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Abstract Objective: Conduct a narrative review of the efficacy, safety, tolerability of the etonogestrel contraceptive implant and analyze the barriers that limit its wider use. Material and methods: Literature narrative review focused on the aspects specified in the objective. Results: There is supporting evidence that: The etonogestrel implant is the most effective contraceptive method we currently have; that it does not increase the risk of venous thromboembolism; that the possibility of implant migration is remote; that in general it is well tolerated and has high rates of continuity of use; that it induces a characteristic bleeding pattern that we must know and know how to handle; that it presents some beneficial non-contraceptive effects and that the main barriers to its use are based on ignorance of the method and the economic cost. Conclusions: The etonogestrel implant is an efficient and effective method to avoid an unwanted pregnancy and it would be desirable for more women to use it. Resumen Objetivo: realizar una revisión narrativa sobre la eficacia, seguridad y tolerabilidad del implante anticonceptivo de etonogestrel y analizar las barreras que limitan su utilización más amplia. Material y métodos: revisión de la literatura focalizada en los aspectos especificados en el objetivo. Resultados: existe evidencia que soporta que: el implante de etonogestrel es el método anticonceptivo más eficaz de que disponemos actualmente; que no incrementa el riesgo de tromboembolismo venoso; que la posi- bilidad de migración del implante es remota; que en general es bien tolerado y presenta tasas de continuidad de uso elevadas; que induce un patrón de sangrado característico que debemos conocer y saber manejar; que presenta algunos efectos beneficiosos no anticonceptivos y que las principales barreras para su uso se basan en el desconocimiento del método y el coste económico. Conclusiones: el implante de etonogestrel es un método eficaz y efectivo para evitar un embarazo no deseado y sería deseable que más mujeres lo utilizasen. Revisión de Conjunto Palabras clave: Anticoncepción. Implantes. Implanon. Eficacia anticonceptiva. Key words: Contraception. Implants. Implanon. Contraceptive efficacy. Recibido: 15/04/2020 Aceptado: 24/04/2020 Lete Lasa I. Eficacia, seguridad y tolerabilidad del implante anticonceptivo de varilla única con etonogestrel. Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93. Eficacia, seguridad y tolerabilidad del implante anticonceptivo de varilla única con etonogestrel Iñaki Lete Lasa Unidad de Gestión Clínica de Obstetricia y Ginecología. Hospital Universitario Araba. Vitoria Revista Oficial de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia P R O G R E S O S D E O b s t e t r i c i a G i n e c o l o g í a y Revista Oficial de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93 Correspondencia: Iñaki Lete Lasa Unidad de Gestión Clínica de Obstetricia y Ginecología. Hospital Universitario Araba. C/José Atxotegi s/n 01009 Vitoria e-mail: luisignacio.letelasa@osakidetza.eus 82 I. Lete Lasa [Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93] INTRODUCCIÓN El primer implante anticonceptivo fue aprobado por la Agencia de Medicamentos y Alimentación (FDA) en el año 1990. Era un implante de seis varillas que liberaba levonorgestrel (Norplant©). En el año 2002 el implante fue retirado del mercado debido a diferentes problemas asociados a su uso y no fue hasta el año 2003 que el implante anticonceptivo de varilla única que libera eto- nogestrel (ENG-I) fue comercializado por Organon con el nombre de (Implanon©). La FDA aprobó este implante en el año 2006 (1) y este implante forma parte de los méto- dos anticonceptivos reversibles de larga duración (LARC, por su acrónimo en inglés). Este mes de enero de 20121 se han cumplido 15 años de su salida al mercado anti- conceptivo. ENG-I es un implante de varilla única que contie- ne 68 mg de etonogestrel (ENG) válido como método anticonceptivo durante un periodo de tres años. En esta revisión de conjunto se analizan y evalúan tan- to aspectos relacionados con la eficacia y seguridad del producto como aspectos prácticos relacionados con su manejo clínico y estrategias para incrementar su uso. EFICACIA ANTICONCEPTIVA Los métodos anticonceptivos LARC son considerados métodos muy eficaces para evitar el embarazo porque no necesitan del cumplimiento por parte de la usuaria. En el CHOICE Project se registraron 334 embarazos no deseados en 7.846 mujeres participantes, con una tasa de fallos de 4,55/100 mujeres/año para las mujeres que usaron métodos anticonceptivos de corta dura- ción (SARC) y 0,27/100 mujeres/año para las que utili- zaron LARC (2). En un ensayo clínico en el que se reclutaron 1.003 mujeres que usaron ENG-I, 1.005 que usaron el implan- te de levonorgestrel de dos varillas (LNG-I) y 974 a las que se insertó un dispositivo intrauterino (DIU) de cobre TCu380A, las tasas acumuladas de embarazo a 3 años de uso fueron de 0,4/100 mujeres/año en el caso del ENG-I (3). En este estudio la eficacia del ENG-I no se rela- cionó con un peso corporal > de 70 kg de peso. La efectividad de un método anticonceptivo depen- de, además de de que se cumpla adecuadamente con el esquema terapéutico recomendado (4), de la tasa de con- tinuidad de uso del mismo. En el estudio CHOICE Project las tasas de continuidad de uso para los métodos LARC versus los métodos no LARC fueron, a los 12 meses, de 87% y 57%, respectivamente y a los 24 meses de 77% y 41% (5). En este mismo estudio se comprobó que los métodos LARC son 20 veces más efectivos que los méto- dos SARC y como resultado de la aplicación del programa CHOICE se observó una reducción en los abortos de repe- tición en el área de San Luis en el periodo 2006 a 2010. En el caso concreto del implante, la tasa de continuidad de uso a los 12 meses fue del 83% (6) y a los 24 meses del 69%, superior al 43% de la píldora y al 41% del anillo vaginal (7). Existe, por tanto, evidencia de que el implante cumple las dos condiciones necesarias para garantizar la efectividad anticonceptiva: cumplimiento que no depen- de, con este método, de la actitud de la usuaria, y conti- nuidad de uso. Resulta interesante comparar la eficacia anticonceptiva de los métodos LARC y los métodos SARC. En un ensayo clínico realizado en tres centros sanitarios de Carolina del Norte, en EE. UU., se reclutaron 916 participantes, de 18 