XXX La crucifixión

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XXX La crucifixión: 
Es un método antiguo de ejecución utilizado por romanos y persas, donde el condenado es atado o clavado en una cruz de madera o en otra superficie vertical y dejado allí hasta su muerte.
Según las referencias históricas había diferentes formas desde amarrar a la víctima, se usaban sogas, clavos o ambas. Con respecto al uso de clavos la polémica se genera entorno a la posición de estos para lograr sostener el cuerpo. Una posibilidad que no requiere que hubiese sido atado es que los clavos se insertaran justo debajo de las muñecas, entre los dos huesos del antebrazo (el radio y el cúbito). Los clavos también pudieron haber sido colocados a través de la muñeca, en el espacio entre los huesos del carpo, conocido como espacio de Destot.
Mediante experimentos se determinó que una persona puede ser suspendida por la palma de su mano. Clavar los pies a un lado de la cruz libera esfuerzo en las muñecas depositando la mayor parte del peso en la parte baja del cuerpo. 
El tiempo necesario para alcanzar la muerte va de horas hasta varios días, dependiendo exactamente del método empleado, el estado de salud de la persona crucificada y circunstancias ambientales.
Increíblemente la asfixia constituye una de las causas de muerte que más rápido puede instaurarse con este método. Cuando alguien se encuentra suspendido con los brazos de 60° a 70° desde la vertical, aun teniendo menor dificultad para respirar que con los brazos en posición directamente sobre su cabeza, experimenta un dolor e incomodidad que crece rápidamente, pudiendo sobrevenir la muerte en cuestión de horas, por la fatiga de la musculatura respiratoria. Otras causas de muerte de instauración más lenta pueden producirse, deshidratación, insolación, sepsis de las heridas, hipotermia y cansancio crónico.