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RESUMEN 1° PARCIAL PCPC Prácticos: ● STEINER, “Presencias reales”: - Problema: crítica cultural o de arte. - Separación entre Medios de Comunicación (reseñas de obras) y producción cultural (obras). Separación fuerte entre la obra y la crítica. - Relación entre la obra y el discurso secundario. - Él pone el énfasis en la relación de una obra con otra. - Obra 1 ---------------- D. secundario --- parasitario Obra 2 (crítica) Este discurso secundario circula en los medios. Crítica a la industria mediática. El discurso secundario no es inocuo, va a determinar a la obra 2. - Crítico vs Artista: sólo se puede criticar una obra con otra obra. “Volvamos a las obras”. No leer las críticas. Nos estamos perdiendo la relación inmediata con la obra, la relación directa. La literatura, las artes plásticas y la música se han vaciado de.sentido en nuestra época porque los Intérpretes y teorizadores -que han sustituido a los creadores como protagonistas del quehacer intelectual y artístico- las han desnaturalizado, con lecturas, reducciones y abstracciones que las volvieron fantasmas de sí mismas. Es cierto que vivimos una cultura del comentario, de lo parásito, en lo que Steiner llama "la era del epílogo". La crítica ha olvidado su función, la de servir, facilitando la comprensión y revelando la complejidad de la obra de arte al lector, espectador u oyente, y ha esclavizado a su amo, sometiéndolo a sus caprichos. La pretensión de explicar científicamente la obra de arte le parece arrogante y condenada al fracaso. Porque la obra de arte no se puede explicar. Por lo menos, no Objetivamente, con datos que prescinden de la sensibilidad y fantasía individuales Pero, dice Steiner, ningún comentario puede agotar la infinita urdimbre, la maraña de asociaciones y significados -lingüísticos, emotivos, filosóficos, éticos, teológicos, históricos- que contienen y explicamos estas obras de manera estable e irreversible. Porque en toda obra de arte lograda hay un elemento último, esquivo al análisis racional, que nuestra época ha enturbiado y se empeña en no reconocer. La pérdida del sentido en las obras de arte es la culminación de una larga historia. Comienza con la muerte de Dios decretada por la filosofía. Sigue con la del hombre. Y, por último, con la del contenido en la literatura y las artes. Han desaparecido los viejos consensos y ya no hay casi manera de diferenciar al genio del impostor, a la genuina creación de la superchería y el fraude. - Crítica de arte universitaria/académica/periodística. - Relación Universidad/Artista - Lo académico/periodístico: producción de material o discursos sobre las obras de arte o los artistas. Materiales críticos. - Universidad: lugar autónomo de pensamiento. Desde la posguerra las Universidades comenzaron a perder el estilo de la Universidad antigua europea (pág 65) Resumen de “Presencias reales”: Para llevar adelante su teoría, Steiner propone imaginar una sociedad en la que esté prohibida toda conversación acerca de arte, música y literatura. El orden del comentario permitido sería filológico. Donde haga falta el análisis éste será pragmático y anónimo. Se trataría de una sociedad de inmediateces con respecto a las obras de arte. El objetivo sería la menor cantidad posible de “metatextos” (textos sobre textos), conversación académica, periodística y académico-periodística (hoy en día dominante) sobre estética. En la actualidad hay un predominio de lo secundario y lo parasitario. La hermenéutica se define como el conjunto de métodos de explicación e interpretación de textos. Steiner intenta analizar la hermenéutica como puesta en acto, como una aprehensión activa. Un intérprete es un descifrador y un comunicador de significados. Es un traductor entre lenguajes. Es un ejecutante, alguien actúe el material ante él para hacerlo inteligible. Una actriz interpreta un personaje, un bailarín interpreta una coreografía. La interpretación es comprensión en acción; es la inmediatez de la traducción. Esta comprensión es analítica y crítica al mismo tiempo. Cada ejecución de un texto es una crítica, es un acto de respuesta que hace sensible el sentido. A diferencia del reseñador o crítico, el ejecutante invierte su propio ser en el proceso de interpretación. Sus lecturas, sus puestas en acto de significados y valores elegidos son un compromiso