Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
INTRODUCCIÓN En la presente revisión abordaremos, bá- sicamente la relación entre tres sistemas que confluyen en proximidad en la cavidad pél- vica, que son el aparato urinario, el aparato genital y el aparato digestivo. Por supuesto incluiremos la mama como componente in- discutible dentro del complejo proceso de la reproducción. La interconexión entre los sistemas uri- nario, genital y digestivo es fundamental para garantizar funciones tales como la micción, la defecación e incluso la sexualidad. La cavidad pélvica (Figura 1) representa la porción inferior de la cavidad abdominal y se encuentra cerrada por abajo por el diafragma o suelo pélvico. Por consiguiente, desde el punto de vista didáctico, tenemos, por un la- do, el continente, constituido por la cavidad pélvica, y por otro lado, el contenido, consti- tuido por diversas vísceras del aparato urina- rio (tracto urinario inferior), aparato genital y aparato digestivo (tracto distal). Anatomía de la reproducción Aníbal Nieto Díaz Fondo de saco vésico-uterino Vejiga Uretra Sínfisis púbica Clitoris Vagina Recto Útero Uréter Ovario Oviducto Fondo de saco vésico-vaginal Músculo recto anterior del abdomen Figura 1. Corte sagital de la cavidad pélvica. PELVIS Continente de la pelvis La pelvis reposa sobre los miembros infe- riores, a los que transmite todo el peso del cuerpo. Está formada por un esqueleto os- teo-ligamentoso tapizado por dentro y por fuera por partes blandas. Los elementos que la constituyen son: Huesos (Figura 2). Son cuatro: los dos ilí- acos, el sacro y el coxis. El hueso ilíaco no es más que la fusión de tres puntos de osifica- ción independientes: ilion, isquion y pubis. Articulaciones (Figura 3). Son también cuatro: - Sínfisis púbica o pubis, que une los dos huesos ilíacos por la parte anterior. - Articulación sacrocoxígea. - Dos articulaciones sacroilíacas. La pelvis se une al tronco por la articula- ción que existe entre la quinta vértebra lum- bar y el sacro, formando una protuberancia hacia delante denominada promontorio, y a los miembros inferiores por las articulacio- nes coxofemorales. La superficie interna de la pelvis está di- vidida en dos partes: pelvis mayor (más cra- neal) y menor. La pelvis mayor (Figura 4) está limitada por las fosas ilíacas internas (por encima de las líneas innominadas) y las aletas del sacro, la parte superior de promontorio y la sínfi- sis del pubis; el límite superior es la apertura superior de la pelvis a la cavidad abdominal y el límite inferior es el estrecho superior de la pelvis menor. 4 Tratado de reproducción humana para enfermería Figura 3. Articulaciones de la pelvis. Ala del sacro Agujeros sacros anteriores Espina ciática Acetábulo Rama isquiopúbica Fosa ilíaca Espina ilíaca anterosuperior Prominencia iliopectínea Agujero obturador Sínfisis púbica Arco pubiano Figura 2. Huesos de la pelvis. Mayor importancia desde el punto de vis- ta obstétrico y ginecológico tiene la pelvis menor (Figura 5), la cual tiene forma cilíndri- ca con una leve curvatura hacia delante. Está limitada por delante por la cara posterior del arco púbico (mide 4,5 cm) y por la parte pos- terior, más larga, por la cara anterior del sacro y coxis, con una longitud de 12,5 cm. En la pelvis menor se distinguen tres par- tes bien diferenciadas: a) Estrecho superior, cuyos límites son el promontorio, las articulaciones sacroilíacas, las líneas innominadas y las crestas pectíneas hasta el borde superior del pubis. Su diáme- tro mayor es transverso. b) La excavación, de forma redondeada y limitada entre sínfisis del pubis y el sacro-co- xis, con unos resaltes laterales (espinas ciáticas). c) El estrecho inferior, cuyo diámetro mayor es anteroposterior, está limitado por delante por la porción inferior del arco pú- bico, lateralmente por el borde inferior de las ramas isquiopubianas y por detrás por la punta del coxis. Anatomía de la reproducción 5 Figura 4. Pelvis mayor. Figura 6. Pelvis menor vista desde arriba y desde abajo. Figura 5. Pelvis menor. La pelvis mayor tiene una abertura supe- rior más ancha en la mujer que en el hom- bre. Respecto a la pelvis menor, las mujeres tienen la sínfisis del pubis más baja y el sacro más ancho y menos alto que los varones. En general, toda la pelvis femenina es más am- plia, dominando los diámetros transversales sobre los anteroposteriores. Partes blandas y suelo pélvico. Cuando los seres humanos asumieron la postura erecta, la abertura en la pelvis ósea se situó en la parte inferior de la cavidad abdo- minopélvica. Esto requirió la evolución de un sistema de sostén para prevenir que los órganos pelvianos fueran empujados hacia abajo. En la mujer, este sistema debe contra- rrestar estas fuerzas hacia abajo, pero a la vez permitir el paso del feto durante el parto. El suelo de la pelvis está formado por el periné o diafragma pelviano. La alteración de su competencia tiene una importancia relevan- te en los problemas de estática genital y de incontinencia urinaria. El periné (Figura 8) es un conjunto de músculos con sus aponeurosis que cierran la pelvis por su parte inferior dejando en el cen- tro una abertura o hiato (genital) a través de la cual han de pasar, para desembocar en el ex- terior, la uretra, la vagina y el recto. Todo el periné está ubicado en el estrecho inferior. Los músculos del periné se distribuyen en tres planos: a) Plano profundo (Figura 9). Está forma- do por el músculo elevador del ano: es el más importante. Se inserta detrás del ano, en el rafe anocoxígeo y en la punta del coxis. Des- de su inserción posterior, sus fibras se abren en abanico y van a insertarse a lo largo de la circunferencia pelviana, de forma que dentro de este músculo se diferencian, dependiendo de su origen, tres fascículos: isquicoxígeo, ile- ocoxígeo y pubocoxígeo. 