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Material de soporte Lider coach: beneficios, implicancia y retos Filosofía del liderazgo La búsqueda de los rasgos de los líderes, así como estudiar el estilo de Liderazgo más influyente, eficaz y proactivo sobre un mismo grupa ha sido una constante durante siglos en todas las culturas del mundo. ¿Qué hace que una persona consiga tener miles de seguidores? ¿Qué cualidades tiene el líder o cómo se comporta? ¿A qué nos referimos cuando hablamos de Liderazgo? Si nos remontamos al origen de la palabra líder, vemos que su etimología proviene del término inglés leader, guía. Este término aparece por primera vez en tomo al año 1300. Según la Real Academia Española de la Lengua, líder hacer referencia a la persona que dirige o conduce un partido político, un grupo social u otra colectividad, entendiendo a éste como persona o entidad que va a la cabeza entre los de su clase, especialmente en una competición deportiva (RAE, 2017). En esa línea, liderar hace referencia al acto de dirigir o estar a la cabeza de un grupo a fin de guiarlo para avanzar e ir para adelante El término Liderazgo, en cambio, surgió en la primera mitad del siglo XIX siendo editado por primera vez en 1828, por Wester, An American Dictionary of the English Language. Aunque no se convertirá en una palabra popular hasta el siglo XX. A pesar de que el término Liderazgo o líder parecen ser relativamente nuevos, responder a la pregunta sobre qué cualidades debe tener un líder o persona con poder ha sido y sigue siendo, hoy en día, un objeto de estudio de filósofos. economistas, sociólogos, psicólogos y políticos Veamos, a continuación, un breve resumen de los diferentes enfoques a lo largo de la historia Desde la antigüedad clásica (siglo VIII a.C. - siglo V d.C), y más tarde el Medioevo (siglo V - siglo XV) y el Renacimiento (siglo XV.siglo XVI), filósofos y literatos elaboraban diferentes modelos de cómo debían ser los hombres que habían de gobernar al pueblo. En todos los casos coincidían que el hombre debía poseer ciertas cualidades para poder dirigir o gobernar a todo un pueblo de forma adecuada, pero estas cualidades no se podían adquirir, ni aprender, dichos hombres debas presentarlas de forma innata. Más tarde, ya en el siglo XIX aparecen las primeras teorías del Liderazgo. Estas tenían en común con la visión clásica y greco-romana que los líderes debían poseer unas características específicas y que sin ellas el ser humano no podía llegar a ser líder. Estas teorías se denominan las Teorías basadas en las características. Mediante esas teorías se investigaron mucho acerca de cuáles debían de ser estas características y se dieron cuenta de que, si bien el tenerlas facilitaba el éxito del líder, no eran garantía como tal. Por ese motivo siguieron investigando y, más tarde, se centraron en los comportamientos de los líderes. (Teorías basadas en Comportamientos). En este caso, ya no sólo era importante el descifrar qué características tenía la persona que llegaba a ser un líder, sino también qué comportamientos tenía este ante el grupo. Los comportamientos del líder se observaban, principalmente en dos dimensiones. ➢ Su capacidad para orientarse a la tarea ➢ Su capacidad para orientarse a las personas Curiosamente, no encontramos ninguna teoría de la época que defienda que una misma persona pudiera tener una clara orientación a tareas y a personas a la voz. Así que las autores elaboraron modelos en el que el éxito de un factor excluye el éxito del otro Hasta ese momento, todas las teorías y enfoques tenían el denominador común de que el líder poseía unas características específicas y únicas, que no se adquirían con la experiencia o mediante el aprendizaje. Además, estos líderes tenían un comportamiento también determinado, único y fijo. Esta manera de concebir al ser humano, como un ser fijo, inmutable y único, es lo que defendía también Sócrates y Parménides con su "programa metafísico”. El paradigma metafísico, tal y como hemos visto en varias asignaturas del presente programa, tiene ciertas implicaciones como son la imposibilidad vara a persona de cambiar, de transformar y de adaptarse. Esta creencia 0 visión reduce enormemente el poder personal del ser humano y también todas las posibilidades para crear las mejores oportunidades para él. Teniendo en cuenta todo lo mencionado anteriormente, lo que tenemos hasta el siglo XIX son teorías que respaldan o se apoyan en los modelos clásicos de pensamiento, en los que los líderes debían tener unos atributos especiales y únicos. Podríamos decir que, según estas teorías, el líder se nace y no se hace Algunas de las teorías que se elaboraban en el siglo XX ya empiezan a introducir este cambio de mirada, en que el líder tiene la capacidad y la responsabilidad de adaptar su estilo, en función de la situación y los colaboradores que lidera. A medida que se avanza en el estudio de los Líderes y estilos de Liderazgo, se introducen nuevos factores para predecir el éxito o no del líder y su capacidad de Liderazgo. En el siglo XX cobran especial importancia las Teorías basadas en las contingencias, estas teorías tenían en cuenta la situación en las que el líder opera y el perfil de los colaboradores. Teoría de los rasgos de liderazgo Todas estas teorías de la época clásica tienen en común la concepción de que una persona es líder si posee unos atributos específicos. Y por tanto, uno nacía líder y no se hacía. Esta idea de que el Liderazgo se basa en los atributos individuales se conoce hoy en día como la "Teoría de los Rasgos del Liderazgo". La Teoría de los Rasgos del Liderazgo se exploró en profundidad en una serie de obras del siglo XIX. Las más notables son las de Thomas Carlyle (1795-1881) y Francis Galton (1822-1911) Estas han sido investigadas durante décadas En Héroes y Héroe de Culto (1841), Carlyle identifica los talentos, habilidades y características físicas de los hombres que subieron al poder. En Hereditaria Genio (1869), Calton examinó las cualidades de liderazgo en las familias de hombres poderosos. Calton concluyó que el Liderazgo era hereditario. En otras palabras, los líderes nacen, no se desarrollan Estas dos obras tan notables han prestado un gran apoyo inicial a la idea de que el Liderazgo se basa en las características personales del líder y, por tanto, no se puede aprender. Teorías basadas en las características Las teorías basadas en las características trataban de explicar quién es un líder y quién no lo es, en función de las cualidades y características personales. Estas teorías dominaron el estudio de Liderazgo hasta finales de la década de 1040. Por ejemplo, según esta teoría, personas como Margaret Thatcher, Nelson Mandela, Buda o Napoleón son reconocidos como líderes y se describen en términos tales como: carismáticos, valientes, entusiastas, dignos de confianza, entre otras características personales Por tanto, son los atributos personales, sociales, intelectuales los que describen quién es reconocido como un buen líder y quién no lo es. Pero veamos, ¿Cuáles son estos atributos que otorgan el que una persona sea un buen líder o no? Los esfuerzos para dar respuesta a esta pregunta dieron como resultado baños caminos sin salida. Por ejemplo, “una revisión de 20 estudios diferentes identificó cerca de 80 características de la personalidad, pero solamente cinco de estas características fueron comunes en cuatro o más de las investigaciones” (Robbins y Judge, 2008, p. 420). Según estas teorías, las características por las cuales los líderes tendían a diferir de los no líderes con: 1. La ambición y la energía 2. El deseo de liderar. 