Lectura 2 Valores

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LECTURA 2 
VALORES 
Profesora Florencia Gutiérrez 
 
 
 
 
 
2 Liderarse para Liderar Profesora Florencia Gutiérrez 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 Liderarse para Liderar Profesora Florencia Gutiérrez 
1. INTRODUCCIÓN 
 
En la presente lectura abordaremos el tema de “Valores”, central y complejo en la educación de líderes 
y lideresas que venimos desarrollando y en la aplicación de conciencia que las personas deben tener 
para poder conocerse y liderarse para liderar a los demás. 
Comenzaremos definiendo en primer lugar lo que significa “un valor”, siempre partiendo de la base 
que hay valores individuales o personales y valores sociales. Luego, pasaremos al eje o columna 
central, que es el liderazgo basado en valores y cómo éste se construye y manifiesta. A medida que 
avanzamos, veremos cuáles son los valores que hacen a la fortaleza de líderes y lideresas, enunciamos 
de qué hablamos cuando hablamos de valores, para culminar en ejemplos de líderes y lideresas con 
valores que importan. 
El objetivo de esta lectura es que al finalizarla, puedas comprender lo esencial, vital y a su vez complejo 
que se tornan los valores en el ejercicio del liderazgo y en la vida de cada persona. A su vez, luego de 
finalizar, estarás en condiciones de poder realizar la actividad preparada para este Módulo: Analizador 
de Valores. 
Que la disfrutes y cualquier consulta o duda que tengas sobre la misma, puedes hacerla en la sala de 
chat los días de consulta o bien el Foro de debate para poder generar opiniones entre tod@s y 
podamos aunar pensamientos y opiniones, optimizando estos encuentros. 
 
2. VALORES - ¿QUÉ ES? - ¿CÓMO LO DEFINIMOS? 
 
Antes de comenzar a conceptualizar la palabra Valor/Valores, quisiera que te tomaras un 
momento de reflexión y pudieras preguntarte a vos mismo/a: 
 
¿Qué es un valor para mí?, 
¿Qué me representa esa palabra? 
¿A que la asocio cada vez que la escucho? 
¿Tengo en claro cuáles son “mis valores”? 
 
Desde una óptica personal, y antes de que pases a leer lo que significa esta palabra tan utilizada por 
todos/as, tratando de internalizar lo leído y aprendido en la lectura de “Educación de Líderes”, es 
importante abstraerse por un momento de las conceptualizaciones realizadas, y reflexionar acerca de 
lo que significa para uno/a. Sobre todo, porque como veremos más 
 
 
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adelante en la próxima lectura, los significados de las palabras, gestos, sobre todo las interpretaciones 
que se hagan de los mismos, depende mucho de la perspectiva con la que se lo mire o lo describa, que 
en definitiva está teñido por nuestros propios modelos mentales. 
Ahora sí, habiendo ya tomado el tiempo suficiente para poder reflexionar sobre esta palabra, vamos 
a desandar un poco y ver las diferentes acepciones que la misma involucra. 
Comenzamos primero con la definición más común y de donde proviene. 
La palabra Valor deriva del latín: valere, y la misma significa: ser fuerte, vigoroso, potente, 
estar sano. Con el paso del tiempo, esa acepción ha adquirido sus actuales asociaciones con la valentía 
y con aquello que es digno de mérito o respeto. 
Según la Real Academia Española, uno de los significados de esta palabra, que a nuestro criterio, se 
relaciona más con este curso, es: “Grado de utilidad o aptitud de las cosas para satisfacer las 
necesidades o proporcionar bienestar o deleite”; o “Alcance de la significación o importancia de una 
cosa, acción, palabra o frase” (Real Academia Española: https://dle.rae.es/valor) 
Tomando estos conceptos, e incorporando propios, antes de definirlo, podemos decir que algo es UN 
VALOR, si representa alguna cuestión altamente deseable o valiosa para cada uno/a, de forma tal que 
se esté dispuesto/a a INVERTIR TIEMPO Y ESFUERZO para obtenerlo o mantenerlo como parte de un 
estilo de vida definido o el que se tenga en ese momento. 
En base a esto, se podría decir, de manera simple y práctica, que la palabra “valor”, es simplemente 
una etiqueta que representa algo muy importante para la persona que lo define… 
Por ejemplo, si una persona valora mucho la “planificación” intentará que antes de hacer 
cualquier tarea, la misma esté previamente planificada, ya que para esa persona es muy importante 
poder saber con anterioridad los pasos o acciones a seguir. 
Otro ejemplo, es que si uno de los valores más importante para esa persona es el disfrute, entonces 
destinará tiempo necesario para hacer actividades que le generan esa sensación. 
Te invito a ir pensando, ¿Qué es lo que más valoras? ¿A qué le dedicas mayor tiempo? ¿Está 
relacionado con lo que valoras? Para esto, luego de esta lectura, hay una actividad que te ayudará a 
averiguarlo. 
Por lo mencionado anteriormente, los valores reflejan una parte importante de lo que la persona es. 
Además, que una persona sepa, qué es más importante para ella misma, puede ser de gran ayuda 
cuando tiene que tomar decisiones significativas, pero también y no menos importante, para 
desarrollar relaciones interpersonales efectivas. 
https://dle.rae.es/valor
 
