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1 Notas para una Psicología Social 2 3 Notas para una Psicología Social ...como una crítica a la vida cotidiana Ana M. Correa compiladora Editorial Brujas Primera edición Impreso en Argentina ISBN: 987-9452-94-1 Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de tapa, puede ser reproducida, almacenada o transmitida por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o por fotocopia sin autorización previa del editor. editorialbrujas@arnet.com.ar Tel/fax: (0351) 4606044 - Venezuela Nº47 Bº Nueva Córdoba - Córdoba - Rep. Argentina. Tapa: “Momento convocante” escultura de S. Lescano “Notas para una Psicología social. ...como crítica a la vida cotidiana”. © Primera edición, 1999. Ana M. Correa (compilación). Horacio Paulín, Cristina Viganó, Inés A. Díaz, Andrea Bonvillani, Marina Tomasini, Gracia Clérico, Andrea Pujol. Colaboración especial de la Dra. Martha Casanova. Participan: Silvina Paladini, Romina Rovasio, E. Armesto, Cecilia Barraza, M. Tello, C. Szulkin. © Segunda edición, 2000. ISBN:950-33-022-5-0 Ana M. Correa (compilación). Horacio Paulín, Cristina Viganó, Inés A. Díaz, Andrea Bonvillani, Marina Tomasini, Gracia Clérico, Andrea Pujol. 5 Notas para una Psicología Social 6 7 Para el lector El texto de “Notas para una Psicología Social....” escrito a fines del 99, corregido parcialmente en el 2000 y utilizado en la enseñanza, en la cátedra de Psicología Social en la Facultad de Psicología durante estos tres años, dio lugar a nuevas preguntas y otros debates, que nos incitaron a reelaborar algunos apartados. Por cierto, con modestas ilusiones de lo que producimos, pero si, con la pretensión de ampliar, aclarar, puntualizar y criticar los apuntes elaborados. La primera inquietud, surge ante la permanente dificultad de transmitir a los lectores en buena medida, los alumnos cursantes de la asignatura la inextricable relación entre textos y contextos sociales, o relación entre los discursos (de las ciencias) y las prácticas sociales. En este sentido la pregunta que nos hacemos es en que medida nuestras practicas no inciden en esa dificultad u obstáculo. Como asimismo cuanto hay institucionalizado en las formas de aprender de manera mecánica, fragmentada y repetitiva del sentido común. Sabemos que la realidad se transforma en narración cuando se produce un vacío de la experiencia y pierde complejidad. Diluye el sentido de la interacción con otro e impide observar lo otro, desear. Entonces se disocia, sentido y acción. Por todo ello y ante esta dificultad que es de recursos pero no de ingenio, los profesores de la cátedra intentan ampliar y mejorar, desde la experiencia en docencia en la investigación y la extensión, este texto de acompañamiento de otros textos para la comprensión de la problemática en psicología social. Se corrige y focaliza desde nuestra postura el apartado primero “Aproximación al campo de estudio”. Se corrige y enriquece en función de la investigación en curso de la Cátedra el apartado de “Vida Cotidiana: contexto social y ámbito cotidiano”. También se amplia y precisa el concepto de proceso de socialización en psicología social en el artículo “Importancia del proceso de socialización en Psicología Social” que se completa con una nuevo artículo “La noción del rol en ciencias sociales y psicología”. Se incorporan herramientas instrumentales del trabajo del psicólogo social “Aportes de la coordinación de grupos operativos en las instituciones educativas: relecturas y precauciones” y “Algunas referencias en relación a qué y cómo registrar”. Finalmente el material sobre representaciones Presentación Notas para una Psicología Social 8 sociales fue corregido y realzado desde la postura de cátedra. No se trata solamente de presentar el material de psicología social básico que es utilizado en el proceso de enseñanza aprendizaje sino y principalmente, un texto abierto de apoyatura y acompañamiento a otros textos para que permita de este modo, pensar, proyectar y actuar en un contexto social determinado. 9 Introducción “Notas para una Psicología Social” da cuenta del trabajo sostenido durante años en la Cátedra de Psicología Social de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba. Expresa, además de la racionalidad y cooperación necesarias para pensar y desarrollar contenidos en un área de conocimientos, una singular manera de “emprender” esta práctica social en docencia-investigación y extensión. Nos ocupa en el texto, la presentación de consideraciones teóricas para definir un marco conceptual, o un conjunto de herra- mientas, para el acceso y comprensión de la realidad concreta y, las discusiones y reflexiones acerca de los modos y maneras de transmisión y transferencia en el proceso de hacer-pensar-sentir, lo que implica una singular concepción de emprender la acción del conocimiento. En estas “Notas para una Psicología Social” nos proponemos, en consecuencia: Aproximarnos a considerar la existencia de un campo de la Psicología Social. Delinear una postura. Iniciar un recorrido de trabajo. Apostar a lo grupal, en los claustros. A. Aproximarnos a considerar la existencia de un campo de la psicología social. Iniciaremos un recorrido por diversas líneas que enuncian el objeto de estudio, sus pequeñas y grandes crisis, con sus resoluciones provisorias; pues asumimos que las prácticas sociales de conocimiento se mueven en función de dos tipos de cuestionamiento: a) Aquellos que realiza la disciplina misma en relación al campo científico y, b) Aquellos que la sociedad le pone a la disciplina. Desde, estos cuestionamientos, ciertas preguntas resultan orientadoras, para nuestro quehacer: Introducción Notas para una Psicología Social 10 - ¿Qué posición ocupa la psicología social en el campo de conocimiento de las ciencias? - ¿Cómo el sistema de relaciones sociales de la sociedad contribuye a construir la posición de una disciplina? - ¿Entre qué y quienes se debate la psicología social en ciertos y determinados contextos socio-históricos? Sin dudas, “la existencia de una considerable cantidad de corrientes, marcos teóricos, o minidisciplinas que parecieran formar parte de un conjunto desarticulado y difíciles de entender dentro de un mismo campo, representan en realidad la prueba más sólida de la existencia de un campo de Psicología Social. Del mismo modo , es esa lucha al interior del campo y sus efectos en el espacio social es lo que legitima las preferencias, o la descalificación de los capitales económicos y simbólicos en juego”. B. Delinear una postura. El planteo despliega la tensión en la interrogación epistemológica con la demanda social, a partir de lo que resultan los fundamentos acerca del objeto de la psicología social. Reconocemos con M.Foucault, que la aparición de los “planteos científicos se dieron en ocasión de algún problema, de una exigencia de un obstáculo teórico o práctico”. Este acontecimiento en el orden del saber, hace de los problemas - problemáticas su objeto de estudio. Para ello se requiere un cuerpo teórico que funcione como “caja de herramientas”, “es decir que aporten instrumentos y no sistemas conceptuales; instrumentos teóricos que incluyen en su reflexión una dimensión histórica de las situaciones que analizan... herramientas que junto a otras herramientas se produce para ser probada en el criterio de su universo, conexiones múltiples, locales y plurales con otros quehaceres teóricos” . De este modo entendemos el acceso a una elaboración provisoria de conocimiento. Sin herramientas teóricas y metodológicas podremos contar lo que vemos, relatar un suceso, narrar una historia, pero seremos incapaces de hacer una interpretación. Una problemática de la psicología social, es una lectura de problemas registrados en la vida cotidiana, que además del abordaje, requiere para su rectificación o ratificación transferencia de resultados. Por ello, no sólo nos interesa la producción del conocimientoPujol, Andrea. En Derrumbes y Construc- ciones de la Psicología So- cial. Se presenta adelante en pág. 29. A.M.Fernández. El campo grupal. Ed. Nueva Visión. 1989. pp. 138. 11 en un área o disciplina, sino también la capacidad inventiva de dispositivos para la transmisión y transferencia de los avances en el conocimiento y sus resultados. Esta nueva vuelta en la práctica de conocimiento gestiona su apropiación, dado que, además de la adquisición de conocimientos implica darle un sentido, que es necesariamente relacional y social. C. Iniciar el recorrido: ...unos pasos hacia adelante, y otro hacia atrás... “Y ...cuando a uno lo expulsan a patadas del sueño el amanecer es siempre una modorra se emerge de ese ensayo de la muerte todavía sellado por la víspera si fue de odios con rezagos de odio si fue de amor con primicias de amor pero el día empieza a convocarnos Y es distinto de todos los demás tiene otra lluvia otro sol otra brisa también otras terribles confidencias así empieza el diálogo con la jornada la discusión el trueque de rencores y de pronto el abrazo porque hay días repletos de soberbia días que traen mortales enemigos y otros que son los compinches de siempre; dias hermanos que nos marcan la vida Así ocurren sabores Sinsabores manos que son cadenas mujeres que son labios ojos que son paisajes y cuando al fin lo expulsan a uno a la vigilia se emerge de ese ensayo de la vida con los ojos cerrados y despacito ...como buscando el sueño o la cruz del sur se entra a tientas en la noche anónima.” M.Benedetti. Cotidiana 2 Introducción Notas para una Psicología Social 12 Esta bella expresión literaria, amplía la comprensión de la esfera desde donde se construyen las problemáticas y nos predispone a caminar y a aprender. Se emerge de ese ensayo de la vida con los ojos cerrados y despacito... y con atención, puesto que: Conocer aquello que creíamos saber, es estudiar, interrogar, problematizar, en defintiva, re-aprehender la realidad en un mundo en transformación, y