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Universidad de La Salle Universidad de La Salle Ciencia Unisalle Ciencia Unisalle Optometría y oftalmología Catálogo General 9-24-2013 Lentes de contacto: teoría y práctica Lentes de contacto: teoría y práctica Sergio Mario García Ramírez Follow this and additional works at: https://ciencia.lasalle.edu.co/edunisalle_optometria-oftalmologia Recommended Citation Recommended Citation García Ramírez, Sergio Mario, "Lentes de contacto: teoría y práctica" (2013). Optometría y oftalmología. 24. https://ciencia.lasalle.edu.co/edunisalle_optometria-oftalmologia/24 This Libro is brought to you for free and open access by the Catálogo General at Ciencia Unisalle. It has been accepted for inclusion in Optometría y oftalmología by an authorized administrator of Ciencia Unisalle. 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Teoría y práctica ISBN: 978-958-8572-97-0 Primera edición: Bogotá D.C., septiembre de 2013 Primera reimpresión: Bogotá D.C., julio de 2015 © Derechos reservados Universidad de La Salle Edición: Oficina de Publicaciones Cra. 5 No. 59A-44 Edificio Administrativo 3er Piso P.B.X.: (571) 348 8000 Extensión: 1224 Directo: (571) 348 8047 Fax: (571) 217 0885 publicaciones@lasalle.edu.co Dirección: Hno. Fabio Humberto Coronado Padilla. Fsc Vicerrector Académico Dirección editorial: Guillermo Alberto González Triana Coordinación editorial: Marcela Garzón Gualteros Corrección de estilo: María José Molano Diseño de portada: Giovanny Pinzón Salamanca Diagramación: Nancy Patricia Cortés Cortés Ilustraciones: Fotos: Esteban García, Patrick Caroline, Ralph Salazar, Dennis Burger, Joseph Shovlin, Karla Zadnik, Silvia Mosquera, Marta Bravo, Sergio García, International Association of Contact Lens Edu- cators (iacle), Optometry Review, Contact Lens Spectrum Review, Metro-Optics. Catálogos: Nidek, Tomey, EyeSys, Humphrey, Wolk. Impresión: CMYK Diseños e Impresos S.A.S. Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier procedimiento, conforme a lo dispuesto por la ley. Impreso y hecho en Colombia Printed and made in Colombia García R., Sergio Mario Lentes de contacto: teoría y práctica / Sergio Mario García R. -- Bogotá: Universidad de La Salle, 2013. 240 p.: il., fotos; 16 × 24 cm. Incluye bibliografía e índice. ISBN 978-958-8572-97-0 1. Optometría 2. Lentes de contacto I. Tít. 617.7523 cd 21 ed. A14225525 CEP-Banco de la República-Biblioteca Luis Ángel Arango Agradecimientos A Patrick Caroline, profesor y amigo. A Ralph Salazar (q. e. p. d.), maestro y amigo. Contenido 1. Segmento anterior del ojo 17 1.1. La córnea 17 1.2. La conjuntiva 34 1.3. Sistema lagrimal 40 1.4. La esclera 53 1.5. Párpados 56 2. Lámpara de hendidura 59 2.1. Manejo 59 2.2. Procedimiento 61 2.3. Evaluación general 63 3. Examen bajo fluoresceína 77 3.1. Interpretación fluoroscópica de patología del segmento anterior 77 3.2. Formas clínicas de tinción 80 3.3. Interpretación fluoroscópica en lentes de contacto 92 4. Topografía corneal 99 4.1. Descripción del topógrafo 99 4.2. Interpretación de los mapas corneales 100 4.3. Interpretación de casos 105 4.4. Topografía corneal y lentes de contacto 107 Contenido | 5 6 | Lentes de contacto. Teoría y práctica 5. Clasificación de los lentes de contacto rígidos. Diseños 111 5.1. Descripción de los lentes 111 5.2. Efecto óptico sobre la córnea 112 5.3. Partes de los lentes de contacto rígidos 113 5.4. Clasificación de los lentes por su cara posterior 117 5.5. Clasificación de los lentes por su cara anterior 120 6. Lentes permeables al gas. Procedimientos de adaptación 125 6.1. Lentes esféricos 125 6.2. Lentes rígidos asféricos 130 6.3. Diseño kerasférico 132 6.4. Diseño Boston Envision 133 6.5. Lentes de contacto rígidos tóricos 135 6.6. Lentes de contacto rígidos permeables al gas multifocales 140 6.7. Lentes de contacto rígidos permeables al gas de diámetro grande en córneas irregulares 141 6.8. Lentes de contacto rígidos permeables al gas esclerocorneales 143 7. Lentes de contacto blandos 145 7.1. Materiales 145 7.2. Sistemas de fabricación 145 7.3. Clasificación 146 7.4. Lentes blandos esféricos 147 7.5. Lentes blandos tóricos 149 8. Manejo del queratocono 153 8.1. Etiología del queratocono 153 8.2. Clasificación según su aparición 154 8.3. Desarrollo. Progresión con la edad 155 8.4. Clasificación según la forma 155 8.5. Clasificación según su curvatura 158 8.6. Diagnóstico 159 8.7. Lentes de contacto rígidos permeables al gas en queratocono 169 9. Lentes de contacto para uso posterior de cirugía refractiva 177 9.1. Cirugía refractiva 177 9.2. Selección del paciente 181 9.3. Lentes rígidos permeables al gas 182 9.4. Lentes blandos 183 9.5. Lentes híbridos 184 9.6. Sistema Piggy Back 184 9.7. Lentes esclerocorneales 184 10. Manejo de los depósitos en lentes de contacto 185 10.1. Depósitos en lentes blandos 185 10.2. Depósitos en lentes permeables al gas 191 10.3. Conclusión 192 11. Soluciones para lentes de contacto 195 11.1. Limpiadores 195 11.2. Desinfectantes preservantes 196 11.3. Nuevos preservantes 197 11.4. Lubricantes rehumectantes 198 11.5. Reacciones adversas a los preservantes 198 11.6. Conclusión 200 12. Manejo terapéutico de las complicaciones 201 12.1. Complicaciones con lentes de contacto 201 12.2. Hipoxia. Cambios en el epitelio y en el estroma corneal 204 12.3. Hipoxia. Complicaciones agudas 206 12.4. Hipoxia. Efectos crónicos 207 12.5. Hipoxia. Cambios en el endotelio corneal 209 12.6. Cambios inducidos en la topografía corneal 210 12.7. Complicaciones corneales 217 12.8. Manejo del ojo seco 218 12.9. Inflamación ocular y lentes de contacto 219 Contenido | 7 8 | Lentes de contacto. Teoría y práctica 12.10. Infiltrados corneales 223 12.11. Consecuencias inflamatorias de infección 224 12.12. Neovascularización corneal 225 12.13. Síndrome de ojo rojo agudo 227 12.14. Hipersensibilidad y toxicidad a los preservantes 228 12.15. Conjuntivitis papilar gigante 229 Bibliografía 231 Índice de figuras Fig. 1.1 La córnea como lente menisconegativo 17 Fig. 1.2 Epitelio corneal. Células superficiales de aspecto reticulado 19 Fig. 1.3 Edema corneal epitelial severo 20 Fig. 1.4 Membrana de Bowman. Capa acelular de fibras de colágeno delgadas y cortas 21 Fig. 1.5 Estroma corneal 22 Fig. 1.6 Membrana de Descemet o membrana basal del endotelio 23 Fig. 1.7 Endotelio corneal. Células hexagonales dipuestas ordenadamente 24 Fig. 1.8 Estesiómetro de Bonnet y Cochet 26 Fig. 1.9 Esquema de la película lagrimal. Relación entre la capa de mucina, la lipídica y la acuosa 27 Fig. 1.10 Espejo plano y su relación con el ojo: el tamaño de la imagen es igual al del objeto 30 Fig. 1.11 Formación de imágenes en espejo cóncavo 31 Fig. 1.12 Formación de imagen en espejo convexo 33 Fig. 1.13 Refracción de la luz en una superficie plana. El ángulo de incidencia es igual al ángulo de refracción 33 Fig. 1.14 Refracción en una superficie cóncava esférica y en una superficie convexa esférica 34 Fig. 1.15 Conjuntiva tarsal y bulbar 35 Fig. 1.16 Conjuntiva palpebral 36 Fig. 1.17 Conjuntiva ocular o bulbar 36 Fig. 1.18 Fondo de saco conjuntival38 Índice de figuras | 9 10 | Lentes de contacto. Teoría y práctica Fig. 1.19 Glándulas de Meibomio 41 Fig. 1.20 Puntos lagrimales 43 Fig. 1.21 Conducto lacrimonasal 44 Fig. 1.22 Prueba de Schirmer 50 Fig. 1.23 Prueba de tiempo de rompimiento de la película lagrimal 51 Fig. 1.24 Prueba del rosa de bengala 52 Fig. 1.25 Prueba del rojo fenol 52 Fig. 2.1 Modelos de lámparas de hendidura 59 Fig. 2.2 Torre de iluminación 60 Fig. 2.3 Biomicroscopio 60 Fig. 2.4 Examen con la lámpara de hendidura 61 Fig. 2.5 Iluminación difusa 61 Fig. 2.6 Sección óptica 62 Fig. 2.7 Paralelepípedo 62 Fig. 2.8 Lámpara de hendidura y tonómetro 63 Fig. 2.9 Procedimientos del examen de observación del globo ocular 64 Fig. 2.10 Procedimiento del examen. Diferentes posiciones de la mirada 65 Fig. 2.11 Sección óptica y paralelepípedo 65 Fig. 2.12 Sección óptica. Ángulo estrecho y ancho 66 Fig. 2.13 Sección óptica. Ángulo normal 66 Fig. 2.14 Prisma lagrimal 68 Fig. 2.15 Iluminación difusa con azul cobalto y fluoresceína 69 Fig. 2.16 Reflexión especular 70 Fig. 2.17 Iluminación indirecta 70 Fig. 2.18 Retroiluminación 71 Fig. 2.19 Reflexión esclerótica 72 Fig. 2.20 Iluminación oscilante 72 Fig. 2.21 Iluminación en rayo cónico 73 Fig. 2.22 Lentes de Volk; lentes Hruby 74 Fig. 2.23 Lámpara de hendidura y tonómetro 75 Fig. 2.24 Gonioscopía 75 Fig. 3.1 Punteado corneal 81 Fig. 3.2 Tinción en punto 82 Fig. 3.3 Abrasión corneal 82 Fig. 3.4 Tinción por cuerpo extraño 83 Fig. 3.5 Tinción por cuerpo extraño metálico en la córnea 84 Fig. 3.6 Tinción por queratitis superficial puntata 85 Fig. 3.7 Tinción por úlcera dendrítica 86 Fig. 3.8 Tinción por herpes zóster 86 Fig. 3.9 Tinción por úlcera marginal 87 Fig. 3.10 Tinción por queratoconjuntivitis flictenural 88 Fig. 3.11 Tinción por queratoconjuntivitis sicca 89 Fig. 3.12 Úlcera corneal por neumococo 90 Fig. 3.13 Tinción en queratitis por acné rosácea 91 Fig. 3.14 Úlcera corneal por pseudomona 92 Fig. 3.15 Tinción en lentes