 
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En general, es difícil tomar decisiones personales y acerca del trabajo, esparcimiento, hogar y 
relaciones interpersonales sin saber qué es lo más importante para uno/a mismo/a. Las personas que 
están confundidas o no tienen en claro sus valores, tienen dificultades para tomar las decisiones 
importantes de la vida, ya que no se conocen lo suficiente como para decidir qué sería lo esencial para 
sí mismas. 
Respecto a una de las características de los valores, puede decirse que tienen un doble 
sentido, dado que por un lado aparecen como absolutos, en cuanto a que son indispensables para la 
vida, y por el otro, se demuestran relativos. Es decir, dependen de las circunstancias, de la intención 
personal, del entorno, la comunidad, las leyes, etc. 
Lo fundamental a destacar aquí, es que es importante no ser autómatas (ir sin rumbo y en piloto 
automático, evitando ser protagonistas de la propia vida), sino aplicar plena consciencia en la manera 
en la que se define y se “vive” un valor personal. Ya que, los valores se traducen en pensamientos, 
conceptos o ideas, pero lo que más se aprecia, es el comportamiento y lo que hacen las personas. 
Por lo tanto, una persona valiosa es alguien que vive de acuerdo con los valores en los que cree. Ella 
vale lo que valen sus valores y la manera cómo los vive. 
Muchas veces, y como se vio en la lectura anterior, es más fácil actuar irreflexivamente como 
autómatas, actrices y actores de reparto, en donde las circunstancias manejan lo que se vive, que 
asumirnos como seres realmente conscientes y protagonistas de nuestros actos. 
No es menos importante destacar que los valores describen el modo en que nos proponemos accionar 
día a día, mientras perseguimos nuestra visión, nuestro tren al norte. 
 
 
3. LIDERAZGO CENTRADO EN VALORES 
 
Una vez que puede ya tenerse clara la definición de los valores y cuáles son aquellos con los 
que cada uno/a se siente más identificado/a, el siguiente paso como líderes y lideresas del futuro, es 
comenzar a replantearse si los valores con los que se toman decisiones respecto a las acciones que se 
realizan, son de manera conscientes y propios/as; si los valores con los que se contribuye a educar y 
educarse, tienden a hacer de este mundo, un lugar mejor; si la forma en la que se abordan los 
conocimientos, es el adecuado para el crecimiento de la humanidad, de las organizaciones y la 
sociedad. 
 
