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tdUCaCion constructiva para los niños W. D. W A L L , PH.D. Estudios y encuestas sobre educación comparada Serie elaborada por la Oficina Internacional de Educación, Ginebra Títulos de la serie de la OIE de estudios y encuestas de .educación comparada . Wastage in education: a world problem A statistical study of wastage at school lnitiatives in Education ‘Coeditados en español por Voluntad Editores y Unesco \ , - Educación constructiva para los niños L P 0 r W . D . Wall, B.A., Ph.D. F.B.Ps.S. Profesor emérito de Sicología de la Educación; Director del Departamento de Desarrollo del niño y de Sicología de la Educación, Instituto de Educación, Universidad de Londres Prólogo por Jean Piaget. VOLUNTAD UrEm Título de la Edición Original CONSTRUCTIVE EDUCATION FOR CHILDREN TRADUCCION: Orlando Guerrero REVlSlON DEL ESPAÑOL: Darío Acevedo López DISEÑO CARATULA: Benhur Sánchez Suárez REVlSlON TECNICA: Elsa de Natec DlRECClON DE LA EDlClON EN ESPAÑOL: Luis Bernardo Peña Borreio OBRA PUBLICADA CONJUNTAMENTE 'POR : VOLUTAD Editores . Carrera 13 N'38-99 Bogota 2, D.E. Colombia Y UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para 7,Place de Fontenoy 75700 Paris Francia la Educacion, la Ciencia y la Cultura) Q Unesco 1975 por la edición original @ Voluntad 1981 por la presente edición ISBN - Unesco 92- 3 - 301195 - X ISBN Voluntad 84- 8270- 317-X Esta publicación no puede ser reproducida en todo ni en parte, por ningún medio sin el previo consentimiento de los coeditores, Unesco y Voluntad. Impreso en Colombia por INDUSTRIA CONTINENTAL GRAFICA LTDA. & CIA. S.C.A Prefacio La primera versión de esta obra fue escrita por el profesor Wall bajo el título de Educación y Salud Mental y publicada por la UNESCO y Harrap en 1955; esta obra es un compendio de las conclusiones alcanzadas en la Conferencia Regional sobre Educación y Salud Mental del niño europeo, que fuera organizada por la UNESCO y que se celebró en París en el año de 1952. En vista de su gran éxito publicitario (esta obra fue traducida en varios idiomas y reimpresa numerosas veces), de la gran cantidad de conocimientos adquiridos en la últimas dos décadas en el campo del desarrollo del niño y del hecho de que numerosos problemas estaban apenas en estado de gestación en la década de los años 1950, ahora se están convirtiendo en grave reto para los educadores; la Secretaría de la UNESCO encontró conveniente pedir al profesor para que hiciera una edición completamente revisada de su obra. Debido a la vastedad del tema y a la complejidad de los problemas que se tratan en esta edición revisada, ha sido necesario dividir la obra en dos tomos. En el primer tomo, Educación Constructiva para los Niños, se trata lo relativo a los primeros diez años de la vida del niño; mientras que en el segundo, titulado Educación Constructiva para los Adolescentes, se trata todo lo referente a las edades de la pubertad y de la adolescencia. Teniendo en cuenta que el Departamento Internacional de Educación desempeña en la UNESCO el papel de centro de educación comparada, que está encargado de realizar los estudios destinados a ayudar a las Naciones Miembros a desarrollar y reformar sus respectivos sistemas educativos, se resolvió, además, que estas obras fueran publicadas como parte de sus series Estudios y encuestas en educación comparada. E n este primer tomo, el autor empieza por hacer un análisis de las raíces del cambio social contemporáneo y del rumbo que está tomando - explicando que su naturaleza parece ser fundamentalmente diferente de la de los demás cambios ocurridos en el pasado - para pasar luego a plantear una serie de interrogantes a los cuales considera que la educación está llamada a encontrar soluciones prácticas y expone una nueva visión de la salud mental que él concibe, no como una forma de adaptación pasiva, sino como un estado dinámico de superación y adaptabilidad. El autor examina, a la luz de los conocimientos actuales en materia de dinámica del desarrollo del niño, el papel que desempeñan la familia, la institución pre-escolar y la escuela primaria; en primer lugar, con la intención de identificar las privaciones y los esfuerzos 6 Educación constructiva para los niños excesivos que puedan eliminarse de la vida del niño y, en segundo lugar, con el fin de sentar las bases para investigar los medios (en términos de organización social, métodos de crianza del niño y métodos pedagógicos) que ayuden al individuo a tolerar la ansiedad inherente a todo cambio brusco y a tornarla en beneficio suyo así como a desarrollar su intelecto como instrumento creativo para hacer frente a los problemas que se le presenten. Ello conduce al autor a hacer un análisis de la literatura en cuanto se refiere a investigaciones sobre temas tales, como: el del desarrollo del sentido de competencia en sus primeras etapas, la naturaleza de un ambiente heurístico, la diversidad de conceptos acerca de la privación, la desorganiza- ción y las diferencias culturales, la igualdad de oportunidades, la educación compensatoria, las guarderías y los grupos de recreación, etc. En seguida, pasa a considerar detenidamente las metas de la educación en la escuela primaria derivadas de acuerdo con un análisis filosófico, sociológico y sicológico y la forma como ellas pueden encontrar expresión como ambiente escolar, como sistema disciplinario y como método educativo. Luego hace una revisión de algunos cqnceptos tales, como: el del aprestamiento para la lectura, para el ingreso a la escuela, los métodos activos, el seccionamiento y alineamiento, en su contexto práctico y sicológico. Todo un capítulo está dedicado a ciertos problemas especiales de la escuela primaria como, por ejemplo, el problema difícil de las diferencias individuales, de la torpeza de algunos niños, de los fracasos de otros, el problema de los hijos de trabajadores migratorios y de inmigrantes, el de los niños desadaptados, los superdotados, los exámenes y la selección. E n el último capítulo, el autor extrae una conclusión general acerca del crecimiento, desarrollo y educación del niño en edad pre-pubertal para pasar al segundo tomo en el cual se trata lo relativo a la adolescencia y a la educación secundaria. Aunque el profesor Wall ha basado su obra en trabajos investigativos y su experiencia la ha realizado principalmente en Europa, hace ver a lo largo de todo el libro la similitud existente entre los problemas que se presentan en distintos contextos nacionales y regionales. Esta es la razón por la cual ha preservado muchas de sus anteriores referencias a trabajos científicos realizados en la década de los años treinta y en los inmediatamente siguientes a la Segunda Guerra Mundial. En algunos casos, sigue considerando esas referencias como modelos principalmente debido a que pueden ser más significativas que las referencias a trabajos contemporáneos ( que también vienen citadas) dadas las condiciones que prevalecen en las regiones menos desarrolladas de Europa y en los países del Tercer Mundo. Por lo tanto, esperamos que esta obra, aunque no necesariamente exprese las opiniones de la UNESCO, pueda ser de particular interés para los lectores de los países en vía de desarrollo. Por último, la Secretaría desea expresar su sincero reconocimiento al profesor Wall por todos los conocimientos, experiencia y devoción que ha aportado a la realización de esta obra, y abriga la esperanza de que ella habrá de prestar un valioso servicio no sólo al educador y al sicólogo infantil, sino también a los padres de familia, al administrador escolar, al consejero, al dirigente de juventudes y a todos aquellos que puedan estar vinculados al sano desenvolvimiento mental de la niñez. Contenido Introducción ............................................... 16 1. Los orígenes del cambio en el siglo diecinueve. ................... 23 Perdurabilidad y transitoriedad;el Renacimiento; la Revolución Indus- trial; las raíces del cambio ocurrido en la época contemporánea. Notas. Lecturas Complementarias. Los antecedentes sico-sociales de la personalidad occidental contemporánea ...................... ..................... .30 Los mecanismos del cambio; la promulgación del cambio; la inversión ocurrida en el mecanismo del cambio; la abundancia y las actitudes que engendra; la intensificación de los deseos; el autoritarismo; el estableci- miento de la educación universal obligatoria; la decadencia de la religión; la necesidad de adherir a una creencia; ¿marchamos hacia una sociedad anti-autoritaria?; el igualitarismo; la emancipación de la mujer; la desaparición de las distinciones de clase social y ocupacional; una sociedad que ha pasado de la hipocresía al extremo opuesto; la movilidad geográfica y. social; la noción de la comunidad social; la guía; una transformación de base en la vida laboral; etapas diferentes: una misma tendencia. Notas. Lecturas Complementarias. Los próximos treinta años .................................... 58 Decisiones capitales; desconfianza de la ciencia; la idea que se forma el hombre acerca de sí mismo; el acto decisorio. Notas. Lecturas Complementarias. El control de las energías involucradas en la agresividad y su encauzamiento en beneficio de la sociedad ................................... 67 Tensión y agresividad; el anhelo de encontrar seguridad; el pánico; el humanismo liberal -la Declaración Universal de los Derechos del Hombre; creencia y duda; la era de la fe; el conflicto actual; la interacción de factores materiales y sicológicos. Notas. Lecturas Complementarias. La inteligencia por sí sola no basta; crítica de la escuela; las metas de la educación; la educación dentro de una cultura estable; incertidumbre y decisión; la falta de acuerdo en cuanto a los fines; la escuela como un ambiente terapéutico y constructivo; la adaptabilidad dinámica. -el pcpel estratégico de la escuela; la educación y la higiene mental -la generación 2. 