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ANÁLISIS DE “BESTIARIO” DE JULIO CORTÁZAR
Este relato da título al primer libro de cuentos publicado por Cortázar (1951) y es un ejemplo de cómo y para qué este autor utiliza los elementos fantásticos. Como suele suceder en las obras de este autor, la ambientación es realista y se inserta un elemento incongruente, el tigre, que se vincula _ por supuesto que el texto no lo explicita_ con una situación familiar rodeada de ambigüedades, reticencias y sobreentendidos que jamás se despejan, ni siquiera con el terrible final.
 
La actitud de los Funes de aceptar vivir siempre en una tensión de problemas no enfrentados y, por ende, no resueltos es lo que ha hecho aparecer al tigre. Pretenden convivir con el tigre suelto, de la misma manera que tratan de negar la existencia de graves problemas en la familia. Cortázar nunca deja que el lector vea al tigre: no vemos el tigre porque los Funes no quieren enfrentarlo; para ellos vivir se ha transformado en un interminable juego de escondidas con la fiera, que no es otra cosa que la verdad acerca de ellos mismos.
De lo antedicho se puede deducir que el tema central es la negación de los problemas y la tendencia a evadirlos. Por otro lado, también se trata la violencia soterrada y el pérdida de la inocencia,el paso prematuro de la niñez al mundo adulto.
El narrador es externo, como lo indica el uso de la tercera persona, pero la perspectiva desde la cual narra es, básicamente, la de la niña, con aisladas intromisiones de un narrador adulto. El lector no puede ver más allá de lo que la niña intuye. Esta situación es irritante para un lector habituado al consumo de lo explícito, porque se espera de él que lea entre líneas y, aún así, a veces se quedará sin respuesta. Se incluyen en la narración fragmentos de discurso directo y retazos de una carta de Isabel a su madre. Como es característico del estilo de Cortázar, son frecuentes los cambios de sujeto y de perspectiva , los saltos del discurso indirecto al directo, todo ello sin transición ni señal gráfica. Estas técnicas tienen como objetivo restaurar todas las potencialidades expresivas, creativas y cognoscitivas del lenguaje, anuladas por la manera convencional de escribir. Según Cortázar, la realidad es demasiado compleja y rica para expresarla con una sintaxis sucesiva, estructurada, coherente y lógica, hay que “des- escribir” para acercarse a la realidad auténtica. (Busca citas para ilustrar cada una de las ideas que acaban de exponerse acerca de la forma de narrar)
En cuanto al título, en primera instancia, el lector puede creer que es una referencia a los entretenimientos de los niños (debes incluir aquí una lista de los animales con los que juegan Nino e Isabel) o al propio tigre, sin embargo, cabe la interpretación de que la casa de los Funes es el bestiario, un espacio donde conviven e interactúan impulsos bestiales contenidos. Y el lector mira a esos especímenes como los niños a las criaturas que atrapan. 
Cuando comienza el cuento, Isabel es invitada a pasar una temporada en “Los Horneros”, la estancia de los hermanos Funes. El nombre del establecimiento no deja de ser irónico, puesto que al hornero se lo asocia rápidamente con su nido y éste con la idea de hogar, algo muy distante a lo que el lector verá a continuación. (En este punto, debes explicar el porqué de esta afirmación).
Ya en el segundo párrafo se menciona al tigre (debes incluir aquí la cita correspondiente), pero la información crucial de que circula libremente por la casa y de que no responde a la voluntad de ninguno de sus habitantes se retrasa hasta la segunda serie de las diez no numeradas que componen el relato. (Cita ahora ese momento en que se sabe que el tigre merodea suelto). Llama la atención cómo la madre de Isabel e Inés aceptan con total naturalidad la existencia del tigre, igual que lo harán los Funes; es característico de los personajes de Cortázar relacionarse así con los elementos fantásticos que se entrometen en sus realidades.
