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Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 NORMAS TÉCNICAS PARA EL CULTIVO DEL AJO EN LA ZONA SUR Alvaro Celis Mardones* Ingeniero Agrónomo INTRODUCCIÓN Actualmente en la Décima Región, se concentran los esfuerzos en la búsqueda de nuevas alternativas productivas en la agricultura, que permitan generar nuevos negocios y mercados para lograr la mantención de la ruralidad, valorar más la tierra y pensar con criterio de futuro en la agricultura. En este marco, el Gobierno Regional ha privilegiado la investigación en el rubro ajo mediante el financiamiento del proyecto "Producción de Semilla Certificada y Mejoramiento Agronómico del Ajo", que está ejecutando el Centro Regional de Investigación Remehue. El ajo es una hortaliza que se cultiva principalmente por los pequeños agricultores de la Décima Región, con un esquema tradicional de manejo, en pequeñas superficies y con escaso desarrollo tecnológico, incidiendo en su regular calidad y baja productividad. En nuestro país el ajo crece bien y se adapta a una gran variedad de climas. Sin embargo, la mejor calidad se obtiene en lugares con inviernos relativamente fríos y primaveras más cálidas, sin lluvias excesivas. Las condiciones climáticas del sur no tienen limitaciones para este cultivo, presentando buena producción y calidad, lo cual sumado a los ingresos que genera, permiten señalar a este rubro como una opción hortícola real para la región (Pihán, 1988). En cada una de las zonas de cultivo existen ecotipos locales adaptados a dichas condiciones con un propósito comercial definido. Por ejemplo, están los ajos corrientes (Allium sativum) "tempraneros" que se producen en el norte, los ajos para exportación y consumo interno de la zona central y los ajos tardíos de consumo interno en el Sur (Rojas, 1995). En nuestra región, existe además la especie de ajo denominada Blandino o Chilote, (Allium ampeloprasum), cuya producción es exportada. *Investigador Departamento de Producción Vegetal. Centro Regional de Investigación Remehue (INIA - Remehue), Casilla 24 - 0, Osorno, Chile. Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 En la Décima Región se cultivan dos especies de ajo. Allium sativum (ajo corriente) en las provincias de Valdivia y Osorno y en la zona Sur de la Región Chiloé y Calbuco existe un predominio de Allium ampeloprasum (ajo blandino). De las 2.622 hectáreas reportadas con hortalizas en la región, el 6,2% corresponde a ajo, lo cual equivale aproximadamente a unas 160 hectáreas (Krarup, 1987). Esta superficie corresponde a un 3 - 5% de la superficie nacional. Si bien la incidencia a nivel nacional es baja, se debe destacar que la región ofrece una de las mejores zonas para desarrollarse como la región "Productora de semilla de ajo". Presentándose además la alternativa de producir ajo para consumo en fresco con fines de exportación CARACTERÍSTICAS DE LOS PRINCIPALES TIPOS DE AJO Taxonómicamente, el ajo pertenece a la familia Alliaceae, identificándose dos especies de importancia agronómica y económica : Allium ampeloprasum y Allium sativum. Ajo Blandino o Chilote (Allium ampeloprasum) Corresponde científicamente a la clase monocotiledónea, familia: Alliaceae, género : Allium, especie : ampeloprasum. Está más relacionada botánicamente con el puerro (Allium porrum L), que con el ajo verdadero, se conoce en otros países como ajo elefante, ajo oriental o cabeza grande (Escaff, 1.991). Las principales características del ajo blandino, es que forma una planta de tamaño grande, hojas anchas y gruesas. El bulbo alcanza de ocho a 10 cms de diámetro y está conformado por cuatro a seis bulbillos periféricos. Las túnicas externas son blancas y se parten con facilidad, sobre todo cuando se retrasa la cosecha, a su vez la túnica que envuelve el diente es de color blanco marfil. Todas las plantas producen "pitón", que corresponde a un tallo floral grueso de uno a dos metros de longitud. En su extremo se forma una umbela esférica con flores rudimentarias y sin bulbilos en ella. Esta especie al igual que sativum no produce semilla, se