3. 4. 5. La educación, la higiene mental y el grado de eficiencia humana .... .79 8 Educación constructiva para los niños del cambio y su control; la higiene mental desde el punto de vista de las necesidades humanas; la actividad educativa como reflejo de una cultura. Notas. Lecturas Complementarias. El legado natural y la crianza; el sentido de seguridad como base para afrontar el riesgo de la aventura; la frustración y el re-encauzamiento de las energías como medios de formación cultural de la personalidad; el aprendizaje; la vulnerabilidad del niño ante las experiencias; la influencia de la madre en el niño durante el proceso de aprendizaje; el padre; hogares a cargo de un solo progenitor; el círculo familiar; la familia en su condición de ambiente educativo inicial; la aridez del ambiente, las desventajas y sub-privilegios; la organización y solidez del ambiente; el lenguaje; el ambiente material; el trato maternal -un ambiente favorable; el sentido de seguridad en los progenitores; las condiciones físicas y sus peligros; las ansiedades de origen externo; las privaciones en medio de la abundancia; la familia y la comunidad; la televisión -¿un nuevo factor en el desarrollo precoz? Notas. Lecturas Complementarias. El hogar, la escuela y las entidades de servicio comunitario. ....... 134 El conflicto de tendencias en la acción social; la complementación mutua entre la escuela y el hogar; el entendimiento entre la escuela y el hogar; las asociaciones de padres y maestros; una escuela para padres y maestros; algunas técnicas; el futuro y las necesidades; formación del criterio que sirva de base a la reforma; una escuela realmente comunitaria; un punto foca1 dentro de la comunidad; el papel del maestro; hacia la integración en la prestación de servicios. Notas. Lecturas Complementarias. La educación del niño en la edad pre-escolar .................... 160 A. Las necesidades del niño menor de seis años y las etapas de su desarrollo; la socialización; seguridad e independencia; la ampliación del círculo de las relaciones sociales; el desarrollo intelectual; el papel del adulto; la actitud ante el trabajo; el juego como medio de desarrollo; los cuentos de hadas; la muerte, el nacimiento, el sexo; la fase inicial de la formación religiosa; la disciplina; el desarrollo y la adaptación; el primer día de escuela; contactos entre maestra y padres de familia; B. Facilidades para la educación pre-escolar en Europa: los grupos de recreación pre-escolar; conclusión. Notas. Lecturas Complementarias. 6. La influencia de la familia sobre la salud mental. ................ 96 7. 8. 9. La educación pre-escolar, la igualdad de oportunidades y la adaptabilidad ............................................. 199 Las diferencias de ambiente; la “educación compensatoria”; conclukión. Notas. Lecturas Complementarias. 10. La escuela primaria: sus métodos y objetivos y su influencia sobre la salud mental .................................................. 213 A. Los objetivos generales: la escuela elemental; las habilidades básicas; currículo manifiesto y latente; desventaja y rechazo; la reglamentación del currículo y del método pedagógico; las metas cognoscitivas; los obstáculos que se presentan en el desarrollo conceptual; cauces del proceso de pensar y conocer; división por materias o asignaturas; el método pedagógico; iindoctrinación o iniciación?; la formación moral; el hábito y el sentimiento; la autoridad y el autoritarismo; los valores; el Contenido 9 conflicto con los adultos; el conflicto de valores; la educación de las emociones; el ambiente escolar; la necesidad del juego en la escuela primaria; la organización docente. B. Algunas realidades duras -el método y la organización: las diferencias inter-individuales; la enseñanza colectiva; la subdivisión; el trabajo individual; los métodos activos; la importdncia de la contribución del maestro; la flexibilidad de estilo y método pedagógico; el horario integral; la enseñanza en equipo; ninguna panacea mágica; una clara visión de los objetivos; las metas explícitas; la cooperación de los padres de familia; las relaciones entre el profesorado; la idea que se forma el niño de sí mismo; las esperanzas de los mayores en relación con el futuro del niño; el realismo en las aspiraciones; la integridad del desarrollo. Notas. Lecturas Complementarias. 11. Algunos problemas especiales de la escuela primaria. ............. 275 A. El problema general de las diferencias inter-individuales: la escuela popular; el ingreso a la escuela primaria; el desarrollo intelectual; las diferencias inter-individuales; diferencias lingüísticas y culturales,; los hijos de inmigrantes y de trabajadores migratorios; el aprestamiento; el curso de transición; preparación para el ingreso a la escuela primaria; la educación compensatoria. B. El fracaso en el aprendizaje: los retardados y los retrasados; el niño torpe; ¿es el retardo un artificio?; estudios realizados en Inglaterra; la sub- utilización de las capacidades; causas sociales generales; causas surgidas dentro de la escuela; casos individuales; los remedios; los periodos claves; el aprestamiento para la lectura; la dislexia; la aritmética; la matemática moderna; la ansiedad de los maestros y padres de familia. C. Problemas de la conducta: el niño desadaptado. D. Los niños de inteligencia superior y lossuperdotados; el niño que tiene un don especial. E. Sistemas selectivos y sistemas liberales: los exámenes de tipo predictivo y de tipo competitivo. F. Conclusión: programación constructiva de salud mental en la escuela primaria. Notas. Lecturas Complementarias. 12.Conclusión ................................................ 345 El niño en la pre-adolescencia; se necesita algo más que mera adaptación; los efectos del fracaso; independencia y autonomía; la integridad de la enseñanza primaria; la formación socialy emocional; la función constructiva del maestro; la creatividad y la adaptabilidad dinámica; el genio; fomento de la creatividad; la escuela como un ambiente provocativo. Notas. Lecturas Complementarias. Indice de materias ..................................... ; .... 367 Indice de autores .............................. :. .......... .378 10 Educación constructiva para los niños A cada hora, a cada día de nuestra vida,,vamos pasando por un proceso de adsptación de nuestro ser, modificado e inmodificado, a un ambiente modificado e inmodificado; en efecto, la vida es un incesante proceso de adaptación y superación; cuando fallamos por escaso margen, nos toman por tontos, cuando fallamos rotundamente aparecemos como locos; cuando abandonamos temporalmente todo intento de adaptarnos y superarnos, entramos en la inactividad y cuando definitivamente nos damos por vencidos, morirnos. Hay quienes llevan una vida tranquila, sin problemas graves y, por esa razón, los cambios que experimentan, tanto interna como externamente, son tan imperceptibles que el proceso de fusión y adaptación se cumple con escasa o ninguna tensión; en cambio, hay quienes llevan una vida m u y agitada; algunos de ellos logran mantenerse en equilibrio gracias a su gran capacidad de adaptación y de fusión, en tanto que otros no lo logran debido a que les falta esa capacidad de adaptación y superación. El éxito en la vida de un individuo depende de que su capacidad de adaptación sea igual o superior a la tensión generada durante el proceso de adaptación a los cambios internos y externos. La dificultad radica en que, al final de cuentas, estaremos tan categóricamente obligados a admitir la Unidad universal, que nos veremos en la imperiosa necesidad de negar que pueda haber un mundo interno, separado y distinto de otro mundo al que calificamos de externo y que tendremos que contemplar todo como externo y como interno a un mismo tiempo, sujeto y objeto -exterior e interior- formando un solo Todo como lo demás. Ello, ciertamente acabará con todo nuestro sistema actual pero, al fin y al cabo, ¿no es verdad que todo sistema está condenado a ser arrasado por algo? La mejor manera de salir de esta dificultad consiste, por un lado, en reconocer que hay distinción entre lo interno y lo externo -sujeto y objeto- toda vez que sea conveniente hacerlo y, por otro, en reconocer la unidad subyacente en los mismos si encontramos conveniente aceptarla. Esto puede parecer ilógico, pero solo hay lógica en los extremos opuestos y, sin embargo, éstos son siempre absurdos; sólo en el punto medio encontramos la medida de lo justo y de lo benéfico y, no obstante, Gste trasciende la lógica. Porque es la Fe y no la lógica, la que debe constituirse en árbitro siempre trasciende la lógica. Porque es la F e y no la lógica, la que debe constituirse en árbitro supremo. Dicen que todos los caminos conducen a R o m a , y todas las filosofías que he estudiado conducen, en última instancia, a un absurdo, o bien, a la misma conclusión a la cual h e m o s llegado m á s de una vez en estas páginas: de que el justo debe vivir por la Fe, o sea, que la gente de bien ha de vivir de acuerdo con una fórmula sencilla que pueda ser interpretada de la manera que más convenga en cada situación sin tener que hacerse demasiados interrogantes sólo para satisfacer una vana curiosidad. Tomemos un hecho cualquiera y reflexionemos acerca de él hasta el triste final y veremos que llegamos a esta misma conclusión como íinica manera de escapar a una crasa insensatez. The Fa? of .4/1 F/esh, por Samiicl Rutler , Prólogo En el prefacio de la primera edición de Education and Mental Health (1955) m e concentré en la idea central, propuesta por el profesor Wall, de que en la actualidad la armonía en el proceso de desarrollo del individuo, en sus aspectos intelectual, emocional y social, se ve constantemente amenazada por el deterioro de los valores colectivos - como secuela de las dos guerras