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Una noche solo para dos, Voracity NOVELA - TOMO 4

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Una noche solo para dos, Voracity. Tomo 4 (Traducción finalizada)
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Category: M/M
Fandom: Original Work
Series: Part 20 of Traducción
Stats: Published: 2021-04-17 Completed: 2021-06-08 Chapters: 11/11 Words:
22240
Una noche solo para dos, Voracity. Tomo 4 (Traducción
finalizada)
by Jewel25
Summary
Historia paralela
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Chapter 1
Su garganta se sentía seca y adolorida, como si hubiera llegado una sequía desconocida a su
habitación a mitad de la noche.
En días pasados, la terrible sensación que comenzaba a experimentar podía aguantarse solo con
pasar un poco de saliva, pero la sequedad de hoy era diferente. La necesidad le decía que debía
verter agua en su garganta de inmediato antes de comenzar a enloquecer así que Alto abrió
lentamente los ojos. Su visión no se aclaró de inmediato así que se relajó e intentó cerrarlos por un
momento más. 
Fue solo después de parpadear por quinta vez consecutiva, que los objetos en la habitación
comenzaron a aparecer uno por uno. Alto, quien se levantó después de frotarse la cara, lució una
suave bata negra sobre un cuerpo que estaba vistiendo únicamente ropa interior. Se veía
despeinado y medio aturdido mientras caminaba por el pasillo del tercer piso de la casa.
Bajo la barandilla, cerca del primer piso y a unos pasos del reloj que le pertenecía a la abuela,
encontró una luz dispersa en la cocina que daba la completa ilusión de que alguien todavía estaba
allí. Como le pareció sospechoso, le surgieron un montón de preguntas que le hicieron bajar un
poco más rápido las escaleras. No había forma de que los empleados que trabajaban en la casa se
quedaran hasta tan tarde en un día viernes así que evidentemente tenía que decírselo a papá... Pero
Alto, que todavía analizaba sus opciones, se obligó a si mismo a quedarse muy, muy quieto. Ya
estaba recordando lo que había pasado la última vez con su hermano mayor. La visión de su
cabello negro empapado en sudor, con lágrimas transparentes debajo de unos ojos negros azulados.
Gritando:
"¡Papá!"
Pero ya no se podía decir que fuera su padre.
Elsie había tomado a su hermano por el pecho y le pedía a Alto que lo escuchara con atención:
"Creo que sería mucho peor para ti llamarle "hermano" que admitir lo que está sucediendo
entre los dos."
Naito bajó la cabeza, agarrando el dobladillo de su camisa mientras jadeaba como un loco. La
vacilación pareció permanecer en su rostro y la mano, que agarró esta vez la muñeca de su padre
como para pedir que lo sujetara, se vio de pronto increíblemente larga y blanca. Como si estuviera
hecho del marfil más fino de la capital. Los tendones, las venas e incluso los huesos del dorso de la
mano, se veían elegantes y muy bonitas. Padre tocó el rostro de su hermano con un toque
comprensivo. Los ojos de Naito, la nariz e incluso sus labios rojos, fueron besados en un ambiente
tan tenso como increíblemente helado. Y después, los ojos bajo una capa de pestañas temblorosas,
se levantaron para hacer contacto directo con Alto. El hermano mayor puso su mano sobre el
hombro de su padre con urgencia y susurró algo que no pudo escuchar. Su padre dijo, levantando
la camisa de su hermano igual a si quisiera que mirara.
"Tienes razón... Y si sigue mirando ¿No significa que es un cómplice?"
Cuando levantó el dobladillo de su camisa y observó la piel blanca de su hermano, Alto cerró la
puerta de golpe y siguió adelante para intentar no pensar en ello una vez más. 
Pero en el pasado, se iban a su habitación y lo mantenían en secreto, cogiendo o besándose pero sin
ser escandalosos. En estos días, sin embargo, papá pareció estar bastante entretenido en tomar
abiertamente el cuerpo de su hermano en todo lugar. El hermano que ahora era un hombre
derrotado. A pesar de que había estado diciendo que podía escapar de él, finalmente cayó entre sus
brazos y permaneció sumergido en ellos. En primer lugar, Alto ya le había dicho que no podía
ganar ¡Y eso no era ser un mal hermano! Solo... Alguien realista.
Mientras se rascaba la nuca y bajaba por las escaleras, el sonido extraño siguió tomando mayor
fuerza. Alto frunció el ceño y se acercó a la fuente de la luz. No debería haberlo hecho, él entendía
perfectamente que era peligroso. Pero tal vez se estaba volviendo adicto a este horrible placer de
hacer cosas que no deberían hacerse. Alto, casi de puntitas, llegó a un lugar donde la iluminación
y el sonido se combinaban hasta estallar.
"Oh ah… Oh, papá. Oh, eso, detente."
Las piernas de su hermano, más blancas que la luz del bombillo, estaban parcialmente cubiertas
por las piernas de su padre. Tenía poco vello corporal y hermosas articulaciones rectas. Su padre,
besándole, tenía unas piernas más largas y gruesas que las de Naito y unas manos que parecían
increíblemente cuidadas para alguien de su posición y edad. Un ejemplo de un hombre perfecto.
Naito tembló...
Cuanto más profundo parecía ir la inserción, más se agitaba y más lloraba. Era como si no pudiera
soportarlo ni por un minuto más.
"Ah, no... Es demasiado profundo".
Y allí, postrado en la mesa de mármol, su padre, que había entrelazado los dedos con los suyos,
bajó la mano para tocar un vientre visiblemente hinchado.
Alto se agarró a la pared sin saberlo. Su cuerpo se endureció ante tanta tensión y comenzó a sentir
que ya ni siquiera podía respirar. El corazón le estaba latiendo de una forma bastante rápida e
irregular e incluso, sintió unas terribles náuseas. ¿Qué está pasando? ¿Qué está pasando? No
debería ser posible. Susurraba y susurraba al mismo tiempo en que sus ojos se abrían hasta el
punto de parecer doloroso. Era como ver una escena de una película de terror e incluso, le fluyó un
terrible sudor frío por la espalda. No sabía por qué, pero se sentía como si se estuviera metiendo en
una situación cada vez más complicada y peligrosa. Su hermano mayor estaba embarazado del
hijo de su padre. Y él, que no podía rebelarse, lloraba para después comenzar a poner los ojos en
blanco ante el sexo...
Su pecho se sintió pesado, su cabeza se retorció y las yemas de sus dedos temblaron ante lo
horrible que eso era.
La mano que lo acariciaba era tan gentil que no se sintió como un padre que violaba a su hijo.
Aunque era evidente, al menos para él, que eso era. Papá inclinó la cabeza y susurró mientras
chupaba el cuello de su hermano:
"Shhh, no hay que ser tan rudos. No hay que lastimar al bebé".
Su hermano exhaló un aliento húmedo y caliente y movió entonces las piernas inconscientemente.
Abriendo sus muslos para que lo tomara más profundo y, como decía, hacer que no lastimaran al
bebé al moverse tan violento. Su padre bajó la mano un poco más, la dejó sobre la mesa para darse
impulso y con la otra, lentamente subió para agarrarle del pecho.
"Sí, así..."
Le pellizcó los pezones de color rojo, que se habían vuelto visiblemente más gruesos para que su
niño los pudiera succionar. Sacudió sus muslos mientras se retorcía como un loco y luego,
comenzó a eyacular...
Alto, quien miró la mano de su padre, tocando suavemente un pecho blanco que ni siquiera cabía
en su mano, cerró los ojos con fuerza y volvió a tragar saliva sonoramente. La incomodidad había
crecido hasta un punto máximo en su interior y ahora se sentía como si algo lo hubiera golpeado
justo en la cabeza...
Lo único que tenía que hacer era marcharse, pero la mirada de su padre, que codiciaba sin parar el
cuerpo de su hermano, de pronto se movió sin dudarlo y se fue de inmediato en dirección a la
puerta. Vio a Alto hasta que consiguió hacer que se pusiera pálido.Un segundo.
Cinco segundos.
No podía hacer salir su voz, así que solo se mordió los labios mientras se dejaba resbalar contra la
pared. Su padre sonrió para él, todavía con su pene metido en el culo de su hijo, y luego lo abrazó
y le hizo acostarse cuidadosamente para que no se fuera a lastimar. La luz se derramó sobre el
vientre de su hermano y él, como cuidando al bebé que tenía dentro, se lo envolvió todo con sus
brazos temblorosos y gimió:
"Ah, papá".
El hermano mayor, acariciándose, pareció ponerse tan ansioso que llamó a su padre. Tenía los ojos
bien cerrados así que no podía ver a Elsie, observando a Alto con ojos insensibles.
"Aquí estoy, cariño."
Su padre, para burlarse de Alto, le llamó cariño, y pronto hizo que su voz desapareciera en un
profundo beso. No había gemidos, ni palabras de dolor porque papá se lo estaba comiendo todo
frente a un asustado Alto. Luego, mientras comenzaba a barrer las piernas dobladas de su hermano
con las yemas de los dedos, agarró sus tobillos con fuerza y los separó hasta subirlos en sus
hombros y dejarlos allí.
Aunque los ojos de Naito estaban cerrados, su hermano, manchado de vergüenza, gimió y se tapó
la cara:
"Ah, no... Para de hacer eso..."
"¿Por qué?"
Padre movió su cintura, todavía dejando las piernas de su hijo bien abiertas. Se movió fuerte,
mojándose de semen y provocando un sonido pegajoso que se escuchó descaradamente en las
paredes. Y cada vez que el cuerpo de su hermano subía y luego descendía, la inserción se hacía
más profunda y más obscena hasta el punto en que Alto decidió que ya había tenido suficiente de
esto. 
Cuando Naito escuchó al cuerpo de Alto, golpeando la pared, levantó un poco la cabeza y
preguntó:
"¿Quién está ahí?"
Su hermano mayor estaba aterrorizado y temblando. Papá dijo: "No. No te preocupes." Y volvió a
jugar con los pezones que tenía atrapados entre sus dedos. Alto trató de huir de nuevo, pero al
escuchar la fricción entre sus zapatos y el suelo, su hermano comenzó a ponerse ansioso otra vez y
a decir que había alguien afuera. "Debemos detenernos" Padre dijo, "Shh, está bien". Y trató de
tranquilizarlo colocando la cara de su hermano contra su pecho.
"Está bien..."
Incapaz de tolerar los actos obscenos de su padre, al final, Alto le dio la espalda y echó a correr.
Loco.
Todo esto era una maldita locura.
Alto, corriendo hacia el jardín, miró hacia la noche bañada por la luz de la luna. Su rostro estaba
pálido.
