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El envase como protector de los atributos de calidad de alimentos 
Ismael Povea Garcerant - Candidato PhD. School of Packaging, Michigan State University, MI, USA- 
Profesor Universidad De La Salle - Programa Ingeniería de Alimentos - ipovea@unisalle.edu.co 
 
Resumen 
El envase para alimentos es una ciencia dinámica que siempre está a la vanguardia de la tecnología 
para la protección de lo que contiene. El impacto ambiental que generan los diferentes materiales 
de envasado es irrefutable. Algunos en mayor medida que otros, ciertos materiales crean el impacto 
para ser producidos, otros al momento de ser desechados, pero independientemente de todo ello, 
los envases son una herramienta fundamental en la comercialización de cualquier tipo de producto. 
En este artículo, se pretende compartir la problemática alrededor de los envases y su función desde 
un punto de vista técnico que ofrezca un criterio global de la situación. 
 
Abstract 
Food packaging is a dynamic science that is always at the forefront of technology for protecting 
what it contains. In this article, the protective function of packages is analyzed under the point of 
view of food packaging interaction and as how a suitable material can be designed to protect the 
most important component of each food product exposed later on in this paper. The exponential 
growth in consumption of fresh food and the concept of cradle to grave, makes packaging a key 
instrument to achieve the objective of freshness. It is important to take into consideration all 
components of food and how all together are focused on the satisfaction of consumers but if only 
one fails he or she will reject it immediately. Kinetics of food deterioration can be used as an 
accurate tool for the determination in the change of the most important compound and protect it to 
extend shelf life of the food. Indexes of failure are discussed in this document and also the way 
how to avoid it. 
 
Palabras Clave 
interacción, vida útil, cinética de reacción, inicie de deterioro o fallo. 
 
Keywords 
Interaction, shelf life, kinetics of reaction, index of failure. 
Vol 27, No 47 (2019), Revista Alimentos Hoy -18
mailto:ipovea@unisalle.edu.co
mailto:ipovea@unisalle.edu.co
YURI
Texto tecleado
Recibido 05/08/2019, Aceptado 23/08/2019, Disponible online 31/08/2019 
Introducción 
 
Los envases son antiguos como la 
humanidad en sí. Desde que el ser humano 
se alimenta, ha encontrado la manera de 
contenerlos y conservarlos. Se ha 
establecido que los primeros materiales de 
envasado fueron los estómagos de los 
animales, los cuales luego de ser secados, se 
usaron para incluir en ellos, bebidas y 
ciertos alimentos (Twede 2015). La misma 
iniciativa de solución a situaciones 
problemáticas se fue desarrollando de la 
mano con la tecnología hasta encontrar 
materiales que permitiesen una mayor 
aplicación en el mercado de alimenticio 
(Anónimo 2016). 
 
De ese desarrollo tecnológico se derivó el 
papel, el cual fue obtenido por los chinos al 
mando del ministro chino Ts’ai Lun en el 
104 a.C. (Lee y otros 2008). Básicamente el 
papel se fabrica, actualmente, a escala 
industrial de la misma manera como se hace 
desde sus inicios. El principio de este 
material consiste en la extracción de la 
celulosa, encargada de las propiedades 
finales del producto (Selke 2015). El vidrio, 
que inició como cerámica y que se usa hace 
5000 años, fue fabricado y usado 
masivamente por los egipcios en el año 
1550 a. C. (Coles y otros 2003). El metal 
descubierto 500 a.C. y el más joven de 
todos, el plástico, que ingresa al mercado 
hacia los años 300 años, con el 
descubrimiento de la baquelita (Plastics 
Europe 2019) y que actualmente es el 
material de envase para alimentos; no en 
vano el 60% de los materiales de envase 
para la industria de alimentos, son plásticos 
(Mpagalille 2013). 
 
