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Contaminación en alimentos L a contaminación ambiental, tema de moda hoy día en la prensa y en conversaciones informales, suscita cada vez mayor interés de parte 28 • "Disminuir el problema es respon- sabilidad compartida", dice el lng. Agrónomo Sergio González, inves- tigador de INIA. de instituciones investigadoras de las más diversas áreas, dada la multiplicidad de agentes contaminantes y sus poste- riores -a veces irreversibles- conse- cuencias para la salud del ser humano. Quizás lo primero que se viene a la mente cuando se habla del problema, es la imagen del smog en la Región Me- tropolitana, nube de humo altamente tóxica, que hace cada vez más irrespi- rable el aire capitalino, además de las serias afecciones broncopulmonares, visuales, alergias y daños al sistema nervioso que ésta provoca. Pero la contaminación ambiental no sólo afecta al hombre ni se reduce al aire enrarecido. Animales y plantas tam- bién sufren a causa del fenómeno, lo que -a la larga- se traduce igualmen- te en una dificultad para el ser humano, pues de ellos requiere para su alimen- tación. A propósito de esto último, durante un congreso que realizará en agosto el Instituto de Investigaciones Agrope- curias (INIA) en conjunto con la Secre- taría Ministerial de Agricultura de la Región Metropolitana, se abordarán temas como la presencia de contami- nantes en alimentos de consumo huma- no, el deterioro cuantitativo y cualitativo de éstos, y los riesgos sanitarios y eco- nómicos que ello implica. Al respecto, PROXIMA DECADA con- versó con el Ingeniero Agrónomo Sergio González, coordinador general del cita- do congreso, quien es el actual encar- gado del Laboratorio Central de Conta- minantes y Alimentos de la Estación Experimental La Platina. CONTAMINANTES Se considera contaminante la presen- cia de sustancias ajenas a la composi- ción natural del alimento. Una manzana, por ejemplo, tiene una composición quí- mica determinada: proteína, agua, mine- rales. Cualquier residuo de pesticida uti- lizado para el control de hongos, ara- ñas o insectos, es ya un contaminante. Y estos son compuestos que pueden causar alteraciones en la salud humana. En consecuencia, si los niveles de in- gestión de dicho alimento son muy al- tos, puede provocar una intoxicación aguda. Lo mismo, si el contenido resi- dual se prolonga por mucho tiempo. Según explica Sergio González, "aquí se da una relación entre concentración y tiempo. No hay que olvidar que los pesticidas son un veneno, incluso para mamíferos superiores. Por lo tanto, el que uno esté consumiendo veneno, aunque sea en baja cantidad, si es por mucho tiempo, puede igualmente provo- car problemas". También se considera contaminación el hec!lo que un elemento naturalmente presente en la composición química del alimento, se encuentre en concentracio- nes excesivas. Un ejemplo típico es el PROXIMA DECADA ! Nº 58 ! JULIO 1987 cobre, presente en todo organismo vivo, pero en bajos niveles. Excediendo los rangos considerados normales, puede provocar trastornos fisiológicos. Las dos formas de contaminación mencionadas pueden atribuirse a varias razones. En el caso de los pesticidas, la situación es conocida; estos produc- tos se aplican directamente, siendo una práctica agrícola tradicional para contro- lar plagas y pestes. En relación al cobre, en tanto, "por tener nuestro país gran actividad minera, es altamente probable que dicha actividad esté contaminando el agua, aire y suelos con residuos. Y es a través de la absorción de esas aguas contaminadas, por la acumulación en los suelos o por la depositación directa sobre animales y vegetales mediante el aire, que el cobre puede ingresar en los distintos ciclos biológicos de la genera- ción de los alimentos". A este respecto, el especialista añade que "el INIA está desarrollando un pro- yecto de investigación, financiado por el Ministerio de Agricultura, cuya finalidad es determinar las fuentes de contamina- ción por