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UNIVERSIDAD CATOLICA ANDRES BELLO DIRECCION GENERAL DE LOS ESTUDIOS DE POSTGRADO AREA DE DERECHO ESPECIALIDAD EN CIENCIAS PENALES Y CRIMINOLOGICAS. LA COLECCIÓN DE LA MUESTRA DE SANGRE EN EL SITIO D EL SUCESO PARA LA INVESTIGACION CRIMINAL Trabajo Especial de Grado, presentado como requisito Parcial para optar al grado de especialista, en Ciencias Penales y Criminológicas . Autor: Abg. Clara Hortencia Ibarra Iciarte. Asesor: Dr. José Rafael de los Ríos. Caracas, Octubre 2007 ii UNIVERSIDAD CATOLICA ANDRES BELLO DIRECCION GENERAL DE LOS ESTUDIOS DE POSTGRADO AREA DE DERECHO ESPECIALIDAD EN CIENCIAS PENALES Y CRIMINOLOGICAS. APROBACION DEL ASESOR En mi carácter de Asesor del Trabajo Especial de Grado, presentado por la Ciudadana Abogado CLARA HORTENCIA IBARRA ICIARTE, para optar al Grado de Especialista en Ciencias Penales y Criminológicas, cuyo Título es: LA COLECCIÓN DE LA MUESTRA DE SANGRE EN EL SITIO DEL SUCESO PARA LA INVESTIGACION CRIMINAL, considero que dicho trabajo reúne los requisitos y méritos suficientes para ser sometido a la evaluación por parte del jurado examinador que se designe. En la ciudad de Caracas, a los 05 días del mes de Octubre de 2007. ________________________ Dr. José Rafael de los Ríos. C.I Nº iii PREFACIO “LOS INDICIOS SON TESTIGOS MUDOS QUE NO MIENTEN” EDMOND LOCARD. iv DEDICATORIA “A LA MEMORIA DE MARTIN ISMAEL IBARRA COLINA, MI PADRE. EL NORTE DE MI VIDA”. CLARA HORTENCIA. v AGRADECIMIENTOS A DIOS TODOPODEROSO QUIEN CON SU OMNIPOTENCIA DIVINA SIEMPRE LO SENTI DANDOME LA VIGUROSIDAD Y FORTALEZA NECESARIA PARA ALCANZAR ESTA META. A MARIA FRANCIA QUIEN ME DIO ESA LUZ ESPIRITUAL PARA CULMINAR MIS ESTUDIOS. A LA DOCTORA ANA CRISTINA ICIARTE HERRERA, MI TIA. QUIEN HACIENDO GALA A SU GRAN INTELIGENCIA Y EXPERIENCIA PROFESIONAL, ME PROPORCIONO ESA COLABORACION Y APOYO INFINITO, CON UNA INMENSA PACIENCIA. A MI MADRE, POR SU VOTO DE CONFIANZA, CREDIBILIDAD, APOYO MORAL Y ECONOMICO, QUE FUERON LOS QUE HICIERON POSIBLE QUE SE ALCANZARA ESTA META TAN IMPORTANTE EN MI VIDA. AL DR. JOSE RAFAEL DE LOS RIOS, MI TUTOR, POR SU VALIOSA COLABORACION Y APOYO CUANDO MAS LO NECESITABA, ADAPTANDOSE A LA FORMA DE LA INVESTIGACION SIN QUEJA ALGUNA, GRACIAS POR EL TIEMPO DEDICADO EN LA CULMINACION DE ESTE PEQUEÑO ESFUERZO. A TODOS AQUELLOS QUE DE UNA U OTRA MANERA ME FORTALECIERON PARA LLEGAR A ESTE FELIZ FIN. vi INDICE GENERAL Pág. ACEPTACION DEL ASESOR. ii PREFACIO. iii DEDICATORIA. iv AGRADECIMIENTOS. v INDICE DE FIGURAS. x RESUMEN. xii INTRODUCCION. 1 CAPITULO I ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA INVESTIGACION CRIMINAL. 7 A. Etapas. 8 1. Etapa Bárbara. 8 2. Etapa Precursora de la Criminalística. 14 3. Etapa Científica. 20 CAPITULO II EL INVESTIGADOR EN LA CRIMINALISTICA. 26 A. La Investigación. 26 1. Base Legal. 29 2. Importancia. 32 B. El Investigador Criminalista. 32 1. Definición. 33 2. Cualidades. 34 3. Principios. 36 4. Objetivos. 37 vii 5. Pasos. 43 6. Métodos. 45 7. Orientaciones. 48 CAPITULO III SITIO DEL SUCESO. 52 A. Etimología. 52 B. Definición. 52 C. Tipos. 53 1. Sitio del Suceso Cerrado. 54 2. Sitio del Suceso Abierto. 55 3. Sitio del Suceso Mixto. 56 D. Clasificación. 57 1. Sitio del Suceso de Ejecución. 57 2. Sitio del Suceso de Planificación. 58 3. Sitio del Suceso de Liberación. 58 E. Modalidades. 60 1. Sitio del Suceso Modificado. 60 2. Sitio del Suceso de Coartada. 61 F. El Investigador Criminal en el Sitio del Suceso. 62 1. Preparación del Trabajo. 63 2. Traslado o Movilización al Sitio del Suceso. 65 3. Preservación o Resguardo del Sitio del Suceso. 65 4. Protección del sitio del Suceso. 67 5. Observación del Sitio del Suceso. 69 6. Fijación del Sitio del Suceso. 71 a. Fijación Fotográfica. 72 b. Videografía. 73 c. Fijación Escrita. 74 d. Fijación Planimétrica 751). Croquis Simple 76 viii 2). Croquis de Abatimiento. 76 3). Croquis en Lugares Abiertos. 77 e. Finalidad de la fijación del Sitio del Suceso. 79 G. Valor Criminalístico del Sitio del Suceso. 80 CAPITULO IV INVESTIGACION DE MANCHAS DE SANGRE. 82 A. Indicios o Evidencias. 82 1. Definiciones. 82 2. Tipos 85 3. Clasificación. 86 4. Importancia. 89 B. Hallazgos de Manchas de Sangre. 91 1. La Sangre. 91 2. Hallazgos. 94 3. Examen Hematoscópico de la mancha de sangre. 95 a. ¿Dónde buscar manchas de sangre? 97 C. La Sangre y su Proyección en el Sitio del Suceso. 103 1. Salpicaduras. 103 2. Caída Libre. 104 3. Escurrimiento. 105 4. Volumen o abundancia de Sangre. 106 5. Por rozamiento o fricción. 107 CAPITULO V COLECCIÓN DE LAS MANCHAS DE SANGRE. A. Generalidades. 108 B. Técnicas de colección. 111 C. Embalaje. 116 ix D. Etiquetaje. 118 E. Envío al Laboratorio. 121 F. Exámenes en el laboratorio. 123 G. Cadena de Custodia. 129 CAPITULO VI LA PRUEBA DE ACIDO DESOXIRRIBONUCLEICO (ADN) EN LA INVESTIGACIÓN CRIMINAL. 133 A. Antecedentes. 135 B. El ADN y su estructura. 139 C. El ADN y la Medicina Forense. 143 D. Su valor en la investigación Criminal. 156 CONCLUSIONES 158 RECOMENDACIONES. 162 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS. 165 x INDICE DE FIGURAS Pág. FIGURA 1: Ejemplificación de Sitio Cerrado. 54 FIGURA 2: Homicidio perpetrado en Sitio Abierto. 55 FIGURA 3: Homicidio perpetrado en la terraza de 56 una casa. FIGURA 4: Toma de un Homicidio ocurrido en un 57 automóvil. FIGURA 5: Ejemplificación de la planificación de 58 un delito. FIGURA 6: Homicidio ocurrido en el Hall de una 59 casa. FIGURA 7: Toma de una casa luego de haberse 60 cometido el delito. FIGURA 8: Homicidio perpetrado en plena vía 62 Pública. FIGURA 9: Croquis Simple. 76 FIGURA 10: Croquis de Abatimiento. 77 FIGURA 11: Croquis en Lugares Abiertos. 78 FIGURA 12: Presentación de la sangre por 104 Salpicaduras. FIGURA 13: Presentación de la sangre en Caída 105 xi Libre. FIGURA 14: Manchas de sangre por Escurrimiento 106 y Arrastre. FIGURA 15: Error en el embalaje. 117 FIGURA 16: Etiqueta para identificación de 121 evidencias (utilizadas por el FBI). xii UNIVERSIDAD CATOLICA ANDRES BELLO DIRECCION GENERAL DE LOS ESTUDIOS DE POSTGRADO AREA DE DERECHO ESPECIALIDAD EN CIENCIAS PENALES Y CRIMINOLOGICAS LA COLECCIÓN DE LA MUESTRA DE SANGRE EN EL SITIO DE L SUCESO PARA LA INVESTIGACION CRIMINAL Autor: Abg. Clara Hortencia Ibarra Iciarte. Tutor: Dr. José Rafael de los Ríos. Octubre 2007 RESUMEN El presente trabajo resalta la importancia que tiene el hecho de seguir meticulosamente los pasos metodológicos en el momento de evaluar el sitio del suceso donde se tenga que colectar sangre, esta muestra es aprovechable sólo cuando se ha conservado intacta la escena del crimen, preservación dirigida a prevenir modificaciones o cambios sustanciales capaces de dañar o producir importantes alteraciones en las pruebas de convicción. La sangre enviada al laboratorio dará información adecuada sólo si se preserva de la mejor manera. Este estudio debe ser un medio de difusión para que los técnicos criminalistas sepan que no basta con colectar la sangre sino que la misma debe ser custodiada hasta llegar al laboratorio, contemplándose con esta la llamada cadena de custodia. La presente investigación es monográfica y documental, y se utilizó la técnica de análisis de contenido, análisis de construcción y sistemas de categorías, inducción y síntesis, lo cual permitió hacer un análisis deductivo-inductivo, para enfocar el tema de acuerdo a criterios propios, conceptualizaciones, conclusiones y recomendaciones, teniendo una apreciación general sobre el problema objeto de estudio. Se determinó que el correcto cumplimiento de esas técnicas de colección, representan un beneficio dentro de la investigación criminal, para el descubrimiento de la verdad y que son capaces de producir un estado de certidumbre en la mente de una o varias personas respecto de la existencia o inexistencia de un hecho punible. Descriptores: Colección, investigación criminal, investigador criminalista, método criminalístico, sitio del suceso, evidencia, indicio, sangre, cadena de custodia, ADN. INTRODUCCION Toda acción humana es el resultado de causas y motivos que relacionados entre si exteriorizan una conducta. El delito como hecho humano y típico, es una consecuencia de la conducta que produce una modificación en el mundo exterior y para su determinación, se hace necesario, aún en los casos de omisión la existencia de una relación causa-efecto entre esa modificación y el pensamiento del autor del hecho. En la actualidad los factores de criminalidad son tan diversos y complejos que se hace difícil establecer a primera vista, la cantidad de criterios elementos o situaciones,cuya combinación habrá de producir una