Los materiales de envase están a la orden 
del día para empresarios y usuarios. 
Escoger un adecuado envase que se ajuste 
al presupuesto y las necesidades va más allá 
de cubrir las exigencias comerciales. 
Debido al abanico de posibilidades que 
presenta la industria productora, aquellos 
que están del otro lado del escritorio deben 
tener en cuenta que los alimentos requieren 
mucho más que un material específico o un 
bajo costo o una tecnología idónea. Si se 
tiene en cuenta que un alimento está 
compuesto por vitaminas, minerales, agua, 
grasa, azucares, entre otros, sin dejar de 
lado aditivos utilizados durante su 
producción y buscar protegerlo bajo 
ambientes extremos, se debe tener en cuenta 
que cualquier alteración en los compuestos 
anteriormente mencionados, conlleva 
inmediatamente al rechazo por parte del 
consumidor (Povea 2015). 
 
El presente artículo pretende poner en 
lenguaje cotidiano, el análisis técnico que 
ingenieros, investigadores, tecnólogos, 
científicos y demás hemos venido 
trabajando día para que el consumidor tenga 
en sus manos un producto cada vez más 
idóneo al momento de su consumo. Se 
analizará el envase de forma individual, su 
historia, su aporte a: la sociedad, el 
mercado, el PIB de las naciones, la 
cotidianidad, entre otros, y es por supuesto 
también se analizará el impacto al medio 
ambiente implicando criterios como 
análisis de ciclo de vida (ACV), huella de 
carbono y huella ambiental (Auras 2015). 
Vol 27, No 47 (2019), Revista Alimentos Hoy -19
 
 
 
Los materiales de envase 
 
Catalá (1999), menciona en su libro 
“Migración de Componentes y Residuos de 
Envases en Contacto con Alimentos”, que 
una de las grandes propiedades de todo 
envase es la capacidad de protección y se 
debe entender la protección como un todo. 
Protección de compuestos externos (aire, 
humedad, microorganismos, etc.) e internos 
(propios del alimento). Es ahí donde el 
envase juega un papel fundamental para 
garantizar que los principales compuestos 
fisicoquímicos y organolépticos se 
mantengan intactos durante su vida de 
anaquel de tal manera que el consumidor 
encuentre un alimento como si se acabara 
de cosechar, fabricar o transformar. Más 
ahora que la demanda de alimentos sanos, 
nutritivos, orgánicos, funcionales, entre 
otras tendencias lleva un acelerado 
crecimiento en las últimas décadas con 
ventas de 35 billones de dólares para el año 
2014 según el Nutrition Business Journal. 
 
Los materiales celulósicos 
 
Del papel se puede afirmar que es 
constituido de celulosa, lignina y 
hemicelulosa y que pertenece a la familia de 
la madera, el cartón, la cartulina y el papel 
prensado (Povea 2014) y que con el tiempo 
se convirtió en el gran envoltorio de los 
alimentos. Las plazas de marcado (que 
siempre han cubierto una porción de 
consumo) son los grandes 
comercializadores de este tipo de envase. 
Partiendo del hecho que el precio final del 
producto no puede verse afectado por un 
factor externo como el envase, su alta 
disponibilidad, accesibilidad, uso, y bajo 
precio, hacen y han hecho siempre de este 
material, el más apetecido por los 
vendedores de plaza. Cumple en este caso 
papel la función de contener el alimento y, 
en cierta medida, de protegerlo de macro- 
organismos. Sin embargo, el papel se queda 
corto en otras funciones primordiales como 
lo es la protección de: microorganismos, 
gases, aromas, humedad, entre otros. 
 
De la mano del desarrollo tecnológico y las 
revoluciones industriales, el papel 
evoluciona hacia la oferta de otros 
materiales. Algunos conteniéndolo como 
material principal, otros como una parte del 
complejo de envasado. Cartulina, 
cartoncillo, cartón prensado, cartón 
corrugado, son alternativas del mercado en 
las cuales el papel es la única materia prima. 
En otros materiales como es el caso de 
sistema tubulares, sachets para el envasado 
de azúcar, cajas de leche UHT, el papel 
tienen una gran función, sin embargo, no es 
el componente principal. 
 