residuos de pesticidas y meta- les pesados entre las regiones IV y XI, específicamente en los sectores agríco- las". LAS FAMOSAS AGUAS SERVIDAS Pero la contaminación en alimentos no sólo ocurre por los factores anterior- mente señalados. También existe lo que se denomina "contaminación microbio- lógica, debido al uso (en riego) de aguas servidas con alto contenido de materias fecales y, por lógica, con gran cantidad de microorganismos patóge- nos, los cuales se transmiten a las hor- talizas regadas con dichas aguas. Es sa- bido que el sector agrícola situado al poniente de Santiago, es zona de riego con algún grado de contaminación por el uso de aguas servidas, a tal punto que el Ministerio de Salud, intentando romper el ciclo largo de transmisión de enfermedades como el tifus y otras pa- rasitarias similares, decretó la prohibi- ción del cultivo de hortalizas en esa zona, sobre todo aquellas de hábito rastrero, de consumo sin cocción, con una arquitectura vegetal que permite la depositación del agua. Ejemplos de esto son las zanahorias, el apio y algunos tipos de lechugas, como la milanesa". El problema de riego con aguas ser- vidas no es sólo por la presencia de mi- croorganismos patógenos, sino también por el contenido de residuos químicos, derivados de la actividad minera desa- rrollada en la alta cordillera, y de la in- dustria de la ciudad. "La contaminación de las aguas por microorganismos patógenos y residuos químicos es un caso típico del valle en la zona central del país, donde el uso del recurso agua es compartido", señala el profesional. Al respecto, precisa que "la gran minería ubicada en la alta cor- dillera es la primera en usar el recurso hídrico. Una vez que lo devuelve, lo ha- ce con una cierta cantidad de sustan- cias ajenas, como sales, sulfato, cal, es decir, con un grado de contaminación. Luego viene la ciudad 'pegada' a la pre- cordillera, que recibe y evacúa agua, principalmente del servicio domiciliario y de industrias ubicadas en ella. Poste- riormente, en tercer lugar de uso del agua, está el valle agrícola situado aguas abajo de la ciudad. Se entiende, entonces, por qué regamos con aguas contaminadas". Una posible solución a este problema sería la instalación de plantas de trata- El uso de pesticidas es un ejemplo tfpico de contaminación íntra-agrfcola, es decir, generada por la actividad misma. miento de aguas servidas, aunque el gran inconveniente es su alto costo. Si bien el sistema de todos modos presen- ta mayores ventajas que el continuar re- gando con aguas contaminadas, al tiem- po que el costo se puede amortizar, so- lamente supera un aspecto del proble- ma, el relativo a la parte orgánica, es decir, básicamente el servicio domicilia- rio. De acuerdo al especialista, "el trata- miento mata los microorganismos, pero no supera el problema de la contamina- ción química, que es todo lo aportado por las industrias, especialmente adita- mentos metálicos, Jos cuales pasan de largo y directo a la agricultura". Lo anterior sugiere la necesidad de in- vestigación, por el hecho de que -apa- rentemente- los efectos de la contami- nación química en la agricultura esta- rían siendo neutralizados por la carga' orgánica del agua. Al observar zonas re- gadas con aguas servidas, "vemos que sor:i de alta productividad, a tal punto que no necesitan ser fertilizadas. Surge, entonces, la inquietud sobre qué puede ocurrir si se elimina la carga orgánica de las aguas. Es posible que ahí co- miencen los problemas derivados de la contaminación química". Es por ello, explica Sergio González, que en sus investigaciones el INIA está intentando determinar los efectos que puede tener esta carga química sobre el crecimiento vegetal y desarrollo animal, cuándo y cómo afecta. "Dentro del proyecto que mencioné anteriormente, uno de los puntos esen- ciales es el estudiar cuáles son los nive- les críticos que interfieren en los pro- cesos enzimáticos u hormonales,tanto en plantas como en animales", dice el investigador. La