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HAEMOPHILUS, PASTEURELLA 2022

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Universidad de Carabobo.
Escuela de Medicina “Dr. Witremundo Torrealba”
Departamento de Microbiología: Bacteriología.
3er año de Medicina.
Haemophilus y Pasteurella.
Prof: Lcdo Luis Medina 													INTEGRANTES
Carlos Cardenas
Lurdes Cardoso
Dilan Carrillo
Luis Castel
Jhoander Castillo
La Morita, Julio 2022
HAEMOPHILUS Y PASTEURELLA.
Los tres géneros más importantes de la familia Pasteurellaceae son Haemophilus, Actinobacillus y Pasteurella. Los miembros de esta familia son bacilos gramnegativos pequeños (0,2 a 0,3 x 1 a 2 |xm) no esporulados, inmóviles y aerobios o anaerobios facultativos. La mayoría tiene unas necesidades de crecimiento exigentes y precisa de medios enriquecidos para su aislamiento. Las especies pertenecientes al género Haemophilu, microorganismos bacilos pequeños y, en ocasiones pleomorfos, constituyen el patógeno humano más frecuente y relevante.
HAEMOPHILUS.
Pfeiffer describió H. influenzae por primera vez en 1892. En los años 30, Pittman identificó seis serogrupos basados en la composición de la cápsula polisacárida. En 1988, se aplicaron las primeras vacunas conjugadas eficaces para prevenir la infección por H. influenzae serogrupo b; desde entonces, la mayoría de los países occidentales la han incluido en sus programas nacionales de vacunación, siendo el resultado una reducción drástica en el número de infecciones. No obstante, según la OMS, la frecuencia de infecciones graves por H. influenzae del serogrupo b continúa siendo elevada, con no menos de dos millones de casos anuales; esto es debido a que la vacuna no se utiliza en un gran número de países subdesarrollados, pero, a su vez, muy poblados. 
	Dominio
	Bacteria 
	Reino 
	Eubacteria 
	Filo 
	Protobacteria 
	Clase 
	Gammaproteobacteria
	Orden 
	Pasteurelalles 
	Familia 
	Paseurelaceae
	Genero 
	Haemophilus 
	Especie 
	influence, aegyptus, ducreyi, aphrophilus, painfluenzae, haemolyticus, parahaemolyticus, paraphrophilus, segnis.
Taxonómicamente la Hemophilus influenzae se clasifica de la siguiente manera:
 La Haemophilus influenzae es la especie asociada con mayor frecuencia a enfermedades e infecciones entre ellas meningitis , bacteriemia , artritis séptica, neumonía , traqueobronquitis , otitis media , conjuntivitis , sinusitis y epiglotitis aguda. Estas infecciones, al igual que las endocarditis y las infecciones urinarias , pueden aparecer también en adultos, aunque son mucho menos comunes. en pacientes pediátricos antes de la introducción de la vacuna frente a H. influenzae tipo b (HIB).
El biogrupo aegyptius de H. influenzae (antes denominado H. aegyptius) puede causar conjuntivitis mucopurulenta y fiebre purpúrica brasileña bacteriémica. H. ducreyi causa chancroide . El H. parainfluenzae y el H. aphrophilus rara vez son causa de bacteriemia, endocarditis y abscesos cerebrales.
FISIOLOGÍA Y ESTRUCTURA
 	Son Bacilos gramnegativos pequeños (0,2 a 0,3 x 1 a 2 |xm) no esporulados inmóviles y aerobios o anaerobios facultativos. La mayoría de las especies de Haemophilus necesitan para su crecimiento (especialmente su cultivo) el uso de medios enriquecidos con sangre o productos hemáticos (haemophilus viene del griego haema, sangre, y philos, amante) para su optimo crecimiento.
Este requisito se atribuye a la necesidad de hematina exógena, dinucleótido de nicotinamida y adenina (NAD), o ambos, factores de crecimiento, también denominados factor X (hematina) y factor V (NAD), están presentes en los glóbulos rojos. En los medios de cultivo no se obtienen concentraciones optimas a menos que los eritrocitos se lisen mediante calor leve (agar chocolate) o se añadan por separado como un suplemento. Aunque los eritrocitos son la única fuente conveniente de hematina, es posible proporcionar cantidades suficientes de NAD por medio de algunas otras bacterias y levaduras. Las diversas especies de Haemophilus se definen por sus requisitos de hematina, NAD, o ambas; dependencia de CO2, y otras características de cultivo.
