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Desarrollo fisico en la EATardia - copia

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UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE EDUCACIÓN, 
CIENCIA Y TECNOLOGÍA 
Decreto Ejecutivo 575 del 21 de julio de 2004 
Acreditada mediante Resolución 
No 15 del 31 de octubre de 2012 
 
 
FACULTAD Ciencias de la salud 
LICENCIATURA EN Psicología General 
Ensayo a cerca de DESARROLLO FÍSICO EN LA EATARDIA 
 
Autores: 
Cristine Tenorio 3-750-1820 
Cristina Espinosa 2-757-1270 
Arianeth Morales 8-1031-1646 
Dalanys Quintero 4-826-1132 
Carlos Waysan 2-751-1785 
Ángel Diaz 3-749-1861 
Adrián Reyes BA36640 
 
Tutor: Horley Barret 
Panamá, noviembre, 2023
 
 
 
 
 
TABLA DE CONTENIDO 
 
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................. III 
PARTE I ............................................................................................................................................. V 
DESARROLLO FÍSICO EN LA EATARDIADESCRIPCIÓN DEL TEMA PRINCIPAL ..... V 
Principales hallazgos ............................................................................................................... IX 
Desarrollo del tema ................................................................................................................. XIII 
PARTE II ....................................................................................................................................... XVIII 
APORTE PERSONAL ................................................................................................................ XVIII 
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................. XXI 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
En el período conocido como la Edad Adulta Tardía, también denominada la tercera 
edad, los individuos se encuentran inmersos en un escenario de cambios físicos, 
emocionales y sociales. Esta introducción se adentrará en los aspectos clave del 
desarrollo físico durante esta etapa de la vida, subrayando la complejidad inherente 
a estos cambios y la importancia de comprender y abordar sus implicaciones. 
La Fisiología del Envejecimiento 
A medida que las personas envejecen, sus cuerpos experimentan transformaciones 
fisiológicas que inciden en diversas funciones. La disminución de la densidad ósea, 
la pérdida de masa muscular y la reducción de la capacidad cardiovascular son 
algunos de los cambios más evidentes. Estos procesos, si bien naturales, pueden 
plantear desafíos en términos de movilidad y autonomía. La comprensión de la 
fisiología del envejecimiento se revela crucial para diseñar estrategias efectivas que 
fomenten un envejecimiento activo y saludable. 
El Rol del Ejercicio y la Nutrición 
En esta etapa de la vida, el ejercicio regular se erige como un pilar fundamental. No 
solo contribuye a mantener la masa muscular y la flexibilidad, sino que también 
mejora la salud cardiovascular y fortalece los huesos. Se explorará cómo programas 
de ejercicio adaptados a las necesidades individuales pueden contrarrestar los 
efectos del envejecimiento, mejorando la calidad de vida y reduciendo el riesgo de 
enfermedades crónicas. 
La nutrición, por su parte, desempeña un papel crucial en este escenario. La 
absorción de nutrientes puede disminuir con la edad, lo que destaca la importancia 
de dietas equilibradas y ricas en vitaminas y minerales. Se abordará cómo las 
elecciones alimenticias adecuadas pueden mantener la salud ósea, muscular y 
cognitiva, contribuyendo así a un envejecimiento activo y vital. 
 
 
 
 
Desafíos y Adaptaciones 
A pesar de los esfuerzos por mantener la salud física, la Edad Adulta Tardía a 
menudo viene acompañada de desafíos. La aparición de enfermedades crónicas, la 
gestión del dolor y la adaptación a cambios en la movilidad son aspectos cruciales 
a considerar. Se explorará cómo las adaptaciones en el estilo de vida, el entorno y 
el apoyo social pueden facilitar la superación de estos desafíos, promoviendo una 
vida plena y significativa. 
Salud Mental y Emocional 
El desarrollo físico durante la Edad Adulta Tardía está intrínsecamente vinculado a 
la salud mental y emocional. Se abordará la importancia de mantener una 
mentalidad positiva, la conexión social y la gestión del estrés. Además, se 
examinará cómo el bienestar emocional impacta directamente en la salud física y 
cómo estrategias como la práctica de la gratitud y el establecimiento de metas 
pueden contribuir a un envejecimiento más saludable y satisfactorio. 
 
