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72 Diabetes mellitus Orientación MIR Tema de gran importancia en el MIR, especialmente lo referido al tratamiento general de la diabetes mellitus (dieta, ejercicio, antidiabéticos no insulínicos, insulina y monitorización; préstese especial atención a la Tabla 5.15 y Figura 5.9), criterios y categorías diagnósticas, y definición y tratamiento de las complicaciones metabólicas agudas y crónicas. La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad que afecta al metabolismo de los hidratos de carbono, lípidos y proteínas, con una etiopatogenia diversa que dará lugar a los distintos tipos en su clasificación (DM tipo 1, DM tipo 2, DM gestacional, otros tipos de DM), que se caracteriza por la presencia de niveles elevados de glucosa plasmática, lo que puede dar lugar al desarrollo de complicaciones agudas (cetoacidosis diabética, descompen- sación hiperglucémica hiperosmolar, macrosomía) y crónicas (retinopatía diabética, nefropatía diabética, neuropatía diabética, enfermedad vascular). 5.1. Epidemiología En España, la prevalencia de DM en población ≥ 18 años es del 13,8% (de ellos, aproximadamente el 50% está sin diagnosticar). La DM tipo 2 representa el 90% de los casos, la DM tipo 1 el 5-10% y el resto corresponde a otras formas de DM. 5.2. Diagnóstico En la Tabla 5.1 encontrarás los criterios diagnósticos actuales de la DM. Diagnóstico de DM 1. Hemoglobina glucosilada ≥ 6,5%1 El test debe realizarse con un método certificado y estadarizado. 2. Glucemia plasmática en ayunas ≥ 126 mg/dl1. El ayuno se define como la no ingesta calórica durante al menos 8 h 3. Glucemia plasmática a las 2 h después del test de tolerancia oral a la glucosa con 75 g (SOG 75 g) ≥ 200 mg/dl1 4. Glucemia plasmática ≥ 200 mg/dl en pacientes con síntomas clásicos de hiperglucemia o crisis hiperglucémica2 1 Una cifra diagnóstica de DM con cualquiera de estos test ha de confirmarse mediante una segunda determinación, preferentemente con el mismo test. 2 El criterio descrito en el punto 4 no precisa confirmación Tabla 5.1. Criterios para el diagnóstico de DM Dos determinaciones patológicas en la misma muestra de sangre (por ejemplo, glucosa en ayunas de 126 mg/dl y HbA1c de 6,5%) también serían diagnóstico de DM. Recuerda ➔ Si el paciente debuta con cetoacidosis diabética o descompensa- ción hiperglucémica hiperosmolar o con síntomas clásicos de hiperglu- cemia acompañados de glucemia ≥ 200 mg/dl, el diagnóstico es cierto y no precisa confirmación analítica posterior. Hay tres situaciones intermedias que, sin alcanzar los niveles requeridos para el diagnóstico de DM, constituyen factores de riesgo para el desarrollo posterior de DM (por eso se las suele denominar prediabetes) y de enfer- medad vascular (Figura 5.1): • Intolerancia a hidratos de carbono, cuando la glucemia plasmática a las 2 horas de la SOG con 75 g es ≥ 140 y < 200 mg/dl. • Glucosa alterada en ayunas, si la glucemia plasmática en ayunas es ≥ 100 y < 126 mg/dl. • Hemoglobina glucosilada (HbA1c) entre 5,7-6,4%. Glucemia 2 horas tras SOG Glucemia en ayunas Hipoglucemia Hipoglucemia Normal Alt glucayunas Criterio de DM Criterio de DM Normal Intolerancia a hidratos de carbono Criterio de DM 70 100 126 200 200140 70 Figura 5.1. Niveles normales y patológicos de glucemia En presencia de un paciente que refiere clínica sugerente de hiper- glucemia como pérdida de peso, poliuria y polidipsia se debería solicitar una determinación de glucosa plasmática de manera inmediata, ya que un valor ≥ 200 mg/dl (independientemente de cuándo realizó la última ingesta) permitiría establecer el diagnóstico de DM. En presencia de un paciente asintomático en el que se desea rea- lizar un cribado de DM (la DM tipo 2 puede pasar inadvertida clíni- camente durante años), las pruebas recomendadas son la glucemia plasmática en ayunas, la SOG y la HbA1c.La SOG detecta a más indi- viduos con DM (mayor sensibilidad) que la HbA1c. Se recomienda la SOG para aquellos pacientes con glucosa alterada en ayunas de forma repetida con el objetivo de estratificar mejor su riesgo vascular y de progresión a DM (MIR 11-12, 88). 05 73 05. Diabetes mellitus. ED En la Tabla 5.2, puedes encontrar las recomendaciones de cribado de DM tipo 2 en personas asintomáticas. Se recomienda repetirlas cada 3 años, aunque puede hacerse un cribado más frecuente (anual) en función de los resultados iniciales (proximidad de los valores de glucemia a los niveles diagnósticos). Criterios de cribado de DM en adultos asintomáticos 1. Edad ≥ 45 años 2. Independientemente de la edad, en sujetos con IMC ≥ 25 kg/m2 y algún factor de riesgo adicional: - Falta de actividad física - Antecedentes familiares de primer grado de diabetes - Grupo étnico de alto riesgo (hispanoamericanos, asiáticos, etc.) - Personas diagnosticadas previamente de intolerancia a hidratos - de carbono, glucosa alterada en ayunas o HbA1c ≥ 5,7% - Historia personal de diabetes gestacional o fetos macrosómicos (> 4 kg) - Hipertensión arterial - Aumento de triglicéridos (> 250 mg/dl) o disminución de HDL (< 35 mg/dl) - Mujeres con síndrome de ovario poliquístico - Condiciones clínicas asociadas con resistencia a la insulina (p. ej., obesidad grave o acantosis nigricans) - Antecedentes de enfermedad vascular Tabla 5.2. Indicaciones de cribado de DM en pacientes adultos asintomáticos 5.3. Clasificación (Tabla 5.3) Las dos principales categorías son: • DM tipo 1. Constituye el 5-10% del total y se debe al déficit (habi- tualmente absoluto) en la secreción de insulina debido a la des- trucción de las células β del páncreas, que se puede demostrar al objetivar niveles muy bajos de péptido C fuera del periodo de “luna de miel” inicial. Estos pacientes precisan la administración de insulina para prevenir la aparición de cetoacidosis. Se subdivide, a su vez, en el tipo 1-A, con autoinmunidad positiva, y la 1-B o idiopática. • DM tipo 2. Constituye el 90% del total y aparece en sujetos que pre- sentan resistencia a la insulina y un déficit relativo (más que absoluto) de insulina (niveles detectables de péptido C). Los pacientes con DM tipo 2 no precisan la administración de insulina para prevenir la apa- rición de cetosis, pero pueden llegar a necesitarla en algún momento de su vida para controlar la glucemia. En ocasiones, la distinción entre DM tipo 1 y tipo 2 no es clara en función de las características clínicas del paciente. En ese caso, la determinación de autoanticuerpos, fundamentalmente antidescarboxilasa del ácido glutá- mico (anti-GAD), puede ser de gran ayuda Entre los adultos que aparentemente padecen una DM tipo 2, especial- mente en aquellos pacientes no obesos y con pobre respuesta a dieta y antidiabéticos no insulínicos, se estima que aproximadamente un 7,5-10%, realmente presentan una DM tipo 1 o DM tipo LADA (Latent Autoimmune Diabetes in Adults). I. DM tipo 1 DM tipo 1-A. Autoinmune DM tipo 1-B. Idiopática II. DM tipo 2 (resistencia insulínica ± déficit de secreción) III. Otros tipos de diabetes específicos a) DM por defectos genéticos que afectan a la función de la célula β MODY 3 (HNF-1α) MODY 1 (HNF-4α) MODY 2 (glucocinasa) Otras formas infrecuentes de MODY (MODY 4, IPF-1; MODY 6, NeuroD1; MODY 7, CEL VNTR) Diabetes neonatal transitoria (región 6q24) Diabetes neonatal permanente (KCNJ11) ADN mitocondrial Otros b) DM por defectos genéticos que afectan a la acción de la insulina Resistencia a insulina tipo A Leprechaunismo Síndrome de Rabson-Mendenhall Diabetes lipoatrófica Otros c) DM por enfermedades del páncreas exocrino Pancreatitis Trauma/pancreatectomía Neoplasia Fibrosis quística Hemocromatosis Pancreatopatía fibrocalculosa Otros d) DM asociada a endocrinopatías Acromegalia Síndrome de Cushing Glucagonoma Feocromocitoma Hipertiroidismo Somatostatinoma Aldosteronoma Otros e) DM inducida por fármacos o productosquímicos Vacor, pentamidina, ácido nicotínico, glucocorticoides, hormonas tiroideas, diazóxido, agonistas β-adrenérgicos, tiazidas, interferón, otros f) Infecciones Rubéola congénita, citomegalovirus, otras g) Formas poco comunes de DM mediada por mecanismo inmunitario Síndrome del hombre rígido, Ac frente al receptor de la insulina, otros h) Otros síndromes genéticos asociados a DM Síndrome de Down Síndrome de Klinefelter Síndrome de Turner Síndrome de Wolfram Ataxia de Friedreich Corea de Huntington Síndrome de Laurence-Moon-Biedl Porfiria Síndrome de Prader-Willi Distrofia miotónica Otros IV. Diabetes gestacional Tabla 5.3. Clasificación etiológica de la DM DM por defectos genéticos de la célula β Se estima que el 1-2% de los casos de DM tiene un sustrato monogénico. Puede diferenciarse dos categorías: • DM neonatal (DN). Debemos sospecharla en cualquier paciente diagnosticado de DM antes de los 6 meses de vida (la DM tipo 1 es 74 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición excepcional en niños tan pequeños). Puede ser transitoria o perma- nente. • DM tipo MODY (Maturity-Onset Diabetes of the Young). Agrupa varios tipos de DM que se asocian a defectos monogénicos específicos que se caracterizan por un patrón de herencia autosómica dominante y por un inicio de la hiperglucemia a una edad temprana. Se deben a una alteración de la secreción de la insulina con defectos mínimos o nulos de su acción (MIR 14-15, 173). Los criterios clínicos de sospecha son: - Edad de diagnóstico de DM antes de los 25 años. - Al menos, dos generaciones afectadas en la familia. - No insulinodependencia. Actualmente, su clasificación se realiza en