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E N F E R M E D A D E S B A C T E R I A N A S Y V Í R I C A S T R A N S M I T I D A S D E P E R S O N A A P E R S O N A 933 U N ID A D 6 ocasiones, los estreptococos del grupo A provocan infecciones sistémicas invasivas fulminantes (rápidas y graves), como celu- litis, una infección de las capas subcutáneas de la piel, y fascitis necrotizante, una enfermedad rápida y progresiva que origina una destrucción muy extensa de tejido subcutáneo, músculo y tejido adiposo (Figura 29.10). La fascitis necrotizante es el tér- mino clínico que describe la afección causada por las «bac- terias carnívoras». En estos casos, tanto las exotoxinas SpeA, SpeB, SpeC y SpeF, como la proteína M de la superficie bacte- riana, funcionan como superantígenos; la inflamación asociada origina una destrucción tisular generalizada, y puede ser letal (Figura 29.10). Las infecciones por S. pyogenes no tratadas, o insuficiente- mente tratadas, pueden provocar otras afecciones graves entre 1 y 4 semanas después del inicio de la infección. Por ejemplo, la respuesta inmune al patógeno invasor puede producir anticuer- pos que presentan reacción cruzada con antígenos de tejido del rápido y completo, ya que la ausencia de este en infecciones de estreptococos del grupo A puede conducir a enfermedades secundarias graves como la escarlatina, la fiebre reumática, la glomerulonefritis aguda y el síndrome del choque tóxico estrep- tocócico. Por otra parte, si el dolor de garganta es de origen vírico, el tratamiento con antibióticos resulta ineficaz y úni- camente favorece la resistencia de la microbiota normal a los medicamentos. Los centros médicos de atención primaria tienen a su alcance y usan de forma rutinaria diversos métodos clínicos para diag- nosticar con rapidez la faringitis estreptocócica. Entre dichos métodos, se encuentran varios sistemas de detección rápida del antígeno que contienen anticuerpos específicos contra las proteínas superficiales de S. pyogenes ( Sección 27.9). Una confirmación más exacta de la infección se puede llevar a cabo mediante el cultivo de S. pyogenes en un medio de cultivo con agar sangre a partir de muestras tomadas de la garganta o de otras lesiones sospechosas (Figura 29.8). Sin embargo, en con- traste con las pruebas rápidas, los resultados de un cultivo pue- den tardar hasta 48 h, y semejante retraso en el tratamiento puede tener, como vamos a ver, efectos adversos. Escarlatina, fiebre reumática y otros síndromes estreptocócicos del grupo A Algunas cepas de estreptococos del grupo A son portadoras de un bacteriófago lisogénico que codifica la exotoxina piro- génica A (SpeA), la SpeB, la SpeC y la SpeF. Estas exotoxinas son las responsables de la mayoría de los síntomas del síndrome del choque tóxico estreptocócico y de la escarlatina (Figura 29.9). Las exotoxinas pirogénicas estreptocócicas son superantíge- nos que reclutan masivamente células T a los tejidos infectados ( Secciones 23.9 y 23.9). El choque tóxico se produce cuando las células T activadas secretan citocinas que, por su parte, acti- van gran cantidad de macrófagos y neutrófilos, causando una severa inflamación y la destrucción de los tejidos. La escarlatina, cuyos síntomas son dolor de garganta, fiebre y una erupción característica (Figura 29.9), se puede tratar con antibióticos inmediatamente, o bien puede curarse por sí sola, pero se recomienda siempre iniciar un tratamiento, ya que, en caso contrario, pueden producirse afecciones no deseables. En Figura 29.8 B-hemolisis. La capacidad de una bacteria para lisar los glóbulos rojos y formar una zona clara alrededor de una colonia en un cultivo de agar sangre, indica la secreción de la proteína �-hemolisina. Véanse también Figuras 23.18a y 29.4b. M ic h a e l T. M a d ig a n Figura 29.9 Escarlatina. Erupción típica de la escarlatina debida a la actividad de exotoxinas pirogénicas producidas por Streptococcus pyogenes. F ra n k lin H . To p Figura 29.10 Fascitis necrotizante (bacterias comedoras de carne). Infección de los tejidos blandos de un antebrazo humano por Streptococcus pyogenes del grupo A. La carne del brazo se ha abierto por la infección, y deja al descubierto la fascia muscular y los tejidos internos infectados. https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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