Re-significar el lugar del hombre en la construcción de esa realidad; es búsqueda/investigación ineludiblemente enlazada a motivos, a necesidades de cada sujeto singular, único e irrepetible... en la noche anónima. Notas para una psicología social, es un hacer, siendo. Es apertura y “apretura” en tanto, “para comprender una situación social hay que intentar cambiarla, debiendo incluso aceptar ser cambiado por ella” (A. Levy.1992) ”es aprender un oficio, por un lado desvalorizado, mientras que por otro es sobrevalorizado, lo que condiciona tensiones en él, y entre los grupos, ya que negación y omnisciencia forman un conjunto difícil de manejar” (Pichón Riviére, en colaboración con Liberman, Bleger, Rolla, grandes maestros del campo psi. en Argentina-1960) “se trata de una interciencia, con una metodología interdiciplinaria, la que funcionando como unidad operacional permite un enriquecimiento de la comprensión del objeto de conocimiento y una mutua realimentación de las técnicas de aproximación al mismo” (Enrique Pichón Rivière.1972) Por ello, en momentos de transformación y crisis, la metodologia de construcción privilegia el hacer pensando y el pensar haciendo. Cada paso hacia delante es mirar hacia atrás, a los costados, es apostar como dice Pichón Rivière, a trabajar conscientemente a modo de proceso corrector con sucesivos esclarecimientos donde se irán vislumbrando mecanismos de creación y de superación, donde el punto de partida y de llegada es la vida cotidiana. Muchas preguntas, discusiones y no pocas angustias fueron el Levy, A. Rev. Internationnale de Psychosociologie. 13 motor de esta construcción de la psicología social en la vida universitaria en momentos, cuando el desbaratamiento institucional es un hecho cotidiano. Políticas sociales y educativas atentan desde todos los flancos contra la equidad de oportunidades tanto en la producción como en el consumo de conocimiento, generando cada vez más una fragmetación de los saberes, de las redes sociales, del modo de pensar-sentir-hacer. Se instala la banalización y simplificación desde el puro pragmatismo, desinvistiendo las formas de emprender las prácticas del conocer. La lucha cotidiana es flagrante y no podemos eludir importantes desafíos y necesarias decisiones en todos los ámbitos de nuestra existencia. D. Apostar a lo grupal, en el “claustro” Finalmente, y en verdad a modo de inicio, esta propuesta de texto, es un intento obstinado de abrir espacios de aprendizaje. Aprender es movimiento y a la vez demora. Es un transitar por múltiples contradicciones. Es siempre re-crear un espacio donde el sujeto cognoscente, sujeto social se encuentre con otro. Otro de la diferencia, de la dificultad, de la interrupción. Ese espacio se construye, se conquista, adquiere existencia con la tarea; en la práctica, donde anida la contradicción y el conflicto. Es un espacio vivo o se hace de él un espacio vivo con sentido. (ver adelante “lo grupal..”). Si consideramos la práctica como productora –también reproductora- de conocimiento, entendemos que los sujetos dispuestos a conocer van configurando un espacio que es grupal. El espacio grupal, nos lleva a evocar inmediatamente las múltiples experiencias, que como alumnos, docentes, trabajadores, etc. hemos tenido en nuestra vida diaria y sobre lo que seguramente hemos oído y repetido, “trabajar en grupo es más rico”, “se aprende más”, ”en los grupos se pierde más el tiempo”, “es más fácil”. En todos estos decires acerca de lo grupal o grupos, siempre esta la presencia de un “más”, de un plus posibilitado por lo colectivo. Sin embargo, el desconocimiento del trabajo grupal, ha hecho en más de una ocasión de esta significativa experiencia de trabajo, una práctica vaciada de contenido, un mero ritual, una trampa. En consecuencia, es necesario una primera e importante reflexión acerca de nuestra propia socialidad, nuestras propias experiencias de trabajo con otro, nuestros aciertos y nuestras dificultades, pensar cuáles son los saberes que “laten” en las tramas grupales. Aprendimos con Pichón Rivière, Ana Quiroga, Ana Fernández y Marta Souto, que, lo grupal no es lo mismo que los grupos, sobretodo Introducción Notas para una Psicología Social 14 en grupos de aprendizaje, por lo que preferimos hablar de espacio grupal que alude a la circulación en espacios sin territorios puntuales, y por ello, acumulativa. “...cada escena, lo mismo que su secuen- cia, más allá de sus componentes expresivos, comunicativos, es generadora de múltiples sen- tidos. (...) Aparecen muchos sentidos y aún así, se “sabe” que lo acontecido en una situación grupal es mucho más de aquello de lo que se puede dar cuenta, al igual que el ombligo del sueño freudiano, en un grupo hay un plus del acontecer, que escapa a su inteligibilidad, rare- zas sin sentidos que sorprenden, interrogan, des- dicen las racionalidades construidas” Promover la iniciativa para la construcción de espacios de prácticas donde circule el conocimiento, es más que una tarea de construcción de sentidos: es una suerte de edificio cuyos componentes son cada uno de los sujetos en sus relaciones, con su corporalidad su pensamiento y sus sueños. No se compran, no están hechos, sino que se hacen al andar. El modo de andar es “procesualmente, con integraciones parciales; lo que constituye una unidad de trabajo, con una distinción didáctica de los momentos del proceso de aprendizaje” (Pairetti. Documento de Trabajos Prácticos en Psicología Social. 1997). Estos momentos son parte del proceso de conocimiento, acompañados por guias de lectura, ejercicios, confrontaciones, propuestas facilitadoras para acceder a la tensión teoría-realidad, Pero también son momentos de procesos según la verticalidad histórica de cada individuo... está todo ahí, latiendo, remarca Fernández. “Sin embargo, no todo acontecer cobra igual grado de visibilidad, ni toma forma de enunciado; tampoco sus insistencias son registradas por todos los integrantes de la misma manera.” Tal vez de este modopodamos acceder a lo nuevo, a lo otro, lo inexplicable o inatendible. “El desinteresado se desentiende. Quiero decir: no puede entender que hace entre sus compañeros y con esos profesores, en A.M. Fernández Ibídem. p.136. A.M. Fernández Ibídem. p.155. 15 ese edificio. Y mira los destinos familiares sin entender. Y tampoco entiende ese país, ni sus políticos ni su economía. Hace tiempo que renunció a entender el mundo en el que vive. Pero, el desinteresado, no es sonso: conserva el miedo a la policía y a la miseria” “Para qué hablé. ...quienes hablan solitarios en una institu- ción, asumen el riesgo de cargar todo lo que allí se halla silenciado.” M. Percia. Una subjetividad que se inventa. Diálogo, demora, recepción. Lugar Editorial. Bs.As. 1994. p.131. M. Percia. Ibídem. p.138. Introducción Notas para una Psicología Social 16 Los diferentes apartados del texto Los diferentes apartados del texto buscan dar una organización a las vueltas y revueltas del trabajo de compilación de un equipo. Su lógica reconoce ciertos principios de la lógica del sentido común en lo académico: de lo general a lo particular; de mayor a menor nivel de complejidad, de la teoría a la práctica. A veces una y a veces otra. En los apartados subdividos por capítulos se plantea un desarrollo de contenidos y un modo escogido para transmitir, compartir y discutir, en definitiva problematizar. Proporciona guías de lectura de la bibliografía utilizada; también se presentan producciones de trabajos de investigación y experiencias de intervención, que muestran los diferentes niveles o instancias del proceso de trabajo en psicología social: elaboración de herramientas, marcos teóricos; definición de dispositivos; conclusión de resultados; ensayos, etc. Finalmente se sugieren algunos ejercicios para realizar y sobre todo para pensar. Nuestro esquema o recorrido como preferimos llamar, se organiza de la siguiente manera: 17 De este modo el texto de “Notas para una Psicología Social” está conformado de tres Apartados. PRIMER APARTADO Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social. Señala: líneas de estudio que se reconocen como psicología social. Referentes teóricos de la Psicología social. Comentarios sobre la Psicología social en Argentina. Nuevas y viejas discusiones. SEGUNDO APARTADO Nudos conceptuales y desenlaces. Contenidos y métodos. Se inicia con el planteo de la postura asumida y luego se expone la elaboración de herramientas conceptuales; la tensión ineludible en la lectura de la realidad y en la implicación del sujeto en la realidad. TERCER APARTADO Experiencias, usos y Reflexión. Los escritos en este apartado apuntan a mostrar diferentes instancias o niveles de integración-analítica, del proceso de trabajo, y también a reflexionar con actitud critica. Introducción 19 Primer Apartado APROXIMACIÓN AL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL Síntesis de Apertura Ana Correa Viscitudes, aciertos y desaciertos, a lo largo de viajes y trayectorias teóricas y prácticas nos ubican en el campo de conocimiento psico-social de la vida cotidiana. Campo que se recorta por el interés en el entendimiento, la comprensión y explicación de la relación entre el sujeto y la realidad, cuyas coordenadas teóricas de múltiples atravesamientos históricos, han permitido diversas y diferentes formulaciones del “lazo” psicológico y social entre el individuo y una sociedad determinada. Decimos viaje, en el sentido poético en que toma el antropólogo Michel de Certau (1995) al aprendizaje. “Exploración de lo diferente donde se inventan improbables respuestas en la historia y en el modo de construcción de los acontecimientos del viaje como un aprendizaje” . Lección imborrable de viajes en los que se pasa inadvertidamente y otros donde la mirada sobre el país o el paisaje permite encontrarse plenamente en ese lugar. Del mismo modo, queremos plantear esta búsqueda del conocimiento como un viaje donde, el mismo habilita el pasaje hacia otro lugar e invita a encontrarse en y con aquello que se busca conocer. Y también decimos trayectoria, pues la búsqueda se define, en tanto trayecto, como un projecto (del subjectum hacia el objectum) que deja huellas y marcas en su proceso, indisociable de las condiciones concretas de existencia. Es decir, el campo de la psicología social es un conjunto de saberes y producciones teórico-prácticas que posibilitan lecturas sobre la relación/tensión entre individuo y sociedad en la realidad de la vida cotidiana. De esta manera el estudio en psicología social define problemáticas o reconstrucción de “problema/s” a la luz de diversos cuerpos teóricos, en contextos sociohistóricos. Teorías que aportan instrumentos que funcionan como caja de herramientas. “...herramientas que junto a otras herramientas produce conexiones múltiples, locales y plurales con otros quehaceres teóricos” y aportan a la reflexión de la dimensión histórica de las situaciones que analiza. Michel de Certeau. La Faiblesse de croire. Seuil, 1987, París. P. 227-52. A.M.Fernández. El campo grupal. Ed. Nueva Visión. 