función del defecto genético etiológico. En la Tabla 5.4 encontrarás sus características clínicas más importantes. Otro tipo de DM incluida en los defectos genéticos que afectan a la función de la célula β es la diabetes por defectos del ADN mitocondrial. Se trata de DM de herencia materna (ADN mitocondrial) que cursa con sordera neu- rosensorial y defectos en la secreción de insulina, de comienzo a partir de la tercera-cuarta décadas de la vida. Alto riesgo de acidosis láctica asociada al tratamiento con metformina. DM por defectos genéticos en la acción de la insulina Se deben a mutaciones en el gen que codifica el receptor de la insulina y producen síndromes insulinorresistentes. Este grupo incluye: • Leprechaunismo (o síndrome de Donohue). Forma más extrema de resistencia a la insulina, que asocia retraso del crecimiento intrauterino y posnatal, acantosis nigricans, facies de anciano, distensión abdomi- nal, lipodistrofia, macrogenitosomía y ovarios poliquísticos en las niñas. • Síndrome de Rabson-Mendenhall. Asocia hiperglucemia persis- tente y cetoacidosis refractaria al tratamiento con insulina, altera- ciones faciales, hiperplasia de la glándula pineal, acantosis nigricans, hirsutismo, alteraciones dentarias y ungueales, y crecimiento acele- rado, con una esperanza de vida muy corta (< 10 años). • Síndrome de resistencia a insulina tipo A. En él también se han identificado ocasionalmente mutaciones del receptor de la insulina. Estas pacientes se caracterizan por niveles marcadamente elevados de insulina, signos de virilización y ovarios poliquísticos, siendo ade- más la mayoría de raza afroamericana. Su tratamiento se basa en el uso de metformina y tiazolidinedionas. • Resistencia a la insulina en relación con diabetes lipoatrófica. En estos pacientes no se han podido detectar mutaciones en el receptor, por lo que se supone que el defecto genético debe estar a nivel del posreceptor. DM por enfermedades del páncreas exocrino La DM es la comorbilidad más frecuente en los pacientes con fibrosis quís- tica y se produce por un déficit de insulina. Estos pacientes presentan un peor estado nutricional, una afectación pulmonar más grave y una mayor mortalidad que aquéllos con fibrosis quística sin DM. La pancreatitis crónica o el cáncer de páncreas también pueden asociar DM. Recuerda ➔ Se recomienda la realización de SOG con 75 g en los pacientes con fibrosis quística anualmente a partir de los 10 años y su tratamiento con insulina para alcanzar objetivos glucémicos individualizados. Un diagnóstico precoz y un tratamiento correcto mejora su estado nutri- cional y la evolución de su enfermedad pulmonar. DM por endocrinopatías La acromegalia, el síndrome de Cushing, el glucagonoma, el feocro- mocitoma y el hipertiroidismo pueden producir hiperglucemia por el efecto contrainsular de las hormonas liberadas. El somatostatinoma y del aldosteronoma pueden producir hiperglucemia por un defecto de secreción de la insulina secundario a la hipopotasemia crónica que producen. DM secundaria a fármacos Los glucocorticoides, tiazidas, fenitoína, anticonceptivos orales, tacró- limus, ciclosporina, ácido nicotínico, inhibidores de la proteasa, clo- zapina, pentamidina o diazóxido pueden producir hiperglucemia. La pentamidina se utiliza en el tratamiento de la infección por Pneu- mocystis jirovecii (antes P. carinii) y produce hipoglucemia inicial por destrucción de la célula β y liberación de la insulina e hiperglucemia posterior. Formas poco comunes de DM mediada por mecanismo inmunitario En la DM causada por anticuerpos antirreceptor de insulina (llamada previamente síndrome de resistencia a la insulina tipo B), estos anticuer- pos pueden actuar bloqueando el receptor de la insulina, provocando por ello hiperglucemia, o estimular el receptor al unirse a él, dando lugar a hipoglucemias. Estos pacientes pueden padecer otras enfermedades autoinmunitarias, y su tratamiento se basa en el uso de glucocorticoides, inmunosupresores y/o plasmaféresis. Denominación y gen implicado Características clínicas Hiperglucemia leve y estable en ayunas de carácter familiar (MODY-CGK o MODY 2) Los pacientes con mutaciones en heterocigosis en el gen de la glucocinasa (CGK) presentan desde el nacimiento hiperglucemia leve (100-125 mg/dl) en ayunas. Dado el carácter moderado de la alteración, no presenta clínica alguna y no se asocia a complicaciones microvasculares ni macrovasculares a largo plazo. No requiere tratamiento fuera de la gestación. Diabetes familiar de inicio juvenil (MODY-HNF-1α o MODY 3 y MODY-HNF-4α o MODY 1) Las mutaciones patogénicas en heterocigosis en el factor nuclear del hepatocito 1 α y 4 α causan diabetes pospuberal con amplia variabilidad clínica. Pueden desarrollar complicaciones microvasculares y macrovasculares. Está descrita su sensibilidad a secretagogos, aunque con la evolución pueden precisar insulina. Ante su sospecha, primero se estudia el gen HNF-1 α por ser más frecuente. Diabetes y poliquistosis renal (MODY-HNF-1β o MODY 5) Las mutaciones en heterocigosis en HNF-1β provocan insuficiencia renal por micropoliquistosis renal (a veces detectable antes del nacimiento) y diabetes juvenil con penetrancia incompleta. Otras diabetes tipo MODY Entidades con muy baja prevalencia (generalmente descritas en una o varias familias aisladas) Tabla 5.4. Características de la DM por defectos monogénicos en la función de la célula β (MODY) 75 05. Diabetes mellitus. ED Los síndromes de resistencia insulínica grave son aquéllos en los que se precisan cantidades muy elevadas de insulina para el control metabólico. Arbitrariamente, se define por la necesidad de más de 200 UI/día o de más de 1,5 UI/kg/día. La obesidad mórbida y los cuadros previamente descritos de defectos genéticos del receptor de insulina y las formas poco comunes de diabetes mediada inmunológicamente pueden asociar resistencia insu- línica grave. En la mayoría, se asocia a acantosis nigricans (Figura 5.2). Figura 5.2. Acantosis nigricans axilar asociada a diabetes mellitus Recuerda ➔ La resistencia insulínica grave se define arbitrariamente por la ne- cesidad de más de 200 UI de insulina al día para poder controlar la glucemia.5.4. Patogenia Patogenia de la DM tipo 1 La destrucción de las células β pancreáticas es clave en la DM tipo 1. Esta destrucción puede ser de origen autoinmune en el caso de la DM tipo 1A, o de origen desconocido o idiopático, en la diabetes tipo 1B. A. Factores genéticos No se conoce con exactitud el mecanismo hereditario de la DM tipo 1 (MIR 15-16, 152). El lugar genético asociado con mayor susceptibilidad para el desarrollo de DM tipo 1 es el locus de histocompatibilidad HLA del cromo- soma 6. B. Factores ambientales La tasa de concordancia de DM tipo 1 en gemelos monocigóticos oscila entre el 30-70%, lo que apunta a que existen otros factores implicados. Se han señalado numerosos factores ambientales que desencadenarían el proceso autoinmunitario en sujetos genéticamente predispuestos, sin embargo, hasta el momento no se ha podido relacionar de manera conclu- yente con ninguno de ellos. C. Activación de la inmunidad En la destrucción inmunitaria de las células β intervienen, probable- mente, tanto la inmunidad humoral como la inmunidad celular (MIR 16-17, 87): • Alteraciones de inmunidad humoral. Existen distintos anticuerpos que se emplean como marcadores de la DM tipo 1A (Tabla 5.5). • Alteraciones de inmunidad celular. Los linfocitos T citotóxicos acti- vados y los macrófagos infiltran los islotes pancreáticos, produciendo una “insulitis”. Nomenclatura Antígeno Características IAA Insulina y proinsulina Aparición muy temprana Anti-GAD Descarboxilasa del ácido glutámico Presentes en el 70% de los casos al diagnóstico Los más utilizados en el momento actual en la clínica Anti-IA2A Tirosin-fosfatasa tipo 2 Proteína neuroendocrina con actividad tirosin-fosfatasas Presentes en el 60% de los casos en el momento del diagnóstico De aparición más tardía que los anti-GAD o IAA Anti-ZnT8 Canal de zinc Presentes en el 60-80% de los casos en el momento del diagnóstico El 95% de los pacientes con DM tipo 1 presenta positividad para alguno de los 4 anticuerpos. Tabla 5.5. Autoanticuerpos en la DM tipo 1 Patogenia de la DM tipo 2 La patogenia de la DM tipo 2 es compleja al combinarse diferentes grados de déficit relativo en la secreción insulínica y de resistencia a la insulina, provocados por factores genéticos y ambientales. A. Factores genéticos La DM tipo 2 es una enfermedad en la que influyen factores genéticos poli- génicos no claramente establecidos. No obstante, la influencia genética es aún más importante que en la DM tipo 1, como se deriva del hecho de que aproximadamente un 40% de los pacientes con DM tipo 2 tenga un proge- nitor con la enfermedad o que la concordancia entre gemelos homocigotos ronde aproximadamente el 90%. B. Factores ambientales La mayoría de los pacientes con DM tipo 2 tienen sobrepeso u obesidad. Otros factores ambientales implicados son el envejecimiento, la inactividad física y las dietas hipercalóricas. La reducción de peso permite una corrección importante de la hiperglu- cemia; incluso, la reducción muy importante del peso (como en el caso de la obesidad mórbida tras cirugía de la obesidad) puede lograr la remisión completa de la diabetes con normalización de los niveles de glucemia sin necesidad de tratamiento farmacológico. 