la 
danza típica de la corte —dijo la reina.
Luego, siguió el papá.
—Solana, mi dulce tesorito, me gustaría que comiences a estudiar 
chino mandarín, que es el idioma con el que se comunican los reinos del 
mundo —dijo el rey.
Las ocupaciones de la princesa
ANTOJO SIN CORONITA
¿CUÁNTOS AÑOS TENDRÁ LA PRINCESA DE ESTE CUENTO? 
¿CUÁLES SERÁN SUS OCUPACIONES? 
¿LE GUSTARÁN ESAS ACTIVIDADES? ¿POR QUÉ?
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Después, continuó la abuela:
—Solana, mi nietita adorada, es necesario que, para que seas una 
buena princesa, te destaques en el deporte. Por eso tenés que saber 
nadar, andar a caballo y correr rápido. 
Finalmente, fue el turno de la tía:
—Mi sobrina encantadora, Solanita de mi corazón, toda princesa 
sensible debe recitar poesías, ¿sabías?
La princesa Solana, muy obediente y responsable, cumplió con 
todas las tareas que le asignaron. Por la mañana concurría al Colegio 
Real y luego, cada tarde, realizaba una actividad distinta: los lunes, 
arpa; los martes, baile; los miércoles, chino mandarín; los jueves, 
deportes y los viernes, literatura y recitado. ¿Y los sábados 
y domingos? La princesa Solana se dedicaba a estudiar y practicar 
lo que le habían enseñado en la semana.
Pasaron los meses y cerca de fin de año, los reyes prepararon una 
fiesta para mostrarle al pueblo lo que la princesa había aprendido. 
Pero la pobre estaba tan nerviosa y cansada que se le mezcló todo…
Primero, Solana intentó recitar una poesía, pero la dijo trotando 
y en chino mandarín… Por supuesto, nadie entendió nada.
Después, trató de realizar una exhibición de equitación, pero una 
vez subida al caballo tomó el arpa y tocó unos cuantos temas. El 
caballo quedó desorientado y con el lomo un poco aplastado.
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60 Antojos de viento
Para terminar, Solana se puso a bailar la danza típica de la corte, 
pero en vez de hacer un pasito a la derecha, otro a la izquierda, vuelta 
y palmas al final, comenzó a hacer brazadas de pecho y a agarrarse la 
nariz como cuando se sumergía en el agua. 
No bien culminó tan extraño baile, el público aplaudió y Solana saludó 
con una reverencia, tal como le habían enseñado, e inmediatamente se 
fue a abrazar a sus papás con cara triste, de tarde de lluvia.
—¿Qué te pasa, Solanita? —le preguntó la reina.
—Soy un desastre, mamá… —contestó la princesa lloriqueando—. 
Hice todo mal.
—No, hermosa, estuviste de maravillas —el rey pensó un poco 
y agregó: —Es que son demasiadas cosas para aprender siendo tan 
chiquita. 
—Pero, quedate tranquila, sol de mi cielo real, ya no habrá más 
demostraciones —suspiró la mamá.
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 ¿Por qué les parece que los familiares de la princesa querían que hiciera tantas 
actividades?
 ¿Qué le pasó a Solana el día de la presentación?
 ¿Qué piensan que sintió la princesa cuando su mamá le sacó la corona? ¿Por qué?
 
 
 ¿Ustedes hacen muchas actividades? ¿Cuáles? ¿Por qué las hacen? ¿Disfrutan 
de todas o de algunas no? ¿Por qué?
Carolina Tosi
Ilustraciones: Sabina Álvarez Shürmann
La reina y el rey abrazaron fuerte a su hija y, al acariciarle el pelo, 
le sacaron la coronita de la cabeza. Fue en ese momento cuando se 
dieron cuenta de que la corona era muy pesada y de que Solana antes 
que princesa era una nena. 
—Bueno, ahora basta de obligaciones y andá al parque —le dijo 
la mamá, mientras le señalaba a un grupo de chicos que estaban… 
¡simplemente jugando!
Solana se arremangó el pliegue del vestido y se fue corriendo. Allí 
iba Solana, sin corona, sin ningún tipo de peso… y con unas ganas 
locas de jugar.
MÁS ACTIVIDADES EN LA PÁGINA 13 DE MI TALLER.
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Las sociedades a través del tiempo: medios de transporte aéreo. 
El globo aerostático, historia y características.