1989. pp.138 Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social” Notas para una Psicología Social 20 De este modo entendemos que la relación entre individuo-sociedad es una problemática abierta, una trama, que implica una construcción conceptual o elaboración provisoria de conocimiento, en función de las herramientas conceptuales y metodológicas utilizadas en un contexto singular. Principales antecedentes “En la medida justamente, en que la psicología social viene a inscribirse al principio de este siglo en este abanico disciplinario, construye explícitamente una encrucijada entre la psicología y la sociología, permitiendo de esta forma la articulación de sus miradas”. Entonces, continua diciendo Ardoino (1993) la psicología social “Se afirma resueltamente ambigua, en donde la mayoría de las formas de conocimiento y de investigaciones científicas de la época trabajan incansablemente para depurar sus campos de las taras de la subjetividad, de la equivocidad, de la polisemia (...) Hay que entender entonces que, con la perspectiva abierta de esta disciplina, la psicología social, se esboza de hecho, en el campo de las ciencias del hombre y de la sociedad, más que una distinción de campo, de objeto o de métodos es una revolución copernicana, plantea otra problemática epistemológica” Ambigüedad o nueva construcción?, ¿diferentes perspectivas o imprecisión de objeto? ¿ideología o ciencia? Estos son algunos de los muchos interrogantes que están presentes desde los orígenes mismos en este campo de conocimientos y saberes en psicología social y nos advierten acerca de ciertos recaudos necesarios para no perder la tensión entre teoría y práctica, entre texto y contexto entre lo singular y lo colectivo sin perder su complejidad. Una de estas advertencias es la importancia de reconocer los antecedentes conceptuales o aprioris que están en la base de la problemática y que, de alguna manera, representan las dificultades o aporías según, Gerad Mendel (1992), teórico epistemológicas de dilucidar la inextricable relación entre la problemática u objeto de estudio y los contextos sociales. Relación entre los discursos de las ciencias y las prácticas sociales indisociable de la historia de sus luchas – institucionales – para lograr posicionarse y/o legitimarse en el campo de las ciencias. Sin embargo, en mas de una ocasión esta dificultad esta naturalizada y lleva a la aprehensión de los cuerpos conceptuales como creencias que producen efectos de sentido de verdad. Dificultad o aporía de la psicología social que subraya el hecho de que las teorías, 21 ellas mismas, forman parte de los “...procesos productivos de sentido que produce efectos de conocimientos y efectos ideológicos” (Eliseo Verón. 1987). Esta dificultad nos presenta una advertencia y al mismo tiempo nos habilita, desde una postura crítica, a una nueva manera de leer, “una manera de pensar” (A.Fernández. 1989.) y posibilita nuevas formas a dar/se respuestas a la incertidumbre de lo social. En efecto, los antecedentes de la disciplina nos muestra las viscitudes para definir el objeto de estudio, desde las preguntas iniciales que los hechos empíricos le plantea a la disciplina hasta la identificación de los componentes conceptuales. En otras palabras el recorrido en la trayectoria de una disciplina nos permite comprender como se construyó y desde ese lugar como podrá reconstruirse en la actualidad. Desarma los esquemas conceptuales y metodológicos a la luz de sus contextos de producción y reflexiona sobre los efectos de sentido que produce; en definitiva , permite pensar y reflexionar sobre el alcance y las limitaciones de las elaboraciones y sus usos. Por ello proponemos aproximarnos a: • La relación individuo-sociedad. • Referentes teóricos de la psicología social: a) Referencias del pensamiento psicológico. b) Referencias del pensamiento sociológico. c) Referencias de la antropología y de la lingüística. • La psicología social en latinoamérica y algunas particula- ridades de psicología social en Argentina. • “Derrumbes y construcciones en Psicología Social”. 1. La relación individuo-sociedad: A lo largo de la historia de la psicología social y de las ciencias sociales, distintas teorizaciones han planteado e intentado explicar la constitución de la relación individuo-sociedad. En tal sentido, la trayectoria del equipo de cátedra da cuenta de un proceso de trabajo intenso, explorativo, propositivo y crítico donde confluyen conceptos, teorías, métodos y prácticas, de distintas tendencias en la búsqueda de acceder a interpretaciones mas completas y complejas de aspectos psicosociales constituyentes e instituyentes de la relación individuo- sociedad. Lo cuál permite afirmar que no es un cuerpo de conocimientos homogéneos sino en lucha, en tensión y, por lo tanto, en confrontación, cuyos resultados son diversas maneras de articulación posible de teoría- práctica-teoría, según el modelo o paradigma que constituye un campo de conocimientos en psicología social. Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social” Notas para una Psicología Social 22 El recorrido está orientado por los problemas que enfrenta la disciplina para enunciar el objeto de estudio (Correa comp. 1999), como asimismo por las resoluciones provisorias y las prácticas sociales de conocimiento que se pusieron en juego. Nos interesa en la historia recuperar una línea de sentido de las teorizaciones en psicología social desentrañando las demandas sociales y reconociendo la posición de la disciplina psicología social en relación al campo científico. En rigor de verdad, encontraremos muchas descripciones cronológicas de definiciones de psicología social que sólo justifican la evolución institucional de tendencias dominantes en la concepción de ciencia, como asi también, encontraremos las apuestas que la disciplina misma convoca o provoca a las ciencias sociales y/o humanas como tensión transdiciplinaria. Por ello, se rescatan las crisis como puntos clave de inflexión en las reconstrucciones teóricas y metodológicas que sin lugar a dudas están vinculadas a revoluciones, guerras, transformaciones del mundo societal. Dice Foucault (1985) el conocimiento resulta “...en ocasión de algún problema, de una exigencia de un obstáculo teórico o práctico”. De este modo entendemos que la relación entre individuo- sociedad es una problemática abierta que implica una construcción conceptual o elaboración provisoria de conocimiento, en función de las herramientas conceptuales y metodológicas que se elaboran y utilizan en condiciones y situaciones concretas. Por consiguiente la vieja fórmula individuo y sociedad plantea el requerimiento a ser retrabajada desde su misma complejidad, histórica y social. 1. 2. Principales referentes del recorrido por los antecedentes de la Psicología Social. La denominación, Psicología Social, surge como tal en el mundo anglosajón, en el siglo XIX bajo el signo de las nuevas clases sociales producto de la revolución industrial de fines del siglo pasado y reconoce como antecedentes, pensadores de otros campos disciplinares, como la filosofía, la política, la economía. De esta manera Hobbes, Locke, Rousseau-Maquiavelo y Bondino, McDougall, Fraser y otros, dejaron marcas profundas en la/s definiciones de aquello que liga el individuo a la sociedad. El modelo capitalista transformó las relaciones de producción e instauró nuevas condiciones de trabajo y, consecuen- temente, nuevas clases sociales como asimismo cambió las concepciones de organizaciones sociales. Se constituye la sociedad 23 moderna y, en la búsqueda de justificaciones y explicaciones a este nuevo orden de cosas, surgen entonces, las llamadas ciencias sociales y entre ellas la Psicología Social. Es decir su fecha de nacimiento es en la modernidad y según la mayor preocupación por lo psicológico o por lo sociológico se definieron tendencias o tradiciones en psicología social mas psicológica o mas sociológica. 