76 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición 5.5. Manifestaciones clínicas DM tipo 1 Aunque presenta un pico de incidencia claro durante la infancia y pubertad su debut puede ocurrir a cualquier edad e incluso en ancianos. El inicio de los síntomas suele ser brusco, con síntomas cardinales atribuibles a la hiperglucemia de días o semanas de evolución, tales como poliuria, poli- dipsia, polifagia, astenia y pérdida de peso. En niños puede manifestarse como enuresis secundaria. En muchas ocasiones, la enfermedad debuta con cetoacidosis diabética. Los pacientes con DM tipo 1 pueden ser delgados o tener un peso normal, pero la presencia de obesidad no excluye la posibilidad de presentar DM tipo 1. El tratamiento con insulina es necesario desde el diagnóstico de la enfer- medad. Tras el inicio de la insulinoterapia, existe con frecuencia un periodo de remisión parcial llamado “luna de miel”, que puede durar desde pocos meses hasta incluso años. Durante este periodo, las necesidades de insu- lina son bajas y el control metabólico es fácil de conseguir. DM tipo 2 Suele comenzar en edades intermedias o avanzadas de la vida (habitual- mente > 40 años). Es frecuente que el diagnóstico se realice como hallazgo casual en pacientes asintomáticos. En ocasiones, la DM tipo 2 puede debu- tar con una descompensación hiperglucémica hiperosmolar. La mayoría de los pacientes presentan sobrepeso u obesidad. El tratamiento va dirigido a la normalización de la glucemia y al control de los factores de riesgo vascular, que frecuentemente se asocian, tales como obesidad, hipertensión arterial o hiperlipidemia (MIR 11-12, 87). Los cam- bios en los hábitos de vida pueden acompañarse desde el diagnóstico de tratamiento farmacológico con metformina. Otras características que ayudan al diagnóstico diferencial entre DM tipo 1 y DM tipo 2 se muestran en la Tabla 5.6. Diabetes mellitus tipo 1 Diabetes mellitus tipo 2 Edad al diagnóstico Típicamente niños o adolescentes, aunque la edad no excluye el diagnóstico > 40 años Peso Pueden tener un peso normal, aunque el sobrepeso no excluye el diagnóstico Sobrepeso u obesidad Inicio Brusco, incluso con cetoacidosis Insidioso, incluso hallazgo asintomático Tratamiento Siempre insulina Dieta, antidiabéticos orales/ inyectables o insulina Tendencia a la cetosis Sí No Herencia Predisposición HLA Concordancia del 30-70% en gemelos idénticos Poligénica no bien definida Concordancia > 90% en gemelos idénticos Autoinmunidad contra la célula β Sí No Péptido C Indetectable fuera del periodo de luna de miel Detectable Insulinorresistencia No Sí Tabla 5.6. Diferencias entre DM tipos 1 y DM tipo 2 5.6. Complicaciones metabólicas agudas La cetoacidosis diabética (CAD), el síndrome hiperglucémico hiperosmolar (SHH) y la hipoglucemia son las principales complicaciones agudas de la DM. La CAD es típica de la DM tipo 1, aunque puede darse en un porcentaje bajo de pacientes con DM tipo 2. El SHH es típico de la DM tipo 2, aun- que puede aparecer en pacientes con DM tipo 1 que administran suficiente insulina para evitar la cetosis, pero no para evitar la hiperglucemia marcada. Recuerda ➔ La CAD es una descompensación metabólica aguda típica, aunque no exclusiva, de la DM tipo 1, mientras que el SHH es típico de la DM tipo 2, aunque tampoco exclusiva. Cetoacidosis diabética A. Definición La CAD se define por una glucemia mayor de 250 mg/dl, cuerpos cetónicos positivos en orina o sangre y acidosis metabólica (pH ≤ 7,30 con anión gap elevado [≥ 10] y disminución del bicarbonato plasmático [≤ 18 mEq/l]). B. Mecanismo fisiopatológico • El déficit de insulina produce un aumento de la glucogenolisis hepá- tica, aumento de la neoglucogénesis hepática y disminución de la uti- lización periférica de la glucosa; todo ello conduce a la hiperglucemia, y ésta a la diuresis osmótica. • El aumento de hormonas contrainsulares, especialmente el glucagón, estimula la lipolisis y, como consecuencia, aumenta la producción de glicerol y ácidos grasos. Los ácidos grasos libres llegan al hígado, y allí son transformados en cuerpos cetónicos dando lugar al proceso de cetogénesis y el desarrollo de acidosis metabólica. (MIR 10-11, 79). C. Factores desencadenantes La CAD puede ser la primera manifestación de la DM tipo 1 en un 25-30% de los casos. En pacientes con DM conocida, las causas precipitantes sue- len ser el abandono del tratamiento con insulina, transgresiones dietéticas, infecciones (30-40% de los casos), traumatismos, cirugía, gestación, o endocrinopatías como el síndrome de Cushing o la enfermedad de Gra- ves-Basedow, entre otras. D.Manifestaciones clínicas La CAD se manifiesta por clínica de hiperglucemia marcada (poliuria, poli- dipsia, pérdida de peso, deshidratación) y por clínica asociada a la cetosis (náuseas, vómitos, dolor abdominal, taquipnea, respiración de Kussmaul). E. Datos de laboratorio Existen hiperglucemia, cuerpos cetónicos positivos y acidosis metabólica. El anión gap está elevado por el aumento en plasma de cuerpos cetónicos: acetoacetato y β -hidroxibutirato (este último es el predominante). La hiper- glucemia marcada puede hacer descender el valor de sodio en sangre por 77 05. Diabetes mellitus. ED desplazamiento del agua intracelular hacia el plasma (es una hiponatremia con osmolaridad plasmática elevada). Si existe hipertrigliceridemia puede producirse también una pseudohiponatremia. En ocasiones, la concentración de amilasa y lipasa se encuentran elevadas sin que exista pancreatitis, por lo que, en caso de dudas diagnósticas, hay que guiarse por las pruebas de imagen abdominal (TC). Es característica la existencia de leucocitosis, no obstante, una leucocitosis > 25.000/µl es sugestiva de infección subyacente. Recuerda ➔ En la hiperglucemia puede aparecer hiponatremia con osmolaridad plasmática elevada. F. Diagnóstico diferencial Causas de acidosis metabólica con anión gap elevado son la acidosis lác- tica, uremia, cetoacidosis alcohólica y algunas intoxicaciones (salicilatos, metanol, etilenglicol). Para diferenciar la CAD, en primer lugar, hay que determinar glucemia y cetonemia/cetonuria. La determinación de mayor fiabilidad es la de β -hidroxibutirato en sangre capilar. Si es positiva, habría que descartar la cetosis de ayuno (cetoacidosis leve con glucemia normal o baja), y la cetoacidosis alcohólica (aparece en alcohólicos crónicos, des- pués de un ayuno prolongado; suele cursar con vómitos y dolor abdominal, y el 75% de los casos presentan pancreatitis). Si no se confirma la presencia de cuerpos cetónicos, lo más probable es que se trate de otra causa de acidosis. G. Tratamiento (Tabla 5.7) El lugar más apropiado para el tratamiento de una CAD es una unidad de cuidados intensivos. Requiere monitorización continua e identificación y tratamiento del factor desencadenante. Insulinoterapia Es necesaria para la resolución de la CAD. Se utiliza insulina rápida por vía intravenosa en perfusión continua que se mantendrá hasta corregir el cuadro de CAD (pH normalizado). La insulina intravenosa se retirará una vez normalizado el pH y tras 1-2 horas de haber iniciado la insulina sub- cutánea. Recuerda ➔ El criterio para la suspensión de la insulinoterapia intravenosa es la corrección de la acidosis y, habitualmente, una vez corregida ésta, se administra insulina subcutánea manteniendo a la vez la perfusión intravenosa durante 2 horas más para conseguir que la insulina subcu- tánea alcance niveles adecuados en sangre. Hidratación del paciente Es necesaria la administración de líquidos por vía intravenosa. Inicialmente se utilizan soluciones salinas isotónicas a un ritmo de infusión variable, según el grado de deshidratación del paciente. El déficit de líquidos suele ser de 3-6 litros. Cuando la glucemia disminuye por debajo de 200 mg/ dl, se debe comenzar la administración de suero glucosado al 5% o suero glucosalino. Potasio Inicialmente, el potasio plasmático puede estar elevado como conse- cuencia de la acidosis. Cuando el potasio es > 5,3 mEq/l en plasma, no es necesaria la administración del ión hasta 3-4 horas después de comenzar el tratamiento con fluidoterapia e insulina intravenosa. Si la cifra de potasio inicial es normal, la perfusión intravenosa de potasio se debe iniciar simultáneamente con la insulina. Concentraciones bajas de potasio (< 3,3 mEq/l) obligan a suspender la perfusión de insulina hasta que se repongan sus niveles. Es frecuente en estos pacientes la deple- ción de fósforo. Indicaciones para la administración de fósforo serían presencia de hipofosfatemia grave (< 1 mEq/l), disfunción cardíaca o depresión respiratoria, y anemia hemolítica. En estos casos, se puede administrar junto con el potasio en forma de fosfato potásico añadido a la fluidoterapia. Bicarbonato No está indicado el tratamiento sistemático con bicarbonato. Sólo se utiliza en casos de acidosis grave, con pH inferior a 6,9, hiperpotasemia grave con riesgo vital o pH inferior a 7 con disminución de la contractilidad cardíaca. La mayoría de autores, está de acuerdo en no utilizar bicarbonato si el pH es ≥ 7, dado que el tratamiento con insulina puede corregir la acidosis (MIR 12-13, 59). CAD SHH Mortalidad < 1% 5-20% Insulina Imprescindible para revertir el cuadro Bolo de 0,1 U/kg + perfusión: 0,1 U/kg/h Perfusión: 0,14 U/kg/h sin bolo No imprescindible para manejo del cuadro, pero reduce el tiempo de tratamiento al disminuir la diuresis osmótica provocada por la hiperglucemia Fluidoterapia Déficit de agua: 3-6 l Reposición inicial con suero salino isotónico Con glucemia alrededor de 200 mg/dl iniciar glucosado o glucosalino Déficit de agua: 10-12 l Reposición inicial con suero