 
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Esto tiene que ver, según el autor del libro Dr. Eduardo Dalmasso, sobre el cual se basa este curso, con 
el convencimiento de que “a partir de algún nivel de consciencia, siempre podemos hacer algo, y es 
ahí donde líderes y lideresas, según los/as eduquemos y se auto desarrollen, pueden ayudar a dar el 
salto adelante adecuado” (Dalmasso, Eduardo, 2012) 
La educación que se pretende para futuros/as líderes y lideresas se refiere al desarrollo de personas 
libres, solidarias, de profundas convicciones, pero claramente conscientes de la fiabilidad que las 
caracteriza como seres humanos. 
No es redundante enfatizar en que, un conjunto de personas educadas bajo una misma manera o 
conceptos desarrollados, aun siendo de la misma familia o comunidad, no serán nunca, una igual a 
otra, ya que cada una constituye una individualidad compleja, de rasgos particulares. Es consecuencia 
de las experiencias vividas, factores biológicos, desarrollos psicológicos y de la espiritualidad que 
decida experimentar y transcurrir. 
De ahí que las características del ejercicio del liderazgo depende de cómo confluyen estos factores en 
el desarrollo de las convicciones de líderes y lideresas y en la capacidad, no solo de sortear los propios 
obstáculos que vayan apareciendo en el camino, sino en cómo pueden guiar a otras personas a superar 
sus propias limitaciones, que impiden tanto una realización individual o la de un conjunto de personas. 
Cuando el liderazgo entra en terrenos de conjuntos humanos y de entornos o contextos de cambios 
veloces y dinámicos, ingresa en una mayor complejidad. Tal es el caso del mundo actual de redes 
interactivas y envolventes, columna vertebral de un mundo hiper comunicado, que una comunicación 
tan absoluta ponga sombras a la realidad. De manera que, todas las decisiones que tomen lideres y 
lideresas, parezcan libres, por el solo hecho de creer que se están tomando desde una perspectiva 
personal e incluso conscientemente meditada, pero que en realidad, están siendo influenciadas por 
mandatos que se transmiten o se ejercen, porque la sobrecomunicacion impide tener claridad 
respecto a cuánto de lo que se piensa, es elaboración individual y sentida o una mera repetición. 
La realidad, como consecuencia de tanta comunicación banal, puede llegar a confundir al líder y 
lideresa que no hayan desarrollado la capacidad de interpretar los hechos y procesos dentro de un 
modelo de observación, análisis y estudio que exceda el aquí y ahora, o de un pensamiento lineal y 
limitado. 
Lo que interesa aquí, es hacer énfasis en destacar la importancia de la agudeza que pueda desarrollar 
el líder y lideresa para separar la paja del trigo, es decir, aquello realmente importante y fundamental, 
de todo lo que lo rodea o su contexto. 
Se trata de resguardar el poder de elección y expresar lo propio. A partir de allí, la importancia 
de que la sociedad y organizaciones cuenten con líderes y lideresas 
 
 
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que permitan lograr objetivos particulares, pero que a la vez puedan tener la necesaria conciencia de 
no quedar sumergidos en las reglas establecidas o moldeados para responder ante lo ya estructurado. 
Se altera porque se transforma en un sujeto individualista desnudo ante el mundo, lo influye o lo 
determina en función de la presión de la comunicación interactiva e irreflexiva, donde se está con 
todo el mundo y a la vez no se está con nadie. 
Con facilidad, es posible olvidar todas estas enseñanzas si no están fuertemente arraigadas dentro de 
un proceso de fortalecimiento de espíritu, que anima en relación a la propia vida y al respeto por el 
otro. Las diferentes manifestaciones de poder, pueden lograr que, ante las naturales dificultades, 
egoísmos y celos, líder y lideresa tiendan a cerrarse y crear en su resguardo, lo mismo que detesta. 
Esto no es otra cosa que traicionarse y traicionar los ideales y la visión que impulsaron a dicha acción. 
Conducir, si es difícil para uno/a mismo/a, es mucho más, cuando se trata de guiar a otros/as. No es 
un simple juego de ser bondadoso/a, sino que, simplemente no deja de requerir una personalidad 
fuerte. 
Como se ha visto en la lectura anterior, se considera que un/ buen/a líder/lideresa es un/a muy buen/a 
maestro/a-. Y, esto, no es más que una vocación que se forjara como tal, cuando en su aprendizaje de 
vida, sin renunciar a su misión, asimile convivir con el hecho de que no todo tendrá explicación ni 
sentido, que no todo tendrá respuesta, que encontrará situaciones que no tendrían lógica; que se 
enfrentara a situaciones que no tendrán razón aparente y el/ella deberá contribuir a develar, pero 
también aceptar cuando los objetivos se consideren más importantes que delucidarlos. 
 
Para sostener estos principios de vida y de liderazgo se necesita ser muy claros respecto a los 
valores que hay en juego y a las convicciones que guían nuestras acciones. Esto no se trata más que 
de rescatar e impulsar siempre la coherencia entre lo que se dice, se piensa y se hace. 
 
4. LA FUERZA DE LÍDER / LIDERESA 
 
Como se ha mencionado en párrafos anteriores, cuando se hace referencia a líderes y lideresas, se lo 
hace desde una perspectiva de que los/las mismos/as tienen que tener fortaleza para llevar a cabo la 
tarea de liderar. 
Desde allí, nos surge la pregunta entonces… ¿De qué depende la fuerza de líder/lideresa? 
Para responder dicha pregunta, se extrae como referencia la descripción que Carlos Matus (1997), 
retoma de Carl Jung. 
 
