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1. INTRODUCCIÓN Dentro del mundo de la aviación podemos encontrar muchas formas de vuelo cada una con variedad de aplicaciones. Aunque lo más conocido por todos es la aviación comercial de transporte de pasajeros por ser lo más cercano a la mayoría de la gente, existen otras formas de vuelo que utilizan aparatos con o sin motor, con estructuras rígidas o flexibles que a pesar de ser utilizadas en pequeña medida para trabajos aéreos y distintas aplicaciones comerciales, tienen un uso fundamentalmente deportivo y orientado al disfrute del usuario por el simple hecho de volar. En concreto, el campo que se va a tratar en éste trabajo es el de la aviación ultraligera, que en España, comprende las aeronaves más pesadas que el aire, propulsadas con motor, no lanzadas a pie, con dos asientos como máximo y que no superen los 450kg de peso máximo al despegue en el caso de aviones biplazas terrestres. Este tipo de aeronaves son las que más se ven en nuestros días por los campos de vuelo en España y el resto de Europa debido a los bajos costes de mantenimiento, de formación del piloto, de compra en muchos casos y a no estar sujetos a unas normas tan estrictas como es el caso de la aviación general. Este tipo de aviones no necesitan en su mayoría de una gran infraestructura para ser construidos, de hecho, su origen fue la construcción de pequeñas máquinas voladoras en pequeños talleres domésticos por entusiastas aficionados a la aviación que económicamente no podían permitirse tener un avión Hoy en día se ven cada vez más aviones construidos en los garajes de casa por el propio piloto, usando las mismas técnicas de fabricación que los fabricantes comerciales. Este tipo de aviación se encuentra regulada y mantiene unos estándares de seguridad al mismo nivel que los aviones certificados.
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