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Algas marinas: 
benefi cios 
alimentarios en la 
salud del microbioma 
intestinal 
humano
Marine algae: dietary benefi ts 
on the health of the human 
gut microbiome
 Resumen
La interacción de un organismo con su ambiente abarca muchos aspectos a considerar: 
el reconocimiento de los factores medio ambientales, la disponibilidad de nutrientes, 
la densidad poblacional, el establecimiento de un ritmo circadiano y la interacción con 
individuos distintos a él (ya sea de su misma especie o no). Este último aspecto es de 
esencial relevancia cuando hablamos de las enfermedades infecciosas, ya que son la 
consecuencia de la interacción desequilibrada entre un organismo que tiene la capacidad 
de causar daño (patógeno) a otro (hospedador). Ya sea que hablemos de patógenos 
primarios u oportunistas, en la gran mayoría de estas interacciones patógeno-hospedador 
debemos de tener en cuenta que hay contacto entre ambos organismos, el cual va a 
permitir que el patógeno se adhiera, colonice, establezca el ciclo infectivo y ejerza un 
daño a las células y tejidos del hospedador. Sin importar el tipo de patógeno del que 
se trate (bacteria, hongo, virus o parásito) todos tienen en común el hecho de tener 
superfi cies celulares recubiertas con azúcares conjugados a lípidos (glicolípidos), proteínas 
Autor:
Mauricio Alfredo Ondarza Beneitez
42 | Revista Digital de Divulgación Científica, 2021
AlgAs mArinAs: beneficios AlimentArios Ondarza-Beneitez
(glicoproteínas) y a otros azúcares (polisacáridos) (Ondarza, 
2016).
Palabras clave: Probióticos, prebióticos, microbioma 
intestinal, salud intestinal, alimentos ricos en fibra de algas 
marinas dietéticas, ecosistema de bacterias intestinales.
Abstract
The interaction of an organism with its environment 
encompasses many aspects to consider: the recognition 
of environmental factors, the availability of nutrients, the 
population density, the establishment of a circadian rhythm 
and the interaction with individuals other than it (whether 
of their same species or not). This last aspect is of essential 
relevance when we talk about infectious diseases, since 
they are the consequence of the unbalanced interaction 
between an organism that has the capacity to cause damage 
(pathogen) to another (host).
Whether we talk about primary or opportunistic pathogens, 
in most of these pathogen-host interactions we must 
consider that there is contact between both organisms, 
which will allow the pathogen to adhere, colonize, establish 
the infective cycle and exerts damage to host cells and 
tissues. Regardless of the type of pathogen in question 
(bacteria, fungus, virus, or parasite) they all have in common 
the fact that they have cell surfaces coated with sugars 
conjugated to lipids (glycolipids), proteins (glycoproteins) 
and other sugars (polysaccharides) (Ondarza, 2016).
Keywords: Probiotics, prebiotics, gut microbiome, gut health, 
dietary seaweed fiber-rich foods, gut bacteria ecosystem.
Antecedentes
Ensayos con algas marinas 
realizadas por la Universidad 
de Wollongong en Australia 
(Winberg, 2015), han 
demostrado que la fibra 
complementa a un nuevo 
grupo de bacterias buenas 
en el colon. Además, 
también se encontró que 
la mayoría de los grupos 
bacterianos que se habían 
cultivado, pertenecen a la 
familia de bacterias que 
producen ácidos grasos 
de cadena corta como 
el butirato, que a su vez 
favorece el crecimiento del 
revestimiento mucoso en el 
intestino. Los estudios han 
revelado una presencia de 
ácidos grasos de cadena 
corta excepcionalmente 
baja, que contribuye a la 
inflamación en el colon, así 
como a la proliferación de 
un microbioma insalubre y 
fuera de equilibrio.
Los nutrientes de 
las algas marinas han 
demostrado ser excelentes 
prebióticos, llenos de 
vitaminas y minerales bio-
1Red de Glicociencia en Salud (CONACYT). México. E-mail: biochem93@hotmail.com
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disponibles, así como fibra y ácidos grasos ω3. Las algas 
deben ser parte esencial de la pirámide nutricional e 
ingesta, ello debido a que nuestro organismo no sintetiza 
estos prebióticos. La selección de algas marinas debe 
basarse considerando especies libres de contaminantes 
nocivos, así como no alergénicas. La especie Ascophyllum 
es potencialmente un poderoso prebiótico para apoyar 
a la población microbiana intestinal. Como ventaja, 
estas especies también se han encontrado entre las más 
equilibradas nutricionalmente. 
