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IVIADRID NUMERO 1^-53 H SEPTIEMBRE 1953
LA COCCIDI05 1 5 DE l05 PO LLITO S
Por FRANCISCO POLO JOVER
Veterin©rio del ^ uerpo Necional.
Las enfermedades y ►os parásitos de las gallinas
son, muchas veces, causa de fracaso en las explota-
ciones avícolas.
La "coccidiosis" o"diarrea sanguinolenta" es con
frecuencia causa de la muerte de numerosos polli-
tos de pocas semanas, por lo que interesa divulgar
sus síntomas y modo de contagio, para prevenir las
causas que favorecen su difusión y eliminar las
aves portadoras de gérmenes.
Para mayor detalle remitimos al lector al Manual
técnico número 16: "Enfermedades y parásitos de
las gallinas: Diagnóstico y tratamiento", editado por
el Ministerio de Agricultura, obra la más moderna
y práct.ica sobre Patología avícola, debida al especia-
lista Sr. Polo Jover.
Pox^rai>,a : n, ]'ollito eufermo de (.^o^^cid^insis; f^. Ituestino cou las bolsas ceca-
les hinchadas ; c, Una de estas holsas abierta, para mostrar la rnateria b(an-
quecina caseiforme, con una zona sanguinolenta, que contiene nun^erosos ooquis-
tes del parásito causante de la enfermedad.-Fotos del Ar^riciiltui•a! Extensio+^
Serz^ic^: Hnaoari Collcqe of Agri^ulhu•^^.
LA COCCIDIOSIS DE LOS POLLITOS
Entre las enfermedades de las gallinas, en la época de la
crianza, ocupa la Cocciclio.cis ttn lugar preeminente, tanto en
lo que afecta a su frecuencia de presentación como en la gra-
^^edad del mal, sobre tc^cln en la furma ag^ttda, típica en 1^^^
pullítos de pucas sernanas.
La coccidiosis es una enfermedad parasitaria de las galli-
nas que se manifiesta de modo preferente durante el primer
mes de vida de los pollitos ; se caracteriza por la presencia c_lc
cli,arre.as profusas, generalmente de tipo sanguinolento, y está
producida por un parásito microscópico conocido con el nom-
bre de Coccidio.
E1 parásito y su evolución.
La "coccidiosis" o``eimeriosis"-nombre con que también
se la designa-es una enfermedacl conocida clesde antiguo,
habiendo sido (en i8óg) descubierto y estudiado por RrvoLTn
v Ei:vtFx el agente específico productor cle la misma.
En la actttalidad se conocen cinco especies de Cocciclios
patógenos para la gallina y son : Eim,eria teaaella, Eimeria ^ie-
rcztri.ti•, 1;ii^z^eri^a ^zitis, .F.i^^zrrer^^i^a j^raecox y Eim^e•r•ia ce^YV^z^li^aa..
^l^iferentes, no ya sólo por su aspecto morfológico, sino prin-
cipalmente por su localización en el tttbo digestivo y por su
patogenidad. Las especies tc^^.cllw^ y ir^ec^ati^i.^- se localizan, dc
preferencia, en la mucosa de los ciegos y el intestino delgado
y son los más patógenos, ^clando lugar a las formas agudas de
la enfermedad. Las especies rraitis, pr^aecox y cervuli^z,x se lo-
calizan en el intestino delgado ^^ estitn dotados de menos poder
patógeno, dando lugar a las formas subagudas y crónicas.
Los Coccicli,o,r son protozoos, es decir, animales consti-
tuídos por una sola célula y formadores de esporos, por lo clue
pertenecen a la clase dc los Esporozoarios ; en su reproduc-
ción pasan por dos fases o perío^dos, una llamada f^ase sea-ir^adrr
(o e,rhorogoiz^i^a), en la c^ue se forman los esporos (en este
-a-
caso llamados ooqaiz^stes o formas de resistencia que permi-
ten la supervivencia del coccidio en el ambiente exterior y,
por lo tanto, el contagio a otros animales, y otra f ase ^asex^ur-
d.a (o esqui,zogoni,a) que tiene lugar en el intestino de las ga-
llinas enfermas, invadiendo las células intestinales.
^Teamos cómo evoluciona el coccidio. Las aves enfermas
eliminan con sus excrementos unos corpúsculos ovoides o es-
féricos, envueltos en una doble pared muy resistente que son
los lla.mados ooquistes. Estos ooquistes, una vez salen expul-
sados por la cloaca del ave caen al suelo y en él, o en el es-
tiércol, inician su desarrollo hasta alcanzar el estado infes-
tante.