3. La honestidad y la integridad 4. Seguridad en uno mismo 5. Inteligencia 6. El conocimiento sobre el trabajo. Como podemos ver. son características que bien nos pueden ayudar a incrementar la probabilidad de triunfar como líder, pero en ningún caso nos garantizan el éxito como tal. Es por este motivo que podemos afirmar que esta teoría no alcanza a explicarqué hace que una persona sea líder o no. Entonces, ¿qué es lo que no contempla esta teoría y cuáles son los motivos por los que fracasó? Básicamente podemos señalar 4 razones: l. Pasa por alto las necesidades de los seguidores IL Ignora los factores situacionales lll. No puede poner en clero la importancia relativa de ciertas características. IV. No separar la causa del efecto. Con todo lo visto, podemos concluir que la teoría de las características no se sostiene y, por tanto, no la podemos considerar válida para definir quién es buen líder. Sin embargo, sí que podemos reconocer ciertas características personales e interpersonales que pueden contribuir a obtener un mayor éxito como líder. El coaching como estilo de liderazgo: Liderazgo de uno mismo El Coaching es una disciplina y metodología valiosa y podorosa para el desarrollo de un líder. Por oso, a nivel organizacional se habla de Coaching y Liderazgo de manera conjunta. El Coaching mediante sus fundamentos teóricos, herramientas conversacionales, emocionales, corporales, desarrollo de competencias y, sobre todo la mirada al ser humano, ofrece un gran valor añadido al líder para que pueda desarrollar su potencial personal y favorecer el desarrollo del potencial de los demás colaboradores El Liderazgo empieza con uno mismo. Todo líder ha de saber que debe gobernarse a sí mismo antes de poder liderar a los demás; y para ello es fundamental el autoconocimiento, así como el desarrollo personal. Del Liderazgo de uno mismo pasamos al Liderazgo de equipos y personas que fusionado con el Coaching permite que nazca la figura del líder-coach. Consideramos que ser líder es una elección personal. No basta con querer serlo. En muchos casos, cuando expresamos el deseo de algo, lo hacemos desde un estado de carencia. En cambio, lo que proponemos es partir de un estado de suficiencia como persona y, a continuación, elegir algo que representa un valor superior. A partir de esta visión, definimos como líder a la persona que decide responsabilizarse de sus elecciones, acciones y resultados, aprovechando su poder personal y relacional para lograr sus objetivos, dentro del respeto y encuentro con el otro y teniendo en cuenta las influencias del sistema en el que se mueve. Podemos elegir ejercer nuestro Liderazgo en cada momento y con cualquier interlocutor: sí es esta nuestra elección, nos convertimos en los principales creadores de nuestro bienestar. Además, para liderar a otros, primero necesitamos aprender a liderarnos a nosotros mismos. Todo comienza por conocer y comprender nuestra realidad interior, de ahí la importancia del autoconocimiento y del desarrollo personal. Cuando decidimos mirar adentro, descubrimos nuestras fortalezas, nuestros miedos y si logramos aceptamos, conseguimos entonces relacionarnos con los demás desde la empatía y no desde la soberbia. La persona que decide liderar a su persona y su vida, se focaliza en unas cuantas características, aptitudes y miradas. Vemos las principales: ● Es consciente de su poder y responsabilidad para co-crear la realidad deseada. No se siente víctima de las circunstancias, sino que sabe que su manera de ser, actuar y relacionarse co-crea la realidad. Cuando la realidad que vive no le satisface, no busca culpables externos sino que mira lo que puede cambiar de su persona y de sus acciones para lograr nuevos resultados. Al mismo tiempo, es consciente de que su poder no es absoluto y que existen factores que no controla ante los cuales se posiciona como observador. aprovechando los factores que les benefician y aceptando los que les dificultan. ● D A pesar de que haya situaciones que acontecen fuera de su control y deseo, el líder de sí mismo elige la emocionalidad con la que vivir estas situaciones, en base a sus interpretaciones. Considera que la fuente de su bienestar no está en los hechos en sí, sino en su propia interpretación de los mismos ● Tiene visión sistémica. Es consciente de que el individuo no sólo está condicionado por el sistema sino que es también creador del sistema mismo y por ende protagonista. ● Anhela conocer quién es hoy y quién quiere llegar a ser mañana: El líder de sí mismo se escucha y observa a sí mismo para conocerse mejor y a la vez, consciente de su poder de transformación, se plantea quien quiere llegar a ser mañana y actúa para lograrlo. ● Tiene en cuenta su dimensión lingüística, emocional y corporal. Sabe que su modalidad de interpretar y sentir (desde el cuerpo y las emociones) tiene un impacto directo en la realidad que desea crear. ● Posee espíritu de aprendizaje. Ve en cada circunstancia una oportunidad para aprender algo nuevo para su persona. ● Se acepta así mismo, también en sus “imperfecciones”, viviendo los “errores” como parte del proceso. El arte de ser líderes, por lo tanto», no es exclusivo de los artistas o ejecutivos. Cada persona puede elegir afianzar su liderazgo, convirtiéndose en protagonista de su vida. Ello implica un proceso de reflexión y transformación para alcanzar una potente definición de sí mismo (en términos de valores, competencias, objetivos) y desde esta nueva identidad poner en acción lo que está en su poder para alcanzar lo que anhela. En este sentido amplio, el líder es quien elige ser dueño de su vida y de su propio bienestar, en primer lugar, mira a su parte de responsabilidad que es también su poder para cambiar las cosas: aceptan la realidad presente tal y como es y desde ese asentir. eligen ejercer su Liderazgo para crear una realidad nueva, coherente con su sueño, ya sea el de montar una empresa sólida o el de crear una familia; respetar a los que hacen elecciones distintas y atreverse a transitar por zonas incómodas para aterrizar en un terreno de mayor bienestar y creatividad Por lo tanto, el Liderazgo de sí mismo tiene como enfoque el desarrollo de la persona Este propósito puede ser visto como un fin en sí mismo (para cualquier persona que decida tomar las riendas de su propia vida) o como punto de partida fundamental para profesionales que ejercen como líderes de otras personas (directivos, responsables de equipos, coordinadores, emprendedores, entre otros) El líder-coach Las empresas de hoy son cada vez más conscientes de que, para poder generar resultados en la incertidumbre de la economía actual y la velocidad del cambio, es crucial poder contar con directivos/líderes que sepan dirigir y guiar a su gente para que contribuyan a los resultados de la organización dando lo mejor de sí, en interdependencia con los demás. Por lo cual, las empresas de hoy necesitan cada vez más a Iíderes-coachs que sepan generar resultados extraordinarios desde una visión sistémica, dentro y fuera de la organización. Uno de los propósitos del Coaching Organizacional es acompañar a directivos y responsables de equipos para que se conviertan en líderes-coachs para que además de dirigir y gestionar para producir resultados, adquieran competencias para inspirar a sus colaboradores el logro de estos resultados “El Liderazgo coach es un proceso donde se combina el desarrollo organizacional con el crecimiento profesional y personal de los colaboradores. No solo su formación o entrenamiento técnico, sino su motivación, involucración con la compañía y su potencial hasta lograr lo mejor de cada uno." (Villa y Caperán, 2014, p. 61). El líder-coach es quien, además de las habilidades directivas y de Liderazgo, decido empoderar a sus colaboradores (de manera análoga a lo que hace el coach con sus clientes) para sacar a la luz todo su potencial, a fin de mejorar su desempeño y lograr mejores resultados y mayor bienestar dentro de la organización. El líder-coach piensa en su personal en términos de su potencial futuro más que en su desempeño pasado ya sea para la satisfacción de sus empleados, como para los resultados de la empresa. Además, no se limita a dar órdenes sino que alienta el dominio personal de sus empleados y, por lo tanto, la participación, la responsabilidady el compromiso de estos. Hoy en día, son muy pocas las empresas que alientan el crecimiento de sus integrantes. Tal vez esto se deba al miedo a perder el control por parte de los directivos, con una inercia cultural que tiende a hacer las cosas como siempre se han hecho y por las creencias generales en la sociedad, que tienden más a la desconfianza que a la responsabilidad y el compromiso. Por otro lado, también puede haber cierta resistencia por parte de los trabajadores, ya que más dominio personal implica por un lado más poder y libertad y, por otro lado, mayor responsabilidad. Sin embargo, consideramos que desarrollar en una empresa una cultura basada en valores como el desarrollo de las personas, la responsabilidad individual y compartida, mayor autonomía y, a la vez, interdependencia, sería coherente con el deseo más o menos consciente de todo ser humano para realizarse, aprender. compartir, decidir y evolucionar Ese camino de inspiración implica que los managers promuevan en su empresa y con su gente una cultura de autoconocimiento, aprendizaje, desarrollo y empoderamiento, similar al proceso en el cual el coach acompaña a sus clientes. Evidentemente, la relación entre un directivo con su equipo no va a ser igual a la de un coach con su cliente. Hay que tener presente que un líder no puede realizar un proceso de Coaching en toda regla con sus empleados. Un coach externo no tiene (o no debería tener) ninguna expectativa ni interés personal en el camino del cliente. Evidentemente, no