Logo Studenta

Tesis hipertension arterial y grado de actividad física

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD 
LICENCIATURA EN FISIOTERAPIA Y 
KINESIOLOGÍA 
 
TRABAJO DE GRADO 
 
GRADO DE ACTIVIDAD FÍSICA EN PACIENTES 
DE 40 A 60 AÑOS DE EDAD CON DIAGNÓSTICO 
DE HIPERTENSIÓN ARTERIAL QUE ACUDEN 
AL PROGRAMA DE PREVENCIÓN 
CARDIOVASCULAR DEL HOSPITAL 
DISTRITAL DE ITÁ EN EL AÑO 2022. 
RECTOR: Prof. Dr. Juan Manuel Marcos 
DECANA: Prof. Dra. Beatriz Bontempi de Rodríguez Alcalá 
DIRECTORA: Mg. María del Carmen Sosa 
TUTOR: Lic. Felipe Miguel Oviedo Frutos 
AUTOR: María Belén Diarte Sosa 
 
ITÁ – PARAGUAY - 2023 
 
 
 
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD 
LICENCIATURA EN FISIOTERAPIA Y 
KINESIOLOGÍA 
 
MEMORIA DE GRADO 
 
GRADO DE ACTIVIDAD FÍSICA EN PACIENTES 
DE 40 A 60 AÑOS DE EDAD CON DIAGNÓSTICO 
DE HIPERTENSIÓN ARTERIAL QUE ACUDEN 
AL PROGRAMA DE PREVENCIÓN 
CARDIOVASCULAR DEL HOSPITAL 
DISTRITAL DE ITÁ EN EL AÑO 2022. 
 
MARIA BELÉN DIARTE SOSA 
 
Tesina de culminación de la carrera de Fisioterapia y Kinesiología, 
presentada en la Universidad del Norte, como requisito para la 
obtención del Título de Licenciada en Fisioterapia y Kinesiología. 
 
TUTOR: Prof. Lic. Felipe Miguel Oviedo Frutos 
ITÁ – PARAGUAY 
2023 
 
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD 
CARRERA DE FISIOTERAPIA Y 
KINESIOLOGÍA MEMORIA DE GRADO 
 
GRADO DE ACTIVIDAD FÍSICA EN PACIENTES 
DE 40 A 60 AÑOS DE EDAD CON DIAGNÓSTICO 
DE HIPERTENSIÓN ARTERIAL QUE ACUDEN 
AL PROGRAMA DE PREVENCIÓN 
CARDIOVASCULAR DEL HOSPITAL 
DISTRITAL DE ITÁ EN EL AÑO 2022. 
 
MARIA BELÉN DIARTE SOSA 
EXAMINADORES: 
- _______________________ 
- _______________________ 
- _______________________ 
- _______________________ 
- _______________________ 
CALIFICACIÓN: 
APROBADO EN FECHA: ___/___/___ 
 Itá – Paraguay 2023 
 
DEDICATORIA 
 
Este trabajo se lo dedico a mi familia, por su apoyo incondicional y por alentarme 
en cada paso del camino. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
Agradezco a Dios por darme la fortaleza de seguir adelante y culminar esta 
carrera. 
 
A mi familia por apoyarme en todo momento. 
 
A los profesores por su orientación y apoyo, gracias por ser mis mentores 
y por compartir sus conocimientos con generosidad. 
 
 
 
ACLARACIÓN 
 
Los puntos de vista expresados en esta tesis, así como la utilización de 
distintas fuentes son de exclusiva responsabilidad del autor como cursante de la 
carrera de Fisioterapia y Kinesiología y no de la Universidad del Norte, el 
contenido de esta es una posición personal, basada en la investigación individual, 
la cual no refleja la postura de ningún ente público o privado. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
TÍTULO: GRADO DE ACTIVIDAD FÍSICA EN 
PACIENTES DE 40 A 60 AÑOS DE EDAD CON 
DIAGNÓSTICO DE HIPERTENSIÓN 
ARTERIAL QUE ACUDEN AL PROGRAMA DE 
PREVENCIÓN CARDIOVASCULAR DEL 
HOSPITAL DISTRITAL DE ITÁ EN EL AÑO 
2022. 
 
AUTORA: MARÍA BELÉN DIARTE SOSA 
TUTOR: FELIPE MIGUEL OVIEDO FRUTOS 
 
RESUMEN 
 
• Propósito: Determinar el grado de actividad física en pacientes de 40 a 
60 años con diagnóstico de hipertensión arterial que acuden al Programa 
de Prevención Cardiovascular del Hospital Distrital de Itá en el año 2022. 
• Metodología: Se diseñó un estudio con enfoque cuantitativo, de tipo 
transversal, prospectivo y descriptivo. La investigación estuvo constituida 
por 199 pacientes hipertensos del Programa de Prevención Cardiovascular 
del Hospital Distrital de Ita en el periodo comprendido entre agosto y 
diciembre del 2022.Se hizo uso del Cuestionario Internacional de 
Actividad Física (IPAQ). Se utilizaron distribuciones de frecuencias, 
cálculos porcentuales y medidas de tendencia central. 
• Resultados: Del total de pacientes 32,2% pertenecía al grupo de edad de 
55 a 60 años. Predominaron pacientes del sexo femenino (55%). La mayor 
parte tiene hipertensión arterial grado 1 (58%) y en cuanto al grado de 
 
actividad física el (23%) tiene actividad física moderada, el (11% ), 
actividad física intensa y el ( 66%) actividad física baja. 
• Conclusión: Los hallazgos de este trabajo resaltan la importancia de 
considerar la actividad física como parte integral del tratamiento para la 
hipertensión arterial y destacan la necesidad de promover la actividad 
física para mejorar la salud cardiovascular en esta población. 
• Palabras claves: Actividad física, hipertensión arterial, Programa de 
Prevención Cardiovascular. 
 
 
 
 
TITLE: DEGREE OF PHYSICAL ACTIVITY IN 
PATIENTS AGED 40 TO 60 YEARS 
DIAGNOSED WITH ARTERIAL 
HYPERTENSION WHO ATTEND THE 
CARDIOVASCULAR PREVENTION 
PROGRAM AT THE DISTRICT HOSPITAL OF 
ITÁ IN THE YEAR 2022. 
 
AUTHOR: MARIA BELÉN DIARTE SOSA 
TUTOR: FELIPE MIGUEL OVIEDO FRUTOS 
 
ABSTRACT 
 
• Purpose: To determine the degree of physical activity in patients aged 40 
to 60 years diagnosed with hypertension who attend the Cardiovascular 
Prevention Program of the District Hospital of Itá in the year twenty 
twenty-two. 
• Methodology: A study was designed with a quantitative, cross- 
sectional, prospective, and descriptive approach. The research consisted of 
199 hypertensive patients of the Cardiovascular Prevention Program of the 
District Hospital of Ita in the period between August and December of 
2022.Se made use of the International Physical Activity Questionnaire 
(IPAQ). Frequency distributions, percentage calculations and measures of 
central tendency were used. 
 
• Results: Of the total number of patients, 32.2% belonged to the age 
group of 55 to 60 years. There was a predominance of female patients 
(55%). Most have grade 1 high blood pressure (58%) and in terms of the 
degree of physical activity (23%) have moderate physical activity, (11% 
)intense physical activity and (66%) low physical activity. 
 
• Conclusion: The findings of this study highlight the importance of 
considering physical activity as an integral part of the treatment for 
hypertension and highlight the need to promote physical activity to 
improve cardiovascular health in this population. 
 
Keywords: Physical activity, hypertension, Cardiovascular Prevention Program 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
TÉRA: GRADO DE ACTIVIDAD FÍSICA UMI 
PASIENTE OÑEMBOGUATÁVA 40 A 60 AÑO 
OĨVA DIAGNÓNTICO DE HIPERTENSIÓN 
ARTERIAL OĨVA PROGRAMA DE 
PREVENCIÓN CARDIOVASCULAR 
HOSPITAL DISTRITO ITÁ-PE AÑO 2022-PE. 
 
APOHÁRA: MARIA BELÉN DIARTE SOSA 
ÑANGAREKOHÁRA: FELIPE MIGUEL OVIEDO 
FRUTOS 
 
ÑEMOMBYKY 
 
• Temimo´a: Ojekuaa haguã grado de actividad física umi paciente 
orekóva 40 a 60 ary orekóva diagnóstico hipertensión arterial ohóva 
Programa de Prevención Cardiovascular Hospital Distrital Itá-pe ary 2022-
pe. 
• Mba´éicha ojejapo ha mba´epa ojeipuru: Ojejapo peteî estudio 
orekóva enfoque cuantitativo, transversal, prospectivo ha descriptivo. 
Ojeipuru distribución frecuencia rehegua, cálculo porcentaje rehegua ha 
medida tendencia central rehegua. 
• Ojehupytýva: Mayma hasývagui 32,2% ha’eva’ekue aty 55 a 60 ary 
peve. Kuña hasýva oîve (55%). Hetave orekó hipertensión grado 1 (58%). Ha 
grado de actividad física rehegua oguereko actividad física moderada, 
(11%) actividad física intensa (23%) ha actividad física michĩva (66%). 
 
• Paha: Umi mba'e ojejuhúva ko tembiapópe ohechauka tuicha mba'eha 
ojehecha actividad física ha'éva parte integral tratamiento hipertensión 
arterial ha omomba'e guasu tekotevêha oñemotenonde actividad física 
omohenda porã haguã salud cardiovascular ko población-pe. 
 
