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Notas para una psicologia social

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Notas para una Psicología Social
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Notas para una
Psicología Social
...como una crítica a la
vida cotidiana
Ana M. Correa
compiladora
Editorial Brujas
Primera edición
Impreso en Argentina
ISBN: 987-9452-94-1
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño
de tapa, puede ser reproducida, almacenada o
transmitida por ningún medio, ya sea electrónico,
químico, mecánico, óptico, de grabación o por
fotocopia sin autorización previa del editor.
editorialbrujas@arnet.com.ar
Tel/fax: (0351) 4606044 - Venezuela Nº47
Bº Nueva Córdoba - Córdoba - Rep. Argentina.
Tapa: “Momento convocante”
escultura de S. Lescano
“Notas para una Psicología social.
...como crítica a la vida cotidiana”.
© Primera edición, 1999. Ana M. Correa (compilación). Horacio Paulín,
Cristina Viganó, Inés A. Díaz, Andrea Bonvillani, Marina Tomasini,
Gracia Clérico, Andrea Pujol. Colaboración especial de la Dra. Martha
Casanova.
Participan: Silvina Paladini, Romina Rovasio, E. Armesto, Cecilia
Barraza, M. Tello, C. Szulkin.
© Segunda edición, 2000. ISBN:950-33-022-5-0 Ana M. Correa
(compilación). Horacio Paulín, Cristina Viganó, Inés A. Díaz, Andrea
Bonvillani, Marina Tomasini, Gracia Clérico, Andrea Pujol.
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Notas para una Psicología Social
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Para el lector
El texto de “Notas para una Psicología Social....” escrito a fines
del 99, corregido parcialmente en el 2000 y utilizado en la enseñanza,
en la cátedra de Psicología Social en la Facultad de Psicología durante
estos tres años, dio lugar a nuevas preguntas y otros debates, que nos
incitaron a reelaborar algunos apartados. Por cierto, con modestas
ilusiones de lo que producimos, pero si, con la pretensión de ampliar,
aclarar, puntualizar y criticar los apuntes elaborados.
La primera inquietud, surge ante la permanente dificultad de
transmitir a los lectores en buena medida, los alumnos cursantes de la
asignatura la inextricable relación entre textos y contextos sociales, o
relación entre los discursos (de las ciencias) y las prácticas sociales. En
este sentido la pregunta que nos hacemos es en que medida nuestras
practicas no inciden en esa dificultad u obstáculo. Como asimismo
cuanto hay institucionalizado en las formas de aprender de manera
mecánica, fragmentada y repetitiva del sentido común.
Sabemos que la realidad se transforma en narración cuando se
produce un vacío de la experiencia y pierde complejidad. Diluye el
sentido de la interacción con otro e impide observar lo otro, desear.
Entonces se disocia, sentido y acción.
Por todo ello y ante esta dificultad que es de recursos pero no
de ingenio, los profesores de la cátedra intentan ampliar y mejorar,
desde la experiencia en docencia en la investigación y la extensión,
este texto de acompañamiento de otros textos para la comprensión de
la problemática en psicología social. Se corrige y focaliza desde nuestra
postura el apartado primero “Aproximación al campo de estudio”. Se
corrige y enriquece en función de la investigación en curso de la Cátedra
el apartado de “Vida Cotidiana: contexto social y ámbito cotidiano”.
También se amplia y precisa el concepto de proceso de socialización
en psicología social en el artículo “Importancia del proceso de
socialización en Psicología Social” que se completa con una nuevo
artículo “La noción del rol en ciencias sociales y psicología”. Se
incorporan herramientas instrumentales del trabajo del psicólogo social
“Aportes de la coordinación de grupos operativos en las instituciones
educativas: relecturas y precauciones” y “Algunas referencias en relación
a qué y cómo registrar”. Finalmente el material sobre representaciones
Presentación
Notas para una Psicología Social
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sociales fue corregido y realzado desde la postura de cátedra. No se
trata solamente de presentar el material de psicología social básico
que es utilizado en el proceso de enseñanza aprendizaje sino y
principalmente, un texto abierto de apoyatura y acompañamiento a
otros textos para que permita de este modo, pensar, proyectar y actuar
en un contexto social determinado.
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Introducción
“Notas para una Psicología Social” da cuenta del trabajo
sostenido durante años en la Cátedra de Psicología Social de la Facultad
de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba. Expresa, además
de la racionalidad y cooperación necesarias para pensar y desarrollar
contenidos en un área de conocimientos, una singular manera de
“emprender” esta práctica social en docencia-investigación y extensión.
Nos ocupa en el texto, la presentación de consideraciones
teóricas para definir un marco conceptual, o un conjunto de herra-
mientas, para el acceso y comprensión de la realidad concreta y, las
discusiones y reflexiones acerca de los modos y maneras de transmisión
y transferencia en el proceso de hacer-pensar-sentir, lo que implica
una singular concepción de emprender la acción del conocimiento.
En estas “Notas para una Psicología Social” nos proponemos,
en consecuencia:
Aproximarnos a considerar la existencia de un campo de la
Psicología Social.
Delinear una postura.
Iniciar un recorrido de trabajo.
Apostar a lo grupal, en los claustros.
A. Aproximarnos a considerar la existencia de un campo de
la psicología social.
 Iniciaremos un recorrido por diversas líneas que enuncian el
objeto de estudio, sus pequeñas y grandes crisis, con sus resoluciones
provisorias; pues asumimos que las prácticas sociales de conocimiento
se mueven en función de dos tipos de cuestionamiento:
a) Aquellos que realiza la disciplina misma en relación al
campo científico y,
b) Aquellos que la sociedad le pone a la disciplina.
Desde, estos cuestionamientos, ciertas preguntas resultan
orientadoras, para nuestro quehacer:
Introducción
Notas para una Psicología Social
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- ¿Qué posición ocupa la psicología social en el campo de
conocimiento de las ciencias?
- ¿Cómo el sistema de relaciones sociales de la sociedad
contribuye a construir la posición de una disciplina?
- ¿Entre qué y quienes se debate la psicología social en ciertos
y determinados contextos socio-históricos?
Sin dudas, “la existencia de una considerable cantidad de
corrientes, marcos teóricos, o minidisciplinas que parecieran formar
parte de un conjunto desarticulado y difíciles de entender dentro de
un mismo campo, representan en realidad la prueba más sólida de la
existencia de un campo de Psicología Social. Del mismo modo , es esa
lucha al interior del campo y sus efectos en el espacio social es lo que
legitima las preferencias, o la descalificación de los capitales
económicos y simbólicos en juego”.
B. Delinear una postura.
 El planteo despliega la tensión en la interrogación
epistemológica con la demanda social, a partir de lo que resultan los
fundamentos acerca del objeto de la psicología social. Reconocemos
con M.Foucault, que la aparición de los “planteos científicos se dieron
en ocasión de algún problema, de una exigencia de un obstáculo teórico
o práctico”. Este acontecimiento en el orden del saber, hace de los
problemas - problemáticas su objeto de estudio. Para ello se requiere
un cuerpo teórico que funcione como “caja de herramientas”, “es decir
que aporten instrumentos y no sistemas conceptuales; instrumentos
teóricos que incluyen en su reflexión una dimensión histórica de las
situaciones que analizan... herramientas que junto a otras herramientas
se produce para ser probada en el criterio de su universo, conexiones
múltiples, locales y plurales con otros quehaceres teóricos” . De este
modo entendemos el acceso a una elaboración provisoria de
conocimiento.
Sin herramientas teóricas y metodológicas podremos contar lo
que vemos, relatar un suceso, narrar una historia, pero seremos
incapaces de hacer una interpretación.
Una problemática de la psicología social, es una lectura de
problemas registrados en la vida cotidiana, que además del abordaje,
requiere para su rectificación o ratificación transferencia de resultados.
Por ello, no sólo nos interesa la producción del conocimientoPujol, Andrea.
En Derrumbes y Construc-
ciones de la Psicología So-
cial. Se presenta adelante
en pág. 29.
A.M.Fernández.
El campo grupal. Ed.
Nueva Visión. 1989.
pp. 138.
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en un área o disciplina, sino también la capacidad inventiva de
dispositivos para la transmisión y transferencia de los avances en el
conocimiento y sus resultados.
Esta nueva vuelta en la práctica de conocimiento gestiona su
apropiación, dado que, además de la adquisición de conocimientos
implica darle un sentido, que es necesariamente relacional y social.
C. Iniciar el recorrido: ...unos pasos hacia adelante, y otro
hacia atrás...
“Y ...cuando a uno lo expulsan
a patadas del sueño
el amanecer es siempre una modorra
se emerge de ese ensayo de la muerte
todavía sellado por la víspera
si fue de odios con rezagos de odio
si fue de amor con primicias de amor
 pero el día empieza a convocarnos
Y es distinto de todos los demás tiene otra lluvia otro
sol otra brisa
también otras terribles confidencias
así empieza el diálogo con la jornada
la discusión el trueque de rencores
y de pronto el abrazo
porque hay días repletos de soberbia
días que traen mortales enemigos
y otros que son los compinches de siempre; dias
hermanos que nos marcan la vida
Así ocurren sabores
Sinsabores
manos que son cadenas
mujeres que son labios
ojos que son paisajes
y cuando al fin lo expulsan a uno a la vigilia
se emerge de ese ensayo de la vida con los ojos cerrados
y despacito
...como buscando el sueño o la cruz del sur
se entra a tientas en la noche anónima.”
