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El verbo

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¿Qué son los verbos?
En gramática, los verbos son un tipo de
palabra o categoría gramatical, que
expresa semánticamente una acción, esto
es, un movimiento, un accionar, una
existencia, estado o consecución. Es decir,
son las palabras con las que denominamos
a las distintas acciones y condiciones
posibles. Vendrían a ser algo así como los
“músculos” del idioma.
El rol de los verbos dentro de la oración es
fundamental, al punto tal que ninguna
oración propiamente dicha carece de ellos,
aunque en algunas puedan estar elididos u
ocultos. De hecho, la presencia o ausencia
de un verbo principal suele ser el criterio
para distinguir entre oraciones y frases,
respectivamente.
Dentro del predicado de la oración siempre
hay al menos un verbo, pero también
puede haber varios de ellos. Solamente
uno, el verbo principal de la oración,
desempeña el papel de núcleo del
sintagma verbal del predicado.
Los verbos principales de toda oración son
fáciles de reconocer, pues se encuentran
siempre conjugados, esto es, adaptados
morfológicamente al sujeto de la oración,
de modo que exista entre los dos una
correspondencia de persona (1era, 2da,
3era) y de número (singular o plural).
Además, en la forma del verbo se toman en
cuenta otros aspectos que veremos por
separado, como el tiempo verbal (cuándo
ocurre la acción) o el modo verbal (cómo
ocurre la acción). A estos aspectos se les
conoce como accidentes del verbo.
La conjugación del verbo
La conjugación en el español, como en la
mayoría de las lenguas romances, se basa
en la modificación de la raíz del verbo,
mediante sufijos flexivos gramaticales. Para
ello sigue una regla más o menos fija
dependiendo de la persona, según la
terminación del infinitivo del verbo (-ar, -er,
-ir) y si se trata de un verbo regular o
irregular.
La conjugación estándar y regular de nuestro idioma es la siguiente:
Persona verbal Verbos acabados en “-ar” (amar) Verbos acabados en “-er” (comer)
Verbos acabados en “-ir” (vivir)
1era singular (yo) raíz + o (yo amo) raíz + o (yo como) raíz + o (yo vivo)
2da singular (tú) raíz + as (tú amas) raíz + es (tú comes) raíz + es (tú vives)
3era singular (él/ella) raíz + a (él ama) raíz + e (él come) raíz + e (él vive)
1era del plural (nosotros) raíz + amos (nosotros amamos) raíz + emos (nosotros
comemos) raíz + imos (nosotros vivimos)
2da del plural (ustedes) raíz + an
(ustedes aman) raíz + en
(ustedes comen) raíz + en
(ustedes viven)
3era del plural (ellos/ellas) raíz + an
(ellos aman) raíz + en
(ellos comen) raíz + en
(ellos viven)
En la variante peninsular del español, o
sea, en el español de España, se maneja
una segunda persona plural informal:
“vosotros”, que no es usada en ninguna
otra región hispanohablante y que posee su
propia conjugación aparte: vosotros amáis,
vosotros coméis, vosotros vivís.
Por otro lado, la forma de respeto “Usted”
se conjuga tal y como la 3era singular.
Las formas no conjugadas del verbo
verbos formas no conjugadas infinitivo
El infinitivo es la forma más usual en que
pensamos los verbos.
También como en otras lenguas, los verbos
principales del español pueden ser simples
o compuestos, dependiendo de si requieren
o no de un verbo auxiliar, o sea, de la
cooperación de otro verbo para expresar su
sentido apropiadamente.
En nuestro idioma, el único auxiliar
existente es el verbo haber (mientras que
en otros también se usa el ser o estar) y
cuando aparece junto a otros verbos
constituye un verbo compuesto. Por
ejemplo: “he vivido” (haber + vivir), “habrás
tenido” (haber + tener), “habrán visto”
(haber + ver).
Como se verá, en esos casos se conjuga el
auxiliar y no el otro verbo. Volveremos
sobre esto cuando hablemos de los
tiempos verbales.
