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38 Oilfield Review Las rocas importan: Realidades de la geomecánica John Cook Cambridge, Inglaterra René A. Frederiksen Klaus Hasbo Hess Denmark ApS Copenhague, Dinamarca Sidney Green Arnis Judzis J.Wesley Martin Roberto Suárez-Rivera Salt Lake City, Utah, EUA Jorg Herwanger Patrick Hooyman Don Lee Sheila Noeth Colin Sayers Houston, Texas, EUA Nick Koutsabeloulis Robert Marsden Bracknell, Inglaterra Morten G. Stage DONG Energy Hørsholm, Dinamarca Chee Phuat Tan Kuala Lumpur, Malasia Por su colaboración en la preparación de este artículo, se agradece a Ben Elbel, Dallas; Ian Walton, Rosharon, Texas; y Smaine Zeroug, Clamart, Francia. Se agredece además a Hess Denmark ApS, DONG Exploration and Production A/S, Noreco ASA, y Danoil, por haber aportado su estudio de un caso práctico del Mar del Norte. ECLIPSE, Petrel, TerraTek, UBI (generador de Imágenes Ultrasónicas de la Pared del Pozo) y VISAGE son marcas de Schlumberger. Los esfuerzos y la presión actúan sobre todo yacimiento, pozo y terminación. Los pro cesos de perforación, producción e inyección modifican estos esfuerzos y presiones, a veces en detrimento del operador. Debido a los avances producidos en las técnicas de mediciones, modelado y monitoreo geomecánicos, las compañías de E&P ahora pueden anticipar y mitigar los efectos de los esfuerzos y la presión a medida que éstos cambian a lo largo de toda la vida productiva de sus campos petroleros; desde la etapa de eva luación hasta la de abandono. Si se cambia el esfuerzo que actúa sobre una roca, ésta se deforma alterando su volumen y geometría, además de los trayectos del flujo de fluido presentes en su interior. Son múltiples los factores que pueden impactar el régimen de los esfuerzos a los que está sometida una formación, incluyendo el tipo de roca, los ambientes deposi- tacionales, la tectónica regional, los episodios de erosión o levantamiento, las perturbaciones sís- micas locales e incluso las variaciones de las mareas. Las diferencias en la estructura de las rocas complican aún más la influencia de tales cambios en los esfuerzos. La manera en que las formaciones reaccionan a los cambios de los esfuerzos se está transfor- mando en un asunto de interés creciente para las compañías de E&P. Los esfuerzos locales en los ya- cimientos, habiendo alcanzado un estado de equi- librio a lo largo del tiempo geológico, son alterados por el proceso de perforación, producción e inyec- ción. Si los cambios de los esfuerzos inducidos por las operaciones de perforación o producción no se anticipan, los desafíos y costos que implica el ma- nejo de un área prospectiva pueden exceder de ma- nera significativa las ex pec tativas iniciales de un operador. Para caracterizar el esfuerzo, la deforma- ción relativa y la deformación presentes en sus ya- cimientos, las compañías de E&P recurren a la geomecánica. Este campo amplio aplica la mecá- nica de los sólidos y fluidos, la ingeniería, la geolo- gía y la física para determinar cómo las rocas y los fluidos que éstas contienen responden a la fuerza o a los cambios en los esfuerzos, la presión y la tem- peratura, producidos por las operaciones de perfo- ración, terminación y producción de pozos. En el pasado, la mayoría de los departamentos de perforación y producción no estaba particu- larmente al tanto de los esfuerzos presentes en las formaciones y la geomecánica; muchos yaci- mientos se consideraban técnicamente sencillos y habían experimentado un grado de agota- miento apenas limitado. Pero la declinación de las reservas y los precios favorables del petróleo están induciendo a los operadores a perforar pozos más profundos e intrincados, a la vez que las nuevas tecnologías prolongan las vidas pro- ductivas de los campos maduros. Por lo tanto, los operadores están centrando más su atención en la geomecánica cuando evalúan las dificultades que se plantean en las operaciones de perfora- ción y producción; especialmente aquellos que se esfuerzan por proteger sus inversiones en operaciones de terminación de pozos onerosas, particularmente en áreas prospectivas tectóni- camente activas o de aguas ultraprofundas en ambientes de alta presión y alta temperatura. El hecho de ignorar la importancia de la geomecánica puede acarrear consecuencias severas. Un grado excesivo de pérdida de lodo, inestabilidad del pozo, compresión o cizalladura de la tubería de revestimiento, compactación del yacimiento, subsidencia de la superficie, produc- ción de arena, reactivación de fallas y pérdida de sello del yacimiento puede, en todos los casos, ser una manifestación de cambios en los esfuerzos ejercidos sobre una formación. Algunos operadores se ven obligados a reaccio- nar a los cambios producidos en los esfuerzos o en la estructura de las rocas a medida que perforan y hacen producir sus pozos. Otros son más proactivos. Invierno de 2007/2008 39 Esfuerzo efectivo mayor σ1 Resistencia a la tracción Esfuerzo efectivo menor σ3 Resistencia a la compresión uniaxial A través de las pruebas de núcleos y del modelado geomecánico de la resistencia, la deformación y el comporta- miento de las rocas sometidas a esfuerzos, están diseñando mejores pozos y desa- rrollando mejor los campos petroleros. En los últimos tiempos, estos esfuerzos han recibido la asistencia de los centros de excelencia en geo- mecánica recién establecidos en Bracknell, Inglaterra, y en Houston, Texas, y Salt Lake City, Utah, EUA. Este artículo describe los avances registrados en las técnicas de pruebas de laboratorio relacio- nadas con la geomecánica, y en la simulación y monitoreo de yacimientos que dan cuenta de la variación de los es- fuerzos locales. Los estu- dios de campo, efectuados en el Centro de Excelencia del Laborato- rio de Geomecánica de Schlumberger y en el Centro de Excelencia en Geomecánica de Yaci- mientos de Schlumberger, muestran cómo esta ciencia está ayudando a las compañías de E&P a optimizar las operaciones de perforación y produc- ción en yacimientos cada vez más desafiantes. Esfuerzos en el subsuelo Los esfuerzos que actúan sobre una formación pueden variar en su origen, magnitud y dirección. Los esfuerzos locales verticales naturales son ori- ginados fundamentalmente por el peso de los es- tratos de sobrecarga. Los esfuerzos ho rizontales poseen además un componente gra vitacional que puede ser intensificado por la tectónica, los efec- tos térmicos y la estructura geológica. No obs- tante, otros factores tales como la litología, la presión de poro y la temperatura, inciden en la magnitud y orientación de los esfuerzos, además del grado en que la roca responde a los esfuerzos. El esfuerzo, una medida de la fuerza que actúa sobre un área determinada, está compuesto por componentes normales y componentes de corte. El esfuerzo normal (σ) es el que se aplica en forma perpendicular a un plano o a la superficie de la roca. El esfuerzo de corte (τ) se aplica a lo largo de la cara del plano. Matemáticamente, existe una orientación de ejes ortogonales que define las direcciones de los esfuerzos para las cuales los esfuerzos de corte son nulos. Esa orien - tación define los ejes de los esfuerzos principales, en los que los esfuerzos aplicados son estricta- mente normales. A menudo se asume que en los yacimientos, estos ejes principales ortogonales están orientados en sentido vertical y horizontal (arriba); sin em- bargo, esta condición no suele cumplirse. La mag- nitud y orientación de los esfuerzos presentes en la Tierra cambian con el echado (buzamiento) es- tructural de la formación, que puede rotar la orien- tación de los esfuerzos principales con respecto a las direcciones vertical y horizontal, así como tam- bién lo puede hacer la presencia de fallas, diapiros salinos, montañas u otras estructuras complejas.1 En la Tierra, donde la deformación está res- tringida, los tres componentes de los esfuerzos estánligados, y cualquier cambio de esfuerzo en una dirección es acompañado por cambios de los esfuerzos a lo largo de los ejes ortogonales. Por ejemplo, cuando la depositación continua trae aparejadas profundidades de sepultamiento ma - yores, el consiguiente incremento del esfuerzo vertical de los estratos de sobrecarga puede generar cambios en el esfuerzo horizontal, de - pendiendo del grado en que las formaciones sean capaces de expandirse lateralmente. Esta res- puesta es restringida generalmente por la presen- cia de formaciones adyacentes que confinan la deformación de la roca. Las diferencias en las pro- piedades de las formaciones también imponen contrastes de esfuerzos entre las litologías adya- centes. Por otro lado, la anisotropía de las forma- ciones puede traducirse en un mayor esfuerzo lateral en una dirección que en otra. Un cuerpo de roca responde al esfuerzo apli- cado a través de diversos modos de deformación relativa (deformación) que producen cambios de volumen y forma, a menudo acompañados por cambios en las propiedades de las rocas (próxima página, arriba). El espectro de deformación oscila entre la deformación elástica, o reversible, y la deformación plástica, o permanente, antes de ter- minar finalmente en la falla de la roca. La deformación causada por la compresión, la tensión o el esfuerzo de corte puede producir fenómenos de compactación, extensión, trasla- ción o rotación, que se traducen finalmente en rotura por cizalladura, fracturamiento o falla- miento. Además de la magnitud del esfuerzo aplicado, la respuesta de una roca al esfuerzo depende en gran medida del tipo de roca, la cementación, la porosidad y la profundidad de sepultamiento. En las areniscas, el tamaño, la forma y el área de los puntos de contacto entre los granos de roca individuales inciden en la deformación. En las calizas, la forma y la resisten- cia de la estructura interna de la roca influyen en la deformación.2 Los incrementos pequeños producidos en los esfuerzos generalmente causan una deformación pequeña, de la que la roca puede recuperarse. Pasado cierto punto, la roca experimentará un proceso de deformación plástica o fallará. El modo de deformación y falla es impuesto por la relación existente entre los cambios producidos 40 Oilfield Review 1. Addis MA: “The Stress-Depletion Response of Reservoirs,” artículo SPE 38720, presentado en la Conferencia y Exhibición Técnica Anual de la SPE, San Antonio, Texas, 5 al 8 de octubre de 1997. 