de contacto 92 Fig. 3.16 Tinción en creciente periférica 93 Fig. 3.17 Tinción periférica en doble arco 94 Fig. 3.18 Tinción por pestaña 95 Fig. 3.19 Tinción corneal superior 95 Fig. 3.20 Tinción por inserción y remoción de lentes de contacto 96 Fig. 3.21 Tinción a las 3 y a las 9 97 Fig. 3.22 Tinción por lente ajustado 97 Fig. 3.23 Tinción por lente plano 98 Fig. 4.1 Topógrafo corneal manual 100 Fig. 4.2 Topógrafo corneal con computador 100 Fig. 4.3 Escala de colores. Mapa corneal en un queratocono 101 Fig. 4.4 Escala absoluta 102 Fig. 4.5 Anillos de Plácido 102 Fig. 4.6 Examen queratométrico 103 Fig. 4.7 Examen de perfiles: córnea normal, queratocono y posterior a cirugía refractiva por miopía 104 Fig. 4.8 Examen numérico 104 Fig. 4.9 Examen en tercera dimensión 105 Índice de figuras | 11 12 | Lentes de contacto. Teoría y práctica Fig. 4.10 Astigmatismo simétrico y asimétrico 106 Fig. 4.11 Queratocono. Diferentes casos: nipple y oval 106 Fig. 4.12 Posterior a cirugía refractiva. Astigmatismo, hipermetropía, miopía 107 Fig. 4.13 Cálculo de parámetros del lente de contacto por medio del topógrafo 107 Fig. 4.14 Topografía astigmatismo regular 108 Fig. 4.15 Topografía astigmatismo irregular 108 Fig. 4.16 Astigmatismo simétrico 109 Fig. 4.17 Astigmatismo asimétrico 110 Fig. 4.18 Rejilla 110 Fig. 5.1 Lente positivo y negativo 112 Fig. 5.2 Lente, película lagrimal y córnea 112 Fig. 5.3 Partes de un lente rígido 113 Fig. 5.4 Lente sencillo y lenticular 114 Fig. 5.5 Partes de la cara posterior del lente 114 Fig. 5.6 Diferentes bordes de los lentes (A. Normal, B. Grueso, C. Hacia afuera) 116 Fig. 5.7 Lente esférico y asférico sobre la córnea 120 Fig. 5.8 Lente lenticular positivo-negativo 121 Fig. 5.9 Lente lenticular positivo-positivo 122 Fig. 5.10 Lente lenticular positivo-paralelo 122 Fig. 5.11 Lente lenticular negativo-negativo 123 Fig. 5.12 Lente lenticular negativo-positivo 123 Fig. 5.13 Lente lenticular negativo doble lenticular 124 Fig. 6.1 Disposición anatómica de los párpados 125 Fig. 6.2 Adaptación por retención superior 127 Fig. 6.3 Adaptación interpalpebral 129 Fig. 6.4 Diferentes asfericidades 131 Fig. 6.5 Fluorograma en astigmatismo alto con lente esférico y asférico 133 Fig. 6.6 Fluorograma del lente rgp multifocal 140 Fig. 6.7 Córneas irregulares 142 Fig. 6.8 Fluorogramas en córneas irregulares 142 Fig. 6.9 Lente esclerocorneal 143 Fig. 6.10 Evaluación de la periferia 144 Fig. 7.1 Lente cosmético y protésico 150 Fig. 7.2 Diferentes lentes cosméticos 152 Fig. 8.1 Córnea normal y córnea con queratocono 154 Fig. 8.2 Progresión del ápice con la edad 155 Fig. 8.3 Formas de queratocono 156 Fig. 8.4 Queratocono nipple 156 Fig. 8.5 Queratocono oval 157 Fig. 8.6 Queratocono globoso 158 Fig. 8.7 Queratocono avanzado. Signo de Munson 158 Fig. 8.8 Queratocono avanzado. Hidrops corneal 159 Fig. 8.9 Anillos de Plácido en un queratocono 161 Fig. 8.10 A. Queratoscopio; B. Queratómetro Topcon modificado 162 Fig. 8.11 Lámpara de hendidura con cámara de video 162 Fig. 8.12 Lámpara de hendidura en sección óptica en un queratocono 163 Fig. 8.13 Lámpara de hendidura, estrías y anillo de Fleischer 163 Fig. 8.14 Tipos de queratocono en la topografía corneal: nipple, oval, globoso 164 Fig. 8.15 Topografía corneal en queratocono (normalizada, numérico, perfiles) 164 Fig. 8.16 Topografía astigmatismo regular 165 Fig. 8.17 Topografía astigmatismo irregular 165 Fig. 8.18 Astigmatismo simétrico 166 Fig. 8.19 Astigmatismo asimétrico 166 Fig. 8.20 Rejilla 167 Fig. 8.21 Queratocono nipple, oval, globoso y marginal con topografía 167 Fig. 8.22 Paquimetría ultrasónica 168 Fig. 8.23 Fluorograma típico en un queratocono por alineamiento a la K más plana 169 Fig. 8.24 Topógrafo corneal y paquímetro 170 Índice de figuras | 13 14 | Lentes de contacto. Teoría y práctica Fig. 8.25 Toque apical con lente plano 171 Fig. 8.26 Fluorograma de tres toques 172 Fig. 8.27 Fluorograma alineado 174 Fig. 8.28 Alineamiento al ápice 174 Fig. 8.29 A. Lente por aplanamiento con toque en el ápice; B. Lente ajustado con burbuja 175 Fig. 9.1 Queratotomía radial 178 Fig. 9.2 Queratotomía periférica 179 Fig. 9.3 Queratotomía trapezoidal 180 Fig. 9.4 Método periférico. Fluorograma 183 Fig. 9.5 Lente esclerocorneal en cirugía refractiva 184 Fig. 10.1 Lente con depósito de proteínas 186 Fig. 10.2 Lente con lípidos 187 Fig. 10.3 Lente con depósito de calcio 188 Fig. 10.4 Lente con hongos 190 Fig. 10.5 Varios lentes con mala humectación 192 Fig. 12.1 Queratitis superficial puntata 206 Fig. 12.2 Neovascularización 208 Fig. 12.3 Polimegatismo 208 Fig. 12.4 Rompimiento corneal (miras distorsionadas al anillo de Plácido) 211 Fig. 12.5 Ojo seco (queratoconjuntivitis sicca) 215 Fig. 12.6 Infiltrados corneales 223 Fig. 12.7 Vascularización corneal 226 Fig. 12.8 Ojo rojo 227 Fig. 12.9 Conjuntivitis papilar gigante 230 Índice de tablas Tabla 6.1. Astigmatismo corneal y diámetro 126 Tabla 6.2. Astigmatismo corneal y diámetro 128 Tabla 6.3. Lentes negativos. Lentes positivos sencillos lenticulares 129 Tabla 6.4. Rango K plana y astigmatismo corneal 135 Tabla 6.5. Método de Remba. Cálculo curva base tórica 137 Tabla 6.6. Selección curva base según astigmatismo corneal 141 Tabla 7.1. Curva base según diámetro del lente 148 Tabla 8.1. Queratocono nipple 172 Tabla 8.2. Queratocono oval 173 Tabla 8.3. Queratocono globoso 173 Tabla 12.1. Cambios en usuarios de lentes de contacto porhipoxia 202 Índice de tablas | 15 Segmento anterior del ojo | 17 1. Segmento anterior del ojo 1.1. La córnea En el globo ocular la córnea es un tejido anterior, transparente, avascular, semejante al cristal de un reloj. Horizontalmente es elíptica, con un diáme- tro aproximado de 12.00 mm y verticalmente de 11.00 mm. En el centro la córnea es más delgada y tiene un espesor de 0.58 mm, que aumenta ha- cia la periferia y puede llegar a 1.0 mm en el limbo esclero-corneal, seme- jando un lente menisco negativo (figura 1.1). Fig. 1.1 La córnea como lente menisconegativo Fuente: foto de S. García. El poder refractivo corneal es de 43.00 dioptrías, que equivalen a un 70 % del poder refractivo total del ojo, cuya medida es de +48.8 dioptrías en el frente y –5.8 dioptrías en la superficie posterior. El tercio central de la 18 | Lentes de contacto. Teoría y práctica córnea es casi esférico y corresponde a la zona óptica, y hacia la perife- ria se aplana en forma asférica, lo que contribuye al aumento del espesor periférico. La córnea de un individuo al nacer es más curva y de menor diámetro que la de un adulto, pero al año de nacido va alcanzando el tamaño definitivo: un diámetro de 11.5 a 12.0 mm y curvaturas más planas. La córnea en el cuerpo humano es un tejido único, por su condición de avascular y trans- parente. Físicamente tiene una estructura que le da la forma curva y una elasticidad para mantener esta condición. Cuando por alguna circunstan- cia se altera o rompe la resistencia estructural del tejido, la córnea cambia su curvatura y los parámetros corneales son otros, lo cual trae como con- secuencia marcados cambios en la refracción y, lo más grave, inestabilidad refractiva con mala agudeza visual. 1.1.1. Anatomía de la córnea La córnea consta de cinco capas que van desde la parte anterior de ella hasta la posterior, así: ( Epitelio corneal ( Membrana de Bowman ( Estroma corneal ( Membrana de Descemet ( Endotelio corneal Todas estas capas se encuentran íntimamente entrelazadas y cada una tie- ne una función para hacer de la córnea ese magnífico tejido transparente, avascular y con poder de refracción que la convierten en el mejor de los lentes. 1.1.1.1. Epitelio corneal El epitelio consta de tres capas de células compuestas por tres tipos celula- res: la membrana basal, las células aladas poligonales y las células superfi- ciales planas. La membrana basal es la capa más profunda y está compuesta Segmento anterior del ojo | 19 por células columnares redondeadas, con un núcleo oval dispuesto per- pendicularmente a la superficie. Con la edad estas células migran hacia las partes más planas de la córnea y eventualmente son expulsadas a través de las lágrimas. Constantemente se van generando nuevas células que se transforman en células poligonales, las cuales comprenden tres capas. Al ser más superficial su ubicación, su apariencia es más plana; el núcleo va paralelo a la superficie y en su parte más externa presenta microvellosida- des y ausencia de queratinización. Estas células se adhieren fuertemente entre sí mediante desmosonas; y esto, además de la condición de células planas, sugiere la posibilidad de no permitir el paso de líquido a través del epitelio y, de esta manera, ser resistente a la penetración de cuerpos extra- ños, microorganismos y bacterias (figura 1.2). Fig. 1.2 Epitelio corneal. Células superficiales de aspecto reticulado Fuente: ilustración de M. Bravo. En las células del epitelio se observan partículas de glucógeno que indican el grado de alteración o pérdida de las células. En procesos inflamatorios la cantidad de glucógeno se pierde y puede llegar a ser nulo en estados de