Estematerial presenta grandes ventajas: 
reciclable (o por lo menos cuando no se 
cubre o trata con productos que 
incrementan su resistencia a la humedad); 
económico (comparado con el vidrio o 
metal), versátil (dada las formas que se 
pueden obtener de él); vistoso (por el tipo 
de impresión flexográfica que se puede 
trabajar); estanco (buena, pero limitada, 
capacidad de apilarse); útil (no se requiere 
maquinaria especializada para su uso, se 
puede armar manualmente); facilidad de 
cierre (se requiere de cintas o gomas); uso 
de materias primas recicladas (papel 
proveniente de revistas, hojas, periódicos, 
etc.); se puede encontrar para 
Vol 27, No 47 (2019), Revista Alimentos Hoy -20
envases primarios (en contacto directo con 
el producto) como secundarios (contiene a 
los primarios) y terciarios (unidad de 
carga); es un material proveniente de 
fuentes renovables (árboles), entre otras. 
 
Sin embargo, el papel también cuenta con 
desventajas a ser compartidas como: 
pérdida de resistencia en ambientes 
húmedos; permeabilidad a: gases, aromas, 
vapor de agua, microorganismos (entre 
otros); es atractivo a roedores; limitado en 
oferta (los moldes están diseñados para 
hacer ciertos tipos de formas con 
dimensiones limitadas), entre otras. 
 
Vidrio 
 
Los envases de vidrio y vidrio son únicos y 
merecen un lugar especial en la 
presentación de los diferentes diseños y 
paquetes de alimentos. El vidrio es, sin 
duda, uno de los materiales hoy en día 
utilizados en contacto con alimentos y 
bebidas, el más antiguo con una historia de 
más de 5000 años. 
 
Probablemente, los primeros objetos de 
vidrio con funciones contenidas se 
obtuvieron esculpiendo bloques de 
obsidiana, que es un material natural 
proveniente del magma del volcán y similar 
en apariencia y composición al vidrio 
sintético. Sin embargo, la producción 
humana de vidrio moldeado es antigua y 
probablemente va a los fenicios (desde 
2500 a 333 a.C.) hace muchos, muchos 
siglos. El paso fundamental en la evolución 
de la fabricación de vidrio, sin embargo, ha 
sido el descubrimiento de una técnica para 
soplar vidrio fundido y, en consecuencia, 
producir objetos huecos con gran libertad 
de forma. Esto sucedió, aproximadamente 
100 años a.C., y, a partir de ese momento, la 
técnica para transformar el vidrio en objetos 
útiles evolucionó hacia el envasado de 
alimentos (Lee y otros 2008). 
 
La palabra vidrio se aplica más a un estado 
físico de la materia que a una composición 
química. Entre las varias definiciones de 
vidrio, la más antigua quizás pertenece a 
Heráclito (un filósofo griego del siglo V 
a.C.) hasta la propuesta por ASTM en 1999 
la cual incluye algunos materiales 
cerámicos como porcelana y cerámica. Para 
la elaboración del vidrio, se requieren más 
de 1500ºC, grandes maquinarias, robustas 
instalaciones, y el uso de sustancias 
químicas obtenidas de esta industria (Coles 
y otros 2003). 
 
Dentro de las grandes ventajas del vidrio, se 
pueden mencionar: es estanco (es decir que 
se puede apilar sobre sí mismo gracias a su 
resistencia); es autoclavable (que resiste 
altas presiones y temperaturas); es 
transparente (lo cual permite al consumidor 
ver el producto); es maleable (se pueden 
obtener diversas formas); es tinturable (se 
puede obtener de diferentes colores); es un 
material químicamente inerte (no reacciona 
con los compuestos de su contenido); es 
reciclable (aunque se puede hacer un nuevo 
envase de material 100% reciclable, en la 
industria se requieren de otros 
componentes, lo que lleva a que se limite a 
l 70%); es elegante (se relaciona este 
material con este aspecto); no requiere de 
equipos especiales para su llenado y cierre 
(se puede hacer de manera manual o semi 
automática), entre otras ventajas 
Vol 27, No 47 (2019), Revista Alimentos Hoy -21
Sin embargo, el vidrio se considera: frágil 
(su estructura es muy delicada); tecnificado 
(para lograr un alimento con más de seis 
meses de vida útil, se requieren de equipos 
especiales); ocupa un gran volumen (las 
empresas requieren un espacio enorme 
tanto para almacenamiento de envases 
desocupados como llenos), entre otras. 
 