2. Geertsma J: “Land Subsidence Above Compacting Oil and Gas Reservoirs,” artículo SPE 3730, presentado en la Reunión Europea de Primavera de las SPE-AIME, Ámsterdam, 16 al 18 de mayo de 1972. 3. Para obtener más información sobre las trayectorias de esfuerzo, consulte: Crawford BR y Yale DP: “Constitutive Modeling of Deformation and Permeability: Relationships between Critical State and Micromechanics,” artículo SPE/ISRM 78189, presentado en la Conferencia sobre Mecánica de Rocas de las SPE/ISRM, Irving, Texas, 20 al 23 de octubre de 2002. Rhett DW y Teufel LW: “Effect of Reservoir Stress Path on Compressibility and Permeability of Sandstones,” artículo SPE 24756, presentado en la Conferencia y Exhibición Técnica Anual de la SPE, Washington, DC, 4 al 7 de octubre de 1992. Scott TE: “The Effects of Stress Paths on Acoustic Velocities and 4D Seismic Imaging,” The Leading Edge 26, no. 5 (Mayo de 2007): 602–608. Teufel LW, Rhett DW y Farrell HE: “Effect of Reservoir Depletion and Pore Pressure Drawdown on In-Situ Stress and Deformation in the Ekofisk Field, North Sea,” Transcripciones del 32o Simposio sobre Mecánica de Rocas de EUA. Rótterdam, Países Bajos: A.A. Balkema (1991): 63–72. 4. Existe una relación entre la trayectoria de los esfuerzos, el esfuerzo de corte y el esfuerzo medio. Mientras la trayectoria de los esfuerzos (K) puede expresarse como K = ∆σ3/∆σ1, el esfuerzo de corte (Q) se expresa como (Q = σ1-σ3), y el esfuerzo medio efectivo (P' ) es [P' = (σ1+σ2+σ3)/3]. En las pruebas de esfuerzos uniaxiales de laboratorio, en las que los esfuerzos principales mínimo e intermedio se consideran iguales (σ2 = σ3), la pendiente η en el plano P'-Q , correspon - diente a la trayectoria de los esfuerzos K, está dada por esta ecuación, según Crawford y Yale (referencia 3): 5. Doornhof D, Kristiansen TG, Nagel NB, Pattillo PD y Sayers C: “Compactación y subsidencia,” Oilfield Review 18, no. 3 (Invierno de 2006/2007): 50–69. 6. Addis, referencia 1. 7. Choi SK y Tan CP: “Modeling of Effects of Drilling Fluid Temperature on Wellbore Stability,” Transcripciones, Simposio sobre Mecánica de Rocas en Ingeniería Petrolera de las SPE/ISRM, Trondheim, Noruega (8 al 10 de julio de 1998): 471–477. Li X, Cui L y Roegiers J: “Thermoporoelastic Analysis for Inclined Borehole Stability,” Transcripciones, Simposio sobre Mecánica de Rocas en Ingeniería Petrolera de las SPE/ISRM, Trondheim, Noruega (8 al 10 de julio de 1998): 443–452. >Esfuerzos locales y esfuerzos principales. Los esfuerzos aplicados sobre un cubo de material, sepultado en la tierra, se designan como σV, σH y σh, donde V indica la dirección vertical, H indica la dirección del mayor esfuerzo horizo n tal y h, la dirección del menor esfuerzo horizontal. Por razones de simpli cidad, a menudo se asume que éstas son las direcciones de los esfuerzos principales, pero las direcciones principales de esfuerzo pueden ser rotadas en forma sig- nificativa con respecto a estos tres ejes. Los esfuerzos principales se indican en general como σ1, σ2 y σ3, en orden de magnitud decreciente. Cuando las direcciones de los esfuerzos principales no coinciden con las direcciones vertical y horizontal, también habrá esfuerzos de corte sobre las caras del cubo en la orientación mostrada. σV σV σHσH σh Invierno de 2007/2008 41 en el esfuerzo máximo y en el esfuerzo mínimo (derecha, extremo inferior). Esta relación se denomina trayectoria de los esfuerzos.3 En la geomecánica petrolera, la trayectoria de los esfuerzos (K) es convencionalmente la relación existente entre el cambio producido en el esfuerzo horizontal mínimo efectivo y el cambio producido en el esfuerzo vertical efectivo, o esfuerzo de sobrecarga respecto de las condicio- nes de yacimiento iniciales durante la caída de presión de fluido, ex presada en forma más simple como K = ∆σ3/∆σ1. Esto también puede expre- sarse en términos de cambios del esfuerzo de corte (Q) y cambios del esfuerzo medio (P' ), como se muestra en el diagrama P'-Q.4 Una situación de esfuerzos relativamente bajos, implica que la roca fallará por esfuerzo de corte, generando un plano de corte. La resistencia a la cizalladura se incrementa al incrementarse el esfuerzo de confinamiento lateral que actúa sobre la roca. Donde se observan situaciones de mayores esfuerzos, la roca experimenta un proceso de compactación o reducción de la porosidad. Este fenómeno es más común en las rocas blan - das, de alta porosidad, tales como la creta, las areniscas porosas y la diatomita.5 Si se someten a esfuerzos diferenciales, otras rocas, tales como las sales, tenderán a fluir con el tiempo para reducir los esfuerzos de corte y desplazarse a estados de los esfuerzos hidrostáticos. Para manejar los yacimientos, las compañías de petróleo y gas deben enfrentar una diversidad de factores asociados a los esfuerzos de fondo de pozo, no causados en todos los casos por los es - tratos de sobrecarga o la tectónica. La presión de poro, las diferencias de temperatura y las interacciones químicas también pueden produ- cir perturbaciones localizadas en la orientación y magnitud de los esfuerzos. El esfuerzo y la presión de poro están intrínse- camente ligados.6 En los espacios porosos de las formaciones, el esfuerzo se transmite a los líqui- dos o a los gases en forma de presión. La mag nitud de la presión aplicada en cualquier dirección es la misma para todas las direcciones. Si es compri- mido, un fluido reacciona ejerciendouna presión equivalente y opuesta hacia afuera. Bajo presión, los fluidos alojados en los poros a menudo absorben parte del esfuerzo impuesto sobre una formación. Por eso, la presión de poro es un componente im- portante del esfuerzo neto aplicado a un cuerpo de roca. La temperatura es otra variable que contri- buye con el régimen general de los esfuerzos. Las diferencias de temperatura entre los fluidos de perforación y las formaciones en el fondo del pozo producen un fenómeno de transferencia térmica entre los dos medios. Dada la baja conductividad térmica de la mayoría de las rocas, estas variacio- nes de temperatura generan gradientes grandes de deformación relativa, que pueden producir fracturamiento severo y realineaciones de los es- fuerzos. Dado que la expansión térmica del agua en el espacio poroso es mucho mayor que la que se produce en la matriz de la roca, el calor transfe- rido a una formación por el fluido de perforación generará una mayor expansión volumétrica del fluido alojado en los poros y un incremento corres- pondiente en la presión de poro.7 >Diagrama del esfuerzo en función de la deformación relativa. Las rocas que experimentan procesos de deformación elástica almacenan energía de defor - mación a medida que cambia su volumen. Cuando se remueven los esfuerzos de borde aplicados, la roca vuelve a su estado de deformación original, mien - tras que la energía de deformación retorna a su valor original. Con la aplicación de un mayor esfuerzo, las rocas experimentan procesos de deformación inelás - tica a medida que se producen cambios estructurales internos, no recuperables (que comienzan en el umbral de fluencia plástica), tales como la presencia de microfisuras debidas a la tracción, la trituración de granos o el deslizamiento en los límites intergranulares. Estos cambios producen una deformación volumé - trica permanente, a menudo aludida como deformación plástica. Los esfuerzos más altos tarde o temprano hacen que la roca falle (punto de fractura), como lo ilustra el proceso de trituración o fracturamiento de los granos y el cemento constituyentes o la disolución de los minerales. Es fu er zo Umbral de fluencia plástica (yield point) Punto de fractura Campo dúctil Campo elástico Deformación relativa >Distorsión y falla. Los modos claros de distorsión y falla pueden graficarse como una función del esfuerzo de corte (Q) y del esfuerzo efectivo medio (P'). Con un valor de P' relativamente bajo y un valor de Q relativamente alto, la falla de la roca se produce habitualmente como un esfuerzo de corte loca li - zado, a lo largo de un plano orientado de manera tal que forma un ángulo con los ejes de los esfuerzos principales. Con un valor de P' relativamente alto y un valor de Q relativamente bajo, las rocas pueden experimentar fenómenos de compactación o de aplastamiento de poros. (Adaptado de Scott, referencia 3.) Dilatación Compactación Región cercana a condiciones elásticas Esfuerzo efectivo medio (P'): (σ 1 + σ 2 + σ 3 ) / 3 Es fu er zo d e co rt e (Q ): σ 1 – σ 3 Estados imposibles Lín ea de es ta do cr íti co Superficie de compactación falla por cizalladura Superficie de p or tr ac ci ón S up er fic ie d e fa lla Superficie de falla dúctil La expansión térmica de la matriz de la roca bajo condiciones restringidas generará más es - fuerzo. Una reducción del soporte efectivo del lodo se asocia a menudo con un incremento de la presión de poro. Esta reducción, junto con la expansión térmica de la matriz, generará condi- ciones menos estables del pozo. Contrariamente, el enfriamiento de la formación puede crear con diciones más estables debido a la reducción de la presión de poro y del esfuerzo tangencial. La reducción del esfuerzo tangencial también puede traducirse en un gradiente de fractura- miento hidráulico más bajo, y, en casos extremos, el esfuerzo tangencial se volverá negativo e ini- ciará la