conducta criminal y dañosa. Por esta razón, resulta también difícil descubrir al autor de un crimen, el modus operandis que empleó y las circunstancias que rodearon al hecho. Por consiguiente, conviene tener en cuenta que casi todas las huellas o evidencias de esa modificación del mundo exterior quedan cerradas en un lugar que en criminalística se denomina Sitio del Suceso. Sin embargo, este no es el único Sitio en el cual se pueden encontrar esas evidencias, igualmente pueden ser halladas en el cuerpo de la víctima, en posesión del presunto autor, así como en las áreas relacionadas o adyacencias de la escena, en el Sitio de liberación o en cualquier otra persona, objeto o cosa relacionada con el hecho a investigar. Un hecho aunque parezca idéntico a otro, es distinto en su esencia; es decir, por más que dos hechos sean parecidos con características similares, siempre existen algunas circunstancias que hacen la diferencia. Bajo esta premisa también se puede decir que todos los Sitios en los cuales ocurren hechos punibles también son diferentes, esto obedece a que existen diversas circunstancias o factores que influyen para que un Sitio del 2 Suceso sea diferente a otro, y el otro aspecto, es en razón de las características propias de un lugar determinado. Los indicios o evidencias son testigos mudos que parece haber colocado la providencia alrededor del crimen, para hacer resaltar la luz de la sombra en que el criminal ha esforzado en ocultar el hecho principal, son como un canal que alumbra el entendimiento del juez y lo dirige hacia los seguros vestigios que basta seguir para llegar a la verdad. El delincuente ignora la existencia de esos testigos que deponen en su contra, en mil casos y en mil situaciones el delincuente deja rastros en el Sitio del Suceso, que sirven para identificarlo como autor del hecho delictivo. En todo caso las evidencias físicas o indicios materiales deben ser apreciados por el investigador criminal en toda su dimensión, para no perder la oportunidad que el mismo hecho punible presenta para descubrirlo. Ante esta circunstancia conviene tener presente que cuando se realizan las investigaciones de un hecho, rodeado de misterio, la observación de ciertos indicios no es absolutamente convincente, ya que si el investigador se deja llevar por cierta apreciación inicial, corre el riesgo de equivocarse. Así el artículo 198 del Código Orgánico Procesal penal, establece que un medio de prueba para ser admitido debe referirse directa o indirectamente al objeto de la investigación. Esta norma da la oportunidad de admitir a los indicios en la actividad probatoria. Por supuesto que un solo indicio no produce convencimiento, los indicios en materia penal son múltiples, a veces muy pequeños y hasta insignificantes en apariencia, por tanto deben apreciarse en conjunto. 3 La labor de búsqueda y colección de evidencias que hagan posible el esclarecimiento de un delito, es tan minuciosa que en todos los casos exige el manejo de técnicas, equipos e instrumentos, para que el investigador no se limite solamente al uso de los sentidos que muchas veces resulta engañoso. En este sentido, se ha demostrado que la más frecuente causa que impide la realización de exámenes completos y meticulosos, así como la obtención de resultados esperados, es el manejo inadecuado de estos llamados testigos mudos. Los indicios materiales o evidencias físicas, cuando son tratadas en forma adecuada ofrecen diversas informaciones sobre las circunstancias que rodearon el hecho punible que se investiga. Por supuesto, el valor de estos indicios en juicio depende de la forma en que han sido colectados, por esta razón se hace necesario que sean evaluados por expertos con el auxilio de las ciencias naturales. Generalmente, cuando los indicios no han sido tratados con apego irrestricto a las normas establecidas en la ley adjetiva y con la aplicación de los principios de la criminalistica, evidentemente no pueden producir certidumbre de lo ocurrido, por lo que la investigación criminal fracasa y trae como consecuencia la impunidad de los delitos. En la actualidad, se puede decir con absoluta propiedad, que el adecuado empleo de las técnicas y principios científicos en la preservación, protección, fijación, colección y traslado de los indicios o evidencias, facilitan enormemente la labor que realiza el investigador criminal en el esclarecimiento de los delitos que averigua. 4 En criminalística existen muchas clases de indicios materiales o evidencias físicas y dentro de las más importantes están las orgánicas y entre estas, se pueden mencionar las secreciones corporales, como la saliva, flujo vaginal, semen, sangre, etc. Esta última, por lo general se encuentra en el Sitio del Suceso y constituye una de las evidencias más valiosas en la investigación criminal. En los delitos violentos, tales como los homicidios, las violaciones, robos entre otros, resulta de gran valor la muestra de sangre, por el intercambio y transferencia de ella, que se produce entre la víctima y el victimario. El investigador en estos casos debe esmerarse en la preservación, colección y envío al laboratorio de las muestras de sangre, ya que su análisis depende en gran parte de la resolución exitosa de estos casos. La escogencia de este tema de estudio ha sido con el propósito de destacar la importancia que tiene el hecho de seguir meticulosamente los pasos metodológicos en el momento de evaluar el Sitio del Suceso, mucho más aun cuando se trata de sangre. Igualmente, el desarrollo del presente trabajo aporta una serie de información en cuanto a lo relativo a la investigación criminal en la interpretación del Sitio del Suceso y evidencias físicas, en especial la muestra de sangre. Del mismo modo, también es útil para abogados, técnicos criminalistas, fiscales del Ministerio Público, estudiantes de derecho y criminología, así como a los jueces, que necesiten conocer los métodos especiales científicos policíacos, el valor de los indicios encontrados en el escenario del crimen y los resultados que se logran mediante una correcta colección y una minuciosa investigación de los mismos. 5 Para lograr el objetivo planteado se realizó una investigación teórica, a través de la consideración de los abundantes planteamientos que en la actualidad existen en cuanto a investigaciones criminales y los métodos utilizados para el descubrimiento de la verdad. En el trabajo se usó la técnica de análisis de contenido, inducción y síntesis. Se colectó información tomando en cuenta la problemática planteada al iniciar la investigación, mediante la lectura evaluativa, el resumen lógico y las fichas de trabajo, los datos se clasificaron de acuerdo a la relación lógica existente entre ellos, se analizó la información y de allí surgieron las conclusiones que fueron el resultado de su síntesis. El contenido del presente trabajo de grado ha sido estructurado a los fines didácticos y de fácil comprensión en seis capítulos: el primero, se destina a los antecedentes históricos de la investigación criminal, para ello se hizo referencia a los antecedentes históricos de la criminalistica, se divide el presente en etapas, en las cuales se esbozaron los rasgos importantes de cada época con sus situaciones particulares, y se precisa el cambio que significó cada período, como consecuencia de intensos trabajos de investigación, hasta constituir lo que representa hoy en día. En el segundo capítulo, se detalla lo relativo a la investigación y su importancia, así como al encargado de ella y la base legal en que se fundamenta su actuación;También se analizan criterios en cuanto a los objetivos que persigue, los pasos a seguir, las cualidades que debe poseer y la metodología a utilizar. El tercer capítulo, estudia el Sitio del Suceso, se exponen los criterios analizados para su definición, clasificación, tipología y lo atinente a sus modalidades; de igual modo se resalta la actuación inicial del investigador en el Sitio del Suceso, considerando lo relativo a su preservación, 6 protección y fijación. En este mismo capítulo, se hace referencia al valor criminalístico que presenta la escena del crimen. En el cuarto capítulo, se hace especial enfoque, a uno de los indicios orgánicos que pueden ser hallados en el Sitio del Suceso, tal es el caso de la sangre. Como punto previo, se definen y clasifican los indicios en general, posteriormente se esbozan las características de la sangre desde el punto de vista biológico, se analiza lo atinente al examen hematoscópico del que puede ser objeto la sangre y su proyección en el Sitio del Suceso. El quinto Capítulo, estudia la colección de las evidencias