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1 NOTAS de Internos Medicina Interna INFECCIOSO 2 Parasitismo intestinal Dra. Ana María Suárez Conejero 2019 2 ÍNDICE Parasitismo intestinal. Aspectos generales………………………………………………………………………..3 Amebiasis Intestinal…………………………………………………………………………………………………………..7 Giardiasis………………………………………………………………………………………………………………………… 12 Ascariasis………………………………………………………………………………………………………………………….14 Estrongiloidiasis………………………………………………………………………………………………………………..17 Uncinariasis………………………………………………………………………………………………………………………19 Oxiuriasis………………………………………………………………………………………………………………………… 21 Trichuriasis……………………………………………………………………………………………………………………….23 3 PARASITISMO INTESTINAL Aspectos generales: El parasitismo intestinal está ampliamente distribuido en todo el mundo y constituye un problema para la salud pública mundial que no solo afecta a los países del tercer mundo sino también a los países desarrollados. La prevalencia de las infecciones varía según la región geográfica (es elevada en América Latina, Asia y África) y está condicionada por diferentes factores (ambientales, socioeconómicos, etc.). Otros factores como los de tipo inmunológicos, nutricionales, religiosos y culturales influyen en su aparición. El parasitismo intestinal se relaciona, según la Organización Mundial de la Salud, con los niveles de pobreza y los niños son los más perjudicados debido al efecto severo y negativo del parasitismo sobre el crecimiento y desarrollo tanto físico como psicológico. Se estima que el 12% de las enfermedades de la niñez se deben a parasitosis. Las parasitosis se contraen por la llegada al hospedero humano de la forma infectante (agentes parasitarios como quistes en casos de protozoos, huevos o larvas en caso de helmintos) que se encuentran en el medio ambiente y llegan a través de excretas de hombres o animales infectados. La infección se produce por la ingestión de esos agentes infectantes vehiculizados por el agua o alimentos mal lavados, manos contaminadas o por el ingreso al organismo de larvas infectantes a través de la piel como en el caso del Ancylostoma o la Esquistosomiasis. En el ambiente las formas parasitarias permanecen viables por mucho tiempo, generalmente meses o años. El agua y el suelo constituyen verdaderos reservorios de parásitos. Se define como parásito al ser vivo que pasa la totalidad o parte de su existencia en el interior o en el exterior de otro organismo (hospedero), generalmente más complejo y potente que él, a expensas del cual se nutre causándole o no daño (aparente o inaparente). 4 Cuadro clínico de las parasitosis: En general las parasitosis pueden tener un curso clínico asintomático o producir síntomas tales como: Dolor abdominal leve Diarrea autolimitada o diarrea crónica Alternancia con estreñimiento Disentería (ameba) Náuseas y vómitos Síntomas dispépticos Estados de desnutrición, malabsorción intestinal y anemia Peritonitis, apendicitis (áscaris, trichuris trichiura, estrongiloides) Obstrucción intestinal (áscaris, estrongiloides) Abscesos hepáticos (ameba) Ictericia y colestasis (fasciola hepática) Colangitis y colecistitis (cryptosporidium) Síntomas respiratorios como tos crónica, asma (áscaris, ancylostoma, estrongiloides) Prurito anal (enterobius vermicularis) Exantemas alérgicos Retraso psicomotor del desarrollo en niños 5 Exámenes diagnósticos en las parasitosis: Heces fecales frescas (no más de 2 horas de tiempo de refrigeración). Se deben tomar 3 muestras en días alternos. Análisis de muestras de aspirados duodenales o biliares. Método de la cinta adhesiva (cuando se sospecha parasitosis por oxiuros). Estudios serológicos para la detección de anticuerpos. Técnicas de detección antigénica mediante inmunofluorescencia ó ELISA. Técnicas moleculares como Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) para la detección de genomas parasitarios. El Tratamiento de las parasitosis se basa en dos pilares: Tratamiento preventivo: En general se basa en acciones dirigidas a promover salud y también a la prevención de las enfermedades de este tipo: Educación sanitaria a la población. Saneamiento ambiental. Control sanitario periódico a los manipuladores de alimentos. Las medidas preventivas específicas más importantes que se divulgan con el fin de reducir el parasitismo intestinal son las siguientes: Hervir el agua. Lavado frecuente de las manos, sobre todo antes de ingerir alimentos y después de defecar. Usar guantes si se trabaja la tierra. Usar calzado y mantener higiene personal. Manipulación y cocción correcta de los alimentos. Lavado adecuado de las verduras. Control de vectores y desparasitar periódicamente a los animales domésticos. Evitar contacto con orina o con heces de animales. 