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See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/369917824 MEMORIAS FORO DANZA Y NIÑEZ Hacia una práctica formativa contextualizada del cuerpo Book · April 2023 CITATIONS 0 READS 489 3 authors: Lina Álvarez Toro Universidad del Atlántico 9 PUBLICATIONS 25 CITATIONS SEE PROFILE Jairo Atencia Escorcia Universidad del Atlántico 4 PUBLICATIONS 0 CITATIONS SEE PROFILE Monica Lindo Universidad del Atlántico 18 PUBLICATIONS 12 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Monica Lindo on 10 April 2023. 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............................................................................................9 LA DANZA Y SUS APORTES EN EL DESARROLLO PSICOMOTRIZ: UNA PROPUESTA DESDE LA PSICOMOTRICIDAD VIVENCIADA ............................................................................. 9 Capítulo 2......................................................................................... 21 LA DANZA: MOVIMIENTO HACIA LA INCLUSIÓN .................... 21 Capítulo 3......................................................................................... 29 DANZA Y DISCAPACIDAD EN LA INFANCIA .............................. 29 Capítulo 4......................................................................................... 50 PONER A BAILAR LA EDUCACION CORPORAL DE LA CABEZA A LOS PIES – NEUROPEDAGOGIA Y DANZA ................................ 50 Capítulo 5......................................................................................... 61 MORFOLOGÍA DE LA MÚSICA APLICADA A LA DANZA TRADICIONAL ......................................................................... 61 Capítulo 6......................................................................................... 68 EXPERIENCIAS FORMATIVAS DESDE LA GIMNASIA Y LA DANZA EN NIÑOS DE SEIS A 8 AÑOS ....................................... 68 Capítulo 7......................................................................................... 81 DANZA Y DESARROLLO HUMANO .......................................... 81 Capítulo 8......................................................................................... 91 DANZA Y NIÑEZ EN EL CONTEXTO EDUCATIVO ...................... 91 LOS AUTORES ............................................................................ 99 7 PRESENTACIÓN El presente documento es un compilado de las ponencias expues- tas en el marco del II Foro Danza y niñez, hacia una práctica formativa con- textualizada del cuerpo, que tuvo como propósito, generar reflexiones académicas en torno a las prácticas formativas del cuerpo en la etapa esco- lar. Esta actividad liderada por el Grupo de investigación CEDINEP, contó con la presencia de profesionales en el tema de la danza, la educación y la niñez y se desarrolló de manera virtual en el mes de noviembre del año 2022. Los campos conceptuales que se abordan en su conjunto durante el foro, reflejan la necesidad de analizar los procesos de formación en danza en los primeros años de edad. Este abordaje se realiza a partir de diversas perspectivas entre ellas, el campo de la neuro pedagogía, la educación mu- sical, la inclusión educativa, la práctica pedagógica y la danza misma. De esta forma, sehace pertinente desarrollar acciones que deriven en la permanente reflexión sobre el hacer de la danza en los niños, así como las prácticas formativas del cuerpo, por lo que el Estado colombiano y todas sus dependencias territoriales no solo deberían considerar la formación en danza como parte fundamental en los lineamientos generales de educa- ción, incorporándola como una asignatura obligatoria en todos los planes de estudio, sino que debe promover la permanente cualificación de los maestros. Estos procesos académicos materializados en foros y conversa- torios como los que se proponen en este proyecto, redundan en una apro- piada práctica creativa y escénica con y desde los niños y niñas. La danza requiere ser estudiada y ejecutada de manera consciente y responsable, por su complejidad conceptual y su importancia interpreta- tiva. Así lo han entendido muchas instancias culturales en el mundo, por ello es importante comprometerse con la oferta de actividades como la que se presenta en este foro, con el fin de cualificar los procesos formativos apun- tando al desarrollo integral desde la niñez. 8 9 CAPÍTULO 1 LA DANZA Y SUS APORTES EN EL DESARROLLO PSICOMOTRIZ: UNA PROPUESTA DESDE LA PSICOMOTRICIDAD VIVENCIADA Lina Álvarez Toro Universidad del Atlántico - Colombia Introducción En el transcurso de los primeros años, los seres humanos van estructurando su personalidad a partir de la vinculación entre lo cog- nitivo, lo corporal y lo emocional (Díaz & Quintana, 2016; Arufe, 2020), así como de la necesidad de movimiento que se ve reflejada a través del deseo de exploración del entorno, aspecto que se convierte en parte esencial para comprender la psicomotricidad como herramienta de intervención que facilita y estimula el desarrollo psicomotriz (Abe- llán, 2021). De igual forma, la psicomotricidad también implicaría as- pectos relacionados con la orientación temporal, es decir, la toma de decisiones con respecto a las secuencias de los movimientos y de sus desplazamientos ejecutados en cierto tiempo (Nelson et al., 2017) Es por medio de las vivencias psicomotrices que niños y niñas exploran el mundo que les rodea empleando su cuerpo como instru- mento para la recepción de estímulos visuales, sonoros, táctiles kines- tésicos etc., favoreciendo la maduración motora, intelectual y espacial (Chatzihidiroglou et al., 2018). 10 Distintas experiencias educativas han demostrado que la prác- tica de la danza es una herramienta idónea para el desarrollo de las capacidades psicomotrices (Astuto y Ruck 2017) teniendo en cuenta que la danza además de ser una manifestación artística y cultural per- mite el reconocimiento del cuerpo en el espacio, el esquema corporal, el ritmo, la temporalidad, lateralidad y coordinación, pero también propone la interacción social la expresión de sentimientos y emocio- nes, por lo tanto se propone la danza como herramienta de interven- ción psicomotriz para potenciar especialmente el desarrollo sensorial y motriz durante la etapa infantil (Cameron et al., 2020). Psicomotricidad y campos de intervención La Psicomotricidad puede entenderse a partir de las estrechas relaciones que existen entre el cuerpo, las emociones y el pensamiento inconsciente, existiendo una relación permanente entre estos aspec- tos, de ahí que algunos autores como Wallon …. Definen este concepto como la unión entre lo somático y lo psíquico. Haciendo un recuento histórico de la evolución del concepto de psicomotricidad debemos iniciar con la concepción de cuerpo que se crea en las primeras civilizaciones, como la griega, la romana o la oriental, donde se establecía la idea de que cuerpo y alma estaban uni- dos. En Francia en el siglo XVII, surgió una idea de cuerpo propuesta por el filósofo René Descartes, el cual afirmaba que el cuerpo es un fragmento visible en el espacio pero que está separado del individuo pensante (Mendiara y Gil, 2016). A principios del siglo XX comenzó a desestimarse la idea física, simplemente biológica del cuerpo humano y se rompe con el dualismo de cuerpo y mente propuesto que había sido propuesta por descartes y develan descubrimientos en neuropsiquiatría de autores como 11 Sherrington, Wernicke y Dupré, quienes demostraron la estrecha rela- ción entre los trastornos motores y mentales. Por otra parte, la psicología evolutiva descritas por Piaget, 1985; Gesell, 1933; y Wallon, 1974) este último resalta el enfoque glo- bal de la Psicomotricidad, dando valor dentro de esta a lo físico, a lo afectivo, a lo emocional, de igual forma los aportes a las bases del fun- cionamiento dinámico de los individuos descritos por Freud pone en consideración el desarrollo sensoriomotor como eje transversal en la construcción de la personalidad. Desde otra perspectiva freudiana se consideran los aportes de (Jung, 1993) acerca de la importancia del cuerpo en el desarrollo sim- bólico que se manifiesta a través del mito del cuento o del arte, en esta línea del tiempo podemos encontrar a Ajuriaguerra quien se le conoce como el padre de la Psicomotricidad y amplio la obra de Wallon estudiando la relación entre del cuerpo con la psiquis, de igual forma este autor integra los aportes de la neuropsiquiatría, la psicología del desarrollo y las corrientes de la pedagogía moderna, además destacó la importancia que tiene el movimiento para la construcción del es- quema e imagen corporal del niño y por lo tanto para el psiquismo in- fantil (Durivage, 2005; Robert, 2006). Debido a lo anterior se consolidan algunos aspectos de la psi- comotricidad y se abre paso a otras formas de intervención como lo es la reeducación psicomotriz que busca la modificación o reaprendizaje de aspectos del desarrollo psicomotor en el que se observan dificulta- des en su forma de actuar y expresarse (Rigal, 