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Educación constructiva para los niños

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tdUCaCion 
constructiva 
para los 
niños 
W. D. W A L L , PH.D. 
Estudios y encuestas sobre 
educación comparada 
Serie elaborada por 
la Oficina Internacional de Educación, Ginebra 
Títulos de la serie de la OIE 
de estudios y encuestas de 
.educación comparada 
. 
Wastage in education: a world problem 
A statistical study of wastage at school 
lnitiatives in Education 
‘Coeditados en español por Voluntad Editores y Unesco 
\ , 
- Educación constructiva para 
los niños 
L 
P 0 r W . D . Wall, B.A., Ph.D. F.B.Ps.S. 
Profesor emérito de Sicología 
de la Educación; Director del 
Departamento de Desarrollo del 
niño y de Sicología de la Educación, 
Instituto de Educación, 
Universidad de Londres 
Prólogo por Jean Piaget. 
VOLUNTAD 
UrEm 
Título de la Edición Original 
CONSTRUCTIVE EDUCATION FOR CHILDREN 
TRADUCCION: Orlando Guerrero 
REVlSlON DEL ESPAÑOL: Darío Acevedo López 
DISEÑO CARATULA: Benhur Sánchez Suárez 
REVlSlON TECNICA: Elsa de Natec 
DlRECClON DE LA EDlClON EN ESPAÑOL: Luis Bernardo Peña Borreio 
OBRA PUBLICADA CONJUNTAMENTE 'POR : 
VOLUTAD Editores . 
Carrera 13 N'38-99 
Bogota 2, D.E. Colombia 
Y 
UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para 
7,Place de Fontenoy 
75700 Paris Francia 
la Educacion, la Ciencia y la Cultura) 
Q Unesco 1975 por la edición original 
@ Voluntad 1981 por la presente edición 
ISBN - Unesco 92- 3 - 301195 - X 
ISBN Voluntad 84- 8270- 317-X 
Esta publicación no puede ser reproducida en todo ni en parte, 
por ningún medio sin el previo consentimiento de los 
coeditores, Unesco y Voluntad. 
Impreso en Colombia por 
INDUSTRIA CONTINENTAL GRAFICA LTDA. & CIA. S.C.A 
Prefacio 
La primera versión de esta obra fue escrita por el profesor Wall bajo el título de 
Educación y Salud Mental y publicada por la UNESCO y Harrap en 1955; esta 
obra es un compendio de las conclusiones alcanzadas en la Conferencia 
Regional sobre Educación y Salud Mental del niño europeo, que fuera 
organizada por la UNESCO y que se celebró en París en el año de 1952. 
En vista de su gran éxito publicitario (esta obra fue traducida en varios 
idiomas y reimpresa numerosas veces), de la gran cantidad de conocimientos 
adquiridos en la últimas dos décadas en el campo del desarrollo del niño y del 
hecho de que numerosos problemas estaban apenas en estado de gestación en la 
década de los años 1950, ahora se están convirtiendo en grave reto para los 
educadores; la Secretaría de la UNESCO encontró conveniente pedir al 
profesor para que hiciera una edición completamente revisada de su obra. 
Debido a la vastedad del tema y a la complejidad de los problemas que se tratan 
en esta edición revisada, ha sido necesario dividir la obra en dos tomos. En el 
primer tomo, Educación Constructiva para los Niños, se trata lo relativo a los 
primeros diez años de la vida del niño; mientras que en el segundo, titulado 
Educación Constructiva para los Adolescentes, se trata todo lo referente a las 
edades de la pubertad y de la adolescencia. Teniendo en cuenta que el 
Departamento Internacional de Educación desempeña en la UNESCO el papel 
de centro de educación comparada, que está encargado de realizar los estudios 
destinados a ayudar a las Naciones Miembros a desarrollar y reformar sus 
respectivos sistemas educativos, se resolvió, además, que estas obras fueran 
publicadas como parte de sus series Estudios y encuestas en educación 
comparada. 
E n este primer tomo, el autor empieza por hacer un análisis de las raíces del 
cambio social contemporáneo y del rumbo que está tomando - explicando que 
su naturaleza parece ser fundamentalmente diferente de la de los demás 
cambios ocurridos en el pasado - para pasar luego a plantear una serie de 
interrogantes a los cuales considera que la educación está llamada a encontrar 
soluciones prácticas y expone una nueva visión de la salud mental que él 
concibe, no como una forma de adaptación pasiva, sino como un estado 
dinámico de superación y adaptabilidad. El autor examina, a la luz de los 
conocimientos actuales en materia de dinámica del desarrollo del niño, el papel 
que desempeñan la familia, la institución pre-escolar y la escuela primaria; en 
primer lugar, con la intención de identificar las privaciones y los esfuerzos 
6 Educación constructiva para los niños 
excesivos que puedan eliminarse de la vida del niño y, en segundo lugar, con el 
fin de sentar las bases para investigar los medios (en términos de organización 
social, métodos de crianza del niño y métodos pedagógicos) que ayuden al 
individuo a tolerar la ansiedad inherente a todo cambio brusco y a tornarla en 
beneficio suyo así como a desarrollar su intelecto como instrumento creativo 
para hacer frente a los problemas que se le presenten. 
Ello conduce al autor a hacer un análisis de la literatura en cuanto se 
refiere a investigaciones sobre temas tales, como: el del desarrollo del sentido 
de competencia en sus primeras etapas, la naturaleza de un ambiente 
heurístico, la diversidad de conceptos acerca de la privación, la desorganiza- 
ción y las diferencias culturales, la igualdad de oportunidades, la educación 
compensatoria, las guarderías y los grupos de recreación, etc. En seguida, pasa 
a considerar detenidamente las metas de la educación en la escuela primaria 
derivadas de acuerdo con un análisis filosófico, sociológico y sicológico y la 
forma como ellas pueden encontrar expresión como ambiente escolar, como 
sistema disciplinario y como método educativo. Luego hace una revisión de 
algunos cqnceptos tales, como: el del aprestamiento para la lectura, para el 
ingreso a la escuela, los métodos activos, el seccionamiento y alineamiento, en 
su contexto práctico y sicológico. Todo un capítulo está dedicado a ciertos 
problemas especiales de la escuela primaria como, por ejemplo, el problema 
difícil de las diferencias individuales, de la torpeza de algunos niños, de los 
fracasos de otros, el problema de los hijos de trabajadores migratorios y de 
inmigrantes, el de los niños desadaptados, los superdotados, los exámenes y la 
selección. E n el último capítulo, el autor extrae una conclusión general acerca 
del crecimiento, desarrollo y educación del niño en edad pre-pubertal para 
pasar al segundo tomo en el cual se trata lo relativo a la adolescencia y a la 
educación secundaria. 
Aunque el profesor Wall ha basado su obra en trabajos investigativos y su 
experiencia la ha realizado principalmente en Europa, hace ver a lo largo de 
todo el libro la similitud existente entre los problemas que se presentan en 
distintos contextos nacionales y regionales. Esta es la razón por la cual ha 
preservado muchas de sus anteriores referencias a trabajos científicos 
realizados en la década de los años treinta y en los inmediatamente siguientes a 
la Segunda Guerra Mundial. En algunos casos, sigue considerando esas 
referencias como modelos principalmente debido a que pueden ser más 
significativas que las referencias a trabajos contemporáneos ( que también 
vienen citadas) dadas las condiciones que prevalecen en las regiones menos 
desarrolladas de Europa y en los países del Tercer Mundo. Por lo tanto, 
esperamos que esta obra, aunque no necesariamente exprese las opiniones de 
la UNESCO, pueda ser de particular interés para los lectores de los países en 
vía de desarrollo. 
Por último, la Secretaría desea expresar su sincero reconocimiento al 
profesor Wall por todos los conocimientos, experiencia y devoción que ha 
aportado a la realización de esta obra, y abriga la esperanza de que ella habrá de 
prestar un valioso servicio no sólo al educador y al sicólogo infantil, sino 
también a los padres de familia, al administrador escolar, al consejero, al 
dirigente de juventudes y a todos aquellos que puedan estar vinculados al sano 
desenvolvimiento mental de la niñez. 
Contenido 
Introducción ............................................... 16 
1. Los orígenes del cambio en el siglo diecinueve. ................... 23 
Perdurabilidad y transitoriedad;el Renacimiento; la Revolución Indus- 
trial; las raíces del cambio ocurrido en la época contemporánea. Notas. 
Lecturas Complementarias. 
Los antecedentes sico-sociales de la personalidad occidental 
contemporánea ...................... ..................... .30 
Los mecanismos del cambio; la promulgación del cambio; la inversión 
ocurrida en el mecanismo del cambio; la abundancia y las actitudes que 
engendra; la intensificación de los deseos; el autoritarismo; el estableci- 
miento de la educación universal obligatoria; la decadencia de la religión; 
la necesidad de adherir a una creencia; ¿marchamos hacia una sociedad 
anti-autoritaria?; el igualitarismo; la emancipación de la mujer; la 
desaparición de las distinciones de clase social y ocupacional; una 
sociedad que ha pasado de la hipocresía al extremo opuesto; la movilidad 
geográfica y. social; la noción de la comunidad social; la guía; una 
transformación de base en la vida laboral; etapas diferentes: una misma 
tendencia. Notas. Lecturas Complementarias. 
Los próximos treinta años .................................... 58 
Decisiones capitales; desconfianza de la ciencia; la idea que se forma el 
hombre acerca de sí mismo; el acto decisorio. Notas. Lecturas 
Complementarias. 
El control de las energías involucradas en la agresividad y su encauzamiento 
en beneficio de la sociedad ................................... 67 
Tensión y agresividad; el anhelo de encontrar seguridad; el pánico; el 
humanismo liberal -la Declaración Universal de los Derechos del Hombre; 
creencia y duda; la era de la fe; el conflicto actual; la interacción de 
factores materiales y sicológicos. Notas. Lecturas Complementarias. 