Metales 
 
Se conocen varios metales, pero en el 
envasado de alimentos solo se utilizan unos 
pocos materiales metálicos (aleaciones 
metálicas): aluminio y aceros (aleaciones de 
hierro) en su mayoría recubiertos con 
estaño, óxidos de cromo y/o barnices en 
casos especiales. El acero inoxidable se usa 
ampliamente para fines de contacto con 
alimentos como recipientes, recipientes, 
utensilios de cocina y tuberías en hogares y 
fábricas de alimentos. 
 
El aluminio es el metal más abundante en la 
corteza terrestre (8,1%), donde se encuentra 
como minerales de aluminio y el tercer 
elemento después del silicio y el oxígeno. 
El mineral principal se extrae como bauxita, 
que contiene óxido de aluminio, junto con 
óxidos de silicio, hierro y otros metales. El 
acero es un término genérico que indica una 
gran familia de aleaciones de hierro, con un 
bajo contenido de carbono (entre 0.2 y 2%), 
ampliamente utilizado como materiales 
estructurales porque son duros, fuertes, 
duraderos y fáciles de moldear. A nivel 
mundial, los aceros son los materiales 
estructurales más utilizados justo después 
del cemento. La hojalata es el material 
metálico más antiguo utilizado como 
material de envasado de alimentos 
(introducido a mediados del siglo XVIII), 
pero su fina estructura actual es muy 
diferente de la utilizada por los pioneros de 
los alimentos en conserva. Los aceros 
inoxidables son aleaciones de hierro con 
mejor resistencia a la corrosión que 
cualquier otro acero porque contienen 
grandes cantidades de cromo (Robertson, 
2006). 
 
Para la producción de envases metálicos se 
requiere de un proceso automatizado, 
moderno y robusto. Las máquinas son 
capaces de fabricar hasta 2600 unidades en 
un minuto, lo que hace a este, uno de los 
procesos más eficientes. 
Independientemente que sean de dos o tres 
cuerpos, los equipos pueden troquelar, 
embutir, formar, pintar, secar, cubrir con 
laca o barniz a razón de 60 envases en un 
segundo. Esto requiere grandes consumos 
de energía y de recursos naturales no 
renovables. 
 
Las ventajas de los envases metálicos son 
muy similares a las de los envases de vidrio: 
son autoclavables, estancos, termoestables, 
reciclables, barrera a la luz, e inmunes a 
cambios ambientales como temperatura, 
presión y humedad. Dentro de sus 
desventajas se pueden mencionar, entre 
otras: no permite ver su contenido, 
susceptibles a la oxidación, ocupa gran 
volumen de espacio, y se requiere de 
máquinas especiales para sellado y 
esterilización (Coles y otros 2003). 
Vol 27, No 47 (2019), Revista Alimentos Hoy -22
Polímeros 
 
Los polímeros son los materiales de 
envasado para alimentos más joven de 
todos. Durante las últimas dos décadas, los 
polímeros de envasado se han convertido en 
el material de elección para muchas 
aplicaciones de envasado de alimentos que 
alguna vez estuvieron dominadas por el 
papel, los metales o el vidrio. Los polímeros 
son un tema amplio cuyos detalles 
requieren varios libros para completar, y, 
por lo tanto, este capítulo se limita a una 
introducción de los conceptos básicos y 
aplicaciones más relevantes para el 
envasado de alimentos. 
 
