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El Renacimiento

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El Renacimiento
Introducción
El Renacimiento fue un período de intensa
creatividad y cambio en la historia de
Europa.
Caracterizado por avances en el arte, la
ciencia y la filosofía, este fascinante
período merece una exploración profunda
en forma de ensayo.
El Renacimiento, originado en Italia en el
siglo XIV y extendido por toda Europa
durante los siglos XV y XVI, fue un
florecimiento cultural, artístico, científico y
filosófico.
El humanismo fue una de sus principales
características, valorando la razón, la
educación y la dignidad humana. La
literatura, el arte y la filosofía de la época
exploraron la naturaleza humana y el
mundo que nos rodea. Además, los artistas
renacentistas se esforzaron por representar
el mundo de manera realista, utilizando
técnicas como la perspectiva lineal y el
juego de luces y sombras.
En esta composición, desglosaré la
estructura del Renacimiento y
proporcionaré ejemplos para ilustrar las
técnicas y estrategias presentadas.
¿Qué es el Renacimiento?
El Renacimiento fue un amplio e importante
movimiento cultural producido en Europa
en los siglos XV y XVII.
Sirvió de transición entre el Medioevo y la
Edad Moderna, trayendo consigo una
profunda renovación del pensamiento, las
artes y las ciencias.
El Renacimiento se caracterizó por el
retorno a las raíces grecolatinas clásicas de
Occidente, lo cual significó una
revalorización de sus mitos, sus discursos y
su filosofía, luego de siglos de pensamiento
dogmático religioso.
Su nombre le fue otorgado en el siglo XIX,
por el historiador francés Jules Michelet
(1798-1874) en 1855, rescatando el
término que usó por primera vez el escritor
y arquitecto italiano Giorgio Vasari
(1511-1574).
El Renacimiento no fue un movimiento
homogéneo, ni unitario, desde el punto de
vista cronológico o geográfico. De hecho,
surgió de manera desordenada en Europa
y se transmitió luego a las recientes
colonias europeas en América.
Por otro lado, los cambios políticos y
sociales que trajo esta época fueron de
importancia en todo Occidente: el fin del
pensamiento religioso medieval y del
sistema feudal aristocrático, el surgimiento
de las culturas burguesas y el inicio, algo
después, del capitalismo.
Muchos de los grandes artistas y
pensadores occidentales a los que
rendimos culto hoy en día formaron en su
momento parte del Renacimiento, y
algunas de sus obras constituyen hoy en
día íconos de la cultura moderna
Occidental. De alguna forma, el mundo que
hoy conocemos comenzó a construirse con
el Renacimiento.
Características del Renacimiento
El mecenazgo permitió a los artistas
incursionar en temáticas no religiosas.
A grandes rasgos, el Renacimiento se
caracterizó por:
El “retorno a la Antigüedad”, o sea, la
recuperación de la tradición filosófica,
artística y política de la Grecia y la Roma
clásicas, que durante siglos el cristianismo
había tenido por pagana.
El rechazo al dogmatismo cristiano y el
inicio de una nueva relación con la
naturaleza, mediada por la ciencia. Esto a
la larga condujo al nacimiento del
humanismo, que reemplazó a la fe por la
razón como valor supremo, y en lugar de
Dios puso al ser humano como centro del
universo.
Las artes fueron patrocinadas por las altas
clases sociales (ya no sólo por la Iglesia) a
través del mecenazgo.
Esto financió una importante cantidad de
artistas de la época, y les permitió
incursionar en obras de arte de temática no
religiosa o no cristiana.
Se promovieron y realizaron nuevos
descubrimientos científicos, nuevos
proyectos de medición y nuevas
deducciones, entre las que destaca la
sustitución del modelo geocéntrico del
universo (aristotélico) por el heliocéntrico
(copernicano).
Contexto histórico del Renacimiento
Descubrimientos geográficos como el de
Colón abrieron nuevos mercados.
El Renacimiento tuvo lugar al término de la
Edad Media, a partir del siglo XV.
Sin embargo, numerosos historiadores
fechan sus antecedentes tempranos en los
siglos XIII o XIV.
Su punto de partida fue una época
marcada por el debilitamiento del poder
eclesiástico, a causa de la Reforma
protestante y de la caída del Sacro Imperio
Romano Germánico.
Además, se desarrolló una pronunciada
crisis económica que acusaba el fin del
modo de producción feudal, lo cual trajo
consigo un decaimiento en las artes y las
ciencias.
En medio de la decadencia medieval,
muchos centros de poder europeos
buscaron refugio en un nuevo modelo de
Estado, comandado por un autoritarismo
monárquico, así como las artes buscaron
refugio en la antigüedad clásica.