es lo mismo cuando la relación es entre jefe y colaborador. El coach es un profesional “externo” a la empresa, cuya función principal es fomentar el desarrollo de sus clientes en función de los objetivos. Sin embargo, directivo y colaboradores pertenecen al mismo sistema, comparten objetivos, valores, dificultades del día a día, roles y responsabilidades diferentes dependiendo de la estructura de cada empresa. Sin embargo, entre ejercer de jefe desde la autoridad y ser un coach profesional, hay un paso intermedio que consideramos que es muy beneficioso para la organización y todos sus integrantes. El líder, sin llegar a ser un verdadero coach, puede utilizar muchas de las competencias del coach para fomentar la responsabilidad, autonomía y aprendizaje de sus colaboradores. Convertirse en líder-coach o directivo-coach implica integrar a las funciones del management, nuevas competencias y miradas que favorezcan el logro de los objetivos mediante el desarrollo de sus colaboradores. Profesionalmente, no se le puede exigir a un directivo que no se haya formado como coach, que tenga las capacidades y las experiencias de un coach profesional. Además, al directivo no le resultará fácil separar su rol de jefe y de coach. En función del tipo de empresa, él seguirá marcando objetivos y líneas directrices y tendrá funciones diferentes de su colaborador. Así mismo, el colaborador puede que no se abra totalmente a su jefe, como lo haría con un coach externo. Necesitamos ser conscientes de estas barreras que se pueden presentar en la relación líder-coach y colaborador. Sin embargo y a pesar de estas posibles barreras, los beneficios para todos los implicados de tener en la empresa a directivos-coachs consideramos que pueden tener un impacto enorme en toda la empresa. De hecho, cada vez resulta más evidente que capacitar a los colaboradores es y será una de las principales actividades de todo líder. El management histórico, está orientado al control, al orden y a la obediencia. Actualmente, esta orientación es poco efectiva y trae como consecuencia que las personas se sientan objetos para ser medidos, controlados. evaluados y explotados para que rindan al máximo. En cambio, el Coaching aplicado al Liderazgo propone: A. Crear líderes-coach que inspiren al equipo, alineando los valores de los integrantes del equipo a los valores de la empresa, involucrando a los colaboradores en la definición de objetivos B. Fomentando la participación en la toma de decisiones. C. Favoreciendo el compromiso en lugar del mero acatamienta D. Dejando espacio de autonomía y responsabilidad para favorecer la iniciativa y la creatividad E. Acompañando a los colaboradores para que identifiquen y fortalezcan las competencias que ya tienen desarrolladas y afiancen las que todavía no tienen tan desarrolladas. F. Guiando en la gestión de las emociones y estados de ánimo. G. Ofreciendo herramientas para una comunicación más efectiva y conectada con el propósito común entre los varios interlocutores dentro y fuera de la empresa. En definitiva, el líder -coach se enfoca en fomentar el desarrollo y aprendizaje de sus colaboradores para que den lo mejor de sí en beneficio de ellos y de toda la empresa. El Líder-coach fundamenta su práctica en el eje de los resultados y del bienestar. El Coaching, como estilo de Liderazgo, propone desarrollar una verdadera cultura y clima organizacional que produzca una sinergia tal, que le otorgue poder a los integrantes de un equipo para que logren resultados superiores en la realización de sus tareas. Ese poder está ausente en una cultura clásica de management, en la que las personas son sobre todo ejecutores de tareas y objetivos marcados desde arriba. En el modelo que planteamos, el líder no busca simplemente aumentar la productividad y rendimiento de su gente, sino que quiere involucrar a los colaboradores en el proyecto de la empresa, fomentar su compromiso y promover su poder para lograr objetivos compartidos. Desde esta mirada del líder-coach, la identidad del directivo se basa en dos aspectos fundamentales: ser responsable de producir resultados y ser capaz de inspirar a sus colaboradores a contribuir al logro de esos resultados. Los tres campos donde opera el líder-coach Los campos donde opera el líder son fundamentalmente tres: visión sistémica, propósito superior e interdependencia. Será necesario desarrollar cada uno para comprender en detalle las esferas de acción. Visión sistémica La primera responsabilidad del líder es desarrollar una visión sistémica de la realidad y de su organización. A lo largo de este programa, hemos desarrollado ampliamente la importancia para el coach de tener una visión sistémica y sus implicaciones. Recordamos que la visión sistémica propone soluciones en las cuales se tiene que considerar las partes que componen la estructura de lo que se define como sistema pero, sobre todo, la relación entre las partes y el sistema en su conjunto en relación con su medio.Dicha estructura no es algo estético y objetivo. Nosotros con nuestros actos y pensamientos somos parte de la estructura, de hecho, la co-creamos y esta acaba infiuyéndonos. El éxito de un sistema, por lo tanto, no radica en que cada elemento haga "su tarea", sino en que todos los elementos interactúen bien entre sí y con su medio. El líder con visión sistémica interpreta a su organización, y a la realidad que la rodea, como un espacio lleno de posibilidades creativas para co-Crear conjuntamente con los miembros de su empresa la realidad deseada. El ¡líder con visión sistémica mira a las dificultades como oportunidades para desarrollar nuevas competencias individuales y relacionales, además de tener una visión de largo plazo. Asimismo, no se limita a mirar los acontecimientos o las partes de un síntoma como elementos aislados y separados entre ellos, sino que ve patrones de comportamiento, estructuras sistémicas y propósito. La actitud del líder con visión sistémica no es solo la de reaccionar a los eventos (aprendizaje adaptativo) sino la de ignorar la realidad deseada (aprendizaje generativo). Una consecuencia de esta mirada en la actividad del día a día, por ejemplo, es la de no ofrecer soluciones y recetas rápidas a sus colaboradores cuando se muestran ante el líder-coach con dificultad, sino favorecer su reflexión con preguntas con el objetivo de alimentar su desarrollo y no sólo lograr una solución a la dificultad a corto plazo. Comosabemos, desde una visión sistémica, todos los integrantes de un sistema comparten la responsabilidad y, por lo tanto, la historia de un único "culpable" es siempre parcial. Propósito superior Al hablar del propósito superior nos referimos al valor que está detrás de la visión de la empresa. El líder-coach está conectado con este propósito que sirve de marco para definir sus estrategias, sus planes operativos y para inspirar y guiar a sus colaboradores hacia el logro de los resultados. La conciencia del propósito superior es lo que permite a los integrantes de una organización sentir que forman parte y están contribuyendo a algo mayor y trascendente, para convertir las aspiraciones individuales en logros compartidos. Gracias al propósito superior podemos pasar del "yo" al "nosotros". Los líderes conectados con el propósito superior no solo motivan a sus colaboradores sino que inspiran gracias a su presencia que conecta con el corazón de los demás. Nadie puede comprometerse, apreciar el valor de su contribución aunque sea mínima, si ignora el para qué, la finalidad última a la cual está contribuyendo con su esfuerzo. Además del propósito superior, el "para qué" último hacia el cual se dirigen todas las estrategias. acciones y decisiones empresariales, el líder-coach está conectado con “el propósito común" que une a varios colaboradores, departamentos y equipos ante la toma de decisiones y resolución de conflictos.: Interdependencia El líder-coach sabe que en cualquier equipo es fundamental coordinar las acciones y conversaciones de sus integrantes para que funcionen como un todo. Esta capacidad para coordinar las contribuciones de los actores clave para que funcionen como un todo, se define como interdependencia Cuando en un equipo se favorece la interdependencia sus miembros se sienten apreciados por sus diferencias así como empoderados. Trabajar con interdependencia permite que los integrantes sean conscientes de que sus aportaciones no tienen impacto solo en su tarea individual, sino en procesos conjuntos de todo el equipo favoreciendo el compromiso grupal Las disposiciones del líder-coach para influir En cada uno de estos tres campos, el lider-coacn muestra su maestría apareciendo con convicción a través de la determinación, arriesgándose gracias a