El vínculo entre nuestras dietas, la salud intestinal, las 
bacterias y, el sistema inmunológico, se ha centrado en los 
hallazgos recientes. Es bien sabido que casi el 70% del 
sistema inmunitario de nuestro cuerpo reside en el tracto 
digestivo. 
¿Pueden las algas mejorar nuestra salud intestinal?
Las algas marinas son altas en fibra, pueden conformar 
alrededor del 25-75% del peso seco de las algas marinas. 
Esto es más alto que el contenido de fibra de la mayoría 
de las frutas y verduras. Además, se ha demostrado que 
los azúcares encontrados en las algas marinas, llamadas 
polisacáridos sulfatados, aumentan el crecimiento de 
bacterias intestinales buenas. Un alimento específico 
de carbohidratos encontrados en las algas Nori, podría 
ayudar a impulsar cambios en nuestras bacterias 
intestinales al fomentar el crecimiento de ciertas cepas 
de probióticos. Los estudios realizados en la Escuela de 
Medicina de la Universidad de Stanford muestran que el 
consumo de algas podría ayudar a establecer una cepa 
específica de Bacteroides en el intestino, agregando que un 
carbohidrato específico encontrado en Nori podría favorecer 
selectivamente el crecimiento.
A continuación, se 
enlistan los beneficios más 
aceptados de las algas 
marinas en el estado de 
nuestra salud:
1. Son altamente nutritivas. 
Las algas marinas son una 
rica fuente de hierro y yodo. 
2. Pueden ayudar con 
la función tiroidea. 
Las algas marinas son 
extraordinariamente ricas en 
yodo. 
3. Los alimentos ricos en 
fibra de algas marinas 
pueden ayudar en el manejo 
de la diabetes.
Los compuestos de las 
algas también pueden 
reducir los factores de 
riesgo de diabetes, como la 
inflamación, los altos niveles 
de grasa y la sensibilidad a 
la insulina.
4. Pueden apoyar la salud 
intestinal. Las bacterias 
en los intestinos juegan 
un papel importante en 
la descomposición de los 
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AlgAs mArinAs: beneficios AlimentArios Ondarza-Beneitez
alimentos y el apoyo a la digestión y la salud en general. La 
fibra de algas puede ayudar a alimentar las bacterias del 
intestino.
Las bacterias intestinales rompen la fibra en compuestos 
que mejoran la salud intestinal y la salud del sistema 
inmunológico, proporcionando al cuerpo una cantidad 
apreciable de fibra prebiótica saludable para los intestinos, 
que a su vez puede ayudar con problemas como el 
estreñimiento o diarrea. 
5. Pueden ayudar con la pérdida de peso. La fibra de las 
algas puede beneficiar a las personas que están tratando 
de bajar de peso mientras retrasan el vaciado del estómago. 
Como resultado, el estómago puede no enviar señales de 
hambre al cerebro durante más tiempo, lo que puede ayudar 
a prevenir la sobrealimentación. 
6. Pueden proteger el corazón. Los alimentos ricos en fibra, 
como las algas, pueden reducir los niveles de colesterol en 
la sangre. Estas fibras solubles se unen a los ácidos biliares 
o sales en el cuerpo. El cuerpo entonces utiliza colesterol 
para reemplazar estos elementos, que puede resultar en una 
disminución del colesterol total en hasta un 18%.
¿Por qué necesitamos bacterias para nuestra salud intestinal?
Reconocer la necesidad de mejorar la salud intestinal está 
ganando atención, con más estudios sobre cómo funciona el 
sistema digestivo y unnúmero cada vez mayor de productos 
de consumo para dar forma a su microbioma. Los probióticos 
(como las bebidas de yogur que se pueden comprar en 
la tienda) contienen, "bacterias buenas vivas" que tienen 
un impacto positivo al habitar su sistema digestivo. Los 
prebióticos, por otro lado, actúan como alimento para estas 
bacterias, lo que les permite 
prosperar y hacer su trabajo.
Si las bacterias 
intestinales no reciben 
suficiente comida, (alta fibra 
no digerible) se alimentan 
del revestimiento de moco 
del intestino, lo que puede 
provocar un colon irritable. 