6 Tratado de reproducción humana para enfermería Masculina Femenina Figura 7. Diferencia entre la pelvis masculina y la femenina. Arco pubiano Arco pubiano De esta forma, el elevador constituye un cierre completo de la cavidad pélvica en su parte inferior. Las inserciones laterales están en un plano superior a las centrales, de for- ma que adopta una forma de embudo. En su parte anterior y en la línea me- dia aparece una hendidura denominada hiato urogenital. Podemos decir que el músculo elevador forma el diafragma pel- viano, muy potente pero con un punto débil, concretamente el correspondiente al hiato urogenital. b) Plano medio (Figura 9). Está consti- tuido por dos músculos, el transverso pro- Anatomía de la reproducción 7 Figura 8. Estructuras blandas del periné. 1. Fascia superior del diafragma pélvico, con fibras de músculo liso. 2. Fascia inferior del diafragma pélvico. con fibras de músculo liso. 3. Fascia urogenital superior. 4. Músculo transverso profundo del periné. 5. Fascia urogenital inferior. 6. Músculo uretrovaginal. 7. Fascia perineal superficial. 8. Músculo bulbocavernoso. 9. Músculo transverso profundo del periné. 10. Músculo transverso superficial del periné. 11. Fibras prerrectales del músculo elevador del ano. 12. Músculo rectovaginal. 13. Músculo del esfínter anal externo. Figura B. Detalle. Sección a través del diafragma urogenital a nivel de la flecha de la figura A. 1. Porción subcutánea del esfínter externo del ano. 2. Plexo venoso en la columna anal. 3. Columna anal y senos anales. 4. Músculo anular del recto. 5. Músculo longitudinal del recto (muscular del recto). 6. Músculo elevador del ano y su fascia. 7. Ligamento anococcígeo. 8. Porción profunda del esfinter externo. 9. Porción superficial del esfínter externo. 10. Zona cutánea. 11. Zona de transición. Figura C. Ano y músculos del esfínter externo (esquemático). Figura A. Estructura del periné. Marrón, músculo estriado dispuesto diagonalmente; rojo, músculo liso; azul, tejido conjuntivo; amarillo, tejido adiposo. fundo del periné, que se extiende desde el núcleo tendinosodel periné (entre la vagina y el recto) en sentido anterior y lateral hasta las ramas isquiopubianas y el esfínter estria- do o externo de la uretra. c) Plano superficial. Está formado por cuatro músculos que, en sentido antero- posterior, son: isquicavernoso, bulbocaver- noso, transverso superficial del periné y esfínter estriado del ano. Es decir, son un conjunto de músculos que en su mayoría se insertan en el núcleo tendinoso del periné (entre el recto y la vagina). El isquiocavernoso va desde los cuerpos cavernosos del clítoris hasta la rama isquio- pubiana. El bulbocavernoso, desde los cuerpos ca- vernosos hasta el núcleo tendinoso perineal, tiene forma de doble paréntesis y abarca por ambos lados la vulva. El transverso superficial del periné discu- rre paralelo al profundo El esfínter estriado o externo del ano es el único músculo no par.Está dispuesto como un doble paréntesis alrededor del ano. Va desde el coxis, rodeando al ano, hasta el rafe perineal. 8 Tratado de reproducción humana para enfermería Uretra Vagina Ano Músculo pubococcígeo Músculo iliococcígeo Músculo puborrectal Músculo transverso profundo del periné Vagina Músculo isquio cavernoso Músculo bulbo cavernoso Músculo transverso superficial del periné Músculo glúteo mayor Ano Músculo elevador del ano Músculo del esfinter externo del ano Fascia inferior del diafragma urogenital Ligamento anococcígeo Figura 9. Planos musculares profundo y medio del periné. Figura 10. Plano muscular superficial del periné. Contenido pélvico (vísceras pelvianas) 1. Aparato urinario (tracto inferior) Los riñones son dos órganos situados a cada lado de la columna dorsolumbar, entre las costillas y la cresta ilíaca. La orina produ- cida va a través de la pelvis renal, que conec- ta con los uréteres, los cuales desembocan en la cara posterior de la vejiga urinaria y, a par- tir de ésta, a través del cuello vesical, por la uretra sale la orina al exterior. Realmente dentro de la pelvis encontramos parte de uréteres, vejiga y uretra. El uréter es un conducto anatómico de 25 cm de longitud. Una vez que pasa por encima de la bifurcación de las arterias ilía- cas interna y externa, se introduce en la pel- vis hasta conectar con la vejiga. La vejiga es una estructura musculosa, hueca y esférica, donde se acumula la orina hasta un momento en que el estado de reple- ción de la misma avisa del deseo miccional.El músculo detrusor, cuya función es vaciar la vejiga, se encuentra en la base.En su parte an- terior, la vejiga se relaciona con la pared ab- dominal y, en su parte posterior, con la vagina y el cérvix uterino (plica vesicouterina). He- mos de destacar en su disposición anatómica la presencia del denominado ángulo uretro- vesical posterior, de 90 a 100º en condiciones normales, que es uno de los responsables de evitar la salida de orina al hacer esfuerzos que aumentan la presión intraabdominal. La uretra femenina mide 3 a 4 cm y es rec- ta, tiene una porción intrapélvica, una diafrag- mática (atraviesa, junto a la vagina, el diafragma urogenital por el orificio del mismo nombre) y una extrapélvica, hasta desembocar en el vestíbulo vaginal,posterior al clítoris,por medio de la papila uretral. Dispone de dos es- fínteres musculares: el interno, que es involun- tario, rodea el cuello vesical y el externo, de carácter voluntario, formado por los músculos uretrovaginal y compresor de la uretra. 