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See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/331091634 Actualización sobre los efectos adversos durante la terapia con dieta cetogénica en la epilepsia refractaria pediátrica Article in Revista de Neurología · January 2018 DOI: 10.33588/rn.6606.2017280 CITATIONS 7 READS 3,529 4 authors, including: Marisa Laura Armeno Paediatric Hospital Dr. Juan P. Garrahan 38 PUBLICATIONS 542 CITATIONS SEE PROFILE Roberto Caraballo Paediatric Hospital Dr. Juan P. Garrahan 288 PUBLICATIONS 7,572 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Marisa Laura Armeno on 15 April 2020. 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Es una dieta alta en grasas y baja en hidratos de carbono que se utiliza en el trata- miento de la epilepsia refractaria pediátrica, efecti- va en alrededor del 50% de los pacientes que la ini- cian [2,3]. El uso de la DC se encuentra en aumento desde el año 2008 debido a los consensos interna- cionales publicados y a los ensayos clínicos que de- mostraron su efi cacia en la epilepsia refractaria [4-6]. Hoy en día también se está investigando el uso de la dieta en otros trastornos [7]. La DC, en sus distin- tas versiones (clásica, de Atkins modifi cada, de bajo índice glucémico) se utiliza ampliamente en Argen- tina desde hace muchos años [8,9]. La DC es un tratamiento seguro, pero no es ino- cuo, ya que en un 10% de los pacientes puede pro- ducirse algún efecto adverso. En general es bien to- lerado, y un 60% de los pacientes la continúan du- rante más de seis meses [10]. Los pacientes que aban- donan, en general, suelen hacerlo por su falta de efi - cacia más que por intolerancia [11]. La DC es un plan alimentario desequilibrado tan- to en macro como en micronutrientes, que puede causar défi cits nutricionales en energía, proteínas, minerales y vitaminas, y exceso de lípidos [12], con riesgo de ocasionar efectos secundarios no deseados tanto al inicio del tratamiento como de forma tardía. Los cambios metabólicos que induce la DC son radicales y defi nidos, y fuerza a cada célula del or- ganismo a obtener energía de la β-oxidación en lu- gar de la glucólisis. En este proceso, la DC produce acidosis metabólica compensada y disminución de la glucemia basal, y afecta a las vías metabólicas y hormonales, y a la producción de neurotransmiso- res [13,14]. Bien manejados y prevenidos, los efectos adver- sos más comunes no son generalmente graves, y en pocos pacientes resulta necesaria la interrupción de la DC [4]. El objetivo de este documento es brindar herra- mientas para el manejo y la prevención de los efec- tos adversos durante el tratamiento con la DC para pediatras y equipos de DC y mostrar nuestra expe- riencia en el seguimiento prospectivo de nuestra co- horte en el Hospital J.P. Garrahan. Entre los años 2014 y 2016 se realizó un estudio prospectivo en 51 pacientes con epilepsia refracta- ria que recibieron la DC. Para la elección de los pa- cientes se citó a todos los niños y adolescentes con diagnóstico de epilepsia refractaria derivados del Actualización sobre los efectos adversos durante la terapia con dieta cetogénica en la epilepsia refractaria pediátrica Marisa Armeno, Cecilia Araujo, Betiana Sotomontesano, Roberto H. Caraballo Introducción. La dieta cetogénica es una terapia no farmacológica que se ha usado como alternativa para el tratamiento de la epilepsia refractaria desde 1921. Es una dieta alta en grasas y baja en hidratos de carbono, que se utiliza en el trata- miento de la epilepsia refractaria pediátrica, efectiva en alrededor del 50% de los pacientes que la inician. Se trata de un plan alimentario desequilibrado tanto en macro como en micronutrientes, que puede causar défi cits nutricionales en energía, proteínas, minerales y vitaminas, y exceso de lípidos, con riesgo de ocasionar efectos secundarios no deseados tanto en el inicio del tratamiento