fractura hidráulica. Los esfuerzos locales y la presión de poro también pueden ser afectados por las interaccio- nes entre la roca y el fluido de perforación. Las lutitas, que representan la mayor parte de las secciones perforadas en la mayoría de los pozos, son particularmente sensibles a los fluidos de perforación. Un tanto porosas y usualmente saturadas con agua de formación, estas rocas pueden ser susceptibles a las reacciones quími- cas con ciertos fluidos de perforación. Cuando una formación se perfora con un fluido incompa- tible, la invasión de filtrado puede hacer que la lutita se dilate, lo que puede provocar el debi - litamiento de la roca y la inestabilidad de los pozos. Las lutitas también pueden ser suscepti- bles a los cambios del soporte efectivo del lodo, dependientes del tiempo, causados por las dife- rencias entre la presión del lodo y la presión del fluido en los poros, o entre la salinidad del fluido de perforación y la salinidad de la formación.8 Por otro lado, los cambios de volumen de las luti - tas, que surgen de las interacciones entre las lutitas y el fluido de perforación, pueden pertur- bar localmente la orientación y la magnitud de los esfuerzos presentes en un pozo. De este modo, si bien los esfuerzos tectónicos locales y regionales desempeñan un rol central en la deformación de las rocas, también deben considerarse otros factores de fondo de pozo, tales como la presión de poro, el peso del lodo y las fluctuaciones de la presión, la temperatura y la química de fondo de pozo, por sus claras con- tribuciones a la relación entre los esfuerzos locales y las deformaciones. Sus efectos pueden ser atemperados además por las propiedades texturales únicas de la litología local, tales como el tamaño y la distribución de los granos y poros que constituyen el esqueleto de la roca, la mi - neralogía y la composición de los cementos diagenéticos. Dada la diversidad de reacciones que tienen lugar ante la presencia de esfuerzos, es crucial que un operador sepa todo lo posible acerca de las rocas que rodean un pozo y las condiciones a las que dicho pozo será sometido. Cambios producidos en los esfuerzos Las actividades de perforación y producción afec - tan el estado de los esfuerzos locales. Los problemas que surgen durante las operaciones de perfora- ción pueden presagiar las dificultades que apare- cerán subsiguientemente durante la fase de producción. Los cambios en el estado de los es- fuerzos pueden producir la falla de las rocas y esto causar problemas de inestabilidad del pozo du- rante la perforación. A su vez, estos cambios pue- den conducir posteriormente a problemas de producción de arena, cuando el pozo ya ha sido terminado. Otras actividades llevadas a cabo du- rante la vida productiva de un campo petrolero pueden generar cambios en la presión de poro y la temperatura, que probablemente modifiquen los esfuerzos que actúan desde mayores distancias al pozo. Los cambios del estado de los esfuerzos no sólo afectan el yacimiento sino también las forma- ciones adyacentes. La actividad de perforación perturba el equi- librio inicial de los esfuerzos presentes en la región vecina al pozo. Dado que a través de la per- foración se excava un volumen cilíndrico de roca, los esfuerzos ejercidos con anterioridad sobre ese volumen deben ser transferidos a la formación adyacente. Este proceso crea esfuerzos tangen- ciales, o radiales, que deben ser soportados por la roca que rodea el pozo. Los esfuerzos ejercidos en el pozo son una función del peso del lodo, la incli- nación del pozo, el ángulo y el azimut del echado de la formación, y la magnitud y orientación de los esfuerzos de campo lejano (σV, σH y σh). El esfuerzo radial varía considerablemente en fun- ción del radio y el azimut del pozo.9 Por otro lado, puede exceder considerablemente el valor de σH (arriba, a la izquierda). En la mayoría de las operaciones de perfora- ción convencionales, los perforadores utilizan lapresión hidráulica del fluido de perforación como sustituto del soporte mecánico que se pierde a tra- vés del volumen cilíndrico de la roca excava da du- rante la perforación de un pozo. Esencialmente, reemplazan un cilindro de roca por un cilindro de fluido de perforación. No obstante, la presión del 42 Oilfield Review >Vista en planta de los esfuerzos radiales que rodean un pozo vertical. En este modelo, la presión de poro y la presión del pozo son iguales, mientras que el esfuerzo efectivo mínimo y el esfuerzo efectivo máximo, presentes dentro de la formación, equivalen a 2,000 lpc y 3,000 lpc [13.8 y 20.7 MPa], respecti va - mente. No obstante, el esfuerzo radial, que varía como una función del radio y el azimut, es intensamente compresivo a lo largo del azimut alineado con el esfuerzo horizontal mínimo (σh) (sombreado rojo, por encima y por debajo del pozo), donde alcanza casi 7,000 lpc [48.3 MPa]. Es más probable que la falla del pozo se produzca a lo largo de este eje. (Adaptado de Sayers et al, referencia 9.) σH = 3,000 lpcσH = 3,000 lpc σh = 2,000 lpc σh = 2,000 lpc 2,000 3,000 4,000 5,000 Esfuerzo radial, lpc 6,000 Pozo 7,000 Invierno de 2007/2008 43 lodo es uniforme en todas las direcciones y no puede equilibrarse contra los esfuerzos de corte orientados presentes en una formación. A medida que el esfuerzo se redistribuye alrededor de la pared del pozo, los esfuerzos de corte pueden ex- ceder la resistencia de la roca. Si esto ocurre, el pozo se deformará o fallará por completo. Algunos ejemplos típicos de problemas de perforación relacionados con la geomecánica incluyen la inestabilidad del pozo y el fractura- miento de la formación. Las ramificaciones de esos problemas comprenden costos resultantes de la pérdida de circulación, los golpes de pre- sión, el atascamiento de las tuberías, las sartas de revestimiento adicionales, las desviaciones forzadas de la trayectoria del pozo, e incluso el abandono del pozo. Para mantener la estabili- dad del pozo, los operadores deben desarrollar planes de perforación y construcción de pozos que contemplen la magnitud y dirección de los esfuerzos, el peso del lodo, la trayectoria y la presión de poro, durante y después de la perfora- ción de un pozo. Los perforadores manejan las presiones ejerci- das por el peso del lodo para evitar problemas de estabilidad de los pozos. El control de la hidráu- lica del pozo que realizan refleja la adopción de un enfoque de un problema geomecánico basado en la ingeniería petrolera. Durante la perfora- ción, los pozos pueden verse comprometidos a través de una diversidad de modos de fallas inducidas por el lodo:10 • La falla por tracción se produce mediante el incremento de la presión del lodo hasta que la pared del pozo ingresa en un estado de ten- sión y finalmente excede la resistencia a la tracción de la roca. Esto fractura la roca a lo largo de un plano perpendicular a la dirección del esfuerzo mínimo, lo que a menudo se tra- duce en problemas de pérdida de circulación. • La falla por compresión puede ser causada por el peso del lodo, que es demasiado bajo o de - masiado alto. En cualquiera de los dos casos, la formación se desmorona o se fragmenta, produ- ciendo daños al pozo y ovalizaciones por rup- tura de la pared del pozo (arriba, a la derecha). A menos que el pozo haya sido limpiado correc- tamente, la acumulación de los escombros pro- ducidos por las ovalizaciones puede ocasionar el atascamiento de las tuberías por desmorona- mientos o colapso del pozo. • El desplazamiento por esfuerzo de corte se produce cuando la presión del lodo es suficien- temente alta como para reabrir las fracturas existentes intersectadas por el pozo. Cuando una fractura se abre, los esfuerzos presentes a lo largo de la abertura se liberan provisoriamente, permitiendo que las caras opuestas de la frac- tura sean sometidas a esfuerzos de corte. En el pozo, esto crea una dislocación pequeña pero potencialmente peligrosa. La estabilidad del pozo es afectada además por factores estructurales, tales como la interac- ción existente entre la inclinación del pozo, el echado de la formación y las variaciones direc- 8. Gazaniol D, Forsans T, Boisson MJF y Piau JM: “Wellbore Failure Mechanisms in Shales: Prediction and Prevention,” artículo SPE 28851, presentado en la Conferencia Europea del Petróleo de la SPE, Londres, 25 al 27 de octubre de 1994. Mody FK y Hale AH: “A Borehole Stability Model to Couple the Mechanics and Chemistry of Drilling Fluid Interaction,” en Transcripciones, Conferencia de Perforación de las SPE/IADC, Ámsterdam (22 al 25 de febrero de 1993): 473–490. Tan CP, Rahman SS, Richards BG y Mody FK: “Integrated Approach to Drilling Fluid Optimization for Efficient Shale Instability Management,” artículo SPE 48875, presentado en la Conferencia y Exhibición Internacional de Petróleo y Gas de la SPE, Beijing, 2 al 6 de noviembre de 1998. van Oort E, Hale AH y Mody FK: “Manipulation of Coupled Osmotic Flows for Stabilization of Shales Exposed to Water-Based Drilling Fluids,” artículo SPE 30499, presentado en la Conferencia y Exhibición Técnica Anual de la SPE, Dallas, 22 al 25 de octubre de 1995. 9. Sayers CM, Kisra S, Tagbor K, Dahi Taleghani A y Adachi J: “Calibrating the Mechanical Properties and In-Situ Stresses Using Acoustic Radial Profiles,” artículo SPE 110089-PP, presentado en la Conferencia y Exhibición Técnica Anual de la SPE, Anaheim, California, EUA, 11 al 14 de noviembre de 2007. 10. Para obtener más información sobre problemas de estabilidad de pozos, consulte: Addis T, Last N, Boulter D, Roca-Ramisa L y Plumb D: “The Quest for Borehole Stability in the Cusiana Field, Colombia,” Oilfield Review 5, no. 2 y 3 (Abril/Julio de 1993): 33–43. >Ovalización por ruptura de la pared del pozo. Los resultados obtenidos con el generador de Imágenes Ultrasónicas de la Pared del Pozo UBI muestran el alcance del daño relacionado con los esfuerzos en un pozo. En las rocas isotrópicas o transversalmente isotrópicas, en las que las propiedades de la roca no cambian a lo largo del plano del pozo, dicho daño se alinea por lo general a lo largo de un plano de esfuerzo horizontal mínimo. 