La inteligencia por sí sola no basta; crítica de la escuela; las metas de la 
educación; la educación dentro de una cultura estable; incertidumbre y 
decisión; la falta de acuerdo en cuanto a los fines; la escuela como un 
ambiente terapéutico y constructivo; la adaptabilidad dinámica. -el pcpel 
estratégico de la escuela; la educación y la higiene mental -la generación 
2. 
3. 
4. 
5. La educación, la higiene mental y el grado de eficiencia humana .... .79 
8 Educación constructiva para los niños 
del cambio y su control; la higiene mental desde el punto de vista de las 
necesidades humanas; la actividad educativa como reflejo de una cultura. 
Notas. Lecturas Complementarias. 
El legado natural y la crianza; el sentido de seguridad como base para 
afrontar el riesgo de la aventura; la frustración y el re-encauzamiento de 
las energías como medios de formación cultural de la personalidad; el 
aprendizaje; la vulnerabilidad del niño ante las experiencias; la influencia 
de la madre en el niño durante el proceso de aprendizaje; el padre; hogares 
a cargo de un solo progenitor; el círculo familiar; la familia en su 
condición de ambiente educativo inicial; la aridez del ambiente, las 
desventajas y sub-privilegios; la organización y solidez del ambiente; el 
lenguaje; el ambiente material; el trato maternal -un ambiente favorable; 
el sentido de seguridad en los progenitores; las condiciones físicas y sus 
peligros; las ansiedades de origen externo; las privaciones en medio de la 
abundancia; la familia y la comunidad; la televisión -¿un nuevo factor en 
el desarrollo precoz? Notas. Lecturas Complementarias. 
El hogar, la escuela y las entidades de servicio comunitario. ....... 134 
El conflicto de tendencias en la acción social; la complementación mutua 
entre la escuela y el hogar; el entendimiento entre la escuela y el hogar; las 
asociaciones de padres y maestros; una escuela para padres y maestros; 
algunas técnicas; el futuro y las necesidades; formación del criterio que 
sirva de base a la reforma; una escuela realmente comunitaria; un punto 
foca1 dentro de la comunidad; el papel del maestro; hacia la integración en 
la prestación de servicios. Notas. Lecturas Complementarias. 
La educación del niño en la edad pre-escolar .................... 160 
A. Las necesidades del niño menor de seis años y las etapas de su 
desarrollo; la socialización; seguridad e independencia; la ampliación del 
círculo de las relaciones sociales; el desarrollo intelectual; el papel del 
adulto; la actitud ante el trabajo; el juego como medio de desarrollo; los 
cuentos de hadas; la muerte, el nacimiento, el sexo; la fase inicial de la 
formación religiosa; la disciplina; el desarrollo y la adaptación; el primer 
día de escuela; contactos entre maestra y padres de familia; 
B. Facilidades para la educación pre-escolar en Europa: los grupos de 
recreación pre-escolar; conclusión. Notas. Lecturas Complementarias. 
6. La influencia de la familia sobre la salud mental. ................ 96 
7. 
8. 
9. La educación pre-escolar, la igualdad de oportunidades y la 
adaptabilidad ............................................. 199 
Las diferencias de ambiente; la “educación compensatoria”; conclukión. 
Notas. Lecturas Complementarias. 
10. La escuela primaria: sus métodos y objetivos y su influencia sobre la salud 
mental .................................................. 213 
A. Los objetivos generales: la escuela elemental; las habilidades básicas; 
currículo manifiesto y latente; desventaja y rechazo; la reglamentación 
del currículo y del método pedagógico; las metas cognoscitivas; los 
obstáculos que se presentan en el desarrollo conceptual; cauces del 
proceso de pensar y conocer; división por materias o asignaturas; el 
método pedagógico; iindoctrinación o iniciación?; la formación moral; el 
hábito y el sentimiento; la autoridad y el autoritarismo; los valores; el 
Contenido 9 
conflicto con los adultos; el conflicto de valores; la educación de las 
emociones; el ambiente escolar; la necesidad del juego en la escuela 
primaria; la organización docente. 
B. Algunas realidades duras -el método y la organización: las diferencias 
inter-individuales; la enseñanza colectiva; la subdivisión; el trabajo 
individual; los métodos activos; la importdncia de la contribución del 
maestro; la flexibilidad de estilo y método pedagógico; el horario integral; 
la enseñanza en equipo; ninguna panacea mágica; una clara visión de los 
objetivos; las metas explícitas; la cooperación de los padres de familia; las 
relaciones entre el profesorado; la idea que se forma el niño de sí mismo; 
las esperanzas de los mayores en relación con el futuro del niño; el 
realismo en las aspiraciones; la integridad del desarrollo. Notas. Lecturas 
Complementarias. 
11. Algunos problemas especiales de la escuela primaria. ............. 275 
A. El problema general de las diferencias inter-individuales: la escuela 
popular; el ingreso a la escuela primaria; el desarrollo intelectual; las 
diferencias inter-individuales; diferencias lingüísticas y culturales,; los 
hijos de inmigrantes y de trabajadores migratorios; el aprestamiento; el 
curso de transición; preparación para el ingreso a la escuela primaria; la 
educación compensatoria. 
B. El fracaso en el aprendizaje: los retardados y los retrasados; el niño 
torpe; ¿es el retardo un artificio?; estudios realizados en Inglaterra; la sub- 
utilización de las capacidades; causas sociales generales; causas surgidas 
dentro de la escuela; casos individuales; los remedios; los periodos claves; 
el aprestamiento para la lectura; la dislexia; la aritmética; la matemática 
moderna; la ansiedad de los maestros y padres de familia. 
C. Problemas de la conducta: el niño desadaptado. 
D. Los niños de inteligencia superior y lossuperdotados; el niño que tiene 
un don especial. 
E. Sistemas selectivos y sistemas liberales: los exámenes de tipo predictivo 
y de tipo competitivo. 
F. Conclusión: programación constructiva de salud mental en la escuela 
primaria. Notas. Lecturas Complementarias. 
12.Conclusión ................................................ 345 
El niño en la pre-adolescencia; se necesita algo más que mera adaptación; 
los efectos del fracaso; independencia y autonomía; la integridad de la 
enseñanza primaria; la formación socialy emocional; la función 
constructiva del maestro; la creatividad y la adaptabilidad dinámica; el 
genio; fomento de la creatividad; la escuela como un ambiente 
provocativo. Notas. Lecturas Complementarias. 
Indice de materias ..................................... ; .... 367 
Indice de autores .............................. :. .......... .378 
10 Educación constructiva para los niños 
A cada hora, a cada día de nuestra vida,,vamos pasando por un proceso de adsptación de 
nuestro ser, modificado e inmodificado, a un ambiente modificado e inmodificado; en 
efecto, la vida es un incesante proceso de adaptación y superación; cuando fallamos 
por escaso margen, nos toman por tontos, cuando fallamos rotundamente aparecemos 
como locos; cuando abandonamos temporalmente todo intento de adaptarnos y 
superarnos, entramos en la inactividad y cuando definitivamente nos damos por 
vencidos, morirnos. Hay quienes llevan una vida tranquila, sin problemas graves y, por 
esa razón, los cambios que experimentan, tanto interna como externamente, son tan 
imperceptibles que el proceso de fusión y adaptación se cumple con escasa o ninguna 
tensión; en cambio, hay quienes llevan una vida m u y agitada; algunos de ellos logran 
mantenerse en equilibrio gracias a su gran capacidad de adaptación y de fusión, en 
tanto que otros no lo logran debido a que les falta esa capacidad de adaptación y 
superación. El éxito en la vida de un individuo depende de que su capacidad de 
adaptación sea igual o superior a la tensión generada durante el proceso de adaptación a 
los cambios internos y externos. 
La dificultad radica en que, al final de cuentas, estaremos tan categóricamente 
obligados a admitir la Unidad universal, que nos veremos en la imperiosa necesidad de 
negar que pueda haber un mundo interno, separado y distinto de otro mundo al que 
calificamos de externo y que tendremos que contemplar todo como externo y como 
interno a un mismo tiempo, sujeto y objeto -exterior e interior- formando un solo Todo 
como lo demás. Ello, ciertamente acabará con todo nuestro sistema actual pero, al fin y 
al cabo, ¿no es verdad que todo sistema está condenado a ser arrasado por algo? 
La mejor manera de salir de esta dificultad consiste, por un lado, en reconocer 
que hay distinción entre lo interno y lo externo -sujeto y objeto- toda vez que sea 
conveniente hacerlo y, por otro, en reconocer la unidad subyacente en los mismos si 
encontramos conveniente aceptarla. Esto puede parecer ilógico, pero solo hay lógica 
en los extremos opuestos y, sin embargo, éstos son siempre absurdos; sólo en el punto 
medio encontramos la medida de lo justo y de lo benéfico y, no obstante, Gste 
trasciende la lógica. Porque es la Fe y no la lógica, la que debe constituirse en árbitro 
siempre trasciende la lógica. Porque es la F e y no la lógica, la que debe 
constituirse en árbitro supremo. Dicen que todos los caminos conducen a 
R o m a , y todas las filosofías que he estudiado conducen, en última instancia, a 
un absurdo, o bien, a la misma conclusión a la cual h e m o s llegado m á s de una 
vez en estas páginas: de que el justo debe vivir por la Fe, o sea, que la gente de 
bien ha de vivir de acuerdo con una fórmula sencilla que pueda ser 
interpretada de la manera que más convenga en cada situación sin tener que 
hacerse demasiados interrogantes sólo para satisfacer una vana curiosidad. Tomemos 
un hecho cualquiera y reflexionemos acerca de él hasta el triste final y veremos que 
llegamos a esta misma conclusión como íinica manera de escapar a una crasa 
insensatez. 