a 29 años de edad, que acudieron solicitando anticon- cepción de corta duración. Las pacientes fueron invitadas a participar en el ensayo clínico: 392 (43%) aceptaron la aleatorización para utilizar un LARC o un método de cor- ta duración; 524 (57%) prefirieron utilizar un método de corta duración, sin participar en la aleatorización, pero aceptaron ser seguidas durante 12 meses. Las tasas de embarazo a los 12 meses fueron del 6,4% para el gru- po que eligió un método de corta duración, 7,7% para el grupo aleatorizado a un método de corta duración y 0,7% para el aleatorizado a un método LARC (p = 0,01) (8). La mayor efectividad de los métodos LARC debería tener como consecuencia una disminución del número de embarazos no deseados. En un ensayo clínico realizado en EE. UU. en el que se incluyeron 40 clínicas de plani- ficación familiar que fueron randomizadas en una ratio 1:1 a facilitar información basada en la evidencia sobre los métodos LARC (grupo estudio) o información están- dar sobre los métodos anticonceptivos en general (grupo control), se observó una menor tasa de embarazos en el grupo estudio que en el grupo control (7,9 vs. 15,4/100 mujeres/año) (9). Este estudio concluyó que la tasa de embarazos no deseados se puede disminuir, de manera efectiva, utilizando métodos LARC. Algunos estudios han demostrado que incrementar el uso de LARC se asocia a una reducción de los embarazos repetidos en adoles- centes y de los abortos repetidos en mujeres que ya han experimentadoun aborto previo, por lo que algunas socie- dades científicas recomiendan los métodos LARC como de primera elección para las mujeres que desean evitar un embarazo no deseado (10). Si bien el implante de ENG está aprobado para ser uti- lizado durante 3 años (11), un reciente estudio prospec- tivo realizado en San Luis (EE. UU.), el estudio EPIC, ha confirmado la alta tasa de eficacia y efectividad del ENG-I durante el uso prolongado del mismo. En el estudio EPIC se reclutaron 291 pacientes que utilizaron ENG-I duran- te 5 años y no se observó ningún embarazo en los años adicionales 4.º y 5.º, a pesar de que un 51,9% de estas pacientes tenía un índice de masa corporal (IMC), superior a 30 (12). Además, en este ensayo se pudo determinar que las concentraciones plasmáticas de ENG se situaron 83EFICACIA, SEGURIDAD Y TOLERABILIDAD DEL IMPLANTE ANTICONCEPTIVO DE VARILLA ÚNICA CON ETONOGESTREL [Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93] por encima de los 90 pg/ml con independencia del IMC de las pacientes. En otro estudio multicéntrico realizado por la Organiza- ción Mundial de la Salud (OMS), que comparó la eficacia de dos implantes anticonceptivos subdérmicos (de levo- norgestrel y de etonogestrel) con la eficacia de un DIU de cobre de alta carga, algunas de las mujeres que utilizaban ENG-I lo hicieron durante 5 años. En los dos años de uso ampliado del implante (años 4.º y 5.º) no se produjo nin- gún embarazo en 7.060 meses/mujer de observación (13). Los datos de estos dos últimos ensayos clínicos, junto con los ya conocidos de los estudios pivotales de Implanon, vienen a corroborar la elevada eficacia anticonceptiva del implante de etonogestrel (14). Los estudios de Trussell (15) estiman que la eficacia de todos los anticonceptivos orales, definida como la proba- bilidad de fallo del método en condiciones ideales o per- fectas de uso, es del 0,30%, mientras que la efectividad, definida como el porcentaje de fallos en condiciones de uso de la vida real, alcanza el 9%, al tiempo que la proba- bilidad de embarazarse durante el uso de Implanon es del 0,05%. Parece sensato concluir que conocer estos datos de eficacia puede ayudar a profesionales y pacientes a la hora de la elección del método anticonceptivo. Además, se sabe que la efectividad es igual en todos los grupos de edad, por lo que se reafirma la idoneidad de usar métodos LARC y del implante, en concreto, en la adolescencia (2). En base a la evidencia disponible podemos afirmar que Implanon es el método anticonceptivo más eficaz y efec- tivo de los que disponemos a día de hoy. SEGURIDAD Es importante que los métodos anticonceptivos no produzcan daños importantes en la salud de las mujeres que los utilizan y que los efectos secundarios que pueden producir sean considerados leves para poder asegurar una anticoncepción segura. Enfermedad tromboembólica Uno de los efectos adversos de los anticonceptivos hor- monales combinados (AHC) es el mayor riesgo de trom- boembolismo venoso (TEV). La incidencia de TEV aumen- ta con la edad, pero es raro entre las mujeres en edad reproductiva (0,5-1 por 10.000 mujeres por año) (16). Sin embargo, el uso de AHC es el factor de riesgo más común de TEV entre mujeres en edad fértil (17). En general, se considera que el uso de anticonceptivos con estrógenos induce cambios en los factores de la coagulación (aumen- to de los fragmentos 1 + 2 de la protrombina o incremento de la resistencia a la proteína C activada (PCA) que pueden aumentar el riesgo de ETV (18). Los gestágenos, en general, no inducen cambios adver- sos en la hemostasia. Dado que el efecto protrombótico es consecuencia de la los estrógenos, las preparaciones de solo gestágenos pueden ser una buena alternativa para la anticoncepción en mujeres en las que el uso de estróge- nos está contraindicado, como aquellas con alto riesgo de TEV. La mayoría de los estudios disponibles que han ana- lizado el riesgo de TEV asociado con la anticoncepción de gestágeno solo no ha mostrado un aumento significativo riesgo de TEV. De acuerdo con los criterios de elegibilidad de la OMS, mientras que un historial previo de TEV se clasifica como una categoría 4 para el uso de un método hormonal combinado, se considera como categoría 2 para el uso de anticonceptivos de gestágeno solo (19). Por ello, se puede recomendar el uso del implante ENG-I a pacien- tes con contraindicación para el uso de estrógenos con la confianza de que no se incrementará el riesgo de TEV. Migración del implante Probablemente la complicación o efecto adverso que más ha preocupado a los profesionales sanitarios que insertan Implanon ha sido la posibilidad de migración del implante, en especial hacia el torrente sanguíneo (20). La incidencia estimada de migración del implante hacia el sistema vascular ha sido cuantificada por el fabricante en 13 casos por cada 10 millones de implantes inserta- dos (21). La base de datos de la FDA de EE. UU. recogió, hasta noviembre de 2015, 38 