mundiales que tuvieron su escenario principal en Europa - y también en la idea de que debemos buscar la solución a estos problemas, mediante una revaluación de los métodos educativos a la luz de nuestros conocimientos actuales en materia de sicología infantil. Para expresarlo en términos más concretos : la idea predominante a lo largo de esta obra es la de que el desarrollo mental del individuo es un proceso permanente y difícilmente puede uno menospreciar o pasar por alto las causas originales de los desequilibrios que ocurran en su vida si es que reglmente desea alcanzar las dos metas de la educación que son la de “ampliar la personalidad” y la de fomentar la cooperación entre los individuos. Teniendo como última meta la adaptabilidad social y la armonía internacional, el autor, junto con otros expertos que fueron invitados a la conferencia regional de 1955, no vaciló en llevar sus investigaciones hasta las primeras etapas de la infancia. Ellos estaban convencidos, y con razón, de que los conflictos internos, que empiezan a surgir en el niño, ya sea en la guardería o en el hogar como consecuencia de un trato erróneo o por incomprensión por parte de los adultos, tienen repercusiones mucho más graves de lo que generalmente imaginamos sobre las etapas subsiguientes de su desarrollo. Teniendo en cuenta este hecho, los investigadores resolvieron estudiar detenidamente la posibilidad de establecer una labor coordinada entre la escuela y la familia como medida esencial para aliviar el problema. Por supuesto que estos análisis y descubrimientos siguen teniendo valor en la actualidad, pero desde 1955 para acá se han venido presentando profundos cambios sociales que apenas comenzaban a perfilarse en aquella época y, debido a ello, a pesar de que en la actualidad el papel fundamental que corresponde desempeñar a la educación aparece más claramente definido, parece sin embargo, más espinoso. El sistema educativo ya no se puede considerar simplemente como un accesorio de la vida moderna en la que la esc%iiisla desempeña el papel de respaldo para la familia. La humanidad ha sufrido unos cambios tan drásticos en los últimos tiempos que el sistema 12 Educación constructiva para los niños educativo ya no puede limitarse a la función de transmitir conocimientos e inculcar valores sino que, hoy más que nunca, tiene que formarse el propósito de crear personalidades de gran capacidad de adaptación que algún día se conviertan en transformadores de la sociedad. Sin embargo, a medida que adquirimos nuevos conocimientos acerca del desenvolvimiento mental del niño y su relación con el ambiente físico y social, surgen nuevos interrogantes de carácter fundamental acerca del papel de la escuela, sus métodos educativos, los programas para el entrenamiento de maestros y el sistema educativo en general. ( Véanse nuestros ensayos sobre “Sicología y Pedagogía” y ‘‘¿hacia dónde va la Educación?”). La presente obra tiene que ser presentada en dos tomos, pues, es imposible en uno solo reexaminar los problemas actuales de la educación y la salud mental de niños y adolescentes ni tampoco habría espacio para establecer relaciones entre dichos problemas permanentes y aquellos que surgen como consecuencia de los cambios sociales, educacionales y políticos que han ocurrido en el mundo desde la década de los años cincuenta. E n el presente tomo, Educación Constructiva para los Niños, el profesor se concentra en la primera década de la vida del niño. Antes de entrar de lleno en el tema, el autor hace un análisis de los cambios ocurridos en la cultura occidental y de los problemas políticos y económicos que deberían ser resueltos antes del año 2000, - teniendo en cuenta las consecuencias que aquellos cambios puedan tener sobre el desarrollo mental y emocional de los niños. Después de tratar de identificar aquellos valores que deberían conservarse contra todos los obstáculos y privaciones que la sociedad modernaimpone sobre padres e hijos, el autor trata de encauzar nuestros conocimientos en materia de desarrollo infantil, con la idea de formular una “definición funcional” de las metas del proceso educativo. El autor hace énfasis, no solo en la parte del proceso educativo que se lleva a cabo dentro de la familia y dentro del ambiente pre-escolar, sino también en los aspectos formativos de los . En el segundo tomo, Educación Constructiva para los Adolescentes, el profesor Wall se refiere al desarrollo cognoscitivo y emocional del adolescente, los problemas y situaciones cambiantes que se plantean a la juventud actual. Nuestra sociedad pluralista obliga a los jóvenes a asumir responsabilidad en gran número de decisiones y a emitir juicios sobre cuestiones sumamente espinosas, cosa que no se exigía a la juventud en una sociedad más estable y homogénea como la de las pasadas generaciones. Esta es la razón por la cual se hace indispensable desarrollar y mejorar el proceso educativo en las escuelas y servicios anexos ( en particular el entrenamiento de maestros ), en vez de abandonar la escuela como institución, tal como lo pregonan algunas gentes. El profesor Wall y sus colaboradores merecen una gran felicitación por sus constantes e infatigables esfuerzos por superar los problemas educativos que cada día parecen más complicados y por su valor y optimismo en la búsqueda de las posibles soluciones. antecedentes” y de los métodos de enseñanza. r f JEAN PIAGET En reconocimiento Como fase preparatoria para la elaboración de esta nueva versión, hubiera sido ideal haber podido reunir una conferencia similar a la de 1952, contando, además, con la participación de expertos procedentes del Tercer Mundo. Pero ésto no fue posible. Sin embargo, se invitó a individuos de todo el mundo, así como a las organizaciones privadas que colaboraron en el trabajo inicial, para que enviaran sus comentarios y críticas sobre el original y sus sugerencias sqbre nuevos temas y material. Por otra parte, numerosos especialistas, hom- bres y mujeres oriundos de distintos países, aportaron su tiempo y conocimien- tos para hacer comentarios y críticas a cada capítulo que se iba terminando. Además, el autor contó con la colaboración de antiguos colegas de la UNESCO, que generosamente le ayudaron con su inigualahle experiencia en los problemas mundiales y, en particular, con la colaboración del personal del Departamento Educativo Internacional que le ayudó a elaborar la bibliografía que acompaña esta obra y que está complementada con anotaciones explicativas sobre la educación y la salud mental'. Es imposible relatar en detalle el trabajo realizado por cada uno de los colaboradores de esta obra - en particular, porque muchos trabajaron en todas las etapas de la elaboración del manuscrito, haciendo comentarios minuciosos, mientras que otros, tuvieron que ver principalmente con determinados capítulos en los que se trataban los temas de su especialidad. Varias organizaciones privadas internacionales contribuyeron con la designación de personal colaborador, directamente con sus comentarios y sugerencias, o bien, con el envío de su propia literatura de gran significación; en efecto, la mayoría de ellas contribuyeron de las tres maneras. Las organizaciones que prestaron su colaboración fueron las siguientes: Centro de Observación 'y de Readaptación Acelerada Movimiento Católico Internacional para Asuntos Intelectuales y Culturales Asociación Pediátrica Internacional Unión Internacional para el Bienestar del Niño Confederación Mundial de Organizaciones de la Profesión Docente Unión Mundial de Organizaciones para la Protección de la Juventud Además, en el curso de mi trabajo, recibí comentarios generales o detallados sobre tópicos específicos o críticas sobre ciertos capítulos por parte de las siguientes personas: 14 Educación constructiva para los niños Profesor Hans Aebli, Director de la Universidad de Sicología Pedagógica, de Berna. Dr. André Berge, Director del Centro Sicopedagógico de la Academia de París, Neuilly. Padre Henri Bissonnier, de la Comisión médico-pedagógica y sico-social, Oficina Católica Internacional para la Infancia, París. Profesor G.M. Carstairs, Departamento Universitario de Siquiatría, Edinburgh. Mr. H. Houghton, Redhill, Surrey Mr. A. Isambert, Presidente del Consejo Administrativo, Federación Internacional de Escuelas de Padres y Educadores, París. Profesor R.S. Peters, Profesor de Filosofía de la Educación, Instituto de Educación de la Universidad de Londres, Londres. Profesor J. Tizard, Profesor Investigador de Desarrollo Infantil, Instituto de Educación de la Universidad de Londres, Londres. Siete de mis colegas y amigos m e ayudaron de manera tan generosa y fecunda que sería difícil expresar mi reconocimiento sin dar la impresión de estar exagerando. La Srta. M. Brearley ( ex-Decano del Instituto Froebel de la Facultad de Educación de Roheampton ), el Sr. H.L. Elvin ( ex-Director del Instituto de Educación de la Universidad de Londres ); el Dr. F. Congy (Jefe del Servicio de Enseñanza, Centro Internacional para la Infancia, París ); el profesor F. Hotyat ( ex-vicerrector y presidente del Instituto Superior de Pedagogía, Centro Universitario Estatal, Mons. ) ; el profesor Denis Lawton (Departamento de Estudios Curriculares, Instituto de Educación de la Universidad de Londres) y el Dr. N.P. Masse ( Director de Educación, Centro Internacional para la Infancia, París ) leyeron el manuscrito casi en su totalidad, cuando estaba en sus primeras etapas de elaboración, hicieron comentarios y críticas en relación con él y llamaron mi atención sobre innumerables referencias y tópicos con lo cual contribuyeron, en gran parte, a enriquecer esta obra y, realmente, corrigieron algunas graves fallas de énfasis o interpretación e hicieron posible que no incurriera en otras. Quedo especialmente agradecido con la Dra. M. Denis-Prinzhorn de la Escuela de Sicología y de Ciencias de la Educación