6 Tratamiento curativo: El tratamiento específico depende de la parasitosis que afecte al individuo. Se escoge uno de los fármacos propuestos según el tipo de parasitosis. (Revisar dosis, efectos secundarios y contraindicaciones por el libro de texto). En el caso de la amebiasis intestinal se emplea un amebicida de acción hística y parcial luminal (como el metronidazol) seguido de un amebicida activo en la luz intestinal (paromomicina o iodoquinol). 7 AMEBIASIS INTESTINAL (Entamoeba histolytica) La Entamoeba histolytica es un protozoo que afecta a 40-50 millones de personas al año y se reportan aproximadamente 100 000 muertes anuales por amebiasis invasiva. Es una enfermedad típica de países poco desarrollados de zonas tropicales, donde se transmite por ingesta de aguas contaminadas. En países desarrollados, el contagio se relaciona con viajes a zonas tropicales. El trofozoíto (20-40 micras de diámetro) es la forma parasitaria y móvil. El quiste es la forma infectante. Los quistes son tetranucleados y miden 18 micras de diámetro. Los quistes maduros son ingeridos a través del agua y los alimentos contaminados, su pared se rompe por los jugos gástricos y dan origen a trofozoítos, que conservan el mismo número de núcleos de los quistes. Posteriormente cada núcleo se divide en dos y resulta en un segundo trofozoíto, ahora con ocho núcleos. En la luz del colon cada núcleo se rodea de citoplasma y da lugar a trofozoítos pequeños que crecen y se multiplican por división binaria. Pueden permanecer en la luz o invadir los tejidos y diseminarse (lo más frecuente es al hígado). Los trofozoítos, a su vez, eliminan vacuolas alimenticias e inclusiones intracitoplasmáticas que dan lugar a prequistes que continúan madurando en la luz del colon los cuales se excretan y llegan a la boca para iniciar el ciclo. Cuando los trofozoítos logran vencer la barrera defensiva del hospedero e invaden la mucosa colónica, producen ulceración superficial de la mucosa con necrosis e infiltración mínima en la submucosa (úlceras en botón de camisa, es decir, con cuello estrecho y base ancha) dejando tramos de mucosa respetada. La afectación inicial se puede presentar en cualquier parte del intestino grueso pero predomina en la región del ciego, sigmoides y recto. Posteriormente pueden aparecer ulceraciones en otros sitios del colon. (Se puede observar la ulceración de la mucosa que llega hasta la submucosa (también llamadas úlceras en botón de camisa). 8 Cuadro clínico de la amebiasis intestinal: Puede cursar de forma asintomática o producir un síndrome disentérico. La disentería amebiana, o colitis amebiana, se define como una diarrea con moco o sangre macroscópica o microscópica en un paciente con infección por E. histolytica. Sorprendentemente, sólo hay fiebreen una minoría de pacientes con colitis amebiana. Las formas crónicas de amebiasis intestinal causan dolor abdominal, deposiciones frecuentes y flatulencia. La distensión abdominal y la deshidratación son infrecuentes. Como complicación se pueden presentar masas de tejido de granulación en ciego y colon (“amebomas”), cuyo aspecto puede simular apendicitis e incluso cáncer de colon. Se puede producir perforación intestinal. Complicaciones intestinales de la colitis amebiana: Colitis amebiana fulminante o necrotizante Perforación intestinal Apendicitis amebiana Colitis posdisentérica Ameboma Megacolon tóxico Complicaciones extra-intestinales de la amebiasis Absceso hepático amebiano Absceso del pulmón Absceso cerebral 9 Características radiográficas y anatomopatológicas de la amebiasis extraintestinal (absceso