2006). Por otra parte, autores como podemos destacar a Le Boulch (1982), creador del método psicocinético en donde la psicomotricidad se constituye como un lazo entre la actividad psíquica y la actividad 12 motriz y en donde existen interdependencia entre ellas para la cons- trucción, este método llega a fortalecer la practica psicomotriz educa- tiva A continuación, se presentan los objetivos de acuerdo con los enfoques de intervención de la psicomotricidad. Ver figura1. Figura 1. Enfoques de intervención y sus objetivos Elaboración propia Nos damos cuenta como ha venido evolucionando el concepto de psicomotricidad y sus enfoques de intervención, planteando pers- pectivas tradicionales desde la educación psicomotriz hacia posturas más dinámicas (Berdila et al., 2019; Gamonales, 2016; Talaghir et al., 2019), en las cuales el desarrollo psicomotor tiene relación estrecha con la dimensión afectiva, la vivencia y la experimentación (Ros y Pas- cual, 2021), aspectos fundamentales que son considerados por autores como Le Pierre y Aucouturier quienes han realizado críticas a la formas tradicionales de realizar practica psicomotriz en las que para ellos se instrumentaliza el cuerpo para un fin y no como el medio para llegar a 13 él, a lo cual han denominado psicomotricidad vivenciada, la cual pre- tende a través de la práctica psicomotriz entendiéndose esta como una actividad propuesta a partir del juego espontaneo, en la que se permite que el cuerpo este al servicio del niño o niña y que este integre las emociones, la tonicidad y el pensamiento inconsciente para que lo- grar la relación consigo mismo y con el mundo exterior. Esta perspectiva de la psicomotricidad permitirá ver al niño o niña como protagonista en su acción motriz, favoreciendo la creativi- dad, la imaginación, dejando de lado las ideas preconcebidas, las ins- trucciones y los test estandarizados, dichos autores plantean una visión renovada en este campo, que responda a las necesidades cultu-rales y educativas, Retamales y Carbullanca (2002). Para comprender acerca del conceptos y características de la psicomotricidad vivenciada a continuación se presenta la siguiente definición: Aucouturier, B: “Movimiento al servicio de hacerse hombre entre hombres, movimiento para sentir el amor y el rechazo, para en- tender el yo y el otro, para situarse como vivo y cambiante en el tiempo, para desplazarse en un espacio y para manipular objetos donde se discriminarán primero relaciones concretas y luego abstrac- tas”.22 Es por lo anterior que al momento de realizar una sesión psi- comotriz desde la perspectiva vivencial se consideran los siguientes as- pectos a observar en el niño la relación con su propio cuerpo, con los objetos, con el espacio, estableciendo las relaciones entre él y las per- sonas, por medio del reconocimiento de su cuerpo, donde construye su propio espacio y sus límites, Álvarez (2013), en donde el juego, se propone como la manera que tiene el niño y niña para mostrarse a sí mismo y a los demás, de expresar sus sentimientos y emociones, de 14 descubrir su entorno y de interactuar con su cuerpo y los objetos. Ver figura 2. Figura 2. Aspectos de valoración en la práctica psicomotriz desde la perspectiva vivenciada Elaboración propia Danza y sus aportes a la psicomotricidad Existen técnicas de intervención psicomotriz tales como el juego sensorio motriz, simbólico y juego reglado, el cuento vivenciado es otra forma de intervención de aspectos literarios lo cual es similar a la danza puesto que se cuenta a través del cuerpo las emociones, pen- samientos, deseos etc., siendo el cuerpo protagonista en la acción mo- triz. Para el siguiente autor la psicomotricidad considera al cuerpo como el escenario donde acontece el abordaje de la psicomotricidad y refiere: Harriague, (2010) “La actividad motriz espontánea evoluciona en actividad motriz intencional. Para llegar a ello es necesaria la 15 intervención de una entidad orgánico-neurológica lo suficientemente madura para lograr esta realización”. Por medio de su expresividad los niños y niñas manifiestan su capacidad cognitiva, la voluntad y la capacidad de ejecución. Para Aucouturier quien organiza la práctica psicomotriz desde la vivencia y el registro corporal, orienta los objetivos del abordaje psi- comotor hacia el dominio del «cuerpo» y sus pulsiones: cuerpo como mediador para equilibrar aspectos emocionales, vivenciar el espacio, el tiempo, y construir conocimientos a través de la experiencia motriz. La danza aporta desde su praxis al alcance de dichos objetivos, o vivenciado en la práctica psicomotriz moviliza la emoción, que se pone de manifiesto a través del tono muscular y se libera por medio del movimiento que permite la regulación tónico emocional, a veces con explosiones, otras por medio de reacciones expresivo afectivas La- pierre y Aucouturier (1984) Aunque casi ningún autor ignora o niega el componente emo- cional de la danza, algunos destacan el elemento corporal sobre los de- más. Así, Laban (1978) considera a la danza más como el lenguaje de la acción que de la emoción; un conjunto de acciones corporales y men- tales ordenadas coherentemente. «La danza puede ser considerada como la poesía de las acciones corporales en el espacio» (1987, p. 43) La apropiación y el dominio del propio cuerpo permiten orga- nizar los movimientos, favoreciendo la sensibilidad cinestésica, propio- ceptiva y ofrece una imagen de nosotros mismos que se refleja en nuestra identidad. Conclusión 16 Luego de haber revisado el concepto de psicomotricidad y como ha ido evolucionando a lo largo de la historia, vemos que la prac- tica psicomotriz nos ofrece el juego como estrategia de intervención, pero vale la pena seguir indagando los aportes que la danza brinda para favorecer el desarrollo psicomotor respetando las posibilidades de los niños y estimulando la expresividad a través del cuerpo libre y espon- taneo. Referencias bibliográficas Abellán Roselló, L. (2021). La danza como medio potenciador de la psi- comotricidad en estudiantes de Educación Infantil. VIREF Revista De Educación Física, 10(1), 10–19. Recuperado a partir de https://revis- tas.udea.edu.co/index.php/viref/article/view/342602 Álvarez, T. L. (2013). Instrument of vivenced psychomotricity for autis- tic children. Revista U.D.C.A Actualidad & Divulgación Científica, 16(2), 343-350 Arufe, V. (2020). ¿Cómo debe ser el trabajo de Educación Física en Edu- cación Infantil? Retos, 37, 588-596 Astuto, J., & Ruck, M. (2017). Growing up in poverty and civic engage- ment: the role of kindergarten executive function and play predicting participation in 8th grade extracurricular activities. Applied Develop- mental Science, 21(4), 301-318. https://revistas.udea.edu.co/index.php/viref/article/view/342602 https://revistas.udea.edu.co/index.php/viref/article/view/342602 17 Aucouturier, B. (2004). Los fantasmas de acción y la práctica psicomo- triz. Barcelona: Graó Berdila, A., Talaghir, L. G., Iconomescu, T. M. y Rus, C. M. (2019). Values and interferences of psychomotricity in education. A study of the do- main-specific literature. Romanian Journal for Multidimensional Edu- cation,11, 22-42. https://doi.org/10.18662/rrem/175 Cameron, K. L., McGinley, J. L., Allison, K., Fini, N. A., Cheong, J. L. Y., & Spittle, A. J. (2020). Dance PREEMIE, a Dance Participation intervention for Extremely prEterm children with Motor Impairment at prEschool age: an Australian feasibility trial protocol. BMJ Open, 10(1), 1-9. https://doi.org/10.1136/bmjopen-2019-034256 Chatzihidiroglou, P., Chatzopoulos, D., Lykesas, G., & Doganis, G. (2018). Dancing Effects on Preschoolers’ Sensorimotor Synchroniza- tion, Balance, and Movement Reaction Time. Perceptual and Motor Skills, 125(3), 463–477. https://doi.org/10.1177/0031512518765545 Díaz, R., & Quintana, A. (2016). Percepción de los profesores sobre la importancia de la psicomotricidad en educación infantil. Acción motriz, 17, 7-20. 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Córdoba. Ar- gentina. 