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PONER A BAILAR LA EDUCACION CORPORAL DE DE LA CABEZA A LOS PIES - NEUROPEAGOGIA Y DANZA

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MEMORIAS FORO DANZA Y NIÑEZ Hacia una práctica formativa
contextualizada del cuerpo
Book · April 2023
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3 authors:
Lina Álvarez Toro
Universidad del Atlántico
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Jairo Atencia Escorcia
Universidad del Atlántico
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Monica Lindo
Universidad del Atlántico
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MEMORIAS FORO 
DANZA Y NIÑEZ 
Hacia una práctica formativa contextualizada del cuerpo 
 
 
Memorias Foro 
DANZA Y NIÑEZ 
Hacia una práctica formativa contextualizada del cuerpo 
ISSN: 2805-7937 (En Línea) 
Volumen 2 – marzo de 2023 -Barranquilla 
Publicación anual 
 
Organizador del Foro: 
Grupo de Investigación CEDINEP –Universidad del Atlántico 
Semillero CORPOEDU 
 
Ponentes: 
Argemiro Arteaga Arteaga 
Fernando Romero Tatis 
Jairo Atencia Escorcia 
Lina Álvarez Toro 
Mailyn Olivares Ramírez 
Marbel Luz Barros 
Mónica Lindo De Las Salas 
Yalov Villadiego Ramírez 
 
 
Editor: 
FUNCAMOL 
 
https://escuelamonicalindo.wixsite.com/funcamol/post/publicaciones 
Barranquilla – Colombia 2023 
 
 
 
 
https://escuelamonicalindo.wixsite.com/funcamol/post/publicaciones
 
CONTENIDO 
Capítulo 1 ............................................................................................9 
LA DANZA Y SUS APORTES EN EL DESARROLLO PSICOMOTRIZ: 
UNA PROPUESTA DESDE LA PSICOMOTRICIDAD 
VIVENCIADA ............................................................................. 9 
Capítulo 2......................................................................................... 21 
LA DANZA: MOVIMIENTO HACIA LA INCLUSIÓN .................... 21 
Capítulo 3......................................................................................... 29 
DANZA Y DISCAPACIDAD EN LA INFANCIA .............................. 29 
Capítulo 4......................................................................................... 50 
PONER A BAILAR LA EDUCACION CORPORAL DE LA CABEZA A 
LOS PIES – NEUROPEDAGOGIA Y DANZA ................................ 50 
Capítulo 5......................................................................................... 61 
MORFOLOGÍA DE LA MÚSICA APLICADA A LA DANZA 
TRADICIONAL ......................................................................... 61 
Capítulo 6......................................................................................... 68 
EXPERIENCIAS FORMATIVAS DESDE LA GIMNASIA Y LA 
DANZA EN NIÑOS DE SEIS A 8 AÑOS ....................................... 68 
Capítulo 7......................................................................................... 81 
DANZA Y DESARROLLO HUMANO .......................................... 81 
Capítulo 8......................................................................................... 91 
DANZA Y NIÑEZ EN EL CONTEXTO EDUCATIVO ...................... 91 
LOS AUTORES ............................................................................ 99 
 
7 
 PRESENTACIÓN 
El presente documento es un compilado de las ponencias expues-
tas en el marco del II Foro Danza y niñez, hacia una práctica formativa con-
textualizada del cuerpo, que tuvo como propósito, generar reflexiones 
académicas en torno a las prácticas formativas del cuerpo en la etapa esco-
lar. Esta actividad liderada por el Grupo de investigación CEDINEP, contó 
con la presencia de profesionales en el tema de la danza, la educación y la 
niñez y se desarrolló de manera virtual en el mes de noviembre del año 
2022. 
Los campos conceptuales que se abordan en su conjunto durante 
el foro, reflejan la necesidad de analizar los procesos de formación en danza 
en los primeros años de edad. Este abordaje se realiza a partir de diversas 
perspectivas entre ellas, el campo de la neuro pedagogía, la educación mu-
sical, la inclusión educativa, la práctica pedagógica y la danza misma. 
 De esta forma, sehace pertinente desarrollar acciones que deriven 
en la permanente reflexión sobre el hacer de la danza en los niños, así como 
las prácticas formativas del cuerpo, por lo que el Estado colombiano y todas 
sus dependencias territoriales no solo deberían considerar la formación en 
danza como parte fundamental en los lineamientos generales de educa-
ción, incorporándola como una asignatura obligatoria en todos los planes 
de estudio, sino que debe promover la permanente cualificación de los 
maestros. Estos procesos académicos materializados en foros y conversa-
torios como los que se proponen en este proyecto, redundan en una apro-
piada práctica creativa y escénica con y desde los niños y niñas. 
La danza requiere ser estudiada y ejecutada de manera consciente 
y responsable, por su complejidad conceptual y su importancia interpreta-
tiva. Así lo han entendido muchas instancias culturales en el mundo, por ello 
es importante comprometerse con la oferta de actividades como la que se 
presenta en este foro, con el fin de cualificar los procesos formativos apun-
tando al desarrollo integral desde la niñez. 
 
8 
 
9 
 
CAPÍTULO 1 
LA DANZA Y SUS APORTES EN EL DESARROLLO 
PSICOMOTRIZ: UNA PROPUESTA DESDE LA 
PSICOMOTRICIDAD VIVENCIADA 
Lina Álvarez Toro 
Universidad del Atlántico - Colombia 
 
Introducción 
En el transcurso de los primeros años, los seres humanos van 
estructurando su personalidad a partir de la vinculación entre lo cog-
nitivo, lo corporal y lo emocional (Díaz & Quintana, 2016; Arufe, 2020), 
así como de la necesidad de movimiento que se ve reflejada a través 
del deseo de exploración del entorno, aspecto que se convierte en 
parte esencial para comprender la psicomotricidad como herramienta 
de intervención que facilita y estimula el desarrollo psicomotriz (Abe-
llán, 2021). De igual forma, la psicomotricidad también implicaría as-
pectos relacionados con la orientación temporal, es decir, la toma de 
decisiones con respecto a las secuencias de los movimientos y de sus 
desplazamientos ejecutados en cierto tiempo (Nelson et al., 2017) 
Es por medio de las vivencias psicomotrices que niños y niñas 
exploran el mundo que les rodea empleando su cuerpo como instru-
mento para la recepción de estímulos visuales, sonoros, táctiles kines-
tésicos etc., favoreciendo la maduración motora, intelectual y espacial 
(Chatzihidiroglou et al., 2018). 
10 
Distintas experiencias educativas han demostrado que la prác-
tica de la danza es una herramienta idónea para el desarrollo de las 
capacidades psicomotrices (Astuto y Ruck 2017) teniendo en cuenta 
que la danza además de ser una manifestación artística y cultural per-
mite el reconocimiento del cuerpo en el espacio, el esquema corporal, 
el ritmo, la temporalidad, lateralidad y coordinación, pero también 
propone la interacción social la expresión de sentimientos y emocio-
nes, por lo tanto se propone la danza como herramienta de interven-
ción psicomotriz para potenciar especialmente el desarrollo sensorial 
y motriz durante la etapa infantil (Cameron et al., 2020). 
Psicomotricidad y campos de intervención 
La Psicomotricidad puede entenderse a partir de las estrechas 
relaciones que existen entre el cuerpo, las emociones y el pensamiento 
inconsciente, existiendo una relación permanente entre estos aspec-
tos, de ahí que algunos autores como Wallon …. Definen este concepto 
como la unión entre lo somático y lo psíquico. 
Haciendo un recuento histórico de la evolución del concepto 
de psicomotricidad debemos iniciar con la concepción de cuerpo que 
se crea en las primeras civilizaciones, como la griega, la romana o la 
oriental, donde se establecía la idea de que cuerpo y alma estaban uni-
dos. En Francia en el siglo XVII, surgió una idea de cuerpo propuesta 
por el filósofo René Descartes, el cual afirmaba que el cuerpo es un 
fragmento visible en el espacio pero que está separado del individuo 
pensante (Mendiara y Gil, 2016). 
A principios del siglo XX comenzó a desestimarse la idea física, 
simplemente biológica del cuerpo humano y se rompe con el dualismo 
de cuerpo y mente propuesto que había sido propuesta por descartes 
y develan descubrimientos en neuropsiquiatría de autores como 
11 
Sherrington, Wernicke y Dupré, quienes demostraron la estrecha rela-
ción entre los trastornos motores y mentales. 
Por otra parte, la psicología evolutiva descritas por Piaget, 
1985; Gesell, 1933; y Wallon, 1974) este último resalta el enfoque glo-
bal de la Psicomotricidad, dando valor dentro de esta a lo físico, a lo 
afectivo, a lo emocional, de igual forma los aportes a las bases del fun-
cionamiento dinámico de los individuos descritos por Freud pone en 
consideración el desarrollo sensoriomotor como eje transversal en la 
construcción de la personalidad. 
Desde otra perspectiva freudiana se consideran los aportes de 
(Jung, 1993) acerca de la importancia del cuerpo en el desarrollo sim-
bólico que se manifiesta a través del mito del cuento o del arte, en 
esta línea del tiempo podemos encontrar a Ajuriaguerra quien se le 
conoce como el padre de la Psicomotricidad y amplio la obra de Wallon 
estudiando la relación entre del cuerpo con la psiquis, de igual forma 
este autor integra los aportes de la neuropsiquiatría, la psicología del 
desarrollo y las corrientes de la pedagogía moderna, además destacó 
la importancia que tiene el movimiento para la construcción del es-
quema e imagen corporal del niño y por lo tanto para el psiquismo in-
fantil (Durivage, 2005; Robert, 2006). 
Debido a lo anterior se consolidan algunos aspectos de la psi-
comotricidad y se abre paso a otras formas de intervención como lo es 
la reeducación psicomotriz que busca la modificación o reaprendizaje 
de aspectos del desarrollo psicomotor en el que se observan dificulta-
des en su forma de actuar y expresarse (Rigal, 2006). 
 Por otra parte, autores como podemos destacar a Le Boulch 
(1982), creador del método psicocinético en donde la psicomotricidad 
se constituye como un lazo entre la actividad psíquica y la actividad 
12 
motriz y en donde existen interdependencia entre ellas para la cons-
trucción, este método llega a fortalecer la practica psicomotriz educa-
tiva 
A continuación, se presentan los objetivos de acuerdo con los 
enfoques de intervención de la psicomotricidad. Ver figura1. 
Figura 1. Enfoques de intervención y sus objetivos 
 