cicatrización aguda de la córnea. Si por alguna razón, debido a la falta de oxigenación y nutrición del epite- lio, las células comienzan a presentar edema, el resultado es dolor y este es proporcional al área de descamación (figura 1.3). Este proceso puede ocu- rrir por la presencia de abrasión causada por un cuerpo extraño, el lente de 20 | Lentes de contacto. Teoría y práctica contacto, la presión mecánica, irritación tóxica, quemaduras por químicos, etc. Como resultado se presenta una respuesta vía refleja eferente a través del quinto nervio, causando enrojecimiento, lagrimeo, dolor, fotofobia y edema del párpado, y produce lo que se conoce como cicatrización o daño de las células del epitelio. Este proceso puede durar de 24 a 48 horas has- ta restablecer la salud corneal, y su tratamiento puede implicar el uso de anteojos oscuros, analgésicos y oclusión; el grado de tratamiento será pro- porcional a la severidad de los síntomas. Si los síntomas persisten por más de 72 horas, se considera que el proceso de cicatrización no es normal. Fig. 1.3 Edema corneal epitelial severo Fuente: foto de S. García. Usualmente las complicaciones de la córnea son iritis, erosiones recu- rrentes, distrofias corneales. Los lentes de contacto en mal estado, espe- cialmente en la calidad de sus bordes, pueden causar abrasiones e injuria mecánica contra la córnea. Los lentes mal adaptados pueden cambiar el in- tercambio lagrimal y causar procesos edematosos. 1.1.1.2. Membrana de Bowman Es una zona acelular ubicada por debajo del epitelio que limita con la mem- brana basal en su parte anterior y su límite posterior está formado por fi- bras colágenas (figura 1.4). La estructura de esta membrana está formada por fibras de colágeno cortas y fibrillas finas que se encuentran distribuidas Segmento anterior del ojo | 21 al azar, son de diámetro uniforme y se transforman aumentando su espe- sor al llegar al estroma de la córnea. Fig. 1.4 Membrana de . Capa acelular de fibras de colágeno delgadas y cortas Fuente: ilustración de M. Bravo. En el queratocono, que es una enfermedad degenerativa de la córnea que se manifiesta por una disminución del espesor corneal en la zona de ma- yor curvatura (tomando una forma como de cono), se produce la destruc- ción de la membrana de Bowman, lo que origina cambios degenerativos de calcificación de la membrana. Esta es resistente a los traumatismos y ofre- ce una barrera para los microorganismos y células tumorales. La membra- na se mezcla con el estroma y no puede desprenderse, pero al dañarse este tejido no hay capacidad regenerativa y se reemplaza por tejido cicatrizal fino de menor espesor que el original. La membrana de Bowman tiene un espesor de 0.008 a 0.014 mm. Si un cuerpo extraño o una formación ulcerosa penetra la membrana, el resultado será una opacidad que puede causar pérdida de la visión; si la abrasión es periférica, puede inducir vascularización secundaria en el pro- ceso de cicatrización. 22 | Lentes de contacto. Teoría y práctica 1.1.1.3. Estroma corneal El estroma constituye el 90 % del espesor corneal. Consiste en fibras co- lágenas que forman una malla y que están dispuestas en forma paralela a la superficie (figura 1.5). En la parte anterior del estroma las fibras coláge- nas de esta malla son pequeñas y menos definidas que las que se encuen- tran en la parte posterior, que son regulares en tamaño y bien definidas. Fig. 1.5 Estroma corneal Nota: se compone de fibrillas de colágeno en disposición regular y paralela a la superficie. Se puede notar la regularidad en el diámetro de las fibrillas. Fuente: ilustración de M. Bravo. Las fibras forman láminas que recorren toda la córnea en disposición pa- ralela. Estas fibras de colágeno representan aproximadamente el 80 % del peso de la córnea; la sustancia fundamental o propia, el 15 % y los elemen- tos celulares, el 5 %. La sustancia fundamental o propia que rodea las fi- bras colágenas es rica en mucopolisacáridos. En las córneas con edema el volumen de esta sustancia aumenta, aunque las fibras no cambian de tamaño. El estroma es ópticamente claro, transparente; los cambios que en él se producen por alteraciones patológicas son engrosamiento del espesor por el edema, vascularización y opacidad.Ordinariamente el edema afecta al estroma secundario con daños en las células del endotelio. Segmento anterior del ojo | 23 1.1.1.4. Membrana de Descemet La membrana de Descemet tiene un espesor de 0.010 mm. Es una mem- brana cuticular que cubre la porción posterior del estroma y la separa del endotelio (figura 1.6). En contraste con la membrana de Bowman, la de Descemet es fácilmente separada del estroma y se puede regenerar rápida- mente después de una lesión. Fig. 1.6 Membrana de Descemet o membrana basal del endotelio Fuente: ilustración de M. Bravo. Esta membrana se divide en dos zonas, una anterior conocida como elás- tica, y una posterior que está compuesta por sustancia de la lámina basal homogéneamente fina. En algunas patologías se producen alteraciones en la membrana, como la formación de estrías hialinas, verrugas endotelia- les, depósitos. La membrana de Descemet generalmente se engrosa con la edad. 1.1.1.5. Endotelio corneal El endotelio está formado por células hexagonales de gran actividad meta- bólica (figura 1.7), con un citoplasma con numerosas mitocondrias de gran tamaño, un pequeño retículo endoplasmático rugoso, un aparato de Golgi y ribosomas libres. Algunas veces se observan microvellosidades en pro- cesos patológicos. 24 | Lentes de contacto. Teoría y práctica Fig. 1.7 Endotelio corneal. Células hexagonales dipuestas ordenadamente Fuente: foto de R. Salazar. Las células del endotelio pueden presentar grandes cambios, como ede- ma, y desarrollar alteraciones. Con la edad algunas células mueren y hay disminución de su cantidad; el espacio de la célula muerta es reemplazado por crecimiento de otra célula que aumenta su tamaño; esto se puede ob- servar a través de un microscopio electrónico, con los bordes de la célula bien delineados. Esta apariencia se altera en procesos patológicos y cuan- do se presenta disminución en el suministro de oxígeno a la córnea. En úl- timas, el endotelio cumple una misión de bombeo para mantener hidratada la córnea. 1.1.2. Fisiología corneal 1.1.2.1. Metabolismo corneal El epitelio corneal recibe la nutrición primariamente de las lágrimas, del acuoso y de los capilares del limbo. Cerca de la mitad del consumo metabó- lico de glucosa y oxígeno se realiza a través del epitelio. El requerimiento de oxígeno corneal se estima en 6 Ml por cm2 por hora, a 155 mm de Hg. Los requerimientos de oxígeno —del que se encuentra disponible en la at- mósfera— se difunden a través de la película lagrimal. Segmento anterior del ojo | 25 1.1.2.2. Transparencia corneal y deshidratación La deshidratación corneal se mantiene por un mecanismo metabólico de bombeo. Al mismo tiempo, la transparencia depende de las fibras de colá- geno que no dispersan la luz o la difractan. Una córnea hidratada es más transparente que una córnea edematosa. Cuando un lente de contacto in- terfiere en la circulación libre de las lágrimas, una de las primeras indica- ciones en la pérdida de nutrición corneal es el edema, causado por hipoxia y baja en la glucosa. La claridad visual de la córnea puede afectarse si el edema no es controlado, y puede ocurrir vascularización y cicatrización. 1.1.2.3. Sensibilidad corneal La córnea es la parte más sensible del ojo ante el tacto; tiene una pequeña reacción al frío y al calor. Fibras nerviosas pasan a través del estroma cor- neal vía del nasociliar —rama del nervio trigemio del sistema nervioso cen- tral—. La sensación corneal puede afectarse por factores sistémicos como el aumento de la edad o la diabetes, y por factores locales como en el caso posterior a una cirugía que corte los nervios limbales, por cambios hormo- nales o por incremento del espesor en un edema. La sensibilidad de la córnea se puede estudiar al tocarla con un hilo de al- godón y observar la respuesta a la sensibilidad que se manifiesta por lagri- meo. También se puede estudiar usando un estesiómetro (figura 1.8), que es un instrumento que tiene un monofilamento de 0.12 mm de diámetro y 7.0 mm de largo. Se presiona sobre la córnea y normalmente la fuerza li- neal que se haga en el centro debe resistir hasta 6 mm y en la periferia de 4 a 6 mm. Se puede obtener una respuesta subjetiva verbal y otra respues- ta objetiva, como el parpadeo. 26 | Lentes de contacto. Teoría y práctica Fig. 1.8 Estesiómetro de y Cochet Fuente: foto de S. García. 