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Respuesta inmune frente a parásitos

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Respuesta inmune frente a parásitos 
La respuesta inmune frente a los parásitos es una interacción compleja entre el 
sistema inmunológico del huésped y los parásitos invasores, que pueden ser 
protozoos, helmintos u otros organismos. La respuesta inmune adaptativa e innata 
juega un papel importante en la defensa contra los parásitos, pero los mecanismos 
específicos pueden variar dependiendo del tipo de parásito y la ubicación de la 
infección en el cuerpo del huésped. A continuación, se describen los principales 
aspectos de la respuesta inmune frente a los parásitos: 
1. Respuesta Inmune Innata: 
Detección inicial: Al igual que con otros patógenos, la respuesta inmune innata 
comienza con la detección de los parásitos a través de receptores de 
reconocimiento de patrones (PRRs), como los receptores tipo Toll (TLRs) y 
receptores tipo lectina. Estos receptores reconocen moléculas características de 
los parásitos, como glucanos, glicoproteínas y ácidos nucleicos, conocidos como 
patrones moleculares asociados a patógenos (PAMPs). 
Respuesta Inflamatoria: La infección parasitaria desencadena una respuesta 
inflamatoria que incluye la producción de citocinas proinflamatorias y la activación 
de células fagocíticas, como los macrófagos y los eosinófilos. Estas células 
fagocíticas pueden eliminar los parásitos directamente o desempeñar un papel en 
la presentación de antígenos a los linfocitos T y B. 
Respuesta de Eosinófilos: Los eosinófilos son células sanguíneas especializadas 
que desempeñan un papel importante en la defensa contra los parásitos 
multicelulares, como los helmintos. Los eosinófilos liberan mediadores químicos, 
como la peroxidasa eosinofílica y las proteínas cationicas, que pueden dañar los 
parásitos y sus larvas. 
2. Respuesta Inmune Adaptativa: 
Presentación de Antígenos: Los antígenos parasitarios son procesados por células 
fagocíticas y presentados a los linfocitos T y B en los ganglios linfáticos y tejidos 
linfoides. Los péptidos antigénicos son presentados en el complejo mayor de 
histocompatibilidad (MHC) para su reconocimiento por los linfocitos T. 
Activación de Linfocitos T: Los linfocitos T colaboradores (CD4+) son activados por 
la interacción entre el receptor de células T y el complejo MHC-antígeno 
parasitario. Estos linfocitos secretan citocinas que ayudan a coordinar la respuesta 
inmune adaptativa y activan los linfocitos B. 
Producción de Anticuerpos: Los linfocitos B específicos para antígenos 
parasitarios son activados y se diferencian en células plasmáticas que producen 
anticuerpos. Estos anticuerpos pueden unirse a los parásitos y facilitar su 
eliminación a través de la opsonización, la neutralización y la activación del 
sistema del complemento. 
Respuesta de Linfocitos T Citotóxicos: Los linfocitos T citotóxicos (CD8+) pueden 
reconocer y destruir células infectadas por parásitos, ayudando a limitar la 
propagación de la infección. 
3. Respuesta Inmune Específica para Helmintos: 
La respuesta inmune adaptativa frente a los helmintos implica la activación de 
linfocitos T colaboradores tipo 2 (Th2), que secretan citocinas como interleucina 4 
(IL-4), IL-5 e IL-13. Estas citocinas promueven la producción de anticuerpos IgE y 
la activación de eosinófilos, que son importantes para la expulsión de los 
helmintos. 
En resumen, la respuesta inmune frente a los parásitos implica una interacción 
compleja entre la inmunidad innata y adaptativa para eliminar los parásitos 
invasores y prevenir la propagación de la infección. La eficacia de esta respuesta 
depende de varios factores, incluyendo el tipo de parásito, la ubicación de la 
infección y la salud general del huésped.

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