¿Qué habrán sentido las primeras personas 
que lograron elevarse de la tierra en un globo? 
¿Esto habrá sido un paso importante para 
la humanidad? ¿Por qué?
MÁS ACTIVIDADES EN LA PÁGINA 14 DE MI TALLER.
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64 Antojos de viento
TALLER DE ESCRITURA
 Lean el diario de viaje de Elian y luego respondan las preguntas.
Apuntes de viaje
1 de septiembre
Hoy nos vamos de Barilochea San Martín de los Andes. 
Allá nos esperan unos amigos de mamá y papá, que nos invi-
taron a dormir en su casa. 
Tenemos que ir por un camino que se llama de Los siete lagos. 
Dicen que es muy hermoso. 
4 de septiembre
Ya estamos en San Martín en una casa 
muy linda, dormimos todos los chicos 
juntos en una pieza y lo pasamos rebien. 
Hoy a la mañana fuimos a caminar por 
una montaña nevada. Nos pusimos unas 
raquetas especiales para caminar sobre la 
nieve. ¡Fue redivertido!
El viaje hasta San Martín fue lindo. 
Esta foto del camino de Los siete lagos 
la saqué yo.
 La próxima vez que den una vuelta por el barrio, observen todo con ojos de 
explorador y, luego, ármense un diario de viaje y anoten lo que vieron.
 ¿Para qué les parece que Elian usa su diario de viaje? ¿Qué información hay en él?
¿Tuvieron o vieron un diario de viaje alguna vez?
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 Escriban el diario de un viaje imaginario de tres días. Primero decidan adónde ir (puede 
ser un lugar que ya conozcan) y con quiénes; después, completen el diario con las 
fechas, cuenten lo que conocieron y hagan un dibujo en el espacio para la foto.
El diario de viaje: lectura y reconocimiento 
del portador textual.
 (fecha)
 (fecha)
 (fecha)
Por qué la Ballena vive en el mar
ANTOJO EN LA PANZA
ESTA ES LA HISTORIA DE UN HÉROE TEHUELCHE LLAMADO ELAL 
Y UNA BALLENA. ¿SABEN QUIÉNES SON LOS TEHUELCHES? 
SI NO LO SABEN, AVERÍGÜENLO ANTES DE LEER.
Según cuentan los tehuelches, hace mucho tiempo la Ballena (Góos, como se dice en su idioma) era un animal que vivía en la tierra y no en el mar.
Góos era la bestia más grande que había en toda la Patagonia. Andaba por 
el campo, de un lado para el otro, con su corpachón enorme y su boca como 
una cueva. Y era un peligro. Pero era un peligro no porque fuera mala, sino 
porque era demasiado grande.
La cosa es así: uno, por ejemplo, es un peligro para las hormigas. Aunque 
no les quiera hacer nada, va por ahí caminando, mirando para cualquier lado, 
y de repente ¡zácate!, sin querer, le mete un pisotón a una hormiga y la deja 
chatita, chatita. O va distraído y patea un hormiguero, y las pobres hormigas 
se tienen que poner a hacer la casa de nuevo. © 
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Con Góos pasaba algo más o menos como eso. Pero no era que pisara 
a nadie, porque parece que tenía unas patas cortas y que caminaba despacio, 
más despacio que una tortuga. El problema era su boca.
Porque Góos a veces tenía sueño o se aburría, como cualquiera. Y por eso 
abría la boca, bostezaba “¡Ajuuuuuum!” y entonces se formaba una corriente 
de aire tan fuerte que aspiraba todo lo que tenía cerca y un montón de cosas 
que no tenía tan cerca. 
Podía pasar, por ejemplo, que bostezara y se tragara un árbol, y nadie se 
daba cuenta. Otras veces, con su bostezo desaparecían tres o cuatro caballos 
y después la gente no los encontraba y tenía que andar a pie.
Pero lo peor era cuando Góos se acercaba a algún campamento de 
tehuelches. Como era muy curiosa, se ponía a mirar qué hacían, pero al rato 
se empezaba a aburrir. Abría la boca, bostezaba “¡Ajuuuuuum!” e iban 
a parar a su buche toldos, ropa, comida, perros, hombres, mujeres y chicos. 
Cerraba la boca y se sorprendía. Pensaba: “¿Dónde se habrán ido? ¡Hace 
un momento había tanta gente y ahora no hay nadie!”.