La estructura de la pared celular de Haemophilus: Su superficie de incluye pelos y una membrana externa similar a la estructura de otras bacterias gramnegativas. La pared celular posee un lipopolisacárido con actividad de endotoxina, y la membrana externa presenta incluye proteínas (HMW1, HMW2) específicas de cepa y específicas de especie. 
Los Haemophilus que cumple con los requisitos de H. influenzae puede tener una capsula o no tenerla. Aquellos que si la poseen se dividen en seis serotipos (a hasta f) con base en el antígeno capsular de polisacárido. La capsula del tipo b está formada por un polímero de ribosa, ribitol y fosfato, denominado fosfato de polirribitol (PRP). Estos polisacaridos de la superficie están sumamente relacionados con la virulencia, en particular en H. influenzae tipo b (Hib).
Los H. influenzae no encapsulado y, por ende, sin posibilidad de tipificación, puede clasificarse a través de diversos esquemas de determinación del tipo basados en las proteínas de la membrana externa y otros factores, pero no tiene asociación conocida con virulencia. H. influenzae no produce exotoxinas conocidas.
 Con anterioridad a la introducción de la vacuna HIB, el serotipo b de H. influenzae era el responsable de más del 95% de las infecciones invasivas por Haemophilus. Casi todas las enfermedades causadas por este serotipo han desaparecido tras la introducción de esta vacuna. En la actualidad, los serotipos c y f y los serotipos no encapsulados de H. influenzae producen la mayor parte de las infecciones por H. influenzae.
Además de la diferenciación serológica de H. influenzae, la especie se subdivide en ocho biotipos (I hasta V III) de acuerdo con las tres reacciones bioquímicas siguientes: producción de indol, actividad ureasa y actividad ornitina descarboxilasa. La separación de estos biotipos es útil con fines epidemiológicos y para su utilidad clínica.
En conclusión, se puede decir que la H. influenzae se subdivide del siguiente modo:
 1) Según el serotipo desde la a hasta la f (determinados por la presencia de antígenos capsulares; el tipo b es el más importante).
 2) Según el biotipo desde I hasta VIII (determinados por sus propiedades bioquímicas).
 3) Biogrupos (el biogrupo aegypticus es el más relevante desde el punto de vista clínico)
PATOGENIA E INMUNIDAD:
 	Las especies pertenecientes al género Haemophilus, en especial Haemophilus parainfluenzae y las cepas de H influenzae no encapsulado, colonizan el tracto respiratorio superior en prácticamente todos los individuos durante los primeros meses de vida. Estos microorganismos se pueden diseminar localmente y producir enfermedad en los oídos (otitis media), los senos (sinusitis) y el tracto respiratorio inferior (bronquitis, neumonía). Sin embargo, la enfermedad diseminada es relativamente infrecuente. Por el contrario, H. influenzae encapsulado (principalmente el serotipo b [biotipo I]) aparece de forma infrecuente o en un número muy bajo en el tracto respiratorio superior, si bien constituye una causa frecuente de enfermedad respiratoria en niños no vacunados (p. ej., meningitis, epiglotitis [laringitis obstructiva], celulitis). 
Los pili y las adhesinas no relacionadas con los pili intervienen en la colonización de la orofaringe por H. influenzae. Los componentes de la pared celular bacteriana (lipopolisacáridos y glucopéptidos de bajo peso molecular) alteran la función ciliar y ocasionan daños en el epitelio respiratorio. A continuación, las bacterias se pueden translocar a través de células epiteliales y endoteliales para ingresar en el torrente circulatorio. En ausencia de anticuerpos opsonizantes específicos dirigidos contra la cápsula polisacarídica, se puede producir una bacteriemia con un gran número de bacterias y diseminación a las meninges u otros focos distales.
 El principal factor de virulencia de H. influenzae tipo b es la cápsula antifagocítica polisacarídica, la cual contiene ribosa, ribitol y fosfato (conocido normalmente como fosfato de polirribitol [PRP]). Los anticuerpos frente a la cápsulasuponen un estímulo importante de la fagocitosis bacteriana y la actividad bactericida mediada por el complemento. Estos anticuerpos se desarrollan como consecuencia de una infección natural, la vacunación con PRP purificado, o la transferencia pasiva de anticuerpos maternos. 