notificaciones de migracio- nes de implantes insertados (22). En 31 de los 38 casos de migración del implante (81%) las pacientes permane- cieron asintomáticas y la migración se diagnosticó en el momento de la retirada del implante y todos los casos se relacionaron con una inserción profunda del implante. Una técnica apropiada de inserción minimiza el riesgo de migración del implante, por lo que resulta importante que los sanitarios nos familiaricemos en la técnica de inser- ción (23). Es raro que se produzca la migración de un implante bien insertado, pero si ocurre el implante suele migrar unos pocos centímetros (24). Una de las complicaciones extraordinarias que pueden ocurrir con Implanon es el embolismo pulmonar (25). Se ha informado que este evento puede ocurrir en 1,3 ocasiones por cada millón de implantes insertados (26). Cuando un implante está situado en el lugar en el que fue insertado la extracción es, generalmente, fácil y rápida. Sin embargo, si la inserción no se realizó de acuerdo con las instrucciones del produc- to (por ejemplo, sitio de inserción incorrecto, inserción demasiado profunda o no inserción), la localización puede ser difícil y por lo tanto requerir técnicas de diagnóstico por imágenes adicionales (27). Para facilitar la localización de los implantes no palpa- bles, en el año 2009 se desarrolló un implante radiopaco 84 I. Lete Lasa [Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93] de ENG que contiene 15 mg de bario. Se agrega sulfato al núcleo del implante lo que permite su detección por imá- genes convencionales de rayos X bidimensionales (2D). Este implante radiopaco es idéntico en dimensiones y contenido hormonal y es bioequivalente a Implanon in vitro e in vivo (28). Además, se desarrolló un nuevo apli- cador para insertar el implante tras consultar con médicos de todo el mundo y de acuerdo con las pautas requeri- das para los dispositivos médicos (Fig. 1). Este aplicador de última generación (NXT) fue diseñado para facilitar la inserción del implante en posición subdérmica apropiada con una sola mano (29). El nuevo Implanon NXT fue tes- tado por 23 profesionales sanitarios que realizaron 301 inserciones con el nuevo dispositivo. Todos los participan- tes en el estudio refirieron estar muy satisfechos (69,6%) o satisfechos (30,4%) con el producto (29). No se conocen con exactitud los mecanismos por los que un implante colocado en el brazo puede migrar hasta el pulmón, pero se acepta que la inserción profunda pue- de facilitar su migración (30). Por ello, un reciente cambio en la ficha técnica de Implanon recomienda una variación en el sitio anatómico de inserción. La modificación del sitio anatómico de inserción tiene su base en el estudio de Iwanaga y cols. (31) en el que se evaluaron los posi- bles lugares de inserción en el brazo, con el objetivo de encontrar el punto de inserción más seguro. En su estudio disecaron 40 brazos de 20 cadáveres de mujeres reali- zando varias ventanas de 1 x2 cm en la cara interior del brazo, la primera (ventana primaria) a 2-3 cm posteriores al sulcus (espacio entre el bíceps y el tríceps humerales) y 8-10 cm mediales al epicóndilo y las siguientes separadas también 2-3 cm de la ventana primaria. En cada una de estas ventanas se disecaron el tejido subcutáneo y la fas- cia para examinar el componente neurovascular de cada uno de los espacios estudiados. Puesto que no se iden- tificaron estructuras neurovasculares importantes sobre el tríceps 8-10 cm proximal al epicóndilo medial y 3-5 cm posterior al surco, la inserción de Implanon NXT en esta ubicación puede minimizar el riesgo de lesión asociada con una inserción profunda inadecuada. Además, en este estudio se confirmó que la flexión del codo desvía el ner- vio cubital lejos de esta área y puede disminuir aún más el riesgo de lesión secundaria a una inserción profunda inadvertida. Por esta razón, la nueve ficha técnica de Implanon NXT, recomienda insertar Implanon NXT sobre el músculo tríceps a unos 8-10 cm del epicóndilo medial del húmero y a 3-5 cm posterior (debajo) al canal (surco) entre los músculos bíceps y tríceps. Se ha seleccionado esta ubicación para evitar los grandes vasos sanguíneos y los nervios que se encuentran dentro y alrededor del canal. Si no es posible insertar el implante en esta ubica- ción (por ejemplo, en mujeres con brazos delgados), debe insertarse posterior al canal y lo más lejos posible de este. Para facilitar la inserción se recomienda colocar a la mujer de espaldas sobre la camilla con su brazo no dominante flexionado a la altura del codo y rotado externamente de manera que la mano esté debajo de su cabeza (o lo más cerca posible). El objetivo final de los cambios introducidos en la ficha técnica de Implanon NXT es facilitar inserciones más seguras y correctas y, como consecuencia, extracciones más fáciles. La inserción y extracción de Implanon no está exenta de riesgos o complicaciones, pero los datos indican que la posibilidad de un efecto adverso es menor que con la inserción de un DIU. En el estudio NORA se registró información sobre 7.364 inserciones de Implanon. En total se recogieron 208 problemas asociados con la inserción del implante (2,7% de las inserciones): hubo 93 inserciones incorrectas (1,2%) que incluyeron 65 insercio- nes profundas (0,8.8%), 27 inserciones parciales (0,3.7%) y un caso en el que la inserción no se produjo (0,01%). De las 65 inserciones profundas registradas, 26 fueron rea- lizadas por un mismo profesional. Este último dato nos debe alertar sobre la importancia y conveniencia de rea- lizar un aprendizaje y entrenamiento adecuados antes de comenzar a realizar inserciones de Implanon (32). Quistes ováricos Los anticonceptivos con solo gestágenos se asocian a un incremento del riesgo de presentar quistes ováricos (33). Los quistes ováricos son más frecuentes en mujeres que uti- lizan métodos con solo gestágenos debido a que este tipo de anticonceptivos no inhibe, generalmente, la secreción hipofisaria de FSH, con el consiguiente crecimiento folicular, pero si inhibe el pico preovulatorio de LH con la posibilidad de inducir la luteinización de un folículo no roto (34). El pro- blema asociado a este tipo de quistes es que pueden cursar con dolor abdominal y suelen ser motivo de consulta por Figura 1. Insertor de Implanon NXT. 85EFICACIA, SEGURIDAD Y TOLERABILIDAD DEL IMPLANTE ANTICONCEPTIVO DE VARILLA ÚNICA CON ETONOGESTREL [Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93] parte