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Biomecánica y envejecimiento: cambios en el sistema musculoesquelético La biomecánica y el envejecimiento están estrechamente relacionados, ya que el proceso de envejecimiento afecta significativamente el sistema musculoesquelético y, por lo tanto, tiene un impacto en la biomecánica del cuerpo. Aquí hay algunos cambios biomecánicos importantes en el sistema musculoesquelético asociados con el envejecimiento: Pérdida de masa muscular (sarcopenia): Con el envejecimiento, se produce una pérdida gradual de masa muscular, conocida como sarcopenia. Esto puede llevar a una disminución en la fuerza muscular y la capacidad funcional, lo que afecta la biomecánica del movimiento y aumenta el riesgo de caídas y lesiones. Disminución de la densidad ósea (osteoporosis): La densidad ósea tiende a disminuir con la edad, lo que aumenta el riesgo de fracturas óseas y afecta la biomecánica de la carga del cuerpo. Las fracturas óseas pueden alterar la alineación y la función de las articulaciones, lo que afecta la forma en que se transmiten las fuerzas a través del cuerpo. Cambios en la elasticidad de los tejidos conectivos: Con el envejecimiento, los tejidos conectivos como los tendones y los ligamentos tienden a volverse menos elásticos y más rígidos. Esto puede afectar la flexibilidad y la movilidad articular, lo que a su vez influye en la biomecánica del movimiento y aumenta el riesgo de lesiones musculoesqueléticas. Cambios en la postura y la marcha: Con el envejecimiento, pueden ocurrir cambios en la postura y la marcha debido a la pérdida de masa muscular, la disminución de la flexibilidad y otros factores biomecánicos. Estos cambios pueden afectar la distribución del peso corporal, la estabilidad y la eficiencia del movimiento. Alteraciones en la marcha y el equilibrio: El envejecimiento puede provocar alteraciones en la marcha y el equilibrio debido a cambios en la fuerza muscular, la sensibilidad proprioceptiva y otros factores biomecánicos. Estos cambios pueden aumentar el riesgo de caídas y lesiones, especialmente en adultos mayores. Disminución de la capacidad de absorción de impactos: Con el envejecimiento, la capacidad del cuerpo para absorber impactos y amortiguar las fuerzas externas puede disminuir debido a cambios en la densidad ósea, la elasticidad de los tejidos y la función neuromuscular. Esto puede aumentar el riesgo de lesiones musculoesqueléticas, especialmente durante actividades físicas de alto impacto. En resumen, la biomecánica del envejecimiento se caracteriza por una serie de cambios en el sistema musculoesquelético que afectan la fuerza, la flexibilidad, la movilidad y la estabilidad del cuerpo. Comprender estos cambios biomecánicos es fundamental para desarrollar estrategias de prevención y rehabilitación que promuevan la salud y el bienestar en la población adulta mayor.
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