Elaboración propia 
Nos damos cuenta como ha venido evolucionando el concepto 
de psicomotricidad y sus enfoques de intervención, planteando pers-
pectivas tradicionales desde la educación psicomotriz hacia posturas 
más dinámicas (Berdila et al., 2019; Gamonales, 2016; Talaghir et al., 
2019), en las cuales el desarrollo psicomotor tiene relación estrecha 
con la dimensión afectiva, la vivencia y la experimentación (Ros y Pas-
cual, 2021), aspectos fundamentales que son considerados por autores 
como Le Pierre y Aucouturier quienes han realizado críticas a la formas 
tradicionales de realizar practica psicomotriz en las que para ellos se 
instrumentaliza el cuerpo para un fin y no como el medio para llegar a 
13 
él, a lo cual han denominado psicomotricidad vivenciada, la cual pre-
tende a través de la práctica psicomotriz entendiéndose esta como 
una actividad propuesta a partir del juego espontaneo, en la que se 
permite que el cuerpo este al servicio del niño o niña y que este integre 
las emociones, la tonicidad y el pensamiento inconsciente para que lo-
grar la relación consigo mismo y con el mundo exterior. 
Esta perspectiva de la psicomotricidad permitirá ver al niño o 
niña como protagonista en su acción motriz, favoreciendo la creativi-
dad, la imaginación, dejando de lado las ideas preconcebidas, las ins-
trucciones y los test estandarizados, dichos autores plantean una 
visión renovada en este campo, que responda a las necesidades cultu-rales y educativas, Retamales y Carbullanca (2002). Para comprender 
acerca del conceptos y características de la psicomotricidad vivenciada 
a continuación se presenta la siguiente definición: 
 Aucouturier, B: “Movimiento al servicio de hacerse hombre 
entre hombres, movimiento para sentir el amor y el rechazo, para en-
tender el yo y el otro, para situarse como vivo y cambiante en el 
tiempo, para desplazarse en un espacio y para manipular objetos 
donde se discriminarán primero relaciones concretas y luego abstrac-
tas”.22 
Es por lo anterior que al momento de realizar una sesión psi-
comotriz desde la perspectiva vivencial se consideran los siguientes as-
pectos a observar en el niño la relación con su propio cuerpo, con los 
objetos, con el espacio, estableciendo las relaciones entre él y las per-
sonas, por medio del reconocimiento de su cuerpo, donde construye 
su propio espacio y sus límites, Álvarez (2013), en donde el juego, se 
propone como la manera que tiene el niño y niña para mostrarse a sí 
mismo y a los demás, de expresar sus sentimientos y emociones, de 
14 
descubrir su entorno y de interactuar con su cuerpo y los objetos. Ver 
figura 2. 
Figura 2. Aspectos de valoración en la práctica psicomotriz desde la 
perspectiva vivenciada 
 
Elaboración propia 
Danza y sus aportes a la psicomotricidad 
Existen técnicas de intervención psicomotriz tales como el 
juego sensorio motriz, simbólico y juego reglado, el cuento vivenciado 
es otra forma de intervención de aspectos literarios lo cual es similar a 
la danza puesto que se cuenta a través del cuerpo las emociones, pen-
samientos, deseos etc., siendo el cuerpo protagonista en la acción mo-
triz. Para el siguiente autor la psicomotricidad considera al cuerpo 
como el escenario donde acontece el abordaje de la psicomotricidad y 
refiere: 
Harriague, (2010) “La actividad motriz espontánea evoluciona 
en actividad motriz intencional. Para llegar a ello es necesaria la 
15 
intervención de una entidad orgánico-neurológica lo suficientemente 
madura para lograr esta realización”. 
Por medio de su expresividad los niños y niñas manifiestan su 
capacidad cognitiva, la voluntad y la capacidad de ejecución. 
Para Aucouturier quien organiza la práctica psicomotriz desde 
la vivencia y el registro corporal, orienta los objetivos del abordaje psi-
comotor hacia el dominio del «cuerpo» y sus pulsiones: cuerpo como 
mediador para equilibrar aspectos emocionales, vivenciar el espacio, 
el tiempo, y construir conocimientos a través de la experiencia motriz. 
La danza aporta desde su praxis al alcance de dichos objetivos, 
o vivenciado en la práctica psicomotriz moviliza la emoción, que se 
pone de manifiesto a través del tono muscular y se libera por medio 
del movimiento que permite la regulación tónico emocional, a veces 
con explosiones, otras por medio de reacciones expresivo afectivas La-
pierre y Aucouturier (1984) 
Aunque casi ningún autor ignora o niega el componente emo-
cional de la danza, algunos destacan el elemento corporal sobre los de-
más. Así, Laban (1978) considera a la danza más como el lenguaje de la 
acción que de la emoción; un conjunto de acciones corporales y men-
tales ordenadas coherentemente. «La danza puede ser considerada 
como la poesía de las acciones corporales en el espacio» (1987, p. 43) 
La apropiación y el dominio del propio cuerpo permiten orga-
nizar los movimientos, favoreciendo la sensibilidad cinestésica, propio-
ceptiva y ofrece una imagen de nosotros mismos que se refleja en 
nuestra identidad. 
Conclusión 
16 
Luego de haber revisado el concepto de psicomotricidad y 
como ha ido evolucionando a lo largo de la historia, vemos que la prac-
tica psicomotriz nos ofrece el juego como estrategia de intervención, 
pero vale la pena seguir indagando los aportes que la danza brinda para 
favorecer el desarrollo psicomotor respetando las posibilidades de los 
niños y estimulando la expresividad a través del cuerpo libre y espon-
taneo. 
 
 
 
 
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CAPÍTULO 2 
LA DANZA: MOVIMIENTO HACIA LA INCLUSIÓN 
 
Yalov Villadiego Ramírez 
Universidad del Norte 
 
 
“Todo el mundo debe tener acceso a moverse 
y a poder disfrutar de los beneficios 
que te entrega la danza” 
Connolly (Coreógrafa profesional) 
 
La danza como lenguaje expresivo, con connotaciones inter-
nas, como movimiento y co-creación; se convierten en el escenario 
propicio y casi natural en sí mismo para la inclusión. La danza es crea-
tividad; es libertad y por ello, elimina los prejuicios; es la generación de 
un pensamiento divergente, que rompe con la homogenización del 
pensamiento. 
Para construir los argumentos del presente escrito, se realizó 
una revisión teórica alrededor de la danza y la inclusión; además, se 
retoma la experiencia personal. La información recabada y analizada 
permite considerar que la danza es inclusión, cuando se entiende la 
danza como encuentro del ser, como encuentro con el entorno y como 
encuentro con el otro. A continuación se desarrollan estos tres plan-
teamientos y se presenta una experiencia significativa de la danza y la 
inclusion, como estudio de caso. 
 
