Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
componen las granulaciones aracnoideas (Corbett et al., 2013). FUNCIONES DEL LÍQUIDO CEREBROESPINAL Junto con las meninges y la calvaria, el LCE protege el encéfalo y le proporciona amortiguación frente a los golpes en la cabeza. El LCE en el espacio subaracnoideo proporciona la flotabilidad necesaria para evitar que el peso del encéfalo comprima las raíces de los nervios craneales y los vasos sanguíneos contra la superficie interna del cráneo. Como el encéfalo es ligeramente más pesado que el LCE, los giros de la cara basal del encéfalo (v. fig. 8-42) se hallan en contacto con las fosas craneales en la cavidad craneal cuando el individuo se halla de pie. En muchos lugares de la base del encéfalo, solamente las meninges craneales se sitúan entre el encéfalo y los huesos del cráneo. En posición erecta, el LCE se halla en las cisternas subaracnoideas y en los surcos sobre las porciones superior y lateral del encéfalo; por lo tanto, normalmente el LCE y la duramadre separan la parte superior del encéfalo de la calvaria (fig. 8-37 A). Se producen pequeños cambios, rápidamente recurrentes, en la presión intracraneal a causa de los latidos cardíacos; otros cambios, también recurrentes pero lentos, obedecen a causas desconocidas. Ocurren grandes cambios momentáneos en dicha presión durante la tos y los esfuerzos, así como en los cambios de posición (erecta frente a supina). Cualquier cambio en el volumen del contenido intracraneal, por ejemplo un tumor cerebral, una acumulación de líquido ventricular por bloqueo del acueducto mesencefálico (v. fig. C8-20 B) o la presencia de sangre por rotura de un aneurisma (abultamiento patológico de una arteria), se refleja en un cambio en la presión intracraneal. Esta regla se denomina doctrina de Monro-Kellie, según la cual la cavidad craneal es una caja rígida y cerrada, y cualquier cambio en la cantidad de sangre en el interior del cráneo sólo puede ocurrir por desplazamiento o reemplazo del LCE. Irrigación arterial del encéfalo Aunque sólo constituye cerca del 2,5% del peso del cuerpo, el encéfalo recibe aproximadamente la sexta parte del gasto cardíaco y una quinta parte del oxígeno que consume el organismo en reposo. El aporte sanguíneo al encéfalo proviene de las arterias carótidas internas y vertebrales (fig. 8-39), cuyas ramas terminales se sitúan en el espacio subaracnoideo. El drenaje venoso desde el encéfalo se realiza a través de las venas cerebrales y cerebelosas que drenan en los senos venosos de la duramadre adyacentes (v. fig. 8-29 A y B). Véase también «Drenaje venoso del encéfalo», más adelante. 1593 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 8 CABEZA Encéfalo Irrigación arterial del encéfalo booksmedicos.org Push Button0:
Compartir