Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Alderete Alexis Universidad del Salvador Facultad de Psicología y Psicopedagogía INTERVENCIONES EN INSTITUCIONES EDUCATIVAS CATEDRA: MURCIA ALUMNO: ALDERETE ALEXIS AÑO: 4º INDICE Reinventar el vínculo educativo 1 ¿Dónde y Cómo se Aprende? 6 El Rol del Psicólogo de la Educación 9 Bullyng 13 Identidad en Psicología Educacional 16 ¿Un mundo inhabitable para la educación? 17 El Mago Sin Magia 19 Liderazgo Directivo: Claves para una mejor escuela 22 Liderazgo directivo en la gestión escolar desde el enfoque político de la escuela 27 Escuela: Institución Vs. Organización 30 La Escuela Transformada: Una Organización Inteligente y una Gestión Efectiva .35 Chicos en Banda: Los caminos de la subjetividad en el declive de las instituciones 41 ¿Para qué sirve una escuela? 45 Gestión Estratégica 48 Educación y Prevención sobre el consumo problemático de sustancias 51 Subjetividad y lenguaje en la clínica psicopedagógica 56 ¿Niños o Síndromes? 61 De la integración a la inclusión, de la inclusión a la escuela para todos 64 Violencia Social-Violencia Escolar 67 Alderete Alexis Reinventar el vínculo educativo: Aportes de la Pedagogía Social y del Psicoanálisis. Autor: Hebe Tizio Consideraciones sobre el sujeto de la educación y la oferta educativa. Condiciones previas al trabajo educativo Cada vez que se pone en marcha la acción educativa es en función de la idea que tenemos de sujeto, es decir, qué pensamos del otro en la relación educativa. Se educa en la medida en que se transmiten los patrimonios culturales y se consigue que cada sujeto, se apropie de aquello que le permita vincularse con lo social. La educación es un proceso que orienta al sujeto a encontrar un lugar propio en la estructura social. Se deben crear unas condiciones que posibiliten que cada chico que es atendido en la institución tenga reservada su plaza particular como sujeto de la educación. Condiciones previas que promuevan el trabajo educativo. Que produzcan el consentimiento del sujeto a ser educado. Condiciones previas significa diferenciar la necesidad de la demanda. Las condiciones previas se cumplen si: Existe un lugar en la institución al cual dirigirse. Desde ese lugar se escucha como demanda lo que expresa el sujeto, se da significación a sus actos. Es necesario que el menor modifique algo para que encuentre un lugar que lo sostenga y esto debe hacerlo desde el valor que ese lugar tenga para él y no para servir a los ideales de los educadores. Al sujeto se le suponen unos intereses, capacidades y motivaciones propias, así como unos límites donde la educación no puede llegar. Los efectos de la educación requieren un tiempo, ya que el tiempo social no es el mismo que el tiempo del sujeto. Esta desarmonía genera malestar. La educación debe trabajar para que la articulación de ambos sea posible, es decir; sostener y respetar los tiempos individuales de los sujetos, posibilitar que éstos puedan inscribirse en la cultura. Meirieu lo explica del siguiente modo: “Nunca hay que olvidar que sólo el sujeto de la educación es capaz de impulsar el movimiento de la apropiación, que nunca lo hace sobre pedido, en el momento previsto y en las condiciones que define otro”. Son tres las condiciones: 1) Negarse a convertir la relación educativa en una relación de posesión : No se trata de fabricar para la satisfacción de nuestro gusto o poder, sino de acoger a aquél que llega y que está inscrito en una historia y al mismo tiempo representa la promesa de una superación radical de esa historia. 2) Nadie puede ponerse en el lugar del otro y todo aprendizaje supone una decisión personal irreductible del que aprende: Esta decisión es por lo que alguien supera lo que le viene dado y subvierte todas las previsiones y definiciones en las que el entorno y él mismo tienden a encerrarle. 3) Hacer sitio al que llega y ofrecerle medios para ocuparlo : Crear un espacio que el otro pueda ocupar, esforzarse en hacer ese espacio libre y accesible, disponer en él utensilios que permitan apropiárselo y desplegarse en él para partir a un encuentro con los demás. Alderete Alexis La oferta educativa Para plantear la relación del sujeto de la educación con la oferta educativa se parte de un punto señalado por Hebe Tizio: La oferta que se realice es lo que puede causar una demanda. Abrirá la posibilidad de realizar un nuevo pacto con lo social. Un cambio de posición en el sujeto debe operarse, debe reencontrar la capacidad de confiar en alguien y de ser reconocido como un sujeto, con márgenes de libertad. Hay que pensar la oferta educativa como el pivote que posibilita el enlace entre la particularidad de cada sujeto y lo social. Un nuevo pacto con lo social: El caso B Desde el trabajo educativo: Acotar la demanda, regular los espacios para la escucha, para que se ponga en juego la palabra. Se trata de dar un lugar distinto al que el sujeto convoca, articulando una dialéctica diferente. Si no se está advertido, la posición del sujeto lleva a fijar más la problemática. El interés del sujeto aparece como un enigma, lo que dice que le interesa es a veces la expresión de una dificultad. Función Educativa: Hallar puntos de encuentro entre el Sujeto y la Cultura. La oferta no es algo del orden de lo concreto sino la oferta de un vínculo con el saber. Al sujeto le compete la responsabilidad de la adquisición, se le suponen unos intereses particulares y una disposición al trabajo. Si se hubiera trabajado con las marcas iniciales que traía (maltratada o borderline), B. hubiera tenido un difícil acceso a la cultura. En este caso se constata el pasaje de la victimización a la responsabilidad, a la posibilidad de producción de un porvenir. La oferta educativa tiene unos tiempos: 1) El sujeto realiza una toma de contacto. 2) Seguido de un largo proceso en el que se va produciendo la apropiación. Cada vez que una persona se apropia de un saber, lo hace suyo, lo reutiliza por su cuenta y lo reinvierte en otra parte, ha de hacerse cargo/responsable de asumir sus posibilidades y sus límites. El sujeto de la educación, un lugar que se construye Se puede pensar el sujeto de la educación como una plaza ofertada para el acceso a la cultura, que se construye en función de unas atribuciones (capacidad y voluntad) supuestas por el agente al sujeto, y por la aceptación de éste a ocupar dicho lugar. Es necesario un trabajo de transmisión por parte de la gente y de adquisición por parte del sujeto. Un niño sólo pasa a ser Sujeto de la Educación cuando se le suponen Intereses Particulares, Disposición al Trabajo y al Esfuerzo. Los tiempos de la oferta se articulan sobre la base de la exigencia social, teniendo en cuenta los tiempos de la institución así como los del propio sujeto. En el sostenimiento de la oferta se van incorporando los intereses del sujeto y configurando sus demandas. El consentimiento del sujeto suele estar ligado a una oferta valiosa, y a que esa oferta contemple sus propios intereses y su propia palabra. Una posición paradójica y sus derivas Los educadores tienen una posición paradójica: 2 Alderete Alexis Deben escuchar la problemática del sujeto en su particularidad. Representan el orden social mediante la oferta de normativización que la educación comporta. Tal riesgo puede tener efectos poco deseables y opuestos al desarrollo de la tarea educativa, ya que las normas de una institución pueden quedar antepuestas al sujeto con su consiguiente desatención, o el educador comprender excesivamente al sujeto y su problemática, perdiendo los referentes culturales y es que, tal y como plantea Bernfeld, la educación puede derivar hacia prácticas que se sostienen en una pedagogía del amor o en una pedagogía del castigo (cuarteleria). Se pretende juzgar los comportamientos de los adolescentes desde una moral que establece rígidas fronteras entre el bien y el mal. Así se les moraliza o sanciona, no dejándoles más opción que el sometimiento ola rebelión. Cuando las intervenciones no permiten la elección ni el deseo, el sujeto se encuentra en la dicotomía que se formula: El Bien : Aceptación de las normas. El Mal : La violencia como posible escapatoria. El dilema es excluir o enfrentarse, dimitir o entrar en una relación de fuerzas. La tentación de la exclusión es echar a los bárbaros para poder ejercer bien la función de enseñantes. Educar es negarse a entrar en esta lógica. Aportar y confiar La posición del educador debe ser la de la ética de la responsabilidad. Meirieu expone, sobre la posición del educador, “el principio de educabilidad no se puede deducir de la consideración de lo real, puesto que es la posición que tomo en relación con este principio la que me permite acceder a lo que creo ser lo real. Cuando se valoran las posibilidades de que un sujeto adquiera, o no, un saber, se miran aquellas manifestaciones que corroboren las hipótesis, siempre formuladas a priori. Por lo tanto, se anticipa lo que será la futura modalidad de vínculo de cada sujeto con un saber. Los educadores necesitan un tiempo para desarrollar su tarea, para pensar, para entender, para dar un tiempo a los tiempos de la educación de cada sujeto. La autoridad del educador La autoridad del educador es una Autoridad Técnica, Epistémica. Una autoridad que se fundamenta en el saber y en el límite, que posibilita la transmisión. Función de la Educación: Permitir al sujeto construirse a sí mismo como sujeto en el mundo, heredero de una historia, capaz de comprender el presente e inventar el futuro. Hebe Tizio: Será la oferta que se le plantee al sujeto la que puede producir una demanda de su parte. Una oferta con posibilidades de futuro y de reconocimiento abrirá la posibilidad de realizar un nuevo pacto con lo social que, a su vez, opere un cierto cambio de posición en el sujeto. La posición de los profesionales en los aparatos de gestión del síntoma La función civilizadora El Vínculo Educativo tiene una Función Civilizadora. Desde la perspectiva social se entiende que la civilización Regula el Goce, de allí que civilización remite a hacer civil, transformar en ciudadano, hacer sociable. 