M.Benedetti. Cotidiana 2
Introducción
Notas para una Psicología Social
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Esta bella expresión literaria, amplía la comprensión de la esfera
desde donde se construyen las problemáticas y nos predispone a
caminar y a aprender. Se emerge de ese ensayo de la vida con los ojos
cerrados y despacito... y con atención, puesto que:
Conocer aquello que creíamos saber, es estudiar, interrogar,
problematizar, en defintiva, re-aprehender la realidad en
un mundo en transformación, y
Re-significar el lugar del hombre en la construcción de esa
realidad; es búsqueda/investigación ineludiblemente
enlazada a motivos, a necesidades de cada sujeto singular,
único e irrepetible... en la noche anónima.
Notas para una psicología social, es un hacer, siendo. Es apertura
y “apretura” en tanto,
“para comprender una situación social
hay que intentar cambiarla, debiendo incluso
aceptar ser cambiado por ella” (A. Levy.1992)
”es aprender un oficio, por un lado
desvalorizado, mientras que por otro es
sobrevalorizado, lo que condiciona tensiones en
él, y entre los grupos, ya que negación y
omnisciencia forman un conjunto difícil de
manejar” (Pichón Riviére, en colaboración con
Liberman, Bleger, Rolla, grandes maestros del
campo psi. en Argentina-1960)
“se trata de una interciencia, con una
metodología interdiciplinaria, la que funcionando
como unidad operacional permite un
enriquecimiento de la comprensión del objeto
de conocimiento y una mutua realimentación de
las técnicas de aproximación al mismo” (Enrique
Pichón Rivière.1972)
Por ello, en momentos de transformación y crisis, la metodologia
de construcción privilegia el hacer pensando y el pensar haciendo.
Cada paso hacia delante es mirar hacia atrás, a los costados, es apostar
como dice Pichón Rivière, a trabajar conscientemente a modo de
proceso corrector con sucesivos esclarecimientos donde se irán
vislumbrando mecanismos de creación y de superación, donde el punto
de partida y de llegada es la vida cotidiana.
Muchas preguntas, discusiones y no pocas angustias fueron el
Levy, A.
Rev. Internationnale de
Psychosociologie.
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motor de esta construcción de la psicología social en la vida universitaria
en momentos, cuando el desbaratamiento institucional es un hecho
cotidiano. Políticas sociales y educativas atentan desde todos los flancos
contra la equidad de oportunidades tanto en la producción como en el
consumo de conocimiento, generando cada vez más una fragmetación
de los saberes, de las redes sociales, del modo de pensar-sentir-hacer.
Se instala la banalización y simplificación desde el puro pragmatismo,
desinvistiendo las formas de emprender las prácticas del conocer. La
lucha cotidiana es flagrante y no podemos eludir importantes desafíos
y necesarias decisiones en todos los ámbitos de nuestra existencia.
D. Apostar a lo grupal, en el “claustro”
Finalmente, y en verdad a modo de inicio, esta propuesta de
texto, es un intento obstinado de abrir espacios de aprendizaje.
Aprender es movimiento y a la vez demora. Es un transitar por
múltiples contradicciones. Es siempre re-crear un espacio donde el
sujeto cognoscente, sujeto social se encuentre con otro. Otro de la
diferencia, de la dificultad, de la interrupción. Ese espacio se construye,
se conquista, adquiere existencia con la tarea; en la práctica, donde
anida la contradicción y el conflicto. Es un espacio vivo o se hace de
él un espacio vivo con sentido. (ver adelante “lo grupal..”).
Si consideramos la práctica como productora –también
reproductora- de conocimiento, entendemos que los sujetos dispuestos
a conocer van configurando un espacio que es grupal.
El espacio grupal, nos lleva a evocar inmediatamente las
múltiples experiencias, que como alumnos, docentes, trabajadores,
etc. hemos tenido en nuestra vida diaria y sobre lo que seguramente
hemos oído y repetido, “trabajar en grupo es más rico”, “se aprende
más”, ”en los grupos se pierde más el tiempo”, “es más fácil”. En todos
estos decires acerca de lo grupal o grupos, siempre esta la presencia
de un “más”, de un plus posibilitado por lo colectivo. Sin embargo, el
desconocimiento del trabajo grupal, ha hecho en más de una ocasión
de esta significativa experiencia de trabajo, una práctica vaciada de
contenido, un mero ritual, una trampa.
En consecuencia, es necesario una primera e importante reflexión
acerca de nuestra propia socialidad, nuestras propias experiencias de
trabajo con otro, nuestros aciertos y nuestras dificultades, pensar cuáles
son los saberes que “laten” en las tramas grupales.
Aprendimos con Pichón Rivière, Ana Quiroga, Ana Fernández y
Marta Souto, que, lo grupal no es lo mismo que los grupos, sobretodo
Introducción
Notas para una Psicología Social
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en grupos de aprendizaje, por lo que preferimos hablar de espacio
grupal que alude a la circulación en espacios sin territorios puntuales,
y por ello, acumulativa.
“...cada escena, lo mismo que su secuen-
cia, más allá de sus componentes expresivos,
comunicativos, es generadora de múltiples sen-
tidos. (...) Aparecen muchos sentidos y aún así,
se “sabe” que lo acontecido en una situación
grupal es mucho más de aquello de lo que se
puede dar cuenta, al igual que el ombligo del
sueño freudiano, en un grupo hay un plus del
acontecer, que escapa a su inteligibilidad, rare-
zas sin sentidos que sorprenden, interrogan, des-
dicen las racionalidades construidas” 
Promover la iniciativa para la construcción de espacios de
prácticas donde circule el conocimiento, es más que una tarea de
construcción de sentidos: es una suerte de edificio cuyos componentes
son cada uno de los sujetos en sus relaciones, con su corporalidad su
pensamiento y sus sueños. No se compran, no están hechos, sino que
se hacen al andar.
El modo de andar es “procesualmente, con integraciones
parciales; lo que constituye una unidad de trabajo, con una distinción
didáctica de los momentos del proceso de aprendizaje” (Pairetti.
Documento de Trabajos Prácticos en Psicología Social. 1997). Estos
momentos son parte del proceso de conocimiento, acompañados por
guias de lectura, ejercicios, confrontaciones, propuestas facilitadoras
para acceder a la tensión teoría-realidad, Pero también son momentos
de procesos según la verticalidad histórica de cada individuo... está
todo ahí, latiendo, remarca Fernández. “Sin embargo, no todo
acontecer cobra igual grado de visibilidad, ni toma forma de enunciado;
tampoco sus insistencias son registradas por todos los integrantes de la
misma manera.”
Tal vez de este modopodamos acceder a lo nuevo, a lo otro, lo
inexplicable o inatendible.
“El desinteresado se desentiende.
Quiero decir: no puede entender que hace
entre sus compañeros y con esos profesores, en
A.M. Fernández
Ibídem. p.136.
A.M. Fernández
Ibídem. p.155.
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ese edificio. Y mira los destinos familiares sin
entender. Y tampoco entiende ese país, ni sus
políticos ni su economía. Hace tiempo que
renunció a entender el mundo en el que vive.
Pero, el desinteresado, no es sonso:
conserva el miedo a la policía y a la miseria”
“Para qué hablé.
...quienes hablan solitarios en una institu-
ción, asumen el riesgo de cargar todo lo que allí
se halla silenciado.”
M. Percia.
Una subjetividad que se
inventa. Diálogo, demora,
recepción. Lugar Editorial.
Bs.As. 1994. p.131.
M. Percia.
Ibídem. p.138.
Introducción
Notas para una Psicología Social
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Los diferentes apartados del texto
Los diferentes apartados del texto buscan dar una organización
a las vueltas y revueltas del trabajo de compilación de un equipo. Su
lógica reconoce ciertos principios de la lógica del sentido común en
lo académico: de lo general a lo particular; de mayor a menor nivel de
complejidad, de la teoría a la práctica. A veces una y a veces otra.
En los apartados subdividos por capítulos se plantea un desarrollo
de contenidos y un modo escogido para transmitir, compartir y discutir,
en definitiva problematizar.
Proporciona guías de lectura de la bibliografía utilizada; también
se presentan producciones de trabajos de investigación y experiencias
de intervención, que muestran los diferentes niveles o instancias del
proceso de trabajo en psicología social: elaboración de herramientas,
marcos teóricos; definición de dispositivos; conclusión de resultados;
ensayos, etc. Finalmente se sugieren algunos ejercicios para realizar y
sobre todo para pensar.
Nuestro esquema o recorrido como preferimos llamar, se
organiza de la siguiente manera:
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De este modo el texto de “Notas para una Psicología Social”
está conformado de tres Apartados.
PRIMER APARTADO
Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la
Psicología Social.
Señala: líneas de estudio que se reconocen como psicología
social. Referentes teóricos de la Psicología social.
Comentarios sobre la Psicología social en Argentina. Nuevas
y viejas discusiones.
SEGUNDO APARTADO
Nudos conceptuales y desenlaces. Contenidos y métodos.
Se inicia con el planteo de la postura asumida y luego se
expone la elaboración de herramientas conceptuales; la
tensión ineludible en la lectura de la realidad y en la
implicación del sujeto en la realidad.
TERCER APARTADO
Experiencias, usos y Reflexión.
Los escritos en este apartado apuntan a mostrar diferentes
instancias o niveles de integración-analítica, del proceso
de trabajo, y también a reflexionar con actitud critica.