5,321 5,322 5,323 5,324 –5 0 5 –5 0 5 Radio, pulgadas Pr of un di da d, p ie s 5,325 5,320 cionales de la resistencia entre los planos de estratificación de las formaciones y a lo largo de dichos planos (abajo, a la derecha). No es inu- sual que se produzca cierto grado de falla del pozo en los pozos verticales que intersectan luti- tas de inclinación pronunciada, o en los pozos inclinados que intersectan los planos de estrati- ficación de las lutitas formando ángulos bajos. Tales fallas son iniciadas por la presencia de bajos esfuerzos de corte y baja resistencia a la tracción a lo largo de los planos de debilitamiento de las lutitas.11 El tema de la resistencia, o la capacidad de una roca para tolerar el esfuerzo, pone de mani- fiesto una influencia subyacente importante con respecto a la deformación y la falla: la de la es- tructura interna de la roca.12 La estructura interna de la roca puede determinar si una determinada magnitud del esfuerzo hará que una roca se defor - me o falle por completo, y puede incidir en el al- cance y la orientación de las fracturas o las ovalizaciones de un pozo. Por lo tanto, si bien ha- bitualmente se asume que la ovalización por rup- tura de la pared del pozo se orienta a lo largo del eje de esfuerzo mínimo, la estratificación, cemen- tación, mineralogía y granulometría de una roca pueden redirigir concretamente el curso de una ovalización a lo largo de los puntos más débiles de la roca. Por su colaboración para anticipar y evitar problemas tales como los descriptos precedente- mente, algunos operadores están recurriendo a los especialistas en geomecánica del Centro de Excelencia de Schlumberger para la Predicción de la Presión de Poro y el Análisis de la Estabilidadde los Pozos. Ubicados en Houston, los especia- listas en geomecánica de este grupo poseen un alcance global y brindan soporte a operadores de todo el mundo. Este equipo interdisciplinario participa activamente asesorando a los clientes para ayudarles a mitigar el riesgo asociado con las operaciones de perforación, terminación y producción de pozos en ambientes geomecánicos complejos, tales como los de exploración en aguas profundas, perforación en formaciones subsalinas, yacimientos de gas no convencionales y yacimien- tos no consolidados. Más allá del pozo Las influencias geomecánicas pueden trascender el pozo, adentrándose en el yacimiento y más allá de éste; si bien su alcance probablemente no se reconozca hasta que se explote un yacimiento. El centro de baja presión creado por un pozo para inducir la producción, generará presiones de pozo más bajas que la presión de poro de la formación adyacente, y esta diferencia puede incrementar el riesgo de falla de la roca.13 Con la extracción de los fluidos de yacimiento durante la producción, el peso de los estratos de sobrecarga que soportan los fluidos alojados en los poros debe ser transferido al esqueleto de la roca que rodea el espacio poroso. Los cambios consi- guientes en la presión de poro inducirán ajustes en los esfuerzos totales y en los esfuerzos efecti- vos. Dentro de la roca, el incremento del peso pro- ducirá diversos grados de deformación o falla, evidenciados por el des lizamiento y la rotación de los granos, la deformación plástica, la rotura del cemento en los contactos entre los granos o la ac- tivación de las fracturas existentes.14 En una escala más grande, los cambios de los esfuerzos inducidos por las operaciones de pro- ducción que actúan sobre el esqueleto de la roca, pueden conducir al aplastamiento de los poros y la compactación del yacimiento.15 (Sin embargo, la compactación no siempre es un problema; el empuje que genera la compactación ha ayudado a presurizar el petróleo en ciertos yacimientos, incrementando de ese modo los regímenes de producción y mejorando la recuperación final).16 Como resultado, los operadores han tenido que enfrentar problemas de subsidencia de la super- ficie, deformación o cizalladura de los tubulares de los pozos, y torceduras de los elementos de fondo de pozo. Otros efectos incluyen desde la reducción de la porosidad y la permeabilidad, hasta la reactivación de las fallas, el fractura- miento de las formaciones, la producción de arena o la pérdida de sello del yacimiento. Los efectos de la geomecánica son espe cial - mente pronunciados en las operaciones de alma- cenamiento de gas, donde el proceso cíclico de inyección y extracción de gas en un yacimiento provoca cambios en las presiones de los fluidos que se encuentran dentro de los espacios porosos del yacimiento. Estas presiones amortiguan los es- fuerzos que actúan sobre la masa rocosa, pero las presiones se incrementan o reducen con los pro- cesos de inyección y extracción. De este modo, las cargas que actúan sobre la matriz de la roca se re- ducen e incrementan en respuesta a estos ciclos. Si bien el esfuerzo total de los estratos de sobre- carga puede permanecer constante a lo largo de todos estos ciclos, los esfuerzos horizontales tota- les que actúan en todo el yacimiento pueden va- riar con la presión, reduciéndose en general a medida que se extrae el gas. Si los esfuerzos indu- cidos exceden los límites elásticos de la roca, es probable que la porosidad y la permeabilidad se reduzcan en forma permanente, lo que se suma a las reducciones de la capacidad de almacena- miento global. Por otro lado, conforme la roca adyacente se ajusta al desequilibrio isostático causado por la fluctuación de la presión y los cam- bios en el estado de los esfuerzos, puede suceder que las fallas cercanas se reactiven.17 Los cambios inducidos por las operaciones de producción también pueden afectar la roca, más allá de las áreas productivas de un yacimiento. In- cluso en las formaciones productivas, los atribu- tos de los yacimientos, tales como la porosidad y la permeabilidad, pueden variar, ge nerando un proceso irregular de drenaje y agotamiento. A me- dida que se explota un yacimiento, la roca puede compactarse dejando que las áreas de la forma- ción, contiguas y sin drenar, compensen los cam- bios producidos en la presión y el desplazamiento de la roca adyacente. Por encima de la formación productiva, la com pactación producirá cambios en el esfuerzo de sobrecarga, como se describe más adelante. 44 Oilfield Review >Efectos de las formaciones sobre la estabilidad de los pozos. Los factores estructurales y estratigráficos pueden combinarse para dañar el pozo. En este caso, se observan capas incompetentes que sobreyacen una formación más resistente cerca de la cresta de una estructura; el movimiento relativo produce daños en el cemento y el aplastamiento de la tubería de revestimiento. Invierno de 2007/2008 45 Los cambios de los esfuerzos impuestos sobre un horizonte productivo pueden desequilibrar la roca con respecto a sus adyacencias. El resultado es una transferencia correspondiente de los esfuer- zos, entre el yacimiento en proceso de agotamiento o el intervalo de inyección y la roca inmediatamente contigua al yacimiento. Las consiguientes deforma- ciones de la roca pueden comprometer la integri- dad de las terminaciones existentes, dentro del yacimiento y de los estratos de sobrecarga (arriba). La importancia de los cambios de los esfuerzos in- ducidos por la producción, y su potencial para inci- dir adversamente en las operaciones de campo, la producción y la rentabilidad, dependerán de las propiedades mecánicas de las rocas, las fracturas naturales y las fallas.18 Para comprender y antici- par esos cambios en el pozo y más allá del pozo, los operadores están recurriendo cada vez con más frecuencia a las técnicas geomecánicas avanza- das de pruebas y modelado. Mediciones obtenidas sobre el terreno A pesar de años de análisis geomecánico, muchas compañías de E&P continúan experimentando problemas inducidos por las operaciones de per- foración o de producción. No obstante, el campo de la geomecánica abarca mucho más que el aná- lisis de los esfuerzos. Si bien los cambiantes campos de los esfuerzos pueden causar estragos en los planes de perforación y producción, la orientación o la magnitud de los esfuerzos y las deformaciones relativas revisten poca importan- cia si esas mediciones no se enmarcan en el contexto de la roca propiamente dicha. Y las rocas son extremadamente variables. Otros pro- blemas son causados, en parte, por la carac terización excesivamente simplificada del comportamiento de las rocas, y por las capacida- des limitadas de modelado y análisis, lo que se agrava debido a la falta de datos globales de pro- piedades de las rocas. Estas cuestiones están siendo encaradas por el Centro de Excelencia del Laboratorio de Geo- mecánica de TerraTek, en Salt Lake City, Utah. TerraTek, Inc. fue adquirida por Schlumberger en julio de 2006 (véase “El laboratorio de geomecá- nica: Pruebas en condiciones extremas,” página 48). Los sistemas y las técnicas modernas de pruebas de alta presión, desarrollados en el cen- tro de TerraTek, evolucionaron a partir de un esfuerzo para caracterizar y anticipar el movi- miento del suelo y la formación de cráteres, en respuesta a las pruebas nucleares. La evaluación de estas pruebas no podía realizarse sin medi- ciones de las propiedades de las rocas ob tenidas bajo condiciones de alta presión. La medición de estas propiedades era muy difícil y generó una serie de adelantos técnicos de parte de TerraTek. La disponibilidad de mediciones de la rela- ción carga-deformación de alta precisión era esencial y requería la obtención de mediciones dentro de recipientes de prueba sometidos a condiciones de presión extremas. Los científicos de TerraTek