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Teórico Nro. 1 Objetivo de la materia - La realización televisada presupone una serie de competencias y saberes, en un soporte vulgarmente conocido como televisión. No se restringe únicamente a saberes específicamente técnicos: también hay que tener en cuenta el aspecto narrativo. ¿Cómo se cuenta en televisión? Aspecto técnico y aspecto conceptual: Desde la “idea” hasta la materialización de esa idea en un soporte técnico: el guión televisivo. Hegel - “La idea en el arte no puede escapar a su destino de transformarse en su expresión sensible” La idea en televisión está relacionada con las posibilidades que me ofrece el medio Es aquella expresión que el sujeto puede captar con sus sentidos. Un tercer aspecto a tener en cuenta (además del técnico y del narrativo) es el aspecto del sujeto receptor: el espectador. La cuestión fundamental en cuanto al espectador es preguntarse cómo podemos representarnos ante ese espectador - cuestión de la identificación (psicoanálisis / escuela lacaniana). · Teoría estructuralista · Teoría del cine (Jesús González Requena) · Teoría del discurso Análisis del aspecto discursivo Es posible pensar estructuralmente el aspecto discursivo en cualquier tipo de producto televisivo (ya sea en televisión ficción como en programas periodísticos, educativos, de entretenimiento, etc.). Lo que diferencia a la ficción de la no-ficción son las estrategias, no los aspectos estructurales. Docudrama = Ficción + No-ficción (hibridación). La ficcionalización de un acontecimiento periodístico se produce desde el modo en que elijo narrar ese acontecimiento. La palabra, en tanto significado, se puede entender como no-ficción. El significante aporta la ficción como interpretación. Dos elementos que molestan en la reflexión teórica: 1. Una noción de sujeto opuesta a la clásica visión cartesiana: el sujeto que se propone desde el psicoanálisis es un sujeto que existe a partir del deseo y de la experiencia sensorial. Racionalismo cartesiano: (Yo) → Pienso Psicoanálisis (Lacan): Gozo → (Yo) 2. Una concepción del tiempo en tanto “sucesión cronológica de momentos”. El psicoanálisis hace hincapié en la temporalidad del sujeto, en la subjetividad del tiempo. Las técnicas de transferencia psicoanalíticas ponen en juego tanto el presente como el pasado y el futuro del sujeto. Cuestión del “vivo” - Umberto Eco plantea que como especificidades de la televisión el vivo y la instantaneidad, y señala que estos elementos influyen en la construcción de la narración en este medio. Pero la cátedra señala que la televisión no tiene un específico propio, sino que siempre remite a otros géneros, siempre habla de otros discursos: es un meta-discurso. O como dice Oscar Landi, una “devoradora de géneros”. Para Lacan, el inconsciente se estructura de modo similar al lenguaje, y trabaja principalmente con dos operaciones: la metáfora y la metonimia. La televisión está más del lado de lo oral, esfera con diferentes modos de funcionamiento que lo escrito. Narración (Propp): Todos los cuentos populares tienen las mismas funciones y los mismos personajes, más allá de la organización estructural que muestra la superficie. Eco ® “Los cuentos son una necesidad biológica” - Importancia de la narración en la formación social del sujeto. En los niños, los cuentos actúan como elemento de socialización. Antropología (Dayan y Katz) - Análisis de los grandes acontecimientos mundiales transmitidos en directo por la televisión: proponen una analogía con los rituales y las ceremonias, y con su concepción desde lo antropológico. · Ritos de conquista (p.ej.: la llegada del hombre a la Luna) · Ritos de competición (p.ej.: los mundiales de fútbol) · Ritos de coronación (p.ej.: el casamiento de Lady Di) Televisión como fenómeno de espectacularización Objetivos implícitos de la materia: 1. Tener en cuenta que somos homo videns en una civilización en la que la televisión ha adquirido gran importancia (televisión = visión a distancia Þ pone en juego el sentido de la visión y determinada concepción del espacio). El siglo XX se inaugura con dos elementos que producen un cambio en los procesos de la percepción visual: los rayos X (1895) y el cinematógrafo (189?). Perspectivismo - El artista presupone al sujeto en una ubicación determinada. Esto se traslada al teatro y por decantación al cine. Condicionamientos tecnológicos. 2. El producto televisado está más cerca de la cultural oral que de la cultura literaria. 3. Sentido determinante de la vista - Problematizar la predominancia de lo visual en el marco que propone una causalidad entre percepto y concepto (inmediatez entre lo que veo y lo que pienso) No tener en cuenta los elementos mediadores que deforman esta linealidad. Desgrabado Buenas noches a todos. ¿Qué hacer? La verdad es que venía entusiasmado para empezar el curso, no sé si faltan muchos o pocos, la verdad es que no vi la lista. O si faltaron por el paro. Pero lo vi al decano dando clase y hay algunos grupos que como es la primera vez, pensaron que era preferible venir y dar clase, yo con esto no esquivo una posición personal que la he dicho siempre: salvo situaciones muy extremas, la medida de no dar clases no la comparto. Han sido pocas las veces que no me he presentado a dar clases, es mi apreciación personal sobre el asunto, para qué voy a seguir. No sé qué quieren hacer, si quieren discutir sobre el paro, un rato, después damos clase… He visto que las comisiones en general, no de comunicación, pero sí de sociología y ciencia política, las comisiones trabajaron casi todas. Bueno, acá proponen que demos clase primero, y en todo caso después discutamos sobre el paro, al final de la clase. Bueno, antes que nada bienvenidos a este segundo curso, o a esta segunda parte de la materia; nunca estuvo bien claro en la historia si esta materia era anual con dos partes, o eran dos materias distintas, hoy vamos a hacer una presentación, lo cual yo les diría que no quiere decir que la presentación en sí misma no de claves desde hoy, desde esta primera clase, sobre yo diría la búsqueda que hacemos en este cuatrimestre. En lo formal, ya les hablé en el primer cuatrimestre sobre las exigencias, lo que esperamos, y lo que estamos dispuestos a brindar, y lo que esperamos de ustedes, no lo vamos a repetir: lo damos por conocido. La organización de las comisiones saben que es la misma de las del primer cuatrimestre, con los mismos docentes, y las condiciones de regularidad son también las mismas. Una asistencia al 75 % de los prácticos y los teóricos, y una insistencia, nuevamente, en que los teóricos tienen su importancia; digamos; tienen su importancia porque todavía más que en el primer cuatrimestre, yo podría enunciar que esta materia es bastante heterogénea. Y al decir heterogénea, estoy hablando de los enfoques y estoy hablando de referencias de pensamientos, a corrientes de pensamientos o aún a marcos teóricos. Es muy heterogénea; más heterogénea que la del primer cuatrimestre. Entonces se supone que en este encuentro amable que vamos a tener los viernes, es como que yo voy a trata de ir, de alguna manera, sintetizando esa heterogeneidad, tratando de hallarle un sentido, una coherencia, que empieza hoy y termina en la última clase. Vale decir: metodológicamente, me animaría a decir que ésta, todavía mucho más que la primer parte, es una “materia circular”, quiere decir que conceptos que a lo mejor están levemente enunciados hoy, se van a volver a retomar en la mitad de la cursada, y probablemente, se van a volvera retomar sobre el final de la cursada. Vale decir, esto es un desarrollo bastante recursivo, para decirlo en