salino isotónico Con glucemia alrededor de 250-300 mg/dl iniciar glucosado o glucosalino Suplementos de potasio Cuando potasio normal o disminuido Inicio de administración más precoz que en CAD Bicarbonato Si pH < 6,9, bicarbonato < 5 mEq/l, hiperpotasemia con compromiso vital, fallo cardíaco o depresión respiratoria Si existe acidosis láctica concomitante Medidas de soporte vital y monitorización continua en ambos casos, con identificación y tratamiento del proceso desencadenante. Tabla 5.7. Diferencias en el tratamiento entre CAD y SHH 78 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición H. Evolución y pronóstico El seguimiento analítico de la CAD se realiza mediante las determinaciones seriadas de glucemia, β-hidroxibutirato en sangre capilar, pH, bicarbo- nato, anión gap e iones. La determinación seriada de cuerpos cetónicos en orina no es útil, pues tarda horas o incluso días en desaparecer, pese a la corrección de la acidosis. En respuesta a la insulina, la glucosa debe dismi- nuir a un ritmo de 50-75 mg/dl/hora. En 4-6 horas deben mejorar el bicarbo- nato y el pH. Si no se ha obtenido respuesta en ese tiempo, es posible que exista resistencia a la insulina (habitual durante la CAD) y será necesario aumentar el ritmo de perfusión de insulina. La mortalidad global de la CAD es inferior al 1%, pero puede ser > 5% en sujetos de edad avanzada o con enfermedades graves concomitantes, la mayoría de las ocasiones por el proceso desencadenante del episodio (infarto agudo de miocardio, infecciones, etc.). Tampoco se debe olvidar que es la principal causa de muerte en niños y adolescentes con DM tipo 1. En los niños, una causa posible de muerte es el edema cerebral (mortalidad en torno al 20-40%), relacionado con la corrección dema- siado rápida de las cifras de glucemia y el desequilibrio osmótico entre cerebro y plasma. El diagnóstico de esta entidad se hace por TC y el tratamiento consiste en la administración de manitol, dexametasona e hiperventilación. Síndrome hiperglucémico hiperosmolar A. Definición El SHH se define por la presencia de hiperglucemia (> 600 mg/dl, habitual- mente) junto con osmolalidad sérica efectiva > 320 mOsm/kg. En este caso, los cuerpos cetónicos son negativos o levemente positivos en orina o suero, el pH es > 7,30 y el bicarbonato plasmático > 18 mEq/l. (MIR 16-17, 88). B. Mecanismo fisiopatológico El mecanismo fisiopatológico básico es una acción insuficiente de la insu- lina. La principal diferencia con la CAD es que en el caso del SHH la secre- ción residual de insulina es capaz de minimizar o impedir la aparición de cetosis y acidosis metabólica. C. Factores desencadenantes El SHH aparece habitualmente en ancianos con o sin DM conocida que sufren un cuadro infeccioso (desencadenante en aproximadamente el 60% delos casos), como una neumonía, una infección gastrointestinal o una infección de origen urológico. Otro 20-40% de los episodios de SHH se relacionan con incumplimiento terapéutico o tratamiento inadecuado. Aproximadamente un 20% de los sujetos que sufren un SHH no habían sido previamente diagnosticados de DM. D. Manifestaciones clínicas La principal característica es una deshidratación profunda, causada por la diuresis osmótica secundaria a una hiperglucemia mantenida cuando el paciente no ingiere suficiente cantidad de líquidos. Es habitual la alteración del nivel de consciencia, desde estupor hasta coma (coma hiperosmolar), y pueden producirse manifestaciones neurológicas como convulsiones o hemiplejía transitoria. Como consecuencia de la hiperosmolaridad plas- mática pueden aparecer microtrombosis, así como coagulación vascular diseminada. Los datos epidemiológicos más recientes sitúan la mortalidad del cuadro entre un 5-20% de los casos, a lo que contribuyen los procesos infecciosos subyacentes y el deterioro general del paciente (MIR 11-12, 86; MIR 09-10, 74). E. Datos de laboratorio Junto con la hiperglucemia grave e hiperosmolaridad plasmática puede existir acidosis metabólica leve, generalmente sin elevación de los cuerpos cetónicos. Esta acidosis suele deberse al aumento de ácido láctico por una mala perfusión tisular. Como consecuencia de la deshidratación, se pro- duce un deterioro de la función renal de origen prerrenal con elevación de la creatinina, la urea y el BUN. Recuerda ➔ Aunque no es habitual, en la descompensación hiperglucémica hi- perosmolar pueden aparecer cuerpos cetónicos levemente positivos debido al ayuno, y esto no debe confundirse con la cetoacidosis diabé- tica, en la que son claramente positivos. F. Tratamiento (Tabla 5.8) Medidas generales de soporte vital e identificación y manejo del proceso desencadenante: • Hidratación del paciente. Es la medida más importante y urgente en el tratamiento del SHH. El déficit de líquidos es de aproximadamente 10-12 litros. El tratamiento inicial se realiza utilizando soluciones sali- nas isotónicas. Cuando la cifra de glucemia baja a cifras alrededor de 250-300 mg/dl, se debe comenzar a utilizar suero glucosado al 5% o suero glucosalino. • Insulina. Se recomienda la utilización de insulina intravenosa en per- fusión continua, con dosis habitualmente inferiores a las utilizadas en la CAD, con el objeto de disminuir la hiperglucemia y la diuresis osmótica. • Potasio. El déficit de potasio en el SHH es inferior al de la CAD. No obstante, suele ser necesaria su administración más precoz puesto que, al no existir acidosis, el potasio plasmático se introduce más rápidamente en el medio intracelular durante el tratamiento y existe mayor riesgo de hipopotasemia. • Bicarbonato. Será necesario si existe acidosis láctica, mientras se restaura la perfusión tisular. • Antibioterapia empírica. Debe iniciarse si se sospecha una infección subyacente. • Profilaxis con heparinas de bajo peso molecular. Se recomienda por el incremento del riesgo de episodios de trombosis venosa profunda asociado a la hiperosmolaridad y comorbilidades de los pacientes. Hipoglucemia La hipoglucemia secundaria al tratamiento farmacológico de la diabetes (insulina o secretores de insulina) es el principal factor limitante para alcanzar los objetivos de control glucémico en algunos pacientes. En la Tabla 5.8, encontrarás la clasificación actual de la hipoglucemia en el paciente con DM. 79 05. Diabetes mellitus. ED Clasificación de la hipoglucemia en el paciente con DM Nivel Criterio de glucemia Descripción Valor de alerta (nivel 1) ≤ 70 mg/dl Indica la necesidad de modificar el tratamiento hipoglucemiante (disminuir la dosis de insulina o aumentar la ingesta de hidratos de carbono) Hipoglucemia clínicamente relevante (nivel 2) < 54 mg/dl Indica la necesidad de corrección inmediata tomando 15 g de hidrato de carbono de absorción rápida. Hipoglucemia grave (nivel 3) No precisa valor de corte El paciente presenta afectación neurológica que requiere el apoyo de terceras personas para poder resolverla (independientemente de que haya existido o no pérdida de conocimiento) Tabla 5.8. Clasificación de la hipoglucemia G. Mecanismo fisiológico Existen dos mecanismos fisiológicos defensivos ante la hipoglucemia: la disminución de la liberación de insulina (a partir de 80-85 mg/dl) y el aumento de las hormonas contrarreguladoras, fundamentalmente el glu- cagón (a partir de 65-70 mg/dl). Las catecolaminas (adrenalina y noradre- nalina) actúan como apoyo del glucagón. El cortisol y la GH no actúan de forma aguda, sino que intervienen en casos de hipoglucemia prolongada. En el paciente con DM en tratamiento con insulina o fármacos secreto- res de insulina, los niveles de insulina plasmática no pueden disminuirse una vez administrado el fármaco y a medida que la diabetes avanza, se va alterando la respuesta contrarreguladora del glucagón y de las catecola- minas. La presencia de hipoglucemias de repetición condiciona la pérdida de los síntomas adrenérgicos asociados a la hipoglucemia dando lugar a las hipoglucemias inadvertidas y la presencia de hipoglucemia inadvertida aumenta el riesgo de hipoglucemia grave. H. Manifestaciones clínicas Las manifestaciones clínicas de la hipoglucemia se dividen en: • Síntomas neurogénicos o autonómicos (glucemia < 60-55 mg/dl): adrenérgicos (palpitaciones, palidez, temblor o ansiedad); colinérgicos (sudoración, sensación de hambre, parestesias). • Síntomas neuroglucopénicos (glucemia < 50 mg/dl): cefalea, dismi- nución de la capacidad de concentración, trastornos de la conducta y el lenguaje, visión borrosa, confusión, pérdida de conocimiento, con- vulsiones e incluso focalidad neurológica. Si la hipoglucemia ocurre durante la noche, puede manifestarse como sudoración, pesadillas y cefalea matutina, o bien ser asintomática. I. Tratamiento En caso de hipoglucemia clínicamente relevante, si el paciente está consciente, debe tomar 15 g de un hidrato de carbono de absorción rápida (azúcar, zumo, refresco, etc.) y esperar 15 minutos para ver si se ha resuelto. En caso de persistir un valor < 70 mg/dl repetirá la misma acción tantas veces como sea necesario hasta la resolución (regla del 15). Si el paciente está inconsciente o con bajo nivel de consciencia que dificulte o complique la ingesta oral, otra persona debe administrarle glu- cagón (existen para su administración subcutánea o intramuscular y para administración intranasal). Si el paciente se encuentra en un medio hos- pitalario y tiene canalizado un acceso venoso, la administración de suero glucosado será el tratamiento más rápido. Una vez resulta la hipogluce- mia debemos valorar cuál ha sido el motivo que la ocasionó. Si la hipo- glucemia ha estado relacionada con la administración de una insulina de acción prolongada o con sulfonilureas (vida media muy larga) el paciente debería permanecer en observación hasta garantizar que el efecto del fármaco ha pasado. 