Además, en el siglo XVI, además tuvieron
lugar los grandes descubrimientos
geográficos europeos, a manos de
Cristóbal Colón, Fernando de Magallanes y
Vasco da Gama. Así se abrieron nuevos
mercados y nuevas rutas comerciales,
otorgándole cada vez más poder a una
nueva clase social en ascenso: la
burguesía, encargados de tender las bases
del capitalismo venidero.
El Renacimiento comenzó en Italia,
específicamente en las ciudades-república
de Florencia y Venecia, pero también en
ciudades monárquicas como Milán y
Nápoles, y en Roma, sometida al dominio
papal.
Arte renacentista
Escultura renacentista
Durante el Cinquecento surgieron grandes
artistas como Miguel Ángel.
El arte renacentista se puede organizar en
períodos históricos y estéticos distintos:
El Quattrocento o Renacimiento temprano.
Conocido también como “Primer
Renacimiento” o “Bajo Renacimiento”, duró
el siglo XV casi entero y supuso la
desaparición de la oscuridad medieval a
manos de la luz renacentista.
En este período la ciudad de Florencia
ocupó el lugar central en la vanguardia
artística, mientras que el resto de Europa
continuó cultivando el arte gótico medieval.
El Cinquecento o Renacimiento pleno.
Conocido también como Alto Renacimiento,
fue el período propiamente clasicista del
arte renacentista, en el cual surgieron sus
grandes artistas: Leonardo, Miguel Ángel,
Rafael, y se dio el apogeo de la pintura y
escultura del momento.
El manierismo o bajo Renacimiento. Fue
una reacción anticlásica gestada en el seno
del arte renacentista hacia mediados y
finales del siglo XVI, caracterizada por la
exageración de los gestos típicos del
clasicismo, prefiguración de los excesos
que luego fueron propios del Barroco. Se le
considera un estilo extravagante, imitativo y
decadente.
El Seicento o barroco italiano. Cuyas obras
buscaron activamente el exceso, la
confusión, el contraste, la mezcla de
materiales pictóricos o plásticos, a través
de lo cual se esperaba contrarrestar los
influjos iconoclastas de la Reforma
protestante y de la Revolución científica.
Predominaron las obras devocionales y los
artistas polifacéticos.
Los principales artistas del renacimiento
fueron:
Michelangelo Buonarroti (1475-1564),
Sandro Botticelli (1445-1510),
Rafael Sanzio (1483-1520),
Leonardo da Vinci (1452-1519),
y Doménikos Theotokópoulos “El Greco”
(1541-1614).
Literatura renacentista
William Shakespeare fue un importante
autor de la dramaturgia isabelina.
La literatura del Renacimiento giró en torno
al humanismo y, como en las otras artes,
en torno a la recuperación de los mitos,
motivos y la tradición clásica grecolatina.
Inicialmente, muchas de las ideas
platónicas y aristotélicas fueron
recuperadas y puestas al servicio del
cristianismo, lo cual permitió la
recuperación de la preceptiva clásica. Se
desarrollaron nuevos géneros, como el del
ensayo, y nuevos modelos métricos para la
poesía (como el soneto y el verso
endecasílabo), así como la novela
moderna.
La literatura renacentista fue difundida con
enorme fuerza gracias a la invención de la
imprenta y nació bajo la influencia de tres
grandes antecesores: Dante Alighieri
(1265-1321), cultor destacado del dolce stil
nuovo;
Francesco Petrarca (1304-1374), autor de
un formidable cancionero escrito en
italiano; y
Giovanni Boccaccio (1313-1375), célebre
autor del Decamerón.
El nacimiento del ensayo fue de particular
importancia, ya que permitió la divulgación
de las ideas del humanismo en escritos
didácticos, explicativos.Fueron importantes
cultores del género durante el
Renacimiento: Martín Lutero (1483-1546),
Erasmo de Rotterdam (1466-1536), Michel
de Montaigne (1533-1592) y Nicolás
Maquiavelo (1469-1527).
Al mismo tiempo, la Commedia dell’Arte y
la dramaturgia isabelina marcaron una
importante pauta, en especial bajo las
plumas de William Shakespeare
(1564-1616) y Christopher Marlowe
(1564-1593), tanto como lo hizo la novela
bajo la de Miguel de Cervantes
(1547-1616) y François Rebelais (c.
1494-1553), entre muchos otros.
Arquitectura renacentista
La arquitectura renacentista experimentó
sobre el legado antiguo y medieval.
El Renacimiento constituye una ruptura en
la historia de la arquitectura, especialmente
respecto al estilo gótico que predominó en
el Medioevo cristiano. Como otras formas
de arte, buscó su inspiración en las formas
clásicas, pero introdujo en ellas numerosas
innovaciones en cuanto a técnicas y
materiales de construcción, y a lenguaje
arquitectónico.