y en especial la de la sangre, los métodos utilizados para ello, así como el correspondiente embalaje, etiquetaje, envío al laboratorio para la realización de los distintos estudios a que tuviera lugar. En este mismo capítulo, se analiza lo relativo a la preservación de la denominada cadena de custodia. El sexto capítulo, estudia la prueba de Ácido Desoxirribonucleico (ADN), para ello se hace referencia a los antecedentes, su estructura, al igual que la inherencia que ha tenido esta prueba en la Medicina Forense. Como colorario se analiza el valor que se ha dado en las investigaciones criminales para llegar a la resolución de los delitos. Por último, se presentan conclusiones y recomendaciones propuestas por el autor de la investigación, pretendiendo que el logro del objetivo planteado en este trabajo sirva de guía a la investigación criminal en la interpretación del Sitio del Suceso y de las evidencias físicas, en especial la muestra de sangre y su adecuada colección, de manera que el aporte vaya encaminado al fortalecimiento de la investigación criminal; finalmente, se indican las referencias bibliográficas consultadas. CAPITULO I ANTECEDENTES HISTORICOS DE LAS INVESTIGACIONES CRIMINALES En la investigación se hace indispensable hacer referencia a los antecedentes históricos de la Criminalística; pues como es sabido la misma se ha ido conformando científicamente durante su evolución a través de largos períodos de intensos trabajos de investigación, cuyos resultados positivos se han reordenado e integrado a la misma, y donde el hombre de ciencia del mundo ha contribuido con la aportación de importantes conocimientos hasta convertirla en una verdadera ciencia de la investigación material del crimen. En primer lugar, hay que hacer mención a la etimología de la Criminalística, para ello es conveniente citar a González y Ramos, (1998, 13) quienes la explican de manera muy interesante, pues ellos plantean la etimología grecolatina de la Criminalística como: “CRIMEN, INIS = CRIMEN, ISTA = OCUPACION, OFICIO, e ICA = LA CIENCIA DE”. Es decir, sería: “la ciencia que se ocupa del crimen, y como ciencia multidisciplinaria resume sus conocimientos a través de las disciplinas científicas que la constituyen”. (González y Ramos, Op. Cit.). Para facilitar el análisis de los antecedentes, se seguirá el criterio adoptado por Torwarld (1966) el cual divide la historia en tres etapas: 1. La Etapa Bárbara : donde se esbozan los primeros acontecimientos producidos en la humanidad hasta la creación del sistema de 8 identificación; 2. la Etapa Precursora de las ciencias : la cual abarca todas las disciplinas precursoras de la Criminalística; y 3. la Etapa Científica : donde se analizan los reales avances de la Criminalistica hasta nuestros días. 1. Etapa Bárbara . Comenzaremos por la historia de la humanidad, no esta demás remontarnos a la historia en general, si nos retrotraemos en el tiempo: En los primeros años, el hombre se dedicaba a subsistir y solo tomaba lo que necesitaba de la naturaleza, (…) vio entonces la necesidad de agruparse para su sobrevivencia, y comenzó a organizar el trabajo de su producción para intercambiarlo por otro, (trueque), así se interrelacionaba con los demás al mismo tiempo que satisfacía sus necesidades.” (Grupo editorial Océano, 1998, 1846). En este mismo sentido, la obra destaca: “dentro de los grupos, los individuos tenían a menudo papeles multifacéticos de acuerdo con su edad, sexo y habilidades”. Lo citado nos permite establecer de manera muy general como fue la vida del hombre en sus orígenes, conformada por grupos pequeños de individuos, en el cual el trueque era la actividad principal, dirigida a la satisfacción de sus necesidades. Si bien esto es cierto, debemos tener presente que estas características son variadas de acuerdo a la región geográfica en la cual nos situemos, sin embargo, no ahondaremos en este tema, pues su estudio seria demasiado extenso. Estos grupos de individuos formaban aldeas, en las cuales habitaba el hombre en sus orígenes, llevando una vida sedentaria. Es comúnmente aceptado en la actualidad que: “el hombre paso por una etapa primitiva, -son los restos materiales quien lo atestigua-, vivió agrupado y 9 se alimentó de la caza, la pesca y la recolección”. (Lexus Editores, 1999, 4). Es importante destacar las armas de aquella época, las cuales consistían: Básicamente en hachas de mano y lascas rudimentariamente trabajadas, las cuales tenían una única misión, la caza y la defensa personal. Las necesidades de identificación, también fueron satisfechas ya que las plumas, pinturas y tatuajes, revelaban la tribu, el clan y la familia”. (Grupo Editorial Océano Grupo Editorial 1998, 1846). En los orígenes de la humanidad: “la densidad de la población era poca, la investigación se tornaba relativamente más fácil, por cuanto era rápida la determinación de los autores”. (Maza, 2000, 10). Con la llegada de las civilizaciones sostiene Sgambati (1997,28): “se desarrollaron altas culturas, la formación de grandes imperios, (…) la existencia de clases sociales y el predominio de la esclavitud como modelo económico”. Para este mismo autor se da un cambio de pensamiento: “el hombre se dio cuenta de que no todo estaba dedicado a la supervivencia, surge el deseo de conquista del territorio ajeno y por ello el enfrentamiento constante entre los distintos pueblos”. De lo anterior se desprende que la humanidad entró en una fase totalmente diferente; anteriormente el ser humano había vivido en grupos pequeños, donde los mayores problemas eran los creados por la naturaleza, posteriormente el hombre evoluciona y nacen en él otras aspiraciones. 10 Podemos decir entonces, que después de este proceso de socialización es que empiezan a surgir los problemas, con el deseo insaciante del hombre por la conquista de otros territorios, con la creación de grandes Imperios, que conllevaron a la división del hombre, en clases sociales. Por su parte, Giugni (1991, 14) nos habla de la idea de retribución, predominante: Se proclama la ley del talión, que dice: se derramará la sangre de quien haya derramado sangre de hombre, (...) El que mate a otro dará vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, contusión por contusión. De esta cita se desprende, que predominaban las ideas netamente retribucionistas, donde el hombre devuelve la misma agresión de la cual fue objeto. Igualmente,se practicaba la identificación, mediante la utilización de diferentes medios y métodos. Thorwald citado por Maza (2000, 43) pone de manifiesto la existencia de noticias que indican la inicialización de la identificación con el uso de: “las mutilaciones y marcas aplicadas en los sitios del cuerpo más visibles de las personas que infringían la ley”. En cuanto a los métodos utilizados para el esclarecimiento de crímenes, Hernández y Andazol, (2000, 2) señalan: Se obligaba al sospechoso a caminar sobre carbones encendidos. Si superaba esta prueba sin lesionarse, era considerado y eximido de responsabilidad. Semejante Injusticia, solo era posible en una sociedad que carecía de fundamentos científicos, la cual colocaba a el “chaman” como uno de los principales protagonistas de la investigación. 11 La cita expuesta nos indica la forma como se determinaba la culpabilidad, Gutiérrez (1999, 5) la denomina “la practica de la tortura”. Este horrendo procedimiento, dio cabida sin lugar a dudas a innumerables injusticias, pues toma como base una concepción totalmente errada, la resistencia del individuo, en muchas ocasiones los más débiles pudieron no resistir siendo inocentes y por el contrario, individuos culpables, pero con una capacidad de resistencia elevada, salían librados de toda culpabilidad. En este mismo sentido es conveniente citar Escala, (1984, 28) el cual señala: “la capacidad y talento del investigador criminal en el largo y tedioso camino para obtener el esclarecimiento del hecho criminoso fue abreviado por la tortura para conseguir la confesión del culpable”. Por otra parte, la Universidad de Salamanca (2000,7), expone: “otros cuentan que un joven ciego acusado de asesinato de su padre, probo su inocencia por huellas aparecidas en el lugar del crimen”. Este dato nos indica, que lo que hoy se conoce como dactiloscopia, ha sido uno de los primeros campos abordados en lo que respecta a investigaciones criminales. Desde esta etapa existe el delito, eso es innegable, no visto como en la actualidad, pero si se planteaban hechos y conductas repudiadas por todos los demás individuos. Estas conductas debían ser castigadas para así dar un ejemplo y evitar que se volviera a cometer el mismo hecho. Con relación a las penas impuestas a los criminales, se hace necesario mencionar que: “por ejemplo, en la ya histórica babilonia lo mismo que en Ruda y en Grecia se utilizaron métodos bárbaros de identificación, tales como cortar la nariz y las orejas”. (Maza 2000,43). 