como de forma tardía. Desarrollo. Se describen los efectos adversos más frecuentes que se presentan en forma aguda o tardíamente, y se brin- dan herramientas para su manejo y prevención durante el tratamiento para pediatras y equipos de dieta cetogénica. Conclusiones. Algunos efectos adversos son de difícil interpretación, y pueden ser manifestación por afectación a diferen- tes niveles del organismo, poniendo en duda si son secundarios a la dieta, a la medicación antiepiléptica o a intercurren- cias del propio paciente. Es importante seguir el protocolo de frecuencia de estudios y evaluaciones para detectar y preve- nir estos efectos, y consultar a centros de referencia evaluando el coste-benefi cio de continuar o no el tratamiento. Palabras clave. Complicaciones.Dieta cetogénica. Efectos adversos. Epilepsia refractaria. Manejo clínico. Servicio de Nutrición (M. Armeno, C. Araujo); Servicio de Neurología (R.H. Caraballo); Área de Alimentación (B. Sotomontesano). Hospital de Pediatría Prof. Dr. Juan P. Garrahan. Buenos Aires, Argentina. Correspondencia: Dra. Marisa Armeno. Servicio de Nutrición. Hospital de Pediatría Prof. Dr. Juan P. Garrahan. Combate de los Pozos, 1881. CP 1245. Buenos Aires, Argentina. E-mail: mlarmeno@gmail.com Aceptado tras revisión externa: 13.11.17. Cómo citar este artículo: Armeno M, Araujo C, Sotomontesano B, Caraballo RH. Actualización sobre los efectos adversos durante la terapia con dieta cetogénica en la epilepsia refractaria pediátrica. Rev Neurol 2018; XX: XXX-XXX. © 2018 Revista de Neurología 2 www.neurologia.com Rev Neurol 2018; 66 (X): X M. Armeno, et al servicio de neurología con indicación de DC. Se to- maron como criterios de inclusión pacientes de se- xo femenino o masculino entre 8 meses y 18 años de edad, con diagnóstico de epilepsia refractaria a tratamiento según defi nición establecida [15] o con diagnóstico confi rmado o sospechado de défi cit del transportador de glut-1 o defi ciencia de piruvato- deshidrogenasa, aunque no cumplieran con los cri- terios de epilepsia refractaria a tratamiento con daño neurológico con o sin retraso mental, y cuya madre, padre o cuidador hubieran dado su consen- timiento para participar en el estudio. Quedaron excluidos los pacientes cuya enfermedad neuroló- gica fuera de tipo evolutiva, los que habían recibido corticoterapia en los últimos tres meses o presenta- ran historia de dislipidemia, enfermedad renal, he- pática, cardíaca o trastorno metabólico asociado, los que tenían bajo peso (IMC < 3 desviaciones es- tándares) o desnutrición grave o moderada, o los que no contaran con familia continente. Usamos un protocolo de inducción de DC en forma semiambulatoria en la unidad metabólica del servicio de nutrición, con modalidad de hospi- tal de día durante cuatro días consecutivos. La die- ta es una DC clásica modifi cada, con una relación cetogénica/anticetogénica de 4 a 1 y de 3 a 1 o 2 a 1 en los niños menores de 3 años, sin ayuno previo ni restricción calórica ni de líquidos. Todos los pa- cientes recibieron suplementos vitamínicos y mi- nerales sin hidratos de carbono según la edad y el sexo. El inicio de la DC se llevó a cabo preferentemen- te en la modalidad ambulatoria, a excepción de los pacientes menores de 2 años o que por situación sociodemográfi ca o gravedad de las crisis convulsi- vas requirieron ingreso. Tabla. Manejo clínico de los efectos adversos durante la dieta cetogénica. Monitorización clínica/laboratorio Manejo clínico Vómitos Controles de cetonemia y cetonuria Zumo de naranja, hidratación vía oral/endovenosa, sales de rehidratación oral Acidosis metabólica Control medio interno a la semana, al mes y cada tres meses Hidratación, citrato de potasio, disminución de la ratio cetogénica, bicarbonato sódico Hipoglucemia Controles de glucemia capilar preprandiales Corrección con zumo de naranja (20 mL) Hiperlipidemia Control del perfi l lipídico cada