2. Aparato genital Aparato genital femenino: Se compone de órganos internos (AGI) y externos (AGE). Los primeros se sitúan en la cavidad pelviana y son: ovarios, trompas, úte- ro y vagina. Los órganos externos están con- figurados por la vulva. No debemos olvidar que, aunque a distancia del resto de aparato genital, por su importancia en el campo de la reproducción, las mamas se deben considerar también como órganos sexuales. Para su comprensión hemos de remitir- nos a un leve recuerdo embriológico del aparato genital femenino.Al comienzo de la vida embrionaria, el desarrollo del aparato genital se realiza en íntima conexión con el aparato urinario. Recuerdo embriológico del aparato genital: El primer esbozo genital está formado por tres tractos diferentes: gónadas, gonaduc- tos (resto de genitales internos) y, finalmen- te, los genitales externos. Anatomía de la reproducción 9 Figura 11. Aparato urinario. Riñón Ganglios aórticos laterales Ganglios mesentéricos inferiores (preaórticos) • Desarrollo de las gónadas: En las primeras semanas de vida embrio- naria, comienzan a diferenciarse dos estruc- turas distintas: a) Crestas genitales. Se trata de unos engrosa- mientos mesodérmicos situados lateral- mente. b) Gonocitos. Se ven ya en la tercera semana. Son células multipotentes que, procedien- do del saco vitelino (endodermo), siguen a través de la aorta primitiva contracorrien- te hasta las crestas genitales, llegando entre la quinta y sexta semana y siendo más rá- pidos los XY en su recorrido. Dan lugar al espermatozoide y el óvulo. A partir del epitelio de revestimiento (peritoneo primitivo) de la cresta genital aparece una proliferación en forma de cordones que rodean a los gonocitos. Distinguimos dos tipos de cordones: a) Cordones primarios (en la porción medular), los cuales dan lugar a los tu- bos seminíferos y células de Sertoli en el varón. En la mujer, al llegar los gonocitos XX algo más tarde, estos cordones degene- ran, quedando tan sólo vestigios en el futuro como es la “rete ovari”. b) Cordones secundarios. Corresponden a una segunda proliferación. Estos cor- dones rodean a los gonocitos XX y los engloban, dando lugar a las futuras cé- lulas de la granulosa. - Gónada masculina En el cromosoma Y hay unos genes que inducen la formación de una proteína llama- da antígeno Y. Este antígeno es patognomó- nico del individuo XY. Su existencia implica una diferenciación en sentido testicular. La gónada comienza a funcionar hacia la semana 9-12 produciendo hormonas. Es de- cir, que las células de Leydig producen ya testosterona en el primer trimestre. Las célu- las de Sertoli producen la hormona antimü- lleriana (AMH), de carácter proteico, que contribuye a la desaparición del conducto de Müller. Además, parece ser que también producen la proteína de concentración de la testosterona. Las células de Leydig proceden del mesénquima. 10 Tratado de reproducción humana para enfermería Útero Vagina Trompa Ovario Trompa Sacro Útero Recto Vagina Ovario Intestino Figura 12. Visión frontal y sagital del aparato genital femenino. Los gonocitos dan lugar a las espermato- gonias, las cuales sufren procesos de división (mitosis y meiosis), pasan a espermatocito I y II, y luego espermátide (23Y), y procesos de maduración, mediante los cuales, la es- permátide (células redondeadas) pasa a es- permatozoide y adquiere su morfología final (cabeza, cuello, parte intermedia y cola). - Gónada femenina No requiere antígeno HY. La prolifera- ción de los gonocitos (mitosis) da lugar a las oogonias. Estas células comienzan el proceso de meiosis hacia el día 80 de la vida embrio- naria, pero se quedan detenidas en la fase de diplotene o diktiotene (primera división meiótica), la cual no se reanuda hasta el mo- mento de la ovulación y finaliza (segunda división meiótica) de una forma definitiva en el momento de la fecundación. Hacia la semana 20 de vida intrauterina, el ovario posee unos 7 millones de oocitos I (46XX), siendo al nacimiento unos 2 millo- nes y 500.000 en la pubertad, de los cuales solo 500 llegan a oocitos II (23X) con la ovulación. • Desarrollo del resto de los genitales in- ternos: En las primeras semanas aparecen dos conductos diferentes derivados de una invagi- nación del celoma primitivo (mesodermo): 1. Conducto mesonéfrico de Wolff. Es el responsable del desarrollo de los genitales internos masculinos (epidídimo, deferen- te, vesículas seminales). 