Los polímeros abarcan una amplia gama de 
materiales naturales y sintéticos, de los 
cuales solo una pequeña parte es adecuada 
para el embalaje; el papel y el cartón son 
biopolímeros de celulosa. Los alimentos 
están compuestos de biopolímeros como la 
proteína y el almidón. Los polímeros de 
envasado se limitan principalmente a los 
polímeros sintéticos de bajo costo que 
pueden conformarse en varias formas de 
paquetes y tienen propiedades adecuadas 
para proteger los alimentos durante la 
distribución.Los polímeros más comunes son: 
Polietileno (PE), Polietlileno de baja 
densidad (LDPE), Polietileno de alta 
densidad (HDPE), Polietileno Lineal de 
baja densidad (LLDPE), Polipropileno 
(PP), Polivinilo de cloruro (PVC), Poliéster 
(PS), Polietilen Tereftalato (PET), Etil Vinil 
Alcohol (EVOH), Etil Vinil Acetato (EVA), 
Poliamidas (PA), metalizados (-met). Aún 
así, faltan muchos materiales que no se 
listan, pero que con esta cantidad se puede 
ver la variedad que se le ofrece a la 
industria. Cada uno de estos materiales 
otorgan diferentes opciones de protección a 
factores extrínsecos como humedad, luz, 
vapor de agua, aromas, microorganismos, 
entre otros. Por estos y otros factores que se 
mencionarán más adelante, hacen de los 
polímeros un material versátil que cubre 
muchas de las necesidades de la industria de 
alimentos. 
 
Este material presenta ventajas como: es 
ligero (bajo peso en comparación con el 
vidrio y el metal); transparente, versátil 
(diferentes formas y presentaciones); se 
puede termoformar (es decir partir de una 
bobina y ello ocupa el 10% del espacio que 
lo hace el vidrio o el metal); combina bien 
con otros materiales, se pueden obtener 
nuevos materiales al combinarlos (se 
pueden obtener multiestructuras al 
coextruir dos o tres materiales); es un 
material en desarrollo constante; son la base 
para la obtención de biopolímeros, algunos 
podrían ser catalogados como 
biodegradables; es reciclable; puede ser 
esterilizado (algunos de ellos), entre otras. 
Sin embargo, los polímeros enfrentan un 
gran reto, lo cual es su gran desventaja y que 
los tiene en el ojo de las críticas y 
movimientos pro-ambiente: el material 
impacta negativamente al medio ambiente 
debido a su baja rata de degradación. 
Estudios muestran que hay materiales 
poliméricos que pueden durar desde 100 
hasta 1000 años en degradarse. 
 
Pero el punto no es ese, el punto es el gran 
volumen de disposición y la mala cultura 
del consumidor que lo lleva a ser el gran 
intruso de los mares, océanos, parques, 
selvas, ríos, etc. De la misma manera, un 
envase de vidrio, metal, o cerámica, 
durarían mucho más, pero debido a 
capacidad de reutilización, les hace menos 
impactante al medio ambiente. Muchos de 
los envases plásticos de un solo uso, usados 
por las grandes multinacionales están 
siendo reemplazados y 
Vol 27, No 47 (2019), Revista Alimentos Hoy -23
además, los gobiernos están implementado 
leyes que buscan la reducción en la 
producción, uso y disposición de éstos. 
 
El impacto ambiental 
 
Como lo hemos compartido anteriormente, 
cada uno de los procesos de producción, 
desarrollo y obtención de los diferentes 
materiales tiene un proceso que impactará 
al medio ambiente de alguna u otra manera. 
El vidrio requiere consumir recursos para 
llegar a 1500ºC o más, siendo el gas natural 
el mayor recurso energético con el 87%, 
seguido por la energía con 12% y gasóleo 
con 1%. Debido a que estas empresas 
trabajan 24/7, estos consumos anuales 
ascienden a 35 millones de Nm3 de gas 
natural, 59 millones de Kw/h de electricidad 
y 1.5 millones de litros de gasóleo (Carrión 
2016). 
 
