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VISITA AL SANTISIMO SACRAMENTO

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VISITA AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
(Guía)
Bendito, alabado y adorado, sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Sea para siempre, bendito, adorado y alabado. (3 veces)
Mi Jesús Sacramentado mi dulce amor y consuelo. Quién te amara tanto que de amor por Ti muriera. (3 veces)
Jesús manso y humilde de Corazón. Haced mi corazón semejante al Vuestro. (3 veces)
Alabanzas y acciones de gracias sean dadas en todo momento al Santísimo y Divinísimo Sacramento del Altar. 
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar y la purísima Concepción de María Santísima, concebida sin mancha de pecado original en el primer instante de su ser. 
Oh Jesús en el Santísimo Sacramento, compadeceos de nosotros.
Bendito y alabado sea el Corazón de Jesús y de María, sea para siempre bendito y alabado.
Oh Jesús en el Santísimo Sacramento, compadeceos de nosotros.
¡Oh Dios mío, único bien mío!, Vos sois todo para mí; haced que yo sea todo para Vos!
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
Aplaque, Señor, su ira, su justicia y su rigor, por tu Sangre derramada, misericordia de nosotros, Señor.
1. SALUDO A JESÚS SACRAMENTADO
Oh Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, aquí presente en el Santísimo Sacramento del altar, creo todo lo que Vos, mi Señor, me habéis revelado. Arrepentido de todos mis pecados, esperando en Vos que nunca permite que sea confundido, agradeciendo por este don supremo, amándoos sobre todas las cosas en este Sacramento de vuestro amor, adorándoos en el misterio profundo de vuestra humildad, os manifiesto y hago patente todas las heridas y miserias de mi pobre corazón y os pido me deis todo lo que necesito y deseo. Pero tan solo os necesito a Vos, oh Dios mío, tan solo os deseo a Vos, vuestra gracia y la gracia de usar debidamente vuestras gracias, poseeros en esta vida y poseeros en la eterna. Bendito seáis, oh poder divino de vuestro paternal Corazón, que aunque todo lo podéis, sin embargo, no podíais darnos un don más precioso que este Santísimo Sacramento.
Oh Pan celestial, gran Sacramento, os adoro y os alabo en todo momento. 
Bendita seáis, oh Sabiduría del Verbo Divino, que todo lo sabéis y lo ordenáis, y sin embargo no sabíais prepararnos una comida más exquisita, que este Santísimo Sacramento, os adoro y os alabo en todo momento.
Bendito seáis, oh Dios mío, que en vuestra inefable dulzura de amor os habéis transformado en este pan para dárnoslo como el más dulce manjar, os adoro y os alabo en todo momento.
Bendito seáis, oh Dios mío, que habéis encerrado todos vuestros misterios en esta humilde forma de pan terrenal. ¡Oh Trinidad Santísima!, os adoro y os alabo en todo momento.
2. EXHORTACIÓN AMOROSA
Horas silenciosas del día y de la noche; para el mundo tal vez horas de pecado; ¡cuán gratas sois para el fervoroso servidor de la Eucaristía, convertidas en horas de adoración! Dejad que las pasen los mundanos en el bullicio de sus locas diversiones; los sectarios, en sus nefandos conciliábulos, los indiferentes, en su perezosa ociosidad. Para vosotros los amigos del Dios de la Eucaristía, son las de más regalado trato con El, las de más tiernas familiaridades, las de más íntimas y amorosas confidencias. En torno del iluminado Sagrario, al que forman bella corona de amantes corazones los fieles de la Adoración, junto al sagrado recinto, solitario y recogido, óyense apenas estrellarse contra los muros los mil ruidos de un mundo enloquecido por la fiebre de sus pasiones, mientras el pausado rezo de los Adoradores, sube al trono del Sacramentado Señor, en reparación y desagravio de los pecados, ¡que tantísimos son! y en demanda de luz, gracia y perdón para el pobre pecador. 