12 Igualmente, cabe agregar: “en diferentes naciones europeas especialmente en Francia se imprimían marcas con hierro candente se marcaba el rostro de los delincuentes con la flor de Liz que era el signo real de este país.” (Maza Op. Cit.). Posteriormente: “fue aplicada esta marca en la espalda, luego se cambio la flor de Liz por una V, para los delincuentes no reincidentes, a los criminales le eran agregadas las letras GAL los cuales eran enviados a cumplir sus condenas en las galeras”. (Maza Op. Cit.) Hechas las consideraciones anteriores, es oportuno citar a Escobar (1989, 23): Todo lo complejo de esa mecánica, la paciencia y habilidad infinita que debe rodear a todo investigador, hizo que antiguamente, tras la apariencia de una legalidad mal entendida y desfigurada (…) se empleara el tormento del fuego, a consecuencia del cual a menudo quedaba el torturado definitivamente inhábil para el uso de los pies, mientras se aplicaba “el juez recitaba un credo o dos Misereres o caminaba un determinado número de pasos. La ferocidad dureza y negrura son manifiestas en esa época en que la tortura era “una institución judicial”. En esa época el juez instructor, precidiendo, dirigiendo, graduando la tortura, indagaba en tanto y en cuanto existieran fuerzas físicas para soportar. El mismo autor señala a Ippólito Marsili, como otro insigne jurista, que inventó la tortura del sueño, por lo que se obligaba al examinado a permanecer despierto durante 40 horas o más, sentado en una silla con una pareja de vigilantes a su lado que cuidaban de no dejarle cerrar los ojos. Al respecto Marsili, alababa el sistema de su invención, ya que su gran eficacia quedaba demostrada, pues a su juicio, las confesiones se obtenían sin ninguna lesión corporal. Antes como hoy, se detenía a los sospechosos pero en lugar de buscar las pruebas de culpabilidad dejadas por el autor del hecho: “se 13 sometía a los sospechosos a interrogatorios exhaustivos y, si se resistían a hablar, se les negaba el agua, o bien se les privaba de alimentos”. (Villavicencio 1969, 15). Igualmente las prácticas supersticiosas tuvieron también influencia en los antiguos procesos y dieron origen a incalificables injusticias y condenas que jamás debieron ser dictadas, existen muchas, una de las más destacadas es la denominada por Villavicencio (Op. Cit), la mano de Dios, la cual consistía en poner una venda sobre los ojos del indiciado y colocar sobre una mesa, entre otras, el arma que fue empleada para cometer el delito, si el indiciado tomaba el arma empleada, se le consideraba culpable, fuera de toda duda, en tanto que se le consideraba inocente si agarraba algunas de las otras armas. Estos ejemplos reflejan claramente el proceso de identificación o sanción implantada, en los cuales el cuerpo del responsable era objeto de la pena. De cualquier forma, la tortura se utilizaba con finalidad probatoria, de averiguación o de confesión. Como puede apreciarse antiguamente, no se consideraba necesario el procurar pruebas acerca de la culpabilidad o inocencia del indiciado, ni mucho menos existían los medios o métodos científicos de que hoy se disponen para la investigación de los delitos, sino que por el contrario, se atenían a la confesión del presunto culpable, obtenida a su vez, mediante la tortura a la cual era sometido. Las citas anteriores nos brindan una idea de cómo se procedía al estudio y solución de los crímenes en esa época. En ella impera el azar, los métodos empíricos y las prácticas inhumanas y brutales. Lo único existente era un sistema de identificación, por medio del cual se controlaba a las personas consideradas delincuentes, en donde la 14 resistencia era el elemento fundamental para la determinación de la culpabilidad. 2. Etapa precursora de las Ciencias. Años más tarde, los acontecimientos anteriores, despertaron el interés de muchos grupos de ciudadanos que según Gutiérrez (1999, 5): “exigieron el establecimiento de organismos que protegieran los derechos del hombre”. Tal revelación despertó la inquietud en pensar y buscar nuevas formas de conocer los hechos que posiblemente constituyeron hechos delictuosos. De igual manera es oportuno citar a Maza (2000,43), quien señala: con el devenir social el fenómeno delictivo se especializa y amplía haciéndose imperiosa la necesidad de buscar un inequívoco e infalible sistema de identificación, pues los métodos que se empleaban para tal fin eran inhumanos y crueles, por tal razón fueron desapareciendo poco a poco cediendo el paso a nuevas corrientes del pensamiento llamado de la humanización de los derechos. Es necesario hacer mención al Cristianismo, que contribuyó a cambiar las ideas rudimentarias iniciales: Ya en el nuevo testamento en San Mateo, Capítulo V vers 38-39, se cambia el principio la ley del talión y se escribe: Habeis oído que os fue dicho -ojo por ojo, diente por diente- mas yo os digo que os resistáis al mal , antes si alguno te hiere en la mejilla derecha, párale también la otra (Giugni 1991, 15). De la cita se desprende la influencia del Cristianismo, que parte de una concepcióntotalmente antagónica, a partir de este acontecimiento se perfecciona en el individuo una evolución de pensamiento, se proclaman 15 las ideas impartidas por Dios, la igualdad, la paz, el sacrificio por el prójimo, etc. En este mismo sentido, es oportuno mencionar al autor Astón (1997, 140), quien expresa: “para los cristianos la crucifixión es más que la dolorosa muerte del hombre en la cruz, es un punto decisivo en la historia del mundo, el momento en que el sacrificio de cristo redimió a la humanidad del castigo eterno. El mismo autor sigue comentando: “el arte del renacimiento, fue en su mayor parte religioso y las ideas religiosas estaban llenas de imágenes. Pensar en cristo era pensar en Dios padre y en las pinturas del juicio final de Miguel Angel, se puede observar a los jueces que administraban justicia secular”. (Aston 1997, 105). Sin embargo: “En el cristianismo se pasa por un período de oscurantismo y dominan los perjuicios religiosos, se prohíben las autopsias, porque se teme que las almas de los cadáveres mutilados puedan verse privadas del cielo.” (Cousiño, 1970, 17). Como se aprecia en disposiciones dispersas las creencias religiosas, tuvieron en un momento de la historia, su influencia un tanto negativa, pues prohibía realizar todo aquel acto que para ese momento se consideraba contrario a esos credos, sin importar si con ello se impedía el esclarecimiento de la verdad. Esto se refleja en la actualidad, la iglesia desde años remotos ha ejercido influencia en la humanización de los sistemas penales por ser estos contrarios a sus ideas. 16 Por el contrario, Gutiérrez (1999,15) considera que esta era aportó hechos importantes: En el caso de la medicina egipcia, con la práctica del embalsamamiento y aunque esta era parte de una ceremonia religiosa en la que la medicina no tenía nada que ver, aportó algunos conocimientos de anatomía y ayudó a descubrir los métodos conservadores que se empleaban en los cadáveres. Es de hacer notar que Egipto, con sus prácticas religiosas, igualmente aporta conocimientos muy importantes, en materia de investigaciones. En este orden de ideas cabe agregar, lo planteado por Rojas (1982, 12): En esta etapa ya se comienza a dar valor a la dignidad del hombre, ya comenzamos a tener la tan característica inquietud por la Investigación y se inicia la humanización de las penas. La necesidad de investigar se hace cada vez mas imperante, ya el pensamiento es investigar antes de castigar y en caso de la existencia de delincuentes las penas impuestas eran menos brutales. Empiezan destacados investigadores a incluir experiencias y descubrimientos en el campo de la justicia: “Hacia el año 650, Kia Kung- Yen, historiador chino, hizo mención a la identificación a través de impresiones dactilares” (Gonzáles y Ramos 1998,15). Indicando con esto que la primera disciplina precursora de la Criminalistica fue la dactiloscopia. La cita anterior coincide con lo planteado en la universidad de salamanca (2000, 7), quienes de igual forma ubican las primeras manifestaciones en China: ”algunos de los primeros usos prácticos de la investigación mediante las impresiones dactilares son acreditados a los chinos, quienes las aplicaban diariamente en sus negocios y empresas legales, mientras tanto el mundo occidental se encontraba en el período conocido como la edad oscura”. 