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RC-eficacia-implante-anticonceptivo

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Abstract
Objective: Conduct a narrative review of the efficacy, safety, tolerability of the etonogestrel contraceptive implant 
and analyze the barriers that limit its wider use. 
Material and methods: Literature narrative review focused on the aspects specified in the objective.
Results: There is supporting evidence that: The etonogestrel implant is the most effective contraceptive method 
we currently have; that it does not increase the risk of venous thromboembolism; that the possibility of implant 
migration is remote; that in general it is well tolerated and has high rates of continuity of use; that it induces a 
characteristic bleeding pattern that we must know and know how to handle; that it presents some beneficial 
non-contraceptive effects and that the main barriers to its use are based on ignorance of the method and the 
economic cost.
Conclusions: The etonogestrel implant is an efficient and effective method to avoid an unwanted pregnancy and 
it would be desirable for more women to use it.
Resumen 
Objetivo: realizar una revisión narrativa sobre la eficacia, seguridad y tolerabilidad del implante anticonceptivo 
de etonogestrel y analizar las barreras que limitan su utilización más amplia.
Material y métodos: revisión de la literatura focalizada en los aspectos especificados en el objetivo.
Resultados: existe evidencia que soporta que: el implante de etonogestrel es el método anticonceptivo más 
eficaz de que disponemos actualmente; que no incrementa el riesgo de tromboembolismo venoso; que la posi-
bilidad de migración del implante es remota; que en general es bien tolerado y presenta tasas de continuidad 
de uso elevadas; que induce un patrón de sangrado característico que debemos conocer y saber manejar; que 
presenta algunos efectos beneficiosos no anticonceptivos y que las principales barreras para su uso se basan en 
el desconocimiento del método y el coste económico.
Conclusiones: el implante de etonogestrel es un método eficaz y efectivo para evitar un embarazo no deseado 
y sería deseable que más mujeres lo utilizasen.
Revisión de Conjunto
Palabras clave: 
Anticoncepción. 
Implantes. 
Implanon. 
Eficacia 
anticonceptiva.
Key words: 
Contraception. 
Implants. 
Implanon. 
Contraceptive 
efficacy.
Recibido: 15/04/2020
Aceptado: 24/04/2020
Lete Lasa I. Eficacia, seguridad y tolerabilidad del implante anticonceptivo de varilla única con 
etonogestrel. Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93. 
Eficacia, seguridad y tolerabilidad del implante anticonceptivo de varilla única 
con etonogestrel
Iñaki Lete Lasa
Unidad de Gestión Clínica de Obstetricia y Ginecología. Hospital Universitario Araba. Vitoria
Revista Oficial de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia
P R O G R E S O S D E
O b s t e t r i c i a G i n e c o l o g í a
y
Revista Oficial de la Sociedad Española
de Ginecología y Obstetricia
Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93
Correspondencia: 
Iñaki Lete Lasa
Unidad de Gestión Clínica de Obstetricia y 
Ginecología. Hospital Universitario Araba. 
C/José Atxotegi s/n
01009 Vitoria
e-mail: luisignacio.letelasa@osakidetza.eus
82 I. Lete Lasa
[Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93]
INTRODUCCIÓN
El primer implante anticonceptivo fue aprobado por 
la Agencia de Medicamentos y Alimentación (FDA) en el 
año 1990. Era un implante de seis varillas que liberaba 
levonorgestrel (Norplant©). En el año 2002 el implante 
fue retirado del mercado debido a diferentes problemas 
asociados a su uso y no fue hasta el año 2003 que el 
implante anticonceptivo de varilla única que libera eto-
nogestrel (ENG-I) fue comercializado por Organon con el 
nombre de (Implanon©). La FDA aprobó este implante en 
el año 2006 (1) y este implante forma parte de los méto-
dos anticonceptivos reversibles de larga duración (LARC, 
por su acrónimo en inglés). Este mes de enero de 20121 
se han cumplido 15 años de su salida al mercado anti-
conceptivo.
ENG-I es un implante de varilla única que contie-
ne 68 mg de etonogestrel (ENG) válido como método 
anticonceptivo durante un periodo de tres años.
En esta revisión de conjunto se analizan y evalúan tan-
to aspectos relacionados con la eficacia y seguridad del 
producto como aspectos prácticos relacionados con su 
manejo clínico y estrategias para incrementar su uso.
EFICACIA ANTICONCEPTIVA
Los métodos anticonceptivos LARC son considerados 
métodos muy eficaces para evitar el embarazo porque 
no necesitan del cumplimiento por parte de la usuaria. 
En el CHOICE Project se registraron 334 embarazos no 
deseados en 7.846 mujeres participantes, con una tasa 
de fallos de 4,55/100 mujeres/año para las mujeres 
que usaron métodos anticonceptivos de corta dura-
ción (SARC) y 0,27/100 mujeres/año para las que utili-
zaron LARC (2). 
En un ensayo clínico en el que se reclutaron 1.003 
mujeres que usaron ENG-I, 1.005 que usaron el implan-
te de levonorgestrel de dos varillas (LNG-I) y 974 a las 
que se insertó un dispositivo intrauterino (DIU) de cobre 
TCu380A, las tasas acumuladas de embarazo a 3 años 
de uso fueron de 0,4/100 mujeres/año en el caso del 
ENG-I (3). En este estudio la eficacia del ENG-I no se rela-
cionó con un peso corporal > de 70 kg de peso.
La efectividad de un método anticonceptivo depen-
de, además de de que se cumpla adecuadamente con el 
esquema terapéutico recomendado (4), de la tasa de con-
tinuidad de uso del mismo. En el estudio CHOICE Project 
las tasas de continuidad de uso para los métodos LARC 
versus los métodos no LARC fueron, a los 12 meses, de 
87% y 57%, respectivamente y a los 24 meses de 77% 
y 41% (5). En este mismo estudio se comprobó que los 
métodos LARC son 20 veces más efectivos que los méto-
dos SARC y como resultado de la aplicación del programa 
CHOICE se observó una reducción en los abortos de repe-
tición en el área de San Luis en el periodo 2006 a 2010. 
En el caso concreto del implante, la tasa de continuidad 
de uso a los 12 meses fue del 83% (6) y a los 24 meses 
del 69%, superior al 43% de la píldora y al 41% del anillo 
vaginal (7). Existe, por tanto, evidencia de que el implante 
cumple las dos condiciones necesarias para garantizar la 
efectividad anticonceptiva: cumplimiento que no depen-
de, con este método, de la actitud de la usuaria, y conti-
nuidad de uso. 