Y además, para alivio de la Iglesia en sus actuales tribulaciones; y para fortaleza y constancia de los que por ella combaten; y por las calamidades sin cuento de la patria infeliz; y por todos los desconsuelos y amarguras de los indigentes y desvalidos; y por los enfermos que cuentan una a una, en su lecho de angustias, las eternas horas del insomnio y del dolor ; y por el descanso de nuestros hermanos que en el purgatorio gimen, esperando de nosotros ver abreviado su plazo de expiación; por todas estas intenciones y otras muchas, ¡cuán eficaz debe ser esta plegaria, y para el buen Adorador, cuán productiva, cuán consoladora! Cielo en la tierra podría llamarse la hora de 
Adoración Sacramental, para los que tienen la dicha de emplearse fervorosamente en tan devoto ejercicio: ¿Por qué no son más? ¿Por qué no se abre ese pedazo de cielo en todas las iglesias del orbe, y todas las noches y días del año? ¿Por qué? Oremos, trabajemos para que así sea. Hagámonos incansables de la Adoración Eucarística, en nuestra parroquia, en nuestra ciudad, en nuestra casa, en nuestro hogar. Que llegue al alma de los distraídos y olvidados el dolorido reproche del buen Jesús a sus dormidos discípulos de Getsemaní: "¿Una hora no podíais velar conmigo?" ¿Ni siquiera una hora? ¿Y conmigo? ¿Con vuestro Maestro? ¿Con vuestro Jesús? Horas silenciosas de la noche; para el mundo tal vez horas de pecado, ¡cuán gratas sois para el fervoroso servidor de la Eucaristía, convertidas en horas de Adoración Eucarística!
3. VISITA AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
Oh Jesús, postrado humildemente de rodillas y unido en espíritu con todos los fieles de la tierra y Santos del Cielo, te adoro, creyendo firmemente que eres verdadero Dios y Hombres, aquí realmente presente en la Eucaristía; y sumamente agradecido por un tan grande beneficio, te amo, Jesús mío, con todo mi corazón, porque eres infinitamente perfecto e infinitamente amable.
Concédeme la gracia de no ofenderte jamás en cosa alguna y que, confortado con esta vuestra presencia eucarística en la tierra, merezca llegar un día al Cielo, para gozar, junto con María Santísima, de tu presencia feliz y eterna. Amén. 
Ahora rezar seis Padrenuestros al Santísimo Sacramento.
4. ACTO DE DESAGRAVIO
Divino Salvador de las almas: cubiertos de confusión nuestros rostros, nos prosternamos en vuestra presencia soberana; y dirigiendo nuestra vista al Santísimo Sacramento, donde gemís cautivo de nuestro amor, pártense nuestros corazones de pena al ver el olvido en que os tienen los redimidos, al ver esterilizada vuestra sangre e infructuosos los sacrificios y escarnecido vuestro amor. Pero ya que con infinita condescendencia permitís que unamos este momento nuestros gemidos a los vuestros, nuestras lágrimas a las que brotaron por nuestra causa de vuestros santísimos ojos, y a las lágrimas de sangre que vertió vuestro Divino Corazón, os rogamos, dulce Jesús, por los que no ruegan, os bendecimos por los que os maldicen y os adoramos por los que, despiadados, os ultrajan, y con toda la energía, de nuestras almas deseamos bendeciros y alabaros en todos los instantes de este tiempo y en los Sagrarios , de la tierra y con todos los valiosos afectos de vuestro amante Corazón.
Suba, Señor, hasta Vos el doloroso grito de nuestros contritos corazones.
V/ Por nuestros pecados, por los de nuestros padres, hermanos, y amigos, por los del mundo entero.
R. Perdón, Señor, perdón.
V/ Por las infidelidades y sacrilegios, por los odios y rencores,
R. Perdón, Señor, perdón.
V/ Por las blasfemias, por la profanación de los días santos.
R. Perdón, Señor, perdón.
V/ Por las impurezas y escándalos.
R. Perdón, Señor, perdón.
V/ Por los hurtos e injusticias, por las debilidades y respetos humanos.
R. Perdón, Señor, perdón,
V/ Por la desobediencia a la santa Iglesia, por la violación del ayuno.