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Las otras personas tampoco sabían qué pasaba, y cada vez se 
extrañaban más. Un día, alguien no encontró sus caballos; otro día, uno 
fue a visitar a unos parientes y nadie sabía dónde estaban. Como el 
asunto se repetía, fueron a buscar a Elal.
—¿Qué pasa Elal? —le dijeron. —¿Hay ladrones o qué? ¡Faltan 
animales, faltan toldos, falta gente a cada rato!
—Voy a averiguar —les contestó.
 Elal caminaba, mirando todo, y pensaba:
—¿Qué puede ser?
Hasta que vio a Góos, que iba zangolotéandose sobre sus patitas 
cortas. La siguió y vio que se tiraba al sol, como para dormir. Cuando 
se amodorró, abrió la boca, bostezó y ¡Glup! se tragó a un pobre zorrino 
que andaba por ahí.
—¡Ajá! —dijo Elal—. ¡Este debe de ser el misterio! 
Se acercó a Góos y le dijo:
—¡A ver, quiero que abras bien la boca para mirar adentro!
Pero Góos se encaprichó, dijo que no con la cabeza y apretó los labios.
—¡Uf! —dijo Elal, y se fue.
Pero enseguida, con su magia, se convirtió en tábano y volvió volando. 
Empezó a revolotear alrededor de la Ballena, zumbando y fastidiándola, 
hasta que por fin ella dijo: 
—¡A este cargoso me lo como, así se deja de embromar!
Abrió la boca y se lo comió.
Adentro, Elal en forma de tábano no vio nada pero oía ruidos y voces, 
murmullos, toses, algún gruñido y hasta algún piar de pájaro a lo lejos. 
De repente, Góos bostezó de nuevo y entró luz por un momento. 
Entonces Elal pudo ver que había bastante gente, con cara de aburrida 
(¡qué iban a hacer en la panza de la Ballena!), animales y tantas cosas 
que habían ido entrando con el ventarrón de los bostezos. La boca se 
cerró y volvió la negrura. 
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El tábano-Elal dejó de volar, se posó dentro de la barriga de Góos y con 
el aguijón le pegó un buen picotazo. Góos dio un respingo. Elal le metió 
otro picotazo y otro y otro hasta que la Ballena empezó a toser. Con cada 
tos largaba cosas para afuera: unas diez familias enteras con abuelos y todo, 
dos docenas de caballos, varios toldos (bastante estropeados), una parva de 
ropa, otra de arbustos y piedras, cinco árboles, una tropilla de guanacos, una 
bandada de flamencos (recuerdo del paseo por un lago), muchísimas maras 
y un zorrino. Por último salió el tábano, que se convirtió de nuevo en Elal.
—¡Pero qué desastres hacen tus bostezos! —le gritó.
 A Góos le dio mucha vergüenza y, si no hubiera sido tan negra, se habría 
notado que se ponía colorada. 
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 ¿Qué problemas traían los bostezos de Góos? ¿Cómo descubrió Elal este problema? 
 ¿Cómo lo resolvió?
 ¿Dónde piensan que la ballena era más feliz: en el agua o en la tierra? ¿Por qué? 
 Escriban la respuesta.
 
 
—¿Qué vamos a hacer? —dijo Elal—. Lo mejor es que te vayas a vivir 
al mar.
Góos se fue, medio tristona, y se metió al agua. Pero en seguida le 
gustó: ahí se sentía livianita aunque era tan gorda; era ágil y podía hacer 
cosas que en la tierra nunca le habían salido bien, como ir rápido de un lado 
para otro ¡y saltar! Ahora podía pegar unos hermosos saltos. Las patitas se 
le fueron convirtiendo en aletas y cada vez nadó mejor. El cuerpo se le hizo 
parecido al de un pez enorme.
Y así fue como dejó de ser un peligro para la gente. 
Miguel Ángel Palermo
Ilustraciones: Sabina Álvarez Schürmann
MÁS ACTIVIDADES EN LA PÁGINA 15 DE MI TALLER.
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Fórmulas para desear el bien
ANTOJOS DULCES 
¿A QUIÉN LE DESEARÍAN EL BIEN? ¿QUÉ LE DIRÍAN? 
¿QUÉ QUIERE DECIR QUIÉN SABE? 
¿DE QUÉ HABLARÁ LA CANCIÓN DEL QUIENSABE?
Que la tierra ronronee bajo tus pies
cuando te saques los zapatos.