algún término. Básicamente, si se plantea un ordenamiento de la materia –más allá del programa analítico– yo les diría que tenemos tres grandes unidades; tres grandes unidades, que, insisto, las presento como compartimentos, pero no como compartimentos estancos. Quiero insistir en que va habiendo puentes entre este primer “momento”, entre el segundo “momento” y entre el tercer “momento” de la materia. Son como los grandes agrupamientos que hacemos para abordar esta materia que tiene el título de Planificación de la Actividad Periodística II y cuyo objetivo empírico, fenomenológico es el tratamiento de una realización audiovisual. Al igual que sucedía con la primera parte de la materia, los contenidos mínimos que tiene el plan de estudios son muy escuetos, harto económicos y ampliamente generales. Por lo cual, con Planificación de la Actividad Periodística II podríamos enseñar, como decíamos en la I, desde astronomía hasta ciencias biológicas. Y vale la pena que les diga esto porque una autoridad de la universidad me llamó por teléfono antes de ayer para decirme: “en tu concurso, por Planificación de la Actividad Periodística I –que lo tengo ahora, la reválida del concurso el 30 de Agosto, están todos invitados– no les podemos dar los diez temas que les tenemos que dar a los profesores para que elijan tres temas”; cada uno, ustedes saben, de los postulantes, tiene el derecho de elegir uno de esos temas para desarrollarlo. Entonces yo diría que la práctica nos fue ordenando esta materia para dedicarnos en el primer cuatrimestre al soporte gráfico y en el segundo, básicamente, al soporte audiovisual. De eso se trata. Por eso les decía recién que, fenomenológicamente hablando, se trata de un curso para ponernos en relación con la realización de un producto audiovisual. En este sentido, la realización sí nos vincula con cierto tipo de planificación, cualquier realización audiovisual, de mayor o menor complejidad, tiene algún grado de organización, vale decir, como teníamos en la primera parte de la materia aquí hay un proceso, en este proceso hay distintas etapas, hay distintas competencias que se ponen en juego, hay distintos saberes, vale decir, es un proceso –me adelanto a decirlo– que va desde la ideación hasta el producto propiamente dicho. Entonces, realización es el término técnico mediante el cual abordamos este proceso para la realización de un producto audiovisual. La realización, a su vez, se consuma básicamente –y vamos a ver estas operaciones en cada una de las etapas–, de una preproducción, de una producción y de una posproducción. Con esto ustedes se están poniendo en contacto con una de las características que tiene la materia que es una remisión a un saber empírico, técnico, práctico. Las etapas de la realización televisiva se dividen en la preproducción, producción y posproducción. Entonces estos tres enfoques sobre los cuales les hablaba los voy a enunciar ahora, y son: Una primera gran unidad que engloba aspectos técnicos para la realización de un audiovisual. A la segunda gran unidad le hemos dado el título de “Estructura Narrativa para el audiovisual”. Esto, yo les diría, que es de corte abstracto y empírico, abstracto y práctico. Y la tercer gran unidad es lo que nosotros denominamos “El sujeto espectador”. Esta sí mucho más abstracta y teórica que las anteriores. Bueno, consigna de este año –una de las tantas consignas–: “La ficción construye la realidad”. Y con esto, ¿qué quiero decirles? Que en realidad, si yo me tuviese que atener estrictamente al título de la materia Planificación de la Actividad Periodística, hablarles de la ficción, es como que aparece descolgado, confuso. Se supone que, hablándoles de los grandes macro géneros literarios, que hay algo que tiene que ver con la ficción, y algo que tiene que ver con la no- ficción. El noticiero… ¿dónde lo encuadrarían ustedes? En la no-ficción. ¿Y la telenovela? En la ficción. Bueno, si yo acabo de decirles que la ficción construye realidad, es porque a lo largo del ciclo, vamos a poner, de alguna manera, en cuestión esta frontera, bastante permeable, entre la ficción y la no-ficción. Y algunos que se dedican a estudiar y a escribir sobre guión y la ficción y la no-ficción, sostienen, y yo comparto este criterio, que quien está preparado para trabajar con la ficción, tiene las competencias como para trabajar con la no-ficción. Y por otra parte, para ser más claros, yo pondría en tela de juicio si un noticiero, debe ser analizado estrictamente desde las categorías de la no-ficción. ¿Que es lo que aglutina o promueve esta cuestión de borrar los límites entre la ficción y la no-ficción? Que en ambos casos estamos hablando de una narración. Una narración a la cual le prestaremos atención en cuanto tiene un soporte y artefacto denominado usualmente audiovisual y que no desconocemos que esos artefactos, además, son parte, no todo, de un dispositivo social, en donde se ponen en juego todos los recursos, materiales e inmateriales, organizacionales en el proceso de la producción, circulación y consumo de imágenes. Dispositivos que tratan de naturalizar una relación contra natura, que se podría dar al poner a un ojo en contacto con, por ejemplo, imágenes en movimiento. Esto está explicitado, por uno de los autores que ustedes tienen, que estudia la imagen, que se llama Jacques Aumont, y del cual ustedes tienen que estudiar dos capítulo como lecturas obligatorias, uno de los cuales se llama El dispositivo. Entonces se introduce en ese capítulo, con la noción de dispositivo, una noción de resonancias sociológicas en donde hay componentes materiales e inmateriales, organizacionales y de artefacto, destinados a la producción, reproducción, circulación y consumo de imágenes, tratando de naturalizar una relación que en sí misma es contra natura, por ejemplo, un ojo en contacto con imágenes en movimiento, un ojo en contacto con una imagen en movimiento en la cual se practica un zoom, por ejemplo. Es más que solamente el efecto óptico; estamos refiriéndonos –lo hablaremos en su momento– al acto de creencia que el dispositivo establece en esa relación entre las imágenes y el sujeto espectador. ¿Se entiende esto? El hecho de que en cualquiera de los productos podemos analizar una estructura narrativa, hace que esa estructura narrativa tenga, obviamente, incito, un componente dramático, y entonces de lo que se está hablando es de la narración, o sea, aún una referencia a la realidad, a un acontecimiento ocurrido en la realidad, por el propio proceso, llámenlo de mediatización, o lo que fuese, hay que construirlo como una narración: ya o estamos mediatizando. Y en ese sentido, podríamos adelantar que la ficción necesita de la no-ficción, necesita del documento. La ficción necesita de la no-ficción y viceversa: la no-ficción siempre pone en juego ficciones, aunque sean documentales; tanto es así que en la tipología más reciente de los productos televisivos hay un género que, reconociendo las diferencias entre ficción y no-ficción, lo pone como un híbrido de ambas categorías y es documental dramático, porque la misma factura, en el mismo proceso de narración, yo ficcionalizo ese acontecimiento; el documental dramático o Docudrama, digo, no tiene tanta complejidad como yo lo estoy explicando, porque en realidad el documental dramático, los autores que lo clasifican, a lo que se está refiriendo, es a un documental que tiene una estructura dramática, una progresión dramática, un clímax y un desenlace, pero aparte, ene se juego de ficcionalización, juega con recursos sonoros y visuales, para poder ser más eficaz en la competencia emotiva del sujeto espectador. Alumno: Pero en la