17 En 1575, surge otra ciencia precursora de la Criminalistica, la medicina Legal así lo establece Giugni (1991, 13): “En 1575, Ambrosio Paré publica el primer tratado de medicina legal, con el título Los informes y de los medios de embalsamar los cadáveres. Esta obra consagra a Paré como el padre de la medicina legal”. Lo planteado anteriormente es cónsono con las ideas de Grandini (2004, 3) quien resalta: “la medicina legal debe considerarse heredera auténtica del renacimiento cuyo desarrollo se inicio por Ambrosio Paré y Fortunato Fedele”. En 1665: “Marcelo Malpigui, observó y estudio los relieves y dibujos papilares de los dedos y palma de la mano, siendo profesor de anatomía en la Universidad de Boloña.” (González y Ramos, 1998, 15). González y Ramos (Op. Cit.) señalan que: “para 1753, el Doctor Boucher, ya realizaba estudios sobre Balística”, disciplina que ahora se conoce como Balística Forense. Es oportuno citar a Sandoval (1939, 15), que expone: En sus orígenes las pesquisas recurrían a veces al arte y a los conocimientos de los propios delincuentes, quienes contratados ponían al servicio de aquellos sus experiencias formadas en el aprendizaje del mismo autor del delito, así fue como la policía francesa incorpora a sus filas a Vidocq, cuando ocurría el año 1809. Esto constituye para Villavicencio (1969, 14), una primera fase equívoca, cuando el personal policiaco, incluso el jefe, como Vidocq, era reclutado entre los mismos delincuentes, conocedores indiscutibles de las personas y procedimientos de estos. 18 De las citas anteriores se infiere, que en principio las investigaciones para el esclarecimiento de delitos son formadas con la recepción de experiencias individuales, siendo necesaria la participación de los mismos delincuentes para llegar al esclarecimiento de los delitos. En este recorrido, debemos mencionar otras de las disciplinas que se incorporan a la Criminalística: En 1840, el italiano Orfila creó la toxicología (…) para Camilo Simonin, la policía científica ha llegado a ser Criminalística, ya que la experiencia ha demostrado que el estudio de las huellas criminales, manifiestamente importantes para la justicia y el descubrimiento de falsos documentos, sobrepasa la responsabilidad de las investigaciones policiales. Especialistas, biólogos, físicos y químicos, deben intervenir; ello encierra la necesidad de crear laboratorios de Criminalística, que dispongan de buen instrumental científico y de especialistas competentes. (González y Ramos 1998,17). Sandoval (1939, 15) dijo que: “En 1842, Sir Peel, funda el célebre Scotland Yard, diez años más tarde desaparece la policía civil, semiprivada, conocida como Corredores de Bow Street y se crea con gran resistencia, un cuerpo de detectives”. El mismo autor menciona que: “En 1878, se funda el CID (Departamento de Investigaciones Criminales en Scotland Yard)”. Especial atención merecen las manchas de sangre, así lo establece Castellanos (1932, 6): Desde los primeros tiempos de la medicina legal la sangre formó parte del capítulo referente a las manchas. (…) Podemos explicar este hecho teniendo en cuenta que las primeras investigaciones verdaderamente científicas acerca de las manchas fueron realizadas por químicos, como Barruel, Bayard, después de estos fueron seguidos por médicos legistas como Orfila y Devergie. Lacassagne citado por Castellanos (1932,6) considera: “Ch. Robin histólogo Francés, como el verdadero creador de la Hematología Forense”. 19 En este mismo orden, Corona (2003, 17) señala a Lacassagne, como uno de los franceses más destacados en la época: Lacassagne fue quien al prestar sus servicios como médico militar en África se interesó profundamente en los aspectos forenses de la medicina cuando observó la costumbre de portar tatuajes entre los soldados, lo cual lo llevó a realizar un estudio en la importancia del tatuaje en la investigación (…) Otras aportaciones importantes de Lacassagne fueron sus estudios sobre el fenómeno de las manchas sanguíneas en los cadáveres, así como su enfriamiento, lo que permitía conocer el tiempo aproximado en que ocurrió la muerte. Siguiendo con el recorrido, “Hacía 1882, en París, Alfonso Bertillón creaba el Servicio de Identificación Judicial,en donde ensayaba su método antropométrico” (Thowald, 1966, 46). Para 1879, surge la fotografía forense, otra disciplina muy importante, tal como lo expone Gutierrez (1999, 21): El Brillante científico Alphonse Bertillon, en 1879, fue el precursor de la fotografía forense, fundador del primer laboratorio técnico policíaco del mundo y creador del sistema antropométrico Bertillonage. (…) inició sus trabajos de antropometría en la Surete (Creada por Eugéne Francois Vidocq en 1810), al que siempre se le recordará por haber introducido la ciencia en la investigación criminal. Lo anterior permite establecer que las investigaciones criminales se empezaban a guiar científicamente, pero con un porcentaje considerable de empirismo, donde se utilizaba la intuición, el sentido común y con lo cual lógicamente no se obtenían resultados muy satisfactorios. La Criminalística data de más de un siglo, siendo en sus orígenes una ciencia que evolucionó gracias a la participación de otras ciencias, lo cual fue indispensable para realizar una efectiva investigación de hechos delictuosos. 20 Tal como se ha visto, existieron una serie de precursores de una cantidad de ciencias que son auxiliares y que ayudaron a la criminalística en su momento a formarse, para poder verla como una verdadera ciencia. En síntesis, la criminalística no emerge de una vez, es producto de una serie de ciencias naturales y de disciplinas de investigación que la fueron nutriendo al paso del tiempo. 3. Etapa Científica. Antes de recibir la denominación actual, como podemos observar ya se habían aplicado los conocimientos científicos, las artes y los oficios en la investigación de delitos. Es en 1892, en la Provincia de Graz, Austria, que se comienza a hablar del término Criminalística, así lo expresa Gutiérrez (1998, 20) quien considera que: La Criminalística comenzó en 1892, con la publicación de la primera edición del libro El Manual del Juez Instructor, escrito por el austriaco Hans Gross nacido en la Provincia de Gras, Austria. (…) En 1869, con el cargo de juez vió la necesidad de dar a la investigación policial un carácter eminentemente técnico científico, por lo que se dedicó al estudio de la física, química, botánica, fotografía. Escribió un libro de experiencia que se convirtió en el primer manual de la investigación criminal científica, en el cual se utilizó, por primera vez, el término Criminalística, por lo que se le considera el padre de esta disciplina. El doctor Hans Gross, fue quien por primera vez, se refirió a los métodos de investigación criminal como Criminalistica. De lo anterior se infiere que con la creación de ese manual fue que este celebre autor 21 constituyó a la Criminalistica, claro siempre con el auxilio de otras ciencias, tales como la fotografía, la química legal, la física, la balística, entre otras. León (1961,25), destaca que Gross siempre se apartó de las líneas de pensamiento de los criminólogos italianos de sello Positivista, y no dejó pasar ninguna oportunidad para insistir en que nada tenía que ver con esos a quienes frecuentemente describió como Lombroso y su lote; él mismo, era en gran medida producto del nuevo enfoque de los problemas del delito que Lombroso había iniciado, lo cual no disminuye en modo su propia contribución independiente y original. Este autor igualmente enfoca a Gross como el fundador y pionero de la disciplina moderna de investigaciones delictivas; Criminalistica fue el término que él acuño, aunque a criterio de León (Op Cit), lo usó en forma tan amplia que cubría todo el campo de la Criminología; igualmente destaca las ideas de pensamiento de Gross: Era notablemente convincente cuando insistía en que cada hecho y situación, vinculados con la conducta delictiva debían ser analizados y estudiados con detenimiento. (…) De hecho no era un criminólogo (…) sus interpretaciones eran muy rudimentarias aun tomando en cuenta el estado de esta materia en su época (León, Op. Cit.)”