Las bacterias ayudan a 
digerir y absorber alimentos 
como carbohidratos 
indigeribles y azúcares en 
productos lácteos.
Investigaciones 
recientes se han centrado 
en identificar el papel 
de las algas marinas 
en la modulación del 
riesgo y desarrollo de 
enfermedades crónicas 
como las enfermedades 
cardiovasculares (ECV) y 
el cáncer, utilizando los 
resultados principalmente 
de estudios celulares y en 
animales para proponer 
mecanismos potenciales 
que se observan en dichas 
enfermedades.
Las diferencias en la 
composición y concentración 
de compuestos bioactivos 
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que se encuentran en diferentes especies de algas marinas 
pueden ser responsables de los beneficios potenciales para 
la salud de acuerdo con Liu et al. (2012).
Control de peso
La ingesta de fibra dietética se ha caracterizado para 
ayudar a bajar de peso (Kristensen y Jensen, 2011). El 
consumo de pan enriquecido con algas (4% Ascophyllum 
nodosum) en el desayuno, representó una ingesta de energía 
significativamente menor, comparada a la comida. Se 
comparó la ingesta tanto en hombres sanos como obesos; 
en las primeras 4 h y después de 24 h, encontrándose un 
valor bajo de ingesta (506 kcal) (Hall et al. 2012). Estos 
hallazgos, así como los de An et al. (2013) que demostraron 
los efectos potencialmente beneficiosos del alginato a 
través de la fermentación colónica que resultaron en 
la producción de ácidos grasos de cadena corta (sobre 
todo propionato), hacen del alginato un componente 
interesante a ser considerado en la ingesta de energía. La 
microflora interactúa con su huésped tanto a nivel local 
(mucosa intestinal) como sistémico, lo que resulta en una 
amplia gama de efectos 
inmunológicos, fisiológicos 
y metabólicos. Además de 
influir directamente en el 
huésped, la dieta puede 
desempeñar un papel 
en la modulación de los 
efectos de las bacterias en 
el huésped, y esto puede 
llegar a ser beneficioso o 
perjudicial para la salud 
(Blaut y Clavel, 2007; Cani et 
al. 2007; Rastall et al. 2005; 
Rowland, 1999). Hay pruebas 
recientes que demuestran 
que las fibras derivadas 
de las algas pueden tener 
efectos positivos sobre la 
salud intestinal (Vaugelade 
et al. 2000; 2004), y también 
han mostrado la actividad 
prebiótica potencial de 
polisacáridos de bajo peso 
molecular (Devillé et al. 
2007; Ramnani et al. 2012). 
Los productos de origen 
marino están emergiendo 
como nuevas fuentes de 
carbohidratos prebióticos 
(O'Sullivan et al. 2010).
Alginato, goma xantana, 
y goma de carragenano 
parecen aumentar la 
Foto: Ascophyllum nodosum -wikipedia.org
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AlgAs mArinAs: beneficios AlimentArios Ondarza-Beneitez
supervivencia probiótica, proporcionando bacterias vivas 
con una barrera física contra condiciones digestivas 
adversas (Ding y Shah, 2009). Una combinación de alginato 
con quitosano representa igualmente un eficaz modelo de 
ingesta (Chavarri et al. 2010; Islam et al. 2010).
Propiedades antivirales
Son los polisacáridos sulfatados de especies de algas 
marinas los que parecen tener propiedades antivirales, y 
la investigación animal in vitro e in vivo ha identificado 
carragenanos, fucoidanos y rhamno galactanos sulfatados 
como que tienen una actividad antiviral sustancial en 
contra de virus, como el herpes y el VIH. El fucoidano ha 
demostrado inhibir el crecimiento de una variedad de virus 
(Trinchero et al. 2009). Un estudio clínico de prueba de 
concepto publicado recientemente demostró una falta de 
toxicidad después de 3 meses de consumo diario de 5-6 g 
de algas marrones como Undaria pinnatifida seca entera o 
Arthrospira platensis en individuos VIH positivos en Carolina 
del Sur, Estados Unidos. Se observó una mejora clínicamente 
significativa en el recuento de células CD4 y una reducción 
de la carga viral en un individuo que permaneció en 
el estudio durante 13 meses en ausencia de terapia 
antirretroviral (Cooper et al. 2002; Teas y Irhimeh, 2012).
