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nervio puede lesionarse. La arteria carótida interna es especialmente vulnerable cuando es tortuosa y se encuentra directamente lateral a la tonsila (v. fig. 9-47 B). Adenoiditis La inflamación de las tonsilas faríngeas (adenoides, v. fig. 9-44) se denomina adenoiditis. Este trastorno puede obstruir el paso del aire a través de las cavidades nasales desde las coanas a la nasofaringe, y obligar a usar la respiración bucal. La infección de las tonsilas faríngeas hipertrofiadas puede propagarse también hacia las tonsilas tubáricas y provocar la hinchazón y el cierre de las tubas auditivas. La obstrucción nasal y el bloqueo de las tubas auditivas pueden causar hipoacusia. La extensión de la infección desde la nasofaringe hacia el oído medio provoca otitis media, la cual puede producir una pérdida temporal o permanente de la audición. En ocasiones se extirpan las tonsilas palatina y faríngea en la misma intervención (amigdalectomía [tonsilectomía] y adenoidectomía; A y A). Fístula branquial La fístula branquial es un conducto anormal que se abre internamente dentro de la fosa tonsilar y externamente a un lado del cuello (fig. C9-15 A). De esta fístula puede gotear saliva y puede infectarse. Este conducto cervical infrecuente se produce como consecuencia de la persistencia de restos de la 2.ª bolsa faríngea y del 2.º surco faríngeo (Moore et al., 2016). La fístula asciende desde su abertura cervical, normalmente a lo largo del borde anterior del ECM en el tercio inferior del cuello, a través del tejido subcutáneo, el platisma y la fascia del cuello para introducirse en la vaina carotídea. Luego pasa entre las arterias carótidas interna y externa en su camino hacia su abertura en la fosa tonsilar. Su trayectoria puede objetivarse en una radiografía (fig. C9-15 B). 1873 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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