1.1.2.4. Nervios corneales La córnea es inervada por la primera división del nervio trigemio, por vía de las ramas ciliares cortas y largas, la lagrimal y la nasociliar. Los ner- vios ciliares anteriores transcurren hacia el área del limbo esclerocorneal y penetran la esclera a unos pocos milímetros por detrás del limbo. Por el espacio supracoroideo se hace un plexo pericorneal formado por la anasto- mosis de los nervios ciliares anteriores y los nervios conjuntivales y epies- clerales, que son ramas de los nervios lagrimal y nasociliar. Del plexo pericorneano alrededor de 70 troncos nerviosos penetran la cór- nea en el tercio medio de su espesor. Los nervios pierden su capa de mieli- na luego de transcurrir 0.5 a 2.5 mm de recorrido y continúan como líneas transparentes; los nervios siguen por debajo de la membrana de Bowman, la perforan y terminan entre las células epiteliales. Otras ramas toman el estroma y terminan entre las células de este. Cuando las fibras se dañan la regeneración de estas tarda alrededor de nueve meses. 1.1.2.5. Limbo esclero-corneal El limbo es una zona de transición vascularizada, semitransparente que es- tá entre la conjuntiva y la esclera por un lado, y en la córnea, por el otro. El margen periférico de la córnea se une imperceptiblemente con la esclera mediante una línea que une los extremos de Bowman y Descemet. El epitelio corneal se continúa con estructuras de la conjuntiva y en el limbo se torna más grueso. Alrededor de doce capas celulares que se proyectan Segmento anterior del ojo | 27 entre papilas subepiteliales se pueden observar como líneas blancas orien- tadas radialmente que cruzan el limbo cada uno o dos milímetros; estas proyecciones se conocen como empalizadas de Vogt. Estas estructuras son importantes en los procesos regenerativos del epi- telio corneal, pues si por algún motivo la estructura es destruida —por ejemplo, por una quemadura por alcalinos—, se presenta dificultad en la regeneración, el estroma corneal pierde su transparencia, las láminas pier- den su disposición, las fibras colágenas varían su diámetro y adquieren las características de la esclera. La membrana de Bowman termina en forma circular y da lugar a tejido conectivo fibroso, donde se desarrollan papilas subepiteliales en la zona de unión. Esta membrana se demarca en los ápi- ces de los vasos sanguíneos límbicos. 1.1.2.6. Lágrimas La superficie epitelial de la córnea es hidrofóbica. A continuación del epite- lio corneal se encuentra una pequeña capa de mucina, seguida de solución diluida en las lágrimas y una superficie anterior de capa lipídica (figura 1.9). Fig. 1.9 Esquema de la película lagrimal. Relación entre la capa de mucina, la lipídica y la acuosa Fuente: ilustración de E. García. Capa lipídica Capa de mucina Interaccción Epitelio corneal Interaccción Solución de mucina Película lagrimal Capa acuosa Mucina 28 | Lentes de contacto. Teoría y práctica La mucina es producida en la conjuntiva por las células de Goblet, que for- man una capa hidrofílica como una nueva superficie. Anteriormente se tie- ne una fina capa de lágrimas con lípidos que ayudan a evitar la evaporación. Cuando el ojo es seco como resultado de la evaporación de la película lagri- mal después del parpadeo, la mucina es absorbida, la superficie corneal se hace hidrofóbica y puntos secos pueden aparecer sobre la córnea. Esto es lo que se conoce como rompimiento de la película lagrimal (but), con el parpa- deo la mucina nuevamente se reparte sobre la córnea y el proceso se repite. La humectabilidad normal de la córnea depende decuatro factores: 1. Suficiente volumen acuoso de la película lagrimal para prevenir la queratitis sicca y el síndrome de Sjögren. 2. Adecuada formación de mucina por las glándulas de Goblet de la conjuntiva, que pueden estar alteradas por avitaminosis A, síndro- me de Stevens-Johnson, tracoma severo o quemadura química. 3. Cambios en la superficie de mucina con el parpadeo, que puede ser alterado por parálisis de los nervios craneales v y vii par. 4. Con el parpadeo la superficie interna del párpado debe estar sobre la córnea; esto puede encontrarse alterado por la presencia de tu- mores limbales, granulomas y pterigios. Si la capa de mucina es deficiente se puede producir el síndrome de ojo seco así se tenga una prueba de Schirmer normal. También el ojo seco se encuentra en ausencia de las células de Goblet de la conjuntiva, dando un tiempo de rompimiento de diez segundos de la película lagrimal inferior. 1.1.2.7. Humectabilidad La humectabilidad es un fenómeno molecular, directamente relacionado con la interacción de moléculas seleccionadas de la solución con molécu- las del polímero del material, formando una superficie sólida líquida. Or- dinariamente el agua no humecta las superficies de los lentes de contacto rígidos. Para conseguir una buena humectabilidad se requiere el uso de so- luciones con agentes humectantes. Segmento anterior del ojo | 29 Algunos agentes de las soluciones favorecen este mecanismo de humec- tabilidad y otros son contraindicados, como en el caso del cloruro de ben- zalconio (bak) que hace que el polímero sea más hidrofóbico. También hay agentes como el ácido metacrílico que favorecen esta humectabilidad. Otro punto importante respecto a los materiales de los lentes es la reacti- vidad de las superficies de acuerdo con las cargas iónicas que tienen los componentes de las lágrimas y el material, pues se produce fenómenos de rechazo de humectabilidad o de adherencia de película lagrimal al lente. La transmisibilidad de la luz puede verse afectada en casos de mala humec- tabilidad. En relación con la humectabilidad de la córnea, el comportamien- to debe ser de completa adherencia de la película lagrimal a la superficie del epitelio. Esto se manifiesta por una córnea brillante y libre de zonas se- cas. La córnea se recubre de película lagrimal para permitir una superfi- cie suave, lisa, refractivamente adecuada y con un parpadeo sin molestias. 1.1.2.8. Óptica de la córnea Cuando un rayo luminoso incide sobre una superficie transparente se producen varias posibilidades: 1) luz reflejada; 2) luz refractada, y 3) luz absorbida. Luz reflejada. En la reflexión de la luz puede suceder lo siguiente: 1. El ángulo de reflexión es igual al ángulo de incidencia. 2. El rayo incidente, la luz normal a la superficie y el rayo reflejado se encuentran en el mismo plano. 3. El ángulo de reflexión tiene una magnitud y dirección medida en ángulos que se consideran positivos. 4. El efecto de los rayos reflejados es el de producir una imagen; un objeto real produce una imagen virtual en el plano de un espejo dando una imagen derecha pero invertida. 5. La apariencia de profundidad producida en el plano del espejo es le- jos, detrás de la superficie del espejo, como del objeto en frente de él. 30 | Lentes de contacto. Teoría y práctica 6. En un espejo cóncavo o convexo la relación entre imagen y objeto es expresada con la siguiente fórmula: 1/v – 1/u = 2/R = 1/f Donde: v = distancia imagen (i) u = distancia objeto (o) R = radio f = focal En un espejo convexo, f, u y v son positivos, y en un espejo cóncavo R (1/2 f ) y v son negativos. 7. El tamaño de la imagen en el plano del espejo es igual a la del objeto. Reflexión en un espejo plano. La figura 1.10 muestra la relación del ojo con un objeto reflejado en un espejo plano. Fig. 1.10 Espejo plano y su relación con el ojo: el tamaño de la imagen es igual al del objeto Fuente: ilustración de E. García. Espejo B’ b B A A’ ImagenObjeto Segmento anterior del ojo | 31 Reflexión en un espejo cóncavo. El tamaño de la imagen en el espejo cón- cavo (figura 1.11) se expresa por la siguiente fórmula: I/o = v/u Donde: I = tamaño imagen o = tamaño objeto Fig. 1.11 Formación de imágenes en espejo cóncavo Fuente: ilustración de E. García. Espejo cóncavo Objeto más lejano del punto focal Objeto en el centro de curvatura Espejo Objeto Imagen B A V c N Espejo Objeto Imagen B A c b f a 32 | Lentes de contacto. Teoría y práctica Reflexión en un espejo convexo. El tamaño de la imagen en el espejo con- vexo (figura 1.12) se expresa por la siguiente fórmula: I/o = v/u Donde: v = distancia imagen u = distancia objeto I = tamaño imagen o = tamaño objeto La imagen es virtual para objetos reales, objetos derechos y objetos más pequeños que los reales. El uso del queratómetro está basado en las miras que son reflejadas de la córnea, como si esta fuera una superficie de espejo convexo. La fórmula usada es: R = 2 uI/O Donde: R = radio córnea u = distancia entre objeto y córnea I = tamaño imagen O = tamaño objeto Segmento anterior del ojo | 33 Fig. 1.12 Formación de imagen en espejo convexo Fuente: ilustración de E. García. Luz refractada. La refracción o desviación de los rayos de luz es mejor en- tendida en términos de superficies planas y curvas. La cantidad de des- viación, vergencia o poder es dependiente del índice de refracción (n), del radio de curvatura (R) y de la superficie refractiva de la interface de los dos medios. En una superficie plana, según la ley de Snell, el ángulo de inciden- cia es igual al ángulo de refracción (figura 1.13). Fig. 1.13 Refracción de la luz en una superficie plana. El ángulo de incidencia es igual al ángulo de refracción Fuente: ilustración de E. García. Espejo convexo Espejo Imagen Objeto B A a b C u v N B S S’ N’ B’ 34 | Lentes de contacto. Teoría y práctica El rayo de luz en una superficie esférica cóncava es divergente y en una su- perficie esférica convexa es convergente (figura 1.14). Fig. 1.14 Refracción en una superficie cóncava esférica y en una superficie convexa esférica Fuente: ilustración de E. García. La anterior figura se puede expresar por la siguiente fórmula: n/n + n’/v = n’ – n/R Luz absorbida. En la córnea parte de la luz es absorbida por los tejidos y no es transmitida. 