Un pequeño estudio de intervención dietética se realizó 
en Tasmania para investigar las propiedades antivirales 
de una preparación de extracto de algas enteras secas 
de Tasmanian Undaria pinnatifida (GFS, una preparación 
patentada por Wang et al. 2008).
La fibra dietética en algas ayuda a mejorar la salud digestiva
Las algas añadidas a la dieta pueden mejorar la unión 
al agua de pellets de alimentos en el intestino y facilitar 
el volumen de las heces, 
y disminuir el tiempo de 
tránsito en el colon, que 
actúan como factores 
positivos para prevenir el 
cáncer de colon (Brownlee 
et al. 2005). Se llevó a cabo 
un estudio para determinar 
la actividad inductora de la 
apoptosis de fucoidano en 
células cultivadas de cáncer 
de colon humano HT-29 
y HCT116 y reveló que el 
fucoidano puede reducir 
la viabilidad de las células 
analizadas de una manera 
dependiente de la dosis a 
través de la inhibición del 
factor de necrosis tumoral 
caspa y la señalización 
celular inducida por la 
lesión (Kim et al. 2010). 
La microflora colónica es 
un ecosistema microbiano 
complejo y coexistente de 
bacterias potencialmente 
patógenas y beneficiosas 
asociadas con el tejido 
linfoide intestinal.
La fermentación de 
fibra de algas pardas con 
bacterias fecales humanas 
ha indicado que los 
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probióticos siguen sus vías de fermentación originales 
como se exhibe con prebióticos de algunas otras fuentes 
de alimentos no algas (Mabeau y Fleurence, 1993). Esta 
fibra fermentable estimula el crecimiento de bifidobacterias 
y lactobacilos, que son los géneros probióticos más 
importantes en los seres humanos, y mantiene un equilibrio 
más favorable entre la microflora colónica. La Laminarina, 
es un alimento de baja viscosidad que se obtiene de las 
algas pardas Laminaria y Saccharina, y ha demostrado su 
capacidad para promover una mayor producción de ácido 
butírico a través de la fermentación bacteriana (Devillé et 
al. 2004). Los butiratos son importantes metabolitos que 
producen energía para las células epiteliales coloniales 
y representan alrededor del 70% del requerimiento de 
energía del colon (Reilly et al. 2008). Por ejemplo, se han 
estudiado los efectos prebióticos de Laminaria en modelos 
animales y que indican que 1% de suplementación dietética 
dio lugar a un crecimiento notorio de cepas Bifidobacterium 
en el cecum de colon de ratas en comparación con 
una dieta de control. Sin embargo, no hubo diferencia 
significativa en la presencia de cepas Lactobacillus (Kuda 
et al. 2005). Los estudios realizados sobre extractos de 
algas marinas encontraron que el fucoidano también 
funciona como un buen prebiótico. Varios otros estudios 
también han confirmado los efectos dietéticos positivos 
de los alginatos fomentando el crecimiento de la fauna 
microbiana beneficiosa en la materia fecal (Wang et al. 
2006). Laminarina y fucoidan pueden ofrecer un medio 
dietético para modular el entorno intestinal y la inmunidad, 
y así reducir el riesgo de microorganismos patógenos en el 
intestino. La inclusión de algas pardas,Ascophyllum nodosum, 
en la dieta de los cerdos destetados dio lugar a un menor 
número de Escherichia coli en el intestino delgado (Dierick 
et al. 2009).
Inventario sin igual del 
ecosistema intestinal humano
Un equipo internacional de 
científicos ha recopilado 
todos los genomas 
bacterianos conocidos 
del microbioma intestinal 
humano en una sola base 
de datos grande, lo que 
permite a los investigadores 
explorar los vínculos 
entre genes bacterianos 
y proteínas, y sus efectos 
en la salud humana. Las 
bacterias recubren el cuerpo 
humano, por dentro y por 
fuera. Producen proteínas 
que afectan nuestra 
digestión, nuestra salud y 
nuestra susceptibilidad a 
las enfermedades. Son tan 
frecuentes que se estima 
que el cuerpo contiene más 
células en su microbioma 
(las bacterias, los virus, los 
hongos y otros microbios) 
que las que tiene células 
humanas.