Resulta interesante comparar la eficacia anticonceptiva 
de los métodos LARC y los métodos SARC. En un ensayo 
clínico realizado en tres centros sanitarios de Carolina del 
Norte, en EE. UU., se reclutaron 916 participantes, de 18 
a 29 años de edad, que acudieron solicitando anticon-
cepción de corta duración. Las pacientes fueron invitadas 
a participar en el ensayo clínico: 392 (43%) aceptaron la 
aleatorización para utilizar un LARC o un método de cor-
ta duración; 524 (57%) prefirieron utilizar un método de 
corta duración, sin participar en la aleatorización, pero 
aceptaron ser seguidas durante 12 meses. Las tasas de 
embarazo a los 12 meses fueron del 6,4% para el gru-
po que eligió un método de corta duración, 7,7% para el 
grupo aleatorizado a un método de corta duración y 0,7% 
para el aleatorizado a un método LARC (p = 0,01) (8). 
La mayor efectividad de los métodos LARC debería 
tener como consecuencia una disminución del número 
de embarazos no deseados. En un ensayo clínico realizado 
en EE. UU. en el que se incluyeron 40 clínicas de plani-
ficación familiar que fueron randomizadas en una ratio 
1:1 a facilitar información basada en la evidencia sobre 
los métodos LARC (grupo estudio) o información están-
dar sobre los métodos anticonceptivos en general (grupo 
control), se observó una menor tasa de embarazos en el 
grupo estudio que en el grupo control (7,9 vs. 15,4/100 
mujeres/año) (9). Este estudio concluyó que la tasa de 
embarazos no deseados se puede disminuir, de manera 
efectiva, utilizando métodos LARC. Algunos estudios han 
demostrado que incrementar el uso de LARC se asocia 
a una reducción de los embarazos repetidos en adoles-
centes y de los abortos repetidos en mujeres que ya han 
experimentadoun aborto previo, por lo que algunas socie-
dades científicas recomiendan los métodos LARC como de 
primera elección para las mujeres que desean evitar un 
embarazo no deseado (10). 
Si bien el implante de ENG está aprobado para ser uti-
lizado durante 3 años (11), un reciente estudio prospec-
tivo realizado en San Luis (EE. UU.), el estudio EPIC, ha 
confirmado la alta tasa de eficacia y efectividad del ENG-I 
durante el uso prolongado del mismo. En el estudio EPIC 
se reclutaron 291 pacientes que utilizaron ENG-I duran-
te 5 años y no se observó ningún embarazo en los años 
adicionales 4.º y 5.º, a pesar de que un 51,9% de estas 
pacientes tenía un índice de masa corporal (IMC), superior 
a 30 (12). Además, en este ensayo se pudo determinar 
que las concentraciones plasmáticas de ENG se situaron 
83EFICACIA, SEGURIDAD Y TOLERABILIDAD DEL IMPLANTE ANTICONCEPTIVO DE VARILLA ÚNICA CON ETONOGESTREL
[Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93]
por encima de los 90 pg/ml con independencia del IMC 
de las pacientes.
En otro estudio multicéntrico realizado por la Organiza-
ción Mundial de la Salud (OMS), que comparó la eficacia 
de dos implantes anticonceptivos subdérmicos (de levo-
norgestrel y de etonogestrel) con la eficacia de un DIU de 
cobre de alta carga, algunas de las mujeres que utilizaban 
ENG-I lo hicieron durante 5 años. En los dos años de uso 
ampliado del implante (años 4.º y 5.º) no se produjo nin-
gún embarazo en 7.060 meses/mujer de observación (13). 
Los datos de estos dos últimos ensayos clínicos, junto con 
los ya conocidos de los estudios pivotales de Implanon, 
vienen a corroborar la elevada eficacia anticonceptiva del 
implante de etonogestrel (14). 
Los estudios de Trussell (15) estiman que la eficacia de 
todos los anticonceptivos orales, definida como la proba-
bilidad de fallo del método en condiciones ideales o per-
fectas de uso, es del 0,30%, mientras que la efectividad, 
definida como el porcentaje de fallos en condiciones de 
uso de la vida real, alcanza el 9%, al tiempo que la proba-
bilidad de embarazarse durante el uso de Implanon es del 
0,05%. Parece sensato concluir que conocer estos datos 
de eficacia puede ayudar a profesionales y pacientes a la 
hora de la elección del método anticonceptivo. Además, 
se sabe que la efectividad es igual en todos los grupos de 
edad, por lo que se reafirma la idoneidad de usar métodos 
LARC y del implante, en concreto, en la adolescencia (2). 
En base a la evidencia disponible podemos afirmar que 
Implanon es el método anticonceptivo más eficaz y efec-
tivo de los que disponemos a día de hoy.
SEGURIDAD
Es importante que los métodos anticonceptivos no 
produzcan daños importantes en la salud de las mujeres 
que los utilizan y que los efectos secundarios que pueden 
producir sean considerados leves para poder asegurar una 
anticoncepción segura. 
Enfermedad tromboembólica
Uno de los efectos adversos de los anticonceptivos hor-
monales combinados (AHC) es el mayor riesgo de trom-
boembolismo venoso (TEV). La incidencia de TEV aumen-
ta con la edad, pero es raro entre las mujeres en edad 
reproductiva (0,5-1 por 10.000 mujeres por año) (16). Sin 
embargo, el uso de AHC es el factor de riesgo más común 
de TEV entre mujeres en edad fértil (17). En general, se 
considera que el uso de anticonceptivos con estrógenos 
induce cambios en los factores de la coagulación (aumen-
to de los fragmentos 1 + 2 de la protrombina o incremento 
de la resistencia a la proteína C activada (PCA) que pueden 
aumentar el riesgo de ETV (18). 
Los gestágenos, en general, no inducen cambios adver-
sos en la hemostasia. Dado que el efecto protrombótico 
es consecuencia de la los estrógenos, las preparaciones de 
solo gestágenos pueden ser una buena alternativa para la 
anticoncepción en mujeres en las que el uso de estróge-
nos está contraindicado, como aquellas con alto riesgo de 
TEV. La mayoría de los estudios disponibles que han ana-
lizado el riesgo de TEV asociado con la anticoncepción de 
gestágeno solo no ha mostrado un aumento significativo 
riesgo de TEV. De acuerdo con los criterios de elegibilidad 
de la OMS, mientras que un historial previo de TEV se 
clasifica como una categoría 4 para el uso de un método 
hormonal combinado, se considera como categoría 2 para 
el uso de anticonceptivos de gestágeno solo (19). Por ello, 
se puede recomendar el uso del implante ENG-I a pacien-
tes con contraindicación para el uso de estrógenos con 
la confianza de que no se incrementará el riesgo de TEV.
Migración del implante
Probablemente la complicación o efecto adverso que 
más ha preocupado a los profesionales sanitarios que 
insertan Implanon ha sido la posibilidad de migración del 
implante, en especial hacia el torrente sanguíneo (20). 