La gravedad de la enfermedad sistémica se relaciona de forma inversa con la tasa de eliminación de las bacterias del torrente sanguíneo. El riesgo de meningitis y epiglotitis es significativamente mayor en los pacientes carentes de anticuerpos frente a PRP, aquellos con reducción del complemento o los sometidos a una esplenectomía. El componente lipopolisacarídico lípido A ha inducido inflamación meníngea en un modelo animal y podría desencadenar esta respuesta en el ser humano. H, influenzae (tanto las cepas encapsuladas como las no encapsuladas) produce proteasas de inmunoglobulina (Ig) Al que pueden facilitar la colonización de las superficies mucosas por parte de los microorganismos al interferir con la inmunidad humoral. Además, que, La endotoxina de lipopolisacárido en la pared celular es toxica para las células respiratorias ciliadas y cuando circula por el torrente sanguíneo, produce todas las características de la endotoxemia.
EPIDEMIOLOGÍA:
 Las especies de Haemophilus es un patógeno estrictamente humano y no tiene fuentes animales o ambientales conocidas. Se encuentran presentes en casi todas las personas, en las que colonizan principalmente las membranas mucosas del tracto respiratorio, El contagio ocurre por gotas
respiratorias, al igual que con el estreptococo. H parainfluenzae constituye el 10% de la flora bacteriana de la saliva, y Haemophilus aphrophilus, Haemophilus paraphrophilus y Haemophilus segnis se localizan predominantemente en la superficie de los dientes. 
· Antes de la introducción de las vacunas conjugadas frente a H. influenzae tipo b, se estimaba que cada año ocurrían alrededor de 20.000 casos anuales de enfermedad invasiva por este patógeno en niños menores de 5 años.
· Desde la introducción de la vacuna conjugada en diciembre de 1987, prácticamente ha desaparecido la enfermedad sistémica en pacientes menores de 5 años en los países desarrollados.
· Se debe tener en cuenta que el éxito de la eliminación de la enfermedad por H. influenzae tipo b en EE.UU. no se ha disfrutado en numerosos países en vías de desarrollo en los que las campañas de vacunación no se han llevado a cabo de forma satisfactoria. Por consiguiente, H, influenzae tipo b continúa representando el principal patógeno pediátrico en muchos países. Se estima que cada año se registran 3 millones de casos de enfermedad grave y hasta 700.000 muertes en niños a nivel mundial.
Las infecciones de oído y los senos nasales producidas por estos microorganismos son fundamentalmente enfermedades pediátricas, si bien pueden afectar también a adultos. La enfermedad pulmonar afecta más a menudo a los ancianos, en especial a aquellos con antecedentes de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica o situaciones que predispongan a la aspiración (p. ej., alcoholismo, enfermedades mentales).
H. ducreyi es una causa importante de úlceras genitales (chancroide) en África y Asia, Y Países en vías de desarrollo.
ENFERMEDADES CLÍNICAS:
Meningitis: H. influenzae tipo b ha constituido la causa más frecuente de meningitis pediátrica, aunque esta situación se modificó rápidamente al generalizarse el uso de las vacunas conjugadas. La enfermedad en los pacientes no inmunizados se debe a la diseminación bacteriémica de los microorganismos desde la nasofaringe y no se puede distinguir desde el punto de vista clínico de otras causas de meningitis bacteriana. La presentación inicial corresponde a un cuadro respiratorio leve de vías altas de 1 a 3 días de duración, después del cual aparecen los signos y los síntomas característicos de la meningitis. La mortalidad es inferior al 10% en los pacientes que reciben un tratamiento precoz y una baja incidencia de secuelas neurológicas. Se diagnostica por medio de la microscopia del líquido cefalorraquídeo, cultivo y detección de antígenos. 
Epiglotitis: caracterizada por la celulitis y la inflamación de los tejidos supraglóticos, representa una urgencia con riesgo vital. Su incidencia máxima durante la era previa a la vacunación se observaba en niños de edades comprendidas entre 2 y 4 años; por el contrario, la incidencia máxima de la meningitis se registraba entre los 3 y los 18 meses de edad. Los niños aquejados de epiglotitis presentan faringitis, fiebre y dificultad respiratoria, la cual puede progresar con rapidez a una obstrucción completa del tracto respiratorio y la muerte.