la Flexibilidad, escuchando activamente gracias a la Apertura y mantonióndose on el presente gracias a la Estabilidad. Cuando el líder tiene desarrollada las cuatro disposiciones, aparece con mayor poder de influencia. Recordemos las cuatro disposiciones y las características beneficiosas y principales para el líder-coach: ➢ La estabilidad está asociada al estado emocional de la firmeza ➢ La apertura está asociada al estado emocional de la aceptación. ➢ La determinación está asociada al estado emocional de la convicción. ➢ La flexibilidad está asociada al estado emocional del entusiasmo. Estabilidad para tomar conciencia de lo que acontece en el presente La estabilidad es la disposición que nos permite estar presentes aquí y ahora y conscientes en el día a día. La estabilidad nos lleva a desarrollar una estructura segura con la que poder echar raíces y construir. Es la fuerza que active la necesidad de tener una vida segura y nos conecta con la necesidad de mantener vínculos con las personas, relaciones, proyectos y organizaciones. Igualmente, nos permite establecer límites con nosotros mismos y con los otros. La estabilidad permite al líder estar en el presente aprovechando y ofreciendo los recursos, formaciones e información que necesita cada persona para desarrollarse profesionalmente y construir proyectos ambiciosos. Apertura para dar y recibir retroalimentación La apertura manifiesta la capacidad de una persona para abrirse al otro, relacionarse y conectar con las demás personas. Es la energía disponible para dar y recibir amor en el mundo, empatizar con los demás así como comprenderse a uno mismo. La apertura es la disposición corporal que reconcilia, abre el camino del entendimiento y de la acogida. Se manifiesta en forma de sentimientos y acciones creadoras de vida. La apertura nos facilita el sentir con nosotros mismos y con los otros. Cuando tenemos desarrollada esta disposición nos abrimos a observar, escuchar, ceder, sostener el silencio y aceptar. La apertura permite al líder escuchar activamente a los miembros de su equipo y ofrecer retroalimentación para guiarles hacia un desempeño más eficiente. La apertura permite al líder comprender más a su gente y saber qué necesitan específicamente para ofrecer lo mejor de sí. Determinación para persistir en la creación de resultados superiores. La determinación es la disposición que activa la fuerza para emprender nuevos proyectos coherentes con los principios que uno valora en la vida. Es una energía que nos permite comprometernos con nuestros valores y nos lleva a satisfacerlos. La determinación nos empuja a caminar hacia una dirección clara y a tomar decisiones. En esta disposición entramos en una relación activa con las cosas y las personas, aparecemos con nuestra fuerza, poder, fuerza de voluntad y capacidad de acción para lograr aquello que deseamos. Y, además, inspiramos a otros para avanzar, desde la vitalidad. Es una disposición que cuando está presente es tremendamente atractiva. A través de la determinación, el líder dirige a su gente hacía los resultados deseados y los guía para tomar decisiones, encarar retos y superar dificultades Flexibilidad para crear un clima para conversar. La disposición de la flexibilidad es fundamental para crecer y aprender, ya que nos facilita el camino en terrenos desconocidos e inesperados. La flexibilidad nos permite arriesgarnos, lanzamos a lo desconocido, ya que intuimos que podría haber algo valioso para nosotros. Cuando tenemos la flexibilidad muy desarrollada, nos abrimos a soñar, crear, reinventar y explorar. Gracias a la flexibilidad, el líder crea un clima creativo, de participación al diálogo, a las propuestas innovadoras y en el que prevalece el estado de ánimo y de entusiasmo. La flexibilidad permite también tomar riesgos y aventurarse hacia caminos desconocidos para lograr los objetivos. Cuando tenemos desarrolladas todas las disposiciones de manera equilibrada, decimos que nace una quinta disposición, el Zen: un estado de centramiento desde el cual observamos todo lo que acontece en nosotros y fuera de nosotros, desde un estado de quietud, confianza y paz. En este estado Zen tenemos todas las disposiciones activas para cuando las necesitemos. Nuestra corporalidad se manifiesta con movimientos seguros, a la vez que suaves, ágiles, sin esfuerzos ni excesos. Este es el estado necesario para cualquier líder-coach, a fin de que pueda aparecer con firmeza y, a la vez, con empatía hacia sus colaboradores; comprendiendo, a la vez que les estimula hacia nuevos aprendizajes; mostrando apertura y, a su vez capacidad para establecer límites. El líder-coach que está en estado Zen, aparece centrado, firme, fuerte y, a la vez, sensible y flexible Se deja tocar por las emociones de sus colaboradores sin que ellas lo desbaraten. Competencias del líder-coach: ¿Qué habilidades tendría que tener el líder que ejerce como coach de su gente? En primer lugar, antes de hablar de las habilidades específicas necesitamos remarcar que la gestión de su equipo debería ser una de las prioridades del líder-coach. Orientativamente consideramos que debería dedicar, por lo menos, un tercio de su agenda a gestionar su equipo. Si bien muchos directos son conscientes de la importancia de dedicar tiempo a las personas, en muchos casos acaban priorizando otras tareas de su función y cargo, descuidando la relación con su gente. Las competencias fundamentales que un líder-coach necesita desarrollar son las siguientes: 1. Escucha activa. La escucha activa es la capacidad para permanecer totalmente atentos, con nuestros oídos a sensaciones, emocionales y corporales cuando escuchamos alotro. El líder-coach, al escuchar activamente a su gente, logra comprenderles más allá de su discurso verbal, ya que capta sus estados emocionales y su lenguaje corporal. Gracias a la escucha de lo que dice cada colaborador y el equipo en su conjunto y lo que no dicen, el líder-coach capta el clima las fortalezas y dificultades de su equipo y puede consecuentemente ofrecerles reflexiones, conversaciones, recursos y procesos específicos en función de lo que necesitan en cada momento. 2. Empatía. Una vez que el líder-coach aprende a escuchar, a entender los mensajes de su gente, le sigue el comprender al otro: la empatía. En cualquier relación es fundamental comprender lo que sienten y piensan las demás personas, aunque sabemos que esto no es totalmente posible. La empatía es la capacidad de ponerse en los zapatos del otro, para reconocer, comprender y apreciar los sentimientos y las emociones que la otra persona siente. Mostrar empatía es una forma de indicar el respeto que sentimos por las ideas de nuestro interlocutor. Tener empatía no implica que el líder-coach haga suyas las emociones de sus colaboradores o que esté conforme con cualquier estado emocional que aparezca en el ambiente de trabajo. La empatía implica simplemente que el líder-coach reconoce lo que le pasa a su colaborador que consecuentemente se siente “visto” por su jefe, incluso en el caso en que este último le invite a aparecer con otro estado emocional. Sabemos que la pregunta es la herramienta principal que usa el coach. El coach se sitúa en la cultura del "inquirir" (del latín inquerere, significa buscar adentro) cuyo propósito no es el de dar soluciones, respuestas certeras o puntos de vistas personales sino ofrecer "preguntas" para favorecer la reflexión y el descubrimiento de quien las recibe. Dado el propósito fundamental del líder coach de promover el desarrollo de sus colaboradores, la pregunta es una herramienta fundamental para conseguir este fin. Gracias a las preguntas el líder-coach: ● Conoce més lo que valoran y aprecian sus colaboradores ● Descubre lo que necesitan para lograr los objetivos ● Se asegura de que quede claro lo que ha compartido en cuanto a objetivos, líneas directrices, decisiones, entre otras. ● Favorece la reflexión, autonomía, empoderamiento y responsabilidad del colaborador para que busque la solución o tome la decisión. Las preguntas del líder-coach están orientadas, en general a ➢ Crear el contexto ➢ Hacer reflexionar. ➢ Identificar valores y aspiraciones ➢ Investigar sobre posibles preocupaciones ➢ Desafiar creencias limitantes ➢ La acción. ➢ Generar acuerdos. Preguntar en el Coaching es un arte que se puede aprender y que requiere mucha práctica para saber reconocer las preguntas que realmente tienen un impacto en los colaboradores, generando toma de conciencia, nuevos puntos de vista, desafío de creencias e impulso hacia la acción 3. Saber gestionar los estados emocionales. Un líder-coach además de saber conversar, siendo consciente del poder generativo del lenguaje, necesita poder saber reconocer sus emociones y estados de ánimo, fortalecer los que son coherentes con lo que quiere crear con su gente y trascender los que le limitan. Sabemos que nuestra comunicación con otros está condicionada por el estado de ánimo que existía antes de iniciar la conversación y por el estado de ánimo que se genera en la misma conversación. Sin embargo, no solemos hacer mucho al respecto, como si los estados de ánimos fueran algo que no podemos crear o cambiar. Nos convertimos en víctimas pasivas, tanto de los estados de ánimo preexistentes como de aquellos que producimos. El líder coach, a través de sus conversaciones, es un maestro en el arte de provocar estados de ánimos vitalizadores en su equipo. Asimismo, el líder-coach es consciente de que sí bien no puede evitar sentir ciertas emociones cuando se produce un acontecimiento extremo, puede elegir alimentar esta emoción para que permanezca dentro de él o ella o dejar que salga, gracias a sus interpretaciones. 