2. Conducto paramesonéfrico de Müller. De él derivan los genitales internos fe- meninos. La fusión de los dos conductosda lugar al útero y la porción inferior se denomina tubérculo de Müller. El con- ducto de Wolff degenera, aunque a veces quedan vestigios en la mujer de este con- ducto a nivel del meso ovárico (epoova- rio u órgano de Rosenmüller) o en la cara lateral de útero o vagina (conducto de Gärtner). - Condiciones para el desarrollo en senti- do masculino 1. Desarrollo del conducto de Wolff: Requiere de los siguientes procesos para favorecer su desarrollo: a) Testosterona. Es la sustancia prowol- fiana por excelencia. Proviene de las células de Leydig testiculares, activas ya en el primer trimestre, siendo su estímulo inicial la gonadotropina co- riónica. Pero no sólo hace falta esta hormona, sino que precisa de un me- dio que le haga actuar. b) Proteína concentradora de la testoste- rona. Supone un receptor para esta hormona, a la que capta y lleva al in- terior del tubo seminífero. Es produ- cida por las células de Sertoli. c) Receptores citoplásmicos a la testoste- rona en las células del Wolf. Existe un cuadro patológico en el que hay ausen- cia de estos receptores denominado síndrome de feminización testicular. Anatomía de la reproducción 11 Resumen: OOGONIA ——— OOCITO I ——— OOCITO II ——— OOCITO MADURO 46XX 46XX 23X 23X (Embrión) (Ovulación) (Fecundación) 2. Inhibición del conducto de Müller: La responsable es una sustancia de eleva- do peso molecular producida por las células de Sertoli denominada hormona antimülle- riana (AMH o MIF). El testículo adulto ya no es capaz de producirla. Los vestigios del conducto de Müller en el hombre son el utrículo prostático y las hi- dátides epididimarias. - Condiciones para el desarrollo en sentido femenino No hay estímulo y tiende a desarrollar- se el conducto de Müller y a desaparecer el conducto de Wolff. Es una diferenciación pasiva. Hacia la semana 14-18 los dos conductos de Müller se fusionan, desapareciendo el ta- bique de fusión. Cuando no ocurre de for- ma completa, vemos en las mujeres adultas úteros tabicados. - Embriología de la vagina El desarrollo de la vagina no está del to- do aclarado. Se cree que procede de la fusión de la zona mülleriana (mesodérmica) con la zona cloacal (endodérmica). Diferenciamos varias fases para su com- prensión: 1. Contacto del tubérculo de Müller (me- sodermo) con el seno urogenital (endo- dermo). 2. Crecimiento que da lugar a un espesa- miento, constituyendo la denominada placa vaginal. 3. Metaplasia. El epitelio mülleriano (cilín- drico o columnar) se estratifica. 4. Degeneración de la parte mülleriana, quedando muy reducida y favoreciendo un gran desarrollo del seno urogenital. 5. Proceso de cavitación. Se forman los fondos de saco vaginales. En los casos en que no acontece la meta- plasia, como ocurre con la aministración de estilbenos en la mujer gestante, quedarán restos müllerianos en forma de adenosis va- ginal que en las niñas de 14 años pueden de- generar dando lugar al adenocarcinoma de células claras. • Desarrollo de los genitales externos: Se diferencian tres estructuras separadas: - Tubérculo genital. Dará lugar al clítoris y glande. - Rodetes. Dan lugar al escroto y labios mayores. - Pliegues genitales. Dan lugar a labios menores y pene. Requiere andrógenos para su desarrollo en sentido masculino.Ahora bien, los geni- tales externos son más dependientes de de- hidrotestosterona, al igual que las estructuras derivadas del seno urogenital (próstata, ure- tra y glándulas uretrales). El descenso de los testículos también es dependiente de dehidrotestosterona. La de- hidrotestosterona actúa sobre el gubernaculum testis (espesamiento peritoneal) que acaba en los rodetes genitales. En la mujer, el guberna- culum choca contra el útero y se refleja dan- do lugar al ligamento suspensorio del ovario, ligamento útero-ovárico y ligamento redondo. Las glándulas de Bartholino derivan del seno urogenital (endodermo). • Los ovarios: Son los órganos más importantes del apa- rato genital femenino. Se sitúan en la pelvis menor, a los lados del útero y cerca de la pa- red lateral de la excavación pelviana. Tienen forma ovoidea, miden de 3 a 4 cm de eje mayor, pesan 5 g y su coloración es blanco-rosada, con consistencia dura. 12 Tratado de reproducción humana para enfermería Anatomía de la reproducción 13 Figura 13. Morfología del aparato genital femenino interno. Figura 14. Ovario. El aparato genital femenino está formado por un conjunto de órganos específicamente es- tructurados para garantizar la función repro- ductora bajo la vigilancia de un complejo mecanismo hormonal de regulación. Estos órganos son: • El ovario (produce los oocitos). • La trompa uterina (transporta el semen y el óvulo y es sede de la fecundación). • El útero (donde anida y crece el embrión). • La vagina. • La vulva. La correcta posición de estos órganos en la ca- vidad abdominal se mantiene gracias a un complicado sistema de sujeción (pelvis y liga- mentos uterinos). Los ovarios son dos pequeñas glándulas en forma de almendra, situadas simétri- camente en la cavidad abdominal a los lados del útero, al que están sujetas por el ligamento útero-ovárico. Los ovarios contienen las gónadas feme- ninas en su interior. Bajo la acción de las hormonas hipofisarias se producen los procesos que llevan a la maduración de los folículos y terminan cíclicamente con la ovulación. Los ovarios, junto con las trompas de Fa- lopio, constituyen los anexos uterinos. Trompa uterina Útero OvarioLigamento útero-ovárico Fórnix vaginal Vagina Vasos ováricos (hilio) Cuerpo lúteo Ovulación Folículos en fase precoz Folículo en fase de maduración Todo el ovario está recubierto por un epitelio liso de células cúbicas que le da un aspecto brillante. Está constituido por una porción externa o corteza (mayoritaria) y una