Conclusiones y Perspectivas Futuras 
En esta introducción, se ha delineado la complejidad del desarrollo físico en la Edad 
Adulta Tardía. A medida que la sociedad envejece, comprender y abordar estos 
cambios se vuelve imperativo. A través de estrategias basadas en la evidencia y un 
enfoque holístico que integre aspectos físicos, emocionales y sociales, se puede 
promover un envejecimiento activo y satisfactorio. En los siguientes apartados, se 
profundizará en cada uno de estos aspectos, proporcionando una visión integral del 
desarrollo físico durante la Edad Adulta Tardía y las estrategias para optimizar la 
salud y el bienestar en esta etapa de la vida. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
PARTE I 
 
DESARROLLO FÍSICO EN LA EATARDIA
 
 
 
DESCRIPCIÓN DEL TEMA PRINCIPAL 
 
El desarrollo físico en la edad adulta tardía es un proceso que abarca una amplia 
gama de cambios y desafíos a medida que las personas envejecen. A medida que 
avanzamos en la vida, nuestro cuerpo atraviesa una serie de transformaciones que 
afectan nuestra salud, bienestar y calidad de vida. En este artículo, exploraremos 
en detalle el desarrollo físico en la edad adulta tardía, centrándonos en aspectos 
como la salud, la nutrición, la actividad física, la cognición y la influencia de factores 
sociales y psicológicos. 
En la etapa de la adultez tardía, que generalmente se considera a partir de los 65 
años en adelante, se producen cambios en el cuerpo que son resultado de un 
proceso de envejecimiento continuo. Estos cambios físicos pueden variar 
considerablemente de una persona a otra, pero hay ciertos patrones generales que 
podemos observar. 
Uno de los cambios más notables en el desarrollo físico en la edad adulta tardía es 
la disminución de la fuerza muscular y la masa ósea. Esto se debe en parte a la 
disminución de la producción de hormonas, como la testosterona y el estrógeno, 
que son fundamentales para el mantenimiento de la masa muscular y ósea. Como 
resultado, las personas mayores son más propensas a experimentar pérdida de 
densidad ósea (osteoporosis) y debilidad muscular, lo que puede aumentar el riesgo 
de caídas y fracturas. 
La flexibilidad y la movilidad también tienden a disminuir con la edad. Las 
articulaciones pueden volverse menos flexibles, lo que dificulta la realización de 
ciertos movimientos y actividades cotidianas. La pérdida de flexibilidad puede ser 
especialmente problemática en lo que respecta a la prevención de lesiones y al 
mantenimiento de la independencia funcional. 
Además, la capacidad cardiovascular disminuye con la edad. El corazón y los vasos 
sanguíneos pueden volverse menos eficientes en el bombeo de sangre y en la 
distribución de oxígeno y nutrientes a los tejidos del cuerpo. Esto puede dar lugar a 
 
 
 
una menor resistencia física y a un mayor riesgo de enfermedades 
cardiovasculares. 
La visión y la audición también pueden deteriorarse en la adultez tardía. Las 
cataratas, la degeneración macular y otros problemas oculares son más comunes 
en las personas mayores, lo que puede afectar la calidad de vida y la capacidad de 
realizar tareas cotidianas. La pérdida de audición también es común en esta etapa 
de la vida, lo que puede llevar a problemas de comunicación y aislamiento social. 
La salud bucal es otro aspecto importante del desarrollo físico en la edad adulta 
tardía. La pérdida dedientes y problemas periodontales son más frecuentes a 
medida que envejecemos, lo que puede afectar la capacidad de masticar los 
alimentos adecuadamente y la salud general. 
Para mitigar los efectos negativos del envejecimiento en el desarrollo físico, es 
crucial adoptar un enfoque proactivo en lo que respecta a la salud y el bienestar. La 
nutrición juega un papel fundamental en este proceso. Una dieta equilibrada y rica 
en nutrientes es esencial para mantener la salud en la adultez tardía. El consumo 
de alimentos ricos en calcio y vitamina D es importante para mantener la salud ósea. 
Además, es fundamental controlar la ingesta de sodio y grasas saturadas para 
prevenir problemas cardiovasculares. 
La actividad física regular es otro componente clave del desarrollo físico saludable 
en la adultez tardía. El ejercicio ayuda a mantener la fuerza muscular, la flexibilidad 
y la salud cardiovascular. Además, puede contribuir a la prevención de 
enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2. Se recomienda una combinación 
de ejercicios aeróbicos, de resistencia y de equilibrio para mantener la salud física 
y prevenir lesiones. 
La cognición también juega un papel importante en el desarrollo físico en la edad 
adulta tardía. El envejecimiento puede estar asociado con cambios en la función 
cognitiva, como la disminución de la velocidad de procesamiento de la información 
y la memoria. Es fundamental mantener la mente activa a través de actividades 
 
