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Sociedad, Instituciones y Subjetividad - Correa unidad 2

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Ficha interna. Facultad de Psicología. Cátedra de Psicología Social. UNC: Profesora 
Ana M. Correa. Año 2012 
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SOCIEDAD, INSTITUCIONES Y SUBJETIVIDAD 
 
 
“El infierno de los vivos no es algo que será. Hay uno y es el que ya está aquí. Es el 
que vivimos todos los días, el que hacemos estando juntos. Dos maneras hay de no 
sufrirlo: una consiste en acostumbrarse a él, no verlo más hasta formar parte de él. 
La otra es peligrosa y requiere atención y aprendizajes continuos: Buscar y saber 
reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, hacerlo durar y darle 
espacio.” Italo Calvino. 
 
Los conceptos que se desarrollan en este módulo Sociedad, Institución y Subjetividad 
aportan, como se menciona en el Apartado Esta psicología social del libro Notas, a la 
construcción del objeto de estudio de la psicología social como campo de 
problemáticas. Nos aproximamos, en esta dimensión a conocer para comprender, las 
condiciones materiales, imaginarias y simbólicas de la producción y reproducción de 
sentido en lo social, como asimismo, las orientaciones o maneras de actuar, pensar y 
decir de los sujetos, en una sociedad dada. 
En efecto, se pretende en la vuelta de espiral dialéctica del proceso de enseñanza y 
aprendizaje, una aproximación a la lectura de la dimensión institucional en la trama de 
relaciones psicosociales. 
 
LO SOCIAL, LA SOCIEDAD 
 
Las preocupaciones por las formas del vivir y del morir, por el bienestar, por la libertad 
y la justicia, han sido y siguen siendo planteos filosóficos, jurídicos, antropológicos y 
existenciales que participan en las nociones que construyen lo social y definen una 
SOCIEDAD. 
¿Qué es lo social? 
Es una primera pregunta que cuando se intenta responder se pone en evidencia que 
existen distintas concepciones, maneras de entender y conceptualizar lo social, en las 
ciencias sociales y en el sentido común. No son homogéneas y mucho menos unívocas. 
Si se toma los llamados tratados clásicos de Sociología se encuentra lo “social” 
definido como cosa, algo empíricamente observable que ejerce coerción externa sobre 
el individuo (Durkheim). Por otro lado y, contemporáneo a este autor, Karl Marx define 
“lo social como la totalidad de condiciones y relaciones en la cual los sujetos se 
encuentran recíprocamente situados generando intereses contrarios que crean 
conflictos” en tanto Max Weber, expresa “lo social es regularidad de acciones según 
medios y fines” donde destaca la existencia de intereses culturales. 
Siglos después, de estas teorías claves que se describen mas adelante, la noción de lo 
social se va complejizando e incluye aspectos antropológicos, psicológicos, 
linguísticos, históricas y expresa procesos intersubjetivos. 
Moscovici, define “lo social” como los fenómenos de la ideología y la comunicación 
donde se producen procesos psicosociales de influencia y facilitación social en una 
cultura dada. Estos procesos de influencia y facilitación social, han sido desarrollados 
por las sociologías que consideran lo social como algo externo, sin embargo, la teoría de 
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Ana M. Correa. Año 2012 
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Moscovici los retoma en su visión psicosocial para explicar el conflicto entre “la 
sociedad externa y la sociedad que lleva dentro” y genera categorías de análisis como 
resistencia vs. conformismo; grupos y minorías activas que diferencian categorías de 
individuos, según la jerarquías existentes, la distribución de poder. 
Pichón Riviere aporta y profundiza desde el psicoanálisis la articulación resultante 
entre estructura social / mundo externo y mundo interno / fantasía inconsciente, en la 
interacción. Habla entonces de lo social como proceso inter e intra subjetivo en 
condiciones concretas en la cual se produce una modificación mutua hombre – 
naturaleza dando forma dialéctica, de lo social, en tanto praxis humana. 
En efecto, la noción acerca de lo que se construye como “lo social” se complejiza y, tal 
complejidad remite a múltiples relaciones de distintas referencias, geográficas, 
culturales, políticas, económicas que buscan dar respuestas a interrogantes de 
conocimiento y demandas o urgencias de la sociedad. 
¿Que es la Sociedad? 
Se presenta un esquema general de las nociones que en un proceso socio-histórico 
definen la Sociedad, para pensar en y desde ella/s que son las Instituciones. (Ver 
Anexo: Concepciones de Sociedad de la Modernidad a nuestros días. Ana Correa). En 
este sentido la esquematización ha sido teniendo en cuenta las vertientes que se 
presentan a continuación: 
El materialismo histórico de Karl Marx (1848) define a la Sociedad como el 
producto de la acción recíproca de los hombres cualquiera sea su forma- según el 
modo concreto de producción. Desde una premisa materialista de la historia el autor 
afirma, que es el modo de producción con sus formas y relaciones de producción y 
reproducción social lo que define la Historia. Son las relaciones económicas (de eco/ 
sentido y nomos/norma) producidas en la acción del hombre por apropiarse de la 
naturaleza y satisfacer necesidades, las que van definiendo la Sociedad. 
Marx afirma que a un determinado modo de desarrollo de las fuerzas productivas 
corresponde una determinada forma de producción y de consumo, es decir una forma de 
SOCIEDAD. Es un desarrollo transitorio e histórico pues al adquirir los individuos 
nuevas facultades productivas, cambian el modo de producción y con ello cambian las 
relaciones, por lo cual las formas de producción son la base que condiciona, en última 
instancia, el desarrollo político, jurídico y filosófico, literario, artístico. 
Es decir que el análisis de la sociedad consiste en develar las condiciones y/o 
determinaciones de las relaciones sociales, cómo éstas se generan y se reproducen en las 
formas de producción. Pero, también agrega Marx toda actividad del hombre deber ser 
entendida en su relación con la conciencia que de ella tiene ese hombre (Marx.1844. 
El trabajo alienado). Lo cuál supone que la capacidad del hombre “de hacer”, “de su 
acción” se relaciona con un acto de voluntad como cualidad del ser humano. Supone, 
que el ser específicamente humano tiene “conciencia de toda acción”. Sin embargo, y he 
aquí la fuerza de su crítica al modo de producción capitalista pues este modo de 
producción crea al mismo tiempo“la alienación”. Este concepto central, en la obra del 
joven Marx, implica que la relación entre conciencia-acción esta fragmentada y lo 
lleva a un intercambio donde se disocia la cosa útil y el valor de la cosa. 
 
