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38 Infección por Helicobacter pylori Orientación MIR Es un tema fundamental. Su estudio permite entender el manejo de la enfermedad ulcerosa. Es muy importante conocer el diagnóstico y la rentabilidad de las pruebas diagnósticas, así como las diversas pautas de tratamiento. H. pylori es un bacilo gramnegativo, de morfología curvada, microaerófilo. 7.1. Epidemiología La prevalencia de la infección por H. pylori varía de acuerdo con la edad, la zona geográfica y la clase socioeconómica, siendo más alta en los países menos desarrollados (80-90%). En los desarrollados, más del 50% de los adultos están infectados. El mecanismo de transmisión es todavía controvertido; en general, se acepta que se produce de persona a persona. Además, se sugiere que puede existir una transmisión fecal-oral u oral-oral (o transmisión por agua contaminada) (MIR 13-14, 79). 7.2. Fisiopatología Factores de virulencia Se remite al lector a la Tabla 7.1 para su estudio. Factor de virulencia Propiedad que otorga Morfología curvada y presencia de flagelos Gran movilidad que permite penetrar por la capa moco de estómago Adhesina Facilita la unión de la bacteria a las células epiteliales (tropismo) Ureasa Transforma urea en amonio y CO2 neutralizándose la acidez gástrica de alrededor de la bacteria Amonio Interacción amonio y agua generándose iones hidróxido, lesivos para células epiteliales gástricas Factores de virulencia específicos: • Proteína del gen asociado a citotoxina (Cag A) • Citocina vacuolizante (Vac A) Presentes en algunas cepas de H. pylori Aumentan poder patógeno Generan mayor respuesta inflamatoria: justifica mayor riesgo de enfermedad ulcerosa péptica y adenocarcinoma (MIR 09-10, 226) Tabla 7.1. Factores de virulencia 7.3. Clínica La mayoría de los infectados permanecen asintomáticos. La infección por H. pylori puede dar lugar a una gastritis aguda, en gene- ral asintomática, pero la inflamación persiste mientras dure la infección. Por eso no se puede hablar de portadores sanos, y sí de gastritis crónica inicialmente superficial. Estos pacientes pueden desarrollar distintas enfer- medades (Tabla 7.2). Manifestaciones clínicas Úlcera péptica: duodenal (90-95% colonización gástrica por H. pylori) y gástrica (60-70% colonizados por H. pylori) * Nota: sólo el 10% de la población colonizada por la bacteria padece una úlcera duodenal, por lo que otros factores deben contribuir a su desarrollo Gastritis: • Gastritis aguda • Gastritis crónica activa o tipo B • Gastritis crónica atrófica multifocal. Puede asociar metaplasia (lesión preneoplásica) Linfoma no Hodgkin primario gástrico de bajo grado de tipo MALT (relación etiológica demostrada) (MIR 13-14, 79) Adenocarcinoma gástrico de tipo intestinal Dispepsia no ulcerosa Manifestaciones hematológicas: anemia ferropénica, trombopenia, déficit de vitamina B12 Tabla 7.2. Distintas manifestaciones clínicas de la infección por H. pylori Recuerda ➔ El reflujo gastroesofágico no está asociado con la infección por H. pylori y, por tanto, no es indicación de tratamiento erradicador (MIR 15-16, 233). 7.4. Diagnóstico El diagnóstico de infección por H. pylori puede determinarse por varios métodos (Tabla 7.3). Elección de la técnica diagnóstica. Depende de si es necesaria la reali- zación de una gastroscopia o no, tanto en el diagnóstico inicial como en el estudio de control tras el tratamiento erradicador. Así, no se recomienda realizar una gastroscopia con la única indicación de llevar a cabo un estudio de infección por H. pylori o para monitorización del tratamiento erradica- dor, sino que se aconseja practicar un test invasivo sólo si se realiza la gastroscopia por otra justificación clínica. Únicamente estará justificada la 07 39 07. Infección por Helicobacter pylori. DG solicitud de una gastroscopia para el estudio específico de H. pylori ante la necesidad de realizar un estudio de sensibilidad antibiótica. Figura 7.1. Test de la ureasa. A la izquierda de la imagen, test de la ureasa negativo, y a la derecha, test de la ureasa positivo, dado el cambio de color del reactivo, tras introducción de biopsia de antro gástrico H. py 13 CO2 NH3 Gastritis Torrente sanguíneo Detección aire espirado Urea-C13 Pulmón Figura 7.2. Fundamentos del test del aliento Tanto si se utiliza una prueba invasiva como no invasiva, se