3 Alderete Alexis Desde la perspectiva del psicoanálisis, la civilización tiene que ver con el discurso. Para Lacan, el discurso excede a la palabra, va más allá de los enunciados que realmente se pronuncia. El discurso subsiste sin palabras porque se trata de relaciones fundamentales que se sustentan del lenguaje. Freud introduce dos paradojas: 1) Cuanta más renuncia hay, más exigencia superyoica. 2) Cuanta más infelicidad hay, más se hace sentir la culpabilidad. La permisividad entendida como falta de límite y, por tanto, de regulación, deja al sujeto librado a sí mismo y se transforma en una de las caras del superyó que produce malestar. Lo que históricamente dio un marco y un límite al circuito del superyó ha sido lo que Lacan llamo “El discurso del amo”. El efecto civilizador se produce en ese discurso porque pone una barrera entre el sujeto y el goce. El goce aparece como un bien opuesto al bienestar. Se puede decir que muchas de las demandas sociales que recibe el campo de la educación social tienen que ver con las nuevas formas del síntoma y esto no es sin consecuencias para el vínculo educativo. ¿Qué se ve hoy en relación con el tratamiento del síntoma? El discurso dominante aplasta el síntoma porque perturba el orden social, y lo segrega de diferentes maneras. Transforma el síntoma en una categoría de orden público. A partir de allí aparecen distintas maneras de “intervención” que abocan a la cronificación por fijación del síntoma en los dispositivos de gestión. Se Medicaliza el síntoma como “trastorno” impregnándolo químicamente para mayor ganancia de los laboratorios, y no del sujeto. Se Politiza y Judicializa el síntoma como “violencia social” y se focalizan los aparatos represivos, a veces de manera “preventiva”. Es interesante señalar que estas formas de desconocimiento del síntoma se gestionan por distintos aparatos sociales y se caracterizan por un odio al síntoma, al goce que conlleva. Los “tratamientos” que se realizan tienen serias consecuencias porque fijan el goce o, al atacarlo de manera directa, producen, como se ha señalado, reacciones que aumentan el problema que se intenta resolver. Se habla mucho de la violencia escolar y se puede leer ese problema como un efecto de la desregulación del discurso educativo. Ello afecta al vínculo educativo, forma particular del vínculo social que se sostiene desde el campo pedagógico. Efectivamente, el discurso educativo es un discurso que busca dominar algo de la dimensión pulsional por la vía de los contenidos culturales y los pedagogos clásicos no temían reconocer la “violencia primordial” necesaria para su funcionamiento. Si esta violencia simbólica no se ejerce aparece la violencia directa, con matices diferentes del lado de los agentes y de los sujetos. Cuando hay una pérdida de la función educativa surge la violencia de parte de los alumnos. El vínculo educativo El vínculo educativo es del orden de lo Particular, con cada sujeto es un vínculo nuevo que incluye sus transformaciones. ¿Qué sostiene ese marco? El deseo del educador que da un tiempo, que atiende a la particularidad del sujeto y no la borra con ofertas preestablecidas a modo de respuesta estándar. El vínculo educativo habla del Agente, del Sujeto y del Saber. 4 Alderete Alexis El Saber en juego es lo que Define Formalmente el Vínculo Educativo. La educación, esta función civilizadora, se hace por la vía del saber que abre los horizontes del sujeto y mantiene también interesado al agente para evitar, que se centre demasiado en el otro. ¿Por qué se puede hablar de odio al goce? Porque lo que se busca es su erradicación. El saber es algo que se construye, el saber tiene diferentes valores en cada momento histórico. También se ha modificado lo que se llama autoridad porque cambia la relación con la enunciación. La autoridad en el campo del saber es una autoridad que no se puede imponer pues la autoridad epistémica la reconoce el Otro. La autoridad epistémica es algo que se otorga, y que se otorga a alguien si su deseo trabaja la letra del texto para vivificarla con su enunciación y para crear una ignorancia nueva. El psicoanálisis Introduce: el concepto de transferencia. Éste se basa en una suposición de saber. El vínculo educativo no funciona si no hay transferencia. La transferencia se dirige a un rasgo del educador, sea propio o construido, que para el sujeto es el signo de un deseo. No se trata de poner en juego el propio deseo del educador como aquello que abre un campo de posibles. La depreciación del saber y de la enunciación no sólo afecta al vínculo educativo: todas las figuras que encarnaban la suposición del saber en lo social están tocadas. Del lado del Agente puede decirse que su función es Causar el Interés del Sujeto. Pero el primero que tiene que estar interesado, motivado, causado, es el propio agente de la educación. En realidad la educación es una oferta, que aspira a crear consentimiento, pero a veces éste no se produce. Cada sujeto da su consentimiento en función de unos previos, pues el sujeto que llega a la educación es un sujeto que ya está marcado y hay marcas fundamentales que no se pueden borrar. Lo que se llama “fracaso escolar” en general es un no, a veces radical, y hay que ver cómo funciona. La Función Educativa implica siempre una renuncia, una disciplina, un límite. Si el sujeto no renuncia a ciertas satisfacciones inmediatas, no puede aprender. La renuncia se puede hacer si hay un reconocimiento en el presente y una promesa en el futuro en la que el Otro compromete su apoyo y otorga la confianza, por la vía de la suposición, en las posibilidades del sujeto. La posición de los profesionales Se habla de una “forma de ser”, de un “estilo de vida”, porque se confunde la categoría con el ser. El bienestar esun ideal y el malestar una cuestión de estructura que se expresa a través de formas cambiantes en cada momento histórico. Cuando aparece esta ignorancia sistemática se trata de un rechazo. El agente tiene que creer un poco en su función, hacerla, en cierta manera su síntoma, es decir, tomar las dificultades que se le presentan como algo que le concierne, algo donde su posición se halla en juego. Es frecuente que en el campo de la educación y del trabajo social se hable, por influencia del psicoanálisis, de la posición de los profesionales. En el discurso corriente la posición hace referencia a la manera en la que una cosa o persona está situada, ubicada y también al lugar donde está ubicada. Implica el conjunto de ideas que una persona tiene y que la sitúan en relación a otras personas. La posición subjetiva se refiere a la modalidad de goce. Hay diferentes niveles y matices y que el término posición puede declinarse desde la toma de posición consciente hasta sus determinaciones inconscientes. La posición del agente forma parte del problema del que se ocupa en la medida que el profesional con su aparato conceptual contribuye a configurarlo y esto define el tratamiento a seguir. La posición hace referencia también a un lugar en un discurso y el Otro al que se dirige. 5 Alderete Alexis Cuando alguien habla no solamente da el contenido del mensaje sino que, en la medida en que habla, se dirige a un interlocutor que él mismo crea y que encarna en el oyente. Éste es uno de los aspectos de lo que el psicoanálisis llama transferencia. Cuando alguien habla está lo que quiere decir, su intención de comunicación, y también algo que va más allá, por ejemplo un lapsus, un olvido… El que habla crea su propio receptor lo que hace aparecer dificultades que a veces se perciben: “Realmente no sé a quién le hablaba porque las cosas que me decía no tenían nada que ver conmigo” decía un profesional refiriéndose al adolescente que le increpaba. La utilización del término “usuario” obtura la dimensión subjetiva porque reduce el sujeto, a su relación con su aparato institucional determinado. Es el objeto producido por ese discurso y, las más de las veces, nombrado por el goce que encarna; aunque de esta manera se lo haga más resistente: “fracaso escolar”, “toxicómano. Conclusión Una crisis puede ser positiva o transformarse en una catástrofe. Se trata de tomar el sesgo positivo, de apostar por lo nuevo y asumir el riesgo de inventar. De lo que se trata en este momento, es de abrir un lugar para el sujeto, recuperar la dimensión del deseo y no retroceder en el intercambio con otros profesionales, manteniendo la especificidad del propio discurso. En este sentido, la aportación del psicoanálisis es introducir la idea de síntoma y dar algunos elementos para ayudar a diferenciar el síntoma del aparato de gestión del síntoma del sujeto. ¿Dónde y Cómo se Aprende? Autor: Daniel Valdez Reflexión acerca del campo de prácticas del psicólogo educacional en el contexto escolar. ¿Especificad de las prácticas o “contaminación escolar”? Nos encontramos con un abanico de posibilidades muy diversas al analizar la actividad que realiza un psicólogo en el contexto escolar. En primera instancia cabe consignar que la mayor parte de los profesionales que trabajan en la escuela no se llaman a sí mismos “psicólogos educacionales”, ni se perciben como tales. Daría la impresión que “se es psicóloga educacional” en tanto se trabaje en un contexto escolar. Aunque resultaría curioso y poco probable que un “psicólogo institucional”, por ejemplo, se defina por su contexto físico de trabajo, en el caso del psicólogo cuyo trabajo se desarrolla en el marco del dispositivo escolar aparecen, naturalizadas algunas cuestiones relativas a su vínculo con la institución educativa, con los directivos, los docentes, los alumnos y las familias de estos últimos. No todo psicólogo que trabaje en una escuela delimita un campo de práctica que podría definirlo como “psicólogo educacional”, ni todo psicólogo educacional se desempeña en contextos educativos formales. Puntualizaremos qué tipo de atribuciones realizan algunos docentes, directivos y psicólogos/as acerca del “Rol del Psicólogo en la Escuela”. Maestros y Maestras: Manifiestan que en general los psicólogos trabajan en su gabinete y realizan diagnósticos de los alumnos derivados. Puede distinguirse lo que esperan de la figura del psicólogo y el rol que efectivamente cumple en la escuela. 