R. Perdón, Señor, perdón.
V/ Por los crímenes de los esposos, por las negligencias de los padres, por las faltas de los hijos. R. Perdón, Señor, perdón.
V/ Por las persecuciones levantadas contra los obispos, sacerdotes y sagradas vírgenes.
R. Perdón, Señor, perdón.
V/ Por los insultos hechos a vuestras imágenes, la profanación de los templos, el abuso de los sacramentos y los ultrajesal augusto Tabernáculo. R. Perdón, Señor, perdón.
V/ Por los crímenes de la Prensa impía y blasfema, por las horrendas maquinaciones de tenebrosas sectas. R. Perdón, Señor, perdón.
V/ Por los justos que vacilan, por los pecadores que resisten a la gracia y por todos los que sufren. R. Piedad, Señor, piedad.
V/ Perdón, Señor, y piedad para el más necesitado de vuestra gracia; que la luz de vuestros divinos ojos no se aparte jamás de nosotros; encadenad a la puerta del Sagrario nuestros inconstantes corazones; hacedles allí sentir el incendio del amor divino, y a vista de las propias ingratitudes y rebeldías que se deshagan de pena, que lloren lágrimas de sangre, que vivan muriendo de amor. Amén.
5. ADORACIÓN Y REPARACIÓN
A NUESTRO SEÑOR 
 1. Oh Jesús:
Te adoro como a mi Dios.
Te obedezco como a mi Señor.
Te amo como a mi Padre.
Te temo como a mi Juez.
Te pido como a mi Dador.
Te doy gracias como a mi Bienhechor.
2. Ojos de Jesús, miradme.
Labios de Jesús, habladme.
Oídos de Jesús, escuchadme.
Pies de Jesús, seguidme.
Manos de Jesús, llevadme.
Corazón de Jesús, acógeme e inflámame.
3. Oh Jesús:
Que yo sea puro como tu blanca Hostia.
Que yo sea humilde como tu pequeña Hostia.
Que yo sea obediente como tu manejable Hostia 
Que yo haga el bien calladamente como tu benéfica Hostia.
Que yo viva escondido en el Sagrario como tu oculta Hostia.
Que yo me transforme en Ti como tu Sagrada Hostia.
4. Oh Jesús:
Que yo crea en Ti, pues eres la misma veracidad.
Que yo espere en Ti, pues eres la misma fidelidad.
Que yo me enamore de Ti, pues eres la misma bondad.
Que yo me admire de Ti, pues eres la misma beldad.
Que yo te tema a Ti, pues eres la misma equidad.
Que yo te respete a Ti, pues eres la misma majestad.
5. Oh Jesús:
Yo te amo porque no te aman.
Te consuelo porque te contristan.
Te alabo porque te blasfeman.
Te recuerdo porque te olvidan.
Te reconozco porque te ignoran.
Te visito y quiero recibirte porque de Ti se alejan.
6. Llamas del Corazón de Jesús, alumbradme. 
Fuego del Corazón de Jesús, abrazadme. 
Espinas del Corazón de Jesús, penetradme. 
Cruz del Corazón de Jesús, fortifícame.
Agua y sangre del Corazón de Jesús, purificadme y embriagadme. 
Herida del Corazón de Jesús, recíbeme y custódiame.
7. Oh Jesús:
Estoy triste; consuélame. 
Estoy enfermo; sáname. Estoy hambriento; sáciame. 
Estoy necesitado; remédiame. 
Estoy caído; levántame. 
He pecado; perdóname.
8. Oh Jesús:
Aquí tienes mi cabeza para conocerte. 
Aquí tienes mi lengua para ensalzarte. 
Aquí tienes mis manos para servirte. 
Aquí tienes mis rodillas para adorarte. 
Aquí tienes mis pies para seguirte. 
Aquí tienes mi corazón para amarte.
9. Oh Jesús, aquí estás en el sagrario:
Olvidado: ¿quién se acuerda de los que pasan por la calle de que estás en el Sagrario?
Despreciado: ¿quién estima la misa, la comunión y las visitas a Jesús Sacramentado?