 
 
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Marx Karl (1818-1883), es un pensador que revoluciona la economía, la política y la 
sociología al proponer metodológicamente develar teóricamente, cuestionando las apariencias, 
los determinantes reales de la “actividad social” desde una perspectiva histórica y política. La 
producción de su obra ha sido clasificada por el carácter de juventud; mencionando entre otros, 
“Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (borrador) GRUNDISSE”; 
“La miseria de filosofía”, “La ideología alemana” conjuntamente con Engels, “El Capital”, 
 
La sociología de Emile Durkheim, tuvo como interés el destacar las aplicaciones 
jurídicas y políticas de sus elaboraciones. Para el autor, la creciente división del trabajo 
da lugar a tipos de estructuras sociales que presentan la mas alta forma de “integración 
social: la solidaridad orgánica”. Una sociedad es como un organismo, cada parte tiene 
su función y ello tiende a producir un “equilibrio”. En las sociedades primitivas, decía 
Durkheim, la solidaridad es mecánica “ya que las gentes están poco diferenciadas y se 
mantienen unidas por amistad, vecindad y parentesco” es una unión que responde a una 
fuerza externa. En “Lasreglas del Método Sociológico” el autor define lo que él 
considera el “hecho social”, en el afán de precisar y diferenciar de los fenómenos 
sociales de los psíquicos. 
Los hechos sociales son colectivos, coercitivos, exteriores al individuo y existe una 
sanción que subyace en lo social y esto de forma colectiva define las instituciones de la 
sociedad. No vacila en definir a la sociología como una ciencia de las instituciones, de 
su génesis y su funcionamiento, el estudio de las relaciones de los individuos con las 
instituciones. “La estructura social define- en términos de costumbres, representaciones 
colectivas, normas y leyes- los límites del comportamiento posible y como es posible 
convivir.” En este sentido la función del Derecho es para ejercer el control social 
mediante sanciones. 
 
 Durkheim, Emile (1858-1917) nace en Francia y su obra esta en el seno de la 
construcción de la estructuración capitalista”. Obras relevantes: “Las reglas del método 
sociológico”; “Las formas elementales de la vida religiosa”; “De la división social del 
Trabajo”; “El suicidio”. 
 
 
La sociología comprensiva de Max Weber se ocupa del estudio de la acción social 
para entender la cuestión de la relación social. Entender interpretándola, explicarla en su 
proceso y en su efecto. Se trata de una acción con sentido y de esta manera la relación 
social se define por la reciprocidad dado que son acciones mutuas que tienen 
intencionalidad, intereses, en un orden legítimo. Se ajustan a normas obligatorias que 
operan como modelos de comportamiento. A partir de esta distinción, Weber define 
dos conceptos claves: Comunidad – proceso de comunión- y de Sociedad – proceso de 
asociación. En este marco establece diferencias en las relaciones sociales y genera las 
categorías de fin y medios (racionalidad instrumental). 
 