"¡Esta es una locura! ¡Una maldita locura! ¿¡Qué demonios era eso!? Joder, joder, joder..."
Alto, recordó como le chupaban los pechos a su hermano y recordó también la forma de su vientre.
Tembló.
Loco. Todo se volvió loco.
Chapter 2
"¿¡¡Por qué tanta maldita insistencia por hacerme quedar embarazado!!? ¡Maldición!
¡Maldita sea!"
Temprano en la mañana, los labios de Naito se abrieron simplemente para lanzar un sonido muy
similar al estruendo de una bomba. Comenzó en la mesa, donde el personal estaba trabajando, y
luego subió de nivel hasta escucharse en cada una de las habitaciones de la casa. 
Los encargados, que acababan de llevar la comida a la cocina, observaron la terrible atmósfera con
una mirada avergonzada y mientras todo eso pasaba, dieron finalmente un paso hacia atrás como si
quisieran salir corriendo de allí. No solo ellos, sino también el chef Joe y cada uno de los meseros
que estaban disponibles en la casa. Hasta el mayordomo principal miró hacia la puerta, pensando
que desearía tener un automóvil para poder largarse.
Alto, con habilidad y naturalidad, aunque pareció como si estuviera muy concentrado comiendo,
desvió los ojos de su plato para intentar analizar un poco mejor los sentimientos que tenían esta
vez su padre y su hermano. Naito, Elsie, padre e hijo: Ahora eran igual a marido y mujer.
"¡Largo! ¡Quiero que todos se vayan de aquí!"
"..."
"¡¡Largo!! ¡Largo antes de que termine por matarlos a todos!"
"No puedes prescindir de ellos."
Dijo esta vez papá, con una sonrisa increíblemente encantadora incluso aunque Naito lo miraba con
una cara fría y endurecida. Gritó:
"¡Alto, tú también! ¡Largo!"
Ya que Naito se había atrevido a hablar con él por primera vez en mucho tiempo, Alto se despertó
de sus pensamientos y se puso un poco más derecho sobre su silla en una marcada señal de que
estaba a punto de obedecer. Pero cuando se puso de pie para dejar sus cubiertos, papá levantó la
mano en el aire y le ordenó que se quedara justo en su lugar. 
Alto se estaba moviendo de manera intermitentemente. Casi como si fuera una hoja flotando en el
viento. Tembloroso e incapaz de saber a quien tomarle la palabra.
"¿Qué haces? ¿Qué le importa a Alto lo que hablemos aquí? ¿¡Qué le importa a todo el
mundo lo que hablemos aquí!?"
"Somos familia, claro que le importa".
Elsie, que estaba bebiendo agua simple, bajó el vaso en silencio y miró a Naito por un instante que
más bien pareció una interminable hora. Incluso si Naito tenía un historial impresionante de
soportar cada desliz de su padre de una manera perfecta y serena, ahora pareció más bien que
estaba tratando con él bastante bruscamente. Se preguntó si incluso podía llegar a ocasionar que
Elsie cambiara de humor en cualquier momento y por consiguiente, hacer que se comportara
todavía más extraño en frente de todos.
Porque siempre pareció ser el trabajo de Naito lidiar con sus cosas extrañas.
El estrés que estaba surgiendo de la atmósfera hizo que Naito se presionara la sien y dijera con voz
irritada: "Es enserio ¿Qué tiene que hacer Alto aquí? ¿A él qué le interesa? Alto ya decidió
hacerse cargo de tu negocio de todas maneras así que deja que vea por mi futuro sin la
participación de alguien más".
Incluso aunque llegaron a este punto, Elsie pareció estar pacíficamente sentado en su silla.
Arrugando la frente como si no le gustara la consideración de Naito por cuidar primero a su
horrible hermano menor.
Apoyado en su espalda, Naito simplemente suspiró mientras se veía reflejado en los ojos morados
de papá. Extendió la mano y buscó a ciegas la de Elsie, actuando sin rodeos como si fuera ya algo
bastante normal entre los dos.
"¿Qué tal si envías a Alto a otro lugar mientras discutimos sobre esto? Papá... Por favor."
Su padre reconoció los sentimientos desesperados de Naito y se rió en voz alta debido a esto. Su
risa estaba aleteando constantemente por cada una de las paredes y cuando Naito finalmente lo
miró, con sus grandes ojos negros azulados, él también decidió extender la mano y utilizarla para
acariciarle la cabeza, tras las orejas y la piel sobre los huesos de las mejillas. Su calidez le fluyó
por las venas y provocó que su cara se pusiera tan caliente, que Alto, que estaba en el centro, no
tuvo más remedio que fingir que no había visto nada. La distinción entre padre, hijo o amante era
difícil de reconocer...
"¿No te gusta estar con nosotros, Alto?"
Naito miró a su hermano ante la estúpida pregunta de su padre. Alto suspiró y decidió que
definitivamente sería lo mejor apartarse de la mesa por lo que también levantó su plato con la sopa.
Sin embargo, Elsie, con voz firme, giró nuevamente su dedo índice y lo apuntó hacia él para decir:
"Siéntate, Alto".
Alto, con su plato, se quedó increíblemente quieto en su lugar. Luego se acomodó con un suspiro
enojado y clavó la mirada en papá mientras dejaba que Elsie abriera la boca otra vez:
"¿O es que quieres escaparte de la casa como lo hizo tu hermano?"
Naito se sorprendió de sus palabras, pero Elsie simplemente se estaba riendo de los dos como si
mirarlos fuera muy divertido.
"¿Es eso? ¿Ahora que saben lo que está pasando han decidido huir juntos como una familia
feliz?"
"¿¡De qué estás hablando!? ¿¡Qué quieres que haga para hacerte feliz!? ¿Cómo sigues
haciendo esto conmigo, maldición? En serio ¿¡¡Qué diablos quieres!!?"
Naito estaba enojado hasta la locura así que pareció empujar constantemente la mano que quería
tocarle. Para el punto de vista de Naito, más que un padre preocupado pareció que de pronto
estaba lidiando con un novio increíblemente histérico.Dormía con él todos los días, le chupaba
entre las piernas y si quería, se subía sobre él y se metía su pene en el trasero. ¿Por qué nada de
eso le era suficiente?
"¡Eres frustrante!"
"Solo quiero que comiences a tratarme como tu amante. No me basta con que lo dés todo por
sentado".
La cara de Naito se puso roja de nuevo. Elsie lo miró y se rió mientras su mano se le resbalaba de
la cara para tocarle ahora la cintura y entre los muslos. Naito se avergonzó y levantó la mano en
señal de alto.
"Ya decidí no hacer eso... Y decidí NO aceptar, y decidí decir que NO QUIERO y decidí que
voy a tirar a tu hijo. No voy, a llorar más. Solo voy a mostrarte mi enojo cada vez que tenga
la oportunidad."
Naito cerró los ojos después de su discurso, el que se sintió como si le hubiera quitado todo el
oxígeno de los pulmones a pesar de no ser tan largo. Quería quitarse al niño de adentro antes de
que el rumor se extendiera: La noticia de que en la Capital, algunos hombres podían tener hijos si
tomaban drogas experimentales consecutivamente. 
Estar en este problema era más difícil cuando todo había pasado por culpa de tener una relación
sentimental con su padre.
Un niño con su padre.
Solo de pensarlo, se sintió mareado de nuevo.
"¿Por qué? ¿Por qué es tan difícil para ti hacer esto?"
Sin embargo, su padre, como si fuera un asunto sin importancia, le tomó de las manos y tiró de él
hacia su pecho para que Naito no pudiera voltear su mirada en ninguna otra dirección. 
Se estaba proyectado la sombra de sus pestañas temblorosas y de un cabello negro y liso que caía
sobre su cara de manera vertical. Su piel blanca se destacaba en contraste mientras brillaba
suavemente incluso ante tan baja iluminación y sus labios, increíblemente rojos y mojados, estaban
provocando que Elsie reprimiera su impulso por besarlo de inmediato justo allí.
"Te acostaste con tu padre, dijiste que amabas a tu padre, pero ¿Odias al niño que nació de
esto?"
"No tiene sentido..." Naito lo agarró de la mano y la bajó, hablando de una manera que pareció
dolorosa: "¿Cómo voy a llevar al hijo de mi padre? Ya no pienses en mi... La gente hablará.".
"¿Por qué es raro?"
Elsie subió su mano para posicionarla sobre su vientre. La cara de su hijo se puso pálida en un
instante y Alto pareció ya ni siquiera saber en qué lugar colocar la cabeza. Últimamente sus
palabras se estaban volviendo más gruesas y oscuras de lo que podía soportar así que, se sintió
incómodo. Incómodo, asustado y extrañamente dolorido por su hermano. Naito exhaló un
profundo suspiro en respuesta.
"¿Cómo me preguntas eso? Es raro para todas las personas normales."
"Te gusta papá. ¿Qué es lo raro de tener un hijo con la persona que quieres."
"... Que la persona que me gusta es condenadamente rara".
Naito habló con dureza y trató de levantarse, pero papá tiró de su muñeca otra vez y lo sostuvo con
fuerza entre el hueco de sus brazos. En un instante, Naito se avergonzó y dijo: "¿¡Qué estás
haciendo!?" Y gritó: "¡Suéltame! ¡Eres la última persona que quiero ver y la última que
quiero abrazar!"
Entonces Elsie envolvió la cintura de Naito con un brazo y presionó la otra mano contra su muslo
de piel tierna. Colocó la boca en su oído y susurró:
"Se trata de formar la familia amorosa que tanto has deseado. Nuestra propia familia. TÚ
familia".
"¿...Qué?"
El cuerpo de Naito se endureció considerablemente. Elsie se rió cuando su piel sintió la extraña
afirmación escondida en su rechazo.
"Una familia, que conoce todos nuestros secretos. Una familia que te ame y que esté contigo
siempre". Dijo Elsie, cubriendo el rostro endurecido de Naito con la mano. "Lo quieres ¿No es
verdad? No un cómplice como tu hermano, sino un amor real que sería únicamente para ti."
Elsie agregó que podía tener una familia formada por un afecto genuino, no solo por una
responsabilidad ciega o por un contrato sino, por algo más profundo que todo eso. Los ojos de
Naito mostraron un brillo vertiginoso, como la superficie de un mar que estaba a punto de azotar
la costa con sus enormes olas.
Elsie, para calmar al joven que se veía evidentemente más confundido que al inicio, lo abrazó con
un poco más de poder y comenzó a besar con lentitud la línea de su mandíbula:
"¿Papá no te ha demostrado que te ama?"
"Sí..."
"¿No me amas a mi?"
"... Si te amo."
