Especie exótica

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Una especie exótica	
Las especies exóticas invasoras (EEI) son plantas, animales hongos y microorganismos transportados por las personas, de manera voluntaria o accidental, fuera de su área natural de distribución. Se cuentan entre las principales causas de pérdida de biodiversidad.
Las especies exóticas invasoras son aquellas que se introducen en otros territorios y logran adaptarse, establecerse, reproducirse y dispersarse hasta colonizar el entorno, formar nuevas poblaciones y causar impactos en la biodiversidad, la salud o la economía.
Una especie exótica es cualquier especie animal, vegetal o de otro reino biológico que ha sido introducida fuera de su área de distribución natural, es decir, que no es nativa o autóctona del hábitat en el que se encuentra. También se la conoce como “especie introducida”, “especie no nativa”, “especie foránea” o “especie alóctona”.
Todas las especies provienen de alguna región, de la cual son originarias o nativas. Se consideran exóticas solo en aquellos lugares a los que llegaron por intervención del ser humano o, con menor frecuencia, por migración natural.
A lo largo del tiempo, el accionar humano ha facilitado la dispersión de especies hacia otras latitudes o continentes, a donde probablemente nunca hubiesen llegado de manera natural.
La llegada de especies exóticas a nuevos ambientes puede modificar permanentemente el ecosistema receptor. Cuando estas especies introducidas logran establecerse en el nuevo ambiente, reproducirse y crecer poblacionalmente (generalmente sin control) se las considera especies invasoras o plagas.
Diferencia entre especies exóticas y especies nativas
La diferencia entre las especies nativas o autóctonas y las especies exóticas o introducidas radica en su pertenencia al ecosistema en el que se encuentran. Una misma especie puede ser originaria en un sitio geográfico o hábitat, y exótica en otro lugar que está fuera de su área de distribución natural.
Las especies nativas están adaptadas a su entorno natural y a las otras especies con las que coexisten gracias al proceso evolutivo de miles de años. Esto lleva a que haya un equilibrio en el funcionamiento del ecosistema y en sus redes tróficas.
Diferencia entre especies exóticas y especies invasoras
Las especies exóticas que llegan a un nuevo hábitat o ecosistema y proceden a colonizarlo se denominan especies invasoras. Para que esto ocurra, deben poder establecerse en el ambiente, reproducirse y dispersarse sin control. Esto es posible cuando logran adaptarse sin dificultad a las condiciones ambientales, cuando compiten eficientemente por los recursos (alimento, agua, refugio, etc.) o cuando no tienen depredadores en el nuevo ambiente.
La invasión de una especie conlleva al deterioro del balance trófico o ecológico local y a la pérdida de biodiversidad. Puede suceder que la especie invasora introduzca una nueva enfermedad, que prende sin control los niveles tróficos inferiores o que elimine alguna especie clave y, por consiguiente, se desregule el crecimiento poblacional de otras especies.
Las especies invasoras también generan directa o indirectamente daños económicos o sanitarios, como la pérdida de activos agrícolas o rurales (plantaciones, ganado, flores, etc.), la disminución de los polinizadores, la diseminación de enfermedades o la alteración del ambiente físico. Por eso, algunas de estas especies se consideran plagas.
En muchas ocasiones, el ser humano ha introducido nuevas especies exóticas con el fin de controlar las poblaciones de especies invasoras fuera de control, y esto ha llevado a un mayor desequilibrio del ecosistema original.
No todas las especies exóticas logran convertirse en invasoras. Generalmente ocurre que al introducir una determinada especie en un nuevo lugar, esta no prospera porque no tiene las herramientas necesarias para sobrevivir: no está adaptada a las condiciones ambientales, no compite eficientemente por los recursos frente a las especies nativas que pertenecen al mismo nivel trófico o no tiene defensas desarrolladas ante los patógenos del nuevo lugar. Esto dificulta su reproducción y, por consiguiente, su crecimiento poblacional.
Causas de la introducción de especies
Por lo general, la dispersión de una especie fuera de su área de distribución natural y la llegada a nuevos ambientes se produce por causas humanas. Actualmente hay muchas regulaciones a nivel local y mundial que buscan evitar la introducción de nuevas especies.
Algunas introducciones de especies se dan de manera accidental, es decir, sin que las personas sean completamente conscientes de ello. Por ejemplo:
· Al transportar especies en cajones de frutas y verduras, en la suela del calzado, en los cascos de barcos o en el agua de lastre de los buques, entre otras maneras.
· Al extraer “recuerdos” de ambientes visitados, como piedras, caracoles, caparazones, ramas u otros elementos del ecosistema que pueden tener especies diminutas que no se detectan a simple vista.
Otras introducciones de especies se producen de manera intencionada y, en la mayoría de los casos, no existe un control adecuado de sus poblaciones. Por ejemplo:
· Al comerciar especies exóticas como mascotas y con fines ornamentales.
· Al introducir especies exóticas para la agricultura, la ganadería, la acuicultura o la industria peletera, entre otras actividades productivas.
· Al introducir especies con fines deportivos (pesca, caza, etc.).
Consecuencias de la introducción de especies
La llegada de especies exóticas trae diversas consecuencias al ambiente en el que se introducen, especialmente cuando se convierten en invasoras. Entre las consecuencias se destacan:
· El desplazamiento, la reducción o la extinción de las especies nativas.
· La pérdida de biodiversidad.
· La alteración de las redes tróficas y de otras relaciones interespecíficas en el ecosistema receptor.
· La dispersión de enfermedades que afectan a otras especies o, incluso, a los seres humanos.
· La destrucción o modificación del entorno, por ejemplo, por la tala de árboles o la alteración del ciclo hidrológico o de los cursos de agua; en estos casos se considera a las especies invasoras como ingenieros del ecosistema.