 
 
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Max Weber (1864-1920) el autor representa para la sociología y la ciencia política 
contemporánea un lugar de búsqueda metodológica y reflexión crítica ineludible. 
Ligado al historicismo alemán analiza las relaciones entre lo fáctico y los valores. Su 
producción relevante: “Economía y Sociedad” “El capitalismo” 
 
Otra vertiente clave en nuestro interés que se desprende de la Sociología comprensiva 
es el Interaccionismo Simbólico que introduce herramientas para repensar la 
problemática de la construcción social de la “realidad” y la integración de los sujetos en 
la sociedad. Desarrolla una de las grandes disyuntivas largamente discutidas en el 
campo de las ciencias sociales tiene que ver con el problema de la objetividad y la 
subjetividad; despejando la opción metodológica para discutir la realidad objetiva de la 
realidad subjetiva. 
 
 “la sociedad es una realidad construida en la dialéctica de procesos de 
objetivación, externalización, internalización. 
Los procesos de “objetivación” constituyen un sistema simbólico – de normas, mitos, 
lenguaje- que dan sentido al mundo donde se vive. Los procesos de “externalización” 
corresponden al fenómeno de “institucionalización” es decir cuando las objetivaciones, 
mediante el proceso de socialización, se han internalizado, se han configurado en la 
vida cotidiana pues la Institución ha establecido como legítimas en una dinámica 
conforme a ella. 
 
 
Berger Meter ; Luckmann George ; Goffman Erwing, otros, forman la escuela del 
interaccionismo simbólico que incorporan en la teoría social un tratamiento de la “acción” 
como conducta racionalizada, ordenada reflexivamente por los agentes humanos. Buscan captar 
la dimensión del lenguaje como medio practico que lo hace posible y retoman concepciones de 
la filosofía social de Mead y de la fenomenología de Schutz, como asimismo de la sociología 
comprensiva de Weber. 
 
 
Castoriadis Cornelius, incita a pensar el sentido que hace que una sociedad exista y se 
pregunta ¿qué mantiene unida a la sociedad? 
Para que exista una Sociedad debe instituir sus propias significaciones imaginarias. 
Una sociedad, es un sistema de interpretación del mundo, de construcción, de 
creación. Cada sociedad inventa sus significaciones pues ellas mismas son producción 
de sentido que pueden configurarse como organizadores de sentido –condición para la 
representación- es decir, de aquello que esa sociedad puede darse y lo que la mantiene 
unida es su INTITUCION. 
La institución de normas, valores, lenguajes, para hacer que las cosas sean y los 
individuos también. La institución produce individuos quienes a su vez producen y 
reproducen la Institución de la Sociedad. (Castoriadis.1989) 
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La SOCIEDAD es una urdimbre de significaciones y simbolismos inmensamente 
compleja y creativa. Es decir, sostiene la idea de relativa indeterminación, con nuevas 
determinaciones y determinaciones distintas, que no pueden reducirse a lo que ya había, 
ni deducirse ni producirse a partir de ello. En otros términos, dice Castoriadis, lo que 
mantiene unida la sociedad es una construcción colectiva en acción e interacción, fuerza 
creadora, de lo real y de lo socio-histórico, que llama imaginario social. La noción de 
imaginario social alude a un conjunto de significaciones por las que un colectivo social 
– grupo, comunidad, institución- se instituye como tal en un momento social dado. 
Establece lo que permite y lo que no, construye el modo de relación, crea sentidos. 
El Imaginario social para Castoriadis es producción incesante de sentido histórico-
social, imprime una singularidad propia y diferenciada de otras épocas y otras 
sociedades, por ello distingue entre imaginario social efectivo (instituido) es decir esas 
significaciones que consolidan lo establecido creando organizadores de sentido que 
mantienen unida a una sociedad y el imaginario social radical (instituyente) que 
posibilita la irrupción de nuevos organizadores de sentido. 
 
Cornelius Castoriadis, filósofo, historiador y psicoanalista de origen griego, vivió en Paris 
desde 1945 hasta su muerte 1999, propuso una cosmovisión del hombre en el mundo cuando 
afirma “nuestro mundo se construyó sobre dos proyectos opuestos: el capitalismo y la 
autonomía personal y colectiva”. 
Fue fundador de “Socialismo y Barbarie” en 1967 con Lefort y Lyotard y luego de la 
disolución del grupo en 1975 publica “La institución imaginaria de la sociedad” que constituye 
su obra original y revolucionaria para pensar la sociedad, la historia y la subjetividad. 
Su vasta producción abarca reflexiones y desarrollos filosóficos y políticos. 
 