El ooquiste niaduro, que contiene las formas infestantes
llama^las ,espoyozoitos, es capaz de producir la enfermedací
cuando es injerido por una gallina. En este caso en el interior
de su intestino y por la acción de los jugos digestivos, la cu-
bierta protectora del ooquiste se rompe y quedan en libertad
los es.^orozoitos, los que, dotados de movimiento, llegan a las
células epiteliales y penetran en ellas, dando lugar a la infec-
ción a más de evolucionar dividiéndose y dando lugar a la for-
macián de gran número de elementos denominados ss^eYOZOitos.
los que salen cle la célula parasitada e invaden nuevas células
epiteliales, extendiendo la infección. Esta reproducción por
división de la célula del coccidio y que tiene lugar en el
interi^^r de las células epiteliales constituye el ciclo asexuado
^:^ esqnizog-onia, porque en ella no hay diferenciación de ele-
uientos sexuales (machos ni 7iembras), sino tan sólo produc-
ción de nuevas formas por división de las existentes.
La fase sexuada o esporogonia se inicia una vez que la
asexuada se ^1a efectuado durante varias generaciones, y a
p^.trtir de los tnerozoitos, los que se diferencian en dos ele-
^nentos de distinto tama.iio : uno pequeño, el microgameto 0
eleme nto masculino ; otro grande, de gran tamaño, o macro-
^amet:o, elemento femenino que, al ^unirse, dan lugar a la
formación del oo^tiiste, el cttal, expulsada con los excremerl-
.os, r^producirá nuevamente el ciclo explicado.
La tluración del ciclo evolutivo es variable de unas a otras
especies ; se estima que en el t.eraella dura de doce a trece días ;
- S -
en el py^^a,ecox, cle cuatro a cinco, y^en el ^^le,c^^7•t^r^ix, de veinti-
trés a veinticinco días.
El tiempo de maduración del ooquiste, es decir lo que tar-
da en transformarse en ooquiste infestante, varía según las
condiciones de temperatttra, humedad, estimándose como mí-
nimo veinticuatro horas. Para esta evolución, el ooquiste re-
quiere humedad y una temperatura que no baje de cero gra-
dos ni pase de los 38°. F_l calor excesivo, la desecación, la luz
solar directa le destruyen con rapidez.
El ooquiste es muy resistente a los antisépticos y a los
desinfectantes. I a cal viva impide su evolución por desecar
A I3 C D
Fis. r.-Ciclo cvolrrtiz^o dt^/ J^arrisito rraicroscópico cartsur^te rlc la Coccidiosis:
.-1, Ooqrriste no infectante que, a]as veinticuatro-cuarenta y ocho horas de ex-
pulsado por un ave enferma, se transforma por efecto de la humedad y el calor
cn ooqnistc irrfestaraic (B), e] cual es injerido por los pollitos y en sus órganos
di^estivos deja eu libertad (C) su contenido (csporoqrristes) y éstos, a su vez, los
ashnro;-oitos ( I'^), que van a iufestar los intestñios. Cuatro a siete días ^iespués
de injerido el ooquiste, las deyecciones pueden contener ya nuevos ooquistes.
el medio y evitar la presencia dc humedad, iactor imprescin-
dihle para su desarrollo ^^ e^-c^lucirín.
^,Cómo se inféctan las gallinas?
Las gallinas enfermas o las portadoras de coccidios en su
aparato intestinal ^formas crónicas) eliminan con sus he-
ces los ooquistes que, en el suelo del gallinero y cuando las
condiciones de temperatura, httmedad y luz son favorables,
evolucionali y se transforman en formas infestantes. Es de
señalar que si el ooquiste no sufre esta transformación, aun
cuando sea injerido por un pollito, no produce la enfermedad,
siendo por lo tanto su evolución al estado infestante condi-
-6-
ción precisa para que puecla determinar la enfermedad al ser
injerido por un ave sensible.
L,as ratas, ratones y gorriones pueden transportar con
sus patas, como el hombre en el calzado, los ooquistes y ser,
por lo tanto, los responsahles de la difusión dc esta enferme-
dad, aunque ésta reconozca g^eneralmente como causa la pre-
sencia de aves portadoras del parásito, o bien hierbas, forra-
jes o piensos contaminados con ooquistes.