Ultrajado: ¡cuántas blasfemias contra este sacramento de amor! 
Como un día sobre una columna: burlado.
Como un día sobre la cruz: orando.
Como un día en el sepulcro: sacrificado.
10. Oh Jesús, tu Sagrada Hostia:
Es pan sabroso que nos alimenta.
Dulce exquisito que nos regala.
Medicina celestial que nos cura y preserva.
Escudo que nos protege.
Lente de aumento que nos hace ver las cosas espirituales.
Faro esplendente que nos señala la senda del cielo.
12. Oh Jesús, heme aquí en tu presencia:
Como un pobre ante su limosnero; ampárame.
Como un enfermo ante su médico; cúrame.
Como un discípulo ante su maestro; enséñame.
Como una oveja extraviada ante su pastor; hállame.
Como un criado ante su señor; mándame.
Como un hijo ante su padre; cuídame.
6. POR LOS SACERDOTES
(Santo Cura de Ars)
Omnipotente y eterno Dios. Mira el rostro de tu Divino Hijo, y por Amor a El, ten piedad de tus sacerdotes.
Recuerda que no son sino débiles criaturas, mantén vivo en ellos el fuego de tu Amor y guárdalos para que el enemigo no prevalezca en ellos, y en ningún momento se hagan indignos de tu Santa Vocación.
Te ruego: por tus sacerdotes fieles y fervorosos, por los que trabajan cerca o en lejanas misiones, por los que sufren tentación, y por los que te han abandonado.
¡Oh Jesús! Te ruego por tus sacerdotes jóvenes y ancianos, por los que están enfermos o agonizantes y por las almas de los que están en el Purgatorio.
¡Oh Jesús! Te ruego por el Sacerdote que me bautizó, por los Sacerdotes que perdonan mis pecados, por los que me dan la Sagrada Comunión, por aquellos a cuyas Misas he asistido y asisto, por los que me instruyen y aconsejaron, por todos para los que tengo algún motivo de gratitud.
¡Oh Jesús! Guárdalos a todos en tu Corazón, concédeles abundantes bendiciones en el tiempo y en la eternidad. Amén.
Sagrado Corazón de Jesús bendice a tus Sacerdotes.
Sagrado Corazón de Jesús santifica a tus Sacerdotes.
Sagrado Corazón de Jesús reina por tus Sacerdotes.
Sagrado Corazón de Jesús ruega por ellos. 
Danos Señor Vocaciones Sacerdotales y Religiosas.
7. POR LOS SACERDOTES
(Santa Teresita del Niño Jesús)
Oh Jesús que has instituido el sacerdocio para continuar en la tierra la obra divina de salvar a las almas: Protege a tus sacerdotes en el refugio de tu sagrado corazón.
Guarda sin mancha sus manos consagradas que diariamente tocan tu Sagrado Cuerpo, y conserva puros sus labios teñidos con tu preciosa Sangre. 
Haz que se preserven puros sus corazones, marcados con el sello sublime del sacerdocio, y no permitas que el espíritu del mundo los contamine.
Aumenta el número de tus apóstoles y que tu santo amor los proteja de todo peligro.
Bendice sus trabajos y fatigas, y que como fruto de su apostolado obtengan la salvación de muchas almas, que sean su consuelo aquí en la tierra, y su corona eterna en el cielo. Amén.
8. A LA SANTÍSIMA VIRGEN 
POR LOS SACERDOTES
Te saludo, María, blanco lirio de la Santísima Trinidad por el Corazón de tu Amado Hijo; te ruego humildemente, ofrece tú al Padre Eterno las preciosas gotas de agua y sangre que surtieron del Corazón de Jesús, como sacrificio suplicatorio para que El mande a la Iglesia muchos santos sacerdotes y muchos ordenados esforzados. ¡Oh, María! madre amada, te suplico por todos los dolores en la muerte de tu Hijo, sacrifica tú al Padre Eterno la sangre de tu amado hijo, en favor de los sacerdotes que sufren y de los ordenados que se hallan en el Purgatorio. Amén. 