 
LA INSTITUCIÓN Y LAS INSTITUCIONES 
 
Pensar la sociedad en su dimensión histórica-social es una manera de dar visibilidad a 
las instituciones de la sociedad. Institución/es en tanto operan como interpretación de la 
tensión entre los hombres haciendo historia y luchando por su autonomía, forman parte 
de lo que hace la vida y la muerte, conforman identidades y producen subjetividad. 
 
1. Nociones y conceptos en el análisis de las instituciones: 
 
Para dar visibilidad a la/s instituciones en la trama psicosocial se considera por una 
parte, las nociones y conceptos de institución que sostienen en su génesis aquello que 
establece, que mantiene y reproduce las relaciones sociales y, al mismo tiempo un 
movimiento incesante para entrar en el curso de los procesos de transformación social. 
En el diccionario de Ciencias Sociales (Littré) la Institución es como “aquello que da 
comienzo, lo que establece, lo que forma” y, en esta definición formal, se encuentran de 
entrada, el problema de la función de una institución en la sociedad: la conservación, la 
estabilidad y la formación de una Sociedad. 
Por ello se afirma en el sentido mas difundido que una institución apunta a establecer un 
modo de regulaciónque tiene por fin mantener un estado, hacerlo perdurar y asegurar su 
transmisión. Para lo cuál se vale de una violencia estructural que precede la existencia 
de quienes ocupan las instituciones – pone un límite, establece reglas, fija acuerdos o 
pactos- es decir, que el malestar y el sufrimiento institucional es parte constitutiva del 
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lazo entre sujetos e institución y que se transita, en ellas y por ellas, inventando formas 
de sublimación, creación, proyección o introyección productoras de subjetividades. 
Desde estos supuestos la modernidad creó un cierto tipo ideal de institución basada en 
la finalidad del Estado, que “cumple funciones como garante de la puesta en cadena de 
las instituciones. Su efecto es el ideal de la racionalidad moderna: el Estado – Nación 
como mega institución cuyo organigrama interno es el conjunto de todas las 
instituciones (…) entonces, la violencia, se encuentra diseminada en un red orgánica de 
instituciones – modelo funcionalista al sistema que forma parte”(Lewkowicsz, pag: 43) 
Ellas nos preexisten y nos hablan desde antes de nacer, nos legan una herencia de 
valores, pautas, clasificaciones que nos ordenan la construcción del mundo creando 
sentimientos de pertenencia y fidelidad, sin que medie una clara y explícita decisión de 
parte los individuos. Fabrican por tanto sujetos aptos para la vida en sociedad, 
construyen la certeza de se hace lo que se tiene que hacer. Establecen, regulan y dan 
forma a las relaciones entre los hombres. 
 