de la Universidad de Ginebra. Ella no sólo leyó todos los borradores originales e hizo comentarios sobre ellos, sino que leyó también la mayor parte de las numerosas versiones revisadas de esos borradores, además, de proporcionarme datos bibliográficos invaluables. Debo agradecer también, la inteligente y bondadosa ayuda prestada por la Sra. H. Jeannette Cash y por la Srta. Vanessa Shenton quienes se tomaron el trabajo de pasar a máquina mis borradores repetidamente, verificando la exactitud de numerosos títulos escritos en idiomas extraños para ellas, descifrar mi letra que no es del todo clara y, además, por su contribución con los comentarios propios del sentido común del “lector promedio”. La riqueza de la ayuda, comentarios y críticas que he recibido, ha contri- buido a dar a esta obra la nueva dimensión de valor incalculable que la caracte- riza; sin embargo, ella permanece inevitablemente, imperfecta. Por sus fallas, errores de énfasis y omisiones, el autor se considera a sí mismo como único responsable. El tema de esta obra es de vasto alcance y su importancia m e En reconocimiento 15 parece crítica. Sin duda alguna debe haber en ella muchos conceptos sin fundamento, algunos tópicos tratados muy superficialmente mientras que otros brillan por su ausencia; es posible que haya en ella errores de inferencia o de hecho. Este libro, en su forma actual de dos tomos, es largo, por no decir, exagerado. Sin embargo, la gran acogida que ha tenido la primera versión nos estimula a pensar que la presente obra puede servir, cuando menos, como introducción a algunos de los más importantes temas relativos a la educación como agente constructivo y que cada uno de los lectores -padre o madre de familia, maestro, administrador o ciudadano responsable- encontrará en ella algo que le pueda servir, si además estudia las citas bibliográficas y las referencias para profundizar más y más en el conocimiento de los problemasaue tenaa que afrontar. W.D.W. Burnham, Bucks., 1973 NOTAS Wall, W.D. Educación y Salud Mental. Educational documentation and information (Ginebra, UNESCO : IBE), año 47, No. 188-199, 1973. \ 1 n t ro du cci ón Muchos de los problemas que se mantenían latentes durante los años inmediatamente siguientes a la Segunda Guerra Mundial, han llegado a un punto crucial hasta constituirse actualmente en el centro de atención de los educadores de todo el mundo. Hemos aumentado y agudizado nuestros conocimientos acerca del desarrollo del niño y nuestra percepción acerca de la influencia que un ambiente, cada vez más complejo, ejerce sobre el desarrollo de su personalidad y de sus aptitudes. Estamos en capacidad de darnos cuenta de la evolución de los acontecimientos en el panorama educativo, pero no logramos ver de qué manera pudiera encauzarse esa evolución y ejercer control sobre ella. Muchos de los nobles, aunque ya relegados ideales de la mitad de la década de los años cincuenta, se necesitan ahora con urgencia como pilares esenciales para salvar una sociedad que se precia de humanitaria y democrática. Desde siglos atrás se han venido proclamando como metas de la educación entre muchas otras, la de la igualdad de oportunidades, la de desarrollar en el hombre la capacidad de tomar por sí mismo sus propias decisiones en cuestiones de moral, y la de dotar al individuo con los conocimientos y habilidades que necesita no sólo para,resolver los problemas de su vida diaria personal, sino también para que él pueda aportar su contribución al progreso de la humanidad en general; pero ahora sabemos que una meta educativa elocuentemente enunciada puede servir de adorno a los programas académicos, pero en nada contribuye al mejoramiento de la humanidad si no se define con precisión, si no cristaliza en hechos con el desarrollo de métodos educativos concretos y si no encuentra expresión tangible en los planteles educativos. También podemos darnos cuenta de ésto, al observar el relativo fracaso de las escuelas en alcanzar las metas que se proponen. Al parecer, los continuos aumentos en los presupuestos para la educación, las “reformas” estructurales y curriculares de gran alcance, han traído consigo, antes que alivio, un empeoramiento generalizado de los problemas sociales y personales. Los intentos por elevar, mediante programas educativos, el nivel y calidad de vida en los países subdesarrollados, han dado resultados desalentadores: El optimismo inicial ha llegado a una creciente susceptibilidad a cada fallido intento de la actividad educativa por alcanzar las altas e idealistas esperanzas que siempre ha abrigado, a una búsqueda cada vez más angustiosa de las causas Introducción 17 de esos fracasos y a un cierto pesimismo acerca de la eficacia de la educación clásica como medio de mejorar al individuo y a la sociedad. N o debemos, pues, sorprendernos de que escuelas y maestros hayan sido duramente atacados y que en muchas ocasiones se les hayan imputado los múltiples males de la sociedad. N o han faltado quienes incluso claman por su abolición total, por la “desescolarización de la sociedad” en nombre del igualitarismo y el progreso. Ni siquiera ese otro gran educador, la familia, ha escapado a los ataques de la censura. Considerando las debilidades y vacilaciones de los padres, el aspecto sofocante, debilitante o destructivo del apego familiar, han surgido reformadores radicales qiie incluso han propuesto desintegrar la familia y “liberar” a los niños de su influencia. En propuestas tajantes como éstas y otras más, podemos entrever una nota de pánico; empero reconocemos que con demasiada frecuencia podemos observar que quienes proponen semejantes reformas están motivados no solo por la influencia de convicciones políticas partidistas y autoritarias sino por un genuino interés de hacer honor al derecho que tiene todo individuo de estudiar su propia cultura y, así, capacitarse para examinar libremente las hipótesis que le sirven de fundamento. En esta obra hemos adoptado una actitud evolucionista, no revolucionaria. Hemos adoptado un enfoque amplio del tema de la salud mental - que muchos dirían que es demasiado amplio, tanto que puede serles difícil comprender a cabalidad su significado y distinguirlo del de otros enfoques de la actividad educativa. Incluso, consideramos que esta actividad no es prerrogativa de las instituciones convencionales, sino que también participan en ella la familia, la sociedad y los medios de comunicación masiva. No vemos la necesidpd de hacer el intento de defender este punto de vista integral y global del asunto. En concepto del autor, la escuela como una institución artificial dirigida por hombres y mujeres especializados en su oficio, constituye ud valioso instrumento social que, si logramos descubrir la manera de emplearlo, sensata e inteligentemente, podrá servir para algo más que aliviar o prevenir la desadaptación o la mala adaptación que presentan algunos niños como resultado de causas fuera de su jurisdicción. Tenemos que descubrir medios y métodos mediante los cuales la escuela pueda educar positiva y constructivamente a sus alumnos, no sólo dentro de sus linderos tradicionales, sino que pueda incorporar dentro de sus actividades a esos otros valiosos educadores como son, el hogar y la sociedad. Solo cuando la escuela, el hogar y la sociedad asuman, respeten y comprendan la parte de responsabilidad que les corresponde en la labor educativa, podremos tener la esperanza de preparar debidamente las presentes y futuras generaciones para la vida en un mundo, cuyas características no son imposibles prever. Para ello, no sólo es necesario hallar la manera de emplear las instituciones educativas convencionales para complementar, suplementar y, si fuere necesario, compensar la labor de otros educadores como la familia y los medios de comunicación y entretención, sino también que todos aquellos que por su profesión se hallen directamente vinculados con la labor educativa, se ganen la confianza de la familia y de la sociedad y logren obtener su cooperación para que todos puedan aunar sus esfuerzos en beneficio de la educación de la juventud. E n efecto, debemos más bien rrescolarizar77 la sociedad. 18 Educación constructiva para los niños Es muy probable que en los próximos treinta o cuarenta años la humanidad se vea obligada a afrontar problemas tan graves y abocada a tomar decisiones de consecuencias tan incalculables que puede decirse que esta época no tiene precedentes en la historia. Los niños que están actualmente en la escuela, así como los de las futuras generaciones, tendrán que recibir una mejor educación que sus antepasados, tendrán que tener un mayor control sobre sus pasiones y sobre sus instintos agresivos, tendrán que estar mejor capacitados para soportar y superar las tensiones que se presenten dentro y fuera de sus respectivos países. Todo ello requiere conocimiento, un elevado grado de habilidad intelectual, de visión interna, una auténtica seguridad sicológica y la capacidad de adaptarse y mantenerse en un estado dinámico de adaptabilidad y superación frente a los cambios circunstanciales de la vida. Hemos adquirido algunos conocimientos acerca de los elementos ’ irracionales que dan lugar a las tensiones tanto a escala nacional como internacional, a todas las formas de violencia y conflictos sociales. La familia, la escuela, la ciudad, la provincia, están formados por individuos de modo que en tales conglomerados humanos sólo puede haber armonía cuando una mayoría, de esos individuos aprendan a vivir equilibradamente liberándose de características “neuróticas” extremas. Siempre han existido problemas de índole social y económica, de espacio vital, de abastecimiento de alimentos, de supervivencia personal o económica, que han dado lugar a conflictos y contiendas, y no hay razón para creer que éstos vayan a ser menos graves en el futuroni mucho menos que cesen del todo, sino