. Dentro de este mismo marco de ideas, debemos decir que: “en el mismo año 1892, Francis Galton de Nacionalidad inglesa, publicó el primer libro titulado huellas dactilares en el cual propone un sistema de clasificación y catalogalización, afianzando a la vez la perennidad e individualidad de las crestas papilares”. (Maza, 2000, 46). Resalta Maza (Op. Cit), el año 1897, pues se producen las primeras fotografías inventadas por Niepce y Daguerre y seis años después de muerto Niepce, el investigador Daguerre publica los procedimientos que 22 había empleado, siguiendo así su creciente desarrollo hasta convertirse en un aporte de inmenso valor dentro de la identificación. En cuanto a la sangre, los diversos investigadores siguieron realizando estudios; para Kinght (1994, 64) uno de los avances más importantes se produjo en 1900, cuando Landsteiner identifica por primera vez los grupos sanguíneo ABO. Hechas las consideraciones anteriores, y planteando una síntesis de todo lo expuesto es oportuno citar a Guzmán, (1997, 37): Las raíces de esta profesión se remontan al Siglo XIX, pero sólo en los últimos tiempos ha atraído la atención de proyectistas e investigadores del derecho procesal penal. En el pasado, el interés mayor sobre tales técnicas científicas usualmente lo generaban acontecimientos que conmovían al público y la prensa y que los técnicos o especialistas eran incapaces de resolver. En la actualidad el alto grado de profesionalismo y el desarrollo de cada vez más refinados métodos y técnicas, han estimulado la acrecencia y el interés vinculado con la materia. De lo citado se desprende, el cambio que se ha tenido en los últimos años, en cuanto a el valor que se la ha dado a la Criminalística, dándole de un tiempo para acá la importancia que se merece y que tiene, pues ella contribuye de manera objetiva con la investigación criminal, a través del examen de todas las evidencias encontradas en una escena del crimen, y que permite identificar el o los autores del hecho punible e incluso a la víctima de ese hecho. De las anteriores consideraciones, no se debe abandonar el alcance que la Criminalística presenta en un sentido humano, y así lo expresa Bonardi, (1997, 45-46): La Criminalística comienza con el sentido humano respecto del esclarecimiento de la verdad histórica, que sucede en la realidad, la Criminalística no por el simple hecho de ser una ciencia, que se encargue del estudio de los indicios con el fin de convertir las 23 evidencias necesarias para llegar a la verdad histórica. Para conseguir esos fines los cuales podríamos decir son parte esencial de la Criminalística es necesario como toda ciencia relacionada con aspectos sociales, que devengan un sentido humano, es decir la Criminalística no es solo una ciencia fría sino una ciencia que ataca de manera exógena el actuar del victimario, y así utiliza métodos naturales y científicos de otras ciencias como la química, biología, medicina, etc., Con el objeto principal de ser un auxiliar y de ser el perito de la razón que lleve a los jueces a tomar decisiones en base a técnicas científicas, las cuales mediante la metodología pericial queden completamente determinadas. El sentido humano de la Criminalística es primordial, en esta cita, se demuestra que la Criminalística no es solo una ciencia es mucho más que eso, que constituye el perito de la razón, pues el resultado de un examen obtenido mediante la utilización de técnicas científicas va a constituir la base para que los jueces, claro concatenando esta prueba con otras y una serie de circunstancias, tomen la decisión acerca de la culpabilidad o no de un sujeto y procedan a condenarloo absolverlo. Por el contrario, en el caso de que se esté en fase investigativa, le de un grado de probabilidad al Fiscal del Ministerio público para formular una acusación en contra de un imputado, en cambio si considera que no tiene elementos de convicción suficientes proceda a no acusar. Dadas las condiciones que anteceden, algunos autores hablan de un enfoque moderno de la criminalística, y con respecto a ello se puede citar al mismo Bonardi (1997, 48-49): La criminalística moderna ha pasado por muchas etapas (…), para algunos teóricos actualmente vivimos en la etapa comprendida entre 1932 y 1984, en la cual se ha dado grandes cambios, si bien es cierto la Criminalística ha sido una ciencia vieja y muchos de los teóricos actuales por desconocimientos de los métodos modernos siguen cometiendo los errores de someter a la Criminalística sobre aspectos teóricos un tanto viejos. La Criminalística moderna ya no solo depende del perito o especialista, que vaya a la escena de los hechos o hallazgos, sino que ya depende de muchas otras ciencias auxiliares que antes no se tenían, entre las cuales se tienen a los 24 peritos en huella genética y las condiciones técnicas actuales para poder determinar la absorción atómica y técnicas tan modernas, utilizadas actualmente en las procuradurías conocidas como luminol, o la identificación de huellas cianocrilato como manera moderna para pulpejos dactilares. Por todo lo antes expuesto, se hace indispensable la fundamentación científica: a los fines de buscar la verdad, y es por tanto necesario resaltar la importancia que tiene para la investigación criminal el adecuado manejo de los indicios, en este sentido los autores señalan también que, la teoría Lombrosiana, tuvo un auge considerable en el pasado, hasta que la aplicación de los principios de las ciencias naturales, surgió a favor de la justicia, para tranquilidad de las personas que habitamos en un país con bases legales sólidas y con una formación moral y cívica de respeto y apego irrestricto a las leyes que rigen la convivencia humana. Por eso, el adecuado manejo, estudio, análisis y evaluación de los indicios materiales o evidencias físicas, se ha constituido en el camino más justo para la búsqueda de la verdad. (Hernández y Andazol, 2000, 3). La constante evolución y desarrollo del hombre en materia de criminalística exige a los miembros de los diferentes policías, de los diferentes peritos que tengan no solo la capacidad inductiva y deductiva sino la suficiente preparación científica en el estudio de las ciencias penales, para poder llevar con éxito una investigación criminal, cuestión que en años anteriores no se tomaba en cuenta pero que hoy en día es fundamental, y que constituye lo más importante para la Criminalística en la actualidad. De acuerdo con los razonamientos que se han venido realizando, la criminalística ha pasado por diversas épocas y nació marcada por la indeterminación de su objeto, áreas de conocimiento y métodos de investigación. 25 Se puede afirmar entonces, que la investigación criminal, vivió igualmente una época de empirismo, que basada en la lógica, el sentido común y en la intuición se fue perfeccionando por el conocimiento científico que le brindaron todas las ciencias que hemos visto y que intervienen en el acto de investigar las huellas, la sangre, los rastros y señales dejadas por el delincuente, los indicios físicos y los indicios biológicos. CAPITULO II EL INVESTIGADOR EN LA CRIMINALISTICA Este capítulo presenta muchos de los aspectos de la práctica investigadora, se hace referencia tanto a nociones generales, que no obstante se deben de observar en forma rigurosa, así como los pasos y métodos adecuados que debe cumplir un investigador para desempeñarse con éxito. A. LA INVESTIGACION. Cada día que pasa, vemos con preocupación el crecimiento del índice de delitos, así como los diversos modus operandis que emplean sus autores; a cada instante ocurre un delito y los culpables siempre dejan sus rastros en el Sitio donde ha sucedido el hecho. Un estudio completo del tema, obliga abordar en primer lugar la investigación como tal. Una Investigación, en palabras de Horgan, (1982, 17): “consiste en la observación o averiguación de los alegatos, circunstancias o relaciones con el fin de obtener información objetiva”. La investigación exhaustiva de un presunto hecho delictivo, requiere necesariamente de la participación: “múltiple e interdisciplinaria de la Criminalistica con las diferentes especialidades como la Medicina Forense, la Criminología, la Química Forense, y otras ciencias forenses”. (Gutiérrez, 1999, 27). 