Ñe´e ojeipurúva´ekue: Actividad física, hipertensión arterial, Programa de 
Prevención Cardiovascular rehegua. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LISTA DE SIGLAS Y ABREVIATURAS 
 
 -ACV: Accidente cerebrovascular 
-AFI: Actividad físicaintensa 
-AFM: Actividad física moderada 
-ECV: Enfermedades cardiovasculares 
-HTA: Hipertensión arterial 
-IAM: Infarto agudo de miocardio 
-IMC: Indice de masa corporal 
-IPAQ: Cuestionario internacional de actividad física 
-MSPBS: Ministerio de salud pública y bienestar social. 
-PAD: Presión arterial diastólica 
-PAS: Presión arterial sistólica 
 
 
INDICE 
 
1. INTRODUCCIÓN .............................................................................................. 1 
2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA ................................................................ 3 
2.1. PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN ........................................................... 6 
2.1.1. PREGUNTA GENERAL ............................................................................ 6 
2.1.2. PREGUNTAS ESPECÍFICAS ..................................................................... 6 
3. JUSTIFICACIÓN ............................................................................................... 7 
4. OBJETIVOS ....................................................................................................... 8 
4.1. GENERAL: ...................................................................................................... 8 
4.2. ESPECIFICOS: ................................................................................................ 8 
5. MARCO TEORICO ........................................................................................... 9 
5.1. Hipertensión arterial ........................................................................................ 9 
5.1.1. Definición..................................................................................................... 9 
5.1.2. Epidemiologia ............................................................................................... 9 
5.1.3. Fisiopatología de la hipertensión arterial .................................................... 11 
5.1.4. Clasificación............................................................................................... 14 
5.1.5. Manifestaciones clínicas ............................................................................ 15 
5.1.6. Diagnóstico ................................................................................................ 19 
5.1.7. Medición de la Presión arterial .................................................................. 21 
5.1.8. Factores de riesgo....................................................................................... 21 
5.1.9. Estado nutricional y recomendaciones dietéticas....................................... 25 
5.1.10. Educación del paciente ............................................................................. 26 
5.1.11. Recomendación de la OMS ...................................................................... 26 
5.1.12. Prevención ................................................................................................ 27 
5.1.13. Control ...................................................................................................... 28 
5.1.14. Tratamiento de la Hipertensión arterial .................................................... 30 
5.1.15. Tratamiento no farmacológico .................................................................. 32 
5.2. La actividad física ......................................................................................... 33 
5.2.1Fisiología del ejercicio .................................................................................. 35 
5.2.2. Beneficios de la actividad física en pacientes hipertensos ......................... 38 
5.2.3. Tipos de ejercicios para la reducción de la hipertensión arterial ............... 39 
5.2.4. Ejercicios contraindicados en pacientes hipertensos ................................. 43 
5.2.5. Cuestionario internacional de actividad física ............................................ 43 
 
6. MATERIALES Y MÉTODOS ......................................................................... 45 
6.1. DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN ............................................................ 45 
6.2. DELIMITACIÓN DE ESTUDIO .................................................................. 46 
6.3. POBLACIÓN ................................................................................................. 46 
6.3.1. MUESTRA POBLACIONAL .................................................................... 46 
6.4. CRITERIOS ................................................................................................... 46 
6.4.1. CRITERIOS DE INCLUSIÓN ................................................................... 46 
6.5. METODOLOGÍA .......................................................................................... 47 
6.6. VARIABLES ................................................................................................. 48 
6.6.1. VARIABLES CUANTITATIVAS ............................................................. 48 
6.7. ANÁLISIS ESTADÍSTICOS ........................................................................ 51 
6.8. MATERIALES .............................................................................................. 51 
6.8.1. RECURSOS HUMANOS ........................................................................... 51 
6.8.2. RECURSOS MATERIALES ..................................................................... 51 
6.9. ASUNTOS ÉTICOS ...................................................................................... 51 
7. RESULTADOS ................................................................................................ 52 
8. DISCUSIÓN ..................................................................................................... 67 
9. CONCLUSIÓN ................................................................................................. 68 
10. RECOMENDACIONES ................................................................................. 69 
11. BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................ 70 
ANEXOS .............................................................................................................. 78 
ANEXO 1: CUESTIONARIO .............................................................................. 78 
ANEXO 2: CUESTIONARIO INTERNACIONAL DE ACTIVIDAD FÍSICA . 80 
ANEXO 3: INTERPRETACIÓN DEL CUESTIONARIO INTERNACIONAL 
DE ACTIVIDAD FÍSICA (IPAQ)........................................................................ 83 
ANEXO 4: CLASIFICACIÓN DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL .............. 85 
SEGÚN JNC-VIII ................................................................................................. 85 
ANEXO 5: AUTORIZACIÓN PRESENTADA PARA EL HOSPITAL 
DISTRITAL DE ITA. ........................................................................................... 86 
ANEXO 6: PROGRAMA DE PREVENCIÓN CARDIOVASCULAR DEL 
HOSPITAL DISTRITAL DE ITA. ....................................................................... 87 
ANEXO 7: FACHADA DEL HOSPITAL DISTRITAL DE ITA INAUGURADA 
EN EL AÑO 2007 ................................................................................................. 87 
 
 
 
LISTA DE GRÁFICOS 
 
Gráfico N°1 Distribución de la muestra según la edad ......................................... 52 
Gráfico N°2 Distribución de la muestra según el sexo ......................................... 53 
Gráfico Nº3 Distribución de la muestra según la procedencia .............................. 54 
Gráfico Nº4 Distribución de la muestra según la ocupación ................................. 55 
Gráfico Nº5 Distribución de la muestra según la cantidad de tiempo que tiene 
diagnóstico de HTA .............................................................................................. 56 
Gráfico Nº6 Distribución de la muestra según grado de HTA .............................. 57Gráfico Nº7 Distribución de la muestra según tipo de tratamiento ....................... 58 
Gráfico Nº8 Distribución de la muestra según cantidad de días que realizó 
actividad física vigorosa ........................................................................................ 59 
Gráfico Nº9 Distribución de la muestra según tiempo en total dedicó a una 
actividad física intensa en uno de esos días .......................................................... 60 
Gráfico Nº 10 Distribución de la muestra según cantidad de días que realizó 
actividad física moderada ...................................................................................... 61 
Gráfico Nº 11 Distribución de la muestra según tiempo en total dedicó a una 
actividad física moderada en uno de esos días ...................................................... 62 
 Gráfico Nº 12 Distribución de la muestra según cantidad de días que realizó 
caminata de al menos 10 minutos. ........................................................................ 63 
Gráfico Nº 13 Distribución de la muestra según tiempo en total dedicó a la 
caminata en uno de esos días ................................................................................ 64 
Gráfico Nº 14 Distribución de la muestra según el tiempo que pasó sentado 
durante los días hábiles de los últimos 7 días ....................................................... 65 
Gráfico Nº 15 Distribución de la muestra según grado de actividad física ........... 66 
 
 
 
1 
 
1. INTRODUCCIÓN 
 La hipertensión arterial es una enfermedad crónica no trasmisible que se 
caracteriza por una elevada presión en las arterias, siendo la principal causa de 
infarto de miocardio (IAM) y accidente cerebrovascular (ACV) resultando en el 
factor de riesgo cardiovascular más predominante (1). 
 
Es un serio problema de salud pública en Paraguay debido a su difícil 
manejo dentro de la población, y porque es la principal causa de mortalidad en 
nuestro paísSe presenta principalmente en la edad etaria de 40 años o más, las 
consultas en este rango de edad se han incrementado desde el año 1998 y sigue 
ascendiendo actualmente evidenciándose tanto en consultorio como en unidades 
de urgencias (1). 
 
La HTA está relacionada en un 80 a 90% por una causa primaria dónde se 
le atribuye una causa desconocida y contribuyen factores de riesgo conocidos, la 
mayoría de las veces modificables (1). 
 
Mientras que en un 10% está relacionada por una causa secundaria qué 
puede deberse a otras enfermedades que pueden afectar a los riñones, las arterias, 
el sistema nervioso o el corazón (1). 
 
Se presenta con síntomas variados y otras veces puede ser asintomática los 
malestares principales son los mareos, vértigos, náuseas, irritabilidad y 
sudoración. El diagnóstico de la hipertensión arterial se realiza mayormente por 
una historia clínica detallada, síntomas presentes, genética u otra causa que pueda 
llevar a esta enfermedad y por supuesto la medición y el seguimiento de la presión 
arterial (1). 
2 
 
 
 Existen estudios que respaldan que la actividad física produce efectos 
beneficiosos a la salud del hipertenso/a estos estudios demuestran que practicar 
actividad física mejora la salud del corazón y otros sistemas del organismo 
implicados en la salud cardiovascular y que tiene resultados buenos al hacerse en 
conjunto con una buena alimentación. 
 
 
 En nuestro país muchas personas mueren debido a la falta de un control 
riguroso con respecto a la presión arterial y su tratamiento. La mayoría de los 
pacientes no siguen las indicaciones del tratamiento y no llevan un seguimiento 
adecuado de su enfermedad así como existe poca sensibilización sobre la 
actividad física y sus efectos positivos en la salud del hipertenso. 
 
 Esta investigación no ayudará a comprender lo importante que es 
combinar la actividad física la cual trae consigo beneficios para la salud 
cardiovascular, ayuda a un tratamiento optimo junto con una alimentación 
saludable y mantener un buen estado nutricional especialmente en adultos de 40 a 
60 años. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 
 
2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA 
 
La hipertensión arterial se considera una problemática de hace mucho años 
en Paraguay porque existe un alto porcentaje de pacientes sin realizar un 
seguimiento y tratamiento adecuado, no se realizan los chequeos pertinentes y no 
saben que tienen la presión arterial elevada no hasta presentar síntomas o 
alteraciones más graves del sistema cardiovascular o cerebrovascular como el 
IAM o ACV lo cual por su parte genera una alta demanda de pacientes en 
urgencias, una mayor cobertura y altos costos para el sistema de salud así como 
repercute en el ámbito laboral y económico del paciente y los familiares. A pesar 
de que se crean programas en los servicios de salud públicos la hipertensión 
arterial sigue acarreando inconvenientes (1). 
 