6 Alderete Alexis Una de las demandas es que solucione sus problemas con los “alumnos problema”, ya que a los docentes les resulta muchas veces agotador trabajar con 30 o 40 alumnos y no poder “controlar” a algunos de ellos. Algunos esperan asesoramiento y orientación, y no sólo que “se haga cargo” del alumno derivado. Requieren más apoyo sostenido y un trabajo de colaboración docente-psicólogo/a. en algunos casos se hace ostensiva la falta de comunicación mímica acerca del trabajo de uno y otros: varias maestras afirman que enviarlo al gabinete termina resultando como un premio, “allí juega un rato, no trabaja, y luego vuelve al aula como si nada…” Es bastante evidente que para algunos docentes el trabajo con el gabinete implica una sobrecarga en su labor profesional y prefieren obviar todo contacto con él: derivar implica llenar fichas, completar protocolos, responder preguntas. En dichos casos los docentes dicen sentirse evaluados y/o controlados por el psicólogo. Para otros docentes el psicólogo podrá revelar las causas profundas del “problema de aprendizaje o de conducta por el que se deriva al alumno. Una de las expectativas, expresadas en el “rol esperado” pero no “cumplido” es que el psicólogo sirva como resguardo de la salud mental de los integrantes de la institución educativa. Directivos: Les asignan al psicólogo una función “externa” de asesoramiento a padres, maestros y alumnos. Los mismos no le otorgan relevancia a su intervención dentro del quehacer cotidiano del contexto escolar. Pretenden que intervenga cuando se le realiza una demanda explicita. La mayoría le atribuye la función de diagnosticar a los alumnos. También se lo menciona con la función de “orientador”. Está para aconsejar a los docentes y/o padres sobre qué hacer con determinado problema que presenta un chico. Cuando los consejos no funcionan, se deriva a un profesional externo a la institución. Muchas veces la dirección aparece como instancia de legitimación de las derivaciones de los docentes ante la derivación, el alumno pasa por dirección y se lo envía al gabinete “para que el psicólogo le informe cuál es el verdadero problema del chico”. Psicólogos y Psicólogas: Dicen intervenir “ante situaciones problemáticas a partir, de demandas concretas”. Algunos esperarían poder organizar talleres con una función esclarecedora e informativa sobre temáticas educativas, pero expresan que se ven superados por la realidad cotidiana, lo cual supone realizar diagnósticos individuales de alumnos, según se les derive. Otra función consignada es la de asesorar y orientar a los directores y a los docentes en las dificultades por las que consultan. En la mayor parte de los casos se interviene “cuando la maestra de grado se lo solicita por algún problema de conducta o aprendizaje”. Otras funciones consignadas: ocuparse de los chicos con “problemas de aprendizaje o conducta graves”, tomar tests, citar a los padres en caso de ser necesario. Condiciones de trabajo de los psicólogos. La mayoría trabaja en la propia escuela. La mayoría lo hace de manera individual y asiste a la escuela dos o tres veces por semana. 7 Alderete Alexis La escuela y sus características específicas “Lo escolar” lejos de obrar a modo de obstáculo o “contaminación” de la práctica, constituye, una variable fundamental del trabajo de cualquier profesional que se desenvuelva en el contexto de una escuela. Si prescindiéramos del análisis de las prácticas institucionales de poder no podríamos comprenderpor qué y en qué condiciones la escuela pretende transmitir un currículum determinado, en la dirección indicada por una política de gobierno. Tal currículum no implica sólo una formulación de objetivos educativos y una serie de contenidos escolares, conceptuales, procedimentales y actitudinales, a enseñar, sino también un conjunto de normas, valores y pautas de convivencia enmarcados en una concepción particular del hombre y del mundo, que escapan a la explicitación formal. Currículum “oculto” para algunos autores. Un tema de vital importancia, es el de la obligatoriedad de la escuela primaria. El conjunto de restricciones impuestas a los alumnos relativas a lo que se debe aprender, cuando se debe aprender, dónde se debe hacerlo y bajo qué condiciones constituye una realidad naturalizada, a tal punto de atribuir a los propios alumnos el proyecto de ir a la escuela y aprender. En este contexto, al niño le resulta prácticamente imposible el evitar cumplir con el proyecto de los adultos. Casi irremediablemente su destino será convertirse en “alumno”. Que existen distintos grados de colaboración de los niños algunos asumen como propio el proyecto de aprender en la escuela, otros tratan de sufrir lo menos posible y rendir lo mínimo indispensable de acuerdo con las expectativas de sus mayores, y otros se resistirán de diversas maneras a asumir como propio el proyecto de escolarización. El trabajo escolar, según Perrenoud, es un trabajo fragmentario, repetitivo, no retribuido, impuesto, sujeto a la evaluación más o menos constante del maestro. En ciertas oportunidades se procura cumplir con rituales externos que constituyen las rutinas tratando de “adivinar” cuáles son los contenidos que el maestro se propone transmitir y luego evaluar. Al fracasar en el intento de comprender el “fondo de la cuestión” se adhieren a las actividades propuestas para respetar al menos “las formas”. La activa participación en estos “rituales”, en ocasiones asegura una aceptación de los pares y del docente. Comprende la lógica de estas dinámicas pedagógicas y “hacerles el juego” puede posibilitar, llegado el caso, ser evaluado positivamente respecto del trabajo escolar. Es en el contexto de la actividad escolar que adquieren significados los comportamientos de los alumnos. Las normas que regulan dicha actividad, explícitas e implícitas, son inherentes a la definición de un perfil de competencias que dibujarán el contorno del oficio de alumno. Para Perrenoud, la excelencia escolar, “definida en abstracto como la apropiación del currículum formal, se identifica en la práctica con el ejercicio calificado del oficio de alumno”. Buen Alumno: Aquel que cumpla con las expectativas de la institución educativa de la cual dichos juicios de excelencia se fabrican. El propio dispositivo escolar genera un universo de relaciones interpersonales específicas que definen subjetividades particulares (maestros-alumnos-directivos) atravesadas por una red organizada de jerarquías, prácticas y saberes específicos. Al mismo tiempo los procesos de negociación y renegociación de significados configuraran una trama compleja que se va entretejiendo en la tensión entre las concepciones cotidianas del mundo del niño y los conocimientos escolares. El sujeto educativo puede considerarse como un agente, como ejecutante de la acción mediada por agencias sociales e históricas, y conforme por él perseguidas interviene no sólo sobre un determinado escenario, sino también, y fundamentalmente, interviene sobre sí mismo. La escuela como artefacto cultural deviene, en un campo de restricciones para sus actores, pero al mismo tiempo en un campo de posibilidades. Definidos como “objetificaciones de necesidades e intenciones humanas ya investidas con contenido afectivo y cognitivo”, los artefactos constituyen la cultura humana. A partir de la jerarquización de niveles que propone Watosfky, pueden concebirse distintos tipos de artefactos que incluyen desde objetos 8 Alderete Alexis que se utilizan directamente en la producción hasta “modelos culturales y mundos alternativos especialmente construidos”. Para Wersch los escenarios socioculturales van conformando procesos discursivos y psíquicos. En esta dirección, Mehan realizó investigaciones sobre cómo las estructuras burocráticas y los procesos de evaluación escolar clasifican a los alumnos en categorías tales como “normal”, “especial”, “incapacitado para aprender” y “discapacitado educativamente”. La definición institucional de las supuestas “desviaciones” de este biotipo humano/socioculturalmente constituido, se convierte en un problema a resolver, particularmente para la institución educativa, sobre todo de lo que a fabricación de juicios de éxito o fracaso se refiere. La configuración de los criterios de educabilidad se entrama de modo particular con la complejidad de los saberes y prácticas docentes y con las propias prácticas de evaluación en la escuela. La focalización de estos aspectos remite a la explícita consideración de los espacios intersubjetivos de interacción y, por tanto, conducen a la resignificación de las problemáticas de los alumnos. Quien demanda la intervención del psicólogo no lo hace para él. Así, “la situación problemática que el psicólogo deberá encarar no sólo no se refiere al solicitante sino que tampoco tiene nada que ver con las relaciones que este mantiene dentro de la escuela”. La intervención sobre “individuos” o sobre “sistemas sociales” La intervención sobre el “alumno problema” presupone la ilusión de un tratamiento posible con un actor, el alumno, cuya dinámica de participación en la institución le confiere su razón de ser (alumno). La intervención correctiva es la que se encuentra más generalizada en gran parte de nuestras escuelas. Sea por ausencia de la elección de otros tipos de intervención, sea porque hay problemas urgentes a resolver en el día a día de la actividad escolar. El Rol del Psicólogo de la Educación Autor: Francisca Colodrón Objetivo de Trabajo del Psicólogo de la Educación: La Reflexión e Intervención sobre el Comportamiento Humano, en Situaciones Educativas, mediante el Desarrollo de las Capacidades de las Personas. Desarrolla su actividad profesional principalmente en el marco de los sistemas sociales dedicados a la educación en todos sus diversos niveles y modalidades tanto en los sistemas reglados, no reglados, formales e informales, durante todo el ciclo vital de la persona. Así mismo interviene en todos los procesos psicológicos que afectan al aprendizaje, o que de este se derivan, independientemente de su origen personal, grupal, social, etc., responsabilizándose de las implicaciones educativas de su intervención profesional y coordinándose, si procede, con otros profesionales. Ámbitos y Tareas Interviene en el ámbito personal, familiar, organizacional, institucional, socio-comunitario y educativo en general; con educandos, receptores del proceso educativo, y agentes educativos, intervinientes directa o indirectamente en el proceso educativo. Funciones del psicólogo educativo Intervención ante las necesidades educativas de los alumnos. 