que más bien parece que habrá de ocurrir lo contrario. La creciente complejidad de los conglomerados sociales en que vive el hombre civilizado de la actualidad, contribuye de por sí a perturbar su equilibrio mental y emocional y a agravar sus repercusiones en todos los aspectos de la vida. Pero la manera como el hombre reaccione ante esos problemas ya sea tornándose violento, enfrentándose a ellos, eludién- dolos o transigiendo- depende en gran parte de las características sicológicas del individuo. Es nuestro deber tratar de eliminar las causas externas y objetivas de la ansiedad, las injusticias y los motivos de tensión. Es, igualmente, deber nuestro establecer un sistema social y político, a la vez que normas adecuadas de comportamiento, que ayuden a enfrentarnos ventajosa- mente a toda clase de conflictos. Sin embargo, conforme la experiencia nos lo indica, no basta para ello con eliminar las causas objetivas de la violencia, ni con establecer un sistema satisfactoriamente democrático. Siempre que haya sociedades que sean total o parcialmente víctimas de ansiedad patológica, los miembros así afectados, tratarán de aliviar sus temores reuniéndose alrededor de ideas a las cuales prometen lealtad a cambio de la precaria seguridad que sienten al pertenecer a un grupo; pero esa manera de actuar, los coloca en posición hostil frente a otros grupos formados de modo similar, aunque con ideas diferentes, lo cual sólo conduce a agravar el conflicto. El ser humano es, en gran parte, un producto de la educación que reciba, ya sea en forma convencional o espontánea, por parte de la sociedad en que vive. De modo que, si hemos de entender los cambios que ocurren dentro de una sociedad, debemos examinar el sistema educativo imperante en ella, al menos para tratar de prevenir la aparición de graves desequilibrios que a la Introducción 19 larga pueden resultar socialmente peligrosos. En un sentido más positivo, la educación puede considerarse como medio para encauzar la personalidad en sentido constructivo, de modo que el hombre logre esclarecerse su visión interna y adquirir dominio sobre su propia naturaleza con lo cual podrá labrarse para sí mismo y para sus hijos un destino en el que todos se beneficien plenamente de la vida. La salud mental, lo mismo que la salud física es, pues, mucho más que ausencia de enfermedad o desequilibrio. Uno de sus aspectos consiste en estar exento de temores, ansiedades y sentimientos de inseguridad que no tengan explicación racional. Pero, además, para tener una buena salud mental, debemos adquirir el conocimiento que necesitamos para hacer frente a toda situación amenazante o peligrosa. La frustración, el temor, la ansiedad y otros problemas por el estilo no son en sí mismos malos; en efecto, ellos pueden constituir aquello que impulse al individuo o al conglomerado a lanzarse a la acción; pero es de suma importancia que, tanto el individuo como el conglomerado en general, aprendan a aprovechar y a manejar esos estados mentales en forma racional así como a reducir sus malos efectos, para evitar perjuicios a sí mismos y a los demás. Asimismo, la energía involucrada en la agresividad no es mala en sí; es una fuerza poderosa y necesaria que impulsa al ser humano a la acción. El problema no está en esa fuerza en sí y cuando ésta hace su aparición, la solución no está en reprimirla sino en saber encauzarla de modo que no degenere en violencia o conflicto, sino que, por el contrario, toda esa energía se aproveche en beneficio de la sociedad. Durante un millón de años o más, la humanidad ha logrado evitar una hecatombe total, no obstante que los conflictos menores han venido aumentando en frecuencia e intensidad hasta tal punto que las dos guerras mundiales del presente siglo, afectaron a casi todo el mundo. Hay quienes piensan que podemos escapar por un hilo a un desastre de incalculables proporciones sin tener que preocuparnos demasiado por la situación ni tomar positivas medidas precautelativas. Sin embargo, cada día se acumulan más indicios de que el día del Juicio está cercano’. Hasta los más optimistas se inclinan a creer que el fin del dilema entre educación o desastre se hace sentir cada día con mayor intensidad. A continuación trataremos de explicar que el ambiente sicológico dentro del cual se han venido desarrollando los niños y jóvenes de todo el mundo durante los últimos cien años ha cambiado en forma drástica y que ese cambio presenta numerosas características que lo distinguen de todos los grandes cambios del pasado. Como consecuencia de ello, la misma naturaleza humana ha venido cambiando en gran medida. Este proceso de transformación del ambiente, de cambio en clima ideológico y en el equilibrio de la personalidad humana está haciendo surgir graves prejuicios que amenaza el desarrollo normal de las nuevas generaciones de niños; por un lado, privándolos de ciertas experiencias esenciales, y por otro, expondiéndolos a una gran incertidumbre. Por lo demás, dicho proceso parece muy promisorio2, en parte, porque desde el punto de vista material, nos encontramos en posibilidad de hacer muchas cosas si nos lo proponemos y, en parte, porque a diario aumenta nuestro conocimiento de la sicología humana y se aclara nuestra visión del proceso de transformación del niño en el hombre. 20 Edulación constructiva para los niños Pero tales beneficios sólo podrán ser cosechados si mediante una verdadera educación en el más amplio sentido de la palabra, logramos formar hombres y mujeres social y políticamente sabios que puedan aprovechar las irentajas que brinda la tecnología, las empleen en beneficio de la humanidad y restauren los aspectos inmateriales de la existencia humana3. Y hasta un esfuerzo de esta naturaleza puede resultar fallido a menos que el grueso de los miembros, que en la actualidad está llegando a convertirse en una serie estrechamente inter- relacionada e interdependiente de conglomerados sociales que se extiende a los cuatro puntos cardinales del mundo, sean capaces de mantenerse en un estado dinámico de superación y adaptabilidad, de promover la transformación, de tomar parte activa en el encauzamiento y control de ese ímpetu de cambio y de tomar las decisiones de carácter eminentemente moral de las que, en última instancia, depende el destino de la humanidad. Ello significa que debemos hacer un esfuerzo por darle un giro en sentido positivo a la personalidad humana a lo largo del proceso educativo. No faltará quienes, dejándose llevar por el pesimismo, condenen categóricamente todo esfuerzo que se haga en este sentido aferrándose a la vieja máxima de que “la naturaleza humana es inmodificable”. Hasta cierto punto es posible que tengan razón, si consideramos la naturaleza humana como un conjunto de reflejos biológicamente determinados, de impulsos desordenados, de complejos patrones de maduración, dependientes de un complicado mecanismo neurológico que permite el desarrollo del pensamiento abstracto y de la expresión verbal. También pueden tener algo de razón en el sentido de que algunas tendencias como la agresividad masculina, a la que algunos añadirían la avaricia y el deseo de posesión, son ciertamente difíciles de erradicar -naturam expelles furca, tamen usque recurret-. Hay muchos detalles de la naturaleza humana, buenos y malos, que nos hacen pensar que la humanidad de todas las épocas ha sido siempre la misma. Y, sin embargo, en la formación de todo cuanto podamos pensar como típicamente humano -el carácter, la personalidad, el contenido de la conciencia, las actitudes e ideales, las ideologías y modalidades de comportamiento-, la crianza puede contribuir tal vez tanto como la naturaleza humana básica. Además, a lo largo de la historia se ha demostrado que el ambiente físico y mental del hombre sufre, en efecto, considerables transformaciones, a veces en forma drástica y repentina, provocadasen muchos casos por el hombre mismo. A la luz de nuestros conocimientos actuales, es concebible que un cambio ambiental a escala mundial, especialmente si es súbito y generalizado, podría provocar una transformación de acuerdo con el pensamiento y comportamiento de los individuos. Entonces, lo que se debe hacer es examinar de cerca los cambios ocurridos en el pasado reciente con el fin de poder comprender mejor lo que está ocurriendo en el presente. Como resultado de ese análisis, es posible que podamos percibir el rumbo que toma el desenvolvimiento humano, algunos de los problemas que conlleva y la manera como pudiera modificarse el futuro de nuestra sociedad mediante la educación de la juventud. Puesto que la docencia es una labor aplicada y puesto que sus fines tienen que ver con la selección de valores, semejante análisis no puede mantenerse en Introducción 2 1 terreno neutral. Sin embargo, vale la pena hacer el esfuerzo de demostrar que si bien ciertos valores o metas generales -como la tolerancia, el respeto por los demás, la preferencia por un sistema democrático, en vez de autoritario, de relaciones interpersonales e intergrupales, etc.