 
Un estudio realizado en la Facultad de Ciencias de la salud del programa 
de Fisioterapia Bocayá, Colombia. Evaluó los efectos de la actividad física en la 
calidad de vida relacionada a la salud del adulto mayor con hipertensión los 
resultados fueron que el realizar actividad física tiene efectos buenos en la salud 
de los adultos con hipertensión arterial, así como sobre los índices biológicos del 
IMC y el colesterol (2). 
 
Practicar actividad física trae consigo efectos positivos en indicadores 
biológicos en adultos mayores diagnosticados con hipertensión arterial sistémica 
(2). 
 
Otro estudio realizado por la sociedad latinoamericana de hipertensión 
arterial Venezuela tuvo como objetivo determinar los efectos de la actividad física 
aeróbica en adultos mayores con hipertensión arterial el estudio concluyó que el 
ejercicio aeróbico de intensidad moderada aplicada por 6 meses con una 
frecuencia de tres veces/semana, reduce significativamente los niveles de PAS y 
PAD en adultos mayores con hipertensión. El ejercicio aeróbico produce 
4 
 
reducciones importantes en el IMC. Así como cabe destacar que con el ejercicio 
aeróbico se obtiene óptimos niveles de condición física (3). 
 
En Cuba un estudio publicado en la revista cubana de investigaciones 
biomédicas describe que se diseñó e implementó un programa de actividades 
físicas recreativas a mujeres de la tercera edad (4). 
 
El programa implementado mejoró la tensión arterial de las mujeres 
estudiadas y demostró que las actividades físicas recreativas contribuyen a 
mantener un nivel adecuado de la presión arterial (4). 
 
Un estudio realizado en Brasil y publicado en la Revista Latinoamericana 
de Enfermería estudió a personas portadoras de HTA y se evaluó el nivel de 
actividad física mediante el Cuestionario Internacional de Actividad Física. Como 
resultado la mayoría se encontraba en los niveles bajo (40%) y moderado (44,2) y 
apenas el 15,8 % pertenece al nivel alto (5). 
 
En el análisis de asociación entre las variables sociodemográficas y el nivel de 
actividad física, se comprobó que personas del sexo masculino, que proceden del 
interior del Estado, con más edad y con mayor nivel de escolaridad son los que 
más desarrollan un nivel de actividad física bajo (5). 
 
Un estudio realizado en la universidad Estatal de la ciudad Milagro 
Ecuador tuvo el objetivo de diagnosticar el nivel de actividad física de adultos 
mayores que acuden al club del hospital León Becerra (6). 
 
Se verificó que el 30% realiza caminatas cortas por la mañana, el 70% 
bailoterapia, 60% actividad física especializada dos veces por semana, 40% entre 
dos veces a 4 por semana y actividades complementarias el 33,3%, actividades de 
5 
 
aprendizaje 30%, emprendimientos 26,67% y ningún tipo de actividad física 10%. 
Se determinó un nivel bastante aceptable de actividad física en los adultos 
hipertensos estudiados (6). 
 
En el hospital distrital de Itá se encuentrael programa de prevención 
cardiovascular donde se entregan medicamentos para controlar la hipertensión 
arterial y otras enfermedades relacionadas a ella como la Diabetes Mellitus. A 
diario acuden los pacientes especialmente de 40 para arriba a dejar sus cuadernos 
donde registran tanto los antecedentes de su enfermedad y los controles de su 
presión arterial y además poder consultar y retirar sus medicamentos 
correspondientes pero no se cuentan con los datos sobre el grado de actividad 
física que llevan estos pacientes. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
6 
 
2.1. PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN 
 
2.1.1. PREGUNTA GENERAL 
 
¿Cuál es el grado de actividad física en pacientes de 40 a 60 años de edad 
con diagnóstico de hipertensión arterial que acuden al Programa de Prevención 
Cardiovascular del Hospital Distrital de Itá en el año 2022? 
 
2.1.2. PREGUNTAS ESPECÍFICAS 
 
¿Cuáles son los datos sociodemográficos de la población estudiada? 
 
¿Cuáles son los antecedentes de hipertensión arterial en pacientes de 40 a 
60 años que acuden al Programa de Prevención Cardiovascular del Hospital 
Distrital de Itá para su tratamiento en el año 2022? 
 
¿Cuál es el grado de actividad física aplicando el cuestionario 
internacional de actividad física (IPAQ) en la población en estudio? 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7 
 
3. JUSTIFICACIÓN 
 
 En cuanto a la actividad física y la hipertensión arterial conocer los 
antecedentes de la hipertensión arterial, como los pacientes manejan su 
enfermedad, el tratamiento que se ofrece en el hospital distrital de ITA y el grado 
de actividad física. 
 
 Esta investigación beneficiará a los pacientes de 40 a 60 años 
diagnosticados con hipertensión arterial lo cual es un problema de salud pública 
de larga data y el cual provoca otras consecuencias a la salud de la persona 
hipertensa. 
 
 Todo esto tiene una alta tasa de mortalidad en nuestro país debido a que no 
existe un control estricto de las cifras de presión arterial y tampoco un tratamiento 
estricto, aunque los pacientes acudan a retirar sus medicamentos correspondientes 
los cuales deben ser consumidos a hora y a la vez que se controla la presión 
arterial. 
 
 Esta investigación permitirá conocer la importancia de incluir la actividad 
física y el grado de actividad física en adultos de 40 a 60 años. 
 
 
 
 
 
 
 
 
8 
 
4. OBJETIVOS 
 
4.1. GENERAL: 
Determinar el grado de actividad física en pacientes de 40 a 60 años de 
edad con diagnóstico de hipertensión arterial que acuden al Programa de 
Prevención Cardiovascular del Hospital Distrital de Itá en el año 2022. 
4.2. ESPECIFICOS: 
 
Describir los datos sociodemográficos de la población estudiada. 
 
Reconocer los antecedentes de hipertensión arterial en pacientes de 40 a 60 
años que acuden al Programa de Prevención Cardiovascular del Hospital Distrital 
de Itá para su tratamiento en el año 2022. 
 
Evaluar el grado de actividad física aplicando el cuestionario internacional 
de actividad física (IPAQ) en la población en estudio. 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
5. MARCO TEORICO 
 
5.1. Hipertensión arterial 
 
5.1.1. Definición 
 La hipertensión arterial es una condición médica caracterizada por un 
aumento sostenido de la presión arterial. En la mayoría de los casos en el 85-90% 
la causa es desconocida y se conoce como primaria. Sin embargo, en el 10 a 15% 
la HTA se denomina secundaria y está asociada con otras enfermedades que 
provocan un aumento en los niveles de presión arterial (1). 
 
5.1.2. Epidemiologia 
 Hay factores demográficos, como el aumento de la edad en la población, y 
factores sociales, como la pobreza y la adaptación cultural, que tienen un impacto 
significativo en la alta prevalencia de hipertensión arterial. Es preocupante que 
alrededor del 50% de las personas con hipertensión desconozcan su condición, y 
solo una pequeña proporción de aquellos que reciben tratamiento logren 
mantenerla bajo control (7). 
 
La incidencia de hipertensión arterial en América Latina oscila entre el 
28% y el 50%, y esta variación está relacionada con la edad. Factores 
demográficos, como el envejecimiento de la población, y factores sociales, como 
la pobreza y el proceso de adaptación cultural, contribuyen a una alta prevalencia 
de hipertensión arterial (7). 
 
En la región de Latinoamérica, se observa un incremento en la frecuencia 
de hipertensión arterial, que varía desde el 19% en individuos con mayor nivel 
educativo, hasta alcanzar el 50% en aquellos con menor nivel de instrucción. Esta 
disparidad en la prevalencia está asociada a diferencias en los niveles de 
educación de la población (8). 
10 
 
 
La hipertensión arterial (HTA) está asociada con diversas condiciones 
médicas. Alrededor del 66 al 75% de los casos de trombosis cerebral están 
relacionados con la HTA. Asimismo, el 90% de las hemorragias intracraneales no 
traumáticas son causadas por la HTA. Además, se estima que el 68% de las 
personas con cardiopatía isquémica también tienen HTA, y el 75% de los casos de 
insuficiencia cardíaca se deben a esta condición (9). 
 
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) ocasionan alrededor de 17 
millones de fallecimientos a nivel mundial, lo que equivale a cerca de un tercio de 
todas las defunciones. Por otro lado, la hipertensión arterial (HTA) constituye un 
desafío para la salud pública a escala global (10). 
 
Es la primera causa de mortalidad que se atribuye a un factor de riesgo 
mundialmente, seguido del tabaquismo en segundo lugar y la diabetes en tercer 
lugar (11). 
 
Aproximadamente mil millones de individuos padecen de hipertensión 
arterial en todo el mundo, y es el factor de riesgo primordial para enfermedades 
coronarias y accidentes cerebrovasculares, además de estar relacionada con casi la 
mitad de los casos de infarto de miocardio y dos tercios de los accidentes 
cerebrovasculares (11). 
 
En Paraguay, las enfermedades cardiovasculares (ECV) encabezan la lista 
de causas de fallecimiento, siendo responsables del 27% de todas las defunciones. 
Durante el año 2012, se reportaron un total de 6,986 decesos atribuidos a estas 
enfermedades, lo que supone aproximadamente 19 muertes diarias (1). 
 