recomienda: • Evitar cualquier tratamiento antibiótico y bismuto durante al menos 4 semanas antes de la evaluación de la infección por H. pylori. • Suspender los IBP, al menos 2 semanas antes de la evaluación de la infección por la bacteria, ya que, si no, se incrementan los falsos negativos. Se recomienda comprobar la curación de la infección tras el tratamiento en todos los casos. En general se hará con una prueba no invasiva como el test del aliento (Figura 7.2) o antígenos fecales, salvo que se realice gastros- copia por otra justificación clínica. En este caso, se utilizan especialmente el estudio histológico o el test de la ureasa (Figura 7.1), esperando para realizar la prueba diagnóstica al menos 4 semanas después de finalizar el tratamiento. 7.5. Tratamiento Para poder realizar el tratamiento, la infección por H. pylori debe ser previa- mente diagnosticada. No se deben realizar tratamientos empíricos. Las recomendaciones sobre las indicaciones de tratamiento de la infección por H. pylori son (MIR 12-13, 35): • Pacientes con cualquier gastritis asociada a H. pylori. • Pacientes con úlcera gástrica o duodenal. • Pacientes con linfoma no Hodgkin (LNH) gástrico de bajo grado, de tipo MALT. • Pacientes con atrofia mucosa gástrica o metaplasia intestinal. • A los familiares de primer grado de un paciente diagnosticado de ade- nocarcinoma gástrico. • Se recomienda ofrecer tratamiento erradicador a todo paciente diag- nosticado de infección por H. pylori. • Pacientes con dispepsia funcional. Técnica de identificación Métodos invasivos Requieren endoscopia (toma de biopsias gástricas, de antro. Evitar zonas atróficas y/o metaplasia intestinal) Estudio histológico (GIEMSA) Método directo de detección de la bacteria S: 85-90%. E: 95-100% Test de la ureasa rápida Método indirecto (colorimétrico): valora existencia de ureasa y no del germen (se basa en que la ureasa producida por la bacteria hidroliza la urea y cambia el color de un indicador) (Figura 7.1) Rápido y económico S: 90-95%. E: 97-100% (MIR 16-17, 45; MIR 11-12, 32) Cultivo Método directo de detección de la bacteria Caro y lento Método más específico Escasa sensibilidad Permite antibiograma (identifica resistencias a los antibióticos) Técnica de identificación Métodos no invasivos No requieren endoscopia (no toma de biopsias gástricas) Test del aliento con urea marcada con carbono isotópico (C-13) Método indirecto S: 94%. E: 96% Mejor test diagnóstico por su alta precisión y fácil de realizar Pruebas serológicas Estudios epidemiológicos (serología podría ser utilizada como diagnóstico tras validación local de la prueba) Método indirecto S: 85%. E: 75% No útil para valorar erradicación (los títulos de Ac descienden a partir del 6.º mes postratamiento) Detección de antígenos fecales Método ELISA con Ac monoclonales para detección de Ag en heces (precisión diagnóstica equivalente al test de aliento en laboratorios validados) Método indirecto S: 94%. E: 96% Peor aceptado, tanto por pacientes como por personal sanitario Tabla 7.3. Métodos diagnósticos de la infección por H. pylori 40 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición • Pacientes con resección quirúrgica o endoscópica de un cáncer gás- trico, como prevención de recidiva neoplásica. Además, se aconseja realizar a todo paciente que vaya a ser sometido a cirugía bariátrica para tratamiento de la obesidad. • Pacientes con anemia ferropénica de causa no explicada. • Pacientes con púrpura trombocitopénica idiopática. • Pacientes con déficit de vitamina B12 no explicablepor otras causas. • Pacientes con antecedentes de úlcera que van a requerir tratamiento con AINE o AAS de manera continuada. Recuerda ➔ Para el tratamiento de la úlcera por H. pylori, se aconseja obtener previamente el diagnóstico, evitando los tratamientos empíricos. La erradicación de H. pylori mejora la gastritis, pero habitualmente no la atrofia ni la metaplasia intestinal. Aunque el tratamiento de la infección puede acelerar la cicatrización de las úlceras pépticas, la principal razón para tratarlo es evitar las recurrencias. Además, también disminuye la inci- dencia de complicaciones de la úlcera péptica. Es muy importante des- tacar que en los casos clínicos donde se pretenda ser eficiente (mismo resultado al menor coste) desde el punto de vista diagnóstico-terapéutico, puede indicarse directamente