- suelen ser considerados co- m o esenciales, puede haber muchas formas de expresar estos valores y que el pluralismo cultura, o sea la aceptación de la importancia de la diversidad, es en sí algo digno de cultivarse si todos hemos de beneficiamos de la rica diversidad inherente a los seres humanos. Además, dentro de este amplio contexto, llegamos a considerar la cuestión de la salud mental como algo que implica mucho más que la eliminación de neurosis o desequilibrios, e incluso, mucho más de lo que hasta ahora hemos considerado como metas mínimas del proceso educativo. Si en realidad deseamos que nuestra sociedad continúe desarrollándose en el futuro por la vía democrática, es necesario que una gran mayoría de sus miembros desarrollen la habilidad de tomar sus decisiones a conciencia sobre bases racionales y a mirar más allá de sus mezquinos intereses personales, e incluso, nacionalistas; un punto de vista universal que se interese profundamente por el bien de la humanidad, por su porvenir y el mejoramiento de la vida para todos los habitantes de este planeta. Entonces tenemos que el proceso educativo en general y el aspecto escolar en particular, deben considerarse como un proceso constructivo, cuyo propósito no es solamente el desarrollo personal sino también el de crear en el individuo un estado sicológico que le haga posible prestar su contribución, como miembro responsable de la sociedad, a la tarea de ejercer control sobre el destino de ésta en vez de dejarlo en manos de fuerzas irracionales o cuando mucho, al capricho de procesos solo parcialmente racionales o de diversas formas de egoísmos interactuantes y de intereses personales. Esta no es tarea fácil; en particular si consideramos que en ella han de participar padres imperfectos con sus respectivas familias y por otro lado, maestros imperfectos que tienen que arreglárselas con treina o cuarenta alumnos que pueden ser niños o adolescentes. Además, el educador no solo tiene ante sí la responsabilidad de prevenir errores y remediar deficiencias y dificultades, sino también, la de modelar definida y conscientemente la personalidad humana - y ello en una sociedad como la actual que no se adhiere a un sistema coherente de valores y de moralidad. Numerosos lectores se encontrarán en terreno familiar en gran parte de cuanto trataremos a continuación, en particular en los Capítulos 2 y 3, y es posible que a algunos les parezca un tanto superficial esa exposición, dada la vastedad de los problemas tratados. Pero parece que para poder colocar el telón de fondo contra el cual desarrollar el principal argumento de esta obra, es esencial hacer un intento por identificar al menos los principales factores que intervienen en los procesos de cambio y crecimiento. Cualesquiera que sean los términos que empleemos -“salud mental”, “educación constructiva”- el argumento .es que, en todos nuestros dilemas presentes y futuros, el proceso educativo no se debe seguir considerando simplemente como un medio para adaptar el individuo a la sociedad, como una iniciación directa a una cultura en continua evolución, como un medio de prevenir desigualdades y desequilibrios - aunque puede abarcar todo ello - sino que debe considerarse como un instrumento que si logramos usarlo consciente y deliberadamente, puede . 22 Educación constructiva para los niños servir para capacitar al hombre para ejercer control sobre su propia naturaleza y el ambiente sicológico que él vaya creando para sí mismo. Acaso el cambio más fundamental que debemos emprender sea este cambio en el papel del proceso educativo y el problema más difícil que tengamos que afrontar, sea el de encontrar la manera de ayudar a los educadores ( padres, maestros, medios de comunicación masiva ) a que desempeñen un papel positivo en esta tarea sin dejarse llevar, por un lado a una irresponsabilidad de tipo anarquista o por otro, a adoptar la actitud del indoctrinador. NOTAS BIBLIOGRAFICAS 1. 2. Meadows, D. H., et al. The limits to growth (Club of Rome). Londres, Potomac Associates, Earth Island Ltd., 1972. Véase: Roszac, T. The making of a counter culture. Londres, Faber. 1970. La contra cultura de Roszac considera la tecnología como deshumanizante -tal como la consideran en la actualidad algunos sectores marginados. Reich, C.A: The greening of .Jmerica. Nueva York, Random House, 1970. Gabor, D. The mature society. Londres, Secker & Warburg, 1972. 3. LECTURAS COMPLEMENTARIAS Clark, B. R. Educating the expert sociel-y. San Francisco. Chandler, 1962. Cowen, E. L.; Gardner, E. A.; Zax, M., eds. Emergent approaches to mental health problems. New Lobrot, M. Les effets de l’éducation. Paris, Les Editions sociales Francaises, 1971. Müller, J. Landliche Schul-und Bildungspolitik. The rural school and educational policies. Saiyidain, K. G. Man in the new world. London, Asia Publishing House, 1964. Silver, H. The concept of popular education. London, McGibbon & Kee, 1965. Sutherland, J. D., ed. Towards communit,y mental health. London, Tavistock Publications, 1971. York, Appleton Century, 1967. Schwelm i. Westf.. Schule und Nation, 1965. Capítulo 1 Los orígenes del cambio en el siglo diecinueve1 PERDURABILIDAD Y TRANSITORIEDAD El habitante del mundo occidental de la actualidad difiere mucho de sus antecesores que vagaban por las llanuras y bosques de Europa antes de que apuntara la aurora de los primeros registros históricos; se diferencia también considerablemente de aquellos que construyeran las primeras iglesias y catedrales romanescas y góticas y distintos también de los que vivieron en la época del Renacimiento. Pero en contraste con todas esas diferencias, aún subsisten del lejano pasado, pasiones y pensamientos que continúan agitando nuestras vidas; esta cierta perdurabilidad emocional se encuentra registrada en la historia y en la literatura : Pero, ¿seguís teniendo vino y música, Y errados pensamientos de bondad y de maldad, Y estatuas y un amor de brillantes ojos, Y plegarias a aquellos que están sentados en lo alto?2 . Sin embargo, esta perdurabilidad de pensamiento y emoción es, al menos en parte, aparente. La esencia de toda auténtica obra de arte es su inagotable capacidad de inspirar nuevas interpretaciones según los tiempos. Cada cual encuentra en ella inspiración a su manera peculiar. Es sumamente improbable, por ejemplo, que la Biblia tenga igual significado para el hombre de hoy que el q,ue tuviera paSa sus primeros traductores o que para éstos hubiera significado lo mismo que para sus autores y no importa cuánto nos esforcemos, nunca lograremos revivir lo que sintieran los primeros asistentes a representaciones teatrales de obras tales como Macbeth, L’Avare o Nathan der Weise. Y mucho menos podremos esperarque el hombre occidental encuentre en la poesÍa del antiguo oriente idéntica inspiración a la que encontraran quienes fueran los primeros en escuchar sus estrofas. La mayoría de los cambios que ocurren en la naturaleza humana se van produciendo lenta e imperceptiblemente, pero si estudiamos atenta y detenidamente la historia y la literatura descubriremos que hay ciertos períodos en los cuales se produce, al menos en un considerable sector 24 Educación constructiva para los niños minoritario de la población, lo que pudiera llamarse una mutación de la conciencia y de la personalidad. Como resultado de ello, el ambiente económico, social y político en que se desenvuelve el ser humano se transforma de manera tan fundamental que la cultura o la nación en la que se hubiere registrado esa mutación de la conciencia abre horizontes totalmente nuevos a la humanidad. Por lo general, la magnitud de semejantes cambios sólo se aprecia en todo su valor años más tarde cuando se los estudia retrospectivamente. Sus efectos se esparcen a través de muchas generaciones subsiguientes, de tal manera que las profundas modificaciones que produce en la personalidad humana y en su forma de pensar, sentir y actuar, aunque pudieran parecer bruscas desde un punto de vista individual, desde el punto de vista colectivo van apareciendo gradualmente y sin excesivas tensiones o presiones. En una misma época pueden aparecer en distintas regiones de la tierra o en distintas épocas de la historia pueden aparecer en una misma región, ciertos grupos minoritarios compuestos por individuos excepcionales que pueden ser signo revelador de nuevas inquietudes o de la apertura de nuevos horizontes para la humanidad; pero, por lo general, el ímpetu de tales cambios se manifiesta inicialmente sólo en una élite social o intelectual para luego repercutir gradualmente a través de las generaciones subsiguientes de modo que la gente logre adaptarse sin trastornos graves o generalizados. ~ EL RENACIMIENTO Uno de esos cambios notables fue el que ocurrió en la época del Renacimiento. Se produjo después de varios siglos de incubación y así como en Shakespeare y Montaigne o en Chaucer y Boccacio -quienes vivieron con casi dos siglos de diferencia-, encontramos una mezcla de características y puntos de vista tanto medieval como renacentistas; también encontramos ese mismo fenómeno en las respectivas culturas en que vivió cada uno de ellos, En todo período de la historia social ... escribe Trevelyan, “encontramos diferentes clases de estructuras económicas y sociales que surgen simultáneamente en un mismo país, en una misma provincia, y en una misma ciudad ... En todo y en todas partes, lo nuevo se combina con lo antiguo - en religión, en pensamiento, en costumbres familiares. Nunca se presenta una separación absoluta entre dos épocas consecutivas; no existe un solo momento de la historia en que todos los habitantes de un mismo país, se pongan de acuerdo para adoptar una nueva manera de vivir y de pen~ar”~. En términos sicológicos podría decirse que toda persona humana posee una mezcla de los mismos elementos, algunos de los cuales son firmes y otros, moldeables y refleja, a su vez, los distintos elementos constitutivos de la sociedad que la ha acondicionado. También podría añadirse, sicológicamente hablando, que debido a la coexistencia de personalidades de muy diversa índole y de distintas estructuras sociales dentro de una misma cultura, aparentemente homogénea y unificada, en tanto que es posible que surja una casta dominante que dé la pauta para el sistema de vida, también habrá quienes, aferrados en mente y corazón a la sombra del pasado o quienes Los orígenes del cambio en el siglo diecinueve 25 ilusionados con vislumbres del futuro o quienes, habiendo mudado de estado de conciencia, se opongan tenazmente a ella. LA REVOLUCION INDUSTRIAL U n segundo y más abrupto período de transición que tuvo lugar, gracias a la lenta aunque firme acción del ímpetu de cambio originado en el Renacimiento, fue