La incidencia estimada de migración del implante hacia 
el sistema vascular ha sido cuantificada por el fabricante 
en 13 casos por cada 10 millones de implantes inserta-
dos (21). La base de datos de la FDA de EE. UU. recogió, 
hasta noviembre de 2015, 38 notificaciones de migracio-
nes de implantes insertados (22). En 31 de los 38 casos 
de migración del implante (81%) las pacientes permane-
cieron asintomáticas y la migración se diagnosticó en el 
momento de la retirada del implante y todos los casos 
se relacionaron con una inserción profunda del implante. 
Una técnica apropiada de inserción minimiza el riesgo de 
migración del implante, por lo que resulta importante que 
los sanitarios nos familiaricemos en la técnica de inser-
ción (23). 
Es raro que se produzca la migración de un implante 
bien insertado, pero si ocurre el implante suele migrar 
unos pocos centímetros (24). Una de las complicaciones 
extraordinarias que pueden ocurrir con Implanon es el 
embolismo pulmonar (25). Se ha informado que este 
evento puede ocurrir en 1,3 ocasiones por cada millón 
de implantes insertados (26). Cuando un implante está 
situado en el lugar en el que fue insertado la extracción es, 
generalmente, fácil y rápida. Sin embargo, si la inserción 
no se realizó de acuerdo con las instrucciones del produc-
to (por ejemplo, sitio de inserción incorrecto, inserción 
demasiado profunda o no inserción), la localización puede 
ser difícil y por lo tanto requerir técnicas de diagnóstico 
por imágenes adicionales (27). 
Para facilitar la localización de los implantes no palpa-
bles, en el año 2009 se desarrolló un implante radiopaco 
84 I. Lete Lasa
[Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93]
de ENG que contiene 15 mg de bario. Se agrega sulfato al 
núcleo del implante lo que permite su detección por imá-
genes convencionales de rayos X bidimensionales (2D). 
Este implante radiopaco es idéntico en dimensiones y 
contenido hormonal y es bioequivalente a Implanon in 
vitro e in vivo (28). Además, se desarrolló un nuevo apli-
cador para insertar el implante tras consultar con médicos 
de todo el mundo y de acuerdo con las pautas requeri-
das para los dispositivos médicos (Fig. 1). Este aplicador 
de última generación (NXT) fue diseñado para facilitar la 
inserción del implante en posición subdérmica apropiada 
con una sola mano (29). El nuevo Implanon NXT fue tes-
tado por 23 profesionales sanitarios que realizaron 301 
inserciones con el nuevo dispositivo. Todos los participan-
tes en el estudio refirieron estar muy satisfechos (69,6%) 
o satisfechos (30,4%) con el producto (29). 
No se conocen con exactitud los mecanismos por los 
que un implante colocado en el brazo puede migrar hasta 
el pulmón, pero se acepta que la inserción profunda pue-
de facilitar su migración (30). Por ello, un reciente cambio 
en la ficha técnica de Implanon recomienda una variación 
en el sitio anatómico de inserción. La modificación del 
sitio anatómico de inserción tiene su base en el estudio 
de Iwanaga y cols. (31) en el que se evaluaron los posi-
bles lugares de inserción en el brazo, con el objetivo de 
encontrar el punto de inserción más seguro. En su estudio 
disecaron 40 brazos de 20 cadáveres de mujeres reali-
zando varias ventanas de 1 x2 cm en la cara interior del 
brazo, la primera (ventana primaria) a 2-3 cm posteriores 
al sulcus (espacio entre el bíceps y el tríceps humerales) y 
8-10 cm mediales al epicóndilo y las siguientes separadas 
también 2-3 cm de la ventana primaria. En cada una de 
estas ventanas se disecaron el tejido subcutáneo y la fas-
cia para examinar el componente neurovascular de cada 
uno de los espacios estudiados. Puesto que no se iden-
tificaron estructuras neurovasculares importantes sobre 
el tríceps 8-10 cm proximal al epicóndilo medial y 3-5 cm 
posterior al surco, la inserción de Implanon NXT en esta 
ubicación puede minimizar el riesgo de lesión asociada 
con una inserción profunda inadecuada. Además, en este 
estudio se confirmó que la flexión del codo desvía el ner-
vio cubital lejos de esta área y puede disminuir aún más 
el riesgo de lesión secundaria a una inserción profunda 
inadvertida. Por esta razón, la nueve ficha técnica de 
Implanon NXT, recomienda insertar Implanon NXT sobre 
el músculo tríceps a unos 8-10 cm del epicóndilo medial 
del húmero y a 3-5 cm posterior (debajo) al canal (surco) 
entre los músculos bíceps y tríceps. Se ha seleccionado 
esta ubicación para evitar los grandes vasos sanguíneos 
y los nervios que se encuentran dentro y alrededor del 
canal. Si no es posible insertar el implante en esta ubica-
ción (por ejemplo, en mujeres con brazos delgados), debe 
insertarse posterior al canal y lo más lejos posible de este. 
Para facilitar la inserción se recomienda colocar a la mujer 
de espaldas sobre la camilla con su brazo no dominante 
flexionado a la altura del codo y rotado externamente de 
manera que la mano esté debajo de su cabeza (o lo más 
cerca posible).
El objetivo final de los cambios introducidos en la ficha 
técnica de Implanon NXT es facilitar inserciones más 
seguras y correctas y, como consecuencia, extracciones 
más fáciles. La inserción y extracción de Implanon no 
está exenta de riesgos o complicaciones, pero los datos 
indican que la posibilidad de un efecto adverso es menor 
que con la inserción de un DIU. En el estudio NORA se 
registró información sobre 7.364 inserciones de Implanon. 
En total se recogieron 208 problemas asociados con la 
inserción del implante (2,7% de las inserciones): hubo 93 
inserciones incorrectas (1,2%) que incluyeron 65 insercio-
nes profundas (0,8.8%), 27 inserciones parciales (0,3.7%) 
y un caso en el que la inserción no se produjo (0,01%). De 
las 65 inserciones profundas registradas, 26 fueron rea-
lizadas por un mismo profesional. Este último dato nos 
debe alertar sobre la importancia y conveniencia de rea-
lizar un aprendizaje y entrenamiento adecuados antes de 
comenzar a realizar inserciones de Implanon (32). 
Quistes ováricos
Los anticonceptivos con solo gestágenos se asocian a un 
incremento del riesgo de presentar quistes ováricos (33). 
Los quistes ováricos son más frecuentes en mujeres que uti-
lizan métodos con solo gestágenos debido a que este tipo 
de anticonceptivos no inhibe, generalmente, la secreción 
hipofisaria de FSH, con el consiguiente crecimiento folicular, 
pero si inhibe el pico preovulatorio de LH con la posibilidad 
de inducir la luteinización de un folículo no roto (34). El pro-
blema asociado a este tipo de quistes es que pueden cursar 
con dolor abdominal y suelen ser motivo de consulta por 
Figura 1. Insertor de Implanon NXT.