Introducción
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Primer Apartado
APROXIMACIÓN AL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL
Síntesis de Apertura
Ana Correa
 Viscitudes, aciertos y desaciertos, a lo largo de viajes y
trayectorias teóricas y prácticas nos ubican en el campo de
conocimiento psico-social de la vida cotidiana. Campo que se recorta
por el interés en el entendimiento, la comprensión y explicación de la
relación entre el sujeto y la realidad, cuyas coordenadas teóricas de
múltiples atravesamientos históricos, han permitido diversas y diferentes
formulaciones del “lazo” psicológico y social entre el individuo y una
sociedad determinada.
Decimos viaje, en el sentido poético en que toma el antropólogo
Michel de Certau (1995) al aprendizaje. “Exploración de lo diferente
donde se inventan improbables respuestas en la historia y en el modo
de construcción de los acontecimientos del viaje como un
aprendizaje” . Lección imborrable de viajes en los que se pasa
inadvertidamente y otros donde la mirada sobre el país o el paisaje
permite encontrarse plenamente en ese lugar. Del mismo modo,
queremos plantear esta búsqueda del conocimiento como un viaje
donde, el mismo habilita el pasaje hacia otro lugar e invita a encontrarse
en y con aquello que se busca conocer. Y también decimos trayectoria,
pues la búsqueda se define, en tanto trayecto, como un projecto (del
subjectum hacia el objectum) que deja huellas y marcas en su proceso,
indisociable de las condiciones concretas de existencia.
Es decir, el campo de la psicología social es un conjunto de
saberes y producciones teórico-prácticas que posibilitan lecturas sobre
la relación/tensión entre individuo y sociedad en la realidad de la vida
cotidiana. De esta manera el estudio en psicología social define
problemáticas o reconstrucción de “problema/s” a la luz de diversos
cuerpos teóricos, en contextos sociohistóricos. Teorías que aportan
instrumentos que funcionan como caja de herramientas.
“...herramientas que junto a otras herramientas produce conexiones
múltiples, locales y plurales con otros quehaceres teóricos” y aportan
a la reflexión de la dimensión histórica de las situaciones que analiza.
Michel de Certeau.
La Faiblesse de croire. Seuil,
1987, París. P. 227-52.
A.M.Fernández.
El campo grupal. Ed. Nueva
Visión. 1989. pp.138
Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social”
Notas para una Psicología Social
20
De este modo entendemos que la relación entre individuo-sociedad
es una problemática abierta, una trama, que implica una construcción
conceptual o elaboración provisoria de conocimiento, en función de
las herramientas conceptuales y metodológicas utilizadas en un
contexto singular.
Principales antecedentes
 “En la medida justamente, en que la psicología social viene a
inscribirse al principio de este siglo en este abanico disciplinario,
construye explícitamente una encrucijada entre la psicología y la
sociología, permitiendo de esta forma la articulación de sus miradas”.
Entonces, continua diciendo Ardoino (1993) la psicología social “Se
afirma resueltamente ambigua, en donde la mayoría de las formas de
conocimiento y de investigaciones científicas de la época trabajan
incansablemente para depurar sus campos de las taras de la
subjetividad, de la equivocidad, de la polisemia (...) Hay que entender
entonces que, con la perspectiva abierta de esta disciplina, la psicología
social, se esboza de hecho, en el campo de las ciencias del hombre y
de la sociedad, más que una distinción de campo, de objeto o de
métodos es una revolución copernicana, plantea otra problemática
epistemológica”
 Ambigüedad o nueva construcción?, ¿diferentes perspectivas o
imprecisión de objeto? ¿ideología o ciencia? Estos son algunos de los
muchos interrogantes que están presentes desde los orígenes mismos
en este campo de conocimientos y saberes en psicología social y nos
advierten acerca de ciertos recaudos necesarios para no perder la
tensión entre teoría y práctica, entre texto y contexto entre lo singular
y lo colectivo sin perder su complejidad.
Una de estas advertencias es la importancia de reconocer los
antecedentes conceptuales o aprioris que están en la base de la
problemática y que, de alguna manera, representan las dificultades o
aporías según, Gerad Mendel (1992), teórico epistemológicas de
dilucidar la inextricable relación entre la problemática u objeto de
estudio y los contextos sociales. Relación entre los discursos de las
ciencias y las prácticas sociales indisociable de la historia de sus luchas
– institucionales – para lograr posicionarse y/o legitimarse en el campo
de las ciencias. Sin embargo, en mas de una ocasión esta dificultad
esta naturalizada y lleva a la aprehensión de los cuerpos conceptuales
como creencias que producen efectos de sentido de verdad. Dificultad
o aporía de la psicología social que subraya el hecho de que las teorías,
21
ellas mismas, forman parte de los “...procesos productivos de sentido
que produce efectos de conocimientos y efectos ideológicos” (Eliseo
Verón. 1987). Esta dificultad nos presenta una advertencia y al mismo
tiempo nos habilita, desde una postura crítica, a una nueva manera de
leer, “una manera de pensar” (A.Fernández. 1989.) y posibilita nuevas
formas a dar/se respuestas a la incertidumbre de lo social.
En efecto, los antecedentes de la disciplina nos muestra las
viscitudes para definir el objeto de estudio, desde las preguntas iniciales
que los hechos empíricos le plantea a la disciplina hasta la identificación
de los componentes conceptuales. En otras palabras el recorrido en la
trayectoria de una disciplina nos permite comprender como se
construyó y desde ese lugar como podrá reconstruirse en la actualidad.
Desarma los esquemas conceptuales y metodológicos a la luz de sus
contextos de producción y reflexiona sobre los efectos de sentido que
produce; en definitiva , permite pensar y reflexionar sobre el alcance y
las limitaciones de las elaboraciones y sus usos. Por ello proponemos
aproximarnos a:
• La relación individuo-sociedad.
• Referentes teóricos de la psicología social: a) Referencias del
pensamiento psicológico. b) Referencias del pensamiento
sociológico. c) Referencias de la antropología y de la lingüística.
• La psicología social en latinoamérica y algunas particula-
ridades de psicología social en Argentina.
• “Derrumbes y construcciones en Psicología Social”.
1. La relación individuo-sociedad:
A lo largo de la historia de la psicología social y de las ciencias
sociales, distintas teorizaciones han planteado e intentado explicar la
constitución de la relación individuo-sociedad. En tal sentido, la
trayectoria del equipo de cátedra da cuenta de un proceso de trabajo
intenso, explorativo, propositivo y crítico donde confluyen conceptos,
teorías, métodos y prácticas, de distintas tendencias en la búsqueda de
acceder a interpretaciones mas completas y complejas de aspectos
psicosociales constituyentes e instituyentes de la relación individuo-
sociedad. Lo cuál permite afirmar que no es un cuerpo de conocimientos
homogéneos sino en lucha, en tensión y, por lo tanto, en confrontación,
cuyos resultados son diversas maneras de articulación posible de teoría-
práctica-teoría, según el modelo o paradigma que constituye un campo
de conocimientos en psicología social.
Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social”
Notas para una Psicología Social
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El recorrido está orientado por los problemas que enfrenta la
disciplina para enunciar el objeto de estudio (Correa comp. 1999),
como asimismo por las resoluciones provisorias y las prácticas sociales
de conocimiento que se pusieron en juego. Nos interesa en la historia
recuperar una línea de sentido de las teorizaciones en psicología social
desentrañando las demandas sociales y reconociendo la posición de
la disciplina psicología social en relación al campo científico. En rigor
de verdad, encontraremos muchas descripciones cronológicas de
definiciones de psicología social que sólo justifican la evolución
institucional de tendencias dominantes en la concepción de ciencia,
como asi también, encontraremos las apuestas que la disciplina misma
convoca o provoca a las ciencias sociales y/o humanas como tensión
transdiciplinaria.
 Por ello, se rescatan las crisis como puntos clave de inflexión
en las reconstrucciones teóricas y metodológicas que sin lugar a dudas
están vinculadas a revoluciones, guerras, transformaciones del mundo
societal. Dice Foucault (1985) el conocimiento resulta “...en ocasión
de algún problema, de una exigencia de un obstáculo teórico o práctico”.
De este modo entendemos que la relación entre individuo-
sociedad es una problemática abierta que implica una construcción
conceptual o elaboración provisoria de conocimiento, en función de las
herramientas conceptuales y metodológicas que se elaboran y utilizan
en condiciones y situaciones concretas. Por consiguiente la vieja fórmula
individuo y sociedad plantea el requerimiento a ser retrabajada desde
su misma complejidad, histórica y social.
 1. 2. Principales referentes del recorrido por los antecedentes
de la Psicología Social.
La denominación, Psicología Social, surge como tal en el mundo
anglosajón, en el siglo XIX bajo el signo de las nuevas clases sociales
producto de la revolución industrial de fines del siglo pasado y reconoce
como antecedentes, pensadores de otros campos disciplinares, como
la filosofía, la política, la economía. De esta manera Hobbes, Locke,
Rousseau-Maquiavelo y Bondino, McDougall, Fraser y otros, dejaron
marcas profundas en la/s definiciones de aquello que liga el individuo
a la sociedad.
El modelo capitalista transformó las relaciones de
producción e instauró nuevas condiciones de trabajo y, consecuen-
temente, nuevas clases sociales como asimismo cambió las
concepciones de organizaciones sociales. Se constituye la sociedad
23
moderna y, en la búsqueda de justificaciones y explicaciones a este
nuevo orden de cosas, surgen entonces, las llamadas ciencias sociales
y entre ellas la Psicología Social. Es decir su fecha de nacimiento es en
la modernidad y según la mayor preocupación por lo psicológico o
por lo sociológico se definieron tendencias o tradiciones en psicología
social mas psicológica o mas sociológica.