En el grupo de personas mayores de 50 años, las visitas médicas se han 
incrementado significativamente desde 1998 hasta 2013, especialmente en 
11 
 
aquellos mayores de 60 años. Esto indica una mayor cobertura y disponibilidad de 
los servicios de salud, lo que ha mejorado la detección temprana de enfermedades. 
Este aumento en la demanda también se debe al envejecimiento de la población y 
al incremento de factores de riesgo como la obesidad, el sedentarismo, la diabetes 
mellitus y el estrés(1). 
 
5.1.3. Fisiopatología de la hipertensión arterial 
La hipertensión arterial (HTA) es una condición compleja en la que 
intervienen diversos factores, muchos de los cuales tienen un componente 
genético. Sin embargo, se ha demostrado que el sistema renina-angiotensina-
aldosterona (SRAA) desempeña un papel crucial, ya que influye en la acción de 
otros elementos químicos y neurales, como la producción de endotelina, la 
inhibición del óxido nítrico (NO) o la prostaciclina (PGI2), la actividad de 
catecolaminas o vasopresina (AVP), el factor ouabaína-sensible o FDE, el 
tromboxano A2 (TxA2) y diversas sustancias endógenas que aumentan la presión 
sanguínea (12). 
 
En resumen, el SRAA es fundamental en la fisiopatología de la HTA, ya 
que afecta la interacción de múltiples factores químicos y neurales que 
contribuyen al aumento de la presión arterial (12). 
 
El SRAA consta de los siguientes componentes: 
1. Renina: producida por los riñones, específicamente por las células 
yuxtaglomerulares ubicadas en la pared de la arteriola aferente contigua a la 
mácula densa.La secreción de renina se ve influenciada por cambios en la presión 
arterial renal (disminución de la presión arteriolar renal) y en la concentración de 
sodio (disminución de sodio y señal de la mácula densa), así como por el aumento 
de la estimulación nerviosa renal (12). 
 
2. Angiotensinógeno: es el sustrato de la renina y se produce en el hígado. 
Los niveles de angiotensinógeno pueden aumentar debido a factores como los 
12 
 
estrógenos y otros estimulantes de la actividad enzimática de los microsomas 
hepáticos (12). 
 
3. Enzima convertidora de angiotensina: esta enzima transforma la 
angiotensina I en angiotensina II. Se encuentra principalmente en los pulmones y 
en menor medida en los vasos sanguíneos (12). 
 
Estos componentes del SRAA actúan de manera coordinada para regular la 
presión arterial y desempeñar un papel importante en diversas funciones 
fisiológicas y patológicas del organismo (12). 
 
4. Quimasa: es una enzima que convierte la angiotensina I en angiotensina 
II en varias localizaciones, principalmente en el corazón y las arterias (12). 
 
5. Angiotensina II: es una hormona peptídica que tiene los efectos más 
importantes en los órganos diana al interactuar con los receptores de la membrana 
plasmática (12). 
 
6. Se han identificado varios subtipos de receptores para la angiotensina II 
(AT1, AT2, AT4, entre otros). Sin embargo, prácticamente todas las acciones 
características de la angiotensina II son mediadas por el receptor AT1, que 
pertenece a la superfamilia de receptores de hormonas peptídicas y tiene siete 
dominios de membrana que se acoplan a proteínas G. El receptor AT1 se 
encuentra en los vasos sanguíneos y en muchos otros sistemas del cuerpo. El 
receptor AT2 es más prevalente durante el desarrollo fetal, aunque se expresa en 
bajas concentraciones en el riñón, el corazón y los vasos mesentéricos. Se cree 
que estimula la vasodilatación a través de la vía de la bradicinina y el óxido 
nítrico, y posiblemente tiene otros efectos que se oponen a los del receptor AT1 
(12). 
 
El gasto cardíaco (GC) puede aumentar debido al incremento del volumen 
sanguíneo (precarga), la contractilidad del corazón por estimulación nerviosa y la 
13 
 
frecuencia cardíaca. En algunos casos de hipertensión arterial en personas jóvenes 
con valores límite de presión arterial y circulación hiperdinámica, se ha observado 
un aumento en el GC (12). 
 
Aunque el aumento del GC puede participar en el inicio de la hipertensión 
arterial, es posible que este aumento no persista, ya que en la hipertensión arterial 
establecida, el hallazgo hemodinámico característico es el aumento de las 
resistencias periféricas (RP) y un GC normal (12). 
 
El incremento en la frecuencia cardíaca puede estar relacionado con una 
circulación hiperdinámica y una hiperactividad simpática. Sin embargo, su 
elevación se ha identificado como un factor predictivo independiente para el 
desarrollo de hipertensión. Además, tanto el aumento de la frecuencia cardíaca 
como la disminución de la variabilidad cardíaca son predictivos de mortalidad por 
causas cardiovasculares (12). 
 
La hipertrofia cardíaca, que es un mecanismo compensador en respuesta al 
aumento de la poscarga en la hipertensión, también puede ser una respuesta 
primaria a la estimulación nerviosa repetida y convertirse en un mecanismo 
desencadenante. Se han observado incrementos significativos en la masa 
ventricular izquierda en hijos normotensos de padres con hipertensión (12). 
 
Aunque el aumento del volumen sanguíneo (precarga) puede contribuir a 
la hipertensión, en la práctica, en pacientes con hipertensión establecida, el 
volumen sanguíneo tiende a ser normal o bajo. Sin embargo, el volumen 
plasmático en relación a la presión arterial puede ser desproporcionadamente alto 
en la hipertensión primaria, lo que indica una alteración cuantitativa en la relación 
entre la presión y el volumen en esta condición (12). 
 
La resistencia periférica (RP) es un factor crucial en el control del tono 
vascular y está influenciada por varios factores. Por un lado, existen mecanismos 
14 
 
que pueden causar constricción funcional de los vasos sanguíneos, como el exceso 
de angiotensina II, alteraciones en la membrana celular, hiperactividad del sistema 
nervioso simpático y factores derivados del endotelio. Por otro lado, también 
pueden ocurrir cambios estructurales que resultan en hipertrofia de los vasos, 
como el exceso de angiotensina II, alteraciones en la membrana celular, 
hiperinsulinemia y factores derivados del endotelio (12). 
 
El aumento de la resistencia periférica, especialmente en las arteriolas 
distales de resistencia de pequeño diámetro, es la principal causa de hipertensión. 
Además, la microcirculación desempeña un papel significativo en el desarrollo y 
mantenimiento de la hipertensión. (12). 
 
En las etapas iniciales de la hipertensión, se observa una disminución en la 
superficie capilar en varios órganos y en el músculo estriado, lo que se conoce 
como rarefacción capilar. Incluso en individuos normotensos que tienen 
antecedentes familiares de hipertensión, se puede observar este fenómeno de 
rarefacción capilar (12). 
 
5.1.4. Clasificación 
En el año 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad 
Internacional de hipertensión (SIH) clasificaron la hipertensión arterial de la 
siguiente forma (13). 
 
En términos de clasificación, se considera que la presión arterial óptima es 
cuando los valores de la presión arterial sistólica y diastólica están por debajo de 
120/80 mmHg. Un nivel normal se sitúa por debajo de 130/85 mmHg, y se 
considera alta cuando está en el rango de 130-139/85-89 mmHg. La hipertensión 
sistólica aislada se presenta cuando el valor de la presión arterial sistólica supera 
los 140 mmHg (13). 
La hipertensión leve o de grado I se caracteriza por niveles de presión 
arterial que oscilan entre 140-159/90-99 mmHg. La hipertensión moderada o de 
15 
 
grado II se encuentra en el rango de 160-179/100-109 mmHg, mientras que la 
hipertensión grave o de grado III se define por niveles superiores a 180-110 
mmHg (13). 
 
Si ambas mediciones caen en categorías distintas, se emplea la más 
alta.(13). 
 
Escala OMS/JNC VIII 
Clasificación Presión sistólica Presión diastólica 
Normal <120 <80 
Prehipertensión 120-139 80-89 
Hipertensión Estadio 1 140-159 90-99 
Hipertensión Estadio 2 ≥160 ≥100 
 
5.1.5. Manifestaciones clínicas 
En la mayoría de los casos, la hipertensión arterial no presenta síntomas 
evidentes, lo que hace que pase desapercibida y conlleva un riesgo. Sin embargo, 
en algunos pacientes pueden manifestarse síntomas clínicos como dolor de 
cabeza, sudoración, pulso acelerado, mareos, náuseas, vómitos, alteraciones 
visuales, zumbidos en los oídos, enrojecimiento facial y manchas en los ojos. 
Estos signos pueden ser indicativos de la presencia de hipertensión y es 
importante prestar atención a ellos para realizar un diagnóstico temprano y 
comenzar un tratamiento adecuado (14). 
 