85EFICACIA, SEGURIDAD Y TOLERABILIDAD DEL IMPLANTE ANTICONCEPTIVO DE VARILLA ÚNICA CON ETONOGESTREL
[Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93]
parte de las mujeres que los presentan (35). En un estudio 
observacional y prospectivo en el que se evaluó la aparición 
de quistes foliculares (definidos como estructuras folicula-
res > 25 mm) en 116 usuarias de Implanon, 123 usuarias 
de Jadelle y 105 usuarias del DIU de cobre TCu380A, a los 
12 meses de uso de detectaron este tipo de estructuras en 
el 26,7% de las usuarias de Implanon, el 14,6% de las usua-
rias de Jadelle y el 1,2% de las del DIU de cobre. En todos 
los casos los quistes desaparecieron espontáneamente sin 
necesidad de ningún tratamiento (36). 
En este apartado podemos concluir que el hallazgo de 
quistes ováricos o folículos ováricos agrandados durante 
el primer año de uso de Implanon es común y transitorio y 
no debe interpretarse como un quiste ovárico patológico. 
Por ello, ante el hallazgo casual de una de estas estructu-
ras, no son necesarias más intervenciones médicas. 
TOLERABILIDAD
La tolerabilidad es una cualidad que debe acompañar a 
los métodos anticonceptivos por cuanto los hace sopor-
tables, aceptables o llevaderos. La tolerabilidad y acepta-
bilidad de los anticonceptivos depende, en general, del 
perfil de efectos secundarios menores que presenten (37).
Efectos secundarios menores
Los efectos secundarios más frecuentemente repor-
tados en los estudios con Implanon han sido, en orden 
de frecuencia: cefalea, aumento de peso, acné, dolor 
mamario, inestabilidad emocional y dolor abdominal. El 
aumento de peso y la inestabilidad emocional supusieron 
las razones más importantes para abandonar el uso del 
método (2,3% de las pacientes lo abandonaron por cada 
uno de estos motivos) (38). En este artículo de revisión en 
el que se incluyeron 11 estudios clínicos, 942 pacientes 
y 24.679 ciclos de uso, la conclusión fue que el perfil de 
tolerabilidad de Implanon es adecuado y que, una gran 
mayoría de mujeres continuará utilizándolo a pesar de 
poder experimentar alguno de estos efectos.
La cefalea es el efecto secundario más frecuente entre 
las usuarias de implantes anticonceptivos en general y, 
también de Implanon (39). La causa puede estar relacio-
nada con los esteroides y parece que no hay diferencia en 
la frecuencia de tasas de cefaleas y de abandonos por esta 
causa, entre los dos implantes disponibles (menos del 5% 
de todas las usuarias discontinuará por esta razón) (40). 
El aumento de peso es el segundo efecto adverso más 
mencionado (sin considerar los trastornos menstruales), 
y es probablemente el efecto secundario más difícil de 
interpretar. Con respecto a este efecto secundario se pue-
de concluir que el aumento de peso ha sido un hallazgo 
constante en todos los ensayos clínicos de implantes, pero 
también se ha informado entre usuarias de anticoncep-
tivos no hormonales, lo que sugiere que otros factores 
también pueden estar relacionados, como el aumento 
natural del peso relacionado con el envejecimiento (40). 
Recientemente se ha publicado un caso clínico de una 
paciente de 21 años que presentó una anorgasmia secun-
daria al uso de Implanon (41). Se trata de una eventuali-
dad muy rara y se desconoce cuál puede ser el mecanismo 
etipopatogénico implicado. Hasta ahora, sabemos que el 
etonogestrel, metabolito activo del desogestrel, se uti-
liza por vía vaginal en el anticonceptivo Nuvaring y que 
sus efectos sobre la respuesta sexual, medidos median-
te el cuestionario Female Sexual Function Index (FSFI), 
son positivos (42). La evidencia más robusta disponible 
respecto al impacto de Implanon en la función sexual 
se basa en los resultados de un ensayo clínico, no alea-
torizado, en el que se reclutaron 556 mujeres, divididas 
en seis grupos: dos grupos compuestos por sujetos que 
usan un AHC oral (AHCO) que contiene 0,020 y 0,030 mg 
de etinilestradiol (EE), un grupo "natural", usando AHCO 
que contiene 1,5 mg de estradiol (E2), un grupo "anillo", 
usando un anillo vaginal que libera cada día 0,015 mg de 
EE + 0,120 de etonogestrel, un grupo "subcutáneo", usan-
do un implante anticonceptivo subcutáneo de progestá-
geno solo que libera etonogestrel y un grupo control, sin 
usar métodos anticonceptivos hormonales. Se pidió a los 
sujetos que respondieran al cuestionario de sexualidad 
femenina McCoy y se les realizó un análisis de sangre para 
una evaluación hormonal. También se realizó una evalua-
ción ecográfica de la arteria del clítoris dorsal. El mayor 
valor sexológico del cuestionario de McCoy se registró en 
el grupo de usuarias de Implanon;se registraron diferen-
cias significativas entre los grupos en términos de distri-
bución hormonal, con los niveles más altos de andros-
tenediona en los grupos subdérmicos y de control (43). 
Patrón de sangrado
El patrón de sangrado de Implanon, similar al de cual-
quier método de solo gestágeno, se caracteriza por su irre-
gularidad y, por ello, puede resultar molesto para algunas 
de sus usuarias (44). Los resultados del estudio que reco-
gió datos de 11 ensayos clínicos demostraron que el 22,2% 
de las mujeres presentó amenorrea, 33,6% tuvo sangra-
do infrecuente, un 6,7% refirió sangrado frecuente y un 
17,7% sangrado prolongado (44). Las razones por las que 
en usuarias de métodos de solo gestágenos se produzca 
sangrado irregular no son totalmente conocidas, pero si 
se sabe que, en mujeres que usan gestágenos continuos, 
el endometrio es inestable, con una tendencia al sangrado 
de los pequeños vasos sanguíneos superficiales. Además, 
el epitelio superficial endometrial también tiende a libe-
rarse fácilmente de sus conexiones al estroma subyacente, 
permitiendo que las hemorragias subepiteliales se vuelvan 
86 I. Lete Lasa
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evidentes y detectables en la vagina. Los mecanismos de 
reparación epitelial también pueden ser defectuosos, per-
mitiendo que el sangrado leve a menudo persista durante 
muchos días (45). El mecanismo y los factores que deter-
minan la aparición de episodios de sangrado irregular en 
usuarias de métodos de solo gestágenos (MSG) no están 
totalmente aclarados, habiéndose planteado diferentes 
causas etiológicas: aumento de la densidad microvascular, 
atrofia endometrial, disminución de la expresión de la trom-
boplastina y endotelina, aumento de la fragilidad vascular o 
la expresión anómala de las metaloproteinasas de la matriz 
extracelular (MMP). En general todos los mecanismos pre-
viamente citados conducen a una mayor fragilidad vascu-
lar endometrial y, como consecuencia, a la aparición de 
sangrado irregular (46). Los LARC tienen diferentes efectos 
sobre el endometrio en función del gestágeno utilizado, 
la dosis y la vía de administración (8). Por ejemplo, en el 
caso del DIU-LNG existen altas concentraciones locales de 
levonorgestrel que conducen a una rápida decidualización y 
atrofia del endometrio (47), mientras que en el caso de los 
implantes subdérmicos los niveles locales de gestágeno son 
muy inferiores y, por ello, los efectos sobre la morfología 
endometrial son más variables (48). 