1.2.1. Referentes principales del pensamiento psicológico:
En los primeros momentos los estudios denominados de
psicología social, se caracterizaron por su carácter biologista-
instintivista e individualista cuyos intereses marcadamente pragmáticos,
plantearon una forma reduccionista de lectura acerca de la conducta
social, el entorno y/o medio ambiente y transformó los objetos de
estudio tradicionales de la psicología como el espíritu, el alma, los
instintos.
Inciden principalmente, los referentes teóricos del estudio de la
conducta y en sus orígenes mencionamos los aportes remarcables del
“conductismo” en sus fases de desarrollo (el clásico, el neoconductismo
y el de tercera generación ) Asimismo destacamos que el estudio de
conducta excede el conductismo de raigambre pragmática y
funcionalista pues se reconocen en este eje del concepto, con las
necesarias crisis, confrontaciones y rupturas, los aportes de la gestalt,
del psicoanálisis y del cognitivismo.
Reseñamos algunos de los autores más destacados:
Watson (1878-1938), representante principal del conductismo
y promotor de la psicología experimental, crea un modelo sustentando
en las reglas de estímulo-respuesta (que aun tiene vigencia) utilizado
ampliamente en ámbitos educativos y para la rehabilitación de
delincuencia o la capacitación laboral, entre otros. Entre algunos autores
sobresalientes por sus investigaciones y /o experimentos, podemos
mencionar a: Miller y Dollard (1950) que estudian los comportamientos
en función del manejo de señales-códigos; Bandura (1963) que aborda
los fenómenos de imitación en la conducta social; Skinner (1948) que
formula la teoría del Refuerzo por condicionamientos mediante castigos
y recompensas para desentrañar la naturaleza de la obediencia-
conformidad.
Por otra parte, en el continente europeo, la Escuela de la Gestalt
con una orientación crítica e interesada por la influencia del ambiente
social, realiza significativos descubrimientos. Uno de los fundadores
Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social”
Psicología
UBA XXI, Eudeba. 1987.
Notas para una Psicología Social
24
Wertheimer (1912) conjuntamente con Koehler y Koffka (1935)
redefinen los conceptos de percepción y las condiciones que hacen
posible esa organización perceptual (asimilación y contraste;
agrupamiento perceptual). Asimismo, introducen la noción de
“configuración de un todo” a modo de conjuntos interactuantes
equilibrados o disonantes, lo cual posibilitó una aplicabilidad y uso
eficaz para lecturas de fenómenos colectivos, por ejemplo el fútbol, el
ejército, las “bandas” o pandillas, etc. que, en ese momento
sociohistórico se presentaban como “demandas sociales” .
La percepción, condicionada por la “forma” o gestalt, destaca
la importancia de reconocer la situación, las posiciones y roles dentro
de ella, lo cuál, a través de la investigación permitió la definición de
categoríaspsicosociales, como por ejemplo: proximidad social-rechazo-
equilibrio-armonía, etc. De esta manera se formularon destacadas teorías
de psicología social, entre ellas: Teoría de la disonancia cognitiva
(Festinger) - Teoría del equilibrio cognitivo - y una de las mas difundidas
la Teoría del Campo de Kurt Lewin.
Kurt Lewin, psicólogo de la Escuela de Berlín emigra en los 30
a los EEUU. Desde la gestalt incursiona en la física y al campo
experimental, construye la noción de campo dinámico o campo de
fuerza en estudios con niños para analizar los “climas sociales” a partir
de una hipótesis: la frustración ocasiona agresión. Al concluir la
experiencia pudo observar que las reacciones agresivas variaban según
los climas grupales, dependiendo esto del estilo de coordinación, sean
éstos autoritarios, democráticos o laizze faire. Esta experiencia realizada
a comienzo de la II Guerra mundial alcanza gran celebridad y el grupo
y su ambiente, constituyen un campo social dinámico. A partir de
entonces trabajó la temática de los grupos y el cambio social fueron su
mayor ocupación; contribuyó notablemente a la acumulación de un
capital propio de la psicología social al abordar cuestiones de la toma
de decisión, la conformidad, dinámica y espacio.
En estas producciones en ciertos sectores hegemónicos de la
sociedad –empresas, partidos políticos, medios masivos de comunicación,
otros- encontraron en estos conceptos la fuerza para instaurar cierta
demanda por parte de los grupos, retomando los hallazgos de Lewin,
“Es más fácil modificar el comportamiento del sujeto cuando está en
grupo, que cuando está sólo” y se desprenden nuevas líneas de
indagación y experimentación:
”El Psicólogo Social no solo observa la conducta, sino las
condiciones sociales donde tiene lugar” (Festinger,1957)
25
“...el intento de efectuar un cambio en un proceso es la manera
mas fructífera de estudiarlo” (Lippitt.1964)
 Contemporáneamente a la producción de teorías del
comportamiento, surge el Psicoanálisis que, y en la antípoda a las
teorías precedentes marcó sin lugar a dudas, una ruptura en el modo
de conocer y marcó una impronta y un aporte singular a la Psicología
Social.
Destacamos de Sigmud Freud, como contribución significativa
al desarrollo de una corriente en psicología social, los siguientes textos:
“Totem y Tabu” (1913) que algunos lo definen como psicoanálisis
aplicado a problemas antropológicos y sociales, utiliza descubrimientos
en el campo de las ciencias naturales y la economía (Fraser, Darwin,
Smith) para examinar el origen y reproducción de las instituciones y el
vínculo social, en la instauración de la ley como prohibición.
“El porvenir de una ilusión” (1927) y en “El malestar de a cultura”
(1929). trabaja los fundamentos de la aparición de las religiones en
tanto las mismas representan la posibilidad de externalizar conflictos
inconscientes.
“Psicología de las masas y análisis del Yo” (1921), refiere con
mucha especificidad a la configuración del vínculo entre los hombres.
Explica la noción de Líder, como la relación que lo sostiene. “La
oposición entre psicología individual y psicología social o colectiva
que a primera vista puede parecernos muy profunda , pierde su
significación en cuanto le sometemos a un detenido examen. En la
vida anímica aparece “el otro” integrado siempre efectivamente como
modelo, objeto, auxiliar, o adversario y de este modo la psicología
individual es al mismo tiempo y desde un principio, psicología social,
en un sentido amplio, plenamente justificado”
Finalmente y retomando lo dicho inicialmente, el concepto de
conducta pervive como núcleo central en las teorías de psicología
social y si bien quedan resabios de las criticas al funcionalismo
conductista originario que marco ideológicamente el término, las
posteriores reconstrucciones muestran desde posturas teórico-
epistemológica diferentes el potencial heurístico de la noción:
“La Psicología Social se puede definir como el estudio cientifico
de las conductas de los individuos influidos por otros individuos” Gino
Germani (1958) formulación realizada en la época del desarrollismo
en América Latina.
Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social”
Notas para una Psicología Social
26
...“Todo enunciado que vincule la conducta del funcionamiento
de un organismo, el cual a su vez está vinculado al medio social, es un
enunciado psico-social” (Newcomb, 1953). Norteamericano ocupado
en el conocimiento de los grupos y la configuración de uniformidades
en los comportamientos y la divergencia de los grupos de negros.
“Trabajar en psicología con el concepto de conducta es una
especie de retorno a los hechos mismos, en la medida en que esto es
factible en cualquier ciencia; este atenerse a los hechos (...) estudiamos
a la conducta en calidad de proceso, (...) tiene una finalidad de resolver
tensiones , implica un conflicto o ambivalencia, puede ser comprendida
en un contexto o situación” (Bleger, 1969:29-30) argentino, psicoanalista.
“Como escuela destinada a la formación de operadores en el
campo de la salud mental incluimos en dicho ámbito no sólo el análisis
del proceso de enfermarse y las tareas correctoras, sino también todos
los trabajos de prevención, insistiendo particularmente sobre los vectores
de aprendizaje y comunicación, cuyas perturbaciones son a nuestro
juicio el origen de toda conducta desviada” (E.Pichón Rivière, 1969:159)
Curso Internacional de Psiquiatría Social.
“La conducta expresa fenoménicamente los vínculos en tres áreas
de expresión, el cuerpo, la mente y el mundo” (Pichón Rivière,
1971:178) El paso a la psicología social.
1.2.2. Referentes del pensamiento sociológico
El pensamiento sociológico, en las figuras de los clásicos: Emile
Durkheim (1858-1917) ; el Materialismo dialéctico y el materialismo
histórico de Karl Marx (1818-1883) y la Sociología comprensiva de
Max Weber (1864-1920) generaron líneas de pensamientos y
teorizaciones en psicología social. Posteriormente el Interaccionismo
Simbólico con las producciones de George Mead y la fenomenología
de Schutz (1899-1959) con Goffman y Berger y Luckman realizan
aportes que es importante destacar. Aportan al conocimiento de “lo
social” y al comportamiento humano, puntualizando principales
conceptos son: relación social-condiciones concretas de existencia-
normas-instituciones-producción y reproducción, la dimensión
simbólica de la vida social, entre otros.
E. Durkheim, nos aporta desde el interrogante por las formas en
que el individuo se integra a la sociedad. La sociedad, para este autor,
es como una fuerza real, que imparte a través de sus instituciones, el
sentido de una autoridad moral que sobrepasa los individuos porque
ejerce coerción; como también es fuente de legitimación para el
accionar humano. En “El Suicidio”, la hipótesis central será que el
27
equilibrio de la personalidad o la felicidad, depende de la intensidad
de los lazos del individuo con la sociedad, estos lazos no deben ser ni
demasiados rígidos ni demasiado flexibles. El individuo no puede
alcanzar la felicidad sino desarrollando expectativas realistas, aceptando
su rol y su situación en la división del trabajo. Es el individuo un soporte
de normas y valores colectivos.