The Fa? of .4/1 F/esh, por Samiicl Rutler 
, 
Prólogo 
En el prefacio de la primera edición de Education and Mental Health (1955) m e 
concentré en la idea central, propuesta por el profesor Wall, de que en la 
actualidad la armonía en el proceso de desarrollo del individuo, en sus aspectos 
intelectual, emocional y social, se ve constantemente amenazada por el 
deterioro de los valores colectivos - como secuela de las dos guerras mundiales 
que tuvieron su escenario principal en Europa - y también en la idea de que 
debemos buscar la solución a estos problemas, mediante una revaluación de los 
métodos educativos a la luz de nuestros conocimientos actuales en materia de 
sicología infantil. 
Para expresarlo en términos más concretos : la idea predominante a lo 
largo de esta obra es la de que el desarrollo mental del individuo es un proceso 
permanente y difícilmente puede uno menospreciar o pasar por alto las causas 
originales de los desequilibrios que ocurran en su vida si es que reglmente 
desea alcanzar las dos metas de la educación que son la de “ampliar la 
personalidad” y la de fomentar la cooperación entre los individuos. 
Teniendo como última meta la adaptabilidad social y la armonía 
internacional, el autor, junto con otros expertos que fueron invitados a la 
conferencia regional de 1955, no vaciló en llevar sus investigaciones hasta las 
primeras etapas de la infancia. Ellos estaban convencidos, y con razón, de que 
los conflictos internos, que empiezan a surgir en el niño, ya sea en la guardería 
o en el hogar como consecuencia de un trato erróneo o por incomprensión por 
parte de los adultos, tienen repercusiones mucho más graves de lo que 
generalmente imaginamos sobre las etapas subsiguientes de su desarrollo. 
Teniendo en cuenta este hecho, los investigadores resolvieron estudiar 
detenidamente la posibilidad de establecer una labor coordinada entre la 
escuela y la familia como medida esencial para aliviar el problema. 
Por supuesto que estos análisis y descubrimientos siguen teniendo valor 
en la actualidad, pero desde 1955 para acá se han venido presentando 
profundos cambios sociales que apenas comenzaban a perfilarse en aquella 
época y, debido a ello, a pesar de que en la actualidad el papel fundamental que 
corresponde desempeñar a la educación aparece más claramente definido, 
parece sin embargo, más espinoso. El sistema educativo ya no se puede 
considerar simplemente como un accesorio de la vida moderna en la que la 
esc%iiisla desempeña el papel de respaldo para la familia. La humanidad ha 
sufrido unos cambios tan drásticos en los últimos tiempos que el sistema 
12 Educación constructiva para los niños 
educativo ya no puede limitarse a la función de transmitir conocimientos e 
inculcar valores sino que, hoy más que nunca, tiene que formarse el propósito 
de crear personalidades de gran capacidad de adaptación que algún día se 
conviertan en transformadores de la sociedad. 
Sin embargo, a medida que adquirimos nuevos conocimientos acerca del 
desenvolvimiento mental del niño y su relación con el ambiente físico y social, 
surgen nuevos interrogantes de carácter fundamental acerca del papel de la 
escuela, sus métodos educativos, los programas para el entrenamiento de 
maestros y el sistema educativo en general. ( Véanse nuestros ensayos sobre 
“Sicología y Pedagogía” y ‘‘¿hacia dónde va la Educación?”). 
La presente obra tiene que ser presentada en dos tomos, pues, es 
imposible en uno solo reexaminar los problemas actuales de la educación y la 
salud mental de niños y adolescentes ni tampoco habría espacio para establecer 
relaciones entre dichos problemas permanentes y aquellos que surgen como 
consecuencia de los cambios sociales, educacionales y políticos que han 
ocurrido en el mundo desde la década de los años cincuenta. 
E n el presente tomo, Educación Constructiva para los Niños, el profesor se 
concentra en la primera década de la vida del niño. Antes de entrar de lleno en 
el tema, el autor hace un análisis de los cambios ocurridos en la cultura 
occidental y de los problemas políticos y económicos que deberían ser 
resueltos antes del año 2000, - teniendo en cuenta las consecuencias que 
aquellos cambios puedan tener sobre el desarrollo mental y emocional de los 
niños. 
Después de tratar de identificar aquellos valores que deberían 
conservarse contra todos los obstáculos y privaciones que la sociedad modernaimpone sobre padres e hijos, el autor trata de encauzar nuestros conocimientos 
en materia de desarrollo infantil, con la idea de formular una “definición 
funcional” de las metas del proceso educativo. El autor hace énfasis, no solo en 
la parte del proceso educativo que se lleva a cabo dentro de la familia y dentro 
del ambiente pre-escolar, sino también en los aspectos formativos de los 
. En el segundo tomo, Educación Constructiva para los Adolescentes, el 
profesor Wall se refiere al desarrollo cognoscitivo y emocional del adolescente, 
los problemas y situaciones cambiantes que se plantean a la juventud actual. 
Nuestra sociedad pluralista obliga a los jóvenes a asumir responsabilidad en 
gran número de decisiones y a emitir juicios sobre cuestiones sumamente 
espinosas, cosa que no se exigía a la juventud en una sociedad más estable y 
homogénea como la de las pasadas generaciones. Esta es la razón por la cual se 
hace indispensable desarrollar y mejorar el proceso educativo en las escuelas y 
servicios anexos ( en particular el entrenamiento de maestros ), en vez de 
abandonar la escuela como institución, tal como lo pregonan algunas gentes. 
El profesor Wall y sus colaboradores merecen una gran felicitación por 
sus constantes e infatigables esfuerzos por superar los problemas educativos 
que cada día parecen más complicados y por su valor y optimismo en la 
búsqueda de las posibles soluciones. 
antecedentes” y de los métodos de enseñanza. r f 
JEAN PIAGET 
En reconocimiento 
Como fase preparatoria para la elaboración de esta nueva versión, hubiera sido 
ideal haber podido reunir una conferencia similar a la de 1952, contando, 
además, con la participación de expertos procedentes del Tercer Mundo. Pero 
ésto no fue posible. Sin embargo, se invitó a individuos de todo el mundo, así 
como a las organizaciones privadas que colaboraron en el trabajo inicial, para 
que enviaran sus comentarios y críticas sobre el original y sus sugerencias 
sqbre nuevos temas y material. Por otra parte, numerosos especialistas, hom- 
bres y mujeres oriundos de distintos países, aportaron su tiempo y conocimien- 
tos para hacer comentarios y críticas a cada capítulo que se iba terminando. 
Además, el autor contó con la colaboración de antiguos colegas de la UNESCO, 
que generosamente le ayudaron con su inigualahle experiencia en los 
problemas mundiales y, en particular, con la colaboración del personal del 
Departamento Educativo Internacional que le ayudó a elaborar la bibliografía 
que acompaña esta obra y que está complementada con anotaciones 
explicativas sobre la educación y la salud mental'. 
Es imposible relatar en detalle el trabajo realizado por cada uno de los 
colaboradores de esta obra - en particular, porque muchos trabajaron en todas 
las etapas de la elaboración del manuscrito, haciendo comentarios minuciosos, 
mientras que otros, tuvieron que ver principalmente con determinados 
capítulos en los que se trataban los temas de su especialidad. 
Varias organizaciones privadas internacionales contribuyeron con la 
designación de personal colaborador, directamente con sus comentarios y 
sugerencias, o bien, con el envío de su propia literatura de gran significación; 
en efecto, la mayoría de ellas contribuyeron de las tres maneras. Las 
organizaciones que prestaron su colaboración fueron las siguientes: 
Centro de Observación 'y de Readaptación Acelerada 
Movimiento Católico Internacional para Asuntos Intelectuales y 
Culturales 
Asociación Pediátrica Internacional 
Unión Internacional para el Bienestar del Niño 
Confederación Mundial de Organizaciones de la Profesión Docente 
Unión Mundial de Organizaciones para la Protección de la Juventud 
Además, en el curso de mi trabajo, recibí comentarios generales o 
detallados sobre tópicos específicos o críticas sobre ciertos capítulos por parte 
de las siguientes personas: 
14 Educación constructiva para los niños 
Profesor Hans Aebli, Director de la Universidad de Sicología Pedagógica, 
de Berna. 
Dr. André Berge, Director del Centro Sicopedagógico de la Academia de 
París, Neuilly. 
Padre Henri Bissonnier, de la Comisión médico-pedagógica y sico-social, 
Oficina Católica Internacional para la Infancia, París. 
Profesor G.M. Carstairs, Departamento Universitario de Siquiatría, 
Edinburgh. 
Mr. H. Houghton, Redhill, Surrey 
Mr. A. Isambert, Presidente del Consejo Administrativo, Federación 
Internacional de Escuelas de Padres y Educadores, París. 
Profesor R.S. Peters, Profesor de Filosofía de la Educación, Instituto de 
Educación de la Universidad de Londres, Londres. 
Profesor J. Tizard, Profesor Investigador de Desarrollo Infantil, 
Instituto de Educación de la Universidad de Londres, Londres. 
Siete de mis colegas y amigos m e ayudaron de manera tan generosa y 
fecunda que sería difícil expresar mi reconocimiento sin dar la impresión de 
estar exagerando. La Srta. M. Brearley ( ex-Decano del Instituto Froebel de la 
Facultad de Educación de Roheampton ), el Sr. H.L. Elvin ( ex-Director del 
Instituto de Educación de la Universidad de Londres ); el Dr. F. Congy (Jefe 
del Servicio de Enseñanza, Centro Internacional para la Infancia, París ); el 
profesor F. Hotyat ( ex-vicerrector y presidente del Instituto Superior de 
Pedagogía, Centro Universitario Estatal, Mons. ) ; el profesor Denis Lawton 
(Departamento de Estudios Curriculares, Instituto de Educación de la 
Universidad de Londres) y el Dr. N.P. Masse ( Director de Educación, Centro 
Internacional para la Infancia, París ) leyeron el manuscrito casi en su 
totalidad, cuando estaba en sus primeras etapas de elaboración, hicieron 
comentarios y críticas en relación con él y llamaron mi atención sobre 
innumerables referencias y tópicos con lo cual contribuyeron, en gran parte, a 
enriquecer esta obra y, realmente, corrigieron algunas graves fallas de énfasis o 
interpretación e hicieron posible que no incurriera en otras. Quedo 
especialmente agradecido con la Dra. M. Denis-Prinzhorn de la Escuela de 
Sicología y de Ciencias de la Educación de la Universidad de Ginebra. Ella no 
sólo leyó todos los borradores originales e hizo comentarios sobre ellos, sino 
que leyó también la mayor parte de las numerosas versiones revisadas de esos 
borradores, además, de proporcionarme datos bibliográficos invaluables. 
