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891Tumores ováricos de células germinales y del estroma de los cordones sexuales 
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de “grano de café”. Los cuerpos de Call-Exner son raros, pero a 
menudo existe un componente de células de la teca (Young, 1984).
El pronóstico es excelente, el índice de supervivencia a cinco 
años es de 95%. Ambos tipos de tumores son unilaterales y se 
encuentran en etapa I al momento del diagnóstico (Young, 1984). 
Sin embargo, el tipo juvenil es más agresivo en etapas avanzadas 
y el tiempo entre la recaída y la muerte es mucho menor. Por lo 
general, las recurrencias aparecen en tres años. Las reincidencias 
más tardías son inusuales (Frausto, 2004).
Grupo tecoma-fibroma
Tecomas. Se trata de SCST relativamente frecuentes y rara vez 
malignos. Dichas neoplasias son únicas debido a que casi siempre 
se desarrollan en mujeres posmenopáusicas de 60 a 70 años de 
edad, son infrecuentes antes de los 30 años. Estos tumores sólidos 
están entre los SCST de mayor actividad hormonal y casi siem-
pre producen exceso de estrógenos. Como resultado, los signos y 
síntomas primarios son hemorragia vaginal anormal, tumoración 
pélvica o ambas. Muchas mujeres también presentan hiperplasia 
endometrial o adenocarcinoma concurrente (Aboud, 1997). Tales 
tumores están formados por células de estroma cargadas con lípi-
dos, a veces luteinizadas. La mitad de estos tecomas luteinizados 
carece de actividad hormonal o produce andrógenos, con capaci-
dad para generar masculinización.
Los tecomas son tumores sólidos cuyas células se asemejan a las 
de la teca que rodean los folículos ováricos normales (Chen, 2003). 
Por su textura, en la ecocardiografía se ven como tumoraciones 
sólidas en los anexos y pueden simular leiomiomas extrauterinos.
El compromiso de ambos ovarios y la diseminación fuera de éstos 
son eventos raros. Por fortuna, los tecomas ováricos tienen rasgos 
clínicos benignos y la resección quirúrgica es curativa.
Fibromas-fibrosarcomas. Los fi bromas son variantes de SCST 
relativamente frecuentes, sin actividad hormonal y que casi siem-
pre se desarrollan en mujeres perimenopáusicas y menopáusicas 
(Chechia, 2008). Estas neoplasias ováricas sólidas, por lo general 
benignas, se originan en las células fusiformes productoras de colá-
gena del estroma. La mayoría de los fi bromas se encuentran de 
manera incidental en la exploración o en la ecografía pélvicas. Son 
tumores sólidos, redondos, ovales o lobulados, relacionados con 
líquido libre o, menos a menudo, con ascitis franca; su vasculari-
dad es de mínima a moderada (Paladini, 2009).
Quizá 1% de las mujeres se presenta con síndrome de Meigs, 
una tríada que incluye derrame pleural, ascitis y un tumor ovárico 
sólido (Siddiqui, 1995). Los derrames pleurales casi siempre son 
del lado derecho; por lo general el líquido pleural y el fl uido de 
ascitis que lo acompaña es un trasudado que se resuelve después 
de extirpar el tumor (Majzlin, 1964). A pesar de la relación que 
hay entre la ascitis y los fi bromas benignos, cuando la primera y 
una tumoración pélvica coexisten, se debe suponer malignidad al 
realizar la valoración.
El pronóstico después de la escisión de los fi bromas es el de 
cualquier tumor benigno. Sin embargo, 10% presenta aumento 
de la celularidad y grados variables de pleomorfi smo y actividad 
mitótica, indicativos de un tumor mejor caracterizado como de 
bajo potencial maligno. En 1% de los casos se encuentra transfor-
mación maligna a un fi brosarcoma.