1. 1. Análisis Institucional: discusiones y apuestas que explican la sociedad moderna. 
René Lourau (1975) en su libro el “Análisis Institucional” discurre dialécticamente a 
través de los cuerpos teóricos de disciplinas que abordan la Institución: el Derecho, la 
Antropología, la Lingüística y el Psicoanálisis y señala que el concepto de institución 
esta en crisis pues oculta su contingencia. 
En este sentido, este autor muestra que la noción de Institución no es unívoca sino que 
el concepto presenta al mismo tiempo: un carácter universal que se representa por un 
concepto abstracto, que se desprende del valor de la norma considerada como universal; 
un carácter práctico que esta encarnado en la vida cotidiana y un carácter simbólico 
en las maneras que los sujetos se representan la Institución. 
De esta manera Lourau señala que el concepto INSTITUCIÓN da cuenta de un 
movimiento dialéctico entre: 
o El carácter universal / o momento de la universalidad, es el de la 
unidad positiva y racional del concepto, siendo su contenido los valores, 
normas y sistemas culturales ya existentes. Si se analiza aisladamente, 
este momento significa asumir una postura positiva de la Institución: lo 
ideológico – lo político. Por ejemplo cuando se toman proclamas y/o 
enunciados convocantes y exhortativos como: “todos los hombres son 
iguales ante la ley” 
o El carácter práctico / o momento de la particularidad, expresa la 
negación del momento precedente puesto que la universalidad lleva su 
contradicción y cuando la norma encarna en la realidad, en la vida 
cotidiana ella se instala según las condiciones concretas materiales y 
simbólica. Si se aisla este momento implica instalarse en la 
interiorización / socialización, relaciones de aprendizaje en un campo de 
lucha (de poder). 
o El carácter simbólico /o momento de la singularidad, expresa en sus 
contenidos las formas organizacionales jurídicas para el logro de 
objetivos. Autonomizar este momento implica quitarle fuerza al carácter 
histórico de lucha en los procesos de incesante transformación. Por 
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ejemplo el establecimiento de nuevas regulaciones producto de la 
visibilidad de desigualdades en pos de lograr el carácter universal. 
 En consecuencia, el concepto Institución resulta: polisémico, equívoco y problemático, 
según sistemas de referencias disciplinares (antropología, sociología, filosofía del 
derecho, psicoanálisis, administración) y su utilidad en el análisis. 
El concepto es polisémico: en tanto no es unívoco. Es el Derecho que acentúa el 
momento de la universalidad. Reafirma, las normas universales y las formas de 
regulación establecidas, en los códigos o en las costumbres no escritas. Consiste en 
volver evidente, intocable y sagrado lo que no es sino contingencia política. Sin 
embargo, este tratamiento es fecundo para el uso funcionalista que enmascara la 
demanda política en la ideológica. Asimismo, señala que la polisemia del concepto 
tiende a mostrar no solo la eficacia simbólica de lo jurídico sino que expresa que la 
contingencia de lo normativo nos arroja a aprehender las relaciones en la institución en 
relaciones de fuerza, de clase, de producción, de poder. 
El concepto es equívoco: designa alternativa y simultáneamente lo instituido y lo 
instituyente. Lo instituido como la cosa establecida y lo instituyente que propone su 
transformación, en las maneras particulares de interpretar lo instituido. Se presenta la 
institución como permisiva, contenedora, sostenedora y al mismo tiempo, como 
represiva y expulsora; forma parte del control social. 
El concepto es problemático: pues la institución no se presenta de manera inmediata a 
la observación y al análisis. La institución emite mensajes falsos de sus proclamas, 
discursos, exhortaciones y también emite mensaje efectivos mediante sus códigos y su 
organización. 
 “Ud. es asalariado; tiene una familia. Régimen del salario, matrimonio; 
he ahí dos normas universales propias de nuestra sociedad. Con ellas se 
asocia un cortejo de normas modelos y valores de comportamiento”. 
(…) Una norma universal o considerada como tal, ya se trate del 
matrimonio, la educación, de la medicina, del régimen del salario, de la 
ganancia o del crédito, es designada institución”. (Lourau.1975:9) 
La norma universal, momento positivo, es un momento determinado abstracto, ideal 
(efectivo) que para instaurar/se apela a lo sagrado, al mito fundador, a la leyenda para 
que sostenga cierta idea o ideal como por ejemplo: libertad, democracia, derechos 
humanos, otros. Sin embrago la norma universal – la ciudadanía, por ejemplo- en el 
momento en que se encarna en una época determinada, en la vida cotidiana, encuentra 
su negatividad mostrando la distancia entre lo normado y lo legitimo; o señalando 
brechas entre la norma y las practicas sociales. Es decir, la negatividad del momento 
positivo de la norma, se materializa en la acción de los individuos, es siempre 
instituyente, creativo y tiende a crear modificaciones sobre las estructuras previas, o los 
modelos o concepciones de concebir el mundo. 
En efecto, teóricamente el concepto institución, plantea la necesidad de un pensamiento 
dialéctico que se manifiesta en una lógica de movimiento incesante entre lo instituido – 
instituyente en búsqueda de resolver la tensión anterior, institucionalizándose. 
En esta línea del Análisis Institucional se desarrollo un importante campo de análisis y 
abordaje institucional que se presenta en Panorama Institucional orientado a 
cuestionar las instituciones como destinadas al mantenimiento del “orden” social. 
 
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1. 2. La dimensión colectiva de la producción de sentido: la transformación de la 
sociedad moderna. 
 
Si bien la producción de Cornelius Castoriadis es contemporánea a Lourau, su interés es 
diferente. Analiza la dimensión colectiva en la producción de sentido, lo que hace ser 
las instituciones en una sociedad en tanto conjunto de significaciones imaginarias 
sociales socialmente sancionadas. 
 
