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Trastorno Distímico

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PSICOLOGIA GENERAL
TEMA: LA DISTIMIA.
INTRODUCCION.
Muchas veces existen condiciones o situaciones que afectan nuestro estado emocional de forma negativa, y decimos que solo es un mal momento o una mala racha o el simple hecho de decir “no me siento bien” y con eso cerramos y no damos continuidad a esos malestares que tenemos. Ya has notado que no sientes entusiasmo a realizar tus actividades diarias o no tienes motivación, sientes una sensación de tristeza y vació, falta de apetito, cansancio y no duermes bien, pues esto no es normal y no, no es una mala racha. Es importante tener un pensamiento crítico y preguntarnos ¿por qué me siento así?, ¿es normal? Esto nos ayudara a investigar a profundidad síntomas y actitudes que estemos tomando y podremos determinar si tenemos algún padecimiento y tratarlo.
 
La distimia, también conocida como trastorno distímico, es un trastorno del estado de ánimo crónico y de larga duración que afecta la manera en que una persona se siente, piensa y maneja las actividades diarias. Aunque menos grave que la depresión mayor, la distimia puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen.
DISTIMIA.
Es un trastorno del estado de ánimo crónico y de larga duración que se caracteriza por la presencia persistente de síntomas depresivos de intensidad más baja que los experimentados en la depresión mayor. Las personas que sufren de distimia suelen experimentar una tristeza continua, pérdida de interés o placer en actividades cotidianas, baja autoestima y problemas para concentrarse. A diferencia de la depresión mayor, los síntomas de la distimia deben persistir durante al menos dos años en adultos (o un año en niños y adolescentes) para cumplir con los criterios diagnósticos.
Aunque la distimia no suele incapacitar de la misma manera que la depresión mayor, puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. 
La distimia es una entidad psicopatológica compleja por su heterogeneidad y comorbilidad con una prevalencia del 3-5% en la población general (Gallardo-Moreno, Jiménez-Maldonado, González-Garrido, & Villaseñor-Cabrera, 2013; Keller, 1994; Kessler et al., 1994; Leader & Klein, 1996) y 20-36% en población psiquiátrica (Markowitz, Moran, Kocsis, & Frances, 1992). Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo (Organización Mundial de la Salud, 2012). La edad media de inicio de los trastornos de estado de ánimo (incluida la distimia), se encuentra en la mayoría de los estudios entre los 13-14 años, con una prevalencia en adolescentes del 3,4% y sin diferencia entre géneros (Canals, Hernández, Sáez, & Arija, 2018; Costello, Erkanli, & Angold, 2006; Merikangas et al., 2010; Ormel et al., 2015; Sequeira, Lewis, Bonilla, Smith, & Joinson, 2017). La distimia fue catalogada inicialmente como una patología menor. Sin embargo, las limitaciones funcionales (nivel social, laboral y familiar) pueden llevar a considerarla una patología grave, como lo hacen Markowitz y colaboradores (1992). Según Klein, Schwartz, Rose y Leader (2000) los pacientes afectados tienden a experimentar mayor acumulación de síntomas, más intentos de suicidio, hospitalizaciones y deterioro social con respecto a pacientes con depresión mayor episódica. La proporción de personas que padecen distimia que consulta al psiquiatra puede llegar a ser elevada, con hasta un 36% en el estudio de Markowitz y colaboradores (Markowitz et al., 1992).
ORIGEN DEL NOMBRE (DISTIMIA)
 El término "distimia" proviene del griego "dysthymia", que significa "mal estado de ánimo". Este nombre refleja la naturaleza persistente y generalmente menos intensa de la distimia en comparación con la depresión mayor.
La causa de la distimia es multifactorial. Su origen apunta a una causa orgánica, activada por factores psicosociales como el estrés, el desarraigo, el acoso moral, la falta de estímulos y premios en la infancia, personalidades autoexigentes y perfeccionistas.