tres meses Cambiar el tipo de grasas, aumentar los aceites, disminuir las grasas saturadas, reducir el colesterol, agregar omega-3, considerar la disminución de la ratio cetogénica Enfermedad cardiovascular Dosis de selenio plasmático previo y cada 3-6 meses Suplementación adicional con selenio, controles de niveles plasmáticos Gastrointestinales Refl ujo gastroesofágico Estreñimiento Dolor abdominal Hígado graso Pancreatitis Bloqueantes H2 Inhibidores de la bomba de protones Aumentar líquidos, agregar fi bra, vaselina líquida, laxantes sin carbohidratos Laboratorio con hepatograma, amilasa, lipasa, trigliceridemia Nefrolitiasis Monitorización de la cetonuria Calcio/creatinina urinaria cada 3-6 meses Ecografía abdominal Análisis de orina completo Aumentar la hidratación Citratos para alcalinizar la orina Défi cits de vitaminas, minerales y oligoelementos Multivitamínicos específi cos para la dieta cetogénica sin carbohidratos Salud ósea Radiografía de edad ósea Absorciometría dual por rayos X Suplemento de calcio, vitamina D Infecciones, neutropenia Hemograma con frotis neutrófi los Ver la dosis de cobre Alteración del crecimiento Factor de crecimiento insulínico de tipo 1 Ajuste de la ratio proteínas/calorías, disminución de la ratio cetogénica, ajuste calórico 3www.neurologia.com Rev Neurol 2018; 66 (X): X Efectos adversos de la dieta cetogénica en la epilepsia refractaria pediátrica El seguimiento se realizó según protocolo inter- nacional [5]. Estudiamos los efectos adversos de la dieta durante los primeros seis meses, dividiéndo- los en efectos adversos agudos, los que se presenta- ron antes de los tres meses del inicio; y crónicos, los que lo hicieron entre los tres y los seis meses de tra- tamiento. Los efectos adversos agudos más comunes en esta cohorte entre el inicio y los tres primeros me- ses de la dieta fueron estreñimiento (n = 14), acido- sis metabólica (n = 13), hipoglucemia (n = 8), into- lerancia alimentaria (vómitos, rechazo a la comida; n = 6), hipercolesterolemia (n = 9) y hipertrigliceri- demia (n = 6). Los efectos a largo plazo a los seis meses fueron rechazo alimentario (n = 6), acidosis metabólica (n = 1), hipertrigliceridemia (n = 3), hi- percolesterolemia (n = 2), neutropenia (n = 1) y dé- fi cit de vitamina D (n = 1). Sólo en dos pacientes los efectos adversos fueron sufi cientemente graves co- mo para interrumpir la dieta. Los efectos adversos pueden clasifi carse en agu- dos o tempranos, los que aparecen durante el inicio o la inducción de la DC; y crónicos o de largo plazo, los que aparecen después de los primeros meses de comenzada la DC. También pueden dividirse en efectos adversos leves o comunes, y efectos adver- sos graves (Tabla). Efectos adversos agudos Hipoglucemia El riesgo de hipoglucemia tiende a aumentar duran- te la fase de inicio o inducción de la DC y en proto- colos que realizan ayuno previo [16]. Un estudio reciente que analizó datos en forma retrospectiva, utilizando el protocolo clásico con ayuno previo, encontró que un 28% de los pacientes presentaron glucemias menores a 40 mg% durante el inicio, y que los episodios de hipoglucemias de repetición son más frecuentes cuanto menor edad tiene el paciente [17]. En los protocolos donde no se utiliza el ayuno, la hipoglucemia es un efecto cada vez menos fre- cuente, pero que, aun así, hay que considerar du- rante la etapa de introducción del tratamiento al inducir la cetosis. Se debe prestar especial atención en los bebés, niños pequeños y en pacientes muy delgados o desnutridos, donde las reservas de glu- cógeno son escasas y entran más fácilmente en hi- poglucemia. Las monitorizaciones de glucemia capilar debe- rán realizarse cada 4-6 horas durante los primeros tres días de la introducción de la DC. El descenso de los valores basales de glucemia se correlaciona en general con el aumento gradual de la cetosis, aunque esto puede variar individualmente