Max Weber, otorga relevante importancia a la acción racional
que aporta al deciframiento de la interacción; ya que la acción debe
entenderse en el sentido que le asignan los actores, en un sentido
subjetivo e intersubjetivo. El sentido es parte de la respuesta que se
configura en el encuentro con otro. Weber no trabaja las razones de la
persona, sino las razones sociales que hacen a la persona. Es racional,
es decir habla de razones de los comportamientos en tanto sociales se
hallan provisto de medios y fines y las posibilidades de evaluar las
eventualidades (costo/beneficio)
Karl Marx considera al hombre indisociable de la sociedad y se
pregunta ¿Qué es la sociedad? respondiendo “la sociedad es el producto
de la acción recíproca de los hombres (...) según el estadode desarrollo
de las fuerzas productivas, a un determinado desarrollo de las fuerzas
productivas de los hombres, corresponde una determinada forma de
comercio y de consumo” y es lo que determina la conciencia. La
sociedad para Marx, es la totalidad de las condiciones y relaciones en
la cuál los sujetos se encuentran recíprocamente situados y generan
intereses contradictorios que entran en conflicto. De esta manera explica
que los hombres hacen su propia historia pero no la hacen a su libre
arbitrio sino bajo las circunstancias en que se encuentran y transmiten
su pasado. Mas no son eternas ni inmutables.
El interaccionismo simbólico: el nombre de esta línea de
investigación sociológica y de microsociología fue acuñado por Blumer
en 1938 y tiene una marcada influencia en la psicología social. Su
principal objeto de estudio son los procesos de interacción (acción
social que se caracteriza por una orientación inmediatamente recíproca)
y la investigación de estos procesos se basan en un particular concepto
de interacción que subraya el carácter simbólico de la acción social.
Tanto en esta línea de indagación como en la Escuela de Chicago se
advierte la influencia de la corriente filosófica pragmatista cuyo principal
representante dentro del interaccionismo fue George Mead.
George Mead (1934) enfatiza la importancia del proceso social
de intercambios y los mecanismos de interiorización de la conversación
de gestos (símbolos significantes) y la incorporación del «otro
generalizado» en el surgimiento de la conciencia de sí mismo
(Alexander, J.; 1988; Collins, 1988) Subraya el carácter simbólico de la
Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social”
Notas para una Psicología Social
28
acción social, retomando el problema de la interacción. En ella no
solo esta el individuo sujeto a la influencia del entorno, sino que el
mismo es fuente de reacciones. Por ello enfatiza la noción de
autoreflexión. Y, su trabajo se conoce por los avances que realizó para
el estudio de la sociabilidad humana. El mundo del sentido común,
mundo de la vida diaria, cotidiano es la expresión del mundo
intersubjetivo experimentado por el hombre dentro de lo que la
fenomenología llama actitud natural.
E. Goffman: toma las escuelas precedentes y aporta con una
cuota de creatividad para el análisis de las interacciones en la vida
cotidiana. Contempla los encuentros “cara a cara”entre un número
limitado de sujetos y que conforman un trama continua de
interacciones. Su perspectiva es situacional y de allí afirma que es a
partir de este análisis que puede establecer “reglas” “rituales” formas
de reproducción de la vida social y que la construcción de las
representaciones sociales son resultantes del “escenario” como el teatro
donde se juegan los actores. Situación es cualquier ambiente
determinado con posibilidad de control recíproco, la ocasión social es
un evento que sucede en el tiempo y dicta el tono para aquello que
sucede y encuentro social es la ocasión de cara a cara que comienza
cuando los sujetos se dan cuenta que han entrado en la presencia del
otro. La representación para Goffman es una categoría de estudio de la
vida cotidiana, dependiendo del actor que ejerce su rol. El actor posee
una identidad y tiene una biografía personal y única. Para el autor el
problema no es saber realmente que es un participante sino descubrir
el sentido que el proporciona en esa trama.
1.2.3. Referentes de la Antropología y de la Lingüística.
Recordarán conceptos y métodos de las distintas corrientes
trabajadas en la asignatura Antropología, correlativa a psicología social,
que contribuyen a construir categorías de análisis de la Psicología Social
de las cuales citamos como relevantes: el Particularismo histórico: Boas
(1858-1942) de esta escuela surge la corriente Culturalista con Margaret
Mead-Linton-Kardiner-Kroeber. El Funcionalismo en Malinowski (1884-
1942). El Estructural Funcionalismo en Radcliffe Brow (1881-1955). El
Estructuralismo en Levi Strauss (1908), corrientes actuales y los nuevos
campos de atravesamientos en las ciencias sociales donde se incluyen
Agnes Heller-Pierre Bourdieu.
 Por otra parte en la constitución de la disciplina Eliseo Verón
remarcaba la importancia de la Lingüística y su ligazón con la definición
del campo de la psicología social. Su configuración y funcionamiento
29
para decifrar o dilucidar que es el lazo entre individuo-sociedad, sino
una cuestión simbólica...
Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social”
Algunos autores en la disciplina Psicología Social.
Allport (1954) Escribe uno de los primeros tratados
sistemáticos sobre Psicología social. “se ocupa del estudio de las
relaciones reales o imaginadas de una persona a otra, dentro de un
contexto social”. Aplica métodos experimentales.
Newcomb (1954) Teoría de la interacción y la comunicación
vinculados a temas grupales, principalmente derivados de problemas
raciales...”encontraremos respuesta en proceso de interacción social
por la cual las personas se perciben y responden mutuamente y
ellas mismas se modifican al hacerlo”.
Festinger (1958) Teoría de la comparación social, y de la
disonancia cognitiva. En la primera el individuo necesita comparar
si sus opiniones son correctas; en la segunda que el conocimiento
sea congruente. Esta ultima tuvo gran impacto en la post-guerra,
por los trabajos sobre el rumor.
Murray-Thibaut et Kelley-Baer et Sherman, (a partir de los
50’) entre otros estudian la Influencia social. En los individuos y/o
en los grupos. Mediante el ejercicio del poder bajo diferentes formas,
persuasión-control social-necesidad de aprobación-manipulación.
Otto Klinenberg (1967) Prof. Universidad de Columbia,
estudia las diferencia étnicas las actitudes y opiniones, la patología
social. Hace una extrapolación de estudios psicológicos a
fenómenos sociales. “La psicología social es el estudio científico
de las actividades del individuo, influenciada por otros individuos”.
Lingüística
Sociología Antropología Psicología
Psicología Social
tradiciones 
Psicol. social sociológica Psicol. social psicológica
Notas para una Psicología Social
30
2. Psicología Social en Latinoamérica:
En esta instancia vale la pena recordar lo expresado en “Notas
para una psicología social” (1999) cuando decíamos, “cualquier intento
de sistematización de los desarrollos de la Psicología Social en Argentina
sólo es posible a partir de la aceptación de un supuesto básico: “al
igual que el resto de latinoamérica y europa, Argentina se ha
caracterizado históricamente por la coexistencia de diversos paradigmas
y desarrollos teóricos”. Sin embargo, para subrayar la eficacia mayor
de algunos entre ellos, es imprescindible desocultar la estructura del
campo de clases sociales en que se sitúan los receptores y con relación
a la cual se interpreta el mensaje.
Por ello, entendemos que debemos retomar para discutir, las
concepciones, los paradigmas y de que modo nos permiten justificar,
hasta donde nos sea posible los actos teóricos-metodológicos para el
despliegue de una problemática compleja como construcción provisoria
de la psicología social.
A riesgo de ser esquemáticos podemos afirmar con muchos
autores que en latinoamérica la trayectoria de las ciencias sociales y
particularmente de la psicología social se institucionalizan y
profesionalizan a partir de la II Guerra Mundial con hegemonía de los
marcos teóricos producidos en EEUU, lo cuál revela, por una parte, un
determinado modo de producción de conocimiento que generó
corrientes ideológicas marcadas en torno al desarrollo nacional que
“tematizaban y proveían el soporte técnico y el campo para dirimir las
diferencias (..), los contenidos teóricos (..) del desarrollo de la CEPAL
para industrializar los países periféricos, convirtiendo a la industria
nacional en el eje articulador de un proceso de crecimiento económico
y cambio social general (...) la misma población setransforma de
problema en solución y el Estado de responsable de proveer los canales
de integración de ella, en el obstáculo al desarrollo de su impulso
empresarial” (R.Yocelevzky. 1997:162).
Y, por otra parte, se presentan características que asume el
“populismo” o tipo de alianza social entre el Estado, el modelo
económico y las ideas de cambio social que construye y define los
procesos organizativos, comunitarios y grupales que redunda en la
confusión y trastocamiento de lo político a lo económico.
Por ello y tal vez pensando en un balance del desarrollo de la
disciplina, es interesante reconocer cuales fueron los mecanismos y/o
los problemas que prevalecieron en las posturas teóricas en psicología
social en latinoamerica, desde la lectura del recorrido en nuestro país.
31
Psicología social en Argentina
En nuestro país, dice Rodríguez Kauth de la Universidad Nacional
de San Luis, la psicología es principalmente una psicología social que
desembarca con los proyectos desarrollistas americanos de la CEPAL
en la década del 50’ y, desde entonces la psicología social es un
emprendimiento paradojal, sus acuerdos, conflictos y desarrollos
muestran una forma de interpretar la cultura nacional de luchas sociales
en el campo de la psicología.