1.2.1. Referentes principales del pensamiento psicológico: En los primeros momentos los estudios denominados de psicología social, se caracterizaron por su carácter biologista- instintivista e individualista cuyos intereses marcadamente pragmáticos, plantearon una forma reduccionista de lectura acerca de la conducta social, el entorno y/o medio ambiente y transformó los objetos de estudio tradicionales de la psicología como el espíritu, el alma, los instintos. Inciden principalmente, los referentes teóricos del estudio de la conducta y en sus orígenes mencionamos los aportes remarcables del “conductismo” en sus fases de desarrollo (el clásico, el neoconductismo y el de tercera generación ) Asimismo destacamos que el estudio de conducta excede el conductismo de raigambre pragmática y funcionalista pues se reconocen en este eje del concepto, con las necesarias crisis, confrontaciones y rupturas, los aportes de la gestalt, del psicoanálisis y del cognitivismo. Reseñamos algunos de los autores más destacados: Watson (1878-1938), representante principal del conductismo y promotor de la psicología experimental, crea un modelo sustentando en las reglas de estímulo-respuesta (que aun tiene vigencia) utilizado ampliamente en ámbitos educativos y para la rehabilitación de delincuencia o la capacitación laboral, entre otros. Entre algunos autores sobresalientes por sus investigaciones y /o experimentos, podemos mencionar a: Miller y Dollard (1950) que estudian los comportamientos en función del manejo de señales-códigos; Bandura (1963) que aborda los fenómenos de imitación en la conducta social; Skinner (1948) que formula la teoría del Refuerzo por condicionamientos mediante castigos y recompensas para desentrañar la naturaleza de la obediencia- conformidad. Por otra parte, en el continente europeo, la Escuela de la Gestalt con una orientación crítica e interesada por la influencia del ambiente social, realiza significativos descubrimientos. Uno de los fundadores Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social” Psicología UBA XXI, Eudeba. 1987. Notas para una Psicología Social 24 Wertheimer (1912) conjuntamente con Koehler y Koffka (1935) redefinen los conceptos de percepción y las condiciones que hacen posible esa organización perceptual (asimilación y contraste; agrupamiento perceptual). Asimismo, introducen la noción de “configuración de un todo” a modo de conjuntos interactuantes equilibrados o disonantes, lo cual posibilitó una aplicabilidad y uso eficaz para lecturas de fenómenos colectivos, por ejemplo el fútbol, el ejército, las “bandas” o pandillas, etc. que, en ese momento sociohistórico se presentaban como “demandas sociales” . La percepción, condicionada por la “forma” o gestalt, destaca la importancia de reconocer la situación, las posiciones y roles dentro de ella, lo cuál, a través de la investigación permitió la definición de categoríaspsicosociales, como por ejemplo: proximidad social-rechazo- equilibrio-armonía, etc. De esta manera se formularon destacadas teorías de psicología social, entre ellas: Teoría de la disonancia cognitiva (Festinger) - Teoría del equilibrio cognitivo - y una de las mas difundidas la Teoría del Campo de Kurt Lewin. Kurt Lewin, psicólogo de la Escuela de Berlín emigra en los 30 a los EEUU. Desde la gestalt incursiona en la física y al campo experimental, construye la noción de campo dinámico o campo de fuerza en estudios con niños para analizar los “climas sociales” a partir de una hipótesis: la frustración ocasiona agresión. Al concluir la experiencia pudo observar que las reacciones agresivas variaban según los climas grupales, dependiendo esto del estilo de coordinación, sean éstos autoritarios, democráticos o laizze faire. Esta experiencia realizada a comienzo de la II Guerra mundial alcanza gran celebridad y el grupo y su ambiente, constituyen un campo social dinámico. A partir de entonces trabajó la temática de los grupos y el cambio social fueron su mayor ocupación; contribuyó notablemente a la acumulación de un capital propio de la psicología social al abordar cuestiones de la toma de decisión, la conformidad, dinámica y espacio. En estas producciones en ciertos sectores hegemónicos de la sociedad –empresas, partidos políticos, medios masivos de comunicación, otros- encontraron en estos conceptos la fuerza para instaurar cierta demanda por parte de los grupos, retomando los hallazgos de Lewin, “Es más fácil modificar el comportamiento del sujeto cuando está en grupo, que cuando está sólo” y se desprenden nuevas líneas de indagación y experimentación: ”El Psicólogo Social no solo observa la conducta, sino las condiciones sociales donde tiene lugar” (Festinger,1957) 25 “...el intento de efectuar un cambio en un proceso es la manera mas fructífera de estudiarlo” (Lippitt.1964) Contemporáneamente a la producción de teorías del comportamiento, surge el Psicoanálisis que, y en la antípoda a las teorías precedentes marcó sin lugar a dudas, una ruptura en el modo de conocer y marcó una impronta y un aporte singular a la Psicología Social. Destacamos de Sigmud Freud, como contribución significativa al desarrollo de una corriente en psicología social, los siguientes textos: “Totem y Tabu” (1913) que algunos lo definen como psicoanálisis aplicado a problemas antropológicos y sociales, utiliza descubrimientos en el campo de las ciencias naturales y la economía (Fraser, Darwin, Smith) para examinar el origen y reproducción de las instituciones y el vínculo social, en la instauración de la ley como prohibición. “El porvenir de una ilusión” (1927) y en “El malestar de a cultura” (1929). trabaja los fundamentos de la aparición de las religiones en tanto las mismas representan la posibilidad de externalizar conflictos inconscientes. “Psicología de las masas y análisis del Yo” (1921), refiere con mucha especificidad a la configuración del vínculo entre los hombres. Explica la noción de Líder, como la relación que lo sostiene. “La oposición entre psicología individual y psicología social o colectiva que a primera vista puede parecernos muy profunda , pierde su significación en cuanto le sometemos a un detenido examen. En la vida anímica aparece “el otro” integrado siempre efectivamente como modelo, objeto, auxiliar, o adversario y de este modo la psicología individual es al mismo tiempo y desde un principio, psicología social, en un sentido amplio, plenamente justificado” Finalmente y retomando lo dicho inicialmente, el concepto de conducta pervive como núcleo central en las teorías de psicología social y si bien quedan resabios de las criticas al funcionalismo conductista originario que marco ideológicamente el término, las posteriores reconstrucciones muestran desde posturas teórico- epistemológica diferentes el potencial heurístico de la noción: “La Psicología Social se puede definir como el estudio cientifico de las conductas de los individuos influidos por otros individuos” Gino Germani (1958) formulación realizada en la época del desarrollismo en América Latina. Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social” Notas para una Psicología Social 26 ...“Todo enunciado que vincule la conducta del funcionamiento de un organismo, el cual a su vez está vinculado al medio social, es un enunciado psico-social” (Newcomb, 1953). Norteamericano ocupado en el conocimiento de los grupos y la configuración de uniformidades en los comportamientos y la divergencia de los grupos de negros. “Trabajar en psicología con el concepto de conducta es una especie de retorno a los hechos mismos, en la medida en que esto es factible en cualquier ciencia; este atenerse a los hechos (...) estudiamos a la conducta en calidad de proceso, (...) tiene una finalidad de resolver tensiones , implica un conflicto o ambivalencia, puede ser comprendida en un contexto o situación” (Bleger, 1969:29-30) argentino, psicoanalista. “Como escuela destinada a la formación de operadores en el campo de la salud mental incluimos en dicho ámbito no sólo el análisis del proceso de enfermarse y las tareas correctoras, sino también todos los trabajos de prevención, insistiendo particularmente sobre los vectores de aprendizaje y comunicación, cuyas perturbaciones son a nuestro juicio el origen de toda conducta desviada” (E.Pichón Rivière, 1969:159) Curso Internacional de Psiquiatría Social. “La conducta expresa fenoménicamente los vínculos en tres áreas de expresión, el cuerpo, la mente y el mundo” (Pichón Rivière, 1971:178) El paso a la psicología social. 1.2.2. Referentes del pensamiento sociológico El pensamiento sociológico, en las figuras de los clásicos: Emile Durkheim (1858-1917) ; el Materialismo dialéctico y el materialismo histórico de Karl Marx (1818-1883) y la Sociología comprensiva de Max Weber (1864-1920) generaron líneas de pensamientos y teorizaciones en psicología social. Posteriormente el Interaccionismo Simbólico con las producciones de George Mead y la fenomenología de Schutz (1899-1959) con Goffman y Berger y Luckman realizan aportes que es importante destacar. Aportan al conocimiento de “lo social” y al comportamiento humano, puntualizando principales conceptos son: relación social-condiciones concretas de existencia- normas-instituciones-producción y reproducción, la dimensión simbólica de la vida social, entre otros. E. Durkheim, nos aporta desde el interrogante por las formas en que el individuo se integra a la sociedad. La sociedad, para este autor, es como una fuerza real, que imparte a través de sus instituciones, el sentido de una autoridad moral que sobrepasa los individuos porque ejerce coerción; como también es fuente de legitimación para el accionar humano. En “El Suicidio”, la hipótesis central será que el 27 equilibrio de la personalidad o la felicidad, depende de la intensidad de los lazos del individuo con la sociedad, estos lazos no deben ser ni demasiados rígidos ni demasiado flexibles. El individuo no puede alcanzar la felicidad sino desarrollando expectativas realistas, aceptando su rol y su situación en la división del trabajo. Es el individuo un soporte de normas y valores colectivos. Max Weber, otorga relevante importancia a la acción racional que aporta al deciframiento de la interacción; ya que la acción debe entenderse en el sentido que le asignan los actores, en un sentido subjetivo e intersubjetivo. El sentido es parte de la respuesta que se configura en el encuentro con otro. Weber no trabaja las razones de la persona, sino las razones sociales que hacen a la persona. Es racional, es decir habla de razones de los comportamientos en tanto sociales se hallan provisto de medios y fines y las posibilidades de evaluar las eventualidades (costo/beneficio) Karl Marx considera al hombre indisociable de la sociedad y se pregunta ¿Qué es la sociedad? respondiendo “la sociedad es el producto de la