Que el aire
entre suave
te vuelva hilo
papel de seda
y aletee
cada uno de tus dedos.
Que la fruta madura
guarde el sabor el tiempo justo
para que no la olvides nunca.
 ¿Cuál de las fórmulas para desear el bien les parece más linda? ¿Por qué?
 Inventen dos fórmulas para desear cosas buenas.
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 ¿Cuál de los dos poemas les gustó más? ¿Por qué?
 ¿Cómo serán los quiensabes que se pintan enel poema?
 Relean el poema e imaginen quién pinta, qué siente, de qué historia habla el poema… 
Dejen que aparezcan muchas imágenes mientras van leyendo y después dibujen en el 
cuaderno las cosas que imaginaron.
Pintaba las piedras
a orillas del río
con todos los dedos
y trazos
y vuelos.
Quién sabe…
Pintaba quiensabes
a orillas del mundo
con un pincelito
de nadie.
¿Pintaba palabras?
Quién sabe…
CANCIÓN DEL QUIENSabe
Laura Devetach
Ilustraciones: Juan Carlos Federico
MÁS ACTIVIDADES EN LA PÁGINA 16 DE MI TALLER.
Pintaba en la arena
dibujaba el aire,
quién sabe…
Pintaba una historia
de todos
de nadie.
Pintaba quiensabes
a orillas del río.
¿Quién sabe la 
historia?
Quién sabe…
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Un viento muy intenso recibe distintos nombres según 
la región del planeta en la que se produce. Por ejemplo, 
cuando sopla en regiones tropicales, se llama huracán 
o ciclón tropical.
La furia del viento
Un huracán es un sistema de tormentas 
que da giros alrededor de un centro. En 
su interior se producen vientos muy, muy 
fuertes y abundantes lluvias. 
En las regiones tropicales hay mar; allí, los 
huracanes causan olas muy grandes y fuertes 
que llegan a dañar barcos y ciudades.
Así se ve un huracán desde el 
espacio. Esta imagen fue tomada 
por un satélite meteorólogico, que 
es un aparato que sirve para medir 
el clima de la Tierra.
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La Tierra, el Universo y sus cambios: los fenómenos atmosféricos. 
El huracán. Instrumentos para medir la fuerza y la dirección del viento.
El trabajo de los meteorólogos permite anticipar 
la formación de fenómenos como los huracanes. 
¿Por qué esto será importante? ¿Para qué servirá 
anticiparse a estos fenómenos?
Los meteorólogos, que son las 
personas que estudian el clima, 
utilizan distintos instrumentos 
para establecer, y a veces 
anticipar, la fuerza y la 
dirección en la que soplará el 
viento.
Una veleta es un aparato giratorio 
formado por una flecha y una cruz que 
indica los puntos cardinales. La flecha 
se mueve por la acción del viento; así, 
indica la dirección desde la que este 
sopla.
Un anemómetro es un molinete de tres brazos, que 
gira con el viento. La cantidad de vueltas que dan 
estos brazos quedan registradas en un contador; 
esto es lo que permite calcular la velocidad del 
viento.
La Tierra, el Universo y sus cambios: los fenómenos atmosféricos. 
El huracán. Instrumentos para medir la fuerza y la dirección del viento.
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TALLER DE ESCRITURA
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 Conversen entre todos: ¿qué son las instrucciones?, ¿para qué sirven?
 ¿Qué tipos de instrucciones son las que ustedes usan más? ¿Las que indican cómo hacer una 
receta de cocina, las que explican cómo jugar a algo o las que ayudan a armar algún juguete?
 Martina está contenta porque se va de campamento, pero está preocupada porque tiene que 
armar su mochila y no sabe por dónde empezar. Ayúdenla escribiendo, primero, las cosas que 
necesita llevar.
De campamento
PARA EL CAMPAMENTO:
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 ¿Qué pasos hay que seguir para armar bien la mochila y no olvidarse de nada? ¿Qué hay que 
hacer primero y qué después? Ordenen las acciones que debería realizar Martina para armar 
su mochila, y escríbanlas debajo, en una lista.
Los instructivos: reconocimiento del portador textual. 