lista de estudios es larga. La con- taminación la provoca el hombre, al aprovechar los recursos que la naturale- za le ofrece. De ahí la necesidad de que conozca cómo utilizar esos recursos y cómo solucionar problemas ya existen- tes ... y prevenir para el futuro. EL PRODUCTOR Y LA CONTAMINACION Respecto al rol del agricultor ,como agente contaminante y, paralelamente, como ser afectado por el fenómeno, Sergio González sostiene que "desde el punto de vista del control de la conta- minación, como para alterar lo que está recibiendo a nivel de agua y aire, el productor agrícola tiene pocas alternati- vas para cambiar la situación. Lo que sí debe tener presente es que la cuantía y la calidad de su producción está en re- lación a los recursos con que trabaja". En este sentido, enfatiza en la actitud de vigilancia que el agricultor debe mantener respecto de las aguas y el te- rreno que utiliza. A su juicio, "es indispensable realizar análisis: que haga uso del asesoramien- to de laboratorios, los cuales le pueden informar en cuanto a la calidad del re- curso con que trabaja, los problemas que pueda tener y las posibles solucio- nes a dichas dificultades. En relación al recurso agua, por ejemplo, hay normas específicas que determinan las caracte- rísticas que ésta debe tener para su uti- lización en riego. Serían recomendables tres o cuatro análisis al año, es decir, al inicio, en situaciones intermedias y al fi- nal del ciclo de riego. Es conveniente asesorarse tecnológicamente. Igual cosa ocurre con los suelos. Se trata de una vigilancia para la mantención de la cali- dad de los recursos con que cuenta y su mejor aprovechamiento, sobre todo agua· y suelo". Respecto a los problemas que pudiera tener el productor con el aire contami- nado, un elemento más difícil de mane- jar, "quizás la alternativa que tenga el agricultor que trabaja en zonas con ni- veles muy altos de contaminación sean los cultivos bajo plástico, los que hasta ahora han dado buenos resultados". Así como el productor puede verse afectado por la contaminación, a su vez también puede provocarla. En este sen- tido, la situación de mayor relevancia es el uso de pesticidas. Es un ejemplo típi- co de contaminación intra-agrícola, es decir, generada por la actividad misma. Los pesticidas son -esencialmente- compuestos' orgánicos sintéticos, con alto poder para interferir ciclos biológi- co's, de modo tal que p,ueden inducir la muerte de individuos, sean plantas o insectos, resultando incluso altamente tóxicos para mamíferos superiores. Además de la toxicidad, muchos de estos productos son muy persistentes en el ambiente,-~:pudiendo alcanzar un mayor grado de acumulación en un sec- tor determinado, para luego dispersarse ~. o~ras áreas. ijESPONSABILIDAD EN LA ELECCION '\ Considerando estas características, el grupo de pesticidas de mayor preocu- J)ación ambiental es el de los organoclo- rados, cuya estructura química es muy estable, siendo muy resistentes y tóxi- cos. Entre los más conocidos están el DDT, aldrín, dendrín, eptaclor. Otros grupos de pesticidas son los organofosforados, los carbamatos y los piretroides sintéticos, cuya aparición en el mercado se da en ese mismo orden. La evolución que estos productos han tenido ha sido muy significativa, en tér- minos de eficiencia y riesgo en su ma- nejo. Al respecto, Sergio González expli- ca que "desde los organoclorados a los fosforados, carbamatos y piretroides, se les ha ido incorporando como caracte- rística un menor grado de toxicidad pa- ra mamíferos superiores, una menor persistencia ambiental y un mayor grado de especificidad. Esto último es de gran importancia, puesto que los primeros pesticidas. mataban todo tipo de insec- tos, tanto dañinos como el pulgón del trigo .hasta la inofensiva abeja, esencial en la polinización". Debido a los avances que en esta área 30 se han logrado, el especialista subraya algunos aspectos que el productor agrí- cola debiera considerar al momento de elegir un pesticida: usar aquellos