1.1.2.9. Lente de contacto delgado El lente de contacto sobre la córnea actúa como un lente delgado con po- der divergente o convergente, dependiendo de si es un lente convexo o cón- cavo. Esto permite corregir los defectos de refracción del ojo, cambiando la dirección de los rayos de luz al incidir sobre la superficie anterior corneal. 1.2. La conjuntiva La conjuntiva es una membrana mucosa que recubre la cara posterior de los párpados y la parte anterior o libre del globo ocular; en otras palabras, une el globo ocular con los párpados (figura 1.15). Este tejido conjuntival tiene en su estructura la presencia de varias glándulas muy importantes n’ n s s’ c n’ > n v R U n’ > n n n’ cs s’ R u v Segmento anterior del ojo | 35 en la secreción lagrimal, así como también la presencia de vasos sanguí- neos y nervios. Fig. 1.15 Conjuntiva tarsal y bulbar Fuente: foto de S. García. 1.2.1. Configuración exterior La conjuntiva se extiende por la cara anterior del globo ocular y lo cubre sin interrupción desde cerca del ecuador hasta el limbo esclerocorneal, for- mando una especie de saco (saco conjuntival) abierto por delante a nivel de la hendidura palpebral. Aunque la conjuntiva forma un todo continuo se divide en tres porciones, a saber: una primera en relación con los pár- pados llamada conjuntiva palpebral, una segunda correspondiente al ojo o conjuntiva bulbar, y una tercera, que une las dos anteriores, llamada con- juntiva de fondo de saco. 1.2.1.1. Conjuntiva palpebral Se encuentra fuertemente adherida a la cara posterior de los tarsos, re- lacionadacon fibras musculares de los músculos palpebrales de Mueller (figura 1.16). En su apariencia la conjuntiva es delgada, transparente, de color rojo o rosado. Se une a la piel en el borde libre de los párpados y pre- senta dentro de su fondo de saco una serie de pliegues transversales. 36 | Lentes de contacto. Teoría y práctica Fig. 1.16 Conjuntiva palpebral Fuente: foto de S. García. 1.2.1.2. Conjuntiva ocular o bulbar Es más delgada y cubre la parte libre del ojo (figura 1.17). Presenta tres porciones: la esclerótica, la corneal y el ángulo interno. Fig. 1.17 Conjuntiva ocular o bulbar Fuente: foto de S. García. Porción esclerótica. En la esclera la conjuntiva pasa por delante de los tendones de los cuatro músculos rectos; es delgada y transparente. Está unida a la esclerótica por una capa de tejido celular laxo. En el adulto, en esta capa celular subconjuntival (también llamada epiesclera) aparecen ve- sículas adiposas. Segmento anterior del ojo | 37 Porción corneal. Al llegar la conjuntiva a la córnea se unen por medio del anillo esclerocorneal o limbo. Se forma una zona circular aproximadamen- te de un milímetro. Al pasar a la córnea la conjuntiva pierde su corión y se continúa con el epitelio anterior de la córnea. Porción del ángulo interno. La conjuntiva bulbar presenta dos formacio- nes: la carúncula lagrimal y el pliegue semilunar. Carúncula lagrimal. Es una pequeña eminencia rojiza. Su base descansa so- bre la conjuntiva formando un cuerpo con ella. En su parte libre se encuen- tra cubierta por el párpado inferior. En su estructura está constituida por una masa de diez a doce folículos pilosos provistos de glándulas sebáceas de donde salen pelos rudimentarios. En el interior de la carúncula lagrimal se encuentran hileras irregulares de fibras musculares estriadas. Finalmen- te todo el conjunto está cubierto por una membrana de naturaleza mucosa. Pliegue semilunar. Es un pequeño pliegue de la conjuntiva bulbar, coloca- do un poco por encima de la carúncula. Presenta dos hojas mucosas, sepa- radas una de otra por una lámina de tejido conjuntivo. 1.2.1.3. Conjuntiva de fondo de saco El repliegue que forma el tejido conjuntival al pasar del párpado al globo ocular constituye alrededor de este un fondo de saco irregularmente circular, que corresponde por arriba al surco orbitopalpebral superior, por debajo al surco orbitopalpebral inferior, y por dentro y por fuera a las re- giones de las comisuras interna y externa (figura 1.18). Este fondo de saco es más profundo en su parte superior que en su par- te inferior, y más profundo en su parte externa que interna. Los repliegues son más numerosos en el fondo de saco inferior. 38 | Lentes de contacto. Teoría y práctica Fig. 1.18 Fondo de saco conjuntival Fuente: foto de S. García. 1.2.2. Estructura de la conjuntiva La conjuntiva se compone, como todas las mucosas, de dos capas: una pro- funda, el corión o dermis, y otra superficial, o capa epitelial. Dermis o corión. Se puede dividir en dos capas: una superficial, o adenoi- de, denominada así porque en ella se comprueba la presencia de linfocitos; y otra profunda o fibrosa. La primera está formada de mallas conjuntiva- les finas, apoyadas en numerosos capilares de fibras elásticas. La profunda presenta fascículos conjuntivos muy voluminosos, y en ella se encuentran nervios, vasos y glándulas. Capa epitelial. El epitelio es cilíndrico en la parte palpebral y pavimento- so estratificado en las capas más superficiales. En esta capa se encuentran células de tipo caliciforme productoras de la mucina. 1.2.3. Glándulas de la conjuntiva En la conjuntiva se encuentran varias glándulas que con su secreción con- tribuyen en parte a la formación de la película lagrimal, y cumplen una fun- ción muy importante en la estructura y el comportamiento de las lágrimas. Glándulas de Henle. Se encuentran en la conjuntiva tarsal, en el borde superior del tarso. Son muy simples; son invaginaciones de la mucosa del Segmento anterior del ojo | 39 corión en forma de tubos más o menos ramificados que no sobrepasan nunca el nivel del corión. Glándulas de Krause. Se sitúan a nivel de los fondos de saco. Se conside- ran como glándulas lagrimales accesorias de tipo acinoso. Glándulas de Wolfring. Están situadas entre el borde periférico del tarso y el fondo de saco. Son glándulas de tipo acinotubulosas o tubuloalveola- res. Se ubican en el tarso, cerca de su borde periférico. Su estructura es si- milar a la glándula lagrimal; está formada por células cilíndricas sobre una basal. De la glándula sale un canal excretor que se abre a la conjuntiva. Su pared está formada por capas celulares similares a las de la conjuntiva. Células caliciformes. Estas células son las de Goblet —responsables de la secreción de mucina—, que en la película lagrimal tienen la función de fa- cilitar la adherencia de lágrimas al epitelio corneal. Cuando se presentan deficiencias en la secreción de la mucina, fácilmente aparecen problemas de adherencia de las lágrimas con tiempos de rompimiento corneal muy cortos y con mala humectabilidad de la córnea. 1.2.4. Vasos y nervios de la conjuntiva Arterias. La circulación arterial se divide en porción palpebral, porción del fondo de saco y porción pericorneal. Porción palpebral. Las arterias de esta porción proceden de las palpebrales y accesoriamente de las ramas que circundan el borde de la órbita, como son la arteria lagrimal, la supraorbitaria, la nasal, la infraorbitaria, la tem- poral superficial y la transversa de la cara. Porción del fondo de saco y bulbar. Reciben la sangre de los mismos orí- genes. A nivel del fondo de saco van a partir un gran número de ramitas que se irradian hacia el contorno de la córnea. Son las arterias conjuntiva- les posteriores. Porción pericorneal o limbal. Las arterias conjuntivales posteriores no al- canzan a llegar a nivel del limbo, donde se encuentra una pequeña zona 40 | Lentes de contacto. Teoría y práctica ciliar irrigada por las arterias ciliares anteriores, procedentes de las arte- rias musculares de los cuatro músculos rectos; generalmente se encuen- tran dos arterias ciliares por cada músculo recto. El recto externo presenta solamente una arteria. Venas. La circulación venosa acompaña a la arterial con una o dos venas por cada rama arterial. Las venas desembocan en los troncos venosos tri- butarios de la oftálmica y en alguna medida también en las venas de los párpados. De allí van a la facial por la temporal superficial. Las venas co- rrespondientes a las arterias ciliares terminan en la vena oftálmica. Nervios. Proceden de fuera del nervio lagrimal, de adentro del nervio na- sal externo, de la parte central o corneal de la conjuntiva bulbar y de los nervios ciliares. Los nervios terminan en la dermis y la epidermis. 1.3. Sistema lagrimal Las lágrimas son el resultado de una combinación de secreciones de varias glándulas que nos dan como resultado la película lagrimal. La lágrima es un compuesto de secreción acuosa, mucoide y lipídica o aceitosa. 