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¿Cómo manejar tus deudas de una manera inteligente?
Es alarmante, como muchas veces nuestro dinero se esfuma increíblemente rápido, cuando llega, y todo esto hace que tengamos siempre deudas que nos acechan. Es un circulo vicioso: todos los días nos endeudamos más. 
El secreto para salir de deudas no es matarse la noche completa pensando en cifras y realizando cuentas que solo quedan en la cabeza. El dinero no es tu enemigo, puedes verlo como un bien necesario. Para saber guiar tus finanzas no necesitas ser un economista, sólo necesitas organización y priorizar tus necesidades.
Si te parecen conocidas frases cómo, "me doy un gusto pues me lo merezco” es probable que tengas deudas, las cuales se deben saldar. Las malas elecciones financieras te impiden disponer de un soporte económico para casos de emergencia. 
Pues bien, hay varias señales de alarma, las cuales indican que tu organización financiera no es la mejor:
· Para abonar pides prestado.
· Sólo tienes la posibilidad de hacer el pago mínimo de tus tarjetas de crédito.
· Usas las tarjetas de crédito para pagos que anteriormente realizabas en efectivo.
· Te quedas sin dinero a mitad de quincena y lo demás lo financias con tarjetas. 
Si estas señales te son conocidas, tranquilo, te presento a continuación varios consejos para que aprendas a manejar tus deudas de manera inteligente: 
Entrénate en la selección. 
Anota cada una de tus deudas, divídelas de mayor a menor, y especifica cuántas pagas de interés. Un ejemplo es los costos por tarjeta de crédito, préstamos de auto, educación, compra de vivienda, etc.
Enfócate en saldar las más pequeñas, liquidar la primera deuda te hará sentir positivo, lo que te anima a continuar adelante. Por eso, entre pagar la deuda de un préstamo de auto y las tarjetas de crédito, lo mejor es pagar la de las tarjetas, que suelen ser más pequeñas.
Aprende a usar tus tarjetas
La forma más inteligente de utilizar la tarjeta es abonar el total de la deuda. Si adquiriste aquel compromiso con varios bancos y tiendas, saca la suma total. Examina los 3 últimos estados de cuenta, se aconseja abonar la que tiene el interés máximo, sin dejar de cubrir por lo menos el mínimo.
A medida que vayas pagando, tendrás cierta liquidez, lo que será una tentación para ti, por eso, pon como regla no tocar más ese dinero. Una vez que salgas de todas tus deudas, no caigas en la tentación de manejar más de 2 tarjetas, puedes tener una para llevar un mejor control de tus costos y aprovechar las ventajas de programas de membresía. La segunda sólo utilízala para salir de imprevistos.
Pon límites
El hecho de que tengas deudas no significa que debas resignarte a pasar diversos años pagando, pero, por otro lado, no te puedes dar el lujo de olvidar un día de pago. Lleva un calendario de los momentos en que corresponde el pago y si puedes, abona un extra. En la situación de la tarjeta de crédito, los retrasos se traducen en una comisión por pago tardío. 
Cuentas en orden.
Lo primordial, para que puedas sacar adelante los pagos, es llevar al mes un presupuesto de tus costos, para que sepas bien cuánto entra y sale; cuánto te quedará al mes para saldar deudas y dónde puedes ahorrar para realizar más rápido los pagos.
Lo mejor es que anotes todos los costos, te mostramos las consideraciones más importantes: 
· En una libreta anota en un lado tus ingresos, tanto sueldos fijos, extras como dinero independiente.
· En otro lado anota los costos por categoría, Por ejemplo:
Transporte: verifica lo que gastas en gasolina, reparaciones, mantenimiento y seguro. Estos gastos sácalos de forma mensual. Considera, cuánto necesitas juntar cada mes para cubrir todos estos gastos.
Vivienda: Registra lo que necesitas para pagar luz, agua, teléfono, servicio de Internet, televisión por cable, gas, mantenimiento o pago de cualquier crédito.
Comida: Haz un presupuesto aproximado de cuánto dejas en restaurantes, cuánto gastas en la compra de productos para preparar en el hogar.
Recreación: salidas al cine, viajes o cualquier otra diversión.
Salud: chequeos doctores regulares, dentista, la compra de un medicamento de manera periódica.
Seguros: De vida, de costos doctores.
Enseñanza: Escuela, clases privadas, cursos de interés.
Pago de deudas: Lo cual debas costear mensualmente o más si te es viable por una cuestión particular, como recibir tu aguinaldo.
Costos diversos: este es un segmento importante ya que aquí es donde puedes ajustar tu presupuesto y tener un ahorro extra que designar a las deudas. Sitúa las fugas que tengas al mes, por insignificantes que parezcan, ya que éstos son los que te realizan perder el control de tus finanzas.
Una vez que recibas tu dinero trata cumplir rápido tus compromisos y abonar tus deudas. Si compartes vivienda, habla con tu compañero sobre el plan para mejorar las finanzas.
Para saber cómo manejas el dinero, acostúmbrate a anotar la manera en que lo desembolsas. Cada vez que compres exige un recibo y guárdalo por 30 días en una caja. Haz este ejercicio a lo largo de los próximos meses y te darás cuenta donde tienes que recortar gastos.
Es primordial que no contraigas deudas, el dinero que quede disponible de la restricción de aquellos costos pequeños, lo puedes designar como un extra para saldar otras o como ahorro.
Quizás hayas pasado tanto tiempo con deudas que creas que tu vida debe ser así. Pero la verdad es que no. Es posible, tener un colchón económico, que te permita incluso darte esos gustos que quieres de vez en cuando, claro siempre con moderación, lo importante es que te organices, establezcas prioridades y seas inteligente decidiendo que te conviene y que no.