 
22 
La danza como encuentro del ser. Es reconocer que la danza 
potencia el desarrollo personal, desde la concepción del propio cuerpo 
(la imagen y el concepto corporal); y propende por una mejora de la 
autoconfianza y la autoestima (Fernández-Carrión, 2011). Al practicar 
la danza y en especial desde la primera infancia, nos hacemos cons-
cientes de las propias sensaciones y movimientos, nos permite recono-
cernos como personas únicas e irrepetibles, con capacidades distintas; 
lo que conlleva a un desarrollo socioemocional efectivo. 
Así mismo, la danza, reduce la ansiedad y aumenta la satisfac-
ción de las personas (Olvera, 2008). Brindando la oportunidad de crear 
una vía de escape, de liberar tensiones y emociones, desde el empleo 
del lenguaje no verbal. Además, incrementa la determinación, el entu-
siasmo, la inspiración y la atención (Quiroga, Kreutz, Clift y Bongard, 
2010). 
Para Vásquez (2018) la danza “proporciona múltiples benefi-
cios a nuestra salud física y mental, transformando personas con acti-
tudes seguras y una autoestima firme para lograr las metas en lo que 
se propongan en la vida” (p. 1). 
Al bailar los estereotipos desaparecen, solo queda la expresión 
y el movimiento; por esta razón, la danza como escenario libre y de 
formación, debe promover el acceso a las personas sin barreras, ni li-
mitaciones. 
La danza hacia el encuentro con el entorno. Es concebir la 
danza como factor de conocimiento cultural; desde la cual, se puede 
generar procesos de educación intercultural, favoreciendo aspectos 
como el conocimiento, la aceptación y tolerancia de la realidad pluri-
cultural en la cual habitamos actualmente (Hernández y Torres, 2009). 
23 
 Desde la danza, se reconoce el mundo que nos rodea, es una 
invitación a desenvolvernos dentro de un espacio, interactuar con per-
sonas, descubrir las posibilidades del propio cuerpo y reconocer los 
elementos culturales propios y de los otros, que se develan en el folclor 
y las tradiciones. 
Para el Ministerio de Educación Nacional de Colombia (2004) 
“Las experiencias artísticas desde la primera infancia se convierten en 
formas orgánicas y vitales de habitar el mundo y contribuyen a eviden-
ciar, la necesidad simbólica que hace disfrutar la vida, contemplarla, 
transformarla y llenarla de sentido” (p.13). En primera infancia, ele-
mentos como las rondas infantiles, se convierten en una posibilidad de 
sentir el ritmo, de vivenciarlo con y desde el cuerpo, desde la explora-
ción de movimientos libres o desde el seguimiento de una secuencia 
rítmica. 
La danza hacia el encuentro con el otro. Es reconocer que el 
ambiente de la danza contribuye a superar y eliminar las barreras im-
puestas alrededor de los estereotipos y prejuicios sociales, económi-
cos, culturales o sexuales, es un llamado a la inclusión. 
La socialización en la danza ocurre cuando “El individuo reco-
noce su propia presencia y la presencia de los demás” (Wengrower y 
Chaiklin, 2008. p.124). Es ese instante en que el sujeto en la danza es 
capaz de conectar con el otro, compartiendo sus emociones, senti-
mientos y sensaciones; yendo más allá de lenguaje verbal, como me-
canismo de comunicación. 
Para Mehrabian (citado en Corrales, 2011), al referirse a la co-
municación interpersonal señala que el lenguaje no verbal nos brinda 
el 93% del significado (55% gestos y 38% uso de la voz para transmitir 
palabras); correspondiéndole tan solo el 7% a la comunicación verbal 
24 
(la palabra). En ese sentido, la danza se convierte en un medio para 
transmitir ideas, pensamientos, emociones, sentimientos, sensacio-
nes. 
Desde la danza podemos acudir al concepto de “Auto-eco-or-
ganización” planteado por Morín (1996) en donde los danzantes se 
construyen al mismo tiempo que aportan a la construcción de los 
otros, desde la intersubjetividad. Así mismo, toman conciencia del es-
pacio, el tiempo, el ambiente, generando sus propias dinámicas de or-
ganización. Dentro de la danza como colectivo, existe un compromiso 
por el grupo, por encima del reconocimiento o la exaltación particular. 
Aisha y la danza. En este espacio deseo contar la experiencia 
de mi hija Aisha y su relación con la danza; la cual ha contribuido de 
manera significativa a su desarrollo. Desde su nacimiento, Aisha ha 
presentado múltiples complicaciones de salud tales como asma, der-
matitis atópica, trastorno del lenguaje, trastorno del desarrollo motor 
con alteración en el ritmo, equilibrio y coordinación. A las condiciones 
anteriores, actualmente se le suma los diagnósticos de escoliosis, des-
balance de cadera y alteración del tórax. 
Aunque desde el año y medio empezó a asistir a múltiples te-
rapias, fue en la danza en donde encontró su espacio para ser libre, 
para crecer, para ser consciente de sus limitaciones físicas, para saber 
que su cuerpo podía ser manejado por su mente. En este espacio podía 
ser ella, libre de burlas, estigmas y exclusiones. Aprendió a brillar den-
tro y fuera del escenario, a mantener la cabeza en alto, a explorar y a 
crear. Cuando a sus 14 años y como parte de este ensayo le pido que 
me cuente que ha significado para ella la danza, ella responde “Es un 
ambiente donde me siento feliz y motivada y tengo amigos”. Para mu-
chos niños, niñas y jóvenes eso representa la danza, el lugar donde son 
25 
felices y tienen amigos; es decir, ese lugar donde realmente se sienten 
incluidos. 
Para ella la danza es un beneficio, es una contribución para me-
jorar cada vez más en su desarrollo. Al respecto ella refiere “la danza 
me ha ayudado a tener perseverancia, dedicación, disciplina, respeto y 
paciencia. Además, de ayudarme en mi salud, para mejorar mi motri-
cidad, equilibrio, ritmo, coordinación y resistencia”. 
Se podría concluir que la danza engrandece a aquel que la prác-
tica. La danza al igual que el resto de las artes se convierte en un medio 
para el desarrollo social, en ese espacio catártico y de encuentro con 
el ser, con el otro y con el entorno. Allí todos son bienvenidos e invita-
dos a descubrir, experimentar y crear. 
Para las poblaciones en riesgo de exclusión tales como mino-
rías, discapacitados, entre otros; en el arte encuentran su refugio,pero 
también su posibilidad de crecer, desarrollarse, de ganar autocon-
fianza y autoestima, de ser felices, de creer en la amistad y en sus ca-
pacidades; de hacer sentir y valer su voz, frente a la posibilidad de ser 
invisibilizados. La danza es emoción, sensación, expresión, ritmo, esté-
tica… es una actividad humana, que nos humaniza, y eso la hace inclu-
siva en su esencia. 
 