1-6 Jung C. G. (1993). Psicología y Educación. Barcelona: Editorial Paidós. Laban, R. (1978). Danza educativa moderna. Buenos Aires: Paidós Lapierre, A., & Aucouturier, B. (1985). Simbología del movimiento. Bar- celona: Científico-Médica. Le Boulch, J. (1982). Hacia una ciencia del movimiento humano. Bue- nos Aires: Paidós. Mendiara, J. y Gil, P. (2016). Psicomotricidad educativa. Wanceulen. Nelson, C., Paul, K., Johnston, S. S., & Kidder, J. E. (2017). Use of a crea- tive dance intervention package to increase social autism spectrum di- sorder. Education and Training in Autism and Developmental Disabilities, 52(2), 170-185 Piaget, J. (1985): “The equilibration of cognitive structures: The central problem of intellectual development”, Chicago University of Chicago Press Rigal, R. (2006). Educaciónmotriz y educación psicomotriz en preesco- lar y primaria. Zaragoza: Inde. Robert, R. (2006). Educación motriz y educación psicomotriz en prees- colar y primaria. Barcelona: Inde. 19 Roz Faraco, C. C., & Pascual Gómez, I. (2021). Beneficios de la Investi- gación-Acción en un Programa de Formación Docente. REICE. Revista Iberoamericana Sobre Calidad, Eficacia Y Cambio En Educación, 19(2), 73–88. https://doi.org/10.15366/reice2021.19.2.005 Wallon H. (1974). Del acto al pensamiento. Buenos Aires: Psique https://doi.org/10.15366/reice2021.19.2.005 20 21 CAPÍTULO 2 LA DANZA: MOVIMIENTO HACIA LA INCLUSIÓN Yalov Villadiego Ramírez Universidad del Norte “Todo el mundo debe tener acceso a moverse y a poder disfrutar de los beneficios que te entrega la danza” Connolly (Coreógrafa profesional) La danza como lenguaje expresivo, con connotaciones inter- nas, como movimiento y co-creación; se convierten en el escenario propicio y casi natural en sí mismo para la inclusión. La danza es crea- tividad; es libertad y por ello, elimina los prejuicios; es la generación de un pensamiento divergente, que rompe con la homogenización del pensamiento. Para construir los argumentos del presente escrito, se realizó una revisión teórica alrededor de la danza y la inclusión; además, se retoma la experiencia personal. La información recabada y analizada permite considerar que la danza es inclusión, cuando se entiende la danza como encuentro del ser, como encuentro con el entorno y como encuentro con el otro. A continuación se desarrollan estos tres plan- teamientos y se presenta una experiencia significativa de la danza y la inclusion, como estudio de caso. 22 La danza como encuentro del ser. Es reconocer que la danza potencia el desarrollo personal, desde la concepción del propio cuerpo (la imagen y el concepto corporal); y propende por una mejora de la autoconfianza y la autoestima (Fernández-Carrión, 2011). Al practicar la danza y en especial desde la primera infancia, nos hacemos cons- cientes de las propias sensaciones y movimientos, nos permite recono- cernos como personas únicas e irrepetibles, con capacidades distintas; lo que conlleva a un desarrollo socioemocional efectivo. Así mismo, la danza, reduce la ansiedad y aumenta la satisfac- ción de las personas (Olvera, 2008). Brindando la oportunidad de crear una vía de escape, de liberar tensiones y emociones, desde el empleo del lenguaje no verbal. Además, incrementa la determinación, el entu- siasmo, la inspiración y la atención (Quiroga, Kreutz, Clift y Bongard, 2010). Para Vásquez (2018) la danza “proporciona múltiples benefi- cios a nuestra salud física y mental, transformando personas con acti- tudes seguras y una autoestima firme para lograr las metas en lo que se propongan en la vida” (p. 1). Al bailar los estereotipos desaparecen, solo queda la expresión y el movimiento; por esta razón, la danza como escenario libre y de formación, debe promover el acceso a las personas sin barreras, ni li- mitaciones. La danza hacia el encuentro con el entorno. Es concebir la danza como factor de conocimiento cultural; desde la cual, se puede generar procesos de educación intercultural, favoreciendo aspectos como el conocimiento, la aceptación y tolerancia de la realidad pluri- cultural en la cual habitamos actualmente (Hernández y Torres, 2009). 23 Desde la danza, se reconoce el mundo que nos rodea, es una invitación a desenvolvernos dentro de un espacio, interactuar con per- sonas, descubrir las posibilidades del propio cuerpo y reconocer los elementos culturales propios y de los otros, que se develan en el folclor y las tradiciones. Para el Ministerio de Educación Nacional de Colombia (2004) “Las experiencias artísticas desde la primera infancia se convierten en formas orgánicas y vitales de habitar el mundo y contribuyen a eviden- ciar, la necesidad simbólica que hace disfrutar la vida, contemplarla, transformarla y llenarla de sentido” (p.13). En primera infancia, ele- mentos como las rondas infantiles, se convierten en una posibilidad de sentir el ritmo, de vivenciarlo con y desde el cuerpo, desde la explora- ción de movimientos libres o desde el seguimiento de una secuencia rítmica. La danza hacia el encuentro con el otro. Es reconocer que el ambiente de la danza contribuye a superar y eliminar las barreras im- puestas alrededor de los estereotipos y prejuicios sociales, económi- cos, culturales o sexuales, es un llamado a la inclusión. La socialización en la danza ocurre cuando “El individuo reco- noce su propia presencia y la presencia de los demás” (Wengrower y Chaiklin, 2008. p.124). Es ese instante en que el sujeto en la danza es capaz de conectar con el otro, compartiendo sus emociones, senti- mientos y sensaciones; yendo más allá de lenguaje verbal, como me- canismo de comunicación. Para Mehrabian (citado en Corrales, 2011), al referirse a la co- municación interpersonal señala que el lenguaje no verbal nos brinda el 93% del significado (55% gestos y 38% uso de la voz para transmitir palabras); correspondiéndole tan solo el 7% a la comunicación verbal 24 (la palabra). En ese sentido, la danza se convierte en un medio para transmitir ideas, pensamientos, emociones, sentimientos, sensacio- nes. Desde la danza podemos acudir al concepto de “Auto-eco-or- ganización” planteado por Morín (1996) en donde los danzantes se construyen al mismo tiempo que aportan a la construcción de los otros, desde la intersubjetividad. Así mismo, toman conciencia del es- pacio, el tiempo, el ambiente, generando sus propias dinámicas de or- ganización. Dentro de la danza como colectivo, existe un compromiso por el grupo, por encima del reconocimiento o la exaltación particular. Aisha y la danza. En este espacio deseo contar la experiencia de mi hija Aisha y su relación con la danza; la cual ha contribuido de manera significativa a su desarrollo. Desde su nacimiento, Aisha ha presentado múltiples complicaciones de salud tales como asma, der- matitis atópica, trastorno del lenguaje, trastorno del desarrollo motor con alteración en el ritmo, equilibrio y coordinación. A las condiciones anteriores, actualmente se le suma los diagnósticos de escoliosis, des- balance de cadera y alteración del tórax. Aunque desde el año y medio empezó a asistir a múltiples te- rapias, fue en la danza en donde encontró su espacio para ser libre, para crecer, para ser consciente de sus limitaciones físicas, para saber que su cuerpo podía ser manejado por su mente. En este espacio podía ser ella, libre de burlas, estigmas y exclusiones. Aprendió a brillar den- tro y fuera del escenario, a mantener la cabeza en alto, a explorar y a crear. Cuando a sus 14 años y como parte de este ensayo le pido que me cuente que ha significado para ella la danza, ella responde “Es un ambiente donde me siento feliz y motivada y tengo amigos”. Para mu- chos niños, niñas y jóvenes eso representa la danza, el lugar donde son 25 felices y tienen amigos; es decir, ese lugar donde realmente se sienten incluidos. Para ella la danza es un beneficio, es una contribución para me- jorar cada vez más en su desarrollo. Al respecto ella refiere “la danza me ha ayudado a tener perseverancia, dedicación, disciplina, respeto y paciencia. Además, de ayudarme en mi salud, para mejorar mi motri- cidad, equilibrio, ritmo, coordinación y resistencia”. Se podría concluir que la danza engrandece a aquel que la prác- tica. La danza al igual que el resto de las artes se convierte en un medio para el desarrollo social, en ese espacio catártico y de encuentro con el ser, con el otro y con el entorno. Allí todos son bienvenidos e invita- dos a descubrir, experimentar y crear. Para las poblaciones en riesgo de exclusión tales como mino- rías, discapacitados, entre otros; en el arte encuentran su refugio,pero también su posibilidad de crecer, desarrollarse, de ganar autocon- fianza y autoestima, de ser felices, de creer en la amistad y en sus ca- pacidades; de hacer sentir y valer su voz, frente a la posibilidad de ser invisibilizados. La danza es emoción, sensación, expresión, ritmo, esté- tica… es una actividad humana, que nos humaniza, y eso la hace inclu- siva en su esencia. Referencias bibliográficas Corrales, E. (2011). El lenguaje no verbal: un proceso cognitivo superior indispensable para el ser humano. Revista Comunicación, 20 (1), 46- 51. Recuperado de https://www.re- dalyc.org/pdf/166/16620943007.pdf https://www.redalyc.org/pdf/166/16620943007.pdf https://www.redalyc.org/pdf/166/16620943007.pdf 26 Fernández-Carrión, M. (2011). Danza e inclusión social. Recuperado de https://bit.ly/2Qp6UhZ Hernández, R y Torres, G. (2009). La danza y su valor educativo. Efde- portes, 14 (138). Recuperado de https://www.efdepor- tes.com/efd138/la-danza-y-su-valor- educativo.htm Ministerio de Educación Nacional (2014). Documento N° 21 El arte en educación inicial. Recuperado de https://www.mineduca- cion.gov.co/1780/articles- 341813_archivo_pdf_educacion_inicial.pdf Olvera, A. (2008). Cultural dance and health. A review of the literature. American Journal of Health Education, 39 (6), 353-359. Quiroga Murcia, C., Kreutz, G., Clift, S. y Bongard, S. (2010). Shall we dance? An exploration of the perceived benefits of dancing on well- being. Arts & Health, 2 (2), 