de las mujeres que los presentan (35). En un estudio observacional y prospectivo en el que se evaluó la aparición de quistes foliculares (definidos como estructuras folicula- res > 25 mm) en 116 usuarias de Implanon, 123 usuarias de Jadelle y 105 usuarias del DIU de cobre TCu380A, a los 12 meses de uso de detectaron este tipo de estructuras en el 26,7% de las usuarias de Implanon, el 14,6% de las usua- rias de Jadelle y el 1,2% de las del DIU de cobre. En todos los casos los quistes desaparecieron espontáneamente sin necesidad de ningún tratamiento (36). En este apartado podemos concluir que el hallazgo de quistes ováricos o folículos ováricos agrandados durante el primer año de uso de Implanon es común y transitorio y no debe interpretarse como un quiste ovárico patológico. Por ello, ante el hallazgo casual de una de estas estructu- ras, no son necesarias más intervenciones médicas. TOLERABILIDAD La tolerabilidad es una cualidad que debe acompañar a los métodos anticonceptivos por cuanto los hace sopor- tables, aceptables o llevaderos. La tolerabilidad y acepta- bilidad de los anticonceptivos depende, en general, del perfil de efectos secundarios menores que presenten (37). Efectos secundarios menores Los efectos secundarios más frecuentemente repor- tados en los estudios con Implanon han sido, en orden de frecuencia: cefalea, aumento de peso, acné, dolor mamario, inestabilidad emocional y dolor abdominal. El aumento de peso y la inestabilidad emocional supusieron las razones más importantes para abandonar el uso del método (2,3% de las pacientes lo abandonaron por cada uno de estos motivos) (38). En este artículo de revisión en el que se incluyeron 11 estudios clínicos, 942 pacientes y 24.679 ciclos de uso, la conclusión fue que el perfil de tolerabilidad de Implanon es adecuado y que, una gran mayoría de mujeres continuará utilizándolo a pesar de poder experimentar alguno de estos efectos. La cefalea es el efecto secundario más frecuente entre las usuarias de implantes anticonceptivos en general y, también de Implanon (39). La causa puede estar relacio- nada con los esteroides y parece que no hay diferencia en la frecuencia de tasas de cefaleas y de abandonos por esta causa, entre los dos implantes disponibles (menos del 5% de todas las usuarias discontinuará por esta razón) (40). El aumento de peso es el segundo efecto adverso más mencionado (sin considerar los trastornos menstruales), y es probablemente el efecto secundario más difícil de interpretar. Con respecto a este efecto secundario se pue- de concluir que el aumento de peso ha sido un hallazgo constante en todos los ensayos clínicos de implantes, pero también se ha informado entre usuarias de anticoncep- tivos no hormonales, lo que sugiere que otros factores también pueden estar relacionados, como el aumento natural del peso relacionado con el envejecimiento (40). Recientemente se ha publicado un caso clínico de una paciente de 21 años que presentó una anorgasmia secun- daria al uso de Implanon (41). Se trata de una eventuali- dad muy rara y se desconoce cuál puede ser el mecanismo etipopatogénico implicado. Hasta ahora, sabemos que el etonogestrel, metabolito activo del desogestrel, se uti- liza por vía vaginal en el anticonceptivo Nuvaring y que sus efectos sobre la respuesta sexual, medidos median- te el cuestionario Female Sexual Function Index (FSFI), son positivos (42). La evidencia más robusta disponible respecto al impacto de Implanon en la función sexual se basa en los resultados de un ensayo clínico, no alea- torizado, en el que se reclutaron 556 mujeres, divididas en seis grupos: dos grupos compuestos por sujetos que usan un AHC oral (AHCO) que contiene 0,020 y 0,030 mg de etinilestradiol (EE), un grupo "natural", usando AHCO que contiene 1,5 mg de estradiol (E2), un grupo "anillo", usando un anillo vaginal que libera cada día 0,015 mg de EE + 0,120 de etonogestrel, un grupo "subcutáneo", usan- do un implante anticonceptivo subcutáneo de progestá- geno solo que libera etonogestrel y un grupo control, sin usar métodos anticonceptivos hormonales. Se pidió a los sujetos que respondieran al cuestionario de sexualidad femenina McCoy y se les realizó un análisis de sangre para una evaluación hormonal. También se realizó una evalua- ción ecográfica de la arteria del clítoris dorsal. El mayor valor sexológico del cuestionario de McCoy se registró en el grupo de usuarias de Implanon;se registraron diferen- cias significativas entre los grupos en términos de distri- bución hormonal, con los niveles más altos de andros- tenediona en los grupos subdérmicos y de control (43). Patrón de sangrado El patrón de sangrado de Implanon, similar al de cual- quier método de solo gestágeno, se caracteriza por su irre- gularidad y, por ello, puede resultar molesto para algunas de sus usuarias (44). Los resultados del estudio que reco- gió datos de 11 ensayos clínicos demostraron que el 22,2% de las mujeres presentó amenorrea, 33,6% tuvo sangra- do infrecuente, un 6,7% refirió sangrado frecuente y un 17,7% sangrado prolongado (44). Las razones por las que en usuarias de métodos de solo gestágenos se produzca sangrado irregular no son totalmente conocidas, pero si se sabe que, en mujeres que usan gestágenos continuos, el endometrio es inestable, con una tendencia al sangrado de los pequeños vasos sanguíneos superficiales. Además, el epitelio superficial endometrial también tiende a libe- rarse fácilmente de sus conexiones al estroma subyacente, permitiendo que las hemorragias subepiteliales se vuelvan 86 I. Lete Lasa [Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93] evidentes y detectables en la vagina. Los mecanismos de reparación epitelial también pueden ser defectuosos, per- mitiendo que el sangrado leve a menudo persista durante muchos días (45). El mecanismo y los factores que deter- minan la aparición de episodios de sangrado irregular en usuarias de métodos de solo gestágenos (MSG) no están totalmente aclarados, habiéndose planteado diferentes causas etiológicas: aumento de la densidad microvascular, atrofia endometrial, disminución de la expresión de la trom- boplastina y endotelina, aumento de la fragilidad vascular o la expresión anómala de las metaloproteinasas de la matriz extracelular (MMP). En general todos los mecanismos pre- viamente citados conducen a una mayor fragilidad vascu- lar endometrial y, como consecuencia, a la aparición de sangrado irregular (46). Los LARC tienen diferentes