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ANATOMIA - SENTIDO DEL TACTO

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Contenido
SENTIDO DEL TACTO	1
¿Cómo funciona el sentido del tacto?	3
1.	Sensibilidad protopática	4
2.	Sensibilidad epicrítica	4
3.	Sensibilidad termoalgésica	5
Anatomía del tacto	5
	La epidemis	5
	La dermis	6
	El tejido subcutáneo	6
Receptores nerviosos	7
	Termorreceptores,	7
	Nociceptores,	7
	Mecanorreceptores,	7
1.	Corpúsculos de Pacini,	7
2.	Corpúsculos de Ruffini	8
3.	Corpúsculos de Krause	8
4.	Corpúsculos de Meissner	8
5.	Discos de Merkel	9
SENTIDO DEL TACTO
Se conoce como tacto o sentido del tacto a uno de los cinco sentidos mediante los cuales el ser humano (y muchos otros animales) puede percibir la realidad circundante, específicamente en términos de presión, temperatura, dureza y textura.
El tacto es el sentido que nos permite percibir las formas, consistencias y las texturas de los objetos cuando entramos en contacto con ellos. También nos sirve para expresar afecto y seguridad hacia otras personas.
El órgano del tacto es la piel, la membrana que envuelve el cuerpo en su totalidad. En la piel se encuentran las terminaciones nerviosas destinadas a recoger los estímulos táctiles. Estos estímulos pueden ser una caricia, el roce de un objeto, la presión sobre una parte del cuerpo, las vibraciones, entre otros.
El tacto se caracteriza por ser el más extenso de los sentidos, ya que no se concentra en una única región del cuerpo. Se desarrolla muy temprano en el embrión humano, antes que el resto de los sentidos. Además, es un sentido mecánico, es decir, depende del contacto directo con la piel.
La importancia del tacto va más allá de simplemente tocar y reconocer objetos. La estimulación del tacto de forma temprana en los bebés está relacionada con su sobrevivencia y desarrollo. Los bebés que son acariciados tienen menos enfermedades y mejor conducta que aquellos privados del contacto humano.
Uno de los ejemplos más notables de la importancia del sentido del tacto es la posibilidad de que personas puedan leer a través de sus dedos. El alfabeto Braille se desarrolló para posibilitar la experiencia de la lectura por parte de las personas con deficiencias visuales. Este sistema de escritura presenta conjunto de puntos en relieve como un carácter que puede ser descodificado con la punta de los dedos.
¿Cómo funciona el sentido del tacto?
El sentido del tacto, como los otros sentidos, depende del Sistema Nervioso Central para procesar la información. Para esto, existen diferentes tipos de receptores que se comunican con el cerebro a través de las redes nerviosas. Los receptores del tacto de la superficie de la piel reciben el estímulo mecánico del exterior (un roce, una caricia, un pellizco, un golpe, etc.).
Cada tipo de receptor resulta muy sensible a una clase de estímulo sensitivo para el que está diseñado. Estos receptores transforman el estímulo externo en una señal eléctrica interna o impulso nervioso, que viaja por los nervios sensoriales periféricos hasta la médula espinal.
Desde la médula espinal el impulso nervioso continúa hasta los centros cerebrales, donde se procesa la información y se determina el tipo de sensación que recibimos. Por eso, las personas que tienen problemas en la médula espinal pierden las sensaciones táctiles, dependiendo de la zona afectada.
Dicha red de nervios está presente entre la epidermis y la dermis, y se compone de un inmenso ejército de receptores diferentes, cada uno especializado en un cierto tipo de estímulos y percepciones. De ese modo, la sensibilidad táctil abarca tres tipos de percepciones diferentes, que llegan al cerebro a través de vías nerviosas diferentes:
1. Sensibilidad protopática. Se trata de la forma más primitiva y difusa del tacto, que establece poca o ninguna diferencia entre sus estímulos, pero al mismo tiempo es la más rápida en ser percibida. Normalmente se ocupa de estímulos burdos o poco delicados, como el calor o frío extremo, el dolor y el tacto brusco, que el sujeto no puede ubicar con exactitud en su cuerpo, pero a los que reacciona de inmediato.
2. Sensibilidad epicrítica. Se trata de una forma mucho más refinada del tacto, localizada, exacta y con alto nivel de diferenciación entre estímulos, como la capacidad de reconocer formas y tamaños. Normalmente para manifestarse debe inhibir la sensibilidad protopática hasta cierto punto.