149- 163. Vázquez, N. (2018): “La inclusión de la danza: en el contexto educativo de niños, jóvenes y adultos”. Atlante: Cuadernos de Educación y Desa- rrollo. Recuperado de https://www.eu- med.net/rev/atlante/2018/10/danza-contexto-educativo.html /hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1810danza-contexto-educativo Wengrower y Chaiklin (2008). La vida es danza. El arte y la ciencia de la Danza Movimiento Terapia. Gedisa, Barcelona.vitae mattis dictum. Integer urna lacus, fringilla vel rutrum sed, porta ut magna. Sed mattis libero scelerisque velit mollis porta. Phasellus luctus diam nisi, quis dapibus nibh scelerisque ac. Aenean consectetur iaculis velit, a rhoncus dolor volutpat at. https://www.efdeportes.com/efd138/la-danza-y-su-valor-%20educativo.htm https://www.efdeportes.com/efd138/la-danza-y-su-valor-%20educativo.htm https://www.mineducacion.gov.co/1780/articles-%20341813_archivo_pdf_educacion_inicial.pdf https://www.mineducacion.gov.co/1780/articles-%20341813_archivo_pdf_educacion_inicial.pdf https://www.eumed.net/rev/atlante/2018/10/danza-contexto-educativo.html https://www.eumed.net/rev/atlante/2018/10/danza-contexto-educativo.html 27 29 CAPÍTULO 3 DANZA Y DISCAPACIDAD EN LA INFANCIA Mailyn Olivares Ramírez Universidad del Atlántico La inclusión social hace alusión a la capacidad de reconocer en una persona o grupo social el valor y la riqueza de la diversidad, tomán- dole en cuenta como un ser vulnerable con necesidades específicas que deben ser atendidas para estar en condiciones de equidad, a fin de disfrutar y ejercer sus derechos fundamentales. Por ello es necesa- rio destacar, que inclusión social y discapacidad mantienen cierta co- rrelacionan, ya que la discapacidad es un concepto que evoluciona y que se da como resultado de la interacción entre la deficiencia de una persona y las barreras o actitudes de la sociedad Razones de importancia, para que el Estado colombiano, ga- rantice medidas y políticas de prevención en personas con discapaci- dades, procurando brindar oportunidades para su integración y participación en igualdad de condiciones, estipuladas en la Constitu- ción política de Colombia y la Ley de educación, sin embargo, en la realidad, la perspectiva de personas con discapacidades es poco acep- table su participación social. En atención a lo anteriormente referenciado, la danza inclusiva es una práctica que persigue una transformación social como res- puesta a las dificultades de inclusión de las personas con discapacidad, ya sea física, sensorial o intelectual. No obstante, de forma general to- das las personas con o sin discapacidad, pueden encontrar en la danza 30 un lugar de integración, afecto, respecto, alegría, solidaridad, comuni- cación, pertenencia y aceptación. Por lo cual es necesario destacar, que actualmente las personas con discapacidad auditiva son grupos con elevado riesgo de exclusión y marginación, por tener diversidad fun- cional ocasionando ciertas desventajas que le impiden participar en di- ferentes actividades, por lo cual esta situación ha generado preocupación en el contexto social. En tal sentido, los jóvenes con discapacidad auditiva de acuerdo con Marchioni, (2008), se las deben aceptar por su capacidad y no por su incapacidad, brindándoles las oportunidades necesarias para sean capaces de desarrollar las aptitudes que poseen en su diver- sidad funcional y, que éstas lleguen a ser un factor positivo y no una carga para la familia, la sociedad y el estado. Considerado además que es un, “derecho a ser reconocido como ser humano activo en todos los ámbitos de la vida social en una sociedad democrática como Colombia, donde lo político, familiar, aca- démico y social, son parte de las propuestas e iniciativas nacionales que contribuyen a modificar y mejorar la realidad de vida de todos los ciudadanos en cualquier condición”. Lo cual es esencial para construir una comunidad organizada, donde los individuos con discapacidad in- teractúen entre sí, crezcan y evolucionen de forma integral en la socie- dad. Consecuentemente con lo anterior, también la finalidad prin- cipal de este trabajo es proyectar la importancia de la danza del resto de formas de expresión artística, para lograr una inclusión social del alumnado en las escuelas de Educación básica Primaria de Colombia, así como en el resto de las actividades de ámbito no formal, por consi- derarse la danza una bella expresión artística que parte de la manifes- tación del contexto cultural, como aquella que forma parte del 31 medioambiente o del entorno, la cual es el resultando significativo para la formación y desarrollo de un ser humano en específico. En otro orden de atención, puede decirse que la inclusión de la danza en la educación de niños y jóvenes, nace a partir de una pro- puesta pedagógica donde se enfrentan ciertas divergencias relaciona- das con la problemática social vivida en pueblos o grandes ciudades, donde se parte de una educación escuela y sociedad, que no trasciende a consolidar una unión de integración, conducción o seguimiento en la formación de grupos, que solo se distingan por escuchar palabras, donde no se fomentan expresiones artísticas a través del movimiento, la música, o de una manera singular que concientice en fortalecer la autoestima de cada individuo. Buscando a través de ello una conexión de acercamiento con un grupo de trabajo que lo respalde y apoye, no dejando solo a ninguno de sus integrantes, en las problemáticas del actuar diario, donde la danza tenga más auge en el ámbito educativo, para lograr beneficios, en cuerpo, mente y alma de quienes la practican, y lograr resultados en el alcance de sus metas. En concordancia con lo expresado, se hace necesario enfatizar la importancia de la danza como un factor fundamental en el desarrollo de las capacidades motoras y cognitivas, como parte de la inclusión de estudiantes de las instituciones educativas básicas primarias de Ba- rranquilla Colombia, buscando a través de ella beneficios adecuados en esta etapa educativa, por considerarse la más adecuada para tratar la danza en la escuela, desde el punto de vista físico, psicológico, inte- lectual y multicultural, como herramienta para mejorar la expresión corporal y la comunicación en ellos. 32 Así mismo, la práctica e inclusión de la danza en la educaciónde niños y jóvenes, debe estar enfocada en dar un sentido pedagógico para fomentar el espíritu artístico e ir formando educandos creativos, con la ejecución no tan solo de tipo de danza establecido como, la fol- clórica o clásica, si no en el enfoque de la expresión en los ritmos y temática vivida en la actualidad en el país, que pueda generar una cul- tura para enfrentar las problemáticas sociales con los estilos propios de la danza contemporánea, sin perder el valor cultural de los estilos antes mencionados. En relación con la danza e inclusión en el campo educativo, es de relevancia manifestar la necesidad de que todos su participantes en la escuela tengan la libertad o acceso a moverse, y poder disfrutar de los beneficios que le aporta la danza como parte de su expresión en su formación educativa desde niños, como parte de formación integral que contribuya a una actitud positiva, transformando el proceso de en- señanza-aprendizaje desde un escenario estético, para lograr educan- dos con acciones propositivos donde desde la inclusión escolar, apliquen los conocimientos obtenidos mediante la practica consecu- tiva de la danza. En síntesis, al describir a la danza como una de las primeras manifestaciones artísticas, que han evolucionado con la civilización creando una historia relevante en determinadas épocas, haciendo alu- sión a la forma de vida y adoptando características significativas plas- madas en la ejecución del montaje con movimientos, música y accesorios con carácter de distracción o diversión, lo que ha venido in- cidiendo en la necesidad de su inclusión en la sociedad y en el ámbito educativo actual. Seguidamente se presenta aspectos teóricos de rele- vancia para sustentar dicha ponencia, enmarcada en la danza y su 33 inclusión social y educativa en las instituciones escolares de Barranqui- lla Colombia. La danza como campo conceptual La palabra danza aparece con frecuencia vinculada o relacio- nada con la palabra baile, e incluso en numerosas ocasiones ambos términos han sido utilizados para designar la misma realidad o alternar el valor sígnico de significante y significado mutuamente. siguiendo la música y el conjunto de movimientos que se hacen con el cuerpo al ritmo de esta sucesión de posiciones y de pasos ejecutados según un ritmo musical, se podrían aplicar diferentes concepciones del término danza. De acuerdo con Urbeltz, (2014), el término danza ha sido utili- zado para designar diferentes conceptos de ideas, siendo difícil la adopción de un único significado que describa con rigor la globalidad del término. Siendo múltiples las acepciones asociadas a la palabra danza, algunas de ellas como pueden ser técnica o coreografía se en- cuentran más cercanas