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“Electoralismo, Partidocracia y Peronometro” Por Diego Mazzieri Compañeros: he leído la inquietud surgida en el grupo de facebook (María Estela Martínez -De Perón y de los Argentinos-) sobre qué hacer en las futuras elecciones planteada en el mismo por la apreciada Compañera Gloria. Pido disculpas antes que nada por haber borrado la misma, por cuestiones no de estrategia sino porque creí que el disparador así planteado iba a llevar a que muchos miembros del grupo comiencen (siendo “del mismo palo”) a discutir –destructivamente- en vez de intercambiar ideas –constructivamente-. No me equivoqué, pues coetáneamente comencé a recibir mensajes “privados” de varios miembros por lo que preví que dicho disparador lejos de construir nos iba a terminar destruyendo el grupo entre nosotros mismos y fragmentarnos, como desde 1972 a la fecha los británicos y “andiniófilos” han logrado para con los destinos de nuestro Movimiento. Compañeros… me gustaría que todos participemos en la inquietud de Gloria quien con la sangre peronista que la caracteriza a diario nos preguntaba cómo actuar en las futuras elecciones. Aclarado el asunto, de ahora en mas todos tienen la palabra, pero les pido que lo hagamos respetuosamente dado que sobre que no somos muchos, menos quedaremos si empezamos a discutir. Si me permiten mi opinión –haciendo reserva y poniendo énfasis en la palabra OPINIÓN, por ende no necesariamente la verdad real y colectiva, que en todo caso puede llegar a ser MI VERDAD-, creo que tenemos de una vez por todas plantearnos urgente la inquietud de Gloria. ¿Qué hacer? Compañeros, los que me conocen saben mi repulsión a la partidocracia impuesta en 1982 (orquestada por las Fuerzas Armadas, armadas con dinero extranjero y para sus intereses foráneos bastardos). Coincido en el comentario reciente que decía que muerto Perón, el Peronometro no tiene razón de ser y es una verdadera ridiculez. Ahora bien, coincido en ello pero no como muchos lo plantean. Yo no concibo el “Peronometro” entendido en analogía a “un reloj que mida quién es más o menos peronista”, porque los que tenemos unidad de concepción y como máxima “que todos seamos artífices del destino común”, no debería haber alguien más peronista que otro. Ahora bien eso no quita que no denunciemos quien alevosamente no demuestra ser peronista o mejor dicho, no es peronista en sus praxis… De hecho es de cristiano perdonar, inclusive el peronismo se caracterizó por el perdón y no por el rencor desde 1951 hasta cuando bombardearon la mismísima Plaza de Mayo el 16 de junio de 1955 a pesar que algún gorila quiera hacer del pacífico discurso de Perón, la voz de un genocida y a pesar que muchos de los que se dicen peronistas pretenden mantenernos en odios pasados con el único interés de vivir en el “retrocesismo” empero de jactarse tanto de la palabra “progresismo”. El “discurso” u “opinión” (porque como así yo digo que lo mío es opinión, lo de los demás también lo son), de “que nadie tiene el peronometro”, tenemos que ser cautos e inteligentes a la hora de referirnos, porque compañeros podemos caer en el discurso que los gorilas nos han inventado sobre “los tres perones”, como si Perón hubiese sido una Santísima Trinidad de tres gobiernos distintos en un solo Perón… señores, si algo caracterizó a Perón fue su unidad de concepción y de ahí para la unidad de acción. Es cierto que aquel genio estadista llamado Juan Perón, por una cuestión de “política y estrategia”, siempre llamó al diálogo e inclusive “habló”, con Frondizi, Balbín, los diestros, los siniestros, e inclusive QUISO EN SU RETORNO QUE PEDRO EUGENIO ARAMBURU SEA SU CANDIDATO A ¡VICEPRESIDENTE! Ahora bien, no podemos olvidar que en esa conducta ejemplar de pacifismo y diálogo, quien terminaba dirigiendo los destinos del Movimiento Naconal y de la Patria, es decir quien tenía el poder, inclusive aunque no detentara formalmente del gobierno, era el General Perón. Con esto quiero decir que hoy los peronistas de bien, no estamos en esas condiciones generales a la regla: pues podremos armar alianzas y dialogar imitando a Perón, con la diferencia que quien terminará dirigiendo los destinos de nuestras praxis será un “alter” que a priori sabemos –más por una cuestión empírica de 25 años que de “peronómetros”-, que no van a ceder a sus intereses, a sus ambiciones, a sus traiciones y cipayismos. En definitiva, nos transformaremos en “instrumento de la ambición de alguien por sobre el logro de un destino común del que todos participáramos”. Por eso, yo desde que se puso de moda el tema del “Peronometro”, no caigo en decirle antiperonista a nadie, lo que no quita que diga que alguien por su actuar es o fue