I^:n la presentaci^n de la coccidiosis influyen determinados
R
Fig. z.-Aparato di^cstivo d^^ la gallina: Y,, Buche; M', Molleja; H, Hígado:
I, Intestino delgado; C, Ciegos; R. Recto. I_os parásitos causantes de la "cocci-
diosis" se desarrollan en las paredes intcstiualcs, siendo especialmente grave, en
los pollitos, la loealizada en losciegos.
^1:actores que preclispunen a la entern^edad. L;l más importante
es la edad. Las aves jóvenes son tnás sensibl^es que las adul-
tas y en ellas cursa cle f+^rma más ag^ucla ^^ grave. I_a edacl
cle má^ima sensibilidacl r; la comprendicla entre los quinee
a lus treinta días.
La mala alimentación, talta cle vitaminas ^ y- D, sales
de calcio, exceso de proteínas, parasitismos intestinales, los
hacinamientos, la falta de limpieza e higiene, las yacijas ^hú-
medas, son condiciones todas que facilitan la presentación de
la roccidiosi^.
La crianza eii baterías elimina el peligro de^ la enferme-
cla^^l ; pero, no obstante, cuando los pollitos salen de la batería
y son colocados en parques o gallineros infectados, la con-
traen.
Síntomas del mal.
L.a diversidad de parásitos que pueden causar la enfer-
^uedad, sus marcadas diferencias respecto ,a su poder pató-
geno, el ntimero de ooquiste infestantes injeridos, así como
el estado de nutrición del animal y la presencia de otros pa-
rásitos intestinales (tenias, lombrices), son circunstancias que
hacen variar considerablemente de un animal a otro los sín-
tomas clínicos <le la coccidiosis, así como la evolucíón y curso
de la en.fermedad, en la que juegan un papel preponderante las
reinfecciones pues contribuyen ^a mantenerlo en toda su in-
tensidad y peligro de contagio.
En la evolución y curso de la coccidiosis, las reinfeccio-
nes de las aves mantienen aquella en actividad, y son la
causa de muchos de los fracasos ^habidos en los diversos trata-
mientos medicamentosos utilizados en la curación de la cocci-
diosis. Si el organismo no se reinfecta y resiste al embate iii-
renso de la enfermedad, va recuperándose paulatinamente, de-
tendiéndose contra los efectos del parásito, y termina por in-
^ensibilizarse contra ellos, aun cuando manteng-a en su orga-
nismo al coccidio y vaya difundiéndolo en el exterior (^or-
í^adores de gérmevues o e^2 f errr^os cró^Zioos) .
La enfermedad generalmente evoluciona bajo tres formas
clínicas : aguda, subaguda y crónica.
La co^ccidiosis i^^z^testi^a^a,l .agu^ci^^a se manifiesta, principal-
niente, en los pollitos de pocos días (de diez días a un mes), y
se caracteriza porque los pollitos caen en un profundo estado
^le postración, quedando inmóviles, temblorosos, con la espalda
encorvada, los párpados cerrados, las plumas desgreñadas,
secas, sucias, frías, sin brillo. A. esta fase sigue una diarrea,
abuilclante, de color cremoso blanquecino, o amarillenta ver-
dasa, en la mayoría de los casos teñida de sangre. En los
casos agudísimos los excrementos son sanguinolentos, y al-
guna vez los animales expulsan sangre por la cloaca.
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En estas circunstancias, los pollitos están acurrucados, ^us
alas, caídas, llegan a tocar el suelo; los ojus están hunelidos.
cerrados, y la cresta, barbillas, mucosa ocular y bucal están
pálida.s, acumulándose en la boca y ojos una exttdación lige-
ramerrte viscosa (figura a de la portada).
La enfermedad, en un período de dos a cinco días, se agu-
diza en los síntomas descritos y produce la muerte del enfer-
mo. Yor el contrario, cuando cede, los animales van pocc^
a poco, muy lentamente, recobrando sus fuerzas, aun cuandc^
en ellos persista la diarrea durante mttcho tiempo.
La for^t^^ sltib^aytacl^z se manifiesta en las aves mayores de
dos meses de edad y la enfermedad cursa con estados de dia-
rrea, alternando con fases de estreñimiento, con heces de color
amarillento; apetito irregular; adelgazamiento. Las pluma^
pierden su brillo y lustre, palidez de la cresta y barbillas. Los
animales están tristes y en algunas ocasiones manifiestan pa-
rálisis que afectan a la patas.
La. enfermedad evoluciona en un plazo de diez a dieciocha
días, cíurante los que sobreviene por agravación de los sínto-
mas la muerte, o la recuperación lenta de los animales.