con el riesgo. Steiner llama “responsabilidad” a la respuesta interpretativa bajo la presión de la puesta en acto. Cuando se trata del significado y la valoración en las artes, nuestros mejores informadores son los artistas. En la ciudad imaginaria que propone Steiner, los hombres practicarán las artes en los modos más directos posibles. La gran mayoría que no son ni escritores, músicos o pintores, serán responsables en acción. Los comentarios académico periodísticos habrán sido eliminados. La interpretación será vivida. Toda obra de arte seria constituye un acto crítico. En primer lugar constituyen una crítica de la vida. Manifiesta que las cosas podrían ser diferentes. Pero también son críticas porque encarnan un juicio de valor, una reflexión sobre la herencia y el contexto al que pertenecen. Ningún arte estúpido perdura. Las interpretaciones de las obras de arte ofrecidas desde el interior mismo del arte tienen una penetrante autoridad, que jamás podrás lograr ningún crítico externo. Cuando se habla de una obra a través de otra, hay una presencia real, efectiva, una crítica en acción. A diferencia de la lectura del comentarista crítico o académico, la de la obra de arte es fiel al original precisamente porque coloca en grave peligro su propio destino. Estos actos de crítica y autocrítica hacen de la obra pasada una presencia presente. La segunda nace de la primera. Pero ésta no es parasitaria, como en el caso del comentario puramente crítico y pedagógico. Es un volver a pensar, una relectura de la anterior. La crítica estética merece ser tenida en cuenta cuando es de una maestría y responsabilidad comparable a su objeto. Es por medio de representaciones anteriores que el artista articulará lo que podría aparecer como la más espontánea y realista de sus observaciones. La gran mayoría de discurso no parasitario, proviene de artistas que hablan sobre arte, escritores que hablan sobre la escritura, compositores que hablan de música. Podría darse por parte de externos una obra valedera pero no suele pasar. La mayor parte del periodismo literario y las reseñas críticas es totalmente efímera. Cae en el olvido al día siguiente. Industria: Pero ¿qué haría sin el crítico el artista debutante, el pintor que no ha expuesto nunca? Los usos y valores predominantes en las sociedades de consumo de Occidente son hoy los opuestos a los de la soc. imaginaria de lo inmediato. Abunda lo secundario y lo parasitario. La humanidad se ve abordada a diario por millones de palabras emitidas por los medios de comunicación que aluden a libros que nunca se leerán, música que nunca se escuchará, obras de arte que nunca se observarán. Hay poca ingestión, lo que prevalece es el digesto. El periodismo llena cada grieta de nuestra conciencia. Genera una temporalidad en la cual todas las cosas tienen la misma importancia, todas son sólo diarias. Las obras tienen durabilidad, sus fechas de caducidad tienen una extensión desconocida en el futuro. El atractivo de la obra de arte es desinteresado. Pero hoy consumo estético y poder político-social está ligado, como ocio e industrialización. Las obras de arte deben entonces competir por un lugar en el gusto de la clase media. Semejante competición obliga a la publicidad. Publicidad y diseminación por medio del periodismo. La consecuencia es una falsa inmediatez. El consumidor “tiene a su alcance” objetos de valoración, pero al mismo tiempo está “distanciado” de los bienes expuestos. No genera un compromiso personal con el texto. El crítico o reseñador de un medio es el intermediario. Los medios permiten al artista declarar su presencia, divulgar sus mercancías para beneficiarse en la competencia. A su vez eltratamiento del arte en los medios informa al necesario público. El compromiso con lo político se ha convertido en delegación. El discurso sobre la cultura llena un vacío político. Lo secundario es principalmente lo académico-periodístico (Universidades, Institutos de investigación…). Modernidad ---- orientación hacia lo secundario. Dos impulsos dan fuerza a esto: inmanencia e igualitarismo. Lo relevante es el ahora. El pasado interesa con referencia a su capacidad de ser utilizado en el presente. Igualitarismo refiere a que cada vez son más idénticas las técnicas de comentario. Cada vez son más estandarizadas. No se desestima casi ninguna forma de arte. El apetito de exposición