interna o médula. En la primera de ellas distinguimos un estroma inespecífico (tejido conjuntivo) y el denominado aparato folicular (folículos). En la mujer en edad reproductiva existen múltiples folículos, cada uno de ellos formado por un óvulo en el centro, rodeado de las células de la granulosa y de la teca, tam- bién denominadas estroma específico. En cada ovulación se libera un óvulo y son las células del estroma específico las que producen las hormonas femeninas. A la es- tructura que queda después de ovular un fo- lículo se la conoce como cuerpo lúteo. La Figura 15 nos muestra un resumen esque- mático del desarrollo folicular El ovario tiene unos elementos de suje- ción: el hilio ovárico o mesoovario (en el borde superior, donde se une al ligamento ancho), en su porción externa se individua- liza el ligamento tubo-ovárico, el ligamen- to infundíbulo pélvico (hacia la pared pélvica) y el ligamento útero ovárico (hacia el útero). • Trompas y Útero. (Figura 16): Las trompas son dos oviductos cilíndricos y huecos que parten desde los ángulos supe- riores del útero hasta los ovarios, a los que recubren en parte. Miden 10-14 cm.Tienen cuatro porciones: intramural, ístmica, ampu- lar y fímbrica. La trompa se encuentra cu- bierta por el ligamento ancho, que no es más que un repliegue en forma de sábana que se sitúa envolviendo a la trompa, dejando en sentido caudal una capa anterior y otra pos- terior. En su interior se encuentra el meso- sálpinx, por donde llega la vascularización. Es en esta estructura (mesosálpinx) donde solemos encontrar el epoóforo o paraovario (resto del conducto de Wolff). La porción fímbrica de la trompa rodea el lecho del folículo en el momento de la ovu- lación captando el óvulo. En la porción am- pular se produce el contacto entre el óvulo y el espermatozoide, y por tanto la fecunda- ción. La trompa es fundamental para el trans- porte del blastocisto o huevo fecundado, en cuyo interior permanece de forma fisiológica tres días hasta que llega a la cavidad uterina. El útero es un órgano muscular hueco si- tuado en la pelvis, entre la vejiga y el recto. Se comunica lateralmentecon las trompas e inferiormente con la vagina. 14 Tratado de reproducción humana para enfermería A: F. primordial B: F. preantral C: F. antral D: F. preovulatorio Figura 15. Esquema del desarrollo folicular. Membrana basal Ovocito Capa granulosa Membrana basal Capa granulosa Ovocito Células secretoras de esteroides Zona pelúcida Teca interna Membrana basal Ovocito Zona pelúcida Capa granulosa Antro Teca interna Vasos D C B A Membrana basal Vasos Ovocito Zona pelúcida Antro � En el útero se distinguen dos partes bien diferenciadas: cuerpo y cuello. Ambos están unidos por el istmo, formando un ángulo obtuso abierto hacia delante generalmente, por eso se habla de útero en anteflexión. El cuerpo uterino tiene forma de pera, siendo más ancho por su parte superior o fondo. Su tamaño varía de 5 a 8 cm de lon- gitud y su peso entre 40 a 60 g. La cavidad está recubierta por la mucosa endometrial con los ostium tubáricos en la parte superior. En la parte inferior tiene un orificio por donde se comunica con el cérvix a través del istmo. Por fuera de la mucosa se encuentra la capa muscular o miometrio, que es la parte principal, y por fuera está recubierto por peritoneo. El cérvix uterino mide de 2,5 a 3 cm. Tiene forma cilíndrica. Se inserta en la vagi- na, distinguiéndose una parte intravaginal y otra supravaginal. La porción intravaginal es el hocico de tenca. Los espacios entre cuello y vagina forman los fondos de saco anterior, posterior y laterales. En el vértice se encuen- tra el orificio cervical, redondeado en las nulíparas y transversal en la multíparas. El canal cervical se une al cuerpo a través del orificio cervical interno y a la vagina por medio del orificio cervical externo. En el cuello distinguimos el canal endocervical (superior), revestido de epitelio cilíndrico con glándulas, y el exocervix (inferior), cu- bierto por epitelio poliestratificado, similar al vaginal. En la unión entre el endocérvix y el exocérvix se produce la mayoría de los cán- ceres de cuello uterino Por delante y a través de la plica vesicou- terina, el útero se relaciona con la vejiga y, por detrás, a través del fondo de saco de Douglas, con el recto. • Vagina: Es un conducto cilíndrico músculo-ten- dinoso, que va desde la vulva al cuello uteri- no. Habitualmente su cavidad es virtual y su pared anterior está apoyada en la posterior, excepto en la parte superior, donde tiene forma de cúpula alrededor del exocérvix. En Anatomía de la reproducción 15 Figura 16. Trompas y útero. Parte intersticial Istmo Istmo Cuerpo5 cms 2,5 cms Cérvix Ampolla Fimbrias la proximidad del cuello, la vagina se dilata formando dos pliegues (fórnix o fondos de saco) que envuelven el cérvix (Figura 17). El conducto vaginal mide 8 cm de lon- gitud y tiene una anchura de 2 a 3 cm, aun- que con grandes variaciones individuales. Está formado por una capa externa de teji- do conjuntivo, una capa media muscular y una capa interna, que es la mucosa, consti- tuida por un epitelio poliestratificado simi- lar al exocérvix que sufre modificaciones cíclicas según la fase del ciclo en que nos encontremos. La vagina se relaciona íntimamente por delante con la vejiga y por detrás con el recto. • Aparato genital externo o vulva. (Figura 18): La vulva es una región anatómica com- pleja que abarca el conjunto de los órganos genitales externos de la mujer. Distinguimos cuatro regiones anatómicas: 1. Monte de Venus. Es una acumulación de tejido adiposo subcutáneo situada sobre el pubis. Está recubierta de vello en un área triangular de base superior, el vérti- ce inferior del triángulo se confunde con la unión de los labios mayores. 