hepático). A, Radiografía de tórax de un paciente con un absceso hepático amebiano. Se observa elevación hemidiafragma derecho y signos de atelectasias. B, Estrechamiento de la luz (flecha) puesto de manifiesto mediante un enema de bario en un paciente con ameboma (tejido de granulación en la luz del colon cuyo aspecto simula un cáncer de colon). C, Dos abscesos en el lóbulo derecho y un absceso en el lóbulo izquierdo de un paciente con un absceso hepático amebiano. D, Un absceso en el lóbulo derecho y otro en el lóbulo izquierdo en un paciente con absceso hepático amebiano en una tomografía computarizada abdominal. (Tomado del Mandell) Diagnóstico diferencial de la colitis amebiana: Colitis bacterianas por Shigella, Salmonella, Campylobacter, Escherichia coli enteroinvasiva y Yersinia enterocolítica. (La Shigelosis se presenta generalmente con fiebre, es de aparición brusca y lleva más rápidamente a la deshidratación). Otras parasitosis que pueden causar disentería como la infección por tricocéfalos, balantidium coli o esquistosomiasis. Enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerativa y enfermedad de Crohn). Diverticulitis Poliposis colorrectal Adenocarcinoma de colon Exámenes diagnósticos: Examen microscópico de las heces fecales: para buscar en muestras en fresco quistes o trofozoítos de ameba histolytica. Ahora bien, es difícil diferenciar morfológicamente la E. histolytica de otra especie comensal, no patógena (E. dispar) y el examen de huevos y parásitos en las heces 10 carece de la suficiente sensibilidad y especificidad para distinguir la E. histolytica de la E. dispar y de la E. moshkovskii. (La presencia de trofozoítos con eritrocitos ingeridos fue la única característica morfológica de cierta utilidad para distinguir a la E. histolytica en un estudio). Test para la detección de antígenos de E. histolytica (prueba antigénica fecal). Permite distinguir la E. histolytica de la E. dispar y de la E. moshkovskii por la técnica de inmunoabsorción enzimática ligada a enzimas (ELISA). Una limitación es la necesidad de muestras de heces frescas o congeladas para detectar el antígeno. La detección de antígenos en heces tiene una sensibilidad y especificidad superior al 95%. Reacción en cadena de la polimerasa (PCR): La extracción del DNA de cultivos de laboratorio o de muestras de heces o de tejidos por medio de la reacción en cadena de la polimerasa es el método de preferencia con elevada sensibilidad y especificidad para la detección y diferenciación de las especies de ameba pero su aplicación en el diagnóstico de rutina es limitada. Pruebas serológicas para la detección de Ac anti-E. histolytica. En caso de absceso hepático la clave para el diagnóstico es la punción guiada por US o TAC del absceso o por drenaje quirúrgico; habitualmente se obtiene pus cuyo aspecto es característicamente achocolatado. El cultivo es estéril con gran frecuencia pues se obtienen sólo detritus, las amebas suelen estar pegadas a la pared del quiste. La detección de antígeno amebiano en suero es de altísima sensibilidad y especificidad. El diagnóstico se debe confirmar con pruebas serológicas (títulos positivos de Ac anti-E. histolytica a partir de la primera semana en el 90% de los casos). Colonoscopía: En ocasiones puede ser necesario este estudio endoscópico el cual permite observar la mucosa intestinal, tomar biopsia de tejidos y muestras de heces fecales para su observación microscópica. 11 A B Características anatomopatológicas de la amebiasis intestinal. A. Las úlceras del colon miden por término medio 1-2 mm de diámetro en el examen anatomopatológico macroscópico. B. Corte transversal de una úlcera colónica. (Tomado del Mandell). Tratamiento curativo de la amebiasis (adultos): En la colitis amebiana se emplea un amebicida de acción hística y parcial luminal (como el metronidazol) seguido de un amebicida activo en la luz intestinal (paromomicina o iodoquinol). En la amebiasis intestinal los trofozoítos pueden estar en la luz del intestino o en la pared del colon y por tal motivo para que el tratamiento sea efectivo se deben emplear medicamentos que actúen en estos dos sitios. Por