Por otro lado, en español los verbos tienen
además formas atípicas, conocidas como
verboides o formas no finitas, en las que el
sentido completo del verbo se halla
expresado en menor medida, ya que no se
los conjuga, y que son:
El infinitivo (terminado en -ar, -er o -ir, como
amar, comer, vivír), que es la forma usual
en que pensamos los verbos, en abstracto,
y en la que operan de manera semejante a
un sustantivo: “Trotar te hará saludable”
El gerundio (terminado en -ando, -endo,
como en amando, comiendo), que sirven
para expresar una sensación de
incompletitud en la acción del verbo, o sea,
que su acción aún no está del todo llevada
a cabo. Operan como adverbios de modo
dentro de la oración: “Ayer nos devolvimos
corriendo”
El participio (terminado en -ado, -ido, como
en amado, comido), que son de uso común
en la composición de los tiempos verbales
compuestos (por ejemplo: “aún no he
comido”), pero también se emplean como
adjetivos dentro de la oración: “Miguel
estaba asustado”.
Como podemos ver, en la lógica de los
verbos puede apreciarse la complejidad de
un idioma.
Tipos de verbos
La forma de clasificar los verbos del
español atiende a diferentes criterios, que
veremos por separado:
Verbos regulares e irregulares. Esta
diferenciación se basa en la forma de
conjugar cada verbo.
Verbos regulares: Siguen la regla o la
tendencia general del idioma, la que
explicamos en la primera parte de este
artículo. Por ejemplo, «comer».
Verbos irregulares: Requieren de una
conjugación aparte, ligeramente distinta, en
la que se altera incluso la raíz del verbo.
Por ejemplo, “tener”: yo tengo, tú tienes, él
tiene, etc.
Verbos personales e impersonales. Esta
distinción se lleva a cabo fijándose en el
tipo de oraciones que cada verbo permite, y
específicamente en el hecho de si pueden
o no tener un sujeto lógico oracional.
Verbos personales: Se conjuga conforme a
la persona. Por ejemplo, «amar».
Verbos impersonales: Se utilizan en tercera
persona singular. Por ejemplo, «llover” no
puede realmente conjugarse (“yo lluevo” o
“tú llueves” solamente tienen sentido en el
lenguaje
poético) y generalmente se usa en
oraciones impersonales como “aquí llueve
mucho”.
Verbos transitivos e intransitivos. Por su
parte, esta distinción atiende a las
condiciones sintácticas en que el verbo
aparece y el tipo de complementos que
requiere.
Verbos transitivos: Forman parte de una
oración transitiva, en la cual la acción del
verbo es desempeñada por un
sujeto-agente sobre un objeto-paciente.
Esto significa que estos verbos requieren
un objeto directo o complemento directo
sobre el cual recae la acción, y sin ellos,
pierden el sentido. Por ejemplo, “conseguir”
requiere de algo que se consigue, porque
decir simplemente “yo consigo” es como no
decir nada. “Yo consigo el dinero” en
cambio, tiene sentido, porque hay un
complemento directo que es “el dinero”.
Verbos intransitivos: No admiten ese
complemento, y pueden expresarse por sí
solos perfectamente. Por ejemplo, el verbo
“dormir” es intransitivo, pues se duerme o
se duerme de algún modo (complemento
circunstancial: “yo duermo bien”), pero no
se duerme una cosa: “Yo duermo” es una
oración totalmente comprensible.
Verbos copulativos. Se llaman así a los
verbos que no expresan acciones, sino que
sirven para denotar condiciones o estados,
y por esa razón suelen ir acompañados de
un adjetivo, en lugar de un complemento
directo. Por ejemplo, el verbo ser en “Yo
soy latinoamericano” o “Ella es abogada”.
Modos verbales
Junto con las personas y los tiempos
verbales, los modos verbales forman parte
de los accidentes del verbo, o sea, de sus
formas de aparición. En este caso, el modo
del verbo indica la forma en que la acción
del verbo se realiza, o también la actitud
del hablante o emisor respecto a lo que se
dice. Dependiendo del modo, variará la
conjugación del verbo.