 
 
intelectualmente estimulantes, como la lectura, el juego mental y la participación en 
actividades sociales. 
La salud mental es otro aspecto relevante en el desarrollo físico en la adultez tardía. 
La depresión y la ansiedad son condiciones que pueden afectar a las personas 
mayores, y es importante buscar apoyo y tratamiento si es necesario. Mantener 
conexiones sociales sólidas y participar en actividades que brinden satisfacción 
emocional son formas efectivas de mantener una buena salud mental. 
Los factores sociales y psicológicos desempeñan un papel crucial en el desarrollo 
físico en la edad adulta tardía. La soledad y el aislamiento social son factores de 
riesgo para la mala salud física y mental en las personas mayores. Mantener 
relaciones significativas, participar en comunidades y actividades sociales, y buscar 
apoyo emocional son elementos clave para el bienestar en esta etapa de la vida. 
 
 
 
 
 
Principales hallazgos 
 
La edad adulta tardía, también conocida como la tercera edad, abarca la etapa de 
la vida que comienza alrededor de los 65 años y se extiende hasta el final de la vida. 
Durante este período, el desarrollo físico juega un papel crucial en la calidad de vida 
de los individuos. A medida que la sociedad envejece, comprender los principales 
hallazgos en el desarrollo físico en la edad adulta tardía se vuelve esencial para 
promover un envejecimiento saludable y mejorar el bienestar de la población mayor. 
En este artículo, exploraremos algunos de los aspectos más relevantes 
relacionados con el desarrollo físico en la edad adulta tardía. 
 
1. Salud y Bienestar: 
Uno de los principales hallazgos en el desarrollo físico durante la edad adulta tardía 
es la variabilidad en la salud y el bienestar de las personas mayores. Mientras 
algunos experimentan una disminución gradual en la salud, otros mantienen un nivel 
óptimo durante más tiempo. Factores como la genética, el estilo de vida, la atención 
médica y la prevención de enfermedades juegan un papel crucial en esta 
variabilidad. Es crucial destacar la importancia de mantener un estilo de vida 
saludable, incluyendo una dieta equilibrada y ejercicio regular, para promover un 
envejecimiento activo y una mejor calidad de vida. 
 
2. Cambios en la Composición Corporal: 
Durante la edad adulta tardía, se observan cambios significativos en la composición 
corporal. La masa muscular tiende a disminuir, mientras que la grasa corporal puede 
aumentar. Esto puede tener implicaciones importantes para la movilidad y la 
funcionalidad general. La pérdida de masa muscular puede contribuir a la debilidad 
y aumentar el riesgo de caídas. Estrategias como el entrenamiento de resistencia y 
una ingesta adecuada de proteínas pueden ayudar a mitigar estos cambios y 
mantener la fuerza muscular. 
 
 
 
3. Salud Ósea: 
La salud ósea es otro aspecto crucial del desarrollo físico en la edad adulta tardía. 
La densidad ósea tiende a disminuir, lo que aumenta el riesgo de fracturas y 
osteoporosis. La incorporación de alimentos ricos en calcio y vitamina D, junto con 
el ejercicio de peso corporal, puede ser fundamental para mantener la salud ósea. 
Además, la detección temprana de la osteoporosis y la aplicación de medidas 
preventivas son esenciales para minimizar los riesgos asociados. 
 
4. Sistema Cardiovascular: 
 
El sistema cardiovascular también experimenta cambios significativos en la edad 
adulta tardía. La presión arterial tiende a aumentar, lo que puede aumentar el riesgo 
de enfermedades cardíacas. La adopción de hábitos de vida saludables, como la 
actividad física regular y una dieta baja en sodio, puede ayudar a mantener la salud 
cardiovascular. Además, la monitorización regular y el tratamiento de condiciones 
como la hipertensión son esenciales para prevenir complicaciones. 
 