"¿No quieres tener a nuestro bebé? Es una familia real, cariño. Nuestra nueva familia real.
Lejos de todo el horror que experimentaste... Tu bebé. Tu hijo. No será un hermano como
Alto. Tampoco se comportará como lo hace Alto."
Elsie frotó sus labios contra los de Naito y puso un dulce empujón en su boca con la lengua.
"No voy a obligarte a que lo dés a luz ahora que lo sabes todo... Pero, ojalá tuvieras a mi hijo.
Entonces, yo te daría a ti y al niño todo de mí".
"¿Estás haciendo esto... Para hacer con mi bebé lo mismo que me hiciste a mi? ¿Es un plan
para eliminarme?"
Naito preguntó esto con cuidado. Estaba haciendo que Alto se hiciera cargo del negocio familiar y
que tomara clases magistrales. Él se convirtió en un noble, pero declaró que Naito no heredaría su
posición jamás. Todo apuntaba a que deseaba embarazarlo para que esa nueva persona ocupara
su lugar.
"¿Es por eso? Dime..."
Naito le rodeó el cuello con los brazos y le preguntó esto nuevamente de un modo bastante
desesperado. Él se rió, con una sonrisa profunda que ocasionó que la cara de Naito se pusiera
bastante roja. Cuando papá sonreía así, su corazón se mareaba hasta el punto en que también se le
nublaba la cabeza.
"No. Amor, no digas eso. Es porque te amo que quiero que tengas a mi hijo".
Alto, quien recibió la mirada de su padre de la nada, como una amenaza, se levantó y se alejó de
la mesa sin decir ni hacer nada al respecto. Después de todo, Naito estaba llorando
descontroladamente, abrazando un cuerpo que era inmenso con ambas manos y diciendo:
"Estoy... Tan asustado."
"¿Tienes miedo incluso si tienes a tu papá aquí contigo?"
"Sí".
"Bien. También estaba asustado cuando supe que ibas a nacer."
Siempre que comenzaba con este tipo de ejemplos, el hecho de que él era su padre verdadero
comenzaba a provocar que sus entrañas se retorcieran con fuerza. Él seguía siendo su familia, y su
sangre se derramaba dentro de su cuerpo hasta fluir por todo lo largo de su piel. Incluso en los
recuerdos de su infancia, Elsie estaba tan vívidamente presente que se dio cuenta de la atrocidad
que estaban intentando cometer al engendrar un hijo de los dos. Pero, ¿De qué servía realmente
lamentarse? Ya había tenido relaciones sexuales con un hombre que compartía su apellido e
incluso se había tatuado su nombre en la espalda. Estaba en una situación en la que ni siquiera
podía mostrar su cuerpo a la gente así que, una parte de él decía ¿Ya qué más da?
"Esto es... Esto es..."
Ligeramente abrumado por los sentimientos de Naito, lo abrazó como si estuviera alimentando a
un bebé. Su hijo sostuvo su torso y enterró entonces su cara sobre su ropa entre sollozos que ya ni
siquiera podían oírse bien. Elsie sonrió, y miró de reojo al segundo hijo que seguía parado en el
marco de la puerta. Ante el suave chantaje que seguía pintado en sus ojos morados, Alto negó,
suspiró y se escabulló hacía otro cuarto como si fuera un gato. Naito respiró profundamente solo
después de confirmar que su hermano de verdad ya no estaba allí. Exhaló despacio y abrazó a
papá como si no quisiera dejarlo ir de nuevo...
Estar con él era como subirse en un columpio, de ida y vuelta, una y otra vez hasta que terminaba
por marearlo. Siempre había sido así, siempre le provocaba malestar. Y cuando sus ojos
finalmente se cerraron, Elsie le dio unas palmaditas en la espalda y preguntó:
"¿Te gustaría ir a dormir?"
"No."
Sin embargo, había un repentino cansancio en el timbre de su voz.
Como si Elsie fuera bueno durmiendo a las personas, los ojos de Naito temblaron en el momento
en que comenzó a cubrirlo suavemente con la palma de la mano. Lo suficiente para tapar la luz, al
menos. Su consciencia parpadeó como una linterna que se estabaquedando sin pilas y cuando
descubrió que realmente se estaba quedando dormido sobre él, intentó levantarse inclinando por
completo la cabeza para el frente. El hombre tiró de su muñeca una vez más:
"Me duele."
Pero sus manos se habían sujetado firmemente hacia arriba, ocasionando que fuera más fácil
recostarlo sobre sus muslos.
"No seas así."
Elsie apoyó la barbilla en el hombro de Naito y dejó que su temperatura corporal, sus manos y su
aliento, le hicieran cosquillas en la mejilla al momento de hablar. Cuando Naito se encogió de
hombros ante las rarezas para nada sutiles de su padre, el hombre metió la mano dentro de su
camiseta y comenzó a tocar los pezones que ya se le habían engrosado. Dijo:
"¿No es injusto que tires a nuestro hijo después de todo lo que hice para conseguirlo? Fue
por los dos."
"¿Cuál es la lógica en eso?"
Fue un nivel superior en términos de estupidez. Es decir, su padre siempre había demostrado ser
un estúpido, pero el problema de esta vez radicaba en que posiblemente lo había aceptado
demasiado deprisa. Se había vuelto pasivo demasiado deprisa, ese era un hecho innegable.
Mientras Naito destrozaba sus labios con los dientes, Elsie simplemente le sonreía y le besaba en
las partes hinchadas que tenía bajo los ojos. Sus hombros temblaron ante lo cariñoso que eso se
sintió.
"Dijiste que no haríamos esto aquí..."
Su deseo sexual era tan horrible como su sentido de la lógica así que cada vez que quería hacerlo,
Naito era quien comenzaba a extender los brazos para intentar hablar con él.
Naito lo agarró por la cara:
"Tienes que ir a trabajar, papá. Después de todo, eres parte de la familia real ahora".
Naito se refirió deliberadamente a su trabajo para intentar encontrar la oportunidad de
escabullirse de él. Elsie lo miró, con ojos entrecerrados, se rió abiertamente como si no quedara de
otra y envolvió sus brazos alrededor de su cintura.
"Mis hijos siempre me la ponen difícil. Ha sido así desde que eran bebés."
"Papá... Entonces, lo que decías antes ¿Tú fuiste quien me dio a luz de verdad?"
"No. En realidad, esa era solo una forma de hablar".
Borró su sonrisa burlona y grabó allí una expresión increíblemente seria. La actitud inquebrantable
de Naito ahora era como un barco arrastrado por un tifón.
"Pero piensa en lo que dije, porque eso si es verdad. Nosotros, convirtiéndonos en una
verdadera familia". Elsie cubrió el rostro de Naito otra vez, susurrando sobre su boca con un
aliento que casi hervía. "No será un hermano menor, sino un hijo que solo se preocupará por
ti. Y tendrás además a un hombre que te amará más que nada en este mundo."
Siempre que intentaba convencerlo de algo, su voz sincera y afectuosa hacía que su corazón
también se entristeciera. ¿Por qué parecía haberse vuelto tan fácil ante él? ¿Por qué era tan débil
con su padre? ¿Es que acaso era fácil caer en sus ojos? ¿O es que incluso podría ser culpa de su
voz? En lugar de responder, Naito suspiró, sosteniéndose en sus brazos como si temiera que fuera a
caer...
Siempre que se avergonzaba, el hijo que pintaba su cara de rojo de esta manera era muy, muy lindo
e irresistiblemente encantador.
Chapter 3
Una de las desventajas de ser un noble, era el hecho de que tenían que utilizar corbata y capa. La
prenda, que tapaba todo su cuello, era una forma de vestimenta real que se podía encontrar en las
personas nobles de cualquier país. Tan llena de medallas e insignias que podía considerarse una
pieza elegante y un traje elegante, pero también terriblemente incómodo.
"¿No vienes?"
Elsie miró a su hijo, que jugaba a mover su pierna fuera y dentro de la cama. Naito, cuyo propósito
era huir a la universidad, reconoció a su padre como amante y luego observó lentamente como su
vida comenzaba a perder todo sentido. Por consiguiente, se podía decir que hacía lo que quisiera
hacer, día a día. O todo lo que le permitía hacer Elsie, al menos. Su casa tenía piscinas, pistas de
equitación, pistas de carreras y un montón de cosas más. Algo creado para que no saliera en
absoluto.
"¿Son tus vacaciones hoy?"
Naito se apoyó en una cama color marfil que era ancha, abrió un poco más los ojos y miró a Elsie
mientras le hacia esta pregunta. Pero cuando no hubo respuesta, bajó la cabeza y se dedicó a seguir
jugando con su consola. Llevaba la camisa de Elsie así que sus dedos apenas y sobresalían de sus
mangas y mientras inclinaba la cabeza y se concentraba en la pantalla, su cabello negro había
comenzado a cubrir sobre su frente porque no lo había cortado en mucho tiempo. Estaba
desgreñado, con mechones llegándole hasta los hombros, pero se veía bien a su manera. En
realidad, aunque su hijo tuviera el pelo largo o corto, era bonito porque su rostro se había vuelto
increíblemente apuesto a últimas fechas. Y el cuerpo de Elsie siempre había logrado sentirse
atraído por el rostro de su hijo. Su corazón estaba latiendo con fuerza, saltando desde el fondo
de su pecho mientras pensaba que quería abrirlo de inmediato. Desnudar esa área alrededor de sus
nalgas y quitarle esa camiseta que se elevaba hasta revelar la existencia de su carne enrojecida. Las
yemas de sus dedos parecieron temblar así que su mano tocó su pantorrilla. La piel, con poco vello,
era suave y cada vez que comenzaba a tocar sus músculos tensos por el ejercicio, se sentían
constantes y firmes. Cuando su mano se alejó un poco más de su pantorrilla y le tocó el muslo,
Naito se acercó a Elsie, agarró su muñeca y le dio una mirada severa. Sin embargo, a pesar de la
determinación en sus ojos negros y azules, Elsie solo comenzó a darle más fuerza a su agarre.
Naito se apretó contra la cama.
"¡Auch!"
Naito gimió. Pronto encontró que le había dejado una huella en la piel. Originalmente, era un
cuerpo que nunca pareció excepcionalmente débil, pero que había empeorado a últimas fechas. ¿Es
porque lo trataba tan rudo como le viniera en gana? El área que tenía cubierta por la ropa pareció
tener muchas marcas rojas, azules y verdes que se desvanecían en pedazos. Elsie besó la nuca de
Naito e hizo que le entrara el aroma del producto de ducha de su hijo. Era dulce y tenía un toque
fresco hacia el final. Saboreando esto con la punta de su nariz, decidió también sacar la lengua
para lamerle la nuca. La piel suave del niño pareció seguir suave incluso después de todo este
tiempo. El hijo tenía ahora solo 21 años pero era evidente que había permanecido tierno en todo
aspecto. Sin importar qué.