En el primer tramo del cuento, es fundamental que el lector se compenetre con la niña, puesto que su mirada es la que le permite acceder a los hechos y, además, porque es necesario comprender su perspectiva para entender los mecanismos que ponen en marcha el trágico desenlace. En principio, Isabel siente expectativas por sus futuras vacaciones y también ciertos temores, pero que no se vinculan con el tigre. Algunas expresiones indican que ella piensa en su viaje a la casa de los Funes como una diversión, como una aventura hacia la que se lanza (“Isabel supo como desde un tobogán que la mandarían a lo de Funes. Se tiró en la noticia, en la enorme ola verde” ) pero el lector las percibe como ambivalentes, como si la niña se fuera a lanzar o a sumergir en una situación excesivamente riesgosa. Cortázar se basa para lograr este efecto en el lugar común de la inconsciencia de los niños. 
Desde el comienzo, se representa el pensamiento de Isabel mediante asociaciones, así funciona. “Nino pescado” es la expresión de la asociación que en la mente de Isabel se hace entre el niño y un recuerdo de la imagen que le mostró en un álbum. Es fundamental comprender esta forma de expresar el funcionamiento del pensamiento de Isabel, porque bajo esa modalidad se presentan, a lo largo del cuento, los pasos que la conducen a su decisión final: asociar las manos reflejadas en el formicario con las manos retiradas con violencia en el episodio del café, asociar el asco que le da a Rema el mamboretá furioso debajo del vaso con las rabietas de Nene, asociar el verde del mamboretá con la jarra de limonada.
Se caracteriza a Isabel como una niña inquieta, ya al principio piensa que se le aproxima un rezongo por sus travesuras (aquí debes citar la parte del cuento que muestra esto) e incluso que pregunta demasiado; esto la hace ser la persona apropiada para averiguar qué pasa en lo de los Funes y hacer lo que ningún adulto de los que allí habita se ha animado a enfrentar.
Al pensar en la estadía en lo de Funes, naturalmente, Isabel piensa en Nino, su compañero de juegos, pero también en Rema. Siente especial cariño por ella: “la tía Rema me quiere tanto”. Este cariño y el deseo de protegerla moverán a Isabel a actuar. Para referirse a Rema, Cortázar usa el motivo de las manos. En literatura se llama motivo a cierto componente que el discurso menciona en forma recurrente y que adquiere dimensiones simbólicas. Las manos de Rema siempre son blandas, suaves. Por un lado muestran su bondad, su delicadeza, pero también su excesiva blandura, su debilidad que le impide manejar el problema que la acosa. Su especialidad es soportar, apaciguar, cubrir. Sabe todo, pero lo calla. Ella no quiere ser presa del tigre, pero no se da cuenta de que, con su silencio, lo alimenta.
El viaje en tren hacia el campo es experimentado por Isabel como una verdadera liberación y lo disfruta como niña que es. (Debes citar aquí para demostrar la anterior afirmación). Este viaje tiene una gran carga simbólica, representa el tránsito de lo convencional a lo no habitual, de lo protegido al riesgo y de la niñez a una precoz adultez, puesto que en la experiencia que vive en lo de los Funes pierde su inocencia, no sólo por los problemas que intuye en la familia, sino porque, a partir de entonces, cargará con la culpa de una muerte.
En la breve sección dos, a la vez que se resalta nuevamente la sensación de libertad y el muy natural deseo de sentirse grande de la niña (debes buscar la cita que corresponde) , el narrador desliza un comentario francamente inquietante que delata que el tigre anda por donde quiere (debes buscar la cita que corresponde), con lo cual refuerza la tensión. El bicho de humedad que al ser tocado por Isabel, se hizo bolita y cayó por el agujero, representa esa capacidad de la niña ( y de muchos niños)de ir directamente a lo esencial, de tocar en el punto exacto y de reducir al temible Nene a un minúsculo insecto, que cae en el agujero de las fauces del tigre. 
A partir de la sección tres, el narrador maneja tres planosde acción. En primer lugar, el plano infantil, especialmente centrado en las variaciones que lo que sucede alrededor suscita en la sensibilidad de Isabel. En segunda instancia, el plano adulto, con sus soterradas tensiones y esporádicos indicios que cada vez más repercuten en el plano anterior. Finalmente, el plano fantástico, donde ronda el tigre.