5.7. Complicaciones crónicas Su patogenia no se conoce con precisión, pero probablemente sea multi- factorial. Las complicaciones crónicas de la diabetes se dividen en: • Complicaciones vasculares: En este grupo se encuentran las com- plicaciones microangiopáticas (retinopatía, nefropatía y neuropatía diabéticas) y las complicaciones macroangiopáticas (cardiopatía isqué- mica, enfermedad cerebrovascular y enfermedad arterial periférica). • Complicaciones no vasculares: Entre ellas se encuentran la gas- troenteropatía diabética y las afecciones de la piel. Por término medio, las complicaciones se desarrollan entre 15-20 años después del inicio de la DM, aunque hay pacientes que tienen complica- ciones en el momento del diagnóstico y otros que nunca las desarrollan, en probable relación con la presencia de una predisposicióngenética para su desarrollo. Macroangiopatía La arteriosclerosis en la DM es más extensa y precoz que en la población general; además, la frecuencia en varones y mujeres se iguala. La sinergia entre la hiperglucemia y otros factores de riesgo cardiovasculares, como hipertensión arterial, dislipidemia, obesidad, sedentarismo y tabaquismo, favorecen su aparición siendo la principal causa de mortalidad, morbilidad y costes directos e indirectos asociados a la DM. La arteriosclerosis produce síntomas variados, según la localización, como angina o infarto agudo de miocardio, si existe arteriopatía coronaria; clau- dicación intermitente e incluso gangrena, si existe isquemia en miembros inferiores; accidentes cerebrovasculares, si existe ateromatosis carotídea; impotencia de origen vascular en el varón, entre otros (Figura 5.3). Hay que recordar que se debe sospechar un infarto agudo de miocardio siempre que aparezcan síntomas repentinos de insuficiencia ventricular izquierda, aun en ausencia de dolor torácico, pues los pacientes con DM pueden desa- rrollar infarto agudo de miocardio silente. Los factores de riesgo cardiovascular deben evaluarse de forma sistemá- tica, al menos, una vez al año en todos los pacientes con DM. Se ha demostrado un beneficio evidente cuando los factores de riesgo car- diovascular se abordan de manera simultánea (estudio STENO-2: Effect of a Multifactorial Intervention on Mortality in Type 2 Diabetes). La existencia de malos lechos distales y el riesgo de reestenosis hace que los bypass y las técnicas de revascularización sean menos eficaces en pacientes con DM que en la población general. La arteriopatía periférica es frecuente y causa de importante morbilidad en los pacientes con DM. Se debe realizar una historia clínica para detectar síntomas de claudicación y examinar los pulsos periféricos. La determina- ción del índice tobillo-brazo puede ayudar a detectar la enfermedad arterial periférica asintomática. 80 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición Ictus cerebral IAM, angina Claudicación intermitente Impotencia Necrosis vascular, gangrena Figura 5.3. Complicaciones macroangiopáticas en la DM Recuerda ➔ No se recomienda el cribado de enfermedad coronaria mediante exploraciones complementarias en el paciente con DM asintomático si presenta un ECG normal en reposo. Retinopatía diabética y otras alteraciones oculares Para reducir el riesgo o retrasar la progresión de la retinopatía diabética se debe optimizar el control de la glucemia y de la presión arterial. Se reco- mienda la revisión oftalmológica en los adultos con DM tipo 1 dentro de los 5 años del comienzo de la enfermedad y en el momento del diagnóstico en los pacientes con DM tipo 2. La valoración debería repetirse, al menos, cada 2 años en ausencia de lesiones. Véase Figura 5.4 y, para mayor información, consúltese la véase el Capítulo de Oftalmología. Nefropatía diabética Para reducir el riesgo o retrasar la progresión de la nefropatía diabética se debe optimizar el control de la glucemia y de la presión arterial. Se reco- mienda evaluar la excreción urinaria de albúmina (albuminuria) y la tasa de filtrado glomerular estimado (TFGe), al menos, una vez al año en pacientes con DM tipo 1 y duración de la diabetes ≥ 5 años y en todos los pacientes con DM tipo 2 desde el diagnóstico. Véase Figura 5.4 y, para mayor información, consúltese la véase el Capítulo de Nefrología. Neuropatía diabética Se debe evaluar a todos los pacientes para detectar neuropatía periférica en el momento del diagnóstico de la DM tipo 2 y 5 años después del diag- nóstico de DM tipo 1. La evaluación debe incluir una anamnesis minuciosa y una prueba con monofilamento de 10 g, y al menos uno de los siguientes estudios: sensación de pinchazo, temperatura o vibración. Véase Figura 5.4 y, para mayor información, véase el Capítulo de Neuro- logía. Taquicardia Neuropatía autónoma Vejiga neurógena Enteroparesia (diarrea, estreñimiento) Sensibilidad dolorosa y térmica Retinopatía Gastroparesia Polineuropatía sensitiva distal (guante y calcetín) Hipoestesias parestesias Nefropatía Figura 5.4. Complicaciones microangiopáticas y no vasculares en la DM Otras alteraciones asociadas A. Pie diabético La aparición de úlceras en los pies es uno de los principales problemas que se les plantea a los pacientes con DM (Figura 5.5). La neuropatía diabé- tica conduce a la disminución de la sensibilidad de las extremidades y a la distribución anómala de la carga. La afectación macrovascular favorece, a su vez, la disminución de la perfusión tisular. Es frecuente que se produz- can pequeñas heridas por cuerpos extraños, sin que el paciente lo perciba. Por ello, es fundamental la educación del paciente acerca del cuidado y la observación diaria de los pies. Asimismo, se debe realizar una explora- ción completa de los pies en el momento del diagnóstico y posteriormente anualmente, con valoración vascular y neurológica. Cuando aparecen úlceras, hay que iniciar un tratamiento precoz para evitar la amputación de la extremidad. El tratamiento se basa en reposo, elementos ortésicos de descarga, desbridamiento quirúrgico, curas loca- les y tratamiento antibiótico si existen datos de infección. Las bacterias más frecuentemente implicadas son S. aureus, enterobacterias y bacilos gramnegativos no fermentadores, hecho a tener en cuenta en caso de anti- bioterapia empírica, aunque es fundamental iniciar el tratamiento antimi- crobiano dirigido tan pronto como sea posible. Debe realizarse siempre el probe to bone test (valorar si se toca hueso a través de la herida) y radio- 81 05. Diabetes mellitus. ED grafía bilateral de los pies para descartar la existencia de osteomielitis, pero la técnica de imagen con la mejor sensibilidad y especificidad para el diag- nóstico de osteomielitis es la RM (Figura 5.6). A B Figura 5.5. (A) Amputación del primer dedo del pie derecho por necrosis isquémica. (B) Úlcera neuropática en zona de apoyo de metatarsianos Figura 5.6. RM de osteomielitis en paciente con DM tipo1: destrucción del escafoides, así como de todas las cuñas y huesos del tarso con extensión a la base de metatarsianos, acompañada de un importante aumento de partes blandas. Intensa captación tras la administración de gadolinio a excepción de colección de bordes mal definidos sin captación de contraste que puede corresponder a destrucción necrótica y/o absceso de partes blandas en el seno de osteomielitis. Las partes blandas abomban el tejido celular subcutáneo en su cara anterior y en la planta del pie Recuerda ➔ La técnica de imagen más sensible y específica para el diagnóstico de osteomielitis es la resonancia magnética. B. Infecciones Hay cuatro procesos que tienden a relacionarse específicamente con la DM: • Otitis externa maligna por Pseudomonas aeruginosa. • Mucormicosis rinocerebral. • Colecistitis enfisematosa. • Pielonefritis enfisematosa. La bacteriuria asintomática es frecuente en las mujeres con DM y, en la actualidad, no se recomienda su tratamiento ni cribado sistemático. C. Hipertrigliceridemia Es frecuente en los pacientes con DM asociado al déficit y/o resistencia a la insulina. La hipertrigliceridemia grave (> 500 mg/dl) requiere tratamiento dietético y farmacológico inmediato con fibratos con el objeto de disminuir el riesgo de pancreatitis aguda. En pacientes sin hipertrigliceridemia grave (entre 150 y 500 mg/dl) debería considerarse el tratamiento con ácidos gra- sos poliinsaturados ω3 para reducir el riesgo cardiovascular residual. D. Alteraciones dermatológicas Véanse Tabla 5.9 y Figura 5.7 y, para mayor información, véase el Capítulo de Dermatología. DM: alteraciones cutáneas Necrobiosis lipoídica. Placa con centro amarillento y borde oscuro Dermopatía diabética o shin spots. Placas de bordes elevados y ulceración central que curan dejandouna lesión deprimida de color marrón Bullosis diabética. Más rara de aparición Infecciones por Candida, sobre todo candidiasis vaginal, en la mujer diabética Escleredema. Es una lesión benigna, frecuente en la diabetes, caracterizada por un engrosamiento de la piel de los hombros y de la parte superior de la espalda Contractura de Dupuytren. Se asocia con la DM tipo 1, así como la piel cérea y tensa del dorso de las manos Tabla 5.9. Alteraciones cutáneas en la diabete mellitus Figura 5.7. Necrobiosis lipoídica E. Trastorno de la conducta alimentaria Los pacientes con DM tipo 1 presentan un