presentación de los noticieros, también esta esto, digo, no es “presento larealidad y chau”, hay una narración construida. Campolongo: Absolutamente. Sí, sí, pero por eso dije cuando acordamos que enmarcaríamos el noticiero en la no-ficción, digo, lo ponemos en cuestión. En realidad –me adelanto a decir– es otra cosa, son varios los autores que trabajan en este sentido, uno de ellos es un texto que ustedes van a leer, tienen que leer, que es La noticia como drama, de una autora española que se llama Soledad Puente. Ahora vamos a ir aclarando términos, porque estos términos tienen muchos sentidos, muy ambivalentes, y hay que ver en qué contexto lo estamos utilizando. Para nosotros drama no es un género. Si ustedes agarran un diario y ven de qué género se trata una película, van a encontrar películas de género dramático. Para nosotros ese no es el sentido que le queremos dar a la palabra drama. El drama, en principio, es sinónimo de acción. O, en otros términos, es sinónimo de un movimiento narrativo, movimiento progresivo narrativo. Donde se van suscitando acontecimientos, cambios de situaciones, etc., etc., etc., que ya lo veremos en la estructura narrativa. Entonces que quede claro que drama, para nosotros no es sinónimo de género, no es sinónimo de tragedia. Tragedia sí es un género, drama no. Drama puede abarcar inclusive a lo cómico, en el contexto en que nosotros lo estamos trabajando, está hablando de una acción, este es el sentido que le damos a la palabra. Pero les decía que en el caso de Soledad Puente aborda este problema de la estructura dramática de las noticias, o sea, una estructura dramática de las noticias quiere decir que tiene un principio, un desarrollo, un clímax y un desenlace. Esa es la estructura clásica que, obviamente como todo esquema, no se da en la realidad; puede haber combinaciones de estos elementos de la estructura narrativa. Pero les decía que aunque hay varios autores que trabajan en este sentido, con la estructura dramática de la noticia, con la idea de que ficción y no-ficción no son dos macro géneros incompatibles o enfrentados entre sí, nosotros le agregamos un elemento que esos autores no tratan y que nosotros sí lo vamos a desarrollar con cierta profundidad y para lo cual, si bien tanto en Aumont como en otro autor que van a tener que leer también obligatoriamente que se llama Jesús González Requena –El espectáculo de la modernidad es el discurso televisivo es un análisis semiótico y también de distintos modelos del espectáculo– si bien ellos tienen un enfoque de características psicoanalíticas, Aumont en El sujeto espectador en la segunda parte, González Requena en El espectáculo como definición de espectáculo, ninguno de ellos lo incorpora como lo incorporamos nosotros, para demostrar esta consigna que les acabo de decir hace algunos minutos, que la ficción es lo que construye la realidad. ¿Por qué? Porque nosotros vamos a proponer diversos enfoques de lo que en filosofía se llamaría “subjetividad” es decir, apreciaciones sobre cuáles son los componentes de un sujeto en términos filosóficos. Y dentro de ese enfoque, para nosotros, aunque no es el único, ni el excluyente, tienen importancia las contribuciones que ha dado la teoría psicoanalítica al sujeto espectador. En particular la teoría psicoanalítica, si bien su fundador es Sigmund Freud, la relectura que hacemos nosotros en las aplicaciones que nos sirven a nuestra materia, tienen que ver con otro psicoanalista que se llamó Jacques Lacán. Entonces, repasando: las tres grandes unidades, técnica, estructura narrativa, sujeto espectador. Quiero volver sobre algo que lo dije en la primer parte, pero me parece bueno hacer la insistencia en esta segunda parte, ya que aquí ha aparecido la noción de técnica. Creo que en la primer parte yo les había hablado que para un pensador griego, para un filósofo griego como fue Aristóteles, el saber se podía categorizar bajo tres aspectos: El conocimiento que él denomina “poiesis”, que traduciríamos en primera instancia como poético, pero lo poético en Aristóteles también tiene una resonancia con otro término que es la tekné, en donde, en una traducción fácil diríamos que estamos hablando de la técnica. NO. Aristóteles no habla de eso. Aristóteles no está hablando de una receta ni de una automatización. Esta hablando de una producción, en donde queda la impronta, espíritu, del autor. No es una repetición automática de una receta. La tekné e inclusive la técnica que vamos a ver nosotros es muy elemental, es muy recetada podríamos decir. El espíritu con el que lo damos es que ustedes lo relacionen con todo el resto de la materia para ver cómo se puede crear a través de las imágenes. Y veremos a continuación si es verdad que “una imagen vale más que mil palabras” o no, que es un dicho muy común en los ámbitos de la producción de televisión, y que no es fácil de resolver. Entonces: el primer tipo de conocimiento que señala Aristóteles es el conocimiento poiético. El segundo tipo de conocimiento para Aristóteles es el conocimiento de lo observable, lo externo al sujeto, que, a su vez, lo subdivide según el momento de su obra en : A) el estudio de la ética (lo que está bien y lo que está mal, lo que es correcto y lo que es incorrecto, preocupación que, por cierto, tenían los griegos presocráticos, socráticos y postsocráticos, y una de las razones de ser de la filosofía era el “conocimiento para la buena vida”. Entonces la segunda instancia es el conocimiento de tipo ético –qué es lo correcto y qué es lo incorrecto, qué es lo bueno y qué es lo malo– y; B) lo legal, que está vinculado a lo ético; sería la ley: lo que está permitido y lo que está prohibido, en función de la ética, de lo que está bien y de lo que está mal. Lo cual ha sido materia, guión de grandes tragedias griegas, la problemática sobre lo que está bien y lo que está mal, sobre lo que está permitido y lo que está prohibido. Y la tercera categoría que da Aristóteles es el conocimiento filosófico posible. Como yo les dije en la primer parte de la materia, para esa época, ciencia y filosofía eran lo mismo, eran el estudio de las primeras o las últimas causas simplemente por el placer del saber; no era un conocimiento interesado; era, si quieren ustedes, un despliegue de una dimensión que tiene el ser humano que es la dimensión lúdica, y lo lúdico tiene mucho que ver con el espectáculo. En ese sentido es un conocimiento desinteresado. Y me encontré los otros días con el texto que me mandó un ex alumno mío de una entrevista que le hacían a un gran profesor que tuvo esta casa y uno de los que promovió esta carrera, que es el Toto Schmucler, donde él dice: “en la carrera de comunicación lo que hace falta es poesía”. Así lo dice. Y tanto es así –yo coincido absolutamente con él y por eso venimos hace algunos años navegando en esta dirección– que en la comunicación –si es que la comunicación existe– los aspectos expresivos son tan importantes como lo que solemos llamar “contenidos”. Y de eso se trata también en esta materia, en donde les doy una segunda consigna que se convierte en una suerte de objetivo explícito de esta materia, y que es –lo vamos a desarrollar en particular– el que nos acostumbremos para el audiovisual, para un producto audiovisual, a pensar en imágenes. Bueno, ¿será esto de que una imagen vale más que mil palabras o será esto algo que no tiene sustento? Fiscalizando esto que señalaba que era la tekné vista desde Aristóteles, en realidad, había como una oposición en el pensamiento griego de aquella época, entre dos términos, bastante parecidos, pero que querían decir dos cosas bien diferentes. Una era la tekné y otra era la tyké. ¿Por