Manejo del sangrado irregular
El mayor problema asociado a experimentar sangrado 
irregular o intermenstrual o sangrado prolongado es que 
supone la principal razón para discontinuar el uso del 
método (49). En el estudio de Bahamondes y cols. la apa-
rición de sangrado intermenstrual fue la razón principal 
para abandonar el método con una tasa de 16,7 por 100 
mujeres/año (IC 95%:14,4-19,3) (3). 
Un reciente reanálisis del patrón de sangrado informado 
en los estudios pivotales de Implanon, concluyó que es 
probable que las usuarias de implantes con sangrado favo-
rable en el primer período de referencia continúen con 
este mismo tipo de sangrado en los próximos 2 años (50). 
En este estudio un 60,5% de las mujeres presentó un 
patrón de sangrado favorable (definido como patrón de 
sangrado con amenorrea o sangrado infrecuente o san-
grado normal, de acuerdo a los patrones de sangrado pro-
puestos por Belsey (51) en el periodo de referencia 1 y de 
ellas un 84,6% mantuvo este patrón de sangrado favorable 
en el periodo de referencia 2. 
En una revisión Cochrane del año 2007 (52) se seña-
laron como medias importantes para el manejo del san-
grado irregular facilitar información previa sobre esta 
posible eventualidad y, en caso de producirse, descartar 
patología orgánica. Se sabe que proporcionar información 
adecuada y realista, antes de su inserción, de los efectos 
secundarios esperables tras la colocación de un implante 
puede mejorar su aceptación y continuidad de uso (53). 
En el año 2011 se publicó una revisión de la literatura 
con recomendaciones para manejar y tratar el sangrado 
frecuente y/o prolongado. En las figuras 2 y 3 se recogen 
las recomendaciones de esta revisión (54). 
Visita de control: 
• Si persiste el sangrado 
• Si el sangrado ha mejorado 
Continuar con el método 
Normal Patológica
No otros síntomas
1. Ofertar tratamiento 
 médico 
2. Retirar el implante 
Manejar de acuerdo
al problema 
Sangrado persistente o inaceptable después de 6 meses de la inserción
Anamnesis, excluir ITS o embarazo 
Chequear citologías 
Última CTT < 6 meses 
• Explorar si hay otros síntomas (dolor, etc) 
• Tranquilizar y citar para control 
• Considerar un tratamiento médico
 si la mujer lo solicita 
Última CTT > 6 meses
o fallo de tratamiento médico
• Explorar 
Figura 2. Manejo del sangrado inaceptable. Modificado de Mansour y cols. (54) ITS: infección de transmisión sexual.
87EFICACIA, SEGURIDAD Y TOLERABILIDAD DEL IMPLANTE ANTICONCEPTIVO DE VARILLA ÚNICA CON ETONOGESTREL
[Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93]
Conocida la etiología del sangrado irregular y descarta-
do el origen orgánico del sangrado, la medida que puede 
resultar más efectiva es la información adecuada (55). Es 
esencial abordar durante el proceso de asesoría anticon-
ceptiva los previsibles problemas de sangrado que pueden 
acontecer con la finalidad de que la mujer los conozca, de 
forma que su aparición no genere una situación de estrés 
que conduzca al abandono del método.
Hasta la fecha se han probado varios y diferentes tra-
tamientos del sangrado irregular en mujeres usuarias de 
LARC. La principal limitación de los tratamientos utiliza-
dos (noretisterona, AHC, estrógenos o antinflamatorios 
no esteroideos) es que, aunque la mayoría son capaces 
de reducir la duración de los episodios de sangrado, no 
se obtienen buenos resultados a largo plazo, de forma 
que su efectividad parece limitarse al tiempo de trata-
miento (52). En un estudio piloto realizado en el año 
2006 se compararon tres pautas diferentes de trata-
miento (mifepristona, mifepristona + etinilestradiol (EE) 
y doxiciclina) frente a placebo en 150 mujeres porta-
doras de un implante subdérmico de etonogestrel que 
presentaban sangrado prolongado o frecuente. El obje-
tivo principal de este estudio piloto fue el de cuantificar 
el tiempo necesario para el cese del sangrado, una vez 
iniciado el tratamiento. Tanto la mifepristona + EE como 
la doxiciclina fueron significativamente más efectivas en 
el cese del sangrado que la mifepristona sola o el pla-
cebo (media de días necesarios para el cese del sangra-
do: 4,3, 4,8, 5,9 y 7,5 respectivamente). Sin embargo, el 
efecto beneficioso se limitó al ciclo en el que se aplicó el 
tratamiento y no se pudo demostrar un efecto positivo 
en los ciclos posteriores (56). 
Teniendo en cuenta los hallazgos de su estudio piloto 
preliminar, el mismo grupo australiano planteó un nuevo 
ensayo clínico comparativo en el que se incluyeron cin-
co brazos de tratamiento y un periodo de seguimiento 
mayor (57). De los cinco tratamientos analizados (mife-
pristona + EE; doxiciclina; mifepristona + doxiciclina; doxi-
ciclina + EE; placebo) las pautas más efectivas para con-
seguir el cese del sangrado fueron las que incluyeron la 
mifepristona combinada, bien con EE, bien con doxiciclina. 
El hallazgo más relevante de este estudio fue el de demos-
trar que dosis bajas de mifepristona (25 mg) combinadas 
con dosis también bajas de EE (20 μg) utilizadas durante 
5 días eran capaces de parar el episodio de sangrado en 
un periodo de tiempo más corto que otras alternativas 
terapéuticas.
Los AHC también han demostrado su eficacia para dete-
ner el sangrado prolongado en usuarias de Implanon. En 
un ensayo doble ciego, en el que se incluyeron 32 pacien-
tes que utilizaban Implanon y referían un sangrado de al 
menos 7 días de duración, 16 de las pacientes fueron 
aleatorizadasa utilizar 14 comprimidos de un AHCO con 
150 μg de levonorgestrel y 30 μg de EE y 16 a recibir un 
placebo de apariencia idéntica. Las participantes que uti-
lizaron el AHCO dejaron de sangrar más frecuentemente 
que las del grupo placebo fueron más probables (14 de 
16 [87,5%] comparado con seis de 16 [37,5%]) (odds ratio 
11,7, IC:95% 1,9-70,2) (58).