Década de los ’50.
Contamos con antecedentes en varios estudios vinculados o más
cercanos a la sociología y a la antropología cultural, entre ellos: la
“Psicología de la viveza criolla” de J. Mafud, con enfoque weberiano,
es un estudio de gran riqueza que aborda las relaciones sociales, el
amor, las costumbres, los valores, la cultura “nacional” en la confluencia
de visiones, gauchesca-indígena-europeísta. El ensayo de Mafud, aporta
a reconocer claramente y con seriedad, sedimentos culturales que
definen un perfil de hombre argentino en sus procesos interaccionales,
e institucionales y expone la hipótesis de las causas que generarían
ciertas particularidades.
En la obra de Mafud el enfoque weberiano se ve enriquecido
por otras categorías de análisis que completan la perspectiva
sociológica: “estilo de vida”. Esta categoría opera en el campo psico-
social. El autor recomienda “La mejor orientación para estudiar los
estilos de vida es verificar las reacciones de grupos e individuos en el
momento del conflicto o del estilo transculturado y la sociedad
receptora o preexistente”. Esto indicará en intensidad la medida del
conflicto o la adaptación o “nueva socialización”.
Por otra parte se destaca los estudios sociológicos de Gino
Germani, que se definen de psicología social . Aborda la problemática
de su definición y ámbito de acción a partir de una hipótesis acerca de
la relación de la sociedad sobre los individuos. Germani, entiende a la
psicología social como una psicología esencialmente diferencial. Una
psicología que aborda el espacio de la variación del comportamiento
humano en relación a las modalidades que impone la estructura social.
Ante la uniformidad observable de la conducta humana, el
comportamiento humano es una actividad psíquica de cada individuo
en la que inciden pautas culturales, o patrones típicos. No se le atribuye
a tales patrones un carácter sustancial; pero sí se los distingue de los
Nota:
En la elaboración de la Psi-
cología social en Argentina,
se incluyó partes del módu-
lo homónimo, realizado
por Pujol, Trombetta,
Stafisso, López, en la Cáte-
dra de Psicología Social.
Escuela de Psicología.
UNC. 1988.
Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social”
Notas para una Psicología Social
32
comportamientos concretos, que son los únicos observables: los
fenómenos sociales. Germani realiza una crítica a las teorías biologistas,
instintivistas, que sostienen que las condiciones biológicas son
determinantes de la conducta. Sostiene que entre lo biológico y la
vida humana concreta se encuentra la sociedad y la cultura . Los motivos
de la acción están dados por razones biopsicológicas en base al
condicionamiento social.
Cabe destacar también el aporte de Pérez Amuchástegui, en su
libro “Mentalidades Argentina” de manera descriptiva dibuja el porteño,
al gaucho, al gringo y ciertos líderes paternalistas de la oligarquía
argentina entre 1869-1930.
Otra contribución es la obra de Arturo Jauretche “El medio pelo
de la sociedad Argentina”.
Sin bien es difícil, encontrar un definido hilo conductor, entre
los textos presentados, sí podemos afirmar que hay un común
denominador: la forma en que se plasma el “hombre argentino” sus
actitudes, conductas, representaciones, en función de una determinada
estructura socio-cultural y esto es lo que legitima su incorporación en
esta apertura, a la definición de un campo de psicología social en
Argentina.
Década de los ’60/70.
Es a partir de los 60’ cuando en Argentina se multiplican los
intereses, las lecturas, y comienza un período que trae repercusiones,
para el campo de la Psicología en toda América latina la Corriente
Institucionalista.
Resulta imprescindible para comprender toda la corriente
Institucionalista argentina, indicar un acontecimiento importante en
la historia de la psicología de nuestro país: la separación del bloque de
analistas de la Internacional Psicoanalítica. Desprendimiento motivado
por cuestiones ideológicas que interpelan la estructura de poder interna
que regia en las instituciones psicoanáliticas oficiales como también,
la utilización de la teoría freudiana, entendida entonces, como uno de
elementos al servicio de la burguesía o clases dominantes en su intento
por reforzar el proceso de sujetación social.
El contexto socio-político no era menos caliente. Resonaba, en
este lado del continente la Revolución Cubana, también el Mayo
Francés, sumados a distintos procesos de liberación: el Frente Amplio
en Chile; los Tupamaro en Uruguay, el Cordobazo y el auge de las
clases obreras y desde la política de Estado, la situación de fracturas
33
del poder ciudadano suspendidos por dictaduras militares.
El conflicto social anidaba en la Institución. Hubo entonces dos
posiciones en la teoría psicoanalítica, una claramente “apolítica” y
otra, con Pichón Rivière, Bleger, Kesselman, Pavslovoski, Ulloa, Langer,
Mauricio Goldenberg y muchos otros, armaron una perspectiva de
trabajo psicoanálitico con marcada incidencia en pos de la
transformación social.
Asimismo, se destacan modos de abordaje e intervención en el
campo de la salud, del trabajo, de la infancia y el desarrollo. Con
influencias marcadas de la corriente intervencionista francesa con
Lapassade, René Loureau, entre otros, el movimiento antipsiquiatría
italiano con Tognioni, Berlinguer, otros; los venezolanos de la teoría
de la enmanciapación, con Martín Baró y otros; de Brasil los aportes
remarcables de Pablo Freire.
De quien haremos referencia en extenso, dado que fue y aun
continua siendo por la operatividad de su esquema nuestro gran guía
en la formación. Es Enrique Pichón Rivière, como también algunos de
sus seguidores en las producciones de Ana Quiroga, Vicente Zito Lema,
Josefina Racedo, Leonardo Schvarstein, otros
Enrique Pichón Rivière: Este autor es considerado en el mundo
como el padre de la psicología social en Argentina. Hay muchos modos
de referirse a él, dicen Graciela Jasiner y Mario Woronwski, en “Para
pensar a Pichón”. Distinguimos por lo menos tres que nos parecen
“típicos”:
“Se escucha hablar de Pichón como de un eco del pasado:
alguien que formaría parte de una romántica prehistoria
del saber “psi” en la Argentina; que mucho hiciera por su
desarrollo, pero que poco tendría que aportar hoy a los ejes
por lo que transcurren los debates teóricos que
“verdaderamente importan”.
Para otros, el ECRO ha sido un punto de llegada.
Convergencia científica de saberes parciales, sobre
individuo y la sociedad, es nombrado, con el valor de una
consigna, “LA” Psicología social.
Y hay también quienes, sobre todo en las instituciones
publicas, preguntan por Pichón para reconstruir una
historia. ...”
Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de laPsicología Social”
Jasiner,G.; Woronowski, M.
Para pensar a Pichón, Lu-
gar Editorial. Bs.As. 1992.
p.9.
Notas para una Psicología Social
34
Pichón Rivière, médico y psicoanalista, funda en los ’70, la
Primera Escuela de Psicología Social Argentina. Su obra es producto
de la tarea de compilación de sus discípulos de periódicos, notas a
revistas, clases, conferencias, conversaciones y una extensa e intensa
práctica. Su principal texto lo constituye “El proceso grupal, del
Psicoanálisis a la psicología social, I - II - III” (1972). En éste se acumula
una serie de trabajos y publicaciones varias, que de alguna manera
reflejan su trayectoria y miradas sobre diferentes cuestiones de la clínica
a lo social.
- El período desde 1938 a 1947 (estas fechas constituyen
solamente puntos de referencias, no son datos de límites)
su pensamiento es marcadamente psiquiátrico. Progresiva-
mente incluye una mirada psicoanalítica, y luego social.
Sus artículos más significativos son: “Introducción a la
psiquiatría infantil”, “Algunos conceptos fundamentales de
la teoría psicoanalítica de la epilepsia”, “Trastornos del
esquema corporal”, “los dinamismos de la epilepsia”,
“Psicoanálisis de la esquizofrenia”, “Estudios psicosomáticos
de la jaqueca”, otros.
- Luego incursiona en “el proceso creador” entre 1946 a 1966:
“Lo siniestro en la vida y en la obra del conde de
Lautremaunt”, “Hacia la pintura”, “El objetivo estético”,
“Discépolo un cronista de su época”, “El implacable
interjuego del hombre y del mundo”
- Es a partir de los ’60 cuando incursiona en la vida cotidiana
y sintetiza la producción de esta fase el libro “Psicología de
vida cotidiana”. Que despliega temas de gran interés como:
los inundados, el ocio, el automovilismo, el fútbol y la política,
la pandilla, la noche y otros.
- Su definición más acabada, es el desarrollo de “lo grupal”
una formulación de la teoría y técnica de Grupo operativo.
Para su desarrollo encontramos: “Una teoría del abordaje
de la prevención en el ámbito del grupo de familia”, “Historia
de la técnica de los grupos operativos”, “Aportaciones a la
didáctica de la Psicología social” otros.
El E.C.R.O. , esquema conceptual referencial y operativo, es la
esquematización original y productiva de la psicología social que toma
como referentes principales a Freud-Marx-Althusser-Melanie Klein-
K.Lewin-George Mead.
Es a partir de su experiencia en el Hospital Borda que el impacta
con sus hallazgos, y elaboraciones acerca del sujeto –los grupos- las
35
instituciones, cuestionando principalmente el concepto de salud-
enfermedad.
El desarrollo de la Técnica de grupo Operativo, implicó otro
conocimiento y comprensión de la dinámica como del tratamiento de
la enfermedad mental. A partir de esto impuso una definición de
Psicología como Social.