efectos sobre el endometrio en función del gestágeno utilizado, la dosis y la vía de administración (8). Por ejemplo, en el caso del DIU-LNG existen altas concentraciones locales de levonorgestrel que conducen a una rápida decidualización y atrofia del endometrio (47), mientras que en el caso de los implantes subdérmicos los niveles locales de gestágeno son muy inferiores y, por ello, los efectos sobre la morfología endometrial son más variables (48). Manejo del sangrado irregular El mayor problema asociado a experimentar sangrado irregular o intermenstrual o sangrado prolongado es que supone la principal razón para discontinuar el uso del método (49). En el estudio de Bahamondes y cols. la apa- rición de sangrado intermenstrual fue la razón principal para abandonar el método con una tasa de 16,7 por 100 mujeres/año (IC 95%:14,4-19,3) (3). Un reciente reanálisis del patrón de sangrado informado en los estudios pivotales de Implanon, concluyó que es probable que las usuarias de implantes con sangrado favo- rable en el primer período de referencia continúen con este mismo tipo de sangrado en los próximos 2 años (50). En este estudio un 60,5% de las mujeres presentó un patrón de sangrado favorable (definido como patrón de sangrado con amenorrea o sangrado infrecuente o san- grado normal, de acuerdo a los patrones de sangrado pro- puestos por Belsey (51) en el periodo de referencia 1 y de ellas un 84,6% mantuvo este patrón de sangrado favorable en el periodo de referencia 2. En una revisión Cochrane del año 2007 (52) se seña- laron como medias importantes para el manejo del san- grado irregular facilitar información previa sobre esta posible eventualidad y, en caso de producirse, descartar patología orgánica. Se sabe que proporcionar información adecuada y realista, antes de su inserción, de los efectos secundarios esperables tras la colocación de un implante puede mejorar su aceptación y continuidad de uso (53). En el año 2011 se publicó una revisión de la literatura con recomendaciones para manejar y tratar el sangrado frecuente y/o prolongado. En las figuras 2 y 3 se recogen las recomendaciones de esta revisión (54). Visita de control: • Si persiste el sangrado • Si el sangrado ha mejorado Continuar con el método Normal Patológica No otros síntomas 1. Ofertar tratamiento médico 2. Retirar el implante Manejar de acuerdo al problema Sangrado persistente o inaceptable después de 6 meses de la inserción Anamnesis, excluir ITS o embarazo Chequear citologías Última CTT < 6 meses • Explorar si hay otros síntomas (dolor, etc) • Tranquilizar y citar para control • Considerar un tratamiento médico si la mujer lo solicita Última CTT > 6 meses o fallo de tratamiento médico • Explorar Figura 2. Manejo del sangrado inaceptable. Modificado de Mansour y cols. (54) ITS: infección de transmisión sexual. 87EFICACIA, SEGURIDAD Y TOLERABILIDAD DEL IMPLANTE ANTICONCEPTIVO DE VARILLA ÚNICA CON ETONOGESTREL [Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93] Conocida la etiología del sangrado irregular y descarta- do el origen orgánico del sangrado, la medida que puede resultar más efectiva es la información adecuada (55). Es esencial abordar durante el proceso de asesoría anticon- ceptiva los previsibles problemas de sangrado que pueden acontecer con la finalidad de que la mujer los conozca, de forma que su aparición no genere una situación de estrés que conduzca al abandono del método. Hasta la fecha se han probado varios y diferentes tra- tamientos del sangrado irregular en mujeres usuarias de LARC. La principal limitación de los tratamientos utiliza- dos (noretisterona, AHC, estrógenos o antinflamatorios no esteroideos) es que, aunque la mayoría son capaces de reducir la duración de los episodios de sangrado, no se obtienen buenos resultados a largo plazo, de forma que su efectividad parece limitarse al tiempo de trata- miento (52). En un estudio piloto realizado en el año 2006 se compararon tres pautas diferentes de trata- miento (mifepristona, mifepristona + etinilestradiol (EE) y doxiciclina) frente a placebo en 150 mujeres porta- doras de un implante subdérmico de etonogestrel que presentaban sangrado prolongado o frecuente. El obje- tivo principal de este estudio piloto fue el de cuantificar el tiempo necesario para el cese del sangrado, una vez iniciado el tratamiento. Tanto la mifepristona + EE como la doxiciclina fueron significativamente más efectivas en el cese del sangrado que la mifepristona sola o el pla- cebo (media de días necesarios para el cese del sangra- do: 4,3, 4,8, 5,9 y 7,5 respectivamente). Sin embargo, el efecto beneficioso se limitó al ciclo en el que se aplicó el tratamiento y no se pudo demostrar un efecto positivo en los ciclos posteriores (56). Teniendo en cuenta los hallazgos de su estudio piloto preliminar, el mismo grupo australiano planteó un nuevo ensayo clínico comparativo en el que se incluyeron cin- co brazos de tratamiento y un periodo de seguimiento mayor (57). De los cinco tratamientos analizados (mife- pristona + EE; doxiciclina; mifepristona + doxiciclina; doxi- ciclina + EE; placebo) las pautas más efectivas para con- seguir el cese del sangrado fueron las que incluyeron la mifepristona combinada, bien con EE, bien con doxiciclina. El hallazgo más relevante de este estudio fue el de demos- trar que dosis bajas de mifepristona (25 mg) combinadas con dosis también bajas de EE (20 μg) utilizadas durante 5 días eran capaces de parar el episodio de sangrado en un periodo de tiempo más corto que otras alternativas terapéuticas. Los AHC también han demostrado su eficacia para dete- ner el sangrado prolongado en usuarias de Implanon. En un ensayo doble ciego, en el que se incluyeron 32 pacien- tes que utilizaban Implanon y referían un sangrado de al menos 7 días de duración, 16 de las pacientes fueron aleatorizadasa utilizar 14 comprimidos de un AHCO con 150 μg de levonorgestrel y 30 μg de EE y 16 a recibir un placebo de apariencia idéntica. Las participantes que uti- lizaron el AHCO dejaron de sangrar más frecuentemente que las del grupo placebo fueron más probables (14 de 16 [87,5%] comparado con seis de 16 [37,5%]) (odds ratio 11,7, IC:95% 1,9-70,2) (58). En un estudio prospectivo aleatorizado que reclutó 84 usuarias de Implanon con sangrado prolongado o frecuente, las pacientes fueron asignadas a recibir un AHCO que contenía 20 µg de EE/150 mg de desoges- trel durante dos ciclos continuos o un antiinflamatorio no esteroideo (AINE); ácido mefenámico 500 mg/12 h durante 5 días, por ciclo. Un total de 32 mujeres (76,2%) en el grupo AHCO y 15 mujeres (35,7%) en el grupo AINE detuvieron el sangrado dentro de los 7 días posteriores al inicio del tratamiento y la diferencia fue estadística- mente significativa (P < 0,05). La duración media de los días de sangrado y manchado en mujeres tratadas con AHCO fue significativamente menor en comparación con el grupo de AINE (7,29 ± 3,16 frente a 10,57 ± 4,14 días (P < 0,05) (59). En conclusión, las pacientes que no presentan contrain- dicación para el uso de estrógenos se pueden beneficiar de un AHC para reducir los días de sangrado, mientras que aquellas otras que utilizan Implanon por no poder utilizar estrógenos, deberán de ser tratadas con diferente estrategia: AINE, doxiciclina, etc. Figura 3. Tratamiento del sangrado inaceptable. Modificado de Mansour y cols. (54). Tratamiento Evidencia AO cíclica durante 3 meses Poca evidencia publicada Primera elección MPA 10 mg/12 h o NET 5 mg/12h x 21 días No evidencia publicada Segunda elección POP 3 meses No evidencia publicada Tercera elección AINES, inhibidores de la COX-2,5-10 días Alguna evidenciaCuarta elección Ácido tranexámico 500 mg/12 h x 5 días Evidencia limitadaQuinta elección 88 I. Lete Lasa [Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93] Continuidad de uso La tolerabilidad influye en la continuidad de uso del método. En el estudio CHOICE de San Luis, EE. UU., en una muestra de 5.087 mujeres seguidas, inicialmente durante 12 meses, la tasa de continuidad de uso del implante fue del 83% y la tasa de satisfacción con el método del 79% (6). En un estudio retrospectivo reali- zado en la Universidad de Utah, se recogió información de 6.459 inserciones de un DIU-LNG, 1.136 DIU de cobre y 1.008 inserciones de Implanon. La tasa de continui- dad de uso a los 2 años fue del 77,8%, 73,1% y 75,9%, respetivamente (60). En un estudio multicéntrico en el que se siguieron durante 3 años, 301 pacientes a las que se les insertó Nexplanon® (Implanon NXT en España), no se produjo ningún embarazo y 15 mujeres (5,3%) presentaron efectos adversos serios (cáncer de tiroi- des, mioma uterino, apendicitis, etc.) ninguno de ellos relacionado con el tratamiento. El 52% de las mujeres completaron los 3 años de tratamiento y 145 (48%) lo abandonaron, la mayoría de ellas por presentar efectos secundarios (61). Analizando la tasa de continuidad de uso se observa una disminución paulatina del número de pacientes que persisten en el uso del implante a medida que avanza el tiempo 83% el primer año, 75,9% el segundo año y 52% el tercer año). Este hecho es común a los métodos anticonceptivos, en general. En un estudio prospectivo, multicéntrico, realizado en España en el que se incluye- ron 3.443 mujeres de 18 a 49 años de edad que iniciaron el uso de un método AHC (píldora, parche o anillo) y fue- ron seguidas durante 12 meses, la tasa de continuidad de uso al año fue del 45,9% para la píldora, 42,3% para el anillo vaginal y 26% para el parche (62). Comparadas con estos datos españoles, las tasas de continuidad del implante son mejores y, posiblemente reflejan, que la eficacia del método facilita una tranquilidad a sus usua- rias que compensa, en cierta medida, la aparición de efectos secundarios. EFECTOS BENEFICIOSOS NO ANTICONCEPTIVOS Las parejas utilizan métodos anticonceptivos para evitar un embarazo no deseado pero, en el caso de la anticon- cepción hormonal, en muchas ocasiones se pretenden beneficios no anticonceptivos que mejoren la calidad de vida de las mujeres o que disminuyan los efectos indesea- bles del sangrado menstrual periódico (63). Los efectos beneficiosos no anticonceptivos de los métodos hormonales han sido bien establecidos y se uti- lizan para tratar variadas patologías ginecológicas (64). Estos beneficios se relacionan con la menstruación, la sexualidad, la fertilidad, la piel y el hueso y con la preven- ción de algunas neoplasias (65). Dismenorrea La dismenorrea afecta a muchas mujeres y supone, en ocasiones, una importante limitación de la calidad de vida (66). Para la presente revisión solo hemos identifi- cado una publicación que analizó el efecto de Implanon en la dismenorrea. Se trata de un estudio prospectivo en el que participaron 315 mujeres que facilitaron infor- mación sobre la dismenorrea al inicio y al final del tra- tamiento: un 59% presentaban dismenorrea antes de la inserción de Implanon frente al 21% tras dos años de uso del implante. De las 187 mujeres que tenían dismeno- rrea al inicio, 151 (81%) experimentaron una disminución del dolor, 26 (14%) no experimentaron ningún cambio y 10 (5%) experimentaron un empeoramiento del dolor menstrual (67). Conociendo los mecanismos por los que la anticoncep- ción hormonal actúa para mejorar la dismenorrea (reduc- ción de la cantidad de sangrado, inhibición de la síntesis de prostaglandinas) y sabiendo que este es un efecto de clase de este tipo de fármacos, se puede asumir que Implanon es efectivo para el tratamiento de la dismenorrea en aque- llas mujeres que desaen, además, evitar un embarazo. Dolor pélvico asociado a endometriosis La primera línea de tratamiento en la mayoría de pacientes que tienen dolor pélvico asociado a endome- triosis (DPAE) es la anticoncepción hormonal, bien combi- nada, bien con solo gestágenos (68). Para evaluar el efecto de Implanon en pacientes con DPAE se diseñó un ensayo clínico, aleatorizado, en pacientes con endometriosis con- firmada y que referían dolor pélvico, dismenorrea o dis- pareunia. Se reclutaron 41 pacientes de las que 21 fueron asignadas al grupo de tratamiento con Implanon y 20 al grupo de tratamiento con acetato de medroxiprogeste- rona (AMP). Las pacientes fueron seguidas durante 1 año después de iniciar el tratamiento: tras 6 ciclos de uso, la media de disminución del dolor en el grupo de Implanon fue del 68% y del 53% en el grupo tratado con AMP (p = 0,69). El ensayo concluyó que Implanon no es inferior a AMP en el tratamiento del DPAE (69). BARRERAS PARA SU USO Falta de conocimiento Una de las causas potenciales del bajo uso del implan- te en nuestro medio puede estar relacionada con la falta de conocimiento, por parte de las potenciales usuarias, de su mayor efectividad anticonceptiva. En una encuesta realizada entre 500 mujeres de 18 a 45 años en la ciudad 89EFICACIA, SEGURIDAD Y TOLERABILIDAD DEL IMPLANTE ANTICONCEPTIVO DE VARILLA ÚNICA CON ETONOGESTREL [Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93] de Los Ángeles (California, EE. UU.) dos terceras partes de las encuestadas sobreestimaron la efectividad del pre- servativo y de los anticonceptivos orales y, únicamente, un 2,2% de estas mujeres respondió adecuadamente a la pregunta sobre la eficacia en la vida real de los dos métodos anteriores (70). Esta falta de conocimiento no afecta únicamente a las mujeres, sino que también se ha identificado entre los profesionales sanitarios (71), de manera que organizaciones como el Colegio Ameri- cano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) recomienda a los profesionales que aconsejen las mujeres en riesgo de embarazo no deseado el uso de un método LARC, incluido el implante anticonceptivo (10). Todos los profesionales sanitarios, y especialmente, los dedicados a facilitar con- sejo anticonceptivo deberíamos de saberque las tasas de embarazo no deseado se pueden reducir con el uso de métodos LARC más que con el uso de métodos de corta duración (9) y que es clave facilitar un acceso inmediato a los mismos. Tener disponibles en la consulta los méto- dos LARC y poderlos insertar en el mismo momento es un factor clave en la reducción de embarazos no deseados. Entrenamiento de los profesionales sanitarios El entrenamiento de los sanitarios que deben de inser- tar y extraer el implante es también fundamental para una mayor utilización de este método anticonceptivo. En ocasiones, puede creerse que tanto la inserción como la extracción del implante pueden ser dificultosas y reque- rir mucho tiempo. En un estudio realizado en 330 muje- res voluntaria sanas que accedieron a la inserción de un ENG-I el tiempo medio necesario para la inserción del implante fue de 0,5 minutos y para la extracción de 3,6 minutos y los procedimientos se asociaron una baja tasa de complicaciones (72). Algunos países han diseñado planes obligatorios de formación de los profesionales que van a insertar un implante. En España, la Sociedad Española de Contracep- ción tiene un programa basado en la enseñanza teórica y práctica de Implanon, cuyos resultados no han sido aún publicados (73). En EE. UU. también existe la obligatorie- dad de la formación previa al inicio de la inserción y/o extracción del implante. En el año 2017 se publicaron los primeros resultados de este programa específico de formación, en el que se entrenó a 42.337 profesionales sanitarios, de los que 4.294 reportaron datos propios de inserción y extracción tras el entrenamiento. Se obtuvo información de 26.198 procedimientos (20.497 insercio- nes y 5.701 extracciones). Ninguno de estos procedimien- tos se asoció a la necesidad de hospitalizar a las pacientes lo que viene a demostrar la seguridad de los procedimien- tos necesarios para insertar y extraer el método (74). Experiencias similares se han comunicado en Austra- lia, donde los programas de entrenamiento han facilitado que tanto médicos como enfermeras se familiaricen con el manejo del método (75). Barreras económicas Una de las barreras identificadas para el uso de los métodos LARC es la barrera económica. En diferentes experiencias ha quedado demostrado que facilitar los métodos LARC sin coste para la usuaria incrementa su uso y se ha recomendado eliminar las barreras económi- cas para que más mujeres puedan acceder a una forma de anticoncepción efectiva y segura (76). Una experien- cia llevada a cabo en el estado de Missouri (EE. UU.) demostró que la gratuidad de los métodos LARC se aso- ció a un mayor uso de métodos LARC. En un estudio pros- pectivo llevado a cabo en el estado de Missouri (EE. UU.) en el que participaron 10.000 mujeres, un 77% (CI 95%: 65,3-69,0) de ellas eligió un método LARC tras recibir información sobre sus características y sobre la gratuidad del método (76). En nuestro país resulta aleccionadora la experiencia puesta en marcha por el gobierno de Aragón para pro- mover el acceso a los métodos LARC. El Programa para la organización de la Atención Anticonceptiva en Aragón, se basó en unos puntos fuertes: redistribución de com- petencias de médicos y matronas de Atención Prima- ria (inserción y retirada de implantes anticonceptivos); financiación pública y completa de todos los LARC; for- mación reglada y acreditada. Con estas bases, se consiguió en el primer año de puesta en marcha multiplicar por 12 el número de Implantes colocados en la comunidad autó- noma (1.718 implantes) de los que el 63% fueron coloca- dos en Atención Primaria y multiplicar por tres el uso de los LARC en la comunidad autónoma (4.153 implantes y DIU) (77). En conclusión, eliminar las barreras económicas, pre- sentar los métodos LARC como una primera opción anti- conceptiva y facilitar información que permita resolver las dudas y mitos de las mujeres respecto a los métodos LARC, puede permitir que tres de cada cuatro mujeres elijan este tipo de anticoncepción. ASPECTOS PRÁCTICOS SOBRE IMPLANON Momento de la inserción La ficha técnica de Implanon recomienda su inserción en los primeros 5 días del periodo menstrual o tras 6 sema- nas del parto (11). La inserción de un implante anticon- ceptivo es generalmente fácil e indolora. En un ensayo clínico aleatorizado en el que se reclutaron 997 mujeres a las que se insertó Implanon, 997 a las que se insertó 90 I. Lete Lasa [Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93] un implante con levonorgestrel y 971 a las que se inser- tó un DIU de cobre TCu380A, el tiempo medio necesario para insertar Implanon fue de 51 segundos, el 98,9% de las inserciones de Implanon se catalogaron como fáciles, el 95% de las pacientes no experimentó dolor durante el procedimiento de inserción y a las 6 semanas todos los implantes estaban in situ, mientras que un 2,1% de los DIU habían sido expulsados (78). Una estrategia para reducir el número de embarazos no deseados es la de iniciar el uso de anticoncepción en el posparto inmediato (79). En un estudio realizado en el Johns Hopkins Hospital de Baltimore, EE. UU., se reclu- taron 133 puérperas que recibieron la inserción de un implante o de un DIU en el puerperio inmediato y fueron seguidas durante 12 meses. A los 6 meses de seguimiento, un 98% de las mujeres a las que se insertó el implante continuaba usándolo, frente al 82% a las que se les había insertado un DIU (p = 0,02). A los 12 meses estos por- centajes fueron de 84% para los implantes y 81% para los DIU (p = 0,96). Las diferencias que se observaron en los 6 primeros meses fueron debidas a las