9 Alderete Alexis Participa en la atención educativa al desarrollo desde las primeras etapas de la vida, para detectar y prevenir a efectos socio-educativos, las discapacidades e inadaptaciones funcionales, psíquicas y sociales. Realiza la evaluación psico-educativa referida a la valoración de las capacidades personales, grupales e institucionales en relación a los objetivos de la educación y también al análisis del funcionamiento de las situaciones educativas. También puede proponer y/o realizar intervenciones que se refieran a la mejora de las competencias educativas de los alumnos, de las condiciones educativas y al desarrollo de soluciones a las posibles dificultades detectadas en la evaluación. Funciones ligadas a la Orientación, asesoramiento Profesional y Vocacional Promueve y participa en la organización, planificación,desarrollo y evaluación de los procesos de orientación y asesoramiento profesional y vocacional, tanto en lo que tienen de información, asesoramiento y orientación a los alumnos ante las opciones que deban tomar frente a las distintas posibilidades educativas o profesionales, como en la elaboración de métodos de ayuda para la elección y de métodos de aprendizaje de toma de decisión vocacional. Objetivo General: Colaborar en el Desarrollo de las Competencias de las Personas, en la Clarificación de sus Proyectos Personales, Vocacionales y Profesionales de modo que puedan dirigir su propia formación y su toma de decisiones. Funciones Preventivas Interviene proponiendo la introducción de modificaciones del entorno educativo y social que eviten la aparición o atenúen las alteraciones en el desarrollo madurativo, educativo y social. La prevención se orienta a proponer las condiciones para un mejor desarrollo de las capacidades educativas y también a prevenir las consecuencias que pueden generar la diferencia entre las necesidades educativas de la población y las respuestas que dan los sistemas sociales y educativos; incluye tanto acciones específicas para la prevención de problemas educativos concretos, como son la adaptación inicial a la escuela, la detección precoz de alumnos con necesidades educativas especiales. Se contemplan intervenciones tanto en asesoramiento a agentes educativos (educadores, padres, etc.) como en el desarrollo de programas específicos: educación para la salud, educación afectivo-sexual. Intervención en la mejora del Acto Educativo Pretenden la adecuación de las situaciones educativas a las características individuales y/o grupales (evolutivas, cognitivas, sociales, etc.) de los alumnos y viceversa. Estas funciones se realizan a través de asesoramiento didáctico, de la organización y planificación educativa, de programación, de asesoramiento y actualización del educador. El/la psicólogo presta apoyo y asesoramiento técnico al educador tanto en: Actividad General : Adaptación de la programación de las características evolutivas psico-sociales y de aprendizaje de los alumnos, organización del escenario educativo, métodos de enseñanza- aprendizaje. Actuación Educativa : Con alumnos con necesidades y/o en situaciones educativas especiales, adecuaciones curriculares y programas individuales. Igualmente colabora en la formación permanente y apoyo didáctico al educador, aportando su preparación específica sobre las áreas evolutivas, cognitivas, afectivas, comportamentales, psicosociales e institucionales. 10 Alderete Alexis También son objeto de la intervención del/la psicólogo/a los fenómenos institucionales que configuran los centros educativos: la relación entre los objetivos y las formas organizativas con el funcionamiento real, la mejora eficaz de las relaciones entre los componentes de la institución educativa, etc.; así presta su colaboración y apoyo técnico en la elaboración y desarrollo de proyectos educativos. Formación y Asesoramiento Familiar: Actúa promoviendo y organizando la información a madres y padres en una línea de apoyo al desarrollo integral del hijo/a. realiza la intervención para la mejora de las relaciones sociales y familiares, así como la colaboración efectiva entre familias y educadores, promoviendo la participación familiar en la comunidad educativa así como en los programas, proyectos y actuaciones que el profesional de la psicología educativa desarrolle. Intervención Socioeducativa: Interviene en las relaciones entre las actividades educativas y la comunidad donde tienen lugar, así como en los factores sociales y culturales que condicionan las capacidades educativas. Investigación y Docencia: Incluye las actividades para el análisis y reflexión sobre el propio trabajo; la mejora y actualización de su competencia técnica, la profundización y extensión de la teoría y los procedimientos propios de la psicología de la educación. Método, Técnicas, Tareas y Actividades El procedimiento general de intervención engloba los siguientes pasos: Evaluación inicial y diagnóstico. Intervención. Seguimiento. Evaluación final, y valoración, con la toma de decisiones que se deriva de la misma. Las tareas propias de la psicología educativa pueden dividirse en dos grandes bloques: 1) Relacionadas con la Evaluación : La evaluación se efectúa sobre las distintas áreas en función de la demanda, la problemática y las necesidades, priorizando su funcionalidad y operatividad, y se analizan detalladamente las variables psicológicas que influyen en el comportamiento humano dentro del contexto educativo, llegando a la determinación de un diagnóstico en la situación educativa. Ello incluye la descripción e identificación de dicha situación, la formulación de hipótesis explicativas y la emisión de hipótesis de mejora. Las técnicas más utilizadas para la evaluación son: Entrevista psicológica. Observación en sus diferentes modalidades (no estructurada, sistemática, auto- observación). Auto-Informes. Tests Psicológicos: Seleccionando los más adecuados al objeto (individuos, grupos, instituciones) y al tipo de evaluación (normativa, criterial, curricular). 2) Relacionadas con la Intervención : La intervención se efectúa en los diferentes ámbitos sobre las diferentes variables psicológicas que intervienen en el acto educativo. Psicología Educativa: Los profesionales con formación en psicología y en educación que son reconocidos como especialistas en el suministro de servicios psicológicos para niños y jóvenes dentro del marco de la escuela, la familia y otros contextos que influyen en su crecimiento y desarrollo. 11 Alderete Alexis La naturaleza de la psicología educativa Los psicólogos educativos tienen un título universitario acordado por una institución que brinda un programa orgánico de psicología educativa. Los programas de psicología presentan las siguientes características: Ponen el acento en la psicología y hacen un fuerte hincapié en la educación. La formación preparará a los profesionales para trabajar con los grupos etarios, características evolutivas, tipos de población, problemas y cuestiones que se presentan con mayor frecuencia en los establecimientos educativos y otros medios en que actuarán los psicólogos educativos. Los alumnos adquieren conocimientos y experiencia de trabajo en los distintos medios en que pueden proporcionarse servicios de psicología educativa. Estos pueden incluir escuelas, hogares, clínicas, organismos públicos, hospitales y otras instituciones. Los alumnos adquieren conocimientos vinculados con diferentes modelos y métodos de evaluación, ya sea psicológicos, conductuales, de sistemas sociales, médicos y ecológicos. La evaluación abarca: la evaluación educativa, psicológica, neuropsicológica, del lenguaje y vocacional, así como la evaluación y diagnósticos del bebé, el niño, el joven y el adulto. Un objetivo primordial de la evaluación es Describir de manera precisa el estado y evolución intelectual, académica, afectiva, social, de la personalidad, el temperamento, el grado de adaptación, el lenguaje, así como las características psicomotrices, neuropsicológicas y vocacional, y los valores de cada individuo. Los psicólogos educativos llevan a cabo distintos tipos de intervenciones a fin de promover el desarrollo y la adquisición y uso óptimo de los recursos de personal, educativos, familiares y comunitarios, y de reducir las dificultades y trastornos. Las intervenciones suelen implicar que los psicólogos educativos trabajen en forma directa con los individuos, grupos o sistemas, o en forma indirecta (asesoramiento). Las intervenciones pueden encaminarse a: 1) Prevención Primaria : Promover el bienestar y prevenir el surgimiento de problemas. 2) Prevención Secundaria : Reducir las dificultades una vez que se producen. 