según el paciente. Valores de glucemia menores a 60 mg/dL no son infrecuentes, y, en caso de sucederse, se de- berán realizar controles de glucemia horarios. Si los valores de glucemia son iguales o menores a 40 mg% o las hipoglucemias son sintomáticas (somnolen- cias, decaimiento, transpiración, letargo), se debe- rán realizar correcciones con fructosa (zumo de naranja exprimido natural 15/30 mL), y se deberá repetir el control glucémico a los 30 minutos hasta que la glucemia sea mayor de 60 mg% [6]. Acidosis metabólica Otra complicación que puede surgir durante esta etapa es la acidosis metabólica. Los síntomas son escasos, por lo que sugerimos realizar controles de laboratorio para su detección. Si suceden, en la clí- nica, los pacientes pueden presentar vómitos, letar- go o irritabilidad, taquicardia e hiperventilación. Durante la inducciónde la DC, la acidosis deberá tratarse con hidratación y con la utilización oral de agentes alcalinizantes (por ejemplo, citrato de po- tasio). También se podrá considerar disminuir la ratio cetogénica, o detener su progresión para dar más tiempo al metabolismo a adaptarse al aumento de la cetosis, avanzando más lentamente hasta lle- gar al cociente cetogénico deseado. El manejo de la acidosis metabólica durante la inducción de la dieta requiere tiempo. No se reco- mienda corregir rápidamente con bicarbonato, ya que el cuerpo se adapta metabólicamente al exceso de cetonas y compensa la acidosis de forma espon- tánea. Especial atención requieren los pacientes con situación hemodinámica inestable o en uso de medicación concomitante que predisponga a la aci- dosis metabólica (como el topiramato o los inhibi- dores de la anhidrasa carbónica), que se corregirá cuando el pH sea menor a 7,1 y el bicarbonato, igual o menor de 10 [6]. Durante intercurrencias u ocasiones donde el paciente disminuye su ingesta habitual de líquidos o vomita, la acidosis puede aumentar, por lo que se deberá estar atento fundamentalmente al estado de hidratación del paciente. Efectos gastrointestinales Las manifestaciones gastrointestinales, como los vó- mitos, las náuseas y el rechazo alimentario, resultan muy frecuentes y, en general, son producto del in- 4 www.neurologia.com Rev Neurol 2018; 66 (X): X M. Armeno, et al cremento de la cetosis durante el comienzo de la in- ducción. El estreñimiento, efecto clásicamente descrito, está presente en muchos de los casos previamente a la introducción de la dieta. Debido a la composi- ción de la dieta, es un efecto adverso muy frecuen- te. La mayoría de los trabajos publicados en la bi- bliografía comunican un 65% de pacientes que de- sarrollan estreñimiento al año de seguimiento [18]. La hidratación y deambulación del paciente, en caso de ser posibles, deberán estimularse. Habitual- mente son necesarios y seguros durante este trata- miento laxantes osmóticos sin contenido de hidra- tos del tipo polietilenglicol. En el mercado también existen fórmulas cetogé- nicas con el agregado de triglicéridos de cadena me- dia o fi bra para prevenir esta situación. Eventual- mente se deberá realizar una interconsulta con un gastroenterólogo infantil. Algo similar ocurre en el caso del refl ujo gastro- esofágico. Los pacientes con esta condición previa suelen agravarse durante el inicio de la DC por la alta proporción de grasas, por lo que es importante diagnosticarla antes de su comienzo. Pueden pre- sentarse síntomas como ardor o acidez, vómitos, dolor abdominal, y disconfort en el momento de la ingesta o pasaje de la fórmula cetogénica. Se debe- rá, de forma preventiva, colocar la medicación de protección gástrica y tratamiento antirrefl ujo. Durante el inicio de la DC, la tolerancia y la aceptación a las nuevas preparaciones o alimentos a veces pueden verse afectadas [19]. Se ha descrito como un efecto adverso frecuente el rechazo ali- mentario, aunque en general no impide su inicio ni su continuidad. La