5. Función Cognitiva: 
 
El desarrollo físico en la edad adulta tardía no se limita solo al cuerpo también afecta 
la función cognitiva. Se ha observado que algunas personas experimentan cambios 
en la memoria y la velocidad de procesamiento cognitivo. Sin embargo, es crucial 
destacar que el envejecimiento no garantiza la pérdida de funciones cognitivas. El 
compromiso con actividades intelectuales, el aprendizaje continuo y la socialización 
pueden ayudar a mantener la función cognitiva en la edad adulta tardía. 
 
 
 
 
 
6. Sistema Inmunológico: 
El sistema inmunológico también juega un papel crucial en el desarrollo físico 
durante la edad adulta tardía. A medida que envejecemos, la eficacia del sistema 
inmunológico tiende a disminuir, lo que puede aumentar la susceptibilidad a 
enfermedades e infecciones. Es fundamental enfocarse en fortalecer el sistema 
inmunológico a través de prácticas como la vacunación regular, una dieta rica en 
antioxidantes y la gestión del estrés. La atención a la salud mental también puede 
desempeñar un papel importante en el mantenimiento de un sistema inmunológico 
saludable. 
 
7. Adaptaciones Neuromusculares: 
Las adaptaciones neuromusculares son cruciales en el desarrollo físico en la edad 
adulta tardía. A medida que los músculos y los nervios envejecen, se pueden 
experimentar cambios en la coordinación motora y la velocidad de respuesta. El 
ejercicio regular, especialmente aquel que involucra actividades que desafían la 
coordinación y el equilibrio, puede ayudar a mantener y mejorar estas habilidades. 
La fisioterapia y otros enfoques de rehabilitación también son recursos importantes 
para abordar problemas neuromusculares y mantener la funcionalidad. 
 
8. Cambios Sensoriales: 
Los cambios sensoriales, como la disminución de la agudeza visual y auditiva, son 
comunes en la edad adulta tardía. La atención a la salud ocular y auditiva es 
esencial para abordar estos cambios y mejorar la calidad de vida. Además, la 
adopción de tecnologías de asistencia, como audífonos o lentes correctivas, puede 
ser fundamental para mantener la independencia y la participación activa en la 
sociedad. 
 
 
 
 
9. Sexualidad en la Edad Adulta Tardía: 
La sexualidad en la edad adulta tardía es a menudo un tema subestimado pero 
crucial en el desarrollo físico y emocional. Aunque puede haber cambios fisiológicos, 
la salud sexual es un componente integral del bienestar general. La comunicación 
abierta con los profesionales de la salud y la pareja, junto con la comprensión de las 
adaptaciones naturales, son elementos clavepara mantener una vida sexual 
satisfactoria en la tercera edad. 
 
10. Estrategias de Afrontamiento y Resiliencia: 
A medida que las personas enfrentan los desafíos del desarrollo físico en la edad 
adulta tardía, las estrategias de afrontamiento y la resiliencia se vuelven vitales. El 
apoyo social, la adaptabilidad y la actitud positiva pueden influir significativamente 
en cómo las personas enfrentan los cambios en su salud física. Programas 
comunitarios, grupos de apoyo y servicios de atención a personas mayores 
desempeñan un papel esencial en la promoción de la resiliencia y el bienestar 
emocional. 
 
 
 
 
 
Desarrollo del tema 
 
En la vastedad del ciclo vital humano, la Edad Adulta Tardía se presenta como una 
etapa única y fascinante, caracterizada por una serie de cambios físicos que influyen 
significativamente en la calidad de vida de las personas. Este periodo, que abarca 
aproximadamente desde los 65 años en adelante, está marcado por una compleja 
interacción entre factores genéticos, ambientales y de estilo de vida que determinan 
el desarrollo físico de cada individuo. A medida que la sociedad envejece, 
comprender y abordar estos aspectos se vuelve esencial para promover un 
envejecimiento activo y saludable. Este ensayo se sumerge en el fascinante mundo 
del desarrollo físico en la Edad Adulta Tardía, explorando sus aspectos clave, 
desafíos comunes y estrategias para fomentar el bienestar. 
I. Contextualización del Desarrollo Físico en la Edad Adulta Tardía 
1. Definición y Características 
La Edad Adulta Tardía, también conocida como vejez, es un período de la vida que 
ha experimentado cambios significativos en su conceptualización a lo largo del 
tiempo. Antes considerada como una fase de declive inevitable, la vejez ahora se 
entiende como una etapa de desarrollo continuo, con la posibilidad de un 
crecimiento personal y físico enriquecedor. Se caracteriza por una serie de 
transformaciones físicas, como la pérdida de masa muscular, cambios en la 
densidad ósea, y alteraciones en los sistemas sensoriales, que, aunque inevitables 
en cierta medida, pueden gestionarse para mantener una vida activa y plena. 
2. Factores Determinantes del Desarrollo Físico en la Edad Adulta Tardía 
El proceso de envejecimiento es intrínsecamente individual, influenciado por una 
amalgama de factores. La genética desempeña un papel crucial, ya que la 
predisposición hereditaria puede influir en la velocidad y la forma en que se 
experimentan ciertos cambios físicos. Sin embargo, el entorno y el estilo de vida 
desempeñan un papel igualmente importante. La alimentación, la actividad física, el 
acceso a la atención médica y la gestión del estrés son solo algunos de los 
elementos que moldean la trayectoria del desarrollo físico en la Edad Adulta Tardía. 
 