qué hago esto? ¿Por qué desarrollo esto? No solamente para reforzar la idea que de la tekné tenían los griegos, sino porque en esa época hay una concepción del hombre genéricamente hablando, como un ser vulnerable, frágil, faltante, deseante,que podía atravesar cualquier contingencia que él podía no dominar, y entonces esto se hubiese vuelto trágico. En el fondo hay una idea de tragedia como destino humano. La tyké podríamos traducirla como fortuna, pero no la de Riverito, fortuna es, podríamos decir, el destino contingente, destino insoslayable que podrá darse en un momento o en otro, pero que con certeza en algún momento se va a dar, podríamos decir ¿el obstáculo, la dificultad? Sí. O lo inevitable de la muerte. Y esto lo menciono, porque en algún momento, cuando lleguemos al final del curso, y hagamos referencia a Sigmund Freud, vamos a tener que referirnos a la profunda lectura que Freud hizo de los griegos, de los pensadores griegos, y no solamente eso, sino que para su hipótesis sobre el psiquismo humano, utiliza como metáfora una de las grandes tragedias griegas que es el Edipo Rey de Sófocles. Pero he dicho que para este pensamiento griego el ser era un sujeto vulnerable, deseante, frágil, pero que podía aspirar al buen vivir y a la felicidad, y para eso, tenía la contracara: la omnipotencia de la razón. La razón nos iba a dar los instrumentos como para poder hacer frente a esas contingencias, ¿se entiende? ¿Más o menos? A ver, la tekné no es la contracara de la tyké; yo diría que la tekné es el conjunto de las herramientas para sortear a la tyké. Sería la razón y la creación del hombre –en realidad esto está muy ligado a la mitología griega, está ligado fundamentalmente al mito de Prometeo, que le arranca la llama a Zeus y con esa llama empieza a generar una suerte de omnipotencia de los humanos. Digo, cito esto, porque esto nos va a permitir luego hacer una relectura del psicoanálisis, cuando digamos que para Lacán el sujeto es un sujeto deseante. ¿Y que quiere decir sujeto deseante? Sujeto carenciado. Bueno, obviamente los griegos no lo decían con el mismo sentido que lo van a decir Freud o Lacán, pero allí están los orígenes de, por lo menos, este desarrollo del pensamiento. Alumno: Profesor disculpe, pero no me quedó clara la diferencia entre tekné y tyké… Campolongo: ¿Entre tekné y tyké? Repito: la tyké es podríamos decir, en su traducción, el destino inexorable, lo contingente, lo que no puede gobernar el hombre, lo que no puede controlar. Un término más estricto sería la fortuna, pero entendida la fortuna en este sentido: lo que te puede acontecer o no acontecer. Ahora, si te acontece, pueden existir instrumentos, herramientas, antídotos para poder sortear ese obstáculo, esa tyké. Eso es la tekné. Estamos hablando del proceso de humanización, estamos en el trasfondo, bueno… aceptando un progreso de la humanidad desde la horda primitiva hacia otras formas de socialización y de evolución. Del conocimiento y del sujeto humano. ¿Se entendió ahora? Bueno, obviamente, para partir de lo más sencillo, yo no les voy a reiterar a ustedes el debate contemporáneo que existe sobre la importancia de las imágenes, sobre la centralidad de ciertas técnicas audiovisuales en el mundo contemporáneo, hay abundante y constante literatura; tanto es así que hay algún ensayista que dijo que en realidad esta es una era oculocéntrica, que no quiere decir que nos va como el culo, sino quiere decir que el ojo es central en esta cultura, además de que en otras culturas, pero lo decía es ese sentido, porque el pensador no era argentino. Habría mucho para hablar con respecto a esto, hay realmente muy buenos ensayos, Roman Gubern, que es un autor español, que ha venido de visita aquí –yo tengo algunas entrevistas, que si tenemos oportunidad las vamos a pasar, donde habla de las imágenes. Bueno hay muchos autores que trabajan este tema, Giovanni Sartori desde la política, ha definido un nuevo tipo de homo, el Homo videns. De todas maneras, aunque hay algunas referencias a lo que podríamos denominar la sociología de la televisión en los aspectos bibliográficos, sobre todo en uno de Gubern, que ya es un poquito antiguo, nosotros no nos vamos a detener en sociología de la televisión. Lo cual, insisto, al haber introducido la noción de dispositivo, estoy admitiendo, naturalmente, que inciden en ese dispositivo ideologías, creencias, etc., etc., etc., pero no vamos a dedicarnos a la sociología de la televisión, sin desconocer, por cierto, la importancia de la teoría crítica, etc., etc., etc. De lo que se trataría es de darles a ustedes algunas herramientas –insisto: empíricas y conceptuales– para que ustedes puedan generar un producto audiovisual, que de hecho lo van a hacer en las comisiones de prácticos. Van a hacer dos ejercicios, uno de los cuales es un documental dramático, que va a tener que tener las características que ello implica, y los docentes los van a ir guiando en todas las etapas de producción. Hago siempre la misma aclaración, ustedes saben son muchos, no creo que los turnos de los laboratorios de aquí faciliten las cosas, así que lo que venimos haciendo hace diecisiete años es que en realidad se conforman grupos, los docentes son los que marcan qué cantidad de grupos; se trata de que todos jueguen todos los roles, en algún momento… y bueno, ahí hay que hacer como una vaquita, ahora hay muchos grupos que seguramente tienen alguna cámara, se puede hacer S-VHS, VHS, o si tienen BETA lo hacen en BETA y lo bajan a VHS, y juntar unos manguitos también para una isla de edición. Aclaro que no tengo nada que ver con cualquier de las ofertas que aparecen acá, porque de un tiempo a esta parte han aparecido un montón de ofertas de islas de edición, etc., etc., etc.; yo no conozco ninguna, ni recomiendo ninguna. Bien, digo me parece que es un modo práctico de organización; tampoco les va a salir una fortuna ni mucho menos. Lo importante es que planifiquen bien su tiempo. Después, la segunda clase, vamos a hablar de eso. Bueno, repasando entonces, también les digo –en la insistencia de la heterogeneidad de la materia– que, por citar solamente algunas de las contribuciones, podemos decir que además de lo que he citado como disciplina del psicoanálisis, hay aportes de la psicología en general. Digo, desde la ortodoxia psicoanalítica, los psicoanalistas diferencian claramente lo que es psicoanálisis de la psicología. Yo creo que hay razones para hacerlo, más allá de que después en la práctica los distintos marcos teóricos muchas veces se confunden, sobre todo en la clínica, o se cumplen, más que se confunden. Pero bueno, digamos: psicoanálisis y psicología. ¿Psicología por qué? Bueno, porque por ejemplo, ¿cuál es el sentido que se pone en competencia fundamentalmente frente al audiovisual? La vista, el sentido de la visión. Obviamente, el canal auditivo también. En ese sentido, nosotros vamos progresando en complejidades, y partimos de Roman Gubern, que es el autor que lo tienen ustedes, de ver cómo funciona un ojo, o sea, el sentido de la vista. Va a sonar como reiterativo con respecto a la primer parte del curso, pero no lo crean al que les diga o les comente que yo alguna vez pregunté cuantos millones de bastoncillos tenía el ojo. Sí puedo contarles que alguien, que quiso fascinar a la mesa, y estaba en su ley tratar de fascinarla, se metió en otro tema vinculado a la visión, pero más que a la visión a la luminosidad, la luz, se metió en camisa de once balas. Nosotros preguntamos cosas muy básicas de iluminación; yo después les voy a dar no una guía escrita, pero sí una guía de lectura del texto de Williams, que es un texto técnico, y denso, muy