2. Labios mayores. Son dos grandes pliegues de la piel que delimitan la hendidura vul- var. Miden 8 o 9 cm de longitud. Su ca- ra externa es de piel rugosa y muy pigmentada, cubierta por pelos largos y rizosos, y tiene glándulas sudoríparas y sebáceas. La cara interna mantiene el as- pecto de las mucosas. Los labios mayores se unen por delante en la comisura ante- 16 Tratado de reproducción humana para enfermería Canal vaginal Fórnix vaginal Cérvix uterino Figura 17. Unión entre cuello y vagina. Figura 18. Genitales externos femeninos. Monte de Venus Clítoris Labios mayores Orificio uretral Orificio gavinal Desembocadura de las glándulas de Bartolini rior y por detrás en la comisura posterior u horquilla vulvar. 3. Labios menores (ninfas). Se sitúan por dentro de los mayores. Miden 3 cm. Si- guen la misma dirección que los mayores y terminan soldándose con los mayores en la unión de los tercios medio e infe- rior. La extremidad anterior se desdobla en dos pliegues que rodean al clítoris adosándose uno al otro para formar el ca- puchón, mientras que los repliegues infe- riores contribuyen a formar el “frenillo” del clítoris. 4. Vestíbulo o introito. Es la zona delimita- da entre los labios menores y la entrada a la vagina. En este espacio se encuentra el clítoris, por detrás la desembocadura de la uretra (meato urinario), en el centro la entrada a la vagina y hacia atrás y a los la- dos los conductos excretores de las glán- dulas de Bartholino. La entrada a la vagina está rodeada por un repliegue de la mucosa denominado hi- men. Forma una especie de tabique que no cierra totalmente la vagina, salvo en situa- ciones patológicas.Tras las relaciones sexua- les se desgarra y los fragmentos cicatriciales se denominan carúnculas himeneales. Las glándulas de Bartholino se sitúan en la parte posterior del introito y por dentro del tercio posterior de los labios mayores. Su conducto excretor desemboca entre el ter- cio posterior y los dos tercios anteriores del orificio vaginal. • Sistemas de sostén de los órganos geni- tales femeninos: Existe una serie de elementos que asegu- ran el mantenimiento de los órganos genita- les en el interior de la pelvis (Figura 19). Los elementos de sostén son los si- guientes: Anatomía de la reproducción 17 Figura 19. Esquema de los elementos de sostén de los órganos genitales femeninos. Útero Vagina (4/5 superiores) Tuba uterina (de Falopio) Ligamento largo Epoóforo (túbulos mesonéfricos craniais) Ligamento suspensor del ovario Paraoóforo (túbulos mesonéfricos caudais) Apéndice vesicular Ovario Ligamento propio del ovario Ligamento redondo (ligamentun teres) Residuos del ducto mesonéfrico caudal Glándula vestibular mayor Glándula parauretral Vestíbulo Uretra Vagina (1/5 inferior) Ducto de Garnier (ducto mesonéfrico cranial) 1. Ligamento ancho (largo). Es un replie- gue peritoneal que envuelve lateral- mente el útero y las trompas, quedando una capa anterior y otra posterior. Por su parte externa llega hasta las paredes pelvianas. En su interior discurren vasos y nervios. 2. Ligamentos útero-ováricos. Emergen de cada cuerno uterino y llegan al polo in- ferior del ovario. 3. Ligamentos tubo-ováricos. Unen la por- ción fímbrica de la trompa al polo supe- rior del ovario. 4. Ligamentos infundíbulo-pélvicos o sus- pensores del ovario. Son pliegues de la pa- red posterior del ligamento ancho que salen del polo superior del ovario y se pierden en la pared del peritoneo parietal. 5. Ligamentos redondos. Nacen de los cuernos uterinos, por delante y un poco por debajo de la trompa, discurren bajo la hoja anterior del peritoneo del liga- mento ancho, se dirigen hacia delante y hacia fuera, y penetran en el conducto inguinal para llegar a los labios mayores (en la zona del pubis). 6. Ligamentos útero-sacros. Nacen de la ca- ra posterior e inferior del útero y conec- tan con el sacro levantando el pliegue de peritoneo que viene a delimitar lateral- mente el fondo de saco de Douglas. 7. Tejido celular pelviano. Entre el suelo de la pelvis y el peritoneo que lo tapiza se encuentra un espacio relleno de tejido celular y tejido conjuntivo que forma auténticos ligamentos de sostén de los órganos que atraviesan el hiato genital. Los espacios se dividen en paracistios, parametriosy paraproctios, y se encuentran en la base del ligamento ancho. Los espesa- mientos conjuntivos se disponen en forma de estrella alrededor del cuello uterino y se dividen en ligamentos cardinales o de Mac- kenrodt (desde el cérvix y vagina hasta la pa- red pelviana), los ligamentos vesicouterinos (pilares de la vejiga) y la base de los ligamen- tos útero-sacros. • Vasos y ganglios del aparato genital fe- menino: La Figura 20 nos muestra un esquema del sistema vascular y linfático responsable de la irrigación del aparato genital interno feme- nino. De la arteria hipogástrica (ilíaca inter- na) sale la uterina y de ésta, las arterias espirales que penetran en el útero. • Aparato genital masculino (Figura 21 y 22): El hombre, al igual que otros mamíferos, tiene dos gónadas, que son estructuras ovoi- deas, simétricas, de tamaño aproximadamen- te similar, una a cada lado, que se conocen con el nombre de testículos. 