 
 
II. Aspectos Claves del Desarrollo Físico en la Edad Adulta Tardía 
1. Sistema Musculoesquelético 
Uno de los aspectos más evidentes del envejecimiento se manifiesta en el sistema 
musculoesquelético. La pérdida de masa muscular, conocida como sarcopenia, y la 
disminución de la densidad ósea son fenómenos comunes. Estos cambios no solo 
afectan la fuerza física, sino que también pueden aumentar el riesgo de caídas y 
fracturas. Explorar estrategias para mantener la salud muscular y ósea se convierte 
en una prioridad para preservar la autonomía y la movilidad en la Edad Adulta 
Tardía. 
2. Sistema Cardiovascular 
La salud cardiovascular cobra una importancia crucial en esta etapa de la vida. El 
riesgo de enfermedades cardíacas aumenta con la edad, y factores como la 
hipertensión y el colesterol elevado pueden convertirse en desafíos significativos. 
Sin embargo, la adopción de un estilo de vida saludable, que incluya la práctica 
regular de ejercicio y una dieta equilibrada, puede contrarrestar estos riesgos y 
promover una buena salud cardiovascular. 
3. Sistema Sensorial 
Los sentidos también experimentan cambios en la Edad Adulta Tardía. La agudeza 
visual y auditiva tiende a disminuir, lo que puede afectar la calidad de vida y la 
interacción social. La adopción de tecnologías de asistencia y la atención preventiva 
a través de exámenes regulares son herramientas clave para preservar la 
funcionalidad sensorial y garantizar una experiencia enriquecedora en la vejez. 
III. Desafíos Comunes en el Desarrollo Físico de la Edad Adulta Tardía 
1. Fragilidad y Vulnerabilidad 
La fragilidad se presenta como uno de los desafíos más significativos en la Edad 
Adulta Tardía. Caracterizada por la debilidad física y la vulnerabilidad a eventos 
adversos, la fragilidad puede tener consecuencias graves en la autonomía y la 
 
 
 
calidad de vida. Explorar estrategias para prevenir y abordar la frágilidad se 
convierte en una prioridad para garantizar un envejecimiento activo y saludable. 
2. Enfermedades Crónicas 
El aumento de la edad conlleva un mayor riesgo de enfermedades crónicas, como 
la diabetes, la artritis y las enfermedades neurodegenerativas. La gestión efectiva 
de estas condiciones se convierte en esencial para garantizar la calidad de vida de 
las personas mayores. La atención médica integral, la adherencia al tratamiento y 
la promoción de estilos de vida saludables son elementos clave en la prevención y 
gestión de enfermedades crónicas en la Edad Adulta Tardía. 
IV. Estrategias para Fomentar el Bienestar en la Edad Adulta Tardía 
1. Ejercicio y Actividad Física 
La actividad física emerge como una herramienta fundamental para promover el 
bienestar en la Edad Adulta Tardía. La práctica regular de ejercicios que incluyan 
tanto el fortalecimiento muscular como el entrenamiento cardiovascular no solo 
ayuda a mantener la salud física, sino que también contribuye a la salud mental y 
emocional. Explorar formas adaptadas de ejercicio para las personas mayores y 
fomentar una cultura de actividad física en la sociedad son elementos clave para 
abordar este aspecto del desarrollo físico. 
2. Nutrición y Dieta Equilibrada 
Una alimentación adecuada desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la 
salud en la Edad Adulta Tardía. La ingesta de nutrientes esenciales, la hidratación 
adecuada y la atención a las necesidades específicas relacionadas con la edad son 
aspectos a considerar en la promoción de una dieta equilibrada. La conciencia sobre 
la importancia de la nutrición y la disponibilidad de opciones alimenticias saludables 
son elementos clave en la promoción de la salud en la vejez. 
3. Atención Médica Preventiva 
La atención médica preventiva adquiere una relevancia significativa en esta etapa 
de la vida. Exámenes de detección regulares, vacunaciones apropiadas y la gestión 
 