Debo agradecer también, la inteligente y bondadosa ayuda prestada por la 
Sra. H. Jeannette Cash y por la Srta. Vanessa Shenton quienes se tomaron el 
trabajo de pasar a máquina mis borradores repetidamente, verificando la 
exactitud de numerosos títulos escritos en idiomas extraños para ellas, 
descifrar mi letra que no es del todo clara y, además, por su contribución con 
los comentarios propios del sentido común del “lector promedio”. 
La riqueza de la ayuda, comentarios y críticas que he recibido, ha contri- 
buido a dar a esta obra la nueva dimensión de valor incalculable que la caracte- 
riza; sin embargo, ella permanece inevitablemente, imperfecta. Por sus fallas, 
errores de énfasis y omisiones, el autor se considera a sí mismo como único 
responsable. El tema de esta obra es de vasto alcance y su importancia m e 
En reconocimiento 15 
parece crítica. Sin duda alguna debe haber en ella muchos conceptos sin 
fundamento, algunos tópicos tratados muy superficialmente mientras que 
otros brillan por su ausencia; es posible que haya en ella errores de inferencia o 
de hecho. Este libro, en su forma actual de dos tomos, es largo, por no decir, 
exagerado. Sin embargo, la gran acogida que ha tenido la primera versión nos 
estimula a pensar que la presente obra puede servir, cuando menos, como 
introducción a algunos de los más importantes temas relativos a la educación 
como agente constructivo y que cada uno de los lectores -padre o madre de 
familia, maestro, administrador o ciudadano responsable- encontrará en ella 
algo que le pueda servir, si además estudia las citas bibliográficas y las 
referencias para profundizar más y más en el conocimiento de los problemasaue tenaa que afrontar. 
W.D.W. 
Burnham, Bucks., 1973 
NOTAS 
Wall, W.D. Educación y Salud Mental. Educational documentation and 
information (Ginebra, UNESCO : IBE), año 47, No. 188-199, 1973. 
\ 
1 n t ro du cci ón 
Muchos de los problemas que se mantenían latentes durante los años 
inmediatamente siguientes a la Segunda Guerra Mundial, han llegado a un 
punto crucial hasta constituirse actualmente en el centro de atención de los 
educadores de todo el mundo. Hemos aumentado y agudizado nuestros 
conocimientos acerca del desarrollo del niño y nuestra percepción acerca de la 
influencia que un ambiente, cada vez más complejo, ejerce sobre el desarrollo 
de su personalidad y de sus aptitudes. Estamos en capacidad de darnos cuenta 
de la evolución de los acontecimientos en el panorama educativo, pero no 
logramos ver de qué manera pudiera encauzarse esa evolución y ejercer control 
sobre ella. Muchos de los nobles, aunque ya relegados ideales de la mitad de la 
década de los años cincuenta, se necesitan ahora con urgencia como pilares 
esenciales para salvar una sociedad que se precia de humanitaria y 
democrática. Desde siglos atrás se han venido proclamando como metas de la 
educación entre muchas otras, la de la igualdad de oportunidades, la de 
desarrollar en el hombre la capacidad de tomar por sí mismo sus propias 
decisiones en cuestiones de moral, y la de dotar al individuo con los 
conocimientos y habilidades que necesita no sólo para,resolver los problemas 
de su vida diaria personal, sino también para que él pueda aportar su 
contribución al progreso de la humanidad en general; pero ahora sabemos que 
una meta educativa elocuentemente enunciada puede servir de adorno a los 
programas académicos, pero en nada contribuye al mejoramiento de la 
humanidad si no se define con precisión, si no cristaliza en hechos con el 
desarrollo de métodos educativos concretos y si no encuentra expresión 
tangible en los planteles educativos. 
También podemos darnos cuenta de ésto, al observar el relativo fracaso 
de las escuelas en alcanzar las metas que se proponen. Al parecer, los continuos 
aumentos en los presupuestos para la educación, las “reformas” estructurales 
y curriculares de gran alcance, han traído consigo, antes que alivio, un 
empeoramiento generalizado de los problemas sociales y personales. Los 
intentos por elevar, mediante programas educativos, el nivel y calidad de vida 
en los países subdesarrollados, han dado resultados desalentadores: El 
optimismo inicial ha llegado a una creciente susceptibilidad a cada fallido 
intento de la actividad educativa por alcanzar las altas e idealistas esperanzas 
que siempre ha abrigado, a una búsqueda cada vez más angustiosa de las causas 
Introducción 17 
de esos fracasos y a un cierto pesimismo acerca de la eficacia de la educación 
clásica como medio de mejorar al individuo y a la sociedad. 
N o debemos, pues, sorprendernos de que escuelas y maestros hayan sido 
duramente atacados y que en muchas ocasiones se les hayan imputado los 
múltiples males de la sociedad. N o han faltado quienes incluso claman por su 
abolición total, por la “desescolarización de la sociedad” en nombre del 
igualitarismo y el progreso. Ni siquiera ese otro gran educador, la familia, ha 
escapado a los ataques de la censura. Considerando las debilidades y 
vacilaciones de los padres, el aspecto sofocante, debilitante o destructivo del 
apego familiar, han surgido reformadores radicales qiie incluso han propuesto 
desintegrar la familia y “liberar” a los niños de su influencia. 
En propuestas tajantes como éstas y otras más, podemos entrever una 
nota de pánico; empero reconocemos que con demasiada frecuencia podemos 
observar que quienes proponen semejantes reformas están motivados no solo 
por la influencia de convicciones políticas partidistas y autoritarias sino por un 
genuino interés de hacer honor al derecho que tiene todo individuo de estudiar 
su propia cultura y, así, capacitarse para examinar libremente las hipótesis que 
le sirven de fundamento. 
En esta obra hemos adoptado una actitud evolucionista, no 
revolucionaria. Hemos adoptado un enfoque amplio del tema de la salud 
mental - que muchos dirían que es demasiado amplio, tanto que puede serles 
difícil comprender a cabalidad su significado y distinguirlo del de otros 
enfoques de la actividad educativa. Incluso, consideramos que esta actividad 
no es prerrogativa de las instituciones convencionales, sino que también 
participan en ella la familia, la sociedad y los medios de comunicación masiva. 
No vemos la necesidpd de hacer el intento de defender este punto de vista 
integral y global del asunto. En concepto del autor, la escuela como una 
institución artificial dirigida por hombres y mujeres especializados en su 
oficio, constituye ud valioso instrumento social que, si logramos descubrir la 
manera de emplearlo, sensata e inteligentemente, podrá servir para algo más 
que aliviar o prevenir la desadaptación o la mala adaptación que presentan 
algunos niños como resultado de causas fuera de su jurisdicción. Tenemos que 
descubrir medios y métodos mediante los cuales la escuela pueda educar 
positiva y constructivamente a sus alumnos, no sólo dentro de sus linderos 
tradicionales, sino que pueda incorporar dentro de sus actividades a esos otros 
valiosos educadores como son, el hogar y la sociedad. Solo cuando la escuela, el 
hogar y la sociedad asuman, respeten y comprendan la parte de responsabilidad 
que les corresponde en la labor educativa, podremos tener la esperanza de 
preparar debidamente las presentes y futuras generaciones para la vida en un 
mundo, cuyas características no son imposibles prever. Para ello, no sólo es 
necesario hallar la manera de emplear las instituciones educativas 
convencionales para complementar, suplementar y, si fuere necesario, 
compensar la labor de otros educadores como la familia y los medios de 
comunicación y entretención, sino también que todos aquellos que por su 
profesión se hallen directamente vinculados con la labor educativa, se ganen la 
confianza de la familia y de la sociedad y logren obtener su cooperación para 
que todos puedan aunar sus esfuerzos en beneficio de la educación de la 
juventud. E n efecto, debemos más bien rrescolarizar77 la sociedad. 
18 Educación constructiva para los niños 
Es muy probable que en los próximos treinta o cuarenta años la 
humanidad se vea obligada a afrontar problemas tan graves y abocada a tomar 
decisiones de consecuencias tan incalculables que puede decirse que esta época 
no tiene precedentes en la historia. Los niños que están actualmente en la 
escuela, así como los de las futuras generaciones, tendrán que recibir una 
mejor educación que sus antepasados, tendrán que tener un mayor control 
sobre sus pasiones y sobre sus instintos agresivos, tendrán que estar mejor 
capacitados para soportar y superar las tensiones que se presenten dentro y 
fuera de sus respectivos países. Todo ello requiere conocimiento, un elevado 
grado de habilidad intelectual, de visión interna, una auténtica seguridad 
sicológica y la capacidad de adaptarse y mantenerse en un estado dinámico de 
adaptabilidad y superación frente a los cambios circunstanciales de la vida. 
Hemos adquirido algunos conocimientos acerca de los elementos 
’ irracionales que dan lugar a las tensiones tanto a escala nacional como 
internacional, a todas las formas de violencia y conflictos sociales. La familia, 
la escuela, la ciudad, la provincia, están formados por individuos de modo que 
en tales conglomerados humanos sólo puede haber armonía cuando una 
mayoría, de esos individuos aprendan a vivir equilibradamente liberándose de 
características “neuróticas” extremas. Siempre han existido problemas de 
índole social y económica, de espacio vital, de abastecimiento de alimentos, de 
supervivencia personal o económica, que han dado lugar a conflictos y 
contiendas, y no hay razón para creer que éstos vayan a ser menos graves en el 
futuroni mucho menos que cesen del todo, sino que más bien parece que habrá 
de ocurrir lo contrario. La creciente complejidad de los conglomerados sociales 
en que vive el hombre civilizado de la actualidad, contribuye de por sí a 
perturbar su equilibrio mental y emocional y a agravar sus repercusiones en 
todos los aspectos de la vida. Pero la manera como el hombre reaccione ante 
esos problemas ya sea tornándose violento, enfrentándose a ellos, eludién- 
dolos o transigiendo- depende en gran parte de las características sicológicas 
del individuo. Es nuestro deber tratar de eliminar las causas externas y 
objetivas de la ansiedad, las injusticias y los motivos de tensión. Es, 
igualmente, deber nuestro establecer un sistema social y político, a la vez que 
normas adecuadas de comportamiento, que ayuden a enfrentarnos ventajosa- 
mente a toda clase de conflictos. 