Lo histórico social es la unión y la tensión de la sociedad instituyente y la 
sociedadinstituida, la historia hecha y la historia que se hace (La institución 
imaginaria de la sociedad, 1974. p.185) 
 
Para Castoriadis toda actividad humana es con anterioridad a su función productiva una 
acción humana cuyo núcleo no es el fin (racionalidad) sino el sentido. 
La dimensión de la acción da sentido al hacer propiamente dicho, por lo que Castoriadis 
pone especial atención a la actividad humana en su doble manifestación: del hacer 
productivo y de la producción simbólica. Por ello, de ninguna forma es posible hablar 
de ser humano extrasocial o asocial ya que, sólo es posible pensar y hablar del hombre, 
como ser social. El ser social del hombre, es su humanidad, está presente con 
anterioridad a la posibilidad de concebir al individuo y se da en el lenguaje y las 
instituciones. 
“Todo lo que se nos presenta, en el mundo social histórico, pasa 
indefectiblemente por la urdimbre de lo simbólico. No es que se agote en ellos. 
Los actos reales, individuales o colectivos –el trabajo, el consumo, la guerra, el 
amor, el parto-, los innumerables productos materiales sin los cuales ninguna 
sociedad podría vivir un instante, no son (no siempre ni directamente) símbolos. 
Pero unos y otros son imposibles fuera de una red simbólica. En primer lugar 
encontramos a lo simbólico, claro está, en el lenguaje. Pero lo encontramos 
igualmente en otro grado y de otra manera, en las instituciones”i 
En este pensamiento, el imaginario social, presenta una doble dimensión: una que 
mantiene unida la sociedad y que define como “imaginario efectivo”-lo instituido- que 
define sus esquemas organizadores de sentido (lo bello - lo prohibido- lo no permitido) 
y el “imaginario radical”-instituyente- génesis del proceso de construcción sentido de 
transformación y cambio de esas significaciones. 
El carácter de imaginario social, conlleva lo instituido y el instituyente, esta dado por la 
creación, la auto-alteración y sólo existe porque es social. 
Buscar explicar las instituciones presenta el riesgo de reducir la interpretación a la 
función de las mismas en un sistema mas amplio; se limita a una descripción de los 
hechos, dentro de una teoría que les atribuye un significado; pues en toda la 
interpretación de los simbolismos siempre media la actividad y el pensamiento de los 
sujetos socialmente situados en un mundo histórico y social. 
Una bandera es un símbolo con una función racional, signo de reconocimiento y 
de unión, que pronto se convierte en algo por lo que uno puede y debe 
matarse(...)” ii 
 Castoriadis, reinterpreta las instituciones efectivas sólo, como momentos, 
materializaciones, cuya validez de hecho no alcanza para expresar la esencia del 
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movimiento social-histórico. Esta validez de hecho se identifica con su dimensión 
instrumental que constituye su aspecto funcional, pero no agota su ser. Del mismo 
modo que el concepto de “fuerza” no agota la idea de poder y, la idea de “libertad” no 
es solamente capacidad de movimiento. La idea de creación como actividad del 
imaginario radical supone la indeterminación de algo- una nada- a partir de lo cual 
aparece una nueva forma. 
“(...)entonces, contrariamente al viejo tópico, lo que hace del hombre un 
hombre no es su ser razonable o racional –lo que a todas luces es un disparate. 
No hay ser más loco que el hombre, se considere lo más profundo de su 
psiquismo o sus actividades diurnas. Las hormigas o los animales salvajes 
tienen una “racionalidad” funcional muy superior a la del hombre: no dan un 
paso en falso ni comen setas venenosas. Los hombres han de aprender qué 
alimenta y qué no. No es pues, a partir de la racionalidad, de la lógica, las 
cuales, -en tanto lógica operante, caracterizan en general a todo lo viviente- a 
partir de lo que podemos definir al hombre. La capacidad de creación nos hace 
ver precisamente por qué la esencia del hombre no puede ser la lógica, ni la 
racionalidad.” iii 
 
1. 3. Lo social, lo político. 
 
Castoriadis afirma que el hombre es ser social y por ende ser político, la reflexión y la 
deliberación, son actividades creativas y productivas que posibilitan la continua 
renovación de lo dado. Es pues, la actividad humana en las instituciones una acción 
de revisión constante de las prácticas donde se conjuga el “poder”. Poder de la 
comunicación y de búsqueda de producción de sentido, no sólo en función de los fines, 
sino que se desplaza desde el nivel superior del orden instituido a los participantes. En 
esta situación desaparece la polaridad estructurante, de relaciones sociales asimétricas y 
es posible experimentar el poder no como violencia, coacción y dominio propio de toda 
actividad técnico-productiva, sino como participación en la creación constante de la 
validez de derecho de lo instituido. (A. Sanz.2005) 
 
Las instituciones, son espacios de reflexión y de deliberación, son lugares de acción en 
sentido propio: lugares de libertad como espontaneidad de pensar y de hablar unos con 
otros sobre un tema común y en este sentido, las instituciones son efectivamente 
espacios políticos donde el poder no es pertenencia de uno sobre otros sino que surge de 
la acción-pensar y hablar- en común. 
 