La falta de tratamiento de la hipertensión arterial a lo largo del tiempo 
puede provocar una serie de complicaciones. El aumento sostenido de la presión 
en las arterias ejerce una carga adicional sobre el sistema cardiovascular, lo que 
16 
 
puede resultar en daño a los vasos sanguíneos, órganos y tejidos del cuerpo. Estas 
complicaciones pueden variar e incluir enfermedades cardiovasculares, como 
enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y 
enfermedad renal. Además, la hipertensión arterial no controlada también puede 
aumentar el riesgo de desarrollar problemas oculares, como daño en la retina, y 
contribuir al desarrollo de enfermedades como la diabetes. Por lo tanto, es 
fundamental diagnosticar y tratar adecuadamente la hipertensión para prevenir La 
hipertensión arterial,tanto en su forma leve (grado 1) como en casos más elevados 
pero no complicados, a menudo no presenta síntomas perceptibles. Su diagnóstico 
suele ser incidental, lo que ha llevado a denominarla el “asesino silencioso”. Entre 
los síntomas atribuibles a la hipertensión, el más común es el dolor de cabeza, 
presente en el 50% de los pacientes conscientes de su enfermedad y en el 18% de 
la población hipertensa que desconoce su condición. Esta cefalea suele ser 
persistente, con localización frontal y occipital, y en ocasiones puede despertar al 
individuo por la mañana. No parece estar relacionada con los niveles de presión 
arterial, pero su prevalencia disminuye con el control de la presión, 
independientemente del medicamento utilizado. Otros síntomas como 
palpitaciones, molestias en el pecho, mareos y aturdimiento suelen ser 
inespecíficos y pueden reflejar cuadros de ansiedad asociados. Se ha observado 
una mayor incidencia de hipertensión en pacientes con apnea obstructiva del 
sueño, especialmente en aquellos con obesidad y alteraciones metabólicas. Estos 
individuos suelen experimentar somnolencia diurna, ronquidos nocturnos 
frecuentes y un sueño irregular. Además, las personas con obesidad evidente 
(IMC > 30) y aumento de la circunferencia abdominal suelen presentar niveles 
elevados de presión arterial. Estas complicaciones y mantener una buena salud a 
largo plazo (15). 
 
La hipertensión arterial, tanto en su forma leve (grado 1) como en casos 
más elevados, pero no complicados, a menudo no presenta síntomas perceptibles. 
Su diagnóstico suele ser incidental, lo que ha llevado a denominarla el “asesino 
silencioso”. Entre los síntomas atribuibles a la hipertensión, el más común es el 
dolor de cabeza, presente en el 50% de los pacientes conscientes de su 
enfermedad y en el 18% de la población hipertensa que desconoce su condición. 
17 
 
Esta cefalea suele ser persistente, con localización frontal y occipital, y en 
ocasiones puede despertar al individuo por la mañana. No parece estar relacionada 
con los niveles de presión arterial, pero su prevalencia disminuye con el control de 
la presión, independientemente del medicamento utilizado. Otros síntomas como 
palpitaciones, molestias en el pecho, mareos y aturdimiento suelen ser 
inespecíficos y pueden reflejar cuadros de ansiedad asociados. Se ha observado 
una mayor incidencia de hipertensión en pacientes con apnea obstructiva del 
sueño, especialmente en aquellos con obesidad y alteraciones metabólicas. Estos 
individuos suelen experimentar somnolencia diurna, ronquidos nocturnos 
frecuentes y un sueño irregular. Además, las personas con obesidad evidente 
(IMC > 30) y aumento de la circunferencia abdominal suelen presentar niveles 
elevados de presión arterial. La mayoría de los síntomas y signos significativos 
que refiere el hipertenso son debidos a la afectación acompañante de los órganos 
diana, y su intensidad guarda relación directa con el grado de esta repercusión 
visceral. En general, las manifestaciones clínicas de la HTA pueden tener un 
sustrato aterosclerótico o hipertensivo según el tipo de complicaciones, aunque lo 
más frecuente es encontrar patología mixta, lo que puede dar lugar a una 
sintomatología abigarrada (15). 
 
En pacientes hipertensos, el riesgo de desarrollar isquemia miocárdica 
aumenta debido a un desequilibrio entre las demandas metabólicas del ventrículo 
izquierdo y un flujo sanguíneo insuficiente en las arterias coronarias. El síntoma 
característico de esta condición es conocido como angina de pecho o ángor, que se 
define como dolor en el área del pecho desencadenado por el ejercicio, el estrés o 
el ambiente. Este dolor es considerado como la manifestación clásica de la falta de 
oxígeno en el músculo cardíaco debido a una insuficiente irrigación sanguínea 
(16). 
 
La presencia de hipertrofia ventricular izquierda (HVI) está asociada con 
diversas arritmias. Entre ellas, la fibrilación auricular es la arritmia 
supraventricular más comúnmente relacionada con la HVI. Además, se ha 
observado que a medida que la HVI se intensifica, aumenta la frecuencia de 
18 
 
aparición de extrasístoles ventriculares complejos. Sin embargo, la predisposición 
a desarrollar arritmias ventriculares parece estar más relacionada con los cambios 
estructurales en las fibras musculares del corazón. Estos cambios pueden afectar 
la conducción eléctrica y generar irregularidades en el ritmo cardíaco (16). 
 En pacientes hipertensos, las grandes arterias como las carótidas, la aorta 
y el sector iliaco pueden resultar afectadas. Desde el punto de vista clínico, los 
síntomas de isquemia están directamente relacionados con el territorio y la 
gravedad de la afectación arterial. La claudicación intermitente, que se caracteriza 
por el dolor o la sensación de cansancio en las piernas durante la actividad física, 
es uno de los síntomas más comunes. Sin embargo, en casos más graves, como en 
una emergencia hipertensiva, puede presentarse la disección aórtica, una 
complicación severa y potencialmente mortal (16). 
 
La isquemia cerebral transitoria se caracteriza por la aparición de déficits 
focales transitorios, como debilidad, parestesia, disfasia, disartria o diplopía, en el 
territorio de las arterias carótidas o vertebrobasilares. Las causas más comunes 
son la estenosis o trombosis arterial debido a placas ateroscleróticas. Por otro 
lado, los infartos cerebrales, que ocurren en aproximadamente el 50% de los 
pacientes hipertensos, presentan una variedad de síntomas dependiendo de la 
ubicación y extensión de la lesión. Los infartos lacunares, que representan entre el 
15% y el 20% de las lesiones cerebrales isquémicas, no son específicos de la 
hipertensión. Debido a que estas lesiones son pequeñas y se localizan en áreas 
profundas del cerebro, generalmente no causan síntomas (16). 
 
Las hemorragias cerebrales representan aproximadamente el 10-15% de 
todos los casos de accidente cerebrovascular y su principal factor causante es la 
hipertensión arterial. El cuadro clínico varía dependiendo de la ubicación 
específica del sangrado y de las manifestaciones secundarias a la presión 
intracraneal elevada causada por la hipertensión. Por otro lado, las hemorragias 
subaracnoideas pueden tener diferentes causas. En casos espontáneos, suelen ser 
el resultado de una hemorragia cerebral que se extiende hacia el sistema 
ventricular o el espacio subaracnoideo. En otras ocasiones, pueden ser causadas 
19 
 
por la ruptura de aneurismas saculares, que se observan con mayor frecuencia en 
pacientes hipertensos, en aproximadamente el 30% de los casos(16). 
 
5.1.6. Diagnóstico 
La medición de la presión arterial requiere seguir algunas instrucciones 
clave. El paciente debe descansar durante al menos 5 minutos antes de tomar la 
presión arterial. Se recomienda evitar fumar o consumir cafeína al menos 30 
minutos antes. La medición se realiza con el paciente en posición sentada, con el 
brazo apoyado y desnudo. El manguito del esfigmomanómetro debe cubrir al 
menos dos tercios del brazo y se infla hasta 20-30 mmHg por encima de la 
desaparición del pulso. Luego, se utiliza un estetoscopio colocado sobre la arteria 
humeral y se desinfla el manguito lentamente. El primer sonido que se escucha 
corresponde a la presión arterial sistólica y su desaparición marca la presión 
arterial diastólica. Se deben realizar dos lecturas separadas por 2 minutos, y si hay 
una diferencia de 5 mmHg o más entre ellas, se realiza una tercera medición y se 
calcula el promedio. Es importante verificar la lectura en el brazo contrario y 
tomar en cuenta la lectura más alta (17). 
 
5.1.6.1 Historia Clínica: Incluye: 
 Al evaluar a un paciente con hipertensión arterial, es importante tener en 
cuenta su historia familiar de presión arterial elevada o enfermedades 
cardiovasculares, así como su historial personalde enfermedades 
cardiovasculares, cerebrovasculares, renales o diabetes mellitus. También se debe 
indagar sobre la duración de la hipertensión y las cifras alcanzadas. Es relevante 
conocer los resultados y posibles efectos secundarios de los medicamentos 
utilizados previamente. Además, se debe obtener información sobre el peso, 
ejercicio físico, consumo de sal y grasas, y consumo de alcohol. Se deben explorar 
los síntomas que podrían sugerir una hipertensión secundaria. Los factores 
psicosociales y ambientales, así como otros factores de riesgo cardiovascular 
como hiperlipidemia, tabaquismo, obesidad e intolerancia a los carbohidratos, 
también deben ser considerados. Por último, es fundamental recopilar datos sobre 
los medicamentos que el paciente está tomando, ya que algunos pueden elevar la 
20 
 
presión arterial o interactuar con los medicamentos hipotensores, como los 
anticonceptivos orales, esteroides, agentes antiinflamatorios no esteroides, 
descongestionantes nasales, entre otros (17). 
 
5.1.6.2 Procederes Diagnósticos 
La realización de exámenes diagnósticos para la hipertensión arterial no 
debe implicar la realización de costosas investigaciones innecesarias, ya que la 
mayoría de las causas de hipertensión no son curables y representan menos del 
5% de los casos. Es importante realizar una evaluación individual, clínica y 
epidemiológica adecuada de cada paciente, evitando un uso excesivo de pruebas 
diagnósticas que puedan llevar a falsos positivos. Solo se justifica realizar 
estudios adicionales cuando existan síntomas y signos que sugieran posibles 
causas definidas. Se deben realizar los exámenes mínimos necesarios para 
confirmar el diagnóstico de manera adecuada (17). 
 