Sin embargo, conforme la experiencia nos lo indica, no basta para ello con 
eliminar las causas objetivas de la violencia, ni con establecer un sistema 
satisfactoriamente democrático. Siempre que haya sociedades que sean total o 
parcialmente víctimas de ansiedad patológica, los miembros así afectados, 
tratarán de aliviar sus temores reuniéndose alrededor de ideas a las cuales 
prometen lealtad a cambio de la precaria seguridad que sienten al pertenecer a 
un grupo; pero esa manera de actuar, los coloca en posición hostil frente a 
otros grupos formados de modo similar, aunque con ideas diferentes, lo cual 
sólo conduce a agravar el conflicto. 
El ser humano es, en gran parte, un producto de la educación que reciba, 
ya sea en forma convencional o espontánea, por parte de la sociedad en que 
vive. De modo que, si hemos de entender los cambios que ocurren dentro de 
una sociedad, debemos examinar el sistema educativo imperante en ella, al 
menos para tratar de prevenir la aparición de graves desequilibrios que a la 
Introducción 19 
larga pueden resultar socialmente peligrosos. En un sentido más positivo, la 
educación puede considerarse como medio para encauzar la personalidad en 
sentido constructivo, de modo que el hombre logre esclarecerse su visión 
interna y adquirir dominio sobre su propia naturaleza con lo cual podrá 
labrarse para sí mismo y para sus hijos un destino en el que todos se beneficien 
plenamente de la vida. 
La salud mental, lo mismo que la salud física es, pues, mucho más que 
ausencia de enfermedad o desequilibrio. Uno de sus aspectos consiste en estar 
exento de temores, ansiedades y sentimientos de inseguridad que no tengan 
explicación racional. Pero, además, para tener una buena salud mental, 
debemos adquirir el conocimiento que necesitamos para hacer frente a toda 
situación amenazante o peligrosa. La frustración, el temor, la ansiedad y otros 
problemas por el estilo no son en sí mismos malos; en efecto, ellos pueden 
constituir aquello que impulse al individuo o al conglomerado a lanzarse a la 
acción; pero es de suma importancia que, tanto el individuo como el 
conglomerado en general, aprendan a aprovechar y a manejar esos estados 
mentales en forma racional así como a reducir sus malos efectos, para evitar 
perjuicios a sí mismos y a los demás. Asimismo, la energía involucrada en la 
agresividad no es mala en sí; es una fuerza poderosa y necesaria que impulsa al 
ser humano a la acción. El problema no está en esa fuerza en sí y cuando ésta 
hace su aparición, la solución no está en reprimirla sino en saber encauzarla de 
modo que no degenere en violencia o conflicto, sino que, por el contrario, toda 
esa energía se aproveche en beneficio de la sociedad. 
Durante un millón de años o más, la humanidad ha logrado evitar una 
hecatombe total, no obstante que los conflictos menores han venido 
aumentando en frecuencia e intensidad hasta tal punto que las dos guerras 
mundiales del presente siglo, afectaron a casi todo el mundo. Hay quienes 
piensan que podemos escapar por un hilo a un desastre de incalculables 
proporciones sin tener que preocuparnos demasiado por la situación ni tomar 
positivas medidas precautelativas. Sin embargo, cada día se acumulan más 
indicios de que el día del Juicio está cercano’. Hasta los más optimistas se 
inclinan a creer que el fin del dilema entre educación o desastre se hace sentir 
cada día con mayor intensidad. 
A continuación trataremos de explicar que el ambiente sicológico dentro 
del cual se han venido desarrollando los niños y jóvenes de todo el mundo 
durante los últimos cien años ha cambiado en forma drástica y que ese cambio 
presenta numerosas características que lo distinguen de todos los grandes 
cambios del pasado. Como consecuencia de ello, la misma naturaleza humana 
ha venido cambiando en gran medida. 
Este proceso de transformación del ambiente, de cambio en clima 
ideológico y en el equilibrio de la personalidad humana está haciendo surgir 
graves prejuicios que amenaza el desarrollo normal de las nuevas generaciones 
de niños; por un lado, privándolos de ciertas experiencias esenciales, y por 
otro, expondiéndolos a una gran incertidumbre. Por lo demás, dicho proceso 
parece muy promisorio2, en parte, porque desde el punto de vista material, nos 
encontramos en posibilidad de hacer muchas cosas si nos lo proponemos y, en 
parte, porque a diario aumenta nuestro conocimiento de la sicología humana y 
se aclara nuestra visión del proceso de transformación del niño en el hombre. 
20 Edulación constructiva para los niños 
Pero tales beneficios sólo podrán ser cosechados si mediante una verdadera 
educación en el más amplio sentido de la palabra, logramos formar hombres y 
mujeres social y políticamente sabios que puedan aprovechar las irentajas que 
brinda la tecnología, las empleen en beneficio de la humanidad y restauren los 
aspectos inmateriales de la existencia humana3. Y hasta un esfuerzo de esta 
naturaleza puede resultar fallido a menos que el grueso de los miembros, que 
en la actualidad está llegando a convertirse en una serie estrechamente inter- 
relacionada e interdependiente de conglomerados sociales que se extiende a los 
cuatro puntos cardinales del mundo, sean capaces de mantenerse en un estado 
dinámico de superación y adaptabilidad, de promover la transformación, de 
tomar parte activa en el encauzamiento y control de ese ímpetu de cambio y de 
tomar las decisiones de carácter eminentemente moral de las que, en última 
instancia, depende el destino de la humanidad. Ello significa que debemos 
hacer un esfuerzo por darle un giro en sentido positivo a la personalidad 
humana a lo largo del proceso educativo. 
No faltará quienes, dejándose llevar por el pesimismo, condenen 
categóricamente todo esfuerzo que se haga en este sentido aferrándose a la 
vieja máxima de que “la naturaleza humana es inmodificable”. Hasta cierto 
punto es posible que tengan razón, si consideramos la naturaleza humana 
como un conjunto de reflejos biológicamente determinados, de impulsos 
desordenados, de complejos patrones de maduración, dependientes de un 
complicado mecanismo neurológico que permite el desarrollo del pensamiento 
abstracto y de la expresión verbal. También pueden tener algo de razón en el 
sentido de que algunas tendencias como la agresividad masculina, a la que 
algunos añadirían la avaricia y el deseo de posesión, son ciertamente difíciles 
de erradicar -naturam expelles furca, tamen usque recurret-. Hay muchos detalles 
de la naturaleza humana, buenos y malos, que nos hacen pensar que la 
humanidad de todas las épocas ha sido siempre la misma. 
Y, sin embargo, en la formación de todo cuanto podamos pensar como 
típicamente humano -el carácter, la personalidad, el contenido de la 
conciencia, las actitudes e ideales, las ideologías y modalidades de 
comportamiento-, la crianza puede contribuir tal vez tanto como la naturaleza 
humana básica. 
Además, a lo largo de la historia se ha demostrado que el ambiente físico y 
mental del hombre sufre, en efecto, considerables transformaciones, a veces 
en forma drástica y repentina, provocadasen muchos casos por el hombre 
mismo. A la luz de nuestros conocimientos actuales, es concebible que un 
cambio ambiental a escala mundial, especialmente si es súbito y generalizado, 
podría provocar una transformación de acuerdo con el pensamiento y 
comportamiento de los individuos. Entonces, lo que se debe hacer es examinar 
de cerca los cambios ocurridos en el pasado reciente con el fin de poder 
comprender mejor lo que está ocurriendo en el presente. Como resultado de 
ese análisis, es posible que podamos percibir el rumbo que toma el 
desenvolvimiento humano, algunos de los problemas que conlleva y la manera 
como pudiera modificarse el futuro de nuestra sociedad mediante la educación 
de la juventud. 
Puesto que la docencia es una labor aplicada y puesto que sus fines tienen 
que ver con la selección de valores, semejante análisis no puede mantenerse en 
Introducción 2 1 
terreno neutral. Sin embargo, vale la pena hacer el esfuerzo de demostrar que 
si bien ciertos valores o metas generales -como la tolerancia, el respeto por los 
demás, la preferencia por un sistema democrático, en vez de autoritario, de 
relaciones interpersonales e intergrupales, etc.- suelen ser considerados co- 
m o esenciales, puede haber muchas formas de expresar estos valores y que el 
pluralismo cultura, o sea la aceptación de la importancia de la diversidad, es 
en sí algo digno de cultivarse si todos hemos de beneficiamos de la rica 
diversidad inherente a los seres humanos. Además, dentro de este amplio 
contexto, llegamos a considerar la cuestión de la salud mental como algo que 
implica mucho más que la eliminación de neurosis o desequilibrios, e incluso, 
mucho más de lo que hasta ahora hemos considerado como metas mínimas del 
proceso educativo. Si en realidad deseamos que nuestra sociedad continúe 
desarrollándose en el futuro por la vía democrática, es necesario que una gran 
mayoría de sus miembros desarrollen la habilidad de tomar sus decisiones a 
conciencia sobre bases racionales y a mirar más allá de sus mezquinos intereses 
personales, e incluso, nacionalistas; un punto de vista universal que se 
interese profundamente por el bien de la humanidad, por su porvenir y el 
mejoramiento de la vida para todos los habitantes de este planeta. Entonces 
tenemos que el proceso educativo en general y el aspecto escolar en particular, 
deben considerarse como un proceso constructivo, cuyo propósito no es 
solamente el desarrollo personal sino también el de crear en el individuo un 
estado sicológico que le haga posible prestar su contribución, como miembro 
responsable de la sociedad, a la tarea de ejercer control sobre el destino de ésta 
en vez de dejarlo en manos de fuerzas irracionales o cuando mucho, al capricho 
de procesos solo parcialmente racionales o de diversas formas de egoísmos 
interactuantes y de intereses personales. 