"Ah, eres tan bonito". Elsie gimió y murmuró esto sin saberlo. "Lindo." "Eres tan lindo."
Naito, que escuchó sus palabras, se puso increíblemente rojo así que giró la cabeza en otra
dirección. Papá le quitó la camisa a Naito con una cara encantadora.
"Eres tan lindo. Mi niño lindo."
"Sí…"
Cada vez que su aliento le pegaba en la piel, era dulce, le picaba, y el interior de su muslo
temblaba en un calor delicioso.
"Papá ¿No vas a trabajar?"
Naito se agarró del borde de la cama y trató de separarlo de alguna manera. Sin embargo, perdió
por completo los estribos cuando Elsie sostuvo sus caderas con ambas manos y comenzó a chupar
la carne circundante en su cintura.
Como un buen padre, podía jactarse de conocer cada centímetro de su hijo, lo que le gustaba y
también las partes que odiaba. La camisa de Naito se quitó hasta la mitad y la dejó colgando de su
antebrazo.
" Aw , ah... Es de mañana."
Naito habló con su padre, quien estaba recorriendo sus hombros, sus clavículas, sus antebrazos y
en todas direcciones por igual. Tener sexo por la mañana no era tan extraño para los dos pero, de
esta manera, los trabajadores de la casa también verían una parte del "sexo en vivo."
Elsie ya estaba a medio camino:
"No pasará nada, cariño."
"¿Cariño?"
Preguntó Naito con asombro. Los labios de su padre olían demasiado a menta y en la boca de
Naito, la dulzura del helado que había comido en el desayuno resaltó de una manera
particularmente deliciosa. Elsie le chupó cada parte de la boca mientras que Naito, naturalmente,
giraba la parte superior de su cuerpo para poder besarlo máscómodamente. 
Los brazos de su hijo estaban bien envueltos alrededor de su espaciosa espalda y un montón de luz
solar, proveniente de la ventana, había comenzado a brillar sobre sus hombros.
"Umm..."
Manteniendo los labios juntos, Elsie barrió su cuerpo completamente desnudo con las palmas de
las manos. Inclinó la cabeza, y enterró su rostro contra su nuca y su garganta. Sacando la lengua
para succionar cada área alrededor de su clavícula también.
"Umm..."
"Cariño, tengamos al niño ¿De acuerdo? Da a luz a mi hijo."
"¿Estás loco? Yo soy tu hijo".
"No, ya no."
Él sonrió, acomodando las piernas de su hijo completamente sobre sus hombros. Naito se cubrió la
cara de inmediato pero dejó al descubierto un pecho que también estaba enrojecido. El niño
siempre se había pintado de esta manera cuando se avergonzaba. Lo hacía desde su infancia. Elsie
se rió de su personalidad tan inalterada.
"Oh no… Si haces eso..."
Naito empujó el vientre de su padre hacía atrás. Trató de frenar sus movimientos utilizando las
piernas también pero él le agarró de los muslos hacía los lados. Los ojos, que parecieron un cielo
nocturno, estaban llenos de agua de lluvia. Se mordió el labio inferior con fuerza y comenzó a
retorcerse entre sus brazos por lo que papá pensó que era increíblemente lindo. Más aun cuando
soportaba los gemidos y el llanto.
Dejó salir una risa escandalosa:
"Duele, duele... Oh Dios, papá."
"Dime "cariño" ."
"Ah, pero..."
"Hemos tenido mucho sexo, a estas alturas ¿Vamos a seguir siendo padre e hijo?"
"No lo sé..."
"Pues yo lo odio."
Sonrió nuevamente y agarró el pene de Naito entre sus manos para acariciarle la uretra utilizando
el dedo pulgar. Era un movimiento fuerte, así que el hijo cerró la boca ante la fricción en un intento
por contener sus gemidos.
"Dime "cariño" ¿De acuerdo? No "papá"."
Elsie le besó la boca y habló en un susurro contra su oído. Naito dijo "Ah." Y eyaculó de una sola
vez. En realidad, antes de eso, Elsie había bajado la mano para comenzar a preparar la entrada de
su hijo así que ahora era más fácil porque se estaba ayudando de su semen. Naito ya había
comenzado a sollozar con tan solo una de sus caricias.
"Duele, papá..."
"Shhh".
Besó la mejilla de su hijo e insertó de inmediato su dedo índice. El interior, en el que había entrado
y salido todo el día de ayer, hábilmente comenzó a succionarlo como si lo hubiera extrañado todo
este tiempo.
"Llámame cariño, mi amor".
"Nunca..." Naito negó con la cabeza, llorando. Tenía los brazos alrededor del cuello de papá,
abrazándolo desesperadamente mientras decía: "¿Cómo puedo llamarte cariño alguna vez?"
"Quiero sentir que realmente soy tu amante. De verdad lo deseo, mi amor. Más que nada en
esta vida."
Abrazó a la fuerza el cuerpo de Naito y lo llevó frente al espejo de cuerpo completo, como lo había
hecho en otras ocasiones. Naito estaba bastante asustado pero, aunque se retorció y dijo
nuevamente que NO, su altura y su tamaño eran significativamente más pequeños que los de él así
que no iba a poder vencerlo. De todas maneras, no era mucho lo que quedaba de sus fuerzas en
primer lugar. Naito gimió, aunque ya ni siquiera podía hacer un buen sonido de rebelión a estas
alturas. Luego, cuando puso su pene lo suficientemente fuerte en su interior como para aplastarle
las entrañas, bajó la cabeza y comenzó a temblar como si lo hubieran descompuesto. Cerró los ojos
y abrió la boca. La forma en la que se había agachado mientras se estaba estremeciendo entre sus
manos despertó el sadismo en el interior de Elsie. El cabello negro se le estaba mojando por
completo de sudor y era impresionante cuando movía su barbilla hacia arriba y hacia abajo, apenas
abriendo los ojos. Luego, las lágrimas que se habían formado en el borde cayeron y fluyeron hacia
sus labios secos.
"No hagas esto desde la mañana..."
La cintura de naito se movió y en un instante su visión se volvió borrosa.
Bajó la cabeza y observó los zapatos de su padre, con la punta brillante, entrando entre sus piernas
y ensanchando a su voluntad la brecha que se había formado. Elsie se frotó el pene erecto contra su
trasero y luego lo enterró hasta más de la mitad, en un punto en que sus testículos blandos fueron
presionados contra su carne. Evidentemente eso solo provocó que el estímulo fuera peor. Naito
movió la cabeza de un lado a otro y continuó diciendo:
"No... Por favor."
Fue un ruego inútil. Elsie se rió de la lucha de su hijo.
"Se va a romper..."
Pensó que seguramente si entraba de esta manera por tanto tiempo, su ano se abriría hasta un punto
imposible. Pero resultó que se había vuelto bastante fácil de aflojar. Se sintió igual a si lo
estuviera chupando.
"Eres así conmigo ¿Y todavía te atreves a decirme papá ?"
"Umm... Maldición. ¡Ah!"
"Me gusta que seas lindo, pero no es divertido si lo haces incluso cuando estamos en la
cama".
Su pene se retorció de excitación y su voz se volvió infinitamente tranquila y dulce. En esa brecha,
incapaz de moverse, Naito no tuvo más remedio que aceptarlo todo. Era como si su calor se
hubiera transferido hacía todas direcciones. Ni siquiera había entrado por completo y sentía que el
calor se estaba acumulando en el área en la que se encontraba más sensible. 
Ponlo adentro. 
Date prisa.
Sin saberlo, él mismo extendió todo su cuerpo para recibir su pene.
"Si lo quieres tanto, entonces búscame por tu cuenta."
Elsie ordenó esto rápidamente así que Naito cerró los ojos y negó con la cabeza.
"Lo odio."
El murmullo y el gemido de sus labios se mezclaron. No importaba quien escuchara,
definitivamente era una voz susurrada para un amante.
"Mira hacia arriba, vamos".
Su pene entró a la mitad y no se movió durante segundos que parecieron eternos. Luego, entró muy
lentamente, como si intentara imprimirse en cada parte de su pared interior. Su boca lo estaba
buscando a un ritmo impaciente y de esta manera, la inserción comenzó a sentirse como un
apuñalamiento que deseaba arruinar rápidamente toda su carne. Naito de repente se emocionó con
el cuerpo de su padre. Con lo que le estaba haciendo sentir su padre...
"Búscame."
Dijo Elsie con firmeza, utilizando el mismo tono que había puesto al inicio. Naito lloró en silencio
y, mirándose a través del espejo, observó también a papá, sonriendo de un modo casi demasiado
refrescante. Su mirada nadó a través de la intensa lluvia de luz producida por el sol de la mañana y,
mientras seguía estos rayos, bajó hasta que observó su nombre grabado en el hombro. "Elsie". Un
tatuaje empapado del sudor de su hijo. Algo bastante sexy, si tenía que ser honesto. Con cada
movimiento, el nombre iba y venía con él. Una escena encantadora en la que veía esa imagen y
unas nalgas pequeñas y elásticas clavándose en un objeto ancho. Su culo era un lugar tan estrecho,
que por un instante pareció un tanto extraño que pudiera entrar tan rápido. Sin embargo, por
extraño que pareciera, el interior de su ano ya había cambiado a la voluntad y figura de su padre.
Se abría y se apretaba y la entrada, lisa y sin arrugas, dibujó por un instante la ilusión de ser una
ciruela madura. Su trasero era dulce y el agujero de su ano muchísimo más dulce que todo lo
anterior. Elsie repasó el tatuaje con el pulgar, lo presionó y lo marcó deliberadamente con los
dientes.
Naito bajó la cabeza y luego la levantó poco a poco. Su visión estaba tan borrosa que el mundo se
volvió todo blanco. ¡El interior de su cabeza era tan brillante que no podía ver el frente! Cuando
abrió los ojos y miró hacia adelante, estaba seguro de sentir el pene de su padre muy, muy adentro.
Además, comparado con los minutos anteriores, papá ya no tenía la ropa de noble sino que estaba
completamente desnudo. Sin camisa y metiendo su verga dentro de él una y otra vez y otra vez
como si jamás se cansara. Sus pupilas temblaban y Elsie acariciaba su cabeza como si lo estuviera
alabando.
Enterró su pene más profundamente.