1.3.1. Anatomía del sistema lagrimal 1.3.1.1. Glándula lagrimal La mayor producción de lágrima se realiza por medio de la glándula la- grimal localizada en la región supero externa de la órbita, en una depre- sión superficial del hueso frontal denominada fossa glandulae lacrimalis. La glándula se encuentra en la región superior del hueso frontal. Su su- perficie inferior descansa sobre el globo ocular. Esta glándula se relacio- na con el párpado superior y tiene ligamentos en conjunto con el músculo elevador y orbicular de los párpados. Superiormente está en contacto con la fosa ósea frontal conectada al periostio por medio de tejido conectivo; el borde posterior se relaciona con grasa orbitaria; el extremo medio se co- necta con el músculo elevador del párpado; y por la parte lateral se rela- ciona con el músculo recto externo. El líquido secretado por la glándula se dirige al fondo de saco conjuntival superioren el tercio externo. Segmento anterior del ojo | 41 1.3.1.2. Glándulas de Krause y Wolfring Estas glándulas se consideran accesorias y son responsables del aporte constante (básico) de las lágrimas; son de tamaño pequeño pero abundan- tes en número. Glándulas de Krause. Se encuentran localizadas en el fondo de saco conjun- tival superior en una cantidad aproximada de veinte, y en el fondo de saco conjuntival inferior en cantidad de seis a ocho. Su localización exacta es en la sustancia propia de la conjuntiva. Glándulas de Wolfring. Se localizan en la carúncula, en el borde superior de la lámina tarsal. 1.3.1.3. Glándulas de Meibomio La capa oleosa de la película lagrimal es producida por las glándulas de Meibomio, situadas en la lámina tarsal de los párpados superior e inferior (figura 1.19). En el párpado superior se encuentran veintiocho glándulas dispuestas linealmente, y en el párpado inferior, dieciocho. Se sitúan una al lado de la otra a lo largo del tarso en el borde palpebral, por detrás de las pestañas. Fig. 1.19 Glándulas de Meibomio Fuente: foto de S. García. 42 | Lentes de contacto. Teoría y práctica 1.3.1.4. Glándulas de Zeiss y Moll Las glándulas de Zeiss se encuentran en el borde palpebral y las de Moll, en las raíces de las pestañas. Su secreción es aceitosa lipídica; su función es la de conservar la estructura de la película lagrimal reduciendo la evapora- ción y evitando que el líquido lagrimal rebase el borde palpebral. 1.3.1.5. Células de Goblet Las células de Goblet, localizadas en la conjuntiva, son células calicifor- mes que secretan la mucina que forma la capa más profunda de la película lagrimal. La mucina es la que permite la adherencia de la película lagri- mal sobre el epitelio corneal. Estas células se encuentran en la conjunti- va en el borde tarsal superior e inferior. La principal función de la mucina es hacer el epitelio hidrofóbico, permitiendo que las lágrimas se distribu- yan uniformemente sobre la córnea y le den esa apariencia de brillantez y transparencia. 1.3.2. Sistema excretor Las lágrimas son eliminadas del globo ocular por un mecanismo excretor que funciona por medio de bombeo y se produce por el parpadeo. El lí- quido lagrimal penetra por los puntos lagrimales localizados en el borde interno de los párpados superior e inferior, pasando a los canalículos, al conducto lacrimonasal y a la fosa nasal. 1.3.2.1. Puntos lagrimales Se encuentran localizados en la unión de la porción ciliar y en el borde de la porción lagrimal de los párpados, sobre una ligera elevación denomina- da papila lacrimalis. El punto lagrimal tiene un diámetro de 0.2 a 0.3 mm y es permeable (figura 1.20). Segmento anterior del ojo | 43 Fig. 1.20 Puntos lagrimales Fuente: foto de S. García. Estos puntos están en contacto con la película lagrimal y la recogen para su evacuación. Cuando se produce alguna anomalía que cambie la disposi- ción de estos puntos, la evacuación es deficiente, y también puede suceder por la obstrucción posterior a un proceso inflamatorio infeccioso. En mu- chos casos se requiere destapar estos puntos por medio de una sonda pa- ra permitir el correcto flujo lagrimal. Los canalículos. Se encuentran localizados dentro del borde palpebral y están orientados de forma paralela a la región nasal. Cada canalículo tiene un componente vertical de 2.0 mm y un componente horizontal de 8.0 mm de largo. El diámetro promedio es de 1.5 a 2.0 mm. El canalículo es per- meable para ayudar a evacuar la lágrima hasta el saco lagrimal, y antes de llegar allí ambos canalículos se unen y forman uno solo de una longitud de 3.0 a 5.0 mm. Saco lagrimal. Está localizado en la fosa ósea lagrimal, en la región ante- rior de la pared orbitaria media. El saco descansa sobre una capa periósti- ca y se encuentra cubierto por una fascia extensión del periostio. El saco lagrimal se relaciona en su región media con la fosa lagrimal, en la parte anterior con el apéndice frontal del maxilar, y en la región posterior con el hueso lagrimal. Este saco se continúa con el conducto lacrimonasal para evacuar las lágrimas a través de las fosas nasales. 44 | Lentes de contacto. Teoría y práctica Conducto lacrimonasal. Este es una continuación del saco hacia abajo, hasta llegar al meato inferior de la nariz (figura 1.21). La distancia desde el orificio o punto lagrimal hasta la nariz es de 30 a 35 mm. La abertura en la nariz varía en forma y tamaño, y presenta la válvula de Hasner, cuya función es la de prevenir el reflujo de aire o de secreción nasal al conduc- to lacrimonasal. Fig. 1.21 Conducto lacrimonasal Fuente: ilustración de E. García. 1.3.3. Composición de las lágrimas 1.3.3.1. Película lagrimal El líquido lagrimal se extiende a través de la superficie conjuntival y la cór- nea y se elimina por medio de los puntos lagrimales, los canalículos, el sa- co lagrimal, el conducto nasolagrimal y las fosas nasales. El 95 % de las lágrimas es producido por la glándula lagrimal y el 5 % restante es produ- cido por las glándulas lagrimales accesorias y las células de la conjuntiva. La secreción normal de un ojo es de 1 a 2 ml por minuto y el espesor de la película lagrimal es aproximadamente de 0.005 a 0.010 mm. La Saco lacrimal 2 mm 8 mm Conalículo Conducto lacrimonasal 5 mm 5 mm 10 mm 12 mm Meato inferior Segmento anterior del ojo | 45 película lagrimal es una fina capa de secreción acuosa, lípidos, proteínas, metabolitos, electrolitos y mucina. La mucina es una fina capa de 0.02 mm a 0.04 mm sobre el epitelio corneal y hace que este sea hidrofílico y ayude a la repartición de las lágrimas sobre la superficie anterior del globo ocular —posterior al parpadeo—. La capa lipídica ayuda a evitar la evaporación de las lágrimas. Composición de la película lagrimal Si se produce un estímulo en la producción de lágrimas, se aumenta flujo lagrimal y con esto la concentración de proteínas, glucoproteínas y calcio, y se reduce la de potasio. También se cree que la concentración de lisozi- ma depende del flujo lagrimal. Al hacer un análisis de la película lagrimal se encontrará un compuesto de proteínas, enzimas, lípidos, metabolitos, iones hidrógeno, agua y mucina. Proteínas. En la película lagrimal encontramos varios tipos de proteínas: Albumina. La albúmina lagrimal es una fracción proteica única que se con- sidera como proteína lagrimal anódica o prealbúmina lagrimal específica. Lizosima. Es una proteína bacteriolítica presente en las lágrimas con un alto contenido —a diferencia de otros líquidos corporales con concentraciones menores—. La cantidad de lizosima puede estar reducida en casos de pacientes con síndrome de Sjögren, con infecciones por virus de Herpes simple, con estados de desnutrición infantil severa y con irritación ocular por contaminación ambiental. Lactoferrina. Es una proteína portadora de hierro, con acción bacteriostá- tica, que hace que los iones metálicos no estén disponibles para el meta- bolismo microbiano. Transferrina. La presencia de esta proteína en las lágrimas es mínima. Se ha encontrado su presencia después de traumatismos de la mucosa conjuntival. 