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Para qué sirve una cuenta corriente Una cuenta corriente no genera intereses a favor del usuario. Como se ha dicho, una cuenta corriente es una herramienta para disponer más ágilmente del dinero ingresado, que suele ir acompañada de instrumentos como chequeras o tarjetas de crédito. Dado que una cuenta corriente no genera intereses a favor del usuario, suele entenderse no como un depósito de ahorros, sino de dinero destinado a su uso cotidiano, es decir, una cuenta en la que entrará y saldrá dinero con asiduidad, de la que se descontarán préstamos, impuestos, etc. Diferencia entre cuenta corriente y cuenta de ahorro Las cuentas de ahorro tienen como fin la acumulación de capitales. Las cuentas de ahorro, a diferencia de las cuentas corrientes, son instrumentos financieros más sencillos: depósitos bancarios en los que se deposita dinero que será poco movilizado (o menos que en la corriente, al menos), y por lo tanto destinado a crecer. Por tener un proceso más sencillo que una cuenta corriente, las cuentas de ahorro no reciben instrumentos financieros como tarjetas de crédito o chequeras (usualmente sólo una tarjeta de débito) ya que su fin es la acumulación de capitales; por esa misma razón generan un porcentaje mensual determinado de intereses a favor del titular, depositados a fin de mes en la propia cuenta.
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