Celulitis: es una enfermedad pediátrica producida por H. influenzae que ha sido eliminada en gran parte por la vacunación. Los pacientes tienen fiebre y una celulitis que se caracteriza por la aparición de placas azul-rojizas en las mejillas o las zonas periorbitarias. La presentación clínica típica, la celulitis proximal a la mucosa bucal y la ausencia de vacunación documentada en el niño son indicativas de este diagnóstico.
Artritis: Con anterioridad a la aparición de las vacunas conjugadas, la forma más frecuente de artritis en los niños menores de 2 años era una infección de una sola gran articulación derivada de la diseminación bacteriémica de H. influenzae tipo b. La enfermedad aparece en niños mayores y adultos, aunque es muy rara y suele afectar a pacientes inmunodeprimidos o sujetos con articulaciones dañadas previamente.
Se deben realizar hemocultivos para el diagnóstico de epiglotitis, celulitis, artritis o neumonía. Estos cultivos tienen una utilidad menor en el diagnóstico de las infecciones localizadas del tracto respiratorio superior (p. ej., sinusitis, otitis). Es preciso cultivar el material obtenido por aspiración directa para elaborar el diagnóstico microbiológico de ambas entidades
Otitis, sinusitis e infecciones del tracto respiratorio inferior: Las cepas no encapsuladas de H. influenzae (fundamentalmente, biotipos II y III) son patógenos oportunistas que pueden producir infecciones en los tractos respiratorios superior e inferior. Más comunes de otitis crónica y aguda, y de sinusitis. La neumonía primaria es infrecuente en los niños y adultos con una función pulmonar normal. Estos microorganismos suelen colonizar a sujetos aquejados de una enfermedad pulmonar crónica (como la fibrosis quística) y se asocian con frecuencia a la exacerbación de la bronquitis y la neumonía franca.
Conjuntivitis H. aegyptius: también llamado bacilo de Koch-Weeks, puede producir conjuntivitis aguda purulenta. Este microorganismo contagioso se asocia a diversas epidemias, especialmente a lo largo de los meses más templados.
Fiebre purpúrica brasileña: H. influenzae biogrupo aegyptius es el agente etiológico de la fiebre purpúrica brasileña, una enfermedad pediátrica fulminante caracterizada por conjuntivitis inicial seguida unos días después de una fiebre de comienzo agudo, vómitos y dolor abdominal. En los pacientes que no reciben tratamiento aparecen rápidamente petequias, púrpura y un cuadro de shock que termina con la muerte. 
Chancroide: El chancroide es una enfermedad de transmisión sexual que se diagnostica con mayor frecuencia en el hombre, caracterizada por la formación de una pápula dolorosa a la palpación con una base eritematosa en la región perianal o genital entre 5 y 7 días después de la exposición. La lesión se ulcera y torna dolorosa en un plazo de 2 días, y con frecuencia aparece una linfadenopatia inguinal. Para diagnosticar chancroide se deben excluir otras causas de úlceras genitales, como la sífilis y el herpes simple.
DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO:
 La microscopía es una prueba sensible para detectar H. influenzae en el líquido cefalorraquídeo (LCR), líquido sinovial y muestras del tracto respiratorio inferior. Resulta relativamente sencillo aislar muestras clínicas inoculadas en medio complementado con factores de crecimiento adecuados. El agar chocolate o agar de Levinthal se emplea en un gran número de laboratorios.Sin embargo, el factor V se destruye cuando el agar chocolate se calienta en exceso durante la preparación, lo que impide el crecimiento de las especies de Haemophilus que precisan del mismo para su desarrollo (p. ej., H. influenzae, H. aegyptius, H. parainfluenzae); por consiguiente, se debe probar cada preparación de medio antes de utilizarlo. Las bacterias aparecen como colonias opacas y lisas de L a 2 mm después de 24 horas de incubación. También pueden crecer alrededor de colonias de Staphylococcus aureus en agar sangre no calentado. Los estafilococos aportan los factores de crecimiento necesarios al lisar los eritrocitos presentes en el medio, liberar la hematina intracelular (factor X) y excretar NAD (factor V). Permite confirmar la infección sistémica, mientras que la demostración de los requerimientos de los factores X Y V determina, la especie. La utilidad de las pruebas antigénicas para H. influenzae tipo b se ha reducido como consecuencia de la introducción de la vacuna frente a este microorganismo. El antígeno se puede detectar en el LCR y la orina (donde el antígeno se elimina intacto). No obstante, la utilidad de esta prueba es limitada, ya que únicamente permite detectar H. influenzae tipo b, otros serotipos capsulares y cepas no encapsuladas no obtienen una reacción positiva. 