 
 
proactiva de condiciones de salud crónicas son componentes esenciales de un 
enfoque preventivo. La colaboración estrecha entre los profesionales de la salud y 
las personas mayores, junto con una conciencia pública sobre la importancia de la 
atención médica preventiva, puede contribuir significativamente a la promoción de 
un envejecimiento saludable. 
4. Salud Mental y Social 
El bienestar físico en la Edad Adulta Tardía no puede separarse del bienestar mental 
y social. La conexión entre la salud mental y física se vuelve más evidente a medida 
que envejecemos. Estrategias para mantener la salud mental, como la participación 
en actividades recreativas, el aprendizaje continuo y la conexión social, son 
elementos clave para un envejecimiento activo y satisfactorio. La atención a la salud 
emocional y la reducción del estigma asociado con los problemas de salud mental 
son cruciales para garantizar un abordaje integral del bienestar en la vejez. 
V. Consideraciones Éticas y Sociales en el Desarrollo Físico en la Edad Adulta 
Tardía 
1. Equidad en el Envejecimiento 
A medida que exploramos el desarrollo físico en la Edad Adulta Tardía, es 
fundamental abordar las disparidades en el envejecimiento. Las inequidadessocioeconómicas, el acceso desigual a la atención médica y las diferencias 
culturales pueden influir en la forma en que las personas experimentan el 
envejecimiento. La promoción de la equidad en el envejecimiento implica la creación 
de políticas y programas que aborden estas disparidades, asegurando que todas 
las personas, independientemente de su origen, tengan acceso a recursos y 
servicios que promuevan un envejecimiento saludable. 
2. Derechos y Dignidad de las Personas Mayores 
La Edad Adulta Tardía no solo es una etapa de cambios físicos, sino también un 
periodo en el que los derechos y la dignidad de las personas mayores deben ser 
protegidos y promovidos. El respeto a la autonomía, la participación activa en la 
toma de decisiones relacionadas con la salud y la protección contra el abuso y la 
 
 
 
discriminación son aspectos clave en el abordaje ético del envejecimiento. La 
sociedad tiene la responsabilidad de crear un entorno que celebre la contribución 
continua de las personas mayores y garantice que sus derechos fundamentales 
sean respetados en todas las facetas de la vida. 
VI. Perspectivas Futuras y Conclusiones 
1. Avances Científicos y Tecnológicos 
El panorama del desarrollo físico en la Edad Adulta Tardía está en constante 
evolución gracias a los avances científicos y tecnológicos. Investigaciones en 
genética, medicina regenerativa y tecnologías de asistencia ofrecen prometedores 
horizontes para abordar los desafíos asociados con el envejecimiento. La aplicación 
de la inteligencia artificial en el campo de la salud y el desarrollo de terapias 
personalizadas pueden transformar la manera en que enfrentamos los cambios 
físicos en la vejez. 
2. Promoviendo un Envejecimiento Activo 
A medida que la población mundial envejece, la promoción de un envejecimiento 
activo se convierte en una prioridad global. Los gobiernos, las instituciones de salud 
y la sociedad en su conjunto deben colaborar para desarrollar políticas y programas 
que fomenten un envejecimiento saludable y participativo. Esto incluye la creación 
de entornos amigables para las personas mayores, el acceso equitativo a servicios 
de salud y la promoción de estilos de vida activos desde edades tempranas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
PARTE II 
APORTE PERSONAL 
 
 
 
 
Las reflexiones personales sobre el desarrollo físico en la Edad Adulta Tardía 
emergen como una exploración introspectiva de las complejidades asociadas con 
esta etapa de la vida. En esta travesía reflexiva, la observación de seres queridos y 
la interacción con personas mayores han servido como catalizadores para 
comprender la naturaleza cambiante y multifacética del envejecimiento. 
 