46 | Lentes de contacto. Teoría y práctica Ceruloplasmina. Es una proteína portadora de cobre presente en las lágrimas. Inmunoglobulina A. Predomina en el líquido lagrimal y en otras secrecio- nes. Tiene un compuesto antigénico. Inmunoglobulina G. Se encuentra presente en las lágrimas en concentra- ciones pequeñas. Inmunoglobulina E. En las lágrimas se encuentra en los casos de pacientes con conjuntivitis primaveral. Glucoproteínas. Están presentes en las lágrimas en la película mucosa la- grimal. Juegan un papel especial en la lubricación de la córnea al hacer es- ta superficie hidrofílica. El mucus se secreta por las células caliciformes de la conjuntiva (células de Goblet) como una solución glucoproteica (mucoi- de), en la que se encuentran carbohidratos, proteínas con la presencia de hexosaminas,hexosa y ácido siálico. Antiproteinasas. Son inhibidores de las proteínas que se encuentran pre- sentes en las lágrimas con valores más bajos que en el plasma. Esta proteí- na es secretada por la glándula lagrimal. En las infecciones bacterianas y virales se encuentra un aumento de antiproteinasa. Enzimas. En las lágrimas se encuentran enzimas glucolíticas y enzimas del ciclo del ácido tricarboxílico en niveles altos. Estas enzimas se producen a nivel de la conjuntiva, en donde se secretan en pequeñas cantidades. Dehidrogenasa láctica. Es la enzima de mayor concentración lagrimal. Su origen es a nivel del epitelio corneal. Enzimas lisozómicas. La glándula lagrimal es la fuente principal de la enzi- ma lisozómica. En los traumatismos, la conjuntiva también produce estas enzimas, pero en pequeñas cantidades. Segmento anterior del ojo | 47 Amilasa. Se origina en la glándula lagrimal y se estimula su producción en casos de contaminación lagrimal. Peroxidasa. Se produce en la glándula lagrimal. Colagenaza. Se encuentra en las lágrimas después de úlceras corneales por infección, quemaduras químicas, traumatismos y desecación. Lípidos. En la película lagrimal se encuentra una pequeña cantidad de lí- pidos presentes en la capa más externa o superficial de la película lagri- mal. Al analizar los lípidos meibonianos se encuentra la presencia de toda clase de lípidos, especialmente de hidrocarbonados, ésteres céreos, ésteres de colesterol, triglicéridos, ácidos grasos, colesterol libre y fosfolípidos. El colesterol se encuentra presente en las lágrimas en concentraciones simi- lares a la sangre. Metabolitos. Los metabolitos son sustancias producidas en el transcurso de las reacciones metabólicas; son de bajo peso molecular y se originan en el metabolismo. Las reacciones metabólicas son catalizadas por enzimas y estas se determinan genéticamente: cualquier alteración del adn supone la degradación de la enzima, el bloqueo de la vía metabólica y la acumulación de un metabolito intermediario en la célula. Glucosa. La glucosa se presenta en cantidades mínimas provenientes del lí- quido tisular circundante del saco conjuntival. Lactato. Se encuentra en pequeñas cantidades. Urea. Las concentraciones de urea en las lágrimas son similares a las del plasma sanguíneo. Catecolaminas. Dopamina, epinefrina, norepinefrina y dopa. Histamina. Presente en el saco conjuntival en pequeñas cantidades; en ca- so de enfermedades inflamatorias se presenta un incremento. 48 | Lentes de contacto. Teoría y práctica Prostaglandinas. Aumentadas en casos de conjuntivitis primaveral y tracoma. Electrolitos iones hidrógeno. Los electrolitos lagrimales de carga iónica positiva son el sodio y el potasio; los de carga negativa, el cloro y el bicar- bonato. El sodio lagrimal es equivalente al sanguíneo. El potasio se en- cuentra en mayor cantidad que en la sangre. También en las lágrimas se encuentran calcio y magnesio. En las lágrimas así como en otros líquidos corporales, la presión osmótica está determinada por la presencia de los electrolitos. pH lagrimal. Los electrolitos son los encargados de ayudar a mantener el pH lagrimal entre valores de 7.14 a 7.82 y como promedio aproximado de 7.5 en la mayoría de las personas. Valoración de la película lagrimal Para valorar la película lagrimal se debe hacer pruebas que determinen la cantidad y calidad de las lágrimas con el fin de tener la seguridad de su correc- to funcionamiento, especialmente en la adaptación de lentes de contacto. Elementos diagnósticos: Fluoresceína. La utilizada para valorar la película lagrimal es en una con- centración del 1 al 2 %. Generalmente se presenta en tiras o bandas estéri- les con el extremo impregnado de fluoresceína. Rosa de bengala. Se utiliza en concentraciones de 1 %, en forma de tiras o bandas de papel filtro impregnadas. Su propiedad es la de colorear las cé- lulas desvitalizadas o muertas de un tejido. Verde lisamina. Colorante verde que contiene partes de amoniaco y de sul- fonatos que facilitan la observación de los tejidos. Su uso en la superficie ocular permite ver tinciones a nivel de la córnea y la conjuntiva, tiñendo células degradadas que son vistas con un mejor contraste. Segmento anterior del ojo | 49 Schirmer. Son tiras de papel filtro que se utilizan para valorar la cantidad de lágrimas de un ojo. El papel se coloca en el tercio externo del saco con- juntival del párpado inferior durante cinco minutos; en este tiempo, en ca- sos normales, el papel se debe impregnar de lágrimas de 15 a 25 mm. Rojo fenol. Se trata de un hilo de algodón que se impregna gradualmente de la lágrima y se va tornando de color rosado. Debe colocarse en el fondo de saco conjuntival inferior. Agentes anestésicos locales. Con la finalidad de hacer algunas pruebas pa- ra diagnóstico, se instilan gotas anestésicas de efecto local. Las más uti- lizadas son cocaína al 5 %, benoxinato al 0.4 %, proparacaína al 0.5 %, tetracaína al 0.5 %. ( Cocaína: no se debe instilar directamente en el ojo. Se usa como anestésico intranasal de superficie. Es vasoconstrictor, lo que quie- re decir que su uso es para anestesiar el conducto lacrimonasal. Si es utilizado directamente en el ojo causa midriasis, retracción del párpado y queratopatía. ( Clorhidrato de benoxinato: en concentración de 0.4 % anestesia en un minuto y su efecto dura de veinte a treinta minutos. Produce ar- dor al ser instilado en el ojo. ( Clorhidrato de proparacaína: en solución al 0.5 % produce menor ardor. Es de acción inmediata (veinte segundos) y su efecto dura quince minutos. Puede presentar reacción alérgica. ( Clorhidrato de tetracaína: en solución al 0.5 % es un anestésico de superficie, de acción lenta que dura quince minutos. Su uso prolon- gado puede causar alergias y daño corneal. Pruebas diagnósticas de la película lagrimal: Prueba de Schirmer. Esta prueba fue descrita por primera vez en 1903. Es la prueba universal para conocer la cantidad de la secreción lagrimal (figura 1.22). 50 | Lentes de contacto. Teoría y práctica Schirmer 1: esta prueba se realiza sin anestésico local. Se utilizan tiras de papel filtro (Whatman 41) de 50 mm de largo por 5 mm de ancho. El pa- pel se dobla en un extremo para ser insertado en el fondo de saco conjun- tival tercio externo temporal. Se le pide al paciente que mire hacia arriba para evitar que el papel toque la córnea; también se le puede pedir que cie- rre los ojos ligeramente. Después de cinco minutos se extrae el papel y se mide qué tanto se humedeció a partir del sitio doblado. Fig. 1.22 Prueba de Schirmer Fuente: foto de iacle. Se considera como secreción normal cuando después de dicho tiempo se ha impregnado el papel en 15 mm. En personas mayores de cuaren- ta años, entre 10 y 15 mm; se considera ojo seco cuando el valor es me- nor de 10 mm. La forma de anotar es: D.15/5 I.10/5, que significa: en el ojo derecho se impregnó el papel 15 mm en 5 min, y en el ojo izquierdo 10 mm en 5 min. Schirmer 2: cuando con la prueba de Schirmer 1 se obtienen valores in- adecuados es conveniente conocer la secreción refleja que se obtiene bajo la aplicación de anestésico y al producir un estímulo que genere más lágri- mas. La secreción básica es la que se produce normalmente sin ningún es- tímulo. La secreción refleja es la producida después de algún estímulo, por ejemplo una incitación mecánica o psíquica que active la glándula lagrimal. Segmento anterior del ojo | 51 Muchas veces es necesario conocer la diferencia entre la secreción bási- ca y la refleja. Para esto también se aplica la prueba de Schirmer 2, que se realiza bajo anestésico local en el fondo de saco conjuntival, estimulando el trigemio mediante contacto o por olor de cloruro de amonio. Tiempo de rompimiento de la película lagrimal (but). La película lagrimal está compuesta de tres capas: una oleosa o lipídica, una acuosa y otra mu- cosa. Con esta prueba se determina la calidad de dicha película en cuantoa su adherencia a la superficie del epitelio corneal. La mucina es secreta- da por las células caliciformes de la conjuntiva; es la que permite dicha adherencia y es por esto que se observa la córnea brillante y transparente. Para su aplicación se instila fluoresceína en el fondo de saco conjuntival, se le pide al paciente que abra y cierre los ojos varias veces, luego que deje el ojo abierto y se observa a través de luz negra (filtro azul cobalto de la lámpara de hendidura) qué sectores de la córnea se secan o se pierde la adherencia de fluoresceína, para determinar el tiempo de rompimiento de la película lagrimal precorneal (figura 1.23). En condiciones normales la película lagrimal se rompe en un tiempo de quince a treinta segundos; se considera anormal cuando el rompimiento se produce antes de diez segundos. Esto último indicaría una deficiencia en la mucina lagrimal. Fig. 1.23 Prueba de tiempo de rompimiento de la película lagrimal Fuente: foto de S. García. 