 
 
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Rasgos de la Fuerza del/la Líder/ Lideresa: 
 
● Personalidad: Dentro de la variedad de tendencias innatas, respecto a este rasgo tan 
fundamental y característico, se encuentran en las personas algunas destacables. Por ejemplo: 
Hay tendencias de gran poder o fortaleza que, integradas con otras tendencias básicas como: 
conservación, comunicación, estimación, etc, son campos formidables de energías puesto al 
servicio de la vida, pero que, desordenadas o desorganizadas, generan situaciones conflictivas 
dentro del individuo y en relación con los demás. Por lo tanto, se debe ser consciente de la 
misma y saber administrarlas de manera positiva. 
 
● Pasión: Sin este rasgo, la capacidad o inteligencia de las personas para desarrollar sus acciones 
no son suficientes para llegar a un objetivo, menos cuando se está frente a escenarios 
complejos. Sortear los obstáculos de cualquier juego en el camino de la vida, dependerá de la 
voluntad y vehemencia que se ejerza para dar la dirección adecuada y no caer cualquiera sea 
la circunstancia. De lo expuesto, surge lo siguiente... ¿Cuánto de su capacidad se necesita usar 
para lograr sus objetivos? ¿Cuánta pasión se pondrá en el desarrollo de las acciones para 
sortear los obstáculos? Capacidad y Pasión son dos fuerzas convergentes para lograr lo que 
una persona se propone. 
 
● Experticia: Hace referencia a la destreza adquirida con el paso del tiempo, en el 
entrenamiento que nos suministran las adversidades de la vida cotidiana. Es la experiencia 
obtenida, asimilada y la habilidad desarrollada que se basa no sólo en el saber hacer, sino 
también en la capacidad de encontrar respuestas adecuadas a una variedad de 
comportamientos. 
 
● Dominio Científico-Tecnológico: Cualquiera sea el juego, en la medida que hay otros/as 
jugadores dentro del campo de cierta complejidad y los objetivos sean disputados, para poder 
superar los obstáculos que se presenten, se requiere estar en mejores condiciones que los 
adversarios. Dentro de esta competición, la capacidad científica-tecnológica, aparececomo 
un recurso esencial para la innovación y el desarrollo de cursos de acción. 
 
● Control y Posesión de recursos: Es claro que el grado de riesgo y la perseverancia que 
requieren el o los objetivos propuestos harán indispensable un 
 
 
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nivel de recursos tangibles e intangibles. Sostener un proceso en el tiempo dependerá, en 
buena parte, de que se cuente con ese tipo de herramientas. 
 
En definitiva, el/la líder/lideresa surge como consecuencia de su capacidad de convencer. A partir del 
tipo y la calidad de las acciones que se concreten, sus seguidores, responderán a su grado de 
influencia, en gran parte, como reflejo de una visión que los/las mismos/as harán suya. En esa 
interrelación, entre visión, persuasión y condiciones de liderazgo, se inicia el camino de realizaciones 
que manifiestan el poder que ejerce el/la líder/lideresa. 
Las condiciones de liderazgo se manifiestan en el ejercicio del poder. Dependerá del uso de los 
recursos que tenga, del conocimiento del campo, de la fuerza, de la disposición de ánimo y de los 
valores que su conciencia y su conducta enuncia. 
Todos factores que no se podrían definir mediante una fórmula, sino que cada líder y lideresa se 
manifestaran con especificidad propia. Cada persona actuará desde el ejercicio de sus modelos 
mentales, actitudes y patrimonios para superar contingencias. 
Desde la perspectiva de líderes/lideresas a educar, podemos tomar como referencia lo que enuncia el 
guía argentino Jaime Barylko: “La falta de certeza puede ser un motivo de alegría y no de angustia, el 
tema para que esto suceda es asumirla como propia del estado de naturaleza y como un desafío para 
nuestra creatividad” (Barylo, Jaime; 1995). 
Se trata de contribuir a generar líderes y lideresas capaces de manejarse y guiar dentro de la 
complejidad, a partir de la asunción de valores constructivos, la comprensión de la condición humana 
y social, del ejercicio constante del dominio de sí mismo y de la alegría de vivir. 
 