descriptivo, con muchas categorías, yo les voy a decir qué es lo importante. Pero bueno, está ahí, el tema de la iluminación, y bueno, hay distintos tipos de focos, y de intensidades lumínicas. Una de las formas de medir la intensidad lumínica es la unidad Kelvin, que es una K y un circulito (Kº). Y bueno en el despliegue, el alumno dice: “Bueno, y además, la luz se mide en kilos…”. Sí yo vi unas caras… O sea: ni bastoncillos,ni temperaturas de lámparas, ni si tungsteno, ni fría… no. Nada. Lo básico. Pero digo; ¿cómo funciona un ojo? Esto lo explica Gubern. Después nosotros lo vamos a ver un poco en relación a cómo funciona frente a la pantalla de televisión, frente a la pantalla de cine, porque eso a su vez se relaciona con la composición, con el tipo de plano… Bueno, ya eso lo vamos a ver en la parte técnica. Pero, partimos entonces del sentido de la vista, porque bueno… para saber cómo se conforma un ojo, como funciona. Ahora, evidentemente el sentido de la vista –que podríamos traer a un oftalmólogo para que nos explique el tema, pero no es ese el sentido, ni esa la profundidad– nos dice muy poco sobre lo que nosotros queremos saber del sujeto espectador. Nos dice muy poco, nos habla de una fisiología, nos habla de un funcionamiento del ojo, que si se estimulan más células, menos células, etc., etc., etc., nos dice muy poco, no nos sirve para ir dónde queremos llegar nosotros, o nos sirve poco. Es necesario, pero nos es insuficiente. Entonces ese es el primer abordaje sobre el sentido de la visión. Hay otro término, parecido, en el lenguaje común se usa habitualmente como sinónimo, y para nosotros en este contexto, no es lo mismo, que es ver, como dijimos recién, y percibir, percibir, para nosotros no es lo mismo que ver. Y ¿desde dónde lo miramos esto, desde dónde marcamos la diferencia? Justamente desde una de las escuelas psicológicas. La que se denomina escuela de la forma o Gestalt. Y ¿qué es, adónde apuntamos con esto? Apuntamos a que cuando culminemos, en el tercer momento, con el sujeto espectador, podamos pensar en un sujeto que no tiene solamente un papel pasivo de recibir estímulos lumínicos. Que aún en ese acto primero, que como dice el nunca bien ponderado y bien recordado Maurice Merleau-Ponty, un grande, la percepción es un acto de conocimiento previo a todo mecanismo intelectual, lo cual tiene en Merleau-Ponty justamente una influencia, de la escuela de Gestalt. El axioma de la escuela de la Gestalt, es que el todo no es la suma de las partes, y que cuando percibimos, percibimos de acuerdo a las leyes de la buena forma, percibimos totalidades, tema que retoma Jacques Aumont en la primer parte del capítulo denominado El papel del espectador. ¿Para qué estén esos textos? Para que ustedes puedan fundamentar, argumentar sobre el papel activo que tiene el espectador. Ojo: Merleau-Ponty no es estrictamente un psicólogo de la Gestalt. No quiero crear confusión con esto. Pero sí es influido por la psicología de la Gestalt. Él es un fenomenólogo; apunta más a la filosofía que a otra cosa. Y lo que él dice es que la percepción es un acto de conocimiento, anterior a lo que llamamos la racionalidad, el acto de la razón, o el mecanismo intelectual. Bien, entonces les decía: ver es una cosa, percibir es otra. Y otro término que también siempre utilizamos como sinónimo pero que para nosotros tiene un sentido específico, y lo vamos a desarrollar, es mirar. ¿Entienden? Ver, percibir y mirar tienen significados particulares en nuestra materia. Ver remite a la fisiología del ojo. Percibir, remite a la Gestalt. Mirar va a remitir al psicoanálisis. Va a remitir a una noción particular que es la pulsión escópica, el deseo de mirar, por eso pongo las diferencias en cada uno de estos conceptos. Y ¿por qué este embrollo con el psicoanálisis? Porque como lo veremos en su momento, antes de cualquier conocimiento racional, el ser humano intercambia imágenes. Entonces nos parece que si bien es discutible esta problematización que hace el psicoanálisis sobre la pulsión escópica, sirve para que podamos comprender mejor al sujeto espectador; por qué este deseo de mirar imágenes. Entonces, digo, ahí tienen ustedes psicoanálisis y psicología como disciplinas tributarias en este marco de heterogeneidad. La narratología, la teoría literaria, digo, hemos hablado de ficción y no-ficción, vamos a hablar de estructura, personajes, funciones, bueno, eso se remonta, por cierto, a lo que se llama los análisis estructuralistas, pero tienen su antecedente en corrientes literarias que estudiaban los cuentos folklóricos rusos, como fue la escuela del formalismo ruso, cuyo autor más conocido es Vladimiro Propp. Después vamos a desarrollar esto. Y puedo decirles que por cierto hay influencias de la antropología –de hecho el estructuralismo está en relación con una de las corrientes de la antropología, que es la antropología estructural–, estudios culturales sobre la imagen, teoría del teatro, teoría sobre la cinematografía, en fin… muchas contribuciones de distintos marcos teóricos o disciplinas, o lo que fuese. Bien, en cuanto a las formas perceptivas, y a esta era oculocéntrica, hay un autor alemán que dice “yo nací con dos grandes descubrimientos que cambiaron las formas perceptivas del hombre”. El Autor, que falleció a los 102 años, creo, algo así, era un alemán que se llamaba Ernst Jünger. Y él se estaba refiriendo, a que en los finales del siglo XIX, principios del siglo XX, hubo dos descubrimientos que cambiaron las formas perceptivas. A raíz de descubrimientos en el campo electromagnético, se inventaron los rayos X. La mirada por el interior del cuerpo, vamos a decirlo, sin tener que practicar una cirugía. Se podía ver el esqueleto y hoy –ustedes lo saben–, digo, las técnicas digitalizadas, hacen todavía más sofisticadas las formas de percepción del cuerpo interno. Esto sucedió en 1897. Y cuando digo que cambiaron las formas perceptivas, cambiaron las formas perceptivas en un amplio sentido, con influencias culturales. Y yo siempre cuento, y no es un chiste, que mi ex mujer, que se dedica al diagnóstico por imágenes, o sea a la tomografía computada, todo eso, hace algunos años atendió a una paciente, que se le acercó y no sabía bien de qué se trataba, y le dijo: “Doctora, me han dicho que con la tomografía –no sé si era una tomografía o una resonancia– del cerebro, ahí se todo.” “Sí, señora, efectivamente ahí se ve todo”. “Bueno, doctora, pero ¿usted me dice que se ve todo, todo, todo?” “Sí, se ve todo, todo, todo… la tecnología…” “Pero doctora… ¿todo, todo, todo, se puede mirar?”– preguntaba ya en forma dramática la paciente. “Sí, señora… pero ¿qué le pasa?”. “Bueno, yo quiero hacerle una confesión doctora… le soy infiel a mi marido. ¿Va a salir eso?”