18 Tratado de reproducción humana para enfermería Suprarrenal Aorta Riñón Ganglios paraaórticos Uréter Arteria mesentérica inferior Ganglios ilíacos externos Ovario TrompaÚtero Recto Ganglios obturadores Arteria ilíaca primitiva derecha Vena ovárica derecha Arteria ovárica derecha Cava inferior Figura 20. Vasos y ganglios del aparato genital femenino. El testículo (Figura 23) está situado dentro de las bolsas escrotales. El parénqui- ma está recubierto por una fina membrana fibrosa con elementos musculares lisos de capacidad contráctil (túnica albugínea). Consta de dos partes bien diferenciadas: la corteza y la médula, siendo esta última, a diferencia del ovario, la parte más desarro- llada. Es en la médula donde se encuentran los tubos seminíferos, lugar de producción de los espermatozoides. Estos tubos con- vergen hacia la rete testis y de aquí se van a comunicar, a través de los tubos eferentes, con el epidídimo. - Epidídimo: se trata de un tubo enrollado en espiral, de varios metros de longitud, que se comunica con el tubo deferente. - Deferente: sirve de conducción de los espermatozoides hacia los órganos acce- sorios. - Órganos accesorios: vesículas seminales, próstata y glándulas bulbouretrales de Cowper: • Vesículas seminales: son un par de es- tructuras localizadas en la parte poste- rior de la zona del trígono de la vejiga urinaria. Liberan una secreción rica en fructosa a la uretra a través de los conductos eyaculadores. Los esper- matozoides continúan recibiendo lípi- dos, potasio, aminoácidos y sustancias de tipo tampón, como oxalatos y ácido cítrico. • La próstata rodea la base de la uretra y vierte su contenido a la luz uretral durante la eyaculación. Aporta al lí- quido seminal gran contenido de prostaglandinas. Secreta un líquido li- geramente ácido y rico en fosfatasa ácida, ácido cítrico, zinc y una serie de enzimas proteolíticas. • Las glándulas bulbouretrales de Cow- per vierten su contenido al interior de la uretra. Secretan un líquido lu- brificante que mantiene la humedad en el interior uretral. En el momento de la máxima excitación sexual y erección plena, su contenido puede ser liberado antes de la eyaculación, llevando consigo algunas veces unos pocos espermatozoides. • La uretra es el conducto final a través del que salen el semen y la orina. Anatomía de la reproducción 19 Figura 21. Esquema del aparato genital masculino. Figura 23. Testículo. Vesícula seminal Próstata Conducto deferente Uretra Glándula bulbouretral o de Cowper Testículo Epidídimo Ampolla seminal Cabeza epididimaria Conducto eferente Túbulos seminíferos Túnica vaginal Túnica albugiínea Rete testis Cola de epidídimo 3. Aparato digestivo (porción distal: colon sigmoide y recto) El intestino delgado continúa con el co- lon ascendente, transverso y, descendente, y posteriormente con el sigma, recto y ano, con su esfínter muscular interno involunta- rio y su esfínter externo voluntario. El colon sigmoide tiene forma de “s” , cuando ingresa en la pelvis rectifica su reco- rrido y se convierte en el recto; a medida que el recto se hace posterior a la vagina, se expande en la ampolla rectal, en el extremo distal del recto, la unión anorrectal se incli- na en un ángulo abierto hacia la cara poste- rior de 90º (Figura 24). El recto se relaciona en su cara anterior con la vagina y el útero.Al fondo de saco en- tre útero y recto se le conoce como Douglas. MAMAS La mama es una glándula par situada en el tercio medio de cada hemipared anterior del tórax. Su forma y tamaño varían consi- derablemente en cada mujer, edad y raza. Se trata de glándulas de secreción externa que poseen, de forma más desarrollada, las hem- bras de algunas especies animales (mamífe- ros) y están destinadas a alimentar a las crías en los primeros tiempos de su vida. Cabe significar la singularidad que las mamas tienen como elemento importante en la estética femenina. Desde el punto de vista embriológico (Figura 25), al final de la sexta semana de vi- da intrauterina, cuando el embrión mide 12 mm, se forman las crestas mamarias, espe- samientos que se extienden desde el origen de 20 Tratado de reproducción humana para enfermería Sacro Recto Conducto deferente Vesícula seminal Conducto eyaculador Próstata Ano Glándula bulbouretral Conducto deferente Cola de epidídimoEscroto Túbulos seminíferos del testículo Glande del pene Uretra Pene Tejido eréctil del pene Hueso del pubis Vegija urinaria Uréter Figura 22. Esquema del aparato genital masculino. los miembros superiores hasta la zona supe- rointerna de los miembros inferiores (aproxi- madamente entre las líneas axilar e inguinal). Posteriormente, la cresta desaparece como tal, pero se mantienen 6 o 7 pares de promi- nencias, que son los llamados puntos lácteos. La falta de regresión de alguno de estos pun- tos da lugar a las llamadas mamas supernu- merarias o accesorias. Hacia la novena semana sólo permanece un par, el cuarto, si- tuado en la región pectoral, que se constitu- ye en el primer esbozo de la glándula mamaria. Cuando el embrión tiene 20-30 mm se produce en el esbozo inicial una prolifera- ción epidérmica que es el brote mamilar primitivo. El esbozo adquiere forma de bul- bo. Ensanchándose hacia la profundidad y en Anatomía de la reproducción 