expulsiones experimentadas entre las usuarias del DIU (80). Otro estu- dio en el que se evaluó la tasa de retiradas del implante debidas a un sangrado inaceptable reclutó 259 mujeres a las que se insertó en implante en las primeras 96 horas tras el parto, 49 mujeres a las que la inserción se realizó entre las semanas 6 a 12 de posparto y 106 que recibie- ron el implante pasadas 12 semanas tras el parto. Cerca de un 20% de las pacientes solicitaron la extracción del implante debido a un sangrado inaceptable, sin que se detectasen diferencias entre los grupos con la ventaja de que la inserción en el posparto inmediato ayuda más a la prevención de embarazos no deseados (81). Otros estudios también han demostrado que la inser- ción posparto de Implanon se acompaña de buenos resul- tados. En un estudio prospectivo en el que 114 puérperas fueron dadas de alta del hospital con Implanon insertado, la tasa de continuidad de uso a los 6 meses fue superior al 80% (82). A los 6 meses de seguimiento, un 17% de las portadoras del DIU-LNG había sufrido una expulsión del dispositivo, frente a un 4% de expulsiones en el caso de los DIU de cobre (p = 0,02). En el caso del implante no se suelen producir expulsiones y no se registró ninguna. Las mujeres que solicitan un aborto representan un grupo de alto riesgo para el que iniciar un anticonceptivo posaborto efectivo con el cual estén satisfechas y conti- núan su uso, es importante (83). En un estudio transversal, realizado en California, en el que se evaluó la elección anti- conceptiva de 260 mujeres que se sometieron a un aborto voluntario, 100 eligieron un DIU, 97 el inyectable de MPA y 63 el implante. Los factores asociados a la elección del DIU o el implante fueron: tener mayores niveles de estrés, pesar más, haber utilizado la píldora con anterioridad y considerar que el proceso de asesoramiento anticoncep- tivo les había ayudado (84). Otra de las situaciones clínicas en las que puede resultar muy efectiva la inserción de un implante anticonceptivo es tras la realización de un aborto farmacológico (85). Sin embargo, existen dudas sobre la posible interferencia de la mifepristona en la eficacia del implante debido al mecanis- mo de acción de los moduladores selectivos del receptor de la progesterona (86). En un ensayo clínico aleatorizado en el que se reclutaron236 pacientes a las que se insertó Implanon en el momento de la toma de mifepristona y 240 a las que se insertó Implanon una vez que el aborto se había completado, un 3,9% y un 3,8% de las pacientes en cada grupo respectivo necesitaron la realización de un aborto quirúrgico por fallo del tratamiento farmacológico. No se pudo demostrar que la administración de mifepris- tona interfiera en la eficacia de Implanon (87). Si bien, las recomendaciones del fabricante son de rea- lizar la inserción como anteriormente se ha mencionado, podemos concluir que existe evidencia suficiente, de bue- na calidad, para poder insertarlo en el posparto inmediato y/o tras un aborto, bien quirúrgico, bien farmacológico. Extracción de implantes no palpables En el caso de los implantes no palpables, se recomienda su extracción por profesionales específicamente entrena- dos y, generalmente, se aconseja que el procedimiento se realice en el quirófano y bajo control ecográfico (88). La ecografía resulta de gran ayuda para localizar los implan- tes profundos en el momento de la extracción, como se publicó en una muestra de 34 mujeres con implantes no palpables derivadas a un centro de referencia para extrac- ciones difíciles de Implanon (89). Otro estudio más amplio, en el que se incluyó a 119 pacientes, también concluyó que la ecografía resulta primordial para la extracción de implantes no palpables (90). Hay que considerar que una técnica apropiada de inser- ción reducirá, hasta casi eliminar, el hallazgo de implantes profundos, no palpables, en el momento de la extracción. No obstante, si esta circunstancia se produce, el consejo es seguir las recomendaciones facilitadas por el fabri- cante (91) y derivar a la paciente a un centro de referen- cia para que la extracción se realice en condiciones de seguridad. Para ello es importante que los sanitarios que habitualmente insertan implantes anticonceptivos estén entrenados y hayan desarrollado un protocolo de actua- ción, con centros terciarios, para el caso de extracciones profundas, previsiblemente complicadas. CONCLUSIONES El implante anticonceptivo de etonogestrel (Impla- non®) es un método anticonceptivo altamente eficaz y efectivo. Al estar libre de estrógenos no incrementa el 91EFICACIA, SEGURIDAD Y TOLERABILIDAD DEL IMPLANTE ANTICONCEPTIVO DE VARILLA ÚNICA CON ETONOGESTREL [Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93] riesgo de enfermedad tromboembólica venosa, aunque se han descrito algunos casos de migración del implante al árbol vascular. En general es un método bien aceptado por las mujeres que lo utilizan, si bien el mayor problema que asocia es su característico patrón de sangrado que es motivo, en ocasiones, de abandono del método. La información sobre el patrón de sangrado esperable es clave para afianzar la confianza en el método y garan- tizar mayores tasas de continuidad de uso. Las estrate- gias basadas en el entrenamiento de los profesionales sanitarios en las técnicas de inserción y extracción del implante, así como el libre acceso al mismo, incrementan su tasa de uso. CONFLICTO DE INTERESES El autor es asesor de MSD España y Adamed España S.L.U. El autor declara no tener conflicto de intereses en este artículo y es el único responsable del mismo. BIBLIOGRAFÍA 1. Shoupe D. LARC methods: Entering a new age of contraception and reproductive health. Contracept Reprod Med 2016;1:4. 2. Winner B, Peipert JF, Zhao Q, Buckel C, Madden T, Allsworth JE, et al. Effectiveness of long-acting reversible contraception. N Engl J Med 2012;366:1998-2007. 3. Bahamondes L, Brache V, Meirik O, Ali M, Habib N, Landoulsi S, et al. A 3-year multicentre randomized controlled trial of etono- gestrel-and levonorgestrel-releasing contraceptive implants, with non-randomized matched copper-intrauterine device controls. Hum Reprod 2015;30:2527-38. 4. Lete I. What about compliance? Eur J Contracept Reprod Health Care 2010;15:217-9. 5. Birgisson NE, Zhao Q, Secura GM, Madden T, Peipert JF. Preventing unintended pregnancy: The contraceptive CHOICE project in review. J Wom Health 2015;24:349-53. 6. 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