un cipayo… no hay tercera posición en eso: o se es Peronista o no se es. En 1982, los militares con la anuencia de los mismos que traicionaron en 1976 y que se decían Peronistas, proscribieron y exiliaron a Isabel Perón ante la posibilidad de candidatearse en 1983. Con ello, destruyeron la cabeza del Movimiento Nacional Peronista, que con aciertos y errores propios de toda humanidad, siempre mantuvo uniformidad de acción consecuente, más que con unidad de concepción, con LEALTAD. Había que quitar del camino a la mujer que nunca traicionó a sus juramentos de defender la doctrina del Movimiento creado por su esposo. Así los saboteadores, -espero que no nos cree ahora el saboteonómetro-, destruyeron el Movimiento Nacional Peronista reduciéndolo a un partido político del demoliberalismo burgués, para “partirnos más” a los argentinos como nos vienen haciendo desde 1810, según el mandato anglo sionista del “Divide et Impera”. Y el Peronismo desgraciadamente tuvo el mismo destino del antecesor Movimiento Nacional llamado Radicalismo. Desde 1945 en adelante, los que se decían radicales no eran más que los Alvearistas, antipersonalistas, anti yrigoyenistas, y otras denominaciones que tuvieron aquellos que usurparon los postulados del aquel partido, a punto tal que los que combatieron a Yrigoyen se unieron a los militares que lo derrocaron (como muchos que se decían Peronistas lo hicieron en 1976), y continuando los cipayos postulados de Alvear tienen hasta el día de hoy la tupé de cantar en su marcha partidaria “Viva Hipólito Yrigoyen y el Partido Radical”… (Por lo menos lo cantan, desde hace unos años los que se dicen Peronistas no solo que no cantan la marcha sino que hasta llegaron a decir que la misma sea puesta en un lugar indecoroso de alguien…). Compañeros, el Peronismo no existirá mientras esté “partido en un partido”. Mientras así sea, solo habrá Peronistas, guiados por una fuerza espiritual que deviene de la doctrina, y con una jefatura espiritual de la mujer que previendo la infiltración y la “partición”, renunciara en el año 1985 en Madrid a la Jefatura del mismo… Por eso la pregunta hete aquí es: ¿Qué queremos? ¿a dónde queremos llegar? Se que hay muchos peronistas de bien, que en su afán por “hacer algo”, se entrometen en los juegos partidocráticos de distintas banderas, con un fin y estrategia última de infiltrarse para desde allí cambiar algo… en definitiva fue los que mandó hacer Gramsci a los cristianos… Pero esta conducta de muchos se viene repitiendo desde 1983 y en 25 años de democradura, parece ser que muchos no se avivaron que el mejor policía es quien fue ladrón como dice el dicho…pues quiénes dirigen la “batuta”, saben lo que es la infiltración porque en eso ellos ya fueron expertos y nos llevan una ventaja propia de la experiencia. La historia nos demostró cómo han terminado estos comportamientos: haciéndolesnúmero a los malhechores, siéndoles claques, y lo que es peor enfrentándose entre quiénes eran de las mismas “camisetas”… ni que hablar de la CONFUSIÓN generada. Hay muchos que dicen que varios de los que se unieron a los traidores, lo hicieron porque “tenían qué comer”, lo cual no soy quien para juzgar si eso es moral o no –o me lo reservo-, pero yo no obstante prefiero tener como ejemplo a los muchos queridos viejos compañeros que si bien “no hicieron”, tampoco comieron. Porque en definitiva el país quedó destruido aunque haya alguno que “haya hecho” y como dije lamentablemente les hizo número a los traidores o lo que es peor, le fueron claques. Esta conversación en abstracto muchos la aplicarán a los casos concretos, pero como dije el Peronismo se caracteriza por perdonar. Perdono a los que se equivocaron siempre que reconozcan el error, pues si no lo hacen del error se pasa a la equivocación –valgan las redundancias- siempre que sea de buena fe, pues sino, sería una complicidad inconfesable. Hablar de un Perón y su circunstancia, es caer en la filosofía existencialista que no surge de las enseñanzas de Perón en la Comunidad Organizada. La doctrina peronista es una. Si Perón en pro de la unidad nacional habló con múltiples facciones, lo hizo porque todos eran argentinos. Pero desde la primer conversación Perón “dejaba las cosas en claro”, siempre con distintas palabras les dejaba en claro cuál era la meta que el consideraba “feliz” y como deberían ser los pasos para alcanzarlo. Ahora bien, cuando esos argentinos que dijieron que lo acompañarían conociendo de antemano los planes de Peron, ya sean derechosos, zurdos, Peronistas o no Peronistas, “quisieron hacer la suya” usando a Perón, el estadista los mandaba a que “se saquen la camiseta Peronista y se vayan, total por perder un voto no iba a ponerse triste”… 25 