llevarona cabo tareas de investiga- ción para medir las propiedades de las rocas hasta presiones de 150,000 lpc [1,034 MPa]. Los datos de propiedades de las rocas en condicio- nes de alta presión de TerraTek posibilitaron el análisis de la magnitud de los movimientos del suelo causados por un evento nuclear. Los investigadores de TerraTek llevaron a cabo decenas de miles de pruebas en rocas bajo condi- ciones de alta presión. Sus capacidades de prueba se aplicaron subsiguientemente a otras investiga- ciones geomecánicas, incluyendo la recuperación de la energía geotérmica, la explotación del car- bón, el almacenamiento geológico profundo de residuos nucleares y el almacenamiento subte - rráneo de energía, además de la recuperación de >Cambios de los esfuerzos inducidos por la producción. A medida que un campo se agota, la magnitud de los esfuerzos puede alterarse drástica mente. Bajo dichas condiciones, una terminación o un disparo orientado originalmente en la dirección más estable en el momento del inicio de la producción, puede volverse inestable y fallar subsiguientemente a medida que se desarrolla el proceso de producción. En este ejemplo, el disparo horizontal posibilitará la mayor caída de presión segura (curva azul) y un proceso de producción libre de sólidos. No obstante, a medida que el campo se agote y los esfuerzos cambien, este disparo previamente estable colapsará y el disparo vertical asumirá un rol más importante en la produc ción, aunque la caída de presión segura se haya reducido (curva roja). Adaptado de Marsden, referencia 18.) Caída de presión segura Agotamiento Pr es ió n de l p oz o, lp c Presión del yacimiento, lpc 0 3,000 6,000 9,000 12,000 15,000 15,000 12,000 9,000 6,000 3,000 0 11. Aoki T, Tan CP y Bamford WE: “Stability Analysis of Inclined Wellbores in Saturated Anisotropic Shales,” en Siriwardane HJ y Zaman MM (eds): Computer Methods and Advances in Geomechanics: Proceedings of the Eighth International Conference on Computer Methods and Advances in Geomechanics, Morgantown, Virginia Oeste, EUA, 22 al 28 de mayo de 1994. Rótterdam, Países Bajos: A.A. Balkema (1994): 2025–2030. Yamamoto K, Shioya Y, Matsunaga TY, Kikuchi S y Tantawi I: “A Mechanical Model of Shale Instability Problems Offshore Abu Dhabi,” artículo SPE 78494, presentado en la 10a Exhibición y Conferencia Internacional del Petróleo de Abu Dhabi, Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos, 13 al 16 de octubre de 2002. 12. La estructura interna (fabrics) de las rocas es un término que abarca de manera aproximada el contenido en minerales, el tamaño, forma, orientación y cementación de los granos componentes de una roca, incluyendo su disposición general en forma de laminaciones microscópicas o capas más grandes. 13. Cook J, Fuller J y Marsden JR: “Geomechanics Challenges in Gas Storage and Production,” presentado en el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas: Comisión Económica para Europa: Grupo de Trabajo sobre Gas: Transcripciones del 3er Taller sobre Seguridad Geodinámica y Ambiental en el Desarrollo, Almacenamiento y Transporte de Gas, San Petersburgo, Rusia, 27 al 29 de junio de 2001. 14. Sayers CM y Schutjens PMTM: “An Introduction to Reservoir Geomechanics,” The Leading Edge 26, no. 5 (Mayo de 2007): 597–601. 15. Doornhof et al, referencia 5. Sayers C, den Boer L, Lee D, Hooyman P y Lawrence R: “Predicting Reservoir Compaction and Casing Deformation in Deepwater Turbidites Using a 3D Mechanical Earth Model,” artículo SPE 103926, presentado en la Primera Conferencia y Exhibición Internacional de Petróleo, Cancún, México, 31 de agosto al 2 de septiembre de 2006. 16. Andersen MA: Petroleum Research in North Sea Chalk, Joint Chalk Research Monograph, RF-Rogaland Research, Stavanger, 1995. 17. Cook et al, referencia 13. 18. Marsden R: “Geomechanics for Reservoir Management,” en la Conferencia sobre Evaluación de Pozos de Sonatrach-Schlumberger– Argelia 2007. Houston: Schlumberger (2007): 4.86–4.91. petróleo y gas. Hoy, el Centro de Excelencia del Laboratorio de Geomecánica de TerraTek realiza pruebas de rocas para pozos profundos en forma regular, alcanzando presiones de 30,000 lpc [207 MPa], o incluso más altas, oscilantes entre 50,000 y 60,000 lpc [345 y 414 MPa], cuando se re- quiere para la perforación, la destrucción de la roca o el análisis de las operaciones de disparos. Además de las capacidades de pruebas geomecáni- cas de alta presión, el centro TerraTek realiza pruebas de desempeño de las operaciones de per- foración y terminación de pozos en gran escala. Las pruebas especiales de laboratorio, re la - cio nadas con la geomecánica, proveen datos cruciales para el diseño de los pozos y las ope - raciones de terminación, y para el manejo de yacimientos, que antes no siempre estaban dis- ponibles. El análisis de ingeniería tradicional del potencial y la productividad de los yacimien- tos tendía a ignorar la heterogeneidad de la roca yacimiento. Si bien la heterogeneidad puede haber sido captada en los registros de pozos y en las fotografías de núcleos, o haberse inferido a partir de los registros de diversas propiedades petrofísicas, estas características no se refleja- ban en sistemas homogéneos simplificados creados para los modelos geomecánicos y los modelos de yacimientos. Las propiedades relacionadas con la mecánica de las rocas prospectivas se caracterizaban a me- nudo como uniformes a lo largo de todas las loca- lizaciones y para todas las orientaciones, dentro de una unidad geológica determinada. Este enfo- que inevitablemente se traducía en subestimacio- nes del rol de las propiedades de los materiales en la geomecánica. Sin embargo, la industria se está dando cuenta de que las rocas importan y de que sus propiedades variables no pueden ser ig- noradas en el análisis geomecánico. Para complicar aún más el proceso de evalua- ción, se plantea el hecho de que cada etapa del análisis de yacimientos—desde los estudios geoló- gicos previos a la perforación hasta la exploración, y el modelado y la producción de yacimientos— tiende a ser evaluada en forma aislada y sin una referencia a una escala común. Hasta hace poco, no existía un esquema conceptual que hiciera el proceso consistente para cada etapa. No obstante, el desarrollo de la técnica de obtención de regis- tros continuos de las propiedades de las rocas y el análisis multidimensional de grupos de registros de pozos (cluster anlaysis), ahora provee una es- cala de referencia uniforme para la incorporación de la heterogeneidad durante todos los aspectos del análisis y la evaluación de yacimientos. Obtención de registros continuos—La prueba de raspadura, conocida formalmente como ob - tención de registros continuos de la resistencia a la compresión no confinada, provee una forma cuantitativa de evaluar la variabilidad de la re - sistencia, la textura y la composición de las muestras de núcleos. Por asociación, esta variabi- lidad puede relacionarse con otras propiedades de las rocas. La prueba de raspadura se ha vuelto crucial para la definición correcta de facies y he - terogeneidades, que serían difíciles o impo sibles de observar solamente a partir de la descripción geológica o de las características de los registros. Las fotografías digitales del núcleo, junto con la prueba de raspadura, permiten la visualización de la heterogeneidad textural y la heterogeneidad de la resistencia asociada (izquierda). Cuando la obtención de registros continuos de resistencia se combina con el análisis de grupos de registros de pozos, provee relaciones fundamentales para el re-escalado, por lo que constituye una herramienta poderosa para la integración de los núcleos con los registros. Análisis de grupos—Este análisis define la heterogeneidad a escala de registros en base al análisis multidimensional de las respuestas de los registros (próxima página, izquierda). Esta técnica utiliza algoritmos detallados para distin- guirpatrones similares y disímiles de respuestas de los registros. Dado que interpreta el efecto combinado sobre todas las mediciones, puede reconocer variaciones pequeñas pero consistentes de las respuestas combinadas de los registros. Aplicado a las distribuciones heterogéneas de las propiedades de los materiales, el análisis de grupos provee además una escala relevante para manipular la variabilidad de las propiedades en los pasos de evaluación subsiguientes durante la vida de un proyecto. Rotulado de grupos—La aplicación del aná- lisis de grupos puede extenderse a múltiples pozos, proveyendo comparaciones entre el pozo en que se extrajeron núcleos, o pozo de referen- cia, y los otros pozos de un campo. Los detalles 46 Oilfield Review >Superposición de una fotografía de un núcleo con los resultados de la prueba de raspadura. Una prueba de raspadura utiliza una punta afilada que se arrastra a lo largo del núcleo con una fuerza fija para hacerla penetrar en la superficie del núcleo. La profundidad de la raspadura, como un indicador de la resis ten cia de la roca (curvas rojas), puede correlacionarse con las propiedades mecánicas de la roca. Los in tervalos en los que se extrajeron núcleos, que exhiben propiedades visualmente similares (las mis mas sombras de gris, puntos A y A’), pueden poseer resistencias diferentes, mientras que otros intervalos que exhiben propiedades visuales diferentes (sombras más claras y más oscuras de gris, puntos B y B’) poseen las mismas resistencias. La variabilidad de la resistencia mecánica, a lo largo de toda la lon gi tud del núcleo, es significativa y oscila entre 8,000 lpc y 23,000 lpc [55 y 159 MPa] en sólo 6 m [8 pies] contiguos de núcleo. 0 pi e 0. 1 0. 2 0. 3 0. 4 0. 5 0. 6 0. 7 0. 8 0. 9 1. 0 pi e 1. 1 1. 2 1. 3 1. 4 1. 5 1. 6 1. 7 1. 8 1. 9 2. 