27 Quiere decir entonces que la investigación, se soporta en la Criminalística, que a su vez necesita el auxilio de otras ciencias, que dependiendo del caso y del momento histórico de la investigación colaborarán en la indagatoria. Para reforzar lo anteriormente expuesto, resulta oportuno señalar a Hernández y Andazol (2000, 21), quienes resaltan que cuando es integrada una averiguación previa, la autoridad debe solicitar si lo considera pertinente, la participación de expertos para el estudio de personas, hechos u objetos; lo que quiere decir, que es necesario el auxilio de especialistas en otras ciencias para que formen parte vital en la investigación criminal, sin las cuales no se logra el esclarecimiento del hecho. Decir Criminalística, es referirse a la investigación criminal, esta se define como: La disciplina científica que se encarga de la observación, búsqueda, reconocimiento, individualización y evaluación, de las evidencias físicas o indicios materiales, que son colectados por el investigador en el Sitio del Suceso, o en cualquiera de los elementos que forman el ciclo evolutivo de la verdad con el auxilio de las ciencias materiales y apego irrestricto a las normas jurídicas que rigen la materia. (Hernández y Andazol, 2000, 6). Hernández y Andazol (2000, 5) hacen referencia a cuatro (04) elementos que relacionados entre si, nos conducen al esclarecimiento de un hecho punible; estos elementos son: víctima, victimario, Sitio del Suceso, arma u objeto empleado en la comisión del hecho. Esta interrelación es definida por los autores como el “Ciclo Evolutivo de la Verdad”, el cual consiste: “en el intercambio de evidencias físicas o indicios materiales entre el autor del hecho, la víctima, el medio o 28 instrumento empleado en la comisión del hecho, y el Sitio del Suceso, para descubrir la verdad sobre el hecho que se averigua”. Por su parte, Gisbert citado por Montiel (1998, 20), ha definido la Criminalistica como: “una disciplina científica que estudia los indicios dejados en el lugar del hecho, con el propósito de descubrir la identidad del criminal y las circunstancias que concurrieron en el hecho delictuoso”. Esta definición enfoca a la Criminalística desde un punto de vista amplio, como el conjunto de procedimientos aplicables a la investigación y el estudio de un crimen para la obtención de las pruebas que indican lo que ocurrió. En un sentido más restringido, se define como: “la disciplina que mediante la aplicación de los principios de las ciencias naturales y sus técnicas tienen como objeto el reconocimiento, la identificación e individualización de las evidencias físicas o materiales con el fin de determinar que un hecho es delito, cómo se cometió y quién lo cometió.” (Villa-Real y Del Arco 1999, 260). Esta definición destaca la tarea que tienen los investigadores en averiguar y proporcionar los elementos de convicción de la existencia material del delito,para identificar el o los autores del mismo. Como observamos, tanto en el sentido amplio como en el restringido, la Criminalistica está íntimamente ligada con el fenómeno del crimen y tiene como base el hecho que el criminal deja huellas en el Sitio del Suceso. 29 Hechas las consideraciones anteriores, y planteando una síntesis de todo lo expuesto es oportuno citar a De los Ríos, (2000, 15), quien señala: Criminalística es investigar técnica y científicamente hechos presuntamente delictuosos, identificar a sus autores, víctimas y demás involucrados, señalar los instrumentos utilizados y sus manifestaciones, reconstruir las maniobras que se pusieron en juego y aportar los elementos de prueba a los órganos que procuran y administran justicia. 1. BASE LEGAL. Es importante a los efectos del desarrollo del presente trabajo, analizar lo establecido por la regulación legal venezolana. Por su parte, el artículo 332, ordinal 2, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, (CRBV), le encarga al Ejecutivo Nacional, a los fines de mantener y restablecer el orden público, así como asegurar el pacífico disfrute de las garantías y derechos constitucionales, organizar, entre otras instituciones, un Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas; los cuales son los protagonistas de la investigación criminal. En este sentido, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, (1999), lo establece, así: Art. 332: El Ejecutivo Nacional, para mantener y restablecer el orden público, proteger al ciudadano y ciudadana, hogares y familias apoyar las decisiones de las autoridades competentes y asegurar el pacífico disfrute de las garantías y derechos constitucionales, de conformidad con la ley, organizará: (...) 2: Un cuerpo de investigaciones científicas, penales y criminalísticas. El propósito no es organizar un cuerpo de investigación penal poderoso en la irracionalidad y arbitrariedad frente a los derechos fundamentales de los ciudadanos, si no que sea más eficiente en la 30 moderna concepción de una policía científica; atenta al nuevo rol que asume el Ministerio Público como titular de la acción penal. La policía nutrida de una serie de disciplinas integrantes de la Criminalística, le proporciona al investigador los conocimientos científicos. De manera que, al considerar la investigación criminal como un sistema científico que requiere de las ciencias básicas, como elementos indispensables para la reconstrucción de los hechos delictivos, su estudio y la formación profesional precisa de igual manera, de un modo científico lo que hoy en día se proporciona en aulas y laboratorios de distintas instituciones académicas del mundo. No obstante el problema que han presentado las leyes promulgadas en Venezuela, relativas a la materia de investigación criminal, ha sido el de acentuar el carácter genérico de la competencia en la reconstrucción de los hechos delictivos, sin contemplar acciones y medidas claras que permitan asegurar el ejercicio de quien profesionalmente ha optado por la calificación científica, que obliga a desarrollar las tareas más complejas del proceso criminal, así como evitar la producción de daños en el proceso de investigación, en muchos casos irreparables, que generan el nefasto fenómeno de la impunidad. Por las consideraciones realizadas anteriormente, conviene resaltar lo que establece el artículo 2 de la ley de los órganos de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, (LOICPC), (2001): Articulo 2°. El presente Decreto Ley tiene como fin alidad garantizar la eficiencia en la investigación penal, mediante la determinación de los hechos punibles, la identificación de los autores y partícipes mediante las actividades de aseguramiento de los objetos activos y pasivos que se originen del delito, o relacionados con su ejecución, así como la preservación de las evidencias o desarrollo de elementos criminalísticos, con respecto a los derechos humanos con sujeción a la ley. 31 Como puede apreciarse, este decreto ley regula claramente el ejercicio de la actividad de investigación criminal como modelo científico en el campo de la reconstrucción histórica del fenómeno delictual, respetando la absoluta competencia de los órganos con formación científica en las ciencias de investigación penal. Del mismo modo, la referida Ley de los órganos de Investigaciones Científicas, penales y Criminalísticas, (2001), en cuanto a la actividad de investigación penal, establece en su título II, capítulo I: Artículo 8: A los efectos del presente Decreto Ley se entenderá como investigación penal el conjunto de diligencias orientadas al descubrimiento y comprobación científica del delito, sus características, la identificación de sus autores o partícipes, así como el aseguramiento de sus objetos activos y pasivos. Este artículo da el entendimiento de lo que es la investigación criminal en los términos de un conjunto de diligencias orientadas al descubrimiento y comprobación científica del delito y de sus características. Por su parte, el Código Orgánico Procesal Penal (2002), al respecto advierte en el artículo 202: Mediante la inspección de la policía o del Ministerio Público, se comprobará el estado de los lugares públicos, cosas, los rastros y efectos materiales que existan y sean de utilidad para la investigación del hecho o la individualización de los partícipes en él. (…) los organismos competentes elaborarán un Manual para la colección, preservación y resguardo de Evidencias Físicas. Esta norma contenida en la ley procesal, emite un mandato para los órganos competentes, la elaboración del manual, que constituya la norma rectora de los investigadores a seguir a la hora de realizar su trabajo, esto brinda seguridad jurídica y enmarca la conducta de los llamados a 32 procurar la justicia, y buscan obtener la verdad en lo que respecta a la comisión de los delitos. 2. IMPORTANCIA. La investigación debe ser diseñada para hacer justicia, determinando el descubrimiento preciso del delincuente y haciendo posible el juicio de ese acusado, para apoyar la obligación del estado de probar el delito más allá de una duda razonable, lo que se logra a través de la información que le proporcionan las evidencias dejadas en el Sitio del Suceso, por el delincuente. En otras palabras, la Criminalística es la Ciencia Auxiliar del Derecho, que se encarga de buscar a través de la utilización de una metodología los indicios en un presunto hecho delictivo, con el afán de determinar cuales de éstos pueden convertirse en evidencia, para descubrir la verdad histórica de un hecho. En síntesis, la investigación conduce al esclarecimiento de los hechos mediante técnicas específicas, y con el apoyo de otras disciplinas determina quien es el autor del delito, de allí su importancia. B. EL INVESTIGADOR CRIMINALISTA . La tarea tan compleja expuesta anteriormente, está a cargo del investigador criminalista, quien es el llamado a aplicar diversos métodos y técnicas para lograr el esclarecimiento del hecho y por supuesto identificar el o los culpables. 