mayor riesgo de trastornos de la conducta alimentaria. La diabulimia consiste en la reducción u omisión de la dosis de insulina necesaria para el adecuado control glucémico con el objetivo de perder peso. F. Otras alteraciones Hiperviscosidad, alteraciones de la agregación plaquetaria, alteración de la cicatrización de las heridas. Prevención de las complicaciones El adecuado control glucémico ha demostrado reducir o retrasar la progre- sión de las complicaciones microvasculares asociadas a la DM (estudios DCCT, realizado en pacientes con DM tipo 1 y UKPDS, realizado en pacien- tes con DM tipo 2) (Tabla 5.10). El estudio DCCT (The Diabetes Control and Complications Trial) demostró en pacientes con DM tipo 1 que el tratamiento intensivo de la hiperglucemia 82 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición con múltiples dosis de insulina o bomba de insulina junto con el autoajuste de la dosis de insulina reducía un 76% el riesgo de presentar retinopatía diabética, el 39% el riesgo de desarrollar albuminuria y el 60% el riesgo de desarrollar neuropatía clínica. El principal efecto adverso del tratamiento intensivo fue el mayor riesgo de hipoglucemia grave. El estudio UKPDS (UK Prospective Diabetes Study) demostró una correla- ción entre la HbA1c y el riesgo de complicaciones microangiopáticas. Otra conclusión del estudio UKPDS fue la importancia del control de los factores de riesgo cardiovascular asociados, como obesidad, HTA y dislipidemia en el desarrollo de las complicaciones crónicas. Tratamiento antiagregante en DM Puede considerarse la antiagregación en prevención primaria cuando existe muy alto riesgo cardiovascular y no existe un alto riesgo de sangrado. Debe realizarse siempre la antiagregación en prevención secundaria (pacientes con ECV manifiesta) si no existe contraindicación del AAS Se recomienda el tratamiento combinado con AAS + clopidogrel durante el primer año tras síndrome coronario agudo En pacientes con alergia a AAS, administrar clopidogrel Tabla 5.11. Indicaciones de tratamiento antiagregante en la DM Los estudios ACCORD, ADVANCE y VADT confirmaron los resultados en la reducción de las complicaciones microvasculares con el control glucémico intensivo. Para reducir los eventos cardiovasculares se confirma la importan- cia de mantener objetivos de control glucémico estricto en las fases iniciales de la enfermedad (UKPDS), individualizar los objetivos de control glucémico en fases avanzadas de la enfermedad (ACCORD, ADVANCE y VADT) y realizar un abordaje simultáneo de todos los factores de riesgo cardiovascular (STENO-2). 5.8. Tratamiento Dieta La dieta constituye un pilar fundamental del tratamiento. • El aporte calórico de la dieta será el adecuado para cubrir sus necesi- dades. Se recomienda disminuir la ingesta calórica en pacientes con sobrepeso u obesidad. • No existe una distribución de macronutrientes ideal por lo que ésta debería estar basada en la forma de comer del paciente, sus preferen- cias y objetivos metabólicos, siempre que se respeten las recomenda- ciones de dieta sana. • Controlar la cantidad de hidratos de carbono de la ingesta mediante recuento, unidades de intercambio o estimación basada en experien- cia es clave para mantener un adecuado control glucémico. • Los hidratos de carbono deben proceder de la fruta, vegetales, cereales integrales, legumbres y productos lácteos, y no de otras fuentes de hidra- tos de carbono que suelen acompañarse de grasas, azúcares o sodio. • La sustitución del azúcar común por cantidades isocalóricas de otros hidratos de carbono no afecta al control glucémico, pero tiene sentido para asegurar la ingesta de otros alimentos más nutritivos (verduras, cereales). • Debe limitarse la ingesta de bebidas azucaradas como zumos o refres- cos para reducir el riesgo de ganancia de peso y el empeoramiento de los factores de riesgo cardiovascular. • No hay evidencias sobre cuál es la cantidad ideal de grasa en la dieta de las personas con diabetes, pero sí se sabe que la calidad de las grasas es un factor muy importante. • La dieta mediterránea, en la que predominan las grasas monoinsatu- radas (aceite de oliva y frutos secos), puede beneficiar el control de la glucemia y de los factores de riesgo cardiovascular. • El consumo de alcohol debe limitarse a una bebida al día, o menos, en mujeres adultas y dos bebidas, o menos, al día en varones adultos. • Al igual que en la población general, la ingesta de sodio debe ser menor de 2.300 mg/día (5 g de sal). • Se recomienda el consumo de fibra dietética (14 g/1.000 kcal). Es útil aumentar el consumo diario de fibra soluble ya que, al ralentizar la absorción de los carbohidratos, se reduce el pico de glucemia pos- prandial. • La distribución de las calorías a lo largo del día es importante en los pacientes tratados con insulina o secretores de insulina para reducir el riesgo de hipoglucemia. Ejercicio Se recomienda realizar de 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado (50- 70% de la frecuencia cardíaca máxima calculada) a la semana y, en ausen- cia de contraindicación, realizar actividad física de resistencia 3 veces a la semana. Contraindicaciones relativas para la realización de ejercicio físico vigoroso o de resistencia serían la retinopatía diabética no proliferativa grave o retinopatía diabética proliferativa, y la neuropatía periférica grave. Prevención (fases precoces) Tratamiento sintomático (fases avanzadas) Retinopatía diabética Control estricto de la glucemia y la presión arterial Fotocoagulación con láser Inyecciones intravítreas de antifactor de crecimiento vascular endotelial Nefropatía diabética Control estricto de la glucemia y la presión arterial Bloqueo del SRAA (IECA o ARA-II) si albuminuria Uso de inhibidores de SGLT2 si albuminuria tras IECA o ARA-II IECA, ARA-II, tiazida o bloqueadores de canales de calcio dihidropiridínicos si HTA sin albuminuria Ingesta de proteínas de 0,8 g/kg de peso corporal y día en nefropatía diabética sin diálisis. En pacientes con diálisis aportes más altos de proteínas Diálisis o trasplante Neuropatía y pie diabético Control estricto de la glucemia y cuidado de pies Suspensión de hábito tabáquico Neuropatía: • Dolor: pregabalina, duloxetina y gabapentina (MIR 15-16, 82) • Hipotensión ortostática: medidas posturales, fludrocortisona • Diarrea: loperamida • Gastroparesia: procinéticos, eritromicina Úlceras: desbridamiento, reposo, antibioterapia y revascularización Macroangiopatía Control estricto de la presión arterial Suspensión de hábito tabáquico Terapia hipolipemiante Terapia antiagregante (Tabla 5.11) Técnicas de revascularización arterial Tabla 5.10. Prevención y tratamiento de las complicaciones crónicas de la DM 83 05. Diabetes mellitus. ED Insulina A. Tipos de insulina En la actualidad se utilizan insulinas cuya secuencia de aminoácidos es idéntica a la de la insulina humana, y análogos de insulina en los que se han realizado modificaciones para cambiar su farmacocinética/farmacodi- namia y permitir así imitar mejor la secreción basal y prandial de la insulina endógena (Tabla 5.12). Tipo Inicio Pico Duración Insulinas de acción intermedia o prolongada (controlan glucemia en ayunas y preprandial) Acción intermedia NPH (insulina rápida con protamina) 2 horas 4-6 horas12 horas Análogos de acción prolongada Glargina 2 horas No presenta 20-24 horas Glargina U300 (3 veces más concentrada que glargina en el vial) 2 horas No presenta 24-36 horas Detemir 2 horas No presenta 12-24 horas Degludec 2 horas No presenta Hasta 42 horas Insulinas de acción rápida (controlan la glucemia posprandial) Insulina rápida (también llamada humana, regular o cristalina) 30 minutos 2-3 horas 6-8 horas Análogos de acción ultrarrápida Aspártica, lispro y glulisina 10 minutos 30-40 minutos 2-3 horas Faster Aspart (aspártica con excipientes adicionales) 2 minutos 20-30 minutos 2-3 horas Tabla 5.12. Tipos de insulina Los análogos de insulina de acción ultrarrápida, como la insulina lispro, la insulina aspártica y la insulina glulisina, tienen un comienzo de acción más rápido y una menor duración que la insulina rápida. El paciente las puede administrar inmediatamente antes de la ingesta. La insulina Faster Aspart tiene un inicio de acción algo más rápido gracias a la adición de unos excipientes. La insulina glargina, glargina U300, insulina detemir e insulina deglu- dec son análogos de insulina de acción prolongada que permiten su admi- nistración una vez al día y mantienen concentraciones de insulina estables. La ausencia/reducción de pico en su acción, cuando se compara con insulina NPH, hace que pueda conseguirse una menor incidencia de hipoglucemias a igualdad de control glucémico. De todos modos, hay que tener en cuenta que el pico de acción y la duración de cada tipo de insulina se modifican en cada individuo, según la dosis administrada y el sitio de inyección (MIR 12-13, 58). En las descompensaciones hiperglucémicas agudas y durante las interven- ciones quirúrgicas, se utiliza insulina rápida por vía intravenosa. La insulina se considera actualmente el tratamiento de elección durante la hospitalización. Como norma general, en el paciente con diabetes hospita- lizado se deben cubrir tres aspectos con la insulinoterapia: • Secreción basal de insulina (necesaria independientemente de los aportes de hidratos de carbono). • Secreción prandial (para cubrir los aportes de hidratos de carbono de la ingesta, de los sueros o de la nutrición enteral o parenteral). • Establecer una pauta de corrección para