cetosis suprime el apetito e ini- cialmente puede dar sensación de náuseas, por lo que introducir alimentos nuevos o en proporciones diferentes a las acostumbradas al principio puede ser difícil. Durante el tratamiento, el rechazo alimentario se relaciona típicamente con un repertorio limitado de alimentos o de recetas. Se deberá dar opciones a las familias de menús para evitar el cansancio por la monotonía de las comidas y para evitar también una disminución del aporte energético prescrito [20]. En nuestra cohorte, el 30% de los pacientes an- tes del inicio del tratamiento con DC ya padecía es- treñimiento. En nuestra casuística, coincidiendo con la biblio- grafía [16], en tercer lugar de frecuencia como efec- tos agudos y de gran importancia por la difi cultad en su manejo estaba la aparición de trastornos de la conducta alimentaria, como la pérdida del apetito, el rechazo a los alimentos y a los líquidos. Efectos adversos crónicos Los efectos a largo plazo se definen usualmente como los que ocurren luego de los seis meses de co- menzada la DC [13]. Los efectos adversos que po- tencialmente ocurren incluyen los siguientes. Hiperlipidemia y enfermedad cardiovascular La hiperlipidemia es un efecto adverso común, y ocurre en alrededor del 30-60% de los niños trata- dos con DC. Varios trabajos postulan que el consu- mo de una dieta alta en grasas de forma prolonga- da, particularmente de ácidos grasos de cadena lar- ga saturados, tiene efectos negativos sobre los lípi- dos en la sangre y la función endotelial. La genética y la composición de las grasas de la dieta podrían desempeñar un papel importante en el desarrollo de hipercolesterolemia. Los datos preliminares sugieren un aumento de los niveles de lípidos durante los primeros meses de la DC, declinando espontáneamente hacia valores normales sin intervención alguna en la mitad de los pacientes. Los estudios a largo plazo de niños en DC (hoy adultos) no demostraron hasta el momen- to alteraciones cardiovasculares. Los trabajos re- cientes sobre DC y función vascular [21,22] conclu- yen que la DC causaría una disminución de la dis- tensibilidad de la pared carotídea, pero este cambio sería reversible y no signifi cativo a los dos años de seguimiento. Especial consideración se deberá tener en pa- cientes con dislipidemias familiares, considerando terapias cetogénicas con menor contenido de gra- sas (Atkins modifi cada o de bajo índice glucémico) o cambios en las fuentes de grasas de la dieta (Ta- bla). Al sospechar disfunción vascular o en pacien- tes con factores de riesgo, se deberá considerar even- tualmente el coste-benefi cio de abandonar la DC una vez cumplidos los dos años de tratamiento. Alteración del crecimiento El crecimiento durante la terapéutica cetogénica en pacientes con epilepsia refractaria es un tema con- trovertido [14]. Los mecanismos que se postulan como posibles causantes de este efecto han sido fundamentalmente descritos en niños que recibie- ron DC como terapéutica prolongada. Se postulan como factores predisponentes la res- tricción energética-proteica, la disminución del fac- tor de crecimiento insulínico de tipo 1 (IGF-1) y la acidosis metabólica crónica por aumento de cuer- pos cetógenos sostenidos. marisa armeno 5www.neurologia.com Rev Neurol 2018; 66 (X): X Efectos adversos de la dieta cetogénica en la epilepsia refractaria pediátrica La evidencia muestra en estudios prospectivos, con restricción calórica al inicio de la DC y aporte proteico adecuado, que se produce un descenso de los percentiles de peso y talla al año [23] y a los dos años de seguimiento [24]. Un aporte inadecuado de macronutrientes puede ser un factor que condicio- ne el crecimiento en estos niños. Si el aporte calóri- co no es sufi ciente, parte de las proteínas se utiliza- rán como fuente energética en lugar de utilizarse para el crecimiento. Para evitar esta situación se ha sugerido