caracteriza por tener un desarrollo inicial (brotación) lento, pero posteriormente presenta un desarrollo de planta muy vigoroso y tiene un período vegetativo de 210 a 230 días aproximadamente. Gastronómicamente sus bulbillos tienen menor sabor y olor que los tipos tradicionales como el ajo rosado y blanco. Esta especie puede alcanzar los Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 calibres 10 a 11 cms. para exportación, alcanzando buenos precios en los mercados internacionales. Ajo Rosado (Allium sativum) Las túnicas externas son blancas a blanco cremoso. La túnica que envuelve a los dientes es de color rosado. Presenta un largo período de dormancia o receso vegetativo, pudiéndose almacenar desde el verano hasta la primavera siguiente, lo anterior se traduce en un mayor tiempo de guarda. El calibre en el ajo rosado es generalmente menor que el ajo blanco, con un diámetro ecuatorial entre 3 y 5 cms. El ajo rosado es el que tiene mayor demanda, su destino es el consumo nacional y exportación, razón por la cual es uno de los más cultivados (Bravo y Aldunate, 1987 ; Wagemann, 1991). Ajo Blanco (Allium sativum). Las túnicas externas del bulbo son blancas y la túnica que envuelve a los dientes también es blanca cremosa. El tamaño de los bulbos es de cinco a siete centímetros de diámetro ecuatorial, siendo éste mayor que el ajo rosado. El ajo Blanco tiene a su vez una forma más irregular que el ajo rosado. Este tipo de ajo no emite vástago floral. Es más precoz y presenta un menor período de dormancia, lo que limita su período de guarda. (Bravo y Aldunate, 1987 ; Wagemann, 1991). FISIOLOGÍA El ajo es una planta que requiere de un período de frío para que concluya el proceso de dormancia, el que se define como el estado en el que el crecimiento se encuentra temporalmente suspendido, pero durante el que se presentan cambios fisiológicos importantes (Stahlschmidt, 1989). La duración de la dormancia es variable, según la variedad o tipo de ajo, las condiciones ambientales, la temperatura de almacenamiento, el tamaño del Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 "diente" y su posición en el bulbo. De tal forma que los dientes externos superan la dormancia más rápidamente que los internos y más pequeños. En general, se acepta que exista una relación directa entre los requerimientos de frío y de fotoperíodo con la duración de la dormancia, es decir, un tipo o variedad de dormancia corta, tendrá bajos requerimientos de frío y viceversa. La temperatura de almacenamiento de los bulbos afecta el proceso de brotación de los dientes y de bulbificación, es así como Mann y Monjes (1958) determinaron que temperaturas entre cinco y 10°C er an las más efectivas para sacar a los bulbos de la dormancia y que temperaturas de almacenamiento superiores o inferiores prolongan este período. En su primera etapa de cultivo requiere de clima fresco a frío 8 - 16°C tolerando incluso temperaturas bajo 0°C, pero neces ita más de 4°C para el inicio de brotación, durante esta etapa requiere de temperaturas bajas para que las plantas sean inducidas a formar dientes de nuevo bulbo, posteriormente durante el período de bulbificación se ve favorecido por temperaturas medias diarias de 18 - 20°C y cuando el largo del día supera un umbral qu e es diferente para cada cultivar o genotipo (Burba, 1991). La planta de ajo tiene una primera etapa de desarrollo vegetativo, que puede durar entre cinco y siete meses, dependiendo de la época de inicio del cultivo. Pese a ser hechas las plantacionesen distintas épocas presentan el mismo período hasta su cosecha ; sólo se diferencian en el largo de la etapa vegetativa, siendo la etapa de bulbificación muy parecidas. La fase de bulbificación se inicia como consecuencia del estímulo de los días más largos y las temperaturas más altas de primavera. Por lo tanto, las plantas de ajo inician esta segunda etapa en el mismo momento, independiente de la fecha de plantación. El período vegetativo más prolongado de las plantaciones tempranas puede resultar en una mejor producción, ya que hay más productos elaborados por el follaje para obtener el bulbo (Giaconi, 1976 ; Bravo y Duimovic, 1980). Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 NORMAS TÉCNICAS DE CULTIVO Rotación y preparación de suelo La mejores condiciones para cultivar ajo, se presentan en un suelo que haya sido cultivado anteriormente (papa, trigo, avena, etc.). En el Sur se plantean tres posibles rotaciones, las cuales se esquematizan en la figura 1. Figura 1. Posibilidades de rotación de cultivos que incluyen al ajo. En la zona sur se recomienda rotaciones no menores de seis años de la especie ajo, para prevenir posibles ataques de pudrición blanca (Sclerotiurn cepivorum). En cada una de las rotaciones descritas se sugiere un manejo de preparación de suelos específica, que se describe en la figura 2. Figura 2. Preparación de suelos para el cultivo del ajo Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 Época de plantación Dadas las características fisiológicas de desarrollo y requerimientos climáticos de esta especie, es que las plantaciones tempranas (Abril - Mayo) son fundamentales y determinantes en los rendimientos altos y en la obtención de una buena calidad expresada en una alta fracción con calibres mayores de 45 mm (Bravo y Duimovic, 1981). En general, en plantaciones tardías las plantas alcanzan una menor altura y tamaño y se presenta una mayor incidencia de bulbos que no diferencian dientes que comúnmente se denominan cebollones. Densidad y distribución de plantas Para lograr el máximo número de cabezas con tamaño superior a 45 mm., en el caso de ajo corriente, se requieren densidades de aproximadamente 300.000 plantas por hectárea, que se logra sembrando alrededor de 15 plantas por metro lineal, es decir una cada seis o siete centímetros, en hileras simples a 50 cm. una de otra (Rojas,1995) Al utilizar densidades mayores se obtiene un rendimiento total mayor pero disminuye considerablemente la fracción exportable. En el caso del ajo chilote (Allium ampeloprasum) estudios preliminares señalan en este caso densidades que fluctúan entre las 100.000 y las 150.000 plantas por hectárea. Selección y acondicionamiento de la semilla En el caso del ajo corriente se deben seleccionar dientes cuyos bulbos provengan de las categorías flor, primera y segunda. En el cuadro 2 se presentan las distintas categorías según el calibre, el cual está dado por el diámetro ecuatorial del bulbo expresado en milímetros. Los dientes semilla deben pesar más de tres gramos cada uno, deben tener forma de cuña y provenir de las capas externas del bulbo. No se deben emplear como semilla todos aquellos dientes pequeños, secos, chupados, livianos, enfermos o dañados. Deben haber 400 dientes o menos por kg. de peso. Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 Cuadro 2. Categorías de los bulbos (Allium sativum) según diámetro ecuatorial. Categoría Calibre (mm) Flor 53 > 1o 45-52 2o 37-44 3o 32-36 4o 25-31 Menor desecho Fuente : Aljaro, 1989. Los bulbos adquiridos para semilla se desgranan pocos días previos a la plantación. Al realizar esta labor muy anticipadamente se presentan pérdidas en la capacidad y vigor de brotación de cada diente. En el caso del ajo chilote (Allium ampeloprasum), se presenta en el cuadro 3 las categorías por peso de los dientes. Cuadro 3. Categorías de la semilla de ajo chilote (Allium ampeloprasum) según peso fresco del diente. Categoría Gramos Grande >35 Mediano 20-35 Pequeño <20 Fuente : Aljaro, 1995 (Comunicación personal). El ideal en el caso del cultivo del ajo chilote es utilizar semilla mediana o grande, el uso de semilla pequeña se traduce en un aumento del porcentaje de bulbos sin diferenciación de diente (cebollones), especialmente cuando la siembra es tardía. El acondicionamiento de la semilla implica su desinfección para un control preventivo de hongos (moho azul, fusarium, pudrición blanca) y nemátodo (Ditylenchus dipsaci). Se debe tener en cuenta que la desinfección de semilla es una práctica que no asegura un 100% de control de nemátodo en los casos en que la semilla esté previamente infectada; se debe privilegiar el uso de semilla de alta calidad y cultivar en aquellos suelos