años de experiencia, son suficientes para entender que con la partidocracia no llegaremos a los puertos que buscamos. ¿Qué hacer en esta elección? No lo sé, de hecho no se si iré, pues yo me considero buen ciudadano 364 días del año y el día de las elecciones me tomo mis merecidas vacaciones. Pues, tenemos que entender que una cosa es elegir –de allí el término elección- y otra cosa es optar. Si tengo que optar entre el cáncer y el SIDA, analizaré cuál es menos nocivo, pero entonces llamémoslo opción y no elección. Aquí ocurre que optamos entre lo que ya está pre elegido por las grandes corporaciones sinárquicas mundiales. ¿Acaso no vemos cuán grave es nuestra situación? Y ahora pensarán que estoy loco pero mire como será este siglo XXI neo cambalache, que ahora yo como apartidocrático voy a proceder a defender al partido… y sí otra no me queda… En Santa Fe, Provincia Vencida muerto el Brigadier Estanislao López, resulta ser que ahora es un ejemplo nacional el sistema de elección de candidatos. Periodistas, Politicólogos, y demás, hicieron alharacas cuasi bufones de monarquías antiguas del sistema de internas abiertas, simultáneas y obligatorias. El llamado Justicialismo y el Socialismo de Binner (en una complicidad que recuerda el Pacto de Olivos, en los que los acólitos del Anti Peronometro, hasta algunos llegaron a comprar con el Perón – Balbín), derogaron y denostaron la “ley de lemas”. Todo el país felicitó y ahora somos ejemplo nacional. Todos denostaban la ley de lemas, en el ómnibus, en la panadería, hasta en los cementerios cálculo yo con una dosis de sarcástico extremismo… Muy pocos se dieron cuenta –y los que se dieron cuenta no tenían micrófonos para alertarlo-, que destruido los movimientos ahora iban por los partidos. Si hay interna es inconcebible que sea abierta porque eso propende a que sea una externa, es decir, hasta Gramsci con esto se levantaría de su tumba admirado por cómo interpretaron su mensaje… con esto ya ni siquiera quedarán en pie las plataformas electorales de los partidos, ya no habrá ideales ni propuestas y ahí tenemos cómo la gente vota caras y nombres sin tener una mísera idea de qué cuerno propone y lo que es peor se habla de modelo como si hubiese estadismos, cuando el único modelo es no traicionar al imperialismo internacional usurero mundial. Decía Perón que para ganar no necesitaba plata sino votos. Lo cierto es que desde 1983 para acá quien no tiene millones de dólares no pueden crear partidos políticos y si lo logran es imposible hacer campaña, y los millones los tienen los que lavan dinero, trafican drogas, viven del cohecho y lavado de activos, y máxime los que son confesos agentes de la usura internacional. Los demás no existen para el sistema. No por hacer apología a la ley de lemas, pero como rezan los dichos, en el reino de los ciegos el tuerto es rey, donde no hay justicia es peligroso tener razón, etcétera… Nadie está previendo que el internismo paradójicamente “abierto” es un siniestro plan para que no haya en el futuro orgánicas ni intentos por recuperar la nación. El periodismo cipayo criticó el sistema de “arrastre” de candidatos y nada dice que elegir a personas individualmente por cada cargo tiende a la anarquía constante, al desgobierno, a la desestabilización tan pretendida desde hace 200 años por nuestra metrópoli anglo- sionista… con este sistema ¿no prevemos que corremos el riego que haya oficialismos distintos en cada poder, por ende oposición en todos los poderes? Después algunos se escandalizaron por la actitud de Cobos con lo de la “resolución 125”, mientras aplauden el sistema de internismos abiertos. Señores, si los pocos peronistas que quedan, no forman cuadros, y no gestamos un gran Cabildo Abierto del Peronismo que reconstruya nuestro Movimiento, en mi opinión y visión, no podemos hacer nada de nada y nada difiere denunciar las cosas que pasan si tampoco hacemos nada para cambiar la realidad. Y si bien, es cierto que con lo que la sinarquía hace con los “rebeldes” del mundo “no podemos hacernos los locos”, vivir dentro del sistema demoliberal burgués nos hace un partido clásico más y por ende, no tenemos la dosis de lo revolucionario del Peronismo. Por ende, no nos llamemos peronistas y dejemos descansar en paz al General que ante el pasivismo de todo un pueblo le destrozaron hasta los huesos de su cadáver, pues la mutilación del mismo fue una prueba para ver cómo respondería el Peronismo a la mutilación que se avecinaba de todos los laureles que a mitad de siglo había logrado. Por eso compañeros una persona muy inteligente decía que si no tenemos cacique por lo menos los pocos indios que somos tiremos las flechas para el mismo lado… Yo les pregunto a ustedes para dónde