otra parte, los parásitos persisten dentro de la luz intestinal hasta en el 50% de los pacientes tratados con un nitroimidazol de modo debe administrarse un amebicida de acción luminal. El metronidazol y la paromomicina no deben administrarse simultáneamente porque uno de los efectos adversos de la paromomicina, la diarrea, puede dificultar la valoración de la respuesta del paciente al tratamiento. En la colitis amebiana otra opción terapéutica es el tinidazol que reduce las tasas de fracaso terapéutico y los efectos secundarios comparados con el metronidazol. (Mientras se hace tratamiento con alguno de estos fármacos no se puede ingerir alcohol pues se produce una reacción similar al Disulfirán). Amebicidas con acción tisular y parcial luminal: Metronidazol (tab. 250 mg) y presentación para uso intravenoso en frascos de 500 mg en 100 mL. Dosis: 30 mg/kg de peso /día lo que equivale para adultos de 1 a 2 gramos diarios (500 - 750 mg cada 8 horas por 7 a 10 días). (vía oral). ó Tinidazol (tab. 500 mg) 2 gramos al día por 2-3 días (vía oral) ó Secnidazol* (tab. 500 mg) 2 gramos al día en dosis única. (vía oral) *El Secnidazol es un antiamebiano de larga vida plasmática (20 h), eficaz en dosis única Amebicidas con acción luminal: Paromomicina 500 mg 3 veces al día por 7 a 10 días (vía oral) ó Diyodohidroxiquinoleína (iodoquinol) 650 mg 3 veces al día por 20 días. (vía oral) 12 GIARDIASIS La Giardia es un protozoo flagelado que existe en forma de quistes y trofozoítos. Fue el primer protozoo encontrado en humanos. La primera descripción data de 1859 en Praga por el profesor Lambl. La forma infectante es el quiste y la infección se limita al intestino delgado. El quiste se muere con la desecación y el calor pero vive en las aguas frías y es resistente al cloro que se utiliza para potabilización del agua en los sistemas de acueductos. Los trofozoítos, que aparecen por exquistamiento, se replican sobre las criptas del duodeno y porción superior del yeyuno. Por sus flagelos realizan movimientos sobre la mucosa intestinal y se adhieren a la superficie. Los trofozoítos que avanzan más distalmente, dadas las condiciones adversas como la deshidratación de las heces y la presencia de sales biliares conjugadas, se convierten nuevamente en quistes. Los quistes son excretados y vuelven a ser ingeridos. Los trofozoítos, excretados no sobreviven en el ambiente. Trofozoíto (A) y Quiste (B) de Giardia lamblia demostrados con una tinción de tricrómico de material fecal. Obsérvense los prominentes núcleos en el trofozoíto. En el quiste, se pueden ver los axonemas de localización central, el cuerpo mediano a modo de garra y dos núcleos de localizaciónexcéntrica. (Tomado del Mandell) Cuadro clínico: Puede cursar de forma asintomática o producir un síndrome de malabsorción intestinal por afectación de las vellosidades intestinales. En formas moderadas o severas es frecuente un cuadro de duodenitis caracterizado por dolor epigástrico, náuseas, vómitos y abundantes heces pastosas, líquidas, o diarreas grasas (esteatorrea), con flatulencia. En casos de evolución prolongada la pérdida de peso es un síntoma frecuente. Las manifestaciones cutáneas de tipo urticariano pueden acompañar a la sintomatología digestiva. El déficit de Ig A y otras inmunodeficiencias predisponen a la infección. 13 Diagnóstico diferencial de la Giardiasis: Debe realizarse con otras causas de malabsorción intestinal como la enfermedad celiaca o el esprue tropical así como con otras parasitosis como la infección intestinal por necátor, ancylostoma o estrongiloides. Exámenes diagnósticos: El diagnóstico se basa en la demostración de los quistes o trofozoítos en heces en el examen directo o mediante técnicas de concentración en heces (en muestras seriadas, es decir, varios días consecutivos). A veces se requiere estudio del aspirado duodenal concentrado para observar los trofozoítos. Métodos inmunológicos: La detección de antígenos del parásito en materias fecales tiene alta sensibilidad y especificidad (por ELISA), es más eficiente que el examen microscópico directo de las heces pero tiene un alto costo. Tratamiento curativo de la Giardiasis (adultos): Metronidazol (tab. 250 mg) 1 tab cada 8 horas por 5 -7 días (vía oral) ó Tinidazol -2 gramos en dosis única (vía oral). El Secnidazol también produce curaciones superiores al 90% en dosis única de 2 gramos en adultos. Estos fármacos están contraindicados en el embarazo (si fuera necesario, en el embarazo es de elección la paromomicina). Otra opción terapéutica para el tratamiento de la Giardiasis es la Nitazoxanida. 