Sus usos, su utilidad. Reconocimiento de infinitivos.
doblar la ropa - cerrar la mochila - revisar si 
hay abrigo para la noche - abrir la mochila - 
sacar la ropa del placar - buscar la mochila - 
poner la ropa adentro de la mochila
 Entre todos piensen las instrucciones para fabricar un rompecabezas de cartulina. Piensen 
primero qué se necesita; qué pasos deben realizar y hagan una lista en el pizarrón. Después 
ordenen las acciones y escríbanlas en el cuaderno.
 
Los instructivos: reconocimiento del portador textual. 
Sus usos, su utilidad. Reconocimiento de infinitivos.
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ANTOJOS
CHISPEANTES
Antojos chispeantesantean esteses
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¿A QUÉ SE DEDICARÁN LAS BRUJAS DE ESTE CUENTO? ¿SE PARECERÁN 
EN TODO POR SER MELLIZAS? ¿CÓMO SE LLEVARÁN ENTRE ELLAS? 
A demás de brujas, Brujeña y Brujilda eran hermanas. Gemelas. Dos gotas de agua. 
Tan idénticas por fuera que a primera 
vista parecían fotocopias.
Por fuera, porque en el carácter 
eran el día y la noche, la luz y la 
sombra, las olas y el viento...
Brujeña era malévola, bellaca, descortés, deslucida y desagradable. 
Brujilda en cambio era cándida, benigna, sensible, abnegada 
y generosa.
Brujeaban en la misma cueva. Atendían a los clientes por orden de 
llegada: el primero para una, el segundo para otra. El tercero para 
la primera. El cuarto para la segunda, etcétera. Todo un tratado de 
democracia brujeril. Pero una cosa era cuando atendía Brujilda. Y otra 
muy distinta cuando lo hacía Brujeña.
Si a la choza llegaba un paciente con empacho, Brujilda con sus 
brebajes convertía la panza de la víctima en un paraíso gástrico.
Brujeña en cambio, transformaba al indigesto en un cerdo, como acto 
de castigo al muy tragón. Exageraba su tratamiento hasta que el cliente 
quedaba reducido a la categoría de bestia.
Brujas mellizas
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Así eran: iguales y distintas. Y así se soportaban. Porque por miedo 
o por respeto entre hermanas ninguna se atrevía a desafiar a los 
poderes de la otra y viceversa. Hasta un día en que esto ocurrió. 
Un martes 13. A primera hora de la mañana.
Apareció en la cueva un joven hermoso con el pelo enrulado, ojos 
claros y estatura de príncipe.
—Buenos días —dijo. Y antes de que pudiera continuar, por única 
vez en la vida Brujeña y Brujilda estuvieron de acuerdo: se enamoraron 
perdidamente del mancebo y cayeron desmayadas a sus pies. 
—Es mío —suspiró ya repuesta Brujilda, a quien de verdad 
correspondía la atención de ese cliente.
—Lo siento —la desafió Brujeña, decidida a todo.
Y al cabo de una larga discusión abundante en agravios brujeriles: 
“arpía”, “lechuzona”, “cara de fécula”, “revuelto de piraña”, “nariz de 
escoba vieja”, etcétera, se retaron a duelo.
De entrada Brujilda descargó sobre su hermana 100 kilos de polvo 
de estrellas que, endurecidos sobre su cuerpo (el de Brujeña) la 
convirtieron en monumento a la piedra preciosa.
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Librada del hechizo y con ayuda de su escoba, Brujeña disparó contra 
los ojos de su hermana dos litros de leche cuajada que le dejaron la vista 
a la miseria.
Llorando lágrimas de yogurt, Brujilda rompió de un escobazo los frascos 
con veneno de su hermana.
Furiosa, Brujeña respondió al ataque desarmando el laboratorio de 
Brujilda de este modo:
 las pociones para enamorar las hizo sopa
 los brebajes de calmar dolores, saliva de caballo enfermo
 las esencias de flor en jarabe, las convirtió en laxante.
Enojadísima, Brujilda hizo que su hermana se transformara en mariposa.
Mariposa y todo, Brujeña logró que su hermana se volviera un jabalí.
Jabalí y todo, Brujilda hizo desaparecer la escoba de su hermana.
Hermana y todo, Brujeña consiguió que la escoba de Brujilda se hiciera 
carbón, en el mismo horno donde años atrás intentara cocinar a Hansel 
y Gretel.
La guerra se fue tornando cada vez más fría, más destructiva. Hasta 
que las hermanas se desaparecieron una a la otra, y los poderes quedaron 
solos, es decir sin ellas, es decir a la buena de Dios. Invisibles, flotando

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