 
5. ¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE VALORES? 
 
Los valores, retomando aquellas primeras y breve definiciones de los mismos que se ha 
brindado en la primer lectura, son diversos, múltiples y se asumen en forma individual. Y, cuando no 
son asumidos de forma consciente o reflexiva, las personas asumen valores que responden a 
mandatos o conductas adquiridas en actitud refleja o “copiada o inspirada” de alguien más (padres, 
educadores, mentores, la sociedad). Es decir, de forma autómata y no en ejercicio de su propia 
reflexión o autoconocimiento. El ambiente en el que una persona se ha criado influye sobre la misma, 
pero esto no significa que no deba reflexionar sobre lo que realmente le importa o considera valioso. 
Y, esto es precisamente, lo que la mayoría de las veces no se llega a hacer. 
 
 
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Quizás por el temor al conflicto interno, también porque es más fácil y dentro de la zona de confort, 
actuar irreflexivamente como autómatas, que asumirse como seres conscientes. 
Pareciera que hablar de valores es simple; sin embargo, no se asume ni se analiza tanto desde la visión 
personal, como si se realiza desde el punto de vista social. No nos detenemos a pensar que esto 
significa omitir cuáles son las cosas más importantes para uno/a mismo/a, e incluso que nos ayude a 
definir prioridades en razón de lo que nos hace bien y del cómo contribuir a partir de ello a un mejor 
orden social. 
Es muy importante tomar conciencia de que no se puede hablar de un conocimiento interior 
si no se es capaz de reconocerse en los propios valores. 
Ahora… la pregunta es la siguiente… ¿Los valores, deben considerarse inamovibles? Cuando elijo 
valores lo hago de forma consciente o salen de mis principios, ¿no pueden cambiar? ¿Tenemos todos 
los mismos valores? 
 
Los valores centrales que uno está dispuesto a asumir y defender son prácticamente inamovibles (Por 
ejemplo, valores como la familia, el amor, la salud), pero, toda persona tiene derecho a modificar su 
escala de valores, ya que estos pueden surgir de intereses que se van transformando o adaptando con 
el tiempo y la misma evolución que realiza la persona en sí. 
 
Un ejemplo, prueba de ese cambio o evolución social, es que se ha transformado un poco el 
concepto de familia, ya que los valores sociales están en una revolución, respecto por ejemplo a 
inserción de la mujer en el mundo laboral y científico, a los conceptos de paternar a la par de maternar, 
incluso al caer estereotipos de única clase de familia, y no en la diversidad en la que hoy la sociedad 
está más dispuesta a incluir. 
Todas las personas tienen derecho a sustentar los valores que consideran como valiosos y eso es 
fundamental porque la escala de valores, puede definirse como una brújula para circular por la vida, 
que orienta cuál es la dirección a la cual dirigirse. 
Las personas que no tienen los valores claves definidos, serían una remake de “Alicia en el País de las 
Maravillas”. En un pasaje de esa historia, cuando Alicia le pregunta al gato qué camino tomar, el gato, 
le re-pregunta hacia dónde se dirige. Ella le dice que a cualquier lugar y el gato le responde por lógica, 
que entonces, cualquier camino da lo mismo. (Carroll, Lewis, 1999, Alicia en el País de las Maravillas). 
 