El metal en considerado un envase 
sostenible; se ha demostrado que este tipo 
de material ha reducido en un 20% su huella 
de carbono (en los últimos 5 años) y que 
necesitan 14% menos de emergía para su 
fabricación (en el mismo ciclo). Además, 
hoy en día los envases metálicos son un 2% 
más ligeros, lo que implica un menor 
impacto ambiental, sin embargo, el impacto 
ambiental está en su producción y su alto 
consumo de energía. La producción de 
papel y cartón requiere gran cantidad de 
agua para su proceso. Se requieren 1500 
litros/día en su producción (Pérez, Raya, 
Romero, 2015). En análisis del impacto de 
los materiales de envasado se deben 
soportar en el análisis de ciclo de vida 
(ACV); herramienta que mide el impacto en 
huella de carbono para el producto que se 
decida estudiar (Gustavsson y otros 2011). 
 
El análisis de ciclo de vida de los alimentos, 
también muestran resultados impactantes. 
Si se evalúa el daño de cada elemento del 
ciclo de vida se asocia asociado mayor uso 
de recursos minerales, contribuye 
aproximadamente en un 45% al consumo de 
combustibles fósiles, en un 60% a la 
categoría Acidificación/Eutrofización, en 
un 65% a la categoría de respiración de 
compuestos inorgánicos y 
aproximadamente contribuye en un 60% a 
la emisión de compuestos carcinógenos 
(Pérez 2013). 
 
La industria de los alimentos una de las de 
mayor impacto al medio ambiente, por el 
alto consumo de recursos no renovables, el 
uso de sustancias especiales para el lavado 
de equipos, superficies e instalaciones, la 
alta rotación de implementos de aseo, el uso 
de agua para las operaciones de producción 
y de lavado y desinfección, la generación de 
subproductos que aún no tienen un uso 
adecuado (suero lácteo, pulpa de café, 
cáscaras de huevo, etc.), y las pérdidas y 
desperdicios de alimentos que suben al 33% 
a nivel mundial. 
 
Según la FAO, pérdida de alimentos es toda 
aquella que se da en la primera parte de la 
cadena (cosecha, recolección, 
almacenamiento, transporte y 
comercialización), mientras que 
desperdicio se presenta en la segunda fase 
de la cadena (consumo). En Colombia se 
pierden y desperdician más de 9 millones de 
toneladas de comida al año, según un 
estudio realizado por el Departamento 
Nacional de Planeación (DNP). El Banco 
de Alimentos establece que esta 
Vol 27, No 47 (2019), Revista Alimentos Hoy -24
cantidad representa el 34% de los alimentos 
que se producen en Colombia y que si se 
recuperase el 50% (de ese 34%) podrían 
consumirse en el país durante todo un año 
(DNP 2016). 
 
Si se incluye el uso del suelo, el consumo 
de agua, el uso de fertilizantes, el tiempo de 
cosecha, los recursos para la cosecha, las 
condiciones de las instalaciones para el 
almacenamiento (las cuales pueden ser de 
refrigeración), el transporte (incluyendo 
todo el uso de combustibles), la 
distribución, el uso de recursos para 
transportar, almacenar y preparar los 
alimentos, estos costos podrían sumar un 
trillón de dólares para los 1.3 millones de 
toneladas de alimentos que se pierden y 
desperdician en el mundo (FAO, 2011). 
Todo ello para que simplemente sean 
dispuestos en contenedores de basura por 
razones (fuertes o simple) propias del 
consumidor (World Health Organization 
2003). 
 
Los alimentos después de ser cosechados 
siguen respirando lo que reduce su vida útil, 
a pesar de contar con un “empaque” natural 
como son las cáscaras. Mandarinas, 
cebollas, aguacates, entre otros alimentos, 
se han convertido en protagonistas de una 
fuerte polémica en redes sociales, hasta el 
punto de que el hashtag 
#MandanCáscaraPonerPlástico llegó a ser 
tendencia nacional. 
 
La discusión tiene divido al público en dos 
bandos. El primero asegura que si los 
alimentos tienen cáscara es un total 
despropósito venderlos empacados en 
plástico que además incrementa los índices 
de contaminación. El segundo argumenta 
que es absolutamente inteligente porque al 
hacerlo se conservan las propiedades 
nutricionales de los alimentos, se alarga la 
vida útil de los mismos y se garantiza el 
correcto manejo de las cáscaras como 
residuo vegetal. 
 