4. Mirada apreciativa y potenciadora. Esta quizás es la competencia más "sutil" y más poderosa del líder-coach. Probablemente, más que una habilidad es una modalidad profunda de mirar el ser humano, tanto en lo referido a mirar a los demás y a uno mismo. Para favorecer el desarrollo de sus colaboradores, el líder-coach necesita mirarles no tanto desde su desempeño pasado, sino desde su potencial futuro. El líder-coach cree profundamente en las capacidades de su gente que, en muchos casos. están actuando por debajo de su potencial. Ante un comportamiento inapropiado o un rendimiento bajo por parte de alguno de sus colaboradores, el líder-coach se plantea: ¿qué puedo hacer yo para favorecer que mi colaborador dé lo mejor de sí a partir de ahora?. Es evidente que no toda la responsabilidad recae en el líder-coach, ya que cada colaborador elige lo que está dispuesto a aprender, crecer y sacar a la luz. Evidentemente, una mirada apreciativa y el desarrollo de ciertas competencias favorecen que esto se dé. 5. Capacidad de metacomunicar. La metacomunicación es la capacidad para salir del tema de la conversación con el interlocutor (en la que hablamos de tareas, decisiones, objetivos, entre otras) para conversar sobre la relación entre el líder-coach y el colaborador. En la metacomunicación, la mirada está dirigida a la conversación de la relación; por lo tanto, la responsabilidad es compartida. Al igual que en cualquier otra relación, a veces es útil la metacomunicación, o comunicarse sobre la relación de comunicación entre el líder-coach y el colaborador, ya que favorece confianza y apertura, además de permitir reconducir estados de ánimo limitantes en el momento en que aparecen. 6. Orientación a la acción y resultados. El líder-coach favorece la indagación, la toma de conciencia y desarrollo de sus empleados para que todo ello se manifieste en la acción coherentemente con los resultados que se quieren lograr. Tanto las acciones acordadas periódicamente como los planes de acción más estructurados deben tener un seguimiento por parte del líder, no tanto como controlador del proceso, sino como apoyo para la identificación de dificultades u oportunidades. 7. Saber dar feedback. Otra habilidad del líder-coach es la capacidad de dar feedback para favorecer el desarrollo y desempeño de sus colaboradores. A continuación, vemos algunas de las características para dar feedback eficaz: ● Utilizamos mayoritariamente un lenguaje descriptivo, concreto y específico, en lugar de un lenguaje evaluativo y abstracto ● Si damos una interpretación la fundamentamos en una afirmación. Tanto si es un feedback positivo para reforzar comportamientos y competencias como si es un feedback a mejorar, lo ideal es acompañar cada interpretación con una afirmación. ● Tenemos claro el propósito común y el "para qué”. A la hora de dar feedback necesitamos ser conscientes del "para qué" lo damos: si para reforzar una competencia, favorecer un cambio en los comportamientos o favorecer nuevas acciones, entre otras cosas. 8. Asertividad. La asertividad es la habilidad para ser claros, francos y directos, comunicando con seguridad lo que se quiere decir, desde el respeto a las visiones de los demás. La persona asertiva logra establecer una relación comunicativa, desde el respeto a su persona y sus ideas, sin agredir a su interlocutor, pero tampoco sin quedar sometido a su voluntad. La asertividad se sitúa en el medio de la pasividad y la agresividad, de manera tal que nos permite, sin agredir a los demás, comunicar nuestro punto de vista de forma madura y certera. La asertividad es básicamente un estado mental que nos permite poner límites ante otras personas (disposición de la "estabilidad") y poder transmitir nuestras ideas sin temor. La comunicación asertiva obedece al auto respeto y a la autoestima, así como al respeto del otro. Muchas veces, la asertividad se asocia también ala capacidad de ser sintéticos en los mensajes. Un líder-coach asertivo, que tiene claro lo que quiere comunicar a sus colaboradores, no necesita hacer largos discursos. Los grandes líderes suelen ser grandes simplificadores que tienden a acortar las largas discusiones, aclarar dudas enfocándose en la solución, teniendo una visión global de todos los involucrados. La asertividad se apoya en la escucha activa y empatía Para ser asertivo, necesitamos escuchar no solo oír, no interrumpir, ser empático, poder comprender al otro y dar el tiempo a la otra persona de expresarse. Metodologías ágiles para promover una cultura dinámica Qué són las metodologías ágiles? En el mundo de la gestión de proyectos es importante garantizar un desarrollo eficiente de los proyectos capaz de satisfacer los requerimientos del cliente en los tiempos establecidos y bajo un control riguroso del costo; existen diversos tipos de proyectos que se pueden clasificar por costo, por duración o incluso por el área en el que se va a desarrollar, por esta misma razón existen una gran variedad de metodologías que nos permiten llevar a cabo una planificación y un control de los proyectos de acuerdo a la clasificación de los mismos. Las metodologías tradicionales han marcado un icono en la historia pues son de gran trayectoria y al pasar de los años han venido siendo perfeccionadas bajo la experiencia de quienes las utilizan y del mismo modo existen certificaciones para aquellas personas que demuestren el manejo experto de las mismas. Las dos metodologías tradicionales de mayor trayectoria son PMP y Prince2, por lo que es necesario que hagamos un acercamiento e indaguemos más acerca de sus diferencias y de los aportes que nos ofrece la gerencia de proyectos bajo estos estándares. Por otro lado, las metodologías ágiles han tomado fuerza por su flexibilidad en el manejo de los proyectos y por su velocidad que nos permite avanzar sin dedicar mucho tiempo en la planeación, siendo esta una metodología abierta a los cambios y enfocada a trabajar con equipos de personas motivadas. La metodología “Agile” es la pionera de las metodologías ágiles y surgió para cubrir necesidades de proyectos de desarrollo de software en los que si se aplican metodologías tradicionales pueden ser muy robustas para este tipo de proyectos; El entregable final se divide en varios entregables y estos a su vez se dividen en trabajos iterativos que son desarrollados por cada miembro de un equipo de proyecto. Durante varios años las metodologías aplicadas para la ejecución de proyectos de Software eran las metodologías en cascada, las cuales tenían ventajas como una amplia documentación lo que daba flexibilidad en rotación de los miembros del equipo, estimación de presupuesto y calendarios en una etapa temprana. Sin embargo, también tiene una serie de limitaciones, una de ellas es que alguna alteración o cambio en el diseño del proyecto en cualquier etapa genera un gran impacto, adicional a que el cliente recibe un producto o servicio tangible en etapas muy avanzadas del proyecto, lo que produce un poco poder de reacción ante algún tipo de error. A raíz de estos inconvenientes en la metodología en cascada han surgido otras metodologías para solventar los inconvenientes de la metodología tradicional. Metodología tradicional vs metodología ágil Los proyectos de software han incrementado su nivel de importancia debido al impacto causado por la globalización ya que dicha industria se ha enfrentado a la competencia de compañías internacionales que brindan precios más bajos, por esta razón se ha logrado que el desarrollo tecnológico crezca a pasos agigantados, generando una necesidad inminente de crear estrategias para el desarrollo y la implementación de estos en las industrias. Por otro lado, se definen los proyectos informáticos como una línea de tiempo con una duración requerida para