La Identificación de la H. influenzae se identifica con facilidad por la demostración de la necesidad de los factores X, Y, V y ciertas características bioquímicas. El establecimiento de biogrupos, la caracterización electroforética de los antígenos proteicos y el análisis de secuencias de ácidos nucleicos específicas de la cepa permiten clasificar este microorganismo en subgrupos.
TRATAMIENTO, PREVENCIÓN Y CONTROL:
Los pacientes con infecciones sistémicas por H. influenzae precisan de un tratamiento antimicrobiano precoz, dado que la tasa de mortalidad de los sujetos con meningitis o epiglotitis no tratada se acerca al 100%. Las infecciones graves se tratan con cefalosporinas de amplio espectro. Las infecciones menos graves, como las sinusitis y las otitis, se pueden tratar con ampicilina (si son sensibles a este antibiótico, ya que alrededor del 30% de las cepas es resistente), una cefalosporina activa, azitromicina o una fluoroquinolona. La mayoría de las cepas de H. ducreyi es sensible a eritromicina, el fármaco recomendado como tratamiento. El principal abordaje de prevención de la enfermedad por H. influenzae tipo b consiste en la vacunación activa con el antígeno PRP capsular purificado. Como se ha expuesto previamente, el uso de vacunas conjugadas ha tenido un gran éxito en la reducción de la incidencia de la enfermedad y la colonización por este patógeno. En la actualidad se recomienda que los niños reciban tres dosis de la vacuna frente a H. influenzae tipo b antes de cumplir 6 meses, seguidas posteriormente de dosis de recuerdo. La quimioprofilaxis antibiótica se emplea para eliminar el estado de portador de H. influenzae tipo b en niños que presentan un riesgo alto de padecer la enfermedad (p. ej., niños menores de 2 años en una familia o escuela infantil en la que se haya documentado una infección sistémica). En estos casos se ha utilizado la profilaxis con rifampicina.
CASO CLÍNICO: 
Paciente femenina de cinco meses de edad que ingresó al Hospital Nacional de Niños, “Dr. Carlos Sáenz Herrera” el 13-7-87 por presentar un cuadro clínico de 24 horas de evolución caracterizado por fiebre e irritabilidad. A su ingreso se documentó una paciente irritable, febril (39oC), con rigidez nucal y un Kerning dudoso, el resto del examen físico fue negativo. Se le realizó una punción lumbar la cual evidenció un líquido cefalorraquídeo (LCR) con aumento de las proteínas, una glucorraquia menor de dos terceras partes de la glicemia concomitante y una pleocitosis a predominio de segmentados, una tinción de Gram con bacilos pleomórficos gram negativos: en este momento se decidió tomar un hemocultivo e iniciar terapia con cloranfenicol a 100 mg/kg/día en cuatro tiempos; el cultivo del LCR y de sangre posteriormente fueron positivos por Haemophilus influenzae.
PASTEURELLA.
En el género Pasteurella se incluyen en la actualidad 20 especies que son, fundamentalmente, microorganismos patógenos de animales y que en ocasiones causan infecciones en el hombre. La mayoría de éstas están producidas por Pasteurella multocida, aunque también, con menor frecuencia, pueden afectar al hombre, Pasteurella canis, Pasteurella stomatis y Pasteurella dagmatis.
 Pasteur, en 1880, aisló por primera vez, de sangre de pájaros, P. multocida, caracterizándola morfológica y bioquímicamente. En 1885, Kit aisló el microorganismo de la sangre de ganado enfermo y lo llamó Bacterium bipolarmulticidium. Hueppe, en 1886, le denominó Bacterium septicemia haemorrhagica y empleó el término “septicemia hemorrágica” para describir la enfermedad causada por esta bacteria en los animales. Trabajos sucesivos de diferentes laboratorios reconocieron propiedades bioquímicas y morfológicas comunes entre las bacterias no hemolíticas que causaban septicemia hemorrágica en los animales y fueron agrupadas como Pasteurella septica en 1929, y como Pasteurella multocida en 1939. El primer caso de infección humana por P. multocida, tras la mordedura de un gato, fue descrito por Kapel y Holm en 1930.