. No es un chiste, aclaro. Digo, para exagerando, mostrar cómo van cambiando los roles con los equipos. Bueno, en 1895, un alemán, no importa en nombre –era Roentgen– pero no importa el nombre, inventa los rayos X. ¿Y qué otra cosa pasa en 1895? El cine. En donde, fíjense qué curioso, ¿dónde, en términos generales, hollywoodenses, ubicaríamos el cine? ¿Dentro la ficción o dentro de la no-ficción? De la ficción, digo, en términos generales. En realidad el cine no nació como ficción, nació como documental, y, los hermanos Lumière, que tenían un establecimiento industrial, inventaron un artefacto, con una cámara obscura, y lograron las primeras imágenes en movimiento, que eran obreros –parece que tenían mucha elegancia los obreros en aquella época en París–, obreros saliendo de las fábricas de los Lumière: tres minutitos, el rollo no daba más que para eso. Pero era ya la introducción de la imagen en movimiento. Y, cuentan los cronistas de la época, que el momento en que las imágenes eran registradas no le causaban ninguna alteración o curiosidad a los que pasaban por allí. Vale decir, el personaje Figuretti no había aparecido. Pasaban y no miraban a la cámara, cosa distinta a lo que ocurre hoy, ¿no es cierto? Bien, entonces, esto cambia las formas perceptivas porque también –ustedes lo leerán en los textos–, esto era con una cámara con una lente fija, no había cambio de lente. Ustedes saben que actualmente –y esto viene de la fotografía– hay tres tipos de lente, a los cuales les podemos agregar un cuarto de lente,son las lentes, es femenino y son: El teleobjetivo, que acorta distancias entre el objeto y la lente. Después lo vamos a ver más en detalle La lente normal, que más o menos reproduce la visión del ojo humano. El gran angular, que, como su nombre lo indica, tiene un grado de apertura para el enfoque, muy amplio. El extremo de eso es lo que se conoce como la lente “ojo de pescado”; ustedes habrán visto alguna vez que en los laterales la imagen aparece ampliamente distorsionada. Y finalmente el cuarto tipo de lente, que sería una combinación de estos tres y es lo que se denomina la lente zoom. Bueno, yo voy a volver sobre esto, pero ¿por qué les señalo esto? Porque la cámara de los Lumière tenía una lente y no se intercambiaban las lentes, era una sola lente, un solo enfoque. En realidad todavía en cine, y esto es posible verlo en las viejas películas del cine mudo, en realidad todavía hay una transferencia del dispositivo teatral al cinematográfico. Si ustedes miran esas películas, van a ver que en realidad lo que se está tratando de reproducir ahí es el escenario de un teatro; tanto es así que los actores entran y salen; digo, Carlitos Chaplín, entra y sale y se utiliza la leyenda. Bueno, cuando la óptica permite sofisticar estos instrumentos, también nace lo que se denomina el corte, el pasaje de una toma a la otra que permite cambiar el plano. Entonces, esto originaba escándalo en muchos auditorios porque nadie concebía un cuerpo humano al que se le cortara el cuerpo y apareciese la cabeza solamente. Generaba reacción en el público. Hoy, obviamente, ya nos hemos apropiado de esto, y nadie reaccionaría por un primer plano. O causaba una impresión muy fuerte, por lo analógico de la imagen, en aquel entonces, donde por ejemplo se hacía un primerísimo primer plano en una estación de la entrada de un tren, y la gente tendía a tirarse para atrás en la butaca, como en el teatro isabelino, la gente huía del teatro cuando aparecía el demonio. Entonces esto nos permite ir pensando toda un problemática que vamos a regenerar, que es la de la ficción / no-ficción, el acto de creencia, etc., etc., etc. Bueno, entonces seguimos. Otra cuestión importante, que la enunciamos hoy, y trataremos de demostrarla sobre el final del curso, es que el espectáculo, porque en última instancia los soportes audiovisuales sobre los cuales estamos tratando generan un fenómeno denominado de espectacularización, son espectáculo, ya vamos a definir, precisamente qué entendemos por espectáculo, en realidad el espectáculo, nació, podríamos decir metafóricamente, de la mano de la religión. ¿Cuál es el antecedente del teatro, históricamente hablando? El ritual. Y el ritual y el teatro están enlazados, porque en realidad, aunque las leyendas varían, en realidad el teatro nace cuando empieza a haber una interlocución entre un actor y el coro. En realidad, la situación del coro era más asemejable al ritual, ya que obviamente es diferente: en el ritual no hay espacio de espectador: todos son concelebrantes del ritual ofrecido a un dios. En general todo el mundo se remite a las fiestas dionisíacas, las fiestas en tributo del dios Dionisio, que era la invocación a la fertilidad de la tierra. Y de ahí, las versiones de las fiestas báquicas, en honrar al dios Baco, la trasgresión, todo lo que vamos a ver cuando entremos en particular en esto. Pero el ritual estaba absolutamente relacionado, obviamente, con el hecho religioso. Tanto es así, que en realidad, quienes se han ocupado de la tragedia griega, de la tragedia en particular, y de algunas artes representacionales en particular, sostienen que en realidad el espectáculo, mejor dicho, la tragedia nace o tiene dos orígenes. Uno es el que trata el filósofo Nietzsche justamente en El origen de la tragedia, en donde él sostiene que en realidad la tragedia nace, en tanto ritualización, en tanto juego fingido, por el debilitamiento progresivo de la creencia seria en la encarnación mágica. Esto es lo que sostiene Nietzsche. Y otros, lo ponen en la oposición, yo diría, finisecular, desde siempre –y algo vimos en el cuatrimestre pasado–, entre pensamiento mágico y pensamiento lógico. Y esto lo vamos a volver a ver, esta cuestión del pensamiento mágico cuando veamos las características del sujeto espectador. Pero ahora quiero volver a la situación que les había hablado de si una imagen vale más que mil palabras o no; digo, como disparador de algunas de las cuestiones que vamos a debatir a lo largo del curso. Los que recursan la materia tienen que guardar silencio, porque ellos ya saben de lo que se trata. Yo les presento esta fotografía. Y ustedes ¿qué mil palabras le vana poner a esta fotografía? Empiecen, porque tengo que terminar antes de las once. Mil palabras. Si es verdad que una imagen vale más que mil palabras, bueno yo les pido que pongan mil palabras sobre esta imagen. Bueno, digan algo auque sea. Alumna: Abuelos, o bisabuelos nuestros que se están casando. Campolongo: “Abuelos o bisabuelos nuestros que se están casando”. Muy bien por ahí hay un argumento ¿Qué más? ¡Vamos, Ché! ¡Estamos hablando de creación, de expresión, vamos a hablar de imaginación en este curso! ¡Vamos! ¿Qué imaginan? Alumno: Sufrimiento. Campolongo: Bueno ahí hay apenas una nota afectiva apara poder construir un argumento. ¿Sufrimiento por qué? Es lo que inspira esa escena… Alumno: Por la partida del muchacho… Campolongo: “Por la partida del muchacho” Bueno, de muchacho mucho no tiene, pero… vamos a dejarlo así. ¿Qué más? ¡Vamos! ¡Imaginación! Vamos a pensar en imágenes. ¡Imaginación! ¿Qué imaginan? ¿Qué despierta, qué motiva, que pregnancia tiene esta imagen? ¿Qué hacemos? ¿Una imagen no vale más que mil palabras? Apenas una, cuatro… Bueno, les voy a contar de qué se trata. Y vean ustedes cómo seguramente, en los corazones de ustedes va operándose algún cambio. Yo les voy narrando de qué se trata. Esto es una fotografía de una escritora norteamericana ciega, Premio Nóbel, que se llamó Helen Keller, y él es –a mi gusto personal; digo: me llamo Campolongo– el más grande tenor de la lírica contemporánea, que es Enrico Caruso. Entonces fíjense ustedes qué pueden ver de pregnante en eso. Estamos hablando de un cantor, un tenor, un cantante, y estamos hablando de una ciega. ¿Hay expresividad en esa fotografía? ¿Condensa un sentido; digo, si lo contextualizamos en la narración? Ella le está tocando los labios, ella tiene la mirada perdida, esto de que la imagen vale más que mil palabras, vamos a relativizarlo. Yo creo que en cierto sentido, en ciertos momentos de una obra audiovisual, una imagen vale más que mil palabras. Pero insisto, porque voy a volver en la próxima clase en particular sobre el pensar en imágenes, insisto en esta noción en cómo se condensa significado en una escena, o en una imagen, esto es lo que quiero que ejercitemos como pensar en imágenes, no que ustedes en su trabajo hagan una monografía sociológica y le peguen figuritas…siendo muy brutal en lo que estoy diciendo, sino que conciban la obra pensando en imágenes, desde el