En un estudio prospectivo aleatorizado que reclutó 
84 usuarias de Implanon con sangrado prolongado o 
frecuente, las pacientes fueron asignadas a recibir un 
AHCO que contenía 20 µg de EE/150 mg de desoges-
trel durante dos ciclos continuos o un antiinflamatorio 
no esteroideo (AINE); ácido mefenámico 500 mg/12 h 
durante 5 días, por ciclo. Un total de 32 mujeres (76,2%) 
en el grupo AHCO y 15 mujeres (35,7%) en el grupo AINE 
detuvieron el sangrado dentro de los 7 días posteriores 
al inicio del tratamiento y la diferencia fue estadística-
mente significativa (P < 0,05). La duración media de los 
días de sangrado y manchado en mujeres tratadas con 
AHCO fue significativamente menor en comparación 
con el grupo de AINE (7,29 ± 3,16 frente a 10,57 ± 4,14 
días (P < 0,05) (59).
En conclusión, las pacientes que no presentan contrain-
dicación para el uso de estrógenos se pueden beneficiar 
de un AHC para reducir los días de sangrado, mientras 
que aquellas otras que utilizan Implanon por no poder 
utilizar estrógenos, deberán de ser tratadas con diferente 
estrategia: AINE, doxiciclina, etc.
Figura 3. Tratamiento del sangrado inaceptable. Modificado de Mansour y cols. (54).
Tratamiento Evidencia
AO cíclica durante 3 meses Poca evidencia publicada Primera elección
MPA 10 mg/12 h o NET 5 mg/12h x 21 días No evidencia publicada Segunda elección
POP 3 meses No evidencia publicada Tercera elección
AINES, inhibidores de la COX-2,5-10 días Alguna evidenciaCuarta elección
Ácido tranexámico 500 mg/12 h x 5 días Evidencia limitadaQuinta elección
88 I. Lete Lasa
[Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93]
Continuidad de uso
La tolerabilidad influye en la continuidad de uso del 
método. En el estudio CHOICE de San Luis, EE. UU., en 
una muestra de 5.087 mujeres seguidas, inicialmente 
durante 12 meses, la tasa de continuidad de uso del 
implante fue del 83% y la tasa de satisfacción con el 
método del 79% (6). En un estudio retrospectivo reali-
zado en la Universidad de Utah, se recogió información 
de 6.459 inserciones de un DIU-LNG, 1.136 DIU de cobre 
y 1.008 inserciones de Implanon. La tasa de continui-
dad de uso a los 2 años fue del 77,8%, 73,1% y 75,9%, 
respetivamente (60). En un estudio multicéntrico en el 
que se siguieron durante 3 años, 301 pacientes a las que 
se les insertó Nexplanon® (Implanon NXT en España), 
no se produjo ningún embarazo y 15 mujeres (5,3%) 
presentaron efectos adversos serios (cáncer de tiroi-
des, mioma uterino, apendicitis, etc.) ninguno de ellos 
relacionado con el tratamiento. El 52% de las mujeres 
completaron los 3 años de tratamiento y 145 (48%) lo 
abandonaron, la mayoría de ellas por presentar efectos 
secundarios (61). 
Analizando la tasa de continuidad de uso se observa 
una disminución paulatina del número de pacientes que 
persisten en el uso del implante a medida que avanza 
el tiempo 83% el primer año, 75,9% el segundo año y 
52% el tercer año). Este hecho es común a los métodos 
anticonceptivos, en general. En un estudio prospectivo, 
multicéntrico, realizado en España en el que se incluye-
ron 3.443 mujeres de 18 a 49 años de edad que iniciaron 
el uso de un método AHC (píldora, parche o anillo) y fue-
ron seguidas durante 12 meses, la tasa de continuidad 
de uso al año fue del 45,9% para la píldora, 42,3% para 
el anillo vaginal y 26% para el parche (62). Comparadas 
con estos datos españoles, las tasas de continuidad del 
implante son mejores y, posiblemente reflejan, que la 
eficacia del método facilita una tranquilidad a sus usua-
rias que compensa, en cierta medida, la aparición de 
efectos secundarios.
EFECTOS BENEFICIOSOS NO ANTICONCEPTIVOS
Las parejas utilizan métodos anticonceptivos para evitar 
un embarazo no deseado pero, en el caso de la anticon-
cepción hormonal, en muchas ocasiones se pretenden 
beneficios no anticonceptivos que mejoren la calidad de 
vida de las mujeres o que disminuyan los efectos indesea-
bles del sangrado menstrual periódico (63). 
Los efectos beneficiosos no anticonceptivos de los 
métodos hormonales han sido bien establecidos y se uti-
lizan para tratar variadas patologías ginecológicas (64). 
Estos beneficios se relacionan con la menstruación, la 
sexualidad, la fertilidad, la piel y el hueso y con la preven-
ción de algunas neoplasias (65).
Dismenorrea
La dismenorrea afecta a muchas mujeres y supone, 
en ocasiones, una importante limitación de la calidad de 
vida (66). Para la presente revisión solo hemos identifi-
cado una publicación que analizó el efecto de Implanon 
en la dismenorrea. Se trata de un estudio prospectivo 
en el que participaron 315 mujeres que facilitaron infor-
mación sobre la dismenorrea al inicio y al final del tra-
tamiento: un 59% presentaban dismenorrea antes de la 
inserción de Implanon frente al 21% tras dos años de uso 
del implante. De las 187 mujeres que tenían dismeno-
rrea al inicio, 151 (81%) experimentaron una disminución 
del dolor, 26 (14%) no experimentaron ningún cambio 
y 10 (5%) experimentaron un empeoramiento del dolor 
menstrual (67).
Conociendo los mecanismos por los que la anticoncep-
ción hormonal actúa para mejorar la dismenorrea (reduc-
ción de la cantidad de sangrado, inhibición de la síntesis de 
prostaglandinas) y sabiendo que este es un efecto de clase 
de este tipo de fármacos, se puede asumir que Implanon 
es efectivo para el tratamiento de la dismenorrea en aque-
llas mujeres que desaen, además, evitar un embarazo.