Esta no es tarea fácil; en particular si consideramos que en ella han de 
participar padres imperfectos con sus respectivas familias y por otro lado, 
maestros imperfectos que tienen que arreglárselas con treina o cuarenta 
alumnos que pueden ser niños o adolescentes. Además, el educador no solo 
tiene ante sí la responsabilidad de prevenir errores y remediar deficiencias y 
dificultades, sino también, la de modelar definida y conscientemente la 
personalidad humana - y ello en una sociedad como la actual que no se adhiere 
a un sistema coherente de valores y de moralidad. 
Numerosos lectores se encontrarán en terreno familiar en gran parte de 
cuanto trataremos a continuación, en particular en los Capítulos 2 y 3, y es 
posible que a algunos les parezca un tanto superficial esa exposición, dada la 
vastedad de los problemas tratados. Pero parece que para poder colocar el telón 
de fondo contra el cual desarrollar el principal argumento de esta obra, es 
esencial hacer un intento por identificar al menos los principales factores que 
intervienen en los procesos de cambio y crecimiento. Cualesquiera que sean 
los términos que empleemos -“salud mental”, “educación constructiva”- 
el argumento .es que, en todos nuestros dilemas presentes y futuros, el proceso 
educativo no se debe seguir considerando simplemente como un medio para 
adaptar el individuo a la sociedad, como una iniciación directa a una cultura en 
continua evolución, como un medio de prevenir desigualdades y desequilibrios 
- aunque puede abarcar todo ello - sino que debe considerarse como un 
instrumento que si logramos usarlo consciente y deliberadamente, puede 
. 
22 Educación constructiva para los niños 
servir para capacitar al hombre para ejercer control sobre su propia naturaleza 
y el ambiente sicológico que él vaya creando para sí mismo. Acaso el cambio 
más fundamental que debemos emprender sea este cambio en el papel del 
proceso educativo y el problema más difícil que tengamos que afrontar, sea el 
de encontrar la manera de ayudar a los educadores ( padres, maestros, medios 
de comunicación masiva ) a que desempeñen un papel positivo en esta tarea sin 
dejarse llevar, por un lado a una irresponsabilidad de tipo anarquista o por 
otro, a adoptar la actitud del indoctrinador. 
NOTAS BIBLIOGRAFICAS 
1. 
2. 
Meadows, D. H., et al. The limits to growth (Club of Rome). Londres, Potomac Associates, 
Earth Island Ltd., 1972. 
Véase: Roszac, T. The making of a counter culture. Londres, Faber. 1970. La contra cultura de 
Roszac considera la tecnología como deshumanizante -tal como la consideran en la 
actualidad algunos sectores marginados. 
Reich, C.A: The greening of .Jmerica. Nueva York, Random House, 1970. Gabor, D. The 
mature society. Londres, Secker & Warburg, 1972. 
3. 
LECTURAS COMPLEMENTARIAS 
Clark, B. R. Educating the expert sociel-y. San Francisco. Chandler, 1962. 
Cowen, E. L.; Gardner, E. A.; Zax, M., eds. Emergent approaches to mental health problems. New 
Lobrot, M. Les effets de l’éducation. Paris, Les Editions sociales Francaises, 1971. 
Müller, J. Landliche Schul-und Bildungspolitik. The rural school and educational policies. 
Saiyidain, K. G. Man in the new world. London, Asia Publishing House, 1964. 
Silver, H. The concept of popular education. London, McGibbon & Kee, 1965. 
Sutherland, J. D., ed. Towards communit,y mental health. London, Tavistock Publications, 1971. 
York, Appleton Century, 1967. 
Schwelm i. Westf.. Schule und Nation, 1965. 
Capítulo 1 
Los orígenes del cambio en el 
siglo diecinueve1 
PERDURABILIDAD Y TRANSITORIEDAD 
El habitante del mundo occidental de la actualidad difiere mucho de sus 
antecesores que vagaban por las llanuras y bosques de Europa antes de que 
apuntara la aurora de los primeros registros históricos; se diferencia también 
considerablemente de aquellos que construyeran las primeras iglesias y 
catedrales romanescas y góticas y distintos también de los que vivieron en la 
época del Renacimiento. 
Pero en contraste con todas esas diferencias, aún subsisten del lejano 
pasado, pasiones y pensamientos que continúan agitando nuestras vidas; esta 
cierta perdurabilidad emocional se encuentra registrada en la historia y en la 
literatura : 
Pero, ¿seguís teniendo vino y música, 
Y errados pensamientos de bondad y de maldad, 
Y estatuas y un amor de brillantes ojos, 
Y plegarias a aquellos que están sentados en lo alto?2 
. 
Sin embargo, esta perdurabilidad de pensamiento y emoción es, al menos 
en parte, aparente. La esencia de toda auténtica obra de arte es su inagotable 
capacidad de inspirar nuevas interpretaciones según los tiempos. Cada cual 
encuentra en ella inspiración a su manera peculiar. Es sumamente improbable, 
por ejemplo, que la Biblia tenga igual significado para el hombre de hoy que el 
q,ue tuviera paSa sus primeros traductores o que para éstos hubiera significado 
lo mismo que para sus autores y no importa cuánto nos esforcemos, nunca 
lograremos revivir lo que sintieran los primeros asistentes a representaciones 
teatrales de obras tales como Macbeth, L’Avare o Nathan der Weise. Y mucho 
menos podremos esperarque el hombre occidental encuentre en la poesÍa del 
antiguo oriente idéntica inspiración a la que encontraran quienes fueran los 
primeros en escuchar sus estrofas. 
La mayoría de los cambios que ocurren en la naturaleza humana se van 
produciendo lenta e imperceptiblemente, pero si estudiamos atenta y 
detenidamente la historia y la literatura descubriremos que hay ciertos 
períodos en los cuales se produce, al menos en un considerable sector 
24 Educación constructiva para los niños 
minoritario de la población, lo que pudiera llamarse una mutación de la 
conciencia y de la personalidad. Como resultado de ello, el ambiente 
económico, social y político en que se desenvuelve el ser humano se 
transforma de manera tan fundamental que la cultura o la nación en la que se 
hubiere registrado esa mutación de la conciencia abre horizontes totalmente 
nuevos a la humanidad. Por lo general, la magnitud de semejantes cambios sólo 
se aprecia en todo su valor años más tarde cuando se los estudia 
retrospectivamente. Sus efectos se esparcen a través de muchas generaciones 
subsiguientes, de tal manera que las profundas modificaciones que produce en 
la personalidad humana y en su forma de pensar, sentir y actuar, aunque 
pudieran parecer bruscas desde un punto de vista individual, desde el punto de 
vista colectivo van apareciendo gradualmente y sin excesivas tensiones o 
presiones. 
En una misma época pueden aparecer en distintas regiones de la tierra o 
en distintas épocas de la historia pueden aparecer en una misma región, ciertos 
grupos minoritarios compuestos por individuos excepcionales que pueden ser 
signo revelador de nuevas inquietudes o de la apertura de nuevos horizontes 
para la humanidad; pero, por lo general, el ímpetu de tales cambios se 
manifiesta inicialmente sólo en una élite social o intelectual para luego 
repercutir gradualmente a través de las generaciones subsiguientes de modo 
que la gente logre adaptarse sin trastornos graves o generalizados. 
~ 
EL RENACIMIENTO 
Uno de esos cambios notables fue el que ocurrió en la época del Renacimiento. 
Se produjo después de varios siglos de incubación y así como en Shakespeare y 
Montaigne o en Chaucer y Boccacio -quienes vivieron con casi dos siglos de 
diferencia-, encontramos una mezcla de características y puntos de vista 
tanto medieval como renacentistas; también encontramos ese mismo 
fenómeno en las respectivas culturas en que vivió cada uno de ellos, En todo 
período de la historia social ... escribe Trevelyan, “encontramos diferentes 
clases de estructuras económicas y sociales que surgen simultáneamente en un 
mismo país, en una misma provincia, y en una misma ciudad ... En todo y en 
todas partes, lo nuevo se combina con lo antiguo - en religión, en pensamiento, 
en costumbres familiares. Nunca se presenta una separación absoluta entre 
dos épocas consecutivas; no existe un solo momento de la historia en que todos 
los habitantes de un mismo país, se pongan de acuerdo para adoptar una nueva 
manera de vivir y de pen~ar”~. En términos sicológicos podría decirse que toda 
persona humana posee una mezcla de los mismos elementos, algunos de los 
cuales son firmes y otros, moldeables y refleja, a su vez, los distintos elementos 
constitutivos de la sociedad que la ha acondicionado. También podría añadirse, 
sicológicamente hablando, que debido a la coexistencia de personalidades de 
muy diversa índole y de distintas estructuras sociales dentro de una misma 
cultura, aparentemente homogénea y unificada, en tanto que es posible que 
surja una casta dominante que dé la pauta para el sistema de vida, también 
habrá quienes, aferrados en mente y corazón a la sombra del pasado o quienes 
Los orígenes del cambio en el siglo diecinueve 25 
ilusionados con vislumbres del futuro o quienes, habiendo mudado de estado 
de conciencia, se opongan tenazmente a ella. 