9. PARA LOS SACERDOTES FALLECIDOS
(A la Santa Virgen María)
¡Oh, María, Madre del eterno Supremo Sacerdote Jesucristo, tú amas con un amor inconmensurable a los sacerdotes, que continúan en la tierra el oficio de salvación de tu Hijo! Grande es tu compasión con aquellos sacerdotes que sufren en las llamas del Purgatorio; tú conoces sus terribles sufrimientos. Te suplico por aquellos siete puñales que atravesaron tu Corazón, especialmente cuando tu amado Hijo colgaba de la cruz e, inclinando la cabeza, falleció: ayuda a tus servidores, los sacerdotes en el Purgatorio. ¡Sacrifica tú al Padre Eterno la preciosa Sangre de tu Hijo en su favor! ¡Paga tú, con la Sangre de tu Hijo su deuda y condúcelos por medio de los ángeles hasta el Cielo!. Y especialmente, suplica tú a favor del alma pobre y más perdida de un sacerdote en el Purgatorio. Amén.
10. PRECES A JESÚS SACERDOTE SANTO para conseguir
Santos y Sabios SACERDOTES
Señor, para celar tu honra y tu gloria,
Danos Sacerdotes santos.
Señor, para aumentar nuestra fe,
Danos Sacerdotes santos.
Señor, para sostener tu Iglesia,
Danos Sacerdotes santos.
Señor, para predicar tu doctrina,
Danos Sacerdotes santos.
Señor, para defender tu causa,
Danos Sacerdotes santos.
Señor, para contrarrestar el error,
Danos Sacerdotes santos.
Señor, para sostener la verdad,
Danos Sacerdotes santos.
Señor, para dirigir nuestras almas,
Danos Sacerdotes santos.
Señor, para mejorar las costumbres
Danos Sacerdotes santos.
Señor, para desterrar los vicios,
Danos Sacerdotes santos.
Señor, para iluminar el mundo,
Danos Sacerdotes santos.
Señor, para enseñar las riquezas de tu Corazón,
Danos Sacerdotessantos.
Señor, para hacernos amar al Espíritu Santo,
Danos Sacerdotes santos.
Señor, para hacernos amar a la Santísima Virgen María,
Danos Sacerdotes santos.
Señor, para que todos tus Ministros sean la luz del mundo y la sal de la tierra, Danos Sacerdotes santos.
ORACIÓN: Corazón de Jesús, Sacerdote Santo, te pedimos con el mayor encarecimiento del alma que aumentes de día en día los aumentes de día en día los aspirantes al Sacerdocio y que los formes según los designios de Tu amante Corazón. Sólo así conseguiremos SACERDOTES SANTOS y pronto en el mundo no habrá más que un solo rebaño bajo un solo Pastor. Así sea.
11. LETANÍAS 
AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
Señor,					Ten misericordia de nosotros
Cristo,					Ten misericordia de nosotros
Señor, 					Ten misericordia de nosotros
Cristo, 					óyenos
Cristo,					escúchanos
Dios Padre Celestial, 		Ten compasión de nosotros
Dios Hijo Redentor del mundo,	Ten compasión…
Dios Espíritu Santo,				Ten compasión de nosotros
Santísima Trinidad, un solo Dios,	Ten compasión…
Pan Vivo, bajado del Cielo,		Ten compasión…
Dios oculto y Salvador,			Ten compasión…
Trigo de los elegidos,			Ten ompasión…
Vino que engendra Vírgenes,			Ten compasión…
Pan magnífico, y delicia de reyes,	Ten compasión…
Perenne Sacrificio,					Ten compasión…
Inmaculada Ofrenda, 		Ten compasión… 
Cordero sin mancha, 			Ten compasión… 
Mesa purísima, 		Ten compasión… 
Manjar de los ángeles, Ten compasión…
Maná escondido, Ten compasión…
Memoria de las Maravillas de Dios, Ten compasión…
Verbo hecho Carne, 			Ten compasión… 
Pan siempre sustancial, 				Ten compasión…
Morador de nuestras almas, 			Ten compasión… 
Hostia Santa, 						Ten compasión…
Cáliz de Bendición, 				Ten compasión… 
Misterio de fe, 					Ten compasión…
Sacramento excelso y Venerable, 	Ten compasión… 
Sacrificio el más santo de todos, 	Ten compasión… 
Verdadero Propiciatorio de vivos y difuntos,	Ten..