Dolor pélvico asociado a endometriosis
La primera línea de tratamiento en la mayoría de 
pacientes que tienen dolor pélvico asociado a endome-
triosis (DPAE) es la anticoncepción hormonal, bien combi-
nada, bien con solo gestágenos (68). Para evaluar el efecto 
de Implanon en pacientes con DPAE se diseñó un ensayo 
clínico, aleatorizado, en pacientes con endometriosis con-
firmada y que referían dolor pélvico, dismenorrea o dis-
pareunia. Se reclutaron 41 pacientes de las que 21 fueron 
asignadas al grupo de tratamiento con Implanon y 20 al 
grupo de tratamiento con acetato de medroxiprogeste-
rona (AMP). Las pacientes fueron seguidas durante 1 año 
después de iniciar el tratamiento: tras 6 ciclos de uso, la 
media de disminución del dolor en el grupo de Implanon 
fue del 68% y del 53% en el grupo tratado con AMP (p = 
0,69). El ensayo concluyó que Implanon no es inferior a 
AMP en el tratamiento del DPAE (69). 
BARRERAS PARA SU USO
Falta de conocimiento
Una de las causas potenciales del bajo uso del implan-
te en nuestro medio puede estar relacionada con la falta 
de conocimiento, por parte de las potenciales usuarias, 
de su mayor efectividad anticonceptiva. En una encuesta 
realizada entre 500 mujeres de 18 a 45 años en la ciudad 
89EFICACIA, SEGURIDAD Y TOLERABILIDAD DEL IMPLANTE ANTICONCEPTIVO DE VARILLA ÚNICA CON ETONOGESTREL
[Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93]
de Los Ángeles (California, EE. UU.) dos terceras partes 
de las encuestadas sobreestimaron la efectividad del pre-
servativo y de los anticonceptivos orales y, únicamente, 
un 2,2% de estas mujeres respondió adecuadamente a 
la pregunta sobre la eficacia en la vida real de los dos 
métodos anteriores (70). Esta falta de conocimiento no 
afecta únicamente a las mujeres, sino que también se 
ha identificado entre los profesionales sanitarios (71), 
de manera que organizaciones como el Colegio Ameri-
cano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) recomienda a 
los profesionales que aconsejen las mujeres en riesgo de 
embarazo no deseado el uso de un método LARC, incluido 
el implante anticonceptivo (10). Todos los profesionales 
sanitarios, y especialmente, los dedicados a facilitar con-
sejo anticonceptivo deberíamos de saberque las tasas de 
embarazo no deseado se pueden reducir con el uso de 
métodos LARC más que con el uso de métodos de corta 
duración (9) y que es clave facilitar un acceso inmediato 
a los mismos. Tener disponibles en la consulta los méto-
dos LARC y poderlos insertar en el mismo momento es un 
factor clave en la reducción de embarazos no deseados.
Entrenamiento de los profesionales sanitarios
El entrenamiento de los sanitarios que deben de inser-
tar y extraer el implante es también fundamental para 
una mayor utilización de este método anticonceptivo. En 
ocasiones, puede creerse que tanto la inserción como la 
extracción del implante pueden ser dificultosas y reque-
rir mucho tiempo. En un estudio realizado en 330 muje-
res voluntaria sanas que accedieron a la inserción de un 
ENG-I el tiempo medio necesario para la inserción del 
implante fue de 0,5 minutos y para la extracción de 3,6 
minutos y los procedimientos se asociaron una baja tasa 
de complicaciones (72). 
Algunos países han diseñado planes obligatorios de 
formación de los profesionales que van a insertar un 
implante. En España, la Sociedad Española de Contracep-
ción tiene un programa basado en la enseñanza teórica y 
práctica de Implanon, cuyos resultados no han sido aún 
publicados (73). En EE. UU. también existe la obligatorie-
dad de la formación previa al inicio de la inserción y/o 
extracción del implante. En el año 2017 se publicaron 
los primeros resultados de este programa específico de 
formación, en el que se entrenó a 42.337 profesionales 
sanitarios, de los que 4.294 reportaron datos propios de 
inserción y extracción tras el entrenamiento. Se obtuvo 
información de 26.198 procedimientos (20.497 insercio-
nes y 5.701 extracciones). Ninguno de estos procedimien-
tos se asoció a la necesidad de hospitalizar a las pacientes 
lo que viene a demostrar la seguridad de los procedimien-
tos necesarios para insertar y extraer el método (74). 
Experiencias similares se han comunicado en Austra-
lia, donde los programas de entrenamiento han facilitado 
que tanto médicos como enfermeras se familiaricen con 
el manejo del método (75).
Barreras económicas
Una de las barreras identificadas para el uso de los 
métodos LARC es la barrera económica. En diferentes 
experiencias ha quedado demostrado que facilitar los 
métodos LARC sin coste para la usuaria incrementa su 
uso y se ha recomendado eliminar las barreras económi-
cas para que más mujeres puedan acceder a una forma 
de anticoncepción efectiva y segura (76). Una experien-
cia llevada a cabo en el estado de Missouri (EE. UU.) 
demostró que la gratuidad de los métodos LARC se aso-
ció a un mayor uso de métodos LARC. En un estudio pros-
pectivo llevado a cabo en el estado de Missouri (EE. UU.) 
en el que participaron 10.000 mujeres, un 77% (CI 95%: 
65,3-69,0) de ellas eligió un método LARC tras recibir 
información sobre sus características y sobre la gratuidad 
del método (76). 
En nuestro país resulta aleccionadora la experiencia 
puesta en marcha por el gobierno de Aragón para pro-
mover el acceso a los métodos LARC. El Programa para 
la organización de la Atención Anticonceptiva en Aragón, 
se basó en unos puntos fuertes: redistribución de com-
petencias de médicos y matronas de Atención Prima-
ria (inserción y retirada de implantes anticonceptivos); 
financiación pública y completa de todos los LARC; for-
mación reglada y acreditada. Con estas bases, se consiguió 
en el primer año de puesta en marcha multiplicar por 12 
el número de Implantes colocados en la comunidad autó-
noma (1.718 implantes) de los que el 63% fueron coloca-
dos en Atención Primaria y multiplicar por tres el uso de 
los LARC en la comunidad autónoma (4.153 implantes y 
DIU) (77).
En conclusión, eliminar las barreras económicas, pre-
sentar los métodos LARC como una primera opción anti-
conceptiva y facilitar información que permita resolver 
las dudas y mitos de las mujeres respecto a los métodos 
LARC, puede permitir que tres de cada cuatro mujeres 
elijan este tipo de anticoncepción.
ASPECTOS PRÁCTICOS SOBRE IMPLANON
Momento de la inserción
La ficha técnica de Implanon recomienda su inserción en 
los primeros 5 días del periodo menstrual o tras 6 sema-
nas del parto (11). La inserción de un implante anticon-
ceptivo es generalmente fácil e indolora. En un ensayo 
clínico aleatorizado en el que se reclutaron 997 mujeres 
a las que se insertó Implanon, 997 a las que se insertó 
90 I. Lete Lasa
[Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93]
un implante con levonorgestrel y 971 a las que se inser-
tó un DIU de cobre TCu380A, el tiempo medio necesario 
para insertar Implanon fue de 51 segundos, el 98,9% de 
las inserciones de Implanon se catalogaron como fáciles, 
el 95% de las pacientes no experimentó dolor durante el 
procedimiento de inserción y a las 6 semanas todos los 
implantes estaban in situ, mientras que un 2,1% de los 
DIU habían sido expulsados (78). 