manejar hiperglucemias inesperadas. Las pautas correctoras basadas en el uso de insulina rápida en función de los controles de glucemia capilar (sliding scales) son poco efectivas en la mayoría de los pacientes y peligrosas en pacientes con insulinopenia al no cubrir las necesidades basales de insulina (MIR 09-10, 4). Recuerda ➔ Los análogos de insulina son insulinas con modificaciones en su estruc- tura genética que cambian su farmacocinética/farmacodinamia y que han demostrado disminuir la incidencia de hipoglucemias a igualdad de HbA1c. B. Pautas de insulina en el paciente con DM tipo 1 • Tratamiento con múltiples dosis de insulina (MDI). Modalidad de tratamiento intensivo consistente en la administración de insulina de acción rápida/ultrarrápida (regular, lispro, aspártica o glulisina) antes de cada comida para controlar el pico de glucemia posprandial, junto con insulina de efecto prolongado o insulina de acción intermedia (NPH, glargina, detemir o degludec) en 1 o varias dosis al día, para mantener la insulinemia basal (Figura 5.8). • Infusión subcutánea continua de insulina (ISCI). Modalidad de trata- miento intensivo consistente en la administración de insulina de acción rápida (regular, lispro, aspártica o glulisina) mediante una pequeña bomba conectada mediante un tubo y un catéter al tejido subcutáneo. La bomba libera insulina a nivel subcutáneo de manera continua con un ritmo basal previamente programado o variable en función de los valores de glucosa intersticial (sistemas integrados de bomba de insulina y monitorización continua de glucosa). Junto a esta infusión basal, el paciente debe admi- nistrar, utilizando la infusora, bolos de insulina inmediatamente antes de cada ingesta o para corregir hiperglucemias inesperadas. Pauta de tratamiento intensificado Pauta de tratamiento convencional De Co Ce De De Co Ce De De Co Ce De De Co Ce De N iv el es d e in su lin em ia Lispro o aspártica o glulisina Lispro o aspártica o glulisina Lispro o aspártica o glulisina Glargina Degludec Desayunod. Almuerzo Cena Detemir Detemir Figura 5.8. Pautas de tratamiento con insulina Estas dos pautas tienen como finalidad intentar conseguir glucemias pre- prandiales y posprandiales dentro de los objetivos de control glucémico definidos y, salvo contraindicación, serán las pautas de elección en los pacientes con DM tipo 1 (Tabla 5.13). Evitar hipoglucemia antes que control de HbA1c Niños menores de 8 años, por el efecto deletéreo que la hipoglucemia puede tener sobre el desarrollo cognitivo Pacientes con hipoglucemias inadvertidas o graves de repetición. Pacientes con trastornos mentales graves, que no pueden responsabilizarse de un tratamiento intensivo Ancianos Cardiópatas o pacientes con antecedentes de accidentes cerebrovasculares, en los que la hipoglucemia puede tener consecuencias graves Tabla 5.13. Situaciones en las que evitar la hipoglucemia es más importante que el control de la HbA1c 84 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición C. Pautas de insulina en el paciente con DM tipo 2 Se debe considerar la insulina como tratamiento inicial en la DM tipo 2: cuando el paciente presenta síntomas marcados (pérdida de peso, poliu- ria, polidipsia) que queda justificada por niveles muy elevados de glucemia (glucemia ≥ 300 mg/dl y/o HbA1c ≥ 10%); en personas con contraindicación a otros antidiabéticos diferentes de la insulina y en las personas hospitali- zadas por enfermedad aguda (MIR 18-19, 88). La insulinoterapia termina siendo necesaria en un porcentaje sustancial de pacientes con DM tipo 2, por la naturaleza progresiva del trastorno y el défi- cit relativo de insulina que se desarrolla con el tiempo (MIR 13-14, 102). En esos casos, se recomienda comenzar con 10 unidades o 0,1-0,2 unidades/ kg de peso/día de una insulina basal. D. Efectos secundarios de la insulina • Hipoglucemia. Se debe a un exceso de dosificación respecto a la ingesta de carbohidratos o al ejercicio realizado. • Alergia a la insulina. Poco frecuente desde que se usan insulinas humanas. Se produce por anticuerpos IgE. Las manifestaciones clíni- cas pueden oscilar desde reacciones de hipersensibilidad inmediata localizadas en el sitio de inyección, con picores y pinchazos, hasta urticaria generalizada y reacciones anafilácticas graves. • Lipodistrofia. Alteración del tejido graso subcutáneo que se produce en las zonas de inyección de la insulina. Para evitarlas, es necesario un sistema de rotación de la zona de inyección. • Resistencia a la insulina. Debida a la creación de anticuerpos frente a la insulina, que ocurre hasta en un 60% a los 6 meses de trata- miento. Sin embargo, su relevancia clínica es escasa (< 0,1% de insu- linorresistencia) con las insulinas actuales. • Edema insulínico. En los pacientes con DM mal controlada crónica- mente, el tratamiento insulínico puede producir, en las primeras 24-48 horas, edemas en extremidades inferiores, región sacra y párpados, que se resuelve espontáneamente. • Presbicia insulínica. Como consecuencia de variaciones importantes en la glucemia, se producen cambios osmóticos en el cristalino, por lo que se altera la capacidad de acomodación visual. El trastorno de la acomodación desaparece de forma espontánea en 2-4 semanas, por lo que no precisa corrección óptica; incluso debe recomendarse al paciente que no se realice nueva graduación de lentes correctoras hasta pasado ese tiempo. • Fenómeno Somogyi. Elevación de la glucemia en ayunas por un aumento de las hormonas contrarreguladoras en respuesta a una hipoglucemia nocturna. Si se confirma un fenómeno de Somogyi,se debe reducir la dosis de insulina para evitar la hipoglucemia nocturna. • Fenómeno del alba. Elevación de la glucosa plasmática en las pri- meras horas de la mañana, posiblemente en relación con la secreción nocturna de GH o el ritmo circadiano del cortisol. El tratamiento con bomba de insulina permite su corrección al poder ajustar el aporte basal de insulina en cada momento del día. Antidiabéticos orales y terapia farmacológica no insulínica (Tabla 5.14) Podrás encontrar toda la información sobre estos fármacos y su uso en el paciente con DM tipo 2 en la Tabla 5.14 y la Figura 5.9. Intervención sobre hábitos de vida y metformina (con TGe 30-45 ml/min → mitad de dosis; con TGe < 30 ml/min → contraindicada) Si HbA1c 8,5-10% considerar doble terapia (metformina + segundo fármaco). Ante contraindicación a metformina u otros fármacos no insulínicos (hospitalización, cirrosis grado C, TFG < 30ml/min) considerar insulina basal Si HbA1c > 10% con síntomas de hipercatabolismo, o dudas de diagnóstico de tipo de diabetes (tipo 1 vs tipo 2): insulina basal (con/sin metformina) Si no se alcanzan los objetivos metabólicos individualizados, elección basada en la situación clínica ECV establecida añadir iSGLT2 o análogo GLP1 con beneficio CV demostrando* Insuficiencia cardíaca asociada, añadir iSGLT2 ERC (FGE < 30 ml/min) añadir iDPP4 o análogo de GLP-1 ERC (FGE > 30 ml/min y albuminuria) añadir iSGLT2 Obesidad, añadir análogo de GLP1 o iSGLT2 Anciano frágil o con demencia, añadir iDPP4 Minimizar hipoglucemias, añadir IDPP4 o iSGLT2 o análogo GLP1 o pioglitazona Si no se alcanzan los objetivos metabólicos individualizados, se combinan fármacos con distinto mecanismo de acción (triple terapia) Para pacientes con hiperglucemia extrema y sintomática el tratamiento de elección es siempre la insulina * Para pacientes que necesiten el mayor efecto hipoglucemiante de una medicación inyectable, se prefieren los análogos GLP1 antes que la insulina basal Figura 5.9. Recomendaciones actuales del tratamiento DM 85 05. Diabetes mellitus. ED B ig ua ni da s Su lfo ni lu re as M eg lit in id as In hi bi do r de di sa ca ri da sa s Ti az ol id in ed io na In hi bi do re s de D PP 4 A go ni st as de l r ec ep to r de G LP -1 In hi bi do re s de S G LT -2 Pr in ci pi o ac tiv o M et fo rm in a (e s el pr im er t ra ta m ie nt o fa rm ac ol óg ic o re co m en da do y s e ad m ite s u us o de sd e el d ia gn ós tic o) . G lib en cl am id a G lip iz id a G lim ep ir id a G lic la zi da Re pa gl in id a A ca rb os a Pi og lit az on a Si ta gl ip tin a V ild ag lip tin a Sa xa gl ip tin a Li na gl ip tin a A lo gl ip tin a Ex en at id a Li xi se na tid a Li ra gl ut id a D ul ag lu tid a* Se m ag lu tid a* D ap ag lifl oz in a C an ag lifl oz in a Em pa gl ifl oz in a Er tu gl ifl oz in a M ec an is m o de a cc ió n y re co m en da ci on es de u so M ej or a la s en si bi lid ad a la in su lin a a ni ve l he pá tic o. Ti en e ot ro s ef ec to s no cl ar am en te d efi ni do s. In ic io c on d os is b aj as y co m id a pa ra m ej or ar la t ol er an ci a di ge st iv a. Ri es go d e dé fic it de vi ta m in a B 12 . Es tim ul an la s ec re ci ón de in su lin a m ed ia nt e su u ni ón a l c an al d e K se ns ib le a A TP d e la cé lu la β . In ic io c on d os is b aj as y aj us te p os te ri or se gú n ef ec to hi po gl uc em ia nt e. Es tim ul an la s ec re ci ón de in su lin a m ed ia nt e su u ni ón a c or to p la zo al c an al d e K se ns ib le a A TP d e la c él ul a β. Su v id a m ed ia c or ta ob lig a a ad m in is tr ar la s an te s de la s in ge st as . In ic io c on d os is b aj as y aj us te p os te ri or se gú n ef ec to hi po gl uc em ia nt e. Re tr as a la a bs or ci ón de lo s hi dr at os d e ca rb on o al in hi bi r la s di sa ca ri da sa s in te st in al es . M ej or a la s en si bi lid ad a la in su lin a en e l m ús cu lo y e l t ej id o gr as o m ed ia nt e su un ió n al r ec ep to r