En 1980 se describió un brote de infección nosocomial por P. multocida, pero no fue posible determinar su origen ni el mecanismo de transmisión. No se ha documentado transmisión persona a persona ni transmisión por el agua o los alimentos contaminados. En su taxonomía se describe de la siguiente manera.
	Dominio
	Bacteria 
	Reino 
	Eubacteria 
	Filo 
	Protobacteria 
	Clase 
	Gammaproteobacteria
	Orden 
	Pasteurelalles 
	Familia 
	Paseurelaceae
	Genero 
	Pasteurella 
	Especie 
	multocida, canis, bettyae, dagmatys, stomatis
FISIOLOGIA Y ESTRUCTURA: 
Pasteurella multocida es un cocobacilo gramnegativo, Aerobio-anaerobio facultativo, pequeño, inmóvil que suele mostrar tinción bipolar con algunas tinciones (Giemsa o sus equivalentes, azul de metileno). Puede observarse aislado, en parejas o en cadenas cortas. Carece de exigencias nutricionales, se desarrolla bien a 37ºC en agar sangre 5%, agar chocolate, agar Müeller-Hinton, agar infusión corazón-cerebro (BHI), pero que no crece en medio de MacConkey. catalasa +, oxidasa +, indol +, ODC +, fermenta glucosa, sacarosa y maltosa. Después de una noche de incubación en agar sangre se observan grandes colonias de aspecto mantequilloso con un característico olor rancio asociado la producción de indol. Se diferencian con facilidad de las colonias de otras bacterias pertenecientes a Pasteurellaceae
Pueden diferenciarse varios tipos capsulares (5 tipos) según su antigenicidad. La cápsula del tipo A esta compuesta por ácido hialurónico; el tipo B de arabinosa, manosa y galactosa; el tipo D de heparina; el tipo E no está caracterizado su componente; y el tipo F de condroitina. También se han diferenciado 16 serovariedades de lipopolisacáridos (LPS). La combinación de ambos tipos, capsulares y de lipopolisacárido permite hablar de tipos A:1, A:2, A:3, etc.
Se encuentra con frecuencia en la bucofaringe de los animales sanos. La mayor parte de las infecciones humanas se deben al contacto con animales (p. ej., mordeduras y arañazos de animales, comida compartida). Pasteurella multocida (la cepa más frecuente) y Pasteurella canis son patógenos humanos; las demás especies del género rara vez son responsables de infecciones en el ser humano.
 Pasteurella multocida posee los siguientes factores de patogenicidad: cápsula (tipos A a F); fimbrias de adhesión a receptores de N-acetil-D-glucosamina; proteína de membrana externa –OMPque es la proteína fijadora de hemoglobina (hgbA) con tres tipos diferentes (I, II y III); lipopolisacárido con 16 serotipos; una exotoxina dermonecrótica (DNT); un sideroforo quelante de hierro (multocidina); varias enzimas extracelulares (lipasa, hialuronidasa); y plásmidos de resistencia a los antibióticosy de producción de toxina. 
PATOGENESIS:
Los microorganismos de a saliva del animal son inoculados en la piel tras una mordedura, los polisacáridos capsulares permiten la proliferación local de las bacterias que evaden la fagocitosis por las células polimorfonucleares pudiendo desarrollar celulitis y más rara vez septicemia.
Se han descrito las siguientes tres formas de enfermedad: 1) celulitis localizada y linfadenitis tras una mordedura o un arañazo de un animal (P. multocida por contacto con gatos o perros; P. canis por contacto con perros); 2) exacerbación de la enfermedad respiratoria crónica en sujetos con una alteración de base de la función pulmonar (supuestamente debida a la colonización de la bucofaringe del paciente seguida de la aspiración de secreciones orales), y 3) infección sistémica en individuos inmunodeprimidos, especialmente en los que presentan una hepatopatía subyacente.