Para entender el papel 
que las especies bacterianas 
juegan en la biología 
humana, los científicos 
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AlgAs mArinAs: beneficios AlimentArios Ondarza-Beneitez
generalmente las aíslan y las cultivan en el laboratorio 
antes de secuenciar su ADN. Sin embargo, muchas bacterias 
prosperan en condiciones que aún no son reproducibles 
en el laboratorio. Para obtener información sobre estas 
especies, los investigadores toman otro enfoque: recogen 
una sola muestra del medio ambiente, en este caso, el 
intestino humano, y secuencian el ADN de toda la muestra.
Luego utilizan métodos computacionales para reconstruir 
los genomas individuales de miles de especies a partir de 
esa sola muestra. Este método, llamado metagenómica, 
ofrece una poderosa alternativa a aislar y secuenciar el ADN 
de especies individuales.
Biodiversidad en el intestino humano
Los científicos han recopilado 200,000 genomas y 170 
millones de secuencias de proteínas de más de 4,600 
especies bacterianas en el intestino humano. Sus nuevas 
bases de datos, la colección unificada del genoma 
gastrointestinal humano y el catálogo unificado de 
proteínas gastrointestinales, revelan la enorme diversidad 
en nuestros intestinos y que son un obstáculo para 
identificar más del 70% de todas las especies bacterianas 
presentes. Sobre todo, porque éstas nunca han sido 
cultivadas en el laboratorio. y su actividad en el cuerpo 
sigue siendo desconocida. El grupo más grande de bacterias 
que entra en esa categoría es el del Comantemales, un 
orden de bacterias intestinales descrito por primera vez en 
2019 en un estudio liderado por el Grupo Bork en EMBL 
Heidelberg.
Un recurso de datos de libre acceso
Todos los datos recopilados en la colección unificada del 
genoma gastrointestinal humano y el catálogo unificado de 
proteínas gastrointestinales 
humanas están disponibles 
libremente en MGnify, un 
recurso en línea EMBL-
EBI que permite a los 
científicos analizar sus datos 
genómicos microbianos 
y hacer comparaciones 
con conjuntos de datos 
existentes.
Los microbios intestinales dan 
forma a nuestros anticuerpos 
antes de que nos infecten los 
patógenos
Las células B son 
glóbulos blancos que se 
desarrollan para producir 
anticuerpos. Se conocen 
como inmunoglobulinas, 
que se unen a partículas 
extrañas dañinas (como 
virus o bacterias que causan 
enfermedades) para evitar 
que invadan e infecten las 
células del cuerpo. Cada 
célula B lleva un receptor 
de células B individual 
(BCR) que determina qué 
partículas puede unir, y de 
esta manera establecer 
un efecto inhibidor de la 
adherencia del patógeno.
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Hay muchos millones de células B con diferentes 
receptores en el cuerpo. Esta inmensa diversidad proviene 
de la reorganización de los genes que codifican estos 
receptores, por lo que el receptor es ligeramente diferente 
en cada célula B resultando en miles de millones de 
posibilidades de diferentes moléculas dañinas que podrían 
ser reconocidas. Los microbios intestinales desencadenan la 
expansión de estas poblaciones de células B y la producción 
de anticuerpos.
El Dr. Hai Li et al. (2020) del Departamento de 
Investigación Biomédica de la Universidad de Berna, e 
Inselspital, Hospital Universitario de Berna, han estudiado 
los miles de millones de genes que codifican los anticuerpos 
en un sistema que permite entender las respuestas a los 
microbios intestinales benignos individuales.
La gama de anticuerpos disponibles depende de dónde 
se encuentran los microbios beneficiosos en el cuerpo.
El número de microbios benignos que viven en nuestros 
intestinos es aproximadamente el mismo que el número 
de células en nuestro cuerpo. La mayoría de estas bacterias 
permanecen dentro del tubo intestinal en lugar de penetrar 
en los tejidos del cuerpo. Desafortunadamente, alguna 
penetración es inevitable, porque el intestino sólo tiene 
una sola capa de células que separan el interior del tubo 
de los vasos sanguíneos que necesitamos para absorber 
nuestros alimentos. El Dr. Limenitakis utilizó programas 
informáticos especialmente diseñados para procesar 
millones de secuencias genéticas que comparan el 
repertorio de anticuerpos de las células B, dependiendo de 
si los microbios permanecen en el intestino, o si llegan al 
torrente sanguíneo. En ambos casos se altera el repertorio 
de anticuerpos, pero de maneras bastante diferentes 
dependiendo de cómo se produzca la exposición. 