Una estrategia para reducir el número de embarazos 
no deseados es la de iniciar el uso de anticoncepción en 
el posparto inmediato (79). En un estudio realizado en el 
Johns Hopkins Hospital de Baltimore, EE. UU., se reclu-
taron 133 puérperas que recibieron la inserción de un 
implante o de un DIU en el puerperio inmediato y fueron 
seguidas durante 12 meses. A los 6 meses de seguimiento, 
un 98% de las mujeres a las que se insertó el implante 
continuaba usándolo, frente al 82% a las que se les había 
insertado un DIU (p = 0,02). A los 12 meses estos por-
centajes fueron de 84% para los implantes y 81% para 
los DIU (p = 0,96). Las diferencias que se observaron en 
los 6 primeros meses fueron debidas a las expulsiones 
experimentadas entre las usuarias del DIU (80). Otro estu-
dio en el que se evaluó la tasa de retiradas del implante 
debidas a un sangrado inaceptable reclutó 259 mujeres 
a las que se insertó en implante en las primeras 96 horas 
tras el parto, 49 mujeres a las que la inserción se realizó 
entre las semanas 6 a 12 de posparto y 106 que recibie-
ron el implante pasadas 12 semanas tras el parto. Cerca 
de un 20% de las pacientes solicitaron la extracción del 
implante debido a un sangrado inaceptable, sin que se 
detectasen diferencias entre los grupos con la ventaja de 
que la inserción en el posparto inmediato ayuda más a la 
prevención de embarazos no deseados (81). 
Otros estudios también han demostrado que la inser-
ción posparto de Implanon se acompaña de buenos resul-
tados. En un estudio prospectivo en el que 114 puérperas 
fueron dadas de alta del hospital con Implanon insertado, 
la tasa de continuidad de uso a los 6 meses fue superior 
al 80% (82). A los 6 meses de seguimiento, un 17% de las 
portadoras del DIU-LNG había sufrido una expulsión del 
dispositivo, frente a un 4% de expulsiones en el caso de 
los DIU de cobre (p = 0,02). En el caso del implante no 
se suelen producir expulsiones y no se registró ninguna.
Las mujeres que solicitan un aborto representan un 
grupo de alto riesgo para el que iniciar un anticonceptivo 
posaborto efectivo con el cual estén satisfechas y conti-
núan su uso, es importante (83). En un estudio transversal, 
realizado en California, en el que se evaluó la elección anti-
conceptiva de 260 mujeres que se sometieron a un aborto 
voluntario, 100 eligieron un DIU, 97 el inyectable de MPA 
y 63 el implante. Los factores asociados a la elección del 
DIU o el implante fueron: tener mayores niveles de estrés, 
pesar más, haber utilizado la píldora con anterioridad y 
considerar que el proceso de asesoramiento anticoncep-
tivo les había ayudado (84). 
Otra de las situaciones clínicas en las que puede resultar 
muy efectiva la inserción de un implante anticonceptivo 
es tras la realización de un aborto farmacológico (85). Sin 
embargo, existen dudas sobre la posible interferencia de la 
mifepristona en la eficacia del implante debido al mecanis-
mo de acción de los moduladores selectivos del receptor 
de la progesterona (86). En un ensayo clínico aleatorizado 
en el que se reclutaron236 pacientes a las que se insertó 
Implanon en el momento de la toma de mifepristona y 
240 a las que se insertó Implanon una vez que el aborto 
se había completado, un 3,9% y un 3,8% de las pacientes 
en cada grupo respectivo necesitaron la realización de un 
aborto quirúrgico por fallo del tratamiento farmacológico. 
No se pudo demostrar que la administración de mifepris-
tona interfiera en la eficacia de Implanon (87). 
Si bien, las recomendaciones del fabricante son de rea-
lizar la inserción como anteriormente se ha mencionado, 
podemos concluir que existe evidencia suficiente, de bue-
na calidad, para poder insertarlo en el posparto inmediato 
y/o tras un aborto, bien quirúrgico, bien farmacológico.
Extracción de implantes no palpables
En el caso de los implantes no palpables, se recomienda 
su extracción por profesionales específicamente entrena-
dos y, generalmente, se aconseja que el procedimiento se 
realice en el quirófano y bajo control ecográfico (88). La 
ecografía resulta de gran ayuda para localizar los implan-
tes profundos en el momento de la extracción, como se 
publicó en una muestra de 34 mujeres con implantes no 
palpables derivadas a un centro de referencia para extrac-
ciones difíciles de Implanon (89). Otro estudio más amplio, 
en el que se incluyó a 119 pacientes, también concluyó 
que la ecografía resulta primordial para la extracción de 
implantes no palpables (90). 
Hay que considerar que una técnica apropiada de inser-
ción reducirá, hasta casi eliminar, el hallazgo de implantes 
profundos, no palpables, en el momento de la extracción. 
No obstante, si esta circunstancia se produce, el consejo 
es seguir las recomendaciones facilitadas por el fabri-
cante (91) y derivar a la paciente a un centro de referen-
cia para que la extracción se realice en condiciones de 
seguridad. Para ello es importante que los sanitarios que 
habitualmente insertan implantes anticonceptivos estén 
entrenados y hayan desarrollado un protocolo de actua-
ción, con centros terciarios, para el caso de extracciones 
profundas, previsiblemente complicadas.
CONCLUSIONES
El implante anticonceptivo de etonogestrel (Impla-
non®) es un método anticonceptivo altamente eficaz y 
efectivo. Al estar libre de estrógenos no incrementa el 
91EFICACIA, SEGURIDAD Y TOLERABILIDAD DEL IMPLANTE ANTICONCEPTIVO DE VARILLA ÚNICA CON ETONOGESTREL
[Prog Obstet Ginecol 2020;63(2):81-93]
riesgo de enfermedad tromboembólica venosa, aunque 
se han descrito algunos casos de migración del implante 
al árbol vascular. En general es un método bien aceptado 
por las mujeres que lo utilizan, si bien el mayor problema 
que asocia es su característico patrón de sangrado que 
es motivo, en ocasiones, de abandono del método. La 
información sobre el patrón de sangrado esperable es 
clave para afianzar la confianza en el método y garan-
tizar mayores tasas de continuidad de uso. Las estrate-
gias basadas en el entrenamiento de los profesionales 
sanitarios en las técnicas de inserción y extracción del 
implante, así como el libre acceso al mismo, incrementan 
su tasa de uso.
CONFLICTO DE INTERESES
El autor es asesor de MSD España y Adamed España 
S.L.U. El autor declara no tener conflicto de intereses en 
este artículo y es el único responsable del mismo.
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