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indispensable para el ser humano. Revista Comunicación, 20 (1), 46-
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https://bit.ly/2Qp6UhZ 
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Vázquez, N. (2018): “La inclusión de la danza: en el contexto educativo 
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rrollo. Recuperado de https://www.eu-
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/hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1810danza-contexto-educativo 
 
Wengrower y Chaiklin (2008). La vida es danza. El arte y la ciencia de 
la Danza Movimiento Terapia. Gedisa, Barcelona.vitae mattis dictum. 
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https://www.efdeportes.com/efd138/la-danza-y-su-valor-%20educativo.htm
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https://www.eumed.net/rev/atlante/2018/10/danza-contexto-educativo.html
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CAPÍTULO 3 
DANZA Y DISCAPACIDAD EN LA INFANCIA 
 
 Mailyn Olivares Ramírez 
Universidad del Atlántico 
 
La inclusión social hace alusión a la capacidad de reconocer en 
una persona o grupo social el valor y la riqueza de la diversidad, tomán-
dole en cuenta como un ser vulnerable con necesidades específicas 
que deben ser atendidas para estar en condiciones de equidad, a fin 
de disfrutar y ejercer sus derechos fundamentales. Por ello es necesa-
rio destacar, que inclusión social y discapacidad mantienen cierta co-
rrelacionan, ya que la discapacidad es un concepto que evoluciona y 
que se da como resultado de la interacción entre la deficiencia de una 
persona y las barreras o actitudes de la sociedad 
 Razones de importancia, para que el Estado colombiano, ga-
rantice medidas y políticas de prevención en personas con discapaci-
dades, procurando brindar oportunidades para su integración y 
participación en igualdad de condiciones, estipuladas en la Constitu-
ción política de Colombia y la Ley de educación, sin embargo, en la 
realidad, la perspectiva de personas con discapacidades es poco acep-
table su participación social. 
 En atención a lo anteriormente referenciado, la danza inclusiva 
es una práctica que persigue una transformación social como res-
puesta a las dificultades de inclusión de las personas con discapacidad, 
ya sea física, sensorial o intelectual. No obstante, de forma general to-
das las personas con o sin discapacidad, pueden encontrar en la danza 
30 
un lugar de integración, afecto, respecto, alegría, solidaridad, comuni-
cación, pertenencia y aceptación. Por lo cual es necesario destacar, que 
actualmente las personas con discapacidad auditiva son grupos con 
elevado riesgo de exclusión y marginación, por tener diversidad fun-
cional ocasionando ciertas desventajas que le impiden participar en di-
ferentes actividades, por lo cual esta situación ha generado 
preocupación en el contexto social. 
 En tal sentido, los jóvenes con discapacidad auditiva de 
acuerdo con Marchioni, (2008), se las deben aceptar por su capacidad 
y no por su incapacidad, brindándoles las oportunidades necesarias 
para sean capaces de desarrollar las aptitudes que poseen en su diver-
sidad funcional y, que éstas lleguen a ser un factor positivo y no una 
carga para la familia, la sociedad y el estado. 
 Considerado además que es un, “derecho a ser reconocido 
como ser humano activo en todos los ámbitos de la vida social en una 
sociedad democrática como Colombia, donde lo político, familiar, aca-
démico y social, son parte de las propuestas e iniciativas nacionales 
que contribuyen a modificar y mejorar la realidad de vida de todos los 
ciudadanos en cualquier condición”. Lo cual es esencial para construir 
una comunidad organizada, donde los individuos con discapacidad in-
teractúen entre sí, crezcan y evolucionen de forma integral en la socie-
dad. 
 Consecuentemente con lo anterior, también la finalidad prin-
cipal de este trabajo es proyectar la importancia de la danza del resto 
de formas de expresión artística, para lograr una inclusión social del 
alumnado en las escuelas de Educación básica Primaria de Colombia, 
así como en el resto de las actividades de ámbito no formal, por consi-
derarse la danza una bella expresión artística que parte de la manifes-
tación del contexto cultural, como aquella que forma parte del 
31 
medioambiente o del entorno, la cual es el resultando significativo 
para la formación y desarrollo de un ser humano en específico. 
 En otro orden de atención, puede decirse que la inclusión de la 
danza en la educación de niños y jóvenes, nace a partir de una pro-
puesta pedagógica donde se enfrentan ciertas divergencias relaciona-
das con la problemática social vivida en pueblos o grandes ciudades, 
donde se parte de una educación escuela y sociedad, que no trasciende 
a consolidar una unión de integración, conducción o seguimiento en la 
formación de grupos, que solo se distingan por escuchar palabras, 
donde no se fomentan expresiones artísticas a través del movimiento, 
la música, o de una manera singular que concientice en fortalecer la 
autoestima de cada individuo. 
 Buscando a través de ello una conexión de acercamiento con 
un grupo de trabajo que lo respalde y apoye, no dejando solo a ninguno 
de sus integrantes, en las problemáticas del actuar diario, donde la 
danza tenga más auge en el ámbito educativo, para lograr beneficios, 
en cuerpo, mente y alma de quienes la practican, y lograr resultados 
en el alcance de sus metas. 
 En concordancia con lo expresado, se hace necesario enfatizar 
la importancia de la danza como un factor fundamental en el desarrollo 
de las capacidades motoras y cognitivas, como parte de la inclusión de 
estudiantes de las instituciones educativas básicas primarias de Ba-
rranquilla Colombia, buscando a través de ella beneficios adecuados 
en esta etapa educativa, por considerarse la más adecuada para tratar 
la danza en la escuela, desde el punto de vista físico, psicológico, inte-
lectual y multicultural, como herramienta para mejorar la expresión 
corporal y la comunicación en ellos. 
32 
 Así mismo, la práctica e inclusión de la danza en la educaciónde niños y jóvenes, debe estar enfocada en dar un sentido pedagógico 
para fomentar el espíritu artístico e ir formando educandos creativos, 
con la ejecución no tan solo de tipo de danza establecido como, la fol-
clórica o clásica, si no en el enfoque de la expresión en los ritmos y 
temática vivida en la actualidad en el país, que pueda generar una cul-
tura para enfrentar las problemáticas sociales con los estilos propios 
de la danza contemporánea, sin perder el valor cultural de los estilos 
antes mencionados. 
 En relación con la danza e inclusión en el campo educativo, es 
de relevancia manifestar la necesidad de que todos su participantes en 
la escuela tengan la libertad o acceso a moverse, y poder disfrutar de 
los beneficios que le aporta la danza como parte de su expresión en 
su formación educativa desde niños, como parte de formación integral 
que contribuya a una actitud positiva, transformando el proceso de en-
señanza-aprendizaje desde un escenario estético, para lograr educan-
dos con acciones propositivos donde desde la inclusión escolar, 
apliquen los conocimientos obtenidos mediante la practica consecu-
tiva de la danza. 
 En síntesis, al describir a la danza como una de las primeras 
manifestaciones artísticas, que han evolucionado con la civilización 
creando una historia relevante en determinadas épocas, haciendo alu-
sión a la forma de vida y adoptando características significativas plas-
madas en la ejecución del montaje con movimientos, música y 
accesorios con carácter de distracción o diversión, lo que ha venido in-
cidiendo en la necesidad de su inclusión en la sociedad y en el ámbito 
educativo actual. Seguidamente se presenta aspectos teóricos de rele-
vancia para sustentar dicha ponencia, enmarcada en la danza y su 
33 
inclusión social y educativa en las instituciones escolares de Barranqui-
lla Colombia. 
La danza como campo conceptual 
 La palabra danza aparece con frecuencia vinculada o relacio-
nada con la palabra baile, e incluso en numerosas ocasiones ambos 
términos han sido utilizados para designar la misma realidad o alternar 
el valor sígnico de significante y significado mutuamente. siguiendo la 
música y el conjunto de movimientos que se hacen con el cuerpo al 
ritmo de esta sucesión de posiciones y de pasos ejecutados según un 
ritmo musical, se podrían aplicar diferentes concepciones del término 
danza. 
De acuerdo con Urbeltz, (2014), el término danza ha sido utili-
zado para designar diferentes conceptos de ideas, siendo difícil la 
adopción de un único significado que describa con rigor la globalidad 
del término. Siendo múltiples las acepciones asociadas a la palabra 
danza, algunas de ellas como pueden ser técnica o coreografía se en-
cuentran más cercanas al extremo pragmático del término. De igual 
modo se enfatiza en áreas, como son creación corporal, arte, lenguaje 
corporal donde se polarizan hacia el sentido más expresivo o estético 
del concepto. 
En otro orden de ideas, Laban (2013) considera a la danza 
como el lenguaje de la acción y de la emoción; integrado por un con-
junto de acciones corporales y mentales ordenadas coherentemente, 
por lo tanto, la danza puede ser considerada como la poesía de las ac-
ciones corporales en el espacio. 
De la misma manera Torrents (2016) al respecto manifiesta 
que la danza busca la expresión individual de sentimientos y pensa-
mientos, radicando su importancia en el estímulo para la creatividad y 
34 
la resolución de problemas, no obstante la danza reporta un beneficio 
corporal y mental a quien la práctica, si dicha práctica es proporcio-
nada, coherente y coordinada resulta ser saludable y placentera para 
el ser humano, así mismo enfatiza este autor que a través de la danza 
se transfieren movimientos del plano corporal al artístico, buscamos la 
belleza como medio de comunicación entre los que la bailan. 
En atención a estas definiciones, la danza como inclusión, 
surge como una necesidad de expresión del ser humano, donde se des-
criben acontecimientos significativos y la danza se hacía presente con 
movimientos propios al ritmo del sonido que producción los instru-
mentos donde se combinaban el sonido para dar auge a las notas mu-
sicales. 
Por su parte Lindo (2010) plantea diferentes perspectivas en la 
definición del término danza y expresa: La danza se relaciona con la 
posibilidad de los seres humanos para expresar sus sentimientos y 
emociones a través del movimiento, sin embargo, es posible analizarla 
desde varias perspectivas: La danza como expresión artística, la danza 
como manifestación cultural y la danza como actividad física de carác-