Hay diferentes tipos 
de anticuerpos en el 
revestimiento del intestino 
(IgA) en comparación con 
el torrente sanguíneo 
(IgM e IgG). Utilizando el 
potente análisis genético, los 
investigadores mostraron 
que la gama de diferentes 
anticuerpos producidos en el 
intestino era mucho menor 
que los producidos en los 
tejidos del cuerpo central.
Esto significa que una vez 
que los microbios entran 
en el cuerpo, el sistema 
inmunitario tiene muchas 
más posibilidades de 
neutralizarlos y eliminarlos, 
mientras que los anticuerpos 
en el intestino sólo se 
unen principalmente a 
los ligandos (moléculas 
bacterianas) que se 
presentan en todo momento. 
¿Cómo cambian los 
anticuerpos cuando el cuerpo 
está expuesto a diferentes 
microbios?
A lo largo de su vida, los 
mamíferos se enfrentan 
a una gran variedad de 
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AlgAs mArinAs: beneficios AlimentArios Ondarza-Beneitez
diferentes desafíos microbianos. Por lo tanto, resultaba 
imperativo conocer los cambios que manifestarían los 
anticuerpos en presencia de los agentes patógenos (virus, 
bacterias, hongos) que infectan al huésped. El equipo de 
investigación respondió a esta pregunta probando lo que 
sucedió con el mismo microbio en diferentes sitios o con 
dos microbios diferentes después de otro.
Aunque los microbios intestinales no producen 
directamente una gama especialmente amplia de 
anticuerpos diferentes, sensibilizan a los tejidos inmunes 
centrales para producir anticuerpos si el microbio entra en 
el torrente sanguíneo. Cuando aparece un segundo microbio, 
la respuesta de anticuerpos intestinales bastante limitada, 
cambia para neutralizar y eliminar a este microbio. Esto es 
diferente de lo que sucede cuando los microbios entran en 
el torrente sanguíneo para llegar a los tejidos centrales del 
cuerpo cuando se hace un segundo conjunto de anticuerpos, 
sin comprometer la primera respuesta a los microbios 
originales. Esto muestra que los tejidos del cuerpo central 
tienen la capacidad de recordar una gama de diferentes 
especies microbianas y evitar los peligros de la sepsis.
También muestra que las diferentes estrategias 
inmunitarias de las células B en diferentes compartimentos 
del cuerpo son esenciales para mantener un balance 
positivo de microorganismos benéficos en nuestra flora 
intestinal, así como la presenteen otros tejidos del cuerpo. 
El Dr. Li comenta que, en base a sus estudios realizados, 
“que tanto la composición del microbiota intestinal de 
cada individuo, pero también el momento y la secuencia 
de exposición a ciertos miembros del microbiota comensal, 
que ocurre durante los primeros episodios de colonización 
característicos en la vida temprana del individuo; ejercen 
un efecto primordial en el repertorio del huésped (células 
B presentes en el receptor y 
la posterior inmunidad a los 
patógenos."
Discusion academica
Recientemente se ha 
encontrado que, si somos 
deficientes en los 8 azúcares 
esenciales, conocidos como 
gliconutrientes, las células 
eventualmente carecerán 
del sistema de comunicación 
necesario para mantener una 
buena salud. Las llamadas 
frutas y verduras frescas 
que compramos hoy tienen 
pocos gliconutrientes 
(o valor nutricional en 
absoluto) porque a menudo 
se cultivan en suelos 
deficientes en nutrientes, 
recogidos antes de madurar 
naturalmente, gaseados, 
irradiados, madurados 
artificialmente, almacenados 
durante días, semanas o 
meses, cocidos, congelados, 
enlatados, procesados, 
refinados, pasteurizados, 
genéticamente diseñados, 
etc. La cocción y el 
procesamiento agotan aún 
más los gliconutrientes. La 
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Recursos Naturales y Sociedad, 2021. Vol. 7 (1): 41-58. https://doi.org/10.18846/renaysoc.2021.07.07.01.0003
ciencia de la Glicobiología, muestra evidencias en el sentido 
de que las bacterias benéficas facilitan la descomposición 
de los oligosacáridos presentes en el colon humano, dando 
lugar a la obtención de los monosacáridos (gliconutrientes 
esenciales para reforzar el sistema de defensa celular 
en cada individuo. Pero el contenido bacteriano de las 
personas modernas es diferente de nuestros antepasados 
y por lo tanto este proceso es menos eficiente. Si bien 
nuestros alimentos han ido reduciendo los nutrientes, 
las enfermedades autoinmunes, las enfermedades 
cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades 
crónico-degenerativas han aumentado alarmantemente y 
han estado ocurriendo en grupos de edad más jóvenes.