queremos tirar las flechas. Tenemos que aprender de la Señora María Estela de Perón, quien cuando firmó el pacto de unidad nacional con el Presidente Alfonsín dijo una lección profunda y ejemplar para nuestros días: “Yo signo este pacto porque estoy a favor del gobierno, eso no quiere decir que esté a favor y apoye a sus dirigentes”… hoy en día hay muchos que en su afán de estar en contra de los dirigentes, se ponen en contra del gobierno, lo que es grave porque es una situación propicia para conflictos civiles entre hermanos mientras los de afuera preparan los tenedores. Yo soy apologista del Peronometro, y mis agujas son la Constitución de 1949, la doctrina peronista, y sobre todo la herencia que nos dejó Perón. Pues si bien el dijo que su único heredero será el pueblo, a pesar de los que entienden al Peronismo como una “Baña cauda” el General dejó para las futuras generaciones “El Modelo Argentino para el Proyecto Nacional” del que nadie habla, ni reivindica… Eso me es suficiente para decir quién es o no peronista. El que lo reivindica merece el digno título de compañero, el que no solo queno lo reivindica sino que lo combate merece no merece la calificación. Es lógica. Señores, o comenzamos a organizarnos, a armar orgánicas en todo el país, a leer y a interpretar a Perón, y a actuar nosotros por nosotros mismos, o seguiremos siendo instrumento de este plan dialéctico. Si ayer fue Lúder para no Bárbaro, Menem para no Cafiero, Kirchner para no Memen, Duhalde para no Kirchner, mañana seguirá Piñón Fijo –ahora que los artistas, tienen mucho protagonismo-, para no Duhalde, y así sucesivamente, no saldremos de este círculo vicioso de traición. ¿De verdad creemos que algunos de los que está inserto en el sistema va a cuestionar la deuda externa usuraria, la corrupción, el narcotráfico, la indefensión, etcétera? ¿De verdad creemos que podremos doblegarlos? Señores, en mi opinión, es preferible aprovechar el tiempo en organizarnos en miras a un proyecto genuino, que malgastarlo en hacer campañas en pro de candidatos que en lo formal son contrincantes y en lo real son la unión Democrática de 1945 y lo que es peor, la Revolución Libertadora que sancionó un decreto de proscripción mucho más letal que el 4161, pues ahora este decreto pretende destruir al peronismo coreando la palabra Perón por todos lados, para ensuciarlo con todo el sistema mafioso y corrupto post 1976, de manera que no nos sea ejemplo de nada a ningún joven. Como dije antes: “no podemos hacernos los locos” combatiendo al capital del sistema usurario impuesto por el imperialismo mundial, pero sabias eran las palabras de Eva Perón que decía: “El capitalismo foráneo, con sus sirvientes oligarcas y anatemitas, han podido comprobar que no hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de su derechos”… “no hay ni bombas que nos puedan detener. No lo habrá”. Si bien es cierto que la política es lucha y que la lucha no es grata ni fácil, sino mucha y cruel como dice el tango, lo que tenemos que plantearnos entonces primero es hasta dónde somos capaces de dar de sí nosotros mismos. Si no tenemos voluntad de dedicar nuestras vidas para organizarnos, en miras a la reimplantación de la Constitución de 1949, la denuncia de los acuerdos de Madrid de 1990 causa del hambre y la destrucción de los argentinos, si no somos capaces de privilegiar el bienestar de los niños por sobre el nuestro, si no somos capaces de combatir el narcotráfico, el cohecho, la garantismo jurídico, si no somos capaces de formar una comunidad organizada, o ni siquiera lo tenemos como utopía, claro que todo en su medida y armoniosamente, no tenemos la cuota de revolucionario del peronismo como respuesta y solución causal a las consecuencias de los grandes males que los demás partidos no pueden ni quieren resolver. Por ende, si no somos capaces tan siquiera de leer esto porque es largo, entonces es más productivo quedarnos en nuestras casas jugando al naipe a la “cola sucia”, que ir a votar a alguien que será responsable por la desnutrición en el chaco, la desocupación masiva, entre otras cosas. No seamos claques ni legitimemos la expoliación nacional por favor. El maná cayó una sola vez del cielo. No esperemos que venga un Mesías y al que le quepa el sayo que agarre las banderas y comience a levantarlas para que flameen. Cuando el sistema comience a notar que son muchos los que votan en blanco, anulan, no concurren, y éstos además exigen políticas propias de buenos estadistas, y comienzan a organizarse, empezarán a negociar algunas políticas más humanistas o justas. Ahora si nosotros encima que nos joden le somos claques, ¿qué podemos esperar que nos hagan?
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