LA REVOLUCION INDUSTRIAL 
U n segundo y más abrupto período de transición que tuvo lugar, gracias a la 
lenta aunque firme acción del ímpetu de cambio originado en el Renacimiento, 
fue aquel período de la Revolución Industrial que pudiera 1lamarse''del poder 
del vapor y del transporte de vapor", el cual afectó, en sus detalles, de modo 
diferente a los distintos países europeos habiéndose demorado unos más que 
otros en recibir su impacto. En cuanto a las características del ambiente en que 
se criaron los niños de aquella época, vale la pena mencionar el inmenso y 
vertiginoso crecimiento demográfico4, el impetuoso y desorganizado 
surgimiento de las zonas urbanas y, en el extranjero, la fama de que gozaron 
estos países porque en ellos no había límites para quien quisiera hacerse rico. 
Esos niños comenzaron a criarse, en número cada vez mayor, dentro de las 
zonas urbanas. La mayoría de los pueblos, a su turno, dejaron de ser 
conglomerados pequeños, socialmente amalgamados, para convertirse en 
urbes populosas cuyos sectores sociales comenzaron a segregarse cada vez más. 
En esa época, casi por primera vez en la historia, parecía abrirse el camino para 
una rápida y generalizada movilidad dentro de la escala social, tanto de arriba 
para abajo como viceversa. Por primera vez en la historia se veían soldados con 
fortuna, cortesanas y mercaderes que encontraban oportunidades de ascenso, 
hasta cierto punto cuando menos, en la escala de la fortuna y de la categoría 
social. Por otra parte, los reclutas capacitados, así pertenecieran a las clases 
sociales más bajas, encontraban oportunidad de ascender en categoría al 
ingresar al servicio de la Iglesia o al incipiente servicio civil del rey, aunque SU 
seguridad personal seguiría dependiendo, hasta cierto punto, de la merced de la 
nobleza o del rey. Los florecientes mercados nacionales e internacionales del 
siglo diecinueve, los adelantos logrados en los métodos de producción en masa, 
el descubrimiento del fomento de la demanda mediante la propaganda, 
hicieron posible para muchos individuos amasar grandes fortunas en su vida, 
sin tener que depender de la merced de la autoridad ni de clase social alguna. 
Sin embargo, para la mayoría de los europeos, el siglo diecinueve no fue 
un siglo marcadamente revolucionario, como tampoco lo fue en otras partes 
del mundo, a pesar de que el período colonialista puso a muchas culturas 
antiguas bajo el dominio de los países del mundo occidental y abrió el comercio 
con el Africa. El orden social imperante en Europa, así como en otras partes del 
mundo, seguía prácticamente tal como antes, basado principalmente en la 
religión; la mayoría de los hombres se resignaban a ocupar el sitio que Dios les 
había asignado en la vida; las normas sociales de moral eran igualmente 
sancionadas por la Iglesia y, aunque sumamente severa en muchos casos, 
servía de sólido fundamento para la educación de la inmensa mayoría de los 
niños y adolescentes de esa época. 
Inglaterra, debido probablemente a su posición de avanzada, y a la 
importancia que se le concedía al no-coformismo, sintió con mucha más fuerza 
que los demás países el ímpetu del cambio y reaccionó con un vigoroso cambio 
26 Educación constructiva para los niños 
social. Los hijos de quienes lograron ascender muchos peldaños en la escala 
social, gracias a las grandes fortunas adquiridas por su propio esfuerzo, 
recibieron educación en las nuevas escuelas oficiales en las que se empleaban 
los métodcw innovadores de Arnold y recibían entrenamiento en auto- 
disciplina, principios religiosos y capacidad directiva. D e esas escuelas salían 
preparados para engrosar las filas de un creciente servicio civil y militar que los 
necesitaba con urgencia para atender las demandas de una industria y un 
imperio en expansión; pero también esos hijos, menos afortunados que sus 
hermanos y hermanas, eran indoctrinados dentro del estrecho círculo de un 
ethos socio-religioso con el cual se logró mantener, precisamente hasta la 
explosión de la Primera Guerra Mundial, -con sólo uno que otro síntoma de 
que no todo andaba a la maravillaen el mejor de t-odos los mundos posibless- 
la apariencia de una sociedad optimista, estable y confiada en sí misma6. 
En todos los países de Europa occidental, y en particular en las 
poblaciones pequeñas, el cambio global ocurrido en ese entonces en el 
ambiente social y sicológico de generación en generación, fue mucho más 
marcado y vertiginoso que cualquier otro cambio similar ocurrido en épocas 
anteriores. El conflicto y el enfrentamiento a que dio lugar entre una y otra 
generación, se constituyó en tema de numerosas novelas de aquella época. 
También es significativo el hecho de que, a excepción de unos cuantos casos 
debidos a circunstancias individuales especiales, es muy poco lo que se habla 
en la literatura7, acerca de las luchas, problemas y desequilibrios de los 
adolescentes como fenómeno generalizado, antes de la mitad o finales del siglo 
diecinueve. A partir de la segunda fase del movimiento Romántico -y en 
particular en la poesía de Keats, Shelley, By'ron, Lamartine y de Vigny- aquel 
pasa a ser el tema favorito; este movimiento estuvo precedido por los 
comienzos de lo que llegaría a ser, antes de mitad del siglo, un importante estilo 
literario acerca de los niños y para los niños, que sería en parte reformista y 
humanitarios, en parte moral y moralizante9 a la vez, en parte profundamente 
interesado en la influencia del ambiente sobre el aspecto sicológico y la 
influencia de las actitudes y acciones de los adultos en la formación del 
carácter de los niñosl0. Y así fue como nació también en la Europa de la mitad 
del siglo diecinueve, un generalizado interés por la educación como principal 
instrumento de vida social; hacia el final de ese mismo siglo" (1898) se fundó 
en Londres la primera asociación para el estudio de la sicología infantil seguida 
poco después por la fundación de una asociación similar en París. 
LAS RAICES DEL CAMBIO OCURRIDO EN LA EPOCA 
CONTEMPORANEA 
Tres corrientes de pensamiento que emergieron a la superficie en el mundo 
Occidental del siglo diecinueve han tenido repercusiones cuyos ecos se 
alcanzan a oír en la actualidad. En primer lugar, debemos mencionar la teoría 
de la evolución de Darwin, formulada en el año 1859, que dio un golpe muy 
severo contra las rigideces y dogmas de la religión organizada. Desde entonces, 
la duda y el racioiialismo habían comenzado a reforzar con creciente intensidad 
la actitud agnóstica de la ciencia y contribuyeron a resquebrajar la tradicional 
' 
Los orígenes del cambia en el siglo diecinueve 27 
alianza entre los partidos políticos y los credos religiosos tanto conformistas 
como no-conformistas. Al mismo tiempo, la teoría de la evolución dio un 
inmenso- impulso a todas las ciencias biológicas y abrió nuevos horizontes a la 
investigación en este campo. Acaso no se quedó sin imprimir su huella en el 
trabajo de Marx y Engels; ciertamente fue una de las corrientes de 
pensamiento que más contribuyeron a que la gente relegara al olvido la idea de 
que el orden social imperante había sido establecido fundamentalmente por 
decreto divino y que, por lo tanto, no podría ser modificado radicalmente. Esta 
teoría constituyó un ataque de raíz contra las convicciones subconscientes 
sobre las cuales se había basado hasta entonces el orden social y al parecer 
proporcionaba una base objetiva a las filosofías pregonadas por la Revolución 
Francesa. 
La segunda gran corriente de pensamiento, cuyos efectos no se sintieron 
con toda su fuerza en Inglaterra sino hasta después de la Primera Guerra 
Mundial -aunque mucho antes de que estallara ya se habían manifestado los 
primeros destellos de esa corriente de pensamiento en los escritos de Sully y 
McDougall-, fue la que inició Sigmund Freudl2 con la publicación de sus 
trabajos sobre sicoanálisis. Dejando a un lado toda consideración sobre la 
verdad o falsedad de sus doctrinas y de la exactitud con que fueran 
diseminadas, entre las principales ideas enunciadas por Freud podemos 
mencionar tres que se destacan por la profunda influencia que han tenido en el 
pensamiento y la vida en la época contemporánea; en primer lugar, la noción 
de determinismo síquico que pareció derrumbar las bases mismas de la mayoría 
de las controversias filosóficas y religiosas que giraban alrededor de la cuestión 
del libre albedrío y la predestinación; en segundo lugar, la importancia que 
concedía a los procesos mentales inconscientes y subconscientes, con lo cual 
pareció dar el golpe de gracia a la noción de que los problemas humanos podían 
ser resueltos tan sólo con la ayuda de la razón; y por último, el hecho de 
conceder al impulso sexual el primer lugar como factor determinante del 
comportamiento normal y anormal del individuo lo cual, junto con su doctrina 
corolaria de los males que acarrea la represión, parecían amenazar con 
derrumbar desde sus cimientos las normas morales del siglo diecinueve. 
La tercera gran corriente de pensamiento que tanto ímpetu ha dado al 
cambio social, fue la que se inició con el trabajo de Karl Marx. El materialismo 
dialéctico de Marx13 constituyó un ataque directo a las filosofías idealísticas y 
dualísticas de la época que, en su concepto, favorecían sólo los intereses de las 
clases dirigentes. Su doctrina económica sacudió las bases de la sociedad 
industrial del siglo diecinueve al poner al descubierto y condenar la magnitud 
de la brecha existente en el sistema capitalista entre los salarios que se pagaban 
a los empleados y el precio de los excedentes y al proponer el comunismo como 
remedio político. Antes del año 1917, la mayoría de las revoluciones y los 
principales casos de transmisión del mando económico y político ocurrían en el 
seno mismo de las clases dirigentes. Marx, seguido de Lenín, predicó la 
dictadura del proletariado y la propiedad común de todos los medios de 
producción e intercambio. Esta revolución estaba llamada a transformar 
radicalmente la estructura política que había sido universalmente aceptada 
hasta entonces. 