ter estético”. 
 En concordancia a lo emitido, García Ruso (2017) describe esta 
manifestación artística, desde una perspectiva integral, donde se con-
templan aspectos como: una actividad que se extiende a lo largo de la 
historia de la humanidad, como parte de todas las edades en los con-
textos de niños, jóvenes y adultos, sin importar el sexo, extendiéndose 
en todo el planeta de manera inclusiva, al ser considerándola una acti-
vidad motora que utiliza al cuerpo como un instrumento a través de 
técnicas corporales específicas, expresando ideas, emociones y senti-
mientos, donde se condiciona una estructura rítmica, representada en 
múltiples formas como son: arcaicas, clásicas, modernas y populares. 
35 
Tipos de danza 
Según Fuentes (2006) a lo largo de la historia, han ido apare-
ciendo y creándose distintos tipos de danza. Primeramente, nos en-
contramos con. 
La danza primitiva: este tipo de danza se relaciona con aspec-
tos mágicos, cotidianos y con los distintos rituales para conectarse con 
los dioses y la propia naturaleza, no obstante, este tipo de danza era 
típicamente realizada por los hombres, realizando movimientos conti-
nuados y repetitivos. 
Danza clásica: esta danza se relaciona totalmente con lo irreal 
e imaginario, basada en la realización de movimientos amplios de las 
distintas articulaciones del cuerpo, en la búsqueda y creación de líneas 
a través de las distintas partes del cuerpo y en la búsqueda de los dis-
tintos equilibrios, este tipo de danza se tiene un vocabulario específico 
y técnico a la hora de denominar los distintos movimientos, gestos y su 
representación en distintos espacios. 
La danza folklórica: es otro tipo de danza, dónde se transmiten 
y se representan las distintas culturas de los distintos pueblos. Por 
ejemplo, los géneros de la danza folclórica, se relaciona con una deter-
minada cultura popular. Algunos bailes particulares son la Cueca, la 
danza griega, la huella, el gato, la danza árabe, el tango, la danza de 
cintas. 
La danza educativa: según Fuentes (2006) la danza escolar fue 
promovida por diversos bailarines de danza moderna, causando cierto 
enfado e insatisfacción al profesorado de Educación Física, esto se de-
bía a que los docentes de dicha asignatura se planteaban si el fin de 
este tipo de danza que se enseñaba, concordaba con los objetivos y 
contenidos educativos. En tal sentido, la danza como medio educativo 
36 
al participar en los fines creativos, físicos, intelectuales y sociales, al 
margen del nivel de perfeccionamiento coreográfico; y la danza enten-
dida como una forma artística de expresión que requiere el más alto 
nivel de perfección posible. 
La danza popular: es aquella que un pueblo asume como pro-
pia y está correlacionada con su historia, política, economía y cultura 
sin dejar de lado las habilidades y destrezas psicomotoras. Esto último 
le da oportunidad al baile de ser más rico y vistoso, especialmente 
creativo. Este tipo de danzas caracterizan a cada región, logrando 
cohesionar a los integrantes de una comunidad donde los grupos hu-
manos se reúnen para bailar porque requieren de organizaciones y tin-
glados que apoyen el intercambio la amistad, la solidaridad en general 
e inclusoel análisis y la discusión de los problemas comunes. Por otro 
lado, la práctica de esta danza tiene que ver con los principios religio-
sos, la moralidad, la diversión, la fortaleza física y demás eventos refe-
ridos a la cultura popular. 
La danza contemporánea: es otro tipo de danza que ha sido 
creada contra la sutileza y típica danza clásica, donde se busca la ex-
presión de emociones a través una técnica específica de movimientos 
basados en la respiración y relajación, además del uso de la propia gra-
vedad. En cada lugar, el gesto o movimiento técnico tiene una denomi-
nación específica. 
Danza social: este tipo de danzas las podemos englobar en las 
danzas de ocio, aquí, encontramos principalmente los bailes en parejas 
que van adaptándose a los distintos tipos de música según la época. 
El Jazz: esta danza nació a partir de las danzas primitivas sobre 
todo de origen africano, interactuando estos ritmos y movimientos de 
etnia africana con los de la zona de Norte América, concretamente, se 
37 
crea finalmente en Estados Unidos en el siglo XIX, alcanzando su má-
ximo esplendor a partir del siglo XX. Al igual que la danza contemporá-
nea y la danza clásica, tiene un estilo y técnica específica. 
La Danza en la Educación 
 La importancia de la danza en el ámbito educativo según Mc 
Carthy (2006) sostiene que han incurrido factores de peso, que han 
mantenido por ciertas razones históricas y axiológicas a la danza en se-
gundo plano en la educación; ya que es palpable que se ha perdido su 
integración con más auge en las temáticas escolares. Así mismo hace 
mención que la danza es tridimensional, ya que se extiende en el 
tiempo y el espacio, con la finalidad de engrandecer en quien la prác-
tica, proporcionando múltiples beneficios como son: mejorar la salud 
física y mental, transformando personas con actitudes seguras y una 
autoestima firme para lograr las metas en lo que se propongan en la 
vida. 
 De igual manera a nivel educativo, la danza se describe como 
una fuente de expresión, de transmisión de sentimientos, sensaciones 
y emociones, donde la práctica temprana de esta disciplina permite a 
niños, jóvenes y adultos, coordinar la emotividad con la intencionali-
dad de los movimientos y así lograr un control y desarrollo integral en 
ellos. 
 En otro orden de ideas, la actividad dancística ayuda además 
al conocimiento de su propio cuerpo, de sus extremidades, de posibili-
dades de movimiento de cada parte que conforma su anatomía, y de 
este modo mantener un mejor estado físico general; lo cual les permita 
mayor concentración en las actividades académicas, por ser la danza 
el baile como forma de arte, donde se utilizan los movimientos del 
38 
cuerpo, usualmente con música y forma de expresión e interacción 
social inclusiva con fines de entretenimiento, artísticos o religiosos. 
 Razones conducentes para manifestar, que la danza en la edu-
cación generaría estudiantes comprometidos en cada uno de los roles 
donde se desempeñe, donde pueda adoptar valores característicos a 
la práctica singular que distinguen la danza entre las artes, sensibili-
zando la educación con la práctica de esta. Por lo tanto, la danza en la 
escuela es vista como el movimiento en el espacio que realiza el edu-
cando practicante de esta disciplina, como parte o todo el cuerpo del 
ejecutante y con cierto compás o ritmo como expresión de sentimien-
tos individuales, o de símbolos de la cultura y la sociedad. En este sen-
tido, la danza también es una forma de comunicación, ya que se usa el 
lenguaje no verbal entre los seres humanos, donde el bailarín o baila-
rina expresa sentimientos y emociones a través de sus movimientos y 
gestos. 
 Además, hoy día se ha perdido el reconocimiento de la danza 
dentro de la práctica educativa en materia de aprendizaje, y solo es 
manifestada en la educación como una actividad recreativa a la cual no 
todos se incluyen, por no tener algunos docentes una cultura que el 
movimiento en nuestro cuerpo trae beneficios. Obviando además que 
su práctica va ligada a la historia de la humanidad, ya que, al tener una 
cátedra de historia del arte, no se puede dejar de lado los aconteci-
mientos artísticos, culturales, sociales o religiosos, así como la descrip-
ción de los géneros dancísticos, como las danzas regionales o 
folclóricas, populares, urbanas, clásicas, modernas y contemporáneas 
 Por último, puede señalarse que la práctica de la danza como 
parte de la inclusión educativa, debe estar presente en el modelo pe-
dagógico enriqueciendo y fortaleciendo el contexto académico, cam-
biando las condiciones sedentarias donde se genera en el individuo un 
39 
vacío de conocimientos, para evitar un sujeto sedentario y que este 
participe de proyectos innovadores que no solo se piensen en el bie-
nestar individual, sino, en el bien común de la comunidad iniciativas, al 
permitir a través de la danza limpiar el alma de tristezas, rencores y 
frustraciones. 
La Inclusión de la Danza en la Educación de los Niños 
 Hablar de la infancia, es describir una etapa de fantasía donde 
el pensamiento creativo se desarrolla en todo su esplendor, donde el 
juego el niño ubica su espacio real, donde sueña y genera satisfacción 
dentro de su interior al escenificar ciertos roles del adulto, siendo para 
ellos una meta cumplida, lo cual es visto como espíritu creativo donde 
realice actos novedosos, no condicionados por reglas, normas o sin im-
portar las opiniones de una sociedad que juzga sin importarle, hasta 
donde puede influir un comentario en los niños. 
 En atención a ello al ingresar a la escuela dentro de su educa-
ción formal en el nivel primario, por ser el medio ideal donde el niño 
se enfrenta a la convivencia con un grupo de individuos de su misma 
edad, con un guía como la figura docente, ajustándose a los lineamien-
tos por los que se rige una institución educativa. 
 Es ahí donde los educandos comienzan a explorar un mundo 
nuevo, que les genera ambientes de aprendizaje, que contrastan en su 
contexto, donde se tiene que partir de los conocimientos previos, para 
construir habilidades, que les permitan desarrollar y aplicar lo apren-
dido en su entorno social, identificando a la vez cuales son los limites 
sociales por los que se deben conducir, sin afectar su integridad física, 
así como de las personas que se encuentren a su alrededor y a la vez 
ir cada día perfeccionando sus habilidades potenciales. 
40 
 En tal sentido, nos hacemos la pregunta fundamental de este 
trabajo expositivo, ¿Por qué es importante la inclusión de la danza en 
la educación en este nivel escolar en los niños?, siendo para el autor 
de la ponencia, la respuesta, que la danza por ser considerada una de 
las artes del movimiento más atractivas para el ser humano, induda-
blemente ayuda a los educandos a fortalecer su autoestima, ejerci-
tando hábitos que los ayudan a considerar su actuar de vida, como algo 
que les permite tener una mejor salud física y mental, así mismo les 
ayuda de una manera orientada a desenvolverse con mayor seguridad, 
en pro del rescate de sus sueños potencializándolos a lograrlos con ma-
yor énfasis y precisión. 
 Por lo cual, es importante destacar de acuerdo con Boerio 
(2010), que la danza en el niño es una forma de comunicación artística 
y expresión de emociones, sentimientos, pensamientos, imágenes y 
estados de ánimo propios del ser humano, siendo también un medio 
para entretenerse, divertirse y disfrutar con movimientos rítmicos del 
cuerpo; donde a su vez comprenden la distinción entre bailar de ma-
nera natural y tomar una clase de danza. Lo que les conduce a adquirir 