mismo momento en que tienen la idea la piensen en imágenes, piensen si es realizable en imágenes. De eso se trata el curso, de contar también con las imágenes, y, en algunos, momentos, en forma preponderante con las imágenes, ¿sí? Bueno, esta no sé cómo saldrá, pero sí yo les digo, a ver: ¿qué les dice esto? Alumnos: una foto escolar, una foto familiar, niño perdido. Campolongo: ¿Nada más? Poca imaginación. Bueno, para ustedes significa eso, para mí significa otra cosa: es mi hijo. ¿Se dan cuenta de cómo es el proceso? ¿Está “perdido”?... ¡Más o menos! Vamos a ver cómo es esto, vamos a trabajar una clase, dos clases… yo no me di cuenta de que no sé, con esto, ahora… en general, yo calculo que vamos a tener catorce clases. Creo que van a ser proporcionalesa cada una de las unidades, digamos que les enuncié: lo técnico, lo narrativo, y lo del sujeto espectador; más o menos va a estar en ese equilibrio. Pero, quiero señalarles otra cosa, importante, porque digo, este texto no lo damos como texto obligatorio, les damos textos de ayuda, que abordan este problema que ahora voy señalar, pero no les damos la obra, que yo creo que habría que darla realmente como texto obligatorio, lo que pasa es que las traducciones baratas son muy malas, entonces preferimos trabajarlo de otra forma. Es como cuando me dicen “literatura del psicoanálisis”. Miren: lo que yo abordo del psicoanálisis acá, se tienen que leer, según la edición los tres tomos completos de la obra de Freud, y varios de los seminarios de Lacán. No lo van a hacer, por eso les digo, les sirve esto para que podamos focalizar en lo que a nos interesa a nosotros en nuestra materia, no para que sean psicoanalistas. Este texto que yo estoy mencionando, que va a ser, sobre todo, desarrollado en la segunda parte de la materia, es un texto clásico escrito por Aristóteles, que se llama La Poética, es un libro cortito, que en realidad, es un complemento de la retórica, ya vamos a hablar en particular de él, pero yo les adelanto que no hay ensayista sobre guión, serio, que de alguna manera no se referencia a la poética aristotélica. El ensayista sobre guión cinematográfico o teatral, o audiovisual en general, todos hacen referencias a la poética aristotélica, a veces de manera muy pasteurizada, según mi criterio. Pero lo cierto es que se remiten a eso. ¿Y por qué la poética aristotélica? Porque ahí están las bases del guión contemporáneo. Ni más, ni menos. En la poética está la base del guión contemporáneo, más allá de que, obviamente, la televisión no existía en la época de Aristóteles, ni el psicoanálisis tampoco. Pero ahí hay insinuaciones, insisto, totalmente aplicables, que nos hacen pensar el guión contemporáneo. Ahí, Aristóteles trata sobre cuatro géneros escénicos (no de representación, porque con la representación vamos a tener un problema), y esos cuatro géneros son: - La épica: Homero, Ulises. - La tragedia. - La comedia. - El ditirambo. Básicamente, el ditirambo es lo que da la idea, en la escena, de la danza, del canto o del ritmo. Después daremos alguna señalización más, pero básicamente es eso. Ditirambo muy ligado a lo ritual, todavía, diríamos, todavía vigente, épica, tragedia y comedia, géneros que hoy en día existen, puros, o en combinaciones. ¿Cuál es la diferencia básica entre la épica y la tragedia? En la épica no hay –y este es un concepto que vamos a trabajar– representación mimética. Hay una voz que habla sobre acciones sucedidas, pero esas acciones no se ven. Si ustedes quieren trasponer, a lo mejor, algo forzadamente, a un fenómeno de hoy en día es la presentación que hace un locutor antes de ir a la crónica: él hace una reseña del acontecimiento, pero el acontecimiento no se lo ve en pantalla: él lo presenta. Obviamente que la calidad de las obras de Homero… bueno, sigamos. La tragedia, en cambio, tiene características totalmente diferentes, y en la tragedia hay representación mimética. Y Aristóteles casi al comienzo de la poética define a la tragedia. Definición que tiene algunos elementos que son importantes para pensar toda la materia. Entonces, vamos copiando primero la definición y la trabajamos inmediatamente. Dice Aristóteles en La poética que “es pues la tragedia imitación –esa palabra ha traído no pocos problemas porque es lo que se conoce como la noción de mimesis que en su traducción más simple es imitación, pero vaya si hubo problemas dentro de la historia del pensamiento sobre este tema de la imitación ligada con la representación; desde Platón pasando por Rousseau, hasta el pensamiento contemporáneo. ¿Por qué? Porque la imitación, según algunos es un fingimiento, es una mentira. Estamos enfocándolo desde el punto de vista filosófico. Pero la mimesis es, de hecho, una noción muy compleja y que tiene diversos significados, aún dentro de Platón; Platón era un “antimimético”, si ustedes quieren, y lo demuestra señalando que, en realidad, el ojo, frente a las imágenes, siempre puede ser sujeto de trampa; ahí está el famoso mito de la caverna, de las apariencias que engañan. Esto ha abierto y sigue, sobre todo con le postmodernismo, dando pasto a un gran debate, digamos de orden filosófico. Pero dice Aristóteles: “es pues la tragedia imitación, mimesis, de una acción esforzada y completa de cierta amplitud, en lenguaje sazonado –fíjense ustedes la traducción… “en lenguaje sazonado” con un poquito de Savora…– separada cada una de las especies en distintas partes. Yo les voy marcando lo importante acá. Punto uno: imitación de una acción, representación, acción que es percibida por el espectador, acción esforzada y completa de cierta amplitud, quiere decir fundamentalmente, o lo básico ahí, es que se trata de lo que Aristóteles llama como “acciones nobles, acciones sublimes, las acciones de los héroes”. Bueno, lenguaje sazonado es, lo vamos a ver después en las partes de la tragedia, qué quiere decir, cómo hay que construir a los personajes. “Separada cada una de las especies en distintas partes, actuando los personajes y no mediante relato”: ahí está la diferencia con la épica. En principio aquí –porque después la poética tiene estilo– parecería que en la oposición diégesis / mímesis, Aristóteles está aquí a favor de la mímesis, como dominante sobre la diégesis. También hay otro punto importante, “y que mediante la compasión y temor lleva a cabo la purgación de tales afecciones”. Esto para mí es importantísimo. Por varios motivos. Primero, porque como les dije, está la dimensión expresiva y su correlato que es la afectividad o emocionalidad que se quiere despertar en el espectador. El espectador, es aquel que espera, y de ahí viene la palabra espectador, el que tiene una expectativa, el que tiene un movimiento interno. O si ustedes quieren, desde la psicología, el que tiene un movimiento psíquico; está esperando algo, y se va a sentir más enganchado o más lejano, según cómo vayan desarrollándose las narraciones. Pero lo importante es que en realidad también es posible la lectura de La poética como el primer tratado de estética, entendiendo la estética como la disciplina, el conjunto de ideas, que tienen que ver con lo bello, con lo no bello y con el placer que causa lo bello y lo no bello. ¿Se entiende esto? Esta es una de las funciones que tiene la imagen. La imagen, como bien dice Aumont, tiene una función simbólica, epistémica y estética: nos da conocimiento, representa algo, y causa placer el mirar imágenes. Entonces acá lo que nos está señalando Aristóteles son dos afectividades opuestas: la compasión y el temor. Mirado desde un guionista. Pónganse ustedes en el lugar de un guionista, la compasión ¿acerca o aleja al espectador con respecto al personaje? Lo