Los juegos de Isabel y Nino están en el primer plano. Sin embargo, la despreocupada inocencia de sus entretenimientos contrasta con las tensiones entre los adultos: las burlas permanentes de Nene hacia Luis; la alusión a las “rabias de Nene”; Luis siempre ausente, siempre leyendo; el episodio de la taza de café. (Debes citar aquí algo que represente el episodio de la taza de café) 
Este episodio, que se narra en la sección cuatro, es central, porque la niña capta algo que no puede entender, pero por algo lo registra y lo recuerda más tarde. Atribuye la situación a una torpeza, pero oscuramente sabe que algo anda mal. Aun antes de este episodio, las preguntas ya habían empezado a surgir en Isabel quien, como ya se explicó, es una niña inquieta. Sin embargo, no las formula por respeto a Rema, hacia quien siente especial cariño. (Aquí debes citar el fragmento en que muestra que ella quería pregunta y no lo hacía) Nota que la vida allí es triste, que Rema siempre está cansada. Si Isabel fuera como Nino, no se daría cuenta de nada, pero ella no se deja engañar por las apariencias. Así como le impacienta que todas las hojas del herbario sean parecidas entre sí (incluye aquí la cita que corresponde) , le fastidia que las apariencias y los silencios cubran todo. Por eso, el interés de Isabel se va desplazando del plano infantil, de los juegos de los niños, al plano de los adultos, al “juego” de los adultos, hasta que finalmente se integra a él y hace la jugada decisiva.
Los fragmentos de la carta que Isabel dirige a su madre son claro indicio de lo desorientada e inquieta que está la niña. Por algo que le pide a su madre que venga a buscarla (casi un sinónimo de rescatarla) y se quede unos días para alegrar a Rema. En realidad, quiere que la libre de la agobiante responsabilidad de tener que solucionar a los adultos sus problemas. (Incluye aquí una cita significativa de la carta) 
Uno de los entretenimientos de los niños a los que se hace más referencia es el formicario. En algunos momentos del cuento representa a ese misterioso mundo adulto que Isabel mira a través del vidrio y no logra comprender. De hecho el narrador lo explicita: “le gustaba repetir el mundo grande en el cristal” . En otros momentos representa la febril actividad de la mente de Isabel; dentro de la niña bullen preguntas, inquietudes, cosas que la incomodan y que no puede racionalizar. La libreta de anotaciones es la representación del deseo de Isabel de entender, por momentos insiste y por momentos lo abandona, porque la situación la rebasa.
En cierto momento se une el motivo de las manos de Rema con el formicario o casa de las hormigas. Isabel estaba observando las hormigas y la mano de Rema se refleja en el vidrio, parece, entonces, que las hormigas caminaran por ella. La niña asocia, ya se explicó que esa es su manera de pensar, esas hormigas invasoras con la mano de Nene y pide a Rema que corra su mano. (Debes poner aquí la cita de este episodio)
El episodio del juego de paleta es un acelerador de los procesos internos de la niña. Nino, Isabel y un peoncito se divierten al aire libre en un día soleado. Ella se siente feliz (incluye la cita aquí), es como un paréntesis de infancia verdadera en la sordidez de lo que ha estado viviendo. Piensa en el formicario - y por lo tanto en sus preocupaciones por entender el mundo adulto_ como algo “muerto y rezumante, un horror de patas”. Lo terrible es que será el último momento de inocencia libre, porque cuando se concrete la eliminación de Nene, es probable que Isabel no sea niña nunca más. 
Cuando la pelota rompe el vidrio, Nene se enoja, pero el castigo violento, exagerado a Nino viene más tarde. Esto lo hace menos comprensible, porque no existe el atenuante del descontrol momentáneo. Además, la situación en que se da es por lo demás extraña: Nene le pega a Nino, pero mira a Rema. (Aquí debes citar texto) La violencia parece desatarse por un vidrio roto, pero queda claro que el verdadero conflicto está más abajo y es más terrible. Isabel, con su cada vez más afinada perspicacia, capta todo esto y se forma en su cabeza la idea de que Nene es peligroso para Rema, la tía que la quiere y a quien ella admira. El foco de amenaza se ha desplazado desde el tigre hacia Nene.
Las causas para el desenlace ya están sobre la mesa. Evidentemente, Isabel no podría llegar a tomar la determinación de matar a Nene por la vía racional. Nada mejor, entonces, que la idea surja por asociación. Cortázar da indicios de que en la mente de la niña hay ideas, cual piezas de un puzzle, que empiezan a vincularse entre sí. En la del lector atento debería suceder lo mismo.