En español existen tres modos verbales,
que son:
Indicativo. Empleado para la comunicación
ordinaria, cuando se quiere describir
acciones reales o posibles de realizar. La
conjugación que vimos en los apartados
anteriores era siempre en el modo
indicativo, aunque pueda variar en su
tiempo y persona verbal: “yo como”, “ella
ha comido”, “nosotros comeremos”,
“ustedes comieron”, son todos ejemplos de
modo indicativo.
Imperativo
. Este modo se utiliza exclusivamentepara
ordenarle al receptor del mensaje algo, o
con la esperanza de influir en su conducta
de alguna manera. Por ende, no puede
conjugarse sino en segunda persona del
singular o del plural. ejemplo: “¡Come!”,
“Ustedes coman tranquilos” o “Coma,
maestro”.
Subjuntivo. El subjuntivo es un modo que
sirve para expresar deseos, probabilidades
o situaciones hipotéticas. En ello se
distingue del indicativo, y posee una
conjugación aparte. Por ejemplo: “Quizá
comas más tarde”, “Hubiéramos comido
mejor en la cocina”, “Quiero que mi perro
coma lo mejor”.
Tiempos verbales
El último de los accidentes verbales, el
tiempo verbal indica cuándo se cometió la
acción, y modifica significativamente la
conjugación para reflejarlo. Esto se lleva a
cabo dentro de un paradigma de tres ejes
principales: presente (ocurre ahora mismo),
pasado (ya ocurrió) y futuro (aún no
ocurre).
Sin embargo, los verbos se adaptan a
estos ejes de manera gradual, o sea,
procurando ser lo más exactos posibles en
las distinciones en cuanto a tiempo. Para
ello, a menudo deben servirse del auxiliar
haber, tal y como lo explicamos
previamente.
Así, a grandes rasgos, tenemos en español
los siguientes tiempos:
Presente:
Presente simple: yo canto
Condicional simple: yo cantaría
Futuro:
Futuro simple: yo cantaré
Antefuturo (futuro compuesto): yo habré
cantado
Pasado:
Antepresente (pretérito perfecto
compuesto): yo he cantado
Pretérito imperfecto: yo cantaba
Condicional compuesto: yo habría cantado
Pretérito perfecto simple: yo canté
Pretérito pluscuamperfecto: yo había
cantado
Ejemplos de verbos
A continuación, una lista con ejemplos de
verbos en infinitivo:
Terminados en -ar: amar, tomar, hablar,
cambiar, ubicar, aflojar, sortear, combinar,
devorar, impacientar, empujar, asimilar,
rebotar, tontear, flirtear, abrumar,
conformar, reconfortar, aplacar, sanar,
redondear, rebanar, ganar, bajar, nadar,
caminar, trotar.
Terminados en -er: comer, correr, perder,
palidecer, atardecer, sorber, reverdecer,
poder, coger, deber, beber, meter, saber,
toser, entender, ver, comprender, tener,
ensombrecer, perecer, caer, leer, padecer,
merecer, parecer, arremeter, verter.
Terminados en -ir: vivir, dormir, morir, venir,
abrir, zurcir, aludir, sufrir, decir, salir, ir,
admitir, parir, seguir, sonreír, partir,
construir, redimir, derruir, agredir, añadir,
pedir, deglutir, derretir, reñir, perseguir,
urgir, medir, dimitir, impedir, abolir, fingir,
asir.
Oraciones con verbos
No es difícil hallar ejemplos de oraciones
con verbos, casi todas las que se nos
puedan ocurrir tendrán al menos uno. A
continuación, algunos ejemplos:
Tu madre tuvo un ataque al corazón.
Yo habría podido verte anteayer.
Lloverá todo el día de mañana.
Sabemos a qué te dedicaste toda la vida.
Quiero que te rías todos los días.
El público decidirá a quién darle el premio.
Jugando todo el día no llegarás a ningún
lado.
Hoy estaremos trabajando en la habitación
del fondo.

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