La. f^ortzt^a crótaica cttrsa de torma insidiosa, con síntc,-
mas d^e enteritis, traducidos por diarrea intermitente, de olor
nauseoso }^ color amarillento claro, apetito desigual, decolo-
ración de cresta y barbillas, y en algunos casos pa,rálisis de
las ext:remidades.
La enfermedad evoluciona generalmente hacia la curaciún.
desapa,reciendo, poco a poco, los síntomas y convirtiéndose ]as
aves en portadoras de parásitos. Otras veces el cuadro clínico
se agrava y las aves sucumben en estado de caquexia. Esta for-
ma crónica se manifiesta, principalmente, en los animales adul-
tos o rr^ayores de dos meses.
Diagnóstico.
La autopsia de los animales muertos cle esta entermeclact
pone de manifiesto lesiones típicas al nivel de lo. ciegos ^^
del int^estino delgado.
-9-
En las formas agu^das, los ciegos están dilatados, detorma-
dos, aumentados de volumen, de consistencia pastosa, color ro-
jizo más o inenos intenso, como consecuencia de estar stt ca-
vidad rellena de un coágulo sanguíneo (figuras b y c de la
portada).
Cuando la enfermedad no presenta una evolució.^ tan agu-
da, los ciegos manifiestan a través de su mucosa un punteado
amarillento y contienen en su interior una masa excrementicia
de color amarillo oscuro adherida a la mucosa.
En las formas subagudas, las lesiones pueden afectar al
^iego y al intestino delgado, encontrando en estos casos un pun-
teado de color amarillento, con hipertrofia de la mucosa in-
testinal y presencia algunas veces de ulceraciones.
En las formas crónicas se manifiesta un acusado aumento
<le tamaiio (hipertrofia) de la mucosa intestinal, prinçipalmente
^lel intestino delgado, palidez del intestino y presencia en la
7micosa de un punteado grosero, de color amarillo rojizo.
Cabe confusión eu los pollitos con la p^iillor^osis; sin em-
bargo, se pueden diferenciar ambas enfermedades teniéndo en
^cuenta los síntomas y la edad a que se manifiesta, la en-
termedad. En la pullorosis, la diarrea es generalmente de
*onos blanquecinos, faltando el color hemorrágico de las heces;
I^or el contrario, en la coccidiosis la diarrea es casi siempre de
tonos oscuros, y es típica la presencia cle sangre en los excre-
i^ientos. Por la edad de presentación cabe diferenciarlas tenien-
rlo en cuenta que la pullorosis, cuya presentación ocurre fun-
damentalmente durante la primera semana de vida del pollitu
1 de veinticuatro horas a siete días) y en la coccidiosis es tran^-
c•urricla esta primera semana de vida (de los diez a los quince
^lías) ( i ).
La práctica de la autopsia llOS permite llevar a cabo un
diagnóstico seguro, sobre todo en las formas agudas y sub-
agudas que afectan a los ciegos,, ya que las lesiones de estos
^^rganos son típicas de esta enfermedad.
(i) Para más detalles sobre ésta y otras enfermedades de las gallinas, reco-
mendamos el manual titulado Enfermedades y parásitos de l¢s gallinas, del señor
PoLO JovER, editado recientemente por el Ministerio de Agricultura. Pídase en
]ibrerías o a Librería Agrícola (Fernando VI, z, Madrid). Precio, 35 pesetas.-
_Vnta del De[^arta^nen.to de P^rbliraeioiins.
- IO -
^in embargo, el diagnóstico cierto lo obtendremos en tu-
dos lo:> casos por la investigación de los ooquistes en los ex-
creme^lt^s de las aves o en su contenido fecal o intestinal, con
lo que, a más de diagnosticar la enfermedad, nos permitir^i.
conocc^r qué especie de coccidio es el causante de la misma_
Pronóstico.
Urave para las formas agudas y subagudas. En las sub-
aguda,^ y crónicas de los animales adultos el pronóstico es
más benigno para el animal enfermo, aun cuando no para la
colectivi^lad, porque la curación de estos animales los con-
vierte en portadores y diseminadores del parásito sien^lo cau-
santes de mantener la infección en los gallineros.
Tratamiento.
1=':n la actualidad contamos con productos medicani^entu-
sos de reconocida eficacia en la lucha contra los coccidi^s.
destac,:^ndo entre ellos las sulfamidas y principalmente la saTl-
fogi^^a^^^ri.^i7^.a; los sulfotiazoles son de ^eficacia más limitada
contra esta enfern^edatl.