 
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Alicia estaba perdida, no tenía tren al norte. Por lo cual, cualquier camino que ella tomara, la iba a 
llevar hacia cualquier lugar. 
De todos modos, existe un límite bien definido para la manifestación del libre albedrío en la elección 
de los valores personales, y este es: “Primo non Noccere” (Término que expresa: “Primero no hacer 
daño”). Esto quiere decir, que cualquier cosa que hagamos debe ir precedida de una reflexión, para 
que dichas acciones no afecten la dignidad de la otra persona. 
Cuando se comparten valores en un ámbito determinado, por ejemplo, en la organización en la que 
se trabaja y afectan la dignidad o no son compatibles con los que se tiene, quedan dos caminos a 
seguir: Retirarse de ese ámbito o plantear acciones estratégicas para cambiar las que consideran 
nocivas. “La pasividad dentro de un ámbito que nos produce rechazo, seguro nos lleva a una 
situación negativa en el cuerpo o en el equilibrio psíquico”. 
No es fácil darse cuenta del daño que se puede hacer muchas veces sin querer. Incluso, en 
determinadas circunstancias, el cambio de valores diferentes o diversos puede acarrear situaciones 
muy difíciles de resolver. Sin embargo, lo que nunca se tiene que olvidar es que las personas somos 
seres humanos, falibles y limitados. Es decir, siempre se tiene la posibilidad de hacer daño aunque no 
quiera, pero lo peor que puede pasar, es no darse cuenta, ni tener conciencia de este principio de 
convivencia universal, porque entonces produciremos muchísimo mal a otros y por supuesto, a 
nosotros mismos. 
La clave aquí es preguntarse… ¿Cómo hago para distinguir los valores que enuncio de mis valores 
reales? 
Hay una sola forma de tomar conciencia de esa realidad y es medir cuánto tiempo y esfuerzo se le 
dedica a lo que se expresa como valioso; a veces, impulsado por lo que se estima correcto por otros o 
al menos para poder expresarlos públicamente. Este esfuerzo de tiempo en la aplicación de nuevos 
valores, da la pauta de si estos son meramente enunciativos o una realidad asumida en profundidad. 
 
En términos generales, hay 4 (cuatro) valores claves para asumir y predicar: respeto, Amor, Servicio y 
Verdad como búsqueda permanente. Conceptos que para que puedan predominar, será necesario no 
solo lograr quese distribuyan por diferentes conglomerados e instituciones sociales, sino 
fundamentalmente en el campo de la política. 
Su vigencia real será en el conjunto social cuando se reflejen en la conducta de líderes y lideresas 
políticos/as. Se hace énfasis en la actividad y representación política, porque si ella no lo refleja, la 
sociedad en su conjunto, o al menos en sectores de gran influencia institucional, tampoco lo tendrán 
asumidos en sus prácticas reales. Este cometido es una lucha permanente a la cual no se puede 
renunciar y mucho menos los que se están educando para liderar. Esta mirada no puede estar 
 
 
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despojada de una visión sobre las estructuras de poder e ideología económicas vigentes. Porque, una 
lucha por valores es una lucha política cuando trascienden los intereses del propio yo. 
Sin un cambio de marco de referencia, es posible que el cambio individual sea limitado y, por ello, sea 
muy difícil de germinar. 
Para Charles Taylor, en “Fuentes del yo” (1996), la pregunta a quién es determinada persona, equivale 
a conocer donde se encuentra esa persona, en el sentido de los compromisos e identificaciones que 
proporcionan un marco u horizonte dentro del cual se intenta determinar lo que para ella es valioso 
o bueno, lo que debe hacer, lo que se aprueba o rechaza. 
Toda persona es única e indivisible, pero nunca podrá estar ajena en lo que respecta a valores claves 
que surgen de lo que acontece en su marco de referencia. Si el marco social está en crisis, las prácticas 
individuales no pueden estar menos que confundidas. 
Entonces, cabe preguntarse… ¿Cómo se compatibilizan los valores individuales con los 
sociales/colectivos? 
Lo colectivo (Entendiéndose por ello, valores sociales) se torna esencial para la vida en comunidad, ya 
que es necesario para que la misma “funcione” coherentemente para el mayor bienestar general, y 
que estén delimitados e interiorizados dichos valores universales, compartidos por todos/as 
aquellos/as que conviven dentro de ese contexto. Los valores individuales, es lo propio de cada uno/a, 
lo que diferencia a uno/a de otros/as y hace únicos. 
“El conocimiento de uno mismo permite definir los valores que van a guiar nuestra 
conducta, y aquellos que nos van a permitir ser sujetos con un pensamiento crítico. En 
realidad, la ética considera que el corazón de los valores es el hombre mismo. Lo valioso 
del cosmos, de la vida, de la sociedad, se halla en función de la persona” (Dunn phillip, 
(2006) El Arte de la Paz. Editorial Neo person. Madrid) 
 
 
6. LÍDERES Y LIDERESAS - VALORES QUE IMPORTAN (Ejemplos) 
 
Por último, y no menos importante, también se debe razonar en cuáles son los valores sociales 
imperantes, ya que se necesitan líderes y lideresas con valores firmes, transparentes y por ello, 
confiables. Confianza que despierta a los/as otros/as cuando pueden reconocerse los principios que 
rigen su vida. 
En términos de Covey stephen, “líderes y lideresas de carácter no de personalidad o marketing” 
(Srephen Covey, 1997, Los 7 habitos de la gente altamente efectiva) 
 
 
 
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Como ya se definió al principio de esta lectura; Valor, proviene de valioso, e incluso, cuando 
se dice “esa persona tiene buenos valores” a lo que se está haciendo referencia, es que refleja una 
conducta transparente y apreciada por el resto, que además contribuye por esa razón a que sea 
considerada una persona respetable. 
 