aquel período de la Revolución Industrial que pudiera 1lamarse''del poder del vapor y del transporte de vapor", el cual afectó, en sus detalles, de modo diferente a los distintos países europeos habiéndose demorado unos más que otros en recibir su impacto. En cuanto a las características del ambiente en que se criaron los niños de aquella época, vale la pena mencionar el inmenso y vertiginoso crecimiento demográfico4, el impetuoso y desorganizado surgimiento de las zonas urbanas y, en el extranjero, la fama de que gozaron estos países porque en ellos no había límites para quien quisiera hacerse rico. Esos niños comenzaron a criarse, en número cada vez mayor, dentro de las zonas urbanas. La mayoría de los pueblos, a su turno, dejaron de ser conglomerados pequeños, socialmente amalgamados, para convertirse en urbes populosas cuyos sectores sociales comenzaron a segregarse cada vez más. En esa época, casi por primera vez en la historia, parecía abrirse el camino para una rápida y generalizada movilidad dentro de la escala social, tanto de arriba para abajo como viceversa. Por primera vez en la historia se veían soldados con fortuna, cortesanas y mercaderes que encontraban oportunidades de ascenso, hasta cierto punto cuando menos, en la escala de la fortuna y de la categoría social. Por otra parte, los reclutas capacitados, así pertenecieran a las clases sociales más bajas, encontraban oportunidad de ascender en categoría al ingresar al servicio de la Iglesia o al incipiente servicio civil del rey, aunque SU seguridad personal seguiría dependiendo, hasta cierto punto, de la merced de la nobleza o del rey. Los florecientes mercados nacionales e internacionales del siglo diecinueve, los adelantos logrados en los métodos de producción en masa, el descubrimiento del fomento de la demanda mediante la propaganda, hicieron posible para muchos individuos amasar grandes fortunas en su vida, sin tener que depender de la merced de la autoridad ni de clase social alguna. Sin embargo, para la mayoría de los europeos, el siglo diecinueve no fue un siglo marcadamente revolucionario, como tampoco lo fue en otras partes del mundo, a pesar de que el período colonialista puso a muchas culturas antiguas bajo el dominio de los países del mundo occidental y abrió el comercio con el Africa. El orden social imperante en Europa, así como en otras partes del mundo, seguía prácticamente tal como antes, basado principalmente en la religión; la mayoría de los hombres se resignaban a ocupar el sitio que Dios les había asignado en la vida; las normas sociales de moral eran igualmente sancionadas por la Iglesia y, aunque sumamente severa en muchos casos, servía de sólido fundamento para la educación de la inmensa mayoría de los niños y adolescentes de esa época. Inglaterra, debido probablemente a su posición de avanzada, y a la importancia que se le concedía al no-coformismo, sintió con mucha más fuerza que los demás países el ímpetu del cambio y reaccionó con un vigoroso cambio 26 Educación constructiva para los niños social. Los hijos de quienes lograron ascender muchos peldaños en la escala social, gracias a las grandes fortunas adquiridas por su propio esfuerzo, recibieron educación en las nuevas escuelas oficiales en las que se empleaban los métodcw innovadores de Arnold y recibían entrenamiento en auto- disciplina, principios religiosos y capacidad directiva. D e esas escuelas salían preparados para engrosar las filas de un creciente servicio civil y militar que los necesitaba con urgencia para atender las demandas de una industria y un imperio en expansión; pero también esos hijos, menos afortunados que sus hermanos y hermanas, eran indoctrinados dentro del estrecho círculo de un ethos socio-religioso con el cual se logró mantener, precisamente hasta la explosión de la Primera Guerra Mundial, -con sólo uno que otro síntoma de que no todo andaba a la maravillaen el mejor de t-odos los mundos posibless- la apariencia de una sociedad optimista, estable y confiada en sí misma6. En todos los países de Europa occidental, y en particular en las poblaciones pequeñas, el cambio global ocurrido en ese entonces en el ambiente social y sicológico de generación en generación, fue mucho más marcado y vertiginoso que cualquier otro cambio similar ocurrido en épocas anteriores. El conflicto y el enfrentamiento a que dio lugar entre una y otra generación, se constituyó en tema de numerosas novelas de aquella época. También es significativo el hecho de que, a excepción de unos cuantos casos debidos a circunstancias individuales especiales, es muy poco lo que se habla en la literatura7, acerca de las luchas, problemas y desequilibrios de los adolescentes como fenómeno generalizado, antes de la mitad o finales del siglo diecinueve. A partir de la segunda fase del movimiento Romántico -y en particular en la poesía de Keats, Shelley, By'ron, Lamartine y de Vigny- aquel pasa a ser el tema favorito; este movimiento estuvo precedido por los comienzos de lo que llegaría a ser, antes de mitad del siglo, un importante estilo literario acerca de los niños y para los niños, que sería en parte reformista y humanitarios, en parte moral y moralizante9 a la vez, en parte profundamente interesado en la influencia del ambiente sobre el aspecto sicológico y la influencia de las actitudes y acciones de los adultos en la formación del carácter de los niñosl0. Y así fue como nació también en la Europa de la mitad del siglo diecinueve, un generalizado interés por la educación como principal instrumento de vida social; hacia el final de ese mismo siglo" (1898) se fundó en Londres la primera asociación para el estudio de la sicología infantil seguida poco después por la fundación de una asociación similar en París. LAS RAICES DEL CAMBIO OCURRIDO EN LA EPOCA CONTEMPORANEA Tres corrientes de pensamiento que emergieron a la superficie en el mundo Occidental del siglo diecinueve han tenido repercusiones cuyos ecos se alcanzan a oír en la actualidad. En primer lugar, debemos mencionar la teoría de la evolución de Darwin, formulada en el año 1859, que dio un golpe muy severo contra las rigideces y dogmas de la religión organizada. Desde entonces, la duda y el racioiialismo habían comenzado a reforzar con creciente intensidad la actitud agnóstica de la ciencia y contribuyeron a resquebrajar la tradicional ' Los orígenes del cambia en el siglo diecinueve 27 alianza entre los partidos políticos y los credos religiosos tanto conformistas como no-conformistas. Al mismo tiempo, la teoría de la evolución dio un inmenso- impulso a todas las ciencias biológicas y abrió nuevos horizontes a la investigación en este campo. Acaso no se quedó sin imprimir su huella en el trabajo de Marx y Engels; ciertamente fue una de las corrientes de pensamiento que más contribuyeron a que la gente relegara al olvido la idea de que el orden social imperante había sido establecido fundamentalmente por decreto divino y que, por lo tanto, no podría ser modificado radicalmente. Esta teoría constituyó un ataque de raíz contra las convicciones subconscientes sobre las cuales se había basado hasta entonces el orden social y al parecer proporcionaba una base objetiva a las filosofías pregonadas por la Revolución Francesa. La segunda gran corriente de pensamiento, cuyos efectos no se sintieron con toda su fuerza en Inglaterra sino hasta después de la Primera Guerra Mundial -aunque mucho antes de que estallara ya se habían manifestado los primeros destellos de esa corriente de pensamiento en los escritos de Sully y McDougall-, fue la que inició Sigmund Freudl2 con la publicación de sus trabajos sobre sicoanálisis. Dejando a un lado toda consideración sobre la verdad o falsedad de sus doctrinas y de la exactitud con que fueran diseminadas, entre las principales ideas enunciadas por Freud podemos mencionar tres que se destacan por la profunda influencia que han tenido en el pensamiento y la vida en la época contemporánea; en primer lugar, la noción de determinismo síquico que pareció derrumbar las bases mismas de la mayoría de las controversias filosóficas y religiosas que giraban alrededor de la cuestión del libre albedrío y la predestinación; en segundo lugar, la importancia que concedía a los procesos mentales inconscientes y subconscientes, con lo cual pareció dar el golpe de gracia a la noción de que los problemas humanos podían ser resueltos tan sólo con la ayuda de la razón; y por último, el hecho de conceder al impulso sexual el primer lugar como factor determinante del comportamiento normal y anormal del individuo lo cual, junto con su doctrina corolaria de los males que acarrea la represión, parecían amenazar con derrumbar desde sus cimientos las normas morales del siglo diecinueve. La tercera gran corriente de pensamiento que tanto ímpetu ha dado al cambio social, fue la que se inició con el trabajo de Karl Marx. El materialismo dialéctico de Marx13 constituyó un ataque directo a las filosofías idealísticas y dualísticas de la época que, en su concepto, favorecían sólo los intereses de las clases dirigentes. Su doctrina económica sacudió las bases de la sociedad industrial del siglo diecinueve al poner al descubierto y condenar la magnitud de la brecha existente en el sistema capitalista entre los salarios que se pagaban a los empleados y el precio de los excedentes y al proponer el comunismo como remedio político. Antes del año 1917, la mayoría de las revoluciones y los principales casos de transmisión del mando económico y político ocurrían en el seno mismo de las clases dirigentes. Marx, seguido de Lenín, predicó la dictadura del proletariado y la propiedad común de todos los medios de producción e intercambio. Esta revolución estaba llamada a transformar radicalmente la estructura política que había sido universalmente aceptada hasta entonces. 