lograr un objetivo establecido, comenzando en un instante hasta finalizar en un periodo esperado del proyecto, pero sin duda esta definición no tendría mayor sentido si no se establecen algunos puntos fundamentales de los proyectos de software como lo son cliente, usuarios, termino, tiempo, desempeño técnico y jefe del proyecto, con el fin de entender su complejidad tanto en el desarrollo como en la implementación, los cuales van a requerir de una adecuada gestión de proyectos para obtener el éxito de los mismos. (Cuellar, 2013). El ciclo de vida de los proyectos de software teniendo en cuenta varios autores se centran en dos categorías esenciales, las actividades de gestión y las actividades técnicas; las actividades de gestión son las que se encuentran relacionadas con metodologías de administración de recursos, procedimientos y técnicas avanzadas para la planificación, el control y la ejecución de proyectos, mientras que las actividades técnicas se centran en el desarrollo mismo del programa que se divide en varias fases de diseño y construcción. Es por esto que la historia de las grandes empresas de software ha venido construyendo diferentes metodologías para la gestión de sus proyectos en aras de llegar a resultados en corto tiempo y cumpliendo con las especificaciones de los mismos, optimizando recursos de mano de obra y costos asociados. Luego de entender la naturaleza del desarrollo de un producto de software veamos cuáles fueron los modelos con los que se empezaron a crear los proyectos de software a nivel mundial. 1. Ciclo de Vida Tradicional o Modelo en Cascada. Es el enfoque metodológico que busca organizar de manera rigurosa aquellas etapas del proceso para el desarrollo de software, es decir, no se comienza una nueva etapa del proyecto sin haber culminado la anterior a tal punto que antes de las entregas, se realice una revisión exhaustiva en la que se determine la pertinencia de continuar con la siguiente fase o corregir las variables negativas de la fase en curso. Este modelo fue el primero en originarse y es la base de todos los demás modelos de ciclo de vida (Royce, 1970, citado por Bedini, 2006, p. 177) 2. Modelo de crecimiento iterativo o incremental. Este modelo de desarrollo se encuentra contenido por un conjunto de actividades a desarrollar en lapsos de tiempo cortos, siendo uno de los más utilizados debido al uso de estrategias novedosas que permiten la programación de cada una de sus etapas comenzando por el análisis y finalizando con la aprobación. (Basili, 1975, citado por Bedini, 2006, p. 178) 3. Modelo de Prototipos. Este diseño tiene como objetivo construir un prototipo que es evaluado por el cliente con el fin de modificar o pulir los requisitos del software que se desarrollará. con el prototipo ya establecido, se logra la realización de entrega en poco tiempo y a menor riesgo ya que se ha preestablecido antes con el ente directo e interesado. (Boehm,1984, citado por Bedini, 2006, p. 178). 4. Modelo espiral. Este enfoque es evolutivo en donde se orienta a la determinación del riesgo en el desarrollo del Software y se tienen ciclos de desarrollo iterativo en forma de espiral, de modo que el análisis y la construcción son los ciclos interiores y los ciclos exteriores representan el ciclo de vida clásico, así mismo cada ciclo tienen un análisis de riesgo. Es un modelo adecuado para proyectos de gran escala. (Boehm, 1986, citado por Bedini, 2006, p. 179) Para hablar de aquellas metodologías utilizadas en el desarrollo de proyectos de software, es importante aclarar que estas se refieren a una organización establecida para dar una estructura y un plan al que se le realiza la revisión respectiva con el fin de controlar tanto el proceso como los resultados obtenidos durante la ejecución de un proyecto. (Araya & Ramírez, 2014). Metodología tradicional En los orígenes del desarrollo de software no existían metodologías para la ejecución de estos proyectos por lo que se vio necesario adoptar metodologías existentes de otras áreas para adaptarlas al desarrollo de software, por endese dividían los proyectos en etapas y se llevaban a cabo de manera secuencial, es allí donde nace el concepto tradicional, para lo cual es importante dar un repaso por las importantes metodologías tradicionales las cuales se centran en llevar una extensa documentación para garantizar el cumplimiento de un plan de proyecto definido previamente en una fase inicial que se menciona a continuación. El Rational Unified Process (RUP), se refiere a un proceso de ingeniería de software que tiene como objetivo la organización y asignación de tareas en una organización de desarrollo, asegurando así el incremento de producción y mejor calidad que logren llenar de satisfacción a los clientes finales. En cuanto a su metodología según lo mencionado por Bedini, 2006 hace uso de diagramas de los casos de uso, y manejo de los riesgos. Fue desarrollado por Rational Software y puede ser adaptado y extendido para satisfacer las necesidades de la organización que lo adopte. Microsoft Solution Framework (MSF), se encuentra contenido por las mejores prácticas en cuanto a administración de proyectos, donde lo más importante es tener una visión clara de los requerimientos del cliente, con el fin de motivar a todo el equipo de trabajo en el que se definirá a los líderes responsables e identificar las metas y objetivos del proyecto, que deben ser respetadas hasta el final. otra de las fases importantes es la de Planificación, en donde el equipo prepara todas las especificaciones funcionales, realización del proceso de diseño y plan de trabajo para los entregables del proyecto. Durante la fase de desarrollo el equipo debe realizar la construcción tanto documentación como código y el desarrollo y la implementación de la infraestructura. Finalmente se encuentra la fase de la estabilización en donde se realizan todas las pruebas enfatizando el uso y la operación bajo condiciones reales de este modo el equipo de trabajo se enfoca resolver errores para estabilizar la instalación y obtener la aprobación final del cliente. (Figueroa, Solís, & Cabrera, S.F). Por otro lado, encontramos la Administración de proyectos utilizando PMBOK. La administración de proyectos además de ser una metodología muy robusta, se encuentra enfocada en poner en evidencia aquellos conocimientos, aptitudes y estrategias para dar cumplimiento a todos los requerimientos del proyecto (PMI, 2017). El PMI establece que la administración de proyectos se puede realizar mediante la correcta aplicación, implementación e integración de 49 procesos los cuales se encuentran categorizados dentro de 5 grupos de procesos los cuales son: Inicio, Planificación, Ejecución, Monitoreo & Control y Cierre. Adicionalmente se debe realizar una plena identificación de requerimientos, panorama de necesidades, expectativas y posibles variables negativas propuestas por los interesados desde que se planea hasta que se ejecuta el proyecto. Administrar los interesados hacia la consecución de los requerimientos o entregables del proyecto. al iniciar el proyecto son bajos los costos y el nivel de contratación, variables que aumentan durante la ejecución y finalización del mismo ya que se debe garantizar la calidad y puntualidad en las entregas. Las variables negativas y dudas son mayores al iniciar el proyecto, conceptos que cambian a medida que se van entregando avances frecuentes que permiten realizar las correcciones oportunas sin retrasar o pausar el proyecto. Los grupos de procesos se clasifican en cinco grupos para realizar la debida administración de los mismos: un grupo de procesos de iniciación (garantiza la exposición y autorización del proyecto). Grupo de procesos de planificación (garantiza el alcance, objetivos y procedimientos del proyecto). Grupo de procesos de ejecución (garantiza la ejecución del proyecto y la respuesta oportuna a cada uno de los requerimientos). Grupo de procesos de monitoreo y control (garantiza la revisión y el control para el progreso del proyecto). Grupo de procesos de cierre (garantiza la culminación de actividades y entrega final del proyecto). (PMI, 2017). Sin duda el estándar para llevar a cabo los proyectos sugerido por PMI (Project Management Institute) llamado PMBOK (Project Management Body of Knowledge) nos garantiza el éxito en los proyectos de diversas áreas de conocimiento, sin embargo para los proyectos volátiles en el desarrollo de software puede llegar a ser toda una complicación debido a la rigidez del estándar, incluso es probable que se gaste mucho tiempo en fases como la planificación y luego sea necesario desechar todo ese trabajo y volver a empezar porque la dinámica de los proyectos de software a veces implican