Su esquema conceptual no se estructura sólo como una
organización conceptual, sino que su fundamento es “motivacional”,
así dice en el Prólogo del “Proceso grupal” “... mi vocación por las
Ciencias del hombre surge de la tentativa de resolver la oscuridad del
conflicto entre dos culturas (...) la sorpresa y la metamorfosis como
elementos de lo siniestro, el pensamiento mágico, estructurado como
identificación proyectiva, configuran una interpretación de la realidad
característica de las poblaciones rurales ...”
Pese a la intensa persecución durantes los años de la/s dictadura/s
militares, este representante de todo un pensamiento, configura una
línea de pensamiento que aún pervive.
“La psicología social como disciplina que indaga la interacción
en sus dos aspectos, intersubjetivo (grupo externo) e intrasubjetivo
(grupo interno) es significativa, direccional y operativa. Se orienta a
una praxis, de donde surge su carácter instrumental” (Pichón Rivière,
1972)
“La psicología social que postulamos tiene como objeto de
estudio, el desarrollo y transformación de la relación dialéctica que se
da entre estructura social y fantasía inconsciente del sujeto, relación
abordada a través la noción de víncul o” (Pichón Rivière, 1972)
Década ’80.
Esta década en casi toda latinoamerica es de reconstruccción
política de los Estados, luego de largos períodos de dictaduras militares.
En el campo de la psicología social, se retoma todo lo anterior y es un
Pichón retrabajado y discutido en la reinstauración del Estado
democrático. Los conceptos centrales de: vínculo; salud/enfermedad;
grupo operativo; aprendizaje; emergente, entre otros, fueron puestos
bajo la lupa, dado que las condiciones de la recepción se habían
modificado. Se fortalecen las corrientes institucionalistas y grupalistas
en el país y desde las posiciones menos legitimadas del poder, se
continuó formulando ensayos, teorizaciones, comentarios en pos de
pensar con sentido crítico la trama socio-cultural en donde se constituye
la subjetividad.
Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social”
Notas para una Psicología Social
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Hasta mediados del 80 el escenario en su conjunto es de
reconstrucción, cuando comienza a sentirse la profunda crisis del
fordismo impactando la organización y contenido del Trabajo. Se
despliegan intersantes producciones de carácter interdisciplinario que
generan elaboraciones entre estructura social y subjetividad, como Ana
Fernández, Percia, Kordon, Edelman, D. Gallardo, Lechner, Bleger, Kaes,
Enriquez, otros.
Década de los ’90
La década de los 90 instala la nominaciones de “fin”. Fin de la
historia, de las ideologías, del trabajo, del Estado benefactor, indicando
la producción de un fenómeno de ruptura de los modelos existentes
de funcionamiento socio-cultural habitual. Aquello que las instituciones
consensuaron e internalizaron comienzan al menos en el imaginario,
a perder eficacia. Por otra parte, es que al no estar creciendo otro
modelo se instala un desorden en las formas de regulación y una
progresiva crisis de credibilidad en las instituciones sociales. Crisis de
los enunciados fundantes y emergencia de formas de resolución de los
lugares que van logrando posicionarse con poder. En este sentido
entendemos que en la lucha de poder de la modernidad la década de
los 90 se caracterizó por el éxito del mundo “financiero”, lo cuál
aumento la desigualdad y las formas de exclusión.
En este marco de creciente dominación material pero
notablemente “simbólica” la psicología social profundiza estudios sobre
diversos campos de aplicación o usos, rescatando y profundizando las
elaboraciones en torno a las representaciones sociales. Dice Ibañez
“las representaciones sociales no están ni en la cabeza de los individuos
ni tampoco en algún lugar extraindividual de la sociedad. Son un proceso
que resulta de la naturaleza social del pensamiento”.
En Argentina Diana Kordon “...las representaciones sociales que
resultan de la elaboración colectiva de las diferentes prácticas sociales
cumplen un papel privilegiado en la mediación entre contexto social y
la subjetividad. Tienen un papel específico en el proceso de organización
de las relaciones psico-sociales, constituyen un marco, un contenido y
un código disponible necesario para la elaboración de la realidad
psíquica interna”.
Es indudable que la labilidad de las relaciones sociales tiene su
consecuencia en los lazos psicosociales y en la crisis profunda de las
instituciones. Con ello, el sujeto queda indefenso, frágil y vulnerable.
37
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Arandu.Bs.As.
Montero, Maritza. Un paradigma para la psicología social. Reflexiones desde
el quehacer en América Latina.
Pichón Rivière, E. (1985) Del Psicoanálisis a la Psicología social. Ed. Nueva
Visión.
Schutz, A. (1993) La construcción significativa del mundo social. Paidós. Bs. As.
Verón, Eliseo (1985) La semiosis Social. Gedisa.
Weber, M. (1984) La ética protestante. Ed. Sarpe. Madrid. 1984.
Woronovsky, M. y Jasinger, G. (1992) Para pensar a Pichón.Lugar Ed. Bs.As.
Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social”
39
DERRUMBES Y CONSTRUCCIONES EN PSICOLOGÍA SOCIAL
Andrea Pujol
“...Cuando los cálculos complicados resultan falsos, cuando
los mismos filósofos no tienen ya qué decirnos, es excusable volverse
hacia el parloteo fortuito de las aves, o hacia el lejano contrapeso
de los astros”. Margueritte Yourcenar, “Memorias de Adriano”
Un estallido de paradigmas conmociona hoy a las Ciencias
Sociales. Este es el efecto de una redefinición del orden mundial y se
apoya en el surgimiento de una multiplicidad de discursos. Estos
discursos, desde la instancia de lo político, ponen en cuestión aquellos
modelos explicativos con los que la ciencia pretendía dar cuenta de la
vida social.
Este fenómeno, es una confirmación del lugar que les cabe a las
Ciencias Sociales en el desarrollo del conocimiento científico. Como
afirma Bourdieu “aquello que llaman lo social es historia de cabo a
rabo” , y cada vuelta de la historia supone un cierto desplazamiento
de sentido en la producción de conocimiento.
Los países en vías de desarrollo no escapan fácilmente a la
eficacia simbólica de los nuevos discursos. Por el contrario, se
transforman en escenarios privilegiados. Espacios plausibles de servir
a la consolidación del nuevo orden (?), ya desde el momento en que,
aún en una reunión social, nos sentimos tentados de participar, por
ejemplo, en el debate modernidad vs. post-modernidad. Participamos
de la socialización, de la divulgación, de los múltiples discursos y con
ello generamos múltiples sentidos.
Sin embargo, esto no significa que nuestro paisaje permanezca
estático y que nuestro hacer remita exclusivamente a participar como
espectadores. Aquí también se operan cambios profundos,
redefiniciones que suponen para los actores sociales un resituarse en
el espacio social.
Pero aún sufriendo el impacto de los cambios, éstos se nos
presentan a través de los discursos como respondiendo al mecanismo
de funcionamiento de un reloj digital. En las prácticas sociales
Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social”
Bourdieu, Pierre.
Sociología y Cultura. Edit.
1990.
Notas para una Psicología Social
40
cotidianas, paradójicamente, percibimos que los cambios se asimilarían
al lento y silencioso mecanismo de un reloj de arena.
También esto es efecto de la historia. De la historia hecha
“habitus” , de la historia instituida, que no se desarticula a partir de
una decisión política o de un decreto. El discurso sostenido desde los
lugares de poder de la estructura social no desmantela el hacer cotidiano
de los actores y grupos sociales, sino de modo paulatino y gradual e
implicando un complejo proceso. Un proceso de desestructuraciones
u reestructuraciones que posibilitan nuevos ajustes, cuando la estructura
social objetiva aparece puesta en tensión con la subjetividad de los
actores.
De ahí que estemos quienes, ya no en el seno de una reunión
social sino ante el pizarrón de un aula universitaria, nos permitamos la
prudencia -o la falta de coraje- de no adherir fácilmente a estos discursos
de la ciencia que no vemos reflejados en la prácticas cotidianas.
Nuestra proximidad como intelectuales a las novedades de la
ciencia, a los discursos alternativos: y nuestra participación como
trabajadores, en tanto operadores sociales, de los procesos de
transformación de la realidad, nos ubica con frecuencia en una zona
de desconcierto.
No decimos con esto que estemos situados en una zona de
privilegio o excepción. Más bien admitamos estar sujetos a las mismas
leyes de transformación que cualquier otro segmento de sistema social,
pero con la alternativa de poder objetivarlas.
Así, las decisiones políticas planten cambios y las respuestas y
acompañamiento de los mismos, desde la cotidianeidad de las prácticas
sociales, son graduales y progresivos. La ciencia produce nuevos
discursos que reemplazan o resitúan a los ya existentes y los
profesionales de la Psicología Social, desde el espacio universitario y
estando sujetos a las mismas leyes de juego del sistema, temblamos
cada vez que damos cuenta de un concepto.
Las opciones ante esta realidad son múltiples, pero me limito
aquí a presentarme en mi desconcierto, que como a muchos, me obliga
a hablar cotidianamente de estos derrumbes, y a decir con más
frecuencia de la que desearía, que mi campo de conocimiento como
psicóloga social está en construcción.
De esto intenta decir algo este escrito, en relación a tres
cuestiones ya mencionadas: el campo de conocimiento, las prácticas
y la docencia en Psicología Social.
Bourdieu, Pierre.
Esquisse d une théorie de la
pratique, (Estructuras,
hábitos, y prácticas). 1972.
Trad. Dr. Costa.