Michel Foucault (1926-1984) Analiza el poder en sus efectos en la relación entre sujeto-
objeto y analiza el poder (microfísica del poder) sus técnicas en términos de su propia 
especificidad no reduciéndolo a la consecuencia de una legislación o modelo de 
sociedad. Esto lo llevará a ver, no el dominio de un grupo sobre otros, o de lucha de 
clases, sino como una organización circulante parecida a una red, en la medida que 
opera como sujeción en el nivel de los procesos que marcan nuestros cuerpos, dictan las 
conductas y nos constituyen como sujetos. En este sentido, se interesa en el análisis del 
modo en que el poder opera en las prácticas (discursivas y no discursivas) a manera de 
dispositivos. 
 
El poder se ejerce y mediante éste ciertas acciones modifican otras y estructuran su 
posible campo de acción. La relación adecuada del poder no es la violencia ni el 
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consenso sino el gobierno en el sentido amplio de guiar la posibilidad de dirigir y 
poner en orden un resultado posible. El poder esta siempre presente en las que se 
requiere dirigir la conducta de otro y son juegos estratégicos de libertades. El poder no 
es sustancia es relación en las que algunas personas intentan determinar las conductas 
de otros y donde hay poder hay RESISTENCIA. El punto importante será saber en que 
formas, a través de que canales, deslizándose a través que discursos llega el poder hasta 
la conducta. El poder se ejerce únicamente sobre sujetos libres y solo en la medida en 
que son libres, enfrentados a un campo de posibilidades donde pueden tener lugar 
diversas conductas, acciones y diversos comportamientos. La esclavitud no es una 
relación de poder sino que allí existe, la simple coerción o la pura violencia. 
 
 
 
PRODUCCIÓN DE SUBJETIVIDAD 
 
Los lazos, las relaciones, los vínculos son producciones relacionales, psíquicas y socio-
culturales y la institución esta estrechamente ligadas a la construcción de un “cierto 
sentido del orden” creando y estableciendo regulaciones y leyes contra la violencia, la 
arbitrariedad y una “producción de subjetividad”. 
La noción de subjetividad busca e intenta construir un campo de reflexión para pensar 
“las formas de existencia” de los sujetos. Las maneras en que constituyen como tales en 
ciertos escenarios y prácticas sociales, en una cultura dada. 
El campo de la subjetividad es concebido como complejo (epísteme con que se 
piense) exige un abordaje transdisciplinario , es decir que se anime a enfrentar 
los impensables de cada saber disciplinario que pretende jugar en ese campo. 
(Bozzolo,2008,:265) 
Es histórica no solo en el sentido que surge en un proceso , que es efecto de 
determinadas variables históricas en el sentido de la historia social, que varía 
en las diferentes culturas y sufre transformaciones a partir de mutaciones que 
se dan en sistemas políticos históricos.(Bleichmar, 2007 :81) 
Ana Fernández, interroga acerca de como se instituyen las dimensiones subjetivas en las 
situaciones colectivas, en instancias grupales, institucionales, comunitarias y dice: 
No se trata de negar la categoría de sujeto sino pensar la dimensión subjetiva 
producida en el “entre” de un colectivo de acción (…) en los pliegues, 
despliegues y repliegues de multiplicidades. (Fernández.2007.p: 281) 
En este sentido, evoquemos la/s noción/es de sujeto para pensar como se entreteje la 
trama psicosocial: 
“La presencia activa de ciertas herencias necesita ser revisada para visibilizar 
tanto lo que nos posibilita como lo que nos limita, los alcances y las fronteras a 
que nos han conducido. Nos vamos a dedicar a los problemas de los modos de 
subjetivación, como otra manera de aproximarnos al problema (…) se constituye 
en una apuesta(…) de retomar las preguntas iniciales.” (Bozzolo, 2008:266) 
Así pues el análisis de la dimensión socio-histórica de la subjetividad es desarmar los 
modos históricos de subjetivación; reconociendo los dispositivos de saber-poder que 
instituyen estrategias biopolíticas de sujetamiento; de prácticas institucionales y 
prácticas de sí que habilitan la construcción de sus habitantes, en cierto momento 
histórico. 
Ficha interna. Facultad de Psicología. Cátedra de Psicología Social. UNC: Profesora 
Ana M. Correa. Año 2012 
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De esta manera, la sociedad moderna (disciplina) da cuenta del modo de subjetivación 
que en las instituciones se hace efectivo el ejercicio del poder a través del discurso del 
orden (normas, reglas) y de prácticas extradiscursivas (soportes mitológicos, emblemas, 
rituales, etc.) que disciplinan los cuerpos. Pero se hace necesario comprender también 
la/s “forma/s de ser” es decir dar visibilidad a la dimensión existencial del sujeto en 
relación a otros, según los diferentes dispositivos de poder. 
De esta manera este concepto de modo de subjetivación desesencializa la noción de 
sujeto, pues dará cuenta de modos de sujeción como los de resistencia. Es por ello que 
hablar de producción de subjetividad es una compleja manera en que los sujetos habitan 
lo social, producen otros y nuevos sentidos de las circunstancias en las que se 
encuentran situados. 
Ana María Fernández, es profesora plenaria e investigadora de la UBA. Dra en Psicología y 
psicoanalista es autora entre otros libros de “El campo grupal”, “Instituciones estalladas”, 
“Política y subjetividad”, “Lógicas colectivas”. 
 