3) Prevención Terciaria : En el caso de las personas que pueden llegar a manifestar unao más afecciones discapacitantes en el plazo de unos años, al lograr que su discapacidad no avance y asegurar que les sean proporcionados los servicios básicos necesarios. Servicios Directos: Incluyen el asesoramiento psicológico individual y otras formas de servicios terapéuticos, la enseñanza, las clases tutoriales y otras intervenciones en las que el psicólogo educativo trabaja personalmente con uno o más individuos que requieren sus servicios. Servicios Indirectos: La planificación de la evaluación y de los programas, la capacitación profesional previa o en el lugar de trabajo, la supervisión, el asesoramiento. El asesoramiento suele implicar que se brinden servicios de psicología educativa mediante métodos indirectos: Los servicios de asesoramiento habitualmente reconocen y destacan la importancia de recurrir a procedimientos cooperativos y de colaboración para abordar los problemas. Estos pueden ser ofrecidos a maestros, profesores y otro personal de enseñanza, etc. 12 Alderete Alexis La supervisión incluye los servicios profesionales proporcionados por personas con mayor grado de preparación y experiencia, capaces de asumir la responsabilidad por los servicios de psicología educativa suministrados y de rendir cuenta de ellos. El nivel y alcance de la supervisión dependerá de la índole de los servicios prestados, de la pericia profesional y las cualidades personales puestas de manifiesto por los restantes integrantes. Los psicólogos educativos adhieren a un modelo de prestación de servicios en el cual la teoría y la investigación son la base de la práctica. Los psicólogos educativos deben estar al tanto de las leyes, políticas públicas y normas administrativas que rigen los servicios psicológicos y educativos, y suministrar estos servicios de un modo congruente con dichas disposiciones. Deben conocer los códigos de ética profesional que enmarcan su labor, suministrar sus servicios en una forma congruente con tales normas éticas, y contribuir a asegurar su permanente vigencia. Bullyng “No quiero ir a la escuela”. Puede ser la primera manifestación de que un niño está en problemas. En ocasiones acompañada por signos tales como dolores imprecisos, malestares diversos o dificultades para salir de la cama, la frase, suele aludir a cierta clase de cosas que no tiene que ver con la próxima prueba de Matemática. Y sí con la relación con sus pares. “Porque me hacen la vida imposible”. Acoso Escolar (bullying, en inglés): También llamado intimidación, hostigamiento, matonaje o bravuconada, refiere al maltrato físico o verbal sistemático por parte de uno o más alumnos hacia otro. El maltrato puede consistir en: Agresiones físicas, daño a objetos personales, pequeños hurtos, amenazas, burlas, insultos, aislamiento, difusión de calumnias o cualquier recurso destinado a someter a alguien a una situación de inferioridad y humillación. En general, el acto cuenta con espectadores, que suelen formar parte de un grupo acosador o que simplemente “disfrutan” del espectáculo, se divierten con las bromas y/o tratan de asociarse con el acosador para “compartir” su poder y, a través de él, llegar a hacer algo que quizá desee, pero no se animan a concretar. También, lo hacen para evitar que se los coloque en el papel de acosados. Uno de los factores que siempre lo han hecho difícil de abordar es su Secreto, su clandestinidad, la ignorancia, consciente o inconsciente de los adultos al respecto. Es un comportamiento “mafioso”. En algunos casos los adultos responsables, padres y maestros, no perciben la situación y en otros, si bien de algún modo la perciben o sospechan, la minimizan. Respecto de los Padres, suele suceder que no intervengan porque: “Son cosas de chicos”. “Tiene que aprender a vivir”. “Tiene que hacerse hombre”. “No hay que ser buchón (delator)”. Respecto de los Docentes, suele jugar en contra de su intervención porque: No saben bien qué hacer. La cultura escolar no suele prestar demasiada atención a lo que ocurre “entre los chicos”. Muchas veces los episodios de acoso no afectan el “normal desarrollo de las actividades”. 13 Alderete Alexis En general, no se realizan en el aula ni a la vista de todos. En una institución bastante “femenina”, como es la escuela, a veces se atribuyen ciertas conductas bravuconas a “cosas de varones”. No cualquiera es acosador y no cualquiera es acosado. Aunque sí cualquiera puede ser espectador, y este factor tiene suma importancia en tren de avanzar hacia las soluciones porque sin público no hay espectáculo y, al no ser protagonistas, los espectadores son a veces más susceptibles de intervención adulta que los participantes directos. Acosadores y acosados, suelen presentar algunos de los siguientes rasgos: Acosadores: Tienen problemas de autoestima. Por alguna razón no pueden destacarse de otro modo. Provienen de familias donde la violencia se considera normal para resolver los problemas. Son mayores o más fuertes que la mayoría de sus compañeros. Son líderes carismáticos, por admiración o temor. Por lo general, son extrovertidos, impulsivos. Pueden estar vengándose de abusos sufridos. Padecen algún grado de “alexitimia”: de dificultad para reconocer los sentimientos propios y ajenos. Acosados: Son tímidos, temerosos. Son menores, más débiles o torpes que la mayoría de los compañeros. Pertenecen a alguna minoría dentro de la mayoría del aula: de género, étnica, social o de preferencias, por ejemplo, un varón que no gusta del fútbol. Son solitarios, no tienen amigos. Por lo general, son introvertidos. Son recién llegados. Tienen alguna desventaja física. Se destacan intelectualmente (“tragalibros”) y provocan envidia. Son poco asertivos, acceden rápidamente a las demandas de los otros para “evitarse problemas”. A menudo sucede que los rasgos se mezclan y aparecen los mismos en unos y otros, y suelen manifestarse de un modo inverso o reactivo. En Primer lugar, es necesario distinguir entre: Acoso : Es una Conducta Cruel Sistemática. Violencia Ocasional : Por Razones Circunstanciales, que es prácticamente imposible erradicar en su totalidad de ningún grupo humano. En Segundo lugar, es necesario que los adultos, en principio los docentes, asuman que el problema existe, que es más frecuente de lo que parece, que puede tener consecuencias graves y, que ellos deben 14 Alderete Alexis intervenir y que deben hacerlo lo más pronto posible. Porque las situaciones de malestar crónico, individuales, o colectivas, si no se detienen, crecen. En Tercer lugar, es necesario intensificar y perfeccionar la escucha de padres y maestros, en el doble sentido de estar atentos a signos que pueden indicar situaciones de acoso, y también de creerles en principio a los niños/jóvenes cuando denuncian algún caso, aun cuando se reserven el derecho de indagar con precisión de qué se trata. En Cuarto lugar, es esencial convencerse, y actuar en consecuencia de que este tipo de comportamientos nace, crecen y proliferan en terrenos culturalmente fértiles. Si se va un acosador y no cambia el consenso cultural, muy probablemente aparecerá otro. La clave reside en crear condiciones institucionales en las que la crueldad y el acoso sean mal vistos. Hay que crear condiciones en las que “hostigar a otro no sea negocio”, no convenga. No sólo por las consecuencias normativas sino, por las sociales. Y, para ello, es necesario proponer actitudes alternativas, es decir, generar toda clase de situaciones en las que se resalten y se hagan evidentes las tendencias hacia la empatía y el altruismo. Los reales o virtuales acosadores, podrían cambiar su actitud ante una invitación a hacer un uso más valioso de su liderazgo. Hay que atender a los dos (acosador y acosado) sin desestimar el hecho de que el primero puede haber llegado a asumir ese papel por haber sido víctima, la prioridad la tiene el acosado, por lo degradante de su situación ypor los riesgos que tal condición implica para sí mismo y para los demás. Una de las mejores formas de ayudar al acosador real o virtual es informarle que, según sus propias confesiones, esa clase de hechos le ha sucedido y le sucede a muchas personas. Es una etapa que podrá ser superada. Otra forma consiste en entrenar a los niños y jóvenes en aquello que hemos denominado Capacidad Asertiva. Es decir, la forma saludable de escapar a la trampa de someterse o responder con violencia. Por Último, la manera principal y fundamental de ayudar al acosador es Detener su Acción. Para ello, la escuela tiene el derecho de establecer, acordar y hacer cumplir las normas que considere adecuadas, según los siguientes principios básicos: 1) Son las que le permiten sostener el esfuerzo de gobernar la institución. 2) Son efectivas en la prevención e interrupción de círculos viciosos de violencia. Algunas sugerencias: Es necesario estar atento pero no alarmar (se). En general se trata de conductas que en diferentes medidas y contextos son humanas. Muchas veces, ante un primer caso, la actitud serena y firme de los directivos o docentes ha hecho desistir para siempre de sus intentos a un acosador. La detección precoz, es fundamental. El secreto es el factor clave de estos comportamientos, todo lo que se haga para darle estado público al problema será conveniente, siempre que no vulnere la privacidad de nadie: carteleras, tratamiento en Consejos de alumnos o Centros de estudiantes. Si entendemos como comportamiento abusivo todo aquel que supone un mal-uso, o uso indebido del cuerpo, las ideas, los sentimientos, el buen nombre, los objetos, una buena consigna para instalar y sobre la cual acordar podría ser: “No al abuso, si al respeto”. 15 Alderete Alexis Identidad en Psicología Educacional Autor: Javier Báez Alcaíno y Giovanni Pierattini. Situar la psicología educacional, dentro de un contexto atento a su evolución histórica. El esquema relacional que proponemos incluye a 5 actores centrales: 1) Psicología. 