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Homeomorfismos Analisis Rn Definición 1. Sean X ⊂ Rm y Y ⊂ Rn. Un homeomorfismo entre X e Y es una biyección continua f : X → Y , cuya inversa f−1 : Y → X tambien es continua. Decimos que los conjuntos X e Y son homeomorfos si existe un homeomorfismo f : X → Y . Ejemplo 1. Toda aplicación lineal invertible T : Rn → Rn es un homeomorfismo de Rn sobre si mismo, pues su inversa T−1 : Rn → Rn es lineal, y por tanto, continua. Observación 1. La aplicación compuesta de dos homeomorfismos es un homeomorfismo, y el inverso de un homeomorfismo es un homeomorfismo. Observación 2. Ya sabemos (vea Curso Analisis Real, Vol 1, de E.Lima, pag 237) que si f : I → R es una función inyectiva definida en un intervalo I, entonces f(I) = J es un intervalo y f−1 : J → R es continua, o sea f : I → J es un homeomorfismo. Pero, en general, una biyección f : X ⊂ Rm → Y ⊂ Rn puede ser continua, sin que su inversa lo sea. Ejemplo 2. Sea f : [0, 2π⟩ → S1 ⊂ R2 una aplicación definida por f(t) = (cos t, sen t). Por el Teorema * , f es continua. Además, f es una biyección. Pero su inversa, f−1 : S1 → [0, 2π⟩ es discontinua en el punto p = (1, 0). De hecho, para cada k ∈ N, sean tk = 2π − 1k y zk = f(tk). Entonces ĺımk→∞ f(tk) = ĺımk→∞ zk = p, pero ĺım k→∞ f−1(zk) = ĺım k→∞ tk = 2π ̸= 0 = f−1(p). Sin embargo, f : ⟨0, 2π⟩ → S1 − {p} es un homeomorfismo. De hecho, sea (zk) una sucesión de puntos de S 1 −{p} tal que ĺım k→∞ zk = q ∈ S1 −{p}. Como f es una biyección, para cada k ∈ N, existe un único tk ∈ ⟨0, 2π⟩ tal que f(tk) = zk. Afirmación. La sucesión tk es convergente y su ĺımite b pertenece al intervalo ⟨0, 2π⟩. En efecto, dado que la sucesión (tk) es acotada, ella posee por lo menos un valor de adherencia, y todos sus valores de adherencia pertenecen al intervalo [0, 2π]. Sea (tk)k∈N′ una subsucesión convergente y sea b = ĺım k∈N′ tk. Entonces f(b)= ĺım k∈N′ f(tk) = ĺım k∈N′ zk = q ∈ S1 − {p}. Luego b ∈ ⟨0, 2π⟩ y, por inyectividad, b = f−1(q). Por tanto b = f−1(q) es el único valor de adherencia de la sucesión acotada (tk). Por el Teorema ** , (tk) es convergente y ĺım k∈N tk = f −1(q), o sea, ĺım k∈N f−1(zk) = f −1(q). Asi, del Teorema ***, obtenemos que f−1 : S1 − {p} → ⟨0, 2π⟩ es continua y, portanto, f : ⟨0, 2π⟩ → S1 − {p} es un homeomorfismo. · De modo análogo, podemos probar que la aplicación f : ⟨a, a+ 2π⟩ → S1 − {p}, donde q = (cos a, sen a), es un homeomorfismo. Observación 3. Los homeomorfismos desempeñan en la Topologia un papel análogo a los movimientos ŕıgidos en la Geometria Euclidiana: dos conjuntos homeomorfos son indistinguibles desde el punto de vista topológico. Veamos otros ejemplos de homeomorfismos. Ejemplo 3. Las traslaciones Ta : Rn → Rn , Ta(x) = a + x, son homeomorfismos, pues Ta y (Ta) −1 = T−a son isometrias y, por tanto, son continuas. Ejemplo 4. Las homotecias Hλ : Rn → Rn, Hλ(x) = λx, con λ ̸= 0, son homeomorfismos, pues cada Hλ es una transformación lineal invertible con (Hλ) −1 = Hλ−1 . Ejemplo 5. Dos bolas abiertas o dos bolas cerradas o dos esferas cualesquiera en el espacio Rn son homeomorfas. De hecho, dados a, b ∈ Rn y r > 0, s > 0 números reales, tenemos que la aplicación φ = Tb ◦Hs/r ◦ T−a : Rn → Rn es un homeomorfismo tal que : φ(B(a, r)) = B(b, s), φ(B[a, r]) = B[b, s], φ(S[a, r]) = S[b, s], pues, como φ(x) = s r (x− a) + b, entonces ||φ(x)− b || = s r ||x− a || y, por lo tanto : ||φ(x)− b || < s ⇐⇒ ||x− a || < r; ||φ(x)− b || ≤ s ⇐⇒ ||x− a || ≤ r; ||φ(x)− b || = s ⇐⇒ ||x− a || = r. Ejemplo 6. Toda