al extremo pragmático del término. De igual modo se enfatiza en áreas, como son creación corporal, arte, lenguaje corporal donde se polarizan hacia el sentido más expresivo o estético del concepto. En otro orden de ideas, Laban (2013) considera a la danza como el lenguaje de la acción y de la emoción; integrado por un con- junto de acciones corporales y mentales ordenadas coherentemente, por lo tanto, la danza puede ser considerada como la poesía de las ac- ciones corporales en el espacio. De la misma manera Torrents (2016) al respecto manifiesta que la danza busca la expresión individual de sentimientos y pensa- mientos, radicando su importancia en el estímulo para la creatividad y 34 la resolución de problemas, no obstante la danza reporta un beneficio corporal y mental a quien la práctica, si dicha práctica es proporcio- nada, coherente y coordinada resulta ser saludable y placentera para el ser humano, así mismo enfatiza este autor que a través de la danza se transfieren movimientos del plano corporal al artístico, buscamos la belleza como medio de comunicación entre los que la bailan. En atención a estas definiciones, la danza como inclusión, surge como una necesidad de expresión del ser humano, donde se des- criben acontecimientos significativos y la danza se hacía presente con movimientos propios al ritmo del sonido que producción los instru- mentos donde se combinaban el sonido para dar auge a las notas mu- sicales. Por su parte Lindo (2010) plantea diferentes perspectivas en la definición del término danza y expresa: La danza se relaciona con la posibilidad de los seres humanos para expresar sus sentimientos y emociones a través del movimiento, sin embargo, es posible analizarla desde varias perspectivas: La danza como expresión artística, la danza como manifestación cultural y la danza como actividad física de carác- ter estético”. En concordancia a lo emitido, García Ruso (2017) describe esta manifestación artística, desde una perspectiva integral, donde se con- templan aspectos como: una actividad que se extiende a lo largo de la historia de la humanidad, como parte de todas las edades en los con- textos de niños, jóvenes y adultos, sin importar el sexo, extendiéndose en todo el planeta de manera inclusiva, al ser considerándola una acti- vidad motora que utiliza al cuerpo como un instrumento a través de técnicas corporales específicas, expresando ideas, emociones y senti- mientos, donde se condiciona una estructura rítmica, representada en múltiples formas como son: arcaicas, clásicas, modernas y populares. 35 Tipos de danza Según Fuentes (2006) a lo largo de la historia, han ido apare- ciendo y creándose distintos tipos de danza. Primeramente, nos en- contramos con. La danza primitiva: este tipo de danza se relaciona con aspec- tos mágicos, cotidianos y con los distintos rituales para conectarse con los dioses y la propia naturaleza, no obstante, este tipo de danza era típicamente realizada por los hombres, realizando movimientos conti- nuados y repetitivos. Danza clásica: esta danza se relaciona totalmente con lo irreal e imaginario, basada en la realización de movimientos amplios de las distintas articulaciones del cuerpo, en la búsqueda y creación de líneas a través de las distintas partes del cuerpo y en la búsqueda de los dis- tintos equilibrios, este tipo de danza se tiene un vocabulario específico y técnico a la hora de denominar los distintos movimientos, gestos y su representación en distintos espacios. La danza folklórica: es otro tipo de danza, dónde se transmiten y se representan las distintas culturas de los distintos pueblos. Por ejemplo, los géneros de la danza folclórica, se relaciona con una deter- minada cultura popular. Algunos bailes particulares son la Cueca, la danza griega, la huella, el gato, la danza árabe, el tango, la danza de cintas. La danza educativa: según Fuentes (2006) la danza escolar fue promovida por diversos bailarines de danza moderna, causando cierto enfado e insatisfacción al profesorado de Educación Física, esto se de- bía a que los docentes de dicha asignatura se planteaban si el fin de este tipo de danza que se enseñaba, concordaba con los objetivos y contenidos educativos. En tal sentido, la danza como medio educativo 36 al participar en los fines creativos, físicos, intelectuales y sociales, al margen del nivel de perfeccionamiento coreográfico; y la danza enten- dida como una forma artística de expresión que requiere el más alto nivel de perfección posible. La danza popular: es aquella que un pueblo asume como pro- pia y está correlacionada con su historia, política, economía y cultura sin dejar de lado las habilidades y destrezas psicomotoras. Esto último le da oportunidad al baile de ser más rico y vistoso, especialmente creativo. Este tipo de danzas caracterizan a cada región, logrando cohesionar a los integrantes de una comunidad donde los grupos hu- manos se reúnen para bailar porque requieren de organizaciones y tin- glados que apoyen el intercambio la amistad, la solidaridad en general e inclusoel análisis y la discusión de los problemas comunes. Por otro lado, la práctica de esta danza tiene que ver con los principios religio- sos, la moralidad, la diversión, la fortaleza física y demás eventos refe- ridos a la cultura popular. La danza contemporánea: es otro tipo de danza que ha sido creada contra la sutileza y típica danza clásica, donde se busca la ex- presión de emociones a través una técnica específica de movimientos basados en la respiración y relajación, además del uso de la propia gra- vedad. En cada lugar, el gesto o movimiento técnico tiene una denomi- nación específica. Danza social: este tipo de danzas las podemos englobar en las danzas de ocio, aquí, encontramos principalmente los bailes en parejas que van adaptándose a los distintos tipos de música según la época. El Jazz: esta danza nació a partir de las danzas primitivas sobre todo de origen africano, interactuando estos ritmos y movimientos de etnia africana con los de la zona de Norte América, concretamente, se 37 crea finalmente en Estados Unidos en el siglo XIX, alcanzando su má- ximo esplendor a partir del siglo XX. Al igual que la danza contemporá- nea y la danza clásica, tiene un estilo y técnica específica. La Danza en la Educación La importancia de la danza en el ámbito educativo según Mc Carthy (2006) sostiene que han incurrido factores de peso, que han mantenido por ciertas razones históricas y axiológicas a la danza en se- gundo plano en la educación; ya que es palpable que se ha perdido su integración con más auge en las temáticas escolares. Así mismo hace mención que la danza es tridimensional, ya que se extiende en el tiempo y el espacio, con la finalidad de engrandecer en quien la prác- tica, proporcionando múltiples beneficios como son: mejorar la salud física y mental, transformando personas con actitudes seguras y una autoestima firme para lograr las metas en lo que se propongan en la vida. De igual manera a nivel educativo, la danza se describe como una fuente de expresión, de transmisión de sentimientos, sensaciones y emociones, donde la práctica temprana de esta disciplina permite a niños, jóvenes y adultos, coordinar la emotividad con la intencionali- dad de los movimientos y así lograr un control y desarrollo integral en ellos. En otro orden de ideas, la actividad dancística ayuda además al conocimiento de su propio cuerpo, de sus extremidades, de posibili- dades de movimiento de cada parte que conforma su anatomía, y de este modo mantener un mejor estado físico general; lo cual les permita mayor concentración en las actividades académicas, por ser la danza el baile como forma de arte, donde se utilizan los movimientos del 38 cuerpo, usualmente con música y forma de expresión e interacción social inclusiva con fines de entretenimiento, artísticos o religiosos. Razones conducentes para manifestar, que la danza en la edu- cación generaría estudiantes comprometidos en cada uno de los roles donde se desempeñe, donde pueda adoptar valores característicos a la práctica singular que distinguen la danza entre las artes, sensibili- zando la educación con la práctica de esta. Por lo tanto, la danza en la escuela es vista como el movimiento en el espacio que realiza el edu- cando practicante de esta disciplina, como parte o todo el cuerpo del ejecutante y con cierto compás o ritmo como expresión de sentimien- tos individuales, o de símbolos de la cultura y la sociedad. En este sen- tido, la danza también es una forma de comunicación, ya que se usa el lenguaje no verbal entre los seres humanos, donde el bailarín o baila- rina expresa sentimientos y emociones a través de sus movimientos y gestos. Además, hoy día se ha perdido el reconocimiento de la danza dentro de la práctica educativa en materia de aprendizaje, y solo es manifestada en la educación como una actividad recreativa a la cual no todos se incluyen, por no tener algunos docentes una cultura que el movimiento en nuestro cuerpo trae beneficios. Obviando además que su práctica