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E N F E R M E D A D E S B A C T E R I A N A S Y V Í R I C A S Y T R A N S M I T I D A S P O R V E C T O R E S . . . 977 U N ID A D 6 los síntomas son manifiestos, por lo que los fallecimientos son raros. El carbunco intestinal es muy poco frecuente y se debe a la ingestión de esporas de B. anthracis (Figura 30.20b) con la carne poco hecha de animales enfermos. Los síntomas de la car- bunco intestinal incluyen dolor abdominal, diarrea con sangre y lesiones parecidas a úlceras por todo el tubo digestivo. En esta etapa sigue siendo tratable, pero debido a su infrecuencia, es fácil que no se diagnostique bien. Como resultado, casi la mitad de los casos de carbunco intestinal resultan mortales. El carbunco pulmonar es la forma más grave de la enferme- dad y resulta mortal en casi todos los casos (Figura 30.21c, d). Se produce a partir de la inhalación de endosporas de B. anthracis y, junto con el carbunco cutáneo, es un riesgo laboral para los trabajadores agrícolas que procesan lana y pieles (el carbunco pulmonar también se conoce como «enfermedad del esquila- dor»). En el carbunco pulmonar, el microorganismo entra en el torrente circulatorio desde el polvo inhalado o las descama- ciones cutáneas de los animales, y se multiplica para volverse sistémico. La toxemia galopante derivada de este crecimiento desbocado de B. anthracis desencadena el choque septicémico y la acumulación de líquido en los pulmones (Figura 30.21c), lo que puede acabar con la vida de un paciente en menos de un día. Prevención y vacunas El carbunco no se puede prevenir completamente porque el reservorio del microorganismo es el suelo. Sin embargo, se puede evitar limitando la exposición directa a los animales de granja y es fácil tratarlo con antibióticos. Para la forma cutánea este es el tratamiento rutinario, pero la terapia con antibióticos es menos eficaz contra la carbunco intestinal y especialmente contra la carbunco pulmonar. Cuando se consigue diagnosti- car esta última, la enfermedad ha progresado hasta un punto en el que suele ser demasiado tarde para salvar al paciente. Existe una vacuna contra el carbunco, pero como la enfermedad es tan poco frecuente, solo se recomienda a las personas de alto riesgo, como los científicos que trabajan con el microorganismo, los ganaderos o los trabajadores de mataderos, y el personal militar (por razones bioarmamentísticas). También existe una vacuna eficaz y barata contra el carbunco con la que vacunar al ganado, sobre todo vacas, ovejas, cabras y caballos. MINIRREVISIÓN ¿Cuáles son los principales factores de virulencia de Bacillus anthracis? ¿Cuáles son las tres formas del carbunco y cuál es la más peligrosa? 30.9 Tétanos y gangrena gaseosa El tétanos es una enfermedad grave que puede provocar la muerte. Aunque se puede prevenir por inmunización, todavía ocasiona más de 150.000 muertes al año, principalmente en los países de África y el sureste asiático. La gangrena gaseosa se debe a bacterias relacionadas con el patógeno del tétanos que crecen en los tejidos muertos, lo que conduce a una putrefac- ción gaseosa y a la pérdida de una extremidad infectada o la muerte por choque sistémico. Ambas enfermedades las provo- can clostridios. al pelo, la piel u otros materiales animales, o se pueden inge- rir, y entonces la enfermedad desarrollarse, permitiendo que las esporas de B. anthracis se transmitan a las personas. El car- bunco se da sobre todo en los animales de granja domesticados, en particular vacas, ovejas y cabras, y desde ellos se transmite a los humanos. Formas del carbunco humano El carbunco se puede manifestar en una de estas tres formas: cutánea (en la piel), intestinal y pulmonar (carbunco por inha- lación). En todas las formas, los síntomas de la enfermedad se deben a una serie de toxinas cuyo modo de acción se explicó cuando tratamos el carbunco como agente de bioterrorismo en la Sección 28.8. Las diferentes formas del carbunco muestran una gravedad creciente que depende principalmente del lugar del cuerpo en el que se excretan estas toxinas. La inusual cápsula proteica que rodea las células de B. anthracis (Figura 30.21a) es también un factor de virulencia importante, ya que impide que los macrófagos destruyan la bacteria después de ingerirla. En su lugar, las células de B. anthracis crecen dentro del macrófago, al que acaban destruyendo para acceder al torrente circulatorio. Casi todos los casos de carbunco humano son de carbunco cutáneo, en el que las esporas de B. anthracis entran por una lesión en la piel, germinan y acaban formando una pústula negra e inflamada que no duele (Figura 30.21b); esto en muy caracte- rístico de la enfermedad y permite el diagnóstico seguro incluso a pesar de que se ve solo en contadas ocasiones en la medicina clínica. En el carbunco cutáneo, la bacteria suele permanecer localizada y la enfermedad se puede tratar con facilidad. Aun- que el carbunco cutáneo es mortal para un 20 % de los que no reciben tratamiento, la mayoría de casos se tratan gracias a que Figura 30.21 Patología del carbunco. (a) La cápsula proteica de las células de Bacillus anthracis constituye un factor de virulencia importante porque impide que los macrófagos las destruyan. (b) El carbunco cutáneo, con su típico aspecto de costra negra, en el cuello de un paciente. (c, d) Carbunco pulmonar. (c) El pulmón se llena de células bacterianas (flechas) y líquido (zonas vacías). (d) A partir de la infección sistémica, las células de B. anthracis se pueden encontrar casi en cualquier parte, incluido el revestimiento del sistema nervioso central (flechas). C D C /P H IL C D C /P H IL (c) (d) C D C /P H IL C D C /P H IL , L a rr y S ta u ff e r (a) (b) https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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