0 pi es A A' B B' 0 lpc 50,000 lpc 0 lpc 50,000 lpc 0 lpc 50,000 lpc 0 lpc 50,000 lpc Y,500 Y,400 Y,300 Y,200 Y,100 Profundidad, pies Y,000 X,900 X,800 X,700 X,600 X,500 Profundidad, pies Y,500 0 50 Porcentaje 100 Y,400 Y,300 Y,200 Y,100 Y,000 X,900 X,800 X,700 X,600 X,500 Y,500 Y,400 Y,300 Y,200 Y,100 Y,000 X,900 X,800 X,700 X,600 X,500 Profundidad, pies Pozo 1 Pozo 2 Error Invierno de 2007/2008 47 obtenidos a través del análisis de un pozo pueden ser utilizados para reconocer rasgos similares en pozos adyacentes, a través de un proceso deno- minado rotulado de grupos. El proceso de rotulado de grupos comienza con la definición de grupos de respuestas de los re - gistros a lo largo de intervalos discretos en los que se extrajeron núcleos en un pozo de referencia, y luego compara estos grupos con las respuestas de los registros de un pozo en el que no se extrajeron núcleos. Utilizando las definiciones establecidas a partir de las respuestas de los núcleos y de los registros del pozo de referencia, la técnica asigna grupos a los registros del pozo en el que no se extrajeron núcleos y luego da como resul- tado una curva de error para ayudar a evaluar la conformidad (compliance) entre dos zonas correlativas. Los grupos que exhiben poca con- formidad, en los que el error supera el 40%, indican una respuesta del registro que no está representada en los grupos definidos, y, por ende, una facies nueva. Estos grupos son candi- datos para un proceso detallado de muestreo de núcleos destinado a proveer nuevas definiciones de grupos y caracterizar mejor el rango de facies de un área prospectiva (abajo). El análisis de grupos también se utiliza para la selección óptima de las muestras de núcleos. En los estudios de yacimientos, tanto las muestras de núcleos más resistentes como las más débiles, con mediciones continuas como la de los registros de pozos, deben ser sometidas a pruebas en propor- ción a su abundancia relativa en un yacimiento. El muestreo inadecuado de los núcleos de una forma- ción heterogénea o finamente interestratificada puede conducir a una representación sesgada de la formación. El análisis de grupos puede ayudar a los operadores a ajustar las propiedades derivadas de los registros con las propiedades derivadas de los núcleos a lo largo de todo el yacimiento, y de (continúa en la página 52) >Análisis de grupos de registros de pozos. Se apli ca un algoritmo estadístico multidimensional a las mediciones de los registros de pozos para identificar respuestas de registros combinadas, similares y disímiles, permitiendo que los usuarios identifiquen unidades de rocas con propiedades de materiales similares y disímiles. La salida se muestra como una representación de grupos, codificada en color, para la interpretación visual de las unidades de rocas con propiedades claras a lo largo del intervalo de interés (Carril 4). Calibre Pulgadas5 15 Resistividad ohm.m0 1,000 Porosidad neutrón Rotulado de gruposvol/vol0.45 –0.15 Densidad volumétrica g/cm32 3 PE barn/e-1 6 Rayos gamma °API0 150 >Rotulado de grupo entre dos pozos. La codificación en color de las respuestas de los registros de cada pozo, combinada con el análisis de conformidad en el carril Error, es útil para la identificación de cambios en el espesor y la localización de las unidades de grupos definidas previamente entre los pozos. En este ejemplo, las secuencias de color rojo-azul-amarillo son significativamente más ele va - das y de mayor espesor en el Pozo 1 que en el Pozo 2. Tres desviaciones por encima de un 40% de error (línea roja) indican zonas candidatas para un proceso de muestreo posterior destinado a describir mejor el rango de facies encontrado. 48 Oilfield Review El centro de TerraTek en Salt Lake City, conocido como el Centro de Excelencia del Laboratorio de Geomecánica de Schlumberger, investiga el impacto de la geomecánica sobre una amplia gama de aplicaciones de explora- ción y producción. El rango de aplicaciones proporciona además conocimientos sobre los tipos de problemas que los operadores deben tratar de evitar: • Construcción y terminación de pozos: eva- luar la estabilidad de los pozos, así como también el potencial para la producción de arena y el colapso de los disparos; analizar los empalmes de los multilaterales y evaluar la estabilidad de las tuberías de revestimien - to cortas, convencionales y expansibles. • Diseño de las operaciones de terminación y estimulación de pozos: determinar las alter- nativas óptimas de terminación de pozos en base a las propiedades mecánicas y físicas de las rocas; investigar las opciones de empaque de grava retardado y disparos orientados; optimizar el diseño de los trata- mientos de estimulación. • Comportamiento de la producción en el largo plazo: investigar el estado de los esfuerzos que contribuyen a la compacta- ción de los yacimientos durante la producción; anticipar la subsidencia de la superficie y la subsiguiente pérdida de per- meabilidad; analizar los finos generados durante el proceso de compactación junto con el daño mecánico asociado; evaluar la posibilidad de aplastamiento de la tubería de revestimiento. • Estratos de sobrecarga: verificar la compati- bilidad entre los fluidos de perforación y las lutitas; optimizar la selección de los fluidos de perforación; evaluar la posibilidad de falla retardada de la lutita causada por las interacciones entre el lodo y la lutita; anali- zar los efectos térmicos que surgen de la falla retardada de la lutita. • Operaciones de exploración y perforación en áreas de frontera: desarrollar correlaciones de campo y de laboratorio para anticipar las propiedades mecánicas y los esfuerzos loca- les en forma previa y simultánea con la actividad de perforación exploratoria. Las pruebas se llevan a cabo en diferentes laboratorios especializados, dependiendo del material de prueba disponible, las especifica- ciones del cliente y las aspiraciones de investigación. Muchas pruebas de gran escala se efectúan en el laboratorio de operaciones de terminaciónde pozos. Una de las caracte- rísticas más prominentes de este centro es su estructura de los esfuerzos poliaxiales de blo- ques grandes. La estructura de los esfuerzos proporciona un ambiente controlado para el monitoreo de las respuestas de las rocas durante las pruebas seudoestáticas. En este ambiente, los investigadores pueden medir los parámetros de deformación a la vez que miden en forma simultánea las respuestas dinámicas de las muestras de rocas a los dife- rentes regímenes y magnitudes de carga. La estructura de los esfuerzos de bloques gran- des, puede ser configurada para simular una diversidad de presiones y condiciones de fondo de pozo. Las aplicaciones de pruebas de bloques grandes incluyen desde el análisis de la estabilidad de los pozos hasta la evaluación del potencial para la producción de arena, el peso de las tuberías de revestimiento cortas (liners) y los filtros (o cedazos), la efectividad de los disparos y las operaciones de simula- ción por fracturamiento hidráulico. Colocada en el interior de una fosa, la parte externa de la estructura para estudiar los esfuerzos está formada por una serie de anillos de acero. Estos anillos se apilan para encerrar una cámara interna, capaz de alojar bloques de roca que miden hasta 76 x 76 x 91 cm [30 x 30 x 36 pulgadas]. La cámara está sellada con placas de acero, atornilladas a 12 tirantes grandes (derecha). A ambos lados de la muestra se colocan pares de dispositivos de tipo cámara de aire, denominados flatjacks, para aplicar una carga triaxial independiente en cada una de las tres direcciones de los esfuerzos principales. Los tres pares de flatjacks se encuentran presuri- zados internamente; una de las superficies del flatjack reacciona contra el frente de la roca y la otra superficie, contra la pared de la cámara interna de la estructura de los esfuer- zos, o su placa. Se puede aplicar un esfuerzo máximo de 8,000 lpc [55 MPa] en las tres direcciones, con una diferencia máxima de 2,000 lpc [13.8 MPa] entre los dos esfuerzos horizon - tales. Cada esfuerzo puede ser controlado por separado. La estructura para el análisis de los esfuer- zos posee además la capacidad para controlar la presión de poro dentro de una muestra. En dichas pruebas, la muestra de roca se encierra en un cartucho filtrante de acero delgado. En las superficies superior e inferior de la roca se colocan unas planchas gruesas de elastómero para que actúen como sellos del fluido de pre- sión de poro. Un empaque de apuntalante poroso, colocado alrededor del bloque, esta- blece una condición de borde de presión constante. Un software especialmente dise- ñado para estas pruebas controla cada uno de los tres esfuerzos principales, junto con la pre- sión de poro y la presión del pozo. El software puede ser programado para mantener un esfuerzo efectivo constante sobre el bloque de muestra en todo momento. El laboratorio de geomecánica: Pruebas en condiciones extremas >Estructura de los esfuerzos poliaxiales de bloques grandes para simular las condiciones de fondo de pozo. En esta fotografía, un operario baja una placa de acero mientras se prepara para sellar la cámara de prueba. Invierno de 2007/2008 49 Algunos experimentos requieren una zona permeable simulada, limitada por encima y por debajo por formaciones impermeables. En estos tipos de pruebas, se utiliza un inyec- tor servo-controlado para suministrar el fluido, ya sea a velocidad constante o a pre- sión constante. Los fluidos inyectados pueden incluir desde la salmuera hasta el lodo de per- foración y diversos fluidos de terminación de pozos. La inyección puede simular un pozo en una escala determinada o en tamaño real. 1. Las instalaciones del laboratorio son aptas para realizar una diversidad extensiva de pruebas: compresión no confinada, compresión por deformación uniaxial relativa, compresión triaxial, compresión triaxial de etapas múltiples, aplicación de los esfuerzos según una trayectoria constante