Dicho término fue empleado a finales de los años 70 por el psiquiatra Robert Spitzer en sustitución de los conceptos «depresión neurótica» y «personalidad depresiva», utilizados hasta entonces.2​
Un nuevo cambio en la quinta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V) es la modificación categórica de la distimia, cuyo nombre ha sido reemplazado por el de trastorno depresivo persistente.
Aunque el término distimia fue acuñado por Kahlbaum, su significado actual se inició en 1980, cuando aparece en el Manual Diagnóstico de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM) designando una depresión crónica de leve intensidad, distinguible de la depresión mayor.
CAUSAS.
Aunque no hay una causa única para la distimia, se cree que una combinación de factores biológicos, genéticos, psicológicos y ambientales contribuyen a su desarrollo. La interacción entre estos factores puede variar de una persona a otra.
Los tratamientos para la distimia suelen incluir terapia psicológica (como la terapia cognitivo-conductual) y medicamentos antidepresivos. La combinación de ambas modalidades de tratamiento puede ser más efectiva para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
SINTOMAS.
Aunque comparte similitudes con la depresión mayor o DM (como estado de ánimo triste, llanto, irritabilidad, etc.), la distimia presenta síntomas menos intensos y otras características que la distinguen:
	•	Los síntomas suelen empeorar por la tarde en lugar de por la mañana, como ocurre en la DM.
	•	Se experimenta dificultad para conciliar el sueño en lugar de despertarse temprano, como en la DM.
	•	Puede haber un aumento en la ingesta alimentaria, mientras que la DM se asocia con anorexia y pérdida de peso.
	•	A pesar de la falta de apetito inicial, se conserva la capacidad para disfrutar de actividades placenteras, lo cual no sucede en la DM (anhedonia).
	•	Suele disminuir el interés por las actividades diarias, pero se mantiene cierto impulso para llevarlas a cabo, a diferencia de la DM, donde el paciente puede carecer de energía para hacer cualquier cosa (anergia). 
Además de estos síntomas, es común que se presente fatiga, sensación de vacío, dificultad para concentrarse, sentimientos de culpa y rumiación sobre errores pasados. Los individuos afectados suelen tener una actitud persistentemente pesimista, junto con sentimientos de desesperanza y baja autoestima. Sus quejas frecuentes y su irritabilidad pueden provocar rechazo por parte de su entorno, lo que contribuye a su aislamiento
FACTORES DE RIESGO.
 La distimia comienza en una temprana edad como en la infancia, adolescencia y la juventud.
Hay algunos factores que aumentan el riesgo de la distimia, estos son:
 Tener un pariente consanguíneo (padre, madre o hermano/a) con trastorno depresivo
 Eventos traumáticos puede que sea la muerte de un ser querido o graves problemas económicos.
Tener una perspectiva negativa, como baja autoestima, ser demasiado dependiente o autocrítico y pensar siempre en que ocurrirá lo peor.
No dar la importancia debida y evitar todo tipo de motivación o tratamiento.
TRATAMIENTOS.
Los dos tratamientos principales para la distimia son medicamentos y la psicoterapia. Lo que el psiquiatra o psicólogo le medique a un paciente con distimia puede depender de estos factores:
● Gravedad de síntomas
● El deseo de explorar cuestiones emocionales que afecten tu vida.
● Los métodos de tratamiento previos.
● La tolerancia a los medicamentos
● Otro tipo de problemas emocionales que pueda tener el paciente.
Prevenciones
Debido a que la distimia suele comenzar durante la niñez o la adolescencia no hay una
manera definitiva de prevenirla. Pero hay estrategias que pueden ayudar a reducir los síntomas, estos son:
● Tomar medidas para controlar el estrés.
● Acercarse a la familia o amigos.
● Conseguir tratamiento ante el primer signo de un problema.
● hacer tratamiento de larga Considerar duración.
ACTITUD DE MÉDICO A PACIENTE.
Losprofesionales de la salud deben adoptar una actitud comprensiva y empática hacia los pacientes con distimia. Un enfoque integral que combine la terapia y, en algunos casos, la medicación, puede ser crucial. La educación del paciente sobre el trastorno y la promoción de la adherencia al tratamiento son esenciales para el manejo efectivo de la distimia.