5.1.6.3 Exámenes de laboratorio 
Al evaluar a un paciente con hipertensión arterial, se pueden solicitar una 
serie de pruebas para obtener información adicional. Estas pruebas pueden incluir 
la medición de la hemoglobina, el hematocrito, un análisis completo de orina, los 
niveles de potasio sérico, sodio, creatinina, colesterol total y HDL, la glicemia y el 
ácido úrico. Estos análisis proporcionan información sobre el estado general de 
salud y pueden ayudar a identificar posibles factores de riesgo cardiovascular o 
condiciones asociadas que podrían contribuir a la hipertensión. Es importante 
tener en cuenta que estas pruebas deben ser solicitadas de acuerdo con la 
evaluación clínica individual de cada paciente (17). 
 
Como parte de la evaluación de un paciente con hipertensión arterial, se 
pueden realizar diferentes pruebas complementarias. Estas pueden incluir un 
electrocardiograma (ECG) para evaluar la actividad eléctrica del corazón, una 
radiografía de tórax para examinar los pulmones y el corazón, especialmente en 
pacientes con antecedentes de tabaquismo o enfermedad pulmonar. También se 
puede solicitar una ecografía renal y suprarrenal en pacientes menores de 40 años 
o en aquellos con evidencia de daño orgánico. El ecocardiograma, una prueba de 
21 
 
ultrasonido del corazón, puede ser necesario en pacientes con múltiples factores 
de riesgo o en aquellos con hipertensión en estadios avanzados. Estos son los 
exámenes básicos, y se agregarán pruebas adicionales según sea necesario cuando 
se sospeche una hipertensión arterial secundaria. Es importante destacar que la 
realización de estas pruebas debe basarse en la evaluación clínica individual de 
cada paciente (17). 
 
5.1.7. Medición de la Presión arterial 
La medición adecuada de la presión arterial (PA) es fundamental para el 
diagnóstico y el manejo terapéutico de la hipertensión arterial (HTA). Es 
necesario realizar múltiples mediciones de la PA en diferentes momentos antes de 
tomar decisiones terapéuticas. El diagnóstico de HTA no puede basarse en una 
única medición de la PA, sino que se requieren dos o tres mediciones en el 
consultorio, con un intervalo de dos minutos entre cada una. Además, es 
recomendable realizar mediciones adicionales fuera del consultorio, ya sea en el 
hogar o mediante monitoreo ambulatorio durante 24 horas. Estas mediciones 
adicionales permiten obtener una imagen más precisa de la PA del paciente y 
guiar la elección del tratamiento farmacológico, a menos que los valores de la PA 
estén muy elevados, lo cual puede requerir una intervención inmediata. Es 
importante seguir un enfoque estandarizado y exacto en la medición de la PA para 
garantizar resultados confiables. Con relación al tipo de aparato el ideal es el 
esfigmomanómetro a mercurio, que está siendo sacado de uso porque el mercurio 
es toxico. Por lo cual, el más usado es el aneroide, que debe ser calibrado 
periódicamente por lo menos cada 6 meses o según el uso, y las correctas normas 
de uso, con el brazo bien relajado y control adecuado de calibración, pueden ser 
usados por ser prácticos y sencillos (18). 
 
5.1.8. Factores de riesgo 
5.1.8.1. Modificables 
En caso de obesidad, es importante promover una educación sobre el 
control de peso. Esto implica adoptar medidas para reducir el consumo de sodio a 
22 
 
menos de 100 mmol/día (equivalente a 6 g de sal común). Además, se recomienda 
realizar ejercicio físico aeróbico de forma regular, con una duración de 30 a 40 
minutos al día durante la mayoría de los días de la semana. Es fundamental dejar 
de fumar y reducir la ingesta de grasas poliinsaturadas y alimentos ricos en 
colesterol. Cada kilogramo de peso que se logre reducir puede tener beneficios 
significativos para la salud. Estas recomendaciones contribuyen a mejorar el 
control de la hipertensión arterial y promover un estilo de vida más saludable (19). 
 
El consumo de alcohol puede causar un aumento agudo en la presión 
arterial debido a la activación del sistema nervioso simpático central. Además, el 
consumo repetido de alcohol puede llevar a una elevación persistente de la presión 
arterial. Sin embargo, si se limita el consumo de alcohol, no se observa un 
aumento de la presión arterial y, además, puede mejorar el nivel de colesterol 
HDL (lipoproteínas de alta densidad), conocido como el “colesterol bueno”. Por 
lo tanto, reducir o limitar el consumo de alcohol puede ser beneficioso para el 
control de la presión arterial y la salud en general (20). 
 
La actividad física regular tiene efectos beneficiosos en el control de la 
presión arterial. El ejercicio disminuye la actividad del sistema nervioso simpático 
y mejora la respuesta de los barorreceptores, lo que contribuye a reducir la presión 
arterial. Además, se ha observado que el ejercicio ayuda a disminuir la rigidez de 
las arterias y aumenta la sensibilidad a la insulina. También se ha demostrado que 
el ejercicio aumenta los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL), 
conocidas como el “colesterol bueno”, y reduce los niveles de lipoproteínas de 
baja densidad (LDL), conocidas como el “colesterol malo”. Además, el ejercicio 
promueve la relajación de los vasos sanguíneos, lo que puede contribuir a reducir 
la presión arterial. En resumen, incorporar ejercicio regular en la rutina diaria 
puede tener efectos positivos en el control de la presión arterial y la salud en 
general (20). 
 
Se cree que la restricción de sodio, es decir, reducir la ingesta de sal, puede 
disminuir la presión arterial a través de la reducción de las catecolaminas 
23 
 
circulantes. Las catecolaminas, como la adrenalina y la noradrenalina, son 
hormonas liberadas por el sistema nervioso simpático que pueden aumentar la 
presión arterial al contraer los vasos sanguíneos y aumentar la frecuencia cardíaca. 
Al reducir la ingesta de sodio, se produce una disminución moderada en la 
cantidad de catecolaminas circulantes, lo que puede ayudar a reducir la presión 
arterial. Es importante destacar que la restricción de sodio es una estrategia 
recomendada para el control de la hipertensión, pero su impacto puede variar en 
cadaindividuo, por lo que es importante consultar con un profesional de la salud 
para determinar la cantidad adecuada de sodio a consumir en función de las 
necesidades individuales (20). 
 
 El consumo de tabaco es reconocido como un factor de riesgo significativo 
que contribuye al desarrollo y progresión de la aterosclerosis, así como al daño 
vascular asociado con la hipertensión arterial. El tabaco contiene numerosas 
sustancias químicas tóxicas que pueden causar daño directo a las células 
endoteliales, las cuales recubren el interior de los vasos sanguíneos. Estos daños 
pueden promover la formación de placas de ateroma, estrechando y endureciendo 
las arterias, lo que a su vez aumenta la resistencia al flujo sanguíneo y eleva la 
presión arterial (20). 
 
 
Además, el consumo de tabaco puede tener un efecto negativo en el 
sistema cardiovascular al estimular la liberación de hormonas del estrés, como la 
adrenalina, que pueden aumentar temporalmente la presión arterial. La exposición 
continua al tabaco también puede causar una mayor rigidez arterial y disfunción 
endotelial, lo que empeora aún más el impacto de la hipertensión arterial en los 
vasos sanguíneos (20). 
En resumen, el tabaquismo es un factor de riesgo que potencia el 
desarrollo de la aterosclerosis y agrava el daño vascular causado por la 
hipertensión arterial, aumentando el riesgo de complicaciones cardiovasculares. 
Por lo tanto, es fundamental abstenerse del consumo de tabaco para mantener una 
24 
 
buena salud cardiovascular, especialmente en personas con hipertensión arterial 
(20). 
 
 El consumo de cafeína, presente en alimentos y bebidas como café, té y 
refrescos de cola, puede tener un efecto agudo sobre la presión arterial, 
provocando elevaciones temporales. Esto se debe a que la cafeína estimula el 
sistema nervioso central y puede aumentar la liberación de hormonas como la 
adrenalina, que pueden elevar la presión arterial (21). 
 
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el efecto de la cafeína en 
la presión arterial puede variar de una persona a otra. Algunas personas pueden 
ser más sensibles a los efectos de la cafeína, mientras que otras pueden tolerarla 
sin experimentar cambios significativos en su presión arterial (21). 
 
Dado que el consumo excesivo de cafeína puede desencadenar elevaciones 
transitorias de la presión arterial, se recomienda limitar su ingesta en personas con 
hipertensión arterial. Esto no significa que se deba eliminar por completo, pero sí 
es prudente moderar su consumo y tener en cuenta cómo afecta a cada individuo 
en particular (21). 
 
Es importante recordar que, además de la cafeína, otros factores como la 
dieta, el estilo de vida y la medicación pueden influir en la presión arterial. Por lo 
tanto, es recomendable seguir una alimentación equilibrada, adoptar hábitos 
saludables y seguir las indicaciones del médico en cuanto al manejo de la 
hipertensión arterial 
(21). 
 Una ingesta excesiva de grasas, especialmente grasas saturadas, puede 
aumentar los niveles de colesterol en la sangre. Las grasas saturadas se encuentran 
principalmente en alimentos de origen animal como carne, leche entera, quesos y 
mantequilla. Limitar el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, como 
margarina, aderezos y carnes rojas, pollo y pescado a 6 onzas al día, puede ayudar 
25 
 
a controlar los niveles de colesterol. Además, aumentar la ingesta de fibra 
alimentaria puede ser beneficioso para reducir el colesterol. Es importante 
mantener una dieta equilibrada y consultar con un profesional de la salud para 
recibir recomendaciones específicas sobre la alimentación y el control del 
colesterol (21). 
 