bola abierta en Rn es homeomorfa al espacio euclidiano Rn. Como dos bolas abiertas en Rn son homeomorfas, basta mostrar que Rn es homeomorfo a la bola abierta B(0, 1) de centro en el origen y radio 1. Para eso, consideremos la aplicación f : Rn → B(0, 1) y g : B(0, 1) → Rn definidas por: f(x) = x 1 + ||x || , por tanto || f(x) || < 1, y g(y) = y 1− || y || . Entonces f y g son continuas, g ◦ f(x) = g ( x 1 + ||x || ) = x/(1 + ||x ||) 1− ||x ||/(1 + ||x ||) = x, y f ◦ g(y) = f ( y 1− || y || ) = y/(1− || y ||) 1 + || y ||/(1− || y ||) = y, pues 1− || y || > 0 Luego f : Rn → B(0, 1) es una biyección continua, cuya inversa es una aplicación continua g : B(0, 1) → Rn. Por lo tanto, f y g son homeomorfismos. Ejemplo 7. Sea f : X ⊂ Rm → Rn una aplicación continua. Su gráfico es el conjunto G = Graf(f) = {(x, f(x)) |x ∈ X} ⊂ Rm × Rn = Rm+n. Afirmación . El dominio X y el gráfico G de la aplicación f son homeomorfos. Considere la aplicación f : X → G definida por, f = (x, f(x)). Como f y la aplicación identidad Id : Rn → Rn son continuas, tenemos, por el corolario 6.1, que f es una biyección continua. Su inversa g : G → X, dada por g(x, f(x)) = x, es continua, pues g = π1|G , donde π1 : Rm × Rn → Rm es la proyección π1(x, y) = x. · En particular, R− {0} es homeomorfo a la hipérbola H = {(x, y) ∈ R2 | xy = 1} = { (x, 1 x ) | x ∈ R− {0} } , pues H es el gráfico de la función continua f : R− {0} → R dada por f(x) = 1 x . · Tambien, usando el resultado anterior, podemos probar que el hemisferio norte Sm+ = {x ∈ Rm+1 | ||x || = 1 y xm+1 > 0} de la esfera m-dimensional es homeomorfo a la bola abierta B(0, 1) = {x ∈ Rm | ||x || < 1} ⊂ Rm. De hecho, Sm+ = {( x, √ 1− ||x ||2 ) | x ∈ B(0, 1) } y, por tanto, Sm+ es el gráfico de la aplicación continua f : B(0, 1) ⊂ Rm → R dada por f(x) = √ 1− ||x ||2. Ejemplo 8. Sea Sm = {x ∈ Rm+1 | < x, x >= 1} la esfera m-dimensional de centro en el origen y radio 1, p = (0, . . . 0, 1) ∈ Sm su polo norte. La proyección estereográfica es la aplicación φ : Sm−{p} → Rm, donde φ(x) es el punto en el que la semi-recta −→px ⊂ Rm+1 corta al hiperplano xm+1 = 0 el cual identificamos con Rm. Como −→px = {(1− t)p+ tx | t > 0} = {p+ t(x− p) | t > 0} tenemos que un punto y = (1 − t)p+ tx ∈ −→px pertenece al hiperplano Rm × {0} ⊂ Rm+1 si y solo si ym+1 = πm+1(p+ t(x− p)) = pm+1 + t(xm+1 − pm+1) = 1 + t(xm+1 − 1) = 0. Luego y = (1− t)p+ tx ∈ −→px ∩ (Rm × {0}) si y solamnete si, t = 1 1− xm+1 y, por tanto, φ(x) = φ(x1, . . . , xm, xm+1) = x′ 1− xm+1 , siendo x′ = (x1, . . . , xm). Asi, φ : Sm − {p} → Rm es una aplicación continua. Sea ahora la aplicación ξ : Rm → Sm − {p} definido por el proceso inverso, o sea, ξ(x) es la intersección de Sm − {p} con la semi-recta −→px∗ donde x∗ = (x, 0). Entonces ξ(x) = p+ t(x∗ − p), donde t > 0 y || p+ t(x∗ − p) || = 1. Asi, || (tx1, . . . , txm, (1− t)) ||2 = 1 ⇐⇒ t2(x21 + . . .+ x2m) + 1− 2t+ t2 = 1 ⇐⇒ t2(1 + ||x ||2)− 2t+ 1 = 1 ⇐⇒ t((1 + ||x ||2)t− 2) = 0 ⇐⇒ t = 0 ∨ t = 2 1 + ||x ||2 Luego t = 2 1 + ||x ||2 y ξ(x) = ( 2x 1 + ||x ||2 , ||x ||2 − 1 1 + ||x ||2 ) . Como ξ : Rm → Sm − {p} es continua, φ ◦ ξ(x) = 2x 1 + ||x ||2 · 1 1− ||x || 2 − 1 ||x ||2 + 1 = x, y ξ ◦ φ = ξ ( x′ 1− xm+1 ) = 2x′ 1− xm+1 1 + 1 + xm+1 1− xm+1 , 1 + xm+1 1− xm+1 − 1 1 + xm+1 1− xm+1 + 1 = (x′, xm+1) = x, pues, ∣∣∣∣∣∣∣∣ x′1− xm+1 ∣∣∣∣∣∣∣∣2 = ||x′ ||2(1− xm+1)2 = 1− x 2 m+1 (1− xm+1)2 = 1 + xm+1 1− xm+1 , tenemos que ξ es la inversa de φ, y, por lo tanto, φ : Sm − {p} → Rm es un homeomorfismo.
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