Las infecciones de piel y tejidos blandos, tras mordeduras o arañazos, son las formas de presentación más frecuente. La infección se caracteriza por el rápido desarrollo de una celulitis, con o sin formación de abscesos, y drenaje purulento o serosanguinolento por la herida. Por inoculación directa o por extensión, pueden afectarse huesos y articulaciones originando osteomielitis y artritis séptica, aunque estas complicaciones son raras. Se han descrito infecciones óseas y articulares por diseminación hematógena, especialmente en pacientes con artritis reumatoide, prótesis articulares, y pacientes en tratamiento con corticoesteroides. Las infecciones del tracto respiratorio siguen en frecuencia a las infecciones de heridas. Pasteurella multocida puede colonizar el tracto respiratorio superior de personas que viven en contacto con animales, especialmente cuando existe una patología respiratoria subyacente como EPOC o bronquiectasias. En estas circunstancias, P. multocida puede comportarse como un patógeno oportunista y, a partir de la mucosa respiratoria colonizada, invadir los tejidos, causando cuadros de neumonía, bronquitis, empiema y abscesos pulmonares. Con menor frecuencia, se presentan infecciones de vías altas: sinusitis, epiglotitis y otitis.
La penicilina constituye el antimicrobiano de elección, mientras que las cefalosporinas, los macrólidos, las tetraciclinas y las fluoroquinolonas de espectro extendido se consideran alternativas aceptables. Las penicilinas semisintéticas (como oxacilina), las cefalosporinas de primera generación y los aminoglucósidos poseen una actividad escasa.
EPIDEMIOLGIA:
Pasteurella multocida coloniza el tracto gastrointestinal y respiratorio de una gran variedad de mamíferos y aves, que constituyen su principal reservorio. Los animales más frecuentemente colonizados son los gatos (50-90%) y los perros (50-65%). Las tasas de colonización en humanos son muy bajas; en estudios epidemiológicos se ha aislado P. multocida de la faringe y de las secreciones respiratorias en el 2-3% de las personas que tienen contacto con animales. 
La colonización es más frecuente en las personas que presentan patología respiratoria crónica, sobre todo enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y bronquiectasias, en ancianos y en pacientes con algún tipo de inmunodepresión. Generalmente, el hombre adquiere la infección por inoculación directa, por arañazos o mordeduras de animales, especialmente de gatos y perros. 
Con menor frecuencia, se producen infecciones de heridas abiertas, no causadas por mordedura, por contacto con secreciones de animales. Pasteurella multocida es la causa más frecuente de infección de heridas producidas por mordedura de gato; sin embargo, en heridas por mordeduras de perros las principales causas de infección son Staphylococcus aureus y diferentes especies del género Streptococcus, siguiéndoles en frecuencia P. multocida. Ocasionalmente, algunos pacientes sin antecedentes de exposición o contacto con animales desarrollan infecciones por este microorganismo.
MANIFESTACIONES CLINICAS:
Las infecciones de piel y tejidos blandos, tras mordeduras o arañazos, son las formas de presentación más frecuente. La infección se caracteriza por el rápido desarrollo de una celulitis, con o sin formación de abscesos, y drenaje purulento o serosanguinolento por la herida. 
Por inoculación directa o por extensión, pueden afectarse huesos y articulaciones originando osteomielitis y artritis séptica, aunque estas complicaciones son raras. Se han descrito infecciones óseas y articulares por diseminación hematógena, especialmente en pacientes con artritis reumatoide, prótesis articulares, y pacientes en tratamiento con corticoesteroides.
 Las infecciones del tracto respiratorio siguen en frecuencia a las infecciones de heridas. Pasteurella multocida puede colonizar el tracto respiratorio superior de personas que viven en contacto con animales, especialmente cuando existe una patología respiratoria subyacente como EPOC o bronquiectasias.
 El comienzo de la sintomatología puede ser gradual o agudo y los síntomas más frecuentes son fiebre, disnea y dolor pleurítico. El patrón radiológico más habitual es el de consolidación lobar, aunque en ocasiones puede ser multilobar o presentar un patrón intersticial bilateral difuso. Más de la mitad de los casos cursan con bacteriemia, circunstancia que se ve favorecida por la existencia de enfermedades de base o por la edad avanzada. Otras manifestaciones clínicas menos frecuentes de la infección por P. multocida son las infecciones intraabdominales, que incluyen la peritonitis bacteriana espontánea, peritonitis secundaria a la perforación de vísceras, abscesos intraabdominales e infección de heridas quirúrgicas. Con menor frecuencia se han descrito casos de endocarditis, infecciones oculares, infecciones genitales y del tracto urinario y meningitis.