acción recíproca de los hombres (...) según el estadode desarrollo de las fuerzas productivas, a un determinado desarrollo de las fuerzas productivas de los hombres, corresponde una determinada forma de comercio y de consumo” y es lo que determina la conciencia. La sociedad para Marx, es la totalidad de las condiciones y relaciones en la cuál los sujetos se encuentran recíprocamente situados y generan intereses contradictorios que entran en conflicto. De esta manera explica que los hombres hacen su propia historia pero no la hacen a su libre arbitrio sino bajo las circunstancias en que se encuentran y transmiten su pasado. Mas no son eternas ni inmutables. El interaccionismo simbólico: el nombre de esta línea de investigación sociológica y de microsociología fue acuñado por Blumer en 1938 y tiene una marcada influencia en la psicología social. Su principal objeto de estudio son los procesos de interacción (acción social que se caracteriza por una orientación inmediatamente recíproca) y la investigación de estos procesos se basan en un particular concepto de interacción que subraya el carácter simbólico de la acción social. Tanto en esta línea de indagación como en la Escuela de Chicago se advierte la influencia de la corriente filosófica pragmatista cuyo principal representante dentro del interaccionismo fue George Mead. George Mead (1934) enfatiza la importancia del proceso social de intercambios y los mecanismos de interiorización de la conversación de gestos (símbolos significantes) y la incorporación del «otro generalizado» en el surgimiento de la conciencia de sí mismo (Alexander, J.; 1988; Collins, 1988) Subraya el carácter simbólico de la Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social” Notas para una Psicología Social 28 acción social, retomando el problema de la interacción. En ella no solo esta el individuo sujeto a la influencia del entorno, sino que el mismo es fuente de reacciones. Por ello enfatiza la noción de autoreflexión. Y, su trabajo se conoce por los avances que realizó para el estudio de la sociabilidad humana. El mundo del sentido común, mundo de la vida diaria, cotidiano es la expresión del mundo intersubjetivo experimentado por el hombre dentro de lo que la fenomenología llama actitud natural. E. Goffman: toma las escuelas precedentes y aporta con una cuota de creatividad para el análisis de las interacciones en la vida cotidiana. Contempla los encuentros “cara a cara”entre un número limitado de sujetos y que conforman un trama continua de interacciones. Su perspectiva es situacional y de allí afirma que es a partir de este análisis que puede establecer “reglas” “rituales” formas de reproducción de la vida social y que la construcción de las representaciones sociales son resultantes del “escenario” como el teatro donde se juegan los actores. Situación es cualquier ambiente determinado con posibilidad de control recíproco, la ocasión social es un evento que sucede en el tiempo y dicta el tono para aquello que sucede y encuentro social es la ocasión de cara a cara que comienza cuando los sujetos se dan cuenta que han entrado en la presencia del otro. La representación para Goffman es una categoría de estudio de la vida cotidiana, dependiendo del actor que ejerce su rol. El actor posee una identidad y tiene una biografía personal y única. Para el autor el problema no es saber realmente que es un participante sino descubrir el sentido que el proporciona en esa trama. 1.2.3. Referentes de la Antropología y de la Lingüística. Recordarán conceptos y métodos de las distintas corrientes trabajadas en la asignatura Antropología, correlativa a psicología social, que contribuyen a construir categorías de análisis de la Psicología Social de las cuales citamos como relevantes: el Particularismo histórico: Boas (1858-1942) de esta escuela surge la corriente Culturalista con Margaret Mead-Linton-Kardiner-Kroeber. El Funcionalismo en Malinowski (1884- 1942). El Estructural Funcionalismo en Radcliffe Brow (1881-1955). El Estructuralismo en Levi Strauss (1908), corrientes actuales y los nuevos campos de atravesamientos en las ciencias sociales donde se incluyen Agnes Heller-Pierre Bourdieu. Por otra parte en la constitución de la disciplina Eliseo Verón remarcaba la importancia de la Lingüística y su ligazón con la definición del campo de la psicología social. Su configuración y funcionamiento 29 para decifrar o dilucidar que es el lazo entre individuo-sociedad, sino una cuestión simbólica... Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social” Algunos autores en la disciplina Psicología Social. Allport (1954) Escribe uno de los primeros tratados sistemáticos sobre Psicología social. “se ocupa del estudio de las relaciones reales o imaginadas de una persona a otra, dentro de un contexto social”. Aplica métodos experimentales. Newcomb (1954) Teoría de la interacción y la comunicación vinculados a temas grupales, principalmente derivados de problemas raciales...”encontraremos respuesta en proceso de interacción social por la cual las personas se perciben y responden mutuamente y ellas mismas se modifican al hacerlo”. Festinger (1958) Teoría de la comparación social, y de la disonancia cognitiva. En la primera el individuo necesita comparar si sus opiniones son correctas; en la segunda que el conocimiento sea congruente. Esta ultima tuvo gran impacto en la post-guerra, por los trabajos sobre el rumor. Murray-Thibaut et Kelley-Baer et Sherman, (a partir de los 50’) entre otros estudian la Influencia social. En los individuos y/o en los grupos. Mediante el ejercicio del poder bajo diferentes formas, persuasión-control social-necesidad de aprobación-manipulación. Otto Klinenberg (1967) Prof. Universidad de Columbia, estudia las diferencia étnicas las actitudes y opiniones, la patología social. Hace una extrapolación de estudios psicológicos a fenómenos sociales. “La psicología social es el estudio científico de las actividades del individuo, influenciada por otros individuos”. Lingüística Sociología Antropología Psicología Psicología Social tradiciones Psicol. social sociológica Psicol. social psicológica Notas para una Psicología Social 30 2. Psicología Social en Latinoamérica: En esta instancia vale la pena recordar lo expresado en “Notas para una psicología social” (1999) cuando decíamos, “cualquier intento de sistematización de los desarrollos de la Psicología Social en Argentina sólo es posible a partir de la aceptación de un supuesto básico: “al igual que el resto de latinoamérica y europa, Argentina se ha caracterizado históricamente por la coexistencia de diversos paradigmas y desarrollos teóricos”. Sin embargo, para subrayar la eficacia mayor de algunos entre ellos, es imprescindible desocultar la estructura del campo de clases sociales en que se sitúan los receptores y con relación a la cual se interpreta el mensaje. Por ello, entendemos que debemos retomar para discutir, las concepciones, los paradigmas y de que modo nos permiten justificar, hasta donde nos sea posible los actos teóricos-metodológicos para el despliegue de una problemática compleja como construcción provisoria de la psicología social. A riesgo de ser esquemáticos podemos afirmar con muchos autores que en latinoamérica la trayectoria de las ciencias sociales y particularmente de la psicología social se institucionalizan y profesionalizan a partir de la II Guerra Mundial con hegemonía de los marcos teóricos producidos en EEUU, lo cuál revela, por una parte, un determinado modo de producción de conocimiento que generó corrientes ideológicas marcadas en torno al desarrollo nacional que “tematizaban y proveían el soporte técnico y el campo para dirimir las diferencias (..), los contenidos teóricos (..) del desarrollo de la CEPAL para industrializar los países periféricos, convirtiendo a la industria nacional en el eje articulador de un proceso de crecimiento económico y cambio social general (...) la misma población setransforma de problema en solución y el Estado de responsable de proveer los canales de integración de ella, en el obstáculo al desarrollo de su impulso empresarial” (R.Yocelevzky. 1997:162). Y, por otra parte, se presentan características que asume el “populismo” o tipo de alianza social entre el Estado, el modelo económico y las ideas de cambio social que construye y define los procesos organizativos, comunitarios y grupales que redunda en la confusión y trastocamiento de lo político a lo económico. Por ello y tal vez pensando en un balance del desarrollo de la disciplina, es interesante reconocer cuales fueron los mecanismos y/o los problemas que prevalecieron en las posturas teóricas en psicología social en latinoamerica, desde la lectura del recorrido en nuestro país. 31 Psicología social en Argentina En nuestro país, dice Rodríguez Kauth de la Universidad Nacional de San Luis, la psicología es principalmente una psicología social que desembarca con los proyectos desarrollistas americanos de la CEPAL en la década del 50’ y, desde entonces la psicología social es un emprendimiento paradojal, sus acuerdos, conflictos y desarrollos muestran una forma de interpretar la cultura nacional de luchas sociales en el campo de la psicología. Década de los ’50. Contamos con antecedentes en varios estudios vinculados o más cercanos a la sociología y a la antropología cultural, entre ellos: la “Psicología de la viveza criolla” de J. Mafud, con enfoque weberiano, es un estudio de gran riqueza que aborda las relaciones sociales, el amor, las costumbres, los valores, la cultura “nacional” en la confluencia de visiones, gauchesca-indígena-europeísta. El ensayo de Mafud, aporta a reconocer claramente y con seriedad, sedimentos culturales que definen un perfil de hombre argentino en sus procesos interaccionales, e institucionales y expone la hipótesis de las causas que generarían ciertas particularidades. En la obra de Mafud el enfoque weberiano se ve enriquecido por otras categorías de análisis que completan la perspectiva sociológica: “estilo de vida”. Esta categoría opera en el campo psico- social. El autor recomienda “La mejor orientación para estudiar los estilos de vida es verificar las reacciones de grupos e individuos en el momento del conflicto o del estilo transculturado y la sociedad receptora o preexistente”. Esto indicará en intensidad la medida del conflicto o la adaptación o “nueva socialización”. Por otra parte se destaca los estudios sociológicos de Gino Germani, que se definen de psicología social . Aborda la problemática de su definición y ámbito de acción a partir de una hipótesis acerca de la relación de la sociedad sobre los individuos. Germani, entiende a la psicología social como una psicología esencialmente diferencial. Una psicología que aborda el espacio de la variación del comportamiento humano en relación a las modalidades que impone la estructura social. Ante la uniformidad observable de la conducta humana, el comportamiento humano es una actividad psíquica de cada individuo en la que inciden pautas culturales, o patrones típicos. No se le atribuye a tales patrones un carácter sustancial; pero sí se los distingue de los Nota: En la elaboración de la Psi- cología social en Argentina, se incluyó partes del módu- lo homónimo, realizado por Pujol, Trombetta, Stafisso, López, en la Cáte- dra de Psicología Social. Escuela de Psicología. UNC. 1988. Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social” Notas para una Psicología Social 32 comportamientos concretos, que son los únicos observables: los fenómenos sociales. Germani realiza una crítica a las teorías biologistas, instintivistas, que sostienen que las condiciones biológicas son determinantes de la conducta. Sostiene que entre lo biológico y la vida humana concreta se encuentra la sociedad y la cultura . Los motivos de la acción están dados por razones biopsicológicas en base al condicionamiento social. Cabe destacar también el aporte de Pérez Amuchástegui, en su libro “Mentalidades Argentina” de manera descriptiva dibuja el porteño, al gaucho, al gringo y ciertos líderes paternalistas de la oligarquía argentina entre 1869-1930. Otra contribución es la obra de Arturo Jauretche “El medio pelo de la sociedad Argentina”. Sin bien es difícil, encontrar un definido hilo conductor, entre los textos presentados, sí podemos afirmar que hay un común denominador: la forma en que se plasma el “hombre argentino” sus actitudes, conductas, representaciones, en función de una determinada estructura socio-cultural y esto es lo que legitima su incorporación en esta apertura, a la definición de un campo de psicología social en Argentina. Década de los ’60/70. Es a partir de los 60’ cuando en Argentina se multiplican los intereses, las lecturas, y comienza un período que trae repercusiones, para el campo de la Psicología en toda América latina la Corriente Institucionalista. Resulta imprescindible para comprender toda la corriente Institucionalista argentina, indicar un acontecimiento importante en la historia de la psicología de nuestro país: la separación del bloque de analistas de la Internacional Psicoanalítica. Desprendimiento motivado por cuestiones ideológicas que interpelan la estructura de poder interna que regia en las instituciones psicoanáliticas oficiales como también, la utilización de la teoría freudiana, entendida entonces, como uno de elementos al servicio de la burguesía o clases dominantes en su intento por reforzar el proceso de sujetación social. El contexto socio-político no era menos caliente. Resonaba, en este lado del continente la Revolución Cubana, también el Mayo Francés, sumados a distintos procesos de liberación: el Frente Amplio en Chile; los Tupamaro en Uruguay, el Cordobazo y el auge de las clases obreras y desde la política de Estado, la situación de fracturas 33 del poder ciudadano suspendidos por dictaduras militares. El conflicto social anidaba en la Institución. Hubo entonces dos posiciones en la teoría psicoanalítica, una claramente “apolítica” y otra, con Pichón Rivière, Bleger, Kesselman, Pavslovoski, Ulloa, Langer, Mauricio Goldenberg y muchos otros, armaron una perspectiva de trabajo psicoanálitico con marcada incidencia en pos de la transformación social. Asimismo, se destacan modos de abordaje e intervención en el campo de la salud, del trabajo, de la infancia y el desarrollo. Con influencias marcadas de la corriente intervencionista francesa con Lapassade, René Loureau, entre otros, el movimiento antipsiquiatría italiano con Tognioni, Berlinguer, otros; los venezolanos de la teoría de la enmanciapación, con Martín Baró y otros; de Brasil los aportes remarcables de Pablo Freire. De quien haremos referencia en extenso, dado que fue y aun continua siendo por la operatividad de su esquema nuestro gran guía en la formación. Es Enrique Pichón Rivière, como también algunos de sus seguidores en las producciones de Ana Quiroga, Vicente Zito Lema, Josefina Racedo, Leonardo Schvarstein, otros Enrique Pichón Rivière: Este autor es considerado en el mundo como el padre de la psicología social en Argentina. Hay muchos modos de referirse a él, dicen Graciela Jasiner y Mario Woronwski, en “Para pensar a Pichón”. Distinguimos por lo menos tres que nos parecen “típicos”: “Se escucha hablar de Pichón como de un eco del pasado: alguien que formaría parte de una romántica prehistoria del saber “psi” en la Argentina; que mucho hiciera por su desarrollo, pero que poco tendría que aportar hoy a los ejes por lo que transcurren los debates teóricos que “verdaderamente importan”. Para otros, el ECRO ha sido un punto de llegada. Convergencia científica de saberes parciales, sobre individuo y la sociedad, es nombrado, con el valor de una consigna, “LA” Psicología social. Y hay también quienes, sobre todo en las instituciones publicas, preguntan por Pichón para reconstruir una historia. ...” Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de laPsicología Social” Jasiner,G.; Woronowski, M. Para pensar a Pichón, Lu- gar Editorial. Bs.As. 1992. p.9. Notas para una Psicología Social 34 Pichón Rivière, médico y psicoanalista, funda en los ’70, la Primera Escuela de Psicología Social Argentina. Su obra es producto de la tarea de compilación de sus discípulos de periódicos, notas a revistas, clases, conferencias, conversaciones y una extensa e intensa práctica. Su principal texto lo constituye “El proceso grupal, del Psicoanálisis a la psicología social, I - II - III” (1972). En éste se acumula una serie de trabajos y publicaciones varias, que de alguna manera reflejan su trayectoria y miradas sobre diferentes cuestiones de la clínica a lo social. - El período desde 1938 a 1947 (estas fechas constituyen solamente puntos de referencias, no son datos de límites) su pensamiento es marcadamente psiquiátrico. Progresiva- mente incluye una mirada psicoanalítica, y luego social. Sus artículos más significativos son: “Introducción a la psiquiatría infantil”, “Algunos conceptos fundamentales de la teoría psicoanalítica de la epilepsia”, “Trastornos del esquema corporal”, “los dinamismos de la epilepsia”, “Psicoanálisis de la esquizofrenia”, “Estudios psicosomáticos de la jaqueca”, otros. - Luego incursiona en “el proceso creador” entre 1946 a 1966: “Lo siniestro en la vida y en la obra del conde de Lautremaunt”, “Hacia la pintura”, “El objetivo estético”, “Discépolo un cronista de su época”, “El implacable interjuego del hombre y del mundo” - Es a partir de los ’60 cuando incursiona en la vida cotidiana y sintetiza la producción de esta fase el libro “Psicología de vida cotidiana”. Que despliega temas de gran interés como: los inundados, el ocio, el automovilismo, el fútbol y la política, la pandilla, la noche y otros. - Su definición más acabada, es el desarrollo de “lo grupal” una formulación de la teoría y técnica de Grupo operativo. Para su desarrollo encontramos: “Una teoría del abordaje de la prevención en el ámbito del grupo de familia”, “Historia de la técnica de los grupos operativos”, “Aportaciones a la didáctica de la Psicología social” otros. El E.C.R.O. , esquema conceptual referencial y operativo, es la esquematización original y productiva de la psicología social que toma como referentes principales a Freud-Marx-Althusser-Melanie Klein- K.Lewin-George Mead. Es a partir de su experiencia en el Hospital Borda que el impacta con sus hallazgos, y elaboraciones acerca del sujeto –los grupos- las 35 instituciones, cuestionando principalmente el concepto de salud- enfermedad. El desarrollo de la Técnica de grupo Operativo, implicó otro conocimiento y comprensión de la dinámica como del tratamiento de la enfermedad mental. A partir de esto impuso una definición de Psicología como Social. Su esquema conceptual no se estructura sólo como una organización conceptual, sino que su fundamento es “motivacional”, así dice en el Prólogo del “Proceso grupal” “... mi vocación por las Ciencias del hombre surge de la tentativa de resolver la oscuridad del conflicto entre dos culturas (...) la sorpresa y la metamorfosis como elementos de lo siniestro, el pensamiento mágico, estructurado como identificación proyectiva, configuran una interpretación de la realidad característica de las poblaciones rurales ...” Pese a la intensa persecución durantes los años de la/s dictadura/s militares, este representante de todo un pensamiento, configura una línea de pensamiento que aún pervive. “La psicología social como disciplina que indaga la interacción en sus dos aspectos, intersubjetivo (grupo externo) e intrasubjetivo (grupo interno) es significativa, direccional y operativa. Se orienta a una praxis, de donde surge su carácter instrumental” (Pichón Rivière, 1972) “La psicología social que postulamos tiene como objeto de estudio, el desarrollo y transformación de la relación dialéctica que se da entre estructura social y fantasía inconsciente del sujeto, relación abordada a través la noción de víncul o” (Pichón Rivière, 1972) Década ’80. Esta década en casi toda latinoamerica es de reconstruccción política de los Estados, luego de largos períodos de dictaduras militares. En el campo de la psicología social, se retoma todo lo anterior y es un Pichón retrabajado y discutido en la reinstauración del Estado democrático. Los conceptos centrales de: vínculo; salud/enfermedad; grupo operativo; aprendizaje; emergente, entre otros, fueron puestos bajo la lupa, dado que las condiciones de la recepción se habían modificado. Se fortalecen las corrientes institucionalistas y grupalistas en el país y desde las posiciones menos legitimadas del poder, se continuó formulando ensayos, teorizaciones, comentarios en pos de pensar con sentido crítico la trama socio-cultural en donde se constituye la subjetividad. Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social” Notas para una Psicología Social 36 Hasta mediados del 80 el escenario en su conjunto es de reconstrucción, cuando comienza a sentirse la profunda crisis del fordismo impactando la organización y contenido del Trabajo. Se despliegan intersantes producciones de carácter interdisciplinario que generan elaboraciones entre estructura social y subjetividad, como Ana Fernández, Percia, Kordon, Edelman, D. Gallardo, Lechner, Bleger, Kaes, Enriquez, otros. Década de los ’90 La década de los 90 instala la nominaciones de “fin”. Fin de la historia, de las ideologías, del trabajo, del Estado benefactor, indicando la producción de un fenómeno de ruptura de los modelos existentes de funcionamiento socio-cultural habitual. Aquello que las instituciones consensuaron e internalizaron comienzan al menos en el imaginario, a perder eficacia. Por otra parte, es que al no estar creciendo otro modelo se instala un desorden en las formas de regulación y una progresiva crisis de credibilidad en las instituciones sociales. Crisis de los enunciados fundantes y emergencia de formas de resolución de los lugares que van logrando posicionarse con poder. En este sentido entendemos que en la lucha de poder de la modernidad la década de los 90 se caracterizó por el éxito del mundo “financiero”, lo cuál aumento la desigualdad y las formas de exclusión. En este marco de creciente dominación material pero notablemente “simbólica” la psicología social profundiza estudios sobre diversos campos de aplicación o usos, rescatando y profundizando las elaboraciones en torno a las representaciones sociales. Dice Ibañez “las representaciones sociales no están ni en la cabeza de los individuos ni tampoco en algún lugar extraindividual de la sociedad. Son un proceso que resulta de la naturaleza social del pensamiento”. En Argentina Diana Kordon “...las representaciones sociales que resultan de la elaboración colectiva de las diferentes prácticas sociales cumplen un papel privilegiado en la mediación entre contexto social y la subjetividad. Tienen un papel específico en el proceso de organización de las relaciones psico-sociales, constituyen un marco, un contenido y un código disponible necesario para la elaboración de la realidad psíquica interna”. Es indudable que la labilidad de las relaciones sociales tiene su consecuencia en los lazos psicosociales y en la crisis profunda de las instituciones. Con ello, el sujeto queda indefenso, frágil y vulnerable. 37 Bibliografia consultada Bastide (1983) Antropología aplicada. Amorrortu. Bleger, José (1967) Psicología de la conducta. Paidós. Caparrós, Antonio. Historia de la Psicología. Tomo 1-2. Correa, Ana. comp.(1999) Notas para una Psicología Social. Pub. FFyH. UNC. Deutsch M.; Kraus, M. (1974). Teorías en Psicología Social. Paidós. Ducoing y Lendesman (1993) Las nuevas formas de investigación en educación. Cap.Ardoino “Posturas e imposturas del investigador, experto, consultor”. U.A.de Hidalgo. México. Enriquez, E. (1992) L‘organisation en analyse. PUF. Fernández, Ana. (1989) El campo grupal. Ed. Nueva Visión. Freud, S. Obras completas. Tomo IIEscritos sociales. Kordon, Diana.(1992) El porvenir ¿Una ilusión?. Teoría y Clínica de las configuraciones vinculares. Comp. Yocelevzky (1997). En García R. Comp.(1997) La epistemología genética y la ciencia contemporánea. Homenaje a Jean Piaget en su centenario. Gedisa. Heidebreder, Edna. (1959) Psicologías del siglo XX. Paidós. Ibañez, T. (1992) La tensión esencial de la Psicología social. Prólogo de Teoría y Método. Barcelona. Levi-Stauss. Antropología estructural I-II. Paidós. Foucault, M. Las palabras y las cosas. Cap.X. Marx, Karl (1968) Economía Política y filosofía. Ed. Arandu. Bs.As. Marx (1968) Manuscritos1844. Economía política y filosofía. Edit. Arandu.Bs.As. Montero, Maritza. Un paradigma para la psicología social. Reflexiones desde el quehacer en América Latina. Pichón Rivière, E. (1985) Del Psicoanálisis a la Psicología social. Ed. Nueva Visión. Schutz, A. (1993) La construcción significativa del mundo social. Paidós. Bs. As. Verón, Eliseo (1985) La semiosis Social. Gedisa. Weber, M. (1984) La ética protestante. Ed. Sarpe. Madrid. 1984. Woronovsky, M. y Jasinger, G. (1992) Para pensar a Pichón.Lugar Ed. Bs.As. Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social” 39 DERRUMBES Y CONSTRUCCIONES EN PSICOLOGÍA SOCIAL Andrea Pujol “...Cuando los cálculos complicados resultan falsos, cuando los mismos filósofos no tienen ya qué decirnos, es excusable volverse hacia el parloteo fortuito de las aves, o hacia el lejano contrapeso de los astros”. Margueritte Yourcenar, “Memorias de Adriano” Un estallido de paradigmas conmociona hoy a las Ciencias Sociales. Este es el efecto de una redefinición del orden mundial y se apoya en el surgimiento de una multiplicidad de discursos. Estos discursos, desde la instancia de lo político, ponen en cuestión aquellos modelos explicativos con los que la ciencia pretendía dar cuenta de la vida social. Este fenómeno, es una confirmación del lugar que les cabe a las Ciencias Sociales en el desarrollo del conocimiento científico. Como afirma Bourdieu “aquello que llaman lo social es historia de cabo a rabo” , y cada vuelta de la historia supone un cierto desplazamiento de sentido en la producción de conocimiento. Los países en vías de desarrollo no escapan fácilmente a la eficacia simbólica de los nuevos discursos. Por el contrario, se transforman en escenarios privilegiados. Espacios plausibles de servir a la consolidación del nuevo orden (?), ya desde el momento en que, aún en una reunión social, nos sentimos tentados de participar, por ejemplo, en el debate modernidad vs. post-modernidad. Participamos de la socialización, de la divulgación, de los múltiples discursos y con ello generamos múltiples sentidos. Sin embargo, esto no significa que nuestro paisaje permanezca estático y que nuestro hacer remita exclusivamente a participar como espectadores. Aquí también se operan cambios profundos, redefiniciones que suponen para los actores sociales un resituarse en el espacio social. Pero aún sufriendo el impacto de los cambios, éstos se nos presentan a través de los discursos como respondiendo al mecanismo de funcionamiento de un reloj digital. En las prácticas sociales Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social” Bourdieu, Pierre. Sociología y Cultura. Edit. 1990. Notas para una Psicología Social 40 cotidianas, paradójicamente, percibimos que los cambios se asimilarían al lento y silencioso mecanismo de un reloj de arena. También esto es efecto de la historia. De la historia hecha “habitus” , de la historia instituida, que no se desarticula a partir de una decisión política o de un decreto. El discurso sostenido desde los lugares de poder de la estructura social no desmantela el hacer cotidiano de los actores y grupos sociales, sino de modo paulatino y gradual e implicando un complejo proceso. Un proceso de desestructuraciones u reestructuraciones que posibilitan nuevos ajustes, cuando la estructura social objetiva aparece puesta en tensión con la subjetividad de los actores. De ahí que estemos quienes, ya no en el seno de una reunión social sino ante el pizarrón de un aula universitaria, nos permitamos la prudencia -o la falta de coraje- de no adherir fácilmente a estos discursos de la ciencia que no vemos reflejados en la prácticas cotidianas. Nuestra proximidad como intelectuales a las novedades de la ciencia, a los discursos alternativos: y nuestra participación como trabajadores, en tanto operadores sociales, de los procesos de transformación de la realidad, nos ubica con frecuencia en una zona de desconcierto. No decimos con esto que estemos situados en una zona de privilegio o excepción. Más bien admitamos estar sujetos a las mismas leyes de transformación que cualquier otro segmento de sistema social, pero con la alternativa de poder objetivarlas. Así, las decisiones políticas planten cambios y las respuestas y acompañamiento de los mismos, desde la cotidianeidad de las prácticas sociales, son graduales y progresivos. La ciencia produce nuevos discursos que reemplazan o resitúan a los ya existentes y los profesionales de la Psicología Social, desde el espacio universitario y estando sujetos a las mismas leyes de juego del sistema, temblamos cada vez que damos cuenta de un concepto. Las opciones ante esta realidad son múltiples, pero me limito aquí a presentarme en mi desconcierto, que como a muchos, me obliga a hablar cotidianamente de estos derrumbes, y a decir con más frecuencia de la que desearía, que mi campo de conocimiento como psicóloga social está en construcción. De esto intenta decir algo este escrito, en relación a tres cuestiones ya mencionadas: el campo de conocimiento, las prácticas y la docencia en Psicología Social. Bourdieu, Pierre. Esquisse d une théorie de la pratique, (Estructuras, hábitos, y prácticas). 1972. Trad. Dr. Costa. 