disciplina, para formarse desde el inicio como estudiantes competiti-
vos, en cuanto a las necesidades demandantes del mundo globalizado, 
en la generando de acciones de logro en la transición de valores que 
los sensibilizany orientan en no perder su espíritu creativo. 
 No obstante, para lograr sus metas la misma autora considera 
que es necesario hacer una distinción, entre bailar de manera natural 
y tomar una clase de danza, siendo allí donde los maestros especializa-
dos en danza infantil aconsejan que la edad ideal para comenzar a es-
tudiar danzas más complejas como clásico o contemporáneo es a partir 
de los 7 u 8 años, ya que el niño que lee y escribe está mejor preparado 
para la comprensión, lo que por supuesto es un factor determinante 
41 
para lograr su inclusión social en la escuela y en su núcleo familiar, a 
través de esta manifestación artística. 
 Por último, al enfatizar en todo lo referido, puede manifestarse 
que en los niños la danza debe ser considerada una actividad de movi-
miento expresivo, que no debe limitarse su aceptación solo en el ám-
bito educativo, ya que por ser el medio para conseguir una educación 
integral donde los educandos, adquieren conocimientos, aceptación y 
dominio del cuerpo, enriqueciendo sus relaciones humanas y fortale-
ciendo su sistemas socio-afectivo, también debe ser concebida desde 
el medio social y familiar del niño. 
 Danza inclusiva en personas con discapacidad 
 Adultos mayores, niños, bailarines con experiencia, débiles vi-
suales, personas con deficiencias auditivas, con autismo, en sillas de 
ruedas, entre muchos otros, son un ejemplo para una sociedad exclu-
siva y donde muchas de estas personas son dejadas de lado en activi-
dades psicomotoras, tal el cado de la danza, de allí surge la necesidad 
de trabajar a partir de la diversidad y la inclusión, sin importar quiénes 
o cómo son las personas, sino lo que hacen, a partir de sus particulari-
dades, y donde en base a sus experiencias en los diferentes escenarios 
para compartir y disfrutar su trabajo. 
 Situación mediante la cual, la danza sea vista no como una te-
rapia en ellas, sino que su objetivo principal sea promover que las per-
sonas tengan acceso a bailar sin importar sus condiciones, logren 
efectos positivos al relacionarse con los otros se les reconozcan y res-
peten sus diferencias, al descubrir, de manera individual, sus posibili-
dades de movimiento y creación, que hoy día se reconocen a la danza. 
 En la actualidad, según Hernández Cyntia (2018), se viene vi-
sualizando la discapacidad como potencial para descubrir nuevas 
42 
habilidades, donde la oferta artística brindada a este tipo de persona 
es mínima, por ello reviste interés hacer de deportes como la danza un 
arte más accesible, donde se haga fundamental difundir buenas prác-
ticas, si se toma en cuenta que la Unesco estableció en el año l982, 
como el día internacional de la danza, fecha en la que se conmemora 
el valor artístico en sus diferentes manifestaciones y estilos. 
 Ello nos conlleva asociar la danza, ya no como una actividad 
elitista, pues antes aparecía exclusiva de mujeres, personas delgadas, 
jóvenes con talento innato y sin discapacidades físicas o mentales, lo 
que hacía con frecuencia que tales prejuicios excluían a las personas 
con características diferentes. 
Danza inclusiva: herramienta para conseguir el bienestar fí-
sico y emocional 
 Desde la prehistoria, el ser humano ha necesitado comunicarse 
y lo ha hecho a través del movimiento corporal, y donde con el paso 
del tiempo, se han venido demostrado los beneficios que aporta. prac-
ticar danza en grupo, ya que bailar es expresarse de forma libre y sin 
complejos, entendiendo algo diferente al escuchar una canción o me-
lodía y expresarlo cómo lo sentimos en ese momento. 
 De allí que la danza inclusiva, dirigida a personas con o sin dis-
capacidad le permite disfrutar del baile y al mismo tiempo participar 
de manera inclusiva. Todo ello ha llevado a que más persona con dis-
capacidad, puedan lograr satisfacción durante su práctica consecutiva, 
conllevándolo a trabajar esta disciplina artísticas desde trabajar la di-
versidad y la inclusión, para conseguir el bienestar físico y emocional. 
 En otro orden de atención, para las personas con discapacidad, sen-
tirse parte de un grupo con intereses comunes es muy importante, 
para el desarrollo de sus capacidades sociales y emocionales, y de igual 
43 
modo para las personas sin discapacidad que participan de los benefi-
cios de la danza, tienen la gran oportunidad para conocer, de primera 
mano, los beneficios de compartir y convivir en un espacio de ocio con 
personas con discapacidad. 
 De la misma manera para conseguir el bienestar físico y emo-
cional de la danza inclusiva, por ser una de las actividades que más 
pueden aportar en el mejoramiento de nuestra calidad de vida, física y 
emocional, se pueden señalar algunos de sus beneficios: 
● A través de la danza y su música se realizan ejercicios y se au-
menta así nuestro acondicionamiento físico. 
● Es una técnica con la que se consiguen mejoras en el sistema 
nervioso. 
● Se ejercita la memoria a través de la métrica musical y las co-
reografías. 
● Cuando se baila en grupo, la satisfacción personal aumenta al 
convivir en un espacio con intereses comunes. 
Beneficios de la danza como inclusión. 
En general, la danza tiene una gran cantidad de beneficios tanto 
personales, saludables como físicos, no obstante, la danza ayuda a que 
la persona que la realiza adquiera otro tipo de lenguaje a través del 
cual podrán expresar de distinta manera o de la mejor manera, sus 
sentimientos y emociones. Entre sus beneficios, según González y Solís 
(2017) se tienen los siguientes: 
a) La danza a nivel individual puede desarrollar y fomentar la autono-
mía personal y de igual forma la danza de forma grupal consigue fo-
mentar la integración de todos y cada uno de los participantes, el 
trabajo en equipo y la cohesión social. 
44 
b) La danza puede ayudar a mejorar y conservar la salud de las perso-
nas que la ejecutan y además mejora y desarrolla las distintas habilida-
des motrices de cada uno de ellos. 
c) Por otra parte, puede conseguir un gran desarrollo emocional, social 
y psicológico en cada persona, pudiendo expresarse y comunicarse con 
el exterior de una forma más sencilla y con mayor riqueza. 
d) La aplicación de la danza desarrolla a la persona plenamente a nivel 
mental, corporal, afectivo y social, a través del trabajo de todo su 
cuerpo, realizando diferentes movimientos y gestos, trabajando su ca-
pacidad mental al tener que recordar coreografías, ritmos o gestos; 
desarrollan su afectividad ya que tienen que trabajar en equipo. 
e) Permite estrechar numerosos lazos entre los participantes, para 
desarrollarse socialmente, expresándose y comunicándose con el ex-
terior con un lenguaje totalmente diferente es decir el lenguaje no ver-
bal. 
f) La danza en las personas permite el mejoramiento de la autoimagen, 
desarrollando la sensación kinestésica, como apoyo en la movilidad, 
lateralidad y direccionalidad e incrementando la motivación, el desa-
rrollo de la conexión mente-cuerpo, además de la cooperación social y 
trabajo grupal. 
g) Los participantes a través de la danza pueden interiorizar su posición 
corporal a la hora de realizar un baile, ya que la danza da lugar al desa-
rrollo de la inteligencia musical para poder bailar y realizar diferentes 
movimientos, lo que permite desarrollar y fomentar la capacidad de 
escuchar música, al igual que, deben conocer el ritmo musical para po-
der desenvolverse en distintas estructuras musicales. 
45 
h) Finalmente gracias a la danza se desarrollan tanto la inteligencia in-
terpersonal como la intrapersonal, por medio de la interpersonal se 
consigue que los que la realizan se comunican y se organizan con el fin 
de realizar una coreografía con éxito y, por otro lado, la intrapersonal 
a través de la danza l permite que los propios participantes imaginen y 
sientan a través de la danza una forma más autónoma y librepara ac-
tuar. 
 Los beneficios anteriormente citados, por la danza son sinóni-
mos de salud integral y en este caso, gracias a su inclusión, se consigue 
también una integración social, para mejorar también la vida de las 
personas con discapacidad, traduciéndose en libertad, creatividad y di-
versidad. 
Dimensión inclusiva de la danza 
 Una vez delimitado los beneficios de la danza para el ser hu-
mano, se hace énfasis en profundizar los diferentes ámbitos y dimen-
siones de la misma dese su punto de vista inclusivo, donde se 
establecen los límites de la actividad exclusivamente corporal, 
Algunos autores entre los que destacan Fernández (2016), re-
fiere que la danza representa el aspecto expresivo y afectivo de la 
misma, definiéndola como un medio capaz de expresar las emociones 
y los sentimientos mediante la sucesión de movimientos organizados 
que dependen de un ritmo. 
De igual modo, Ossona (2014), también enfatiza el elemento 
personal afectivo cuando califica de espiritual el impulso que mueve 
hacia la danza y la considera una necesidad interior más cercana a lo 
espiritual que a lo físico. Igualmente, 
46 
En forma similar, Robinson (2017), la concibe como la res-
puesta corporal a las impresiones y sentimientos del espíritu, debido a 
que éstos últimos siempre suelen ir acompañados del gesto, por ello 
este autor no ignora el componente emocional de la danza como el 
elemento corporal sobre los demás. 
Así mismo González (2014), señala como uno de los fines de la 
danza el dominio y control postural tanto físico como comunicativo, 
3ya que, junto a los elementos corporales y afectivos, existen otros, 
como los sociales, estéticos, hedonistas, que forman parte de la esen-
cia de la danza y que se encuentran presentes en la mayoría de las ac-
tividades relacionadas con ella. 
En otro orden de ideas, Fuentes (2014), destaca dos compo-
nentes o ejes esenciales: el motriz y el expresivo, los cuales definen la 
danza como movimiento humano, entendido éste como el conjunto de 
acciones físicas que se desarrollan en un contexto biológico, psicoló-
gico, social y cultural determinado. Siendo por lo tanto un movimiento 
que tiene unas características propias y se articula en un espacio, 
tiempo y cadencia rítmica concretos. Así mismo Fuentes refiere que a 
través de este componente motriz, la danza es expresión, comunica-
ción o representación, que se basa en la gestualidad corporal y otros 
elementos secundarios como pueden ser las características de los bai-
larines, el entorno visual y los elementos sonoros. 
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Urbeltz, J. A. (2014). Bailar el caos. La danza de la osa y el soldado viejo. 
Ediciones Pamiel. Pamplona. 
 