tratamiento erradicador de H. pylori, sin rea- lizar diagnóstico previo de colonización, si se trata de una úlcera duodenal. Existen muchos regímenes de tratamiento útiles. No obstante, no se acon- seja utilizar monoterapia por su escasa eficacia y el riesgo de aparición de resistencias. Los tratamientos con dos fármacos combinados son poco utilizados. Se consideran más eficaces las cuádruples terapias empleadas durante 1-2 semanas. La pauta de actuación es la siguiente (Figura 7.3). a) Si el paciente no es alérgico a las penicilinas: - Como tratamiento de pri- mera línea se sugiere una pauta cuádruple con un IBP, claritromicina, amoxicilina y metronidazol cada 12 horas durante 14 días. - Tras el fracaso del tratamiento de primera línea, se reco- mienda como segunda línea una de las siguientes alternati- vas: una pauta cuádruple con IBP, amoxicilina, levofloxacino y bismuto durante 14 días, o bien una pauta cuádruple con IBP, bismuto, doxiciclina y metronidazol 10-14 días. - Si fracasa el tratamiento de segunda línea, se recomienda como tercera línea la pauta descrita en segunda línea no utilizada. Como se aprecia en la Figura 7.3, estas segunda y tercera líneas pueden inter- cambiar su orden de pres- cripción. - Si fracasa este tratamiento de tercera línea, se recomienda como cuarta línea IBP, amoxicilina y rifabutina. - Si fracasa la cuarta línea, será necesario reevaluar si es impres- cindible la erradicación, y si lo es, remitir al paciente a un centro de referencia para valorar la realización de cultivo y antibio- grama. b) En los casos en los que el paciente sea alérgico a la penicilina, el protocolo a seguir es el siguiente: - Primera línea: pauta cuádruple con IBP, bismuto, doxiciclina y metronidazol 10-14 días. - Segunda línea: terapia triple con IBP, levofloxacino y claritromi- cina durante 10 días. - Si fracasa el tratamiento de segunda línea, se debe reevaluar si es imprescindible la erradicación, y si lo es, remitir al paciente a un centro de referencia para valorar cultivo y antibiograma. Recuerda ➔ El tratamiento erradicador tiene como objetivo fundamental evitar las recurrencias de la enfermedad ulcerosa. Preguntas MIR ➔ MIR 16-17, 45 ➔ MIR 15-16, 233 ➔ MIR 13-14, 79 ➔ MIR 12-13, 35 ➔ MIR 11-12, 32 ➔ MIR 09-10, 226 ¿Alergia a penicilina? 1. ª lín ea 2. ª lín ea 3. ª lií n ea 4. ª lií n ea IBP/12 h Claritromicina 500 mg/12 h Levo�oxacino 500 mg/24 h 10 días SíNo IBP/12 h Bismuto 120 mg/6 h o 240 mg/12 h Doxiciclina 100 mg/12 h Metronidazol 500 mg/8 h 10 o 14 días IBP/12 h Amoxicilina 1 g/12 h Levo�oxacino 500 mg/24 h Bismuto 240 mg/12 h 14 días IBP/12 h Amoxicilina 1 g/12 h Levo�oxacino 500 mg/24 h Bismuto 240 mg/12 h 14 días IBP/12 h Bismuto 120 mg/6 h o 240 mg/12 h Doxiciclina 100 mg/12 h Metronidazol 500 mg/8 h 10 o14 días IBP/12 h Amoxicilina 1 g/12 h Claritromicina 500 mg/12 h Metronidazol 500 mg/12 h 14 días IBP/12 h Amoxicilina 1 g/12 h Rifabutina 150 mg/12 h 10 días IBP/12 h Bismuto 120 mg/6 h o 240 mg/12 h Doxiciclina 100 mg/12 h Metronidazol 500 mg/8 h 10 o14 días Figura 7.3. Protocolo de tratamiento ante H. pylori 41 07. Infección por Helicobacter pylori. DG Hombre de 65 años, alérgico a betalactámicos, es diagnosticado de úlcera péptica duodenal mediante endoscopia oral. ¿Cuál, de entre los siguientes, le parece el tratamiento más conveniente? 1) Clavulánico + Ciprofloxacino + Bismuto coloidal, durante 7 días. 2) Levofloxacino + Bismuto coloidal + Pantoprazol, durante 10 días. 3) Claritromicina + Bismuto coloidal + Omeprazol, durante 20 días. 4) Metronidazol + Doxiciclina + Pantoprazol + Bismuto, durante 10 días. RC: 4 Casos Clínicos ✔ El diagnóstico de certeza de la infección por H. pylori es el aislamiento en medios de cultivo de la bacteria. ✔ El test de la ureasa y la tinción con la técnica de Giemsa de la mucosa gástrica son técnicas de alta sensibilidad diagnóstica. ✔ El test del aliento con urea marcada con C-13 es sencillo, no invasivo, y tiene una excelente sensibilidad y especificidad, lo que le otorga va- lidez en casi todas las circunstancias en que se sospeche la infección por H. pylori. ✔ La detección de antígenos de H. pylori en heces posee igual sensibi- lidad y especificidad que el test del aliento si se realiza en laborato- rios validados, con anticuerpos monoclonales, mediante método de ELISA. Conceptos Clave Recursos de la asignatura