La pared interior, que ya se había hinchado lo suficiente, comenzó a apretarse de nuevo. El dolor
duró un buen rato y luego, losojos de Naito comenzaron a nublarse una vez más por el placer que
se había pasado en él. Tenía los labios rojos bien abiertos. Exhalando un aliento húmedo espeso
mientras que padre, parado detrás, agarraba sus muñecas y tiraba de ellas hacia adelante.
"Llamarte papá es suficiente".
Elsie se rió. "Ya no lo es."
Decirle papá siempre fue suficiente. Tanto que esa palabra se había quedado atascada en su mente
durante todo este tiempo. Entonces, ¿Cómo debería decirle? ¿Realmente esperaba esa palabra tan
cursi? La cabeza de Naito, embotada de placer, se sacudió lentamente. Él sabía lo que tenía que
hacer, pero la respuesta no salió así que solo lo miró con los ojos increíblemente llorosos. Luego
susurró, tirando suavemente de sus muñecas y golpeando su cintura a la vez.
"¡Ah!"
Cuando lo miró más cerca, descubrió que Naito no podía respirar y que estaba temblando, con los
ojos más encantadores de todo el universo. Su cuerpo lastimado, su cara blanca. Moretones
nuevos, elástico, suave y blando. Agarró lo suficiente de su carne como para dejar moretones en su
muñeca y no lo soltó en absoluto. Encorvado, Naito no pudo decirle nada cuando sintió que su
propio pene golpeaba su ombligo y como papá le atacaba los labios con una increíble fuerza.
Incluso eso era bonito, ciertamente. Que su barbilla y su cuello estuvieran rígidos debido a la
presión.
"Dime cariño cuando estemos en la cama. Si tienes a mi hijo, eso quiere decir que somos una
verdadera pareja ahora. Quiero decir, ¿Por qué entonces esa palabra te cuesta tanto?"
Una pareja.
Sus ojos, llenos de lágrimas, se abrieron en un instante y, como si pensara que eso definitivamente
no era posible, volvió la cabeza y suspiró. Hasta eso era adorable.
"Cariño, ¿De acuerdo?"
"De esa manera ... ¡Ah!"
"Por favor..."
Naito gimió de un modo impotente. Por supuesto que él era la pieza central de todo este juego.
Siempre había sido la pieza central. Dándole la vuelta a las cosas y ahora, deseando un
acercamiento eterno. ¿De verdad deseaba que tuviera a su hijo? Miró a su padre sin comprender y
opinó que incluso a través del espejo, con un solo mechón de cabello que caía hacia abajo y una
ceja ligeramente fruncida, era terriblemente guapo. Nervioso, pero dócil.
"Cariño..."
Naito, sin saberlo, cayó perdido en su rostro y lo llamó "cariño". Era la primera vez que lo trataba
de esta forma así que la emoción que no mostraba nunca, ahora estaba en plena floración sobre su
piel. El apodo cariñoso que pensó que no podría pronunciar, se sintió extrañamente dulce justo
ahora. Aunque eso solo provocó que el nerviosismo en su corazón empeorara más y más. 
Naito se miró en el espejo e inclinó la cabeza para observar a su padre. Repitió:
"Cariño..."
Papá se echó a reír en un instante así que Naito, con los ojos cerrados debido a la luz que pareció
nacer de su cara, comenzó a temblar muy, muy fuerte. El cuerpo pareció seguir quemándosele por
dentro.
"Oh, cariño, ah ..."
Cuando Naito volvió a mencionar la palabra "cariño", Elsie sacó el pene del interior de Naito de
un solo jalón así que, como la membrana mucosa hinchada se le había adherido al pene, al
desprenderse sintió una fuerte sensación de picor que hizo que el cuerpo entero de Naito se
tambaleara. Su parte baja había sufrido y experimentado tanto que era difícil incluso estar de pie
correctamente.
En el piso mientras sostenía a Naito, que estaba a punto de caer, papá volvió a insertarle el pene de
abajo hacia arriba hasta que Naito gimió ante la sensación de empalamiento. El aliento de Naito
nadó a través de los anchos hombros de Elsie y su cuerpo se movió lentamente para sentir sus
embestidas.
"Ah, ah, allí está bien. ¡Papá!"
Naito habló con los ojos completamente en blanco, la voz apagada y una pronunciación arrastrada.
Pero, mientras se lo llevaba a la cama, se escuchó el sonido de la puerta abriéndose con un fuerte
chirrido. Naito estaba tan excitado que pareció no poder escuchar nada así que simplemente se
frotó la frente contra el hombro de Elsie y dijo: "Papi, papi..." Casi colgado de sus hombros. Elsie
lo besó, cubriendo los oídos de Naito para que no pudiera escucharlos. "Sal. Hoy no voy a
trabajar".
"... Diré que algo te duele entonces".
Elric había visto a los dos, pegados como garrapatas sobre la cama así que se escapó antes de que
pasara algo más. La puerta se cerró tan lentamente que no hubo ningún otro sonido y Elsie pudo
dedicarse en la manera correcta de poner a Naito derecho sobre la amplia cama. Todavía tenía el
pene conectado con un interior que no lo soltaba. Algo cálido y dulce que se adaptaba a toda su
carne de una manera deliciosa. Le levantó las piernas sobre los hombros y tan pronto como hizo
eso, Naito agarró la sábana con las dos manos y la estrujó. Su cara estaba roja, pero sus ojos y sus
labios lo estaban muchísimo más. Como si alguien hubiera pintado sobre papel blanco.
"Dime "cariño" de nuevo".
"Oye, ¿No dijiste que estaba bien con decirte cariño una vez?"
"¿Yo? ¿Cuándo dije eso?"
Elsie, sonriendo, agarró el pene de Naito y suavemente sostuvo su glande hasta hacer circulitos con
el pulgar. Lo tocó lentamente así que Naito estaba emocionado con eso.
"¿Se siente bien?"
Naito asintió mientras lloraba. Rígido, con el líquido pre seminal goteando de entre los dedos de
papá constantemente. Enterró su pene entre sus nalgas para besar a Naito en la boca por lo que su
cuerpo se curvó, el pelo suave se le desparramó, sus hombros suaves subieron, sus clavículas se
marcaron y abrió la boca como si no pudiera respirar. Aparentemente se había detenido en el punto
que más le gustaba.
"Cariño. Mi cariño..."
Naito volvió sus ojos llenos de lágrimas. Sus ojos parpadeaban lentamente.
"Cariño..."
Ante la respuesta del niño, Elsie dejó de lado todo lo que su cuerpo estaba haciendo para verlo más
a detalle. De hecho, ni siquiera se movió. Solo lo estaba sosteniendo, acariciando y besando tanto
como le fuera posible.
Desde el momento en que Naito le dijo cariño, todo se sintió terriblemente impresionante.
Chapter 4
Sus ojos se abrieron a la sensación de calor.
Había llorado durante mucho tiempo, así que sus párpados estaban adoloridos y ligeramente
entreabiertos. Su cuerpo pesaba demasiado porque era una secuela de todo el sexo que había
tenido con papá. Pasó mucho tiempo, pero era como si todavía estuviera allí sobre él. Podía sentir
una fuerte sensación hirviente y el área entre sus muslos tirando y doliendo.
Naturalmente, Naito, tumbado boca abajo en el dormitorio principal, de repente empezó a apretar
muchísimo los puños. Y el hecho de que lo hiciera lo suficientemente fuerte como para dejar
marcas de uñas en su palma era evidencia de lo enojado que estaba en realidad... Le había
hablado de una medicina para hacer posible que los hombres quedaran embarazados. Una cápsula
alargada que parecía un medicamento para el dolor de cabeza y que había metido también en su
jugo. En su comida, dentro de su boca. Y si seguía tomándolo tan puntualmente como hasta ahora,
el embarazo sería entonces un completo hecho.
Naito, quien recordó la situación en la que le había dado el medicamento, gimió un poco.
"Um... Papá, no hagas eso..."
Elsie había decidido insertar sus dedos con fuerza para sacar todo el semen que había metido en
su interior. Por supuesto, la sensación de frotar su membrana mucosa le llegó hasta la columna
vertebral e hizo que se le clavara desde la punta del pie hasta el último cabello en su cabeza. Y
siempre que el semen de su padre era movido dentro de su culo, hacía un sonido de chapoteo,
goteaba, y salía mientras experimentaba una extraña sensación de eyaculación de un extremo a otro
de su pene. Naito se arrastró hacia adelante cuando la pesadez se alivió un poco...
"No está roto. Te lo dije."
Elsie habló con firmeza desde atrás, como para tranquilizarlo. Pero cuando sus dedos se movieron
y en su lugar un pene comenzó a meterse lentamente entre su abertura hinchada, se sintió como si
se estuvieran ahogando de nuevo. 
Naito tembló y se acurrucó. Colocó sus mejillasrojas en la sábana color marfil que había escogido
por su cuenta y observó a su padre con atención, pensando que definitivamente tenía que detenerlo.
Si hacía más, si se movía más, realmente se sentía como si fuera a arruinarlo hasta un punto en que
ya no podría escapar del placer. ¿Qué podía hacer? Naito estaba decidido ahora. Mientras
jugueteaba con su trasero, volvió los ojos en su dirección y le murmuró:
"Cariño, detente."
Los ojos de Elsie se agrandaron, su respiración se detuvo y la mano que sostenía su cintura cobró
entonces un poco más de fuerza. Naito se frotó la frente contra la sábana y dijo, perdido en el dolor
que lo apretaba desde todas direcciones.
"Me siento mal, cariño. Detente."
Se sintió como si estuviera llorando así que papá levantó los dedos y le secó las lágrimas igual a si
se sintiera muy arrepentido por lo que había provocado. Sacó su pene y en su lugar, volvió a meter
los dedos en su agujero para rasparle el semen que todavía quedaba. Sus dedos eran largos y
gruesos, con articulaciones anchas y movimientos bastante bien definidos. Se cubrió la cara. "Um,
um." Dejando que su aliento caliente tocara la almohada...
"Con que ahora si soy cariño. Lo utilizas cuando es realmente conveniente."
"Te dije que te detuvieras ."
Papá a veces era como una locomotora fuera de control, así que daba miedo. No conocía la
moderación, incluso después de establecer una relación como la que ahora tenían.
Mientras sujetaba la almohada con fuerza y dejaba que le limpiara, Naito cerró los ojos, sacó la
lengua y lamió por completo el semen que papá le daba de comer. Era una costumbre entre los dos,
así que se lo chupaba todo sin preguntar y siempre que le acercaba los dedos a los labios.
"¿Qué has pensado sobre el niño?"
"¿Por qué estás tan obsesionado con los bebés?" Naito lloró tanto que ahora que hablaba, su
voz se escuchaba cortada. "Incluso si no existe tal cosa como un bebé, creo que podremos
manejarlo bien entre los dos."