41
A propósito del campo de conocimiento de la Psicología Social.
Si se admite la idea de una genética del conocimiento de un
sujeto epistémico, no podemos permitirnos la duda al afirmar que un
campo siempre está en construcción. ¿O acaso la lógica de construcción
de conocimiento válida para la evolución cognitiva de un sujeto no es
operativa para explicar la historia del pensamiento humano?
La explicación piagetiana nos resguarda, nos pone a cubierto,
cuando decimos que nuestro campo está en construcción. Pero también
nos deja al descubierto, nos desampara, si caemos en la ingenuidad
de creer que debiera existir hoy el objeto de la Psicología Social, como
un único objeto que dé cuenta de la existencia del campo.
Con la idea de la unidad de objeto de la Psicología Social, se
niega frecuentemente el reconocimiento de una diversidad de marcos
teóricos, y objetos que de ellos se desprenden. Afirmación que posibilita
la emergencia de algunos interrogantes: ¿Cuáles son los marcos teóricos
que permiten la construcción de los objetos? ¿Quién produce el recorte?
¿Cómo se produce el recorte de objetos?
Estos interrogantes conducen a problematizar la constitución
de nuestro propio campo. Intentarlo desde la sociología bourdiana
permite, al parecer, explicar muchas cuestiones relativas a los ámbitos
de intervención de los psicólogos sociales y dar cuenta también de
nuestra propia práctica como psicólogos, en tanto ésta tiene lugar en
el espacio social.
La sociología bourdiana nos atraviesa entonces en dos sentidos:
aporta a la comprensión de los campos que estudiamos y aporta a la
comprensión de la constitución de nuestro propio campo.
La propuesta bourdiana de una teoría del espacio social, permite
enriquecer la mirada sobre el campo de la Psicología Social y
comprender el sentido de los múltiples debates que supone la definición
de nuestro objeto de estudio.
Desde esta perspectiva, la existencia de una diversidad de marcos
teóricos y de múltiples objetos que de ellos se desprenden, da cuenta
de la lucha por la hegemonía al interior del campo, que permite la
conservación y reproducciónde la posición que los actores sociales
ocupan en él, a partir de la conservación del capital simbólico en
juego.
La permanente construcción de un campo es posible también
gracias a que existe entre quienes participan de él una “complicidad
objetiva que subyace a todos los antagonismos” , en tanto el capital
que se juega en el campo nunca supone su autodestrucción. La tensión
Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social”
Bourdieu, Pierre.
Sociología...
Notas para una Psicología Social
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que supone la lucha por la hegemonía, rara vez provoca revoluciones.
Esto equivaldría a la destrucción del campo y la consecuente pérdida
de todo lo que se ha invertido en esa lucha.
Las más de las veces, por el contrario, la lucha supone alianzas
y negociaciones que preservan la existencia del capo y promueven el
surgimiento de nuevas síntesis. Estas definen nuevas posiciones al
interior del campo y el lugar de éste en relación a otros, en la totalidad
del espacio social.
Lo expuesto posibilita la apertura de un conjunto de conceptos
para la lectura del estado del campo disciplinario evitando
reduccionismos y determinismos.
La constitución histórica y existencia actual de un campo supone
la presencia de un capital común, y la lucha por su apropiación, su
acumulación y conservación. Este capital constituye “aquello que está
en juego” , y promueve la puesta en acción de un sinnúmero de
estrategias por parte de quienes participan en él, con la intención de
lograr la hegemonía al interior del campo y conservar también,
determinada posición en la totalidad del espacio social.
De ahí que la existencia de una considerable cantidad de
corrientes, de marcos teóricos, o de minidisciplinas que parecieran
formar parte de un conjunto desarticulado, y que como sostiene Verón
resulta difícil entenderlas como pertenecientes al mismo campo,
representan en realidad la prueba más sólida de existencia del campo
de la Psicología Social.
Del mismo modo, en esta lucha al interior del campo y sus
efectos en el espacio social, la que nos impide afirmar con Braunstein
que la Psicología Social sea, en tanto Psicología un aparato ideológico
del estado. Todo el espacio social contribuye a la lucha interna del
campo, desde la legitimación, las preferencias o la descalificación de
los capitales simbólicos y económicos en juego.
Por el contrario, la posibilidad de existencia de un aparato
ideológico supone, al decir de Bourdieu, que “los dominantes tienen
los medios para anular las resistencias y las reacciones de los
dominados”. Basta pensar en los diez años de silencio de la Psicología
Social propuesta por Pichón Riviere en los años setenta y su actual
vigencia, para admitir con Bourdieu que “los aparatos son... un estado
de los campos que se puede considerar patológico”.
Esto conduce a pensar en la necesidad de comprender el estado
actual del campo de la Psicología Social, a partir del abordaje de su
proceso de constitución.
Bourdieu, Pierre.
Sociología...
Verón, Eliseo.
Razón, locura y sociedad.
1987.
Braunstein, N. y otros.
Psicología, Ideología y
Ciencia.
Bourdieu, Pierre.
Sociología...
43
Una revisión de la historia de su desarrollo, en la que se
consideren las distintas demandas sociales que propulsaron el
surgimiento de los distintos marcos teóricos y encuadres metodológicos,
las luchas por su legitimación y el reconocimiento o preferencia de
algunos de ellos y no otros: serviría a la comprensión del estado actual
del campo.
Tampoco podríamos obviar en esta tarea, la consideración
simultánea de confrontaciones, subversiones o alianzas y negociaciones
que incidieron en el mantenimiento y desarrollo del campo, en tanto
éstas dan cuenta de la generación del “hábitus” de sus actores.
Desde esta perspectiva se puede explicar la hegemonía de la
microsociología de los grupos en los años cincuenta y la hegemonía
de los Grupos Operativos en los años setenta, si y sólo si se considera
el proceso de constitución del campo desde su multideterminación.
Cabe entonces preguntarse, en relación al estado actual del
campo de la Psicología Social: ¿Existe realmente un derrumbe de
paradigmas, un desmantelamiento que suponga la absoluta pérdida
de referentes? Siguiendo a Bourdieu, ¿Cuál es el juego que se juega
hoy en el campo? ¿Cuáles son las reglas del juego?
Es imposible por lo pronto, referirnos a estos interrogantes sin
situarnos previamente en el campo. Sin hablar desde algún lugar que
posibilite explicar el sentido del decir.
Una lectura actual del campo de la Psicología Social desde los
desarrollos de Enrique Pichón Riviere, supondría referirnos
necesariamente a la marca que la historia social y política de nuestro
país dejó en la teoría pichoniana.
La década de los ochenta impuso un silencio prolongado que
comenzó a extinguirse con la reapertura democrática. La producción
desde mediados de los ochenta y hasta hace un par de años, apuntó a
hablar de los sucesos que habían sido silenciados y la escuela
pichoniana intentó recobrar su fuerza explicativa y su vigencia como
encuadre operativo para las prácticas del psicólogo social.
Resultaría difícil negarse a considerar la coexistencia de este
paradigma con el de la Psicología Social Comportamental, siempre
vigente en las prácticas y aún en la producción teórica y de la fuerza
que día a día adquieren las perspectivas cognoscitivas.
Sin embargo hoy, esta coexistencia no parece ser el centro de la
lucha. Más bien nos inclinamos a pensar que después de un largo
silencio –que significó algo así como una retirada forzosa- la lucha se
desplaza a la recuperación de un lugar.
Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social”
Notas para una Psicología Social
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En este sentido, recuperar el lugar de la Psicología Social vincular
al interior del campo y de nuestro campo en el espacio social total,
supone reflotar los discursos silenciados, retornar a las prácticas,
recuperar el lugar de la Psicología Social como teoría y como práctica
social.
Quizás por todo esto, que no es más que pura historia, es que
hoy se juega a socializar, a difundir, aquel discurso silenciado
extendiéndolo a otros sectores de la realidad, implicando esta tarea un
cierto grado de recreación de la teoría que entendemos, no llega a
capitalizarse de un modo fecundo.
Una simple mirada sobre las publicaciones actuales, los
encuentros, congresos y espacios institucionalizados en los que se
socializa la Psicología Social, nos muestra que la producción teórica
se asienta básicamente en aquel discurso de los años setenta, en
experiencias de prácticas nuevas en contextos o realidades no
abordadas antes por la Psicología Social, pero casi siempre sostenidas
en el marco social ortodoxo.
También aparecen una multiplicidad de invitaciones a los
profesionales del medio para conocer la teoría, a través de cursos,
seminarios, post-grados, etc., siempre sobre temáticas en general ya
conocidas. Surgen cada vez más centros y escuelas en los que se enseña
aquella Psicología Social silenciada y sus nuevas alternativas de
implementación.
Al enunciar esto, estamos haciendo referencia a la docencia y a
los grupos de formación, como espacios de reproducción de la teoría
ortodoxa. No lo hacemos porque creamos que la docencia
necesariamente puede ser concebida desde una teoría reproductivista,
sino porque pareciera ser así en este caso en particular.
Decimos esto en cambio, porque entendemos que si la existencia
de esos espacios institucionalizados de enseñanza implicara un
quehacer docente constructivo, crítico y generador de conocimientos,
eso necesariamente se reflejaría en la producción teórica que se divulga
en los medios. Sin embargo, esto parece no ser así.
Todo esto, contextualizado en una generalizada crisis
económico-social, hace pensar que el estado actual de nuestro campo
resulta de la implementación de una modalidad de reproducción del
discurso de los setenta y, a la vez, de su extensión a contextos antes no
abordados, con

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