Raquel Bozzolo, es profesora de Psicología en la Universidad de La Plata, supervisora y 
consultora institucional sobre la problemática de los derechos humanos en diversos ámbitos 
educativos y de salud. 
 
 
 
Referencias bibliográficas 
Bleichmar, Silvia. La subjetividad en riesgo. TopiA. BA.2007. 
Castoriadis Cornelius (1989) La institución imaginaria de la sociedad. Tomo I – II. 
Tusquets. 
----------------------------(1997 ) El ascenso de la insignificancia. Eudeba. BA 
Colombo Eduardo (1989) El imaginario social. Ed. Nordan. Montevideo. 
Donda Cristina.(2003) Lecciones sobre Michel Foucault. Saber, sujeto, Instituciones y 
Poder político. Universitas. Córdoba. 
Fernández Ana M.(1992) El campo grupal. Ed Nueva Visión. BA. 
----------------------(2007) Las lógicas colectivas. Imaginarios cuerpos y multiplicidades. 
Ed.Biblos. BA 
Kaes René comp. (1998) Sufrimiento y psicopatología de los vínculos institucionales. 
Paidos. Argentina. 
Sanz A. (2009) En Correa Ana.comp.“La fase borrosa de la Representación social” 
Editorial Brujas 
 
 
i “La verdadera polaridad no es la de individuo y sociedad –pues el individuo es sociedad-, un fragmento 
al mismo tiempo que una miniatura o, mejor, una especie de holograma del mundo social, la verdadera 
polaridad es la de psique y sociedad. La psique ha de ser, mal que bien, domeñada, ha de aceptar una 
“realidad” que desde el comienzo y, en cierto modo hasta el final, le es totalmente heterogénea y extraña. 
Esta “realidad” y su aceptación son obra de la institución. Los griegos lo sabían; los modernos, en gran 
medida a causa del cristianismo, lo han ocultado” El ascenso de la insignificancia pg.220 
 
ii C. Castoriadis, El ascenso de la insignificancia. “Idealidad significa que la significación no depende 
rígidamente de un soporte, y que deja atrás todos los soportes particulares, ciertamente, sin poder nunca 
prescindir de un soporte en general. Todo el mundo puede hablar a través de diferentes medios o 
expresiones, que remiten a signos o símbolos de Dios, de la vida eterna, de la pólis, del partido, de la 
mercancía, del capital y del interés: se trata de idealidades. No son fetiches. Una buena definición de 
fetichismo originario podría partir de esta observación: un fetiche es un objeto que contiene 
necesariamente una significación, y del que esta significación no puede desligarse” ,Pg.116 
Ficha interna. Facultad de Psicología. Cátedra de Psicología Social. UNC: Profesora 
Ana M. Correa. Año 2012 
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iii Op.Cit. pg. 115-116 “(..)Y he aquí la segunda gran conclusión ontológica que arroja la antropología 
filosófica: el ser, el ser en general, es tal que hay seres que se alteran a sí mismos y crean, sin saberlo, las 
determinaciones de su ser particular. Esto vale para todas las sociedades. Pero también: el ser es tal que 
hay seres que pueden crear la reflexión y la deliberación mediante las cuales alteran de forma reflexiva y 
deliberativa las leyes, las determinaciones de su propio ser (...)Es, pues, en y por lo social-histórico como 
emerge y se crea esta exigencia de validez de derecho. También aquí se trata de una creación ontológica, 
creación de una forma inaudita: así la demostración matemática, la cuasi demostración física, el 
razonamiento filosófico, o la institución política misma a partir del momento en que se establece como 
una institución que siempre debe ser validada de forma reflexiva y deliberativa por la colectividad que 
ella instituye”Op. Cit.pg.115-116.

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