"Honestamente... Creo que una parte de mi lo hace porque tiene miedo de que te vayas de
nuevo. No quiero perderte, así que..."
Los ojos de Naito crecieron el doble de su tamaño. No sabía que papá diría algo como eso
mientras colocaba una expresión tan triste. Su corazón estaba emocionado por los sentimientos
sinceros que parecieron estarse extendiendo hacia él así que, incluso comenzó a acercarse otro
poquito... En cierto sentido, incluso había empezado a sonrojarse. 
Elsie levantó la cabeza, extendió la mano y le tomó de la barbilla para que hiciera contacto visual
con él. Las pupilas de Elsie eran sólidas, como rodeados por un caparazón bastante duro. Los ojos
de Naito, por el contrario, temblaban como pétalos en el viento.
"No quiero ser odiado por ti y... Al menos con el bebé... Al menos así..."
"No huiré . Lo prometo."
Elsie cerró los ojos y se rió como si la inesperada respuesta lo hubiera animado. Después suspiró, y
dejó que Naito colocara lentamente su mano en el dorso de la suya. De esta manera, la calidez del
otro se transmitiría gradualmente hasta comenzar a hacerle sentir muchísimo mejor.
Al principio odiaba mucho a ese hombre y también a las circunstancias que le habían provocado
estar a su lado en contra de su voluntad. El progreso en su relación fue tan retorcido que incluso se
sentía como estar caminando a través de una tormenta en medio del desierto. Un momento en el
que su corazón temblaba todo el tiempo y en el que estaba increíblemente ansioso y asustado
también. Sin embargo, cuando lo besaba, lo cuidaba, le comenzaba a cubrir los ojos o lo abrazaba
por detrás, todo se volvía en algo realmente interesante y diferente.
Algo en él, en lo que había entre los dos, estaba comenzado a gustarle sin saberlo...
"No huiré . Estaré contigo siempre, papá."
Elsie sonrió dulce y agradablemente, acariciando el cabello de Naito hasta acomodarlo todo tras
sus orejas: "Lo dije antes. No me digas papá mientras estemos aquí en la cama."
No quería ser su padre cuando hicieran el amor, mucho menos cuando hablaran tan honestamente
de sus sentimientos. Su mano barrió lentamente sus mejillas y su nuca y tocó su clavícula donde
estaban las marcas de sus besos. Las yemas de sus dedos repasaron sus pezones rojos y maduros así
que dijo "Oh", y gimió mientras levantaba la parte superior de su cuerpo como si se la estuviera
entregando de regalo...
"Duele..."
"Lo siento, Naito . Me equivoqué con esto. Tú... Tú puedes elegir si tener un niño o no y yo
seguiré tu opinión y haré lo que me digas. Si no te gusta, no tienes que tenerlo. Solo debes
dejar de tomar las pastillas y la maduración se detendrá. Se irá... Y estaremos bien incluso
estando solo los dos. De todos modos, como dices, ya tengo a mis hijos."
La habilidad de pellizcar, torcer y jugar con sus pezones y sobre aquella piel excepcionalmente
fina, provocó que Naito gimiera de nuevo antes de que pudiera responder.
"Ah, no... Si haces eso..."
"Vamos a decirle adiós a tu hermano menor."
Y luego se dio el lujo de hacer una broma así de cruel.
Naito lo miró y se rió en silencio mientras que papá, simplemente decidía que estaba bien meter la
mano entre su ingle y tocar hábilmente la carne que ya estaba medio erecta.
"Ah, papá..."
"¿Se siente bien?"
"Sí. ¡Ah!"
Su cabeza pareció estallar en blanco mientras ajustaba a la perfección la velocidad de su mano.
Gritó, y comenzó a retorcerse de nuevo.
" Ummm , ¡Um!"
Naito cerró la boca ante la suave risa de papá y el torbellino de palabras obscenas que no iban bien
con la noble forma de hablar que estaba adquiriendo recientemente. 
De algún modo, pareció que no era el momento de estar gimiendo como un desesperado porque
habían compartido una conversación importante sobre el futuro del bebé. La línea de la moral ya
se había cruzado y ahora estaban en una dimensión increíblemente diferente. Incluso ahora, en el
momento en que frotó su uretra, sus piernas se apretaron y temblaron y el semen salió disparado
para adelante, haciendo un sonido vergonzoso que terminó en un goteo. Dejó caer su frente cerca
de la clavícula de papá y tomó todo el aliento que le fuera posible. Lo había movido correctamente
de adelante para atrás así que alcanzó el clímax en menos de unos minutos...
"Seguiré tu elección, amor. Déjame hablar con un médico para que vigile tu cuerpo también
en este proceso."
"Sí..."
"Pero, si decidieras dar a luz a mi hijo, sería un niño realmente hermoso. Tan parecido a ti.
Y... Supongo que haríamos muchas cosas juntos. Iríamos al parque, al parque de atracciones
y al campo también. Es algo lindo si lo piensas."
Papá ya se estaba sumergiendo en su imaginación y expandiendo su mente otra vez. Naito estaba
siendo empapado en las circunstancias. Ni siquiera había logrado responder correctamente y solo
hablaba como un loro diciendo "Sí" todo el tiempo. 
Sumado a ello, estaba cansado después de tener sexo durante varias horas así que su apariencia
tampoco era la mejor...
Elsie, mirando de cerca, con la barbilla puesta en su mano, se despertó y rebuscó en la mesita de
noche hasta encontrar la medicina. En caso de que la manejara incorrectamente, las sales
comenzarían a dañarse en un segundo así que la metió en un pequeño estuche ventilado. Naito lo
agarró y murmuró, mirándolo con ojos somnolientos:
"¿Debo tomarla hoy?"
"Si quieres tener a mi hijo, hazlo. Si no te gusta, entonces hay que suspenderlo desde hoy y
comenzar a vigilar que tu cuerpo lo elimine adecuadamente". Acarició la cabeza de Naito.
"Haz lo que quieras. Yo voy a aceptar tu decisión, lo digo en serio."
"Pero el bebé..."
Naito tocó su vientre. Él no quería estar embarazado, era un hecho. Sin embargo, ya que Elsie trazó
una línea diciendo que aceptaría lo que decidiera, su mente comenzó a pensar un poco más
profundamente sobre todo esto para tomar una buena decisión. Es decir, se sentía bien cuando lo
tocaba y lo acariciaba y tal vez era demasiado tarde para negarse, como decía. Incluso cuando se
escapó, lo recordaba cada minuto y cada segundo y sentía que lo necesitaba para poder estarbien.
En el momento en que lo presionó hacia abajo, en el momento en que comenzó a besarlo, en el
momento en que entró entre sus piernas bien abiertas, fue como si todo hubiera sido remodelado
desde adentro. A veces hablaba de su embarazo y cuando lo tocaba, hubo momentos en los que
pensó que estaba bien darlo a luz. Pero si tenía a su hijo, entonces realmente se ataría a él para no
poder escapar nunca. De repente, los pensamientos de Naito subieron a ese punto así que comenzó
a espantarse.
"Loco…"
Su corazón temblaba al pensar en el hijo de su padre. Luego miró la medicina y volvió a preguntar
¿Quería al hijo de su papá dentro de él? Había escuchado a Elsie hablar con demasiada frecuencia
sobre su embarazo así que se sintió como algo que tenía que pasar de todas maneras Pero, ¿Quería
quedar embarazado de él de verdad? Naito envolvió su estómago con manos temblorosas. Todavía
no se había hinchado nada, como si no estuviera... El viento del aire acondicionado sopló como
una brisa y Naito, que estaba pensando en blanco en el dormitorio, inconscientemente sacó la
medicina, la puso entre sus dedos y la vio mejor.
Elsie era su papá, su amante...
Y el padre de su hijo.
Chapter 5
Aunque entró a la mansión brillantemente decorada con bombillas de cristal y flores, la quietud era
increíblemente extraña. Aterradora incluso. Elsie frunció el ceño. Alto estaba de pie en el pasillo,
mirándolo.
"Regresaste."
Alto se inclinó y dijo algo parecido a "Bienvenido", pero Elsie estaba lo suficientemente ocupado
buscando a Naito como para al menos fingir escucharlo. Solo observó a los ojos morados de su
padre recorriendo el pasillo, el largo comedor que conectaba con el pasillo y la cocina adjunta así
que, después de un rato, se atrevió a decir con voz tranquila:
"Mi hermano está en el dormitorio".
"¿Por qué? ¿Se siente bien?"
"No lo sé."
Naito ya no hablaba con Alto. No, la única persona con la que Naito compartía su vida personal
era con Elsie. Y Alto sabía que cada vez que su relación secreta con papá enfrentaba algún cambio,
Naito se volvía cada vez más solitario y cerrado. Era como su manera de mantenerlo en secreto. O
tener la ilusión de que lo mantenía en secreto, al menos. En la familia real, Elsie estaba
completamente comprometido con los asuntos del gobierno así que nunca sacaba a la luz sus
asuntos personales. El silencio era una virtud. Los secretos se mantenían mejor si no se abría la
boca y aún así, no podía evitar que los rumores se extendieran. Por supuesto, para liberarse de la
atención de la gente había dicho que su hijo estaba tan enfermo que ni siquiera podía ir a la
universidad y que, por consiguiente, se recuperaba en casa. No era tan una mentira. Elsie, que miró
hacia el tercer piso donde se hospedaba su hijo enfermo, despegó lentamente su capa y subió las
escaleras. 
Al principio, sus pasos eran lentos y tranquilos, pero se aceleraron a medida que se acercaba a la
habitación. Sus ojos estaban mareados por el festín de luz que brotaba de los focos en los
candelabros pero, a diferencia de otros pisos, la sala de estar en esa parte era estrecha por lo que
había hecho que su dormitorio fuera muchísimo más grande. La puerta estaba justo en frente y todo
dentro era como una casa individual. Había inodoros, mesas, televisiones, estufas y todo lo
necesario para vivir bien por lo que se podía decir que el dormitorio del tercer piso era un mundo
de solo dos personas donde no había ni padre ni hijo. Solo un par de amantes.
Un hijo, un amante que ahora daría a luz a su hijo, había abierto la puerta para darle la bienvenida.