va ligada a la historia de la humanidad, ya que, al tener una cátedra de historia del arte, no se puede dejar de lado los aconteci- mientos artísticos, culturales, sociales o religiosos, así como la descrip- ción de los géneros dancísticos, como las danzas regionales o folclóricas, populares, urbanas, clásicas, modernas y contemporáneas Por último, puede señalarse que la práctica de la danza como parte de la inclusión educativa, debe estar presente en el modelo pe- dagógico enriqueciendo y fortaleciendo el contexto académico, cam- biando las condiciones sedentarias donde se genera en el individuo un 39 vacío de conocimientos, para evitar un sujeto sedentario y que este participe de proyectos innovadores que no solo se piensen en el bie- nestar individual, sino, en el bien común de la comunidad iniciativas, al permitir a través de la danza limpiar el alma de tristezas, rencores y frustraciones. La Inclusión de la Danza en la Educación de los Niños Hablar de la infancia, es describir una etapa de fantasía donde el pensamiento creativo se desarrolla en todo su esplendor, donde el juego el niño ubica su espacio real, donde sueña y genera satisfacción dentro de su interior al escenificar ciertos roles del adulto, siendo para ellos una meta cumplida, lo cual es visto como espíritu creativo donde realice actos novedosos, no condicionados por reglas, normas o sin im- portar las opiniones de una sociedad que juzga sin importarle, hasta donde puede influir un comentario en los niños. En atención a ello al ingresar a la escuela dentro de su educa- ción formal en el nivel primario, por ser el medio ideal donde el niño se enfrenta a la convivencia con un grupo de individuos de su misma edad, con un guía como la figura docente, ajustándose a los lineamien- tos por los que se rige una institución educativa. Es ahí donde los educandos comienzan a explorar un mundo nuevo, que les genera ambientes de aprendizaje, que contrastan en su contexto, donde se tiene que partir de los conocimientos previos, para construir habilidades, que les permitan desarrollar y aplicar lo apren- dido en su entorno social, identificando a la vez cuales son los limites sociales por los que se deben conducir, sin afectar su integridad física, así como de las personas que se encuentren a su alrededor y a la vez ir cada día perfeccionando sus habilidades potenciales. 40 En tal sentido, nos hacemos la pregunta fundamental de este trabajo expositivo, ¿Por qué es importante la inclusión de la danza en la educación en este nivel escolar en los niños?, siendo para el autor de la ponencia, la respuesta, que la danza por ser considerada una de las artes del movimiento más atractivas para el ser humano, induda- blemente ayuda a los educandos a fortalecer su autoestima, ejerci- tando hábitos que los ayudan a considerar su actuar de vida, como algo que les permite tener una mejor salud física y mental, así mismo les ayuda de una manera orientada a desenvolverse con mayor seguridad, en pro del rescate de sus sueños potencializándolos a lograrlos con ma- yor énfasis y precisión. Por lo cual, es importante destacar de acuerdo con Boerio (2010), que la danza en el niño es una forma de comunicación artística y expresión de emociones, sentimientos, pensamientos, imágenes y estados de ánimo propios del ser humano, siendo también un medio para entretenerse, divertirse y disfrutar con movimientos rítmicos del cuerpo; donde a su vez comprenden la distinción entre bailar de ma- nera natural y tomar una clase de danza. Lo que les conduce a adquirir disciplina, para formarse desde el inicio como estudiantes competiti- vos, en cuanto a las necesidades demandantes del mundo globalizado, en la generando de acciones de logro en la transición de valores que los sensibilizany orientan en no perder su espíritu creativo. No obstante, para lograr sus metas la misma autora considera que es necesario hacer una distinción, entre bailar de manera natural y tomar una clase de danza, siendo allí donde los maestros especializa- dos en danza infantil aconsejan que la edad ideal para comenzar a es- tudiar danzas más complejas como clásico o contemporáneo es a partir de los 7 u 8 años, ya que el niño que lee y escribe está mejor preparado para la comprensión, lo que por supuesto es un factor determinante 41 para lograr su inclusión social en la escuela y en su núcleo familiar, a través de esta manifestación artística. Por último, al enfatizar en todo lo referido, puede manifestarse que en los niños la danza debe ser considerada una actividad de movi- miento expresivo, que no debe limitarse su aceptación solo en el ám- bito educativo, ya que por ser el medio para conseguir una educación integral donde los educandos, adquieren conocimientos, aceptación y dominio del cuerpo, enriqueciendo sus relaciones humanas y fortale- ciendo su sistemas socio-afectivo, también debe ser concebida desde el medio social y familiar del niño. Danza inclusiva en personas con discapacidad Adultos mayores, niños, bailarines con experiencia, débiles vi- suales, personas con deficiencias auditivas, con autismo, en sillas de ruedas, entre muchos otros, son un ejemplo para una sociedad exclu- siva y donde muchas de estas personas son dejadas de lado en activi- dades psicomotoras, tal el cado de la danza, de allí surge la necesidad de trabajar a partir de la diversidad y la inclusión, sin importar quiénes o cómo son las personas, sino lo que hacen, a partir de sus particulari- dades, y donde en base a sus experiencias en los diferentes escenarios para compartir y disfrutar su trabajo. Situación mediante la cual, la danza sea vista no como una te- rapia en ellas, sino que su objetivo principal sea promover que las per- sonas tengan acceso a bailar sin importar sus condiciones, logren efectos positivos al relacionarse con los otros se les reconozcan y res- peten sus diferencias, al descubrir, de manera individual, sus posibili- dades de movimiento y creación, que hoy día se reconocen a la danza. En la actualidad, según Hernández Cyntia (2018), se viene vi- sualizando la discapacidad como potencial para descubrir nuevas 42 habilidades, donde la oferta artística brindada a este tipo de persona es mínima, por ello reviste interés hacer de deportes como la danza un arte más accesible, donde se haga fundamental difundir buenas prác- ticas, si se toma en cuenta que la Unesco estableció en el año l982, como el día internacional de la danza, fecha en la que se conmemora el valor artístico en sus diferentes manifestaciones y estilos. Ello nos conlleva asociar la danza, ya no como una actividad elitista, pues antes aparecía exclusiva de mujeres, personas delgadas, jóvenes con talento innato y sin discapacidades físicas o mentales, lo que hacía con frecuencia que tales prejuicios excluían a las personas con características diferentes. Danza inclusiva: herramienta para conseguir el bienestar fí- sico y emocional Desde la prehistoria, el ser humano ha necesitado comunicarse y lo ha hecho a través del movimiento corporal, y donde con el paso del tiempo, se han venido demostrado los beneficios que aporta. prac- ticar danza en grupo, ya que bailar es expresarse de forma libre y sin complejos, entendiendo algo diferente al escuchar una canción o me- lodía y expresarlo cómo lo sentimos en ese momento. De allí que la danza inclusiva, dirigida a personas con o sin dis- capacidad le permite disfrutar del baile y al mismo tiempo participar de manera inclusiva. Todo ello ha llevado a que más persona con dis- capacidad, puedan lograr satisfacción durante su práctica consecutiva, conllevándolo a trabajar esta disciplina artísticas desde trabajar la di- versidad y la inclusión, para conseguir el bienestar físico y emocional. En otro orden de atención, para las personas con discapacidad, sen- tirse parte de un grupo con intereses comunes es muy importante, para el desarrollo de sus capacidades sociales y emocionales, y de igual 43 modo para las personas sin discapacidad que participan de los benefi- cios de la danza, tienen la gran oportunidad para conocer, de primera mano, los beneficios de compartir y convivir en un espacio de ocio con personas con discapacidad. De la misma manera para conseguir el bienestar físico y emo- cional de la danza inclusiva, por ser una de las actividades que más pueden aportar en el mejoramiento de nuestra calidad de vida, física y emocional, se pueden señalar algunos de sus beneficios: ● A través de la danza y su música se realizan ejercicios y se au- menta así nuestro acondicionamiento físico. ● Es una técnica con la que se consiguen mejoras en el sistema nervioso. ● Se ejercita la memoria a través de la métrica musical y las co- reografías. ● Cuando se baila en grupo, la satisfacción personal aumenta al convivir en un espacio con intereses comunes. Beneficios de la danza como inclusión. En general, la danza tiene una gran cantidad de beneficios tanto personales, saludables como físicos, no obstante, la danza ayuda a que la persona que la realiza adquiera otro tipo de lenguaje a través del cual podrán expresar de distinta manera o de la mejor manera, sus sentimientos y emociones. Entre sus beneficios, según González y Solís (2017) se tienen los siguientes: a) La danza a nivel individual puede desarrollar y fomentar la autono- mía personal y de igual forma la danza de forma grupal consigue fo- mentar la integración de todos y cada uno de los participantes, el trabajo en equipo y la cohesión social. 