cambios desde requerimientos puntuales hasta cambios completos del proyecto según las necesidades de los clientes de esta mega industria. Ante esta problemática surgen las metodologías Ágiles, con sus propuestas adaptadas a las necesidades de la industria del software que proponen iteraciones cortas para la entrega de un producto funcional que le permita al cliente conocer el estado actual del proyecto en el transcurso de la ejecución de cada iteración del mismo, utilizarlo e incluir nuevas características o cambios en futuras iteraciones que se le faciliten a los desarrolladores. Al realizar una comparación de PMBOK con Agile, se encuentra que las metodologías Ágiles poseen prácticas compatibles con las de PMBOK debido a que identifica los procesos de: Inicio, Planificación, Ejecución, Control y Cierre para la gestión de proyectos. Jim Highsmith los adapta a la realidad del desarrollo de software como: Envision (Imaginar) como una fase en donde define el proyecto de forma general; Speculation (Especular) como una fase en donde se traduce la visión de los requerimientos del proyecto con los estimados de tiempo para cumplir las expectativas del cliente; Explore (Explorar) es la fase iterativa e incremental que ofrece cada uno de los entregables; Adapt (Adaptar) donde permite realizar detenciones planificadas durante el proyecto, para revisar y realizar ajustes o cambios al proyecto. y Close (Cierre) donde se deja documentadas las lecciones aprendidas luego de reflexionar y aprender de las situaciones ocurridas, con el fin que no vuelvan a suceder en proyectos futuros. (Araya & Ramírez, 2014). Metodologías ágiles Las metodologías ágiles para el desarrollo de software más utilizadas de acuerdo a un estudio de diseño de una Metodología Agile de desarrollo de software (Arteaga, 2014) las más importantes para llevar a cabo el desarrollo de software, se clasificaron de la siguiente manera: ● Metodología Extreme Programming (XP). Establecida por Kent Beck y caracterizada por brindar la efectividad de un proyecto mediante una combinación clave ‘’prioridades del negocio y estimaciones técnicas del proyecto” sin quitar importancia a la entrega de evidencias específicas a corto plazo, logrando así demostrar un avance efectivo del proyecto. La metodología XP tiene como objetivo involucrar a todos los miembros de un mismo departamento, velando por un alto nivel de compromiso y comunicación asertiva que disminuya la inversión de tiempo y aumente la calidad en la entrega final de los parámetros establecidos. (XP, 2013) ● Metodología Crystal Clear. La cual evidencia el tipo de enfoque Agile y que tiene como objetivo la comunicación de principio a fin con los clientes, es decir, ellos deben establecer un tiempo a disposición para aclarar dudas y revisar conjuntamente el avance en entregas de resultados frecuentes. ● Dynamic Systems Development Method (DSDM). Es una de metodología que hace parte de las RAD (rapid application development), la cual suele utilizarse en proyectos de sistemas de información en donde los presupuestos y tiempos de revisión son disminuidos. El éxito en la práctica impulsó la creación del libro Business Focused Development (Schenone, 2004). Las iteraciones se llaman timebox, las cuales incluyen: investigación, refinamientoy consolidación; en la investigación se obtienen los objetivos del proyecto con los respectivos entregables, en el refinamiento se produce el producto y en la consolidación se verifica la calidad del entregable. lo más característico de dicha metodología es promover el trabajo en equipo tanto del personal que se encuentra desarrollando el proyecto como los clientes y los Stakeholders. a diferencias de otras metodologías, el personal en desarrollo tiene la potestad de decidir sin depender de la revisión o autorización de superiores. (Canós, Letelier & Penadés, S.F) ● Feature Driven Development (FDD). Creada por Jeff de Luca y Peter Coad en 1998, la cual se encuentra enfocada en la revisión continua y calidad ofrecida al proyecto. Dentro de sus objetivos se establece la disminución de problemáticas que puedan afectar el tiempo, resultados y presupuesto. Es por lo anterior que la entrega de evidencias o resultados debe realizarse cada 2 semanas, garantizando el avance del proyecto ante los clientes ya que se invierte mayor tiempo en la construcción de parámetros y procesos que en obtener requerimientos. (Cadavid, Fernández, & Morales, 2013) ● Adaptive Software Development (ASD). Su impulsor es Jim Highsmith. Es un proceso iterativo, orientado a los componentes de software (para facilitar el entendimiento entre el equipo de desarrollo y el cliente). Se proponen tres fases esenciales en el ciclo de vida: especulación, colaboración y aprendizaje. Durante la especulación se inicia el proyecto y se planifican las características del software; en la segunda se desarrollan las características y en la tercera se revisa la calidad, y se entrega al cliente. La revisión de los componentes permite identificar errores para mejorar y aplicarlos en futuras iteraciones. (Canós, Letelier & Penadés, S.F) ● Lean Development (LD). Dicha metodología contempla la gran importante a nivel de riesgo al realizar cambios en un proyecto, pero de esa misma manera se enfoca en convertir dichos riesgos en oportunidades de mejora con el fin de ofrecer resultados efectivos a sus clientes para que sean realizadas las sugerencias y demás observaciones a tiempo. Dicha metodología busca optimizar al máximo la inversión de tiempo, contemplando la mayor cantidad de variables negativas que puedan interferir en el proyecto para de esta manera tener soluciones inmediatas que no afecten el presupuesto. (Canós, Letelier & Penadés, S.F) ● Metodología Scrum. Creada por Takeuchi y Nonaka en 1986 con el fin de disminuir riesgos mediante la corrección temprana de problemáticas. Dicha metodología se encuentra constituida por 4 conceptos importantes Product Backlog que son todos aquellos requerimientos del proyecto, Sprints que son aquellas iteraciones que deben tener una duración corta de tiempo para así generar una entrega de resultados frecuente al cliente, Daily Meeting que son aquellas reuniones diarias representadas por el líder de proyecto para tocar temas como avance y fallas del proyecto, Sprint Review catalogada como la evaluación y planeación de las entregas realizadas. Scrum es una metodología ágil y muy liviana que se realiza de manera iterativa e incremental, es así, como cada ciclo termina en una pieza de software ejecutable y con una duración media entre 2 y 4 semanas. Scrum es una metodología marco para otras prácticas de ingeniería de software mencionadas anteriormente como XP o RUP. Los requerimientos de software y las prioridades se definen a lo largo del proyecto en cortas reuniones periódicas que se adaptan a las necesidades del cliente en donde se busca entregar un software bajo sus requerimientos y brindando la máxima satisfacción. Scrum tiene un conjunto de reglas muy pequeño y muy simple y está basado en los principios de inspección continua, adaptación, auto-gestión e innovación. “El cliente se entusiasma y se compromete con el proyecto dado que ve crecer el producto iteración a iteración y encuentra las herramientas para alinear el desarrollo con los objetivos de negocio de su empresa.” (Figueroa, Solís & Cabrera, S.F). Cuarta revolución industrial y transformación digital Se ha llegado a la cuarta revolución industrial a través de innovaciones que han transformado la forma en que se vive y se trabaja en el contexto actual, tales como la inteligencia artificial, la robótica y la cadena de bloques (blockchain). La transformación digital impulsada por el desarrollo de nuevas tecnologías está cambiando la sociedad a un ritmo vertiginoso. Es importante entender que la gestión del cambio debe involucrar a la tecnología desde el primer momento; debe arraigarse en la estrategia de una organización, no ser solo un complemento. Una revolución industrial se caracteriza por el surgimiento de nuevas tecnologías y de nuevas maneras de percibir el mundo que impulsan un cambio profundo en la economía y en la estructura de la sociedad (Schwab, 2017). Se pueden identificar los siguientes períodos: 1. Primera revolución industrial: Surge en 1784. Introducción de equipos de producción mecánicos impulsados por agua y energía de vapor. 2. Segunda revolución industrial: Comienza en 1870. Producción en masa, división de tareas y uso de energía eléctrica. 3. Tercera revolución industrial: Se origina en 1969. La electrónica y la informática promueven la producción automatizada. 