41 A propósito del campo de conocimiento de la Psicología Social. Si se admite la idea de una genética del conocimiento de un sujeto epistémico, no podemos permitirnos la duda al afirmar que un campo siempre está en construcción. ¿O acaso la lógica de construcción de conocimiento válida para la evolución cognitiva de un sujeto no es operativa para explicar la historia del pensamiento humano? La explicación piagetiana nos resguarda, nos pone a cubierto, cuando decimos que nuestro campo está en construcción. Pero también nos deja al descubierto, nos desampara, si caemos en la ingenuidad de creer que debiera existir hoy el objeto de la Psicología Social, como un único objeto que dé cuenta de la existencia del campo. Con la idea de la unidad de objeto de la Psicología Social, se niega frecuentemente el reconocimiento de una diversidad de marcos teóricos, y objetos que de ellos se desprenden. Afirmación que posibilita la emergencia de algunos interrogantes: ¿Cuáles son los marcos teóricos que permiten la construcción de los objetos? ¿Quién produce el recorte? ¿Cómo se produce el recorte de objetos? Estos interrogantes conducen a problematizar la constitución de nuestro propio campo. Intentarlo desde la sociología bourdiana permite, al parecer, explicar muchas cuestiones relativas a los ámbitos de intervención de los psicólogos sociales y dar cuenta también de nuestra propia práctica como psicólogos, en tanto ésta tiene lugar en el espacio social. La sociología bourdiana nos atraviesa entonces en dos sentidos: aporta a la comprensión de los campos que estudiamos y aporta a la comprensión de la constitución de nuestro propio campo. La propuesta bourdiana de una teoría del espacio social, permite enriquecer la mirada sobre el campo de la Psicología Social y comprender el sentido de los múltiples debates que supone la definición de nuestro objeto de estudio. Desde esta perspectiva, la existencia de una diversidad de marcos teóricos y de múltiples objetos que de ellos se desprenden, da cuenta de la lucha por la hegemonía al interior del campo, que permite la conservación y reproducciónde la posición que los actores sociales ocupan en él, a partir de la conservación del capital simbólico en juego. La permanente construcción de un campo es posible también gracias a que existe entre quienes participan de él una “complicidad objetiva que subyace a todos los antagonismos” , en tanto el capital que se juega en el campo nunca supone su autodestrucción. La tensión Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social” Bourdieu, Pierre. Sociología... Notas para una Psicología Social 42 que supone la lucha por la hegemonía, rara vez provoca revoluciones. Esto equivaldría a la destrucción del campo y la consecuente pérdida de todo lo que se ha invertido en esa lucha. Las más de las veces, por el contrario, la lucha supone alianzas y negociaciones que preservan la existencia del capo y promueven el surgimiento de nuevas síntesis. Estas definen nuevas posiciones al interior del campo y el lugar de éste en relación a otros, en la totalidad del espacio social. Lo expuesto posibilita la apertura de un conjunto de conceptos para la lectura del estado del campo disciplinario evitando reduccionismos y determinismos. La constitución histórica y existencia actual de un campo supone la presencia de un capital común, y la lucha por su apropiación, su acumulación y conservación. Este capital constituye “aquello que está en juego” , y promueve la puesta en acción de un sinnúmero de estrategias por parte de quienes participan en él, con la intención de lograr la hegemonía al interior del campo y conservar también, determinada posición en la totalidad del espacio social. De ahí que la existencia de una considerable cantidad de corrientes, de marcos teóricos, o de minidisciplinas que parecieran formar parte de un conjunto desarticulado, y que como sostiene Verón resulta difícil entenderlas como pertenecientes al mismo campo, representan en realidad la prueba más sólida de existencia del campo de la Psicología Social. Del mismo modo, en esta lucha al interior del campo y sus efectos en el espacio social, la que nos impide afirmar con Braunstein que la Psicología Social sea, en tanto Psicología un aparato ideológico del estado. Todo el espacio social contribuye a la lucha interna del campo, desde la legitimación, las preferencias o la descalificación de los capitales simbólicos y económicos en juego. Por el contrario, la posibilidad de existencia de un aparato ideológico supone, al decir de Bourdieu, que “los dominantes tienen los medios para anular las resistencias y las reacciones de los dominados”. Basta pensar en los diez años de silencio de la Psicología Social propuesta por Pichón Riviere en los años setenta y su actual vigencia, para admitir con Bourdieu que “los aparatos son... un estado de los campos que se puede considerar patológico”. Esto conduce a pensar en la necesidad de comprender el estado actual del campo de la Psicología Social, a partir del abordaje de su proceso de constitución. Bourdieu, Pierre. Sociología... Verón, Eliseo. Razón, locura y sociedad. 1987. Braunstein, N. y otros. Psicología, Ideología y Ciencia. Bourdieu, Pierre. Sociología... 43 Una revisión de la historia de su desarrollo, en la que se consideren las distintas demandas sociales que propulsaron el surgimiento de los distintos marcos teóricos y encuadres metodológicos, las luchas por su legitimación y el reconocimiento o preferencia de algunos de ellos y no otros: serviría a la comprensión del estado actual del campo. Tampoco podríamos obviar en esta tarea, la consideración simultánea de confrontaciones, subversiones o alianzas y negociaciones que incidieron en el mantenimiento y desarrollo del campo, en tanto éstas dan cuenta de la generación del “hábitus” de sus actores. Desde esta perspectiva se puede explicar la hegemonía de la microsociología de los grupos en los años cincuenta y la hegemonía de los Grupos Operativos en los años setenta, si y sólo si se considera el proceso de constitución del campo desde su multideterminación. Cabe entonces preguntarse, en relación al estado actual del campo de la Psicología Social: ¿Existe realmente un derrumbe de paradigmas, un desmantelamiento que suponga la absoluta pérdida de referentes? Siguiendo a Bourdieu, ¿Cuál es el juego que se juega hoy en el campo? ¿Cuáles son las reglas del juego? Es imposible por lo pronto, referirnos a estos interrogantes sin situarnos previamente en el campo. Sin hablar desde algún lugar que posibilite explicar el sentido del decir. Una lectura actual del campo de la Psicología Social desde los desarrollos de Enrique Pichón Riviere, supondría referirnos necesariamente a la marca que la historia social y política de nuestro país dejó en la teoría pichoniana. La década de los ochenta impuso un silencio prolongado que comenzó a extinguirse con la reapertura democrática. La producción desde mediados de los ochenta y hasta hace un par de años, apuntó a hablar de los sucesos que habían sido silenciados y la escuela pichoniana intentó recobrar su fuerza explicativa y su vigencia como encuadre operativo para las prácticas del psicólogo social. Resultaría difícil negarse a considerar la coexistencia de este paradigma con el de la Psicología Social Comportamental, siempre vigente en las prácticas y aún en la producción teórica y de la fuerza que día a día adquieren las perspectivas cognoscitivas. Sin embargo hoy, esta coexistencia no parece ser el centro de la lucha. Más bien nos inclinamos a pensar que después de un largo silencio –que significó algo así como una retirada forzosa- la lucha se desplaza a la recuperación de un lugar. Primer Apartado: “Viajes y trayectoria: una aproximación al campo de la Psicología Social” Notas para una Psicología Social 44 En este sentido, recuperar el lugar de la Psicología Social vincular al interior del campo y de nuestro campo en el espacio social total, supone reflotar los discursos silenciados, retornar a las prácticas, recuperar el lugar de la Psicología Social como teoría y como práctica social. Quizás por todo esto, que no es más que pura historia, es que hoy se juega a socializar, a difundir, aquel discurso silenciado extendiéndolo a otros sectores de la realidad, implicando esta tarea un cierto grado de recreación de la teoría que entendemos, no llega a capitalizarse de un modo fecundo. Una simple mirada sobre las publicaciones actuales, los encuentros, congresos y espacios institucionalizados en los que se socializa la Psicología Social, nos muestra que la producción teórica se asienta básicamente en aquel discurso de los años setenta, en experiencias de prácticas nuevas en contextos o realidades no abordadas antes por la Psicología Social, pero casi siempre sostenidas en el marco social ortodoxo. También aparecen una multiplicidad de invitaciones a los profesionales del medio para conocer la teoría, a través de cursos, seminarios, post-grados, etc., siempre sobre temáticas en general ya conocidas. Surgen cada vez más centros y escuelas en los que se enseña aquella Psicología Social silenciada y sus nuevas alternativas de implementación. Al enunciar esto, estamos haciendo referencia a la docencia y a los grupos de formación, como espacios de reproducción de la teoría ortodoxa. No lo hacemos porque creamos que la docencia necesariamente puede ser concebida desde una teoría reproductivista, sino porque pareciera ser así en este caso en particular. Decimos esto en cambio, porque entendemos que si la existencia de esos espacios institucionalizados de enseñanza implicara un quehacer docente constructivo, crítico y generador de conocimientos, eso necesariamente se reflejaría en la producción teórica que se divulga en los medios. Sin embargo, esto parece no ser así. Todo esto, contextualizado en una generalizada crisis económico-social, hace pensar que el estado actual de nuestro campo resulta de la implementación de una modalidad de reproducción del discurso de los setenta y, a la vez, de su extensión a contextos antes no abordados, con