Desde una perspectiva ajena pero comprometida, el observador ha sido testigo de 
la resiliencia inherente a aquellos que transitan la Edad Adulta Tardía. La capacidad 
para aceptar los cambios físicos con elegancia y determinación se ha revelado como 
una fuente constante de inspiración. Esta adaptabilidad, que va más allá de la 
aceptación de los cambios corporales para abarcar nuevas formas de vida y 
conexiones sociales, ha dejado una impresión duradera. 
 
En este proceso de observación, el aporte personal se ha centrado en la apreciación 
de una mentalidad proactiva hacia el envejecimiento. La práctica regular de 
ejercicio, la atención a la nutrición y la búsqueda activa de atención médica se han 
revelado como elementos fundamentales para fomentar el bienestar en la Edad 
Adulta Tardía. La actitud hacia el envejecimiento, caracterizada por una disposición 
para el crecimiento personal y la búsqueda de nuevos intereses, ha demostrado ser 
un factor determinante en la calidad de vida en esta etapa. 
 
Además, la reflexión personal ha llevado al observador a considerar el papel crucial 
de la sociedad en la configuración de la experiencia de la Edad Adulta Tardía. La 
necesidad de cambiar la narrativa cultural que rodea al envejecimiento ha impulsado 
la defensa de una visión más positiva y respetuosa de esta fase de la vida. La 
promoción de la celebración de las contribuciones continuas de las personas 
mayores y el reconocimiento de la diversidad de experiencias en la vejez se han 
destacado como aspectos fundamentales de este cambio cultural necesario. 
 
 
 
 
El propio viaje de comprensión del desarrollo físico en la Edad Adulta Tardía ha 
llevado al observador a apreciar la interconexión entre los aspectos físicos, 
mentales y sociales. La importancia de abogar por el bienestar holístico se ha vuelto 
evidente, con la atención a la salud mental siendo tan crucial como la atención al 
cuerpo. En este contexto, la lucha contra la soledad y el fomento de conexiones 
intergeneracionales se han destacado como áreas de intervención significativas. 
 
Desde una perspectiva personal, el compromiso se ha traducido en acciones 
tangibles destinadas a abogar por una mayor conciencia sobre las necesidades de 
las personas mayores en el entorno y la sociedad. La participación activa en 
iniciativas comunitarias, la promoción de programas de bienestar para personas 
mayores y la creación de espacios inclusivos se han erigido como contribuciones 
concretas para impulsar un envejecimiento saludable y activo. 
 
En este viaje reflexivo, la empatía y la comprensión han surgido como elementos 
esenciales. El reconocimiento de la singularidad de cada individuo y la comprensión 
de que la vejez constituye solo un capítulo en la narrativa humana han sido aspectos 
fundamentales. La atención a las experiencias y sabidurías acumuladas de las 
personas mayores se ha revelado como una forma valiosa de construir puentes de 
conexión entre generaciones. 
 
 
 
BIBLIOGRAFÍA 
 
https://psicologiaymente.com/desarrollo/adultez-tardia 
https://psicomanuel.files.wordpress.com/2015/11/tema-11-adultez-tardc3ada-
desarrollo-fc3adsico.pdf 
https://fatimacervantes.com/estrategias/area-personal/etapas/adultos/edad-adulta-
tardia-despues-de-los-65-anos-de-edad/ 
https://enfermeria.top/apuntes/psicologia/desarrollo-en-la-adultez-tardia/ 
 
https://psicologiaymente.com/desarrollo/adultez-tardia
https://psicomanuel.files.wordpress.com/2015/11/tema-11-adultez-tardc3ada-desarrollo-fc3adsico.pdf
https://psicomanuel.files.wordpress.com/2015/11/tema-11-adultez-tardc3ada-desarrollo-fc3adsico.pdf
https://fatimacervantes.com/estrategias/area-personal/etapas/adultos/edad-adulta-tardia-despues-de-los-65-anos-de-edad/
https://fatimacervantes.com/estrategias/area-personal/etapas/adultos/edad-adulta-tardia-despues-de-los-65-anos-de-edad/
https://enfermeria.top/apuntes/psicologia/desarrollo-en-la-adultez-tardia/
 
 
 
ANEXO 
ANEXO 1 
 
ANEXO 2

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