21 Figura 24. Porción distal del aparato digestivo. Capa de músculo longitudinal Capa de músculo longitudinal Ganglio linfático Profundo Superficial Subcutáneo Septo fibroso Línea pectíneaPiel del ano Válvula anal Músculo elevador del ano Estratos musculares del esfínter anal externo Capa de músculo circular Fondo de saco de Douglas Cuello uterino Músculo rectopubiano (cincha) Músculo elevador del ano Columna anal Seno anal Vagina Esfínter anal interno Esfínter anal externo Tabique recto-vaginal el fondo aparece la placa de Langer. De esta placa parten pequeños cordones epiteliales en cuyo seno se crea más tarde una luz cen- tral, cordones que se acaban convirtiendo hacia el sexto mes de vida intrauterina en unos canalículos que son el esbozo de los fu- turos conductos galactóforos. Sólo el pezón con una pequeña areola y algunos conduc- tos forman la mama del recién nacido, indi- ferenciada para ambos sexos. El crecimiento de la mama infantil se completará en la pubertad, y su definitivo desarrollo sólo será realidad en el embarazo y la lactancia. Desde el punto de vista anatómico (Fi- gura 26), las mamas están situadas en la pa- red anterior del tórax, delante de los músculos pectorales, y se extienden entre la tercera y séptima costillas y entre el borde del esternón y una línea que pasa por el bor- de anterior de la axila. Anatómicamente, distinguimos dos zonas en la mama: superficie cutánea y la glándula propiamente dicha. - Superficie cutánea. Recubre la cara ante- rior y presenta tres partes: la piel, algo más delgada y suave que la del tórax, con glándulas sudoríparas y folículos pilose- báceos, la areola con piel delgada y pig- mentada con glándulas sudoríparas ysebáceas (tubérculos de Montgomery) y el pezón, mamelón cónico que se pro- yecta hacia fuera, de piel delgada, fuerte- mente pigmentado, con un gran número de papilas pero sin folículos pilosos ni glándulas sudoríparas. - Bajo la piel existe un panículo adiposo, continuación del tórax, que al llegar a la mama se divide en dos hojas: una profun- da retromamaria, situada entre la glándu- la y la fascia superficialis del músculo pectoral mayor, y otra superficial o pre- mamaria, que entre la piel y la glándula va adelgazando progresivamente hasta desaparecer a nivel de la aréola. De la su- perficie de la glándula parten unos tabi- ques que, fijándola a la dermis por delante y a la fascia superficialis por detrás, 22 Tratado de reproducción humana para enfermería Figura 25. Desarrollo embriológico de la mama. Crestas mamarias. Figura 26. Anatomía de la mama. Corte sagital. Pectoral mayor Fascia superficialis Panículo adiposo primario Panículo adiposo retromamario constituyen el aparato suspensor de la mama. Son elementos de naturaleza con- juntiva y especialmente abundantes en el hemisferio superior (ligamentos suspen- sorios de Cooper). Estos tabiques limitan celdas rellenas de tejido adiposo (fosas adiposas de Duret). - Glándula mamaria: consta de parénqui- ma mamario y tejido conjuntivo inters- ticial de soporte. Se trata de una glándula de tipo tuboacinosa constituida por unos 15-20 lóbulos, que convergen en la zona del pezón. Cada lóbulo se forma de la unión de varios lobulillos y tiene su conducto excretor propio, el conducto galactóforo. - Histológicamente (Figura 27) existen tres partes bien diferenciadas: acinis, con- ductos excretores y tejido conjuntivo in- tersticial. Los acinis son pequeñas formaciones fu- siformes formadas por membrana propia, ca- pa celular externa con capacidad contráctil y capa celular interna que rodea la luz de los acinis, y tienen capacidad secretora. Los conductos excretores intralobulares son la continuación de los acinis, se reúnen y forman los conductos interlobares. Éstos a su vez, por uniones diversas, forman los con- ductos galactóforos, uno por lóbulo. Los con- ductos galactóforos se dirigen al pezón y, a la altura de su base, suelen presentar una dilata- ción o seno lactífero. Desembocan en el vér- tice del pezón por los poros lactíferos (8-15). Todos los conductos excretores son idénticos histológicamente, y están formados por una membrana basal y un epitelio celular. El tejido conjuntivo intersticial sirve de soporte a vasos linfáticos y nervios, así como a células adiposas y células intersticiales. BIBLIOGRAFÍA 1 Copeland LJ, Jarrell JF, eds. Ginecología. 2 ed. Madrid:Editorial Médica Panamericana;2003. 2 Cabero L, ed.Tratado de obstetricia y gine- cología. Tomo I. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2003. 3 Cunningham FG, Gant NF, Leveno KJ, et al, eds.Williams Obstericia. 21 ed. Madrid: Edi- torial Médica Panamericana; 2003. 4 Danforth S, ed. Tratado de obstetricia y gi- necología. 8 ed. Madrid: McGraw-Hill Interamericana de España; 2001. 5 Moore KL, Persaud TVN, eds. Embriología clínica. 6 ed. Madrid: McGraw-Hill Inter- americana de España; 2001. 6 Speroff L, Glass RH, Kase NG, eds. Endocri- nología ginecológica e infertilidad. 1 ed en castellano. Madrid:Waverly Hispánica; 2000. 7 Usandizaga JA, De la Fuente P, eds.Tratado de obstetricia y ginecología. Vol 1. Madrid: McGraw-Hill Interamericana de España; 2004. 8 Vanrell JA, Iglesias X, Cabero Ll. Manual de obstetricia y ginecología para pregraduados. Barcelona: Masson-Salvat Medicina; 1994. Anatomía de la reproducción 23 Figura 27. Histología de la mama. Lóbulo mamario Acini Conducto interlobular Seno lactífero
Compartir