49 
 
 
50 
CAPÍTULO 4 
PONER A BAILAR LA EDUCACION CORPORAL DE 
LA CABEZA A LOS PIES – NEUROPEDAGOGIA Y 
DANZA 
Jairo Atencia Escorcia 
Universidad del Atlántico 
 
Educar sin saber cómo funciona el cerebro 
es como querer diseñar un guante 
sin haber visto nunca una mano 
Leslie Hart 
 
 
El presente documento, pretende hacer una reflexión sobre la 
forma de llevar a cabo las practicas formativas relacionadas con el 
cuerpo y la danza, si bien es cierto que estudiosos le dan relevancia a 
este proceso, en la actualidad son muchos los que se limitan a ver las 
practicas corporales dancísticas solo como una actividad de carácter 
físico, motriz, desconociendo, que esta no solo se limita a este aspecto, 
sino, que lleva consigo una gran carga expresiva (Torres Luque & Her-
nández Garcia,2009), encontrando así que las practicas danzarías guar-
dan un gran equilibrio entre estos componentes, integrándolos a 
través del desarrollo de acciones motoras ligadas a la emocionalidad 
que se produce durante el proceso de ejecución de la danza, sin impor-
tar la razón que convoca al individuo a su práctica, que dicho sea de 
paso se puede dar desde diferentes dimensiones, como la artística, cul-
tural o motriz (Lindo, 2014), además, de ser eje fundamental en la bús-
queda de la integralidad formativa del ser en algunos escenarios 
educativos y/o formativos. 
51 
 
Lo anterior nos invita a ver las practicas danzadas como una 
práctica social situada, según la perspectiva de Bourdieu, mencionado 
por Ariztía, T (2017), por cuanto es una acción recurrente que convoca 
a una interacción, con pares, entorno y/o personas que orienten el pro-
ceso, estableciendo así una posibilidad de relación interpersonal, ade-
más, con agentes estructurales de la sociedad, representada en 
cuerpos y actividades, con una cotidianidad determinada, acciones que 
se van haciendo consientes, racionales, en los cuales intervienen as-
pectos emocionales. 
Desde esta perspectiva es posible considerar que la practica 
corporal, desde la danza, es más que una acción física, hallando en ella 
una plena interacción entre sistema motor y el cerebro, lugar donde 
subyace el proceso, donde además se posibilita, gracias a esta práctica, 
la génesis neuronal, estableciéndose, por lo tanto, nuevas conexiones 
sinápticas, generadas por el movimiento, favoreciendo así el pensa-
miento, la adquisición de nuevos conocimientos (Pino Pey, 2018). 
De la cabeza 
Los estudios desarrollados por diferentes neurocientíficos han 
permitido conocer información pertinente sobre la forma como fun-
ciona el sistema nervioso durante la ejecución del movimiento, la pla-
neación de la danza y la ejecución, refiriéndonos, por ejemplo, a la 
corteza frontal, incluyendo a su vez, el sistema propioceptivo, vestibu-
lar y la sensorialidad (Calderón Orozco & Alvarado Gil, 2018) involu-
crando de esta forma regiones diferentes del cerebro. Como se 
planteó inicialmente, la danza tiene dos componentes uno motriz y 
otro Expresivo, cada uno de ellos necesita de la intervención de dife-
rentes áreas cerebrales. 
52 
 