Tumores estromales esclerosantes. Son neoplasias raras 
y representan menos de 5% de los SCST. La edad promedio de 
las pacientes es de 20 años y 80% de los casos se desarrolla antes 
de los 30 años. Los tumores estromales esclerosantes tienen un 
comportamiento clínico benigno y por lo general son unilatera-
les. Las irregularidades menstruales y el dolor pélvico son síntomas 
frecuentes (Marelli, 1998). Pocas veces hay ascitis (a diferencia 
de los fi bromas). El tamaño de las tumoraciones varía; puede ser 
microscópico o llegar hasta a 20 cm. En el estudio histopatológico, 
los rasgos distintivos son la presencia de seudolobulación de áreas 
celulares separadas por tejido conjuntivo edematoso, aumento de 
la vascularidad y áreas prominentes de esclerosis.
Tumores de células estromales y de Sertoli
Tumores de células de Sertoli. Los tumores ováricos de célu-
las de Sertoli se observan con poca frecuencia, representan menos 
de 5% de todos los SCST. La edad promedio de las pacientes al 
momento del diagnóstico es de 30 años, pero varía de dos a 76 
años. La cuarta parte de las pacientes se presenta con manifesta-
ciones estrogénicas o androgénicas, sin embargo la mayoría de las 
neoplasias carece de funcionalidad en términos clínicos.
Estas tumoraciones casi siempre son unilaterales, sólidas, ama-
rillas y miden entre 4 y 12 cm. Provienen del tipo celular que da 
origen a los túbulos seminíferos y a menudo se organizan en túbu-
los que son característicos en términos histopatológicos (Young, 
2005). Sin embargo, los tumores de células de Sertoli pueden 
simular a muchas neoplasias distintas; en estos casos, la tinción con 
anticuerpos específi cos es invaluable para confi rmar el diagnóstico.
Más de 80% de los casos se encuentra en etapa I al momento 
del diagnóstico y casi todos son benignos. La atipia celular mode-
rada, la actividad mitótica enérgica y la necrosis de las células 
tumorales son indicadores de mayor potencial maligno. Tales 
datos se encuentran en 10% de las personas con enfermedad en 
etapa I y en la mayoría de aquellas con tumores en las fases II, III 
o IV. El riesgo de recurrencia es mayor cuando se observan dichas 
características (Oliva, 2005).
Tumores de células de Sertoli-Leydig. Estos tumores repre-
sentan sólo de 5 a 10% de los SCST ováricos (Zhang, 2007). Su 
incidencia es semejante a la de los tumores de células de Sertoli y la 
edad promedio es de 25 años. Aunque se han identifi cado en niñas 
y mujeres posmenopáusicas, más de 90% se desarrolla durante la 
edad reproductiva.
Con frecuencia, dichos tumores producen hormonas esteroi-
deas sexuales, más a menudo andrógenos. Como resultado, hay 
virilización franca en un tercio de las pacientes y otro 10% tiene 
manifestaciones clínicas de exceso de andrógenos caracterizado por 
hirsutismo, calvicie en la región temporal, voz grave y crecimiento 
del clítoris (Young, 1985). También son frecuentes los trastornos 
menstruales. Por consiguiente, debe sospecharse un tumor de célu-
las de Sertoli-Leydig antes de una operación en pacientes con una 
tumoración palpable unilateral en algún anexo y manifestaciones 
androgénicas. En estas mujeres el aumento del índice sérico de 
testosterona:androstenediona es muy sugestivo del diagnóstico.
Aunque tales efectos hormonales son frecuentes, la mitad de las 
pacientes tiene síntomas inespecífi cos de una tumoración abdomi-
nal como única molestia de presentación. Pocas veces hay ascitis 
(Outwater, 2000). Las anomalías tiroideas también coexisten con 
los tumores de células de Sertoli-Leydig, con una frecuencia que 
rebasa la casualidad.
Dichos tumores tienden a ser grandes al momento de la extirpa-
ción, con un diámetro promedio de 13 cm, aunque se han publi-
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