donde no se ha cultivado ajo. En el Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 Cuadro 4 se entregan algunas alternativas de desinfección química contra hongos y nemátodos. Cuadro 4. Alternativas de desinfección química contra hongos y nemátodos. Producto Comercial Dosis 100 lt/H 2O Tiempo Acción Benlate - Pomarsol Forte 200 - 300 grs. 20 minutos Fungicida Polyben - Pomarsol Forte 200 - 300 grs. 20 minutos Fungicida Mocap 6 EC 350 cc. 1 hora Nematicida Nemacur400 EC 150 cc. 8 horas Nematicida Vidate L 500 cc. 10 horas Nematicida Furadan 4 F 160 cc. 6 horas Nematicida Ajo Macerado* 25 kg. 20 horas Nematicida Fuente : Elaborado por el autor en base a datos de AFIPA, (1997) * El tratamiento a la semilla con macerado de ajo, el cual contiene una sustancia natural nematicida, ha dado buenos resultados y puede ser una alternativa. Suelos y fertilización Los suelos más adecuados son aquéllos de textura media (francos), que presenten buen drenaje y una buena fertilidad, con una sumatoria de bases (K, Mg, Ca, Na) superior a 6 meq/100 grs. de suelo y acidez sobre 5,6 pH al H2O. En el Cuadro 6 se presenta la extracción total de nutrientes (kg/ha) de un cultivo de ajo corriente con una producción de 10 ton/ha y población de 300.000 plantas/ha. Cuadro 6. Extracción de nutrientes kg/ha de un cultivo de ajo (Allium sativum) con un rendimiento de 10 ton/ha. Elemento Kg/ha Nitrógeno 150 Fósforo 30 Potasio 100 Calcio 20 Magnesio 8 Azufre 30 Fuente : (Burba, 1991). Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 En el sur del país, el fósforo y el potasio se deben aplicar al momento de la plantación en Abril - Mayo. El nitrógeno se aplica parcializado, un tercio de la dosis a los 20 días después de emergencia y los otros dos tercios en Agosto o cuando comienza la formación del bulbo. Se recomienda el uso de fertilizantes nitrogenados tales como nitrato de amonio cálcico. La cant idad de fer t i l izante a usar está en directa re lación con la disponibilidad del suelo y el potencial de rendimiento que se quiera obtener. En el Cuadro 7 se entrega la dosis de nutrientes a aplicar en función de la disponibilidad del suelo. Cuadro 7. Dosis de nutrientes por hectárea según disponibilidad del suelo. Nutrientes Disponibilidad en el Suelo Dosis/ha (Unidades) Fuente N 150-180 u Nitrato de Amonio Cálcico, Supernitro P2O5 < 10 ppm >10 ppm 300 u 200 - 300 u Superfosfato Triple K2O <150 ppm >150 ppm 120 - 1 40u 80-120 u Sulfato de Potasio Muriato de Potasio Fuente : Elaborado por el Departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente, INIA - Remehue. Respecto al encalado, se recomienda esta medida cuando se alcanza el valor cítrico de saturación de aluminiode un 5%, para lo cual se debe utilizar carbonato de calcio en dosis de 1.000 a 2.000 kg/ha. Éste debe ser incorporado con el último rastraje, previo dos meses a la plantación. En los suelos de la costa se requiere aplicar Fertiyeso como fuente de azufre, en dosis de 400 - 600 kg/ha. En la Figura 3 se aprecia la tasa de extracción de nutrientes en ajo (Allium sativum). En el primer período vegetativo del cultivo los requerimientos son bajos, pero una vez iniciada la bulbificación (Agosto), se produce una alta tasa de extracción. Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 Figura 3. Tasa de extracción de algunos nutrientes en el cultivo de ajo. Fuente : Ruiz, 1991. Control de malezas En el control de malezas, es más importante considerar el "período crítico" el cual corresponde a la etapa del cultivo durante la cual las malezas producen la mayor reducción de rendimiento. Esta etapa normalmente coincide con la de mayor requerimiento de luz, agua y nutrientes de parte del cultivo (lllanes, 1992). En la zona central se ha determinado que el período crítico se presenta entre las 15 a 18 semanas a partir de la emergencia del cultivo o desde la sexta semana en adelante después de la emergencia (Ramírez, 1991). Bajo las condiciones de la zona sur, el cultivo presenta una fase de lento crecimiento invernal, pudiéndose producir en estas circunstancias un fuerte problema de malezas. Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 Para controlar malezas, en lo posible se debe considerar un control integrado, es decir utilizar un conjunto de manejos y prácticas agronómicas para disminuir el nivel de malezas, entre las que se pueden destacar la preparación del suelo, control manual y control químico. Control Manual : Para hacer control manual de malezas se debe dejar al momento de plantar, una entre hilera lo suficientemente ancha para que una persona pueda circular sin restricción. El primer control debe hacerse con el 100% de las plantas emergidas y tengan un desarrollo de 8 - 10 cms. de altura. En este tipo de control se deben considerar entre 4 - 5 limpias durante el período del cultivo. Control Químico : Existen un gran número de productos químicos como se aprecia en el Cuadro 8. Se han evaluado con éxito en el Centro Regional de Investigación Carillanca los siguientes productos : i. Presiembra y Preemergencia : •Herbadox •Trifluralina. ii. Pre y Post emergencia : •Afalón •Tribunil • Goal • Ronstar. iii. Post emergencia : • Hache Uno 2000* • Galant-Plus* • Gesagard, Assure*. Productos de acción gramicida específica. Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 Cuadro 8. Principales herbicidas utilizados en el cultivo del ajo. Producto Comercial Ingrediente Activo Momento de Aplicación 1 Trifluralina Trifluralina Preplantación 2 Triflurex Trifluralina Preplantación 3 Herbadox Pendimethalin Preemergencia 4 Afalón Linuron Pre y Post emergencia 5 Linurex Linuron Pre y Post emergencia 6 Lorox Linuron Pre y Post emergencia 7 Tribunil Metabenztiazuron Pre y Post emergencia 8 Ronstar Oxadiazón Pre y Post emergencia 9 Goal Oxifluorfen Post emergencia 10 Gesagard Prometrina Post emergencia 11 Assure* Quizalofop-etil Post emergencia 12 Flecha* Quizalofop-etil Post emergencia 13 Ágil* Propaquizafop Post emergencia 14 Hache uno 2000* Fluazifop-p-butil Post emergencia 15 Galant - Plus* Haloxytop-metil Post emergencia * Productos de acción gramicida específica. Fuente :AFIPAA.G. , 1997. Enfermedades y plagas El ajo es atacado por hongos, virus, nemátodos y bacterias. Esta materia reviste especial importancia en Chile ya que hace algunos años, por mal manejo los rendimientos y calidad bajaron considerablemente, lo que se tradujo en una drástica reducción de las exportaciones. En la zona Sur del país los principales problemas detectados a la fecha son : Moho azul (Penicillium corymbiferum), Pudrición blanca o tizón (Slerotinium cepivorum) y Nemátodo del tallo y bulbos (Ditylenchus dipsaci). Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 Moho Azul : El agente causal de esta enfermedad es el hongo Penicilliurn corymbeferum Westling, determinado por Bruna en 1983 y 1985 en Valparaíso y la Región Metropolitana respectivamente. La semilla es el principal foco de infección de la enfermedad, el tratamiento preventivo es la práctica más recomendada, se sugiere un buen curado de los bulbos, evitar heridas en el desgrane, eliminar los bulbos dañados y tratar la semilla con fungicida (Acuña, 1993). Pudrición blanca : El agente causal de esta enfermedad es el hongo Sclerotium cepivorum. Éste produce daños de importancia en algunas localidades de la IXa. y Xa. Regiones (Bruna et al., 1988). Esta enfermedad provoca pudriciones en las raíces y bulbillos junto con detener el crecimiento de la planta (Wagemann, 1991). Además del ajo, ataca otro tipo de hortalizas como por ejemplo, la cebolla y puerro. El hongo persiste en el suelo por mucho tiempo, de modo que los bulbos que se encuentran en formación también se infestan. Es característica la formación de un micelio compacto, de aspecto algodonoso el cual recubre las plantas afectadas. Posteriormente el hongo genera esclerocios (masa de hifas en estado latente) de color negro, con los cuales puede permanecer en estado infeccioso en el suelo por varios años. La pudrición blanca se favorece en climas húmedos y fríos (Latorre, 1990) con temperaturas entre 13 y 18°C (Bruna, et al, 1988). El control de esta enfermedad se enfoca principalmente en forma preventiva, debiéndose evitar suelos con historial de pudrición blanca, debido que los esclerosios son la principal fuente de inóculo; también es recomendable el uso de semilla sana y desinfectada (Wagemann, 1991 ; Acuña, 1993). Una prospección realizada por Acuña en año 1991 en esta región, concluyó que el cultivo del ajo está asociado a dos enfermedades de importancia, las cuales son Pudrición blanca y Moho azul. Los resultados obtenidos demostraron que la especie A. sativum es notoriamente más afectada con pudrición blanca que A. ampeloprasum, mientras que A. ampeloprasum es más susceptible al Moho Azul (Acuña, 1993). Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 Nemátodo del Tallo y Bulbo : El organismo causal es Ditylenchus dipsaci. Es la principal y una de las más dañinas enfermedades que afecta el cultivo del ajo. En las Regiones V y Metropolitana, puede provocar pérdidas que fluctúan entre un 30 y 80% (Bruna y Guiñez, 1980). Este patógeno produce como síntomas, plantas con poco vigor, que al arrancarlas generalmente se cortan a nivel del cuello. Los bulbos pueden presentar deformaciones y ruptura longitudinal de la túnica externas, el disco basal necrosado y sistema radicular afectado (Bruna, 1995). En el marco del proyecto "Producción de Semilla Certificada y Mejoramiento Agronómico del Ajo", la fitopatóloga de INIA La Platina, Ing. Agr. M.S. Alicia Bruna, realizó una prospección fitosanitaria en Chiloé y Calbuco durante diciembre de 1995, concluyendo lo siguiente en su informe técnico : - En base a las observaciones efectuadas en el terreno y a los resultados de los análisis de las muestras de suelo y plantas, el diagnóstico señala que existe un grave problema fitosanitario que afecta a los ajos chilotes (Allium ampeloprasum) de la X Región. Éste consiste en que la zona ha sido infestada con el nemátodo del tallo y de los bulbos, Ditylenchus dipsaci, causante de la enfermedad más importante y dañina del ajo en nuestro país.- De acuerdo a los análisis, existe una alta población de D. dispsaci en algunos predios, lo que está afectando el desarrollo, rendimiento y calidad del ajo. Hasta hace unos años atrás, se creía que esta zona estaba libre de este nemátodo, el que ha producido graves daños al cultivo de ajo de la zona central. - Esta prospección ha permitido establecer, sin duda alguna, que la zona ha sido infestada y en este sentido es fundamental hacer notar la importancia del bulbillo o diente semilla en la propagación de esta enfermedad a través de las regiones del país. Informaciones recogidas de los agricultores de la zona indicaron que se ha comercializado semilla de ajo chilote desde y hacia la V Región, lo que podría explicar este punto. - Dado que la zona puede tener muy buenas posibilidades para producción de semilla de ajo, se hace indispensable abrir líneas de investigación en aspectos de manejo tales como fertilización, identificación y control de enfermedades, selección de ecotipos, y de capacitación para técnicos y agricultores, para iniciar los cultivos de ajo a partir de semilla sana y en suelo libre de nemátodo. - El control de esta enfermedad (plaga) se orienta preferentemente a la prevención, es decir, suelo sano y semilla sana de alta calidad. Existen productos químicos para desinfección de semilla y para campo pero no presentan un 100% de efectividad. Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 Cosecha Cuando los bulbos han alcanzado el desarrollo deseado, se considera que el cultivo ha sido un éxito, sin embargo no sólo basta llegar con un buen producto a la época de cosecha, sino que cosechar oportunamente y realizar un buen "curado" y almacenaje. Se calcula que aproximadamente entre un 18% y 27% de la producción por hectárea no puede comercializarse por baja calidad, ni siquiera en el mercado interno, esta situación ha significado que en la actualidad sólo alrededor del 48% de los ajos producidos logre llenar los requisitos de exportación (Aljaro, 1989). Cuando las plantas se cosechan sobremaduras disminuye la resistencia de las hojas envolventes del bulbo, por lo que las cabezas tenderán a desgranarse, con la consecuente pérdida de calidad