5.1.8.2. Factores no modificables 
 La historia familiar de enfermedades del corazón, especialmente si 
un pariente cercano falleció prematuramente por un ataque al corazón, aumenta el 
riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. El género también juega un papel 
importante, ya que los hombres tienen un mayor riesgo de cardiopatía isquémica e 
hipertensión arterial en comparación con las mujeres, aunque las mujeres 
posmenopáusicas tienen una mayor prevalencia de hipertensión y un perfil 
lipídico desfavorable. En cuanto a la raza, los estudios indican que la raza negra 
tiene una mayor incidencia de enfermedades del corazón, pero actualmente se 
observa un aumento en otras etnias debido a los cambios en el estilo de vida y la 
falta de modificación de los factores de riesgo (22). 
 
5.1.9. Estado nutricional y recomendaciones dietéticas 
Para mantener una dieta saludable y reducir el riesgo de enfermedades 
cardíacas, es importante consumir alimentos naturalmente bajos en grasa, como 
granos integrales, frutas y verduras. Al leer las etiquetas de los alimentos, se debe 
prestar especial atención al nivel de grasa saturada y evitar o reducir alimentos 
ricos en este tipo de grasa, como las yemas de huevo, quesos duros, leche entera, 
crema de leche, helado, mantequilla y carnes grasosas (23). 
 
Es recomendable elegir alimentos de proteína magra, como la soja, 
pescado, pollo sin piel, carnes muy magras y productos lácteos descremados. 
Además, es importante evitar alimentos con ingredientes “hidrogenados” o 
“parcialmente hidrogenados”, ya que contienen grasas saturadas y grasas trans. 
Limitar la cantidad de alimentos procesados y fritos también es beneficioso (23). 
26 
 
 
En cuanto a la preparación de los alimentos, se deben preferir métodos 
saludables como asar a la parrilla, a las brasas, hervir y hornear para pescado, 
pollo y carnes magras. Se debe evitar agregar aderezos o salsas ricas en grasa. 
Reducir la ingesta de productos horneados preparados comercialmente, como 
roscas y galletas, que suelen contener muchas grasas saturadas o grasas trans, 
también es recomendable (23). 
 
5.1.10. Educación del paciente 
 
 Es esencial establecer una comunicación bidireccional entre los 
profesionales de la salud y los pacientes desde el inicio de la enfermedad. Esto 
permite informar, resolver dudas y fomentar la participación activa del paciente en 
su proceso de tratamiento. La corresponsabilidad del paciente y una comunicación 
efectiva son factores clave para lograr una buena adherencia terapéutica en 
enfermedades crónicas(24). 
 
Es fundamental que los profesionales de la salud cuenten con una 
especialización y actualización constante en el tratamiento de la hipertensión 
arterial (HTA) y en el cálculo del riesgo cardiovascular total. Esto les permitirá 
adaptar las estrategias y políticas de actuación a las necesidades individuales de 
cada paciente. Además, es crucial establecer una relación cercana, abierta y 
auténtica con el paciente, lo cual también debe ser fomentado por el resto de 
profesionales sanitarios. Esta comunicación efectiva y personalizada contribuirá a 
una mejor atención y a una mayor efectividad en el manejo de la HTA (24). 
 
5.1.11. Recomendación de la OMS 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el 
tratamiento de la hipertensión arterial se inicie en aquellas personas que hayan 
sido diagnosticadas con cifras de presión arterial sistólica superiores a 140 mmHg 
y presión arterial diastólica superiores a 90 mmHg. Estos valores son indicativos 
27 
 
de hipertensión arterial y se consideran puntos de corte para el inicio del 
tratamiento farmacológico. Es importante seguir estas pautas y realizar un 
seguimiento regular de la presión arterial para controlar y manejar adecuadamente 
esta condición, con el objetivo de prevenir complicaciones cardiovasculares y 
mejorar la salud en general (25). 
 
En el caso de personas con enfermedades del corazón, diabetes mellitus y 
enfermedad renal, se recomienda iniciar el tratamiento de la hipertensión arterial 
de manera temprana. Estas condiciones médicas están asociadas a un mayor 
riesgo de complicaciones cardiovascularesy renales, por lo que el control de la 
presión arterial es fundamental para reducir dicho riesgo. Además, es importante 
descartar la presencia de hipertensión secundaria, es decir, hipertensión causada 
por otras condiciones subyacentes, ya que su tratamiento puede requerir enfoques 
específicos. En todos los casos, se debe buscar un enfoque integral y 
personalizado para el manejo de la hipertensión, con el objetivo de mejorar la 
calidad de vida y prevenir complicaciones a largo plazo (25). 
 
5.1.12. Prevención 
Una dieta saludable desempeña un papel fundamental en el manejo de la 
hipertensión arterial. Se recomienda limitar la ingesta de sodio y aumentar la 
cantidad de potasio en la dieta. Esto implica reducir el consumo de alimentos 
procesados y salados, y optar por opciones bajas en sodio. Asimismo, es 
importante incluir una variedad de frutas y verduras en la alimentación, ya que 
son ricas en nutrientes y contribuyen a mantener una presión arterial saludable. La 
dieta DASH (Enfoques Alimentarios para Detener la Hipertensión, por sus siglas 
en inglés) es un ejemplo de una dieta diseñada específicamente para reducir la 
presión arterial, y se basa en el consumo de alimentos bajos en grasas saturadas y 
colesterol, con énfasis en granos integrales, frutas, verduras y lácteos bajos en 
grasa. Adoptar una dieta saludable en combinación con otros cambios en el estilo 
de vida puede ayudar a controlar la hipertensión arterial y mejorar la salud en 
general (26). 
 
28 
 
 El ejercicio regular desempeña un papel crucial en el control de la 
hipertensión arterial. Se recomienda realizar al menos dos horas y media de 
ejercicio aeróbico de intensidad moderada por semana, como caminar a paso 
rápido, o una hora y 15 minutos de ejercicio aeróbico de alta intensidad. Estas 
actividades hacen que el corazón bombee con más fuerza y aumentan la cantidad 
de oxígeno que se respira. Además, mantener un peso saludable es importante 
para controlar la presión arterial alta. El sobrepeso y la obesidad aumentan el 
riesgo de hipertensión y otros problemas de salud, por lo que es fundamental 
adoptar hábitos saludables de alimentación y actividad física (26). 
 
Además, limitar el consumo de alcohol es esencial, ya que el exceso de 
alcohol puede elevar la presión arterial. Por otro lado, dejar de fumar es crucial, ya 
que fumar cigarrillos no solo eleva la presión arterial, sino que también aumenta 
el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. Si se es 
fumador, es importante buscar ayuda médica para encontrar la mejor manera de 
dejar de fumar (26). 
 
Por último, el manejo del estrés también desempeña un papel importante 
en el control de la presión arterial. Aprender técnicas de relajación y manejo del 
estrés, como el ejercicio, la música, la meditación y la concentración en 
actividades tranquilas, puede mejorar tanto la salud emocional como física, y 
ayudar a reducir la presión arterial alta. Controlar estos aspectos del estilo de vida 
puede ser beneficioso para el control de la hipertensión arterial y la mejora general 
de la salud (26). 
 
5.1.13. Control 
 
El control de la hipertensión arterial se establece cuando un paciente 
diagnosticado como hipertenso presenta valores de presión arterial por debajo de 
ciertos umbrales. En general, se considera que un paciente hipertenso tiene un 
buen control de la enfermedad cuando sus cifras de presión arterial sistólica son 
menores a 140 mmHg y sus cifras de presión arterial diastólica son menores a 90 
29 
 
mmHg. Sin embargo, en el caso de pacientes hipertensos con diabetes mellitus o 
enfermedad renal crónica, se establecen metas de control más estrictas, donde se 
busca alcanzar cifras de presión arterial sistólica menores a 130 mmHg y cifras de 
presión arterial diastólica menores a 80 mmHg. Estos criterios de control de la 
presión arterial son ampliamente aceptados y utilizados en la práctica clínica para 
evaluar el éxito del tratamiento y manejo de la hipertensión arterial (27). 
 
El control de la hipertensión arterial no es uniforme en todos los grupos de 
población, e incluso dentro de un mismo país pueden existir disparidades en el 
control de la enfermedad. Estudios realizados en los Estados Unidos, como el 
National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES), han demostrado 
que a lo largo de las décadas ha habido un aumento progresivo en el porcentaje de 
pacientes hipertensos que logran mantener su presión arterial bajo control 
mediante tratamiento antihipertensivo. Sin embargo, se observa que existen 
diferencias en el control de la hipertensión según el grupo étnico, siendo menor en 
pacientes de raza negra y hispanos. Además, se ha observado que los hombres 
tienen una mayor proporción de hipertensos controlados en comparación con las 
mujeres. Asimismo, se ha encontrado un mayor éxito en el control de la 
hipertensión en pacientes de edades superiores a los 60 años. Estos hallazgos 
resaltan la importancia de abordar las disparidades en el control de la hipertensión 
arterial y adaptar las estrategias de manejo a las características específicas de cada 
grupo poblacional (28). 
 
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) destaca la 
importancia de la participación de los adultos en el tratamiento de la hipertensión. 
Esto implica seguir la medicación prescrita, adoptar cambios en el estilo de vida y 
estar atentos a su salud. Especial atención se debe prestar a las personas con 
hipertensión que también presentan niveles elevados de azúcar en sangre, 
hipercolesterolemia o insuficiencia renal, ya que tienen un riesgo aún mayor de 
sufrir eventos cardiovasculares graves. Por lo tanto, es fundamental realizar 
revisiones periódicas para evaluar los niveles de azúcar y colesterol en sangre, así 
como el nivel de albúmina en la orina. Estos controles permiten monitorear de 
30 
 
cerca la condición y tomar las medidas necesarias para prevenir complicaciones 
(29). 
 