y controlada, cilindro de pared gruesa (con y sin flujo de fluido radial y mediciones de la arena producida), y pruebas de resistencia a la tracción, además de pruebas con mediciones simultáneas de velocidad ultrasónica y emisiones acústicas; junto con varios programas de pruebas específicamente diseñadas e intereses de investigación. >Estructura de los esfuerzos poliaxiales. Este dis po sitivo puede alojar muestras de rocas que miden hasta 30 x 30 x 41 cm [12 x 12 x 16 pul ga das]. >Muestra instrumentada para pruebas triaxiales. Este arreglo compuesto por una estructura de pruebas es utilizado para medir las deformaciones radiales y axiales relativas, junto con las ve lo - cidades de las ondas compresionales y de corte. En esta configuración, se determinan en forma simultánea las propiedades elásticas, tanto seudoestáticas como dinámicas, bajo condiciones simuladas de los esfuerzos locales. En este ejemplo, un núcleo consistente en una alternancia de capas claras y oscuras de limolita y fangolita, es sometido a impulsos ultrasónicos para verificar las respuestas sísmicas de la roca. La muestra se sella con una camisa de poliuretano completa, que impide la comunicación del fluido para un rango de presión que varía entre la presión de confinamiento del fluido y la presión de poro. Estas estructuras de prueba también pueden uti li zarse para efectuar pruebas de compactación por deformación uniaxial relativa, pruebas de cilindros de paredes gruesas y otras pruebas que siguen trayectorias de los esfuerzos especiales a temperaturas de hasta 200°C [392°F]. Se puede aplicar una fuerza axial de hasta 1.5 x 106 lbf [6.7 MN] a muestras con un diámetro de hasta 15 cm [6 pulgadas]. La presión de confinamiento y la presión de poro son monitoreadas mediante transductores de presión convencionales, con límites de presión de 30,000 lpc [207 MPa]. Otro sistema de este laboratorio puede alcanzar 60,000 lpc [414 MPa]. Para las muestras más pequeñas, se utiliza una estructura mediana de los esfuerzos polia- xiales (izquierda). Este dispositivo suele em plearse para estudiar los tratamientos de fracturamiento con ácido y otras técnicas de estimu lación, proveyendo una amplia gama de capacidades de prueba. Otro centro de pruebas único es el laborato- rio de mecánica de las rocas, en el que se utilizan 14 estructuras para efectuar pruebas de los esfuerzos con muestras cilíndricas cuyos diámetros oscilan entre 12.7 mm [0.5 pulgada] y 152.4 mm [6 pulgadas]. La ejecución de pruebas de menor escala también puede pro- porcionar conocimientos valiosos acerca de las características de las rocas.1 Se ha diseñado una estructura especial de pruebas triaxiales para medir la deformación relativa de las rocas, además de sus efectos sobre las veloci- dades sísmicas (abajo). Las velocidades ultrasónicas, obtenidas en combinación con las mediciones de deformación de los esfuer- zos axial y radial, proveen información sobre las propiedades mecánicas estáticas y dinámi- cas que pueden correlacionarse con los datos de los registros de pozos. 50 Oilfield Review La estructura de pruebas triaxiales sostiene una muestra de núcleo entre casquillos de acero templado y pulido. La muestra, que mide 2.5 cm [1 pulgada] de diámetro por 5 cm [2 pulgadas] de longitud, se reviste con una membrana impermeable. En la muestra se instalan conjuntos de vigas voladizas axia- les y radiales para medir los desplazamientos cuando la muestra se somete a esfuerzos y presión. El conjunto de viga voladiza correspondiente a la deformación axial relativa se adosa al casquillo del extremo superior y mide el desplazamiento axial a través de la deflexión en el cono de la base adosado al casquillo del extremo inferior. El conjunto de viga voladiza correspondiente a la deformación radial relativa consta de un anillo con cuatro brazos medidores de esfuerzo, que miden el desplazamiento radial en cuatro puntos, formando dos direcciones perpendicularesen el punto medio de la muestra. El casquillo del extremo inferior descansa sobre una celda de carga interna y el esfuerzo axial se calcula a partir de las mediciones de la fuerza que actúa sobre la celda de carga interna. Durante las pruebas, los datos se corrigen por la distorsión elástica de los casquillos de los extremos superior e inferior, y por las deformaciones relativas asociadas con el material de encamisado. Los casquillos contienen además transduc- tores ultrasónicos. Las mediciones de la velocidad ultrasónica se obtienen con trans- ductores piezoeléctricos que transforman los pulsos eléctricos en pulsos mecánicos y vice- versa. Los pulsos de ondas compresionales y ondas de corte son generados por un genera- dor de pulsos que aplica un pulso eléctrico de corta duración y alta tensión a uno de los transductores piezoeléctricos, a una frecuencia ultrasónica dada. Este pulso es transmitido a través de la muestra de roca como una onda elástica. El transductor receptor, situado en el extremo opuesto de la muestra de roca, trans- forma esta onda elástica en una señal eléctrica, que es captada en un osciloscopio digital. Las velocidades de las ondas P y S se calculan sobre la base del tiempo que insumen los pulsos de ondas compresionales u ondas de corte para viajar a lo largo de la muestra. Esta muestra de prueba instrumentada se coloca luego dentro de un recipiente de presión. A continuación, el recipiente de presión se llena con esencias minerales, o bien con aceite, para aplicar una presión de confina- miento. El esfuerzo axial, la deformación axial relativa, la deformación radial relativa y la presión de confinamiento se miden y contro- lan durante cada prueba. Dependiendo de los objetivos de las pruebas, las mismas pueden efectuarse drenando los fluidos alojados en los poros hasta alcanzar la presión atmosférica o sin drenar los fluidos de los poros. También se pueden incrementar las temperaturas para aproximar mejor las condiciones locales reales. Esta estructura de pruebas triaxiales per- mite obtener mediciones con diferentes orientaciones respecto de los planos de estra- tificación. Utilizando estas mediciones, la envolvente de falla de la muestra de roca puede ser definida como una función de la orientación de los esfuerzos con respecto a la estratificación; además, se pueden definir las propiedades anisotrópicas de la roca. Esta información es esencial para la predicción de la estabilidad de los pozos, la evaluación de los esfuerzos locales y el diseño de programas de fracturamiento hidráulico para formacio- nes intensamente anisotrópicas, tales como las presentes en las lutitas gasíferas compac- tas no convencionales. Las velocidades ultrasónicas, obtenidas en combinación con las mediciones de de - formación axial y radial relativa, proveen información sobre las propiedades mecánicas estáticas y dinámicas, que pueden correlacio- narse con los datos de los registros de pozos. Las velocidades de las ondas ultrasónicas en las areniscas, particularmente aquellas que se encuentran pobremente consolidadas, depen- den en forma significativa de los esfuerzos; por eso, los cambios en el estado de los esfuer- zos pueden calibrarse con las mediciones de la velocidad sísmica. Otras rocas más consoli- dadas, tales como las areniscas compactas y las lutitas compactas, exhiben un comporta- miento completamente diferente. Las ve locidades de ondas en estas rocas son vir- tualmente independientes de los esfuerzos, de manera que los cambios en las velocidades sísmicas medidas pueden atribuirse a otros fenómenos tales como la anisotropía. Los primeros conocimientos del comporta- miento de las rocas se basaron en pruebas de materiales homogéneos e isotrópicos; los pri- meros modelos reflejaban esta simplicidad. Ahora están surgiendo nuevas oportunidades, tales como los plays de hidrocarburos no con- vencionales, que requieren que la atención se centre en la verdadera naturaleza de las rocas en las que se alojan los hidrocarburos. >Simulador de pozos TerraTek. El simulador de equipos de perforación y pozos de tamaño real, puede ser configurado para verificar el desempeño, el desgaste, la desviación y la dinámica de las barrenas de perforación de ta - maño natural en condiciones de sobre ba lan ce o bajo balance de presión, y a profundidades simuladas. Una bomba de lodo triplex, provista de un colector múltiple de fluido especial de alta presión, puede lograr presiones de pozo de hasta 11,000 lpc [75.8 MPa] para simular condiciones de perforación de alta presión. Aquí también se investigan los efectos de diversos fluidos sobre el desempeño de las operaciones de perforación, el empastamiento de la barrena, el daño de la formación, la ex - tracción de núcleos y la invasión de núcleos. Invierno de 2007/2008 51 en aplicaciones de pozos profundos, utilizando diseños avanzados de barrenas y fluidos de perforación. Si bien los estudios previos han demostrado que la ROP normalmente cae con el incremento de la presión del pozo, estos estudios no dieron cuenta de ciertos mecanis- mos que afectan la ROP a gran profundidad, tales como el tipo de fluido de perforación, el material densificante del lodo y la pérdida de fluido por golpe de presión.2 Otro problema común de estabilidad del pozo está relacionado con las ovalizaciones por ruptura de la pared del pozo. Si bien estas ovalizaciones a menudo ocurren durante la perforación, también pueden afectar el pro- ceso de terminación del pozo. Los ingenieros de TerraTek perforaron un agujero de 21.6 cm [81.2 pulgadas] en un núcleo de arenisca grande. En el laboratorio, el núcleo fue sometido a incrementos de la presión de confinamiento. La ovalización resultante fue similar a la producida en los pozos reales cuando los pesos del fluido de perforación son demasiado bajos (izquierda, extremo superior). La muestra fue utilizada subsiguientemente para una prueba de integridad mecánica con filtro de arena expansible. El arreglo de filtro y tubería de base se expandió en forma flexi- ble hasta la pared del pozo, y penetró parcialmente en la zona de ovalización. Los resultados de esta prueba demostraron cuánto podía expandirse el filtro en la zona de ovali- zación, además de determinar la resistencia del producto ESS a la presión exterior. Otros problemas que inciden adversamente en el desempeño de las operaciones de perfo- ración, tales como la vibración o el espiralado del pozo, son identificados mediante el exa- men de la distribución de los pozos (izquierda, extremo inferior). Con la ayuda del simulador de pozos, los investigadores tienen la oportu- nidad de estudiar minuciosamente las configuraciones de fondo de pozo que, de otro modo, serían inaccesibles. 