3. Sensibilidad termoalgésica. Se trata del sentido táctil vinculado con la temperatura (sensibilidad térmica) y el dolor (sensibilidad algésica).
En los tres casos, los estímulos nerviosos son recogidos por sus respectivas terminaciones nerviosas y transmitidas por distintas vías (conductos nerviosos) al encéfalo, en donde son procesadas y se genera una reacción. En ello, la médula espinal cumple un rol vital centralizando los distintos estímulos sensoriales.
Anatomía del tacto
La piel está compuesta por varias capas de tejido de distinta naturaleza, y que cumplen roles distintos en la percepción táctil. Dichas capas son:
· La epidemis. Se trata de la capa más externa de la piel, esa que solemos percibir a simple vista, y que funciona como una envoltura protectora, resistente al agua, del resto de las capas del cuerpo humano. En ella es donde se acumula la melanina, pigmento que nos protege de la radiación UV y que da color a nuestra piel, y también es donde se encuentran los primeros receptores táctiles.
· La dermis. Se trata de la capa más profunda de la piel, que subyace a la epidermis, y en ella abundan los vasos sanguíneos, las glándulas sebáceas y sudoríparas, y el grueso de los receptores táctiles y sus respectivas terminaciones nerviosas. Además, es la capa encargada de reemplazar las células muertas de la epidermis.
· El tejido subcutáneo. Todavía más profundo en nuestro cuerpo se hallan los tejidos que van por debajo de la piel, compuestos por grasas (que actúan como aislantes y como cojinetes para proteger los tejidos internos) y también tejidos conectivos que mantienen todos los demás tejidos y órganos unidos entre sí. A este nivel se encuentran los receptores táctiles más profundos, muchos de los cuales se encargan de la percepción interna del cuerpo.
Receptores nerviosos
Los receptores nerviosos de la piel pueden ser de tres tipos, dependiendo de la información táctil a la que son sensibles y que transmiten al sistema nervioso central. Así, podemos hablar de:
· Termorreceptores, encargados de percibir las variaciones de la temperatura externa, así como el contacto con superficies frías o cálidas.
· Nociceptores, encargados de producir el dolor, es decir, de captar los estímulos desagradables o potencialmente dañinos, y transmitir una alarma al sistema nervioso.
· Mecanorreceptores, encargados de percibir el movimiento, la presión y otras formas y fuerzas en contacto con la piel. Pueden ser, a su vez, de cinco tipos diferentes:
1. Corpúsculos de Pacini, responsables de percibir las vibraciones rápidas y la presión mecánica profunda, poseen varios milímetros de longitud y se activan sólo al inicio y al final del estímulo mecánico. Son especialmente numerosos en las manos, los pies y los órganos sexuales, pero también en el tejido conectivo y muchas membranas.
2. Corpúsculos de Ruffini, responsables de percibir e identificar las sensaciones de calor y la deformación continua o profunda de la piel, siendo especialmente sensibles a las variaciones en dichos estímulos. Son pequeños y abundantes, y se encuentran en la dermis profunda y los tejidos conectivos, excepto en la superficie de la piel de la cara dorsal de las manos.
3. Corpúsculos de Krause, más pequeños y simples que los corpúsculos de Pacini, se encuentran en la dermis profunda de la piel, pero también en los tejidos submucosos de la nariz, ojos, boca, genitales, y otras regiones parecidas. Antiguamente se pensaba que se ocupaban de percibir el frío, pero hoy en día se desconoce con exactitud qué tipo de estímulos registran.
4. Corpúsculos de Meissner, responsables de la percepción del tacto suave, es decir, de las vibraciones menores a 50 Hz, son receptores de actividad muy rápida y enorme sensibilidad, ubicados en la regiónsuperficial de la dermis. Una vez activados, muestran un margen de tolerancia o disminución de actividad ante la estimulación continua, razón por la cual al rato dejamos de percibir la ropa que llevamos puesta, por ejemplo.
5. Discos de Merkel, también llamados domos táctiles, son un conjunto de mecanorreceptores que se encuentran entre la mucosa y la piel, dedicados a la percepción de la presión y las texturas. Se trata de algunos de los receptores más agudos y sensibles de la piel, capaces de obtener información muy detallada de sus estímulos respectivos.

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