enfatizar la relación entre el aporte calóri- co y proteico recomendando un aporte de 1,5 g de proteínas por cada 100 calorías [25]. Groleau et al [26] estudiaron el crecimiento li- neal en pacientes después de 15 meses en DC, y en- contraron también una disminución de éste, sin al- teración del peso ni del gasto energético de los pa- cientes, lo que apoya la hipótesis de que la DC dis- minuye el IGF-1 aun sin deprivación calórica, como venían postulando otros estudios. Spulber et al [27] observaron después de un año de tratamiento con DC en niños con epilepsia re- fractaria una disminución de los niveles de IGF-1, directamente proporcional a los altos niveles de ce- tonemia y a una mala progresión del peso y la talla. La disminución de los niveles de IGF-1 afecta el au- mento de masa magra, la velocidad de crecimiento y la formación ósea. En nuestra cohorte, el seguimiento fue de seis meses, por lo que no pudimos evaluar cambios en el crecimientode estos pacientes, ya que el período es corto para sacar conclusiones al respecto. Monitorizar el crecimiento es esencial, y la eva- luación antropométrica es necesaria en cada con- sulta de control. Los niños menores de 2 años re- quieren controles más frecuentes del crecimiento. Metabolismo mineral-óseo Los niños en terapia antiepiléptica se encuentran en riesgo aumentado de osteoporosis [28]. Algunos fármacos antiepilépticos interfi eren con la minera- lización ósea, y su uso prolongado puede alterar el metabolismo de la vitamina D, la cual regula la ho- meostasis del calcio y el fósforo y, por lo tanto, la formación y el mantenimiento del hueso [29]. En nuestra cohorte de pacientes, el 30% presentó défi - cit de vitamina D previo a la DC. El calcio, la vitamina D, el fósforo y el magnesio se requieren para la mineralización ósea, y la dieta cetogénica clásica provee niveles subóptimos de es- tos cuatro micronutrientes. Otro efecto adverso potencial de la DC sobre el metabolismo óseo es la acidosis, la cual disminuye la reabsorción renal tubular de calcio y aumenta su excreción renal. Es frecuente en niños que reciben tratamiento inadecuado con citratos o bicarbonato durante la DC, y puede contribuir de varias formas con hipercalciuria y pérdida de masa ósea [30]. La DC puede empeorar el metabolismo óseo, y los pacientes durante este tratamiento constituyen una población con riesgo elevado de desarrollar os- teopenia y posibles fracturas, de aquí la importan- cia de la suplementación adecuada, la cual se debe- rá prescribir basándose en las necesidades de cada individuo [31]. Como dijimos, si bien en nuestra cohorte de pa- cientes el 30% presentaba défi cit de vitamina D pre- vio a la DC, con la suplementación adecuada sólo un paciente continuó con défi cit de esta vitamina a los seis meses. Hiperuricemia y nefrolitiasis La DC provoca cambios metabólicos que predispo- nen a la nefrolitiasis. Los niveles de ácido úrico en general están elevados. Los cuerpos cetónicos son ácidos y determinan un pH urinario ácido; la hiper- calciuria y los bajos citratos en la orina son todos factores que contribuyen a la formación de cálculos renales [32]. Los cálculos renales se encuentran en un 3-7% de los pacientes en DC [33], con riesgo aumentado en los casos de deshidratación, en los niños peque- ños y en los pacientes con antecedentes familiares de nefrolitiasis y con relación calcio/creatinina uri- naria mayor de 0,2. Los fármacos antiepilépticos inhibidores de la anhidrasa carbónica, como el to- piramato, pueden también aumentar el riesgo de nefrolitiasis. La prevención con el uso de citratos durante la DC reduce el riesgo de formación de cálculos [34], como así la monitorización de la litiasis renal (aná- lisis de orina, calcio/creatinina urinarios y ecografía abdominal) y el mantenimiento de una hidratación adecuada. Défi cit de vitaminas, micronutrientes y oligoelementos A pesar de ser la composición de