2. La pérdida de fluido por golpe de presión es una pérdida instantánea de un volumen del componente líquido del fluido de perforación a medida que pasa a través de la pared del pozo antes de la depositación del revoque de filtración competente. Para obtener más información sobre las pruebas ROP, consulte: Judzis A, Bland R, Curry D, Black A, Robertson H, Meiners M y Grant T: “Optimization of Deep Drilling Performance; Benchmark Testing Drives ROP Improvements for Bits and Drilling Fluids,” artículo SPE/IADC 105885, presentado en la Conferencia de Perforación de las SPE/IADC, Ámsterdam, 20 al 22 de febrero de 2007. >Simulación del fenómeno de ovalización. Sin el lodo de perforación utilizado para perforar esta arenisca sometida a incrementos de la presión de confinamiento, este pozo simulado falló progresivamente, produciendo un esque - ma clásico de ovalización por ruptura de la pared del pozo. >Patrones de una barrena en el fondo del pozo. La impronta del fondo del pozo rastrea el desempeño de una barrena a medida que perfora un pozo a través de una arenisca de alta resistencia. En este caso, se trataba de una perforación realizada utilizando una ba -rrena de un compuesto policristalino de dia - mante con lodo a base de aceite de 1.9 g/cm3 [16 lbm/gal (lpg)] de densidad, a una presión de pozo de 10,000 lpc [68.9 MPa]. Subsiguiente- mente se estudiaron los patrones del fondo del pozo para determinar cómo las diversas condi- ciones de perforación afectaban el desempeño de la operación de perforación. A medida que se reduce la profundidad de los anillos, tam- bién lo hace la eficiencia de corte de la ba- rrena y, en consecuencia, la velocidad de penetración (ROP) decrece. Con fluidos de perforación diferentes, a veces los patrones desaparecen por completo. Las plataformas tales como la estructura de pruebas triaxiales proveen datos que son fundamentales para el desarrollo de nuevos modelos que contemplen la naturaleza hete - rogénea y anisotrópica de las formaciones complejas. También se recurre al centro de TerraTek para probar nuevas tecnologías de perfora- ción, terminación y estimulación de pozos, incluyendo la evaluación de fluidos de per - foración y barrenas en condiciones de alta presión. Si bien existen capacidades de medi- ción de las propiedades individuales de las rocas o las propiedades de los fluidos, en con- diciones de temperatura y presión extremas, es mucho más difícil determinar la forma en que interactúan los mecanismos complejos de corte y rotura de las rocas en presencia de los fluidos de perforación a gran profundidad. Para dar cabida a las pruebas geomecánicas en gran escala, el laboratorio de perforación está provisto de un simulador de pozos capaz de reproducir las condiciones de presión exis- tentes en la profundidad del yacimiento, dando cabida además a las tasas de flujo que se requieren habitualmente para perforar en ambientes extremos (página anterior). El simulador de pozos TerraTek desempeñó un rol esencial para la ejecución reciente de un estudio de perforación en condiciones de alta presión, auspiciado por el programa industrial conjunto del Departamento de Energía de EUA (DOE), denominado Deep Trek. El centro fue contratado para proveer pruebas de laboratorio, en tamaño natural, de barrenas y fluidos de perforación prototipos a una presión de pozo de 10,000 lpc [68.9 MPa]; es decir, a presiones sustancialmente más altas que las estudiadas previamente. Los resultados de estas pruebas pueden incidir en la economía de las operaciones de perforación a gran profundidad. El estudio demostró que las velocidades de penetración (ROP) pueden incrementarse ese modo reconocer qué porciones de un núcleo ameritan un análisis adicional de muestras peque- ñas (arriba). Con las mediciones de la heteroge- neidad a es ca la de registros, derivadas del análisis de grupos, y las mediciones de la heterogeneidad a escala de núcleos, obtenidas mediante la prueba de raspadura, el operador puede determinar la lo- calización y el número de las muestras requeridas para caracterizar adecuadamente el núcleo. Predicciones de propiedades a nivel de gru- pos—Dado que los modelos se construyen tradi- cionalmente en torno al marco estructural y estratigráfico de una cuenca, la distribución dis- continua y heterogénea de las unidades litológi- cas prospectivas y no prospectivas dentro de una sección estratigráfica unitaria, a menudo se repre- senta en forma deficiente a través de la cuenca. El análisis de grupos identifica las unidades por las propiedades de sus materiales y mapea su dis- tribución a lo largo de todo un pozo. Relacionando las mediciones de laboratorio de estas unidades con las respuestas combinadas de los registros, se desarrollan relaciones entre núcleos y registros para cada grupo. Dado que el método no es afec- tado por la variabilidad del espesor o de los arre- glos de apilamiento de las diversas unidades de grupos, es posible predecir las propiedades a lo largo de toda la sección registrada de un pozo. Análisis de múltiples pozos—Para el análi- sis de toda la cuenca, los rótulos de los grupos de pozos múltiples se ajustan a un modelo de referencia unitario que contiene las definiciones de las propiedades de los materiales de la cuenca. Los resultados pueden utilizarse para la visuali- zación 3D de la variabilidad lateral en unidades prospectivas y no prospectivas. El análisis de los rótulos de los grupos re sultó esencial para la ejecución de un estudio regional de un cliente, que buscaba denodadamente un play de gas no convencional. El objetivo era mo- delar la discontinuidad vertical y lateral de las uni- dades prospectivas principales de un yacimiento de lutitas gasíferas compactas. Estos yacimientos son muy heterogéneos, tanto vertical como late - ralmente, y presentan alteraciones diagenéticas localizadas que crean gran variabilidad en las pro- piedades de los materiales. Como resultado, las propiedades mecánicas y las propiedades del yaci- miento cambian significativamente desde una lo- calización a otra entre los pozos, y el rendimiento de la producción a menudo varía, incluso entre pozos perforados muy próximos entre sí. El cliente solicitó la realización de un estudio para comprender la variabilidad de la permeabi- 52 Oilfield Review >Utilización de la heterogeneidad de la roca para seleccionar muestras de laboratorio. La heterogeneidad a escala de registros, indicada por los colores de los grupos (izquierda), se compara con los datos de heterogeneidad a escala de núcleos, obtenidos a través de la prueba de raspadura (curvas rojas), superpuestos sobre las fotografías del núcleo (centro). En la gráfica de heterogeneidad a escala de registros, el color se utiliza para diferenciar zonas de propiedades de materiales similares o disímiles, como una función de las mediciones de la resistencia a la compresión no confinada. En este ejemplo, los grupos amarillos corresponden a las unidades más débiles, y los pardos a las unidades más resistentes. Pasando de la región 1 (grupo amarillo), a la región 2 (grupo amarillo con transición al azul oscuro), la región 3 (azul oscuro con transición al pardo), y la región 4 (grupo pardo), la resistencia de la roca varía en más del 400%. Las fotografías del núcleo (centro) muestran una transición correspondiente en la resistencia a la compresión no confinada de 10,000 lpc [68.9 MPa] en la fangolita arcillosa (sección de núcleo 1) a 40,000 lpc [275.8 MPa] en el carbonato basal (sección de núcleo 4) dentro de este intervalo de 12 m [40 pies]. Las muestras pequeñas (derecha) se extraen de todo el núcleo para efectuar análisis y pruebas detalladas. Esta metodología ayuda a los operadores a asegurarse de que sus muestras pequeñas de 2 pulgadas den cuenta de la variabilidad presente en el núcleo entero. Heterogeneidad a escala de núcleos Heterogeneidad a escala de muestras Heterogeneidad a escala de registros 10 k 50 k 10 k 50 k 10 k 50 k 0 pie 1 pie 2 pies 2 pu lg ad as 0 pie 1 pie 2 pies 0 pie 10 k 40 k 1 pie 2 pies 0 pie 1 pie 2 pies 10 k 50 k 1 1 2 3 4 2 3 4 1 4 2 3 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 Rotulado de grupos Invierno de 2007/2008 53 lidad, la porosidad rellena con gas y el contenido orgánico total, ya que estos parámetros se relacio- nan con la calidad del yacimiento. Además, era importante comprender la variabilidad de las con- diciones de contención del crecimiento vertical de la fractura hidráulica en los diversos pozos que contenían unidades con calidad del yacimiento óptima. Para alcanzar un nivel de productividad también óptimo, la calidad del yacimiento debe combinarse con la calidad de la terminación. En este campo, la calidad del ya cimiento por sí sola, sin un tratamiento de fracturamiento exitoso y sin la contención del crecimiento vertical de la fractura, conduciría a un nivel de productividad deficiente. Mediante el mapeo de las localizaciones de todo el campo en las que existen simultánea- mente ambas condiciones de calidad del yacimiento y calidad de las terminaciones, el cliente pudo identificar