14 ASCARIASIS (Áscaris lumbricoides) La ascariasis constituye la parasitosis más frecuente, sobre todo en las regiones tropicales. Se reconoce por su tamaño y su parecido con la lombriz de tierra. La hembra mide entre 20 -25 cm y el macho entre 15-17 cm. Los huevos tienen 50-75 µm de diámetro, son de forma oval o redonda y de color café. La vida promedio del parásito es un año, después de lo cual mueren, y son eliminados por las heces fecales. Las hembras ponen alrededor de 200 000 huevos al día. Los gusanos adultos viven en el interior del intestino delgado y sus huevos son eliminados al exterior. Si los huevos caen en un ambiente propicio como la tierra húmeda y sombreada, a 20 o 30 grados centígrados de temperatura, éstos se tornan infectantes entre las próximas 2 y 8 semanas. La infección se adquiere cuando se ingieren los huevos embrionados y las larvas salen en la porción superior del intestino delgado, atraviesan la pared intestinal y se dirigen por vía venosa al hígado, corazón derecho y alveolos pulmonares. Ahí maduran, atraviesan la pared alveolar y ascienden hasta la glotis donde se dirigen nuevamente al intestino delgado. Es un parásito que causa eosinofilia. Cuadro clínico: El cuadro clínico es variado. La mayor parte de los pacientes infectados por Áscaris lumbricoides pueden estar asintomáticos sin embargo, la infestación por áscaris puede producir diarreas, náuseas, vómitos, cuadros de oclusión intestinal (dolor abdominal) y un cuadro de tipo asmatiforme con fiebre, tos, disnea e infiltrados pulmonares fugaces coincidiendo con la migración de las larvas al pulmón, conocido como síndrome de Löffler. Los cuadros más graves se deben a la migración de los parásitos hacia localizaciones erráticas en el organismo humano produciendo cuadros de colecistitis, apendicitis, peritonitis y también manifestaciones de tipo inmunoalérgicas como urticaria, miocarditis, etc. 15 Masa de gusanos adultos de Áscaris lumbricoides recuperados de un niño después de la administración de Mebendazol. (Tomado del libro de Cecil) 16 Paciente con síndrome de Löffler (infiltrados pulmonares) Exámenes diagnósticos: El examen microscópico de las heces fecales pone en evidencia la presencia del parásito o sus huevos. En sangre periférica suele observarse eosinofilia. En ocasiones las radiografías contrastadas del tubo digestivo pueden poner en evidencia los parásitos. Tratamiento curativo (adultos): Mebendazol: (tab. 100 mg) 1 tab -2 veces al día- por 3 días (vía oral) ó Albendazol 400 mg en dosis única (vía oral). (Estos fármacos están contraindicados en el embarazo). Otra opción de tratamiento es el Pamoato de pirantel. (El pamoato de pirantel es un fármaco relativamente seguro, con escasa absorción digestiva, que presenta actividad frente al A. lumbricoides, las uncinarias y los oxiuros pero no frente a T. trichiura o S. stercoralis.) 17 ESTRONGILOIDIASIS (Strongyloides stercoralis) Es la infección por Strongyloides stercoralis. Es un parasitismo frecuente en pacientes inmunocomprometidos. El parásito vive en el intestino delgado (duodeno y yeyuno). Las larvas penetran por la piel y mucosas y llegan al pulmón por vía hemática. Las formas invasivas se observan en pacientes inmunodeprimidos. El ciclo de vida es complejo fuera del hospedero. Es un parásito que causa eosinofilia. Cuadro clínico: Las larvas penetran por la piel donde provocan reacciones locales dadas por prurito y eritema en los puntos de penetración. El dolor epigástrico de intensidad variable parece ser el síntoma digestivo más frecuente en esta parasitosis. Náuseas, vómitos y diarreas profusas que a veces alternan con constipación pueden estar presentes. En inmunodeprimidos (pacientes con SIDA, tratamiento con inmunosupresores) se puede presentar un síndrome de hiperinfestación con invasión masiva del intestino delgado y grueso y diseminación de las larvas a muchos órganos. 