4. Cuarta revolución industrial: Desde principios del siglo XXI. Expansión tecnológica drástica a través de la transformación digital. Se apoya en el uso de sistemas físicos cibernéticos. En el mundo actual, más inteligente y conectado, las personas conviven con robots, mapas genéticos e impresoras 3D. Esta tecnología combinada presenta resultados extraordinarios y da impulso a la cuarta revolución industrial. Se caracteriza por un internet más móvil y mundial, sensores más pequeños y potentes, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. En este contexto de mayor velocidad, los seres humanos están más conectados. Y surgen nuevas maneras de vivir. Se han transformado los principales sistemas de la sociedad como el político y económico. Hoy existen ciudades inteligentes que utilizan diferentes tipos de sensores electrónicos para recopilar datos y administrar activos y recursos de manera eficiente. Por una parte, existen tecnologías que cambian el mundo físico como la biotecnología, la robótica, las impresoras 3D, el internet de las cosas, entre otras. Por otra parte, existen tecnologías que alteran el mundo digital como la inteligencia artificial, la cadena de bloques, la realidad virtual o la aumentada. Esta transformación tiene efectos e impactos significativos: por ejemplo, el aumento de la productividad. Tecnologías como la inteligencia artificial y la automatización aumentan la capacidad productiva de las organizaciones y mejoran la distribución de los tiempos de trabajo. Este escenario trae aparejados profundos análisis sobre el futuro del trabajo y sobre las consecuencias que la tecnología puede provocar en las organizaciones actuales, donde muchas de las posiciones ocupadas por seres humanos puedan ser reemplazadas por tecnología. Otro efecto muy importante de la cuarta revolución industrial se relaciona con los clientes y sus expectativas. Los clientes quieren respuestas a cualquier hora, en el canal y medio de su preferencia. Demandan atención personalizada e instantánea. Sin dudas, este sentido de rapidez proviene de las nuevas tecnologías, que han acostumbrado a las sociedades a tener todo o casi todo al alcance de la mano de forma inmediata. Por eso, las empresas necesitan migrar de un modelo transaccional a un modelo de relación, construido alrededor de servicios y de experiencias, en vez de alrededor de productos. Otro de los impactos de la transformación digital es la producción de datos de manera exponencial. El 90 % de los datos se crearon en los últimos dos años; cuanto mayor es el volumen de datos, mejores son las predicciones. Esto permite que lasorganizaciones anticipen las necesidades de sus clientes y optimicen los precios. De acuerdo con lo expuesto, la actual revolución industrial genera impactos significativos tanto en la industria de la salud como en la de turismo o la de transportes. Y estos impactos provocan efectos en las personas y en las sociedades, que deben adaptarse cada día más a un contexto complejo, volátil y ambiguo. Los individuos deben transformar su mentalidad y su forma de trabajar ante la creciente ola de clientes que requieren experiencias integradoras y soluciones eficientes y rápidas. La adopción de la filosofía ágil, con sus valores y principios, les permite a las organizaciones transformar sus sistemas de trabajo y sus culturas en pos de alcanzar y superar los desafíos de la cuarta revolución industrial, impulsada por la transformación digital. Competencias y habilidades necesarias en el contexto actual Tal como se expone a lo largo del presente trabajo, los individuos y las organizaciones conviven en un contexto de cambio constante bajo la mirada de clientes y usuarios cada día más exigentes. Al mismo tiempo, la transformación digital, apalancada por nuevas tecnologías, está transformando los ecosistemas de empresas y sociedades. Dicha transformación requiere de cambios profundos en las competencias y habilidades de las personas. Exige un cambio cultural, una transformación de la conducta y del comportamiento. Habilidades relacionadas con la inteligencia emocional, la capacidad de escucha, la empatía, la cooperación y la colaboración son claves para hacer frente a la ambigüedad del contexto. Frente a escenarios volátiles, se buscan equipos de trabajo que puedan desarrollar sus tareas bajo la organización de redes flexibles. La flexibilidad es una competencia clave en los tiempos actuales: la mejor esperanza para sobrevivir en un mundo incierto (Denning, 2017). Se busca una forma de trabajo que permita transitar un equilibrio inestable. Las organizaciones deben crear valor rápidamente y a bajo costo a través de una nueva forma de pensar, que migre de lo conocido a lo desconocido. Estructuras convencionales, rígidas y verticalistas se transforman en estructuras dinámicas donde los planes predefinidos y las buenas prácticas pierden terreno para dar lugar a la experimentación y a las redes humanas. Se premia la diversidad: todas las personas pueden descifrar juntas el camino que van a seguir. Ya no se busca la figura de un líder que marque constantemente el camino o asuma la responsabilidad absoluta de un plan de acción y de sus respectivas decisiones. Las personas deben desarrollar la capacidad de reflexión y, sobre todo, tener una mirada constructiva ante el riesgo. En el contexto actual, el riesgo deja de ser una pérdida y se convierte en una inversión. Se busca fallar rápido, aprender rápido y mejorar rápido. Esta conducta brinda flexibilidad y permite que los individuos se adapten a los cambios. Más vale poco y valioso en mano que mucho y perfecto volando (Cyment, 2011). En este contexto, la agilidad, vista como una filosofía y construida sobre la base de cuatro valores y doce principios, invita a un cambio de mentalidad, a un cambio de conducta que requiere de una transformación personal y organizacional. El mundo necesita personas con capacidad de reflexión y de colaboración, personas empáticas, que tengan habilidad para construir espacios de retroalimentación y de aprendizaje. La reacción ante el cambio debe ser más importante que seguir una rutina establecida. Deben tener la flexibilidad y la apertura necesarias para adaptarse a los cambios. Los clientes con pensamientos y sentimientos volátiles son ahora el centro del universo comercial. Por este motivo, y tal como propone la agilidad, hoy la colaboración con el cliente es mucho más importante que una negociación contractual (Denning, 2017). Ya no se habita un mundo sistemático, ordenado, previsible, con herramientas y prácticas que van en la misma dirección. El contexto complejo busca personas creativas, organizaciones que desarrollen la inteligencia colectiva en una economía del conocimiento que crece exponencialmente. Las organizaciones pasaron de ser máquinas a organismos donde la interacción humana es un factor clave del éxito. Muchas de las respuestas ya no están en el pasado, tampoco existen gurúes que las tengan. Por eso, es muy importante replantear los valores y las herramientas utilizadas para el desarrollo de proyectos, tareas y distintas actividades. Las organizaciones requieren de equipos multidisciplinarios y autoorganizados, que mantengan retroalimentaciones constantes y entreguen productos o servicios con rapidez. El objetivo es enamorar al cliente: el feedback constante y temprano es una de las claves del éxito. Se ve al cliente como un jefe. Interiorizarse en las personas es un factor sumamente importante para transformar la cultura institucional. La confianza y brindar espacios para el error permiten que los individuos aprendan y mejoren de forma constante, innovando en porciones pequeñas. Fomentar el compromiso, la motivación, la cooperación y el consenso son factores fundamentales para conseguir soluciones más productivas y para crear mayor valor en los proyectos. El mundo del trabajo se transforma debido a una globalización cada vez más dinámica, al gran cambio demográfico a nivel social y económico, y al impacto tecnológico superlativo y transformador. Estas fuerzas conducen a una nueva era digital, que requiere de la transformación de las fuerzas de trabajo y, sobre todo, de nuevos desafíos culturales que impacten tanto en las organizaciones como en las sociedades. La era digital necesita un mayor involucramiento de los clientes, que se empoderen cada vez más las personas para que tomen sus propias decisiones, optimizar las operaciones y transformar productos y servicios. Para desarrollar una mentalidad digital, los individuos deben pensar, actuar y reaccionar de forma diferente. Asimismo, tienen que contemplarse distintas competencias como la inteligencia social, el pensamiento computacional, la colaboración virtual, entre otras, para desenvolverse en un contexto de transformación tecnológica.
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