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ENFERMEDADES GENÉTICAS II: LA BELLEZA DE LO SIMPLE Lluís Ferrer Universidad Autònoma de Barcelona I. Introducción La idea más simple en el estudio de las enfermedades hereditarias origen genético es que una alteración genética conduce a la enfermedad y que en todos los casos de esta enfermedad se detecta la misma alteración. El albinismo sería un buen ejemplo: una mutación que causa pérdida de función en el gen de la tirosinasa es responsable de la falta de pigmento melánico. El paradigma sería una mutación – una enfermedad. La realidad, sin embargo, es más compleja. Las enfermedades de base genética tienen estructuras muy diversas, en muchos casos desconocidas. Algunos modelos comunes son los siguientes: 1. Una mutación determinada y única en un gen >>> una enfermedad. Enfermedades o rasgos monogénicos. Son la minoría. 2. Mutaciones en diversos genes pueden conducir a la misma enfermedad. En cada paciente o grupo de pacientes hay un gen implicado, pero no es el mismo. Ejemplo cardiomiopatías, atrofia progresiva de retina. La lista de genes asociados, por ejemplo, con la atrofias progresivas de retina incluye más de 30 ejemplos. En el caso de la cardiomiopatía dilatada de los doberman se han identificado dos genes diferentes que pueden causar la misma enfermedad: (1) el gen de la piruvato deshidrogenasa-‐kinasa 4, en el cromosoma 14 y (2) un gen localizado en el cromosoma 5, de función por determinar. 3. Mutaciones en el mismo gen pueden conducir a enfermedades diferentes. Hay genes que conducen a enfermedades diferentes cuando mutan en diferentes tejidos. Un buen ejemplo es la proteína p53, un conocido inductor de la apoptosis. Su alteración puede producir diferentes neoplasias. 4. Mutaciones en varios genes conducen a una enfermedad. Una sola no conduce a la expresión clínica pero cuando se produce la combinación de alelos adecuada en diferentes genes, se presenta la enfermedad. Muchas neoplasias se incluirían en este grupo. Cada neoplasia es consecuencia de una combinación de cambios genéticos que conduce a la proliferación celular y a la inmortalidad. Algunos son cambios hereditarios y otros adquiridos, a veces en el curso de la propia proliferación neoplásica. Al final, cada neoplasia es única. 5. Mutaciones en uno o varios genes predisponen a la enfermedad, que sólo aparece cuando se presentan otros factores, de tipo ambiental. En esta primera charla nos centraremos en el estudio de algunas enfermedades monogénicas y en el proceso que se siguió para identificarlas. II. Enfermedades monogénicas Las enfermedades monogénicas resultan de gran utilidad para entender la relación entre genética y enfermedad, por su aparente simplicidad. Aparente, porque en algunas la relación mutación – enfermedad es muy clara, pero en otras es más compleja. El albinismo, que hemos comentado previamente, sería un buen ejemplo. En general se considera una enfermedad hereditaria monogénica. Una mutación en la tirosinasa lleva a la falta de melanina. Cuando se han hecho estudios amplios se detecta que hay múltiples mutaciones en exones del gen de la tirosinasa del cromosoma 11 que causan albinismo oculo-‐cutáneo en humanos (con pequeñas diferencias fenotípicas). Incluso, los albinos suelen ser heterocigotos de dos mutaciones diferentes en el cromosoma 11. Ya se conocen unas 400 enfermedades de origen genético en el perro y unas 200 el gatos. A continuación analizaremos algunos ejemplos de enfermedades genéticas monogénicas caracterizadas: 1. La cresta/seno dermoideo de los rhodesian ridgeback. 2. La alopecia de los crestados chinos y otras razas alopécicas. 3. Las ictiosis en diferentes razas: Ictiosis epidermolítica de los Norfolk terriers Ictiosis no epidermolítica de los Jack Russell terrier Ictiosis no epidermolítica de los golden retrievers 4. La atrofia progresiva de retina. 5. La cardiomiopatía dilatada canina (Doberman) y la cardiomiopatía hipertrófica felina (Maine Coon -‐ Ragdoll) 6. La sensibilidad a la ivermectina y otros fármacos. III. La investigación de un eventual origen genético En la actualidad la disponibilidad de tests /microchips a precios razonables ha revolucionado completamente la investigación de la posible asociación genética de un determinado fenotipo. Técnicas como el uso de microsatélites han quedado rápidamente obsoletas y es posible que las actuales técnicas (GWA) también sean desplazadas en un futuro próximo por la secuenciación masiva, como ya ocurre en medicina humana. En general la investigación de la posible base una enfermedad, sigue los siguientes etapas: 1. Identificar el fenotipo a investigar En primer lugar es necesario identificar un rasgo fenotípico, lesión, signo clínico o enfermedad de posible origen genético. En principio debe sospecharse una etiología genética si: a) Aparece con mayor frecuencia en una determinada raza , línea genética o familia b) Aparece en animales jóvenes, o muy jóvenes (o tienen una edad muy típica de aparición) c) Aparece en animales con elevado grado de endogamia d) En otra especia se ha demostrado su origen genético 2. Realización un estudio de asociación con casos y controles (Genome WideAssociation Study, GWA) para asociar la enfermedad a una región del genoma En resumen se trata de analizar más de 170 000 puntos del genoma de un grupo de animales con la enfermedad o rasgo fenotípico y un grupo de animales control. El diseño de las cohortes es muy importante: Fenotipo bien definido (caso y control) Número suficiente De las misma raza Al final, lo que se obtiene es una asociación (si existe) entre el fenotipo que investigamos (alopecia, cardiomiopatía, atrofia de retina) y una determinada zona del genoma. Suele ser una zona muy amplia. 3. Identificar y secuenciar una zona candidata en la zona de asociación para identificar la mutación En la zona de la asociación suele haber varios genes (habitualmente decenas) y nuestro interés es identificar el que esta asociado y tal vez es la causa de la enfermedad. Para ello, de acuerdo con las bases de datos del genoma se seleccionan genes candidatos y a veces se realizan estudios en otras razas para delimitar mejor la zona de asociación. La zona delimitada es secuenciada para detectar una posible mutación. Si se detecta, podemos concluir que la enfermedad X está asociada a una mutación Y en el gen (exón “a” o intrón “b”) Z. 4. Realizar estudios funcionales para determinar la causalidad mutación >>> enfermedad o rasgo fenotípico Hasta ahora hemos detectado asociación, pero no causalidad. Para identificar l causalidad suele ser necesario diseñar estudios funcionales que permitan demostrar que los animales con la alteración genética identificada siempre presentan el rasgo fenotípico o enfermedad. A veces se realizan estudios en cultivos celulares, en embriones o mediante la creación de animales transgénicos o knock-‐out. Es la parte más difícil y no siempre se llega a demostrar de forma fehaciente.
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