nu cl ea r PP A R γ. B en efi ci o en E H G N A . M ej or a de l e fe ct o in cr et in a (↑ la se cr ec ió n de in su lin a y ↓ la s ec re ci ón de g lu ca gó n de m an er a gl uc os a de pe nd ie nt e) a l au m en ta r lo s ni ve le s de l G LP -1 e nd óg en o po r in hi bi ci ón d e la en zi m a qu e lo d eg ra da (D D P- 4) . M ej or a de l e fe ct o in cr et in a (↑ la se cr ec ió n de in su lin a y ↓ la s ec re ci ón d e gl uc ag ón d e m an er a gl uc os a de pe nd ie nt e) al e st im ul ar lo s re ce pt or es d e G LP -1 . A dm in is tr ac ió n SC . D ul ag lu tid a y se m ag lu tid a so n se m an al es . A um en ta n la ex cr ec ió n re na l d e gl uc os a al in hi bi r el co tr an sp or ta do r SG LT - 2 de l t úb ul o pr ox im al re na l. Efi ca ci a hi po gl uc em ia nt e A lta A lta (p ie rd e efi ca ci a hi po gl uc em ia nt e a la rg o pl az o) M od er ad a (m ás ú til pa ra la h ip er gl uc em ia po sp ra nd ia l) B aj a (m uy p oc o us o en la a ct ua lid ad ) A lta (e fic ac ia hi po gl uc em ia nt e a la rg o pl az o de m os tr ad a) M od er ad a M uy a lta (e n al gu no s ca so s, s im ila r a la in su lin iz ac ió n ba sa l) M od er ad a Ef ec to e n el p es o N eu tr o (p ot en ci al re du cc ió n m od es ta ) A um en to A um en to N eu tr o A um en to p or re te nc ió n hí dr ic a N eu tr o D es ce ns o im po rt an te D es ce ns o m od er ad o Im pa ct o so br e la ER D y a ju st e de do si s se gú n TF G e C on tr ai nd ic ad o si TF G e < 3 0 m l/ m in . Re du ci r la d os is c on TF G e en tr e 30 y 4 5 m l/ m in N o ut ili za r si T FG e < 30 m l/ m in . C on T FG e < 6 0 m l/ m in au m en ta e l r ie sg o de hi po gl uc em ia Se p ue de u til iz ar e n cu al qu ie r gr ad o de in su fic ie nc ia r en al (t ie ne e xc re ci ón he pá tic a) C on tr ai nd ic ad a si TF G e < 2 5 m l/ m in C on tr ai nd ic ad a co n TF G e < 4 m l/ m in (s e pu ed e ut ili za r ha st a la en tr ad a en d iá lis is ) Pr ec is an a ju st e de do si s co n TF G e < 60 m l/ m in , e xc ep to lin ag lip tin a (t ie ne ex cr ec ió n he pá tic a po r lo q ue n o pr ec is a aj us te d e do si s) Ex en at id a y Li xi se na tid a es tá n co nt ra in di ca do s co n TF G e < 3 0 m l/ m in . Li ra gl ut id a, D ul ag lu tid a y Se m ag lu tid a co nt ra in di ca do s co n TF G e< 1 5 m l/ m in . Po si bl e be ne fic io so br e al bu m in ur ia d e lir ag lu tid a, d ul ag lu tid a y se m ag lu tid a. C on tr ai nd ic ad os c on TF G e < 3 0 m l/ m in . C on T FG e < 6 0 m al / m in p ie rd en e fic ac ia hi po gl uc em ia nt e. Ef ec to s C V y s ob re la IC Po si bl e be ne fic io C V (in fa rt o ag ud o de m io ca rd io e n U KP D S) . N eu tr o pa ra IC. Ef ec to n eu tr o C V (p ro ba bl em en te di fe re nt e se gú n pr in ci pi o ac tiv o) Ef ec to n eu tr o en IC . Ef ec to n eu tr o C V. Ef ec to n eu tr o en IC . Ef ec to n eu tr o C V. Ef ec to n eu tr o en IC . Po si bl e be ne fic io C V (P RO A C TI V E) . A um en ta e l r ie sg o de IC Ef ec to n eu tr o C V. Po te nc ia l r ie sg o de IC co n sa xa gl ip tin a. B en efi ci o C V c on lir ag lu tid a, d ul ag lu tid a y se m ag lu tid a. Ef ec to n eu tr o en IC . B en efi ci o C V c on Em pa gl ifl oz in a y C an ag lig lo zi na . B en efi ci o en IC c on Em pa gl ifl oz in a, C an ag lifl oz in a y D ap ag lifl oz in a. C o n ti n ú a… 86 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición B ig ua ni da s Su lfo ni lu re as M eg lit in id as In hi bi do r de di sa ca ri da sa s Ti az ol id in ed io na In hi bi do re s de D PP 4 A go ni st as de l r ec ep to r de G LP -1 In hi bi do re s de S G LT -2 Ri es go d e hi po gl uc em ia N o Sí (m ás c on gl ib en cl am id a) Sí (m en os q ue gl ib en cl am id a) N o (e n ca so d e hi po gl uc em ia h ay q ue ad m in is tr ar g lu co sa ) N o N o N o N o Ef ec to s se cu nd ar io s A ci do si s lá ct ic a (e l m ás g ra ve p er o ra ro ), m ol es tia s G I ( ná us ea s y di ar re a) H ip og lu ce m ia g ra ve y m an te ni da A um en to d e pe so H ip og lu ce m ia po sp ra nd ia l G I ( Fl at ul en ci a) Re te nc ió n hí dr ic a. A um en ta e l r ie sg o de fr ac tu ra e n po sm en op au si a. Po si bl e re la ci ón c on cá nc er d e ve jig a. H ep at ot ox ic id ad C ef al ea In fe cc io ne s de l t ra ct o re sp ir at or io El ev ac ió n de tr an sa m in as as (v ild ag lip tin a y sa xa gl ip tin a) M ol es tia s G I ( ná us ea s, vó m ito s, d ia rr ea ) Pr ec au ci ón c on la s in fe cc io ne s ge ni to ur in ar ia s y la ga ng re na d e Fo ur ni er . Ri es go d e C A D en p ac ie nt es in su lin op én ic os . H ip ot en si ón H ip ov ol em ia O tr as C on tr ai nd ic ac io ne s Si tu ac io ne s co n ri es go de a ci do si s lá ct ic a o de te ri or o de fu nc ió n re na l ( en fe rm ed ad ag ud a, in su fic ie nc ia ca rd ia ca y r es pi ra to ri a de sc om pe ns ad a, he pa to pa tía ). U so d e co nt ra st es in tr av en os os Em ba ra zo (c la se B ) A le rg ia a s ul fa m id as H ep at op at ía a va nz ad a Si tu ac io ne s de e st ré s (c om o ci ru gí a o in fe cc io ne s) Em ba ra zo H ep at op at ía a va nz ad a Em ba ra zo Pr ec au ci ón e n pa to lo gí a in te st in al cr ón ic a. Em ba ra zo In su fic ie nc ia c ar di ac a o hi st or ia d e IC (g ra do I-I V N Y H A ) H em at ur ia m ac ro sc óp ic a no fil ia da o c a ve jig a Em ba ra zo Su sp en de r si s e so sp ec ha p an cr ea tit is . Po bl ac ió n in fa nt il- ad ol es ce nt e Em ba ra zo Su sp en de r si s e so sp ec ha p an cr ea tit is . Po bl ac ió n in fa nt il- ad ol es ce nt e Em ba ra zo Se r ec om ie nd a su sp en de r an te en fe rm ed ad a gu da D ia be te s co n in su lin op en ia H ip ov ol em ia IT U d e re pe tic ió n Em ba ra zo ER D = e nf er m ed ad r en al d ia bé tic a. T FG e: T as a de F ilt ra do G lo m er ul ar e st im ad o. C V = c ar di ov as cu la r. IC : i ns ufi ci en ci a ca rd ía ca . E H G N A : e nf er m ed ad h ep át ic a gr as a no a lc oh ól ic a. S C = s ub cu tá ne a. C A D = c et oa ci do si s di ab ét ic a. 1. M et fo rm in a es e l t ra ta m ie nt o fa rm ac ol óg ic o de e le cc ió n pa ra la D M t ip o 2. S u us o es tá in di ca do d es de e l d ia gn ós tic o, ju nt o a lo s ca m bi os e n lo s há bi to s de v id a. 2. L os t ra ta m ie nt os fa rm ac ol óg ic os p ue de n co m bi na rs e pa ra a bo rd ar la s di fe re nt es v ía s fis io pa to ló gi ca s de la e nf er m ed ad . N o de be n co m bi na rs e in hi bi do re s de D PP -4 y a go ni st as d el r ec ep to r de G LP -1 a l a ct ua r so br e la m is m a ví a fis io pa to ló gi ca . 3. L os t ra ta m ie nt os fa rm ac ol óg ic os p ue de n co m bi na rs e co n in su lin a, c on la s si gu ie nt es p re ca uc io ne s. E l u so c on ju nt o de p io gl ita zo na e in su lin a au m en ta e l r ie sg o de r et en ci ón h íd ri ca e IC . E l t ra ta m ie nt o co n su lfo ni lu re as su el e su sp en de rs e al in ic ia r el t ra ta m ie nt o co n in su lin a ba sa l. Ta b la 5 .1 4. C ar ac te rís tic as d e lo s an tid ia bé tic os n o in su lín ic os p ar a el t ra ta m ie nt o de la D M t ip o 2 (M IR 2 0- 21 , 1 64 , M IR 2 0- 21 , 1 65 ; M IR 1 7- 18 , 8 9; M IR 1 5- 16 , 8 3; M IR 1 4- 15 , 8 8; M IR 0 9- 10 , 7 5) 87 05. Diabetes mellitus. ED Recuerda ➔ La metformina es el tratamiento farmacológico inicial de elección en la diabetes mellitus tipo 2 y puede administrarse desde el diagnós- tico junto con las medidas higienicodietéticas. Autocontrol y objetivos La realización seriada de glucemias capilares con los glucómetros clási- cos o intersticiales con los dispositivos de monitorización continua de glu- cosa constituyen la mejor herramienta para la modificación de la pauta de tratamiento con insulina y forma parte del tratamiento intensivo con múltiples dosis de insulina o bomba de insulina del paciente con DM tipo 1. Se recomienda la determinación de autocontroles de glucemia capilar/ intersticial en los pacientes con DM tipo 1, al menos 4-6 veces al día (antes de las principales comidas y picoteos y, puntualmente, tras las comidas; al acostarse; antes de hacer ejercicio; si sospechan una hipoglucemia y tras el tratamiento de ésta y antes de actividades de riesgo como conducir). Los beneficios del autocontrol de glucemia capilar en la DM tipo 2 no son tan claros. Como norma general, los autocontroles de glucemia capilar no estarían indicados en pacientes con DM tipo 2 en tratamiento dietético o con antidiabéticos que no produzcan hipoglucemia, y estarían indicados en pacientes en tratamiento con insulina. La determinación de cetonas en orina o β-hidroxibutirato en sangre capilar es útil como parámetro de control en la DM tipo 1 en periodos de hiperglu- cemia y enfermedad intercurrente (especialmente en pacientes en trata- miento con ISCI). También puede resultar útil en la diabetes gestacional, en la que la tendencia a la cetosis está aumentada. La medición de glucosuria no tiene valor como marcador del control glucémico, pues el dintel renal de glucosa es alto y muy variable (180-200 mg/dl) y puede modificarse en la nefropatía diabética. Recuerda ➔ En pacientes con diabetes tipo 2 recién diagnosticada que presen- tan muchos síntomas (pérdida de peso, poliuria, polidipsia) y glucemias y/o HbA1c muy elevadas, se debe iniciar tratamiento con insulina des- de el inicio, con o sin otros fármacos (MIR 14-15, 87). A. Objetivos de control metabólico El mejor parámetro para la evaluación del control glucémico a largo
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