macronutrientes de la DC la responsable de su poderoso efecto anti- convulsivante, el contenido de micronutrientes du- rante este tratamiento deberá ser cuidadosamente revisado, ya que se restringen grupos de alimentos con gran contenido de vitaminas y minerales (prin- cipalmente carbohidratos). Los estudios indican que la DC es defi ciente en la mayoría de las vitaminas, calcio, fósforo y mag- 6 www.neurologia.com Rev Neurol 2018; 66 (X): X M. Armeno, et al nesio; por lo tanto, la posibilidad de defi ciencia de micronutrientes es alta en ausencia de suplementa- ción adecuada. Se han comunicado efectos adver- sos [14,35] específi cos en relación con las defi cien- cias en vitamina D y calcio [25], vitamina C [36], tiamina [37] y selenio [38]. Los niveles de cinc, selenio y magnesio en los ni- ños con DC tienden a descender. El cinc plasmático no parece estar directamente infl uido por la dieta cetogénica porque, en la mayo- ría de estudios, los niveles poblacionales de cinc plasmáticos en pacientes pediátricos con epilepsia refractaria suelen ser menores a las recomendacio- nes antes de iniciar la DC. Sin embargo, en virtud del papel esencial del cinc en la división celular y en el crecimiento [39], los niveles plasmáticos de cinc deben ser una preocupación en la población de pa- cientes con DC, en la que el retraso de crecimiento puede ser un efecto adverso conocido. Los niveles de magnesio también tienden a des- cender en la DC clásica, y en general esto ocurre a pesar de una suplementación adecuada. De todas las defi ciencias vitamínicas que ocu- rren durante la DC, la del selenio parece ser la más grave. Se ha descrito en niños con DC que su défi cit puede alterar la función miocárdica [35,40]. La función principal del selenio es como cofac- tor para la enzima glutatión peroxidasa, que catali- za la reducción de peróxido de hidrógeno por el glutatión. Es esencial para remover los radicales li- bres del cuerpo y prevenir el daño oxidativo en los tejidos [41]. El défi cit de selenio se asocia a cardio- miopatía congestiva, shock cardiogénico, fallo car- díaco congestivo, miopatía, osteoartropatía, anemia, enfermedad cardiovascular, infertilidad y alteración del metabolismo tiroideo. La DC provee pocos alimentos ricos en selenio, ya que los productos grasos (que forman parte del 90% de la DC) son bajos en este mineral. En el estudio publicado por Bergqvist et al, en el que administraron selenio a 40 niños con epilepsia refractaria que estuvieron en DC durante 17 meses, un 20% de la muestra tuvo niveles bajos de selenio (seis en el inicio, dos durante y uno sintomático). Los investigadores no encontraron correlación en- tre la duración de la DC, la edad de inicio de la epi- lepsia, el número de efectos adversos ni los niveles de selenio previos. También se ha descrito el défi cit de selenio en pacientes alimentados de forma exclusiva con fór- mula cetogénica [42]. Ante la detección de niveles bajos de selenio se deberá indicar el doble de la dosis diaria recomen- dada vía oral y solicitar una evaluación cardiológi- ca, electrocardiograma (buscando prolongación del QT) y ecocardiograma para evaluar posibles cam- bios estructurales. Después de la suplementación se deberá repetir la dosis al mes. La DC que utiliza sólo alimentos naturales re- quiere un conocimiento preciso de las ingestas die- téticas recomendadas por edad. En general, se indican multivitamínicos y oligo- elementos en conjunto con suplementos de calcio y vitamina D. Es importante contar con suplementa- ción específi ca para DC (sin hidratos de carbono y con las ingestas dietéticas recomendadas según la edad de cada micronutriente). Las fórmulas entera- les cetogénicas se encuentran suplementadas con micronutrientes, por lo que, en general, no es nece- sario suplementarlas. Défi cit de carnitina La DC clásica usualmente tiene un 90% de las calo- rías en forma de grasa, fundamentalmente