del producto. Al cosechar muy temprano se obtiene una proporción con bulbos de bajo calibre y deberá hacerse un curado más cuidadoso. Existen los siguientes índices para determinar el momento oportuno de cosecha (Aljaro, 1989). Relación del diámetro ecuatorial del bulbo con el grosor del cuello de la planta : con una relación de 3,5 - 4 la planta se encuentra en buenas condiciones para ser cosechada, o en otras palabras, cuando el diámetro del cuello sea 1/4 del diámetro del bulbo. Figura 4. Relación óptima entre diámetro del cuello y diámetro del bulbo de ajo corriente (Allium sativum), para su cosecha. Fuente : Aljaro, 1989. Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 Número de hojas envolventes del bulbo secas y grosor de su conjunto : cuando los bulbos presentan entre 2 - 3 hojas envolventes secas se considera que el cultivo puede comenzar a ser cosechado, o bien cuando el grosor del conjunto de hojas envolventes sea de dos a 2,5 mm. de grosor. Otro índice muy utilizado es el porcentaje de hojas secas aún cuando es más subjetivo, se considera que un 40 - 50% de hojas secas o deshidratadas es un buen momento para comenzar la cosecha. Se pueden presentar dos situaciones en lo que respecta a esta labor: Cosechas Atrasadas (sobre maduración) : Se produce una deshidratación excesiva del follaje y de los bulbos. Hay pérdida en el arrancado ya que los bulbos quedan en el suelo. También un alto grado de deshidratación de las plantas restará firmeza de las hojas envolventes del bulbo, los cuales se desprenderán, resultando ajos con recubrimiento incompleto (pelados, partidos y desgranados). Cosechas Adelantadas : Al adelantar la cosecha, los bulbos se encuentran inmaduros y una proporción importante de ellos será con bajo calibre. Curado Comprende el proceso de deshidratación final del follaje y hojas envolventes, cuyos objetivos son Iograr los bulbos un nivel adecuado de humedad para su posterior faenamiento y lograr la maduración completa adquiriendo el color típico de la variedad. El mejor sistema de curado consiste en "colgar" los atados o paquetes de ajos sobre caballetes de madera y coligüe como verdaderas rucas, esto es especial para sectores con alta humedad como en el sur. Para nuestra zona el curado sería entre 15 a 20 días. Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 CONCLUSIONES • En la zona sur del país las condiciones agroclimáticas no limitan la producción de ajo, siendo más habitual el cultivo de ajo corriente (Allium sativum) en las provincias de Osorno y Valdivia y el ajo chilote o blandino (Allium ampeloprasum) en las provincias de Llanquihue y Chiloé. • Se ha constatado la presencia de las siguientes plagas y enfermedades : nemátodo del tallo y bulbos (Ditilenchus dipsasi), moho azul (Penicillium corymbiferum) y pudrición blanca o tizón (Esclerotinium cepivorum). Las medidas de manejo para prevenir estos problemas sanitarios son el uso de semillas sanas y la rotación en suelos que no hayan sido cultivados con ajo por seis años. • En la fertilización, se recomienda que el fósforo y el potasio se apliquen en la plantación. El nitrógeno, un tercio de la dosis a los 20 días después de la emergencia y los otros dos tercios a inicios de la bulbificación. • Las plantaciones tempranas son fundamentales y determinantes para la obtención de rendimientos altos. Asociados a la obtención de calibres de fracción exportable (sobre 45 mm de diámetro ecuatorial en ajo corriente), las densidades recomendadas son de 300.000 plantas por hectárea. En ajo chilote, la densidad recomendada fluctúa entre 100.000 y 150.000 plantas por hectárea. Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Boletín Técnico Remehue N° 240 BIBLIOGRAFÍA ACUÑA, I. 1993. Prospección del Ajo en la Décima Región, II. Problemas Fitopatológicos Asociados al Cultivo. Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Chile), Est. Exp. Remehue. Boletín Técnico N° 195. 19 p. AFIPA A.G. 1997. Manual fitosanitario 1996 - 1997. Asociación de fabricantes e importadores de productos fitosanitarios agrícolas A.G. 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