La cáscara no siempre es suficiente 
 
Aunque la naturaleza es perfecta y los 
alimentos vienen en su empaque natural, 
técnicas como el empacado al vacío y la 
atmósfera modificada ayudan a 
conservarlos aún mejor que su propia 
cáscara, ya que inhiben bacterias, hongos y 
otros agentes externos. Así mismo, evitan la 
contaminación por manipulación y 
transporte, haciéndolos más higiénicos. 
 
Se considera que el tema amerita atención 
porque está lleno de mitos. Lo primero es 
señalar que para los productos que siguen 
respirando después de ser cosechadosy que 
limitan su vida útil por las condiciones 
externas, los envases pueden representar la 
diferencia entre comerlos o tener que 
tirarlos. Estas técnicas de conservación 
pueden utilizar papel, vidrio, metal o 
plásticos, siendo este último el más versátil 
para poder aplicar técnicas que preserven 
las propiedades del alimento. 
 
Si bien es cierto que la biodegradación de 
plástico es un problema, científicos, 
académicos, productores, entre otros, 
trabajan cada día por encontrar una solución 
integral que permita reducir las pérdidas por 
mala calidad del alimento y que tenga un 
menor impacto en el medio ambiente. Sin 
embargo, para la producción de 
biopolímeros se requiere gran consumo de 
agua, lo que hace que el impacto a la vista 
de la comunidad se reduce, pero detrás del 
proceso hay un gran consumo de recursos. 
Vol 27, No 47 (2019), Revista Alimentos Hoy -25
 
A simple vista, comprar los alimentos 
empacados es producto del afán constante 
que lleva a las personas a buscar formas de 
ahorrar tiempo. Sin embargo, debido al 
ciclo natural de los alimentos a deteriorarse 
(perder propiedades), la probabilidad de 
botar un alimento desnudo será mayor que 
si éste se encuentra envasado, siendo el 
polímero el más utilizado y por ende el de 
mayor volumen en la disposición final 
(Selke 2015). 
 
Buena disposición, mala disposición 
 
Hacer una mejor disposición de residuos 
también es ayudar al medio ambiente. 
Mucho se habla de la importancia de 
reciclar y de hacer una correcta 
clasificación y disposición de elementos 
como papel, cartón, vidrio, etc., con el 
propósito de que estos se puedan 
transformar en nuevos materiales. Sin 
embargo, poco se habla de lo vital que es 
para el medio ambiente hacer una correcta 
disposición del material orgánico. 
 
De los 12 millones de toneladas de basura 
que se generan en Colombia, sólo se recicla 
el 17% y aunque en muchos hogares el 
material orgánico se aprovecha como 
compostaje en la mayoría de los casos este 
material se desecha de manera inadecuada 
generando gases contaminantes y 
agravando más la situación ambiental (El 
Tiempo 2018). 
 
Conclusión 
 
Hay un problema que no se puede ocultar y 
es la manera como los materiales de 
envasado impactan al medio ambiente. Sin 
embargo, es la única manera de llegar a un 
consumidor cada vez más exigente y a 
mercados cada vez más lejanos. 
Desearíamos poner una vaca en cada 
esquina para que sea ordeñada, pero como 
no es posible, el envase se convierte en la 
principal herramienta para ello. No en vano, 
la industria de los envases llega a ser hasta 
el 2% del PIB en países como España y 
Estados Unidos. Como se puede observar, 
no hay un envase perfecto, pero cada uno de 
ellos con sus pros y contras, buscan un sólo 
propósito: llevar al consumidor un alimento 
cada vez más fresco y conservando sus 
propiedades. Y a pesar de que algunos 
envases muestren el impacto ambiental 
posterior a su uso, otros lo “ocultan” antes 
de su producción. Así las cosas, la ciencia y 
la tecnología buscan permanentemente una 
solución que supere las expectativas de los 
diferentes actores involucrados en esta 
situación. 
 
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