2) Educación. 3) Psicología Educacional. 4) Ciencia. 5) Sociedad. ¿Quién eres Psicología Educacional? La pregunta por la identidad de la psicología educacional surge de la experiencia de la diferencia de ella. En tanto psicología puede proporcionar elementos técnicos surgidos de la teoría, y en tanto trabajador de la educación puede desarrollar el arte de trabajar en la educación. La psicología viene de la filosofía y se desenvuelve actualmente en el contexto de la ciencia mundial. La educación, viene de las prácticas sociales de los grupos de elites de las sociedades ancestrales y se desarrolla, en nuestros días, en todos los niveles de la sociedad. Posibles relaciones: 1) Condición de intersección que constituye la psicología educacional, producto del cruce de una disciplina esencialmente teórica como lo es la psicología, y una disciplina básicamente práctica, la educación. La psicología educacional es Teórico-Práctica. 2) La fecundidad del diálogo entre teoría psicológica y práctica educativa. Este diálogo hace emerger una práctica psicológica y una teoría educativa. La psicología educacional acerca a la psicología con la educación y a cada una de ellas consigo misma. En el terreno práctico de la educación confluyen distintas corrientes teóricas de la psicología abriéndose así un terreno fecundo para el diálogo intrapsicológico. Si pensamos la dimensión profesional de la psicología educacional intentado subjetivarla habría que decir que los psicólogos educacionales tienen la doble tarea de poner en diálogo la psicología consigo misma y la educación consigo misma a través del diálogo de todos los elementos de ellas. Se renuncia a la teoría en sí misma, porque la teoría sirve para la práctica. Esto contiene el riesgo de reducir la reflexión teórica en función de una necesidad práctica, ya que se establecería que la teoría sólo tiene valor en la práctica. Es la dimensión teórica la que otorga una base orientadora de la praxis del psicólogo educacional. En un contexto socioeconómico que demanda respuestas eficientes de la psicología. La educación es la fuerza encargada de desarrollar el capital humano que reclama la economía actual. Es la teoría lo que une a estas tres bellas mujeres. 1) Ciencia : Conjunto organizado de reglas que pretende dar cuenta de una parte de la realidad de manera explicativa o comprensiva. 2) Psicología : Ha recorrido un camino que va desde el saber de la psické griega hasta la formulación científica de las leyes que regulan la mente humana. Interpretamos que el logos de toda psicología constituye la naturaleza esencialmente teórica de la psicología. 3) Psicología Educacional : Se realiza en el terreno práctico de la educación. Si nos atenemos a la etimología de educación y pedagogía notaremos que el educere y el paidos gogein son actos que 16 Alderete Alexis requieren una cierta techné: hay que saber extraer el conocimiento que viene dentro del educando y hay que saber conducir a los niños al mundo de los adultos, intentando mantener la esencia mágica del pensamiento infantil. Tiene un potencial de producción teórica para la ciencia por el diálogo interdisciplinario en el cual la psicología puede ayudar a construir la ciencia de la educación. La educación le ha dado a la psicología no tan sólo un campo de experimentación para sus conocimientos teóricos, sino que también un importante “cable a tierra” de los distintos supuestos psicológicos y la posibilidad de la ampliación de los mismos. ¿Un mundo inhabitable para la educación? Autor: Zygmunt Bauman Parte I La “crisis en la educación”, no es en sí ninguna novedad. La historia de la educación se ha visto salpicada por períodos críticos cada vez que se hacía evidente que las premisas y estrategias aparentemente corroboradas y fiables perdían el control de la realidad, por lo que requerían replanteamientos, revisiones y reformas. En el Mundo Líquido, la Solidez de las Cosas, tiende a percibirse como una Amenaza: Cualquier promesa de lealtad, todo compromiso a largo plazo (y ya no digamos si es ilimitado), augura un futuro cargado de obligaciones que limitan la libertad de movimiento y reducen la capacidad de aprovechar otras oportunidades, todavía desconocidas, que se presenten. La perspectiva de soportar una cosa o un vínculo indisoluble durante el resto de la vida resulta repulsiva y aterradora. Se espera que las cosas y los vínculos sirvan sólo para un período limitado, y que se descompongan, destruyan o desechen en cuanto hayan cumplido su vida útil, cosa que debe ocurrir tarde o temprano. El consumismo actual consiste en el disfrute instantáneo “de usar y tirar”. Para convencer a los niños de la utilidad del aprendizaje, los padres de antaño les decían que “lo que aprendas, nadie te lo quitará nunca”, ésta era quizás una promesa alentadora para sus hijos, pero los jóvenes contemporáneos se horrorizarían si sus padres siguieran aduciendo tales argumentos. El segundo desafío para las premisas básicas de la educación, proviene de la naturaleza voluble, y esencialmente imprevisible, del cambio contemporáneo. El de un orden inmutable del mundo, subyacente a toda la verdad superficial de la experiencia humana, y el de unas leyes, también eternas, que regían la naturaleza humana. Primer Postulado : Justificaba la necesidad y los beneficios inherentes a la transmisión del conocimiento de profesores a alumnos. Segundo Postulado : Imbuía a los profesores del tipo de confianza en sí mismos que necesitaban para defender la validez eterna del modelo que deseaban inculcar en sus alumnos. El aprendizaje está abocado a perseguir incesantemente objetos siempre esquivos, y para empeorar la situación, los objetos empiezan a derretirse en cuanto son atrapados, y dado que las recompensas de las acciones adecuadas tienden a desplazarse a otros lugares a diario, los refuerzos inducen a error, lejos de aportar seguridad: son trampasque conviene evitar, puesto que inculcan costumbres e impulsos que resultarán inútiles, o incluso nocivos, dentro de muy poco tiempo. Los principios del aprendizaje y la educación, tal como se concibieron durante gran parte de la historia, se diseñaron a la medida de un mundo que era duradero: se esperaba que fuera duradero y que llegase a ser más duradero que en el pasado. 17 Alderete Alexis Parte II En nuestro mundo volátil de cambio instantáneo e imprevisible, los objetivos últimos de la educación ortodoxa, como las costumbres arraigadas, los marcos cognitivos sólidos y las preferencias de valores estables, se convierten en impedimentos. Es el mundo exterior a los centros escolares el que ha evolucionado hasta convertirse en algo muy distinto del mundo para el que las escuelas clásicas, como las descritas por Jaeger, preparaban a sus alumnos. En este nuevo mundo se espera que los humanos busquen soluciones particulares para los problemas generados socialmente, en lugar de buscar soluciones generadas socialmente para los problemas particulares. Fase “Sólida”: El marco de las acciones humanas se construía o imponía con el fin de emular, en la medida de lo posible, el esquema del laberinto conductista. La “dominación” consistía en el derecho de establecer normas inquebrantables, supervisar su cumplimiento, someter a quienes debían cumplirlas a una continua vigilancia y meter en vereda a los que se desviaban del camino recto, o expulsarlos si fracasaba el intento de reforma. El modelo de dominación requería una copresencia mutua constante y un compromiso mutuo de los administradores y los administrados. Valía la pena aprender de memoria las normas y asimilarlas como costumbres firmemente arraigadas que se seguían de forma invariable. Fase Líquida: Se está agotando la demanda de tales funciones administrativas tan ortodoxas. Se puede obtener y garantizar la dominación con un gasto mucho menor de tiempo, esfuerzo y dinero, mediante la amenaza, por parte de los administradores, de eximirse de su responsabilidad, o de negarse a asumirla, en lugar de ejercer un control y una vigilancia permanente. Ahora depende de los actuales potenciales empleados “controlarse”, ser sus propios observadores, con el fin de que su rendimiento resulte convincente, cuente con la probable aprobación de sus compradores, y pueda seguir contando con dicha aprobación en caso de que cambien los deseos, las apetencias y los gustos dominantes. La receta del éxito consiste en “ser uno mismo”, no en ser “como todos los demás”. Es la diferencia, no la uniformidad, lo que más vende. Ya no basta con tener el conocimiento y las aptitudes “atribuibles al trabajo” y ya demostrados por otros que desempeñaron antes la misma función o aspiran a ejercerla; lo más probable es que estos rasgos sean evaluados como una desventaja. Lo que se necesita son ideas inusuales, “distintas de cualquier otra”, proyectos excepcionales que nadie haya sugerido antes, y sobre todo una inclinación a recorrer un camino propio en solitario. Éste es el tipo de conocimiento (o de inspiración) que anhelan los hombres y las mujeres de los tiempos modernos líquidos. Quieren consejeros que les enseñen a caminar, en lugar de profesores que velen por que se siga un único camino, que ya está trillado y abarrotado porque es “el único”. Los consejeros probablemente reprochen a sus clientes la pereza o la negligencia, más que la ignorancia; les ofrecerán un tipo de conocimiento del “cómo”, en lugar del tipo de conocimiento, el “saber” a secas, que los educadores ortodoxos deseaban impartir y transmitían bien a sus alumnos. El culto actual a la “educación durante toda la vida” obedece, a la necesidad de actualizar la información profesional a la vanguardia del momento. Parte III La marcha triunfal del conocimiento se desarrolló en dos frentes: 1) Se invadieron, capturaron, inspeccionaron y cartografiaron las partes o los aspectos todavía inexplorados del mundo: El imperio construido gracias a los avances en el primer frente, era el de la información que representaba el mundo: se suponía que, en el momento de la representación, la 18 Alderete Alexis parte representada del mundo se “hacía inteligible”, de modo que quedaba conquistada y reivindicada para los seres humanos. 