de me- nor toxicidad para el ser humano, de menor persistencia ambiental y de ma- yor especificidad. Es decir, preferir el piretroide al carbamato,' o bien, este úl- timo respecto al organofosforado y, co- mo opción final, el organoclorado. En el mismo sentido, conviene ade- más contar con el asesoramiento de es- pecialistas, de manera que aplique el mejor producto, el más indicado para el problema y, por ende, de mayor eficien- cia. Otro aspecto relevante es la aplica- ción en la época correspondiente y en las dosis adecuadas, dado que "hemos comprobado que por lo general el pro- ductor aplica el producto porque su ve- cino lo hizo y le dio buenos resultados; o lo aplica ante la presencia de un ejemplar peligroso, un pulgón del trigo por ejemplo, lo cual no justifica una de- sinfección total". Destaca, enseguida, que "es importan- te que el sector hortofrutícola de expor- tación considere dichos aspectos, por- que el mercado internacional es muy es- . tricto en cuanto a los niveles máximos y mínimos de tolerancia de residuos de pesticidas. Cada país tiene sus normas al respecto. Chile tiene la suya, la reso- lución Nº 1450, publicada en el Diario Oficial en enero de 1983. Atenerse a es- tas normas asegura la entrada y el man- tenimiento del producto en el mercado externo". DEFENDER EL MEDIO AMBIENTE Al evaluar el problema de la contami- nación, Sergio González sostiene que ésta tiene una relación directa con el grado de industrialización. A su juicio, "nuestro país tiene poca industrializa- ción, lo que no implica que no haya contaminación. La hay, pero es de otro "Conviene que el agricultor se asesore tecnológicamente, que haga uso de los laboratorios para análisis de los recursos con que trabaja, sobre todo agua y suelo", dice Sergio González. tipo en relación a la existente en nacio- nes altamente desarrolladas. La ventaja que tenemos, entonces, es que aún con- tamos con zonas libres del problema, lo cual debe servirnos de incentivo para crear políticas de prevención". Añade, al respecto, que la carencia de planificación territorial deriva en poste- riores problemas de contaminación. Sostiene que "un sistema de planifica- ción bien llevado, no impositivo ni esta- tista, podría ser la definición de áreas industriales en zonas que no impongan un tributo adicional a otra actividad pro- ductiva, como la agricultura. Una activi- dad de alta rentabilidad a corto plazo como lo es una industria, subsiste por un tiempo. Pero en el caso de la agri- cultura, tanto en tierra como en mar, tiene un plazo bastante más prolongado de utilidad y rentabilidad. Una industria, por ejemplo, puede quedar obsoleta en 50 años, pero la agricultura siempre tiene razón de ser, porque el hombre siempre tendrá la necesidad de alimen- tos". En esta misma línea, resulta muy ne- cesario también preocuparse por la ex- pansión desmedida de las ciudades. Los suelos constituyen un recurso vital limi- tado, indispensable para la producción de alimentos. Ante esta verdad, dice el especialista, "inquieta el que las ciuda- des crezcan sobre terrenos agrícolas de alto potencial. La planificación territorial debe realizarse estableciendo priorida- des, no para proteger al agricultor sino que a las futuras generaciones del país. Se debe mirar a largo y no a corto pla- zo. Creo que se pueden establecer polí- ticas que permitan el desarrollo de dis- tintas actividades, de modo que no en- tren en conflicto unas con otras, ni tam- poco con la política de libre mercado". Sin duda, no es fácil abordar el tema de la contaminación y sus posibles solu- ciones. Por ello, muchas veces la aplica- ción de políticas de prevención implica también que los procesos de producción cambien. Por lo tanto, las soluciones no se limitan a la elección de una u otra opción, sino que "a la necesidad decrear conciencia real: la calidad de vida es una necesidad, no un lujo'', concluye el investigador. o PROXIMA DECADA / Nº 58 /JULIO 1987
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