La monarquía parlamentaria

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La monarquía parlamentaria
Una monarquía parlamentaria es un sistema de gobierno democrático, en el que la figura de Jefe del Estado está representada por un monarca, cuyas funciones están limitadas. La principal función del rey (o la reina) en una monarquía parlamentaria es la de representar al Estado en el exterior. Aunque en muchos casos se mantienen también símbolos y tradiciones históricas asociadas a la casa real de cada país.
En la mayoría de las monarquías parlamentarias actuales, los límites de la figura del Rey están definidos por la Constitución y solo pueden ser modificados por el Parlamento o el poder ejecutivo. No debe confundirse a las monarquías parlamentarias con las monarquías constitucionales.
Países que funcionan bajo la forma de una monarquía parlamentaria
España, Reino Unido, Bégica, Noruega, Países Bajos, Suecia, Japón, Canada, Australia y Nueva Zelanda.
Toma de posesión de Felipe VI como Jefe del Estado español.
Características de las monarquías parlamentarias
1. Democracia: Compatibilizan la elección democrática de los grandes poderes del Estado con la figura del monarca, de carácter hereditario. Es por eso que las funciones del rey están reguladas por la ley y no incluyen toma de decisiones por su parte.
1. División de poderes: La división de poderes es común a las monarquías parlamentarias, donde los grandes poderes del Estado (ejecutivo y legislativo) son elegidos mediante sufragio universal. De esta forma la figura de Jefe del Estado es puramente representativa.
1. Poderes representativos y simbólicos: La figura de Jefe del Estado es puramente representativa y sus actuales funciones, en muchos casos formales o simbólicas, están determinadas por ley, no por la voluntad del monarca.