Además, los arquitectos pasaron del
anonimato artesanal a una figuración
pública propia de la profesionalización de la
arquitectura. Así, sus obras fueron
debidamente documentadas y sus nombres
conservados, a diferencia de los
arquitectos románicos y góticos
precedentes.
La arquitectura renacentista se centra en el
ser humano, tal y como lo proponía el
humanismo naciente. Se nutrió de
diferentes artes y técnicas, gracias a lo cual
se pudo descubrir la perspectiva, lo cual es
quizá el rasgo más notable del período
entero.
Dado que los arquitectos renacentistas
aspiraron a lo clásico, pero no a lo
neoclásico, se permitieron la
experimentación y la innovación en cuando
al legado antiguo y medieval, del cual
tomaron y reinterpretaron a su antojo.
Los principales arquitectos renacentistas
fueron Jacopo Vignola (1507-1573), Leon
Battista Alberti (1404-1472), Filippo
Brunelleschi (1377-1446) y el propio Miguel
Ángel Buonarotti.
Obras del Renacimiento
renacimiento la piedad miguel angel
escultura
«La Piedad» de Miguel Ángel es una de las
esculturas más importantes de la historia.
Algunas de las obras artísticas más
conocidas del Renacimiento son las
siguientes:
Pintura:
La Capilla Sixtina (1482) de Miguel Ángel.
La escuela de Atenas (1512) de Rafael.
La Gioconda (1519) de Leonardo da Vinci.
El nacimiento de Venus (1485) de Sandro
Botticelli.
El caballero de la mano en el pecho (c.
1580) de El Greco.
Arquitectura:
Palacio Medici Riccardi (1444) de
Michelozzo, en Florencia.
Villa Capra (1566) de Andrea Palladio, en
Vicenza.
Basílica de San Lorenzo (1418-1470) de
Filippo Brunelleschi, Michelozzo y Antonio
Manetti, en Florencia.
Cúpula de la Catedral de Santa María del
Fiore (1471) de Filippo Brunelleschi, en
Florencia.
Monasterio de los Jerónimos de Belém
(1514-1544) de Diogo Boitaca, Juan de
Castillo y Diego de Torralva, en Lisboa.
Escultura:
David (1504) de Miguel Ángel.
La piedad (1499) de Miguel Ángel.
Las cuatro estaciones (c. 1547) de Jean
Goujon.
Literatura:
Elogio de la locura (1511) de Erasmo de
Rotterdam.
Ensayos (1580) de Michel de Montaigne.
El príncipe (1531) de Nicolás Maquiavelo.
Hamlet (1605) y Otelo (1604) de William
Shakespeare.
Don Quijote de la Mancha (1605) de Miguel
de Cervantes.
Gargantúa y Pantagruel (1534) de François
Rebelais.
Renacimiento y humanismo
El humanismo constituyó el espíritu del
Renacimiento. Fue un movimiento
intelectual, filosófico y cultural que retomó
el humanismo clásico grecolatino, para así
reinventar la cultura europea en oposición
al oscurantismo medieval.
Suplantó la fe en Dios por la razón
humana. De la mano de las ciencias
nacientes, el humanismo propuso un
modelo educativo nuevo, una nueva
concepción del mundo y del lugar que el
ser humano en él ocupaba, y finalmente
sentó las bases para la Ilustración y la
Revolución francesa de 1789.
El humanismo se opuso al mundo
aristocrático y desigual del Medioevo.
Reinterpretó algunos valores clásicos para
avanzar hacia un mundo de iguales, en el
que los seres humanos fueran los artífices
de su propia salvación, y no la autoridad
divina.
Así, se propuso limitar el poder de la
Iglesia, construir nuevos discursos y
valores. Inició el arduo trabajo de construir
una moral y una ética totalmente nuevas y
propias, labor de la que se encargó en
adelante la filosofía moderna.
Con la aparición del humanismo, el mundo
medieval llegó a su fin y comenzó la Edad
Moderna en Occidente.
Conclusión
En resumen, el Renacimiento dejó una
huella indeleble en Europa.
La educación y el conocimiento se
valoraban más que nunca, y la religión y la
política ya no eran los únicos temas de
discusión.
Las figuras clave, como Leonardo da Vinci,
contribuyeron significativamente a este
período de profundos cambios culturales.
Bibliografía
“Historia Moderna” por Bartolomé
Bennasar, Jean Jacquart y François
Lebrun. Ediciones Akal, Madrid, 1980 1.
Renacimiento y Barroco” (Vol. I: De Giotto a
Leonardo, Vol. II: De Miguel Ángel a
Tiépolo) por Giulio Carlo Argan. Ediciones
Akal, Madrid, 1996 1.

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