2) La Educación : Avanzaba expandiendo el canon educativo y ensanchando las capacidades perceptivas y retentivas de los educados. El Mago Sin Magia Autor: Selvini Palazzoli y Otros El psicólogo en la escuela: Análisis histórico de los diferentes tipos de intervención En cuanto al rol del psicólogo, las posiciones oscilan, entre: Asistente Social Común : Que al igual que los demás asistentes sociales, tiene la misión de promover la madurez individual, social y cultural de los ciudadanos de su región. Psicólogo como Clínico Superespecializado : Que sólo reconoce como ámbito operativo propio el de la intervención terapéutica en casos de patología mental. La escuela es un sistema burocratizado al extremo y estructurado con niveles de jerarquía superpuestos. En la jerarquía escolar cada nivel es controlado por uno superior y controla a su vez otro inferior. Toda actividad debe quedar documentada y registrada, todo es “documentación oficial”. Está siempre presente el fantasma de ilegalidad, de la omisión de oficio, y de ahí deriva la fiscalización general y la atención que se presta al cumplimiento formal de las normas, que terminan por tener una neta preeminencia respecto de los contenidos. Se origina una primera contradicción entre el objeto declarado por el establecimiento educacional y el que en realidad se persigue. El objetivo es el educativo: Promover la formación moral y cívica y brindar instrucción. El objetivo en realidad es constituir un área de paso obligado para lograr determinados niveles de reconocimiento social (títulos de estudio). El psicólogo ocupa una posición anómala: No pertenece a ella, no tiene ahí una situación. Por lo general interviene en la escuela “desde afuera”, enviado por un organismo o por otra institución, a menudo una administración comunal o provincial, una asociación, a veces un instituto de investigación. No está obligado a responder ante esa autoridad por sus intervenciones o su capacidad profesional. El psicólogo sólo es “alguien sin rol fijo”, sujeto a las expectativas propias de quienes se encuentran en situaciones incómodas. La única definición teórica del rol que obtuvo consenso fue la del psicólogo como “Promotor de Cambio”. ¿Quiénes son y que esperan del psicólogo los “clientes” potenciales? En la escuela a la que el psicólogo es destinado, sus “clientes potenciales” son todos aquellos que allí actúan y viven: El Rector (suprema autoridad jerárquica). Docentes. Alumnos (usuarios por excelencia del servicio de la escuela). Padres (que, en colaboración con la institución, tienen interés directo en el proceso educativo). Todos rechazan que se los defina como clientes o usuarios de su intervención. Quien solicita sus servicios nunca lo hace “para él”: la situación problemática que el psicólogo deberá encarar, no sólo no 19 Alderete Alexis se refiere al solicitante sino que tampoco tiene nada que ver con las relaciones que éste mantiene dentro de la escuela. En la escuela, la persona que se pone en contacto con el psicólogo no cree, necesitar de una intervención; piensa, que somete a la consideración del psicólogo “casos” patológicos de los demás para que el profesional intervenga de manera directa o proponga consejos terapéuticos. Sugiere que se lo defina como: Diagnosticador. Terapeuta Impotente. Atribuye al psicólogo la condición de “Mago Omnipotente”, poseedor de los conocimientos y de la práctica requerida para resolver el caso. De igual modo esa persona, al excluirse categóricamente de la definición de “cliente” del psicólogo, se coloca en su mismo nivel y crea un contexto de “consulta con el experto supervisor” no es raro que a estetipo de pedido se asocie un desafío a la presunta omnipotencia “Veamos qué es capaz de hacer ahí donde yo fracasé”. Rectores: Cuando solicitan al psicólogo que intervenga en determinados comités de clase porque “no funcionan” o porque en su seno hay docentes “que no colaboran”, ponen en práctica el mecanismo al que hemos aludido, creyendo, que ellos están fuera del sistema y por consiguiente fuera de la eventual patología relacional. Docentes: El pedido es siempre el de intervenir en un “caso difícil” habitualmente un niño con síntomas de inadaptación, para hacer un diagnóstico preciso y, de ser posible, una terapia directa, o al menos la propuesta de consejos pedagógicos de comportamiento. La hipótesis es que la enfermedad reside en el niño indicado o, a lo sumo, en su familia. La escuela, sus métodos, la relación entre el alumno y el docente que hizo el señalamiento no se cuestionan sino de manera muy tangencial: Se confía en que el psicólogo confirme la “validez pedagógica” de la actitud del profesor y ratifique, con el aval de su autoridad científica, las decisiones ya adoptadas. O bien se espera que el psicólogo asuma la responsabilidad del caso y se ocupe en forma directa del “paciente señalado”, tomándolo “a su cargo” y eximiendo al docente de toda obligación al respecto. Hay en estas actitudes una gran dosis de resistencia al cambio: el profesor, no quiere ser “cuestionado” y rechaza por “incompetente” al psicólogo que intente implicarlo como “cliente portador del problema”. Padres: Se resisten a tomar la iniciativa de concurrir al consultorio del psicólogo escolar, ya que según el estereotipo social predominante, es usual tomar al psicólogo por “médico de locos”. Cuando ante las presiones de los profesores el padre se ve obligado a dialogar con el profesor, es corriente que asuma dos actitudes típicas: Pretende obtener la seguridad de que en el caso de su hijo no se trata de una enfermedad mental. Tiende a atacar a la escuela y a achacar a los docentes incapacidad profesional, transfiriendo así a la escuela las críticas imputables al niño y a su familia. La actitud de los padres en este caso pertenece al tipo indiferencia cicatrizada (“un psicólogo más o menos…, si puede ser útil para dejar satisfecho al profesor). Estos padres nada tienen que perder socialmente frente a la escuela ni a la comunidad. La función del psicólogo que más agrada a los padres es la de experto en conferencias y mesas redondas, porque en ese contexto los problemas se desvanecen, se generalizan y pasan, a ser problemas de los demás. 20 Alderete Alexis Alumnos: Los niños comparten la creencia social de que la función del psicólogo es tratar a los locos; temen su presencia y su intervención; tienden a ridiculizar y a aislar socialmente a los compañeros que tuvieron el infortunio de caer en sus manos. Se deduce de ahí que tampoco los alumnos pueden ser considerados como “clientes potenciales” ya que para ellos el psicólogo podría muy bien no existir. Rectores, docentes y padres, como integrantes de la comunidad escolar y beneficiarios por lo tanto de la actividad del psicólogo, le atribuyen a éste un campo limitado de intervención: la patología de los demás, “de quien en la escuela me impide ser lo que yo quisiera ser, de quien me impide enseñar, de quien impide que mi hijo estudie, de quien impide que mi escuela funcione. En el pedido de intervención va implícita, la pretensión de una pronta solución del problema, solución que no implique un cambio o una reflexión para aquel que hizo el señalamiento. Se trata, de una expectativa de tipo mágico que, además de conllevar la descalificación implícita del psicólogo: “Si el psicólogo no tuvo éxito, ¿Por qué habría de tenerlo yo?”. Otro tipo de expectativa es la de atribuirle, conocimientos pedagógicos. Para muchos rectores y docentes el psicólogo posee, como tal, las recetas metodológicas decisivas para transmitir la cultura en sus diferentes disciplinas y temas. La intervención por señalamiento: El alumno problema El señalamiento del “caso” suele ser descarnado: a veces contiene ya elementos diagnósticos aproximativos, pero más a menudo se limita a una indicación de carencia intelectual o de bajo rendimiento escolar, o bien de trastornos de conducta. La experiencia enseña que en la mayor parte de los casos señalados, la escuela sólo espera del psicólogo que confirme su indicación, añadiéndole una pizca de “cientificismo” para poder justificar así las medidas disciplinarias o de marginación (clases diferenciales). El que señala el síntoma no tiene casi nunca conciencia de ser portador de un problema. Espera que la intervención del especialista apunte sin tardanza al niño-problema. Frente a este tipo de señalamiento, el psicólogo puede responder de diferentes maneras: 1) Actitud de Consentimiento Pasivo : El psicólogo, sin tomar contacto con los docentes que hicieron el señalamiento, da por buena la indicación de anomalía y pone en movimiento el mecanismo diagnóstico. Se va a buscar al niño al aula y se lo acompaña hasta el consultorio del especialista, donde es sometido a entrevistas y tests mentales y proyectivos. Por lo común se cita también a la familia y se practica una anamnesis minuciosa, no sólo psicológica sino también socioambiental. Una vez cumplidos estos requisitos, el psicólogo redacta un informe dirigido a los profesores autores del señalamiento o se entrevista con ellos. De ahí que el resultado sea un simple diagnóstico. 2) Traspaso del Problema a los Docentes : Por las razones que acabamos de mencionar, el psicólogo puede resolver no ocuparse inmediatamente del “caso” y sostener antes con los docentes una discusión exhaustiva. Convocará entonces al comité de clase para un amplio debate. Al actuar así, cree correcto tratar como “cliente” a quien le comunica el problema y no a los demás. Los educadores sienten gran hostilidad por esta actitud puesto que con el señalamiento esperan delegar “un problema fastidioso” y deben enfrentar, un recargo de tareas y la difícil faena de analizar el caso propuesto. En ocasiones suele ocurrir que algunos educadores manifiesten abiertamente que si “hubiesen tenido necesidad de ser analizados hubieran elegido a quien correspondía”. Para tener éxito, tendría que mediar, el reconocimiento de los docentes de ser ellos, en primera persona, los clientes, por cuanto son los portadores del problema. 