Celestial antídoto, que nos preserva de los pecados, Ten compasión…
Milagro estupendo sobre todos los milagros, Ten… 
Memoria Santísima de la Pasión del Señor, Ten…
Don que trasciende a toda plenitud, Ten compasión..
Memoria especial del divino amor, Ten compasión…
Raudal de la divina liberalidad, 	 Ten compasión… 
Sacrosanto y augustísimo Misterio, Ten compasión… 
Medicina de la Inmortalidad, 	 Ten compasión… 
Tremendo y vivífico Sacramento, Ten compasión… 
Pan hecho carne por la omnipotencia del Verbo, Ten
Incruento Sacrificio, 			Ten compasión… 
Comida y convidado, 			Ten compasión…	 
Convite dulcísimo del que sirven los ángeles en el cielo, Ten…
Sacramento de piedad, 			Ten compasión… 
Vínculo de caridad, 			Ten compasión… 
Ofrenda y afrenta, 			Ten compasión… 
Dulzura espiritual, sacada de la propia fuente, Ten... 
Aumento de las almas Santas, Ten compasión…
Viático de los que mueren en el Señor, Ten… 
Prenda de la verdadera gloria,		Ten compasión…	
Sednos propicio.						Perdónanos, Señor 
Sednos propicio.						Perdónanos, Señor
Mira Señor a mis ruegos, 			Perdónanos, Señor
De recibir indignamente tu bendito Cuerpo y Sangre, Líbranos, Señor
De la concupiscencia de la carne,	Líbranos, Señor
De la concupiscencia de los ojos, 	Líbranos, Señor
De la soberbia de nuestra vida,		Líbranos, Señor
De toda ocasión de pecar, 			Líbranos, Señor
Por aquel deseo con que ansiaste comer con tus discípulos este Cordero Pascual, 					Líbranos, Señor.
Por aquella tu grandísima humildad con que lavaste los pies a tus discípulos, 							Líbranos, Señor.
Por aquella excelentísima caridad con que instituiste este divino Sacramento, 						Líbranos, Señor
Por aquella preciosa Sangre que nos dejaste en el altar, 	Líbranos, Señor 
Por las heridas de este tu sacratísimo Cuerpo, que por nosotros recibiste,							 Líbranos, Señor
Nosotros pecadores, 		Líbranos, Señor
Que te dignes aumentar y conservar en nosotros la fe, reverencia y devoción a este admirable Sacramento, 	Líbranos, Señor
Que por la verdadera confesión de los pecados, te dignes llevarnos a recibir con frecuencia la sagrada Eucaristía, 	Líbranos, Señor
Que te dignes librarnos de toda herejía, perfidia y ceguedad del corazón,	Líbranos, Señor
Que te dignes hacernos participantes, de los preciosos y celestiales frutos de este Santísimo Sacramento, 	Líbranos, Señor
Que en la hora de nuestra muerte, te dignes confortarnos y fortalecernos con este celestial Viático, 	Líbranos, Señor
Oremos: Oh Dios, que en este admirable Sacramento nos dejaste el memorial de tu Pasión, te pedimos, nos concedas, venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos perpetuamente en nosotros el fruto de Tu Redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
12. ALABANZAS AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
Bendito sea Dios. 
Bendito sea su santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. 
Bendito sea el Nombre de Jesús. 
Bendito sea su Sacratísimo Corazón 
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. 
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. 
Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. 
Bendita sea su gloriosa Asunción. 
Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre, 
¡Bendito sea San José, su castísimo Esposo. 
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
V/. Les diste, Señor, el pan del cielo.
R/. Que en sí contiene todo deleite.
Oremos: Oh Dios, que en este admirable Sacramento nos dejaste el memorial de tu Pasión, te pedimos, nos concedas, venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos perpetuamente en nosotros el fruto de Tu Redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

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