es omnívoro. Discurso secundario no es sinónimo de investigación. La disolución de ésta y la expansión de lo parasitario se explica por: - la profesionalización de la búsqueda. Siempre hay suficientes textos que revalorar. - la imitación humanística de lo científico. Las humanidades en su ávida pretensión de rigor teórico quieren imitar a las ciencias exactas y aplicadas. Pero emitir una opinión sobre una obra de arte o un artista no es un acto refutable. Además el proceso de comprensión tampoco es acumulativo. La crítica no puede enseñarse. Es imposible sistematizar su transmisión de una generación a otra. Los artistas en la industria cultural obtienen beneficios materiales, mismo cuando participan de actividades universitarias. Consecuencia: se ven obligados a una práctica de autoconciencia y autoexplicación. El artista de hoy se encuentra bajo la presión de las expectativas y la atención académicas. Concientemente o no, comienzan a hacer arte para ser analizado en las clases universitarias (obras que se analizan con teoría freudiana). El creador trabaja para complacer. Nuestra invención y respuesta estética es cada vez más académica precisamente porque pertenece y se dirige a la Academia. Hay un ávido deseo de mediación explicativa entre nosotros y lo primario. El académico puede secularizar el misterio. El libro engendra el libro, el ensayo genera el ensayo. Pero los textos secundarios tratan acerca de textos secundarios. Los libros de interpretación y crítica de arte versan sobre libros previos que versan sobre los mismos temas. En la actualidad la mayoría de discursos del tipo académico-periodístico son de un orden terciario. Conclusión: Los modos en que experimentamos lo estético hoy, y los modos en que verbalizamos dicha experiencia se oponen a los ideales de inmediatez, compromiso personal y responsabilidad. El discurso parasitario se alimenta de enunciados vivos; y a su vez lo parasitario se alimenta de sí mismo. Abundan la crítica y la metacrítica. Lo secundario es nuestro narcótico. Nos protege de la mera presencia. Nos acobardamos ante el misterio de las obras. ● CASTORIADIS La crisis del progreso, la caída de los grandes relatos y de los valores que le dan sentido a la cultura. Si no cambiás los sistemas de valores difícilmente pueda hacerse la revolución. Se relaciona con Steiner en lo de la caída de los grandes relatos pero es mas revolucionario que él. ● VATTIMO, “La sociedad transparente”: Equiparación entre posmodernidad y sociedad de comunicación. En lugar de avanzar hacia la autotransparencia, la sociedad de las ciencias humanas y de la comunicación generalizada parece orientarse a lo que de un modo aproximado se puede denominar <<fabulación del mundo>>…” El hecho de que en este nuevo mundo planteado en el contexto de la información haya gran diversidad de verdades parciales que conforman la realidad, hacen muy difícil que se tenga una visión real del mundo. Hay tantas realidades distintas que complica la posibilidad de abstraernos y comprenderlas a todas, es por esto que el hombre tiene interpretaciones diversas. Los datos dados son difíciles de analizar, por esto los datos en sí no son tenidos en cuenta, mientras que sí lo son las interpretaciones. De esta forma <<el mundo verdadero, al final se ha convertido en fábula>>, como dice Nietzsche. Cuando surgen los medios y por consiguiente las ciencias sociales, nos situamos en un mundo cada vez menos unitario y más diverso. Relaciones: Steiner tiene una visión negativa de los medios y las industrias culturales. Dice que funcionan como tranquilizantes que nos nos permiten tener experiencias directas con el arte. No hay que volver a la antigüedad de los dogmas religiosos pero sí volver a los discursos primarios. Castoriadis va a las industrias culturales como lo que está destruyendo a la cultura de la sociedad capitalista (por la repetición y porque es perecedera por definición). Sin embargo abre la posibilidad de pensar un nuevo rol para los medios en su proyecto revolucionario. Vattimo a diferencia de los dos no duda del rol positivo que juegan los medios y hasta dice que fueron ellos los que permitieron que se terminara con la historia unitaria de la modernidad para dar paso a la sociedad postmoderna o soc transparente (en un sentido positivo de la pluralidad de voces).
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