En las tormas agudas y subagttdas, estos n7edicamentos
cleben cle ser administrados a las aves en el agua de bebida,
^^ en la leche, enla proporción de dos gramos por litro y en
perío^clos de siete a ocho días, con descanso de ocho a cíiez clía^..
y^^c,!vienclo a repetir el tratamiento.
En los animales adultos y en las formas subagudas u crú-
uicas, las sulfamidas pueden ser administradas corL el piensu
en la proporción de dos gramos de sulfamidas por 98 de mez-
cla seca, dándosela a las aves en la forma indicada.
^,n la actualidad la ni-t,yofur^nz^on^a ha dado buenos resul-
tados en el tratamiento de esta enfermedad, administrada ^c
las aves en la mezc]a seca y en la proporción del i por icx^.
l^urante el tratamiento es recomendable administrar vodo.
timol, adicionados al agua de bebida, y alimentar a los polli-
tc^s cori leche o suero de lechería ^- suministrarles en abundan-
ria vitaminas !^, D y E(aceite de hígado de bacalao, leva-
clura;.
- II -
Medidas preventivas.
La cuccidiosis es una de las enfermedades ii^ás in^l^urtan-
tes en la crianza de las aves, y a esto se une que contra ella,
^^n la actualidad, no contamos con niugún producto que admi-
^listrado a los pollitos nos produzca un estado de resistencia
contra la enfermedad; por lo tanto, solamente podremos evi-
tar la aparición cle ésta, teniendo en cuenta una serie cle me-
clidas de carácter higiénico-sanitario quc eviten la c^isten-
^^i<^ del ooquiste o su transformación en infestante.
1'ara ello, ]as mediclas a tumar varían seg-íin se trate de
granjas o gallineros indemnes o ya infectados.
Ln los indemnes hay que vigilar cuidadosamente a las
a^^es de nueva adquisición sometiéndolas a cuarentena y efec-
tuando análisis de sus excrementos al objeto de descubrir las
l^urtaduras de coccidios.
Limpieza escrupulosa y esmerada de los gallineros, evi-
tando la presencia de camas o yacijas híimedas.
Ln las granjas infectadas debemos de romper el ciclo evo-
lutivo del parásito evitando la evolución clel ooquiste y su
transformación en infestante. Yara ello evitaremos la hume-
dad excesiva en parques y gallineros, el acúmulo e^cesivo
cle camas y yacijas, para lo que diariamente deberemos carl^-
biarla y f.ermentarla en estercoleros separados del gallinero.
Evitaremos los hacinamientos de los pollitos y aislaremos a
las aves enfermas y a las portadoras, las que en caso cle que
c^istan en número elevado aconsejamos su sacrificio.
Conferiremos a las aves un determinado grado de resis-
tencia contra la coceidiosis administrando de cuando en cuan-
do las sulfamidas indicadas, dadas en el pienso y a la dosis
clrl 1 por ioo en tres períodos de diez días, separado cada
l^eríud^, clel si^-uietite prn- cuatro días cle clescanso.
PUiBIICDCIOnFS Dfl MInIStfR10 DE RGRICUItURR
DIRECCION GENERAL DE GOORDINACION, CREDITO Y
CAPACITACION AGRARIA:SECCION DE ,CAPACITACION
Dos libros prácticos, de interés
para los criadores de aves.
1:1 I)epartaniento de Publicaciones de la Sección de
Capacitación Agricola ha editado, en su serie de "Ma-
nuales técnicos", dos obras de verdadera utilidad para
los avicultores:
Gallineros: Organización y Proyectos.
Por ZACARIAS SALAZAR (^)
Profeaor de la Escuela Especial de Ingenieros
Agrónomos y colaboradores.
Un volumen cie 248 páginas, con n^unerosos gra-
bados, 20 láminas ^• 23 planos detallados de galli-
ueros y granjas avícolas, modelos de registros, etc.
Yrecio, 40 pesetas.
Enlfermedades y parásitos de las gallinas.
(Diagnóstico p ^ratamiento)
Por F. POLO JOVER
Veterinario especialisia.
Un volumen de 375 páginas, 107 fíguras ^^ una
lámina en color. Original cuadro diferencial de las
enfernledades. La obra más pr^ictica, tttoderna y
econótiiica de Patología avícola. Precio, 3^i pesetas.
De venta en librerias y en Librería Agricola (Fernan-
do VI, 2, Madrid).
GRAFiCAS UGUINA-YELENDET. VALDES, ]-IIADRIP

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