Inicialmente es importante tener en cuenta las estructuras ce-
rebrales encargadas de la generación del movimiento, dentro de estas 
encontramos: La corteza premotora y el área motora suplementaria, 
responsables de la ubicación y posición en el espacio, permiten recor-
dar movimientos anteriores y brinda la posibilidad de desplazarnos; 
Corteza motora primaria, recibe la orden del lóbulo frontal, envía in-
formación a los músculos para que se contraigan, estos a su vez a las 
articulaciones que se moverán; por su parte el lóbulo frontal, planea, 
elabora el movimiento y envía la información a la corteza motora pri-
maria; mientras el Cerebelo, recibe información de la corteza motora 
y el oído interno, dando cabida lasincronía en el movimiento y la regu-
lación de la complejidad en los mismos(Burzynska et al., 2017) 
Por su parte los Ganglios basales, controlan el inicio y fin de los 
movimientos, así como del recorrido de este, regula la postura corpo-
ral, actúa en las conductas motoras, el aprendizaje motor, identifica-
ción de los cambios en el contexto y la adaptación a estos (Ospina-
García & Vargas-Jaramillo, 2017). 
Desde el componente emocional, además de la intervención 
que realizan las neuronas en el procesamiento de las emociones, se 
debe tener en cuenta las partes del cerebro que complementan esta 
acción: El hipocampo, interviene en el proceso relacionado con la me-
moria y los recuerdos de situaciones específicas que contribuyen con 
la generación de las emociones, de tal manera que estas se puedan 
evocar, influenciando el comportamiento futuro del individuo; El hipo-
tálamo, libera las hormonas que se necesitan para emocionarse; La 
amígdala, controla los sentimientos y las emociones, por tanto, está 
relacionada con la respuesta emocional; La corteza orbitofrontal: Se 
encarga de enviar la orden emocional al lóbulo frontal, planifica las 
53 
acciones que luego de recibir el impulso emocional, finalmente, los 
ganglios basales actúan como eje central de la producción de las ex-
presiones motoras de las emociones (Ospina-García & Vargas-Jarami-
llo, 2017). 
 De esta manera, la gran actividad que producen las estructuras del 
cerebro implicadas en la acción de bailar, permiten que el practicante 
de esta disciplina artística articule procesos relacionados con el apren-
dizaje, tales como la memoria, la atención y la percepción, armonizán-
dolos al baile; estructurar mentalmente el movimiento en imágenes , 
lo cual genera una mejora de los mismos; dinamiza la labor que ejercen 
los sustratos neuronales en la producción del movimiento, activa las 
áreas expresivas, necesarias para que la danza cuente, estableciéndose 
un roll comunicativo, complementando así al movimiento, además se 
promueve la plasticidad cerebral, el pensamiento flexible y la optimi-
zación de las funciones ejecutivas (Blasing et al., 2012). 
A los pies - Neuro pedagogía 
Para llegar a una buena práctica corporal desde la danza, es 
importante buscar caminos que no solo faciliten el trabajo, sino, que 
hagan de este un proceso agradable, que alcance los objetivos y que 
invite a la reflexión permanente del quehacer alrededor de ella, en este 
sentido, es relevante ahondar en nuevas propuestas devenidas del co-
nocimiento científico, que por años ha venido analizando el proceso de 
aprendizaje y las posibilidades de facilitarlo, sobre el particular encon-
tramos la Neuro pedagogía, cuyo eje de análisis está en el estudio del 
cerebro, estimulando la curiosidad de pedagogos hacia la comprensión 
de sus estructuras, funciones y como estas intervienen el proceso de 
aprendizaje, instalando puentes entre la neurociencia y la pedagogía, 
la Neuro pedagogía, no pone ninguna de las dos disciplinas por encima 
de la otra, por el contrario las equilibra, asimismo tiene en cuenta, 
54 
además, el comportamiento humano; uno de los propósito de la 
Neuro pedagogía está en el fomento de espacios para la investigación 
que contribuyan al planteamiento de proyectos y planes de trabajo 
que dinamicen las practicas educativas, para este caso las relacionadas 
con la formación corporal, generando cambios y transformaciones en 
estas prácticas (Mendoza. 2015). 
La naciente Neuro pedagogía se fundamenta en unos princi-
pios, los cuales al tenerse en cuenta estarían en consonancia con aque-
llos aspectos propuestos desde las neurociencias, Mendoza (2015) los 
enumera en 10 ítems, 1) didácticas que guíen la resolución de proble-
mas, no la memorización; 2) estimular las emociones al aprender; 3) 
repetir las veces que sea necesario; 4) fomentar la actividad y el ejerci-
cio físico a diario; 5) oxigenar el cerebro a través del consumo de agua; 
6) consumir frutas; 7) promover el canto, el juego, el baile; 8) respetar 
ritmos y estilos de aprendizaje; 9) introducir las artes en los procesos 
didácticos; 10)siempre escuchar; teniendo en cuenta que el cerebro es 
un órgano social, con un sistema sofisticado, que se modifica con la 
experiencia, reafirmando la individualidad del ser. 
En este sentido es esencial generar ambientes donde el ser 
este cómodo, para desarrollarse no solo física, sino, mentalmente, con-
tribuyendo con su evolución como sujeto, esto lo alcanzamos gene-
rando relaciones interpersonales, entre pares, y con los adultos que 
guían el proceso, proponiendo espacios (arquitecturas) adecuados; ali-
mentación saludable, de acuerdo a las necesidades del individuo y las 
actividades; estrategias para trabajar contextualizadas; actividades de 
acuerdo a las dinámicas sociales y culturales, pero, sobre todo un bie-
nestar emocional, cargado de mucho afecto (Avendaño, et al.2016). 
Ahora bien, la inclusión de la Neuro pedagogía en las practicas 
corporales traerá múltiples beneficios, tanto para los que imparten, 
55 
como para aquellos que reciben, gracias a los hallazgos de investiga-
ciones acerca del cerebro, aplicables a los entornos formativos, estos 
conducen a los actores del proceso a la consecución de los objetivos 
en cada rol, entre ellos encontramos el de Francisco Mora y Candence 
Pert, quienes hablan de la influencia de las emociones, ya que reper-
cuten en la respuesta de los estudiantes, por tanto, es transcendental 
un ambiente emocional optimo entre pares y estudiante-maestro, 
también es necesario el empleo de instrucciones claras, a fin de evitar 
confusiones que traigan consigo desequilibrio en las emociones, que 
dificultarían la realización de tareas, igualmente la escucha es prepon-
derante, esta contribuye al dialogo y establecimiento de acuerdos, he-
cho que llevará a que la experiencia sea significativa (McGeehan, 
2009). 
Asimismo, encontramos el aporte de Desmond Marian, quien 
explica que, al tener un ambiente emocional acogedor, se debe procu-
rar por generar experiencias que contribuyan a la modificación del ce-
rebro, a través del estímulo de la comunicación entre neuronas, 
mediante vivencias de primera mano, en el mundo real, esto produce 
un gran efecto sensorial, activando las redes nerviosas, proporcio-
nando así un espacio vivo, impulso de motivaciones y nuevos conoci-
mientos. Del mismo modo, Fogarty y sylvester, concluyen que es 
importante el conocimiento de aquellos que reciben la formación por 
parte de quienes la imparte, de esta forma se puede identificar que es 
significativo para ellos e incluirlo en el proceso, esto se hace factible 
mediante el establecimiento de relaciones interpersonales apropiadas. 
Cabe la pena resaltar que si los aprendices, conectan su vida a las acti-
vidades, encontrarán sentido a lo que aprenden (McGeehan, 2009). 
 
 
56 
De cabeza a pies 
Teniendo en cuenta lo anterior a continuación se expondrán 
algunas acciones que pueden hacer de las practicas corporales forma-
tivas, especialmente desde la danza, un proceso consciente, en el cual 
los participantes disfruten a plenitud, con la certeza de alcanzar obje-
tivos y propósitos. 
Inicialmente es importante Identificar las características cere-
brales y cómo funciona este órgano durante la práctica de la danza, 
recordando que no todos los niños son iguales y si presentan alguna 
característica que los hace especiales, o alguna limitación, se deben 
implementar estrategias que faciliten el proceso, de esta manera reco-
nocemos la danza como algo inclusivo, que valora las diferencias, des-
conociéndolas a su vez, pues integra, abre la puerta a cualquier ser 
humano (Porstein.2003), haciendo que se olviden de las limitaciones, 
en este sentido, es trascendental, identificar didácticas, elementos, 
que contribuyan con el desarrollo de ellos durante la clase, para hacer

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