44 b) La danza puede ayudar a mejorar y conservar la salud de las perso- nas que la ejecutan y además mejora y desarrolla las distintas habilida- des motrices de cada uno de ellos. c) Por otra parte, puede conseguir un gran desarrollo emocional, social y psicológico en cada persona, pudiendo expresarse y comunicarse con el exterior de una forma más sencilla y con mayor riqueza. d) La aplicación de la danza desarrolla a la persona plenamente a nivel mental, corporal, afectivo y social, a través del trabajo de todo su cuerpo, realizando diferentes movimientos y gestos, trabajando su ca- pacidad mental al tener que recordar coreografías, ritmos o gestos; desarrollan su afectividad ya que tienen que trabajar en equipo. e) Permite estrechar numerosos lazos entre los participantes, para desarrollarse socialmente, expresándose y comunicándose con el ex- terior con un lenguaje totalmente diferente es decir el lenguaje no ver- bal. f) La danza en las personas permite el mejoramiento de la autoimagen, desarrollando la sensación kinestésica, como apoyo en la movilidad, lateralidad y direccionalidad e incrementando la motivación, el desa- rrollo de la conexión mente-cuerpo, además de la cooperación social y trabajo grupal. g) Los participantes a través de la danza pueden interiorizar su posición corporal a la hora de realizar un baile, ya que la danza da lugar al desa- rrollo de la inteligencia musical para poder bailar y realizar diferentes movimientos, lo que permite desarrollar y fomentar la capacidad de escuchar música, al igual que, deben conocer el ritmo musical para po- der desenvolverse en distintas estructuras musicales. 45 h) Finalmente gracias a la danza se desarrollan tanto la inteligencia in- terpersonal como la intrapersonal, por medio de la interpersonal se consigue que los que la realizan se comunican y se organizan con el fin de realizar una coreografía con éxito y, por otro lado, la intrapersonal a través de la danza l permite que los propios participantes imaginen y sientan a través de la danza una forma más autónoma y librepara ac- tuar. Los beneficios anteriormente citados, por la danza son sinóni- mos de salud integral y en este caso, gracias a su inclusión, se consigue también una integración social, para mejorar también la vida de las personas con discapacidad, traduciéndose en libertad, creatividad y di- versidad. Dimensión inclusiva de la danza Una vez delimitado los beneficios de la danza para el ser hu- mano, se hace énfasis en profundizar los diferentes ámbitos y dimen- siones de la misma dese su punto de vista inclusivo, donde se establecen los límites de la actividad exclusivamente corporal, Algunos autores entre los que destacan Fernández (2016), re- fiere que la danza representa el aspecto expresivo y afectivo de la misma, definiéndola como un medio capaz de expresar las emociones y los sentimientos mediante la sucesión de movimientos organizados que dependen de un ritmo. De igual modo, Ossona (2014), también enfatiza el elemento personal afectivo cuando califica de espiritual el impulso que mueve hacia la danza y la considera una necesidad interior más cercana a lo espiritual que a lo físico. Igualmente, 46 En forma similar, Robinson (2017), la concibe como la res- puesta corporal a las impresiones y sentimientos del espíritu, debido a que éstos últimos siempre suelen ir acompañados del gesto, por ello este autor no ignora el componente emocional de la danza como el elemento corporal sobre los demás. Así mismo González (2014), señala como uno de los fines de la danza el dominio y control postural tanto físico como comunicativo, 3ya que, junto a los elementos corporales y afectivos, existen otros, como los sociales, estéticos, hedonistas, que forman parte de la esen- cia de la danza y que se encuentran presentes en la mayoría de las ac- tividades relacionadas con ella. En otro orden de ideas, Fuentes (2014), destaca dos compo- nentes o ejes esenciales: el motriz y el expresivo, los cuales definen la danza como movimiento humano, entendido éste como el conjunto de acciones físicas que se desarrollan en un contexto biológico, psicoló- gico, social y cultural determinado. Siendo por lo tanto un movimiento que tiene unas características propias y se articula en un espacio, tiempo y cadencia rítmica concretos. Así mismo Fuentes refiere que a través de este componente motriz, la danza es expresión, comunica- ción o representación, que se basa en la gestualidad corporal y otros elementos secundarios como pueden ser las características de los bai- larines, el entorno visual y los elementos sonoros. Referencias bibliográficas Boerio Victoria. (2010). La danza en los niños. 23 de agosto de 2018, de BIBLIODANZA Sitio web: http://www.ciudaddeladanza.com/biblio- danza/articulos-y-noticias/la-danza-en-los-ninos.html. Fuentes, A.L. (2006). El valor pedagógico de la danza. Universidad de Valencia, España. Servicio de Publicaciones. 47 Fernández, M. (2016). Taller de danzas y coreografías. Madrid: Ed.CCS. García Ruso. H. (2017). La danza en la escuela. Editorial Inde. Barce- lona. González. M. (2014). La danza en la escuela. Sevilla: Diputación Provin- cial de Sevilla. González y Solís (2017). Taller de música y danza: Expresión Corporal en un centro de apoyo a la integración de personas con discapacidad intelectual. Revista Digital de Educación Física. Labán. R (2013). Danza educativa moderna. Buenos Aires Editorial Pai- dós. Buenos Aires. Lindo, M (2010). Danza, conceptos y reflexiones. Javegraf.Bogotá. Lindo, M (2014). Los procesos de formación en danza. Cathedra. Bo- gotá. Mc Carthy, M, (2006). Dance in the music curriculum. Music Educators Journal, 82 (6), 17-21. Ossona. P (2014). La educación por la danza. Editorial Paidós. Barce- lona Robinson. J. (2017). El niño y la danza. Barcelona: Mirador. Torrents. (2016) El efecto del modelo docente y de la interacción con compañeros en las habilidades motrices creativas de la danza. Urbeltz, J. A. (2014). Bailar el caos. La danza de la osa y el soldado viejo. Ediciones Pamiel. Pamplona. 49 50 CAPÍTULO 4 PONER A BAILAR LA EDUCACION CORPORAL DE LA CABEZA A LOS PIES – NEUROPEDAGOGIA Y DANZA Jairo Atencia Escorcia Universidad del Atlántico Educar sin saber cómo funciona el cerebro es como querer diseñar un guante sin haber visto nunca una mano Leslie Hart El presente documento, pretende hacer una reflexión sobre la forma de llevar a cabo las practicas formativas relacionadas con el cuerpo y la danza, si bien es cierto que estudiosos le dan relevancia a este proceso, en la actualidad son muchos los que se limitan a ver las practicas corporales dancísticas solo como una actividad de carácter físico, motriz, desconociendo, que esta no solo se limita a este aspecto, sino, que lleva consigo una gran carga expresiva (Torres Luque & Her- nández Garcia,2009), encontrando así que las practicas danzarías guar- dan un gran equilibrio entre estos componentes, integrándolos a través del desarrollo de acciones motoras ligadas a la emocionalidad que se produce durante el proceso de ejecución de la danza, sin impor- tar la razón que convoca al individuo a su práctica, que dicho sea de paso se puede dar desde diferentes dimensiones, como la artística, cul- tural o motriz (Lindo, 2014), además, de ser eje fundamental en la bús- queda de la integralidad formativa del ser en algunos escenarios educativos y/o formativos. 51 Lo anterior nos invita a ver las practicas danzadas como una práctica social situada, según la perspectiva de Bourdieu, mencionado por Ariztía, T (2017), por cuanto es una acción recurrente que convoca a una interacción, con pares, entorno y/o personas que orienten el pro- ceso, estableciendo así una posibilidad de relación interpersonal, ade- más, con agentes estructurales de la sociedad, representada en cuerpos y actividades, con una cotidianidad determinada, acciones que se van haciendo consientes, racionales, en los cuales intervienen as- pectos emocionales. Desde esta perspectiva es posible considerar que la practica corporal, desde la danza, es más que una acción física, hallando en ella una plena interacción entre sistema motor y el cerebro, lugar donde subyace el proceso, donde además se posibilita, gracias a esta práctica, la génesis neuronal, estableciéndose, por lo tanto, nuevas conexiones sinápticas, generadas por el movimiento, favoreciendo así el pensa- miento, la adquisición de nuevos conocimientos (Pino Pey, 2018). De la cabeza Los estudios desarrollados por diferentes neurocientíficos han permitido conocer información pertinente sobre la forma como fun- ciona el sistema nervioso durante la ejecución del movimiento, la pla- neación de la danza y la ejecución, refiriéndonos, por ejemplo, a la corteza frontal, incluyendo a su vez, el sistema propioceptivo, vestibu- lar y la sensorialidad (Calderón Orozco & Alvarado Gil, 2018) involu- crando de esta forma regiones diferentes del cerebro. Como se planteó inicialmente, la danza tiene dos componentes uno motriz y otro Expresivo, cada uno de ellos necesita de la intervención de dife- rentes áreas cerebrales. 