Un número considerable 
de publicaciones científicas 
muestran que todas las 
enfermedades son causadas 
por una sola deficiencia 
dietética: los gliconutrientes 
que faltan en nuestra dieta. 
Los gliconutrientes no 
son vitaminas, minerales, 
aminoácidos o enzimas, 
pero están en una clase 
propia como suplementos 
nutricionales derivados de 
plantas terrestres y marinas 
(Ondarza, 2016). Una nueva 
fuente alternativa que existe 
desde el inicio de la vida 
en el planeta se encuentra 
en el mar. Específicamente 
en las algas marinas (micro 
y macroalgas). Desde hace 
varios años, se han realizado 
ensayos y pruebas clínicas 
tanto en animales como 
en seres humanos, que 
reafirman los beneficios de 
su ingestión e incorporación 
en la dieta humana (Japón, 
Malasia, Inglaterra, España, 
México, etc.).
Los suplementos 
gliconutricionales se 
formulan sobre la base de 
foto: pexels-mark-stebnicki-2255935.jpg 
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AlgAs mArinAs: beneficios AlimentArios Ondarza-Beneitez
una nueva comprensión en la bioquímica de cómo el cuerpo 
humano mantiene la salud a nivel celular. Las células sanas 
conducen a tejido sano – tejido sano conduce a órganos 
sanos – y los órganos sanos conducen a cuerpos sanos. Cada 
una de las células de nuestro cuerpo (alrededor de 600 
billones) necesita gliconutrientes.
Consideraciones finales
El desarrollo económico, cultural y científico de nuestra 
sociedad ha traído consigo importantes cambios en los 
hábitos alimentarios y de estilo de vida. En los países 
desarrollados se consumen dietas con alta densidad 
calórica, ricas en grasas saturadas y azúcares añadidos, 
mientras que ha descendido el consumo de carbohidratos 
complejos y fibra dietética. Todo esto se ha acompañado 
de un descenso en la actividad física. Como consecuencia, 
se ha incrementado la problemática de la obesidad en la 
población, y con ello las enfermedades cardiovasculares, 
diabetes e hipertensión, entre otras enfermedades 
altamente relacionadas con la dieta. El creciente número 
de trabajos científicos publicados en las dos últimas 
décadas sobre la relación entre la dieta y la incidencia 
de enfermedades crónicas ha puesto de manifiesto las 
extraordinarias posibilidades que ofrecen los alimentos 
provenientes del mar (por ejemplo, de las algas marinas) 
para mantener, e incluso mejorar, el estado de salud. 
Los microbios más importantes en nuestros cuerpos son 
los del sistema digestivo. La digestión de los alimentos 
depende de las acciones de las bacterias buenas, que 
descomponen los azúcares complejos, proteínas y grasas 
para que el cuerpo pueda absorberlas. Los probióticos en 
alimentos fermentados son esenciales para ayudarnos a 
absorber los antioxidantes benéficos que se encuentran en 
las frutas y verduras. Los 
probióticos son capaces de 
competir con los microbios 
malos y colonizar nuestro 
sistema digestivo. La 
microflora que vive en 
alimentos fermentados crea 
un revestimiento protector 
en los intestinos contra 
factores patógenos. El 
equilibrio ideal de bacterias 
buenas y malas en el 
intestino forma la base para 
una excelente salud.
La ciencia ha demostrado 
que nuestros cuerpos 
utilizan gliconutrientes 
para prevenir infecciones, 
enfermedades y retrasar el 
proceso de envejecimiento. 
Muchas enfermedades 
crónicas que se desarrollan 
a finales de la vida se 
acentúan por los malos 
hábitos alimenticios 
anteriores o la mala 
ingesta nutricional. Cuanto 
antes se lleve a cabo un 
programa equilibrado de 
suplementación nutricional, 
mayor será la oportunidad 
de prevenir las numerosas 
enfermedades que aceleran 
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el envejecimiento. Aún más, hoy en día es cuando estamos 
sufriendo los efectos del déficit nutricional de manera más 
latente, así como sus efectos devastadores que favorecen 
enfermedades degenerativas. La adición de suplementos 
nutricionales especialmente gliconutrientes, puede ayudar 
a disminuir los efectos de las enfermedades y mejorar la 
calidad de vida de las personas que están experimentando 
enfermedades. Esto permite a las personas mayores 
mantener su independencia durante más tiempo y acortar 
el tiempo de recuperación de las enfermedades (Ondarza, 
2017).