3) Actitud de Rechazo : Algunos psicólogos, apoyándose en la idea de que la escuela obligatoria no ha de ser selectiva y no debe por lo tanto producir marginación social, comenzaron a rehusarse 21 Alderete Alexis sistemáticamente a tomar en consideración “casos” como quiera que fueren presentados. Esta actitud, los coloca en conflicto con la autoridad escolar y con los docentes. El psicólogo transfiere a la institución la patología del sujeto o la del medio (sobre todo la familia) en que éste se desenvuelve. La actitud psicoanalítica y el uso de la terminología freudiana en la escuela Permitió superar de manera definitiva las creencias vinculadas con la concepción del trastorno de conducta como expresión de una enfermedad del “cerebro” y subrayar la importancia de las relaciones primarias en la evolución psicológica del niño. El “cliente” es enviado al analista por un tercero que tiene una posición de autoridad y alienta expectativas preconstituidas en relación con la terapia. 1) El docente que hace el señalamiento quiere en realidad que la terapia se lleve a cabo para que el niño cambie en la dirección que él (el docente) desea. 2) Ni el niño ni su familia efectúan pago alguno al analista. 3) Los docentes, autores de los señalamientos contribuyen a interferir en la terapia manteniéndose en contacto con el niño o con el terapeuta y actuando con sutileza para sonsacar informaciones. El uso de una terminología psicoanalítica, con frecuencia mal utilizada, está muy lejos de extinguirse en la práctica escolar. Es más, se arraigó tantoque sugiere, en la mente de los educadores, mitos que influyen y condicionan a diario su obra educativa. Algunos ejemplos: 1) Mito de los “malos” padres : En el sentido de malos educadores; este mito se concreta en una investigación constante por parte de los docentes en cuanto a las condiciones familiares y a las relaciones entre los cónyuges en las familias de los chicos “sintomáticos”. La conducta “mala” o “insania” de un sujeto en edad evolutiva debe de tener sus raíces en padres con síntomas de maldad o de insania. 2) El mito de la “permisividad” en forma de sustitución afectiva : El profesor debe intervenir con su bondad ahí donde los padres han fallado, retirando el afecto natural. 3) Celos del hermano : De este mito deriva el prejuicio de que el niño celoso manifiesta necesariamente su insatisfacción por medio de comportamientos problemáticos o de tipo agresivo respecto de los compañeros. Determina que, cuando en la familia del alumno problema hay un hermano o una hermana menores, automáticamente se toman los celos como causa del trastorno, con grave perjuicio para cualquier otra vía de análisis o intervención. Liderazgo Directivo: Claves para una mejor escuela Autor: Stephen Anderson La relevancia del liderazgo directivo en el desarrollo de cambios y mejoras educativas; las sendas de influencias; y las categorías de prácticas del liderazgo efectivo. Propone cuatro desafíos: 1) La concreción de acciones en contextos específicos. 2) La descripción de la naturaleza del cambio. 3) El necesario apoyo a los líderes. 4) La distribución de prácticas. La necesidad de desarrollar una mayor comprensión sobre cómo se pueden adaptar los principios generales de las prácticas claves a diferentes contextos, así como saber más sobre las mejores estrategias para apoyar la difusión de buenas prácticas a una escala mayor. 22 Alderete Alexis Introducción La búsqueda de los elementos y variables para mejorar y sostener la calidad de la instrucción y del aprendizaje escolar. Reconocimiento de la existencia de prácticas y condiciones diversas en establecimientos escolares, distinguiéndose aquellos que presentan altos y bajos resultados. El liderazgo directivo a nivel de escuelas juega un rol altamente significativo en el desarrollo de cambios en las prácticas docentes, en la calidad de estas prácticas, y en el impacto que presentan sobre la calidad de aprendizaje de los alumnos en las escuelas. Justifica dos afirmaciones: 1) El liderazgo es el segundo factor Intra-Escuela, después del trabajo docente en sala de clases, que más contribuye al logro de aprendizajes de los alumnos. 2) Los efectos del liderazgo son mayores en establecimientos donde son más necesarios para el logro de aprendizajes. El segundo punto no quiere decir, que la visibilidad del impacto de un liderazgo eficaz es mayor en escuelas vulnerables. Liderazgo educativo La noción de líder como catalizador. Su presencia es crítica no solamente para iniciar y estimular un cambio en el sistema, sino también para sostener el cambio y sus efectos sobre el comportamiento y resultados del mismo. La Identificación de Buenas Prácticas está ligada con: El establecimiento de estándares. La evaluación y el perfeccionamiento profesional. Políticas sobre el liderazgo y gestión de establecimientos educacionales. Hay que pensar el liderazgo directivo en las escuelas de una manera más distribuida y colaborativa, teniendo en cuenta no solamente las acciones sino la influencia que ejercen los individuos y grupos que componen el equipo que lidera sobre los miembros de la comunidad educativa y sobre la calidad escolar del establecimiento. Prácticas de liderazgo exitoso Tres sets de prácticas comunes que componen un núcleo básico para el liderazgo exitoso. El liderazgo Directivo ejerce una influencia indirecta en el aprendizaje de los alumnos, a través de su incidencia en las motivaciones, habilidades y condiciones del trabajo de los profesores, que a su vez afectan los resultados de los estudiantes. Figura 1: La influencia producida por las acciones de los líderes sobre las prácticas de los docentes y sobre los resultados de los estudiantes es esencialmente indirecta. El desempeño de los docentes se explica como una función de sus motivaciones y habilidades, así como también de las condiciones de las organizaciones y materiales en las cuales desarrollan su trabajo. Este último factor incluye las condiciones internas que corresponden al aula de clase y a la escuela como organización, y también las condiciones externas que son susceptibles a la influencia de las acciones del directivo escolar. El rol y la influencia del liderazgo directivo sobre el mejoramiento escolar consisten en comprometerse y ejecutar prácticas que promueven el desarrollo de estas tres variables mediadoras: 1) Las Motivaciones de los Maestros. 23 Alderete Alexis 2) Sus Habilidades y Capacidades Profesionales. 3) Las Condiciones de Trabajo en las cuales realizan sus labores. Figura 2: Se identifican cuatro categorías o dimensiones de práctica de un Liderazgo Escolar Efectivo: 1) Establecer Direcciones : Tienen una influencia significativa sobre el compromiso y motivación de los docentes hacia el mejoramiento escolar 2) Desarrollar Personas : El desarrollo de personal tiene una conexión obvia con el mejoramiento de las habilidades y capacidades profesionales de los docentes 3) Rediseñar la Organización : Mejora de las condiciones de trabajo de los docentes. 4) Gestionar la Instrucción : Mejora de las condiciones de trabajo de los docentes. Cada dimensión está constituida por un conjunto de prácticas más específicas que necesita desarrollar e implementar un director de escuela... Establecer direcciones Se refiere a una serie de prácticas en las cuales el líder se orienta a desarrollar un compromiso y una comprensión compartida sobre la organización, sus actividades y metas. Tiene como objetivo que las personas que allí trabajan sientan que realizan su labor en función de un determinado propósito o visión. Abarca prácticas específicas de liderazgo como: 1) Identificar y articular una Visión : La visión comunica propósitos de carácter ético-moral de lo que se espera inculcar a los alumnos; así como valores, creencias, y conductas ideales que deben valorizar y demostrar no solamente los estudiantes sino que también los adultos que trabajan en la escuela. 2) Fomentar la aceptación grupal de objetivos y metas para poder ir acercándose a la realización de la visión: Es preciso el consenso del grupo en cuanto a las direcciones de la escuela, tanto para inspirar como para dirigir un esfuerzo colectivo hacia la visión y las metas articuladas en el plan de mejoramiento escolar. De parte de los lideres, es importante también la comunicación frecuente de las metas a los maestros para que no pierdan de vista las prioridades, así como la implementación de procesos de monitoreo y reflexión colectiva sobre la realización de la visión y metas. 3) Crear Altas Expectativas : Fijar una visión y metas con altas expectativas. Las personas se motivan más por metas que consideran desafiantes pero siempre logrables. En cuanto al mejoramiento escolar, hay que pensar no solamente en altas expectativas para los alumnos, sino también para el comportamiento y éxito de los docentes y otros que participan en el proyecto de aprendizaje y mejoramiento de la escuela. Es importante distinguir entre la visión de la escuela, y las metas más concretas a corto plazo, como implementar un nuevo programa de matemáticas o aumentar los resultados en las pruebas nacionales. Desarrollar personas Refiere a la habilidad del líder para potenciar aquellas capacidades y habilidades de los miembros de la organización necesarias para movilizarse de una manera productiva hacia la realización de las metas comunes. Las prácticas concretas son: 1) La atención y el apoyo individual a los docentes. 2) Su estimulación intelectual. 24
Compartir