de áci- dos grasos de cadena larga. El transporte de estos ácidos grasos dentro de la mitocondria para la sub- secuente β-oxidación en el hígado requiere esterifi - cación por carnitina, un aminoácido no esencial hidrosoluble que es sintetizado por el cuerpo, inge- rido por los alimentos y almacenado mayormente en el músculo. Un défi cit grave de carnitina empeo- ra la oxidación de los ácidos grasos en la mitocon- dria y la producción de los cuerpos cetónicos. Varios fármacos antiepilépticos se han asociado a la disminución de los niveles de carnitina [43]. En pacientes con epilepsia tratados con ácido valproi- co se ha comunicado la defi ciencia de carnitina [44], aunque su défi cit también depende del estado nu- tricional del paciente y de la ingesta de alimentos que la contengan (leche, carne, huevo). También se ha relacionado la depleción de carnitina con el uso de carbamacepina y fenobarbital, especialmente en politerapia con ácido valproico [45]. A pesar de esta evidencia, la suplementación profi láctica con carnitina sigue siendoun tema con- trovertido. El consenso internacional [5] sugiere no suplementar de forma empírica y de rutina. Sola- mente se sugiere la suplementación a niños sinto- máticos (letargo, debilidad muscular, fallo de me- dro, trastornos gastrointestinales) con niveles séri- cos bajos. En nuestra experiencia, si no puede medirse la concentración de carnitina sérica, se aconseja su- plementar en forma empírica a los pacientes en DC con factores de riesgo de défi cit de carnitina, como en pacientes en DC alimentados con fórmulas sin carnitina, en politerapia con fármacos antiepilépti- 7www.neurologia.com Rev Neurol 2018; 66 (X): X Efectos adversos de la dieta cetogénica en la epilepsia refractaria pediátrica cos o con uso de ácido valproico durante un tiempo prolongado [46,47]. Infecciones recurrentes Algunos estudios muestran tasas de aumentos de infecciones del 2-4% en pacientes con DC. Con res- pecto a la neutropenia, no se ha descrito aún en la bibliografía un deterioro inmunológico defi nido re- lacionado con la DC, a excepción de una alteración de la función de los neutrófi los in vitro [48,49]. Conclusiones Hay que tener en presente que la DC puede causar efectos indeseables, la mayoría de los cuales mejora con manejo conservador convencional y no requie- re detener el tratamiento. Algunos son de difícil interpretación, y pueden ser manifestación por afectación a diferentes niveles del organismo, poniendo en duda si son secundarios a la dieta, a la medicación antiepiléptica o a intercu- rrencias del propio paciente. Es importante seguir el protocolo de frecuencia de estudios y evaluaciones para detectar y prevenir estos efectos, y se reco- mienda realizar controles al mes del comienzo de la DC, cada tres meses durante el primer año y cada seis meses los siguientes años de tratamiento [50]. En el caso de presentarse situaciones difíciles de solucionar o empeoramiento de la evolución clínico- nutricional, metabólica o neurológica del paciente, se recomienda realizar interconsulta o derivación a centros más especializados [1]. Algunas veces pueden presentarse complicacio- nes graves con riesgo de vida. En estos casos, el uso de la DC deberá manejarse por un grupo experi- mentado que evaluará el coste-benefi cio de conti- nuar o no con el tratamiento [6]. Bibliografía 1. Armeno M, Caraballo R, Vaccarezza M, Alberti MJ, Ríos V, Galicchio S, et al. Consenso nacional sobre dieta cetogénica. Rev Neurol 2014; 59: 213-23. 2. Neal EG, Chaff e H, Schwartz RH, Lawson MS, Edwards N, Fitzsimmons G, et al. Th e ketogenic diet for the treatment of childhood epilepsy: a randomised controlled trial. Lancet Neurol 2008; 7: 500-6. 3. Freeman JM, Kossoff EH, Hartman AL. Th e ketogenic diet: one decade later. Pediatrics 2007; 119: 535-43. 4. Kossoff EH, Rowley H, Sinha SR, Vining EP. 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