acerca. El temor… ¿qué hace con el espectador? Lo aleja. Esta es toda otra cuestión problemática en las artes representativas y la autoría, sobre cómo hacemos que el espectador quede inmerso en la obra que estamos haciendo. Ahora, el problema es que no todos ideológicamente sostienen que el arte no debe hacer fascinar sobre el espectador, sino que, bueno, en distintas expresiones y en distintas épocas hay quienes dicen que eso no es arte; digo, el teatro de Bertolt Brecht va en contra de toda esta idea de inundar emocionalmente al espectador; y la imagen tuvo épocas medievales en donde había una furia iconoclasta, porque la imagen engañaba. Pero lo importante acá es que la compasión o el temor es el recurso del guionista `para que el espectador pueda acercarse y alejarse, y el buen guionista juega con ese distanciamiento y acercamiento. Para decirlo en términos muy sencillos, y en la construcción de un personaje, si el guionista, y lovoy a decir exageradamente, si el guionista en algún momento de su obra no hace que el espectador ame al malo, está construyendo un personaje totalmente previsible, plano y arquetípico. No va a generar ninguna expectativa, ¿se entiende? Compasión y temor son dos afecciones, son dos emociones. Preocupación de la materia es trabajar sobre las emociones del sujeto espectador, por eso recurrimos al psicoanálisis. Compasión y temor es la administración, entonces, que hace el autor. Una relectura que yo puedo hacer de la compasión y el temor, en el juego entre la imagen, o la representación en su caso, y el espectador, es lo que en términos psicológicos y psicoanalíticos llamaría hoy identificación. ¿Qué es lo que debe lograr un autor para que el espectador se enganche con la obra? Que se identifique, de alguna manera, con el personaje, con la situación, o con lo que quiera: que logre algún gancho de identificación. Esto desde la psicología tiene su tratamiento: la identificación es “yo me parezco, yo tomo algo del otro”, y más complejo es en el psicoanálisis porque las identificaciones pueden ser conscientes –esto que yo estoy verbalizando– e inconscientes – sobre las cuales el espectador no sabe por qué se emociona. ¿Se entiende? Después vamos a ver cómo se genera esto. Compasión y temor y lleva a cabo la purgación de tales afecciones. Fíjense ustedes qué concepto corporal, químico si ustedes quieren, hay en esta idea de la tragedia. Bueno, no en vano Aristóteles era hijo de un médico de la época, de lo que entonces podía producir la medicina. Y la medicina catalogaba a las personas en “humores”, la bilis, la bilis negra, buen, y, podríamos decir hoy, un baño de inmersión podía aplicar los ánimos. Bueno, hoy estoy caricaturesco, estoy haciendo una caricatura. Purgación que quiere decir algo que también ha sido harto debatido a lo largo de los tiempos, quiere decir, ni más ni menos que catarsis. Y catarsis quiere decir puro, es decir, habiendo atravesado el relato, habiendo atravesado la obra, los personajes, la acción de la obra, habiendo vivido vicariamente, identificándome, habiendo vivido la compasión y el temor, llega un momento, en el desenlace de la obra en que el espectador recupera el estado de equilibrio. Ha podido resolver, podemos decir, quizá con cierta imprecisión, problemáticas internas, a partir de la progresión de la obra. Podríamos decir rápidamente que cuando comienza la obra el espectador está es estado de equilibrio, no sabe de qué se trata, empieza la progresión de la obra y se va rompiendo esa situación de equilibrio porque entra en conflicto, entra la expectativa, entra qué va a pasar, lo tiene al espectador en expectativa. Llega el clímax, y generalmente, muy cerquita del clímax tiene que venir el desenlace. Entonces, ¿qué pasa entre la situación de equilibrio inicial y la situación de desequilibrio final donde el espectador recupera otra situación de equilibrio? Lo que va desde una a la otra es el espacio del relato. Si no hay este movimiento no hay relato, no hubo acción, y después vamos a ver la concatenación que la acción tiene con el conflicto, con el argumento, etc., etc. Entonces, para ir terminando: purgación es catarsis; puente que yo voy a usar para la tercer parte de la materia. Y lo digo muy telegráficamente: porque desde el punto de vista de la aplicación clínica, el psicoanálisis, cuando no se llamaba psicoanálisis todavía, los primero tratamientos psicológicos que hizo Sigmund Freud, que los hizo con mujeres histéricas –y esto no quiere decir que todas las mujeres sean histéricas ni que los hombres no sean histéricas; no es así, queda claro, no me peguen; los hombres también somos histéricos, pero bueno, tenía que ver con la moral victoriana de la época, con un montón de curiosidades– el primer tratamiento clínico que utiliza Freud, y lo aprendió con Charcot en Francia, es la hipnosis, y mediante la hipnosis lograr la catarsis. Yo les digo: fíjense ustedes cómo se van estableciendo relaciones. Y por último, para que se lleven un poco el espíritu de la materia en el cierre de hoy, quiero decirles que en el proceso productivo, como dijimos al principio, las etapas que las mirábamos desde la preproducción, la producción y la posproducción, implican un proceso, que nosotros también vamos a ver, que va desde la idea, e insisto ya: idea pensada en imágenes, hasta el guión, que es el resultado final del proceso. En ese sentido, el guión dice Jean Claude Carriere, que es un guionista y adaptador también de películas muy conocidas, y que ha trabajado con grandes directores, como Bergman, dice dos cosas que me parecen interesantes, para, insisto, cerrar esta clase inaugural con el espíritu de lo que queremos transmitir, y para que ustedes lo relacionen con el pensar en imágenes. Dice Carriere: “el guión, paso final del proceso de producción –que en realidad no es el proceso final, porque el guión, en realidad, está destinado a la muerte, debe morir inexorablemente. El guión es el principio un proceso visual y no el final de un proceso literario”. Esto es como para acentuar las diferencias entre narrar audiovisualmente y narrar literariamente, más allá de que un autor muy reconocido, como Ítalo Calvino, que, contando cómo él trabaja sus textos, dice: “yo trabajo con imágenes, y a partir de las imágenes armo entonces mis cuentos.” Entonces: el guión es el principio de un proceso visual y no el final de un proceso literario. Y dice también Carriere, Jean Claude Carriere: “Escribir un guión es mucho más que escribir. En todo caso, es escribir de otro modo. Con miradas y silencios, con movimientos e inmovilidades, con conjuntos increíblemente complejos de imágenes y sonidos que pueden tener mil variantes entre sí, que pueden ser nítidos o ambiguos, violentos para unos y dulces para otros, que pueden impresionar a la inteligencia, o alcanzar el inconsciente –vayan pensando en películas, digo, pueden impresionar a la inteligencia, y ya asocio: Hitchcock; pero voy a lo otro, a lo inconsciente, y hablo de una película que tenga que ver más con lo emocional y por ahí no tanto con el rompecabezas–, que se encabalgan, que se entrecruzan, que a veces incluso se rechazan, - y aquí está el remate que me parece realmente rico-, que hacen surgir las cosas invisibles”. Si como dice Wittgenstein, mi mundo es solamente lo que puedo expresar, en sentido lingüístico, verbalmente, me parece que acá hay otra dimensión de cosas que se pueden expresar y que hacen surgir esas cosas invisibles en el sujeto espectador. Bueno, gente, que tengan buen fin de semana. Relean; si hay dudas, trabajémoslas. Y bueno, espero que sea un buen cuatrimestre.
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