18 Las manifestaciones respiratorias producidas por el paso de las larvas por los pulmones pueden variar en intensidad en dependencia de la carga parasitaria. Puede aparecer tos, expectoración, disnea, hemoptisis, síntomas de bronconeumonía con sobreinfección bacteriana, sobre todo en pacientes inmunodeprimidos. Exámenes diagnósticos: El examen microscópico de las heces fecales pone en evidencia la presencia de las larvas (no huevos), el examen de las muestras fecales debe ser repetido (varios días consecutivos) pues la eliminación de las larvas al exterior puede ser intermitente. En sangre periférica suele observarse eosinofilia marcada. La identificación del parásito puede hacerse en el líquido duodenal o el esputo del individuo infectado. (Tomado del Tratado Cubano de Gastroenterología) Tratamiento curativo (adultos): Ivermectina oral 200 µg/ kg de peso /día por 1 ó 2 días ó Albendazol 400 mg/día de 3 a 6 días (vía oral) en individuos inmunocompetentes y 400 mg/cada 12 horas de 6 a 10 días (vía oral) en individuos inmunocomprometidos. El Tiabendazol es otra opción terapéutica. 19 UNCINARIASIS (Necátor americanus y Ancylostoma duodenale) Se denomina uncinariasis a la infestación por gusanos ganchudos (Necátor americano y Ancylostoma duodenale). El necátor es más pequeño y delgado que el ancylostoma. El huevo es embrionado en la tierra húmeda y pasa diferentes estadios. Las larvas filariformes penetran por la piel o por las mucosas (casi siempre por los pies descalzos) y llegan al pulmón por vía sanguínea o linfática. Atraviesan el alveolo, ascienden a la faringe y son deglutidas para llegar al intestino aproximadamente 1 semana después de haber penetrado por la piel. (El Ancylostoma lo hace además por vía oral en cuyo caso no hace el ciclo pulmonar). Estos parásitos habitan en la parte alta del intestino delgado a cuyamucosa se adhieren y succionan sangre. Luego de 5 semanas de haber entrado en el organismo las larvas llegan a la madurez sexual, ocurre la fecundación y se expulsan los huevos embrionados no infectantes por las heces fecales. Estos parásitos son causa de eosinofilia. Cuadro clínico: Lo más característico del cuadro clínico es la anemia microcítica (ferripriva) causada por la pérdida crónica de sangre que producen estos parásitos. Además de la anemia por deficiencia de hierro y la malnutrición proteica derivada de la pérdida de sangre, las personas infestadas por uncinarias pueden padecer dolor abdominal crónico y eosinofilia persistente. La migración de las larvas a través de los pulmones puede producir una neumonía transitoria, menos frecuente y menos grave que la causada por Áscaris. En el sitio de entrada de las larvas filariformes se presenta una dermatitis pruriginosa que puede infectarse de manera secundaria por el rascado. (Tomado del libro de Cecil) 20 Las uñas en cuchara (coiloniquia) y la presencia de glositis son manifestaciones clínicas de la anemia ferripriva típica de esta parasitosis. En la lámina periférica (extendido de sangre) se observan hematíes microcíticos e hipocrómicos. Exámenes diagnósticos: El examen microscópico de las heces fecales pone en evidencia la presencia de los huevos o de manera excepcional las larvas. Los huevos de las dos especies son indistinguibles. El estudio del contenido duodenal también es útil. En sangre periférica suele observarse eosinofilia marcada. Tratamiento curativo (adultos): Mebendazol: (tab. 100 mg) 1 tab- 2 veces al día- por 3 días (vía oral) ó Albendazol (tab. 200 mg y 400 mg) 400 mg en dosis única (vía oral). 