5.1.14. Tratamiento de la Hipertensión arterial 
 
El principal objetivo del tratamiento de la hipertensión arterial es reducir el 
riesgo cardiovascular total y lograr un control efectivo de la presión arterial, al 
tiempo que se busca preservar la mejor calidad de vida para los pacientes. Esto 
implica no solo el control de la presión arterial, sino también el manejo adecuado 
de los factores de riesgo asociados, como el colesterol elevado, la diabetes, el 
tabaquismo y la obesidad. Al abordar estos factores de riesgo de manera integral, 
se busca obtener la mayor reducción posible en el riesgo de desarrollar 
enfermedades cardiovasculares. Esto se logra a través de un enfoque integral que 
incluye medidas farmacológicas, cambios en el estilo de vida y un monitoreo 
regular de la salud. El objetivo último es mejorar la calidad de vida de los 
pacientes y prevenir complicaciones cardiovasculares a largo plazo (29). 
 
El tratamiento de la hipertensión¡”rter’al se fundamenta en la adopción de 
cambios en el estilo de vida y el uso de medicamentos antihipertensivos, los 
cuales se seleccionan en función de las cifras de presión arterial, la presencia de 
factores de riesgo, la existencia de lesiones en órganos diana, la presencia de 
diabetes, enfermedad cardiovascular o renal establecida, entre otros. Los cambios 
en el estilo de vida incluyen la adopción de una alimentación saludable, la práctica 
regular de ejercicio físico, la reducción del consumo de alcohol, el abandono del 
hábito de fumar y la gestión del estrés. Estos cambios pueden ser suficientes para 
controlar la presión arterial en algunos casos, pero en otros puede ser necesario el 
uso de medicamentos antihipertensivos para lograr los objetivos de control de la 
presión arterial y reducir el riesgo cardiovascular. El tratamiento antihipertensivo 
debe ser individualizado y adaptado a las necesidades y característicasde cada 
paciente, buscando siempre alcanzar una presión arterial óptima y prevenir las 
complicaciones asociadas a la hipertensión (29). 
 
31 
 
El inicio del tratamiento farmacológico en la hipertensión arterial depende 
del grado de hipertensión y del riesgo cardiovascular del paciente. En pacientes 
con hipertensión de grado 2 y grado 3, así como en aquellos con hipertensión de 
grado 1 y un riesgo cardiovascular alto o muy alto, se recomienda iniciar el 
tratamiento con medicamentos. Además, en pacientes con hipertensión de grado 1 
y un riesgo cardiovascular bajo o moderado, se debe considerar el tratamiento 
farmacológico si no se logra un control adecuado con medidas no farmacológicas. 
Es importante realizar una evaluación individualizada, teniendo en cuenta todos 
los factores, incluido el entorno socioeconómico, que puede influir en la decisión 
de iniciar el tratamiento farmacológico de manera más temprana en grupos de 
mayor riesgo. El objetivo principal es reducir la presión arterial y disminuir el 
riesgo cardiovascular, adaptando el tratamiento a las necesidades de cada paciente 
(29). 
 
Se recomienda el uso de cuatro clases de medicamentos antihipertensivos 
como primera opción: inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina 
(IECA), antagonistas de la angiotensina II (ARA II), bloqueantes de los canales de 
calcio o calcio antagonistas (BCA) y diuréticos (D), como la clortalidona, 
indapamida o tiazidas. Estos medicamentos pueden utilizarse solos o en 
combinación, según las necesidades del paciente. Sin embargo, no se recomienda 
la combinación de un IECA con un ARA II debido al riesgo de hiperpotasemia, 
hipotensión arterial o alteración de la función renal. Es importante que el 
tratamiento sea individualizado y adaptado a cada paciente, teniendo en cuenta sus 
características y necesidades específicas (29). 
 
En la mayoría de los pacientes hipertensos, aproximadamente dos tercios 
de ellos, se requiere el uso de más de un medicamento para lograr los objetivos 
terapéuticos. En muchos casos, además del diurético, pueden ser necesarias dos o 
tres drogas para controlar adecuadamente la presión arterial. Esto se debe a la 
complejidad de la hipertensión arterial y a la necesidad de abordar múltiples 
factores que contribuyen a su desarrollo y progresión. El tratamiento 
farmacológico individualizado y la combinación de diferentes medicamentos son 
estrategias comunes para lograr un control efectivo de la presión arterial en estos 
pacientes (29). 
32 
 
 
 
5.1.15. Tratamiento no farmacológico 
El tratamiento no farmacológico de la hipertensión arterial se basa en 
realizar cambios en el estilo de vida del paciente. Esto incluye adoptar una 
alimentación saludable, reducir el consumo de sodio, mantener un peso adecuado, 
realizar actividad física regularmente, limitar el consumo de alcohol y evitar el 
tabaquismo. Estos cambios en el estilo de vida requieren de un proceso educativo 
y un acompañamiento por parte del equipo de salud, que puede involucrar a 
profesionales de diferentes disciplinas. Una intervención multidisciplinaria puede 
ser necesaria para brindar el apoyo necesario al paciente y ayudarlo a implementar 
y mantener estos cambios a largo plazo(30). 
 
 Para adoptar un estilo de vida saludable y contribuir al control de la 
hipertensión arterial, se recomienda implementar una serie de medidas. En primer 
lugar, es importante dejar de fumar, ya que el tabaquismo eleva la presión arterial 
y aumenta el riesgo cardiovascular. Además, es necesario mantener un peso 
adecuado y estabilizarlo a través de una alimentación equilibrada y la práctica 
regular de ejercicio físico. Reducir el consumo excesivo de alcohol también es 
fundamental, ya que el consumo elevado se asocia con un aumento en la presión 
arterial. Se aconseja limitar la ingesta de sal a no más de 6 gramos diarios, ya que 
el sodio contribuye al aumento de la presión arterial. Es importante aumentar el 
consumo de frutas y verduras, ya que son alimentos ricos en nutrientes y 
antioxidantes que contribuyen a mantener una presión arterial saludable. Por 
último, se recomienda disminuir el consumo de grasas saturadas y grasas trans, 
presentes en alimentos procesados, frituras y bollería industrial, ya que se asocian 
con un mayor riesgo cardiovascular. Al adoptar estas medidas, se puede contribuir 
de manera significativa al control de la hipertensión arterial y promover una buena 
salud cardiovascular(30). 
 
El estudio realizado en Paraguay revela que el promedio de ingesta de sal 
en la población es de 9.4 gramos por día, lo cual supera las recomendaciones 
33 
 
establecidas para mantener una presión arterial saludable. Se ha demostrado que 
reducir la ingesta de sal a niveles de 5-6 gramos por día puede disminuir las cifras 
de presión arterial tanto en personas normotensas como en aquellas con 
hipertensión. Además, se ha observado que una reducción aún mayor, a 3-4 
gramos por día, tiene un efecto aún más beneficioso. Estas recomendaciones 
coinciden con lo propuesto por la Liga Mundial de Hipertensión Arterial y la 
Sociedad Internacional de Hipertensión Arterial, quienes abogan por la reducción 
de la ingesta de sal a nivel mundial, en línea con las directrices de la Organización 
Mundial de la Salud. Es importante tomar conciencia de la importancia de limitar 
la ingesta de sal y trabajar hacia la adopción de hábitos alimentarios más 
saludables para promover una mejor salud cardiovascular(31). 
 
En el tratamiento del paciente hipertenso, es esencial evaluar el consumo 
de bebidas alcohólicas. El consumo excesivo de alcohol se ha relacionado con un 
aumento en la presión arterial, especialmente en la presión sistólica. Además, se 
ha observado que el consumo elevado de alcohol está asociado a un mayor riesgo 
de accidente cerebrovascular tanto de tipo isquémico como hemorrágico. Por lo 
tanto, es importante limitar el consumo de alcohol a cantidades moderadas o 
seguir las pautas recomendadas, ya que esto puede ayudar a controlar la presión 
arterial y reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares (31). 
 
5.2. La actividad física 
La actividad física tiene un efecto beneficioso en la salud de las personas 
sin enfermedades, y sus impactos también se aplican a individuos con diversas 
enfermedades o factores de riesgo a través de múltiples mecanismos, incluyendo a 
nivel molecular, celular, metabólico e inmunológico. Además, el ejercicio se 
convierte en una medida preventiva para diversas enfermedades y procesos 
asociados al envejecimiento, además de formar parte del tratamiento de ciertas 
enfermedades crónicas (32). 
 
34 
 
Según la Fundación Iberoamericana de Seguridad y Salud Ocupacional 
(FISO, 2015), la actividad física proporciona beneficios en términos físicos, 
psicológicos y sociales. La práctica de ejercicio es un factor clave en la promoción 
de la salud, y adquiere una importancia particular en los adultos mayores, ya sea 
que estén sanos o que padezcan alguna enfermedad. Se puede afirmar que ninguna 
nueva tecnología, como medicamentos, terapias genéticas o dispositivos, puede 
reemplazar todos los beneficios que el ejercicio aporta al organismo (34). 
 
El ejercicio aumenta las necesidades metabólicas del cuerpo y, en sujetos 
entrenados, puede alcanzar un alto gasto cardíaco de hasta 35-40 litros por minuto 
durante un esfuerzo máximo. Las adaptaciones principales incluyen un aumento 
en el gasto cardíaco, consumo de oxígeno y retorno venoso, así como una mayor 
contractilidad del corazón y una disminución de las resistencias periféricas. El 
incremento en el gasto cardíaco durante el ejercicio es mayor que la disminución 
de las resistencias periféricas, lo que resulta en un aumento de la presión arterial 
(35). 
 
A nivel periférico, el cuerpo aprovecha mejor el oxígeno, lo cual se refleja 
en un aumento en la

Continuar navegando