Su rostro estaba tranquilo, increíblemente tranquilo. Como un lago al amanecer. Cuando tuvo
contacto con sus ojos, su corazón comenzó a latir rápidamente. Igual a la emoción que había
sentido cuando llegó por primera vez a esta casa. El cabello negro lo tenía todo esparcido para
abajo así que Elsie apretó los puños al mismo ritmo que su respiración cuando se encontró con sus
ojos azul oscuro... Sin embargo, antes incluso de preguntar lo que pasaba, Naito se aproximó,
vestido con la camisa azul pálido de Elsie, como un vestido. Los ojos morados miraron desde los
brazos extendidos de Naito hasta sus piernas. Luego extendió su mano y envolvió con ella la
espalda del niño hasta que levantó un poco la cabeza y lo miró, envolviendo sus brazos alrededor
de su cuello.
"Padre."
Era una distancia en que los labios de Naito parecieron tocar descaradamente los de Elsie.
Definitivamente parecía como si fuera hora de poner fin a una larga espera.
"Voy a tener al bebé".
Tan pronto como terminaron sus palabras, Elsie agarró la nuca de Naito y lo golpeó en la boca
utilizando la suya. Sus dientes chocaron y sus labios comenzaron a rozarse un montón de veces
mientras Naito gemía y hacía un montón de ruidos desordenados.
Sus acciones habían sido raras hoy.
Fue impulsivo pedir tener a su hijo. De hecho, todavía era un problema mayúsculo en el que
pensar. Tomó la medicina, pero todavía estaba ansioso por lo que pasaría después de eso. Estaba
batallando en decidir si lo tendría o no pero, tan pronto como lo vio como una imagen vivida,
pensó que quería tener al bebé. ¿Era porque la sinceridad de su padre se había grabado en su
mente? ¿Era porque tenía fiebre en el vientre? Estaba infestado y quería tener al niño de
inmediato. Ahora le pareció que deseaba tanto un hijo suyo que su cuerpo estaba emocionado de
placer con solo pensarlo. Su cabeza ya había sido engullido por él. Por su olor, su toque.
Especialmente, por su calor.
Cuando sus genitales rasparon su piel y cuando ingresó al interior, estaba tan ansioso que comenzó
a intentar aumentar la profundidad. Le gustaba tanto que sintió como si se derritiera.
"Papi..."
Naito le rompió los labios con los suyos y comenzó a desabotar lentamente su camisa. Elsie detuvo
el movimiento de sus dedos para preguntar:
"¿Tomaste la medicina?"
"Sí."
Elsie se rió con fuerza pero luego, un gemido desesperado estalló entre los labios colindantes de
los dos. Naito se estiró y le chupó la lengua. Esto no estaba tan mal como lo había pensado. Más
bien, cuanto más lo hacía más le gustaba y cuanto más lo ponía bajo sus pies más fuerte era el
placer.
"No puedes abandonarme ahora. ¿Lo entiendes?"
Elsie dijo esto y le quitó la camisa con urgencia. Los ojos de Naito se agrandaron, abrazado
fuertemente por él en un solo instante. Lo llevó a la cama y lo recostó sobre una sábana recién
lavada. Luego, le besó la clavícula expuesta, mordió y chupó la piel de su torso, puso su pezón
hinchado dentro de su boca y lo hizo rodar con ayuda de la lengua. Naito gimió, con las uñas
enterradas en el hombro de papá:
"Ah, sí… Ah, es tan bueno. Más. Más."
Realmente no estaba pensando en nada. Solo se estaba dejando llevar por papá y por sus dedos
alargados. Se sintió tan dominado que Naito simplemente jadeó y abrazó su cabeza con fuerza.
Era puro instinto. 
Elsie lamió todo su cuerpo como si fuera un gato. ¡Incluso sintió que se lo estaba comiendo! Las
pupilas de Naito se aflojaron y sus ojos se cegaron. Papá le acarició la cara y le acomodó el
flequillo que fluía hacia abajo y se balanceaba hasta sus mejillas redondas. Era hermoso.
Increíblemente hermoso.
El cuerpo de Naito se sumergió en el universo púrpura de sus ojos. Y a medida que se acercaba
más, sus piernas se abrían por si solas para envolverse alrededor de su cintura.
"¿No te arrepientes?"
"No." Susurró Naito, tanteando su cuello con los dedos. "Apúrate."
Chapter 6
"Estoy completamente loco."
Naito estaba tendido en la cama, mirando al techo donde colgaba un candelabro increíblemente
enorme. El dolor dentro de sus piernas había aumentado así que ahora se consolaba tocando su
vientre. 
Papá le había dicho que el útero no se formaba a la perfección incluso después de tomar el
medicamento, por lo que no debería suspenderlo si realmente estaba decidido a parir. También dijo
que estaba increíblemente emocionado con su decisión y le hizo tener relaciones sexuales con él en
una variedad de posiciones diferentes.A veces estaban en una bañera, cuando abría los ojos estaba
encima de él, sobre su hombro o sobre la mesa. Le había suplicado que lo hiciera en la cama pero
nunca lo escuchó. Movió la espalda como un semental bien entrenado, cavando en un lugar muy
profundo y eyaculando siempre dentro de él. El semen se filtraba por un agujero que no se podía
cerrar y al final, Naito lloraba y se aferraba a él, temiendo morir por lo intenso que era todo.
Solo entonces, satisfecho, papá dio por terminado el entrenamiento y cuando volvió a abrir los
ojos, unos días más tarde, descubrió que le dolía la espalda por dormir por tanto tiempo y el
estómago por no comer. Cuando bajó la mano y tocó el lugar donde habían estado metiendo y
sacando un pene tan frenéticamente durante horas enteras, se sintió mejor consigo mismo al ver
que estaba cerrado y completo. Al menos había prometido hacerlo un poco más cuidadosamente
esta vez.
"Definitivamente estoy loco."
Se había vuelto loco por su culpa, y lo pensó con mayor fuerza debido a que su única comida había
sido semen. Naito tocó el timbre del servicio porque tenía demasiada hambre, cerró los ojos para
hacer más llevadera la espera y en medio de todo esto, la oscuridad empapó la habitación sin
previo aviso y antes de que pudiera evitarlo, se quedó completamente dormido. 
Lo primero que vio horas después, fue que Elsie estaba sentado en la cama. Llevaba ropa cómoda y
un libro para padres primerizos en una mano. En realidad, muchísimo antes de haber decidido
continuar con el embarazo, su rostro mostraba una firme determinación y una ilusión aterradora.
Naito parpadeó, así que Elsie descubrió que lo estaba mirando. Primero se rió y después utilizó los
dedos para peinar todo su cabello despeinado para atrás.
Preguntó:
"Papá... Si estoy realmente embarazado, ¿Qué hago con el registro familiar?"
"No te preocupes. Diré que lo adopté. Así no tendremos que dar explicaciones"
"¿Podremos engañarlos con eso? Seguramente se parecerá a ti..."
"El dinero los va a callar entonces".
Se rió de él, que había borrado sus preocupaciones tan a la ligera. La medicina, el problema del
registro familiar... Papá había estado pensando demasiado tiempo en el embarazo así que,
inevitablemente, su risa se volvió amarga.
"Si hubiera dicho que no... ¿Realmente me ibas a apoyar? ¿Ibas a forzarme?"
"Para ser honesto, sí. Si era necesario".
El rostro de Naito se endureció de inmediato. Elsie, que había puesto una marca en la parte que
estaba leyendo, exhaló ligeramente y le tocó la frente, las mejillas y el cuello como si le estuviera
dando un tierno masaje relajante. Naito, mirándolo sin decir nada, estaba con la cabeza sobre sus
muslos como un perrito que buscaba mimos.
De todas formas, ya había dicho que sí.
"¿Me odias, mi amor?"
Elsie acarició la cabeza de Naito así que él negó.
"Solamente... Me preguntaba si podríamos vivir así".
Sin embargo, daba miedo.
Se sentía como si esta relación pudiera terminar cuando le diera al niño.
 
Sin saberlo, Naito apretó fuertemente los puños y comenzó a temblar. Temía que volviera a
abandonarlo, que lo dejara. La soledad que experimentó por primera vez a una edad temprana
quedó marcada por completo en su cabeza así que ya no podía confiar en él. 
Elsie, conociendo a la perfección lo que temía Naito, abrazó al niño sin decir una sola palabra. "El
va a tirarme." "Él definitivamente va a tirarme." Naito estaba sufriendo de tales sentimientos
incluso si papá decía que no.
"¿Crees que no te amo? ¿Crees que podría dejarte?" El cuerpo de Naito tembló de nuevo así
que Elsie le apretó la espalda con suavidad. Murmuró: "¿Dijiste que ibas a tener al bebé por
miedo? Si es así, papá va a ponerse muy triste porque no es para nada lo que tenía en
mente."
"No."
Mientras murmuraba, Elsie acunó su rostro con ambas manos. Naito estaba todo rojo y no podía
hacer contacto visual con él. Con una voz muy débil, dijo:
"Yo... Quiero tenerlo por mi. Y si se parece a mi papá, entonces deseo ver lo bonito que
sería".
Con Naito, murmurando estas palabras, Elsie dejó de preocuparse y comenzó a reírse a carcajadas.
Cuando lo besó por segunda vez, Naito pensó que definitivamente no podría soportar el sexo duro
ahora que estaba esperando un bebé así que sería necesario tratar de hacer que se moderara. No
podría hacerlo por su cuenta.
"En primer lugar, ten cuidado conmigo porque será difícil con mi cuerpo en este estado".
"De acuerdo."
"¿En serio?
"Por supuesto. ¿Te despierto en un rato para que comamos juntos?"
" Ujum ..."
Sí, Naito estaba realmente cansado todavía. Cerró los ojos y respondió esto con voz bastante
somnolienta. Elsie se acostó junto a él para tomarle de las manos.
Chapter 7
"Qué responderías si supieras que mis razones son más crueles de lo que imaginas?"
Su hijo, que ahora había sido enterrado bajo un montón de mantas, estaba tan dormido que se
preguntó si había notado la mirada tan penetrante que le dedicó la última vez. Luego, la mano de
Elsie descendió como una pluma y le acarició la cabeza, las mejillas y también algunas pequeñas
secciones del cuello. El hijo no abrió los ojos nunca porque últimamente no podía evitar caer en
sueños profundos. 
La domesticación era algo como esto. Sin saberlo, se estaba entregando a él hasta un punto en que
incluso estaba comenzando a sentirse tranquilo estando a su lado. Después de todo, ni siquiera
había sido completamente forzado a concebir. Pudo haber abortado ¿No es cierto? Y él pudo
haber hecho algo más para mantenerlo a su lado. Como borrar su número social e informar de
su repentina muerte. Y como estaría muerto, a nadie le importaría en realidad hacer una
investigación. Hubiera conseguido un cadáver parecido a él y con Alto como testigo, se registraría
que Naito había muerto por suicidio, aunque su cuerpo estuviera vivo... Y atrapado justo aquí.