33 Siempre que se comete un delito, el delincuente altera los alrededores de una forma u otra. La tarea del funcionario investigador es: “averiguar la manera como ha sido alterado el Sitio del Suceso”. (Maza, 2000, 11). 1. DEFINICION. Según De los Ríos, (2000,15): Es el investigador que con el apoyo de las ciencias forenses Medicina, Química Forense, Psiquiatría, Biología, (…) etc., logra armar el rompecabezas de un crimen, presentando al juzgador todos los elementos probatorios, que lepermiten dictar una sentencia justa produciendo en él un grado de conciencia y satisfacción del deber cumplido. Con base al artículo 16 de la referida Ley Especial (LOICPC), la actividad de investigación Criminal, en nuestro país, es ejercida por el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas. Este Cuerpo, es el que tiene la gran labor de armar el llamado por De los Ríos (Op Cit.) rompecabezas del crimen y proporcionar los elementos probatorios que permitan al juez fundamentar su decisión. Por su parte, para Del Giudice (1997, 53), el personal que abarca la investigación se denomina: perito, técnico, o experto; quienes son personas especializadas, egresadas de Academias o instituciones técnicas y científicas de carácter policial, las cuales están adscritas a los órganos de policías de investigaciones penales, y son las encargadas de estudiar, analizar y evaluar los objetos, involucrados en la comisión de un hecho punible y transmitir sus resultados a través de su informe o pericia. De acuerdo a lo expuesto anteriormente, se puede definir al investigador como aquel funcionario, cuya labor principal es la búsqueda de la verdad, a través de la interpretación del Sitio del Suceso y de las evidencias 34 físicas o indicios materiales dejados por el delincuente durante la ejecución del hecho punible. 2. CUALIDADES DE UN INVESTIGADOR CRIMINALISTA . Diversos autores plantean atributos que deben caracterizan a un investigador, para cumplir con los requisitos y responsabilidades de su trabajo. A continuación se detallan 8 cualidades especiales que ha criterio de Villavicencio (1969) debe poseer una persona para desempeñarse con eficiencia en una investigación: a. Vocación. Se plantea como la inclinación natural que se tiene sobre determinado trabajo u ocupación. Para este autor, cuando alguna ocupación atrae, se experimenta gran complacencia en su ejecución porque incuestionablemente se tiene vocación hacia ella. Al respecto, da una sugerencia muy acertada, resalta que todo individuo debe primero analizarse a si mismo para darse cuenta de las facultades naturales de las cuales está dotado. Si tiene verdadera vocación debe procurar adquirir las cualidades de que carezca para su capacitación total. b. Don de Observación. Esta facultad es muy necesaria, según este autor mexicano el espíritu analítico del investigador, ese constante especular sobre la razón de ser de las cosas, es lo que lo ayuda a salir adelante, abriéndose el camino para enfocar de una manera precisa todos y cada uno de los diferentes problemas que se le presenten en su carrera. 35 c. Malicia. El investigador debe ser, por naturaleza desconfiado, sin exteriorizar esta desconfianza, jamás debe dar por ciertas las afirmaciones de un sospechoso, por el contrario debe verificarlas para comprobar su buena o mala fe. d. Cultura General. Villavicencio (Op. Cit.) considera la preparación cultural básica para cualquier profesión. En esta carrera, esto no es una excepción, sobre todo por la relación estrecha que tiene esta área con diversas actividades, profesiones u oficios. Un buen investigador debe dotarse de conocimientos generales de otras profesiones. e. Don de Gentes. El don de gentes viene a significar para Villavicencio (Op. Cit.) crear amigos en el servicio en lugar de enemigos, pues al dirigirse a una persona el investigador debe hacerlo con respeto, seriedad y educación para poder exigir igual trato. El tener autoridad o portar un arma no da derecho a vejar e insultar a los demás. f. Disciplina. La disciplina es otra de las bases para un servicio eficiente, según este autor mexicano, lo más importante es respetar y obedecer a los superiores y acatar todas las órdenes emanadas, así como trabajar de manera ordenada y en conjunto con las personas que intervienen en la comisión. Todo esto con el fin de procurar una armonía, lo cual conlleva al mejor desenvolvimiento de la investigación. g. Discreción. El investigador debe actuar con discreción, todo aquello que llegue a su conocimiento es secreto, no puede ser divulgado sin autorización expresa; a criterio de Villavicencio (Op. Cit) estas actuaciones pertenecen al secreto sumarial. 36 h. Constancia. Es una de las principales virtudes o cualidades de un buen investigador, las afirmaciones del autor a este respecto son sabias, pues solo las posee quien tiene verdadera vocación. Hay que tener presente, que no todos los casos se resuelven en el primer momento y en las primeras actuaciones, por tal motivo, jamás se puede abandonar un caso hasta que esté completamente resuelto. 3. PRINCIPIOS CRIMINALISTICOS. Según González y Ramos (1998, 20) el técnico criminalísta, debe apoyarse en los siguientes principios: a. Principio de Intercambio . Estos autores manifiestan al respecto, algo muy cierto, al consumarse el hecho se origina un intercambio de indicios entre el autor y la víctima, el autor y el lugar de los hechos, o en su caso la víctima y el lugar de los hechos. b. Principio de Producción. En la comisión de los hechos punibles siempre se producen indicios o evidencias materiales, en gran variedad morfológica y estructural que representan elementos reconstructores e identificadores. c. Principio de Probabilidad . Para estos autores venezolanos, la reconstrucción de los fenómenos y de hechos que nos acerquen al conocimiento de la verdad, pueden ser con un alto, bajo, o mediano grado de probabilidad. Manifiestan que nunca se podrá decir esto sucedió exactamente así. d. Principio de Certeza . Con lo que respecta a este principio, los autores afirman que las identificaciones cualitativas, cuantitativas y 37 comparativas de la mayoría de los agentes vulnerantes que se utilizan en indicios que se producen en la comisión de hechos, se logran con la utilización de metodología, tecnología y procedimientos adecuados, los cuales dan la certeza de su existencia y de su procedencia. No obstante, resaltan que si el criminalista no es muy experimentado, debe opinar o decidir con probabilidades. Sin embargo, De los Ríos (2000, 37), no coincide con este planteamiento, para este autor, siempre se debe tener en cuenta el error humano, aunque los análisis practicados arrojen muy poca duda razonable, el investigador debe trabajar e informar en base a probabilidades; en Criminalística, según De los Ríos (Op. Cit.), nunca se puede hablar de una certeza absoluta. Con la aplicación de estos principios básicos de la Criminalistica se descubren los delitos, algunas veces son pesquisas muy fáciles por ser delitos flagrantes, o por haber sido presenciados por un gran número de personas, otras veces por el contrario son casos más complicados, en los cuales la labor del investigador se hace más compleja, pues no cuenta con ningún indicio o no existen testigos que hayan presenciado la comisión del hecho punible, es allí cuando el conocimiento del investigador cobra mayor importancia. 4. OBJETIVOS DEL INVESTIGADOR CRIMINALISTA. En palabras de Villavicencio (1969, 34): “el investigador se encarga de conseguir las pruebas que tienden a la identificación de su autor o autores a fin de ponerlos a la disposición de los tribunales de justicia”. Igualmente, Hernández y Andazol (2000, 5) indican la existencia de un objetivo primordial de la investigación, el cual radica en la obtención de la 38 verdad, para responder la interrogante que se genera al principio de la averiguación. En el mismo orden de ideas, para Muñoz (1982, 302), hay un objetivo común: Investigar técnica y científicamente hechos presuntamente delictuosos, identificar a sus autores, victimas
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