Diagnóstico microbiológico 
 Examen microscópico: la tinción de Gram y de Giemsa, de exudados purulentos, esputo, líquido cefalorraquídeo puede evidenciar la presencia de cocobacilos pleomórficos pequeños, gramnegativos. Algunas bacterias como Haemophilus spp., Moraxella spp., y Acinetobacter spp., pueden presentar morfologías similares. Con las tinciones de Giemsa (o sus equivalentes como Wright o Wayson) o de azul de metileno, se puede manifestar mejor la tinción bipolar. En algunas cepas pueden evidenciarse la cápsula en las tinciones.
 Cultivo: las infecciones por mordeduras de animales suelen ser polimicrobianas, con bacterias aerobias y anaerobias. Pueden encontrarse varias subespecies de Pasteurella; Pasteurella multocida subsp. multocida, Pasteurella multocida subsp. septica, Pasteurella stomatis, Pasteurella dagmatis, o Pasteurella canis. 
 Sensibilidad a los antimicrobianos: elevada sensibilidad a penicilinas y cefalosporinas, tetraciclinas, y fluoroquinolonas. Las cepas resistentes a penicilinas se han aislado de infecciones respiratorias.
TRATAMIENTO, PREVENCIÓN Y CONTROL: La penicilina constituye el antibiótico de elección, mientras que las cefalosporinas de amplio espectro, los macrólidos, las tetraciclinas y las fluoroquinolonas se consideran alternativas aceptables. Las penicilinas semisintéticas (como oxacilina), las cefalosporinas de primera generación y los aminoglucósidos poseen una escasa actividad.
Las medidas de prevención y control se relacionan principalmente con el cuidado y manejo de los animales, primeramente, domésticos, perros, gatos, aves, limitando su contacto especialmente con niños pequeños, y aquellos de producción agropecuaria como vacas, cerdos, conejos, entre otros. Vacunar a los animales a partir de los 3 meses de vida, usos de métodos de protección de barrera a la hora de estar en contacto directos, aislar y tratar a los animales enfermos o que hayan sido expuestos.
CASO CLINICO: 
Un varón de 58 años con antecedentes de insuficiencia renal crónica, artritis gotosa y síndrome de Cushing en tratamiento con corticosteroides acudió al hospital por eritema, calor y dolor en la mano izquierda con máculas rojizas a purpúricas en la superficie. En 2 días se desarrollaron ampollas,que se extendieron con rapidez por el brazo y la pierna izquierdos y el pie derecho y el paciente desarrolló signos sistémicos de shock y hemorragia digestiva. Los hemocultivos obtenidos en el momento del ingreso fueron positivos para P. multocida. A pesar de un tratamiento antibiótico y quirúrgico agresivo, las lesiones evolucionaron con rapidez y el paciente falleció. La anamnesis detallada en el momento del ingreso desveló que el paciente dejó a su perro lamerle las heridas no cicatrizadas. Es posible que este fuera el origen de las bacterias y los tratamientos esteroideos permitieran al microorganismo infiltrar la herida y extenderse con rapidez por los tejidos. (tomado de Microbiología Medica de Murray 7ma edición) 
Bibliografía:
Microbiología Medica Murray 7ma Edición.
Microbiología medica Sherris 5ta Edición 
 Principios de Medicina Interna Harrison 19 edición.
https://seimc.org/contenidos/ccs/revisionestematicas/bacteriologia/hparain.pdf
https://seimc.org/contenidos/ccs/revisionestematicas/bacteriologia/pmultocida.pdf
https://www.ivami.com/es/microbiologia-clinica/244-pasteurella-spp-pasteurella-multocida-subsp-multocida-y-otras-especies-diagnostico-microbiologico-convencional-y-diagnostico-molecular-pcr
https://www.medigraphic.com/pdfs/revcliescmed/ucr-2018/ucr182i.pdf
https://blog.consentidovacuno.es/posts/pasteurelosis-que-es-y-como-se-controla.aspx
https://www.healthychildren.org/Spanish/health-issues/conditions/from-insects-animals/Paginas/Pets-and-Pasteurella-Infections.aspx
file:///D:/ARCHIVOS%20PC/notaclin_celulitis.pdf
https://www.binasss.sa.cr/revistas/rccm/v8n2/art7.pdf

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