Dado que era una persona socialmente muerta, entonces no podría haber hecho nada sin él ni
pensar en una vida que no fuera a su lado. Era de lo peor por pensar en eso pero, ciertamente, Naito
lo estaba haciendo todo muchísimo más sencillo. Al ablandarse y elegirlo, se abandonó por
completo a su método. Y lo único que quedaba era hacer que decidiera quedarse con el niño. Tenlo
o no. Su elección y su voluntad eran importantes en este plan. Era la forma de hacerle saber que
era un niño que ya no correría y que además, se había convertido en una criatura
sorprendentemente laxa y suave por dentro.
Con una apariencia que realmente no se parecía a la suya, podía decir con completa honestidad que
Naito era hermoso. Muy, muy hermoso.
Y completamente suyo también.
Mirándolo con ojos encantadores, Elsie elevó un poco más la manta y lo cubrió hasta que su
barbilla dejó de ser visible. Realmente era una suerte que el niño ya no pudiera correr lejos del
hueco de sus brazos.
"Te amo."
Apagó todas las luces de la habitación y salió muy lentamente... Había llamado a Alto al salón del
primer piso así que ahora tenía que ir directo allí para poder hablarle. El mismo Naito había
elegido seguir con el embarazo así que la existencia de un segundo hijo ya no tenía mucho sentido
que digamos. Además, originalmente, Naito había sido psicológicamente criado por su madre con
el propósito de sostener a su hermano menor, y como había cumplido ya con su propósito, entonces
él iba a hacer su papel también.
Al llegar a la sala, fueron unas "rosas ruiseñor" las que le llamaron la atención antes de que lo
hiciera el propio Alto. Según la temporada, las rosas que habían florecido en su jardín, se colocaron
sobre una mesa larga con velas a intervalos regulares. Era solo un ramo de flores común y
corriente pero el salón se había iluminado en un instante. Con una mirada más detallada, encontró
que su hijo estaba dormitando en la mesa muy sacado de la pena.
"Alto."
"Um... ¿Sí?"
Alto se sobresaltó y levantó la cabeza de inmediato. Elsie sonrió, con los brazos extendidos en un
ángulo que le permitiera hacer café.
"¿Tú también quieres café?"
"… Claro."
Aunque sabía todo sobre Naito, eraun hecho que Elsie no sabía nada sobre él. Sin embargo, Alto,
tratando de permanecer centrado y pensando únicamente en la situación actual de manera realista,
enderezó la espalda en silencio y lo miró directo a la cara. En ese momento, sin embargo, tuvo la
mala fortuna de recordar las piernas de su hermano sobre los hombros de su padre así que su rostro
se puso inevitablemente rojizo. No podía evitarlo. Las piernas de su hermano se estaban
extendiendo en su cabeza y también lo estaba haciendo la imagen tan vivida de su trasero. Luego,
en algún momento, los dedos de sus pies se hicieron para adelante y comenzó a llorar. Gritando y
jadeando entre ríos de saliva. Su voz sonaba desde abajo y le llenaba completamente los oídos...
Elsie, que había sospechado las cosas que estaban en su mente, entrecerró los ojos y miró a Alto
también.
"… ¿Qué estabas haciendo?"
"Umm... Solo tengo sueño."
Pero su corazón también estaba increíblemente agotado.
Elsie puso el café frente a Alto con toda la amabilidad de un padre. Al joven le gustaba beber
cosas bastante dulces, ya fuera leche con canela o té con manzana pero, por alguna razón, no podía
decir nada de esto frente a él. No, Alto bebió café obedientemente y al mismo tiempo, examinó la
apariencia que tenía su padre. Dos o tres botones de su camisa estaban sueltos así que podía ver a
la perfección cada uno de sus marcados músculos... Una persona muy atractiva en todo momento y
circunstancia así que, claramente, podía enamorar a quien le viniera en gana. ¿Cuál era la razón
por la que había elegido a su hermano? Estaba tomando café con papá y pensando en su tonto
hermano como si le tuviera pena. Que ridículo.
Elsie abrió la boca.
"Sabes que tu hermano está esperando un bebé."
"... Sí. O bueno, es lo que dices."
"Y cuando tu hermano tenga al niño, te quiero fuera de la casa".
Alto cerró la boca. Seguro quería decir, "Si tu hermano soporta el embarazo" pero no lo corrigió.
Enserio ¿Qué diablos le gustaba de su padre a Naito? Porque últimamente parecía muy insistente
en quedarse allí con él todo el tiempo. Enumeró un montón de pensamientos que ya no tenían
ningún sentido, pero Elsie golpeó la mesa ligeramente con los dedos para capturar de nuevo su
atención. Mientras estaba subiendo la cabeza, se encontró con sus ojos morados manchados de risa.
"¿Lo entiendes, verdad? Tampoco quiero que te contactes con él nuevamente. O conmigo. A
no ser que sea muy urgente, deberás encontrar la manera de proteger de ti mismo".
Los ojos de Alto se abrieron de par en par debido a condiciones más allá de sus pensamientos.
Cuando Alto pareció estar un poco sorprendido, Elsie se rió como si fuera bastante divertido.
"Es lo menos que puedes hacer. Después de todo, gracias a tu hermano comiste bien y creciste
bien también. Es lo justo."
Como se aprovechó de la obsesión de su padre con su hermano, ciertamente vivió de maravilla. A
veces estaba cansado de que los dos tuvieran sexo en todos los lugares existentes en la casa y
también, muy a menudo, pensaba en querer estar separado de ellos. Pero no sabía que oiría esto
tan de repente. Y lo había puesto de un humor extraño. No estaba triste ni feliz, simplemente
pareció haberse roto en alguna parte, y ahora su mente pensaba que era ridículo estar siendo
tratado así pero no increíblemente terrible.
Alto, que miró a su padre con los ojos casi desenfocados, se tocó los labios antes de hablar. Su voz
pareció bloqueada. Elsie miró a su pequeño hijo con ojos insensibles y continuó:
"Como me pidió tu hermano, asumí la responsabilidad de ti hasta que te convirtieras en un
adulto. Ya lo eres así que seguro estarás bien."
Alto, que no había respondido durante un tiempo, suspiró y luego asintió. De todos modos,
siempre fue como si estuviera solo. Tomó a su hermano mayor como rehén y disfrutó de las
comodidades tanto como le había sido posible, aunque para eso tuvo que sacrificar toda la salud
mental que le quedaba. El sexo era una cosa, por supuesto, pero hablar de un bebé... Entonces,
como dijo su padre, sería mejor irse de casa rápidamente. No quería volver a ver a su hermano y
caer en pensamientos extraños gracias a él.
"Además, la verdad es que últimamente te he visto un poco... Alterado. Y si tú no confías en
mí pues, ciertamente yo tampoco."
"... ¿Estás diciendo que tienes miedo de que ayude a Naito a escapar o algo así?"
"Exacto."
"De todos modos, aunque lo intentara, mi hermano no se escaparía nunca. Ya no puede".
Dijo Alto con voz arrastrada. "Naito está débil".
"Lo sé."
Cuando lo vio sonreír, Alto se estremeció con su obsesión. Su muy tenaz y deliberada obsesión.
Sintió lástima por su hermano, que dormía en ese dormitorio y estaba obligado a tener una relación
con su padre hasta el punto de incluir niños y demás ridiculeces. Tratando de no pensar demasiado
en como las cosas habían llegado tan lejos, Alto bebió café a toda prisa. Sabía que la conversación
terminaría solo cuando se hubiera bebido todo y Elsie, entendiendo esto también, se rió.
"¿Quieres que me vaya ahora?"
Alto preguntó esto con algo así como una pequeña esperanza. Estaba bien decir que estaría libre de
casa para siempre y que gracias a eso, ya no tendría que participar en cosas extrañas. Elsie sonrió
con burla.
"No. Ya te lo dije. Quédate aquí hasta que tu hermano dé a luz".
Alto se puso triste. Al ver eso, papá se sintió nuevamente renovado.
Chapter 8
El embarazo que su padre deseaba con tantas ganas, ahora se estaba desarrollando perfectamente
frente a él. Según el método de dosificación de la medicina y las fechas en las que lo había tomado,
ahora tenía solo un mes con dos semanas. Como debía hacer un control estricto para verificar que
no se hubiera desprendido de su útero, se realizó una prueba de embarazo igual a la de los últimos
días. Estaba asustado y pensó que ya no aparecerían dos líneas, pero lo hicieron. Salió tranquilo y
le enseñó la prueba de embarazo a su padre. Elsie sonrió brillantemente, como si fuera la persona
más feliz en el mundo, y abrazó a Naito con toda su fuerza.
Tan pronto como el embarazo de Naito dejó de ser riesgoso, su padre remodeló el edificio de tres
pisos donde iban a alojarse. En la planta baja había puesto una especie de guardería y justo al lado,
un consultorio médico y un comedor. Había colocado el dormitorio en el tercer piso para que no
tuvieran ruido y además, esto y esto y aquello también.
"Ven aquí."
"... No tienes que hacer eso."
"Tienes que tener cuidado al caminar".
Solo porque estaba embarazado no le dejaba caminar en absoluto. Tembló en los brazos de su
padre, como si fuera un niño pequeño, y luego dejó que lo llevara a visitar todas las habitaciones
para que las pudiera conocer. Su pierna todavía estaba algo lastimada, se sentía embarazado y
cansado y era todo un desafío.
Naito, que tenía una camisa simple y un pantalón, parecía un poco enfermo para ese momento. Era
un hombre joven, todavía con ese cuerpo con músculos tensos y aquel tono en su piel
moderadamente brillante a los ojos de su padre.
Naito tenía la cara roja de vergüenza así que, mientras colocaba sus brazo alrededor del cuello de
papá, le susurró al oído:
"¿Puedes decirle a toda la gente que salga antes de que entremos? Estoy... Avergonzado."
"Sí, entiendo que cargar con tu hermano menor es pesado."
Naito le apretó los labios con el dedo índice, sintiendo frío al escucharlo decir que era su
hermano.
"Apúrate."
Su padre lo miró, con ese semblante serio de siempre, pero la tierna petición de Naito no pudo ser
pasada por alto así como si nada. Elsie habló con los guardaespaldas para que desalojaran a todo
el mundo y, solo cuando la casa quedó en silencio y completamente vacía, tomó a su hijo de nuevo
y subió al tercer piso. Ese lugar era increíblemente parecido al dormitorio donde Rayan había
llegado para visitarlo la última vez. En ese momento ni siquiera le daba ropa para ponerse así que
tenía que andar desnudo la mayor parte del tiempo ¿Y no fue también esa vez grabado por el
CCTV? En el pasado estaba muy deprimido por

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