Pueden ser significativos, algunos ejemplos. 
 
“No se nos otorgara la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un 
momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna”. 
(Mahatma Gandhi, abogado, pensador, político indio) 
 
“Debería agradecer a Mussolini haberme declarado raza inferior, ya que esta situación de extrema 
dificultad y sufrimiento, me empujo a esforzarme todavía más”. 
(Rita Levi Montalcini, Doctora en Neurocirugía, Premio Nobel de Medicina 1986, Senadora vitalicia de 
Italia) 
 
“El deporte en general, genera un poco de disciplina, de respeto hacia el otro, que eso el Judo lo tiene 
mucho (...) pero el judo en particular habla mucho del respeto hacia el otro, del compañerismo, de 
hacer cosas en grupo, en equipo. Si bien uno dice, pero el Judo es individual, no, no es individual, porque 
sin compañeros, no podés practicar, así que tiene mucho de eso, tiene mucho de honor y de valores 
olímpicos, que más se ven en el deporte que haga cualquier chico (...)” 
(Entrevista a Paula Pareto en “Primer plano”: https://www.youtube.com/watch?v=MP-QmqQq6rw) 
 
Como última reflexión, se debe trabajar por un mundo mejor y esta tarea requiere mejores 
personas y una humanidad más consciente de su dignidad. 
Como se puede apreciar en los ejemplos vistos, es imposible ser auténtico o genuino sin un 
reconocimiento transparente de los propios valores. 
Como humanidad, nos encontramos en un momento de la historia de cambios sin precedentes y a la 
incertidumbre que deviene se le agrega la sensación de orfandad ante la carencia de valores solidarios 
y referentes confiables. Sin embargo, esto no nos debe entristecer o 
https://www.youtube.com/watch?v=MP-QmqQq6rw
 
 
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disminuir, sino por el contrario, replantearnos nuestras conductas. Lo fundamental aquí sería que 
como sociedad asumamos una valiente lucha, primero por reconocimiento de nuestros propios 
valores y luego por los valores que queremos que predominen en nuestros representantes políticos y 
sociales. 
Debemos trabajar y luchar por un mundo mejor, sobre todo de nuestra patria originaria que es el lugar 
donde vivimos. Pero para ello, debemos empezar por nosotros mismos, ya que también en diferentes 
partes del mundo empiezan a revelarse voces de rebeldía. 
Además “la red de redes” es un instrumento poderoso para comunicar lo que creemos fundamental 
en el logro de una sociedad más justa, más espiritual y menos materialista. 
Los valores son el puntapié inicial y lo que, a grandes rasgos, interviene en los modelos mentales o 
paradigmas que poseen las personas y que, como veremos en la siguiente lectura (lectura 3 de este 
módulo), determinan decisiones, pensamientos, acciones y modos de conducirse y relacionarse para 
con los/as demás. 
Para ir entrando en movimiento para la próxima lectura…. ¿Qué paradigmas o creencias tienen tan 
arraigados en su interior que, sin saber de donde viene e inconscientemente, aplican en sus tomas de 
decisiones o modo de actuar? ¿Las/os pueden identificar? 
 
 
 
BIBLIOGRAFÍA 
 
- Eduardo Dalmasso. 2012. “Liderarse para Liderar”- 1° ed. Córdoba: Comunic-Arte, 
- G. Baena - E. Dalmasso. 2018. “Dos Miradas, un Destino: Innovación holística del 
Liderazgo”, - 1° ed. - Baena Asociados marketing y finanzas Ltda. 
- Real Academia Española, https://dle.rae.es 
- Phillip, Dunn. 2006. “El Arte de la Paz”- Ed. Neo Person. 
- Paula Pareto en “Primer plano”: https://www.youtube.com/watch?v=MP-QmqQq6rw 
 
 
 
https://dle.rae.es/valor
https://www.youtube.com/watch?v=MP-QmqQq6rw