52 Inicialmente es importante tener en cuenta las estructuras ce- rebrales encargadas de la generación del movimiento, dentro de estas encontramos: La corteza premotora y el área motora suplementaria, responsables de la ubicación y posición en el espacio, permiten recor- dar movimientos anteriores y brinda la posibilidad de desplazarnos; Corteza motora primaria, recibe la orden del lóbulo frontal, envía in- formación a los músculos para que se contraigan, estos a su vez a las articulaciones que se moverán; por su parte el lóbulo frontal, planea, elabora el movimiento y envía la información a la corteza motora pri- maria; mientras el Cerebelo, recibe información de la corteza motora y el oído interno, dando cabida lasincronía en el movimiento y la regu- lación de la complejidad en los mismos(Burzynska et al., 2017) Por su parte los Ganglios basales, controlan el inicio y fin de los movimientos, así como del recorrido de este, regula la postura corpo- ral, actúa en las conductas motoras, el aprendizaje motor, identifica- ción de los cambios en el contexto y la adaptación a estos (Ospina- García & Vargas-Jaramillo, 2017). Desde el componente emocional, además de la intervención que realizan las neuronas en el procesamiento de las emociones, se debe tener en cuenta las partes del cerebro que complementan esta acción: El hipocampo, interviene en el proceso relacionado con la me- moria y los recuerdos de situaciones específicas que contribuyen con la generación de las emociones, de tal manera que estas se puedan evocar, influenciando el comportamiento futuro del individuo; El hipo- tálamo, libera las hormonas que se necesitan para emocionarse; La amígdala, controla los sentimientos y las emociones, por tanto, está relacionada con la respuesta emocional; La corteza orbitofrontal: Se encarga de enviar la orden emocional al lóbulo frontal, planifica las 53 acciones que luego de recibir el impulso emocional, finalmente, los ganglios basales actúan como eje central de la producción de las ex- presiones motoras de las emociones (Ospina-García & Vargas-Jarami- llo, 2017). De esta manera, la gran actividad que producen las estructuras del cerebro implicadas en la acción de bailar, permiten que el practicante de esta disciplina artística articule procesos relacionados con el apren- dizaje, tales como la memoria, la atención y la percepción, armonizán- dolos al baile; estructurar mentalmente el movimiento en imágenes , lo cual genera una mejora de los mismos; dinamiza la labor que ejercen los sustratos neuronales en la producción del movimiento, activa las áreas expresivas, necesarias para que la danza cuente, estableciéndose un roll comunicativo, complementando así al movimiento, además se promueve la plasticidad cerebral, el pensamiento flexible y la optimi- zación de las funciones ejecutivas (Blasing et al., 2012). A los pies - Neuro pedagogía Para llegar a una buena práctica corporal desde la danza, es importante buscar caminos que no solo faciliten el trabajo, sino, que hagan de este un proceso agradable, que alcance los objetivos y que invite a la reflexión permanente del quehacer alrededor de ella, en este sentido, es relevante ahondar en nuevas propuestas devenidas del co- nocimiento científico, que por años ha venido analizando el proceso de aprendizaje y las posibilidades de facilitarlo, sobre el particular encon- tramos la Neuro pedagogía, cuyo eje de análisis está en el estudio del cerebro, estimulando la curiosidad de pedagogos hacia la comprensión de sus estructuras, funciones y como estas intervienen el proceso de aprendizaje, instalando puentes entre la neurociencia y la pedagogía, la Neuro pedagogía, no pone ninguna de las dos disciplinas por encima de la otra, por el contrario las equilibra, asimismo tiene en cuenta, 54 además, el comportamiento humano; uno de los propósito de la Neuro pedagogía está en el fomento de espacios para la investigación que contribuyan al planteamiento de proyectos y planes de trabajo que dinamicen las practicas educativas, para este caso las relacionadas con la formación corporal, generando cambios y transformaciones en estas prácticas (Mendoza. 2015). La naciente Neuro pedagogía se fundamenta en unos princi- pios, los cuales al tenerse en cuenta estarían en consonancia con aque- llos aspectos propuestos desde las neurociencias, Mendoza (2015) los enumera en 10 ítems, 1) didácticas que guíen la resolución de proble- mas, no la memorización; 2) estimular las emociones al aprender; 3) repetir las veces que sea necesario; 4) fomentar la actividad y el ejerci- cio físico a diario; 5) oxigenar el cerebro a través del consumo de agua; 6) consumir frutas; 7) promover el canto, el juego, el baile; 8) respetar ritmos y estilos de aprendizaje; 9) introducir las artes en los procesos didácticos; 10)siempre escuchar; teniendo en cuenta que el cerebro es un órgano social, con un sistema sofisticado, que se modifica con la experiencia, reafirmando la individualidad del ser. En este sentido es esencial generar ambientes donde el ser este cómodo, para desarrollarse no solo física, sino, mentalmente, con- tribuyendo con su evolución como sujeto, esto lo alcanzamos gene- rando relaciones interpersonales, entre pares, y con los adultos que guían el proceso, proponiendo espacios (arquitecturas) adecuados; ali- mentación saludable, de acuerdo a las necesidades del individuo y las actividades; estrategias para trabajar contextualizadas; actividades de acuerdo a las dinámicas sociales y culturales, pero, sobre todo un bie- nestar emocional, cargado de mucho afecto (Avendaño, et al.2016). Ahora bien, la inclusión de la Neuro pedagogía en las practicas corporales traerá múltiples beneficios, tanto para los que imparten, 55 como para aquellos que reciben, gracias a los hallazgos de investiga- ciones acerca del cerebro, aplicables a los entornos formativos, estos conducen a los actores del proceso a la consecución de los objetivos en cada rol, entre ellos encontramos el de Francisco Mora y Candence Pert, quienes hablan de la influencia de las emociones, ya que reper- cuten en la respuesta de los estudiantes, por tanto, es transcendental un ambiente emocional optimo entre pares y estudiante-maestro, también es necesario el empleo de instrucciones claras, a fin de evitar confusiones que traigan consigo desequilibrio en las emociones, que dificultarían la realización de tareas, igualmente la escucha es prepon- derante, esta contribuye al dialogo y establecimiento de acuerdos, he- cho que llevará a que la experiencia sea significativa (McGeehan, 2009). Asimismo, encontramos el aporte de Desmond Marian, quien explica que, al tener un ambiente emocional acogedor, se debe procu- rar por generar experiencias que contribuyan a la modificación del ce- rebro, a través del estímulo de la comunicación entre neuronas, mediante vivencias de primera mano, en el mundo real, esto produce un gran efecto sensorial, activando las redes nerviosas, proporcio- nando así un espacio vivo, impulso de motivaciones y nuevos conoci- mientos. Del mismo modo, Fogarty y sylvester, concluyen que es importante el conocimiento de aquellos que reciben la formación por parte de quienes la imparte, de esta forma se puede identificar que es significativo para ellos e incluirlo en el proceso, esto se hace factible mediante el establecimiento de relaciones interpersonales apropiadas. Cabe la pena resaltar que si los aprendices, conectan su vida a las acti- vidades, encontrarán sentido a lo que aprenden (McGeehan, 2009). 56 De cabeza a pies Teniendo en cuenta lo anterior a continuación se expondrán algunas acciones que pueden hacer de las practicas corporales forma- tivas, especialmente desde la danza, un proceso consciente, en el cual los participantes disfruten a plenitud, con la certeza de alcanzar obje- tivos y propósitos. Inicialmente es importante Identificar las características cere- brales y cómo funciona este órgano durante la práctica de la danza, recordando que no todos los niños son iguales y si presentan alguna característica que los hace especiales, o alguna limitación, se deben implementar estrategias que faciliten el proceso, de esta manera reco- nocemos la danza como algo inclusivo, que valora las diferencias, des- conociéndolas a su vez, pues integra, abre la puerta a cualquier ser humano (Porstein.2003), haciendo que se olviden de las limitaciones, en este sentido, es trascendental, identificar didácticas, elementos, que contribuyan con el desarrollo de ellos durante la clase, para hacer
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