21 OXIURIASIS También llamada Enterobiaisis es la infección causada por el Enterobius vermicularis. Es un oxiuro es un parásito que vive en el colon (ciego, apéndice e intestino adyacente) y mide entre 2 y 11 mm de largo. Las hembras grávidas, que contienen una media de 10.000 huevos, migran en la noche a las márgenes del ano donde ponen sus huevos, que en 6 horas embrionan y se tornan infectantes. Cuadro clínico: Lo más característico del cuadro clínico es el prurito anal. Una queja frecuente es el sueño irregular y la irritabilidad debido al prurito anal nocturno. También se han atribuido a los oxiuros síntomas de disuria, enuresis, vulvovaginitis y flujo vaginal. No produce eosinofilia ni alergias pero es altamente infectante. La autoinfección se produce cuando el individuo se rasca y quedan los huevos debajo de las uñas y de ahí son llevados nuevamente a la boca. Exámenes diagnósticos: Aunque los oxiuros pueden apreciarse a simple vista, a veces se confunden con fragmentos de hilo blanco. Los huevos de los oxiuros no se suelen encontrar en las heces, pero se identifican fácilmente en la observación al microscopio de una tira de papel transparente adhesiva presionada sobre la 22 región perianal a primera hora de la mañana. Una sola observación basta para detectar la infestación en el 50% de los casos, tres permiten detectar el 90% y cinco el 99%. El Enterobius vermicularis es un pequeño verme de color blanco que mide aproximadamente 1 cm de longitud. Tratamiento curativo (adultos): Mebendazol: 1 tab. 100 mg - dosis única (vía oral) ó Albendazol 400 mg en dosis única (vía oral). Las dosis únicas presentan un alto nivel de eficacia. Pasadas dos semanas se administra una segunda dosis, dada la frecuencia de reinfestación y autoinfestación. Como lo habitual es que haya varias personas infectadas en el domicilio puede ser necesario tratar a toda la familia. Se deben mantener las uñas limpias y cortas y evitar el rascado de área perianal. 23 TRICHURIASIS La tricocefaliasis o trichuriasis es la infección intestinal del hombre causada por tricocéfalos o trichuris trichiura. Es un parásito de 4-5 cm de longitud y sus huevos son ovoides de 50 µm cuyos extremos tienen tapones mucosos. La infección se adquiere al ingerir los huevos del parásito en agua o alimentos contaminados. Los huevos embrionados son ingeridos, se liberan las larvas y comienza el proceso infeccioso. El parásito adulto vive adherido a la mucosa del colon (ciego, colon ascendente y, en los casos de infestación masiva, en el colon descendente y recto) donde causa inflamación y hemorragias. Luego de copular la hembra libera los huevos. No hace migración a las vías respiratorias ni produce cuadros extraintestinales. Cuadro clínico: La característica clínica más importante es que ocasiona una diarrea disentérica con prolapso rectal. Pueden existir otras alteraciones como retraso del desarrollo físico e intelectual, enflaquecimiento, dolor abdominal, tenesmo rectal y anemia hipocrómica. El prolapso rectal se presenta en las formas graves de la enfermedad. Es más frecuente en niños desnutridos con hipotonía de la musculatura perianal y relajación del esfínter a ese nivel. La mucosa sangrante e inflamada se prolapsa. 24 Diagnóstico diferencial: En los casos severos que desarrollan un síndrome disentérico se debe hacer diagnóstico diferencial con la amebiasis, balantidiasis, disentería bacilar, enfermedad inflamatoria intestinal como colitis ulcerativa o enfermedad de Crohn, cáncer colorrectal y poliposis intestinal. Exámenes diagnósticos: El examen microscópico de las heces fecales pone en evidencia la presencia de los huevos. Los huevos de este parásito no se olvidan una vez que se han visto. Tienen forma ovoide y color pardo-amarillento. Miden 50 µm de largo por 25 µm de ancho. (Tomado del Tratado Cubano de Gastroenterología). Tratamiento curativo (adultos): Mebendazol: (tab. 100 mg) 1 tab- 2 veces al día -por 3 días (vía oral) ó Albendazol (tab. 200 mg y 400 mg) 400 mg /día por 3 días (vía oral). 25 Bibliografía consultada: TRATADO CUBANO DE GASTROENTEROLOGIA Y HEPATOLOGÍA CLÍNICA. Manuel Eusebio Paniagua Estévez y Felipe Neri Pinnol Jiménez. Tomo 5. EDITORIAL CIENCIAS MÉDICAS. LA HABANA 2014. CECIL Y GOLDMAN. TRATADO DE MEDICINA INTERNA. Volumen 2; 25.a edición ELSEVIER. MANDELL, DOUGLAS Y BENNETT. ENFERMEDADES INFECCIOSAS. Principios y práctica. (Capítulos 274, 281,288). Octava edición. 2015. TORONTO NOTES FOR MEDICAL STUDENTS (2016 y 2018).Toronto, Ontario. Canadá. ROCA GODERICH. Temas de Medicina Interna. 5ta Edición.
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