Por un lado, la asociación entre el mamboretá y Nene. El mamboretá está atrapado bajo un vaso y, por lo tanto, rabioso, como suele estar Nene. Además, su color es verde, igual al color de la nube que salía de los dientes monstruosos de la cara de Nene en la pesadilla de Isabel. Sumado a esto, Rema le dice “Tirá ese bicho(...) Les tengo asco” y más adelante repite “ Tirá ese bicho, es horrible”.
Por otro lado,la asociación entre el mamboretá (y lo que implica) y la jarra de limonada, también verde, que Nene pide a Isabel que Rema le suba. El narrador se ocupa de destacar el vínculo entre el mamboretá y la jarra, de hecho, lo expresa en lugar destacado, al final de la sección nueve, en un enunciado breve, contundente, sin verbo: “Y la jarra verde como el mamboretá” Rema quiere eludir _una vez más_ a Nene. La alta temperatura reinante. “un calor de fiebre”, indica que la sitaución es insostenible, que ha llegado a un punto crítico. Por eso le pide a Isabel que lleve ella la jarra. La expresión “por favor” aparece repetida cuatro veces, expresa cómo se sintió Isabel por saberse necesitada por su tía; sintió que le rogaba que la salvase y va a hacerlo. De ahí el parlamento con que se cierra esta sección: Ya tiré el mamboretá, Rema. Aunque es probable que ni la propia Isabel lo sepa, la decisión está tomada: su mayor deseo es proteger a Rema, a quien ve triste, “esa voz de tristeza sin fondo” y a quien no quiere defraudar.
El modo en que Cortázar trata tanto la situación previa como la inmediatamente posterior al homicidio es de una sutileza admirable. 
La noche previa Isabel durmió mal, estaba intranquila y por la mañana, Nino la encuentra distraída, no comprometida en la búsqueda de caracoles para la colección. Isabel está con la cabeza en otro tema, otros asuntos más graves, más adultos la ocupan, por eso, de repente, se siente lejos de los juegos de Nino (Incluye aquí la cita correspondiente) Sus idas y venidas de ese día, su charla y sus risas con Rema, las corridas y empujones con Nino, todo pone de manifiesto su agitación interior, no puede quedarse quieta en un lugar, en espera de la perpetración de la jugada final.
Luego, cuando Nene se encamina a la trampa mortal que ella le preparó, se pone a mirar los caracoles que habían recogido esa mañana. La insistencia del narrador en esa acción (debes citar aquí todas las veces en que el narrador insiste en que ella miraba los caracoles) llega al punto de que tres veces se repite la misma idea en escasos siete renglones. Es una forma de marcar el intento de la niña de disimular, de fingir que ella nada tuvo que ver con lo que está a punto de suceder.
Mientras mira los caracoles, lanza una fugaz mirada a Rema, da la impresión de que necesita confirmarse en lo que ha hecho, como si mirar su rostro triste le hiciera patente la validez de lo que hizo.
El lento desplazamiento de los caracoles es una representación de cuán lentos pasan los minutos entre el momento en que Isabel sentencia a muerte a Nene con su información “equivocada” yla ejecución. 
Una vez que Nene cae en las garras del tigre, Rema demuestra de inmediato con sus gestos haber comprendido la acción de la niña y sus motivos. A la vez trata de calmarla con sus manos y transmitirle el reconocimiento que Isabel tanto necesitaba: cita aquí el texto en que se apoya esta información.
La muerte de Nene en las fauces del tigre implica, por un lado, el fin del conflicto oculto y largamente evadido, por otro, el sacrificio de la infancia de Isabel. Con Nene muere la nena que era ella, es el fin de su inocencia. Para Isabel ser adulta es ser culpable y amar es matar. A decir verdad, ella también es la víctima en este homicidio.
BIBLIOGRAFÍA
Martínez, Gustavo. Julio Cortázar: lo fantástico como provocación. Rebeca Linke editoras, Montevideo, 2008
Harss, Luis. Los Nuestros. Sudamericana, Bs. As., 1966.
Lastra, Pedro (coord). Julio Cortázar. El escritor y la crítica. Taur us, Madrid, 1981
Marauda, L. Cortázar, un universo y sus mundos. Técnica, Montevideo,2003.

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