52 | Lentes de contacto. Teoría y práctica Prueba del rosa de bengala. El rosa de bengala tiene la propiedad de colo- rear las células muertas o desvitalizadas del epitelio conjuntival y corneal (figura 1.24). Su clasificación se hace de acuerdo con la extensión y colora- ción en una escala de 0 a 4. Indica algún problema en el cubrimiento de la película lagrimal. Para su observación se puede utilizar el filtro verde (aneritra libre de rojo) de la lámpara de hendidura que permite una mejor valoración. Fig. 1.24 Prueba del rosa de bengala Fuente: foto de iacle. Prueba del rojo fenol. Esta prueba se utiliza para valorar la cantidad de pro- ducción de la lágrima. Es menos invasiva que la prueba de Schirmer. Se colo- ca un hilo de algodón en el fondo de saco conjuntival inferior; a medida que el hilo se impregna de lágrima se va tornando de color rosado (figura 1.25). Fig. 1.25 Prueba del rojo fenol Fuente: foto de iacle. Segmento anterior del ojo | 53 1.4. La esclera La esclerótica es una membrana fibrosa que constituye aproximadamente los 5/6 posteriores de la túnica fibrosa del globo ocular; es decir, de la tú- nica externa. Difiere esencialmente de la córnea transparente —con la que se continúa por delante— en que no es atravesada por los rayos lumino- sos. La esclera representa un segmento de esfera de 22.0 mm de diámetro; es una membrana exteriormente blanca, con reflejo sedoso en su interior. La esclera está formada por tejido fibroso y es la más sólida y resistente de las membranas oculares. Asegura la protección de los elementos sensoria- les. El espesor de la esclera es variable, alrededor de la pupila es de 1.0 mm y se adelgaza por delante aproximadamente 0.6 mm en el limbo esclero- corneal, así como también en los tendones de los músculos extraoculares. 1.4.1. Histología La esclera está compuesta de tejido conectivo denso formado por haces de colágeno aplanados que transcurren paralelos a la superficie en varias di- recciones. Se trata de finas mallas de fibras elásticas entremezcladas con los haces de colágeno de un espesor de 10 a 16 micras y una longitud de 100 a 140 micras; una moderada cantidad de sustancia fundamental y es- casos fibroblastos largos y aplanados. Es perforada por cuatro venas vorticosas, los vasos y nervios ciliares ante- riores y posteriores, y el nervio óptico a la altura de la lámina cribosa. La disposición de las fibras es muy diferente según las regiones. En la parte posterior las cintas externas se abren en forma de malla de balón, y las cin- tas internas en forma de abanico. En la parte anterior las fibras son circula- res y le confieren a esta región la rigidez necesaria para la implantación de los rectos. La esclera también contiene fibras elásticas que se evidencian fácilmente y abundan a nivel del ecuador y alrededor del limbo y canal óp- tico. En la esclera se localizan algunas células pigmentadas procedentes de la úvea a nivel de los orificios de penetración vascular. 54 | Lentes de contacto. Teoría y práctica 1.4.2. Relaciones La esclera tiene la forma de un anillo que presenta dos superficies: una ex- terior y otra interior, y dos aberturas: una posterior y otra anterior. 1.4.2.1. La superficie exterior o cara externa (convexa) Corresponde a la superficie anterior o cóncava de la cápsula de Tenon, de la que está separada por una capa serosa tabicada por donde circula la linfa. En el niño es de color azulado; en el adulto, blanco y en el viejo, ligeramen- te amarillenta. En esta superficie se insertan los tendones de los músculos extraoculares y de los oblicuos. También presenta una serie de orificios en la región posterior, media y anterior. En la región posterior se encuentran de quince a veinte orificios alrededor del nervio óptico, y dan paso a las arterias ciliares cortas posteriores y a los nervios ciliares. De estos orificios hay dos colocados un poco más ade- lante que los otros, uno por dentro en el lado nasal y el otro por fuera en el lado temporal, que están destinados para las dos arterias ciliares largas posteriores. Los orificios medios localizados un poco por detrás del ecuador son cuatro: dos superiores de los cuales uno es interno y el orto externo; dos inferiores, uno por dentro y otro por fuera. Estos cuatro orificios son atravesados por las venas de la coroides o venas vorticosas y por conductos linfáticos que comunican el espacio supracoroideo con el espacio supraesclerótico o es- pacio de Tenon. Los orificios anteriores están situados circularmente y alrededor de la cór- nea. Son más pequeños y menos numerosos que los orificios posteriores y dan paso a las arterias ciliares anteriores y a cierto número de venillas y conductos linfáticos. 1.4.2.2. Superficie interior La superficie interior de la esclera es cóncava y con coloración levemente oscura que contrasta con la superficie exterior. Esta superficie se relaciona Segmento anterior del ojo | 55 en toda su extensión con la coroides, a la que está unida por vasos y ner- vios que la atraviesan y por una capa de tejido celular laxo llamada lámi- na fusca. 1.4.2.3. Abertura posterior. Lámina cribosa Situada a 4.0 mm por dentro y a 1.0 mm por debajo del polo posterior está destinada a dar paso al nervio óptico. Este orificio tiene forma de bisel a ex- pensas de las capas exteriores de la esclera; no es pues cilíndrico sino que tiene la forma de cono de base posterior. Su diámetro disminuye de atrás ha- cia delante, y mide de 3.0 a 5.0 mm en la extremidad posterior del conducto, y en la parte anterior de 1.0 a 1.5 mm. En la parte anterior del orificio se pre- senta la lámina cribosa que se encuentra atravesada por innumerables agu- jeritos por donde pasan los fascículos del nervio óptico o fibras nerviosas. 1.4.2.4. Abertura anterior La abertura anterior de la esclera representa una circunferencia regular con todos sus diámetros iguales, que miden 13.00 mm aproximadamente en su parte posterior. En la parte anterior mide de 12.00 mm horizontal- mente a 11.00 mm verticalmente. Se une a la córnea por una fusión de te- jidos fibrosos que se representa por el limbo o anillo esclero-corneal; en la parte posterior de este anillo se encuentra un pequeño conducto conocido como el canal de Schlemm. 1.4.3. Vasos sanguíneos y linfáticos Las arterias propias de la esclera proceden de las ciliares cortas posterio- res y de las ciliares anteriores; forman entre los fascículos conjuntivos una red capilar de anchas mallas. De esta red nacen las venillas que van a des- embocar en las venas ciliares anteriores y en las venas coroideas. La esclera no tiene vasos linfáticos propiamente. La linfa circula por el es- pacio linfático supracoroideo y supraesclerótico. 56 | Lentes de contacto. Teoría y práctica 1.4.4. Nervios Los nervios de la esclera provienen de los nervios ciliares. Al llegar a la proximidad del cuerpo ciliar dan unos filamentos que penetran la esclera a nivel del ecuador y en las cercanías del limbo. 1.4.5. Fisiologíade la esclera El papel fisiológico de la esclerótica es el de sostén y protección. La escle- ra hace de verdadero esqueleto para el globo ocular, manteniendo su for- ma esférica y consistencia, y soportando la presión excéntrica que ejerce el contenido ocular. También debe resistir la presión atmosférica y actuar contra las deformaciones que sobre el globo ocular se producen con las contracciones de los músculos extraoculares. Su coloración blanca refleja mejor los rayos luminosos e infrarrojos. La esclera es poco vascularizada. Presenta relaciones más íntimas con el sistema vascular a nivel de la córnea, el ángulo corneocilioirideo, el cuer- po ciliar y la conjuntiva. La esclera no presenta membranas semipermea- bles como la córnea, por lo que siempre se encuentra hidratada al máximo y como consecuencia es opaca. 1.5. Párpados Los párpados están formados por piel, tejido conjuntivo laxo, tejido muscu- lar, tarso, fascia y conjuntiva. Los párpados ejercen sobre el globo ocular una función protectora por medio de las pestañas, las secreciones de las glándu- las de los párpados y los movimientos de parpadeo. La piel de los párpados es más delgada que la de cualquier otra parte del cuerpo y se pliega fácil- mente permitiendo la rápida apertura y cierre de la hendidura palpebral. En la base del folículo piloso de las pestañas se encuentran las glándu- las de Zeiss. Posterior a la línea de las pestañas se encuentran las glándu- las de Meibomio, con secreción grasa dispuesta en forma perpendicular al borde palpebral. Estas glándulas son aproximadamente de 30 en cada tarso. La capa grasa de estas secreciones constituye la capa más externa de la película lagrimal, que tiene como función evitar la evaporación de las Segmento anterior del ojo | 57 lágrimas. Los párpados también contienen glándulas lagrimales accesorias como las de Krause y Wolfring. El tercer elemento en la protección del globo ocular es el parpadeo, que se produce por la acción muscular del elevador del párpado, del orbicular y del músculo liso de Muller. Los movimientos de apertura y cierre pueden ser voluntarios o reflejos. Los párpados se abren por la acción del elevador del párpado inervado por el tercer par craneal, y se cierran por la acción del or- bicular de los párpados inervado por el séptimo par craneal (facial). Los párpados protegen los ojos contra traumatismos externos, cuerpos ex- traños y exposición indebida a la luz. Así mismo, ayudan a distribuir la pe- lícula lagrimal sobre el globo ocular con la finalidad de mantener húmeda la superficie anterior y evitar la presencia de cuerpos extraños. Lentes de contacto: teoría y práctica Recommended Citation tmp.1665166683.pdf.5IeIm
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