Perspectivas futuras
A pesar del descubrimiento relativamente reciente de 
los gliconutrientes y sus funciones, los médicos y el 
público son cada vez más conscientes de su importancia 
en el tratamiento de las causas subyacentes de la 
enfermedad y en el mantenimiento de una buena salud. 
Cabe mencionar que la medicina alopática no presenta 
respuestas favorables ante la incidencia cada vez más alta 
en incidencias de enfermedades autoinmunes, cánceres y 
enfermedades degenerativas en las sociedades occidentales. 
Los gliconutrientes pronto se convertirán en elementos 
que respalden mediante un enfoque gliconutricional a 
la importante labor del médico. Conocer la raíz de las 
incidencias en lugar de tratar solo los síntomas de las 
diversas enfermedades. Nuestro cuerpo tiene una notable 
capacidad para curarse a sí mismo, pero especialmente a 
medida que envejecemos los efectos del estrés diario y la 
falta de nutrición adecuada reducen la capacidad de nuestro 
cuerpo para mantener una buena salud. No tenemos que 
enfermarnos ni envejecer más rápido de lo necesario. Todos 
vivimos en un ambiente hostil donde mantenernos sanos 
es un gran desafío y muy 
especialmente aquellos de 
nosotros, que hemos tenido 
más tiempo para exponer 
nuestros cuerpos a toxinas 
e ingestas nutricionales 
inadecuadas.
Nuevos descubrimientos 
en Bioquímica y 
específicamenteen 
Glicobiología, nos 
proporcionan conocimientos 
sobre cómo ralentizar el 
proceso de envejecimiento 
y cómo mantener una 
salud óptima en nuestros 
años 70, 80 y más allá. 
No importa cuál sea 
nuestra edad, la adición de 
gliconutrientes en nuestro 
régimen de salud apoyará 
la increíble capacidad 
de nuestro cuerpo para 
sanar, reparar, regenerarse, 
regularse y protegerse. La 
ciencia ha demostrado que 
nuestros cuerpos utilizan 
gliconutrientes para prevenir 
infecciones y enfermedades 
y retrasar el proceso de 
envejecimiento. Muchas 
enfermedades crónicas que 
se desarrollan a finales de la 
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vida se aceptan que se deben a los malos hábitos alimenticios anteriores o la mala ingesta 
nutricional. Cuanto antes se lleve a cabo un programa equilibrado de suplementación 
nutricional, mayor será la oportunidad de prevenir las enfermedades múltiples debilitantes 
del envejecimiento. 
Adoptando un enfoque proactivo para nuestro bienestar a medida que envejecemos, 
encontramos que entramos en un ciclo recursivo beneficioso. Al tomar suplementos 
nutricionales como los gliconutrientes, encontramos que nos sentimos mejor – tenemos 
más energía y una mayor sensación de bienestar. Esto nos lleva a querer ser más activos 
físicamente, lo que a su vez mejora nuestra actitud positiva. Combinadas, estas acciones y 
actitudes conducen a un bienestar mejorado, lo que nos hace sentir mejor y mejor.
Agradecimientos
Me complace expresar mi sincero agradecimiento a los editores de la Revista Recursos 
Naturales y Sociedad quienes han tenido a bien examinar y evaluar mi manuscrito de 
manera eficaz y profesional por académicos de calidad y trayectoria comprobada que 
forman parte de la gran comunidad del CIBNOR (Centro de investigaciones Biológicas del 
Noroeste). 
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Cita de artículo:
Ondarza Beneitez, M.A. 2021. Algas marinas: beneficios alimentarios en la salud del 
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 https://doi.org/10.18846/renaysoc.2021.07.07.01.0003
Sometido: 07 de enero de 2021
Revisado: 15 de enero de 2021
Aceptado: 17 de marzo de 2021 
Editora asociada: Dra. Bertha Olivia Arredondo Vega 
Diseño gráfico editorial: Lic. Gerardo Hernández

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