Ante la distimia, que es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por una depresión crónica de baja intensidad, el personal médico debería tomar las siguientes medidas:
● Realizar una evaluación exhaustiva del paciente para confirmar el diagnóstico de
distimia y descartar otras condiciones médicas o psiquiátricas que puedan estar presentes.
● Proporcionar apoyo emocional al paciente y educarlos sobre su trastorno, incluyendo
información sobre síntomas, pronóstico y opciones de tratamiento.
● Considerar la derivación a un psiquiatra o psicólogo para una evaluación y
tratamiento especializado.
● Desarrollar un plan de tratamiento individualizado que pueda incluir terapia
psicológica, medicamentos antidepresivos y cambios en el estilo de vida.
● Realizar un seguimiento regular del paciente para monitorear su progreso y ajustar el
plan de tratamiento según sea necesario.
El entorno del paciente que padece distimia, incluyendo familiares, amigos y compañeros de
trabajo, juega un papel crucial en su proceso de recuperación y bienestar emocional. Aquí hay
algunas formas en que el entorno del paciente puede reaccionar de manera efectiva:
● Mostrar empatía y comprensión: Es importante que los seres queridos demuestren
empatía y comprensión hacia la persona que padece distimia. Esto implica escuchar
activamente, validar sus sentimientos y estar presentes para ofrecer apoyo emocional.
● Evitar el estigma y la culpa: El entorno debe evitar el estigma relacionado con la salud
mental y evitar culpar o juzgar a la persona por su condición. En su lugar, se debe reconocer que la distimia es una enfermedad médica que requiere tratamiento y apoyo.
● Brindar apoyo práctico: El entorno puede ofrecer apoyo práctico en la vida diaria, como ayudar con las tareas domésticas, acompañar a la persona a las citas médicas o simplemente estar presente para escuchar y hablar.
● Fomentar la búsqueda de ayuda profesional: Se debe animar a la persona a buscar ayuda profesional, como terapia psicológica o psiquiátrica, y a seguir su plan de tratamiento.
El entorno puede ofrecer acompañamiento y motivación para que la persona siga adelante con el tratamiento.
● Promover un ambiente de cuidado y comprensión: Es importante crear un ambiente seguro y de apoyo donde la persona se sienta cómoda compartiendo sus sentimientos y experiencias. Esto puede ayudar a reducir el aislamiento y la sensación de soledad que a menudo acompaña a la distimia.
	CONCLUSIONES.
La distimia representa un desafío persistente para aquellos que la padecen, pero con el tratamiento adecuado y el apoyo continuo, es posible mejorar la calidad de vida. La comprensión profunda de los factores causales, la identificación temprana de los síntomas y la implementación de estrategias preventivas son fundamentales en el abordaje integral de este trastorno del estado de ánimo.
Teniendo en cuenta todos los aspecto explicados de la distimia, es importante concientizar a las personas de la importancia de la salud mental y emocional, cada sentimiento que nos invade negativamente tiene un porque y hay que darle la importancia debida, ya sabemos que detrás de cada patología hay muchas circunstancia y condiciones que hacen que una persona llegue a padecerlas pero es importante buscar la ayuda profesional o informarnos correctamente del tema para poder superar cualquier tipo de problemas que afecten nuestra calidad de vida. 
REFENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
 American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5th ed.). Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
		Kessler, R. C., & Walters, E. E. (1998). Epidemiology of DSM-III-R major depression and minor depression among adolescents and young adults in the National Comorbidity Survey. Depression and Anxiety, 7(1), 3-14.
		Klein, D. N., Shankman, S. A., & Rose, S. (2006). Ten-year prospective follow-up study of the naturalistic course of dysthymic disorder and double depression. American Journal of Psychiatry, 163(5), 872-880.
https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/persistent-depressive-disorder/sym
https://www.tdx.cat/bitstream/10803/668357/1/TESI.pdf.
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