28 Educación constructiva para los niños 
Cada una de estas corrientes de pensamiento se constituyó a su manera, 
en un poderoso fermento que preparó la vía durante la segunda mitad del siglo 
diecinueve, para los cambios cuyo impacto acumulado estamos sintiendo en la 
actualidad y sus repercusiones se han extendido a todos los confines del 
mundo. Sin embargo, es de gran importancia reconocer que estas ideas 
produjeron un golpe sin precedentes en la historia desde el punto de vista 
occidental acerca del papel del hombre dentro de la sociedad, de su relación 
consigo mismo y con el mundo circundante, y abrió el camino para la 
explotación tecnológica de la conquista de la naturaleza; la reforma 
protestante alteró la idea que tenía el hombre de su relación con Dios; en el 
siglo diecinueve y principios del siglo veinte se puso en tela de juicio la 
estructura entera de la sociedad occidental y la mayoría de las creencias, 
sistemas de valores y relaciones clásicas e institucionales que le servían de base 
- y todo ello ocurrió en una época en que el propio ambiente material y 
sicológico estaban pasando por un cambio masivo y generalizado. 
Muchos otros factores y agitaciones que se presentaron en la Europa del 
siglo diecinueve y principios del actual siglo veinte, podrían mencionarse por 
su contribución a las alteraciones producidas en la totalidad del ambiente 
socio-sicológico en que se levantaron los niños y adolescentes de la época, en 
particular hacia el final del siglo pasado y en la primera década del presente. 
Sin embargo, debemos señalar dos puntos principales. El primero de ellos 
es la idea de que los cambios producidos en la sociedad y en la personalidad 
humana a raíz de la segunda fase de la Revolución Industrial en Europa, son 
apenas comparables con los. que en época anterior provocara el Renacimiento. 
El segundo punto es que la transformación ocurrida en el mundo Occidental 
durante la segunda mitad del siglo diecinueve y en las primeras décadas del 
presentesiglo -y las tensiones y presiones que ello impuso a los individuos, a 
los sectores sociales y a la sociedad en general- avanzaron a un ritmo 
incalculablemente más acelerado que en cualquier otra época anterior de 13 
historia. La mayoría de los hombres y mujeres lograron sobreponerse y 
adaptarse a esas presiones y cambios, pero una minoría considerable no lo 
logró; la vida social y la literatura de esa época dan testimonio de los problemas 
y conflictos personales que surgieron en ese entonces. 
NOTAS 
1. 
2. 
3. 
4. 
Gran parte de lo que se dice a lo largo de este capítulo se basa en u n reciente trabajo del 
presente escritor: fhild of our Times. London, National Children’s Homes, 1958. 
James Elroy Flecker: ‘A un poeta de hace mil años’. 
Trevelyan, G.M. English social history . Chaucer to Queen Victoria. LondoniLongmans Green, 
1947. 
Desde luego, la esencia del cambio comenzó mucho antes, entre 1801 y 1851 la población 
inglesa aumentó de 9 millones hasta cerca de 18 millones de habitantes, y hacia 1901 ya 
sobrepasaba los 32 millones. E n el proceso de urbanización hubo dos factores coadyuvantes 
m u y importantes: el cercado de los terrenos públicos que culminó con el Acta de los 
Cercados de 1845 que acabó con las comunidades pueblerinas tradicionales; y por otra 
Los orígenes del cambio en el siglo diecinueve 29 
5. 
6. 
7. 
8. 
9. 
10. 
11. 
12. 
13. 
parte, el enorme aumento en la importación de trigo extranjero, más barato que se dio a 
partir de 1875. Hacia el año de 1901, tan solo el 23% de la población se encontraba en el 
campo. Mientras tanto, la población de Europa aumentó de 187 millones en 1800, hasta 266 
en 1850 y 401 millones en 1900. 
La literatura inglesa está llena de estos signos desde novelas como Mary Barton (1848) de 
Mrs. Gaskell, con su fiera conciencia de clase y su énfasis en la indiferencia que sobresale en 
el trato entre empleados y patrones, hasta Jude the Obscure (1896), una novela sobre un 
joven muy inteligente a quien le fue negada la oportunidad de educarse. Arnold Bennett, 
que escribió, mucho más tarde desde luego, describe la atmósfera de una súbita prosperidad 
y una súbita decadencia en varias de sus novelas de “Five Towns”. Son otras, el Chartismo 
(1837-48), el advenimiento de los Movimientos Gremiales y el Socialismo Radical, tan 
dogmático en The Dream of John Ball de Morris (1888) y News from nouhere (1891), el 
ataque a la Religión establecida y la hipocresía que vino con todo el sistema social en 
Erewhon (1872). Desde luego hubo una clandestina literatura pornográfica (ver: Marcus, S. 
The other Victorians). London, Weidenfeld & Nicholson, 1966), los cuales representaban la 
imagen diametralmente opuesta al moralismo. 
Como señala Trevelyan (English social histor-y Op. cit., p. 484), después de Chapman a partir 
de 1829, el poder adquisitivo de los jornales aumentó y luego de The Great Exhibition de 
1851 se dio un aumento aún mayor. 
Vease: Kiell, N.K. The universal experience of adolescence. London, University of London 
Press, 1971. La mayoría de las referencias de Kiell son del siglo XIX o posteriores y las 
primeras tratan sobre todo de grupos sociales superiores o bien, en circunstancias muy 
específicas. A este respecto véase el tomo 11, capítulo 3. 
Cf. los muchos cuadros de infancia en la miseria, de las obras de Dickens, la obra de Robert 
Owen, la agitación de Robert Peel the Elder (el mayor) para el control de las condiciones 
laborales por parte del Estado. Muchos de los primeros poemas de Wordsworth y su 
“Prelude”, comenzado en 1799, son sensibles descripciones de cuadros de experiencias 
infantiles. María Edgeworth (1767-1849), mucho tiempo anterior, desde luego, en su Parent 
assistant (1796-1801) y otros libros, describía la infancia de una forma muy realista. 
Por ejemplo, Kingsley, The water babies. 
The way of allflesh, aunque no se publicó sino hasta 1903, luego de muerto Butler, es un 
admirable resumen de muchos rasgos sicológicos de la vida del siglo XIX y, particularmente, 
de los efectos de la movilidad social y de la influencia de las creencias y ambiciones de los 
padres en los niños. 
Cf. Herbert Spencer y posteriormente Durkheim. Véase además: Tempels, P. L’instruction 
du peuple (1864), que entre otras.cosas planteaba el establecimiento de la Ligue de 
L’enseignement. La educación universal y obligatoria se dio primero, al menos como 
proposición en otras partes: en Prusia (Ley de la Educación 1717); en algunos estados 
americanos; esta noción fue escrita en el estado eclesiástico de Ginebra de Calvino (1542); y 
en Escocia (Acta de la Disciplina 1598). 
Psycho-pathology of everyda-y lqe, 1904/Three Essays on the theory of sexuality, 1905/First 
International Psychoanalytic Congress, 1908. 
Das Kapital. Tomo 1. 1867. 
LECTITRAS COMPLEMENTARIAS 
Appelbaum, R. P. Theories of wrial rhangc. Loridon, Markham, 1970. 
Gotesky, R.; Laszlo, E., eds. Eriolurion-rr,1o/cition. Loridon. Gordori R Breach, 1971. 
Capítulo 2 
Los antecedentes sico-sociales 
de la personalidad occidental 
contemporánea 
LOS MECANISMOS DEL CAMBIO 
Los procesos de cambio que ocurren actualmente en todo el mundo siguen 
numerosos cauces, algunos de los cuales se abrieron definitivamente fuera e 
independientemente de la tradición europea. Sin embargo, uno de los 
fenómenos típicos de nuestro tiempo, a sido la gran influencia que ha ejercido 
el fermento intelectual de la Europa del siglo diecinueve y de este siglo veinte 
en toda clase de cambios y acontecimientos ocurridos en el resto del mundo. Es 
más, fuera de Europa se han presentado muchos fenómenos a los que nosotros, 
quizá por orgullo de raza, damos el calificativo de “europeización” o 
americanización”, pero que son simplemente el resultado de la aparición en 
otras partes del mundo, de condiciones similares a las nuestras más bien que un 
caso directo de imitación cultural. Además, a medida que se diseminan por el 
mundo nuevas ideas y aspiraciones, éstas comienzan a interactuar con los 
conceptos y creencias autóctonas de los distintos pueblos, con sus costumbres 
más hondamente arraigadas y con su folclor popular, todo lo cual ciertamente 
reviste todo cambio con sus matices peculiares, pero que nunca pueden 
detener su ímpetu. Hablando con criterio sumamente realista, podemos 
afirmar que los países desarrollados, entre ellos especialmente los más 
avanzados, han penetrado hasta cierto punto profundamente en el porvenir 
para señalar el rumbo que a la larga habrá de seguir el mundo entero; por lo 
tanto, todo cuanto nos está ocurriendo ahora tiene implicaciones de carácter 
profético para el resto de la humanidad. 
En los años siguientes a la Primera Guerra Mundial, Europa cambió 
totalmente su faz en comparación con lo que era a principios del siglo. Los 
cuatro años del conflicto armado desencadenáron una avalancha tan 
vertiginosa de acontecimientos intelectuales y emocionales en casi todos los 
países de Europa, que el período de 1914-18 puede considerarse como un 
abismo que se interpone entre dos épocas, la anterior a la guerra y la posterior a 
ella, y en el cual quedaron sepultadas todas las convicciones y creencias 
predominantes en el siglo diecinueve. 
La Segunda Guerra Mundial hizo acelerar aún más este mismo proceso. 
f r 
L o s anteredentes sico-sociales de la personalidad occidental contemporánea 31 
La clase de sociedad que se ha estado configurando en Europa y en 
Norteamérica desde mediados del presente siglo, muestra una faz tan 
profundamente diferente a la de otras épocas, que incluso al compararla con la 
sociedad del interludio entre las dos guerras mundiales, nos resulta difícil 
revivir las convicciones en que basaron sus vidas nuestros antepasados más 
cercanos, y aún nuestros propios padres y abuelos. Uno se siente inclinado a 
creer que todo cuanto estamos experimentando ahora es una especie de 
mutación resultante de esas dos guerras pero, tal como hemos dicho antes, las 
raíces de nuestros actuales dilemas y cambios

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