28 Educación constructiva para los niños Cada una de estas corrientes de pensamiento se constituyó a su manera, en un poderoso fermento que preparó la vía durante la segunda mitad del siglo diecinueve, para los cambios cuyo impacto acumulado estamos sintiendo en la actualidad y sus repercusiones se han extendido a todos los confines del mundo. Sin embargo, es de gran importancia reconocer que estas ideas produjeron un golpe sin precedentes en la historia desde el punto de vista occidental acerca del papel del hombre dentro de la sociedad, de su relación consigo mismo y con el mundo circundante, y abrió el camino para la explotación tecnológica de la conquista de la naturaleza; la reforma protestante alteró la idea que tenía el hombre de su relación con Dios; en el siglo diecinueve y principios del siglo veinte se puso en tela de juicio la estructura entera de la sociedad occidental y la mayoría de las creencias, sistemas de valores y relaciones clásicas e institucionales que le servían de base - y todo ello ocurrió en una época en que el propio ambiente material y sicológico estaban pasando por un cambio masivo y generalizado. Muchos otros factores y agitaciones que se presentaron en la Europa del siglo diecinueve y principios del actual siglo veinte, podrían mencionarse por su contribución a las alteraciones producidas en la totalidad del ambiente socio-sicológico en que se levantaron los niños y adolescentes de la época, en particular hacia el final del siglo pasado y en la primera década del presente. Sin embargo, debemos señalar dos puntos principales. El primero de ellos es la idea de que los cambios producidos en la sociedad y en la personalidad humana a raíz de la segunda fase de la Revolución Industrial en Europa, son apenas comparables con los. que en época anterior provocara el Renacimiento. El segundo punto es que la transformación ocurrida en el mundo Occidental durante la segunda mitad del siglo diecinueve y en las primeras décadas del presentesiglo -y las tensiones y presiones que ello impuso a los individuos, a los sectores sociales y a la sociedad en general- avanzaron a un ritmo incalculablemente más acelerado que en cualquier otra época anterior de 13 historia. La mayoría de los hombres y mujeres lograron sobreponerse y adaptarse a esas presiones y cambios, pero una minoría considerable no lo logró; la vida social y la literatura de esa época dan testimonio de los problemas y conflictos personales que surgieron en ese entonces. NOTAS 1. 2. 3. 4. Gran parte de lo que se dice a lo largo de este capítulo se basa en u n reciente trabajo del presente escritor: fhild of our Times. London, National Children’s Homes, 1958. James Elroy Flecker: ‘A un poeta de hace mil años’. Trevelyan, G.M. English social history . Chaucer to Queen Victoria. LondoniLongmans Green, 1947. Desde luego, la esencia del cambio comenzó mucho antes, entre 1801 y 1851 la población inglesa aumentó de 9 millones hasta cerca de 18 millones de habitantes, y hacia 1901 ya sobrepasaba los 32 millones. E n el proceso de urbanización hubo dos factores coadyuvantes m u y importantes: el cercado de los terrenos públicos que culminó con el Acta de los Cercados de 1845 que acabó con las comunidades pueblerinas tradicionales; y por otra Los orígenes del cambio en el siglo diecinueve 29 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. parte, el enorme aumento en la importación de trigo extranjero, más barato que se dio a partir de 1875. Hacia el año de 1901, tan solo el 23% de la población se encontraba en el campo. Mientras tanto, la población de Europa aumentó de 187 millones en 1800, hasta 266 en 1850 y 401 millones en 1900. La literatura inglesa está llena de estos signos desde novelas como Mary Barton (1848) de Mrs. Gaskell, con su fiera conciencia de clase y su énfasis en la indiferencia que sobresale en el trato entre empleados y patrones, hasta Jude the Obscure (1896), una novela sobre un joven muy inteligente a quien le fue negada la oportunidad de educarse. Arnold Bennett, que escribió, mucho más tarde desde luego, describe la atmósfera de una súbita prosperidad y una súbita decadencia en varias de sus novelas de “Five Towns”. Son otras, el Chartismo (1837-48), el advenimiento de los Movimientos Gremiales y el Socialismo Radical, tan dogmático en The Dream of John Ball de Morris (1888) y News from nouhere (1891), el ataque a la Religión establecida y la hipocresía que vino con todo el sistema social en Erewhon (1872). Desde luego hubo una clandestina literatura pornográfica (ver: Marcus, S. The other Victorians). London, Weidenfeld & Nicholson, 1966), los cuales representaban la imagen diametralmente opuesta al moralismo. Como señala Trevelyan (English social histor-y Op. cit., p. 484), después de Chapman a partir de 1829, el poder adquisitivo de los jornales aumentó y luego de The Great Exhibition de 1851 se dio un aumento aún mayor. Vease: Kiell, N.K. The universal experience of adolescence. London, University of London Press, 1971. La mayoría de las referencias de Kiell son del siglo XIX o posteriores y las primeras tratan sobre todo de grupos sociales superiores o bien, en circunstancias muy específicas. A este respecto véase el tomo 11, capítulo 3. Cf. los muchos cuadros de infancia en la miseria, de las obras de Dickens, la obra de Robert Owen, la agitación de Robert Peel the Elder (el mayor) para el control de las condiciones laborales por parte del Estado. Muchos de los primeros poemas de Wordsworth y su “Prelude”, comenzado en 1799, son sensibles descripciones de cuadros de experiencias infantiles. María Edgeworth (1767-1849), mucho tiempo anterior, desde luego, en su Parent assistant (1796-1801) y otros libros, describía la infancia de una forma muy realista. Por ejemplo, Kingsley, The water babies. The way of allflesh, aunque no se publicó sino hasta 1903, luego de muerto Butler, es un admirable resumen de muchos rasgos sicológicos de la vida del siglo XIX y, particularmente, de los efectos de la movilidad social y de la influencia de las creencias y ambiciones de los padres en los niños. Cf. Herbert Spencer y posteriormente Durkheim. Véase además: Tempels, P. L’instruction du peuple (1864), que entre otras.cosas planteaba el establecimiento de la Ligue de L’enseignement. La educación universal y obligatoria se dio primero, al menos como proposición en otras partes: en Prusia (Ley de la Educación 1717); en algunos estados americanos; esta noción fue escrita en el estado eclesiástico de Ginebra de Calvino (1542); y en Escocia (Acta de la Disciplina 1598). Psycho-pathology of everyda-y lqe, 1904/Three Essays on the theory of sexuality, 1905/First International Psychoanalytic Congress, 1908. Das Kapital. Tomo 1. 1867. LECTITRAS COMPLEMENTARIAS Appelbaum, R. P. Theories of wrial rhangc. Loridon, Markham, 1970. Gotesky, R.; Laszlo, E., eds. Eriolurion-rr,1o/cition. Loridon. Gordori R Breach, 1971. Capítulo 2 Los antecedentes sico-sociales de la personalidad occidental contemporánea LOS MECANISMOS DEL CAMBIO Los procesos de cambio que ocurren actualmente en todo el mundo siguen numerosos cauces, algunos de los cuales se abrieron definitivamente fuera e independientemente de la tradición europea. Sin embargo, uno de los fenómenos típicos de nuestro tiempo, a sido la gran influencia que ha ejercido el fermento intelectual de la Europa del siglo diecinueve y de este siglo veinte en toda clase de cambios y acontecimientos ocurridos en el resto del mundo. Es más, fuera de Europa se han presentado muchos fenómenos a los que nosotros, quizá por orgullo de raza, damos el calificativo de “europeización” o americanización”, pero que son simplemente el resultado de la aparición en otras partes del mundo, de condiciones similares a las nuestras más bien que un caso directo de imitación cultural. Además, a medida que se diseminan por el mundo nuevas ideas y aspiraciones, éstas comienzan a interactuar con los conceptos y creencias autóctonas de los distintos pueblos, con sus costumbres más hondamente arraigadas y con su folclor popular, todo lo cual ciertamente reviste todo cambio con sus matices peculiares, pero que nunca pueden detener su ímpetu. Hablando con criterio sumamente realista, podemos afirmar que los países desarrollados, entre ellos especialmente los más avanzados, han penetrado hasta cierto punto profundamente en el porvenir para señalar el rumbo que a la larga habrá de seguir el mundo entero; por lo tanto, todo cuanto nos está ocurriendo ahora tiene implicaciones de carácter profético para el resto de la humanidad. En los años siguientes a la Primera Guerra Mundial, Europa cambió totalmente su faz en comparación con lo que era a principios del siglo. Los cuatro años del conflicto armado desencadenáron una avalancha tan vertiginosa de acontecimientos intelectuales y emocionales en casi todos los países de Europa, que el período de 1914-18 puede considerarse como un abismo que se interpone entre dos épocas, la anterior a la guerra y la posterior a ella, y en el cual quedaron sepultadas todas las convicciones y creencias predominantes en el siglo diecinueve. La Segunda Guerra Mundial hizo acelerar aún más este mismo proceso. f r L o s anteredentes sico-sociales de la personalidad occidental contemporánea 31 La clase de sociedad que se ha estado configurando en Europa y en Norteamérica desde mediados del presente siglo, muestra una faz tan profundamente diferente a la de otras épocas, que incluso al compararla con la sociedad del interludio entre las dos guerras mundiales, nos resulta difícil revivir las convicciones en que basaron sus vidas nuestros antepasados más cercanos, y aún nuestros propios padres y abuelos. Uno se siente inclinado a creer que todo cuanto estamos experimentando ahora es una especie de mutación resultante de esas dos guerras pero, tal como hemos dicho antes, las raíces de nuestros actuales dilemas y cambios
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